DE LA ANOREXIA ALIMENTARIA A LA ANOREXIA SEXUAL Y SOCIAL. CATANDO LAS CANCIONES DESDE SANTA CATALINA A CAREN CARPENTER Andrea Marquez Lopez Mato 2005 No publicado ¿Qué hace que una niña (y a veces también un varón) en plena pubertad o adolescencia elija una vida de sacrificios y displacer? ¿Por qué razón dejan de comer, (o lo hacen en forma desmesurada para luego deshacerse de lo ingerido con purgas muy adiestradas? ¿Por qué razón les encanta anular su sexualidad y parecer cada vez más andróginas. Es cierto que la sociedad cambió sus paradigmas de belleza saludable y de las opulentas gorditas de Rubens, pasando por la titubeante Twiggy (¿vió alguna foto actual de como recuperó sus curvas, al abandonar la pasarela de la moda y de la muerte que transitaba?)y terminando en la actualidad con el ideal imperante de que la felicidad consiste en ser flaco, fuerte y fibroso Pero la respuesta a la pregunta inicial no es social sino médica. Los dictámenes sociales, ampliamente difundidos en medios publicitarios dan cuenta del aumento de prevalencia de los trastornos alimenticios, pero estas enfermedades aparecen hace siglos y son producto de intrincadas des-adaptaciones de complejos mecanismos que gobiernan la ingesta-saciedad, desde el cerebro, las glándulas y el sistema digestivo (finalmente es cierto que como decían nuestras abuelas "a estas chicas se les achico el estómago") Un médico llamado Morton describió la anorexia llamándola "consunción nerviosa" en el siglo XVII. Lasegue, amigo de Freud, le pondría el sugestivo nombre de “anorexia histérica" muchos años después-; y Gull, describió la Bulimia (que quiere decir hambre de buey ) en el siglo XIX. Pero antes de estas magistrales descripciones, estos trastornos fueron contados o se contaron en cuentos e historias, muchas veces escritos por las propias protagonistas. Varios casos famosos de trastornos de la conducta alimenticia son conocidos. El más antiguo, por bien auto documentado, es el de Catalina de Siena, canonizada en 1461, declarada doctora de la iglesia por docente, escritora y ejemplo (de sus enseñanzas, sacando de lado que entre ellas estaban las de como purgarse y no comer). , que paso a ser la primera anoréxica más citada de la historia. De su diario íntimo, citado por el padre dominico Raymond de Capone extraemos el siguiente párrafo “ Con el objeto de evitar el escándalo, a veces tomaba un poco de ensalada y un poco de otras verduras crudas, las masticaba, y luego se alejaba para escupirlas. Y si llegaba a tragar la menor partícula, su estómago no la dejaba en paz hasta tanto no la hubiera vomitado. Pero he aquí que vomitar le resultaba muy penoso ya que todo su rostro se hinchaba. En estos casos se apartaba y se hacía cosquillas en la garganta con un tallo de hinojo o con una pluma de oca, hasta conseguir librarse de lo que acaba de tragar. Es lo que ella llamaba hacer justicia...” Estas palabras podrían ser dichas por cualquiera de las adolescentes que, día a día, pululan por consultorios de clínicos, psicólogos, nutricionistas o ginecólogos (o curanderos y brujos según la raigambre cultural de donde provengan).Solo cambiemos el tallo de hinojo por el cepillo de dientes y la pluma por los dedos. Han pasado más de quinientos años y hay síntomas que persisten exactos. Cambiaron los instrumentos o los medios pero no la finalidad. Cambió el Dios. Uno, el Todopoderoso Señor Jesucristo; el actual es el Dios de la moda. Catalina Benincasa nació melliza y prematura en 1347 en una familia prolífica de 22 hermanos. Su madre eligió amamantarla a ella, con el costo de la muerte de su gemela (Todas las escuelas psicológicas basan la comprensión causal de la anorexia en madres "dadoras de amor en forma de comida, productoras de familias aglutinantes, nutricias pero demandantes, etc... y eso que no conocían a esta mamá) Su padre, tintorero de la Toscana, era acomodado para la época y ostentaba fuertes creencias religiosas fomentadas por el contexto medieval. Nuestra