INFORMACION AL CONSUMIDOR: PROPIEDADES DE LA MIEL La miel posee propiedades terapéuticas y nutricionales que vale la pena conocer. La miel como todos los alimentos naturales, aporta grandes beneficios al organismo humano. Es de fácil asimilación, proporciona energía inmediata, es nutritiva y tiene poder antibacteriano y antiséptico. Sus propiedades son conocidas desde la antigüedad: la tradición de las madres romanas de dejar un cántaro de miel en la habitación de su hija durante su noche de bodas para estimular la potencia sexual, dio origen a la “luna de miel”. Este milagro biológico, fruto del trabajo de las abejas (que deben libar en un millón de flores para obtener sólo 100 gramos de miel) tiene una de sus mayores ventajas en la longevidad, ya que puede conservarse con sus propiedades nutritivas intactas durante mucho tiempo. Está compuesta aproximadamente por 20% de agua y un 80% de hidratos de carbono, procedentes de sus azúcares (38% de fructosa y 32% de glucosa, entre los principales). Además contiene sales minerales de fácil asimilación ricas en potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio, manganeso y cobre; y vitaminas que, a diferencia de las presentes en frutas y verduras, no se pierden al ser almacenadas. También es muy rica en enzimas y ácidos orgánicos (entre ellos el fórmico, que es el que le otorga sus propiedades antisépticas). CONSUMO Aunque es un producto de larga duración, sus características organolépticas pueden modificarse con el paso del tiempo, tal como los buenos vinos. La mayoría cristaliza en algún momento, el color oscurece, se pierde el perfume de las flores y puede aumentar su acidez. Es por ello que se recomienda conservarla en tarros cerrados, protegidos de la humedad, la luz y el calor. Además, para no alterar sus propiedades, se debe extraer del panal por prensado o centrifugación. En cambio, la extracción por presión – que generalmente se hace en caliente -, permite obtener mayor cantidad pero se destruyen las sustancias de acción antiséptica y antibiótica. En algunos casos, incluso, cuando es procesada industrialmente, se calienta hasta alrededor de los 75ºC para hacerla más fluida y que no cristalice. Ambos procedimientos anulan sus propiedades, y es por esa misma razón que cuando se sugiere calentarla a baño maría si ha cristalizado, se recomienda hacerlo siempre por debajo de los 40ºC. NO APTA PARA BEBES La miel, incluso en cantidades ínfimas como una cucharita, es muy peligrosa para los bebés menores de 1 año. Es que tanto la miel de caña como la de abeja pueden contener esporas de clostridium botulinum, que producen neurotoxina en el intestino inmaduro del lactante. El botulismo, que se reconoce por los síntomas de desgano, falta de apetito, constipación, llanto débil y debilidad muscular, puede provocar parálisis en los brazos, piernas y músculos respiratorios si no es tratada a tiempo. PROPIEDADES DE LA MIEL Es de fácil asimilación porque posee hidratos de carbono de cadenas cortas. Facilita la digestión y asimilación de otros alimentos. Posee mayor poder edulcorante que el azúcar. Mejora la conservación de los alimentos. Es suavemente laxante (regulariza el funcionamiento intestinal). Posee propiedades sedantes (favorece la absorción de triptofano que es precursor de la serotonina, el neurotransmisor que juega un papel central en el proceso del sueño y se activa naturalmente al comienzo de la noche hasta el amanecer). Es anihemorrágica, antianémica, antiséptica, antitóxica, emoliente y febrífuga. Se puede usar en el tratamiento de heridas, quemaduras y úlceras. Alimenta el tejido muscular en forma inmediata, por eso mejora el rendimiento físico. Se utiliza para el tratamiento de faringitis, laringitis, rinitis, gripes, estados depresivos menores, úlceras, gastritis, quemaduras, entre otras. Es utilizada para el tratamiento de personas que padecen astenia o estados de cansancio tanto en la esfera física como psíquica y en la desintoxicación de alcohólicos. Estimula la formación de glóbulos rojos debido a la presencia de ácido fólico. Estimula la formación de anticuerpos debido al ácido ascórbico, magnesio, cobre y zinc. Proporciona unas 330 calorías cada 100 gramos.