AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012. QUEJOSO: **********. PONENTE: MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ. SECRETARIO: ROBERTO LARA CHAGOYÁN. SUMARIO El Agente del Ministerio Público ejerció acción penal en contra de ********** por la presunta comisión de los delitos de homicidio con modificativa y lesiones con modificativa, en agravio de ********** y **********, respectivamente. El Juez Segundo Penal de la Primera Instancia del Distrito Judicial de Texcoco, Estado de México, declaró penalmente responsable al acusado por la comisión del delito imputado, dentro de la causa penal **********, mediante la sentencia dictada el **********. En contra de la sentencia anterior, ********** interpuso un recurso de apelación, el cual fue resuelto por la Primera Sala Colegiada en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México en el toca penal número **********, el **********. En contra de esta resolución el quejoso promovió un juicio de amparo directo que fue resuelto por el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México (expediente *********) en el sentido de negar el amparo. El presente asunto versa sobre el recurso de revisión interpuesto en contra de esta determinación. En esencia, la litis en el presente asunto se circunscribe a determinar si fue jurídicamente correcto que el Tribunal Colegiado calificara como infundados conceptos de violación relativos a la inconstitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimiento Penales para el Estado de México. C U E S T I O N AR I O ¿El Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México, fue omiso en responder al planteamiento relacionado con la presunta inconstitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil? ¿Asiste la razón al recurrente cuando afirma que el artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil, genera inseguridad jurídica al determinar que basta la acreditación del “cuerpo del delito” para condenar al inculpado? ¿Los agravios segundo y tercero del recurso contienen planteamientos de constitucionalidad que deba analizar esta Sala? México, Distrito Federal. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la sesión correspondiente al día diez de abril de dos mil trece emite la siguiente: SENTENCIA Mediante la que se resuelven los autos relativos al amparo directo en revisión 3864/2012, promovido por ********** en contra de la sentencia AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 dictada el cuatro de octubre de dos mil doce, por el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, con residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México, en el juicio de amparo directo D.P. **********. I. ANTECEDENTES 1. Consta en autos, como hechos probados, que el ***********, aproximadamente a las dos horas con cincuenta minutos, **********, ********** y ********** se encontraban reunidos ingiriendo bebidas alcohólicas, en la calle **********. 2. Momentos después, ********** se dirigió hacia un muro cercano, cuando se escucharon algunas detonaciones de arma de fuego, por lo que sus acompañantes se percataron que era perseguido y amenazado por **********, quien disparaba el arma. Después de varias detonaciones, una de ellas lesionó en el párpado superior izquierdo de **********, ocasionándole la muerte. 3. Los hechos anteriores dieron pie a que se llevara a cabo la averiguación previa correspondiente, misma que concluyó el *********, por lo cual el Agente del Ministerio Público determinó ejercer acción penal en contra de ********** por los delitos de homicidio con modificativa y lesiones con modificativa, en agravio de ********** y **********, respectivamente. Cabe señalar que la detención del sujeto acusado se llevó a cabo diez años después de que acontecieron los hechos, a saber *********. 4. En tales circunstancias, el Juez Segundo Penal de la Primera Instancia del Distrito Judicial de Texcoco, Estado de México, conoció el asunto dentro de la causa penal **********, la cual resolvió mediante la sentencia dictada el ********** en el sentido de declarar penalmente responsable a ********** por los delitos que le fueron imputados. 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 5. Inconforme con la sentencia anterior, ********** interpuso un recurso de apelación, que fue conocido por la Primera Sala Colegiada en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México en el toca penal número **********, y resuelto mediante la sentencia dictada el **********, en el sentido de modificar la sentencia recurrida. La resolución anterior constituye el acto reclamado en el presente juicio. II. TRÁMITE 6. Demanda de amparo. *********, representante de **********, promovió un juicio de amparo directo mediante un escrito presentado el **********, ante el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México. Como autoridades responsables señaló a la Primera Sala Colegiada en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia, al Juez Segundo Penal y al Director del Reclusorio Preventivo “Alfonso Quiroz Quaron”, todos del Estado de México, y como acto reclamado, la sentencia definitiva dictada en el toca **********, el *********. Posteriormente, el *********, el quejoso presentó un escrito mediante el cual amplió su escrito inicial. 