La finalidad en la educación - Encuentro Nacional de Docentes

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Autor: Celia Romani
SOBRE LA CAUSA FINAL DE LA EDUCACION
EL FIN DE LA EDUCACION
Dra. Celia Gemignani de Romani
Resumen.
La preocupación por la causa final de la educación conduce a investigar en
el pensamiento del maestro Santo Tomás su intuición de la causa final como
primera y constitutiva del orden y jerarquía de la acción.
En la crisis del hombre como persona y de la educación como proceso del
hombre hacia su perfección,
ahondamos en la literatura Tomasiana,
encontrando referencias a la educación del hombre para el encuentro con
Dios, liderando la naturaleza y conduciéndola hacia El.
La docencia universal de la Iglesia encuentra caminos que llevan al fin
esencial del hombre, en Santo Tomás.
CELIA GEMIGNANI DE ROMANI.
. Profesora, Licenciada y Doctora en Filosofía. Graduada en la Universidad
del Salvador.
. Lic. En Ciencias de la Educación, con orientación a las Ciencias Sociales.
Univ. Cat de La Plata.
Correo Electrónico: [email protected]
Dirección: Callao 1790-P.B. 2. (C.P. 1101) Buenos Aires. T.E. 4806-1062
Fax: 02227-421457
“El amor como impulso es un movimiento inmanente del apetito , originado
como forma concretiva del apetito con el bien como forma (fase pasiva:
especificación del bien), por la que se proporciona al bien como fin (fase
activa: tendencia al fin) , de lo que resulta el acto perfecto que es la
operación”1
1
DONADIO, María Celestina. Amor y Bien. Los Problemas del amor en Santo Tomás de
Aquino.Ediciones de la Universidad Católica Argentina. Instituto de Integración del Saber. 1999. Buenos
Aires.
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Autor: Celia Romani
PROEMIO
LA CUESTIÓN DEL FIN DE LA EDUCACIÓN CONSTITUYE EL TEMA
CENTRAL DEL PENSAMIENTO PEDAGÓGICO Y TAMBIÉN LA SOLUCIÓN
AL INTERROGANTE QUE NOS PLANTEA LA GRAN CRISIS QUE
ENFRENTAMOS, TANTO A NIVEL DE UNA SOCIEDAD Y UNA CULTURA
SIN DIOS COMO A NIVEL DEL SENTIDO ULTIMO DE LA REALIDAD Y DE
LA ÉTICA PERSONAL.
Las preguntas iniciales que constituyen el marco de nuestro trabajo son:
¿ PARA QUÉ EDUCAMOS?,... MIENTRAS LOS HECHOS PÚBLICOS
DE CORRUPCIÓN CONFUNDEN VALORES E IDEALES.
¿PORQUÉ LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA DEJÓ DE SER LA
CIRCUNSTANCIA GRATIFICANTE Y REALIZADORA DE EDUCADORES Y
ALUMNOS?
¿QUÉ FALTA PARA QUE LOS MAESTROS COMPRENDAN QUE
DEBEN ENSEÑAR A PENSAR, A MEJORAR COMO PERSONAS, A SER
FELICES, A ALCANZAR LA PLENITUD?
Hay algunos enunciados de respuesta , PERO NO CONSTITUYEN
ACCIONES CONCRETAS EN LAS ESCUELAS, EN LAS LEYES O EN LOS
SISTEMAS.
Nuestra investigación sobre el fin de la educación en las fuentes de la
tradición nos sugiere el más serio camino para iniciar la superación de los
problemas profundos que vaciaron de valores y significados a las
INSTITUCIONES FORMADORAS, desconociendo a la persona y a la familia
como base de la convivencia democrática.
Por estas fallas de la educación, los argentinos sólo somos democráticos a
medias.
El propósito de este trabajo es mostrar desde la filosofía tomasiana cuál es
el fin del hombre, fundamento y fin de la educación.
Estamos seguros de que la crisis de la educación actual y de la educación
argentina hace pie en la falsedad de los fundamentos que se proponen a las
reformas y a las acciones pedagógicas. Creemos que la discontinuidad
política surge de la base. Cuando el fundamento se busque en la persona
humana, los programas educativos gozarán de una trascendencia substancial
y esta trascendencia producirá la continuidad que exige el desarrollo de la
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Autor: Celia Romani
educación, porque los fundamentos son los fundamentos y los principios son
los principios.
