Resumen de Tesis de LINNETH GODÍNEZ SOLÍS

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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
RESUMEN EJECUTIVO:
PROTECCIÓN Y DESARROLLO INTEGRAL DE LAS PERSONAS MENORES DE EDAD:
ANÁLISIS DE LOS HOGARES DE ACOGIMIENTO FAMILIAR EN COSTA RICA.
LINNETH GODÍNEZ SOLÍS
Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio” Costa Rica
2008
Introducción
El interés en realizar el presente estudio nace de la convicción de que todos los niños, niñas y
adolescentes desde su nacimiento traen consigo una serie de derechos irrenunciables, dichos
derechos les permiten crecer dentro de un contexto particularmente distinto para cada uno de
ellos. Estos espacios se han organizado en nuestra sociedad bajo la denominación de familia1
entendida en su sentido más amplio. En ésta, las personas menores de edad logran construir
su historia de vida al lado de otros seres humanos que le ayudan a formar sus creencias y
valores permitiéndoles posteriormente su inserción en el mundo externo de la sociedad.
Se parte de la premisa inspirada en la Convención sobre los Derechos del Niño 1989
(ratificada en Costa Rica en 1990) la cual enuncia que el niño y la niña para el pleno y
armonioso desarrollo de su personalidad deben crecer en el seno de una familia en un
ambiente de felicidad, amor y comprensión.
Sin embargo, la realidad de muchas personas menores de edad difiere de este ideal pues se
desarrollan en condiciones en las cuales el recurso familiar no garantiza la protección y
seguridad necesarias para su crecimiento integral. Distintas problemáticas como la pobreza,
la violencia intrafamiliar, el desempleo, la drogadicción agudizan la esfera de contención
familiar creando condiciones de vulnerabilidad para muchas de éstas.
En Costa Rica, algunos niños, niñas y adolescentes que viven en situaciones de vulnerabilidad
detectados por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), son ubicados en alternativas de
protección, es decir, son separados de su medio familiar como resultado de la intervención
estatal justificada como medida de protección.
1
En este estudio, la familia se concibe como el grupo primario de relación humana mediante el cual se
satisfacen las necesidades básicas, sociales, afectivas, culturales y morales que involucran la formación
integral de todos sus miembros (posición de la autora).
2
El Patronato Nacional de la Infancia, entidad responsable de la defensa y protección de
derechos de la niñez y adolescencia costarricenses, constituye el Sistema de Alternativas de
Protección, integrado por alternativas familiares: Hogares de Acogimiento Familiar y
alternativas institucionales: albergues estatales y de Organizaciones No Gubernamentales, las
cuales tienen el objetivo de garantizar los derechos de las personas menores de edad
separados de su medio familiar.
A partir de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) se demarca
un importante momento de cambio en torno a la visión que había prevalecido sobre la
infancia y la adolescencia. La Doctrina de la Situación Irregular, concepción que define a los
niños, niñas y adolescentes como simples objetos de protección se modifica conceptualmente
hacia una visión de la persona menor de edad como sujeto de derechos, se consagra el
principio esencial del interés superior del niño, niña y adolescente, el derecho a la
participación efectiva de la niñez y adolescencia en los diferentes asuntos que afectan sus
vidas.
Los desafíos que plantea esta nueva legislación se traducen en la necesidad de
reconceptualizar la posición que había prevalecido a lo interno de las instituciones encargadas
de velar por la niñez y adolescencia. El Patronato Nacional de la Infancia se ve compelido a
realizar reformas institucionales considerables. En 1996 se aprueba la nueva Ley Orgánica del
PANI, Ley Nº 7648 y en el año de 1997 se promulga el Código de la Niñez y Adolescencia
(CNA); estos cambios se realizan con el objetivo de lograr que las políticas de protección de