7. En la demanda de amparo, la parte quejosa precisó que se violaron en su perjuicio las garantías consagradas en los artículos 1, 14, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23 y 133, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos1. 8. Resolución del juicio de amparo. El Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México admitió y registró la demanda de amparo bajo el número de expediente *********, mediante un acuerdo dictado el **********. La sentencia fue remitida el *********, y terminada de engrosar el 1 Estos datos se desprenden del escrito de demanda de amparo, contenidos en el cuaderno principal del Juicio de Amparo Directo 1261/2011. 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 ***********. En ella, determinó negar el amparo solicitado por el quejoso. 9. Interposición del recurso de revisión. El quejoso promovió un recurso de revisión mediante un escrito presentado el **********, ante el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México. Posteriormente, mediante el acuerdo dictado el **********, el Magistrado Presidente del Tribunal Colegiado remitió el asunto a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación. 10. Trámite del recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El Presidente de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante un acuerdo dictado el **********, tuvo por recibido el expediente y lo registró bajo el número 3864/2012. 11. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se avocó al conocimiento del presente asunto, por medio del acuerdo dictado el **********, por el presidente de la misma; asimismo, se ordenó que en su oportunidad se remitiera el asunto al Ministro José Ramón Cossío Díaz para la elaboración del proyecto de resolución. III. COMPETENCIA 12. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es legalmente competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 84, fracción II de la Ley de Amparo; 21, fracción III, inciso a) de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y en relación con los puntos segundo, tercero y cuarto Transitorios del Acuerdo General número 5/2001, del Pleno de este Alto Tribunal, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve de junio de dos mil uno. Lo anterior porque el recurso fue interpuesto contra una sentencia pronunciada en 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 amparo directo en materia penal, que es especialidad de la Primera Sala. IV. OPORTUNIDAD DEL RECURSO 13. De las constancias de autos se advierte que la sentencia recurrida fue dictada por el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México, el jueves el cuatro de octubre de dos mil doce, y terminada de engrosar el once del mismo mes y año. Fue notificada por lista el lunes quince de octubre de dos mil doce por lo que surtió efectos al día hábil siguiente, es decir, el martes dieciséis. 14. El término de diez días para la interposición del recurso previsto en el artículo 86 de la Ley de Amparo empezó a correr a partir del ********** y concluyó el **********, una vez descontados los días ********** por tratarse de días inhábiles de conformidad con los artículos 23 de la Ley de Amparo y 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. 15. En consecuencia, si el recurso que nos ocupa se interpuso el martes **********, ante el Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México, entonces es claro que su presentación es oportuna. V. PROCEDENCIA 16. En el presente asunto se cumplen los criterios para la procedencia del recurso de revisión2, en tanto que el recurrente planteó en sus 2 Se trata de las reglas establecidas en la fracción IX del artículo 107 de la Constitución Federal; la fracción V del artículo 83 de la Ley de Amparo, y la fracción III del artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en donde se señala que para que un recurso interpuesto contra las sentencias dictadas por los Tribunales Colegiados de Circuito en los amparos directos sea procedente, es necesario que las mismas decidan sobre la inconstitucionalidad de normas legales o establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Federal, o bien que dichas resoluciones omitan hacer un pronunciamiento al respecto, cuando se hubieran planteado en la demanda. Además, es necesario que la cuestión de constitucionalidad tenga la 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 conceptos de violación la inconstitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos Penales del Estado de México, vigente en el año dos mil. Dicho planteamiento de inconstitucionalidad fue calificado como infundado por parte del Tribunal Colegiado al emitir la sentencia recurrida, y el ahora inconforme expresa agravios en los que combate esa determinación. Por lo demás, la importancia y trascendencia del asunto quedan justificadas, en tanto no existe jurisprudencia firme que resuelva de manera directa el asunto y, como se verá, no todos los agravios resultan inoperantes. En tales circunstancias resulta procedente el recurso de revisión. VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS 17. Cuestiones necesarias para resolver el asunto. En primer lugar, conviene resumir los conceptos de violación referidos a cuestiones de constitucionalidad, los argumentos del Tribunal Colegiado en los que basó la negativa del amparo y, finalmente, los agravios hechos valer por el quejoso, ahora recurrente. 