Biotecnología en Economía a Debate( Fundación 1º de mayo)

Anuncio
La(s) biotecnología (s) en España: Pasado, presente y futuro
Emilio Muñoz. Presidente del Comité Científico de ASEBIO y Coordinador de la Unidad de
investigación en Cultura Científica del CIEMAT
“No se puede pensar el futuro sin conocer el pasado y el presente”, Walter Benjamin
Como los años no me han quitado la ilusión, me animo a compartir en la red que gestiona la
Fundación 1º de mayo, algunas reflexiones y datos acerca de lo que la biotecnología (luego
recurriré al plural) supone y puede suponer para el futuro social y económico de nuestro país,
dentro de ese objetivo siempre enunciado y nunca planteado de un cambio de modelo
productivo.
Sin embargo cuando he puesto ese entusiasmo en acción ante el papel, he pensado que no
podía abordarlo sin una criba por un doble tamiz: el de la ética como guía moral y el de la
responsabilidad como criterio profesional. Eso me lleva a introducir el tema desde una
perspectiva que contemple el problema bajo la idea de civilización o sociedad en que vivimos y
del papel que en ella juega la economía, cuestión ésta complicada por las limitaciones
semánticas que ofrece el castellano como veremos más adelante.
Escenario introductorio
No invento nada al decir que venimos (hemos estado pero tengo mis dudas de que sigamos
estando) de una civilización apoyada sobre la revolución industrial y por tanto que hemos
configurado una sociedad industrial.
En esta sociedad industrial, el protagonismo se lo han repartido la ciencia y la técnica -la
tecnología y el avance científico que tanto monta- junto a la economía. Los dos primeros
factores o elementos han operado como base del exitoso proceso evolutivo, sin olvidar los
riesgos que esos procesos científicos y técnicos conllevan para los cuales se hacía preciso
analizar, debatir, regular esos “progresos” ante las percepciones y reacciones sociales, con el
diseño de políticas y marcos regulatorios en los que se han tratado de implicar, en un
complicado maridaje, a científicos experimentales, ingenieros y científicos sociales.
La situación de la economía. Problemas identificados
En este contexto, me preocupa la posición de la economía en tanto que científico y ciudadano.
A lo largo de mi trayectoria profesional, como investigador o gestor de la ciencia y de sus
políticas, he mantenido una relación de distanciado respeto frente a la economía y sus
expertos. Cuando entré hace dos décadas en el campo de los estudios CTS, tal relación se fue
intensificando, fundamentalmente con aquellos economistas preocupados por los aspectos
aplicados ,en las dimensiones micro y meso, relacionados con el I+D y con trabajos sobre
políticas de I+D+i, innovación, cambio técnico, preferencialmente bajo visiones evolutivas y
sistémicas.
1
Sin embargo, ha sido al producirse la colusión entre la biología y las políticas económicas
cuando he empezado a detectar problemas, exacerbándose esta preocupación al observar las
políticas que se han aplicado a la ¿solución? de la crisis sistémica, financiera y global, a la que
he calificado como producto deletéreo de una mal gestionada globalización.
Un primer problema es el semántico: en inglés podemos distinguir entre la economía como
ciencia social: el término es “economics,” mientras que la economía como práctica, profesión e
ideología política y financiera se refiere como “economy”, mientras que en castellano tenemos
una sola palabra: economía.
Otro gran problema es que la economía en términos de ejercicio práctico y de resultados
(“economy”) es esencial y casi exclusivamente “cíclica”. Esta situación puede revertirse por la
intervención del estado pero las políticas “anticíclicas” están fuera de la lógica dominante
movilizada por el pensamiento y dirección neoliberales. Y la ciencia económica (“economics”)
no parece que , ante esta ola ultraliberal, aparte de describir y constatar esta propiedad, haya
estado interesada , o haya sido capaz , de corregir lo que considero una patología
comportamental, es decir de estar abocada al determinismo.