Santa tuvo a los 7 años su primera visión de Jesús, continuando con ellas el resto de su vida (algunos revisionistas psiquiatras creen observar en esto un cuadro esquizofrénico, cosa harto imposible, ya que una psicosis de origen tan temprano hubiera producido un cierto e inexorable deterioro cognitivo que no presenta nuestra heroína de marras) A raíz de estos "encuentros Divinos" decide, desde niña encomendarse a Dios y consagrarle a Jesús su virtud virginal. Para evitar tentaciones carnales decide "quitarle a mi carne cualquier otra carne" (Recordemos que en el siglo XIV no existía la misma concepción de dieta sana con poco colesterol y muchos vegetales que hoy pregonamos, por lo que este tipo de decisión en aquel entonces era atribuida a una mente desquiciada) Sus padres vieron en su adoración a la divinidad una conducta sólo infantil pasajera y a la edad de 12 años comenzaron a preparar su boda. La madre intentó enseñarle conductas femeninas y seductoras para agradar a los hombres que ella rechaza de plano. Al desistir su progenitora de esta difícil tarea, toma el rol de "maestra de las malas artes” su hermana mayor, de excelente relación con Catalina. Pero a los 15 años, esta hermana muere de parto, lo que en lugar de producir en Catalina los cuestionamientos religiosos tan frecuentes ante la muerte de un ser querido, la convencen de que todo ciclo femenino reproductor se lleva de bruces y (no de cruces) con una vida espiritual. Se le atribuye a esta concepción su manifiesta decisión de no querer menstruar más y gracias a la anorexia, lo logra. La amenorrea o falta de ciclo menstrual obedece a causas biológicas que analizaremos luego, pero que pueden tener origen psicológico. Hay una negación a la procreación, a la sexualidad y a la forma femenina redondeada del cuerpo (en la pubertad desarrollamos caderas y busto y necesitamos un 22% de tejido graso en nuestra masa corporal para permitirnos tener la menarca o primera menstruación) Volviendo a Catalina, su familia apoyada por su cura confesor, decidió casarla de prepo con un cuñado viudo, para que si no quiere hijos propios, al menos críe a sus sobrinos. Su reacción fue encerrarse en su habitación, raparse para demostrar su falta de femineidad (costumbre que permanece en nuestros días de culturas andróginas desnudas, rapadas, tatuadas y perforadas), negándose a recibir alimento o liquido por más de una semana. Al ser obligada a ingerir mínimos bocados de frutas, comienza con la autoflagelación como ofrenda a Dios y desafío a su elegido prometido. Es notable que tanto los auto castigos como los semi ayunos continuarían durante su estadía en el convento dominico al cual la dejan acceder a los 16 años y la acompañarían durante el resto de su vida terrenal (todavía desconocemos si se come en el Más Allá) En su vida conventual, lejos de acatar las pautas alimenticias de la comunidad, extrema su anorexia. Cuando su superiora le llama la atención refiriéndole que la Biblia obliga a comer y beber para ser capaz de cuidar la obra de dios y que, si bien el ayuno es ofrenda en situaciones especiales, la inspiración permanente a la ingesta es inspiración demoníaca y no divina. Así, para algunos miembros eclesiásticos sus hábitos alimenticios la tornan sospechosa de ser una bruja o una simuladora, sospechas que se ven fortalecidas por el hecho de que nunca aparece cansada a pesar de la emaciación (hoy sabemos que las sustancias opióides, con actividad similar a la morfina que genera esta enfermedad, les dan esta sensación de placer y vitalidad). Para aseverar esto, tengamos en cuenta que su más largo ayuno que duró casi 70 días, lo realizó durante un periodo de viajes con hiperactividad física e intelectual. Catalina centraba la defensa de su conducta en la justificación de que su anorexia le había sido dispuesta por Jesús en sus visiones. (Era tan difícil para una jovencita, mística o no, del siglo XIV, convencer a las autoridades religiosas del hecho de estar inspirada por