Hacia una Comunicación Plural

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Hacia una Comunicación Plural
Posibilidades y límites del aporte de la universidad en el campo de las políticas de
comunicación en el Perú (2010-2012)
Jorge Acevedo Rojas1
Resumen
El artículo presenta un ejercicio de balance y los desafíos respecto al aporte de la Facultad de
Ciencias y Artes de la Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) al
debate y formulación de propuestas con relación al campo de las políticas de comunicación, con
énfasis en: la necesidad de una regulación democrática de la radio y la televisión, el rol de los
medios de comunicación de carácter estatal y la importancia de su transformación en medios de
servicio público, y en la promoción y fortalecimiento de medios de comunicación de carácter
educativo y comunitario promovidos por organizaciones sociales diversas.
En el año 2010 la Facultad sitúa en su agenda institucional y de relacionamiento con el entorno la
importancia de poner en debate, desde la investigación académica y la discusión de alternativas de
política pública, la necesidad de democratizar el sistema de medios de comunicación –como
dimensión importante de los procesos de fortalecimiento de la democracia- en el contexto de la
digitalización de la televisión y la posibilidad de abrir espacios a diversas iniciativas públicas,
empresariales, comunitarias y educativas que configuren un panorama más plural y diverso en el
espacio público.
Desde entonces ha promovido la investigación, ha introducido el tema en sus programas
curriculares, y ha promovido un foro permanente de debate que ha convocado la participación de
diversos actores del Estado y la sociedad civil. Aunque se ha logrado resituar el tema de la
democratización de los medios en determinados espacios y agendas institucionales, el proceso es
complejo no sólo por los grandes intereses que desde los grupos multimedia y un sector importante
de la política bloquean cualquier posibilidad de reforma, sino también por la historia de la
regulación en el Perú, los intentos frustrados de reforma así como los condicionamientos políticos
y sociales sobre los cuáles se ha construido el sistema mediático.
Palabras clave: políticas de comunicación, regulación de medios, espacio público,
pluralismo político y sociocultural, universidad y sociedad civil
I. Rasgos principales del sistema de medios en el Perú
Son cuatro los rasgos del sistema de medios de comunicación que nos interesa destacar brevemente
en el presente documento, para efectos de entender las implicancias de los medios en la política y la
democracia, y la complejidad de promover un debate y una posible reforma: (i) El predominio de
medios de comunicación con carácter empresarial y la configuración de oligopolios tanto en la
televisión como en la radio, en algunos casos con esquemas de propiedad cruzada. (ii) La existencia
de un órgano regulador sin autonomía de los gobiernos de turno y con amplios márgenes de
discrecionalidad en cuanto al manejo de las autorizaciones de radio y televisión. (iii) La existencia
de medios de comunicación estatales manejados tradicionalmente como medios de comunicación al
servicio de los gobiernos de turno, tanto en el ámbito nacional como en ámbitos locales. (iv) La
exclusión de los medios de comunicación de carácter comunitario, cuestión que dificulta la
posibilidad de configurar un sistema más plural y diverso.
1
Profesor e investigador del Departamento de Comunicaciones y coordinador de la Especialidad de Comunicación para el
Desarrollo de la PUCP.
El sistema de medios de comunicación, de radio en los inicios del siglo veinte y décadas más tarde
de televisión, fue definido por los gobiernos de Augusto B. Leguía (1919-1930) en el caso de la
radio, y por el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1956-1962) en el caso de la
televisión de señal abierta, en el seno de un Estado oligárquico y patrimonializado por elites
económicas vinculadas a la propiedad de la tierra y en algunos casos al sector financiero
(Gargurevich 1987, Acevedo 2013).
El modelo de política por el que se optó combina ciertos rasgos del esquema liberal de las
comunicaciones, con predominio de agentes empresariales nacionales y extranjeros, una débil
presencia estatal a través de medios de comunicación esencialmente de carácter gobiernista, y la
marginalidad de medios sin fines de lucro: educativos y comunitarios. Y contiene también ciertos
rasgos del modelo pluralista polarizado, caracterizado por la instrumentalización política de los
medios así como por la configuración de relaciones clientelares entre autoridades y empresarios
operadores que ha devenido en mutuos beneficios para ciertas elites políticas y el sector más
poderoso de los empresarios de medios (Hallin and Mancini 2004).
