Cuestión agraria

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LA CUESTIÃ N AGRARIA
MÃ XICO: ECONOMIA, POLÃ TICA Y SOCIEDAD II
El movimiento llamado Revolución mexicana estuvo alimentado por varios sectores, una lucha por el poder,
en la cual las diferentes facciones revolucionarias no contendÃ−an únicamente contra el régimen de
Porfirio DÃ−az, sino también las unas contra las otras.
Francisco I. Madero conferenció con destacados antirreleccionistas y con miembros de su extensa y rica
familia, dio a conocer el Plan de San Luis PotosÃ− una clausula de este, la que prometÃ−a estudiar las quejas
de los poblados por la pérdida de sus tierras, llamó la atención de los campesinos, especialmente en
Chihuahua y Morelos. Tras llegar a la Ciudad de México, enfureció a los lÃ−deres revolucionarios al
notificarles que las reclamaciones de los poblados c0ontra las haciendas tendrÃ−an que esperar que <<se
estudiase la cuestión agraria>>; mas tarde Madero tras elecciones toma posesión como presidente (6 de
noviembre de 1911), mas tarde Zapata rompe con Madero y denuncian a este y en su Plan de Ayala proclama
una campaña nacional cuyo objetivo era hacer que las haciendas devolvieran tierras a los poblados.
Los campesinos que constituÃ−an una parte esencial del ejército revolucionario en Chihuahua, eran
atÃ−picos, eran descendientes de los colonos militares que habÃ−an recibido tierras y ayuda económica,
primero de la administración colonial española y más tarde del gobierno mexicano, a cambio de luchar
contra las tribus indias nómadas del norte; en las guerras contra los indÃ−genas estos colonos habÃ−an
gozado del apoyo militar y económico del gobierno del estado, y también de los hacendados ricos.
Después de la derrota de las tribus indÃ−genas, empezó a cambiar la actitud de los hacendados con los
colonos militares: ya no los necesitaban para rechazar las incursiones indÃ−genas y sus tierras se volvÃ−an
atractivas para los grandes terratenientes de Chihuahua.
La situación de las colonias militares empeoró, luego que el clan Terrazas-Creel, asumió la gubernatura
del estado en 1903. En 1905 la legislatura del estado de Chihuahua aprobó la ley especial que facilitaba la
expropiación de las colonias militares.
Las peticiones de ayuda al gobierno nacional fueron infructuosas, ante esta situación, asÃ−, estos colonos
desempeñaron un papel clave en la Revolución de 1910.
Pancho Villa, provenÃ−a del estado de Durango, habÃ−a sido aparcero, era al mismo tiempo un bandido
social y vendedor de ganado.
Los revolucionarios de Chihuahua fueron los que principalmente contribuyeron a obligar a renunciar a
Porfirio DÃ−az, estas formaron parte de la División del Norte de Pancho Villa.
En diciembre de 1913 Villa público un decreto, el cual ordenaba la confiscación de las tierras y de otras
propiedades que pertenecÃ−an a los terratenientes mexicanos más ricos y más poderosos en Chihuahua. A
breve plazo los ingresos de estas tierras se destinaron a la tesorerÃ−a pública y para pagar las pensiones de
las viudas y de los huérfanos de los soldados que habÃ−an muerto durante la Revolución; lo principal de
este decreto era que, los principales beneficiarios serÃ−an los descendientes de los colonos militares de
Chihuahua.
Sin embargo, no hubo cambios revolucionarios en el campo durante la administración de Villa en el norte de
México: ni hubo rebeliones campesinas, ni ocupaciones en gran escala de las tierras de las haciendas por
parte de los campesinos, ni hubo cambios fundamentales en las condiciones del trabajo y de la vida en las
haciendas.
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Villa se propuso que gran parte de los ingresos se gastara con fines militares, otra parte se gastó con fines
sociales, aunque esto ocurrÃ−a a menudo de una manera casual y esporádica y con frecuencia dependÃ−a
del capricho del propio Villa.
La promesa de Villa de distribuir las haciendas de la oligarquÃ−a de Chihuahua se hizo en diciembre de 1913
en su ya mencionado decreto de expropiación. Este decreto era mucho más limitado en su alcance que el
Plan de Ayala de Zapata, porque solo estaban incluidos los soldados revolucionarios, sus familias t también
los campesinos desposeÃ−dos, pero nada decÃ−a en él acerca de los campesinos sin tierra en general;
más tarde Villa fue derrotado y obligado a dejar el control de Chihuahua, habÃ−a controlado el estado
durante casi dos años, pero no hay pruebas de que la tierra fuera distribuida durante este periodo.
AsÃ− la historia nos muestra que Villa no es como nos lo ha pintado la historia oficial: un hombre
preocupado por una de las razones que originaron la Revolución mexicana. El reparto de tierras para los
campesinos desposeÃ−dos, pues su acción se limito solamente a los militares despojados por a los
terratenientes y en menor grado a algunos campesinos igualmente despojados, además las ganancias que se
obtuvieron a través de la renta de las tierras, fueron destinadas en su mayorÃ−a a la mejora del equipo de
su ejército y al parecer no invirtió en la mejora de las condiciones de vida de las habitantes de Chihuahua.