18. Conceptos de violación. El quejoso esgrimió un total de seis conceptos de violación en su demanda de amparo inicial; en ninguno de ellos, sin embargo, tocó algún tema de constitucionalidad o solicitó la interpretación directa de algún artículo de la Constitución, sino que los dedicó a cuestionar la legalidad del acto reclamado. No obstante, en la ampliación de la demanda, formuló un séptimo concepto de violación; éste sí, orientado a cuestionar la constitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil. potencialidad de llevar a la fijación de un criterio de importancia y trascendencia. Estos requisitos de procedencia han sido interpretados y clarificados en numerosas tesis jurisprudenciales y aisladas de esta Suprema Corte y desarrollados normativamente por el Acuerdo Plenario 5/1999, el cual detalla los criterios de identificación de los asuntos que la Corte estimará importantes y trascendentes, y que tienen en cuenta la factura de los agravios, y la existencia o inexistencia de criterios sobre el tema ya sentados por la Corte con anterioridad. 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 19. En esencia, señaló que dicha norma pugna con lo que disponen los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en virtud de que la naturaleza del “cuerpo del delito” es diferente a la de “delito”, por lo que si en una sentencia condenatoria se declara que se comprobó el cuerpo del delito, sin pronunciarse si se cometió o no el delito, se trasgreden los principios de exacta aplicación de la ley. Asegura que ninguna legislación adjetiva penal en el país define lo que es el cuerpo del delito, pero sí lo que es un delito. 20. Apoyó su argumento en la siguiente tesis de jurisprudencia emitida por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito: “CUERPO DEL DELITO. LA SENTENCIA QUE UTILICE Y TENGA POR ACREDITADO ESTE CONCEPTO PROCESAL, EN LUGAR DE LOS ELEMENTOS DEL TIPO PENAL, ES VIOLATORIA DE LAS GARANTÍAS DE EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL, FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, CONSAGRADAS EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. El análisis de la figura procesal del "cuerpo del delito", conforme a los artículos 16 y 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, es atendible y debe acreditarse exclusivamente en las resoluciones de órdenes de aprehensión y comparecencia, formal prisión o auto de sujeción a proceso, no así en las sentencias, donde deben examinarse todos los elementos del delito y, consecuentemente, acreditarse todos los elementos del tipo penal. Por tanto, si en la sentencia el juzgador utiliza y tiene por acreditado el concepto "cuerpo del delito", en lugar de los elementos del tipo penal descritos en la ley, resulta inconcuso que tal determinación viola las garantías de exacta aplicación de la ley penal, fundamentación y motivación consagradas en los artículos 14 y 16 de la Carta Magna”3. 3 Tesis de jurisprudencia número I.7o.P. J/6, emitida por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial y su Gaceta, 9a. Época; tomo XXXIV, agosto de 2011, p. 926. 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 21. No sobra señalar que al inicio de su séptimo concepto de violación, el quejoso afirmó que la norma impugnada viola el contenido de los artículos 18, primer párrafo, y 23, de la Constitución General de la República, relativos a la prisión preventiva y al principio de non bis in idem. No obstante, no desarrolló ningún argumento mediante el cual dé razones dirigidas a justificar tal afirmación. 22. Argumentos del Tribunal Colegiado. El Segundo Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, con residencia en Nezaualcóyotl, Estado de México, al emitir la sentencia correspondiente, determinó que el argumento de inconstitucionalidad hecho valer por el quejoso resultaba infundado, en virtud de que la jurisprudencia invocada por él había sido superada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 367/2012, que a la letra dice: “ELEMENTOS DEL DELITO. LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL DEBE ANALIZARLOS EN LA SENTENCIA DEFINITIVA (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). De los artículos 122, 124, 286 bis y 297, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, se advierte que el Ministerio Público acreditará el cuerpo del delito de que se trate y la probable responsabilidad del indiciado como base del ejercicio de la acción penal y la autoridad judicial, a su vez, examinará si ambos requisitos están acreditados en autos; asimismo, se prevé que el cuerpo del delito se tendrá por comprobado cuando se demuestre la existencia de los elementos que integran la