HACIA UNA ESCUELA INCLUSIVA Prof. Domínguez, María Eugenia Mtra. Jiménez, Daniela Dra. Piglia, Melina 1 Down MDQ Mar del Plata, Septiembre-Octubre de 2009 ESTIMADOS COLEGAS: Iniciamos este ciclo de actividades haciéndoles entrega de esta guía de actualización de conceptos y estrategias vinculadas a la educación inclusiva. El propósito de estos encuentros es que los encargados del quehacer educativo tengamos un espacio de reflexión sobre nuestras practicas docentes juntos a otros colegas que comparten las mismas problemáticas. Como profesionales de la educación todos debemos ser concientes que la formación es un proceso que requiere continuidad, reflexión e indagación colectiva sobre lo que ocurre en el aula, los cambios que se observan en los alumnos y las necesidad de adaptar las formas de enseñanza a los nuevos requerimientos que la sociedad nos demanda. Esta guía fue elaborada por docentes que integramos el grupo de padres de Down MdQ. Gracias por confiar en nosotros y acompañarnos una vez más. 2 OBJETIVOS DE LOS ENCUENTROS: En el transcurso de los encuentros se espera que los docentes: * Reconozcan la diversidad como una realidad presente en la escuela y desarrollen actitudes que le permitan ofrecer un servicio educativo de calidad, sustentado en el derecho de igualdad de oportunidades que todos los niños deben tener en el proceso de enseñanza-aprendizaje en un aula común. * Adquieran conocimientos que les permitan identificar a los alumnos que presentan necesidades educativas especiales, con o sin discapacidad. * Conozcan conceptos básicos vinculados a la enseñanza inclusiva. * Compartan las experiencias de integración e inclusión que se están realizando en nuestra región. * Conozcan como las características más significativas de los niños con síndrome de Down repercuten en sus procesos de aprendizaje. * Valoricen la diversidad social. 3 La educación inclusiva En 1994 representantes de 92 gobiernos, entre los que se contaba el estado argentino, se reunieron en España, convocados por la UNESCO, para abordar la temática sobre el derecho que toda persona tiene a la educación. Dicha reunión culminó con la elaboración de un documento sobre “Las Necesidades Educativas Especiales: Acceso y calidad que se lo conoce con la denominación de Declaración de Salamanca. Este documento, que compromete a los estados parte a organizar en sus respectivos territorios un sistema educativo inclusivo proclama que1: “• Todos los niños de ambos sexos tienen el derecho fundamental a la educación y debe dárseles la oportunidad de alcanzar y mantener un nivel aceptable de conocimientos. • Cada niño tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje que le son propios. • Los sistemas educativos deben ser diseñados y los programas aplicados de modo que tengan en cuenta toda la gama de esas diferentes características y necesidades. • Las personas con necesidades educativas especiales deben tener acceso a las escuelas ordinarias, que deberán integrarlos en una pedagogía centrada en el niño, capaz de satisfacer esas necesidades. • Las escuelas ordinarias con esta orientación integradora representan el medio más eficaz para combatir las actitudes discriminatorias , crear comunidades de acogida, construir una sociedad integradora y proporcionar una educación efectiva a la mayoría de los niños.” 1 Declaración de Salamanca y Marco de Acción, julio de 1994, p. 7. http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2006/discapacidad/tematico/educacion/SALAMA_S.pdf 4 Haciéndose eco de esta Declaración, el estado argentino elaboró una serie de normativas tendientes a concretar lo que se había comprometido a realizar en el acuerdo internacional de 1994. A nivel provincial, la Dirección General de Escuelas elaboró documentos oficiales sobre la educación de las personas con necesidades especiales. La legislación educativa bonaerense define a la escuela inclusora como aquella que enseña a todos según sus necesidades, atendiendo a las diferencias y garantizando la calidad de la educación más allá de las diversas potencialidades de los sujetos y los grupos sociales a los que pertenecen. Dicha definición se enmarca en el enfoque de educación inclusiva que prevalece en la actualidad “que centra su preocupación en el contexto educativo y en cómo mejorar las condiciones de enseñanza y aprendizaje, identificando y eliminando las barreras que entorpecen este proceso para que todos los alumnos de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad. Se trata de un modelo de escuela en la que no existen requisitos de entrada ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo2”. Educar en la diversidad es asumir que la sociedad no es homogénea y que las instituciones educativas, como parte fundamental de la sociedad contemporánea, deben reflejar y respetar esas diferencias, que existen y enriquecen a toda comunidad, procurando educar juntos a los niños y niñas con diferentes características. Mucho se ha hablado en los últimos tiempos del derecho de todo ser humano a tener una educación permanente y de calidad, pero para que esto realmente sea una realidad la integración debe ser física, psicosocial y pedagógica. No basta entonces con que una institución educativa abra sus puestas a una persona con necesidades educativas especiales para afirmar que dicho establecimiento tiene una proyecto educativo inclusivo-integrador. 2 Educar en la diversidad en los países del MERCOSUR, Maerial de formación docente, UNESCO, Chile, 2008. 5 Pero ¿qué entienden los especialistas por las necesidades educativas especiales (NEE)? Es habitual observar que hay alumnos que presentan dificultades mayores que el resto para acceder y progresar en los aprendizajes que según el currículum les corresponden por su edad cronológica: por causas internas, dificultades o carencias en el entorno sociofamiliar o por su historia de aprendizaje desajustada. Dichos alumnos necesitan que el docente implemente medidas, recursos y apoyos distintos de los que planifica para el resto del grupo para que puedan acceder al currículo. Al sujeto que demanda esta atención se lo denomina alumno con necesidades educativas especiales –NEE- con o sin discapacidad. La provincia de Buenos Aires establece en sus normativas educativas que: “El alumno con necesidades especiales -NEE- será escolarizado en instituciones de educación común. Solo cuando dichas necesidades revistan una complejidad a la que no puedan dar respuesta el servicio ordinario, se propondrá su escolarización en escuelas especiales”3. Ante esto, la escuelas común debe capacitar a todos los docentes y al equipo directivo para estar a la altura de las nuevas demandas. 3 Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Resolución 2543/03, anexo I (en adelante anexo I), p. 3. http://abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacionespecial/normativa/anexo1-2543-03.pdf 6 Entonces, si es el escuela común es la que escolariza a un niño con necesidades educativas especiales con o sin discapacidad ¿qué rol debe desempeñar la educación especial? Las autoridades educativas de la provincia de Buenos Aires conciben a la educación especial como: “Un conjunto de recursos educativos que se ponen a disposición de los alumnos con NEE, con el fin de facilitarles, en su máximo nivel, la participación en situaciones educativas normalizadas. Para ello se debe contemplar la búsqueda de los entornos menos restrictivos posibles para dar respuesta a sus necesidades educativas (a través de la intervención directa, apoyos o asistencia indirecta)”4. En síntesis, la educación especial brinda a los docentes de la escuela común los recursos y las estrategias para efectivizar la inclusión. Ambas instituciones deben participan en la elaboración del proyecto de integración del alumno con NEE para luego ser elevado a inspección para su aprobación. El Proyecto de Integración Individual El Proyecto de Integración Individual es producto del trabajo en equipo entre la escuela común y los equipos transdiciplinar y reúne las propuestas que se implementarán para volver accesible el currículum a un alumno determinado. Debe construirse en “un marco de flexibilidad, con la participación activa de 4 Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Circular Técnica General Nº 2: “Dar a conocer el Documento ¿De qué hablamos cuando hablamos de adaptaciones curriculares? (en adelante CTG Nº 2)”, 1 de julio de 2004, p. 3. – Si bien esta circular no está en vigencia hay temas que se abordan en ella que sirven para clarificar algunas cuestiones referidas a los temas que estamos abordandoSegún la ley de la provincia de Buenos Aires los alumnos con NEE con discapacidad deben tener una doble matriculación en escuela común y en escuela especial.,no ocurre así en otras jurisdicciones de nuestro país. ....http://abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacionespecial/normativa/circulargeneral2.pdf 7 todos los actores institucionales intervinientes en el proceso y de la familia del alumno. Se caracteriza por: - Ser parte del Proyecto Educativo Institucional, del Proyecto Curricular Institucional y del Proyecto Curricular del Aula. ·- Comprometer a las instituciones escolares de referencia. - Promover el trabajo en equipo como dinámica cotidiana. - Ser flexible, con aceptación de un margen de imprevisibilidad. - Implementarse con criterio de realidad: personal, grupal, institucional y contextual. - Incluir un plan de evaluación continua y los ajustes pertinentes. - Sostenerse en la formación docente continua de los equipos involucrados”5. Por sus características el Proyecto de Integración requiere una organización escolar flexible, el trabajo en equipo como mandato inexcusable, con dinámica interinstitucional y transdisciplinaria, la definición de los roles de sus miembros, la intervención didáctica con la peculiaridad de las adaptaciones curriculares, la selección y el uso de los recursos necesarios”6. Cuando emprendemos esta tarea debemos tener en cuenta que no existen fórmulas mágicas o recetas para la construcción del mismo sólo el 5 Ibíd., p. 8 6 Ibíd., p. 6. 8 trabajo cooperativo entre las instituciones educativas intervinientes, con un enfoque transdisciplinar. La elaboración de estrategias de aprendizaje ¿Qué pasos se deben seguir ? 1. Establecer, con el mayor grado de precisión y concreción posible, qué es lo que quisiéramos que el alumno aprendiera. Dicho de otro modo supone plantearnos el interrogante sobre qué es lo que el alumno no hace y el diseño curricular nos plantea que logre. Para ello, por un lado, deberíamos conocer profundamente el área y sus contenidos (secuencia lógica de conceptos, conocimientos previos necesarios, etc.) y, por otra parte, tendríamos que poseer un ajustado conocimiento del alumno con NEE y su entorno. En éste punto, vale la pena destacar, la necesidad de realizar una evaluación completa de sus necesidades educativas especiales. Hay un dicho que sostiene que para enseñarle inglés a Juan hay que saber bien el inglés y hay que conocer bien a Juan7. Es necesario entonces tener en cuenta las capacidades del alumno (discapacidades, limitaciones y necesidades de apoyo), su historia educativa (en diálogo también con los profesionales que lo han atendido), su competencia curricular (constatarse las necesidades del alumno en lo referente a la apropiación de los aprendizajes previstos en las expectativas de logro del diseño curricular) y su estilo de aprendizaje. Esto último se refiere al peculiar modo que posee cada alumno, de acuerdo con su NEE, para construir sus aprendizajes. El estilo de aprendizaje contempla desde las condiciones físico ambientales en que ese alumno concreto trabaja más cómodo, sus preferencias ante determinadas formas de agrupamiento, las 7 Ibíd., p. 14. 