Aguafuerte; Agustín Millares Sall

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Introducción
“Aguafuerte” es un poema de Agustín Millares Sall que pertenece a la obra “Habla
viva”. Publicado en Barcelona en 1964 fue el primer poemario que el autor publica fuera de las
islas, lo que demuestra su proyección significativa. Como el propio título evoca, el libro es un
combate abierto que reivindica la palabra, tremendamente necesaria en una sociedad
amordazada. Sall se ha considerado siempre un poeta social. Este movimiento nace en los años
50 en España, cuando las cicatrices de la Guerra Civil Española (1936-1939) no se han cerrado.
Como resultado de aquel conflicto se instaura en el país una dictadura regida por el general
Francisco Franco hasta su muerte en 1975. El franquismo se traduce en una fuerte represión
sobre los vencidos en su primera década, así como un régimen aislado y replegado sobre sí
mismo. Las reivindicaciones de libertad de los integrantes del movimiento habrán de pasar por
la mesa de los funcionarios del régimen, que no dudarán en mutilar o condenar a la no
publicación las obras no afectas al régimen. El lenguaje es sencillo y coloquial, buscan
deliberadamente el prosaísmo porque sienten los adornos estéticos como fuera de lugar en esos
tiempos de resistencia, y además quieren llegar a todo tipo de lectores, incluso a los más
iletrados. La poesía social, realista y de denuncia de Agustín Millares responde a su
implicación, junto a su familia, en los convulsos años de la II República, y ya en su
adolescencia, en los trágicos sucesos de la Guerra Civil. El hecho de que el poeta leyera este
tipo de textos en ambientes obreros y universitarios lo llevó a recurrir con frecuencia al uso de
expresiones coloquiales, el verso de arte menor y la rima asonante, con ese prosaísmo y
lenguaje sencillo característico de la época.
Tema
La exigencia de una actitud comprometida por encima de todo (“aquí, aunque solo sea por
el dicho de que ver es creer”), de una actitud involucrada y coherente ante la vida, y las
circunstancias difíciles y complejas que nos acechan es el núcleo temático de este extenso
poema de cincuenta y cinco versos. El tema, pues, es la defensa de la libertad y la lucha por los
derechos sociales del hombre. El poeta recalca su requerimiento a un “tú” al que le pide
complicidad y al que le exige una actitud de compromiso desde la reiteración de un “aquí” para
explicar y justificar las razones de la lucha.
El poema empieza con una imprecación a un receptor impersonal pero universal (“aquí
te quiero ver, amigo mío”) a que comparta un lugar en el que está el poeta. El resto del poema
consiste en una explicación a retazos de dicho lugar (“aquí, donde los astros que se ven están
emparentados con el frío” “aquí, midiendo el pozo y la pared” “aquí, pescando el vicio de beber”…)
como quien pinta un cuadro a brochazos o graba un aguafuerte, título del poema. Al final, el
poema se cierra del mismo modo en que empieza, con el mismo reproche. (“ aquí te quiero ver,
amigo mío”)
Justificación del carácter literario.
Se trata de un texto literario tanto por su forma, lírica en este caso, como por su
contenido, con una gran carga subjetiva y expresiva y las connotaciones propias del género.
Como suele ser normal en los textos líricos, en el poema no hay acción sino un esfuerzo por el
uso bello de la métrica y la rima. La función del poema es tanto estética como emotiva (“aquí,
donde no hay sitio para ser lo que en un tiempo fuimos, donde el sol es de abrigo, te quisiera yo ver”) e
incluso referencial, puesto que a lo largo del poema insiste una y otra vez en definir el
significado léxico del adverbio de lugar “aquí”, aunque no se refiere a un lugar concreto, sino a
una situación de compromiso social que le exige a alguien (“amigo mío”)
El poema, que consta de 55 versos divididos en 7 estrofas, está constituido en tres partes.
Empieza con las dos primeras estrofas en las que desafía al lector con que lo acompañe. Casi
todo el poema lo constituye una segunda parte desde la tercera estrofa hasta la quinta en las que
esboza el lugar del que habla. La sexta estrofa es la más extensa, ya que le sirve para cerrar el
poema y añadir a la descripción del sitio el modo en que quiere ver al lector actuando en ese
sitio, lo que le confiere aún más intensidad y marca esa estructura circular con la repetición del
primer y último verso.
