Principios de regulación de los precios de interconexión

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Principios de regulación de los precios de interconexión
Iñigo Herguera
Universidad Complutense de Madrid
Síntesis: se presenta una elaboración crítica de los principales criterios y modelos que se ocupan
de la determinación de precios de interconexión. Se analizan los pros y los contras de cada
modelo regulatorio con respecto a: la entrada en la industria, la cobertura del déficit de acceso
por parte del operador incumbente y la eficiencia en la asignación que se persigue. Se presta
especial atención a la experiencia, principios, evidencia y evolución seguida por esta regulación
en varios países semejantes con mayor experiencia en la liberalización.
1. El problema económico
2. Reglas de interconexión derivadas de distintos modelos regulatorios. Explicación, crítica y práctica de
estas reglas en distintos países
2.1. reglas basadas en el coste de oportunidad
2.2. reglas basadas en consideraciones de demanda
2.3. reglas basadas en criterios de reparto de costes
3.1. Problema de incentivos de la regulación basada en criterios (exclusivamente) de costes
y la práctica regu
3.2. La regulacion por medio de “yardstick competition” y problemas de incentivos.
Referencias
1
1. El problema económico
Para el ferrocarril en EEUU en el siglo XIX ya se planteó el problema de la determinación del
precio de uso de la línea de ferrocarril (privada) por compañias que querían prestar servicios a lo
largo de la línea en competencia con la propietaria de la red. Distinguir entre infraestructura
(componente o input) y servicios que se prestan a través de esta infraestructura (o utilizando el
componente). De un modo muy simple se puede plantear el problema como sigue.
Una empresa (empresa 1) tiene el tramo local (A-B) y el tramo de larga distancia (B-C), y
compite con otra empresa (2) que tan sólo dispone de un tramo B-C, el de larga distancia. El bien
que se demanda al final es un bien compuesto A-C (dar servicio completo de A-C).
La red local (tramo A-B) tiene costes fijos en montante K Euros y costes variables (que dependen
del trafico cursado) en cuantia c0 Euros por unidad, C(x)= K+ c0 x0. Otra interpretación es que K
es el coste fijo en el que se incurre para instalar la red y x0 es la cantidad de minutos de uso de la
red local. Esto es buen reflejo de lo que ocurre con la red local de telecomunicaciones ya que se
compone sobre todo de un componente de coste fijo muy alto, siendo el coste variable (de
mantenimiento y costes ocasionados por el uso de la red) de pequeña magnitud. El coste variable
(o marginal) de uso de la red es c0.
empresa 1
A
B
C
Cuello de bot ella
empresa 2
2
El problema básico es que la empresa dominante no tiene incentivos a dar acceso a la empresa
rival ya que pierde clientes en el segmento final. Posibilidad de precios predatorios (tengan como
objetivo expulsar a las competidoras fuera del mercado o no dejarlas entrar), condiciones de
acceso no competitivas.... En síntesis: existe poder de mercado por parte de la empresa
propietaria de la red. Hay necesidad de regular y la pregunta es: a qué precio alquilar el tramo de
red A-B?
El Déficit de acceso ocurre si obligamos a operador dominante a establecer un coste de acceso
igual al coste marginal de dar acceso (c0), ya que en este caso tan solo ingresaria los costes
variable y no cubre costes fijos- a esto se le denomina el déficit de acceso
Además,
notar que el coste marginal es casi nulo (básicamente billing o facturación
individual.....) en estas industrias de red que se caracterizan por economias de escala.
Si
a = precio de acceso
c0 = coste marginal del acceso
Si el regulador impone a = c0, (precio de acceso igual al coste marginal, entonces, Beneficios=
∏=- F < 0 , la empresa obtiene perdidas (a este déficit lo denominamos déficit de acceso).
Se deben proponer reglas de precios que cubran el déficit de acceso del operador, o sea, reglas
que tengan un márgen positivo por encima del coste marginal de dar acceso de tal modo que se
cubra la inversión inicial realizada en la red. Se proponen en la literatura reglas del tipo
a = c + márgen
Pero, cómo determinar el márgen para cubrir costes fijos?
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2. Reglas derivadas de distintos modelos regulatorios.
Explicación, crítica y práctica de estas reglas en distintos países
Hay tres familias de reglas de precios, basada cada una en tres principios diferentes:
1. Reglas basadas en costes: hay muchas, pero todas se proponen distribuir una tarta (los costes
totales iniciales de la red, F) entre los usuarios de la red. Estas son las reglas utilizadas en la
regulación en Europa (y España) y en EEUU.
2. Reglas basadas en el coste de oportunidad: estas reglas determinan el márgen adicional
sobre el coste marginal, c0, en base al negocio o beneficios perdidos por el operador propietario
de la red al dar acceso al mercado final a un rival.
3. Reglas basadas en consideraciones de demanda. Estas reglas no son aplicadas en ningún
país en el sector de las telecomunicaciones, pero sí son de aplicación en otras industrias de redes
con características de componentes esenciales o de cuellos de botella. El principio en el que se
basan (precios de tipo Ramsey) es muy relevante y se mencionan más adelante brevemente.
2.1. Reglas basadas en costes
Esta familia de reglas se proponen repartir una tarta, i.e., unos costes totales de inversión en red
local, K, entre distintos operadores, o servicios o clientes. Existen múltiples reglas de reparto de
costes y esta aproximación al problema puede ser tratada desde un punto de vista axiomático,
esto es, dando propiedades que queremos cumpla la regla de reparto de costes a definir, y obtener
formas de reglas que cumplan estas propiedades. Estas reglas, y enfoque, untiliza la teoria de
juegos cooperativa y es de mucho interés.
Ahora revisamos muy brevemente tres principios de costes utilizados en distintas regulaciones
con intensidades diferentess.
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A. Completamente distribuidos
Esta regla de reparto trata de distribuir unos costes totales de la red, K, entre los distintos
usuarios o servicios de la red local. El principio más intuitivo, y el que sigue esta regla, es
distribuir los costes totales de la red entre los distintos usuarios en base al uso proporcional que
cada uno de ellos haya hecho de la red común.
El uso total de la red lo denotamos por x (medido en cualquier unidad de medida física del
output), y al uso que cada servicio final o usuario por xi, donde i= 1,2,.... N. El uso (relativo) que
el servicio I realizo de la red, es K/x, por lo que el pago que debe hacer este servicio a la
financiación del componente viene definido por,
a= c0+ K/xi
por unidad de acceso demandada. De este modo los precios de los servicios finales (por ejemplo
de larga distancia) para el operador 1 (el ya establecido) y el 2 (el nuevo entrante), dados estos
precios de interconexión son,
p1= c0+ c1+ K/x1
y
p2= a + c2 = c0+ c2+ K/x2
Si ambas son igual de eficientes (c1=c2), los precios de los servicios finales son iguales.
Esta regla parece que fue de aplicación en los primeros años de competencia en el Reino Unido.
No es necesaria mucha información contable sobre la empresa para poder implementar esta regla.
Esta regla consigue cubrir todos los costes del acceso, en red local.
El coste distribuido es el coste medio del servicio. De la función de costes totales, C(x)= K+ c0 x,
podemos hallar el coste medio (o coste unitario),
CMedio(x)= K/x+ c0
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Si graficamos esta función de coste medio con respecto del output (medido en unidades físicas),
obtenemos una curva contínuamente decreciente: cuanto mayor sea el número de unidades de x
vendidas, menores costes medios por unidad producida incurre la empresa. Esta es la definición
de la economía de escala: costes medios decrecientes con el output (o producción). En
telecomunicaciones, al igual que en cualquier otra industria de red, al compartir los servicios una
infraestructura muy cara, es muy natural encontrar economías de escala en tamaños muy
importantes (hasta niveles altos del output). Lo eficiente desde el punto de vista social e
individual en este caso es explotar toda la economía de escala posible porque de este modo se
minimizan costes de producción y se pueden trasladar estas gananacias de eficiencia en el precio
final. De hecho si la economía de escala llega hasta el punto de que la empresa en cuestión es
capaz de ir todavía reduciendo costes medios al servir a todo el mercado (a todos los
consumidores), entonces lo más eficiente es que esa empresa sea la única que oferte el bien/
servicio en el mercado, para posibilitar precisamente menores costes medios. A esta situación se
le denomina monopolio natural: aquella estructura de mercado donde los costes totales de
suministrar el bien a todo el mercado (demanda) se minimizan si existe una sola empresa
ofreciendo ese bien en el mercado.
Si de la misma función de costes totales, C(x)= K+c0 x queremos encontrar el coste marginal tan
solo debemos tomar la primera derivada de la función total con respecto del output. De este
modo el coste marginal queda definido como el incremento en el coste total producido por el
incremento en una unidad del output final producido. Esto es, ∂C(x)/∂x= c,0 el coste marginal de
producir una unidad más de x, es c0 Euros (por unidad).
El concepto de coste marginal es central en análisis económico. Un mercado en competencia
perfecta, remunera a las unidades de un bien producidas al coste marginal de la última unidad
producida (y consumida) en el mercado. Este equilibrio en competencia perfecta tiene una fuerte
implicación: si las empresas son remuneradas a coste marginal, a no ser que los costes
marginales de unidades adicionales sean crecientes, no obtendrán beneficios económicos
extraordinarios por su participación en el mercado. El coste marginal en equilibrio competitivo
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iguala al precio de venta del bien/ servicio. Esto tiene propiedades muy deseables: se maximiza
el bienestar total de la sociedad (en este caso el excedente de los consumidores) y esta
asignación, una vez se alcance, es eficiente en el sentido de Pareto (o eficiente en el sentido
económico), en el sentido de que una vez en esta asignación no es posible mejorar el bienestar de
alguien sin empeorar el de otro agente. El precio igual al coste marginal aparecerá más veces en
este capítulo. Es un punto de referencia, aunque tiene muchas limitaciones y de dudosa
aplicación directa al mundo de las telecomunicaciones, pero al tener propiedades tan deseables
desde el punto de vista de la eficiencia global, sera siempre una referencia para nosotros.