INTRODUCCION
EN ESTE AÑO JUBILAR, EL PAPA JUAN PABLO II NOS RECUERDA EN
FIDES ET RATIO EL PRIVILEGIADO LUGAR QUE OCUPA SANTO TOMÁS
EN EL CONJUNTO DE LOS PENSADORES CATÓLICOS , proponiéndolo
como "auténtico modelo para cuantos buscan la verdad". 2.
Por su ejemplo, su doctrina y su intercesión, encontramos fuente segura
de gracias para todos lo enseñantes y en especial para los que viven su
vocación de educadores en esta Universidad.
El profundo compromiso pedagógico de Santo Tomás, aparece en su clara
definición del fin de la educación, que es mi tema de estudio.
"Todas las ciencias y artes se ordenan a algo uno, esto es, la perfección del
hombre que es su felicidad".3 Podríamos considerar esta afirmación como
clave de bóveda de toda respuesta al problema de la crisis de la educación.
Este edificio se construye para que el hombre pueda vivir en él y alcanzar su
plenitud como hombre. El saber no es erudición, no es poder, no es un título,
no es consumo de información. El saber es vida, y vida que satisface las
aspiraciones más profundas del alma.
EL ESTADO DE LA CUESTIÓN
En el lenguaje pedagógico contemporáneo se advierte la preocupación por
encontrar el camino de una correspondencia eficaz a necesidades concretas,
la urgencia de circunscribir los rasgos negativos de la escuela, para
superarlos. 4
Son numerosas las acusaciones de reduccionismo. De referir el proceso de
formación a lo material, a lo técnico, o a lo tecnológico.
La intención de nuestro trabajo es volver sobre los principios, desde la
fuente de Santo Tomás, revelando en el campo filosófico pedagógico la virtud
del principio de causalidad final.
2
Cfr. Juan Pablo II. Fides et Ratio. 78
3. "Omnes autem scientiae et artes ordinator in unum, scilicet ad hominis perfectionem, quae est eius
beatitudo". (Santo Tomas, In Metaph, proem.)
4
BOUCHÉ PERIS, Henri. Antropología Pedagógica. UNED. 1993. Madrid. P. 9.
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La causa final es la primera, como lo es el planteamiento de objetivos y la
enunciación de propósitos en cualquier acción que pretenda ser humana.
.En educación, toda otra causa depende de ella:
-La causa eficiente es el sujeto, por la relación pedagógica.
-La causa formal es la identidad personal.
-La causa material es la personalidad en una visión integral.
En definitiva, la calidad educativa se aprecia en la correspondencia con una
dignidad tal que dirija operativa y prospectivamente el proceso como visión de
la humanidad individual desde las raíces metafísicas de la persona humana y
de sus valores, como primacía en la misión de enseñar para una sociedad
con Dios.
El hombre actual, el hombre de la crisis, en el decir de Maritain, es un
hombre tecnificado y económico. Angustiado y sin tiempo para la reflexión. Es
necesario comunicarle toda una metodología de aprender a detenerse, a
admirar, a alcanzar el gozo de la expectación sobre lo cotidiano, a alcanzar el
silencio y la fiesta como forma de vida. Fiesta que es manifestación de la
unidad de ser, de la intimidad espiritual, asombro.
Santo Tomás nos revela cuál es el fin último de toda la vida humana y del
saber que la alimenta: la felicidad, que debemos entender como plenitud en la
naturaleza humana. "Debemos ser tal cual Dios nos hizo".5
En la auténtica felicidad se dan cita todas las potencialidades del hombre
llevadas a su madurez, a su máximo esplendor, el entendimiento
contemplando la verdad y la voluntad descansando en el bien amado es el
gaudium de veritate, el gozo de la verdad del que habla San Agustín. 6
“Esencia beatitudinis in actu intelectos consistit, sed ad voluntades pertinet
delectatio beatitudinem consequens secumdum quo Agustinus dicit, X
Confess, l, quod beatitudo est gaudium de veritate. quia scilicet ipsum
gaudium est consummatio beatitudinis”. Una felicidad tal sólo puede darse en
la contemplación de la Verdad misma, que es Dios. La vida humana se torna
entonces camino, y este camino nos lo ayuda recorrer Tomás. Nos dice: Hay
que crecer en la virtud. En la subida, hacia lo alto del monte, las virtudes son
los pies del que camina, débiles al principio, fuertes al final. Santo Tomás
tiene un concepto de virtud como hábito operativo del bien, es decir, una
disposición estable que ayuda a obrar más fácilmente lo debido”7.