Dios para desarrollar su patología como para nuestras adolescentes contemporáneas convencernos de que no comer "es un modo de vivir, para evitar o prevenir desordenes gastrointestinales y metabólicos probables pero no presentes ni venideros”. La estrategia es atemporal, mostrar sometimiento y cooperación pero seguir comiendo lo menos posible, a costa de justificaciones más o menos creíbles que terminan incorporados en su acervo psicológico) Y merced a su descomunal poder intelectual y de persuasión, comenzó a acrecentar su poder político dentro de la iglesia -tan poco afín antes y ahora a las opiniones femeninas. Se aceptaba lo que decía como mensajera divina. Se la indujo a abandonar sus conductas místicas extremas pero no se la pudo alejar de sus conductas anoréxicas. Tuvo participación activa en la reforma de la iglesia y en la promoción de la paz en la Italia dividida. Su devoción a la institución papal fue absoluta y su desafío más importante fue persuadir a Gregorio XI, el 7º de los papas de Avignon a quien llamaba "dulce mono" de volver a Roma (tal vez, algo había cimentado de las enseñanzas maternas sobre como persuadir al otro género) Más tarde defendió al criticado y autoritario Urbano VI, su sucesor, en su lucha contra Clemente VII, el antipapa. Escribió con sus experiencias místicas, políticas y de las otras más de 400 cartas (en realidad dictó, ya que nunca había querido aprender a escribir) Su máxima obra es "La leyenda" o "Diálogos" que es un libro sobre la doctrina divina formulado como una conversación entre Dios y ella misma en éxtasis. Su ascetismo sexual cabe en una de las frase de esas epístolas "Cuanto mayor es el amor que un alma tiene a Dios, mayor es el santo odio que tiene hacia la parte sensitiva del cuerpo, hacia la propia sensualidad" (si cambiamos la palabra Dios por culto al Físico, lo mismo dirían nuestras anoréxicas de hoy). Recordemos también que todas, antiguas y actuales, famosas y desconocidas viven en amenorrea, sin funcionamiento de sus órganos sexuales, es decir que carecen de las hormonas femeninas necesarias como para desear y disfrutar una sexualidad normal. Por esto mismo ocultan su cuerpo. Ropa más holgada cuanto más voluptuoso lo sienten. Catalina en los cerrados hábitos monacales, las de ahora en remeras XL y pantalones varios talles más grandes del necesario. Vestimenta siempre oscura, siempre monótona como espejo de su vida de relación con el sexo opuesto. Murió de causas naturales (es decir, sin que nadie esgrimiera un diagnóstico certero) en 1380. 80 años después fue canonizada. En el siglo XX se la proclama patrona de Italia (extraño modelo para un país pleno de matronas de pletóricas caderas y abundantes senos que alardean de placeres terrenales) Paulo VI la declara Doctora de la Iglesia en 1970. “Agarrate Catalina que vamos a cabalgar...”dice el versito infantil. “Reposa Catalina que dejaste de luchar...” diremos nosotros. Anoréxica, mística, valiente, desafiante y sabia. Bastante para una mujer de su época. Hay muchos ejemplos en la historia de santas y místicas anoréxicas (Colomba di Rietti, Benvenuta Bojani y Santa Clara de Asís, entre cientos) Una posible explicación a este fenómeno se basa en que psicopatológicamente la anorexia es conceptualizada como la negación a la forma redondeada femenina, como sinónimo de negación a la sexualidad y a la procreación. Recordemos que en el Medioevo y en el Renacimiento el único modo socialmente aceptado de dejar de lado estas funciones era entrar a ser sierva de la Iglesia. Sin comparar su veta poética, otra escritora anoréxica famosa por lo que el cine ha mitificado de su figura es Sissi, la emperatriz Isabel de Austria. Se la describe como una anoréctica grave en la época del romanticismo donde el modelo femenino coincidía con signos sexuales abundantes e indicadores de feminidad y capacidad reproductiva. Tenía una sola obsesión: no superar nunca los 50 kilos. Medía 1.72, por lo cual pretendía el mismo cuerpo que