los derechos de las personas menores de edad sean congruentes con el espíritu de este
paradigma.
En este sentido, el Estado se encuentra en la obligación de garantizar el cumplimiento y
respeto de los derechos de las personas menores de edad, especialmente de aquellas y
aquellos que han sido separados temporal o permanentemente de su medio familiar o cuyo
superior interés exija que no permanezcan en ese medio, pues tienen el derecho a la
protección y asistencia especiales del Estado (art. 20 CDN).
3
A través de esta nueva visión, diversas entidades vinculadas a la defensa y protección de los
derechos de las personas menores de edad, así como las distintas experiencias presentes en la
realidad nacional, han cuestionado la idoneidad de las medidas de protección hasta ahora
implementadas, especialmente la institucionalización.
Al considerar como prioritario el recurso familiar para la protección de las personas menores
de edad en riesgo social, el PANI creó los Hogares de Acogimiento Familiar (HAF) como una
alternativa de protección no institucional formada por recursos familiares consanguíneos o
comunales que permiten integrar en una familia al niño, niña o adolescente. Según Chaves &
Villalobos (2003) esta alternativa permite “garantizarles a los niños, niñas y adolescentes que
se encuentran en riesgo bio-psico-social un contexto idóneo, (...) procurando el cumplimiento
de sus derechos, mientras su familia de origen supera las situaciones desventajosas” (p.8).
Durante el año 2004, el Patronato Nacional de la Infancia2 reporta la permanencia de 1380
niños, niñas y adolescentes en Hogares de Acogimiento Familiar alrededor del país, cifra
significativa que alerta en torno a la gran cantidad de personas menores de edad sujetas a este
programa, lo cual plantea la necesidad de explorar aspectos importantes que permitan conocer
las condiciones de protección y desarrollo que ofrece este sistema de protección.
El fortalecimiento de los Hogares de Acogimiento Familiar se plantea en el año 2001 a través
de la “Propuesta de reorganización y fortalecimiento de las alternativas de protección” y
nuevamente se retoma su fortalecimiento en el Plan Nacional de Desarrollo (2002-2006). En
dicho documento se plantea el acogimiento familiar como alternativa particularmente
favorecida para el adecuado desarrollo y permanencia de las personas menores de edad, así
como una modalidad destinada a erradicar paulatinamente el ingreso de los niños, niñas y
adolescentes a las distintas instituciones.
2
Según informes presentados por las oficinas locales del Patronato Nacional de la Infancia durante el periodo
2004.
4
No obstante, son escasos los estudios empíricos en Costa Rica que sustentan la afirmación de
que los Hogares de Acogimiento Familiar verdaderamente constituyen el contexto idóneo
para la protección de las personas menores de edad, pues se ha enfatizado más hacia el
estudio de la institucionalización, sin considerar integralmente los alcances y limitaciones de
éstos, en el proceso de protección.
Bajo esta perspectiva se hace visible la necesidad de analizar y cuestionar ampliamente dentro
del contexto actual el modelo de Hogares de Acogimiento Familiar en nuestro país, en
relación con las transformaciones en el campo de la protección a la infancia y adolescencia
que han surgido a partir de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Diferentes puntos presentados anteriormente permiten visualizar las razones que motivan y
justifican la importancia del presente estudio. La población de personas menores de edad
separadas de su medio familiar y social, merece especial atención por parte de las Ciencias
Sociales y considerablemente de la Psicología, pues el compromiso humano con la infancia y
adolescencia y la puesta en marcha de intervenciones que fomenten su bienestar integral es un
objetivo fundamental.
La búsqueda por el ejercicio real de los derechos de las personas menores de edad, el
cumplimiento y respeto por el derecho a la convivencia familiar (art. 20 CDN, art. 31 CNA)
en un medio socio-cultural propio, el derecho al desarrollo integral (art. 24, art.30 CNA), la
