Recurso Extraordinario de Inaplicabilidad de Ley. Abrigo. Guarda. Referentes Afectivos. Pericias S.C.B.A.- I.- INTRODUCCION.La Salla II de la Cámara Civil y Comercial del Departamento Judicial de Bahía Blanca, con fecha del 22/12/2014, confirmó la sentencia de grado dictada por el Juzgado de Familia Nro. 3, la cual, en el marco de un Abrigo rechazó la solicitud de Guarda peticionada por un matrimonio al no ser considerados referentes afectivos (arts. 7 párrafo 2 y 16 de la Ley 14.528) de cinco niños, hermanos entre sí. Con ello, se opuso a propiciar la revinculación entre los solicitantes y los menores abrigados, enfatizando que dicha situación resultaría perjudicial al interés superior de los menores ya que no existía vínculo alguno entre las partes, no debiendo dilatarse en el tiempo la resolución sobre la situación definitiva de los niños. El referido decisorio tuvo como principal fundamento la pericia psicológica realizada por el Equipo Técnico de dicho Juzgado. La sentencia fue objeto de la vía recursiva extraordinaria por parte de la Defensoría Departamental, resolviendo la S.C.B.A. con fecha del 15/07/2015 como medida de mejor proveer, la realización de un conjunto de pericias a llevarse a cabo en Bahía Blanca a cargo de profesionales de la Dirección General de Asesorías Periciales dependiente de dicho cuerpo. Una vez realizadas las mismas, el Tribunal teniendo como norte el interés superior del niño, hizo lugar a la pretensión de los requirentes de ser considerados “referentes afectivos” respecto de los cinco niños involucrados en el proceso, por encontrarse suficientemente acreditada dicha condición. A tal fin remitió las actuaciones a la Receptoría General de Expedientes para que se asigne un nuevo Juzgado de Familia, el cual se encargaría, en forma urgente, de llevar a la práctica el proceso de revinculación entre los solicitantes y los niños. Asimismo advirtiéndose irregularidades en la tramitación de las actuaciones, se dispusieron medidas respecto de los magistrados actuantes y del Servicio Local de Promoción y Protección de Derechos del Niño. II.- ANTECEDENTES DEL CASO.- Un matrimonio, que mantenía hace seis años trato diario y colaboraba con la progenitora de los menores y con estos para superar sus necesidades, por disposición del SLPPD, durante un año tuvo a su cuidado a la menor de las niñas del grupo de hermanos involucrados en la medida de Abrigo posteriormente dictada por el Juzgado de Familia Nro. 3 del Departamento Judicial de Bahía Blanca. Durante ese tiempo, mantuvieron contacto y encuentros con los demás niños involucrados, los recibieron en su hogar y propiciaron el vínculo entre los niños entre sí y con la progenitora de los mismos. En todo momento manifestaron que su deseo era solicitar la Guarda de los menores y no la Adopción de los mismos, respetando la figura materna y considerando innecesario llevar a la práctica las consecuencias para la identidad de los menores que conlleva esta última figura jurídica, cuando desde la posición de guardadores podían brindarles a los hermanos un hogar y una familia de la que adolecían. Es así como, luego de que el SLPPD interviniente, en forma imprevista, decidiera alojar a la menor a su cuidado, la cual había hecho importantes avances en su estado de salud mientras conviviera con los solicitantes, en un hogar, tomaron la decisión familiar de iniciar la lucha por el cuidado de estos niños. En el mes de mayo del pasado año, y ya con el debido patrocinio letrado, solicitaron la guarda, no solo de la niña que estuviera bajo su cuidado, sino de todos los hermanos, cinco menores en total. Encontrándose las actuaciones en el estado procesal próximo a ser solicitado, por parte de la Asesora de Incapaces interviniente, el estado de abandono y preadoptabilidad de los causantes, los recurrentes plantearon, desde la figura prevista por el art. 7 párrafo 2 de la Ley 14.528, ser declarados referentes afectivos de los niños. A fin de ser acreditada dicha situación y haciendo hincapié en cada una de las presentaciones, que su solicitud de guarda solo sería sostenida en caso de que no se viera afectado el interés superior de los menores y que de las pericias psicológicas solicitadas se desprendiera que los niños mantenían un vínculo afectivo con aquellos, se solicitaron diversas medidas probatorias, principalmente pericias psicológicas y socio ambiental. Se hizo lugar a aquellas, mas la pericia psicológica fue realizada en un primer momento de forma incompleta al no responder a la totalidad de los puntos de pericia solicitados. Debiendo ser completada mas tarde ante la insistencia de los solicitantes, pero en lo que hace a la pericia psicológica realizada a los niños, se la efectuó de forma despersonalizada y sin acceder a un encuentro entre los solicitantes y los menores a fin de evaluar in situ la reacción espontánea de estos y el alcance del vínculo afectivo existente entre el grupo humano involucrado. Razón por la cual el resultado de dicha pericia determinó la suerte de la pretensión, al considerar que guiaba a los recurrentes una fantasía autoimpuesta respecto a su pretensión de asumir la guarda de los cinco hermanos, como así un preponderante deseo de tener consigo a la niña con la cual convivieran, y en segundo plano, sus hermanos. Este fue el fundamento central de ambas sentencias recurridas, la inexistencia de vínculo afectivo con los niños, razón por la cual no podrían ser considerados los solicitantes referentes afectivos y la tan mentada revinculación no consultaba el interés superior de los niños. III.