Un agujero en el cielo

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Un agujero en el cielo
Isaac Asimov
Ensayo del libro "Viaje a la Ciencia", de Isaac Asimov, editado por Tikal en 1995. Con
traducción de Dafne Sebanes Plou.
Pág:19, 20 y 21.
A principios del siglo XIX un astrónomo inglés, William Herschel, descubrió
una mancha negra en la Vía Láctea. Alrededor de ella brillaban innumerables
estrellas, pero dentro de la mancha no había nada. Herschel estaba
sorprendido. Pensó que se trataba de una región en la que no existían
estrellas, una especie de túnel a través de estrellas cuya entrada apuntaba
hacia nosotros.
«Seguramente». dijo. «existe un agujero en el cielo.»
Pero a medida que pasaron los años se descubrieron otras manchas negras y
pareció increíble que tantos túneles apuntaran hacia nosotros. En cambio, los
astrónomos decidieron (correctamente) que estas manchas eran nubes de
gas y polvo que bloqueaban la luz de las estrellas que estaban al otro lado (de
modo similar a la manera en que el humo negro de un gran incendio puede
oscurecer los objetos que están detrás).
Durante un tiempo desapareció la idea de que hubiera agujeros en el espacio.
Finalmente. los astrónomos se dieron cuenta de que las estrellas formaban un
cuerpo en forma de lente, llamado la galaxia de la Vía Láctea. Contiene como
mínimo 200.000.000.000 de estrellas, que están esparcidas a lo largo de ella junto con nubes ocasionales-. No existen agujeros.
Sin embargo, alrededor de 1920 se hizo evidente que la galaxia de la Vía
Láctea no era la única que existía. Había otras galaxias, la mayoría de las
cuales eran más pequeñas que la nuestra, pero algunas todavía más grandes.
La más cercana, la galaxia de Andrómeda, está a 2.300.000 años luz de
nosotros y probablemente contiene el doble de estrellas que la Vía Láctea (su
distancia es tal que la luz, viajando a una velocidad de 186.282 millas por
segundo, tardaría 2.300.000 años en viajar desde nuestra galaxia a la de
Andrómeda: eso es lo que queremos decir cuando hablamos de «años luz»).
En realidad, nuestra galaxia es miembro de un «grupo local» que contiene
unas dos docenas de galaxias, incluyendo Andrómeda. Este Grupo Local
mide unos 3.000.000 de años luz.
Más allá del Grupo Local existen otras galaxias, millones de ellas -miles de
millones-. Existen otros grupos de galaxias, algunos de ellos mucho mayores
que el Grupo Local. Algunos grupos de galaxias contienen miles de miembros.
Si se echa un vistazo a las galaxias a través del telescopio. parecen estar por
todas partes del cielo (cuando no están oscurecidas por nubes de polvo o por
grupos particularmente espesos de estrellas cercanas). Al principio, era lógico
pensar que estaban esparcidas por el espacio, así como las estrellas están
esparcidas en la galaxia.
Sin embargo, cuando los astrónomos aprendieron a determinar las distancias
entre galaxias individuales. pudieron construir modelos tridimensionales en los
cuales situar las diferentes galaxias en la dirección correcta y con la distancia
relativa correcta. Entonces se descubrió que las galaxias formaban líneas
curvas y planas, de modo que el Universo se asemejaba a una masa de
burbujas de jabón. Las galaxias se concentran a lo largo de la película de las
burbujas o en sus alrededores y dentro de ellas hay poco o nada. o sea,
«espacios vacíos». Estos huecos son como agujeros en el espacio, como los
que Herschel creyó haber visto: pero aparentemente son agujeros auténticos,
y mucho mayores de lo que pudo imaginar Herschel.
El mayor espacio vacío encontrado hasta ahora (se descubrió por primera vez
en 1981) está ubicado en la constelación de Bootes, el Pastor. Por lo tanto se
llama "el vacío de Bootes". Está a unos 600.000.000 de años luz de nosotros,
es decir, 260 veces más lejos que la galaxia de Andrómeda.
El vacío de Bootes es bastante esférico y tiene 300.000.000 de años luz de
diámetro. Es difícil imaginarse la enormidad de este vacío. El volumen de esta
«cuasi nada» es de más de 5.000 billones de veces el volumen de nuestra
galaxia. Podemos imaginarnos muchos billones de galaxias entrando en ese
hueco si se las comprimiera. Por supuesto, las galaxias no están
comprimidas. Se encuentran lejos unas de otras, con una media de cientos de
miles de años luz de espacio entre ellas. Aun así, el vacío de Bootes podría
contener tranquilamente más de mil galaxias esparcidas de manera normal.
Si el vacío de Bootes no contuviera nada, ya sería lo bastante interesante,
pero existen unos pocos cuerpos que en 1987 fueron observados dentro del
vacío. Se trata de «galaxias emisoras de líneas», particularmente energéticas
y mantenidas a temperaturas muy altas. Estas galaxias no son comunes: sólo
una de cada quince a veinte es de este tipo. Y sin embargo las pocas galaxias
que han sido vistas en el vacío de Bootes son todas de esta extraña clase.
He aquí un problema fascinante para los astrónomos que crea una larga serie
de enigmas. Veamos.
Cuando el Universo se formó en la Gran Explosión (Big Bang), hace unos
15.000 millones de años. se cree que era un cuerpo pequeño y homogéneo: o
sea. no tenía irregularidades (los científicos no han pensado ninguna
explicación sobre las irregularidades en el comienzo).
Los astrónomos todavía no han llegado a una explicación clara sobre cómo se
podrían haber formado las galaxias. Algunos piensan que quizá los agujeros
negros se formaron aquí y allá durante los primeros días de existencia del
Universo y que sirvieron de núcleos alrededor de los cuales se formaron las
galaxias, pero se trata sólo de una suposición.
Entonces, aunque se suponga simplemente que las galaxias se formaron,
¿por qué lo hicieron como si fueran burbujas de jabón, dejando vacíos de
varios tamaños entre ellas? Ese es el enigma que los astrónomos no aciertan
a resolver. Posiblemente existieron «pequeñas explosiones» dentro de la
Gran Explosión, que formaron burbujas y huecos, pero eso es sólo una
presunción.
Finalmente. surgió un a gran pregunta. Aunque se suponga simplemente que
las galaxias se formaron en burbujas y dejaron huecos entre ellas, ¿por qué
sólo existen galaxias del tipo emisor en el vacío mayor? ¿Qué significa eso?
He aquí el enigma dentro del enigma. Hasta el momento, por supuesto, los
astrónomos no tienen la respuesta.
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