nuestras modelos actuales. Creía que esta imagen de eterna adolescente andrógina la haría distinguida, diferente y distante. Ella había hecho instalar en su sala de baño un gimnasio, al cual dedicaba dos o tres horas diarias antes de sus tres horas habituales de equitación. (la hiperactividad es otro signo característico de la bulimia y la anorexia como conducta compulsiva compensatoria). .Por períodos largos se negaba a alimentarse (aún cuando esto supusiera tener que faltar a las comidas oficiales) y a ejercer sus deberes conyugales con su real esposo. Le costó embarazarse y trató de ocultar su estado grávido hasta la avanzada preñez. En sus poemas leemos estos versos: "Amado: no me des amor ni vino/ el primero me hace languidecer/ el segundo vomitar/"……. "Podrás atreverte/ a no pensar jamás en obtenerme? /mi frío ardor es mortal/ y bailo sobre cadáveres/ Debe sospecharse una anorexia nerviosa cuando aparecen algunas de las siguientes conductas: rechazo voluntario del alimento, preparación de los alimentos por cocción o plancha exclusivamente, ingesta de trozos pequeños, disminución de la toma de líquidos, aumento de actividad física, uso de laxantes y diuréticos, vómitos, uso compulsivo de la balanza, irritabilidad, insomnio y aislamiento social. Síntomas como la falta de placer en los pasatiempos, el desinterés sexual y la dificultad en la concentración y el aprendizaje que acompañan habitualmente el cuadro son por la sintomatología depresiva asociada. Si no supo darse cuenta del peligro latente, su amigo o familiar, con la enfermedad declarada tendrá pérdida de peso (del 15% al 60%), disminución de tejido graso, deshidratación con piel seca y descamada, edema, color amarillento de piel, cabello fino y quebradizo, lanugo en extremidades, espalda y pecho, petequias y equimosis (manchitas rojas), menor tolerancia al frío, retardo del vaciamiento gástrico y constipación, hipotensión, arritmias, poliuria y nicturia (orinan mucho y más de noche) afecciones dentales y aumento de la glándula parótida. El síntoma cardinal, como ya dijimos, que llega tarde o temprano es la falta de la menstruación por desaparición de los ritmos de producción de hormonas sexuales. Esto se llama amenorrea. Como regla nemotécnica siempre enseño que la anorexia nerviosa (AN) es la enfermedad de las 4 A: Anorexia, Adelgazamiento, Amenorrea y Alteración del esquema corporal En la Bulimia nerviosa, la contracara de la anorexia, se destacan como sintomas sospechosos: el almacenamiento y ocultamiento de comida, el consumo abusivo de agua, café y bebidas light, los vómitos autoprovocados, el abuso de laxantes, enemas o diuréticos, la irritabilidad y las mentiras, el ejercicio físico exagerado y sobre todo los cambios anímicos. El atracón, síntoma característico de esta manera de trastorno alimentario se caracteriza por ocurrir en soledad, por estar precedido por una etapa de restricción alimentaria que es seguida de una comilona compulsiva y voraz de cualquier tipo de alimento, asociada a la pérdida de control y a sufrimiento. Ya declarada la enfermedad, hay notables oscilaciones de peso, deshidratación con piel seca y descamada, caída del cabello, hipertrofia parotídea marcada (por aumento de la secreción de saliva secundario a vómitos, el uso de chicles), petequias y equimosis, la erosión del esmalte dental (por la presencia de jugos ácidos en la boca causa del vómito repetido), esofagítis, dilatación gástrica, moretones en dedos y nudillos. Puede haber amenorrea alternando con ciclos normales. Suelen presentarse alteraciones electrocardiográficas y arritmias secundarias a la hipopotasemia o hipocalemia, que pueden conducir al paro cardíaco y a la muerte. A modo de resumen podemos definir a la BN como la enfermedad de las 4 C: compulsiones, comilonas, control excesivo del peso corporal y catarsis autoinducidas En ambas entidades los síntomas psicológicos característicos son el temor a engordar (como miedo a perder el control), el deseo impulsivo