Aquí aparece el maestro Tomás, quien nos habla de la educación en la
virtud: hay que ayudar al hombre a alcanzar una mayoría de edad no sólo del
cuerpo sino del alma, "De aquí, que el Apóstol compare en Gal 3 el estado de
“ Debemus nos habere quo Deus fecit nos”. Santo Tomás. In Simbolum Apostolorum, c.
Cfr Santo Tomás, Summa Theologiae, I-II q.3, a.4 in c.
7
. Santo Tomás, Summa Theologiae I-II, Q. 55 a. 2-3
5
6
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Autor: Celia Romani
la ley antigua al del niño, que se halla sometido a su pedagogo y el estado de
la ley nueva, al del hombre perfecto, que ya no necesita del pedagogo".
Aún podemos distinguir la mayoría de edad intelectual de la mayoría de
edad moral. La primera se consigue con la virtud de la sabiduría que juzga
todas las cosas desde sus causas últimas pero pocos la logran; "apenas en
su edad última puede llegar el hombre a lo perfecto en la especulación
científica, y entonces, para la mayoría, poco queda de vida”.8
La madurez en el plano moral llega al hombre por la prudencia. Citando a
Aristóteles, ST dice que la "vida humana consiste en las acciones, pues la
vida especulativa supera al hombre”.9
. Estas acciones encuentran a su vez una sabiduría práctica que las ordena,
y es la virtud de la prudencia; gracias a ella puede el hombre gobernarse a sí
mismo y alcanzar su mayoría de edad moral.10
En este caminar por los senderos de su virtud, con la mirada puesta en su
felicidad, tiene el hombre un guía experto en Sto. Tomás, Doctor Humanitatis
proclamado por Juan Pablo II. 11
LA PROFUNDA ESPIRITUALIDAD DE LA PEDAGOGIA TOMASIANA.
EL LIBRO DE LAS CAUSAS12
Nos hemos asomado al LIBRO DE LAS CAUSAS, para abrevar la
interioridad que crea la atmósfera del enseñar y aprender en la filosofía de
Santo Tomás, para comprender cómo el fin de la educación está implícito en
el fin del hombre.
En la Lección III, donde se expone de qué modo el alma participa de lo
celestial en su operación, refiere tres operaciones: la operación animal, la
operación inteligible y la operación divina.
Recorriendo las operaciones del alma divina, nombrando a los platónicos, la
relaciona con el movimiento, con la segunda operación, que es intelectual, en
cuanto participa de la virtud de la inteligencia.
.
La tercera operación que atribuye al alma es la operación animal en que la
misma alma mueve al mismo cuerpo y por tanto a todos los cuerpos
naturales, causa del movimiento de las cosas.
8
Santo Tomas, Summa contra Gentiles, III, 48.
. Cfr. Aristóteles. Etica Nicomaquea X, 7 Q51, a 1, inc. c
10
Piepper, Joseph.. Las virtudes fundamentales. Trad. cast. 3a edición. Madrid, Rialp, 1990, p. 72.
11
JP II, Discorso al participanti al Congresso Tomist (l3-IX-80. AAS 72, l980. 1036 a 1046).
9
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En la lección VIII, comentando siempre a Proclo, coincide en que "Es
manifiesto que en el orden de las cosas la causa ocupa un lugar superior al
efecto de suerte que cuando es a la vez causa y efecto, ocupa un lugar
intermedio entre ambos extremos de causa y efecto y la inteligencia
pertenece a este grado intermedio en la escala de los seres.
...Y la razón de ello es porque cada cosa obra según el modo de ser de su
forma que es el principio de la operación del mismo modo que lo que es
cálido calienta según el modo o grado de su calor. Lec. VIII.
En la Lec. XIII, dice: “ toda inteligencia entiende su esencia, lo cual explica
porqué el entendimiento y lo entendido coinciden y están simultáneamente.
Pues siendo la inteligencia objeto de conocimiento e inteligencia, no cabe
duda de que ve o conoce por intuición su esencia. Y conociendo su esencia,
conoce también las demás cosas que están sujetas a la misma, porque
pertenecen a la misma. Pero como las otras cosas están en la inteligencia de
un modo inteligible, por consiguiente la inteligencia y las cosas que
entendemos son una sola cosa. Cuando conoce su esencia conoce también
las otras cosas como conoce su esencia, del mismo modo que cuando
conoce las otras, no las conoce sino porque son entendidas; por eso, la
inteligencia conoce su esencia y conoce al propio tiempo las cosas
entendidas, según acabamos de ver”.