B. Costes incrementales
Este principio de costes tiene su base en la idea de coste marginal (el incremento en el coste total
provocado por un incremento infinitesimal en el output de la empresa). Aplicado al caso de las
telecomunicaciones, tenemos que el incremento en el output (en los servicios) a menudo se logra
con una inversión adicional importante, o sea, la curva de costes marginales presenta
discontinuidades (o saltos) en tramos concretos del incremento en el output. El concepto de coste
incremental se basa en la idea de coste marginal, pero se utiliza como envolvente de los costes
marginales (que pueden ser discontinuos) de una empresa a lo largo de su oferta de output. El
coste incremental se define como el incremento en el coste total provocado por un incremento
definido en el output de la empresa y es importante definir de que nivel de output del que se parte
y definir también el incremento en el output (puede ser ofertar un nuevo servicio a partir de unos
ya en oferta o incrementar tan solo el nivel de oferta de un mismo servicio).
Si tenemos una empresa que oferta toda una gama de servicios- N, y suponemos que se plantea la
oferta de tan solo un subconjunto de ellos, S. El coste incremental es la diferencia en los costes
totales de producir toda la gama de servicios (N) menos los costes totales de producir los
servicios que no sean del subconjunto de interés, C(N-S), o sea el coste incremental lo definimos
como
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CI= C(N)- C(N-S).
El coste incremental es el límite inferior de costes a remunerar. No recoge bien los costes
comunes, dado que éstos ya han sido recogidos en la base del output sobre la cual se define el
incremento marginal del output que son la base del cálculo del coste incremental, luego hay
costes comunes que no son recogidos por la nueva oferta del servicio de interés para el cual se
calcula este concepto de costes.
Es un límite inferior a los ingresos percibidos por la venta de un conjunto de servicios S. Es el
coste mínimo, definido en el márgen, que implica una nueva oferta de servicios. Se trata de un
concepto que se define normalmente como forward looking, cuando se añade al mismo el
criterio de reposición como criterio de valoración de activos existentes. Este concepto de costes
es una señal que emula a la que un mercado en competencia perfecta transmitiría.
Aplicaciones:
En España la regulación propuesta en 1998 (Reglamento de Interconexión) utiliza un concepto
muy similar, el de coste (el coste de prestación eficiente de servicios a largo plazo), que después
estudiaremos. En el Reino Unido OFTEL ha propuesto (Consultative Document, July 1997)
utilizar este concepto como límite inferior para determinar el precio de interconexión regulado. A
partir de 1998 en el Reino Unido, la oferta de interconexión de referencia de OFTEL debe
recoger como límite inferior de precios de interconexión el coste incremental del mismo. OFTEL
ya ha realizado distintos estudios de estimación del coste incremental a largo plazo (modelos
Top- Down y modelos Bottom- Up).
Al igual que en la UE, en EEUU a partir del Telecommunications Act la FCC (Document, August
1997) propone utilizar este concepto en la determinación de las tarifas de interconexión en
EEUU.
Se trata sin duda del concepto base en la regulación de precios de interconexión en gran parte de
los países que han liberalizado el sector. Pero se trata de un límite inferior y este concepto de
coste no dota bien de incentivos al operador propietario de la red para mejorar y ampliar la
misma, ya que no remunera suficientemenete al operador incumbente en sus proyectos de
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upgradinmgs en la red cuando existe incertidumbre o bien impide que las mejoras en la red que
realice el operador establecido no se las pueda apropiar él mismo.
Críticas:
*Esta, y otras, reglas de costes se plantean cómo distribuir una tarta (K) entre distintos servicios
o agentes, pero no son potentes desde el punto de vista de los incentivos. No recogen o
transmiten señales que doten de incentivos a la eficiencia, a la gestión, a al innovación, a la
implementación de mejoras en la red.
*Las reglas de costes al ignorar la disposición a pagar (o sensibilidad a pagar) de los
consumidores (al ignorar cualquier consideración de la parte de demanda) no recogen bien el
valor de mercado de la interconexión.
*No recogen, tampoco, las externalidades (de red, de densidad....) que se originan por el simple
hecho de interconectar dos redes alternativas.
* Para recoger estas valoraciones, que son muy importantes en telecomunicaciones, es
necesario introducir otras consideraciones (sobre todo de demanda) que las reglas basadas en
costes no recogen.
* La regla del coste incremental emula al mercado, asumiendo que el mercado es perfectamente
competitivo e imaginando cual sería la señal (precio) que en ese contexto los agentes pagarían
por el bien en cuello de botella (la interconexión). Pero el mercado no es competitivo y al menos
a corto y medio plazo, es difícl que lo sea.
C. Costes de Oferta Solitaria del Servicio (Stand-alone costs)
Este concepto de costes, utilizado como límite superior al precio de interconexión, se centra en el
coste que para un operador tiene ofrecer un servicio completo, pero en solitario. Las operadoras
son empresas multi-servicios que ofrecen toda un gama de servicios (a veces relacionados via
demanda o via costes entre sí) al mismo tiempo. La pregunta que este concepto de costes se hace
es: cuánto costaría al operador propietario de la red ofrecer solo un servicio, por ejemplo la
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interconexión, a sí mismo y a los demás rivales, ignorando la oferta de todos los demás
servicios?
Así se definen los costes de oferta solitaria de un servicio (o conjunto de servivios S) concreto,
como los costes totales incurridos por la empresa cuando solo ofrece el subconjunto de servicios
de interés, C(S).
Este concepto de costes, al contrario de lo que ocurre con el concepto de coste marginal o de
coste incremental, sí imputa los costes comunes a un servicio concreto para el cálculo de costes
de oferta solitaria del servicio. Por ejemplo, para computar los costes de un servicio en la red
local, la pregunta es: cuál es el coste total para la empresa de ofrecer solo servicios de
interconexión local tanto a sí misma como a terceros? Está claro que la empresa para oferecer
este servicio necesita del bucle local y de las centrales de conmutación local por lo que en el
cómputo de este coste se incluirán estos dos concetos totalmente como costes de ofrecer
interconexión. Mientras que para calcular el coste incremental de la interconexión, se divide la
parte del bucle local (porque no es estrictamente el bien o servicio en el márgen que se demanda
cuando se pide interconexión), y se ignoran otros activos que aunque sean necesarios para ofrecer
interconexión, sus costes no sean directa- y exclusivamente imputables a la interconexión.
Este concepto de costes recoge muchos activos, todos los necesarios, para ofrecer un servicio, e
imputa los costes comunes, totalmente (o casi) a cada uno de los servicos para los cuales
queramos computar estos costes de oferta solitaria del servicio.
2.2. Reglas basadas en el coste de oportunidad de dar acceso o
interconexión
Estas reglas determinan el márgen adicional sobre el coste marginal, c0, en base al negocio o
beneficios perdidos por el operador propietario de la red al dar acceso al mercado final a un rival.
Se entiende que el hecho de dar interconexión es un juego es de suma cero: si el operador 1 da
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acceso de 1 minuto al entrante (operador 2), el operador 1 pierde este minuto de llamada (y los
beneficios que hubiera obtenido de haber ofrecido el mismo este minuto de llamada).
Estas reglas se basan entonces en el coste de oportunidad que para el operador 1 le supone dar
una cantidad determinada de acceso a un rival.
Hay dos reglas que recogen directamente este principio de tarificación: la regla propuesta por
OFTEL (1986) y la regla de Baumol (y Willig- Sidak).
A. Regla de OFTEL
El regulador Británico, OFTEL, propuso, pero nunca llevó a la práctica de un modo completo,
una regla de determinación de precios de acceso que se componía de dos partes: por un lado el
precio de acceso, a, debe cubrir el coste marginal de dar acceso, c0, más una contribución del
rival al déficit de acceso. Esta contribución es un coste (o mejor, beneficio) de oportunidad: es
una parte proporcional a los costes fijos atribuibles al uso que el operador principal hubiera
hecho en este segmento del mercado (K/x), multiplicado por la rentabilidad relativa de este
negocio para la empresa propietaria de la red.
Como ejemplo, supongamos que la empresa 1 tiene tres servicios finales: el servicio 1, puede ser
el servicio local per se, el servicio 2- que puede ser el servicio interprovincial, y el servicio 3- de
llamadas internacionales. Las cantidades vendidas de cada servicio son x0, x1 y x2,
respectivamente y los beneficios obtenidos en cada línea de negocio son, , y ,
respectivamente.
Es fácil definir la rentabilidad relativa del servicio, por ejemplo, de internacional por
, y podemos definir asimismo el uso proporcional que el tráfico internacional
hace del nodo local por (F/x). Ahora, la regla de OFTEL proponía establecer como precio de
acceso,
aOFTEL = c0 + (F/x)*(∏2/(∏0+∏1+∏2))
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Es fácil ver como la renatibilidad relativa es distinta para cada servicio final por lo que esta regla
implica precios de acceso o de interconexión distintos para diferentes servicios finales para los
cuales se demande la interconexión. Esto recoge ya parcialmente algo que las reglas basadas en
consideraciones de demanda lo harán de un modo más directo. Por ahora notar que como se le
compensa al operador 1 por la pérdida de beneficios (relativos) que obtiene aldar acceso a un
rival a un servicio que de otro modo lo ofrecería el mismo operador 1, esta compensación será
diferente para distintos servicios finales.