responsabilidad del Estado por proteger a la población que se encuentra en condiciones
particulares de vulnerabilidad, constituyen ejes que se inscriben en la presente investigación,
en un momento socio-histórico que necesita modificaciones de fondo en la legislación sobre
niñez y adolescencia, así como la búsqueda de intervenciones acordes con la realidad social
del país.
Este campo de inserción le permite al profesional en psicología y profesiones encargadas del
proceso, promover estrategias de intervención y acción para proteger los derechos de la niñez
y adolescencia en condiciones de vulnerabilidad, a su vez busca ofrecer conocimientos que
permitan construir una sociedad más equitativa y garante de derechos.
5
De esta forma, se parte del cuestionamiento del modelo de atención que brindan los Hogares
de Acogimiento Familiar en nuestro país y la pregunta que guió la investigación es la
siguiente: ¿Constituyen los Hogares de Acogimiento Familiar una alternativa que garantice la
protección integral de los derechos de las personas menores de edad?.
Por lo tanto, tomando en consideración que en el estudio de los Hogares de Acogimiento
Familiar confluyen diversos elementos y con el objetivo de lograr una mayor comprensión del
fenómeno de investigación se definieron como ejes de estudio: la familia como grupo de
relación primaria del niño, niña y adolescente, el proceso de socialización de las personas
menores de edad determinado a partir del sistema de relaciones (sociales y afectivas)
establecidas en la familia y la participación de los niños, niñas y adolescentes en su proceso
de protección.
En este sentido, dentro de la vertiente familiar se realiza un análisis de las variables (socioeconómicas, afectivo-vinculares y emocionales) que debilitan o fortalecen la capacidad de
contención de las familias acogedoras y que inciden en la calidad de vida, protección y
seguridad que brinda a sus miembros, mientras a su vez se analiza la situación actual de las
familias de origen.
El proceso de socialización de las personas menores de edad constituye un eje de análisis
importante, debido a que es en la institución familiar donde tiene lugar la génesis del proceso
de socialización primaria y secundaria. Por lo tanto, se realiza un análisis de los factores que
permiten o no las condiciones adecuadas para el desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes ubicados en los Hogares de Acogimiento Familiar.
El presente estudio retomó la participación activa de los niños, niñas y adolescentes como eje
fundamental para escuchar su opinión sobre los procesos administrativos y judiciales en los
que se involucran importantes decisiones que afectan sus vidas.
6
La participación de las personas menores de edad, se proyecta como un importante medio
para escuchar su opinión y a través de su visión recomendar estrategias para implementar el
programa de manera distinta o mantener acciones para fortalecerlo, lo cual constituye un
primer paso para contribuir a la ponderación social de sus palabras.
Metodología
La investigación se planteó como un estudio descriptivo-exploratorio, enmarcado en la
Doctrina de Protección Integral de los derechos de la niñez y adolescencia. Como estrategia
metodológica se determinó el empleo e integración de distintas técnicas con el objetivo de
alcanzar mayor confiabilidad, consistencia y validez en los resultados.
Se realizó un análisis documental de la normativa institucional relacionada con las
disposiciones y políticas de la niñez y adolescencia, así como de la normativa relacionada con
los Hogares de Acogimiento Familiar, entrevistas a informantes clave, entrevista en
profundidad, observaciones no participantes, así como el estudio de seis casos.
Se analizaron algunos aportes realizados por entidades públicas y Organizaciones No
Gubernamentales en diversos países de América Latina y en entorno Europeo, involucrados
plenamente con la temática, constituyendo un elemento fundamental para comprender con