En la Lec. XV; “Como el alma se conoce a sí misma, el que conoce conoce
su esencia, operación regresiva hasta y sobre su misma esencia, y por
consiguiente su sustancia es también regresiva sobre su esencia. Por regreso
de la sustancia sobre su esencia entiendo solamente que la sustancia
permanece fija por sí misma, no precisando, en su fijeza ni en su esencia, de
otra cosa que la gobierne o sostenga porque es una sustancia simple que se
basta por sí misma”.
En la Lec. XVII nos enseña porqué entre muchas virtudes infinitas tiene
mayor infinitud aquella que está más cercana a la unidad.
“Toda virtud unida es más infinita que la virtud multiplicada. Toda virtud que
está más cerca del uno puro tiene una infinitud superior a la que tiene la virtud
alejada del mismo uno puro. Cuanto más se congrega y se une la misma
virtud dividida, tanto más se agranda, siendo para efectuar admirables
operaciones. Mientras que cuando más se dispersa y divide, tanto más se
empequeñece y debilita. La unidad más vehemente se da cerca del uno puro
y verdadero, siendo sus operaciones grandes, admirables y nobles”.
En la Lec- XXIII: “Es imprescindible el régimen de Dios, que ordena a la
inteligencia a dirigir el conocimiento y construir la ciencia”.
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Autor: Celia Romani
LA CAUSA FINAL
En Santo Tomás, hay constantes versiones, más de seiscientas, sobre la
causa final.
Podríamos categorizarlas en los siguientes modos:
l) El fin es la primera y principal causa, de todas. En Metafísica, Analíticos,
Summa. Como acción, acto.
2) Acción de cada uno, la más perfecta es la que se refiere al fin.
3) Según es el fin de algo, ese será el objeto de la acción.
4) El fin de cada cosa es su propia operación.
5) Ültimo es el ejercicio y primera la intención.
6) El fin ante todo sirve al movimiento, a la operación.
7) Lo que pertenece al mismo género se unifica al fin, del mismo
género.
8) El fin es el bien de sí mismo
9) El bien en cuanto que es bien es fin.
10) Todo es fin en cuanto que es bueno.
ll) Razón de fin y de bien, en él termina la acción del creador, en lo
creado.
l2) El fin es causa principal, en cuanto que mueve a la eficiente.
l3) Es fin aquello por lo cual se opera y el término. Fin y meta tendrían
que coincidir.
l4) Según dos maneras de tender al fin: aquello por lo cual, para lo cual algo
es algo; el bien, en cuanto que es término como deleite.13
l5) Según distintas clases de fin; principal y secundario; próximo, remoto,
último, natural y sobrenatural, imaginario o deliberado.
l6) Proporcionado o no proporcionado a la naturaleza del ser a la
pertenece el Fin. 14
l7) El fin considerado de dos maneras: en sí mismo, y en aquel que tiende al
fin.
l8) El fin de la obra y del que obra. 15
l9) Fin es doble; precede y sigue a la operación16.
20) Fin interior y la operación que es exterior. 17
2l) Fin de la generación y la forma de lo generado.
22) Desde una doble consideración: lo intentado y aquello para lo que es
intentado. 18
23) Los agentes se mueven en tres grados: lo que mueve por sí, lo que
mueve por otro, lo que mueve de ambas maneras. 19
13
Santo Tomás. I-II, Q 23, a. 4.
I, Q 23,ad l. Q 62, a 4; 63, a 2; l03, a 2. De Verit, Q l4, art 2 y 3.
15
II-II Q141, a.6, Ad 1a.
16
CG, III, C.18.
17
I-II, Q 13, a 4.
18
II-II. Q III, C.5, ad 3a.
19
Et, L.9
14
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Autor: Celia Romani
24) El fin se adquiere: a) como forma; b) como lo que se hace;c) como lo
poseído. 20
25) El fin puede ser Impuesto en forma interna. A manera Perfecta en forma
real. 21
26) Es imposible que una operación de la voluntad tenga razón de fin último.
22
27) El fin último es Dios y es el género de la beatitud, de la felicidad.23 .
28) Las cosas naturales están ordenadas a Dios como fin, al Bien, las
creaturas racionales tienden a El como fin último. 24
29) La verdad es para el fin y para aquellas cosas que se ordenan al fin.
30) El mismo acto de voluntad es de aquellas cosas que se dirigen al fin pero
no de una manera absoluta. 25
31) La voluntad no puede dirigirse a muchos fines últimos. 26
32) Unico fin común: Dios.