de perder peso (con angustia sino se logra), las ideas obsesivas con la comida (rituales como comer siempre a la misma hora, las mismas raciones, desperdigar en forma simétrica y exacta las sobras en el plato), la sensación persistente de hambre (por falta de saciación), la alteración del esquema corporal (verse gordas o con alguna desproporción no objetivable por otros), la baja autoestima (sentirse menos que los demás, desvalorizarse, comparase con un ideal demasiado alto), la sensación de inutilidad y vacío (carencia de expectativas o proyectos), los cambios anímicos rápidos y frecuentes (con respecto a si mismas y a los demás muchas, veces relacionados a la capacidad de mantener o interrumpir una dieta). Todos estos disbalances, que vimos plasmados en los apuntes biográficos elegidos ocurren porque hay partes del cerebro, del tejido graso, del aparato reproductor y del estómago responsables de decidir si tenemos que comer o si tenemos que dejar de hacerlo. En estas enfermedades, así como en la obesidad están desajustadas de eje. Las explicamos lo más claramente posible en el capítulo de "las gordas de Botero", al cual remitimos al lector. Acá es suficiente dejar aclarado que en el proceso de comer, que es incorporar energía; y de hacer actividad, que es expandir energía, el balance correcto permite un peso justo en la mayoría de los humanos (y también de las humanas, aunque lo descrean más. Pero que quede el concepto que no es solo comer y engordar, pecar por pecar, ni dejar de comer y adelgazar, ayunar para enflaquecer... La voluntad puede postergar o torcer un tiempo lo que genéticamente tenemos determinado, pero nuestro hipotálamo siempre tratará de retornarnos al peso que considera ideal. Alguno o todos estos mecanismos faltan o fallan en la obesidad, en la hiper-delgadez constitucional y obviamente, en la bulimia y la anorexia. Pero vamos un pasito más allá, (o más adelante o más atrás depende de dónde haya quedado su lectura de Botero y sus gordas);ese pasito que tampoco quieren dar las personas con trastornos de la alimentación y es la vinculación entre alimentación y sexualidad. Recordemos que las mujeres con la pubertad nos redondeamos para poder adquirir cambios orgánicos que nos permitan procrear parir y criar. Esto es gracias a que unas hormonas, producidas por las células grasas o adipositos, llamadas leptinas estimulan sobre el eje gonadal aumentando la secreción de hormonas. En casos de malnutrición, se produce una disminución de la masa adiposa (grasa) con la consecuente disminución de leptinas que, por acción sobre el hipotálamo, se traduce en un hipogonadismo hipoadiposo- hipoleptinémico (si no se come, no se... copula) También hay alteraciones tiroideas (aparece una forma trucha de la hormona T3, llamada correctamente T 3 reversa que es una forma isomérica o en espejo pero no activa de la hormona que trata de impedir que el organismo termine comiéndose a si mismo), hay aumento de hormona de crecimiento pero con disminución de las somatomedinas, que son los factores que le permiten actuar por lo cual se crece y se madura menos y por supuesto hay graves fallas en los sistemas gonadales. Por las fallas en el hipotálamo, se desajustan los ritmos de las hormonas que estimulan el ovario o el testículo y se dejan de producir hormonas femeninas y masculinas. Esto se traduce en falta de deseo sexual y dificultas para la reproducción (recordemos que un cuerpo emanciado no esta preparado para reproducir la especie) Existen simples pruebas bioquímicas para estudiar este fallo y pronosticar, a tiempo, probables problemas de fertilidad futura de no lograrse un correcto tratamiento Esta alteración hormonal cerebral y gonadal sería la explicación biológica de la falla de estas pacientes en asumir un rol psico-sexual adulto. Dejemos asentado como corolario final que los trastornos de la alimentación juegan en contra de instintos vitales, como son la supervivencia y la procreación. Pero antes de despedirnos del