descripción de la conducta o hecho delictuoso según lo determine la ley penal. Por otra parte, de los artículos 16 y 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se desprende que el análisis del cuerpo del delito es exclusivo de las resoluciones correspondientes a las órdenes de aprehensión y comparecencia, así como en las de plazo constitucional, ya que el estudio mediante el cual se comprueba el cuerpo del delito debe ser distinto de aquel que el juez realiza cuando emite la sentencia definitiva; ello, porque esto último únicamente tiene carácter presuntivo, pues no comprende el análisis que supone la acreditación de la comisión de un delito. Por 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 tanto, la demostración de los elementos del tipo penal sólo debe realizarse en la sentencia definitiva, al comprender la aplicación de un estándar probatorio más estricto, en virtud de que la determinación de la existencia de un delito implica corroborar que en los hechos existió una conducta (acción u omisión) típica, antijurídica y culpable. Atento a lo anterior, en el supuesto de que la autoridad responsable haya analizado en la sentencia definitiva el cuerpo del delito o los elementos del tipo penal -o ambos-, de manera alguna da lugar a que el Tribunal Colegiado de Circuito, al conocer del asunto en amparo directo, conceda la protección constitucional para el efecto de que la autoridad funde y motive el acto, pues si de todas formas estudió el conjunto de elementos normativos, objetivos y subjetivos del tipo penal, ello no causa perjuicio a la parte quejosa al grado de otorgar el amparo para el efecto mencionado”4. 23. El Tribunal Colegiado señaló también que el criterio prevaleciente establece que si bien el uso del término “cuerpo del delito” en una sentencia pudiera ser tecnicamente incorrecto, ello no da lugar a conceder el amparo al quejoso. Igualmente, señaló que la sala responsable no incurrió en tal deficiencia pues al realizar su estudio se refirió a la comprobación del delito de homicidio con modificativa, es decir, no se refirió a la figura del cuerpo del delito, y que por ello resultaban infundados los argumentos del quejoso. En consecuencia, ante lo infundado del concepto de violación, el tribunal determinó negar el amparo al hoy recurrente. 24. Agravios. En el agravio primero, el quejoso afirma que el Tribunal Colegiado omitió pronunciarse respecto a la inconstitucionalidad planteada relativa al artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil, ya que se limitó a expresar que el concepto de violación era infundado en 4 Tesis 1a./J. 16/2012 (10a. época) emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro VII, abril de 2012, Tomo 1, pág. 429. Contradicción de tesis 367/2011. Suscitada entre los Tribunales Colegiados Segundo y Séptimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 23 de noviembre de 2011. La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por la competencia. Disidente y Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos en cuanto al fondo. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles. 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 virtud de que el criterio que utilizó para sustentar sus argumentos de inconstitucionalidad había sido superado por contradicción de tesis resuelta por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sin embargo —dice—, no se pronunció respecto a la inconstitucionalidad del precepto, por lo que el problema subsiste. 25. El recurrente asegura que la contradicción de tesis resuelta por la Primera Sala, a la que se refiere el Tribunal Colegiado, no hace pronunciamiento alguno respecto del tema planteado, por lo cual la misma resulta inaplicable al caso concreto. 26. Por otro lado, insiste en que los conceptos de delito y cuerpo del delito no son iguales, para lo cual acude a diversos criterios de jurisprudencia y aislados, además de citar diferentes distinciones doctrinales. Una de ellas consiste en que tales conceptos se dan en diferentes momentos procesales: el delito deberá estar plenamente probado al dictar la sentencia definitiva, mientras que el cuerpo del delito es el fundamento del término constitucional y marca el inicio de la etapa de instrucción. 27. Por otro lado, alega que a lo largo de la historia reciente de las reformas constitucionales, ha habido confusiones en torno al uso de estos conceptos; como ejemplo de ello, cita la reforma del artículo 19 constitucional de mil novecientos noventa y cuatro (mediante la cual se sustituyó el concepto por el de elementos del tipo penal), así como diversas tesis tanto de tribunales colegiados como de la Primera Sala de la Corte, y llega a la conclusión de que “lo objetivo” es el cuerpo del delito, y “lo subjetivo” es la responsabilidad penal. 