Estos y otros problemas han sido desarrollados en un texto presentado y debatido en una
conferencia-coloquio bajo el rótulo “Ética y economía, economía y ética. Debates para un
dilema” en el marco del curso 2013-2014 sobre “Ética y valores en la ingeniería” de la Escuela
de Minas y Energía de la UPM1.
La biología y sus aplicaciones como enlace entre pasado y futuro
Estimo que la biología en su trayectoria como aspirante a ciencia primero, como ciencia
después, y como fuente de aplicaciones en todo su camino, se encuentra en las antípodas de la
economía como ciencia social y como práctica socio-política. Esta consideración surge de un
abundante conjunto de trabajos analíticos realizados desde una aproximación interdisciplinar y
holista. Es lo que nos ha enseñado la trayectoria histórica no cíclica de los conocimientos
biológicos y la de sus aplicaciones en lo que se ha venido en llamar biotecnología a mediados
de la década de 1970. Además el ir comprobando en el itinerario evolutivo la amplitud y
extensión de sus aplicaciones en todos los sectores de la economía, me ha llevado a insistir en
que debemos hablar de biotecnologías. Es evidente asimismo que las dos trayectorias, la
científica y la tecnológica, han estado y están claramente interconectadas.
Evolución del conocimiento biológico
Los conocimientos biológicos han estado buscando el estatuto de ciencia a lo largo de la
historia, como señala Wikipedia desde la Antigüedad, remontándose según dicha fuente al
antiguo Egipto y a los trabajos de Aristóteles y Galeno en el mundo grecorromano, mientras
que, con la ayuda de tecnologías como el microscopio y la disección, continuaron un proceso
evolutivo favorable. El crecimiento tendió siempre a la diversificación con la creación de
disciplinas y subdisciplinas según el objeto de estudio y que hasta el siglo XIX estuvo orientado
1
Este, texto figura recogido en la web: www.minas.upm.es/uesevi (actividades, publicaciones)
2
por el empirismo y el descubrimiento y catalogación de nuevos organismos. Esta forma de
desarrollar el conocimiento llevó al físico Rutherford a identificar la biología con la “colección
de sellos” en un signo de irónico desprecio.
En el siglo XIX emerge el concepto de biología como ciencia: grandes aportes teóricos como la
teoría celular , la teoría de la evolución , la teoría microbiana de la enfermedad , la creciente
conexión entre química, física e ingeniería con las ciencias biológicas y médicas, han
conducido a un desarrollo impresionante de los conocimientos y aplicaciones biológicos –
siempre bastante acompasados- , que no llamaré exponencial sino explosivo, porque ha
trascurrido como a impulsos de un muelle o dínamo que ha necesitado pausas y recargas. Por
todo ello se ha postulado, a partir del último tercio del siglo XX, que nos encaminábamos a un
“siglo de la biología” (quizás me atrevo a apuntar que este siglo puede ser de largo alcance)
por los avances que resultan de la aproximación interdisciplinar de las ciencias biológicas en
connivencia con la física, la óptica, la química, la computación, la ingeniería. Perdón por la auto
citación pero algo hemos contribuido a la exploración y difusión de estas posibilidades en los
últimos decenios 2.
Como precursores de la biotecnología se aplicaron a lo largo de la historia para beneficios
sociales y económicos, tecnologías de la vida de forma intuitiva, tal como el personaje de
Molière hablaba en prosa sin saberlo. Las aplicaciones y usos de los conocimientos biológicos han
acompañado las distintas civilizaciones y revoluciones culturales, por citar algunas: la revolución
agraria en el neolítico hace 10.000 años, las vacunas a finales del siglo XX, los antibióticos en la
primera mitad del siglo XX, las fermentaciones descubiertas quizá por casualidad para conservar
alimentos y científicamente por Pasteur para obtener bebidas espirituosas, las leyes de Mendel
de la genética y su redescubrimiento a principios del siglo XX para la selección y mejora de
plantas.