1.1. Predominio del sector privado comercial y concentración mediática
La concentración mediática puede entenderse como el predominio de un grupo empresarial o un
conjunto reducido de grupos empresariales en el mercado mediático como resultado de operaciones
combinadas: adquisiciones, fusiones y alianzas corporativas. Cabe señalar que la concentración se
configura en un marco jurídico e institucional que presupone que el mercado se auto regula, y que
esta forma de regulación es un mecanismo que supera a la regulación y a las políticas estatales. La
conformación de oligopolios, como en el caso peruano, ha sido tradicionalmente asociada a la
propiedad y gestión de medios de comunicación, pero hoy en día la noción de concentración
incorpora también los altos niveles de participación de un grupo reducido de corporaciones
multimedia en el mercado publicitario y de penetración en las audiencias.
En el caso de la radio, son cuatro grupos los que tienen predominio en el mercado superando el 75%
de participación general: el grupo RPP, propietario de Radioprogramas (AM/FM), la cadena
informativa más importante del país y de otras seis emisoras, incluye también un canal de noticias
en cable. El segundo grupo con predominio en la radio peruana es Corporación Radial del Perú
(CRP), que posee ocho emisoras. Los otros dos grupos son Panamericana y Corporación Universal,
este último de origen provinciano.
En cuanto a la televisión de señal abierta, son también cuatro los grupos que tienen predominio: el
Grupo El Comercio a través de Plural TV, propietario de dos tercios de las acciones de América
Televisión, conjuntamente con el Grupo La República. Plural TV es también propietario del canal N
(en cable). Se configura un caso notorio de propiedad cruzada sin límites, pues el Grupo El
Comercio es el más importante de la prensa de circulación nacional, tiene participación en poco
más del 50% del mercado de diarios en el país. El Grupo La República proviene también del sector
de la prensa aunque con una participación mucho menos significativa.
El segundo grupo es ATV Canal 9, administrado por ejecutivos peruanos, se especula en
representación de Ángel González, conocido broadcaster mexicano. González es propietario de
unas varias estaciones de televisión en América Latina (Argentina, Paraguay, Guatemala, entre
otros) y diversas cadenas de radio.
El tercer grupo es Frecuencia Latina, administrada por el empresario de origen israelí Baruch
Ivcher. Y el cuatro grupo es Panamericana Televisión, administrada judicialmente por Ernesto
Schutz Freundt, hijo de Ernesto Schutz Landázuri, empresario que se encuentra prófugo de la
justicia peruana por recibir millones de dólares del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos
para poner su canal al servicio del gobierno fujimorista.
2
Los principales grupos multimedia están agremiados en la Sociedad Nacional de Radio y Televisión
(SNRTV), organización que intenta garantizar los privilegios de los principales operadores del
sector, en relación directa con los gobiernos –mediante un lobby permanente- y utilizando sus
poderosos medios de influencia en el espacio público y político. Cualquier intento de discusión
sobre la concentración mediática u otros aspectos referidos a una regulación más democrática del
sector es neutralizado por la SNRTV o por cada grupo empresarial en particular, directamente con
los políticos decisores o abiertamente a través de millonarias campañas masivas en las que se repite
bajo diferentes formas el estribillo de que en el ámbito de las comunicaciones “no hay mejor ley
que la que no existe” y que la autorregulación será siempre una mejor alternativa a la regulación
estatal.
1.2. El órgano regulador y la administración frecuencias de radio y televisión
En el Perú la autoridad reguladora de las frecuencias de radio y televisión es el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones (MTC), a través del Viceministerio de Comunicaciones y sus
organismos técnicos correspondientes. El MTC forma parte de la estructura del Estado que es
controlada por los gobiernos de turno, está bajo la línea de mando del presidente de la república.
Históricamente, la administración de las frecuencias: adjudicación, cancelación y/o renovación de
las licencias ha tenido un manejo bastante discrecional, un carácter patrimonial.
Cabe señalar que en general los políticos y autoridades en el país se han esforzado por cultivar
relaciones de mutuo beneficio con los operadores de radio y televisión. El manejo del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones ha garantizado los privilegios de los grupos más poderosos de la
radio y la televisión, y en el ámbito legislativo se ha evitado abordar asuntos complejos para el
sector, como el de los límites a la concentración o la posibilidad de apertura a sectores de sociedad
civil no empresariales.