mayor precisión lo trascendental de este programa. Las diversas entidades apoyan un modelo
de atención que resalta la búsqueda de medidas alternativas a la institucionalización con
interés pronunciado en el acogimiento de los niños, niñas y adolescentes en un medio
familiar.
7
El análisis buscó reconstruir la visión de los diferentes actores en torno al modelo de atención
mencionado, el proceso de protección que conlleva la ubicación de los niños, niñas y
adolescentes en los Hogares de Acogimiento Familiar, procesos institucionales de
intervención y seguimiento a las familias (de origen y de acogimiento), factores familiares
que favorecen u obstaculizan el desarrollo de las personas menores de edad, así como
aspectos relacionados con el cumplimiento de derechos de esta población, con el fin de
ofrecer una mirada integral sobre el programa de acogimiento familiar.
Resultados
Los resultados obtenidos a través del proceso de investigación permitieron determinar que el
acogimiento familiar constituye una alternativa favorable para la colocación de las personas
menores de edad que así lo requieran, ofrece al niño, niña o adolescente la posibilidad de
crecer en un contexto propio al lado de personas significativas y en un medio más respetuoso
de sus derechos.
No obstante, el proceso de protección de una persona menor de edad, atraviesa por la relación
de dos vertientes fundamentales; la vertiente familiar, la cual a pesar de constituirse en un
espacio propicio para la persona menor de edad, presenta carencias o limitaciones
relacionadas con las condiciones socio- económicas en las que se desenvuelven las familias,
el estado de salud y la situación laboral de las y los encargados legales, entre otros que deben
ser revisadas con el fin de apoyar a este grupo y de esta manera pueda ofrecer atención
integral al niño, niña o adolescente y la vertiente institucional, que muestra importantes
fisuras relacionadas con aspectos institucionales tales como la atención y seguimiento que se
brindar a las familias (de origen y de acogimiento), apoyo interinstitucional, así como
elementos ideológicos, económicos, culturales y sociales que impiden que las condiciones en
que se establecen los Hogares de Acogimiento Familiar como medida de protección en
nuestro país sean propicias para el desarrollo de las personas menores de edad.
8
En relación con el cumplimiento de derechos de las personas menores de edad ubicados en
Hogares de Acogimiento Familiar, el estudio permitió observar que el PANI procura el
cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, es decir, intenta lograr que
se respeten, pero no se logra a cabalidad este cumplimiento, esta situación refleja que esta
entidad aún no ha integrado consistentemente dentro de su accionar institucional una política
basada en el paradigma de derechos.
En la práctica la mayoría de estos derechos se cumplen “a medias” o no se cumplen, por
ejemplo: el derecho al desarrollo integral, a la opinión, a la información, el interés superior
del niño, niña y adolescente, entre otros, lo cual plantea la necesidad del desarrollo de
estrategias efectivas y concretas que permitan el ejercicio y cumplimiento real de los derechos
de esta población.
En este sentido, se hace necesario plantear que se deben generar estrategias teóricas y
metodológicas para el desarrollo de este programa a la luz del Paradigma de Protección
Integral, las cuales permitan dilucidar claramente la función o el papel que desempeña del
acogimiento familiar como sistema de protección en el contexto actual.
Conclusiones
El apartado de conclusiones se presenta de acuerdo a cuatro dimensiones (planteamientos
teóricos y normativos del programa, los funcionarios y funcionarias, las familias acogedoras,
los niños, niñas y adolescentes) las cuales están interrelacionadas y fueron abordadas en el
presente estudio. A partir de estas dimensiones sin olvidar los objetivos propuestos en la
investigación se formulan las conclusiones específicas y las conclusiones generales.
9
Planteamientos Teóricos y Normativos del programa:

El Acogimiento Familiar es una alternativa de protección que posibilita el pleno
ejercicio del derecho que todo niño, niña o adolescente tiene a vivir en una familia
cuando existen impedimentos para hacerlo en la propia, a partir de su vinculación con
otro grupo familiar. Se propicia el desarrollo de la persona, por el tiempo que sea
necesario, en un marco de respeto a su identidad y vínculos afectivos, por esta razón
constituye el sistema de protección más favorable para la colocación de las personas
menores de edad que así lo requieran.
Sin embargo, el sistema de protección de Hogares de Acogimiento familiar es objeto
de múltiples limitaciones principalmente de carácter institucional, las cuales deben ser
subsanadas con el fin de lograr el bienestar integral de las personas menores de edad
ubicadas en este programa.

Diversos factores tales como la consanguinidad, la seguridad, estabilidad, sentido de
permanencia e integración al hogar, la posibilidad de convivir con personas
significativas, el apoyo y el cariño brindados a la persona menor de edad, propician la
red de contención familiar que permite el éxito del acogimiento familiar como
alternativa de protección, pero un factor fundamental es que tanto ellos como su
familia biológica y las familias acogedoras reciban adecuada evaluación, capacitación
y apoyo.

A través del análisis efectuado al presupuesto del PANI destinado a los Hogares de
Acogimiento Familiar, se determina que a pesar de considerarse una alternativa de
atención prioritaria para el Estado aún no se canalizan los recursos económicos
suficientes para que ésta pueda desarrollarse y brindar atención de calidad a los
distintos actores del programa, especialmente a los niños, niñas y adolescentes,
situación que plantea una paradoja importante pues se destinan más recursos a otras
alternativas de protección que no se señalan por la normativa como prioritarias.
10

El análisis efectuado al personal de recurso humano destinado al programa de
acogimiento familiar, permite determinar que el programa es atendido en las diferentes
oficinas locales solamente por un profesional, el cual en un 88% de los casos
corresponde a especialistas en el área de trabajo social, en algunas oficinas éste es
acompañado por un profesional en psicología. La ausencia de un equipo de trabajo
interdisciplinario dificulta atender de manera integral las múltiples necesidades que
demanda este tipo de programas, principalmente las necesidades de las personas
menores de edad.

A pesar de que efectivamente los Hogares de Acogimiento Familiar no pueden
solventar las necesidades absolutas de todos sus miembros, si se plantea al Estado y
por ende al Patronato Nacional de la Infancia la necesidad inmediata de implementar
acciones concretas con el fin de minimizar las carencias (principalmente de tipo
económico) que están impidiendo el verdadero desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes.

El proceso de investigación logró determinar que el programa de HAF posee
limitaciones de carácter institucional y familiar. Dentro de las limitaciones de tipo
institucional encontradas en el desarrollo de la investigación se subrayan: falta de
capacitación y seguimiento a las familias debido a la excesiva carga administrativa
imposibilita que el profesional a cargo desarrolle proyectos a nivel individual o
colectivos destinados a mejorar la calidad de vida de las familias de acogimiento y las
personas menores de edad.
Las limitaciones de tipo familiar recaen principalmente sobre factores relacionados
con carencia de ingresos estables que imposibilitan la subsistencia del grupo familiar,
el desajuste de la dinámica familiar al integrar uno o más miembros sin estar
preparada para asumirlos o no recibir la asesoría adecuada, la falta de flexibilidad para
realizar el ajuste o adaptación a la familia por parte de la persona menor de edad y
viceversa.
11
El subsidio puede representar una motivación para el acogimiento familiar, la carencia
de recursos de la familia extensa para ofrecerse como posibles hogares de
acogimiento.

Asimismo, a través de la información aportada por distintas oficinas locales se observa
la carencia de apoyo entre instituciones del Estado para colaborar con las familias
tanto de origen como de acogimiento, solamente se observa la participación del IMAS
como institución Estatal participe de este proceso por referencias constantes del PANI.

Los resultados obtenidos en el análisis realizado a la normativa, lineamientos y
disposiciones sobre acogimiento familiar, se señala que actualmente solamente existe
un documento oficial que reúne estos parámetros, el Perfil Teórico-Metodológico.
Este documento a pesar de constituirse en la base conceptual que guía el accionar
cotidiano de esta alternativa de protección, no responde a las necesidades que
presentan las familias de acogimiento, de origen y las personas menores de edad, pues
carece de fundamentos teóricos consistentes y concretos que posibiliten realizar
adecuadamente el trabajo con esta población. El programa de Acogimiento Familiar
debe poseer un marco normativo consistente basado en el Paradigma de Protección
Integral.

