Tema 4 la crisis del Antiguo Régimen (1788 - 1833) Introducción

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Tema 4 la crisis del Antiguo Régimen (1788 - 1833)
Introducción
En 1788, tras morir Carlos III, accedió al trono Carlos IV, el modelo del Antiguo Régimen permanecÃ−a
intacto (despotismo ilustrado) , pero un año después la Revolución francesa lo trastocó en Europa
occidental y abrió paso al liberalismo polÃ−tico, capitalismo y a la sociedad de clases.
Las ideas revolucionarias francesas y los principios liberales que las impulsaron fueron expandidos por
Europa por los ejércitos de Napoleón desde 1799.
En 1808, España fue invadida por estos ejércitos, pues: la crisis del absolutismo borbónico fue
irreversible, agravó las dificultades económicas y abocó a una guerra.
La derrota de Napoleón (1815) significó la vuelta al Antiguo Régimen, pero el reinado de Fernando VII
(1814 - 1833) España (y Europa) se debatió entre el absolutismo y el liberalismo.
1. La crisis del reinado de Carlos IV (1789 - 1808)
1.1 La monarquÃ−a de Carlos IV
Carlos IV apartó del gobierno a los ministros ilustrados y en 1792 confió el poder a Godoy, esta elección
ponÃ−a de manifiesto la desconfianza del rey en los cÃ−rculos nobiliarios de la corte.
La ejecución de Luis XVI, impulsó a Carlos IV a declarar la guerra a Francia, con alianza con otras
monarquÃ−as absolutas 1793 - 1795. España no salió victoriosa y la paz de Basilea subordinó a nuestro
paÃ−s los intereses franceses. A partir de ese momento y desde el ascenso de Napoleón (1799), la polÃ−tica
española tuvo temor a Francia y hubo un intento de pactar con ella para evitar el enfrentamiento contra el
ejército de Napoleón. Las alianzas con Francia derivaron en conflicto con Gran Bretaña, las rivalidades
se desarrollaron en dos fases (1795 - 1801 y 1804 - 1808) y en la batalla de Trafalgar (1805) la armada
francoespañola fue derrotada y supuso la pérdida de casi toda la flota de Carlos IV.
Produjo una crisis de la Hacienda real, empeoró con la pérdida de ingresos (los del comercio colonial por
el descenso del tráfico marÃ−timo). Godoy recurrió a endeudar y aumentar las contribuciones y planteó
reformas: Liberación de tierras eclesiásticas para recursos del Estado, medidas ineficaces que provocaron
gran oposición tanto de la nobleza como de la Iglesia. El poder de Godoy aumentó el rechazo del hijo del
rey, Fernando, que temÃ−a ser remplazado por Godoy ante su padre.
Los impuestos sobre el campesinado, tanto señoriales como del Estado, provocaron el descontento popular,
que además estaba afectado por las epidemias, el hambre... La incapacidad para resolver esta situación
culpada a Godoy alimentó motines y revueltas.
1.2 El motÃ−n de Aranjuez (Marzo de 1808)
La situación anterior se deterioró más en 1807: Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau con
Napoleón: autorizó la entrada en España de su ejército para atacar a Portugal (aliada de Gran
Bretaña). A cambio habrÃ−a un reparto de Portugal entre Francia y España, y se crearÃ−a un territorio
para Godoy. Los franceses cruzaron los Pirineos en febrero 1808 se situaron en puntos como Barcelona,
Victoria y Madrid, desde donde se extenderÃ−an por toda España.
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El 18 de marzo de 1808 estalló un motÃ−n en Aranjuez, ciudad donde estaban los reyes temerosos por la
presencia francesa terminase en invasión pues se retiraban hacia el sur. El motÃ−n dirigido por la nobleza y
el clero, buscaban la caÃ−da de Godoy y el abandono de Carlos IV en su hijo Fernando.