33) Fin propio: la caridad, la felicidad, el deleite espiritual. (In Sent.)
34) El fin último es Dios. 27
35) En todo, un fin último. 28
36) El hombre no tiene un fin último en esta vida, su fin es sobrenatural.
37) Medios naturales subordinados al fin último sobrenatural.
38) El fin connatural último del hombre es vivir bien y a ello se ordena el
consejo ante todo y, por último el precepto.
39) El fin de todo es Dios.29
40) El bien intelectual, fin del intelecto, la verdad.30
4l) El fin es operación de Dios, manifestación de su bondad.31
42) El fin de la vida espiritual es la unión con Dios por la Caridad.32
43) Ordenarse al fin, a la Razón, mediante las virtudes, a la vida de la fe,
enseñando la ley, inclinando la voluntad, lo cual sucede de una manera
imperfecta en la vida cotidiana y perfecta por la caridad. La caridad es la más
perfecta de las virtudes. Es el fin de todo mandamiento . 33
44) Cuando algo se ordena al fin, es a lo mejor. 34
45) El fin se compara a las cosas como la materia a la forma. 35 .Y los
principios a las conclusiones; el fin como razón.36
20
I Q 103, a 2, ad la y 2a.
I-II,Q 11, ad 4a; Q 16, a 4; q 69, a 1.
.
22
I-I 26, a 2, ad 2a. I-II, q 1, a,2, ad 2ª ; a 3a; a.4,ad 2a; Q 19, a1, ad 2a.
23
I_ II, Q 1a, a.1, ad 2a
24
I, Q 103 a 1. I-II, Q 3, a 5, ad 2a.
25
I-II Q 8, a 3; Q 12, a 4. I-II, q 1, a 5;
l2, a 3;I, a 3, ad 3
26
. I-II, Q 1, a 5; l2, a 3; I, a 3, ad 3
27
CG, Q 17.
28
II, Q l, a 1 al 2.
29
II-II, Q 122, a 2. l8,4, a 1. I Q 44, a 4, ad 3.
30
CG, III, c 25.
31
In Rom. C9, Lec 4a.
32
II-II Q 44, a 1. CG III,115.
33
II,Q3 a 2. 23 a 8 ad 3. II-II Q 23, a 4, ad 1; 44, a 1.
34
II-II, Q 5,a 5.
21
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Autor: Celia Romani
46) En los fines hay un orden. 37
47) El fin particular se ordena al fin común.38
48) Algo se ordena al fin de manera necesaria. 39
49) Y a hacer el bien.40
50) Las cosas que se ordenan al fin no son queridas sino por el fin. 41
51) El fin moral se relaciona al fin natural.42
52) Todo aquello que sea una cualidad natural del alma o del cuerpo es
también un fin.43
53) Para que haya una voluntad recta, es necesario que se den dos cosas 1)
Conocer y actuar el fin debido. 2) Elegir las cosas relacionadas con él.44
54) Hay acciones del hombre que no son propiamente humanas porque no
proceden de la razón; ella es la que da los principios de la acción humana.45
55) El hombre se ordena al fin por su operación. 46
56) El fin del hombre es adherir a Dios por la inteligencia, por la
voluntad y principalmente por el amor. 47
EL FIN DE LA EDUCACION, EN SANTO TOMAS
El hombre, unión substancial de cuerpo y alma, informado de libertad, libre
albedrío y FIN sobrenatural, reviste la dignidad de persona a imagen y
semejanza de Dios.
"Persona significa lo más perfecto que hay en la naturaleza, o sea el ser
subsistente en la naturaleza racional. Si, pues todo lo que significa perfección
debe atribuirse a Dios, es conveniente que se le aplique el nombre de
persona".
Esta dignidad máxima, compartida con Dios, es la persona.
En efecto, debido a que en las comedias y tragedias se representaban
algunas personas famosas, se emplea el nombre de persona para designar a
los que tenían alguna dignidad; por esto también definen algunos la persona
como hipóstasis, que se distingue por alguna propiedad perteneciente a la
dignidad y puesto que es gran dignidad subsistir en la naturaleza racional, a
35
I-II, Q 4 a 4
I Q 17, a 1 al 3. Q 82, a 1, c.
37
I, Q116. CG, III, C 109.
38
I-II. Q19.A X.
39
I-II.Q 21, 2 ad 2.
40
III Q1, a 2.
41
I-II Q 8 a 2.