9 características de su atención, la estructura y tipo de motivación, sus actitudes frente a las dificultades, sus estrategias de aprendizaje, su forma de resolver las situaciones problemáticas, el tipo de contenidos y actividades que resuelve con mayor facilidad, las interacciones y vínculos que entabla en el aula y en los momentos de recreación, hasta los materiales y el tipo de lenguaje que actúan como facilitadores del aprendizaje y su particular respuesta ante propuestas alternativas de intervención docente, uso de nuevas estrategias, reorganización del contenido, recursos facilitadores de la comprensión8 (aquí, en el caso del síndrome de Down es vital el diálogo con los profesionales que, contratados por la familia, atienden al niño – psicólogo, terapista ocupacional, psicopedago entre otros-. Es necesario también evaluar los contextos: - Contexto familiar: tendrá en cuenta las características de la familia (socio económicas, culturales, psicológicas), expectativas de los padres, apoyo emocional, cooperación, vínculos, relaciones, comunicación, hábitos y pautas de educación, recursos de que dispone, posibilidades educativas de su entorno familiar. - Contexto Social: se tomarán las características de la comunidad y el medio en el que interactúa ese alumno y su influencia sobre las NEE, la autonomía con que se maneja en el mismo, su vinculación y tipo de interacciones que entabla con el medio, los recursos y posibilidades educativas de este último, los apoyos que puede brindarle. - Contexto Educativo: se plantea la necesidad del análisis -desde la óptica de cada uno de los integrantes de los equipos intervinientes - de las características de la intervención educativa de los otros con sentido cooperativo. Se podrá analizar la adaptabilidad de la propuesta curricular, las estrategias de abordaje que favorecieron el aprendizaje, las que fueron estériles y las que los obstaculizaron, las metodologías, el tipo de experiencias 8 Anexo I, p. 5. 10 y actividades planteados, el vínculo y el apoyo emocional de los docentes, el clima del aula, el grupo de pares, la temporalización, disponibilidad de recursos materiales y humanos adecuados, etc. 9. 2. Determinar el punto de partida o lo que es capaz de hacer nuestro alumno en relación con las expectativas de logro y contenidos planteados en el diseño curricular jurisdiccional. Para ello necesitamos realizar una ajustada evaluación de su competencia curricular. Es esta evaluación junto con el conocimiento de las necesidades educativas especiales concretas y del área a enseñar, lo que posibilitará la toma de decisiones con referencia a cuál va a ser el primer paso a dar, la primera experiencia a planificar. Evaluar la competencia curricular y describir el complejo entramado de procesos cognitivos, motivacionales, afectivos, etc. que constituyen su estilo de aprendizaje. 3. Establecer los pasos posibles para alcanzar el objetivo esperado. Esos pasos deben ser concretos, claramente enunciados y estar al alcance del alumno en ese momento. Tenemos que seleccionar los contenidos más adecuados, organizándolos y secuenciándolos. 4. Seleccionar los métodos, procedimientos y estrategias de enseñanza más adecuadas para ese alumno, las que más se ajustan a lo que conocemos sobre cómo aprende y sobre sus necesidades educativas especiales. 9 Ibíd. 11 5. Evaluar si lo hecho hasta el momento ha posibilitado el aprendizaje esperado, de lo contrario tendremos que detectar en qué paso y en qué aspecto cometimos el error.10 Estas actividades demuestran la responsabilidad, la profesionalidad y el compromisos que las instituciones educativas intervinientes tiene en relación a ese alumno con NEE sea discapacitado o no. Es aquí donde se observa una real y efectiva inclusión escolar. En tal sentido volvemos a repetir que no hay recetas establecidas, que cada proyecto de integración es individual porque se planifica en relación a un sujeto único e irrepetible y por lo tanto en el devenir de esta tarea nos encontraremos con más de una dificultad, cometiendo muchas veces errores involuntarios: eso no debe hacer que bajemos los brazos sino que por el contrario nos movilice a realizar una auto evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje para rectificar el rumbo ¿El fin … no vale la pena? Evaluación y Acreditación. Marco formal En relación a la evaluación, la normativa de la provincia de Buenos Aires dispone que : - Los equipos intervinientes son los responsables de la elaboración de las estrategias para la integración del alumno. - En todos los casos, si al finalizar los períodos de compensación, el alumno no hubiera acreditado los propósitos establecidos en el proyecto de integración, los equipos interinstitucionales decidirán la conveniencia de su 10 CGT Nº 2, p. 14. 12 repitencia y/o la acreditación de competencias logradas exclusivamente por educación especial. (por lo tanto en caso de que el alumno alcance los logros previstos en su proyecto de integración, acredita la escuela común). - Si un alumno debiera reiterar su repitencia se reverá su integración. - La integración supone una doble matriculación: en servicio de educación especial y en servicio de educación común y la certificación de sus saberes es por ciclo y por año. La promoción del alumno integrado por ciclo y/o área será responsabilidad conjunta de educación común y educación especial. La certificación la realizará la Rama que corresponda de acuerdo a las situaciones particulares de cada alumno.11 Evaluando los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula La evaluación debe ser tomada como una instancia más en el proceso de enseñanza-aprendizaje de un alumno con NEE. Debe ser considerado un instrumento importante para que nos vaya brindando de manera continua y permanente información sobre: cómo aprende el alumno, que tipo de ayudas y recursos se precisan para facilitar el proceso de aprendizaje, cómo utiliza los conocimientos y cómo ha sido el proceso de enseñanza que se ha llevado a cabo para ello. La escuela inclusiva debe lograr conciliar una enseñanza respetuosa de las diferencias y de los procesos individuales de aprendizaje con una evaluación igual para todos. Como ya hemos expuesto con anterioridad no se debe realizar programas individuales sin ninguna relación en sus contenidos con los que realizan el resto de los alumnos en el aula. 11 Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Resolución 2543/03, Anexo II, p. 2. http://abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacionespecial/normativa/anexo1-2543-03.pdf 13 Se debe dar la oportunidad a los alumnos de expresar el conocimiento a través de diferentes maneras. En relación a este tema un informe que realizaron especialistas en el área de educación, representando a todos los estados que integran el MERCOSUR, afirma que al momento de evaluar se debe identificar aquellos factores que facilitan o limitan el proceso de aprendizaje y de participación de los alumnos. En el mismo informe nos sugieren algunos aspectos a tener en cuenta : - Aspectos físicos y ambientales: accesibilidad, iluminación, nivel de ruido, distribución del espacio, etc.. - Clima del aula o aspectos interactivos: actitudes y expectativas de los docentes, relaciones docente-alumnos, relaciones entre los alumnos, etc.. - Práctica pedagógica: estrategias metodológicas, programación, procedimientos de evaluación, apoyos, etc.. Procedimientos de evaluación La evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje puede realizarse a través de diferentes procedimientos e instrumentos, sin embargo uno de los más valiosos es la observación. Toda observación busca una estructuración de datos con el fin de extraer de ellos su significación. Por ello, supone cierta reducción del campo a observar, una selección de la investigación y un procedimiento de actuación de acuerdo a un marco teórico. Desde esta perspectiva, los docentes debemos tener claro a priori ¿Qué es lo que se quiere observar?, ¿Por qué se quiere observar? Y ¿Para qué se quiere observar? En este punto, vale la pena diferenciar dos grandes tipos de observación evaluativa: 14 1. De proceso, actuación o ejecución, para analizar y valorar ciertas situaciones educativas en el ámbito del aula, cómo influyen en el proceso de aprendizaje de los alumnos y efectuar un seguimiento y un control sistemático de éste. Esta información es de vital importancia para retroalimentar el proceso de enseñanza y tomar decisiones orientadas a la mejora del planeamiento y la acción educativa en cuanto a metas, contenidos, estrategias, necesidades de apoyos, adecuaciones, recursos, etc. 2. De producto o resultados, cuando el propósito de la observación es asignar una calificación a la actuación del alumno. En estos casos, la observación deberá ser “controlada”. Dicho control hará posible una mayor objetividad. Existen diversas técnicas e instrumentos que facilitan llevar un control de los procesos de aprendizaje de los alumnos: - Registros anecdóticos: Registro escrito de los hechos, las anécdotas o los incidentes más significativos o relevantes en la conducta y desempeño de los alumnos. Normalmente, esta técnica se utiliza en aquellos casos específicos de alumnos o grupos de alumnos que evidencian dificultades en el comportamiento o en la interacción. - Diario del maestro: Registro escrito de las observaciones informales que realiza el docente sobre el impacto de las estrategias aplicadas a alumnos o grupos de alumnos; sentimientos o percepciones propias o expresadas por los alumnos frente a determinadas propuestas, situaciones o actitudes. - Registro de observación: Es una pauta semiabierta que permite registrar los logros en relación con los objetivos establecidos a partir de una serie de indicadores que es posible observar durante las actividades del aula. - Lista de verificación: Es una lista de rasgos de conducta o de características, habilidades, logros de aprendizaje, que son observados por el docente según relación presencia ausencia. Es recomendable que incluyan un ítem abierto de observaciones que permita registrar aspectos cualitativos del 15 desempeño. Se utiliza con frecuencia para registrar sistemáticamente rasgos de conducta, cumplimiento de tareas, y progreso en los aprendizajes. - Análisis de los trabajos y las producciones del alumno: Puede completar el trabajo de observación. El análisis proporciona información sobre cómo son las producciones de los alumnos, cuáles sus errores más frecuentes, cómo organizan el trabajo, qué hábitos tienen, así como su evolución a