En un sentido más bien contrario, la instrumentalización política del MTC se ha expresado en el
hostigamiento y en algunos casos silenciamiento a medios de comunicación críticos al poder. Son
los casos, por ejemplo, de Radio Televisión Oriente de Yurimaguas (enero 2010) y de Radio La
Voz de Bagua, Amazonas (junio del 2009) a las que en el contexto del conflicto entre el gobierno
presidido por Alan García (APRA) y las comunidades amazónicas, se les canceló sus respectivas
licencias de funcionamiento.
1.3. Medios estatales (de gobiernos)
Como en buena parte de los países de América Latina, salvo excepciones como Chile a partir del
proceso de transición democrática iniciado a principios de la década de 1990, en el Perú los medios
de comunicación estatales se han caracterizado por actuar como medios de gobierno, al servicio de
los grupos y dirigentes en el poder.
Tanto Radio Nacional como Canal 7 se convirtieron en medios propagandísticos de los gobiernos y
sus principales autoridades, salvo períodos excepcionales en los que se promovió un mayor nivel de
apertura al pluralismo informativo y de opinión especialmente en la televisora estatal.
A diferencia de los modelos de televisión pública configurados en algunos países Europeos
(Alemania, Inglaterra, Holanda entre otros), en el Perú los directorios de los medios estatales son
designados por el presidente de la república en coordinación con cada uno de los ministerios que –
3
en determinadas períodos- han cobijado a la radio y la televisora estatales2. Así, quienes dirigen los
medios estatales, sus líneas editoriales y programaciones, dependen de la voluntad de las máximas
autoridades del país, las mismas que sin estar obligadas a dar explicaciones pueden remover a los
funcionarios nombrados si estos se apartan de los objetivos que los gobernantes tienen respecto a
los medios estatales.
Las condiciones de carencia de autonomía de política editorial por parte de los medios estatales con
relación a los gobiernos nacionales se reproducen también a nivel de medios locales y regionales,
operados por municipalidades, universidades públicas y gobiernos regionales en algunos casos.
Alcaldes, rectores y presidentes regionales tienen amplia discrecionalidad para designar a los
directorios y ejecutivos principales de las emisoras de radio y televisión de propiedad del Estado.
En cuanto al ámbito económico, en el Perú no existe el mecanismo del canon o tasa anual por
tenencia de aparatos de televisión, modalidad de financiamiento directo de la ciudadanía hacia los
medios públicos que garantiza mayores márgenes de autonomía económica tanto de los gobiernos
como de los agentes empresariales. El financiamiento proviene en gran parte de los presupuestos
que anualmente le asigna el Ejecutivo, con refrendo del Parlamento, en el caso de los medios
estatales de alcance nacional, y una menor proporción
1.4. Exclusión de medios comunitarios
La Ley de Radio y Televisión aprobada en el año 2004 incorporó una nueva modalidad en la
prestación del servicio de radiodifusión: la comunitaria. Hasta antes de la sanción de la ley vigente,
la legislación consideraba sólo dos modalidades: la radiodifusión comercial y la radiodifusión
educativa. Cabe señalar que de las 2732 estaciones de radio con licencia existentes a enero del año
2011, un total de 2256 (82,57%) tenían un carácter comercial y 477 (17,43%) un carácter educativo.
Sin embargo, de las 477 radioemisoras con licencia educativa, buena parte correspondían a Radio
Nacional, emisora controlada por el gobierno central, así como a emisoras gestionadas por
gobiernos regionales, locales y universidades que en la práctica las han instrumentalizado Acevedo
2012b). En el caso de la televisión, salvo algunas excepciones, ha ocurrido algo similar.
La ley prevé la reserva de frecuencias de radio y televisión para estaciones con finalidad educativa y
comunitaria, garantiza (formalmente) un trato preferencial para este tipo de iniciativas. Sin
embargo, a pesar de haberse presentado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones varias
solicitudes provenientes de proyectos de radios comunitarias, al 2012 sólo se había reconocido a
una emisora de radio. En el caso de la televisión no se registran casos.