En cuanto a la estructura externa, atendiendo a la rima y al tipo de versos utilizados, se
trata de una silva, también utilizada por otros poetas como Antonio Machado en “El mañana
efímero”. En cualquier caso, no se trata de una silva en sentido estricto, ya que además de los
versos heptasílabos y endecasílabos, también hace uso del pentasílabo (todos impares). No hay
que olvidar que Agustín Millares Sall no era un poeta que se doblegara a los rigores de la
métrica, sino que, para él, era más importante la musicalidad del poema que la necesidad de
mantener la métrica que exija la composición en cuestión. Al final del poema, además, se
aprecia que el heptasílabo queda reducido a un tetrasílabo. La rima asonante es constante a lo
largo de todo el texto siguiendo dos modelos: 26 versos agudos con rima en –e y 29 versos
llanos con rima en –io. El ritmo lírico también se sostiene con la selección y repetición de
ciertas palabras. Destaca la anáfora recurrente del adverbio “aquí”, y sus implicaciones con
múltiples oraciones adverbiales que marcan un claro paralelismo a lo largo de todo el poema
(“donde mata la sed” “donde lo azul es” “donde se cae siempre” “donde se alienta” “donde el día está
herido”…). Otro recurso presente que contribuye a la musicalidad del poema es la hipérbole
(“donde acaba hecho un trapo el hombre mismo te quisiera yo ver”). Es significativo a su vez la
constancia en cuanto a tiempos verbales tanto del presente de indicativo (“quiero” “vivo” “muero”
“es” “está”) como del gerundio (“toreando” “midiendo” “caminando” “tragando” “pescando”) ; ambos
subrayan la permanencia y la duración del conflicto que origina el poema y que no tiene un final
marcado, así como y la propia implicación del poeta en el mismo.
Emplea coloquialismo (“tragándotelo todo a dos carrillos”) y expresiones proverbiales
(“aunque solo sea por el dicho de que ver es creer”) que muestra su especial énfasis para compartir
su mensaje, provocar un cambio. En su intento de provocarnos y conseguir que el mensaje
impacte el poeta recurre a metáforas (“donde el aire es un hilo fino que se puede romper” “donde el
azul es otro precipio de cuyo abismo el corazón da fe”) y paradojas ligadas a la antístesis (“para que
mueras una y otra vez como yo muero sin haber vivido” “donde matan de sed hasta los ríos”).
Intencionalidad del autor
Con este poema, Agustín Millares Sall marca un objetivo prioritario: hacer de la
expresión artística una vía de denuncia y compromiso social, con la convinción de que el
cambio social es posible, y no solo posible sino alcanzable y necesario. Para ello plantea un reto
en forma de alegato que insta a la acción y no a la reflexión (“aquí midiendo el pozo y la pared”
“aquí tragando hiel” “aquí pescando el vicio”) . Quiere hacer de la palabra el cauce para reivindicar
los valores esenciales del hombre e impuslar y lograr, de este modo, su compromiso y su
apuesta por el cambio ante una realidad que rechaza (“aquí te quiero ver amigo mío”) porque la
literatura no puede vivir de espaldas a las preocupaciones. Es más que patente su deseo de
soliviantar, de sacudir conciencias, de instigar a la rebelión, de denunciar la realidad para
mejorar la situación del país y de la población.
Actualización
A causa del contexto histórico y la situación política y social que vivía el país, una de
las mayores preocupaciones de la poesía social era la censura y la libertad de expresión (“donde
no ves un libro en que la letra esté jugando limpio” “donde querer saber es un delito” “donde se hace
difícil hasta el grito") pero a pesar del transcurso de los años y de la instauración de las llamadas
democracias, en todas las regiones del mundo todavía hay muchas personas que son acosadas y
encarceladas por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Y sin libertad de expresión, sin la
capacidad para hacerse oír, es muy difícil defender los demás derechos humanos. El derecho a
la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial a la lucha para el respeto
y promoción de todos los derechos humanos. Sin la posibilidad de opinar librememte, de
denunciar injusticias y clamar cambios el hombre está condenado a la opresión.
Por estas mismas razones, el derecho a la libre expresión es uno de los más amenazados,
tanto por gobiernos represores que quieren impedir cambios, como por personas individuales
que quieren imponer su ideología o valores personales, callando los otros. La lucha por la
libertad de expresión atañe a todo el mundo, ya que es la lucha por la libertad de expresar el
propio individualismo. Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más
ofensiva que se pueda considerar, es respetar la propia libertad de la palabra. Pero la libertad de
expresión no se basa solo en la represión del mensaje sino en el flujo,control y administración
de la información. Desde el cierre de servidores gratuitos como Megaupload hasta el bloqueo
del gobierno Teherán desde el pasado 9 de febrero del tráfico SSL de servicios que estén
ubicados fuera del país, es decir, la imposibilidad de acceder a sitios web bajo el dominio
HTTPS que no sean ofrecidos desde Irán como Google o Yahoo. Como respuesta a estas
restricciones (cada vez más comunes) están surgiendo movimientos y herramientas como la
reciente RePress, un nuevo plugin de WordPress capaz de saltarse el bloqueo de la censura de
los sitios webs y que se propone como un esfuerzo para plantar cara a proyectos como S.O.P.A
y P.I.P.A en Estados Unidos.