A pesar de que existe un evidente avance teórico-conceptual y jurídico en el país en
relación con el enfoque de Protección Integral de Derechos, la aplicación concreta de
este marco normativo aún se encuentra lejos de ser una realidad, pues se detectan
acciones en el PANI que continúan evidenciando la práctica del enfoque de la
situación irregular.
12

El programa de acogimiento familiar no ha recibido el apoyo y atención necesaria por
parte del Patronato Nacional de la Infancia ni por parte de las instancias
gubernamentales, de tal manera se observa la necesidad de destinar esfuerzos para
ponderar el acogimiento familiar como alternativa de protección prioritaria en la
atención de las personas menores de edad, según el compromiso asumido por el
Estado a través de la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño y la
normativa Costarricense establecida para tal fin.

El acogimiento familiar definido como recurso comunal posibilita el integrar a una
persona menor de edad en una familia que carezca de recursos familiares
consanguíneos inmediatos, en este sentido, el Patronato Nacional de la Infancia debe
redirigir su atención sobre esta alternativa, principalmente al observarse limitaciones
relacionadas con la capacidad de contención e integración brindada por la familia, la
complejidad de los procesos de ajuste y adaptación a nuevas normas, límites y
costumbres por parte de la persona menor de edad, el proceso de reestructuración por
el que debe atravesar el grupo familiar al integrar a una o más personas menores de
edad, lo que plantea la necesita
real acompañamiento por parte de los/as
funcionarios/as de las oficinas locales.

El Patronato Nacional de la Infancia carece de un sistema integrado que coordine un
registro de familias para acogimiento familiar, no se evidencian registros de posibles
familias que hayan atravesado por un proceso de selección y capacitación por parte de
las distintas oficinas locales consultadas, situación que desvirtúa la participación de la
sociedad civil en su aporte al cumplimiento de derechos humanos de las personas
menores de edad, así como la posibilidad de generar una cultura respetuosa de los
derechos de esta población.
13
Funcionarias y Funcionarios:

Según los diversos casos en estudio, el proceso de seguimiento es realizado
únicamente por un/a profesional, la/el cual ve limitadas muchas de sus funciones
específicas en acogimiento familiar debido a la sobre carga de trabajo (principalmente
de índole administrativa), la falta de recursos económicos que le impide desarrollar las
diversas actividades. En este sentido, el proceso de atención integral establecido por la
normativa es coartado por las limitaciones dadas en cada oficina local, aunado a que
no existe unidad ni visión institucional sobre el trabajo que deben realizar las diversas
oficinas locales, debido a que cada una de éstas dispone y efectúa el trabajo con las
familias de acogimiento de manera aislada.

El estudio de casos reflejó que existe la necesidad de que el personal reconozca las
pautas de intervención que deben realizarse con la familia de origen, la familia de
acogimiento, la persona menor de edad, la relación que debe establecerse con las
distintas instituciones estatales y privadas con el objetivo de brindar realmente una
atención integral. Actualmente, la capacitación de los funcionarios y funcionarias del
PANI es inexistente.

La capacitación al personal que se encuentra a cargo del programa de acogimiento
familiar es fundamental, ya que la formación conceptual basada en el Paradigma de
Protección Integral acentúa la posibilidad de generar personal comprometido con la
niñez y adolescencia desde un marco por el respeto de los derechos de esta población.
Familias Acogedoras:

El acogimiento familiar es realizado en la mayoría de los casos por mujeres, las
abuelas especialmente de la línea materna, las cuales son personas mayores de 50 años
que pese haber acabado con la responsabilidad de criar a sus propios hijos e hijas
continúan asumiendo el rol materno.
14
En este sentido, es importante considerar que diversas variables como la edad, el
estado de salud y la situación laboral constituyen aspectos que influyen en la calidad
de vida que se ofrece a los niños, niñas y adolescentes así como la calidad de vida que
tienen ellas mismas y que de manera tangencial interfiere en el cumplimiento de
derechos y desarrollo integral de las personas menores de edad ubicadas allí.