28. Posteriormente, sostiene que la norma impugnada establece que se condenará al inculpado siempre que se compruebe el cuerpo del delito y su responsabilidad, entonces sólo podría detenérsele en caso de flagrancia, pues en ese caso no habría duda de que el sujeto cometió la conducta; sin embargo, agrega, ello no implica que se haya 10 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 comprobado la existencia del delito, porque habría faltado la comprobación de la responsabilidad del inculpado. Todo esto le lleva a afirmar que “el cadáver constituye el cuerpo del delito” y que de su mera comprobación no se puede válidamente inferir que el inculpado sea el responsable de la comisión de la conducta típica. Para efectos ilustrativos conviene transcribir esa parte del agravio (se añade énfasis): “…empero en la especie resulta que de la investigación realizada se obtuvo que en la calle Amado Nervo frente al número seis (6) apareció el cadáver de ********** y que los sujetos que lo vieron con vida por última vez denunciaron el hecho, y que vieron al hoy recurrente privarlo de la vida en la mitad de la calle ********** frente a la tienda en que ellos se encontraban tomando unas cervezas, ello debió dar lugar a la investigación suficiente correspondiente, a efecto de poder acreditar la responsabilidad del inconforme, ya que aunque hay “cuerpo del delito” no necesariamente significa que el disidente haya cometido el delito de homicidio, es más, en la especie puedo válidamente decir que el suscrito ni siquiera cometí la conducta que se me reprocha en virtud de que los denunciantes me señalan como autor del homicidio, y que ese evento sucedió a la mitad de la calle **********, es decir, en un lugar distinto al que se encontró al hoy occiso, y de la investigación realizada no se logró demostrar como (sic) es que si supuestamente el suscrito privé de la vida a dicha persona a la mitad de la calle ********** como (sic) es que el cadáver de éste apareció en otra calle como lo es la (sic) frente al número seis (6) de Amado Nervo, sin embargo, el muerto, es decir, el cuerpo del delito si (sic) existe, y es por ello que fui condenado, al decir de los Magistrados para que el crimen no quedara impune, empero en el caso concreto no está demostrada mi responsabilidad, y tampoco las circunstancias de tiempo, modo y lugar, en virtud de una investigación insuficiente…” (página 21 del escrito de agravios). 29. De este modo, el recurrente concluye que el hecho material conforma el cuerpo del delito y que el código sustantivo lo describe de manera abstracta en el tipo; mientras que el código adjetivo señala cómo se debe acreditar. Así, afirma que será en la probable 11 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 responsabilidad donde se determine si hay indicios de que el sujeto imputado se puede considerar como responsable de una conducta típica, antijurídica y culpable considerada como delito. Consecuentemente, el artículo 256 del Código de Procedimientos Penales vigente en el año dos mil resulta inconstitucional, a juicio del recurrente, porque no exige para dictar sentencia condenatoria que se acredite el delito de que se trate, pues para la norma basta con tener por acreditado el cuerpo del delito, con lo que el precepto se aleja de los principios de legalidad, seguridad jurídica, proporcionalidad y racionalidad de la ley penal, ya que con la sola exigencia del hecho no puede justificarse una sentencia condenatoria. 30. En su segundo agravio, el recurrente sostiene que la responsable no relató las pruebas que tuvo en consideración ni el alcance de las mismas para arrojar sus conclusiones, pues no justificó de manera lógica, razonable y suficiente el sentido de su resolución. Además, señala que de acuerdo con el artículo 128 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México las autoridades deben considerar y emplear los medios probatorios inmersos en la causa penal, para acreditar tanto la existencia del delito como la plena responsabilidad del acusado, por lo que si la Sala responsable no realizó el examen de las pruebas allegadas a la causa resulta evidente que el acto reclamado carece fundamentación y motivación. 31. Finalmente, en el tercer agravio, la recurrente sostiene que el Tribunal Colegiado que conoció del asunto sustituyó la actuación de la autoridad responsable y que con ello vulneró la soberanía del Estado de México, en contravención de los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo. Lo anterior, porque el referido órgano colegiado intentó suplir la deficiencia de la Sala responsable y “llega al colmo de aportar y valorar pruebas que no formaron parte de la causa penal, ni del recurso de apelación, a saber, la consulta de la Guía Roji para ubicar las calles donde ocurrieron los hechos y se localizó al cadáver. 