Para hablar de Zapata hagamos un poco de memoria: Anenecuilco, Morelos en 1909 era una ladea al borde
del colapso; los grandes terratenientes cultivadores de caña de azúcar le habÃ−an disputado los derechos
sobre las tierras y las aguas de la comarca, ese verano, el gobernador decretó una nueva ley de bienes
raÃ−ces que reformó los impuestos y los derechos a tierras todavÃ−a mas en beneficio de los hacendados,
los representantes del poblado eligieron a Zapata como su sucesor para que los representase en las pugna con
el gobierno estatal y federal; al entrar 1910, los hacendados actuaban a su antojo, si el sistema porfiriano
hubiese durado otra década, bien hubieran logrado convertir a Morelos en la Hacienda perfecta, pero iba
naciendo el movimiento antirreleccionista encabezado por Madero, quien logro aglutinar a su lado a Zapata y
su movimiento, aunque mas tarde a través de el Plan de Guadalupe se deslindo de este y se levanto en su
contra:
Considerando que el general Victoriano Huerta, cometió el delito de traición para escalar el poder,
aprehendiendo a los C.C. Presidente y Vicepresidente, asÃ− como a sus Ministros, exigiéndoles por medios
violentos las renuncias se sus puestos, los suscritos, Jefes y Oficiales con mando de fuerzas
constitucionalistas, hemos acordado y sostendremos con las armas el siguiente Plan: Se desconoce al general
Victoriano Huerta como Presidente de la República, también a los Poderes legislativo y Judicial de la
Federación.
El programa del Partido Liberal, en sus postulados, pone de manifiesto una serie de ideas que resultan ser
dignas de admirar tales como, la vigilancia, de esa masa amorfa llamada, pueblo sobre sus mandatarios; la
obligación del Estado de dotar al pueblo de educación Laica y lo que esto conlleva: una educación libre de
prejuicios y ataduras religiosas, el llevar a cabo el reparto agrario que a decir de los propios liberales
dinamitarÃ−a la agricultura y mejora económica; que por cierto la creación de una institución financiera
que dotara de recursos al campo-postulado del Partido Liberal- si se llevó a cabo por los gobiernos
“revolucionarios” posteriores, pero no se logro en absoluto, ni impedir la migración de campesinos hacia
Estados Unidos, ni volver a la agricultura factor de riqueza nacional y mucho menos abaratar los productos
del campo; algo digno de comentarse es el hecho que quienes realizaron este documento, notaron con claridad
la necesidad de crear un mercado interno en nuestro paÃ−s, pues señalaban la necesidad de que el pueblo
pudiera adquirir, no solamente artÃ−culos de primera necesidad, sino poder comprar artÃ−culos que en su
mayorÃ−a estaban fuera del alcancé de las mayorÃ−as. Por otra parte existen en este programa, peculiares
ideas: el rechazo a la inmigración china y un control sobre los salarios y me parecen peculiares, pues
México rechaza el trato discriminatorio que sufren nuestros connacionales en U.S.A. y por que el control de
salarios nunca demostró mejoramiento del poder adquisitivo de los asalariados, para finalizar dentro de lo
que podrÃ−a llamar negativos puntos de dicho programa esta en especial, que para la realización de estos
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planes, se requerÃ−a la excesiva dirección del Estado, pues tras años de vivir esta situación, México
no ha logrado salir del subdesarrollo.
Carranza mas tarde en 1915, logra aliarse con los obreros y crear los batallones rojos para combatir a los
villistas, asÃ− separaba a los obreros de los campesinos y los ponÃ−a unos contra otros.
El gobierno de Morelos en 1915 funda el Banco Nacional de Crédito Rural y dispuso la creación de
escuelas regionales de agricultura y de una fabrica nacional de herramientas agrÃ−colas, Palafox, uno de los
secretarios de Zapata nacionalizo ingenios y destilerÃ−as de Morelos; durante todo el año de 1915 los
campesinos de Morelos vivieron una experiencia única en la historia de México: establecieron su propio
poder, dictaron leyes a través de un gobierno que se apoyaba en las armas, expropiaron tierras e ingenios,
un documento importante de ese gobierno fue la ley agraria del 28 de octubre de 1915.
En pos de la consolidación del Estado nacional burgués Carranza busca entre otras cosas combatir a
Pancho Villa y tender un cerco sobre Morelos contra Zapata, asÃ− mismo impulsa la idea de la convocatoria
de un congreso constituyente, en este se dieron un enfrentamiento dos bandos: Carranza y su posición
conservadora y Obregón que pugnaba por una polÃ−tica nueva, dentro del marco de la cuestión agraria el
articulo 27 es de vital importancia, el contenido de este puede ser dividido en dos partes, por un lado esta el
reordenamiento legal de la tenencia de la tierra por la resucitación de la vieja institución del ejido asÃ−
como la creación de la pequeña propiedad a través del fraccionamiento de las haciendas y por otro lado,
confiere a rango constitucional los derechos de la propiedad de la nación sobre la riqueza del subsuelo, en la
primera parte se buscaba “facilitar las condiciones para que puedan llegar a ser propietarios todos los que
tengan voluntad y aptitud para hacerlo”, fomentando asÃ− la propiedad privada, es de importante señalar
que se pensaba en el ejido como una institución transitoria que darÃ−a paso a la pequeña propiedad.
En fin que podemos decir que la reaparición de tierras realmente nunca se dio como lo esperaban los
principales lideres revolucionarios, Zapata a la cabeza y Villa en menor medida, de hecho a decir de los
informes presidenciales presentados por cada uno de los presidentes desde Carranza, De la Huerta, Obregón,
Calles, Portes Gil, Ortiz Rubio, Abelardo RodrÃ−guez y Cárdenas, es este el que repartió mas tierras entre
los campesinos, pero este reparto no altero en mucho a los latifundistas, pues su propiedad en general no se
vio afectada y cuando se repartÃ−a tierras no faltaba la ocasión en que se repartÃ−an de mala calidad o
difÃ−ciles de trabajar; varios años después, sin que variara esta situación Salinas de Gortari a la sazón
presidente de México, declaro que el reparto de tierras se habÃ−a terminado.
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