Además, cabe señalar que la ley y el reglamento vigentes limitan las estaciones comunitarias a
poblaciones pequeñas y zonas de interés social, desconociendo que el carácter comunitario de una
estación se define por sus fines y por sus propuestas de programación, no por su ámbito geográfico.
En la práctica, los proyectos de radio y televisión comunitaria han sido sistemáticamente excluidos
de la posibilidad de acceder al espacio público, de hacerlo más plural y diverso.
II. Condicionantes del sistema político
Nuestra hipótesis es que determinadas características del sistema político en el Perú y los intentos
frustrados (o desaprovechados) de reforma en la regulación de medios de comunicación
complejizan significativamente la posibilidad de introducir en la agenda política la necesidad de
discutir cambios orientados a democratizar y hacer más plural el espacio público mediático.
2
Hoy en día el Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP), a cargo del sistema de medios estatales de alcance
nacional, es un organismo adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros. Años atrás estuvo adscrito al Ministerio de
Educación y posteriormente al Ministerio de Cultura.
4
2.1. El presidencialismo y la inexistencia de un sistema de partidos
El sistema de gobierno en el Perú tiene un carácter presidencialista con algunos rasgos tenues de
parlamentarismo. El presidente de la república es elegido por votación directa de la ciudadanía en
primera vuelta, si el candidato o candidata vencedora obtiene el 50% más uno de los votos
válidamente emitidos. Si no hay ganador en primera vuelta, los dos candidatos que obtuvieron la
mayor votación van a una segunda vuelta, nuevamente con votación directa de la ciudadanía.
Las elecciones presidenciales (en primera vuelta) y las parlamentarias son simultáneas. En un
contexto internacional caracterizado por el protagonismo de los medios de comunicación en la
política, la debilidad estructural de los partidos en el Perú3 -cuya mayor crisis se produjo en la
segunda mitad de la década de 1980 y comienzos de la década siguiente- así como los rasgos del
sistema de gobierno y del sistema electoral, genera que sus posibilidades electorales dependan casi
exclusivamente del carisma y capacidad de convocatoria de sus líderes y lideresas, generalmente
caudillos, y no tanto de los programas y planes de gobierno y su engarce con las problemáticas e
intereses de la ciudadanía.
Por mandato constitucional, el presidente de la república es el responsable de la política interna del
país, dirige la política exterior y es el jefe de las fuerzas armadas. Designa al presidente del Consejo
de Ministros y en coordinación con éste, en términos formales más que reales, nombra a los
ministros que conformarán el gabinete.
El presidente del Consejo de Ministros y los miembros del gabinete concurren al Parlamento -de
carácter unicameral- a exponer los objetivos y estrategias de su futura gestión. El Parlamento legisla
y fiscaliza, puede convocar y/o interpelar al presidente del Consejo de Ministros o a sus ministros
para que respondan y expliquen determinadas decisiones de política y gestión públicas. Si el
presidente del Consejo de Ministros es censurado por la representación parlamentaria, el camino es
su renuncia y la del gabinete en pleno. Sin embargo, si el Parlamento censura a dos gabinetes
ministeriales el presidente de la república está facultado constitucionalmente para disolverlo.
En períodos electorales las lideresas y líderes partidarios que se convierten en candidatas/os a la
presidencia de la república tienen la facultad de designar al 20% de los candidatos al Parlamento. El
80% restante proviene de la voluntad de los militantes de los partidos a través de elecciones
primarias (un militante, un voto) o indirectamente a través de decisiones que se toman en asambleas
o congresos de delegados, en las cuáles el rol de los máximos dirigentes partidarios es también
clave. Los líderes y lideresas partidarias que se convertirán en candidatos y –eventualmente en
presidente de la república- tienen un significativo margen de discrecionalidad con relación a sus
partidos y agrupaciones políticas.
En este marco político, con caudillos y caudillas que ejercen en el interior de los partidos un tipo de
liderazgo de carácter vertical con gran margen de discrecionalidad, y con un presidente de la
república poco menos que todopoderoso, los medios de comunicación centran su atención la figura
presidencial y en los (potenciales) candidatos y candidatas, mucho más que en los partidos políticos,
sus idearios y programas de gobierno.
