La naturaleza reacciona Mito o verdad? No hay duda que el planeta que habitamos se encuentra bajo los efectos de grandes catástrofes. Los eventos son tan intensos que provocan la muerte de cientos de personas en el mundo, ocasionando además, pérdidas millonarias para las diferentes naciones. Ante la sucesión de estos fenómenos cabe preguntarse: Cuán responsable es la naturaleza ante esto y qué grado de responsabilidad tiene el hombre?. La emisión de gases de efecto invernadero, la deforestación de bosques nativos, son parte de las acciones del ser humano. La respuesta a todo esto no se la tiene, porque hay un gran número de factores que intervienen para responder a estas dos preguntas clave. Sería una falta de respeto al lector opinar con ligereza, sin responsabilidad académica y científica. No se puede predecir qué estará pasando dentro de 30; 50 ó 100 años. Todo lo que se dice se basa en estudios y conclusiones que se modifican permanentemente, sin quitarles el rigor científico que tienen. La naturaleza, referida al sistema tiempo (atmósfera) siempre ha tenido cambios importantes, denominados ciclos. Sólo basta con revisar un poco de la historia Europea (ejemplo) para entender cómo el clima, ha ido variando. La modificación de zonas cálidas y frías, el hambre, las enfermedades y el frío son parte de los cambios climáticos en cientos y cientos de años. Todo ha respondido a ciclos climáticos, de cambios continuos en el clima, asociados a un comportamiento natural de la atmósfera, y no a la presencia del hombre en la modificación de los mismos. Actualmente es cierto que el planeta está experimentando uno de los más altos valores de temperatura promedio mundial, aunque no se coincide desde cuándo (500 años, 1000 años?). Pero también se tienen evidencias que alguna vez el planeta pasó x estos valores de temperaturas tan cálidas (la temperatura media global del planeta es 15ºC, y actualmente tenemos 15.6ºC). Precisamente durante esos registros de estimaciones a través de perfiles en los suelos y los glaciares, se llega a la conclusión que se alcanzaron valores similares a los de ahora sin intervención directa del hombre. De lo que más se habla es de revolución industrial y tecnológica, que data del 1800 en adelante. También es cierto que algunos de los cambios que el hombre ha introducido en la generación de energía para las grandes industrias, son fuentes de calor, ya que emiten dióxido de carbono (CO2). Esto produce que, en promedio, se enfríen menos las noches y por ende se incremente la temperatura. Pero es tan sólo un ejemplo, dándose en las grandes ciudades, que han incrementado notablemente sus temperaturas comparado con su entrono rural. Si bien son efectos más locales, los habitantes sufren las consecuencias. Se piensa que esos efectos locales puedan estar incidiendo también en la actual temperatura cálida que el planeta presenta, pero hoy por hoy no se tienen argumentos suficientemente confiables como para poder determinar cuánto es el daño que el hombre le puede estar generando al planeta. Se está avanzando en el análisis de factores externos, como pueden ser las fluctuaciones en los ciclos de la energía del Sol, que son mayores respecto a la intervención y los efectos negativos que el hombre pueda generar. Si el hombre juega un papel muy importante en las catástrofes, en muchos casos deberíamos decir que es parte de su irresponsabilidad de crear ciudades por debajo del nivel medio del mar, o que cada vez más gente de bajo recursos se "asiente" en lugares peligrosos para la vida, como pueden ser las laderas de una montaña, zonas en las cuales cuando se producen fuertes lluvias, los deslizamientos de tierra producen avalanchas y muertes que se cuentan de a miles. Nada mas cercano que lo ocurrido en enero pasado en las superpobladas villas al pie de los "morros" (sierras bajas) de la ciudad de Río de Janeiro. En definitiva, el cambio de clima ha estado siempre presente, sus oscilaciones no se pueden ocultar. También hay que entender que no hay datos precisos de cuántas víctimas fatales se producían hace 200 ó 300 años ante determinados fenómenos mientras la superpoblación del planeta no era una preocupación. Seguramente las grandes nevadas, las inundaciones o las olas de calor dejaban sus efectos pero no existen datos precisos de daños y víctimas, y por eso, en muchos casos puntuales, se habla de cálculos aproximados. Por lo tanto la pregunta es: Se puede responsabilizar a la acción del hombre por todos los fenómenos climáticos que suceden en el planeta? No se puede desconocer la intervención de los seres humanos, está claro. Las dificultades para eliminar