La biotecnología en el marco geoestratégico de la política científica. Aparición y consolidación
La crisis energética de los 1970 que, en mi modesta opinión, empieza a socavar las raíces de la
civilización/sociedad industrial coincide con la emergencia de la biotecnología como prioridad en
la política científica mundial. El dato de un elevado valor simbólico se refleja en los presupuestos
de ciencia elaborados por la Casa Blanca a mediados de dicha década: aparece una rúbrica
específica sobre biotecnología (sic) con una dotación de 500 millones de dólares para
investigación. Al mismo tiempo, dentro de los programas tecnológicos, el Gobierno de los Estados
Unidos incentivaba a las empresas, esencialmente las farmacéuticas, para que promovieran e
intensificaran la colaboración con los centros generadores del conocimiento científico,
laboratorios y universidades, para que se rentabilizasen tales conocimientos.
Véanse, por ejemplo, el artículo: E. Muñoz, “Conflict between Knowledge and Perception: New Spaces
for the Comprehension and Management of the Science around the “New Biology”, en Contemporary
Perspectives in Philosophy and Methodology of Science (W.J. González y J. Alcolea, eds), págs. 149-164,
Netbiblo, A Coruña. Año 2006; los Boletines mensuales y la sección Ojo Crítico en www.asebio.com; la
sección la Biotecnología de la salud en el espejo en www.institutoroche.es).
2
3
Los grandes avances científicos impulsores de esta iniciativa política fueron: el descubrimiento de
la estructura del ADN; la identificación del código genético; los progresos en genética molecular
capitaneados por la escuela francesa del Instituto Pasteur; la posibilidad de modificar
selectivamente la dotación génica de los microorganismos (ingeniería genética); el
descubrimiento de los anticuerpos monoclonales por el dúo César Milstein y Georges Köhler en la
Universidad de Oxford. Surge así el concepto de nueva (moderna) biotecnología como
contrapunto a la biotecnología antigua que resulta de los avances y técnicas expuestos
anteriormente.
Europa, en el seno de la preocupación resultante de la crisis energética mencionada, se suma a la
iniciativa y lleva a cabo una serie de estudios 3, que conducen a la elaboración de un programa
piloto, de carácter experimental, con el fin de identificar las estrategias que deberían orientar las
actividades en I+D comunitarias. El programa fue bautizado con el acrónimo FAST ( Forecasting
and Assessment in Science and Technology) y dio origen a dos 4volúmenes con el conjunto de los
mensajes . FAST seleccionó tres temas para ese resumen: trabajo y empleo, la sociedad de la
información y la bio-sociedad.
En el capítulo primero, titulado “ Towards a bio-society?”, se exponen las razones que habían
determinado la explosión de interés por la “new biotechnology” ( la biotecnología moderna)
Según el artículo ,las características más relevantes de esta tecnología son: la multiplicidad de las
disciplinas científicas y tecnologías en que se basa y la integración de las mismas; la multiplicidad
de las aplicaciones y el amplio rango de productos y servicios resultantes; y la multiplicidad de las
dimensiones económicas , institucionales y sociales que influyen y sobre las que inciden la
producción , consumo y distribución de bienes y servicios.