Y los líderes políticos, candidatos y principales autoridades del país, han entendido perfectamente
que los medios de comunicación constituyen el principal canal de contacto o mediación con la
ciudadanía, y constituyen también el espacio principal para el diálogo y confrontación con otros
3
En el Perú no existiría un sistema de partidos en la medida que es escasa la capacidad de estos para expresar las
preferencias electorales en los marcos que los propios partidos definen, y tampoco desarrollan una función básica de todo
sistema de partidos: la intermediación y canalización en el sistema político de las problemáticas, demandas e intereses de
los diferentes sectores de la sociedad. La credibilidad y confianza ciudadana en los partidos y el Parlamento peruanos es
baja en comparación con el promedio latinoamericano (Tanaka 1998).
5
actores políticos, grupos económicos y poderes fácticos en general. La buena relación con los
medios, evitando al máximo la confrontación con propietarios y periodistas considerados líderes de
opinión, basada en acuerdos tácitos o explícitos, es un capital sustantivo para los gobiernos y para
los líderes y lideresas que aspiran a convertirse en presidente de la república.
En la práctica, más allá de los grupos propietarios de medios y sus respectivos gremios, los políticos
se han convertido en una de las barreras que impiden un debate serio y amplio respecto a la
necesidad de reformar el sistema de medios en la idea de ampliar los márgenes de pluralidad
política y sociocultural en el espacio público.
2.2. Oportunidades (frustradas) de reforma en el sector
Consideramos importante destacar tres oportunidades de discusión y reforma del sector de la
televisión y la radio en el país, que aparecieron inicialmente como coyunturas propicias para debatir
la regulación actual y sus implicancias para el ejercicio de derechos a la comunicación y la apertura
democrática de un sector históricamente manejado por grupos empresariales, y que sin embargo
habrían derivado en el mediano y largo plazo en un fortalecimiento de los rasgos estructurales del
sistema de medios. Las dos primeras oportunidades o coyunturas críticas favorables han tenido un
carácter claramente político, aunque una en dictadura y la otra en democracia, así como una tercera
oportunidad más bien sustentada por los cambios tecnológicos de las últimas décadas,
particularmente la digitalización de la televisión que significó (significa aún) una oportunidad para
ampliar el acceso de diversos grupos de la sociedad, empresariales y no lucrativos, al espacio
público y político.
2.2.1. La frustrada socialización de los medios de comunicación (1968-1975)
El gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, quien encabezó una atípica dictadura de
izquierda en el contexto latinoamericano, implementó un proceso de reforma de los medios de
comunicación orientada a transferir a la “sociedad civil organizada” los principales periódicos de
circulación nacional, voceros de la oligarquía terrateniente y de otros sectores económicos que
empezaban a tomar protagonismo a fines de la década de 1960 en el país. Así, en el caso de los
diarios, la expropiación marcaba –en teoría- el destino con relación a la propiedad y gestión de los
diarios: El Comercio, para las organizaciones campesinas; La Prensa, para las comunidades
laborales; Correo, para las organizaciones profesionales; Ojo, para los intelectuales; Última Hora,
para las cooperativas mutuales, bancos, casas de comercio; Expreso y Extra, para las organizaciones
vinculadas a la educación (Gargurevich 1987).
Sin embargo, el objetivo de transferir los medios a la sociedad civil organizada se convirtió en una
promesa no cumplida, ya que finalmente los diarios y posteriormente los canales de televisión del
alcance nacional siempre estuvieron bajo el control del gobierno. Los medios confiscados total o
parcialmente se convirtieron, con ciertos márgenes de matiz por el rol de algunos directores de
periódicos, en voceros del gobierno militar.
Cabe señalar que el carácter autocrático del régimen militar habría condicionado la fragilidad de la
reforma. La incapacidad y especialmente la falta de voluntad política para implementar la
transferencia de los medios finalmente allanaron el proceso para la posterior devolución de las
empresas a sus antiguos propietarios una vez consumada la transición democrática en los años
1978-1980. Una devolución que implicó un conjunto de privilegios a costa del erario nacional.
Además, tras la frustrada reforma, los empresarios de los medios y sus periodistas voceros
desarrollaron denodados esfuerzos por entronizar en los imaginarios sociales que “no hay mejor ley
de prensa que la que no existe” y que son los medios los defensores de la libertad de expresión que
toda democracia requiere.
