El Pais, el Clinico se estanca

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EL PAÍS 15-12-08
El Clínico se estanca y entra
en barrena por la falta de
dinero
Se eternizan las obras del hospital, que no tiene fondos para aumentar
la plantilla
ÁLVARO CORCUERA - Madrid1 - 15/12/2008
Al entrar al hospital Clínico San Carlos, un mamotreto que se podría describir
como un enorme edificio cuadrado con patio interior, uno se queda
desconcertado. A la estructura le salen ramificaciones. Ya desde el aire, incluso
en una foto de satélite por Internet, se observan las obras que comenzaron en
2006 en urgencias. Eran unos trabajos destinados a cuadruplicar el espacio. Se
necesita más sitio y medios para poder atender a una población de más de
medio millón de personas. Sin embargo, esas obras se paralizaron a principios
de año, al albor de las pomposas inauguraciones de los ocho nuevos hospitales.
En el techo del pasillo cuelgan cables y conductos a medio hacer
"Se espera ahora y se ha esperado siempre. Esto es así", dice un celador
No hay dinero. Todos los recursos económicos se destinaron a los nuevos
proyectos. Es lo que asegura UGT y lo que también denuncian varios
profesionales del Clínico consultados. Sin embargo, la portavoz de la consejería
en el hospital aseguraba ayer mismo que jamás han estado paradas. "Igual no se
ha visto a nadie trabajando desde fuera... pero eso es porque la obra que se ha
hecho últimamente es estructural, es de las que no se ve", justificaba.
Se podría deducir que la apertura de los centros podría haber liberado de
trabajo, de pacientes, y de tiempo de espera al Clínico. Pero no. El San Carlos es
el único centro sanitario antiguo que no tiene adscrito uno de los nuevos como
satélite. Vamos, que no se ha aliviado su carga de pacientes. Es más, aunque
ahora parece que por fin el Clínico no se ve obligado a absorber enfermos
derivados de la apertura del nuevo Puerta de Hierro (el hospital de
Majadahonda), hasta hace apenas un mes fue así. Entonces, una anestesista del
centro del distrito de Moncloa se quejaba amargamente: "(El de Majadahonda)
es un hospital de chapa. Dentro no hay nada. Y nos sobrecargan a nosotros de
trabajo. Si ya es una vergüenza la saturación que hay, ahora más". Ni que decir
tiene que pasaba de jugarse su puesto de trabajo. Entramos en el juego del
anonimato. Con otras palabras pero idéntico mensaje, otros profesionales
coinciden: "Los nuevos hospitales tienen un nivel de resolución menor. Todo lo
complicado se deriva a los centros de toda la vida". Pero claro, en el caso del
Clínico eso ha supuesto aumentar el esfuerzo. Y con menos medios o de peor
calidad, según denuncian los sindicatos: "Aunque las plazas de la gente que se
ha marchado a los nuevos centros se han cubierto casi al 100%, con contratos
eventuales".
"Y están bajo la amenaza de si les echan o no", denuncia Juan Antonio Alba, de
UGT. El personal sanitario y no sanitario que había en 2007 era de 5.914
personas. Un año más tarde, esa plantilla sólo ha aumentado en ocho personas,
según los datos del sindicato.
Sobre el terreno se constata lo que ya se veía desde el aire y que denuncian los
sindicatos. Las obras que iban a ampliar el tamaño del servicio de urgencias de
1.500 metros cuadrados actuales a más de 6.000 están paradas. Muy paradas.
Cerradas a cal y canto. "Empezaron los trabajos en 2006. Y en febrero de este
año las detuvieron", dice Alba, de UGT. Ante la versión de Sanidad de que las
obras nunca estuvieron paralizadas, este periódico volvió a consultar al
sindicato: "Están paradas. Han dicho que volverán a los trabajos, pero no han
dicho cuándo". Y la portavoz de la consejería en el Clínico insiste: "Si no se ve
movimiento de obreros es porque es una obra estructural, que no se ve a simple
vista". La entrada a las urgencias que está operativa se aleja años luz de los
majestuosos vestíbulos de los nuevos hospitales, como el de Coslada. Es un
pasillo de cuyo techo cuelgan cables y conductos de ventilación a medio hacer,
todo en claro estado de transición. Y la sala de espera, donde la luz es algo
tenue, está abarrotada. Una enfermera explica que ha habido días en los que se
han llegado a atender más de 500 personas, cuando lo normal son unas 100
menos. "El 10% o 12% de la gente que entra en urgencias acaba ingresada. Lo
que ocurre es que hay veces que no hay suficientes camas, con lo cual te
encuentras con 20 o 25 personas esperando, a veces horas, a que haya altas en el
Clínico para que ellos puedan entrar. Eso o que podamos mandar a pacientes a
nuestros hospitales de apoyo, como el de la Cruz Roja, la Concepción o el Gómez
Ulla", explican desde UGT. Dicho esto no entienden cómo el número de camas
disminuyó de 1.011 en 2007 hasta las 929 de este año.