A través de los distintos estudios de caso analizados se evidencia que en todos éstos,
al momento de la intervención del PANI ya la persona menor de edad se encontraba
viviendo con la familia de acogimiento, situación que desembocaba en la valoración
del grupo familiar como posible recurso de ubicación prolongada desvirtuando en este
sentido la intervención con la familia de origen, así como la búsqueda de opciones
para la re-ubicación del niño, niña o adolescente en el grupo familiar primario.

No obstante, las distintas familias de acogimiento han ofrecido a la persona menor de
edad la posibilidad de crecer en un medio familiar, el cual les ha permitido
relacionarse y desarrollar su identidad individual y social a partir de este grupo de
referencia. Asimismo la participación de los niños, niñas y adolescentes en diferentes
grupos de la comunidad ha facilitado el desarrollo adecuado de su socialización
secundaria.

Las diferentes familias estudiadas han tejido su propia red de contención familiar en
las cuales se distinguen diversos elementos claves que han permitido el desarrollo de
la persona menor de edad entre éstas se distinguen el apoyo brindado, la protección,
seguridad, estabilidad, sentido de pertenencia y referencia ofrecidos, el cariño y el
amor manifiestos, estos factores descritos han permitido contener al niño, la niña y el
adolescente.
15
No obstante, esta red de contención en todos los casos es amenazada por las
condiciones económicas precarias en las que crecen los grupos familiares,
conformados por numerosos miembros en su mayoría por personas menores de edad,
con el desempleo y en hogares generalmente monoparentales.

En relación con la realidad socio-económica en la que se desarrollan los grupos
familiares de acogimiento analizados, éstos provienen de estratos caracterizados por la
pobreza, familias que habitan en condiciones de hacinamiento, el ingreso económico
es limitado debido a que algunas de estas personas se encuentran desempleadas lo que
conlleva a que el subsidio prácticamente se convierta en el único medio económico
que les permite a algunas familias la subsistencia diaria, por lo que la dependencia a
éste es considerable.

Sobre el punto anterior, se analizó el papel del subsidio brindado a las familias de
acogimiento, a pesar de que éste es considerado por el Patronato Nacional de la
Infancia como un aporte a la economía familiar, no se incrementa de acuerdo a la
realidad socio-económica en que se desarrollan estos grupos, de esta manera es
insuficiente para poder atender las múltiples necesidades que demanda un niño, una
niña o un adolescente.
Según se evidencia en los distintos casos, el subsidio muchas veces representa una
política asistencialista del PANI, al depositar la persona menor de edad en la familia,
ofrecer dinero mensual y no brindar un seguimiento efectivo a la problemática que
representó la salida de la persona menor de edad.
Los niños, niñas y adolescentes:

Los niños, niñas y adolescentes partícipes en el estudio opinan que para ellos lo más
importante de crecer en una familia; es vivir y compartir al lado de sus hermanos y
hermanas. Se identifica en las personas menores de edad un sentimiento de
preocupación constante por los miembros de su grupo familiar, la unidad familiar y
bienestar colectivo.
16

Las acciones de inserción social de los niños, niñas y adolescentes deben ser
consideradas una prioridad, el establecimiento de una red entre instituciones que
favorezca programas culturales, artísticos y recreativos que posibiliten el desarrollo de
las distintas capacidades de las personas menores de edad contribuiría a la inclusión de
estas personas en ámbitos sociales más amplios y aptos para su condición.