Esta regla tiene pros y contras. Entre las características atractivas que tiene, resaltar que cubre el
déficit de acceso completamente.
Entre las características negativas o más problemáticas, notar en primer lugar que los beneficios
que el operador 1 podría haber obtenido en un servicio final concreto de haberlo prestado él
mismo y no haberlo cedido al entrante, puede ser que se arrastren ineficiencias del pasado en la
operatividad (costes, tecnología, gestión....) del operador dominante.
Es necesario, para poder aplicar esta regla, que el regulador conozca la contabilidad de gestión
del operador con cierto detalle, por línea de negocio y con asignacion de costes (comunes) a cada
servicio.
El orígen de esta regla esta en el proceso de liberalización Británico y la necesidad de proponer
márgenes que cubrieran el déficit de acceso. No se ha derivado de ningún modelo formalizado,
ni, por tanto, sus virtudess son tan claras. Parece que OFTEL nunca implementó esta regla.
B. Regla de Tarificación Eficiente de Componentes (ECPR), o regla de
Baumol- Sidak (1994)
Esta regla de tarificación es muy conocida, es un benchmark en la teoría de la regulación. Se trata
de una regla extrema, derivada de unos supuestos radicales (y algunos, poco realistas) en un
modelo económico. Es una regla que tiene grandes virtudes pero que tan solo se ha llevado a la
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práctica en un país (Nueva Zelanda) y los resultados no han sido muy alentadores. Después
criticaremos y daremos más detalles de la implementación de esta regla, por ahora mencionar tan
solo que los reguladores Europeos y Norteamericanos se han decantado contra la aplicación de
esta regla para rdeterminar el precio de interconexión.
El problema que resuelve esta regla se plantea en la interconexión - necesidad de cubrir una
inversión inicial muy alta en un precio de un servicio (el de acceso) que tiene unos costes
variables muy bajos-. Baumol y Sidak (1994) plantean un modelo económico sencillo en donde
estudian el criterio para la determinación del precio del componente (o input esencial o acceso en
telecomunicaciones) de la forma,
a = c0 + m
donde a es el precio tal de acceso o de interconexión, c0 es el coste marginal de la interconexión y
m es el márgen de beneficios necesario para poder recuperar el coste fijo (F) en el que se incurrió
para instalar la red local inicialmente. El problema que ellos estudian es cómo determinar el
márgen, m.
Se plantean cuál será la señal (el precio óptimo) que un mercado en competencia perfecta y
donde no haya costes enterrados, revelaría. Se imaginan una situación en donde el operador 1,
propietario de la red, instaló la red en condiciones competitivas y donde al dar acceso a otra
empresa (la operadora 2) la primera empresa pierde esa cantidad de minutos en beneficio de la
entrante (o la que solicita interconexión). O sea, en primer lugar modelizan una situación en
donde el mercado no crece, los consumidores están dados y dar 1 minuto de interconexión
supone para el incumbente perder 1 minuto de negocio final. Este supuesto en
telecomunicaciones concretamente no es del todo cierto, ya que el mercado crece con el tiempo,
tanto en tasas de crecimiento de nuevos hogares o líneas conectadas a una red concreta, como en
su uso debido a nuevos servicios de valor añadido que emergen en este sector tan dinámico e
innovador. Pero este crecimiento se ignora en estas reglas.
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En segundo lugar, hay que hacer notar que existen externalidades de red, que es conveniente
tener en cuenta en la valoración de la interconexión. Si la empresa 1 otorga interconexión a los
clientes de la empresa 2 y estos clientes son nuevos, se trata de un segmento de la población por
ejemplo al que la empresa 1 no habría llegado por sí sola, el hecho de dar interconexión a la
empresa 2 a la red de la empresa 1 incrementa el valor de la red (y de los clientes) de la empresa
1 (la incumbente). Esto es así porque hay un mayor número de gente (o de servicios) entre los
cuales puede darse comunicación, posibilidad de comunicaciones que antes no existían. Por lo
que, en este caso extremo, la interconexión de la empresa 2 incrementaría el valor de la red (y la
valoración de los consumidores o su disposición a pagar por los servicios ya existentes) de la
empresa 1. Este factor, de externalidad de red provocada por la interconexión, se ignora en esta
regla de Baumol - Sidak.
En tercer lugar esta regla ECPR supone que el sector es de libre entrada/salida de empresas, i.e.,
no hay costes (enterrados) ni de entrada ni de salida en el sector. Esto en el sector de las
telecomunicaciones no es del todo cierto en algunos servicios. Para la validez de la regla de
Baumol- Sidak se debe dar que la política de cream- skimming es perfectamente posible y no
implica costes significativos para ningún rival. Pero este es un sector, al menos en algunos
servicios, donde las inversiones iniciales a realizar son muy altas y tienen, a menudo, carácter
enterrado (una red concreta de fibra óptica o se utiliza para telecomunicaciones o no se le puede
dar fácilmente un uso alternativo). La existencia de costes enterrados, a veces significativos, hace
que la entrada (y la salida) de empresas no siga un proceso tan sencillo y carente de costes como
se asume en esta regla de tarificación, y la empresa ya establecida goce de cierta protección a la
entrada a escala muy pequeña en algunos segmentos del mercado por lo cual no es necesario
entonces compensar a la empresa incumbente en tan alto grado como la regla de Baumol implica.
La regla de Baumol- Sidak (Efficient Component Pricing Rule, ECPR) supone que el precio de
interconexión óptimo debe ser, por un lado el coste marginal de dar acceso, y por otro, un márgen
especial para cubrir F. Este márgen se determina como el coste de oportunidad directo para la
empresa que da acceso derivado del hecho de que al otorgar acceso a un rival, éste se ha llevado
parte de su servicio (y negocio) final,
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aECPR = c0 + [p1-(c0+c1)] = p1- c1,
donde el término [p1- (c0+c1)], es el ingreso marginal del operador dominante que pierde al dar
acceso en 1 minuto a un rival: es el negocio (beneficio neto) perdido por la empresa 1.
Lo atractivo de esta regla es que garantiza, si los supuestos del modelo se cumplen (en especial la
ausencia de costes enterrados de entrada), que la entrada será eficiente: si cualquier entrante
quiere comenzar a dar el servicio final, solo lo podrá hacer rentablemente si sus costes son al
menos tan bajos como la empresa ya establecida. Si los costes de la empresa entrante son
superiores a los del incumbente, la entrada con red propia no se producirá. Esta propiedad es muy
deseable: dotar al mercado (a los agentes) de una señal fidedigna del coste de oportunidad de dar
acceso/ interconexión para que las decisiones de entrada y salida de empresas sean correctas.
El aspecto negativo de esta regla es que arrastra las ineficiencias del pasado del operador
incumbente en su determinación. Si el operador propietario de la red operaba en monopolio
(como era el caso en los distintos países de la UE), es muy probable que sus costes (de dar
acceso, de prestación de servicio final...) no fueran los mínimos, o aquellos costes que en un
mercado en competencia se darían. Si los costes del operador incumbente son mayores de lo que
desde un punto de vista social se considera deseable (o eficiente en un contexto de competencia)
entonces esta regla de precios establece que hay que compensar al operador dominante en
demasía: habría que compensarle por sus costes reales, y estos pueden haber sido demasiado
altos con respecto a lo que podrían haber sido.
Esta regla ha sido muy criticada, en EEUU y en la UE, porque implica una compensación
demasiado alta al incumbente, al menos a corto plazo.
Experiencias:
La regla de Baumol- Sidak solo ha sido aplicada en Nueva Zelanda, junto con un proceso
liberalizador muy suave, con escasa (o casi nula) regulación específica del sector en este proceso
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de transición y con la resolución de los problemas entre operadores asignada exclusivamente a la
Autoridad Anti- Trust y a los Tribunales de Justicia. El resultado no ha sido muy satisfactorio, y
así lo reconocen bastantes expertos incluso en Nueva Zelanda. El Gobierno neozelandés aplicó
esta regla desde el principio del proceso liberalizador y el primer resultado fue que el operador
dominante y el entrante inicial no se lograron poner de acuerdo en tres años que duró la disputa.
Al final, el caso llegó al Reino Unido (donde se sitúa la Corte de última instancia para Nueva
Zelanda) y el propio Baumol testificó en el caso. Creo que implíctamente Baumol llegó a aceptar
que esta regla por si sola otorga demasiada ventaja al operador incumbente y que, de aplicrase,
necesita ser reforzada con otras claúsulas o piezas de regulación específicas (un límite global de
precios, regulación más específica de los precios de interconexión y de los criterios de coste
utilizados, toma de decisiones más rápida por parte de las Autoridades Anti- Trust en Nueva
Zelanda....). El resultado ha sido que apenas ha habido entrada de juevos operadores en Nueva
Zelanda y mucha gente cree que el proceso podría haber funcionado en beneficio de los
consumidores mucho mejor con otro tipo de regulación.
Críticas:
Esta regla ha sido muy criticada y explícitamente rechazada en EEUU (Telecom Act, 1996 y
FCC Consultative Document, Julio 1996) y en la UE, en donde los criterios propuestos para la
regulación de los precios de interconexión son criterios basados en costes. La regla de ECPR se
considera por muchos que remunera al operador ya establecido en exceso, arrastrando sus
ineficiencias del pasado a la tarificación del precio de interconexión del presente y esto no es
justificable desde el punto de vista de la eficiencia dinámica.