42
I-II, Q1, a 3 ad 3a.
43
I Q83, a1 al 5. I-II, Q 9, a 2.
44
II -II Q 49, a 7. Q 51, a 1
45
I.II, Q 1, a 1.
46
I-II, Q 1, a 1.
47
CG III, Q 115 y 116.
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Autor: Celia Romani
todo individuo de esta naturaleza se lo llama persona, como hemos dicho.
Pues bien, la dignidad de la naturaleza divina excede toda otra dignidad y por
ello el nombre de persona conviene sobre todo a Dios.
EL FIN
En el Tratado de la Creación, XLIV, art. IV, acerca de "Si Dios es la causa
final de todas la cosas", dice:
"Todo agente obra por un fin. De otro modo no se seguirá de su acción
un efecto determinado a no ser por casualidad. Ahora bien, uno mismo es el
fin del agente y del paciente en cuanto tal, aun de distinto modo exactamente
idéntico es lo que intenta comunicar el agente y lo que tiende a recibir el
paciente. Hay, sin embargo, algunos agentes que simultáneamente dan y
reciben, los cuales son agentes imperfectos...todas la criaturas intentan
conseguir su perfección que consiste en una semejanza de la perfección y
bondad divinas. Así, pues, la bondad divina es el fin de todas las cosas". 48
En esto consiste el fin de la educación : despertar la conciencia al
sentido de la existencia del hombre en la búsqueda de un bien trascendente
en el que fin y principio se unen en forma absoluta. La búsqueda del principio
de finalidad se da aún en la existencia de Dios y en la tensión creadora del
hombre, cuya ocasión consiste en ir a su encuentro.
Porque, dice Tomás. "Todos los seres apetecen a Dios como causa
final, al apetecer cualquier bien, ya lo apetezcan con el apetito intelectual o
sensitivo o con el apetito natural que no va acompañado de conocimiento. La
razón de esto es que ninguna cosa tiene naturaleza de bien y de apetecible,
sino en cuanto que participa de alguna semejanza con Dios".
La reducción de las causas eficiente, ejemplar y final a la unidad de Dios
como la procedencia material de la creatura, prueba que el principio real de
todo es realmente uno, aunque a la luz del conocimiento se puede considerar
bajo distintos aspectos. Porque "lo que procede de Dios por modo de amor
procede con semejanza de naturaleza, de lo cual no se sigue que el amor sea
engendrado, sino que lo engendrado es principio del amor”.49
EL FIN ES CONSTITUTIVO DEL SER
48
49
I. Q XLIV, Art. IV.
Ibid.Q. XXVII, Art. 4°.
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Autor: Celia Romani
La importancia del principio de finalidad hace decir a Garrigou Lagrange en
REALISMO DEL PRINCIPIO DE FINALIDAD:
"HEMOS TENIDO QUE DEFENDER, CONTRA KANTIANOS Y
POSITIVISTAS LA NECESIDAD Y EL VALOR DEL PRINCIPIO DE
CAUSALIDAD EFICIENTE EN EL QUE SE APOYAN LAS PRUEBAS
TRADICIONALES DE LA EXISTENCIA DE DIOS... Los materialistas y
mecanicistas niegan la existencia de la finalidad de las cosas. No admiten, en
los hechos naturales, más que causas naturales y eficientes excluida la causa
final. En contra del sentido común, no vacilan en decir que el ojo no está
hecho para ver, sino que el hombre ve porque tiene ojos; el pájaro no está
dotado de alas para volar, sino que vuela porque tiene alas. "
Esta reducción de lo superior a lo inferior es, en realidad, la esencia del
materialismo; la negación de toda trascendencia y la aprobación de la
contingencia como forma de explicación de los fenómenos.
Lo interesante es que de tal materialismo proviene la deshumanización de la
cultura y la crisis de la educación. Una cultura y una historia de espaldas al
hombre, con la mirada puesta en las cosas.
El principio de filnalidad hace referencia directa a la exigencia de un orden
trascendente, objeto de la búsqueda del espíritu del hombre. Destino personal
e histórico del hombre mismo. Cuando negamos estos principios, de unidad,
de finalidad, estamos negando la Metafísica, al hombre como sujeto
trascendente, al mundo como posibilidad humana de comstruir una sociedad
justa ... estamos negando a Dios,
El principio de finalidad es el primero, dice Santo Tomás. "Entre otras
causas, la primera es la final. La razón es que la materia no recibe una forma
específica si no lo determina un agente y ningún agente se mueve sin tender
a un fin. En realidad, si lo estuviera determinando a producir tal efecto, lo
mismo podría producir éste o aquél; si los agentes naturales no estuvieran
naturalmene inclinados por tendencia espontánea a producir esto y no aquello
no producirían nada determinado". .50
El principio de finalidad es para Santo Tomás de evidencia inmediata; se
impone con el sólo enunciado del sujeto y del atributo que lo compone, con la
condición de tomarlos en su verdadero significado.