lo largo del curso. También es un buen medio para determinar la distancia del niño o niña con su grupo, y cómo es el tipo de trabajo que se desarrolla en la sala de clases; que tipo de tareas se hacen con mayor frecuencia, cuáles no se plantean casi nunca, y cómo evalúa el maestro las tareas de los alumnos. - Listas u hojas de cotejo: Consisten en una serie de criterios de observación relacionados con lo que se desea evaluar, cada uno de los cuales se refiere a una cualidad de logro (positiva o negativa) con relación a algún objetivo y/o contenido que se realiza en un momento preestablecido, por lo general hacia el final de un proceso. Puede otorgarse un puntaje por cada ítem valorado como positivo. - Escalas de calificación: Consisten en una serie de enunciados relacionados con lo que se ha de evaluar, cada uno de ellos seguido por una escala de opciones de graduado valor calificativo. De estas escalas, el docente marca la que a su juicio parece más indicada para describir el producto a evaluar. Resulta indudable que, desde el marco teórico que venimos trabajando, las observaciones evaluativas de proceso y desempeño, son una condición absolutamente necesaria para la evaluación de logros o productos. Es decir, una vez recogida la información sobre las características y posibilidades particulares de cada alumno o cada grupo de alumnos, podrán establecerse pautas más ajustadas sobre los logros deseados y esperables en cada caso. El hecho de contar con diversos y variados tipos de información sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y sus resultados resulta de fundamental importancia para valorar la calidad y efectividad de las estrategias y los apoyos 16 adoptados, así como para introducir las modificaciones y adecuaciones que se consideren pertinentes. Algunas recomendaciones frecuentes a los docentes comunes Una de las especialistas más destacadas en nuestro país en este tema María Eugenia Yadarola nos sugiere algunas cuestiones que como docente tenemos que tener en cuenta al momento de iniciar nuestras prácticas. Estas son: - Partir siempre de lo concreto para el aprendizaje. Usar referentes concretos, gráficos y/o visuales. Esto podrá ser útil desde que se enseña las nociones arriba–abajo, mostrándolas en referencia al propio cuerpo del niño; como podrá ser necesario para el joven que debe aprender en Química los elementos de la materia, los pasos del método científico. - Acercamiento al alumno integrado para, primero, asegurarse que haya comprendido bien la consigna antes de comenzar la actividad y, luego, para observar si la esta realizando adecuadamente. - Ayudar desde una organización externa a una organización interna el en niño. En esto la mediación es fundamental para ayudar al niño o joven a comprender las estrategias cognitivas que debe poner en práctica, y planificarlas, desde un dibujo hasta resolver un problema de matemática. - Reducir la complejidad de la información, la cantidad de estímulos. Comenzar con una consigna por vez. 17 - Priorizar el logro de objetivo de una actividad por sobre la tarea especifica. Por ejemplo, la comprensión de un texto por sobre la mera copia del pizarrón. Alentar las producciones y logros de los alumnos, valorándolas en el grupo clase. _ Trabajar conjuntamente de forma conjunta escuela-familia y equipo de apoyo. - Confiar en las posibilidades de aprendizaje del niño o joven integrado, tenga síndrome de Down u otra necesidad educativa especial. Otros especialistas también ponen énfasis en recordarnos que no debemos obligar a los alumnos con NEE a competir con el resto de los compañeros. 18 Conclusiones Como ya hemos expresado en el transcurso de este módulo para que haya una verdadera inclusión educativa los docentes de colegios comunes debemos abandonar la antigua concepción sobre que la educación especial era una educación brindada a un determinado tipo de personas para comenzar a ser concebida como el conjunto de recursos puestos a nuestra disposición para permitir la adecuación de la respuesta educativa a las necesidades educativas que requiere cada persona en el entorno menos restrictivo posible. En la inclusión intervienen equipos transdiciplinarios que trabajamos de manera mancomunada sin competir ni imponerse unos sobre otros porque detrás de cada caso hay un individuo y una familia que necesita de profesionales de la educación. La escuela común debe ser el lugar prioritario donde tenga lugar el aprendizaje de los niños con NEE. Los docentes de estos establecimientos somos quienes debemos llevar adelante la enseñanza, implementando, con el apoyo de los equipos interinstitucionales y de la familia del niño, el Plan de Integración. Para que nuestras prácticas logren alcanzar una educación de calidad como docentes necesitamos: ser creativos, abiertos y flexibles a la hora de implementar los cambios que sean necesarios, mantener un permanente proceso de auto evaluación de nuestras prácticas cotidianas, evaluando los progresos en períodos cortos para planificar nuevas estrategias a partir de la información que nos brinda la observación en el aula y la evaluación. La educación inclusiva ha demostrado ser la mejor forma de brindarle a las personas con NEE una plena inclusión social. Pero también ha probado ser profundamente enriquecedora para todos los demás participantes del sistema escolar (docentes, alumnos sin NEE, comunidad educativa en general). 19 Hoy ya nadie niega que la sociedad no es homogénea, que cada persona es única e irrepetible, que tiene un conjunto de derechos que le asisten por el solo hecho de ser sujeto. ¿No es el momento de poner en práctica estas ideas? Hemos llegado al final del módulo y nos gustaría terminar este trabajo transcribiendo las siguientes expresiones de María Eugenia Yadarola: “La persona con síndrome de Down es un ser que se hace inteligente a lo largo de su vida. Esto va a ocurrir siempre y cuando la familia, la escuela y la sociedad, como mediadores de cultura, le ofrezcan la posibilidad” ¿Nos ayudas a que esto sea posible??... 20 Bibliografía - Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Resolución 2543/03,Anexos I y II. http://abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacionespecial/normativa/an exo1-2543-03.pdf - Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Circular Técnica General Nº 2: “Dar a conocer el Documento ¿De qué hablamos cuando hablamos de adaptaciones curriculares?”, 1 de julio de 2004. http://abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/educacionespecial/normativa/cir culargeneral2.pdf -Declaración de Salamanca y Marco de Acción, julio de 1994, p. 7. http://www.congreso.gob.pe/comisiones/2006/discapacidad/tematico/educacion /SALAMA_S.pdf - Educar en la diversidad en los países del MERCOSUR. Material de formación docente. Ministerio de Educación de Chile, 2008. - López Melero, Miguel y otros, Proyecto Roma. Primer Congreso Internacional de reflexión y conclusiones del Proyecto Roma. Málaga. Universitas Malacitana, 1997. - Yadarola, María Eugenia, Evaluación de las necesidades educativas especiales y estrategias de intervención. Ponencia presentada en el Primer Congreso Internacional de Integración de niños con discapacidad a la Escuela Común. Buenos Aires, 1998. 21 ANEXO BIBLIOGRÁFICO Del Cerro, María Mercedes y Troncoso, María Victoria, Síndrome de Down, lectura y escritura, edición digital Fundación Iberoamericana Down21 Manual, 2009, http://www.down21.org/educ_psc/material/librolectura/index.html Capítulo 1. Desarrollo de la funciones cognitivas en los alumnos con síndrome de Down (selección). Características generales de los alumnos con síndrome de Down INTRODUCCIÓN Las tres últimas décadas han visto cambiar sustancialmente la actitud y el interés por las personas con síndrome de Down y, en consecuencia, ha aumentado extraordinariamente el número de trabajos de investigación y de publicaciones sobre sus características y sus posibilidades en todos los ámbitos de la vida: escolar, social, laboral. Actualmente residen, conviven y participan en la comunidad; se les ve, se les trata. Ello ha permitido conocerles más y mejor; también ha servido para demostrar que todavía nos falta mucho por conocer. Si, por una parte, su mayor accesibilidad facilita el análisis de sus características, por otra, al multiplicarse las variables ambientales de la integración social, que son tan diferentes y difíciles de evaluar, resulta más difícil realizar un buen trabajo de investigación y de seguimiento que tenga en cuenta todas esas variables. A pesar de estas dificultades, podemos afirmar que estamos siendo testigos de una positiva evolución en el desarrollo de las personas con síndrome de Down, gracias a los progresos realizados en su atención, cuidados y educación durante las etapas tempranas de la vida. Constatamos igualmente que cuando los programas escolares, laborales y de integración social son adecuados en su contenido y en el modo de llevarlos a cabo, la mejoría observada en sus niveles de desarrollo se mantienen elevados en comparación con los apreciados en épocas anteriores (Shepperdson, 1995; Flórez, 1996). Y esto es tanto más interesante por cuanto el buen desarrollo de 22 tales programas no exigen del individuo unos niveles intelectuales muy altos; gracias a dichos programas podrán realizar toda una serie de actividades muy variadas que pueden aprenderse con metodologías adaptadas. Estos datos son orientadores sobre las expectativas del aprendizaje académico, pero evidentemente, no sirven para conocer las características propias de una persona concreta, ni aclaran qué aspectos de las distintas baterías o pruebas son los más significativos. Hay un hecho por encima de todos que conviene destacar. Tanto la investigación biológica como la investigación psicológica demuestran la existencia de una gran variabilidad individual entre las personas con síndrome de Down, aunque existan una serie de características comunes entre ellas. Igualmente, muestran aspectos comunes con otras personas que poseen otras formas de deficiencia mental, como también los muestran en relación con personas que no tienen deficiencia alguna. Todo ello significa que la tarea que tenemos por delante es grande si queremos detectar cuáles son la peculiaridades y características consiguientes a la patología cerebral del síndrome de Down, y cómo estas características se expresan en una persona concreta que, en función de sus propios rasgos biológicos y de su devenir ambiental específico, posee una reaccionabilidad y personalidad propias e intransferibles. Sólo así conseguiremos que nuestros programas de educación e intervención sean más ajustados y, por tanto, más eficaces. DESARROLLO MENTAL Existen estudios que describen con todo detalle las alteraciones que suelen aparecer con frecuencia, tanto en la estructura como en la función del cerebro de las personas con síndrome de Down (Chapman y Hesketh, 2000; Flórez, 2005; Fidler y y Andel, 2007). Esta patología es apreciada en las primeras etapas de la vida y se mantiene, e incluso puede ser incrementada, con el transcurso de los años. Como es lógico, interesa conocer de manera particular la influencia