Sanidad propone el acceso al historial de fármacos si el paciente da su consentimiento V Jornada de Facme. Pagés afirma que la decisión va en la línea de la filosofía de la Ley de Garantías, que tiene como fin al paciente Fuente: www.correofarmaceutico.com El acceso del boticario al historial farmacoterapéutico será decisión del paciente, según la última propuesta que el Ministerio de Sanidad tiene pensado hacer a la Comisión de Farmacia del Consejo Interterritorial y que se celebrará a finales de mayo, según informó a CF la directora general de Farmacia y Productos Sanitarios, Teresa Pagés, tras finalizar su participación en la V Jornada de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) que tuvo lugar la semana pasada en Madrid. "En principio, se informará a la Comisión de Farmacia y a las autoridades autonómicas sobre la proposición de que finalmente sea el paciente el que decida", aunque matizó que "es una propuesta de decreto, que tiene su regulación, y hay que esperar al trámite de audiencia pública". Pagés explicó que esta proposición del Ministerio de Sanidad, enmarcada dentro del futuro decreto de receta médica, sigue la línea de la filosofía de la Ley de Garantías, que tiene como fin último al paciente y, por tanto, "es éste el que decide si dar acceso a esa información". Cambio de criterio Estas declaraciones suponen un cambio en la postura ministerial acerca del artículo 77 de la norma sobre receta médica y prescripción hospitalaria, ya que en un borrador que Sanidad puso en manos de las regiones y al que tuvo acceso este periódico se recogía que "en la receta electrónica, el farmacéutico accederá desde la oficina de farmacia exclusivamente a las prescripciones pendientes de dispensar que el paciente solicite". Esto suponía poner límites al desempeño de la atención farmacéutica (AF), porque al no poder ver el histórico de prescripciones carece del conocimiento necesario para detectar posibles interacciones y problemas relacionados con el consumo de medicamentos. Actualmente esto es posible en Andalucía, donde el boticario puede acceder al histórico (integrado en el sistema Receta XXI) con la tarjeta sanitaria del paciente en el momento de la dispensación. Éste también es el caso de Baleares, que aunque todavía está en fase de extensión de la receta electrónica al resto del territorio, los farmacéuticos comunitarios de Ibiza y Formentera -islas donde se comenzó el pilotaje- pueden acceder a la historia del paciente con su consentimiento, explica a este periódico la directora de Farmacia de la autonomía, Francisca Gili. La propuesta anunciada por la directora de Farmacia del Ministerio en el contexto de la jornada de Facme responde a la petición de varias comunidades autónomas, juristas, expertos y profesionales, a favor del acceso del boticario al historial de fármacos, como ya contó CF. Cataluña, Navarra y La Rioja consideran que el futuro decreto de receta médica debe permitir que el sistema de receta electrónica muestre la información sobre las prescripciones anteriores del paciente en las oficinas de farmacia, pues de lo contrario sería poner trabas al desarrollo del seguimiento farmacoterapéutico. En este sentido, Gili considera que no hay mayor integración del farmacéutico en los sistemas autonómicos de salud que permitirle acceder a los datos informatizados del paciente, si así lo desea, para poder desarrollar una buena atención farmacéutica. Un desperdicio Expertos en AF y profesionales del sector señalan que impedir que el farmacéutico acceda al historial de prescripciones es una atraso que supondría desaprovechar la vertiente sanitaria del boticario y coinciden en que supondría un serio obstáculo para el desarrollo de la AF. Mientras, juristas consideran que los vetos al profesional comunitario contradicen incluso el espíritu de la Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, pues en ella se recogen los aspectos esenciales de la atención farmacéutica. No obstante, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar la prioridad del derecho de decisión que tiene el paciente a que el farmacéutico pueda o no ver otras prescripciones o dispensaciones. A ello añaden la necesidad de que el futuro real decreto de receta médica (desarrollo normativo de la Ley de Garantías) distinga claramente entre la historia clínica -a la que a los farmacéuticos no les haría falta acceder- e historia farmacoterapéutica -que sólo contiene información sobre medicamentos. Precisamente sobre la posible diferenciación entre los dos tipos de historia, Vicente Baos, como representante en la jornada de las sociedades científicas médicas que componen Facme, se mostró contrario a esta posibilidad, ya que opina que la información debería ser de acceso exclusivo del profesional que valora, prescribe y diagnostica. Por otro lado, la directora general de Farmacia anunció en la jornada que el decreto de receta médica "se está terminando", aunque no se aventuró a precisar una fecha concreta: "Estará lo antes posible", dijo. "Es un documento muy trabajado con los profesionales para que sea de máxima utilidad y facilite la gestión al médico y al farmacéutico y otorgue verdadero valor de información para el paciente", concluyó Pagés.