El efecto proporcionado al agente es el fin, porque para el agente es la
perfección a la que tiende y la razón de ser de su actividad. El fin, en efecto,
encierra una realidad última y excelente que es a la que tiende tal agente. 51
Por estas razones, en Santo Tomás la persona humana está directamente
ordenada a Dios como a su fin último absoluto y este ordenamiento
50
51
DI, I, art. 2
LAGRANGE, Garrigou, Realismo del Principio de Finalidad. Op. Cit.
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Autor: Celia Romani
trasciende todo el bien común creado, el bien común de la sociedad política
( con esto se da la superación del aristotelismo) y el bien común
intrinsecamente considerado del universo (superación del mecanicismo).
Dice Jacques Maritain que interponer el universo entre Dios y las criaturas
intelectuales es cosa típicamente grave y pagana. 52
Cada substancia intelectual fue hecha:
l. Para Dios, bien común separado del universo.
2. Para la perfección del orden del universo.
3. Para sí misma, es decir, para la acción material y espiritual, mediante la
cual llega a su perfección y a su destino. 53
En el encuentro con Dios y en el acto de participación de ese encuentro,
dice Sto. Tomas, se entiende el fin del hombre.
Al revalorizar el principio de finalidad se revaloriza lo esencialmente
humano, la visión del hombre como unidad interior que se busca en la
trascendencia, que se motiva con la mediatización de la vida natural y que
necesita, como peregrino del mundo, ese proceso constante de
interiorización.
Como dice Maritain:
"Si sólo hubiera una sola alma que hubiera de gozar así de Dios, esa alma
sería bienaventurada. Son así dos, en uno solo: dos naturalezas en una sola
visión y en un solo amor. Queda constituida en sociedad con Dios. Posee un
bien común con Dios, el mismo bien divino. La visión beatífica es la más
perfecta, la más divina soledad con Dios".
Maritain habla de la más elevada de las actividades humanas, siguiendo a
Santo Tomás: "Reposo activo y supremo, actividad esencialmente teologal,
iniciación imperfecta y crucificada de la beatitud, a ella van ordenadas las
virtudes morales que están al servicio de la sabiduría".
Santo Tomás afirma con gran claridad la vocación de la persona por la
contemplación.
La doctrina tomista da primacía a lo espiritual y por ende a lo
eminentemente personal, porque en la unión substancial del alma y el cuerpo
éste es eminentemente asumido y dignificado.
La vida de los solitarios, dice Maritain, semejante a dioses, está por encima
de la vida social. “ La vida contemplativa es mejor que la vida política. Esta
doctrina es, al mismo tiempo, una doctrina de la primacía del bien común,
referida a la persona humana".
52
53
MARITAIN, Jacques. La persona y el bien común. Desclée de Brouwer, 1947. Buenos Aires.
MARITAIN, Jacques. Ibid.
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Autor: Celia Romani
En Lagrange y Maritain, descubrimos la línea de continuidad entre su
concepción antropológica y su fundamentación del sentido de toda existencia
en el principio de finalidad, entendible desde la dimensión trascendente de la
persona humana y en dirección hacia ella.
La vocación contemplativa como acto de la interioridad, la consistencia
moral, la realización del propio ser en la perfección, la naturaleza concreta
como foco dinámico de virtualidades por realizar, la libertad, el fin intentado
como propósito: esta realidad alcanza nivel moral cuando se llega al nivel de
la conciencia, que ejerce la función de norma subjetiva. Comprometida y
compelida al bien domún, y que debe regularse por normas objetivas
condicentes con la ley natural que surgen de la racionalidad misma del
hombre.
La concepción antropológica de Santo Tomás 54 , aunque inspirada en
fuentes aristotélicas y agustinianas, las supera, asumiendo sus principios en
una síntesis coherente y unitaria.