Esta complejidad ha supuesto dificultades para la definición y clasificación de la biotecnología en
las tradicionales categorías e índices socioeconómicos. Tras mucho debate, la OCDE tomó partido
a la vista del enorme potencial de la(s) biotecnología (s) y adoptó varias definiciones, tendiendo a
la visión amplia, que se pueden resumir en la siguiente: biotecnología es “la aplicación de
principios científicos y técnicas de ingeniería para aprovechar el potencial de los seres vivos, de
sus partes y componentes para la obtención de productos, bienes y servicios ( en varios sectores
económicos)”. Esta definición supone la introducción de un nuevo elemento, los agentes
biológicos, en la cadena de producción que se suman a los tradicionales: capital financiero, capital
humano e infraestructuras. Esta visión la introduje como reflexión personal hace una década. Al
preparar este texto y acudir a Google para contrastar el término “ definición de la biotecnología”,
la tercera entrada ,que corresponde a Biocat- la bio-región catalana- atribuye esta idea a la OCDE,
3
Informe “The Old World and the New Technologies”, publicado por la Comisión de las Comunidades
Europeas en 1980)
4
Final Report a la Comisión en Diciembre de 1982). Ese Informe Final se resumió en una publicación (
Eurofutures: the challenges of innovation , The Commission of the European Communities,
Butterworths,1984)
4
que a mí no me consta. Pero la paternidad de estas reflexiones de sentido común poco importa y
menos a estas alturas de hoja de vida. Me señala oportunamente el editor que en ámbitos de la
economía, como la economía ecológica o bioeconomía- no confundir con la bioeconomía según
las iniciativas promovidas desde la UE- junto al capital financiero, capital humano e
infraestructuras se consideran como un factor de producción los recursos naturales (dentro de los
cuales podrían considerarse los agentes biológicos); es una idea interesante que agradezco e
incluyo.
Esta complejidad es la que ha llevado a distinguir entre: biotecnología roja ( salud humana y
animal), verde( agroalimentación y medioambiente), blanca ( industrial en sentido amplio:
energía, detergentes, materiales) , y recientemente se ha incorporado la azul (productos con
origen marino).
Otras importantes áreas de interés que he comentado y tratado en textos y conferencias son:
Japón, Cuba, México, Taiwán, Singapur , Canadá y más recientemente China. Estados Unidos sigue
liderando, mientras Europa, desde el programa FAST, mantiene una posición ambivalente, de
apoyo aparente pero salpimentado de dudas, consecuencia en mi opinión de la enorme
diversidad que debilita la idea de Unión Europea ante la falta de liderazgo creciente de las
autoridades europeas .No obstante , en el año 2007 se hizo público un informe, elaborado por un
equipo del Instituto de Prospectiva Tecnológica ( IPTS de las siglas en inglés) del Centro Común de
investigación, a solicitud del Parlamento Europeos preocupado ante la indefinición y el escaso
impulso . El estudio, referido como The Bio4EU Study” se ha publicado en el libro: “
Consequences, opportunities and Challenges of Modern Biotechnology for Europe”, en el que
tuve la suerte de participar como miembro del Comité Asesor.
La biotecnología en España, desarrollo y expectativas
El desarrollo de la biotecnología en España en estos treinta últimos años ha sido realmente una
agradable sorpresa. Se puede hablar hasta de resultados milagrosos. La descripción de esta
favorable evolución requeriría al menos la extensión de un libro, tarea muy alejada de los
propósitos y límites de este trabajo.
Por ello, aún en contra de mis costumbres, voy a recurrir a un relato sincopado con
presentaciones esquemáticas de datos y hechos diversos que justifiquen esa visión optimista,
que soporten la idea de éxito.
Hitos de la política científica en relación a la biotecnología
Por una vez, una apuesta española de promoción política por una tecnología no ha
experimentado excesivos retrasos con respecto a lo que ocurría en los países avanzados ni ha
sufrido graves perturbaciones , aunque no hay que ocultar que el camino ha estado sembrado de
peligros y amenazas.
-
Los primeros pasos para tal apuesta por la biotecnología se dieron entre los años 1979 y
1981 con la creación del Ministerio de Universidades e Investigación ( MUI) , del que fue
5
-
-
-
-
-
-
-
titular Luis González Seara. Este ministerio acometió una importante reorganización del
aparato de gestión de la política científica con, entre otras cosas, el establecimiento de
algunas figuras de nueva planta para la promoción de la ciencia y para que los avances
resultantes se conectaran con el mundo de la empresa. Tal fue el caso de los Programas
Nacionales de I+D. En ese periodo ya se planteó la propuesta de un Programa de
Agroenergética que no llegó a término.