residuos, la contaminación de los suelos, del agua y del aire son parte de una realidad insoslayable. Trabajar intensamente para cuidar la "casa donde vivimos" es la gran tarea de todos y por estos tiempos debería responder a políticas globales generadas en cada continente. En el mientras tanto, la naturaleza seguirá reaccionando a patrones que no se pueden precisar, aún más allá de la tecnología disponible, que es asombrosa. Actual fenómeno de La Niña El fenómeno de La Niña, un enfriamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico Ecuatorial (entre 1ºC y 3ºC) es otro fenómeno natural que ha venido ocurriendo desde que se tenga conocimiento de la existencia del planeta. Junto con el fenómento de El Niño, son uno de los comportamientos de los Océanos mas impresionantes del mundo, dado las implicancias que genera. Actualmente el fenómeno de La Niña se encuentra en estado maduro e intenso, quizás el mas intenso de los últimos 30 años en la región, y es el responsable del fuerte Invierno que se está produciendo sobre los Estados Unidos, de las violentas y destructivas precipitaciones sobre el Este de Australia, entre otros episodios. Sobre Argentina y sobre Sudamérica, los efectos de este fenómeno son muy importantes sobre el Norte y el Noroeste del Litoral, sobre Uruguay y sobre buena parte de Brasil y Bolivia. El resto de Sudamérica sólo recibe factores indirectos a este fenómeno. Además el fenómeno no siempre impacta de la misma manero, y sólo basta con analizar todos los períodos que ocurrieron La Niña o El Niño para poder concluir que la variabilidad que tiene el fenómento en la zona es muy grande. Los meses de noviembre, diciembre y el comienzo de enero se presentaron muy secos sobre el centro y el Noroeste de Argentina, pero la buena reserva de humedad en los suelos logró de alguna manera compensar esa falta de precipitaciones, pero durante fenómenos de La Niña se presentan fenómenos de lluvias. Son mas cortos, mas aislados, pero en algunos casos fuertes, y la situación que ha golpeado con precipitaciones en Córdoba y Santa Fé durante enero no ha sido otra cosa que la variabilidad en el fenómeno, que presenta por momentos ocurrencia de lluvias muy fuertes, pero que en el promedio final terminan siendo deficitarias. No sería sorprendente que el corte de precipitaciones, hacia el período invernal, sea mucho más fuerte y anticipado bajo el dominio de este fenómeno, por lo que las actuales lluvias deben ser bienvenidas y agradecidas al fin, pero totalmente explicadas por La Niña. Qué sería valioso y práctico para el productor agropecuario del centro-oeste del Litoral ? Como el negocio agropecuario es básicamente uno de largo plazo, hay que tener en cuenta que no hay un clima de una campaña igual al siguiente. Segundo, que desde el año 2003 aproximadamente, ha comenzado un ciclo frío. Quiere decir que, los inviernos serán mas crudos y secos, que las lluvias se recostarán sobre las primaveras ya avanzadas, que los veranos serán en general secos, que las lluvias de otoño tienden a durar poco, que las heladas tienden a ser tempranas. En líneas generales, un clima parecido (no igual) al de la década del 60. La desertificación por el borde Oeste de Rafaela, tiende a pulsar, es decir, se expande hacia el Este durante los inviernos y aparte del verano y el hombre tiene parte de la responsabilidad. El maíz (con acentuada demanda global) tiende a estar perjudicado por este nuevo patrón climático, por lo tanto liderará los aumentos de las commodities (precios de Chicago), mientras el girasol, sorgo granífero y la soja funcionaran bien dentro de este contexto. La ganadería en cambio, tiene que ser manejada muy profesionalmente y con el agregado de información climática para que la oferta de pasto y proteínas en general, sea la adecuada para su sostén, ya que el clima le será hostil (sequías). Eficiencia de los pronósticos y tendencias climáticas. El enorme desarrollo en todos los frentes del mundo actual, es liderado por la tecnología satelital además de la informática, una herramienta clave para acopiar y procesar miles de datos que emiten los satélites, los radares y las estaciones meteorológicas, como elementos clave para generar cada vez mejores pronósticos. La clave, es poder "aplicar" toda esta tecnología para que pueda ser utilizada por el productor agropecuario en forma eficiente. No pasará mucho tiempo hasta que se puedan anticipar las características de la próxima campaña, cuando la actual todavía no ha terminado, a nivel mundial. Fuente: Antonio R. Deane Consultor agroclimático / Director de Weather Wise Argentina para Revista Nuestro Agro -febrero 2011,