12 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 32. Problemática a resolver. Derivado de lo anterior, esta Primera Sala determina que las cuestiones que deben examinarse en esta sede pueden quedar formuladas mediante las siguientes preguntas: ¿El Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México, omitió responder al planteamiento relacionado con la presunta inconstitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil? ¿Asiste la razón al recurrente cuando afirma que el artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil, genera inseguridad jurídica al determinar que basta la acreditación del “cuerpo del delito” para condenar al inculpado? ¿Los agravios segundo y tercero del recurso contienen planteamientos de constitucionalidad que deba analizar esta Sala? 33. Estudio de la primera cuestión. ¿El Tribunal Colegiado del Segundo Circuito con Residencia en Nezahualcóyotl, Estado de México, fue omiso en responder al planteamiento relacionado con la presunta inconstitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil? 34. Esta Primera Sala considera que la respuesta a la interrogante es negativa, ya que el Tribunal Colegiado sí atendió y valoró el cuestionamiento referente a la presunta inconstitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el dos mil. En efecto, como quedó precisado en la síntesis correspondiente, el tribunal de amparo analizó el séptimo concepto de violación contenido en la ampliación de la demanda de amparo, cuyo contenido se identificaba plenamente con la tesis de jurisprudencia emitida por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, de rubro: “CUERPO DEL DELITO. LA SENTENCIA QUE UTILICE Y TENGA POR ACREDITADO ESTE 13 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 CONCEPTO PROCESAL, EN LUGAR DE LOS ELEMENTOS DEL TIPO PENAL, ES VIOLATORIA DE LAS GARANTÍAS DE EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL, FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, CONSAGRADAS EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL”. 35. En efecto, el Tribunal Colegiado atedió puntual y cabalmente ese planteamiento mediante un argumento según el cual dicho criterio había sido ya superado por una tesis de jurisprudencia por contradicción emitida por esta Primera Sala, a saber, la número 1a./J. 16/2012, resultado de la contradicción de tesis 367/2012, de rubro “ELEMENTOS DEL DELITO. LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL DEBE ANALIZARLOS EN LA SENTENCIA DEFINITIVA (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL)”. En esa contradicción de tesis contendió, precisamente, la invocada por el quejoso en la demanda, por lo que el Tribunal Colegiado consideró que el séptimo concepto de violación resultaba infundado. 36. Analizando el contenido del referido criterio de la Primera Sala, es posible concluir que la misma determinó que aun cuando el análisis del cuerpo del delito es exclusivo de las resoluciones correspondientes a las órdenes de aprehensión y comparecencia, así como en las de plazo constitucional, cuando la autoridad responsable haya analizado en la sentencia definitiva el cuerpo del delito o los elementos del tipo penal —o ambos—, no es posible conceder el amparo para el efecto de que la autoridad funde y motive el acto, ya que resulta lógico que estudió el conjunto de elementos normativos, objetivos y subjetivo del tipo penal, por lo que no se causa perjuicio al quejoso. 37. Consecuentemente, al haber hecho suyas estas consideraciones, el Tribunal Colegiado respondió los argumentos de constitucionalidad de la demanda y, por ende, no incurrió en ninguna omisión como lo 14 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 señala equivocadamente el recurrente. Por lo anterior, el agravio primero resulta infundado. 38. Estudio de la segunda cuestión: ¿Asiste la razón al recurrente cuando afirma que el artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil, genera inseguridad jurídica al determinar que basta la acreditación del “cuerpo del delito” para condenar al inculpado? 39. Esta Primera Sala considera que la respuesta a esta cuestión es negativa, por las razones que expresan a continuación: 40. En primer lugar, es importante destacar que aun cuando en el resto del agravio primero (en la parte que no está referida a la presunta omisión de estudio del Tribunal Colegiado) no se combaten las razones que tomó en cuenta el Tribunal Colegiado para negar el amparo, esta Primera Sala analizará la totalidad de los argumentos contenidos en dicho agravio, a fin de dar una respuesta completa al recurrente en aras del principio de exhaustividad. 41. En segundo lugar, conviene transcribir el artículo 256 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil: “Artículo 256. Sólo se condenará al acusado cuando se compruebe la existencia del cuerpo del delito y su responsabilidad. En caso de duda debe absolverse.” 42. Como se señaló en la síntesis correspondiente, el recurrente considera que la norma es inconstitucional debido a que basta con que se acredite el cuerpo del delito —y no el delito en sí— para condenar al acusado, cuando “cuerpo del delito” y “delito” son cosas distintas. 43. No asiste la razón al quejoso porque la norma no dispone como condición necesaria y suficiente que se compruebe el cuerpo del delito para que se condene al acusado, puesto que también exige la 15 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 responsabilidad de éste. En efecto, el error argumentativo del recurrente radica en la simplificación que presenta a lo largo de su argumentación dando a entender que la norma impugnada se limita a exigir la acreditación del cuerpo del delito para condenar al acusado, sin hacer lo propio con respecto a la responsabilidad del acusado. 