Un ejemplo de aplicacion de esta regla:
Supongamos que el coste marginal para el operador 1 de dar 1 minuto de acceso sea de c0= 5 Ptas
y los costes marginales de dar servicio internacional (solamente) tanto para el operador 1 como
para el 2 sean de c1 =c2 = 5 Ptas por minuto. Por último suponemos que la llamada internacional
se ofrece en el mercado a un precio de p =14 Ptas (precio competitivo).
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En primer lugar nos debemos preguntar cuál es el márgen que el operador 1 obtiene de ofrecer él
mismo la llamada internacional, que es, 14 - (5+ 5)= p - (c0 + c1) = 4 Ptas/minuto. Este es el
márgen que obtiene el operador 1 por encima del coste marginal de interconexión para cubrir de
este modo el déficit de acceso, o contribución a los costes fijos.
Cuál debe ser el precio de interconexión en base a la regla de Baumol?
Sabemos que la regla ECPR establece que, a = c0 + m
donde m es el márgen o contribución a los costes fijos que el operador 1 obtiene ofreciendo el
mismo el servicio final, que es de 4 Ptas. Luego el precio de interconexión será en este caso
sencillo,
a= 5 + 4 = 9 Ptas/minuto.
Con este precio de interconexión, el operador 1 es indiferente entre ofrecer él mismo el servicio
final o dar interconexión, se trata de un precio eficiente y el operador logra cubrir su déficit de
acceso (o costes fijos iniciales de la red).
2.3. Reglas basadas en consideraciones de demanda
Se mencionan las reglas de tarificación con propiedades interesantes basadas en una idea ya
tradicional en Organización Industrial (los precios de Ramsey) y extendidas al sector de las
telecomunicaciones, propuestas por Laffont y Tirole (1996, 97 y 98), Vickers (1997) y extendidas
por Herguera y Martinelli (1996) entre otros.
Esta familia de reglas de precios del componente se basan en un artículo seminal de Ramsey
(1927) en donde se planteó cómo un monopolista con costes fijos altos podía establecer precios
en los distintos mercados donde ofrece productos o servicios que utilizan como input, o
componente esencial, la interconexión o un componente esencial. La solución que dió, en este
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contexto multi-producto, es marcar precios diferentes dependiendo (inversamente) de la
elasticidad de demanda a la que se enfrente la empresa en los distintos mercados de servicios
final. Esto es la conocida regla de la elasticidad inversa de demanda: para cubrir el coste de la
instalación de la red, F, está claro que la empresa debe obtener una ganacia adicional, por encima
del coste marginal. En esta familia de reglas, el márgen adicional se obtiene estableciendo un
precio mayor de la interconexión para aquellos servicios finales, y consumidores, que más estén
dispuestos a pagar por el servicio final, o lo que es lo mismo, un precio del componente mayor
para aquellos servicios con elasticidad de demanda menor (o mas rígida).
Estas reglas tienen la propiedad de que maximizan el bienestar de la sociedad: logran alcanzar la
mejor solución posible, dada la restricción de que se deben cubrir los costes fijos del operador 1.
Con el siguiente gráfico explico el principio en el que se basa.
Sean dos servicios distintos, el local y el internacional, donde las demandas son distintas
dibujadas en el Gráfico 1 y el 2, respectivamente. Si la regulación obliga a marcar el mismo
precio por el servicio final (ya sea local o internacional) donde ambos servicios utilizan el mismo
componente esencial, o input o cuello de botella a un coste c0, entonces tendremos una situación
como la descrita por el precio p, y las cantidades de equilibrio en cada uno de los dos servicios, x
18
y x. Como la empresa debe tener un excedente para cubrir sus costes fijos, se obtiene un
excedente (o contribución a costes fijos) del area
de
en el servicio local (Figura 1) y un excedente
para las llamadas internacionales (Figura 2). O sea, se ha distorsionado el primer óptimo (se
conseguiría con un precio igual al coste marginal c0) para poder de este modo cubrir el coste fijo.
La pregunta que nos podemos hacer es: cómo podemos minimizar la distorsión que necesitamos
introducir para poder recuperar el coste de la inversión inicial?
La respuesta la dió Ramsey (1927) cuando estaleció que deberíamos marcar precios diferentes
para los servicios finales, dependiendo de la disposición a pagar (elasticidad de demanda directa)
de los consumidores de cada uno de los mercados. Si los consumidores del mercado 1, los
usuarios de servicio de llamadas locales por ejemplo, muestran tener una elasticidad menor de
demanda, una mayor rigidez en su respuesta ante cambios en los precios, debemos subir el precio
de este servicio (hasta p en la Figura 1) y bajar, simultáneamente, el precio del servicio final
(llamadas internacionales por ejemplo) donde la elasticidad de demanda es mayor. Estas
diferentes elasticidades de demanda asumidas aquí concuerdan bien con estudios empíricos sobre
elasticidades directas de demanda estimadas para España y para otros países. Por qué esta
discriminación de precios es buena para la sociedad? Porque de este modo, al subir el precio en
el mercado 1 se pierden consumidores (pérdida de eficiencia neta en este mercado), pero esta
pérdida de consumidores en este mercado es menor que la pérdida de consumidores que se deriva
de marcar un precio alto en el mercado 2, en donde los consumidores se muestran más sensibles
al precio (tienen mayor elasticidad-precio directa) y se pierde a mayor número de consumdores, y
mayor excedente, al subir el precio. En términos de minimizar la distorsión que provoca la
necesidad de marcar un precio por encima del coste marginal, la mejor política es marcar precios
diferentes para los distintos servicios, guiándose por la sensibilidad a subidas de precio mostrada
por los consumidores de los distintos mercados. Allí donde muestren una elasticidad alta (Figura
2), poner precios relativamente más bajos, que en el mercado donde muestran una elasticidad
pequeña, poca respuesta ante cambios en los precios, porque es en estos mercados, de elasticidad
baja, donde al subir el precio aunque se pierda excedente de los consumidores (algunos
consumidores desaparecerán del mercado) esta pérdida será menor que la causada al subir el
19
precio final en otros mercados de mayor elasticidad (en donde el número y excedente de los
consumidores que abandonan el mercado al ver subir el precioserá mucho mayor).
En resúmen: ya que debemos marcar un precio del servicio final por encima del coste marginal,
este márgen adicional debe venir determinado por la inversa de la elasticidad de demanda: allí
donde la demanda sea muy elástica debemos distorsionar el precio (por encima del coste
marginal ) muy poco, y allí donde la elasticidad sea baja, marcar precios mayores. De este modo
la empresa consigue cubrir de nuevo sus costes fijos y distorsiona el mercado en menor medida
que poniendo precios finales iguales en ambos mercados.
La aplicación al problema del déficit de acceso en telecomunicaciones es casi directa, aunque los
desarrollos han sido recientes y deben tener en cuenta factores de información asimétrica entre el
regulador y la empresa regulada en la determinación de este tipo de tarifas. Se mencionan ahora
un tipo de reglas útiles, aunque por sí solas de difícil implementación.
2.3. A. La regla de Tarificación Completamente Eficiente de
Componentes (FEPR, 1997)
Se basan en precios de Ramsey: precio mayor para aquellos servicios finales que utilicen el
componente que se enfrenten a una elasticidad-precio de la demanda menor. En un contexto
formalizado de un modelo con una empresa establecida y potenciales entrantes que demandan el
uso del componente, se parte de maximizar el excedente social, imponiendo la restricción de que
el operador establecido cubra los costes totales de la red inicial. Inicialmente se ignoran
problemas de información asimétrica y se obtiene un regla igual a la de tipo Ramsey:
aRTCE= c +  [p2/]
20
donde  es la elasticidad precio de la demanda y es un término constante de coste de
oportunidad de los fondos públicos.
* Con información asimétrica
El regulador en realidad no es capaz de observar, de controlar o de verificar los parámetros de
demanda () en los que se basa la determinación de estos precios de Ramsey, que exigen un
conocimiento preciso de estos parámetros así como de los parámetros de costes relativos de cada
servicio que se quiera regular. El regulador desconoce un parámetro (o varios) privado, la
elasticidad de un servicio concreto por ejemplo, que la empresa regulada sí conoce. Si el
regulador deja completa libertad a la empresa a la hora de establecer estos precios tipo Ramsey,
la empresa puede aprovechar el desconocimiento de los valores de estos parámetros por parte del
regulador para poner precios no relacionados con la elasticidad de demanda del servicio final y sí
relacionados, en cambio, con intenciones predatorias. Esto puede generar una asignación no
aceptable por el regulador.
El regulador no solo debe inferir los parámetros a los que se enfrenta la empresa, y que él mismo
desconoce, sino que además debe dotar de incentivos a la empresa a que se comporte
eficientemente, esto es, a que tenga incentivos a mejorar y ampliar la red (problema de riesgo
moral que como veremos es fundamental en la regulación de los precios de interconexión y que
con reglas basadas en costes dificilmente se satisface). Para ello el regulador debe otorgar en el
precio de interconexión a la empresa regulada un márgen adicional en la tarifa de acceso para
dotar de incentivos (i.e., renta informacional).
aLT = c0 + [] (p/) + ()[]*[∂∏a/∂x]
A
B
donde, el precio de la interconexión se compone ahora de tres elementos:
21
1. El coste marginal de dar acceso o interconexión (c0)
2. El término A: un márgen por encima del coste marginal para cubrir los costes fijos de
instalación en función (inversa) de la elasticidad de demanda (este término es conocido como el
término de Ramsey)
y 3. El término B: una renta informacional. Para poder deducir el regulador si el comportamiento
(en a) del regulado es eficiente o no, le debe dar un premio por ser eficiente, y este premio se
traduce en una pequeña renta adicional (denominada informacional porque se deriva de la
existencia de información asimétrica entre el regulador y la empresa regulada).