Los amotinados consiguieron sus objetivos, pero hubo una crisis en la monarquÃ−a española. Carlos IV
escribió a Napoleón contándole lo ocurrido y pidiéndole ayuda para recuperar el trono, entonces
Napoleón se enteró de la debilidad e incapacidad de nuestra monarquÃ−a y le motivó para invadir
España, ocupar el trono y añadir el paÃ−s al Imperio.
1.3 La monarquÃ−a de José Bonaparte (Julio 1808)
Napoleón llama al padre e hijo a Bayona, donde abdicaron en él, entonces, legitimado por este abandono
nombró a su hermano José Bonaparte rey de España y convocó Cortes a fin de aprobar una
Constitución que acabase con el Antiguo Régimen y aprobase el nombre de José I. El nuevo código
de Bayona reconocÃ−a la igualdad española ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos.
José I lo juró el 7 de julio de 1808.
Inició una reforma, pretendÃ−a liquidar el Antiguo Régimen que supuso la anulación del régimen
señorial, la liberación de tierras de la Iglesia y la desvinculación de los mayorazgos y tierras de manos
muertas. Estas reformas no contaban con apoyos, ya que la mayorÃ−a de la población del nuevo gobierno
era ilegÃ−tima, extranjera y basada en el poder de armas.
2. La guerra de la independencia (1808 - 1814)
2.1 La revuelta popular y la formación de Juntas
El 2 de mayo de 1808 el resto de la familia real se preparaba para partir a Bayona, donde creÃ−an que
Napoleón tenÃ−a secuestrado a Fernando VII ,desconocedora de los hechos. Una multitud se reunió ante
palacio para impedir su partida y se alzó contra la presencia francesa. La revuelta fue duramente reprimida
por las tropas de Murat, pero su ejemplo cundió en todo el paÃ−s y un movimiento de resistencia popular
frenó el avance de las tropas imperiales.
En Galicia, AndalucÃ−a, Aragón, Castilla, Cataluña..., la población se alzó contra la invasión
napoleónica y aparecen unas Juntas para sustituir el vacÃ−o tras las abdicaciones en Bayona. Estas Juntas
primero fueron locales y estaban formadas por gente destacada partidaria de Fernando VII, después son
provinciales, asumieron la soberanÃ−a, declararon la guerra a Napoleón y buscaron el apoyo de Gran
Bretaña.
En septiembre se formó la Junta Suprema Central en Aranjuez con representantes de Juntas provinciales,
aprovechando la vitoria en Bailén (julio) y la retirada temporal de los franceses en Madrid.
Floridablanca y Jovellanos miembros de la Junta, que reconoció a Fernando VII como rey de España, pero
ante el avance francés la Junta huyó primero a Sevilla y después a Cádiz (1810): ciudad ayudada por
británicos que resistÃ−an la invasión francesa.
2.2 La resistencia: sitios y guerrillas
Napoleón pensó que la invasión de nuestro paÃ−s serÃ−a rápida y sencilla porque la resistencia
parecÃ−a estar desorganizada, pero la de ciudades como Gerona, Zaragoza o Tarragona, inmovilizaron parte
del ejército francés e impidieron el avance hacia Levante, además las derrotas francesas en junio y julio
en el Bruc y en Bailén impidieron la conquista de AndalucÃ−a y forzaron a José I abandonar Madrid y
se produjo una retirada de los franceses al norte del Ebro.
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En otoño de 1808, el ejército español no podÃ−a impedir el avance francés, por eso la resistencia a la
invasión se realizó con las guerrillas: pequeños grupos locales: labradores, artesanos, estudiantes,
abogados... aunque sus dirigentes solÃ−an pertenecer a grupos militares y clérigos. Atacaban por sorpresa
que sometÃ−a al ejército francés gran presión y desgaste. En noviembre Napoleón vino a España
para dirigir una contraofensiva, su avance fue imparable y en enero de 1809 su hermano José I entraba de
nuevo en Madrid y el año 1809 fue de dominio francés en todo el paÃ−s.