que ejerce sobre el desarrollo inicial de los circuitos cerebrales, ya 23 que este desarrollo va a condicionar el establecimiento y la consolidación de las conexiones y redes nerviosas necesarias para que se establezcan con plenitud los mecanismos de la atención, de la memoria, de la capacidad para la correlación y el análisis, del pensamiento abstracto, etc. De acuerdo con los datos morfológicos y funcionales obtenidos de los cerebros, numerosos trabajos han comprobado que, en mayor o menor grado, suelen existir en las personas con síndrome de Down, problemas relacionados con el desarrollo de los siguientes procesos: Los mecanismos de atención, el estado de alerta, las actitudes de iniciativa. La expresión de su temperamento, su conducta, su sociabilidad. Los procesos de memoria a corto y largo plazo. Los mecanismos de correlación, análisis, cálculo y pensamiento abstracto. Los procesos de lenguaje expresivo. Los datos actuales permiten afirmar que la mayoría de los alumnos con síndrome de Down funcionan con un retraso mental de grado ligero o moderado, a diferencia de las descripciones antiguas en las que se afirmaba que el retraso era en grado severo. Existe una minoría en la que el retraso es tan pequeño que se encuentra en el límite de la normalidad, y otra en la que la deficiencia es grave, pero suele ser porque lleva asociada una patología añadida de carácter neurológico, o porque la persona se encuentra aislada y privada de toda enseñanza académica. Este cambio se debe tanto a los programas específicos que se aplican en las primeras etapas (estimulación, intervención temprana), como a la apertura y enriquecimiento ambiental que, en conjunto y de manera inespecífica, está actuando en la sociedad actual sobre todo niño, incluido el que tiene síndrome de Down. Lo que resulta más esperanzador es comprobar, a partir de algunos estudios longitudinales, que no tiene por qué producirse deterioro o regresión al pasar a edades superiores (niño mayor, adolescente) cuando la acción 24 educativa persiste. El coeficiente intelectual puede disminuir con el transcurso del tiempo, en especial a partir de los 10 años. Pero la utilización de la edad mental ayuda a entender mejor el paulatino enriquecimiento intelectual de estos alumnos, puesto que dicha edad mental sigue creciendo, aunque a un ritmo más lento que la edad cronológica. Además muchos aprendizajes nuevos y experiencias adquiridas a lo largo de la vida, si se les brindan oportunidades, no son mediales con los instrumentos clásicos, pero qué duda cabe que suponen un incremento en las capacidades del alumno. Existe un conjunto de características que son comunes con otras formas de deficiencia mental: El aprendizaje es lento. Es necesario enseñarles muchas más cosas, que los niños sin deficiencia mental las aprenden por sí solos. Es necesario ir paso a paso en el proceso de aprendizaje. Sabemos que, cuando se tienen en cuenta estas características y se ajusta consiguientemente la metodología educativa, mejorando las actitudes, adaptando los materiales y promoviendo la motivación, los escolares con síndrome de Down son capaces de aprender mucho y bien; ciertamente, bastante más de lo que hasta hace unos años se creía. Es preciso tener en cuenta los problemas que más comúnmente apreciamos en este grupo. En primer lugar hay que considerar el estado general de salud y la funcionalidad de sus órganos de los sentidos, muy en particular la visión y la audición. Los problemas de visión y de audición son muy frecuentes pero, lo que es importante, son corregibles; es evidente que su mal funcionamiento ha de repercutir muy negativamente en los procesos de entrada de la información y en su posterior procesamiento cerebral. En los preescolares con síndrome de Down suelen apreciarse las siguientes características en el área cognitiva: 25 Ausencia de un patrón estable o sincronizado en algunos ítems. Retraso en la adquisición de las diversas etapas. La secuencia de adquisición, en líneas generales, suele ser similar a la de los niños que no tienen síndrome de Down, pero a veces se aprecian algunas diferencias cualitativas. Suele haber retraso en la adquisición del concepto de permanencia del objeto; una vez adquirido, puede manifestarse de modo inestable. La conducta exploratoria y manipulativa tiene grandes semejanzas con otros niños de su misma edad mental; pero, aun mostrando un interés semejante, su atención dura menos tiempo. La sonrisa de placer por la tarea realizada aparece con frecuencia, pero no suele guardar relación con el grado de dificultad que han superado, y parece como si no supieran valorarla. El juego simbólico va apareciendo del mismo modo que en otros niños, conforme avanzan en edad mental. Pero el juego es, en general, más restringido, repetitivo y propenso a ejecutar estereotipias. Presentan dificultades en las etapas finales del juego simbólico. En la resolución de problemas, hacen menos intentos y muestran menos organización. En su lenguaje expresivo, manifiestan poco sus demandas concretas aunque tengan ya la capacidad de mantener un cierto nivel de conversación. Pueden verse episodios de resistencia creciente al esfuerzo en la realización de una tarea, expresiones que revelan poca motivación en su ejecución, e inconstancia en la ejecución, no por ignorancia sino por negligencia, rechazo, o miedo al fracaso. Si nos parece importante señalar y puntualizar estos aspectos negativos, es porque la intervención educativa tiene clara capacidad de conseguir una 26 mejoría. Cuando esto se hace, el niño termina su etapa preescolar habiendo adquirido en un grado aceptable las siguientes cualidades: Un buen desarrollo de la percepción y memoria visual. Buena orientación espacial. Una personalidad que podríamos definir como de «tener gusto en dar gusto»; no rechaza, en principio, el trabajo en general, aunque después señalaremos ciertos problemas. Éste es un elemento que va a depender mucho de la percepción emocional que el interesado experimente en relación con su educador. Buena comprensión lingüística, en términos relativos, y siempre que se le hable claro y con frases cortas. Suele disponer de suficiente vocabulario, aunque después se señalarán sus problemas lingüísticos. En general, lo que ha aprendido bien suele retenerlo, aunque es necesario reforzar y consolidar el aprendizaje. En cambio, en el niño se constata una serie de puntos débiles o dificultades que presenta con frecuencia: Tiene dificultades para trabajar solo, sin una atención directa e individual. Tiene problemas de percepción auditiva: no capta bien todos los sonidos, procesa mal la información auditiva, y por tanto responde peor a las órdenes verbales que se le dan. Por otra parte, tiene dificultades para seguir las instrucciones dadas a un grupo; a veces observaremos que el niño hace los movimientos y cambios de situación que se han ordenado al grupo, pero su conducta es más el resultado de la observación e imitación que de una auténtica comprensión e interiorización de lo propuesto por el profesor. 27 Tiene poca memoria auditiva secuencial, lo que le impide grabar y retener varias órdenes seguidas; es preciso, por tanto, darlas de una en una y asegurarse de que han sido bien captadas. Tiene dificultades para el lenguaje expresivo y para dar respuestas verbales; da mejor las respuestas motoras, lo cual debe ser tenido en cuenta por el educador para no llamarse a engaño creyendo que el niño no entiende una orden si lo que espera es sólo una respuesta verbal. Presenta ciertos problemas de motricidad gruesa (equilibrio, tono, movimientos de músculos antigravitatorios) y fina (manejo del lápiz y las tijeras). No acepta los cambios rápidos o bruscos de tareas; no comprende que haya que dejar una tarea si no la ha terminado, o que haya que interrumpirla si se encuentra a gusto con ella. La concentración dura poco tiempo. Se nota a veces en la mirada superficial, que se pasea sin fijarse. El problema no es siempre de pérdida de concentración sino de cansancio. En los juegos con los compañeros es frecuente que el niño esté solo porque así lo elige, o porque no puede seguir tanto estímulo y con tanta rapidez, o porque los demás se van cansando de animarle a participar y de tener que seguir su propio ritmo. Presenta dificultades en los procesos de activación, conceptualización y generalización. Le cuesta comprender las instrucciones, planificar las estrategias, resolver problemas y atender a diversas variables a la vez. Su edad social es más alta que la mental, y ésta más alta que la edad lingüística; por ello puede tener dificultad para expresarse oralmente en demanda de ayuda. 28 Este listado no supone que un alumno en concreto presente todo este conjunto de problemas, y mucho menos aún que todos los alumnos presenten el mismo grado de dificultad. Ante esta problemática no cabe adoptar una actitud pasiva, sino que el buen educador trata de compensar, estimular, activar o buscar alternativas que compensen o mejoren las dificultades intrínsecas. A modo de ejemplo y sin ánimo de agotar las posibilidades, destacamos en la tabla 1 adaptada de Anita Espinosa de Gutiérrez, unas pautas de intervención que sirvan de solución a los correspondientes problemas, y que, aun referidas a alumnos con deficiencia mental en general, son eficaces para los alumnos con síndrome de Down en particular. En el capítulo siguiente se expondrán orientaciones específicas adaptadas a cada etapa de preescolar y escolar. Tabla 1. Características del niño con síndrome de Down Problemas 1. Su aprendizaje se realiza a ritmo lento 2. Se fatiga rápidamente y su atención no se mantiene por un tiempo prolongado Soluciones 1. Brindarle mayor número de experiencias y muy variadas, para que aprenda lo que se le enseña 2. Trabajar inicialmente con él durante periodos cortos y prolongarlos poco a poco 3. Su interés por la actividad a 3. Motivarlo con alegría y con objetos veces está ausente o se sostiene llamativos y variados para que se interese por poco tiempo en la actividad 4. Muchas veces no puede realizar 4. Ayudarle y guiarle a realizar la actividad, la actividad solo 5. La curiosidad por conocer y explorar lo que lo rodea está limitada hasta que la pueda hacer solo 5. Despertar en él interés por los objetos y personas que lo rodean, acercándose a él y mostrándole las cosas agradables y llamativas 29 6. Le cuesta trabajo recordar lo que ha hecho y conocido 6. Repetir muchas veces las tareas ya realizadas, para que recuerde cómo se hacen y para qué sirven. 7. No se organiza para aprender de los acontecimientos de la vida diaria 7. Ayudarle siempre a aprovechar todos los hechos que ocurren a su alrededor y su utilidad, relacionando los conceptos con lo aprendido en "clase" 8. Es lento en responder a las órdenes que se le dan 8. Esperar con paciencia y ayudarle, estimulándole al mismo tiempo a dar una respuesta cada vez más rápida 9. No se le ocurre inventar o 9. buscar situaciones nuevas Conducirle a explorar situaciones nuevas y a tener iniciativas 10. Tiene dificultad en solucionar 10. Trabajar permanentemente dándole problemas nuevos, aunque éstos oportunidades de resolver situaciones de sean parecidos a otros vividos la vida diaria, no anticipándose a él, ni anteriormente respondiendo en su lugar. 