- SENTENCIA DE LA S.C.B.A.El Superior Tribunal dispuso como medida para mejor proveer, medida que tiene carácter exepcionalísimo, la realización de nuevas pericias psiquiátricas, psicológicas y socio ambientales para todo el grupo humano involucrado a realizarse en la ciudad de Bahía Blanca. Con el resultado de dichas pericias, la S.C.B.A. fue contundente al dictaminar que las mismas fueron contestes al sostener que los solicitantes resultaban ser referentes afectivos de los niños involucrados, que no los guiaba una fantasía o idealización sobre la situación, sino una convicción y un genuino deseo de albergar y cuidar a los niños, y principalmente que el interés superior de los niños se encontraba realizado en la revinculación con los solicitantes y no con cualquier otro tipo de proceso judicial. Es así como se dispuso en forma urgente la separación del caso del Juzgado interviniente, la designación de uno nuevo que tendría la tarea de propiciar dicha revinculación y continuar con el dictado de las medidas necesarias para cristalizar el deseo de los niños y de los solicitantes de vivir juntos y formar una familia junto a sus hijos. Mención aparte merecieron por parte de la S.C.B.A. las irregularidades cometidas durante el proceso tanto por el SLPPD como por el Juzgado interviniente, al disponer sobre la situación de niños, que en un año y medio sólo habían tenido contacto con las autoridades y personal de los hogares donde se encontraban alojados, profesionales de la salud y de educación, pero nunca con quienes podrían brindarles cariño, contención y una historia de vida. IV.- CONCLUSIONES.El fallo que se comenta no deja de ser un nuevo hito en lo que hace a los procesos de Abrigo y su especial dinámica. En dos ocasiones durante este mismo año, con la intervención de los mismos operadores de derecho, y en sendos procesos de Abrigo en la ciudad de Bahía Blanca, el Superior Tribunal debió tomar medidas similares, tales como realizar nuevas pericias y adoptar remedios disciplinarios. Ha sido de regular conducta por parte de los Juzgados de Familia locales, el suspender el régimen de contacto con los progenitores de los niños sujetos a un Abrigo a fin de propiciar el vínculo con pretensos adoptantes. Mas la incansable tarea de la Defensa Civil Departamental, ha determinado que la S.C.B.A. advirtiera a los Juzgados de Familia que previo a vincular a los niños con los adoptantes desinsaculados del listado oficial, se les informara a éstos últimos que tendría prioridad el contacto con los progenitores de los niños, si ello fuera beneficioso para estos. Las reacciones fueron las supuestas, muchos pretensos adoptantes no toleraron dicha imposición y desistieron de sus pedidos. En el caso particular que nos ocupa, la situación era atípica, ya que el matrimonio solicitante no peticionaba ser adoptantes de los menores, sino que desde el lugar de considerarse referentes afectivos de los niños, por mantener trato con los mismos y su madre desde hace seis años y por haber cuidado de la menor de los hermanos por resolución del órgano de protección de derechos; solicitaba su cuidado desde la figura de la Guarda. Respetando el lugar que ocupa la progenitora, que si bien no puede asumir el cuidado de los mismos, sí mantiene vínculo con aquellos gracias a la posición asumida por los recurrentes. En ese contexto es imperioso recalcar que la errónea e inexperta mirada de un profesional, puede llevar a que el destino de cinco niños sea permanecer en forma indefinida en hogares o ser separados en el proceso ulterior de guarda preadoptiva y adopción, cuando una familia bregaba por su cuidado. El pedido, ignorado y ridiculizado tanto por el Juzgado de Familia como por la Cámara de Apelaciones, de permitir un encuentro entre los solicitantes y los niños, en el marco adecuado y con presencia del equipo técnico para corroborar la existencia de ese vínculo afectivo, resultaría más tarde, cuando a un nuevo equipo de profesionales experimentado designado por la S.C.B.A. se le encomendara dicha tarea, el punto crucial y definitorio de la cuestión. Ese encuentro propiciado por los profesionales de las diversas disciplinas intervinientes, espontáneo para las partes, es el que otorgó certeza a los sentenciantes sobre la situación real imperante en este grupo, la cual no es otra que los actores resultan efectivamente ser referentes afectivos para los niños y que su deseo es genuino y basado en una profunda convicción. A modo de corolario, he de decir que al día de hoy la revinculación del matrimonio involucrado y los niños ha sido exitosa, se ha implementado un mecanismo de encuentros que implican la pernoctación de los niños en el domicilio de los solicitantes y sus propios hijos, encontrándonos próximos al dictado de una sentencia que de acabada respuesta, no solo a la pretensión de los adultos, sino, lo que es más importante, al deseo y derecho de los niños de vivir, ser criados, cuidados y queridos por esta familia.-