Con Aristóteles da valor a lo corpóreo, desvalorizado por el agustinismo; no
hay pensamiento, por elevado que sea, que no haya surgido de una
captación sensorial y no tenga apoyo en la sensibilidad, a la vez que no hay
sensación, por simple que sea, que no esté impregnada de intelectualidad, ni
sentimiento, por bajo que fuera que no tenga algo de espiritual. En San
Agustín, está destacada la importancia de lo espiritual, la subjetividad y la
conciencia.
"Si mientras estamos en nuestra tienda de campaña, gemimos por nuestra
dura suerte, pues no quisiéramos que se nos quitara este vestido, no nos
gustaría más revestir el otro por encima y que el cuerpo moral fuera
absorbido por la vida nueva. Y, en realidad, es Dios el que dispuso en
nosotros ese anhelo al darnos el espíritu en garantía de lo que hemos de
recibir”.
CONCLUSIONES.
Cuando lo que nos desvela es el fin de la educación, la filosofía debe revelar
el ser de la educación en orden al ser de la persona humana. Y desde allí
clarificar los fines concretos del hecho educativo.
Con la imagen del maestro tomada de Homero, de Aristóteles, de Jesús, de
Tomás, resulta inexplicable la actual “producción” de maestros sin la menor
formación filosófica, en tantos planes de estudio vigentes. Educadores que no
54
PONFERRADA, Eloy. Introducción al Tomismo. BA, Eudeba. 1978. Buenos Aires.
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Autor: Celia Romani
comprendan su compromiso y protagonismo con el fin, viviendo
anticipadamente, como preparación para la vida docente, el encuentro con
ese Fin.
El encuentro, en el amor signado por el fin que es la perfección, implica
formar docentes capaces de una relación pedagógica basada en el amor.
Esta es la respuesta más relevante que podemos dar al problema de la
educación. Nuevamente, la persona atrae hacia sí toda teleología
pedagógica, como principio y fin.
Cultivar un saber bien enseñado, porque el edificio del saber cuyo arquitecto
es Santo Tomás, se caracteriza por acoger al hombre y promover el
crecimiento de su alma. Fundamentos firmes, cimientos sólidos, el Angélico
ilumina el camino ofreciéndonos las reglas para la enseñanza del saber, tanto
especulativo como práctico.
l- La primera, es que el saber está al servicio del hombre, luego el que
enseña debe buscar siempre en su alumno un bien.55
2-La segunda, que el maestro debe saber lo que enseña. 56 Haber recorrido
la senda de la perfección, en una síntesis de conocimiento y fe.
3-La tercera, el cuidado de las palabras. En la educación moral ST reconoce
que las palabras se traducen en las obras. 57
4-Buscar en la naturaleza un modelo al que imitar. Y este modelo es el
orden de descubrimiento. Enseñar es operar la razón natural de éste. 58
5- En el ordo inveniendi se descubre desde el conocimiento previo. Enseñar
desde lo que el alumno ya sabe.
6-. Ayudar al alumno a arribar a la conclusión. Creer es algo necesario a
quien aprende 59, mostrar las conexiones entre los principios y la conclusión 60
Se trata, en definitiva, de comunicar un saber de Dios. En la universidad que
construyera Santo Tomás al servicio del hombre sobre los cimientos de una
pedagogía sensata, puede descubrirse la mano de Dios.
“Lejos de ser aplastados por la mirada del prójimo, hallaremos tal vez en su trágica soledad, perdido en
lo público y sumergido en la socializacion impersonal de pretendidas relaciones humanas, este hombre
podría ser caracterizado con el tÍtulo hombre a quien nadie miró . Francisco Canals. Actas del Congreso
Intenacional Teoria y Praxis, Génova- Barcelona. 1976, p.113.
56
De veritate, q. 11, a 1 ad 11.
57
Santo Tomás. In X Etic, lect. 1, n. 8-9
58
De Veritate. Q-11. a. 1 in c.
59
Summa Teologiae II-II. q 2, a. 3 in c.
60
Summa Teologiae I, q 117, a. 1, in c. Summa contra Gentiles II, c. 25.
55
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Autor: Celia Romani
En su historia personal, cuando al final de sus días estaba Fray Tomás en
oración en el convento de San Domenico de Nápoles, desde el crucifijo de la
pared, Jesús le habló: - Tomás, has escrito bien de mí, QUÉ RECOMPENSA
QUIERES?. A lo que Tomás replicó: - Señor, nada más que a Ti mismo61
61
Tocco, Historia beati Tomae, en Fontes Vitae Sancti Shomae Aquinate, }Toulouse, sup. De la Revue
Thomiste, 1911-34 (Fontes 108)
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