En 1812, el curso de la guerra se modificará por la campaña que Napoleón inició en Rusia y que le
obligó a retirar a miles de hombres de la PenÃ−nsula, de esa manera, las tropas españolas, apoyadas por la
guerrilla y los británicos al mando del general Wellington consiguieron la victoria de Arapiles (Salamanca,
julio de 1812), con ella José I abandonó Madrid que fue tomada por Wellington el 12 de agosto.
Napoleón no podÃ−a mantener los dos frentes y decidió pactar el fin de la guerra y permitir el retorno de
Fernando VII (Tratado de Valençay). En el año 1813 las tropas napoleónicas abandonaron nuestro
paÃ−s.
2.3 Actitudes sociales, polÃ−ticas e ideológicas
La invasión francesa obligó a corrientes ideológicas hacer frente la presencia francesa y la nueva
monarquÃ−a napoleónica. Una minorÃ−a de españoles, los afrancesados (intelectuales, altos funcionarios
y una parte de la nobleza), colaboraron con José I, procedÃ−an del despotismo ilustrado, al finalizar la
guerra tuvieron que exiliarse por la persecución de Fernando VII.
Pero la mayorÃ−a de la población formó el frente patriótico. Dentro de este grupo diferenciamos
- El clero y nobleza (absolutistas) que deseaban una vuelta al absolutismo con Fernando VII, rechazaban todo
cambio social y defendÃ−an la tradición y la religión católica,
- Los ilustrados creÃ−an que el regreso de Fernando VII supondrÃ−a realizar reformas del Antiguo
Régimen
- Los liberales (burgueses, profesionales...) que querÃ−an implantar un sistema polÃ−tico liberal, basado en
una constitución como norma suprema, en la soberanÃ−a nacional, la división de poderes, instituciones
representativas y la abolición de privilegios estamentales y gremiales para asÃ− impulsar el capitalismo.
Las posiciones ideológicas vieron la guerra como un movimiento de defensa y resistencia contra el invasor y,
aunque la mayorÃ−a defendÃ−a el regreso de Fernando VII. Las ventajas de la Iglesia católica con su
actitud de rebeldÃ−a adoptó posiciones revolucionarias.
3. Las cortes de Cádiz y la constitución de 1812
3.1 La convocatoria de Cortes
La Junta Suprema Central era incapaz de dirigir la guerra y decidió disolverse en enero de 1810, pero
inició antes un proceso de convocatoria de Cortes. Mientras se reunÃ−an las Cortes se mantenÃ−a una
regencia y se organizó una “consulta al paÃ−s”, de ese estudio salió la idea del desastre de los gobiernos
de Carlos IV, donde se pedÃ−an garantÃ−as contra el absolutismo.
La elección de diputados a Cortes y su reunión en Cádiz fue complicado por el estado de guerra y se
optó por elegir sustitutos entre personas presentes en Cádiz. Las Cortes se abrieron en septiembre de 1810,
el sector liberal consiguió una cámara única, frente a la estamental, también se aprobó el principio de
soberanÃ−a nacional: el poder reside en el conjunto de los ciudadanos representados en las Cortes.
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3.2 La Constitución de 1812
Promulgada el 19 de marzo, dÃ−a de San José, se conoció popularmente como “la Pepa” y su
preparación duró un año, su tramitación se vio afectada por la guerra y diferencias entre absolutistas y
liberales.
La Constitución contiene una declaración de derechos del ciudadano: Libertad de pensamiento y opinión,
igualdad de los españoles ante la ley, derecho de propiedad, reconocimiento de todos derechos individuales,
nación como conjunto de los ciudadanos de ambos hemisferios: peninsulares y colonias americanas...