6
La reforma frustrada por el carácter autoritario del gobierno y la instrumentalización política de los
medios, ha tenido como un efecto sustantivo el hecho de dificultar significativamente cualquier
intento de discusión sobre el rol de los medios, respecto a la concentración oligopólica y a la
necesidad de mayor pluralidad en el espacio público.
2.2.2. La ley de Radio y Televisión (2000-2004)
Luego de la huída del país del ex dictador Alberto a fines del año 2000, se empezó a difundir los
vídeos grabados por su ex asesor Vladimiro Montesinos en los que se veía cómo este personaje
pagaba millones de dólares a empresarios de televisión y de otros medios de comunicación a
cambio de apoyo editorial a favor del proyecto autoritario fujimorista. Con otros propietarios de
medios, sobre los que no existe evidencia de que recibieron dinero, negoció más bien favores
judiciales ya que el régimen controlaba buena parte de las decisiones que se tomaban en el poder
judicial.
Una gran indignación emergió en la ciudadanía y en sectores de sociedad civil respecto al rol
nefasto de varios empresarios de medios y periodistas durante el gobierno de Fujimori y
Montesinos. Pareció que los políticos también estaban dispuestos a tomar medidas sustantivas a
favor del ordenamiento y democratización del sector de telecomunicaciones, tras un período
vergonzoso.
Sin embargo, luego de intensos debates y esfuerzos de sociedad civil, el gobierno del ex presidente
Alejandro Toledo decidió no revocar las autorizaciones o licencias de funcionamiento de televisión
a cargo de los empresarios corruptos a quienes todo el país había visto recibiendo dinero; impulsó
una tímida ley de radio y televisión que la mayoría de la representación parlamentaria no fue capaz
de enriquecer introduciendo normas orientadas a sancionar eficazmente la corrupción, y a
democratizar el sector promoviendo el reconocimiento de cientos de medios locales, comunitarios y
educativos, manteniendo el control de los gobiernos de turno del órgano encargado de otorgar las
autorizaciones de radio y televisión en el país4.
2.2.3. La digitalización de la televisión
Se trata de una oportunidad o coyuntura favorable desencadenada por los procesos acelerados de
cambio tecnológico: la digitalización de la televisión y, se estima algunos años más tarde, de la
radio, proceso que permite contar con un mayor ancho de banda para posibilitar la emergencia de
proyectos de televisión provenientes de diversos sectores sociales, locales, regionales y nacionales.
En el Perú, el proceso de digitalización de la televisión se inició en el año 2009 con la adopción del
estándar japonés – brasileño (ISDB-T). Uno de los fundamentos para adoptar dicha decisión es que
posibilitaría incrementar las posibilidades de ingreso de nuevos operadores, la diversidad en la
generación y distribución de contenidos, así como la portabilidad e interactividad del medio.
Sin embargo, decisiones tomadas en los últimos meses del segundo gobierno de Alan García han
determinado la adjudicación de poco más del 50% de las frecuencias digitales disponibles a los
principales grupos de televisión, acentuando los niveles de concentración en el país y generando
que se reduzcan las posibilidades para decenas de pequeñas y medianas empresas, en la mayoría de
casos de televisión local y regional, de acceder a la televisión digital por los altos costos del
equipamiento y también por el precio base para las licitaciones públicas.
El Plan Maestro para la implementación de la televisión digital puesto en marcha por la
administración aprista determinó que cada uno de las empresas propietarias de estaciones de
4
Respecto al proceso de discusión de la Ley de Radio y Televisión aprobada en el año 2004, puede verse: Perla 2003;
Acevedo 2013.
7
televisión de alcance nacional y/o metropolitano recibiera automáticamente en concesión, mediante
la aplicación de un discutible derecho adquirido, canales de gestión exclusiva cuyo ancho de banda
posibilita la implementación de una señala el alta definición y dos o tres señales de de calidad
estándar.
Así mismo, las decisiones han limitado severamente la apertura a otros actores: asociaciones
educativas y con carácter comunitario, excluías económica y políticamente (por el manejo del
órgano regulador) del acceso frecuencias de televisión.
III. El rol de la universidad en el debate sobre las políticas de comunicación
3.1. El camino recorrido, avances y limitaciones
La PUCP, a través de la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación, revitalizó su interés en
aportar al estudio y el debate sobre las políticas de comunicación entre los años 2010 y 2011 en el
marco del proceso electoral general realizado en el primer semestre del año 2011 y que culminó con
la elección del presidente nacionalista Ollanta Humala.