Propiedades: se alcanza la mayor eficiencia posible (segundo óptimo). Son extendibles cuando
existe información asimétrica (entre regulador y empresa regulada).
Además, esta regla dota de incentivos a la interconexión, de tal modo que el operador que otorga
la interconexión recibe una renta (pequeña) de tal modo que tiene incentivos a mejorar, ampliar y
cuidar bien la red local.
Herguera y Martinelli (1996) estudiaron las propiedades de esta regla con respecto a la entrada
eficiente de nuevos rivales y a la posibilidad de separar el pago por incentivos (término B) del
pago directo en la tarifa por la interconexión (junto con el márgen del término tipo Ramsey).
Problemas: necesidades informacionales del regulador (observar parámetros de elasticidades y
de costes). Estas reglas, al igual que la regla de Ramsey, implica del regulador un conocimiento
fiable de las elasticidades de demanda (directas y cruzadas) de cada servicio a regular y de los
costes marginales de cada línea de servicio. Esta información está sometida a mucho ruido, es de
difícil observación o estimación y depende de factores de difícil control.
La solución propuesta por algunos autores es adicionar esta regla de (Fully Efficient Pricing
Rule) FEPR con la imposición de límites globales de precios (definidos por cestas de bienes) y
dejar que el operador fije, con ciertos límites, precios individuales como le parezca (en función,
se entiende, de los parámetros definidos en la regla de FEPR) siempre y cuando respete un límite
global de (incremento) de los precios individuales, o por cestas, pre-definido.
22
Estas reglas no se aplican directamente en ningún país, pero nos ofrecen principios claros y
propiedades atractivas para poder juzgar las reglas ofrecidas por los reguladores en distintos
países, que son reglas basadas en consideraciones de costes. A este tema nos referimos a
continuación.
3. Problema de incentivos de la regulación basada en criterios
(exclusivamente) de costes y la práctica en otros países
Las reglas basadas en una remuneración directa de los costes plantean un problema de posible
comportamiento oportunístico por parte de los nuevos entrantes: dado que la interconexión se
ofrecerá a precio bajos (orientados a costes), no tendrán incentivos a instalar nueva red local por
sí mismos, a pesar de que esto puede ser deseable desde el punto de vista social. Al mismo
tiempo al operador dominante se le plantea un problema de incentivos claros: si cualquier
ganacia de eficiencia o de mayor calidad que puede provocar al mejorar o ampliar su red local
con nuevas inversiones se la va a apropiar solo en parte (ya que los entrantes que se interconecten
podrán apropiarse de parte de las rentas generadas), cuáles son los incentivos que el operador
dominante puede tener en mejorar y ampliar la red en su parte local?
A largo-medio plazo este problema puede ser importante porque, en ausencia de infraestructuras
alternativas, el nudo local podrá actuar como cuello de botella para todo el sistema de
telecomunicaciones en su conjunto, dados los escasos incentivos del operador propietario de la
red a su mejora y amplicación y dados los aún más escasos incentivos de los demás operadores a
invertir en redes alternativas (ya que se apropian de parte de las ganacias derivadas del esfuerzo
del operador dominante).
Con criterios de interconexión orientados exclusivamente a costes, no se puede solucionar este
problema de incentivos a medio-largo plazo. Es necesario introducir elementos de coste de
23
oportunidad, de beneficios perdidos por una inversión concreta, de valoración a pagar por nuevos
servicios o nuevas capacidades por parte de los consumidores y otros proveedores de servicios.
En un régimen de derechos de propiedad bien definidos, el operador dominante tendría un
derecho de propiedad, o una patente, por la innovación efectuada en la red (local), que le permite
recibir, si tiene éxito, las ganacias especiales derivadas de la innovación (este premio es
fundamental para que haya incentivos a innovar).
Pero al tratarse de una innovación o mejora realizada en la parte del nudo local en cuello de
botella, y aplicarse el principio de obligación de interconexión, sin discriminación y en base al
principio de reciprocidad todos los demás operadores se aprovecharán de la innovación o mejora
introducida por el OT (operador de telecomunicaciones tradicional). Adelantando este
comportamiento, y adelantando que las ganacias esperadas son menores de las que obtendría de
tener bien definidos los derechos de propiedad sobre la mejora en la red, el OT puede decidir no
efectuar ninguna mejora. Los beneficios (privados) que se lleva el OT son menores que los
beneficios sociales que su esfuerzo genera. Esto supone una pérdida de eficiencia porque el nivel
óptimo para el OT de inversión y esfuerzo en mejoras en la red, será inferior a lo que es desable
desde el punto de vista de la eficiencia general.
Los incentivos se deben diseñar de tal modo que las ganacias derivadas de las mejoras que el
operador de una red cause en su propia red, puedan ser apropiadas por el operador que realizó la
inversión. De otro modo se plantea el problema del “bien común” y las implicaciones negativas
que para la eficiencia esto puede tener.
El mecanismo establecido de determinación de precios en el anterior Reglamento de
Interconexión (1998) hacía que el OT debía instalar la mejor planta con la mejor tecnología
disponible, pero por otra parte hace que el OT deba ceder parte de estos beneficios generados por
las mejoras a todos los demás participantes. O sea, crea un problema de incentivos (donde el
beneficio privado de un esfuerzo es menor que el beneficio social generado por ese esfuerzo
privado) y a la vez se quiere forzar a que el OT realice el esfuerzo máximo en la eficiencia de la
24
red. Aquí hay una contradicción, que se debe resolver. Los incentivos no son del todo
compatibles.
Para hacer que los incentivos sean compatibles se le debe dar una ganacia especial al OT que
realice mejoras en la red. Bien es cierto que esta contradicción ocurre en otras regulaciones de la
UE en esta industria.
Actualmente en el Reino Unido hay mucha mayor libertad de negociación y de establecimiento
de criterios en la determinación del precio de acceso. Hay control (de defensa de la competencia
por parte de OFTEL con la Fair Trading Condition) y todos los precios (de servicios de acceso
en segmentos aún no competitivos) están sometidos a restricciones globales de precios- price
caps- bastante restrictivos (definidas en cestas cerradas de servicios, ordenados de menor a
mayor nivel de competencia conseguido en el segmento de interés).
El operador dominante está obligado a publicar una oferta de interconexión de referencia (en el
Reino Unido al igual que en España) y en ella en el Reino Unido se establece un suelo y un techo
para cada servicio de interconexión. El suelo está definido por el coste incremental, por debajo
de este precio el regulador puede intervenir para prevenir contra prácticas predatorias. El techo es
un concepto cercano al de stand alone costs, y por encima de este precio OFTEL puede
intervenir. Este techo, refleja todos los costes incrementales de la interconexión más los costes
comunes de ofrecer (en conjunto con todos los componentes necesarios) la interconexión - stand
alone costs. El techo y el suelo del precio de acceso se define para los servicios de interconexión
(en su conjunto), no para los elementos individuales de la red implicados en este servicio.
Además en el Reino Unido se permite precios distintos por tramos horarios para una más
eficiente utilización de la red de telecomunicaciones.
4. Problemas de la competencia por comparación cuando las
inversiones son beneficiosas par la industria en su conjunto
25
La competencia por comparación, o yardstick competition, ha sido parcialmente utilizada por el
regulador español durante los primeros años en la interconexión uni-direccional el redes fijas
(banda estrecha). Se trata de coger, en este caso concreto, un conjunto limitado de paises con
situaciones relativamente similares en cuanto a cobertura, despliegue de red, renta per cápita, etc.
y poner el precio de interconexión para un país concreto como la media de los 5 o 7 paises
cogidos como referencia. Esto es, se trata de regular por comparación con otras empresas/
operadores similares. Se aplica en la distribución de electricidad en España este mecanismo y
tiene, como todos los mecanismos regulatorios de un componente esencial, cosas atractivas y
otras no tanto.
La competencia por comparación tiene efectos positivos indudables, especialmente si la
analizamos a nivel estático: el regulador no necesita disponer de información (privada y oculta)
de la empresa regulada para poder implementar su mecanismo regulatorio: le basta con disponer
de información relativa al sector. Al reducir los requerimentos informacionales este tipo de
regulación tiene como corolario que la empresa regulada podrá disfrutar de menores rentas
informacionales que de otro modo obtendría (rentas especiales derivadas del hecho de que puede
esconder su nivel de costes al regulador y hacerse pasar por menos eficiente y de este modo
inducir a precios más altos en el servicio final).
Pero si analizamos este tipo de competencia a nivel más dinámico vemos como aparecen otros
trade offs relevantes. Esto es lo que hace D.M. Dalen (1998) quien se plantea si este tipo de
competencia por comparación aporta buenos incentivos a la inversión en mejoras tecnológicas y
de red para la empresa regulada.
Se modeliza una competencia con un estadío adicional en donde las empresas pueden o no llevar
a cabo planes de inversiones. Estas inversiones harán que la distribución de tipos (de eficiencias)
en las empresas se sesgue en favor de las de tipo más eficiente. Se analizan dos tipos de
inversiones:
26
a. Pueden ser inversiones específicas a la industria: la inversión efectuada por una empresa
afecta a la tecnología disponible a las demás (estos efectos pueden darse en industrias
verticalmente integradas: el coste de dar servicio de llamada depende de la calidad de la red
local, que si se mejora es una externalidad para todos los operadores),
o bien b. puede ser inversión específica a la empresa: no hay efecto beneficioso sobre los demás.
