Un líder es creativo

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Un líder es creativo
Las iglesias son frecuentemente estereotipadas como organizaciones letárgicas, resistentes al
cambio. Muchas iglesias están muertas, sin poder, navegando a la deriva, alternando entre la
crisis y el aburrimiento. El autor propone que esto se debe a la falta de creatividad en el
liderazgo, y para ello propone algunas pautas para producir creatividad.
Es grande la cantidad de líderes de la iglesia cristiana que han permitido que su vena creativa
sea bloqueada. Creo que todos deseamos, subconscientemente, ser creativos; el problema es que
para la mayoría de nosotros, la imaginación ha sido ahogada hasta tal punto, que la hemos
dejado de usar.
Debemos soñar despiertos de vez en cuando. Necesitamos dejar que nuestra imaginación
deambule y tenga la oportunidad de respirar. Nunca es demasiado tarde para que alguien pueda
comenzar a pensar con más creatividad ( J. B. Dubois).
Las iglesias son frecuentemente estereotipadas como organizaciones letárgicas, resistentes al
cambio. Un sentimiento frecuente entre cristianos es que si desea ver una burocracia muerta y
tradicionalista, simplemente eche un vistazo a la iglesia más cercana. Lamentablemente, todos
sabemos que, en gran medida, este estereotipo es verdadero. Muchas iglesias están muertas, sin
poder, navegando a la deriva, alternando entre la crisis y el aburrimiento. Creo que la razón de
esto es, en parte, por falta de creatividad en el liderazgo. Confieso que no es tanto la falta de
talento, de espiritualidad o de dinero (a pesar de que a menudo se les atribuye a éstos la culpa),
sino más bien la falta de creatividad.
La creatividad implica imaginación, originalidad, ingenuidad e innovación. Pero a pesar de que
incluye éstas y otras características, trasciende a todas ellas. La creatividad no es, en mi opinión,
un don espiritual, a pesar de que el Espíritu Santo es la máxima expresión del poder creativo de
Dios. Ciertamente no es la mera habilidad de venderle al consejo de la iglesia el último
"programa milagro" de algún editor o de alguna organización paraeclesiástica.
(¡El "milagro" de algunos de estos remedios es que se puedan vender!). Para intentar una
definición digamos que la creatividad es la frágil habilidad de sintetizar conocimientos
acumulados y experiencias pasadas con la realidad presente, para producir algo nuevo. La cosa
nueva que resulta no lo será totalmente (nada lo es) pero puede resultar novedosa para aquellos
a quienes será aplicada.
PROBLEMAS
Es en forma deliberada que enfatizo a la creatividad como una frágil habilidad. Pocas personas
carecen de creatividad, pero son demasiadas (en especial aquellas que lideran en las iglesias) las
que han permitido que los canales a través de los cuales fluyen los jugos creativos sean
bloqueados. Debemos identificar las siguientes obstrucciones a la creatividad:
Escepticismo: "He tenido algunas ideas creativas, pero luego las sugerí al consejo y…" Pocos
pastores harían esta afirmación, pero la experiencia de tener una idea creativa sumariamente
rebatida en una reunión del consejo es algo común. El líder que permite que éstas experiencias
conduzcan a una actitud escéptica y pesimista, elige languidecer en una autocompasión, una
aburrida rutina. Los primeros intentos no son, con frecuencia, exitosos. Quizás sólo dos de cada
diez ideas creativas van a redundar en programas factibles. Pero las diez ideas, incluyendo las
dos que hubieran funcionado, pueden ser sofocadas por el escepticismo.
Intolerancia ante el error: Aquí también encontramos la regla de dos de cada diez: se pueden
tener ocho perdedores antes de tener al primer ganador. Olvídese de ser creativo, si no puede
aceptar equivocarse. Puesto que los fracasos son el precio necesario que pagamos por ideas
buenas, exitosas, y creativas, cualquier persona u organización debe desarrollar una buena
tolerancia al fracaso.
Excusas: La excusa más común por falta de creatividad puede ser: "Es que no poseo una
personalidad creativa." No creo que la personalidad de uno esté formada irrevocablemente, a la
edad de cinco años: uno puede cambiar la personalidad para bien. Es posible que no llegue a
ganar el premio Nobel, pero se puede ser más creativo, si uno hace el esfuerzo por serlo.