Estructura del Estado: monarquÃ−a limitada, basada en la división de poderes, sufragio universal , pero
sólo varones mayores de 25 años y para ser elegido debÃ−an poseerse rentas anuales procedentes de
ingresos propios. El poder ejecutivo del monarca era la cabeza, intervenÃ−a en la elaboración de la leyes y
poseÃ−a el veto. El poder legislativo las Cortes unicamerales representaban la voluntad nacional y poseÃ−an
poderes. La administración de justicia era competencia de tribunales. Otros artÃ−culos planteaban la reforma
de impuestos y de Hacienda, la creación de un ejército nacional, servicio militar obligatorio y la
implantación de una enseñanza primaria, pública y obligatoria. El territorio se dividÃ−a en provincias y
en su gobierno se creaban diputaciones de estas y la Milicia Nacional. Confesionalidad católica del
Estado...
3.3 La acción legislativa de las Cortes
Además aprobaron leyes y decretos con el fin de eliminar el Antiguo Régimen y ordenar el Estado
como un régimen liberal: Se procedió a la eliminación de señorÃ−os jurisdiccionales que pasaron a ser
propiedad privada de señores, esto eliminaba el régimen señorial, se votó la abolición de la
Inquisición, hubo libertad de imprenta y de trabajo, anulación de los gremios y la unificación del
mercado.Este primer liberalismo marcó lo básico de la modernización de España.
Los legisladores de Cádiz aprovecharon la situación inestable revolucionaria por la guerra para elaborar
leyes más avanzadas, no obstante la obra de Cádiz no tuvo una gran incidencia práctica: 1º por la
situación de guerra y 2º porque al final de ésta con el retorno de Fernando VII impidió lo liberal y
llevó al retorno del absolutismo.
4. El reinado de Fernando VII (1814 - 1833)
4.1 La restauración del absolutismo (1814- 1820)
Los liberales desconfiaban que el rey aceptase la Constitución, por eso dispusieron que viajara a Madrid y
allÃ− hacerle jurar el texto y aceptar el nuevo marco polÃ−tico, aceptó, pero temÃ−a enfrentarse a los que
habÃ−an resistido al invasor. Pero los absolutistas, sabÃ−an que el regreso del monarca supondrÃ−a deshacer
la obra de Cádiz y volver al Antiguo Régimen . AsÃ− que se organizaron una vuelta al absolutismo
(Manifiesto de los Persas) y movilizaron al pueblo para que mostrase su aceptación incondicional al
monarca. Fernando VII traicionó sus promesas y mediante el Real Decreto de 4 de mayo de 1814, anuló la
Constitución, las leyes de Cádiz y anunció el regreso al absolutismo. Los liberales fueron detenidos,
asesinados, exiliados...
Se restauran las instituciones del régimen señorial y la Inquisición, (vuelta al Antiguo Régimen), en
un contexto internacional determinado por la derrota de Napoleón y el restablecimiento del orden en Europa
mediante el Congreso de Viena y creación de la Santa Alianza que garantizaba la defensa del absolutismo y
el derecho de intervención en el liberalismo.
A partir de 1815, Fernando VII querÃ−a reconstruir un paÃ−s con: agricultura, comercio, finanzas en un
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pésimo estado y colonias luchando por la independencia. Su gobierno fracasó, produjo pérdidas
humanas y materiales, paralización del comercio y producción de manufacturera, la Hacienda entró en
bancarrota debido a la guerra en las colonias ya que suponÃ−a gastos e impedÃ−a la llegada de ingresos.
Los hechos entre 1808 y 1814 cambiaron la mentalidad de grupos sociales, que provocó pronunciamientos.
Los gobiernos de Fernando VII no resolvieron los problemas: como enderezar la Hacienda o hacer frente a los
movimientos independentistas. Pronunciamientos militares liberales (Mina, Porlier..), revueltas en las
ciudades y amotinamientos campesinos pusieron de manifiesto la quiebra de la monarquÃ−a absoluta. Como
respuesta a las peticiones polÃ−ticas y sociales la monarquÃ−a sólo era la represión.