Toda la mejora derivada de la inversión se la queda la empresa innovadora en forma de mayores
rentas de eficiencia.
El regulador anuncia el mecanismo (o contrato) regulatorio antes de que las empresas decidan su
inversión. Pero debido a contratos incompletos, el regulador no puede pre compromterse de
antemano a un contrato específico(se compromete a un tipo de mecanismo, pero no a unos
parámetros concretos). O sea, una vez que las empresas han realizado sus inversiones el
regulador hace ofertas de lo-tomas-o-lo-dejas a la empresa regulada. Esta no- habilidad para el
precompromiso por parte del regulador se sabe que causa infra-inversiones ya que los beneficios
de tener una mejor tecnología más tarde serán repartidos en favor de los consumidores en el
proceso negociador ex post.
Si tenemos en cuenta tan solo inversiones específicas de la industria, la regulación por
comparación elimina, o reduce, los incentivos a invertir. La razón es que la inversión de la
empresa mejora la tecnología de todas las firmas de igual modo, sin cambiar la posición relativa
de la firma que la acometió.
Esta conclusión es importante por varias razones: en telecomunicaciones las inversiones en la red
local las acomete Telefónica, con lo que las cargas financieras solos la compañia las soporta.
Pero los beneficios de estos esfuerzos en la red local se distribuyen a todos los entrantes, dado
que Telefónica ha enterrado una mejor tecnología en red local disponible para todos.
Independientemente de cómo se tarifique este servicio local, el mero hecho de que una inversión
privada tendrá efectos beneficiosos sobre los rivales, hace que la empresa se desincentive en este
esfuerzo y acabe realizando poca, o ninguna, mejora en la red local.
27
Si las inversioens a realizar en cambio son específicas de la empresa, entonces la competencia
por comparación es buena en cuanto que introduce mayores incentivos a cada empresa para
acometer planes de inversión. En este caso la competencia por comparación tiene dos efectos
beneficiosos: reduce el problema de información privada ex post, y tiene un efecto positivo ex
ante sobre la inversión. Cuando el regulador puede reducir la información privada ex post,
deberíamos encontrar reducidos motivos para invertir ex ante. La explicación del resultado es
que la competencia por comparación permite al regulador filtrar la incertidumbre causada por
shocks aleatorios comunes (de tipo tecnológico) a todos los participantes. Una menor
incertidumbre sobre la tecnología, hace que el contrato regulatorio sea más potente (i.e., otorgue
mejores incentivos) y esto a su vez incrementa el valor para la empresa de disponer de
información privada sobre la parte restante de la tecnología que es específica de la empresa.
Como estas inversiones específicas aumentan la eficiencia de la empresa (sesgando la
distribución de tipos positivamente), los incentivos a invertir aumentan.
Que hay infra-inversión en una situación de no precompromiso por el regulador ya era conocido
en la literatura (Tirole 1986, JPE), Laffont y Tirole (1993, cap. 1, 8). Lo novedoso en estre
trabajo es que se establece que cuando la inversión es specífica de la industria (hay externalidad)
hay dos razones para sub-invertir: los incentivos a invertir se reducen porque la extracción de
rentas ex post implica que parte del mayor valor añadido generado por la inversión se trasladará a
los consumidores (dado que el yardstick mejora para consumidores cuando una de las empresas
hace una inversión en mejora tecnológica), y 2. Las inversiones efectuadas por una empresa
afectan del mismo modo a todas las empresas incrementando las posibilidades tecnológicas de
las demás.
Si las inversiones en la red local se pueden clasificar como específicas de la industria (en el
sentido de que aumentarán las posibilidades tecnológicas de todos los participantes), lo mejor
que puede hacer el regulador es compromterse a no utilizar la competencia por comparación.
28
5. la propuesta de Sidak-Spulber (1998):
la ECPR
determinada por el mercado (M- ECPR)
Spulber y Sidak (1998) hacen una reformulación del principio de la paridad, inicialmente
propuesto para el contexto del transporte por ferrocarril en EEUU por Robert Willig y William
Baumol, o regla de tarificación eficiente de componentes (ECPR, en inglés).
Partiendo del supuesto de que la regulación es un contrato entre el Estado, la empresa regulada y
los potenciales entrantes en sectores de utilities, Spulber y Sidak especifican y analizan en detalle
los principios que este contrato regulatorio debe respetar. Defienden que un objetivo de la
regulación de los precios de interconexión debe ser que la empresa establecida no incurra en
pérdidas como consecuencia de los precios regulados, esto es que a través de los servicios
regulados la empresa sea capaz de obtener suficientes ingresos como para cubrir todos sus costes
(incluida una remuneración razonable a sus capitales invertidos).
La regla de Baumol y Willig (ECPR) ha sido muy criticada por parte de la Comisión Europea, la
FCC de EEUU y muchos operadores, en especial entrantes. En Nueva Zelanda se aprobó y sus
éxitos han sido ambiguos. Es una regla con propiedades muy atractivas pero de difícil
implementación porque en el precio de interconexión aparece el componente de coste de
oportunidad el cual puede estar sesgado al alza debido al poder de mercado que la situación de
partida puede arrastrar. De hecho, Baumol testificó ante el Privy Council Británico y defendió la
regla ECPR junto con una limitación de precios de los servicios finales por dos razones:
1. Para de este modo reducir las ganancias iniciales del operador como consecuencia de
su poder de mercado
2. Para corregir propiedades no claras a nivel de eficiencia (interna y
asignativa)
que esta regla implica en el largo plazo. A nivel de incentivos esta regla puede no ser muy
29
potente porque remunera al operador por el negocio perdido al dar una unidad de acceso a los
rivales (entrantes). De este modo se puede provocar la ineficiencia X, o esfuerzos a la eficiencia
interna de la empresa inferiores a lo que sería deseable desde un punto de vista social.
La regla de ECPR en cualquier caso tiene tres propiedades muy atractivas, que sirven de
benchamrk para muchos modelos económicos:
A. Por un lado tiene en cuenta en el precio del input (componente) el coste de oportunidad que
para el que ofrece el input tiene el dar acceso.
B. Logra cubrir (no necesariamente, pero casi siempre) los costes totales de la empresa regulada
en sus negocios regulados
C. Induce la entrada de nuevas empresas si y solo si estas son más eficientes que la establecida.
Esto es: no subsidia la entrada, como es posible que las reglas basadas en el coste incremental
hagan.
D. Es coherente con el principio de “orientación a costes” que tanto la legislación de EEUU,
como en la Unión Europea como la propia Ley española imponen.
Muchos desarrollos de reglas para la interconexión toman la ECPR como estándard: se matiza la
ECPR cuando hay poder de mercado, cuando hay diferenciación del producto, cuando hay
asimetrías en el tamaño de las redes, cuando hay información asimétrica, cuando tomamos en
consideración componentes dinámicos. Todas estas consideraciones tienden a reducir el coste de
oportunidad del operador establecido, y por tanto a reducir algo el precio de interconexión.
Una propiedad que no tenía inicialmente la regla de ECPR era que ignoraba la evolución del
coste de oportunidad cuando hay efectivamente entrada de nuevos operadores con red local. El
problema básico de la interconexión se basa en que no existen, a corto plazo, inputs o
componentes alternativos al que estudiamos (por ello se dice que existe un cuello de botella).
Esto es: el componente (dar acceso) no tiene valor de oportunidad (no tiene uso alternativo). La
salida a este problema es la adoptada por los reguladores: provocar entrada con infraestructuras
30
alternativas en el nudo local. De este modo a largo plazo se solucionaría el probema de poner un
precio a un cuello de botella que no tiene uso alternativo posible.
De hecho la regla de ECPR no tiene en cuenta las posibilidades alternativas que pueden emerger
en un mercado con libre entrada: la entrada de nuevos rivales con red propia. De solucionar este
problema se encarga el desarrolo reciente de Sidak y Spulber en su libro 1999. En éste proponen
una variante o refinamiento de la regla de ECPR que ellos llaman la Market determined Efficient
Component Pricing Rule (M- ECPR), la cual tan solo implica una consideración adicional:
cuando hay entrada de redes alternativas, el coste de oportunidad de dar acceso por parte de la
empresa incumbente se reduce y el coste de oportunidad viene ahora determinado por al standalone costs de la red (o tecnología) de menor coste que haya entrado en la industria. De este
modo, Sidak y Spulber logran incluir el supuesto de entrada efectiva en el segmento local y el
efecto de esta entrada sobre el precio de interconexión.
Recordemos que la ECPR determinaba un precio de interconexión (a) en base ados componentes
a = c + CO
(1)
donde c es el coste incremental de dar una unidad de acceso (o coste atribuible al nuevo acceso
de un entrante) y CO es el coste de oportunidad que para el incumbente tiene dar una unidad de
acceso: es el beneficio perdido por haber dado un minuto de acceso a un rival y haberse quedado
la empresa sin ese minuto de negocio en el segmento o servicio final.
El componente más importante de esta regla es el de CO. Cuando no existe entrada en el
segmento local, el coste de oportunidad para el incumbente de dar acceso es el negocio
(beneicios) perdido por haber perdido esa unidad en el segmento final (donde el márgen de
beneficios es mayor que en el componente). Por tanto, cuando no hay alternativas de mercado al
nudo local, la regla de Sidak y Spulber es idéntica a la regla de Baumol: ECPR y M-ECPR
determinan el mismo precio.