curioso lector que se mantuvo alerta intentando comprender los intrincados mecanismos que lo llevan a querer ser flaco sin lograrlo o a no poder controlar un excesivo descontrol sobre su ingesta, pasaremos a relatar brevemente la vida de la anoréxica más famosa de la historia. Sí, ni Catalina, ni Sissi lograron lo que Caren, que el mundo reconociera a la anorexia como una enfermedad y que recomience la historia. Caren Ana Carpenter fue una gran música. Tocaba acordeón, flauta, percusión y cantaba canciones propias o ajenas pero siempre plenas de sensibilidad. Formaba con su hermano el famoso grupo musical "Los Carpenters" (una suerte de Pimpinela sin gritos, desaires ni peleas) Sensación musical en los setenta. Er glamorosa en el escenario, amada por el publico cuando se bajaba de él, y odiada por ella misma al terminar los aplausos. Tapa de revistas, protagonistas de shows televisivos, imagen de discos con su rostro pintado en la inmensidad. Fotos que la inmovilizaban. Fotos que demostraban que poco quedaba de movimiento vital en su persona. Ganó 3 grammys, 8 albúmes de oro, 5 de platino y permaneció varios años en las listas de los “top five”. Pero mientras el personaje encandilaba, su persona se apagaba. Su muerte en 1983 fue el hito que permitió que se comenzara a hablar masivamente de anorexia nerviosa. Había sido gordita de niña y no lo toleraba. Comenzó su tortuoso camino sin regreso en 1967 con dietas líquidas para adelgazar 10 kilos para una presentación (de 70 a 60 kilos) Lo que para otro hubiera sido un gran logro a mantener, fue para Caren un desafío nunca terminado. En 1975 pesaba 42 kilos merced a una combinación descalabrada y peligrosa de hormonas tiroideas y anfetaminas y la costumbre de vomitar lo poco que se permitía ingerir cuando la forzaban a alimentarse. Su extrema debilidad la hacia tener que acostarse mientras gravaba o incluso suspender shows. Pero nada la detuvo. Dijimos que las anorécticas tienen graves distorsiones de su esquema corporal y que se obsesionan con fijación en algún punto del cuerpo que todavía creen pletórica -ay ese rollito detrás del bracito-. Al desmayarse en el escenario fue hospitalizada, tenia 20 kilos más bajo de su peso. Inició tratamientos, se mintió mejorías (otro rasgo importante en estas pacientes) pero su enfermedad terminó llevándola a la muerte por paro cardiaco (la causa más frecuente de muerte por la hipopotasemia a las que lleva la falta de ingesta, los diuréticos, los laxantes y los vómitos) La encontraron dentro de su placard desnuda Tenia solo 32 años.¡No hubiera querido mirarse a sí misma en un espejo! Pesaba 48 kilos, y debería considerarse pasada de peso. Gil Friesen, el presidente de A&M Records, la describió como la persona más comprensiva hacia los demás que hubiera conocido pero agregó que era un esqueleto viviente. Recién en 1983, después de Caren y siglos después de Catalina, surgen las estadísticas para el estudio de estos trastornos. En USA una de cada 200 mujeres tienen trastornos alimenticios del tipo de anorexia y el 20% tiene obesidad mórbida. Surgen permanentemente nuevas explicaciones, novedosas comprensiones y noveles abordajes terapéuticos pero nada las detiene. Hoy, según estadísticas mundiales el 15% de adolescentes tienen riesgo de padecer algún trastorno de la alimentación grave. La mayoría vivirá o incluso morirá desapercibida sin la brillantez intelectual de Catalina, la actitud feminista pionera de Sissi o la sensibilidad canora de Caren. Santa Catalina, anoréctica mística, como ofrenda a Dios para negar los pecados de la carne. Doctora de la Iglesia pero desobedeciendo a sus superiores se negaba a ingerir alimentos por semanas enteras. La tumba de Caren Carpenter. Tenía, a su muerte, treinta dos años, 1.72 m y menos de 50 kilos. Emanciada, se veía gorda. Gracias a su muerte se difundieron los peligros de la anorexia. Entre sus jóvenes fanáticas. Es sugestivo el mural de santas que corona su tumba (¿compañeras de infortunio?)