4.2 El Trienio Liberal (1820 - 1823)
El 1 de enero de 1820, Rafael del Riego se sublevó en la localidad Cabezas de San Juan (Sevilla) , con
soldados esperando a embarcar para combatir en las colonias americanas, él recorrió AndalucÃ−a
proclamando la Constitución del 1812. La pasividad del ejército, la acción de los liberales y la
neutralidad de los campesinos, obligaron a Fernando VII aceptar la Constitución: se formó un gobierno
convocado por elecciones a Cortes
Los diputados liberales realizaron una obra legislativa, donde restauraron las reformas de Cádiz, impulsaron
la liberalización de la industria y el comercio y provocó la oposición de la monarquÃ−a. Fernando
VII habÃ−a aceptado el nuevo régimen pero paralizó las leyes que pudo recurriendo al derecho de veto
que le otorgaba la Constitución y conspiró contra el gobierno, buscando recuperar el poder con la ayuda de
absolutistas. Las medidas liberales del Trienio provocaron el descontento de los grupos sociales:
- Campesinos ya que se abolÃ−an los señorÃ−os jurisdiccionales, pero no les facilitaban el acceso a la
tierra, no tuvieron rebaja de impuestos y un conjunto de normas que no les facilitaba nada su situación
precaria, los campesinos más pobres e indefensos ante la legislación capitalista, se sumaron a la agitación
antiliberal.
- La nobleza y la Iglesia perjudicadas por la supresión del diezmo y la venta de bienes monacales impulsó
la revuelta contra el gobierno liberal y se alzaron partidas absolutistas.
- Las tensiones entre liberales: moderados, que planteaban reformas no perjudiciales a la nobleza y
burguesÃ−a propietaria y los exaltados que planteaban reformas favorables a las clases medias y populares.
4.3 La década Ominosa / Absolutista (1823 - 1833)
El fin del régimen liberal no fue sólo por los conflictos y las divisiones internas sino también por la
Santa Alianza, que atendió las peticiones de Fernando VII: intervención de Francia en España. En abril
de 1823 unos 100.000 soldados (los Cien Mil Hijos de San Luis), al mando de Angulema, entraron en
España y Fernando VII volvió a ser monarca absoluto.
Las potencias restauradoras creyeron necesario unas reformas moderadas para dotar de estabilidad a la
monarquÃ−a. Fernando VII no le pareció bien y como en 1814 realizó una represión contra los
liberales, se exiliaron para no muerte o ir a la cárcel (ajusticiamiento de Mariana Pineda y fusilamiento de
Torrijos).
Otra preocupación era la economÃ−a que habÃ−a empeorado con la pérdida de colonias americanas que
llevó a un control del gasto público donde se buscó colaboración del sector moderado de la
burguesÃ−a financiera e industrial de Madrid y Barcelona.
Esto disgustó a los sectores absolutistas ultraconservadores porque el monarca no habÃ−a restablecido la
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Inquisición y no actuaba contundentemente contra los liberales. En Cataluña en 1827 se levantaron los
Malcontens, reclamaban mayor poder para los ultraconservadores y defendÃ−an el retorno a las costumbres y
fueros tradicionales. En la corte, este sector se agrupó alrededor de Carlos MarÃ−a Isidro, hermano del rey
y posible sucesor dado que Fernando VII no tenÃ−a descendencia.
4.4 El conflicto dinástico
En 1830, el nacimiento de Isabel, parecÃ−a garantizar la continuidad borbónica. Pero creó un conflicto en
la sucesión al trono. La Ley Sálica, de origen francés e implantada por Felipe V en España, impedÃ−a
el acceso al trono a las mujeres, pero Fernando VII, influido por su mujer MarÃ−a Cristina, anuló la ley
mediante la Pragmática Sanción, que abrió el camino al trono a su hija y heredera.
