VOTO CONCURRENTE QUE FORMULA EL SEÑOR MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014. Comparto el sentido de la sentencia emitida en el amparo directo 35/2014, que por unanimidad de votos se aprobó en la sesión ordinaria del día quince de mayo de dos mil quince, en razón de que como en ella se indica, si en autos quedó debidamente acreditado que el menor a favor del cual se solicitó el amparo y protección de la Justicia Federal, fue víctima de “bullying”, ello hace procedente la reparación del daño; sin embargo, no comparto la totalidad de sus consideraciones que en dicha sentencia se sostienen, en especial aquellas que se relacionan con el apartado denominado “IV REPARACIÓN DEL DAÑO”, pues consideró que por un lado, no se tomó en cuenta todo lo solicitado en la demanda inicial y, por otro, se están estableciendo condenas especificas sin tener bases objetivas para ello, lo cual hace que la sentencia en que se emite el presente voto, carezca de una adecuada motivación como lo ordena el artículo 16 de la Constitución Federal. Además, no comparto la manera en que se fijan los efectos protectores de la sentencia de amparo, pues considero que no comprende todos los aspectos por los cuales se decidió otorgar el amparo y protección de la Justicia Federal; y en esa medida, la sentencia contiene una incongruencia interna. Esto aunado al hecho de que en ella se incluye un apartado denominado “recomendaciones para atender el fenómeno de acoso escolar”, sin establecer con claridad, que éstas no forman parte de los efectos del amparo. VOTO CONCURRENTE EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014 Explico lo anterior: No se toma en cuenta todo lo solicitado en la demanda inicial. Si en el caso a estudio se determinó que la parte demandada era responsable del daño ocasionado al menor a consecuencia del “bullying” de que fue objeto, me parece que si en la demanda que dio origen al juicio natural, se reclamó el pago de ********** que por concepto de colegiaturas fueron pagados a la demandada, así como el pago de los intereses correspondientes a esa cantidad, considero que en suplencia de la deficiencia de la queja, se debió determinar que en el caso también era procedente condenar a la demandada al pago de lo antes mencionado, pues desde mi perspectiva, si esa prestación deriva precisamente del hecho de que a consecuencia del “bullying” sufrido, el menor se vio obligado a abandonar la escuela y por ende se perdieron las colegiaturas pagadas, la demandada debió restituir lo pagado por ese concepto, así como los intereses que esa cantidad haya generado; pese a ello, en la sentencia en que se formula el presente voto, no se hizo ninguna referencia a este respecto. Se establecen condenas específicas sin tener bases objetivas para ello. Con relación a la prestaciones formuladas en la demanda inicial, en la sentencia se indica que: Respecto a los gastos devengados por la atención médica y las terapias a que fue sometido el menor, no obra prueba alguna de los gastos realizados por esos conceptos; y por tanto, dicha prestación es improcedente. 2 VOTO CONCURRENTE EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014 Esto no lo comparto, porque si se tiene en consideración que los gastos reclamados se devengaron en beneficio de un menor de edad, me parece que se debió considerar que el juzgador, en suplencia de la deficiencia de la queja tenía la obligación de recabar las pruebas tendientes a establecer el monto de esos gastos, pues con independencia de que de los artículos 1.250 y 1.251 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México, se desprende que el juzgador puede valerse de cualquier persona, cosa o documento para conocer la verdad; y para ese efecto, puede decretar en todo tiempo, la práctica, repetición o ampliación de cualquier diligencia probatoria, que se estime necesaria y sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los puntos controvertidos, el artículo 5.8 del propio ordenamiento, establece que el juzgador debe suplir la deficiencia de la queja en beneficio de un menor, analizando incluso cuestiones distintas a las planteadas, por tanto, considero que en el caso, el juzgador pudo recabar las pruebas tendientes a establecer los gastos devengados por la atención médica y las terapias a que fue sometido el menor y en base a ello establecer la condena respectiva. Con relación a prestaciones no formuladas en la demanda inicial, pero que se pueden justificar teniendo en consideración que en los asuntos en que intervienen menores la litis es abierta, en la sentencia se indica que: Por lo que hace a los gastos por devengar, se señala que el menor requiere un tratamiento psicológico y que ante la imposibilidad de prever su evolución y el número específico de sesiones que puede 3 VOTO CONCURRENTE EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014 ameritar, es propicio establecer una sesión cada 