11. Puede aprender mejor cuando 11. Conocer en qué orden se le debe ha obtenido éxito en actividades anteriores las enseñar, ofrecerle muchas oportunidades de éxito y secuenciar bien las dificultades 12. Cuando conoce de inmediato 12. Decirle siempre lo bien que lo ha hecho los resultados positivos de su y animarle por el éxito que ha logrado. Así actividad, se interesa más en se obtiene mayor interés y tolera más seguir colaborando tiempo de trabajo 13. Cuando participa activamente 13. Planear actividades en las cuales él en la tarea, la aprende mejor y la sea olvida menos quien intervenga o actúe como persona principal 14. Cuando se le pide que realice 14. Seleccionar las tareas y repartirlas en muchas tareas en corto tiempo, se el tiempo, de forma tal que no le agobien ni confunde y rechaza la situación le cansen 30 Capítulo 2. Programas educativos para niños con Síndrome de Down (selección) DIFICULTADES DE LA PRIMERA TRANSICIÓN Como hemos dicho, es frecuente que los niños con síndrome de Down bien estimulados y con una buena evolución se incorporan a la escuela infantil con una línea base de nivel muy semejante a la de sus compañeros, e incluso en algunas áreas pueden superarles aunque en otras estén por debajo, como es en la del lenguaje expresivo. Sin embargo, en 2 o 3 años, quedan por detrás y alejados de sus compañeros en las adquisiciones preacadémicas. (Troncoso et al., 1994). Esto se debe, en parte, a las consecuencias que la alteración biológica produce en su desarrollo y en sus funciones, pero también se debe al cambio producido en los programas educativos. Los programas que recibe el niño a partir de los 3 o 4 años no están adecuadamente elaborados para él porque no hay una selección correcta de los objetivos, éstos no están bien secuenciados y no se detalla con precisión cómo pueden lograrse. Los programas no son específicos, especializados, estructurados, individualizados como lo son los de la etapa de atención temprana. En la etapa preescolar ordinaria nos encontramos con los programas generales, diseñados para niños sin dificultades, que se llevan a cabo con demasiada rapidez para los niños con dificultades mentales y, por tanto, para los niños con síndrome de Down. En dichos programas hay algunos contenidos que en esta etapa son irrelevantes o inapropiados para los niños con síndrome de Down, y que no permiten incluir otros objetivos fundamentales, en los que ni siquiera se ha visto la necesidad de incorporarlos al programa. Tampoco se tienen en cuenta las características específicas de estos niños, ni las de un alumno en particular que siempre es diferente de otros niños con síndrome de Down, como lo son sus familiares y sus estilos educativos. Como consecuencia, es muy frecuente y doloroso que los alumnos con síndrome de Down que reciben su educación en centros de integración escolar, no adquieran una serie de aprendizajes y habilidades que van a permitirles beneficiarse plenamente de los programas académicos que la actual escuela común les ofrece. Tampoco se preparan y forman adecuadamente 31 para su vida de integración social y laboral de adultos. Al menos esto ha pasado y está pasando en España con los primeros alumnos con síndrome de Down en integración escolar que ya han terminado su escolaridad y con los que están a punto de terminarla. Este es el motivo por el que nos ha parecido conveniente no sólo exponer nuestro método de lectura y escritura, sino dedicar además una parte de esta obra a describir aquellos aspectos de los programas de atención temprana que están relacionados directamente con los aprendizajes académicos en general, pero sobre todo con la lectura y escritura en particular. Confiamos en que, con estas orientaciones, muchos alumnos con síndrome de Down progresen mejor en la escuela porque han aprendido a leer y escribir en edades más tempranas. PROGRAMACIÓN POR OBJETIVOS Como hemos dicho anteriormente, los programas educativos para los escolares con síndrome de Down difieren de los de la etapa de Atención Temprana y de los de sus compañeros en la escuela común en su estructuración y sistematización, así como en la descomposición en mayor número de pasos intermedios u objetivos parciales más pequeños. Esto supone que, además de seleccionar algunos objetivos que no están contemplados en los currículos ordinarios, será preciso adaptar otros, tanto en su contenido, que debe reducirse a lo esencial, cono en los materiales utilizados y en las actividades a realizar. Los objetivos a seleccionar serán: Los más importantes y funcionales para ese momento de la vida del niño. Aquellos que son base y fundamento de futuras adquisiciones claramente necesarias. 32 Los que ayuden de un modo claro y determinante al desarrollo de sus capacidades mentales: atención, memoria, percepción, pensamiento lógico, comprensión, etc. A la hora de sistematizar los objetivos específicos, parciales o pasos intermedios, pueden encontrarse dificultades porque no siempre es evidente qué pasos preceden a otros, ni si un niño en concreto necesita más parcelación o, por el contrario, avanza «saltándose» algún paso. Nuestra experiencia nos demuestra que es más eficaz plantearse que el niño necesita avanzar poco a poco, teniendo éxito siempre, y que por tanto hay que elaborar muchos pasos intermedios antes de lograr un objetivo más general. Si un niño no necesita esos pasos, ya nos lo mostrará y le facilitaremos su propio avance más rápido. Muchos de los fracasos escolares que se dan actualmente en la integración escolar se deben a una carencia de programas elaborados o adaptados expresamente para ese alumno concreto con necesidades educativas especiales. Necesitamos ser observadores, flexibles y creativos para analizar las causas de la falta de progreso o progresos demasiado lentos, y así cambiar el programa. Unas veces será porque nos hemos inventado una secuencia determinada y frenamos al niño que no alcanza un paso, cuando a lo mejor puede alcanzar otro diferente que no hemos previsto. Tal vez, las capacidades intuitivas y perceptivas de los alumnos con síndrome de Down son la clave para entender cómo es posible que capten determinadas situaciones de aprendizaje y resuelvan problemas que nos parecen difíciles cuando aún no tienen capacidad de explicar las razones de lo que hacen o de cómo lo hacen. ¿Vamos a privarles por esto último de nuevas oportunidades si, basándonos precisamente en sus puntos fuertes, pueden almacenar y procesar mucha información? Es importante destacar que los alumnos con síndrome de Down pueden mostrar una cierta asincronía en su madurez y en sus adquisiciones. Pueden tener un nivel bajo en una área y, sin embargo, están maduros para avanzar más en otra. Consideramos que es un error frenarles en un aspecto hasta que 33 vayan igualándose con el más retrasado. Antes al contrario, creemos firmemente que, sin descuidar un trabajo mejor elaborado y realizado en las áreas más difíciles, conviene dejarle progresar cuanto pueda en las áreas más fáciles para él. De esta forma, no sólo ganará en su estima personal, sino que de un modo indirecto se le facilitará el progreso en el área de mayor retraso. Esto es evidente en el programa de lectura, que exponemos en este libro. Los niños pueden iniciarlo cuando su lenguaje oral es mínimo, siendo un dato comprobado que la lectura les facilita hablar antes, más y mejor (Buckley, 1992). Los patrones aparentes que muestran en algunos momentos pueden ser síntoma de que en ese instante están al máximo de su capacidad, o que están consolidando y generalizando lo adquirido, o que su avance en otras áreas no les permite avanzar de un modo simultáneo en la que aparece frenada. Nunca debemos creer que se dio la plataforma o meseta permanente e inmutable. Hay que continuar trabajando. Si tenemos cuidado en la elaboración de un programa con objetivos específicos, parciales, intermedios, para alcanzar un objetivo más amplio y general, es evidente que eso nos permite trabajar sin ambigüedades y que vamos a lo concreto. De esta forma, es fácil evaluar los progresos y las dificultades. Muchos programas son un fracaso porque a veces son demasiado generales y ambiguos, o porque ofrecen unos materiales o actividades para desarrollarlos que se saltan los pasos intermedios, que deben ser más numerosos y más parcelados, ya que los alumnos así lo necesitan. Mantener ese objetivo claro y específico no implica rigidez, sino que facilita: Una programación concreta que todos cuantos intervienen en la educación del niño deben conocer y pueden entender. Una observación detallada. Un registro diario. Una evaluación de resultados a corto plazo. 34 Y, como consecuencia, un cambio ágil en cuanto se supere el objetivo o se observe un error de programación o el alumno no progrese. Así se evita el fracaso del alumno, el del educador y la frustración de todos. Los alumnos con síndrome de Down necesitan mucha más práctica y repetición de actividades y ejercicios, debiendo variarse convenientemente la presentación del material, para evitar la rutina y el aburrimiento. Si la mayor parte del trabajo es realizado así, podrán alcanzar muchos resultados semejantes a los de sus compañeros. ¡Pronto se darán cuenta de que tienen que esforzarse más que los chicos de su clase y que, aun así, las cosas les salen peor! Nuestro estímulo, comprensión y apoyo estarán siempre presentes. Como se deduce lógicamente, hace falta tiempo, medios, y un cambio en las actitudes de los profesores. ACTITUDES DEL EDUCADOR El modo de relacionarse el adulto con el niño con síndrome de Down y el modo de actuar en las situaciones de aprendizaje, tienen una importancia decisiva para lograr los objetivos que se pretenden. La actitud previa que debe adoptar el profesor es la de llevar al alumno con síndrome de Down al éxito en la realización de tareas y actividades. La experiencia del fracaso frena y bloquea. Si se repite con alguna frecuencia, el alumno perderá la motivación para el aprendizaje y será casi imposible que pueda recuperarla. Por eso es importante determinar claramente los objetivos a conseguir, los pasos necesarios, las pequeñas tareas a realizar y los materiales adecuados. Si se va poco a poco, como por una ligera pendiente, el niño apenas notará la cuesta arriba o el esfuerzo, y el profesor podrá evaluar la adquisición de esos objetivos intermedios. Sabemos que el niño con síndrome de Down necesita un ambiente general que sea estimulante, tanto en el hogar, como en el colegio y en la calle. Esto no quiere decir, en absoluto, que deba participar en muchas actividades, asistir a varios centros, recibir apoyos en muchas áreas, y estar todo el día de «terapia» en «terapia». Los niños que de pequeños han estado sometidos a un estímulo 35 excesivo, han mostrado después lo contrario de lo que se pretendía: hiperactividad, dispersión, desconexión y problemas de conducta. Además de un ambiente enriquecedor y estimulante, lleno de sentido común y vacío de ansiedad, el niño necesita realizar un trabajo sistemático y adecuadamente estructurado