Aprovechando esa figura, el Profesor Federico Mayor Zaragoza, Ministro de Educación y
Ciencia, en lo que sería el último Gobierno de Unión de Centro Democrático ( UCD)
presidido por Leopoldo Calvo Sotelo, encargó a la elaboración de un Programa Nacional
de Biotecnología de la Salud a Francisco Ferrándiz, documento que fue finalizado pero
que no se pudo implementar por el breve tiempo que duró ese gobierno.
En esos años, 1980-1982, el CSIC bajo la Presidencia de Alejandro Nieto acometió como
elemento básico para revitalizar la institución un programa de política científica,
entendida como “ una racional y sistemática determinación de fines y ordenación de
medios “ 5.
En diciembre de 1982, asumí la Dirección General de Política Científica (DGPC) que,
desde la reorganización del MUI, simultaneaba el desempeño de la Secretaría General
de la CAICYT ( Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica ) . Se nombró al Prof.
Armando Albert como asesor especial para los temas de biotecnología.
En 1983, gracias al trabajo de A. Albert, se presenta la candidatura de España al Centro
Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIIGB), iniciativa promovida por
UNIDO ( United Nations Industrial Development Organization).6
En 1985 se lanza el Programa Movilizador de Biotecnología, fórmula innovadora que
sintetizaba las experiencias anteriores que no llegaron a término. Es digno de destacar la
colaboración con el Ministerio de Industria y Energía y su órgano de promoción de la
innovación, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) con la fundamental
contribución de la Subdirectora de esa institución, la Dra. Regina Revilla.
Como uno de los objetivos estratégicos del Plan Movilizador se promueve la creación del
Centro Nacional de la Biotecnología sobre la base del proyecto que había sido preparado
para el Centro Internacional de UNIDO anteriormente mencionado.
Con el primer Plan Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico ( 1988-1991), fruto
de la Ley de la Ciencia de 1986 ( Ley 14 de abril de 1986) , se incluye el Programa Nacional
de Biotecnología. Desde entonces, todos los Planes Nacionales de I+D, hasta la reciente
puesta en práctica de la Ley de la Ciencia, Tecnología e Innovación.
Activos: Recursos humanos e Infraestructuras
5
A. Nieto, “Presentación”, páginas 9-17 en el libro Apuntes para una política científica, CSIC, Madrid,
1982). En ese libro, como Vicepresidente del equipo, contribuí un artículo en el que se esbozaba el
potencial del CSIC para afrontar la biotecnología: “El CSIC y el futuro. La biotecnología como desafío “( ibid.,
págs. 163-172)”.
6
Sobre este Centro y la candidatura española, véase J.R. Villanueva, La nueva revolución biológica. La
biotecnología, págs. 92-97, Ediciones Universidad de Salamanca, 1983).
6
Capital humano
España ha dispuesto y dispone de una comunidad científica de calidad, heredera de la
investigación en biología con figuras como la señera de Santiago Ramón y Cajal, el único
Premio Nobel en las áreas científico- técnicas, que desarrolló el trabajo en España, con su
importante escuela y en menor escala, la de Juan Negrín con quien se formaron Severo
Ochoa, el segundo Premio Nobel en tales áreas, aunque el trabajo por el que mereció el
galardón lo desarrolló en los Estados Unidos, y Francisco Grande Covián. En la investigación
médica de gran tradición cabe mencionar los nombres de Gregorio Marañón, Carlos Jiménez
Díaz y José María Segovia de Arana.