En plena campaña organizó un foro para la presentación y discusión de propuestas de los partidos y
movimientos políticos sobre la regulación de la radio y la televisión, y a las políticas relacionadas
con las nuevas tecnologías y el acceso a la información y el conocimiento. Acudieron
principalmente políticos y técnicos representantes de partidos a los que se podría ubicar en el centro
y la izquierda: Perú Posible, Gana Perú, Fuerza Social, principalmente. Mostraron un particular
interés en el campo de las nuevas tecnologías de información y comunicación, pero no hubo
propuestas sustantivas en cuanto a la regulación de la radio y la televisión digital.
Una vez instalado el nuevo gobierno, en lo que parecía ser una coyuntura políticamente favorable al
tratarse de una coalición política de nacionalista y de centro izquierda, promovió la creación del
Foro Permanente Hacia una Comunicación Plural, con la finalidad de presentar estudios y estimular
el debate académico y político sobre los límites y las posibilidades del sistema de medios de
comunicación en el Perú respecto a la necesidad de fortalecer la democracia y ampliar
significativamente los niveles de pluralismo político, cultural y religioso en el país. Organizó una
reunión de debate en la que participaron representantes del nuevo gobierno, académicos y miembros
de organizaciones de sociedad civil. El acuerdo inicial fue continuar con el espacio de discusión y
aportar en el diseño de políticas públicas orientadas a democratizar el sector.
En el año 2012 La Facultad participó en el diseño e implementación del Foro Hablemos: Más Voces
para la Comunicación, promovido por la Presidencia de Consejo de Ministros, espacio que se
implementó descentralizadamente y permitió enriquecer el diagnóstico y recoger propuestas sobre
los problemas y las posibilidades de democratización de las comunicaciones en el Perú.
Este esfuerzo ha sido valioso en tanto ha contribuido a resituar el tema de las políticas de
comunicación en las agendas de un sector de la academia, en ciertos ámbitos gubernamentales y en
actores de sociedad civil. Ha permitido también estimular la investigación y el debate en el marco
de nuevos escenarios políticos, económicos, tecnológicos; así como la emergencia de nuevos
actores –locales y transnacionales- en el ámbito de la radio y televisión.
Entre los principales temas de agenda construidos participativamente en los espacios promovidos
por la universidad, en coordinación con colectivos de sociedad civil y el propio gobierno, en el caso
del Foro Hablemos, cabe destacar los siguientes:
8

La necesidad de discutir y re-definir los límites a la concentración mediática que afecta los
niveles de pluralismo político y sociocultural en el espacio público, incorporando como
indicadores de la concentración el predominio de un grupo reducido de empresas en el
mercado publicitario y en las audiencias. Se trata de medidas orientadas a acotar el
predominio de un conjunto reducido de grupos multimedia que operan en los ámbitos de la
radio y la televisión, de manera que se posibilite el ingreso y operación en el sistema de
otros actores, capitalinos y provincianos, con carácter comercial pero también educativo y
comunitario.
En este sentido, se plantea la importancia de revisar el Plan Maestro para la implementación
de la televisión digital terrestre aprobado por el gobierno aprista, implementado en los
últimos meses de la administración de García y continuado por el presente gobierno. El
Plan ha posibilitado que el predominio de los principales operadores se fortalezca y amplíe,
en algunos casos, en perjuicio de estaciones de TV provincianas y de potenciales nuevos
operadores como las iniciativas comunitarias y educativas. En este marco, es preciso
también discutir los límites a la propiedad cruzada de medios de comunicación que hoy en
día profundizan la concentración y el predominio de pocas voces en el espacio mediático.

La importancia de creación de un Consejo Nacional de Radio y Televisión, con una
composición plural producto de un acuerdo político entre el gobierno y las fuerzas políticas
con representación parlamentaria. Un organismo autónomo y con una actuación
transparente, con facultades para conceder, renovar y revocar licencias de radio y televisión
hoy en día concentradas en un organismo del gobierno central. Así mismo, es importante la
posibilidad de incorporar progresivamente a los gobiernos regionales y otros actores locales
en el marco de un sistema de regulación con carácter descentralizado.