que le ayude a organizar bien la información y a prepararse para posteriores adquisiciones más complejas (Troncoso, 1992). Este es el trabajo que debe organizar de manera sistemática el profesor y realizarlo con creatividad, flexibilidad, respeto, exigencia y alegría. CREATIVIDAD Es necesaria porque el niño necesita repetir muchas veces los ejercicios para adquirir hábitos y destrezas, para automatizar gestos y respuestas, para entender conceptos. Si no se «crean» materiales diversos y se presentan de forma variada, atractiva y estimulante, el niño perderá interés o realizará las tareas de un modo mecánico, sin interiorizar los aprendizajes. FLEXIBILIDAD Será fruto de los datos de observación del profesor y de su capacidad de adaptación al niño. El profesor estará atento a las señales que el niño emita, sabrá interpretarlas y adaptarse a ellas. Si el niño muestra interés por un material, o quiere hablar de un tema o desea realizar una actividad, el profesor le ayudará y adaptará su trabajo para que el niño perciba que él también tiene posibilidad de señalar una dirección. No pueden perderse los momentos de iniciativa y creatividad del alumno con síndrome de Down antes, al contrario, conviene estimularlos sin perder de vista los objetivos y sin crear desorden. El profesor estará atento también a otro tipo de señales, menos explícitas, que le servirán para modificar su trabajo. A veces será para ir más deprisa y no frenar el avance de un alumno en algo concreto en lo que tiene más capacidad y madurez. Otras, por el contrario, será para dejarle descansar, respetando sus indicios de fatigabilidad física y psíquica. Y otras, será para aprender del propio niño estrategias más adecuadas para él. En resumen, el profesor debe huir de esquemas rígidos previos, de imposición habitual de tareas y de intransigencia. 36 El compromiso que adquiere el alumno al señalar una preferencia, hace más probable el éxito del trabajo. RESPETO Parece que el respeto es algo evidente y que siempre se da por supuesto, pero la realidad cotidiana no es así, porque, a veces, no se muestra con suficiente claridad y convicción y, otras, porque el alumno con discapacidad psíquica «percibe» al otro y sus sentimientos con una agudeza y clarividencia increíbles. El niño vive como un rechazo a sí mismo los modos bruscos, los gestos serios y las voces altas. Esto crea una barrera infranqueable y un bloqueo que le impide atender y colaborar. El respeto debe mostrarse de un modo exquisito. Supone que el profesor no puede mostrar habitualmente impaciencia y frustración, aunque el proceso sea lento. La culpa no la tiene el alumno. Con frecuencia es el propio profesor el causante de esas dificultades porque no ha preparado bien su trabajo. Si es preciso extinguir conductas inadecuadas del alumno, convendrá ayudarle, sin condenarle. En lugar de decirle «es que eres un...», será mejor decirle «no me gusta que te levantes de la silla» o «esto que acabas de hacer está mal por...». El alumno debe captar el deseo sincero del profesor de ayudarle unido al respeto y aceptación de su persona con sus dificultades, con su lentitud y con sus peculiaridades. EXIGENCIA Tiene una doble dirección: sobre uno mismo de experiencia personal, para no bajar la guardia, para preparar siempre muy bien el trabajo; y de exigencia al niño: no pedirle más de lo que puede rendir, aunque tampoco menos. Es difícil saber cuánto puede exigirse, porque es frecuente que el niño, consciente de sus dificultades y con experiencias negativas de fracaso, se autoproteja ante dificultades que teme, ya que no quiere arriesgarse a un nuevo fracaso. Con frecuencia, mostrará niveles de incompetencia que no son reales. Será el profesor, como buen conocedor del alumno y de sus posibilidades, quien debe saber dónde ir poniendo los sucesivos listones. 37 ALEGRÍA Supone el buen humor habitual en las relaciones con el niño. No es incompatible con la exigencia y es fruto del respeto. El profesor debe pasarlo bien en su tarea, debe disfrutar con el niño. Si le supone estrés, malhumor o no ha desarrollado suficiente empatía, será mejor que no continúe en ese trabajo ya que estará condenado al fracaso. Es preciso que aprenda a ver las "estrellas", cuando el sol se oculta. Es preciso que los pequeños logros le llenen de satisfacción. Es preciso que, día a día, renueve su ilusión y que el niño lo perciba así. Con este clima el avance está asegurado. La situación de aprendizaje debe ser un reto estimulante y positivo, tanto para el alumno como para el profesor. Es el profesor quien tiene las riendas en su mano y quien debe dirigir la nave a buen puerto. 38 Educar en la diversidad en los países del MERCOSUR. Material de formación docente desarrollado a partir de experiencias en Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay. UNESCO, Chile, 2002. ¿Qué entendemos por una escuela inclusiva? Una escuela inclusiva fundamentalmente se caracteriza por su voluntad de hacer efectivo los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación de todos y cada uno de los niños y niñas. Se entiende una escuela inclusiva como aquella donde se considera que la enseñanza y el aprendizaje, los logros, las actitudes y el bienestar de todos los jóvenes son importantes. Aquella escuela que no selecciona, que se hace cargo de todos los niños y niñas de su comunidad y que se preocupa de cada uno de ellos, apoyándolos cuidadosamente en sus aprendizajes. Se considera que las escuelas eficaces no dan la inclusión educativa por sentado. Estas escuelas hacen un seguimiento y evalúan constantemente el progreso de cada estudiante.Identifican a los alumnos con dificultades para seguir el ritmo de los demás, detectan a los que no asisten regularmente, o al alumnado de culturas ajenas a la cultura mayoritaria de la escuela, todo esto con el objeto de programar los apoyos, el seguimiento y la evaluación constante de los progresos de cada estudiante. Desde este enfoque, se comprende que para que el compromiso con la inclusión pueda transformarse en acción, éste debe permear toda los aspectos de la vida escolar. Es decir, no se puede referir a una tarea aparte o a cargo de una persona, mas bien se ubica en el corazón mismo de todo el trabajo de la escuela, siendo elemento fundamental de la planificación del sistema escolar, y debe ser llevado a cabo por aquellas personas que tienen la responsabilidad en el liderazgo y en la gestión escolar. Lograr hacer realidad el principio de equidad, implica avanzar hacia el desarrollo de escuelas que eduquen a todos sus alumnos, respetando y valorando su diversidad, entendiendo esta como una fuente de enriquecimiento y de oportunidad de mejorar los aprendizajes de todos los alumnos 39 Avanzando hacia el desarrollo de escuelas inclusivas Analizando los estudios realizados en otros países sobre escuelas con experiencias exitosas, se hace cada vez más evidente que cada escuela tiene su dinámica, sus tradiciones y creencias y que los cambios van adquiriendo características muy propias a esa realidad. La revisión de la dinámica interna de estas escuelas ha permitido deducir elementos y factores comunes, sin por eso dejar de lado la especificidad de cada una. Un aspecto importante tiene que ver con la actitud de valorización de la diversidad que surge desde el sistema nacional de educación de los países, de modo que progresivamente van avanzando en la eliminación de las barreras relacionadas con el currículum, las normativas de evaluación, promoción y certificación y la formación de los profesores, entre otros aspectos.CONSTRUYENDO ESCUELAS PARA LA Sin embargo, y es de conocimiento general que las actitudes no se cambian por decreto. Una escuela que desee avanzar hacia un enfoque inclusivo, requiere de apoyo tanto desde el sistema, como de la propia gestión de sus autoridades inmediatas. Es así que sino existe compromiso y liderazgo hacia el cambio de parte de las autoridades educativas, la motivación y esfuerzo por sí sólo de los profesores, difícilmente logrará modificar en profundidad la cultura de la escuela. De la misma manera, si los docentes no se motivan y no valorizan en su real dimensión la diversidad de sus alumnos, se verán obstaculizados los procesos de cambio al interior de la escuela. Desde el Sistema Nacional de Educación de los países Latinoamericanos, se han producido condiciones que progresivamente están permitiendo avanzar y perfeccionar los procesos de atención a la diversidad, entre ellos se puede mencionar los siguientes: • La creciente descentralización de la educación, facilita grados cada vez mayores de autonomía y participación en las escuelas, creando la posibilidad de desarrollar verdaderas comunidades inclusivas. 40 • El desarrollo de currículos oficiales que permiten la universalización de las adaptaciones curriculares. • La flexibilización de las prácticas de evaluación. • La creciente promoción de la discusión de la atención a la diversidad en el contexto de la educación regular. • El rol clave de organismos internacionales, especialmente de la UNESCO, en la coordinación de representantes de los Ministerios de Educación en los países de la región. • El desarrollo de alianzas estratégicas y redes de apoyo entre países. (UNESCO,1991). • La obligatoriedad de la educación básica, que en algunos países se ha extendido a la enseñanza secundaria, es una oportunidad para que la comunidad exija mayor diversidad de ofertas educativas. • Las acciones de difusión y sensibilización hacia los padres, con respecto a los derechos de sus hijos a una educación de calidad. A partir de investigaciones y estudios de seguimiento realizados a determinadas escuelas (Ainscow, 2001), se han podido determinar ciertas pautas o condiciones de organización que facilitan la ejecución de acciones innovadoras en los profesores, que pueden transformarse en prácticas más inclusivas. En este proceso de transformación surge el cuestionamiento acerca del modo actual de estructurar la organización escolar, centrándose en determinados aspectos, como las pautas de liderazgo, los procesos de planificación y las políticas de formación permanente del profesorado, aspectos que están íntimamente relacionados con la política escolar imperante en cada unidad educativa y que están influyendo en los procesos de cambio de las escuelas.ONSTRUYENDO ESCUELAS La modalidad y concepciones que asuman estos procesos de gestión, de organización escolar y de perfeccionamiento permanente de los profesores en 41 el interior de cada escuela potenciará la transformación paulatina de la institución escolar, hacia un enfoque inclusivo. Avanzar hacia la eliminación de las barreras que impiden que todos los alumnos logren aprendizajes de calidad, ha sido un proceso difícil y complejo. Sin embargo, es posible avanzar hacia esa dirección, cuando los contextos escolares consideran el perfeccionamiento como un proceso permanente de desarrollo profesional. Ainscow (2001), sostiene que son varios los factores que pueden contribuir a la implementación de prácticas inclusivas. Los señalamos a continuación: • utilizar las prácticas y conocimientos usuales como puntos de partida para el mejoramiento educativo; • contemplar las diferencias como oportunidades de aprendizaje y no como problemas que solucionar; • examinar los obstáculos para la participación del alumnado; • utilizar eficazmente los recursos disponibles para apoyar el aprendizaje; • desarrollar el lenguaje de la práctica y; • crear las condiciones que animen a asumir ciertos riesgos. (Ainscow, 2001). Cultura Escolar Existen en la actualidad pruebas suficientes de que las normas de la enseñanza se negocian socialmente en el contexto cotidiano de la escuela. Distintos autores hacen referencia a la importancia de la cultura escolar y su influencia en la reflexión que hacen los profesores con respecto a su trabajo y a la visión que tienen de sus alumnos. Es complejo definir lo que se entiende por cultura, Schein dice que tiene que ver con “los niveles más profundos de supuestos básicos y creencias que comparten los miembros de una organización, que actúan inconscientemente para definir la idea que una organización tenga de sí misma y de su entorno”(Ainscow, 2001). 