Sociedades científicas
Las sociedades científicas han contribuido en las áreas biológicas a la caracterización y
reconocimiento de los investigadores y en general a su internacionalización. Entre ellas cabe
destacar: la Sociedad Española de Microbiología (1946); la Sociedad Española de Bioquímica (
ahora Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular) fundada en 1963 con el
propósito de que fuera comparable a cualquier sociedad de excelencia mundial y en cuya
fundación jugaron un papel decisivo Alberto Sols- pionero de la bioquímica y la enzimología
en nuestro país-, Severo Ochoa, Jiménez Díaz y Segovia de Arana; la Sociedad Española de
Biotecnología( establecida operativamente en 1986 y formalmente en 1989 ).
Infraestructuras: Centros e Institutos
La existencia de laboratorios de calidad internacional se inicia sobre la herencia del
Laboratorio de Ramón y Cajal. Se enuncian algunos como ejemplo, con las fechas de su
establecimiento entre paréntesis, un dato que ilustra el desarrollo exponencial de estas
infraestructuras: Centro de Investigaciones Biológicas ( 1953); Instituto de Investigaciones
Biomédicas Alberto Sols ( 1971);Centro de Biología Molecular ( mixto entre el CSIC y la
Universidad Autónoma de Madrid, 1975 , en cuyo proyecto jugó un gran papel Severo
Ochoa); Centro Nacional de Biotecnología ( iniciado en 1985, inaugurado en 1992); Centro
Nacional de Investigaciones Oncológicas (1998); Centro Nacional de Investigaciones
Cardiovasculares (2005-2006) . Todos ellos ubicados en Madrid.
En Cataluña: Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (2005); Institut de Recerca
Biomèdica de Lleida (2004); Parc de la Recerca Biomèdica con ocho instituciones en su
interior; además hay institutos y laboratorios de alto nivel en muchos hospitales de esa
región. En Andalucía: IMIBIC (Instituto Maimónides de Investigación Biomédica en Córdoba,
según modelo de Instituto Sanitario de Investigación ,2008); en Sevilla, CABIMER (Centro
Andaluz de Biología Molecular y Medicina regenerativa, 2006); Instituto de Biomedicina de
Sevilla, Edificio IBIS, Hospital Universitario Virgen del Rocío.
ASEBIO, el impulso hacia la formación de un sistema español de biotecnología
7
Todo este importante capital humano y fijo (infraestructuras) podía quedar en poco si no se
conseguía alcanzar el suficiente desarrollo del tejido empresarial necesario para constituir lo
que se podría considerar como un sistema español de biotecnología.
La naturaleza transversal y multisectorial de las biotecnologías dificulta de modo notable su
clasificación de acuerdo con los tradicionales índices económicos. De hecho, las empresas
biotecnológicas se han clasificado, tras una serie de problemas encontrados para su
catalogación en función de una serie de parámetros: porcentaje de dedicación de su
inversión en I+D a la biotecnología; distribución de la cartera de inversores; porcentaje de los
procesos de producción y los productos que se basan en técnicas y soportes biotecnológicos
.Esta diferenciación ha conducido a la siguiente clasificación: compañías completamente
dedicadas a la biotecnología, compañías parcialmente dedicadas a la biotecnología y
compañías usuarias de la biotecnología.
Las empresas enteramente dedicadas a la biotecnología responden al perfil de las empresas
definidas como “start ups”- que se generan a partir de investigadores procedentes del
ámbito público que se asocian con alguien que aporta capital financiero y con otro socio que
asume la gestión de modo profesional, o empresas “spin-offs” ,resultantes de la división o
gemación de grandes empresas. Las empresas parcialmente dedicadas a la biotecnología
compaginan productos y procesos resultantes de la aplicación de diferentes tecnologías , tal
es el caso de compañías farmacéuticas de origen apoyadas en la química , de industrias de la
alimentación soportadas por la fermentación y la transformación de alimentos, de compañías
del sector químico que han girado hacia el uso de técnicas y productos inspiradas en la
biotecnología como el uso de enzimas en detergentes o de producción de enzimas y otras
moléculas biológicas, de empresas del sector de la energía. Por su parte, las empresas
usuarias de la biotecnología pertenecen a los sectores de la distribución de alimentos, o están
en la producción agrícola o en servicios relacionados con la protección ambiental.