Holgazanería: Nada mata más a la creatividad que la holgazanería. A menos que usted haya
nacido medio genio, la creatividad requiere más esfuerzo que el que los colegas cómodos están
dispuestos a aceptar. Se debe usted disciplinar para tomar tiempo extra y pensar dónde desea
estar junto a su organización en el futuro. Es en estos pensamientos que el momento de
imaginación llega: cuando usted puede sintetizar lo que sabe y lo que ha hecho y relacionarlo
con su situación actual. Una disciplina estricta y un pensar esforzado, son prerrequisitos para
obtener este resultado.
Sobreexposición: Otra obstrucción a la creatividad es la sobreexposición, ya que nadie tiene un
depósito ilimitado de creatividad. El depósito puede secarse si se lo bombea con demasiada
frecuencia. Los pastores que deben crear tres o más discursos o presentaciones en público por
semana, se enfrentan a este peligro. La vena creativa se apaga fácilmente cuando se abusa de
ella, demasiados sermones, estudios bíblicos, lecciones de Escuela Dominical, charlas
devocionales y otras cosas más. Sin darse cuenta, muchos pastores disipan su energía creativa a
través de la sobreexposición.
Espontaneidad: Otra dimensión de lo frágil de la creatividad que no debe ser pasada por alto es
su espontaneidad: usted no puede forzarla. En ocasiones suelo tener muchas ideas en el curso de
una semana o algunos días, otras veces no tengo ninguna. He tenido la misma experiencia con la
memorización bíblica –algunos períodos son más productivos que otros. Los pensamientos
creativos vienen, a menudo, cuando menos se los espera. Una vez tuve inspiración para un
nuevo programa promocional de Escuela Dominical mientras me estaba afeitando en una cabaña
al norte de Minnesota, durante mis vacaciones. A un amigo mío le surgen ideas creativas a la
noche, en la cama. El siempre tiene lápiz y anotador preparados en su mesa de luz. Las buenas
ideas deben ser atrapadas cuando aparecen, pues tienden a desaparecer con rapidez; y es posible
que no regresen.
TRABAJANDO PARA SER CREATIVOS
Una vez que los obstáculos principales son identificados, existe aún el factor más difícil de
tratar: su propia actitud. En su libro, The making of a christian leader (La formación de un líder
cristiano), Ted Engstrom señala que la creatividad reside en la personalidad del propio líder. Las
partes que contribuyen a la actitud (una opinión sana sobre usted mismo, su relación con Dios y
con otros, y su creencia en el trabajo que Dios le ha llamado a realizar) se combinan para
capacitarlo a pensar en una forma creativa.
Aquí hay algunas sugerencias prácticas que usted puede usar en el proceso de aumentar su
creatividad:
Hágase tiempo: La creatividad lleva tiempo, especialmente tranquilo para pensar. Alan Lakein,
experto en administración del tiempo, enfatiza la necesidad de alcanzar un equilibrio entre el
tiempo de reposo y el de actividad. Muchos pastores están tan agobiados por las exigencias de la
gente y los programas, que su tiempo de descanso desaparece o se utiliza para la preparación de
sermones. Disponga de más tiempo de quietud pidiéndole a su secretaria que intercepte las
llamadas y las visitas. Si no tiene secretaria, deje el teléfono descolgado por media hora. Mejor
aún, pásese una o dos horas junto a las estanterías de la biblioteca más cercana. Pero también
ponga límites a su tiempo de reposo creativo, no sea que pase el tiempo pensando y no
haciendo.
Lea: Disponga de tiempo para leer, y no libros religiosos únicamente. Si hay mayor creatividad
en el mundo secular que en la iglesia (y creo que así es) entonces es lógico que usted deba leer
algunos libros seculares, si es que desea aumentar su creatividad. Lea todo lo que encuentre
interesante y desafiante y lea especialmente cosas relacionadas al campo de la administración y
comentarios sociales.
Lleve un fichero: Todo buen predicador lleva un fichero de ideas de sermones. ¿Por qué no
hacer lo mismo con las ideas sobre otras actividades de liderazgo?
Escriba sus ideas en el momento en que se le ocurren. Se pierden más ideas por causa de ser
olvidadas que por causa de los obstáculos mencionados.
Si se esfuerza, usted también puede llegar a ser una persona que ejerza un ministerio
verdaderamente creativo
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