Iniciar un proceso de reforma de las televisoras y radios del Estado, tanto a nivel de
gobierno nacional como de gobiernos regionales y locales. Los cambios debieran estar
orientados a la configuración de medios públicos, con directorios que surjan de acuerdos
entre gobierno y partidos con representación parlamentaria, y con formas de financiamiento
que garanticen niveles importantes de autonomía más allá de los gobiernos de turno.

Uno de los aspectos que ha generado un mayor interés en los ámbitos de debate regional
tiene que ver con la idea de avanzar hacia un sistema de radio y televisión con carácter
descentralizado, que posibilite el fortalecimiento y desarrollo de estaciones de televisión y
de radio provincianas. A ello se articula la importancia de que la diversidad cultural
(andinas y amazónicas) y local se refleje en las programaciones, en las dimensiones
lingüísticas y estéticas en general.

Así mismo, destaca como un tema relevante en los debates la importancia de generar
incentivos económicos y normativos para la creación y el acceso a autorizaciones, por parte
de estaciones de radio y televisión con carácter educativo y comunitario. Se debiera cumplir
con la ley vigente que dispone un trato preferencial para los medios educativos y
comunitarios, y generar también fondos concursables para producciones independientes,
educativas y culturales.
Consideramos que el proceso iniciado por la universidad en alianza con otros actores ha sido
positivo por la diversidad de actores participantes y por los aportes que han permitido configurar
una agenda general para la discusión de reformas en el sector. Sin embargo, aún resulta complicado
avanzar en voluntades y compromisos políticos para acoger los aportes de la universidad y de otros
actores de sociedad civil, debido al tipo de relación de mutuos beneficios configurada entre los
9
políticos y los operadores de medios de comunicación, en un contexto caracterizado por la
fragilidad estructural de los partidos políticos, condición que complejiza la posibilidad de tomar
decisiones políticas con mayores márgenes de autonomía y fortaleza respecto al poder de los
medios de comunicación.
3.2. Principales desafíos
Aparecen como retos y posibilidades para avanzar en la promoción del debate y la formulación de
propuestas desde la universidad, los siguientes:
Ámbito interno

Reafirmar en la agenda institucional el tema de las políticas de comunicación y de
tecnologías de información, en la promoción de la investigación académica y la generación
de canales de relacionamiento con el entorno.

Desarrollar en la formación de los niveles de pregrado y postgrado una línea de cursos
orientada a presentar, promover el análisis y la investigación respecto a temas de política de
comunicación desde una perspectiva comparada.
Relaciones con el entorno

Instalar el tema de la democratización de los medios en la agenda de las universidades
peruanas y de otros sectores de sociedad civil, promoviendo también espacios de
vinculación con el Estado, partidos políticos y con sectores empresariales abiertos al
diálogo y el debate.

Así mismo, es importante fortalecer la participación de la universidad en redes y foros
internacionales que promueven la investigación y el debate sobre el tema, tanto en América
Latina como en el ámbito de redes de carácter global.
Temas principales

Resulta relevante desarrollar esfuerzos por visibilizar especialmente las implicancias del
sistema de medios de comunicación para la consolidación democrática en el Perú y sus
efectos negativos con relación al fortalecimiento de las organizaciones políticas y la
configuración del sistema de partidos. Enfatizar los problemas que el sistema de medios
genera en términos de la inequidad en la competencia electoral y su consiguiente impacto
en la legitimidad del régimen democrático.

Resulta estratégico, en la idea de propiciar cambios progresivos, poner énfasis en el debate
sobre el rol de los medios estatales, promover la discusión desde una perspectiva
comparada, en términos de la necesidad de una reforma orientada hacia la construcción de
un modelo de medios públicos.

Finalmente, resulta clave visibilizar la problemática y aporte de las radios y televisoras
comunitarias y educativas en términos del derecho a una comunicación más abierta y plural.
Supone promover la discusión respecto a la necesidad de propiciar la inclusión social,
comunicativa y política de diversos sectores sociales, locales, regionales e indígenas
históricamente marginados en el Perú, en un contexto relativamente favorable en la medida
que una de las líneas matrices del presente gobierno tienen que ver precisamente con la
inclusión social.
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