44. Claramente, la norma impugnada exige la concurrencia de dos condiciones concretas para la que se pueda condenar al acusado: la comprobación del cuerpo del delito y su responsabilidad; consecuentemente, se considera que el recurrente incurre en una contradicción al afirmar —correctamente— que para que se esté ante la comisión de un delito con todos sus elementos, es necesario que concurran los elementos objetivos y los elementos subjetivos, a saber, los extremos del tipo penal y la responsabilidad del acusado, y, sin embargo, afirmar que la norma impugnada se limita a exigir solamente la primera condición. La norma impugnada cumple a cabalidad con tales extremos, como puede leerse en su contenido. El quejoso, ahora recurrente, soslaya el elemento de la responsabilidad e intenta convencer a esta Sala que basta con que la norma disponga que basta con la comprobación del cuerpo del delito para que un acusado pueda ser condenado, destacando con ello un aparentemente equivocado uso del concepto “cuerpo del delito” que debe reservarse para las etapas tempranas del proceso penal. Nada más alejado de la realidad, ya que aun cuando el uso del vocablo “cuerpo del delito” pudiera no ser afortunado en el momento de la comisión del delito (año dos mil), dados los cambios que han operado nivel conceptual, lo cierto es que el enunciado normativo exigía también, como condición necesaria, la acreditación de la responsabilidad del acusado, con lo cual la norma aplicada al recurrente en el año dos mil no resultaba violatoria de la garantía de seguridad jurídica. En otras palabras, la norma impugnada establece como condiciones necesarias y suficientes, la acreditación de los elementos concretos: 1) el cuerpo del delito, y 2) la responsabilidad del acusado. Así, como 16 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 lo establece la tesis número 16/2012 de esta Primera Sala, invocada por el tribunal colegiado, resulta lógico que la concurrencia de estas dos condiciones, se tengan plenamente acreditados todos los elementos del delito, tal como ocurrió en el caso concreto. 45. El recurrente confunde, por otro lado, el concepto cuerpo del delito con el de sujeto pasivo, al señalar expresamente que el cadáver es el cuerpo del delito de homicidio. Lo que anteriormente se conocía como cuerpo del delito5 no respondía a otra cosa que a la demostración, a nivel presuntivo en las etapas tempranas del proceso penal, de los elementos objetivos, subjetivos y normativos de delito de que se tratare. Por ello, en modo alguno es jurídicamente posible presentar como intercambiables los conceptos cuerpo del delito y sujeto pasivo del mismo, en el caso del homicidio. 46. Todo lo anterior, lleva a esta Primer Sala a concluir que el resto de los argumentos del agravio primero (que no se refieren a la presunta omisión de estudio del Tribunal Colegiado) resultan infundados, ya que, la norma impugnada en modo alguno resulta violatoria de los principios de legalidad y seguridad jurídica de la ley penal, contenidos en los artículos 14 y 16 constitucionales, puesto que, como ha 5 Antes de la reforma penal del dieciocho de junio de dos mil ocho, el texto constitucional, en sus artículos 16 y 19, fijaba las condiciones de validez que debían cumplir la orden de aprehensión y el auto de formal prisión, respectivamente, en los términos siguientes: “Artículo 16: […] No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia o querella de un hecho que la ley señale como delito, sancionado cuando menos con pena privativa de libertad y existan datos que acrediten el cuerpo del delito y que hagan probable la responsabilidad del indiciado”. “Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de formal prisión en el que se expresarán: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la averiguación previa, los que deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad del indiciado”. La vigencia de los parámetros constitucionales transcritos rigieron en la época en que se tramitó la causa penal instruida al demandante de amparo. Cabe aclarar que el actual texto constitucional abandonó la expresión “cuerpo del delito” y lo sustituyó por la expresión “datos” que establezcan la comisión de un delito y la probabilidad de que el inculpado lo haya cometido. Así, a la luz de las reformas constitucionales de dieciocho de junio de dos mil ocho, como condición de validez de la orden de aprehensión, se requiere que obren “datos” que establezcan que se ha cometido ese hecho y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. Mientras que, para la emisión del auto de vinculación a proceso ―ya no auto de formal prisión o de plazo constitucional― es necesario que éste refiera el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los “datos” que establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señale como delito y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. Véase el amparo directo 14/2011 (páginas 98 y 99), resuelto por esta Primera Sala el nueve de noviembre de dos mil once, por unanimidad de cuatro votos, estando ausente el Ministro Ortiz Mayagoitia, 17 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 