Uno de los que espera en urgencias es Javier. Masca chicle con parsimonia y
dice que lleva media hora. "Poco tiempo", reconoce, ante la cantidad de gente
que tiene por delante. En el exterior, hay más ejemplos de paciencia. Silvia
apura un cigarro antes de volver a entrar junto a su marido y su suegra:
"¡Llevamos una hora!". Y María, otra fumadora, se resigna: "Mira, yo lo
entiendo", dice en referencia a la espera, "es que no sabes cómo está esto de
gente. Llevamos aquí dos horas y media. Pero es que hay gente más grave. Y
esto es así", suspira. Su hermano, dice, espera a que le mire un neurólogo. Un
celador reconoce las esperas, pero comenta entre resignado y realista: "Se
espera ahora y se ha esperado toda la vida. Los hospitales son así". Muy cerca de
esa entrada de urgencias, por cierto, los coches en doble fila y el atasco
desespera. Los aparcacoches, magrebíes y subsaharianos mayoritariamente,
intentan ganarse unos euros.
Una médica con muchísimos años de experiencia a sus espaldas habla acerca de
las consultas externas -"estoy a punto de jubilarme", dice-, preocupada de la
situación del hospital en particular y de la sanidad en general: "Hay mucho
menos dinero. Yo lo noto en que pido reactivos y hay que luchar como nunca en
la vida para que te los den. Además, el hospital tiene obras pendientes desde el
año del cuplé. No es sólo las urgencias. En el ala norte también, allí se necesita
meter mano". De hecho, según UGT, el centro ha realizado paulatinas reformas
en dos fases. Ahora falta la tercera, a la que se refiere esa médica. Y es que el
Clínico, al ser un edificio antiguo, todavía tiene habitaciones de cinco y seis
pacientes. Algunas ya son historia, pero queda todavía trabajo por hacer. Según
el sindicato, la consejería ha prometido que en enero empezará esta última fase
de la reforma. Según la portavoz de la consejería, los arreglos, como los de las
urgencias, jamás han dejado de acometerse.
Otra médica argumenta la falta de dinero destinado al personal del centro:
"Antes éramos cinco de guardia. Ahora sólo cuatro. Reducen el número de
peonadas y así ahorran miles de euros al año. Pero claro... así nos desbordan de
trabajo". Y la calidad de la sanidad se resiente. Con ella coincide un médico con
varios años de experiencia en la sanidad: "Hay sobrecarga. Los residentes no
duermen. Normalmente, por ejemplo en urgencias, había tiempo para
descansar un poquito. Pero ahora es imposible, y así no se trabaja en
condiciones".
El jefe de uno de los servicios del hospital (el más alto cargo con el que este
periódico ha logrado hablar, aunque como todos los que se citan han preferido
ocultar todo tipo de datos que les pueda identificar para evitar problemas) se
queja de que la apertura de los nuevos hospitales de Madrid se ha hecho "a costa
de los viejos". Dice que los ocho abiertos por Aguirre "se han convertido en una
prioridad y en el Clínico se nos ha cortado la financiación". Según asegura, el
hospital "tiene paradas las inversiones para 2008 y 2009". Le preguntamos si
esto quiere decir que tampoco entrará nuevo personal al centro: "No está
previsto. Los gerentes, de manera indirecta, nos lo dicen todos los días",
responde.
La preocupación por este parón es grande en el Clínico, también en otro aspecto
y que afecta al futuro: "Que un joven con iniciativa pueda investigar... es
imposible", detalla el mismo médico. Y se explica: "Un hospital como éste es
también un sitio donde aprender. Por supuesto que la base de la actividad del
centro es prestar atención sanitaria, pero son también sitios docentes, donde se
forman muchos alumnos y donde se investiga. En la Comunidad de Madrid
siempre fuimos la vanguardia de la medicina en España. Pero con ese énfasis en
los nuevos hospitales y el parón en los antiguos se está cortando ese desarrollo
del aprendizaje. Mientras que Cataluña o Andalucía han avanzado mucho en
investigación, Madrid se ha atrasado en los últimos cinco o seis años". Otra
médica coincide: "En este hospital la gente joven ha aprendido muy bien toda la
vida. Porque tenemos de todo. Pero en esos centros nuevos... será imposible".
El hospital Clínico en cifras
- Área de población: 520.000 habitantes
- Camas: 1.006 instaladas, pero funcionann 929, según datos de la Comunidad.
En 2007 funcionaban 1.011. Durante el pasado verano se cerraron 243 camas,
según UGT
- Servicios sanitarios: es un centro de referencia, con 44 especialidades
- Plantilla: 1.288 médicos, 1.347 enfermeras y 1.139 auxiliares, personal sanitario
y no sanitario. Entre personal sanitario y no sanitario, la plantilla total del centro es
5.922, según los últimos datos de la consejería.
Los nuevos hospitales no le han restado personal ni especialidades.
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