31
Pero cuando existe una red local alternativa, entonces el coste de oportunidad para el incumbente
ya no viene determinado por su beneficio perdido, sino que viene definido por el coste en el que
incurre el rival en dar la misma cantidad de acceso a un tercero. Este principio es coherente con
la idea de coste de oportunidad (el valor de la mejor alternativa perdida) y enriquece algo la regla
de ECPR ya que en términos dinámicos se permie que este componente del precio, el CO, se vea
reducido por el efecto de la entrada de nuevas empresas con red propia. De este modo se
consigue mantener la propiedad de la ECPR de inducir entrada eficiente en la industria y de
conseguir un equilibrio presupuestario para el operador que otorga el acceso.
Recordemos que esta regla, en comparación con las basadas en el coste incremental, logra cubrir
todos los costes incuridos en el negocio regulado. En telecomunicaciones existen costes
significativos que no son directamente atribuibles a ninguna actividad, o servicio, concreto. A
estos costes no directamente atribuibles se les denomina costes comunes (common costs) o costes
conjuntos (joint costs). El problema reside en que los costes incrementales (a largo plazo) tan
solo recogen los costes (marginales) que sean directamente atribuibles a un servicio concreto.
Mientras que una compañia de telecomunicaciones es normal que incurra en costes altos que no
son atribuibles a ningún servicio determinado. Y esto no es un problema contable, es un
problema económico porque hay actividades cuyos costes más significativos no tienen relación
directa con la cantidad ofertada del bien.
Costes comunes (common costs): Son costes incurridos en la oferta de algunos de los servicios
de la empresa que no son incrementales a ningún servicio concreto (o sea, que no son atribuibles
a ningún servicio en particular). Son costes que se originan por el hecho de que la empresa existe,
no por la oferta de ningún bien concreto. Estos costes solo son evitables si la empresa cierra por
completo, o si la empresa deja de producir un conjunto de servicios. De un modo general, los
costes comunes son costes no atribuibles.
En telecomunicaciones los costes comunes son los recursos destinados a la administración
general, la supervisión y planificación estratégica general, las relaciones etxeriores, los servicios
de regulación y jurídicos de la empresa.....
32
Costes conjuntos (joint costs): son los costes en los que incurre una empresa cuando produce y
ofrece dos o más servicios en proporciones fijas. O sea, cuando se produce un servicio y por este
hecho se logra, como subproducto, la producción de otro servicio adicional incurriendo en un
coste mínimo marginal.
Coste de mantenimiento solitario de servicios (stand alone costs): son los costes totales
derivados de la oferta en solitario de un servicio (o servicios) concreto. Para hallar este concepto
se debe hacer un ejercicio: separar el servicio de interés y encargar su producción a una empresa
independiente. Se computan entonces todos los costes (atribuibles y no atribuibles) de esta nueva
empresa y esta es la medida del coste de oferta solitaria del servicio de interés. Notar que este
concepto de coste es probablemnte el coste mayor que definimos en este trabajo dado que incluye
todo tipo de coste común y conjunto necesario para la oferta de ese servicio de red.
Coste de oportunidad: el valor de la (mejor) alternativa perdida. Cuando no existe mercado este
coste es difícil de calcular. Si el mercado es perfectamente competitivo, el coste de oportunidad
es el valor (precio) que ese recurso hubiera obtenido de haber sido destinado al mejor uso
alternativo.
Sidak y Spulber imponen además un límite al precio del servicio de interconexión: que no supere
el coste de oferta solitaria de un servicio de red específico. De hecho al introducir el refinamiento
de su M-ECPR y dar posibilidad de entrada, su principio establece un límite al precio de acceso
que consiste en el coste de oferta solitaria del servicio por la empresa más eficiente del mercado.
Esto impone una tendencia a la baja al precio de acceso (a su componente de coste de
oportunidad) en el caso de que haya efectivamente entrada en la red local.
Ejemplo (extraido de Sidak- Spulber 1999):
Supongamos que el precio (final) de un servicio (de llamadas urbanas) está regulado en 10
Ptas/minuto. La empresa establecida tiene unos costes (incrementales) marginales de 3
Ptas/minuto en dar acceso, y de 2 Ptas/minuto en tráfico por su central local.
33
Dado que esta empresa tiene economías de escala en su red local, el márgen o contribución a
costes fijos que obtiene si ella misma ofrece el servicio final es de
10 - (3+2) = 5 Ptas/minuto
Estas 5 Ptas no son beneficios, se trata de la contribución a la cobertura a sus costes fijos.
Si un entrante quiere ofrecer el servicio final sin disponer de infraestructura propia debe solitar
interconexión (acceso) a la empresa establecida. Si el precio de acceso lo determinamos por
medio de la regla de ECPR este será de
a = c + coste oportunidad =
3 + 5= 8 Ptas/minuto
Dado que 3 Ptas era el coste (atribuible) al acceso y 5 Ptas es lo que deja de ganar al empresa al
dar un minuto de acceso: su contribución a sus propios costes fijos (que de otro modo no cubre).
Ahgora dejemos que haya entrada: una empresa nueva ha instalado infraestructura local y puede
ofrecer también interconexión a un precio de 7 Ptas/miunuto (notar que esta entrante puede
ofrecer el servicio de interconexión más eficientemente que la establecida). El problema ahora es
establecer el coste de oportunidad para la empresa inicial si alguien le pide interconexión. Los
componentes del precio de acceso siguiendo la regla de Sidak y Spulber (M-ECPR) siguen
siendo los mismos: el coste directo (incremental) de dar acceso (3 Ptas) y el coste de
oportunidad. Este último componente ahora se ha visto reducido, después de la entrada, y adopta
un valor de (7-3)= Ptas, por lo que el precio de acceso final es de (después de la entrada de una
rival eficiente)
a= 3 + 4 = 7 Ptas/minuto
Notar que las 7 Ptas es justamente el precio final al que la empresa rival estaba dispuesta a
ofrecer su servicio de interconexión. Está claro que no puede la empresa inicial ofrecer
34
interconexión a 8 Ptas cuando la rival lo está ofreciendo a 7 Ptas. De este modo conseguimos
que el coste de oportunidad de dar acceso(o interconexión) venga determinado por el coste total
(stand alone) de la empresa más eficiente que exista en el mercado.
De hecho Sidak y Spulber explican:
“if access competition is possible, then the M-ECPR requires pricing at the stand alone costs of
the best alternative technology for providing network access.... The M-ECPR provides a market
determined price and the margin of the LEC has downward pressure from competition. Market
forces simply will not permit the LECto charge a higher price than the stand-alone cost of the
best alternative technology” (Cap. 9, 1999).
Dado que la implementación de la M-ECPR tiene unos requerimentos informacionales altos, y
dado que a nivel dinámico sus propiedades de eficiencia no estan claras, Baumol, Willig y otros
autores abogan por añadir a este tipo de reglas un límite global de precios sobre los servicios
finales.
6. La situación actual en la UE
En esta subsección vemos como cada país regula la interconexión con criterios de coste aplicados
diferentes, con criterios de valoración de activos distintos, con medidas diferentes del servicio
(minuto vs. capacidad) y con estructuras de precios por el componente distintas. Todas estas
diferencias hacen la cosa muy atractiva, pero no tan homogénea como podríamos pensar.
En la tabla siguiente se da idea de los principios básicos aplicados en este componente esencial
(interconexión por red fija unidireccional del operador histórico) en cada país - la realidad en
cada país implica algo más de mezcla de conceptos de coste utilizados, de lo que en la tabla
aparece-.
País
Austria
Concepto coste utilizado
LRAIC
valoración activos
prospectivo
35
Bélgica
Dinamarca
Finlandia
Francia
Alemania
Grecia
Irlanda
Italia
Luxemburgo
Holanda
Noruega
Portugal
España
Suecia
Reino Unido
FDC
FDC (<2002), LRAIC
no hay criterio común
LRAIC
LRAIC
LRAIC
LRIC
FDC
LRIC
LRIC, para LLU: DEC
FDC
FDC
FDC con ajustes
mezcla FDC + LRAIC
LRAIC
prospectivo,
histórico <2002, prospectivo
actuales
prospectivos
actuales
actuales
histórico/ actuales
histórico
prospectivo
histórico
prospectivo
actuales
histórico
prospectivo
donde FDC denota Fully Distributed Costs (Costes Completamente Distribuidos), LRIC, Long
Run Incremental Costs (costes incrementales a largo plazo), y LRAIC, costes incrementales
medios a largo.
*la estructura de la tarifa regulada de interconexión por minuto:
La práctica en los paises de la UE difiere tanto por los niveles de precios regulados por
interconexiones semejantes (aunque en precios difieren relativamente poco los paises), como y
sobre todo, en la estructura de la tarifa regulada (lineal, no-lineal) y en la medida de la unidad
de interconexión (minuto/ capacidad). Estas diferencias tienen efectos sobre el coste efectivo
medio para un entrante muy significativo, y mas aún en los incentivos a poner distintas
estructuras de precios finales de los servicios.
En España, Grecia, Italia, Alemania, Reino Unido y Austria, la interconexión (en tránsitos local,
simple y doble) se mide y se tarifica por minuto de servicio mayorista utilizado. Portugal,
Francia, Irlanda, Luxemburgo y Holanda, por contra, imponen el precio por minuto de servicio
más un pago fijo por llamada/ servicio final demandado. Y Suecia, Dinamarca y Bélgica tienen
una estructura de precios de interconexión en tres tramos: una parte fija por acceder al servicio de
interconexión, otro pago fijo por llamada (por “establecimiento” de la interconexión), y otro
36
pago- el variable por minuto de servicio. En la siguiente tabla se ofrecen los precios de las tres
interconexiones (se omite la metropolitana) para el conjunto de 14 paises de la UE, para los 8
paises con interconexión en dos partes, y para los tres paises con tarifa en tres partes. Lo que se
ofrece es el precio medio por minuto, asumiendo que los componentes fijos de la tarifa se
reparten en una llamada tipo de 3 min de duración. El objetivo tan solo es darse uan idea de las
diferencias existentes en precios medios por minuto, que no son muy significativas.