quedado explicitado, no sólo exigía en el momento de su vigencia la comprobación del cuerpo del delito (lo que hoy serían los elementos del delito) sino también la acreditación de la responsabilidad del acusado. No está de más señalar que el quejoso fue absuelto por la Sala responsable ante el sobreseimiento por prescripción de la acción penal respecto al delito de lesiones y condenado al pago de la reparación de daño por el delito de homicidio con ventaja; y por otro lado se acreditó su plena responsabilidad en la comisión del delito de homicidio, para lo cual, naturalmente fueron valorados y acreditados los elementos que llevan a la comprobación de la responsabilidad del ahora recurrente. Así, es posible afirmar que en modo alguno se violaron sus derechos fundamentales de defensa adecuada y debido proceso. 47. Se insiste: el artículo 256 del código de Procedimientos Penales para el estado de México, vigente en el año dos mil, no deja lugar a dudas sobre que no es suficiente la comprobación del cuerpo del delito para que se emita una sentencia condenatoria en contra del acusado pues, como se ha señalado, la norma exige que se compruebe la responsabilidad del acusado, la cual, el juez, a través del análisis de todos los elementos contenidos en la causa, deberá comprobar al emitir la sentencia. 48. Por lo demás, el Tribunal Colegiado validó la comprobación que la autoridad responsable llevó a cabo a propósito de todos y cada uno de los elementos que integran el delito por el cual fue juzgado el recurrente. 49. ¿Los agravios segundo y tercero del recurso contienen planteamientos de constitucionalidad que deba analizar esta Sala? 50. La respuesta a esta última cuestión es negativa, ya que los agravios segundo y tercero resultan inoperantes, porque versan sobre 18 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 cuestiones de mera legalidad que escapan de la competencia de esta Primera Sala. En efecto, en dichos agravios, el recurrente afirmó que la autoridad responsable no justificó ni motivó de manera lógica, razonada y suficiente el sentido de su resolución, y que no realizó el examen de las pruebas allegadas a la causa; asimismo, que el Tribunal Colegiado vulneró la soberanía del Estado de México, porque intentó suplir la deficiencia de la Sala responsable, al consultar la Guía Roji para ubicar las calles donde ocurrieron los hechos y el lugar donde se localizó al cadáver. 51. Como puede verse, estas cuestiones no tienen que ver con planteamientos de constitucionalidad o interpretación directa de algún precepto constitucional, por lo que deben ser calificados como inoperantes. Sirve de apoyo para sustentar dicha consideración, la tesis jurisprudencial cuyo rubro y contenido, son los siguientes: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. SON INOPERANTES LOS AGRAVIOS QUE ADUZCAN CUESTIONES DE MERA LEGALIDAD. Conforme a los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 83, fracción V, de la Ley de Amparo, relativos al recurso de revisión en amparo directo, es competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en esta instancia el estudio de cuestiones propiamente constitucionales. Por tanto, si se plantean tanto agravios sobre constitucionalidad de normas generales o de interpretación directa de preceptos de la Constitución, como argumentos de mera legalidad, éstos deben desestimarse por inoperantes”6. VII. DECISIÓN 52. En virtud de las razones anteriormente expuestas, al resultar infundado el agravio del recurrente por el cual combate la constitucionalidad del artículo 256 del Código de Procedimientos 6 Tesis 1a./J. 56/2007 emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXV, Mayo de 2007; Pág. 730. 19 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 Penales para el Estado de México, vigente en el año dos mil, e inoperantes los argumentos relativos a la legalidad del acto reclamado, procede confirmar la sentencia recurrida y negar el amparo solicitado por el quejoso. Por lo expuesto y fundado, se RESUELVE: PRIMERO. En la materia de la revisión, competencia de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se confirma la sentencia recurrida. SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a **********, en contra de los actos y autoridades precisados en el segundo apartado de esta ejecutoria. Notifíquese; con testimonio de esta resolución vuelvan los autos al Tribunal Colegiado de origen y, en su oportunidad, archívese el toca. Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por unanimidad de cinco votos de los Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz (ponente), Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente Jorge Mario Pardo Rebolledo. Firman el Ministro Presidente de la Primera Sala y el Ministro ponente con el Secretario de Acuerdos que autoriza y da fe. PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO 20 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3864/2012 MINISTRO PONENTE JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES RLC/DSM En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial, que encuadra en esos supuestos normativos. 21