Es interesante señalar que esta clasificación se estableció por primera vez como aporte de
nuestro equipo de investigación cuando estábamos trabajando en un proyecto europeo sobre
European Biotechnology Innovation Systems que fue liderado por Jackeline Senker de la
Unidad de Política Científica de la Universidad de Sussex 7. Posteriormente esta aproximación
taxonómica fue discutida y aplicada en el marco de la OCDE en el contexto de la comparación
internacional y aplicada igualmente en España por la Fundación Genoma y el Instituto
Nacional de estadística (INE).
La creación de ASEBIO
La puesta en marcha de esta Asociación empresarial en 1999, con algunos detalles distintivos
respecto a otras patronales como la voluntad de fomentar la creación de empresas , la
incorporación como socios adheridos de instituciones públicas de investigación y la creación
7
Díaz,V.M. y cols. "The socio-economic landscape of biotechnology in Spain. A comparative study using the
innovation system concept", J. Biotech. 48(1), pp 25-40. Año 2002)
8
de un Consejo Científico, que luego se convertiría en Comité Científico que me honro en
presidir , fue un factor decisivo para dotar del impulso necesario la creación de empresas
completamente dedicadas a la biotecnología (ECDB).
A partir del inicio del siglo XXI , empieza el impulso en la generación de empresas
biotecnológicas en España , un modelo de evolución que atrajo la atención europea y que
tuve que explicar en diferentes entornos: el de los inversores , en gabinetes jurídicos
especializados en derecho mercantil ( patentes), o en proyectos europeos relacionados con la
política científica y el cambio tecnológico. Algunos economistas de estos campos se
interesaron por el caso de las biotecnologías, aunque esa tensión ha sido menor en España y
por eso los trabajos han corrido a cargo de tres instituciones: Fundación Genoma durante diez
años hasta su desaparición; ASEBIO que sigue manteniendo esa actividad y sus Informes son
el referente para conocer la situación del sistema( resultados integrando los sectores y sus
colores: rojo, verde y blanco que pueden verse en www.asebio.com, publicaciones, informes
); estos trabajos de ASEBIO se realizan en colaboración con el INE que por su parte publica
anticipadamente los resultados relativos a la inversión – en 2014.
Para ilustrar la influencia de las biotecnologías en la economía española se recogen algunos
datos obtenidos en los años de crisis.
-
-
La cifra de negocios de todas las empresas implicadas en el uso de las biotecnologías ha
evolucionado de representar el 2,85% del PIB en 2008 al 7,15% en 2011.
La cifra de empleo aumenta en 23,7% hasta alcanzar en 2011 la cifra de 202.250
trabajadores en total según los datos de ese año.
El número de patentes identificado en el sistema biotecnológico en 2012, ascendió a
1.064 con un incremento del 15,4 % con respecto al año anterior. Entre los agentes que
generan las patentes, destaca el sector empresarial con un 31%, seguido de la
Universidad (18%) y de los Organismos Públicos de Investigación (12%). Entre las
empresas cabe mencionar a: CIMA, Laboratorios Esteve, Lipotec, Almirall, Inkemia UCT
Group.
Hay que lamentar sin embargo una caída de la inversión en I+D en un 5,3% por primera
vez en los últimos diez años. Un dato que debe hacer reflexionar.
El objetivo de la internacionalización se ha cumplido con éxitos importantes en el ámbito
de las Ferias como es el caso de BioSpain en España que encara en 2014 su séptima
edición, y más recientemente BioLatam en el área latino americana, cuya primera edición
fue celebrada con magníficos resultados a finales de 2013.