El sector más ultraconservador de los absolutistas llamados carlistas, se negaron ante esto y presionaron al
monarca enfermo a poner la Ley Sálica , que beneficiaba al hermano el prÃ−ncipe Carlos MarÃ−a Isidro.
Detrás de estos enfrentamientos se debatÃ−a dos modelos de sociedad. Por un lado los que estaban a favor
de Carlos (Antiguo Régimen), y por otro lado MarÃ−a Cristina (Liberalismo). Nombrada regente durante
la enfermedad del rey, formó un nuevo gobierno de carácter reformista, decretó una amnistÃ−a que
supuso el regreso de los exiliados liberales y se preparó para enfrentarse a los carlistas.
En 1833, murió Fernando VII y reafirmó en su testamento a su hija como heredera del trono y nombrando
gobernadora a la reina su madre hasta la mayorÃ−a de edad de Isabel. El mismo dÃ−a, don Carlos se
proclamó rey, iniciándose un levantamiento absolutista en el norte de España y, poco después, en
Cataluña. Comenzaba la primera guerra carlista.
5. La independencia de la América Hispana
5.1 La América española a finales del siglo XVIII
A lo largo del siglo XVIII la preocupación de los Borbones por las colonias americanas habÃ−a dado lugar a
una etapa de prosperidad, reactivación del comercio y explotación de plantaciones por mano de obra
esclava. El crecimiento económico dio lugar al nacimiento de un poderoso grupo burgués criollo, de raza
blanca, pero nacido en América. Fue entre este grupo de burguesÃ−a criolla, próspera y educada y
conocedora del pensamiento ilustrado donde se formaron los proyectos de independencia.
Tuvieron como ejemplo la independencia de los Estados Unidos 1776 que les demostró que era posible
enfrentarse a la metrópoli y conseguir la victoria. Gran Bretaña, apoyó a las colonias, deseosa de
controlar el mercado americano.
5.2 El proceso de independencia
- Creación de Juntas Revolucionarias. A partir de 1808 , los criollos no aceptaron la autoridad de José I y
crearon Juntas a imitación de la españolas, aunque se mantenÃ−an fieles a Fernando VII, no reconocieron
la autoridad de la Junta Suprema Central y hacia 1810 muchas se declararon autónomas respecto a la
metrópoli: destacaron: virreinato del RÃ−o de la Plata, ( José de San MartÃ−n, Argentina), virreinato de
Nueva Granada y Venezuela( Simón Bolivar) y México ( Miguel Hidalgo y José MarÃ−a Morelos)
- Proclamación de la Independencia: Cuando termina la guerra hispanofrancesa, el gobierno de Fernando VII
en vez de buscar acuerdo, envió un ejército que pacifico Nueva Granada y México, pero Paraguay y
Argentina de consolidaron como naciones independientes.
- Guerras 1814 - 1824: la intransigencia de la monarquÃ−a respecto a la autonomÃ−a de las colonias, no hizo
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otra cosa más que aumentar el crecimiento del movimiento libertador. Chile recibió la visita de San
MartÃ−n y derrotó a los españoles y propició su independencia, Bolivar también derrotó a los
españoles y puso las bases para lo que serÃ−an las repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y
Panamá. México en 1821 se independizó y finalmente en 1824 tras la derrota de Ayacucho y las
independencias de Perú y Bolivia se acabó la presencia española en América continental.
- Derrota española y pérdida de colonias
5.3 Los problemas de las nuevas naciones americanas
La independencia de las colonias y la creación de repúblicas independientes no solucionaron todos los
problemas de la América hispana:
- El sueño de Bolivar de conseguir una América unida, poderosa y solidaria se mostró imposible,
muchos intereses de caudillos locales dieron lugar a múltiples repúblicas.
- Los criollos abandonaron a su suerte a la población india, negra o pobre.
- La independencia polÃ−tica no supuso la económica, el dominio español fue sustituido por la constante
intromisión de Gran Bretaña y Estados Unidos, que fueron lo primeros en reconocer a las nuevas naciones.
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