15 días, por un periodo de 3 años. También se indica que haciendo referencia a los parámetros utilizados en el amparo directo **********, en el cual se señaló que las sesiones psicológicas y psiquiátricas oscilan entre ********** y **********, entonces el costo promedio debe ser **********; y sobre esa base, considerando una terapia cada 15 días, por 3 años, se determinó que se debe pagar ********** por ese concepto. Lo anterior no lo comparto, pues en la sentencia no se establece un razonamiento que justifique ese parámetro, es decir no hay una motivación que justifique por qué el menor debe recibir una sesión cada 15 días y por qué debe recibirlas durante 3 años; además no me parece correcto que para determinar el costo de las terapias que recibirá el menor, se acuda a un parámetro establecido en otro juicio, máxime cuando para fijar el costo se habla de terapias psicológicas y psiquiátricas, pues me parece que si en el caso se está determinando que las terapias que debe recibir el menor son de orden psicológico, entonces el costo de las terapias psiquiátricas no se debió tomar como base para establecer el monto de las terapias psicológicas. Por tanto, estimo que en todo caso, y atendiendo al interés superior del menor, este aspecto debió determinarse en ejecución de sentencia, a fin de establecer con precisión cada cuánto era conveniente que el menor tuviera terapias, así como el tiempo que debía de recibirlas, y una vez establecido lo anterior, determinar el costo de las mismas, considerando el incremento que pudieran tener esas terapias en el periodo en que el menor debe recibirlas. 4 VOTO CONCURRENTE EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014 Por lo que hace al monto de la condena que corresponde específicamente al daño moral, en la sentencia, después de analizar la capacidad económica de la institución educativa demandada, se señala que ésta debe ser condenada a pagar la cantidad de **********. Esta consideración no la comparto, en tanto que tampoco se motiva por qué debe ser esa cantidad y no una distinta. Incongruencia en la manera en que se fijan los efectos del amparo. A pesar de que en la sentencia se determinó que se debía establecer una condena por el pago de los gastos por devengar por concepto de terapias psicológicas, al momento de fijar los efectos del amparo, no se hace referencia a este aspecto, pues dichos efectos sólo hacen referencia a la condena establecida por concepto de daño moral, pues al respecto se indica lo siguiente: “… esta Primera Sala considera que debe concederse la protección federal solicitada a la parte quejosa para el efecto de que la sala responsable deje insubsistente la sentencia reclamada, y en su lugar emita otra en la que reitere lo sostenido por esta Primera Sala, y condene al **********, a una indemnización por daño moral por la cantidad de **********. Atendiendo a lo anterior, y en acatamiento de lo establecido en los artículos 74, fracción V y 77 de la Ley de Amparo, en relación con lo establecido en el numeral 222 del Código Federal de 5 VOTO CONCURRENTE EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014 Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al ordenamiento citado en primer término, considero que en la sentencia se debieron especificar con claridad los efectos del amparo a fin de no crear confusión en la autoridad responsable al momento de ejecutar la sentencia de amparo, sobre todo porque después de fijar los efectos del amparo antes transcritos, se añade un apartado que se denomina “recomendaciones para atender el fenómeno de acoso escolar”, en el cual se hacen varias recomendaciones de lo que sería deseable con relación al tema; recomendación que pareciera ser parte de los efectos de la sentencia de amparo; no obstante, me parece que al respecto se debió indicar con claridad que esas recomendaciones no forman parte de los efectos de la sentencia protectora, pues a pesar de lo loable de las recomendaciones mencionadas, éstas no pueden considerarse parte de los efectos del amparo, máxime cuando a través de esas recomendaciones pareciera que se pretende vincular a quienes se hace esa recomendación, lo cual, por cuestión de técnica no es posible, ya de conformidad con lo dispuesto en el artículo 73 de la Ley de Amparo, salvo lo dispuesto con relación a las declaratorias generales de inconstitucionalidad, el amparo se sigue rigiendo por el principio de relatividad. Atendiendo a lo anterior, si bien comparto el sentido de la sentencia que se aprobó por unanimidad de votos, no comulgo con todas sus consideraciones y ello me conduce a formular el presente voto. MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO. 6 VOTO CONCURRENTE EN EL AMPARO DIRECTO 35/2014 SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA: LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES. ********** En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. 7