42 Comprender el concepto de cultura escolar es de suma importancia a la hora de abordar el cambio educativo y los proyectos de mejora de las Escuelas. Se considera que la transformación de la cultura de las escuelas es uno de los más claros indicadores de que un cambio profundo se ha producido en ellas. La cultura se entiende como las creencias y convicciones básicas que mantienen los profesores y la comunidad educativa en relación con la enseñanza, el aprendizaje de los alumnos y el funcionamiento de la escuela. La cultura incluye las relaciones que se establecen en el centro, las normas que afectan a la comunidad educativa, los procesos de enseñanza y aprendizaje, los sistemas de comunicación y el tipo de colaboración que se produce entre los profesores. Los proyectos educativos y planes de acción que las escuelas elaboran pueden o no coincidir con las creencias básicas que explícitamente comparten los profesores. Es así como suele producirse en el interior de los establecimientos, que los profesores no comparten o no conocen el proyecto educativo. Por otra parte, existen diversas culturas entre los profesores y entre los alumnos lo que conlleva a que muchas veces las prácticas en la escuela disten bastante de los planteamientos explicitados en el proyecto educativo.8CONSTRUYENDO ESCUELAS PAR El Proyecto Educativo Institucional, es un Instrumento técnico y político que orienta el quehacer de un establecimiento educacional, explicitando la propuesta educativa que la distingue, donde se especifican la organización y los recursos que se pondrán en marcha para realizarla. Es el medio orientador de la gestión institucional que contiene en formaexplícita, principios y objetivos de orden filosófico, político y técnico que permiten programarla acción educativa otorgándole carácter, dirección, sentido e integración, articulándose con las siguientes dimensiones de la gestión escolar: Pedagógica-Curricular; Administrativa Financiera; Organizativa-Operacional; Comunitaria; Sistémica y Convivencial. 43 Es fundamental que el Proyecto Educativo, sea el fruto de la reflexión y respuesta colectiva que la comunidad escolar entrega a preguntas que también se formulan colectivamente, la sola existencia de este instrumento, como hemos señalado, no asegura el compromiso y la dimensión práctica que se necesita para la apropiación de la comunidad en su conjunto. Ante todo debe ser un proceso consensuado donde debe prevalecer el carácter participativo. Su importancia radica en la práctica pedagógica y en la motivación que tienen los agentes educativos en llevarlo a cabo, debe ser claro, socializado, y aplicable, considerando procesos de evaluación permanentes e igualmente participativos. El principal objetivo orientador del el proyecto educativo, debe ser mejorar la capacidad de las escuelas para fomentar la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes, para lo cual se requiere relevar el desarrollo del personal docente y de compartir no sólo la filosofía de la inclusión e integración sino de llevarla a la práctica tanto dentro como fuera del aula. Es clave por lo tanto, la información y participación del profesorado en la planificación de los procesos de inclusión y en las posteriores decisiones relacionadas con dicho proceso. El marco que ofrece la toma de decisiones en torno al proyecto educativo institucional, del cual se desprende la propuesta curricular, organiza la puesta en práctica de las diferentes estrategias de aprendizaje, que supone adecuar el entorno a todos los alumnos en todas las áreas curriculares, ofreciendo los recursos necesarios y las oportunidades de aprendizaje y socialización para todos ellos en un mismo contexto. Este instrumento de gestión tendría que responder a la expresión política, social, cultural y económica que dé respuesta a la diversidad lingüística, cultural y personal de cada alumno en concordancia con una sociedad democrática. En este sentido, cuando los profesores de una escuela consiguen avanzar hacia prácticas más inclusivas, éstos progresos suelen tener influencia general en la forma en que ellos se perciben y en la forma de valorar su trabajo. 44 Es así como la escuela comienza a adoptar algunas características propias de las llamadas “organizaciones de aprendizaje” o “comunidades de aprendizaje”, lo que implica “una organización que está ampliando continuamente su capacidad de crear futuro” (Senge,1989). Es necesario entonces, profundizar en los factores y condiciones que hacen posible avanzar hacia prácticas inclusivas, transformando la cultura escolar en una cultura de colaboración y valorización de la diversidad, de respeto por las creencias y condición del otro y de mejoramiento de las expectativas de los profesores con respecto a las potencialidades de aprendizaje de sus alumnos. La promoción de una cultura de apoyo y colaboración basada en relaciones de respeto y cooperación entre alumnos, profesores, padres y especialistas constituye un factor clave que favorece el desarrollo y aprendizaje de la comunidad escolar en su globalidad.ONSTRUYENDO ESCUELAS PARA LA La estrategia de resolver problemas colaborativamente es una manera importante de mejorar las competencias de los profesores, así como para crear un motor de cambio en el establecimiento que puede perdurar en el tiempo. La destinación de tiempo para la reflexión y la resolución colaborativa de problemas es un aspecto relevante para el éxito de los proyectos educativos inclusivos. En este sentido es necesario: • Potenciar a los docentes para que examinen sus propias prácticas en forma crítica, a la luz de un conocimiento detallado de las necesidades de los estudiantes. Ello necesitan hacer esto en un contexto de apoyo mutuo y resolución colaborativa de problemas. Esto puede llevar a procesos muy fructíferos de investigación acción. • Potenciar a los docentes para que resuelvan sus propios problemas, pero para ello también necesitan relacionarse con otros profesores y especialistas solicitando información y asesoría. Los especialistas a su vez, necesitan trabajar en la escuela y directamente con los profesores. • Que la transformación de las prácticas docentes ocurran en el contexto de cambios más amplios en la gestión y organización curricular, de manera que el 45 cambio educativo se apoye en estos factores. En la medida que sea posible, el avance hacia la inclusión debe ser visto como parte integral de otras iniciativas internas y externas de la escuela. • La comunidad general en que se inscribe la escuela, incluida las autoridades locales o municipales deben apoyar el proceso de innovación educativa que supone la inclusión. Desde la perspectiva de los estudiantes, es fundamental que se incluyan en el currículum objetivos y contenidos de carácter transversal orientados al desarrollo de actitudes de respeto y valoración de las diferencias individuales. Junto con ello, es importante crear en el aula un clima socio emocional armónico que favorezca relaciones positivas de apoyo entre los alumnos, y se promueva el aprendizaje cooperativo a través de diversas estrategias. Por otra parte, es fundamental generar relaciones de colaboración con los padres comprometiendo su participación activa y apoyo tanto en el proceso educativo como en el desarrollo del proyecto educativo institucional de la escuela. Un último aspecto a considerar es la creación de redes de apoyo a través de acciones debidamente coordinadas con otros servicios y recursos de la comunidad, de modo de expandir la capacidad de respuesta de la escuela a la diversidad de necesidades de los alumnos. Gestión escolar Diversos estudios y experiencias indican que avanzar hacia el desarrollo de escuelas de calidad requiere de contextos educativos cuyo clima organizacional promueva y facilite prácticas inclusivas. La forma y naturaleza de estos contextos positivos pueden ser variada y dependerán de las creencias, tradiciones y expectativas que los actores tengan sobre la tarea que realizan. Sin embargo, dichos estudios indican ciertas pautas y condiciones de la organización que parecen facilitar el que los profesores estén dispuestos a asumir riesgos en los procesos de enseñanza y aprendizaje que ellos gestionan. 46 Toda institución requiere de organizar y movilizar recursos en función de sus objetivos y metas, lo que ha provocado que en las últimas décadas se hayan realizado estudios e investigaciones sobre el efecto de la gestión en la obtención de las metas propuestas.10CONSTRUYENDO ESCUELAS PARA LAEn el caso de las instituciones educacionales, donde la calidad de la interacción entre sus miembros es influyente en el logro de los objetivos, la gestión toma distintas definiciones. En esta perspectiva se percibe que las personas actúan en función de la representación que ellas tengan del contexto en el cual actúan. Las acciones en las escuelas son generalmente deliberadas, por lo que implican procesos de pensamiento, reflejan normas, estrategias y supuestos o modelos del mundo en el cual se opera. Por ello, se puede decir que la gestión en las escuelas es la capacidad de articular representaciones mentales de los miembros de una organización. Otra manera de ver la gestión es desde un enfoque lingüístico, el cual se focaliza en la comunicación, a través del cual se percibe a las personas actuando mediante compromisos adquiridos en la conversación. Por tanto, la gestión se entendería como “la capacidad de generar y mantener conversaciones para la acción”. (Casassus, 2000). Por otra parte, existe la visión de la gestión centrada en los procesos, vinculándola al aprendizaje. Desde esta perspectiva, se concibe la acción de la gestión como un proceso de aprendizaje de la adecuada relación entre los distintos factores de la estructura de la organización, las estrategias aplicadas, los distintos sistemas, estilos, capacidades y objetivos o metas, tanto hacia el interior de la escuela como hacia el entorno. En esta misma línea se explica el aprendizaje como el proceso de expansión de las capacidades de obtener lo que deseamos lograr. El aprendizaje así visto es, entonces, no sólo una elaboración personal, sino que se constituye y se verifica en la acción. Por lo tanto, la gestión de una organización concebida como un proceso de aprendizaje continuo es vista como un asunto orientado a la supervivencia de una organización mediante una articulación constante con el entorno externo y el contexto. (Casassus, 2000). 