Datos en I+D en 2012
-
El Instituto Nacional de Estadística ha publicado a finales de 2013, los resultados
definitivos de 2012 respecto a los gastos totales en I+D en biotecnología. La inversión en
actividades de I+D interna en Biotecnología disminuyó un 3,5 % (alcanzó la cifra de 1.455
millones de euros en 2012) lo supuso un 10,9% del gasto interno total en España en ese
ejercicio. El número total de personas que se dedicaron a actividades de I+D en
biotecnología , en equivalencia a jornada completa , disminuyó en un 0,7%, un porcentaje
mínimo comparado con las caídas en el personal de Organismos Públicos como el CSIC
9
con porcentajes superiores al 10%. El número ascendió a 24.121, cifra que supuso el
11,6% del del total nacional dedicado a actividades de I+ y el 1,4 por mil del total de la
población ocupada. Las Comunidades autónomas con mayor esfuerzo inversor en I+D en
biotecnología fueron: Cataluña (29,5%), Comunidad de Madrid (26,6%) y Andalucía
(10,5%).
Otros datos
-
El año 2014 se ha declarado por el Parlamento español como Año de la biotecnología en
España.
Otro dato específico que revela el interés de la biotecnología y su impacto en la mejora
del bienestar social se recoge en un trabajo, de reciente publicación y que se basa en
análisis relacionados con un proyecto de investigación integrado, el proyecto INREDIS.
Ese trabajo muestra la influencia de las biotecnologías en la mitigación de la
discapacidad.8
Coda
En resumen hay mimbres y argumentos para apostar por las biotecnologías como uno de los
pilares para avanzar en un cambio productivo orientado a la reindustrialización y basado en
el talento, la investigación y la innovación en conjunción con un adecuado ejercicio de
capacidad estratégica.
A este respecto cabe traer a colación unos datos retrospectivos publicados por la Comisión
Europea los años 2007 y 2008, cuando la crisis ya abría sus fauces hacia Europa y empezaba a
engullir a los países principales víctimas de la burbuja inmobiliaria financiera. Esos datos
referentes a la inversión en I+D de las primeras 1000 empresas europeas fueron analizados
en sendos editoriales publicados en el Boletín mensual de www.asebio.com y figuran en el
libro: E. Muñoz, La economía reclama (inter) disciplina. La biología al rescate, editado por La
hoja del monte, Valdemorillo (Madrid), 2013.
A continuación se ofrece un breve extracto de los datos más sobresalientes.
Año 2006
La difícil navegación del barco de la competitividad española en el piélago de los
conocimientos científicos y tecnológicos encuentra, no obstante, una isla de esperanza en
donde anclar y lanzar sus redes, que tiene que ver precisamente con el espacio transversal
que es la biotecnología. En la lista de las 23 empresas españolas, hay por lo menos seis:
Almirall, Zeltia, Faes Farma, ENCE, Ebro Puleva y Grifols, que tienen que ver con la
biotecnología. La suma invertida en investigación y tecnología por este 25 por ciento de
empresas, relacionadas con la biotecnología, supera a la de las empresas del sector de la
energía que figuran en la lista de 23, y , con mucho, a la relativa escasa contribución de las
empresas constructoras en esa relación.
Año 2007
8
Muñoz, E., “Biotecnología, medicina y discapacidad. Realidades, esperanzas y preocupaciones “, Sistema,
nº 233-234, págs. 131-156. Año 2014.
10
De los datos a partir de varios índices construidos, se concluye el importante valor de la
biotecnología en el ámbito de la I+D empresarial española. El conjunto de empresas con alta
relación con la biotecnología da un IRS ( índice de relevancia sectorial)de 1.017, muy cercano
al de servicios en computación (1.100, una sola empresa) y al de construcción y materiales
(1.035 con tres empresas). La adición de empresas que tienen relación más tenue con la
biotecnología, permite a este sector alcanzar de largo la primera posición.
11
Descargar