Opinión Personal
Miles de activistas, periodistas, manifestantes pacíficos, sindicalistas, miembros de
minorías religiosas o étnicas, etc. siguen siendo perseguidos, amenazados, encarcelados,
torturados o asesinados por el mero hecho de disentir. Según los datos de Amnistía
Internacional, en 2011 se produjeron ataques contra la libertad de expresión en, al menos, 98
países. En algunos lugares del mundo esta represión ha aumentado de manera brutal en la calle,
como se ha podido apreciar en las revueltas en Oriente Próximo y el norte de África, donde a
pesar del riesgo, miles de personas no han aceptado ser silenciadas. En otros lugares, como en
China, —uno de los países donde más en peligro se encuentra la libertad de expresión—, los
Gobiernos se han aplicado a fondo para poner límites a las nuevas vías de expresión que
posibilitan los avances tecnológicos.
A pesar de ello, Internet se usa cada día más para alzar la voz contra el poder y para ejercer
presión por un mayor respeto a los derechos humanos. Como era el anhelo de Millares Sall hay
que involucrarse y mantener un compromiso social para alcanzar unos derechos propios que
quieren arrebatar. En muy diversas partes del mundo, se está librando una batalla crucial por el
control del acceso a la información, los medios de comunicación y la tecnología de redes,
mientras las redes sociales alimentan un nuevo activismo que los Gobiernos luchan por
controlar. Sin embargo, estos intentos por parte de los Gobiernos para bloquear el acceso a
Internet o cortar las redes de telefonía móvil no están consiguiendo acabar con las voces de
protesta de quienes están peleando por que se respeten sus derechos humanos. Puede que la
represión aumente, pero parece que cada vez las personas tienen menos miedo a expresarse con
libertad. Ya autores como el filósofo y político John Stuart Mill explicaron lo absurdo de las
opiniones propias por buenas, más aún basándose en juicios socio-culturales para obrar
mediante la censura. La concepción de Mill sobre la libertad, influenciada por Joseph Priestley
y Josiah Warren, consiste en el hecho de que el individuo ha de ser libre para hacer y expresar
cuanto desee mientras no dañe al prójimo. Cada persona es por sí misma suficientemente
racional para poder tomar decisiones acerca de su propio bien, y el gobierno solo debe
intervenir para proteger a la sociedad y no para manipularla y violar sus derechos impunemente.
Nadie puede obligar a la ejecución o abstención a otro porque esto conlleve un beneficio para
uno mismo, porque le hará a uno feliz, porque en opinión de otros hacerlo sería sabio o correcto.
Así, el autor se posiciona radicalmente a favor de la libertad de expresión y con visiones críticas
a toda actitud censora.
Conclusión
Agustín Millares Sall fue uno de los poetas canarios que iluminó con su obra uno de los
períodos más negros de la historia de España y de las Islas. Fue un activo militante de la
resistencia antifranquista, y esa experiencia marca su obra sin dañarla. Su palabra, su poesía, de
la que es muestra “Aguafuerte”, se mostraba como peligrosa ante aquellos que pretendían
instaurar un gobierno de silencio, y aún hoy sigue removiendo la conciencia de libertad para
escapar de los controles impuestos.
Los espacios y medios tecnológicos, utilizados hasta hace poco como fuente inagotable de
recursos de información, están aceleradamente siendo utilizados por todos como medios de
interacción y cooperación, creando bitácoras permanentes de testimonios y opiniones sobre
aquello que ocurre más alla de nuestra propia individualidad e idiosincrasia. Establecer estos
vínculos virtuales está desarrollando otro modo de pensar y de compartir con la necesidad
presente de buscar y dar respuesta a todo aquello que inquieta o agita a nivel particular o
colectivo, de escuchar y ser escuchados. La necesidad de no ser indiferentes ante las injusticias,
la obligación irrenunciable de contribuir a forjar un futuro libre, parte de un presente en el que
las circunstancias sociales y políticas han mermado la capacidad de las personas para elegir
libremente y sin coacción su propio destino. Por eso hay que luchar por un hoy más solidario y
activo que pueda desarrollar sus propias alternativas y acciones, para lo cual es imprescindible
la determinación y la voluntad de conquistar el derecho a la libertad.
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