47 En las distintas visiones de la gestión evocadas, está el tema del aprendizaje, el aprendizaje continuo, la generación de valores, la visión compartida, las interacciones y las representaciones mentales. Todos estos aspectos son también temas comunes en el universo conceptual de la educación. Este punto sugiere que la evolución del pensamiento acerca de la gestión se acerca a la evolución del pensamiento de la educación. Este aspecto debería ser un elemento favorable para establecer una relación adecuada entre gestión y educación. 48 Material entregado por la Dirección Provincial de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires. ¿CUANDO SE INTEGRA? El Nivel Educativo ,en que se encuentra matriculado un alumno con su Equipo de Orientación Escolar y/o con su Equipo de Docentes; luego de realizar diferentes estrategias , y un seguimiento sistematizado, registrando la evolución o involución del alumno y con conocimiento y autorización de la familia , serán los que van a establecer, en principio, cuándo es necesario solicitar el acompañamiento de la Modalidad Educación Especial. Luego, la Autoridad de la Institución, se pondrá en contacto con el Director de la Escuela Especial, que la familia ha elegido, y se solicitará la concurrencia del Equipo Transdisciplinario de Educación Especial. Los Equipos intervinientes, serán los responsables, en comunicar a la familia la propuesta de una Educación Integrada con Inclusión, y de la elaboración de un Proyecto Pedagógico de Integración.(EL PPI SE ELABORA EN FORMA CONJUNTA) 49 ¿CÓMO SE INTEGRA? INTEGRAR CON INCLUSIÓN implica: Un proceso de cambio con la responsabilidad y el compromiso de todos y cada uno de los niveles de la Enseñanza Común y de la Modalidad Especial del sistema educativo. Construir acuerdos entre Equipos intervinientes y con la familia en relación al proceso de identificación y valoración de las necesidades y posibilidades del sujeto de aprendizaje, en situación de discapacidad o discapacitante. Abordaje del P.E.I y de los P.C.A a partir de un paradigma que valora y trabaja con Atención a la Diversidad una organización flexible; trabajo en equipo como mandato inexcusable, con dinámica interinstitucional y transdisciplinaria; definición de los roles de sus miembros; intervención didáctica con la selección de Estrategias de Aprendizaje necesarias y acordes con la realidad del alumno y el uso de recursos necesarios y variados Para INTEGRAR CON INCLUSIÓN , se elabora un PROYECTO PEDAGÓGICO INDIVIDUAL(o sea un Proyecto para cada alumno) ; que deberá tener las siguientes características: Ser parte del P.E.I., y del P.C.A Expresar la filosofía e ideología de su gestión 50 Comprometer a las Instituciones Escolares de referencia Promover el trabajo en Equipo como dinámica cotidiana Ser flexible, con aceptación de un margen de imprevisibilidad Implementarse con criterio de realidad: personal, grupal, institucional y contextual. Incluir un plan de evaluación continua y los ajustes pertinentes Sostenerse en la formación docente continua de los docentes involucrados Modos para lograr una Integración adecuada Los Equipos intervinientes, realizarán una valoración pluridimensional en la que se atenderán los siguientes aspectos, de acuerdo a los componentes del proceso de enseñanza y de aprendizaje: ALUMNOS: Características Pedagógicas y de su historia escolar-social del alumno Datos relevantes del contexto familiar 51 DOCENTES: Características del contexto escolar Proyecto de aula Características de las intervenciones didácticas Las ESTRATEGIAS deberán ser flexibles, pudiendo variar de acuerdo con el proceso individual.- PROYECTO PEDAGÓGICO INDIVIDUAL (P.P.I ) El P.P.I , se construirá en un marco de flexibilidad, con la participación activa de todos los actores institucionales intervinientes en el proceso y de la familia del alumno . Los componentes básicos e indispensables serán : Diagnóstico Pedagógico se presentará la Planilla cuyo título es “Alumnos con Discapacidad. Aspectos a considerar” se incluirán los elementos de diagnóstico , cuyo aporte posibiliten el mejor abordaje pedagógico ESTOS ELEMENTOS SERÁN ELEVADOS A LA INSPECTORA DE LA INSTITUCIÓN QUE REALIZÓ EL DIAGNÓSTICO, PARA SU LECTURA Y ANÁLISIS . 52 Selección de Estrategias para que el alumno se apropie del Diseño Curricular del Nivel que transita Contrato: Acta acuerdo entre las Instituciones intervinientes y Acta acuerdo con la Familia (aquí, es muy importante escribir con claridad las pautas que se contemplan en el proceso de la integración y que es necesario respetar) ; si se modifica o varían las estrategias y/o modalidad, se deberá realizar un nuevo Contrato con las firma pertinentes. Evaluación del Proyecto Pedagógico de Integración Individual. En función de una Integración eficiente y eficaz, se solicita que se incluya en el P.P.I : Carátula con datos del alumno y de las Instituciones intervinientes; Cronograma de días y horarios en que el alumno recibirá atención y/o asistirá a las Escuelas respectivas; Cronograma de Reuniones con Padres (mínimo tres al año) Modalidad de la Integración Selección de las Estrategias para apropiarse del Diseño Curricular Selección de Contenidos, personales, de las diferentes áreas curriculares(se sugiere que en “paralelo” también se escriban los Contenidos Curriculares propios del año ) que cursa el alumno Criterios de Evaluación e Instrumentos y tiempos de la misma.- 53 Ajustes si fuera necesario.Una vez elaborado el P.P.I, se firmará por todos los actores intervinientes(Equipos de las Instituciones y Padres/Tutores) y se elevará a las Inspectoras del Área ,para su firma.Cada Escuela deberá tener el P.P.I .- ¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES DEL P.P.I ? Alguno de los lineamientos o propósitos de la Política Educativa de la Provincia de Buenos Aires, implican: Educación común para todos basada en el respeto a la diversidad Calidad educativa con inclusión social. Escuela exigente que no expulse. Escuela inclusiva en la que el alumno aprenda. Integración de alumnos con discapacidad temporal o permanente en la educación obligatoria. Atención educativa específica para los que poseen problemáticas no abordables en educación común. Potenciar la escuela como herramienta de diagnóstico, prevención y solución de situaciones de vulnerabilidad de los derechos. Mayor compromiso de todos los actores y de la comunidad en la mejora de la educación.. La implementación de la misma se traduce en la posibilidad de contextualizar el P.P.I en cada uno de los niveles de concreción. 54 Nivel de Concreción Institucional Responsables: -Equipos directivos de las Instituciones involucradas -Equipos técnicos de las Instituciones involucradas. Equipos intervinientes -Familia a cargo del alumno -Alumno Funciones : Relevar situaciones aúlicas que involucren alumnos con posibilidades de ser integrados Diagnosticar alumnos con posibilidades de ser integrados Registrar, mediante contrato, los acuerdos instituciones-familia Diseñar Proyectos Institucionales de integración Definir las adecuaciones curriculares institucionales Implementar P.P.I Evaluar los P.P.I Acreditar aprendizajes de alumnos incluidos en P.P.I Certificar aprendizajes de alumnos incluidos en P.P.I 55 El alumno será escolarizado en instituciones de educación común. Y, cuando se detecten situaciones pedagógicas que revistan una complejidad a la que no pueda dar respuesta el servicio ordinario se propondrá la intervención de la modalidad en Educación Especial y una vez integrado, si, su desempeño se aleja más de dos años escolares en su nivel pedagógico, se deberá contemplar la escolarización en la sede de la escuela especial LA INTEGRACIÓN DEBE SER UNA INCLUSIÓN CON CALIDAD.- Orientaciones respecto de la evaluación, acreditación, calificación, promoción y certificación de los aprendizajes de los alumnos con discapacidad Teniendo en cuenta que el referente es el Diseño Curricular común, se sugieren las siguientes orientaciones para la evaluación, acreditación, promoción y certificación. Otorgar a los equipos técnicos y docentes la posibilidad de manejarse con una normativa flexible y libertad de decisión. Tener en cuenta que la decisión acerca de la promoción cobra sentido y debe tomarse en los marcos de un programa educativo 56 amplio, concebido a largo y mediano plazo, articulado con el proyecto de vida del alumno . Acreditar y certificar los aprendizajes que se adicionen o modifiquen respecto de la educación común o la especial como consecuencia de las Estrategias curriculares a los respectivos Diseños Curriculares Admitir desfasajes en la edad cronológica, de ritmos de aprendizaje y alcances de contenidos, respecto de su grupo de pertenencia, si se considera beneficioso para el proceso educativo del alumno. Utilizar los documentos de la educación común para la certificación de los aprendizajes, con los agregados que correspondan. A MODO DE REFLEXIÓN En ESCUELA INCLUSIVA, este experimentarán desafío tantas de una situaciones diferentes como proyectos de integración elaboren. Trabajen con profesionalismo y responsabilidad , evitando conflictos , sabiendo que deberán FLEXIBILIZAR y ACOMPAÑAR a los alumnos con su familia en este proceso, que implica estrategias de negociación y mediación, acordando y considerando todas las posibilidades en pos de su beneficio .- 57 Muchas veces los tiempos y los deseos de las familias no son los tiempos y las necesidades que los profesionales de la Educación plantean, para el mejor desempeño del alumno, por eso será necesario lo antes mencionado y trabajar con la familia , en un proceso de orientación para que entiendan la discapacidad y el derecho del alumno a ser respetado en su ritmo y modalidad de aprendizaje.- 58 TRABAJO PRACTICO: HACIA UNA ESCUELA DE TODOS Y PARA TODOS Como ustedes ya han escuchados DOWNMDQ se ha constituido con el objeto de realizar actividades educativas de capacitación profesional para docentes de escuelas comunes y especiales. Necesitamos que: intercambien experiencias y dificultades entre instituciones de la región que integran o incluyen y, puedan comentarlas en forma escrita y oral para que podamos como institución organizar encuentros que respondan a las demandas que ustedes nos sugieran a continuación. Gracias nuevamente por estar hoy acá y por ayudarnos en esta tarea que no es fácil pero sí necesaria. En grupo de 6 a 8 personas deberán responder las siguientes preguntas: ¿Han tenido en sus aulas alumnos/as con necesidades educativas especiales con discapacidad? ¿Creen qué en sus escuelas se integra o se incluye? ¿Por qué? ¿El Proyecto Educativo de la institución favorece la inclusión escolar? Justifiquen. ¿Cuáles son las dificultades que como docentes y/ o directivos han tenido en relación a la inclusión? Mencionar propuestas para lograr escuelas y aulas inclusivas. 59