Table 1: Interconnection (i.e., termination rates) regulated tariff structures (peak
periods) in selected countries of the EU (14 countries) in cents / € for 2002.
Local
Simple transit
Double transit
EU(14)
0.684
1.094
1.624
EU(8)
0.671
1.080
1.579
EU(3)
0.673
1.080
1.559
Sources: European Commission (2002). EU(14) represents the average per
minute interconnection charge in peak hours of a 3 minutes call across 14 EU
countries. EU(8) represents the same average for a subgroup of 8 countries
where termination is priced with a non-linear tariff. EU(3) represents the same
average cost for a subgroup of 3 countries where termination is priced with a
three-parts tariff.
De la tabla anterior notar como los paises que aplican precios no- lineales a la interconexión
muestran, en media, precios efectivos por minuto de servicio algo menores que los paises que
imponen una estructura lineal (solo por minuto) del servicio. Desde la perspectiva de un entrante,
una tarifa de interconexión en dos partes le otorga flexibilidad en la duración de las llamadas
finales, y la tarifa en tres partes le otorga flexibilidad en el volúmen de llamadas finales
demandadas.
37
4
3,5
3
2,5
double
2
single
1,5
1
0,5
0
st
++ ++
Au elg mk
B
en
D
*
ce
rm
nl
Fi Ge ree
G
ly
Ita
l
n
*
*
rt* pai d++
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o
P
S we
N
xe
S
Lu
K
U
En la Figura anterior para datos del 2002, notar que los paises con * tienen una tarifa de
interconexión en dos partes, y los paises con ++, en tres partes.
* Otra dimensión en donde los paises de la UE muestran una diferencia sustancial se basa en la
unidad de medida del servicio mayorista: el minuto vs. la capacidad:
Una innovación muy importante (y original del regulador español) es la interconexión por
capacidad (Agosto 2001), que cambia radicalmente el coste efectivo trasladado al entrante (al
transformar el coste de la interconexión de ser variable- por minuto-, a ser un coste fijo –por
capacidad contratada-). Esta innovación tiene un impacto en el mercado (en la estructura de los
precios finales) probablemente mucho mayor que utilizar LRAIC o LRIC en la tarificación
basada en el tiempo. Este tipo de interconexión por capacidad tiene propiedades muy deseables
desde el punto de vista de la competencia y de la eficiencia en el uso de las redes (al aplicarse
simultáneamente a tráfico de voz y de IP en banda estrecha).No queda claro en España, de todos
38
modos, el concepto de coste utilizado en la determinación del precio por bloque (capacidad 2
Mgbite/sec) de interconexión en el sistema de capacidad. En la OIR del 2001 se determinaron
unos precios por bloque (por tipo de interconexión), que en 2003 han cambiado. Parece que al
menos en el 2001 los precios por bloque pretendían hacer equivalentes ambos modelos de
interconexión: por tiempo y por capacidad, ya que para el primer bloque contratado (y solo para
el primero),
P/K= a,
donde a = precio por minuto de interconexión, P =precio por un bloque de capacidad (2
Mgbite/sec) y K= el número de minutos estimado de tráfico posible por ese primer bloque
contratado (para un índice de calidad dado y para una curva de carga de tráficos, de voz y de IP,
asumida ex ante, 201.000 minutos inicialmente). Para bloques contratados posteriores, el precio
por bloque permanecía constante, P, pero (y dependiendo crucialmente del tamaño y eficiencias
internas específicas al entrante) el número de minutos transitados por cada bloque adicional
crecían más que porporcionalmente al número adicional de bloques contratados fuente de
economías de escala directa. Posibles economías de alcance, además, en la gestión (y mejoras de
patrones de tráficos peak/ off- peak) derivados de la gestión conjunta de tráfico de voz y de IP
por mismos bloques.
En la siguiente tabla y con datos de los precios de interconexión españoles relevantes para el
2001- 2003, se ofrecen las equivalencias en precios (para el primer bloque contratado) entre
ambos modelos de interconexión (por tiempo y por capacidad). Mirar en especial la tercera
columna dentro de cada bloque (el equivalent price per minute) de donde es paraente la igualdad
intencionada en precios medios (iniciales) entre ambos modelos. Las diferencias entre ambos
modelos, en precios efectivos medios, con capacidades contratadas crecientes pueden ser muy
significativas (y mayores cuanto mayores volumenes de servicio contratado).
Tabla 2: comparación de precios entre el regimen de interxonexion por tiempo (IxT) y el
regimen nuevo de capacidad (IxC) para España, primera oferta de interconexión de referencia
39
donde se implementa el nuevo modelo por capacidad (2001), datos expresados en centimes de
Euro por minuto para tráfico de voz. Fuente: CMT, 2001.
Interconnection per time
Type of traffic
p/p/h
p/op/h
pond/p**
euro-cents / min
Interconnection by capacity*
K
(2Mbit/s)/P
e/p/p
minutes
euro-cents euro-cents / min
Local
0.757
0.457
0.661
201,314
132,611
0.659
Metropolitan
1.046
0.625
0.836
201,314
167,521
0.832
Simple
1.16
0.697
1.012
201,314
202,758
1.007
Double
2.218
1.334
1.935
201,314
387,380
1.924
p/p/h : price per minute in peak hours;
p/op/h : price per minute in off-peak hours;
(2Mbit/s)/P : price per capacity unit;
e/p/p : equivalent price per minute;
pond/p : pondered price;
* Combined capacity (voice + Internet).
** It is considered that a 68 % of the traffic correspond to normal tariffs and a 32 % to the reduced one
(except metropolitan traffic where it is taken to equal parts).
source: Own elaboration with CMT data.
Efectos: este sistema de interconexión conduce a tarifas finales (retail) no- lineales (no basadas
en tiempo y en el límite, a tarifas planas)- mucha mayor agresividad en la parte variable de las
tarifas bajo este sistema de interconexión. Ya se empiezan a ver en España ofertas cuasi- planas
(para algunos dias de la semana….). Se estima que en el segundo semestre del 2003 casi el 50%
de la interconexión contratada por los nuevos operadores (nivel mayorista) se ha hecho con este
nuevo régim,en de capacidad.
El modelo de interconexión por capacidad existe en otros paises de la UE para tráfico dial- up de
Internet (banda estrecha)- se denomina FRIACO (Flat Rate Internet Access Call Origination) y se
introdujo con el objetivo de que los entrantes pudieran emular las tarifas planas de acceso a
Internet que los operadores históricos ya empezaban a ofrecer a sus clientes finales. En el Reino
Unido y en Italia se ofrece FRIACO a diversos niveles de interconexión. En Francia, Holanda,
Portugal y Alemania tan solo se ofrece para el nivel más bajo de interconexión (tránsito local).
En España, además de ofrecerse tanto para acceso IP como para voz, se ofrece para los tres
niveles (local, simple y doble) desde Agosto 2001.
Siendo muy atractivo este modelo de interconexión (logra incentivar a incrementos en tráficos
por parte de entrantes y les permite apropiarse de alguna sinergia en costes que ocurre en la red
del histórico, les hace más similares en estructuras de costes reales), puede llegar a plantear
40
problemas de competencia desleal, en cuanto que la fuente de economía de escala del operador
histórico puede ser mayor, previsiblemente, que la fuente de economía de escala del entrante (la
que le permite la contratación de bloques adicionales), y por tanto la competencia tanto en la
parte variable de la tarifa final como en la parte fija de la misma puede conducir a que solo el
operador histórico sea capaz de bajar mucho más que los demás los precios finales. El problema
es que ahora la resolución de conflictos basados en estrechamiento de margenes se hace más
compleja. Antes, con la interconexión solo por tiempo, era fácil relativamente discernir si un
operador ponía un precio final “predatorio”, inferior el coste directo de la interconexión con el
objetivo de expulsar a un rival del mercado. Con la interconexión por capacidad, por contra, ya
no existe un coste variable unívoco de referencia (éste variará de operador a operador,
dependiendo del volúmen de tráficos transitados), y la identificación de una posible práctica de
abuso de posición de dominio (estrechamiento de margenes) se hace más difícil. En cualquier
caso este es un problema tan solo potencial y que puede encontrar remedio ex- post (con la
legislación de defensa de la competencia).
7. Conclusiones
Se han recorrido en este capítulo los principales conceptos de costes aplicados en la regulación
del componente esencial (interconexión y acceso) en redes de telecomunicación unidireciconales. Se han visto también los principales modelos de regulación de este componente
que se basan en : 1. reglas de demanda, 2. reglas de reparto de costes, y 3. reglas basadas en el
coste de oportunidad. Asi se recorren: la regal de Baumol (o regal de la Paridad), Costes
Completamente Distribuidos, Coste Incremental, modelos basados en la entrada (refinamiento de
Sidak). Para cada modelo de regulación se han visto los pros y los contras y algunas aplicaciones
reales en diversos paises.
41
La regulación Europea de los componentes esenciales en la red local ha sido en todos los paises
de la UE muy esticta en precios y en condiciones de acceso/ interconexión. Los órganos
reguladores han utilizado en toda la UE básicamente un techo (basado en el coste medio o
completamente distribuido) y un suelo (basado en el coste incremental a largo plazo) para la
determinación de estos precios. Temporalmente el benchmarking también ha sido de aplicación.
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42
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43
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