Se muestra la necesidad de que las personas menores de edad ubicadas en acogimiento
familiar próximas a egresarse del sistema puedan recibir el apoyo y la orientación
necesarios para lograr elaborar un Proyecto de Vida permanente y estable.
Actualmente, este proceso esta coartado por limitantes tales como la carencia de una
visión institucional sobre la importancia de abordar este aspecto, así como ausencia de
personal capacitado para tal fin, el apoyo del PANI en este sentido es prácticamente
nulo.
Conclusiones Generales:

En el marco de las nuevas legislaciones de Protección Integral, el acogimiento familiar
favorece el disfrute y cumplimiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes
allí ubicados, principalmente el derecho a crecer en una familia. A pesar de que esta
alternativa de protección posibilita el respeto de los distintos derechos, aún existen
fuertes limitaciones a nivel conceptual, cultural, social y económico que impiden que
muchos de éstos se hagan efectivos.

Según el estudio de los diferentes casos, el acogimiento familiar en nuestro país
posibilita el ejercicio de los siguientes derechos: el derecho a crecer en una familia a
través de la cual se propicia el establecimiento de vínculos afectivos, sentido de
pertenencia, seguridad y apoyo, el derecho a la educación y a la salud.
17

Se observan fisuras que impiden el ejercicio real del derecho a la opinión, a la
información, a la recreación, a la vivienda digna, lo cual desemboca en el
incumplimiento del derecho al desarrollo integral, debido a que éste contempla
múltiples factores como los mencionados que están siendo insatisfechos, esto dificulta
que la familia logre trascender hacia una mejor calidad de vida y evidencia la
incapacidad de las instancias gubernamentales para implementar estrategias que
favorezcan el cumplimiento de este derecho y apoyen integralmente a la familia
acogedora.

Se observó
una división realizada entre los mismos derechos, los cuales son
denominados fundamentales o básicos (como educación, vivienda y salud) y los
demás (los no incluidos en la lista anterior) por lo tanto, al hablar de cumplimiento de
derechos se refiere solamente a la satisfacción de las necesidades básicas
empobreciendo la trascendencia de otros derechos de igual de importancia como lo es
el derecho a la opinión, a la información, a la identidad invisibilizando de esta manera
la necesidad del cumplimiento absoluto de todos los derechos.

A través del estudio teórico efectuado a la situación del acogimiento familiar en
distintos países latinoamericanos y el entorno europeo se señala que este programa se
encuentra en proceso de implementación, fortalecimiento y promoción por parte de las
distintas Organizaciones Gubernamentales y No Gubernamentales. La investigación
forma parte imprescindible hacia el camino del desarrollo de esta alternativa, sin
embargo, nuestro país aún se encuentra lejos de desarrollar estratégicamente
iniciativas de esta índole, lo cual hace impostergable destinar recursos humanos y
financieros para lograr en concordancia con lo estipulado por la legislación actual el
fortalecimiento de esta alternativa de protección por medio de la elaboración de nuevo
conocimiento.
18

En nuestro país el acogimiento familiar no se constituye una política pública que
estimule la participación activa de la sociedad civil en la promoción y captación de
Hogares de Acogimiento Familiar, debido a que son inexistentes los procesos
continuos de información y de formación comunitaria.

Sobre los alcances de esta alternativa de protección se determina que el acogimiento
familiar posee ventajas muy importantes relacionadas con la preservación de la unidad
familiar, el ofrecer al niño, niña o adolescente crecer y desarrollarse en un medio
socio-cultural propio al lado de personas significativas para ellos, además de
procurarle un medio de seguridad, protección y cariño.

Casa Viva constituye la única Organización No Gubernamental con iniciativa en el
trabajo de acogimiento familiar. Constituye un proyecto reciente impulsado en Iglesias
Cristianas, dirigido al reclutamiento y selección de familias interesados en el
acogimiento de personas menores de edad, sin embargo, solamente se colocan a niños
y niñas menores de 12 años, por lo tanto, las posibilidades de ubicación para
adolescentes se limita a causa de que no existen en Costa Rica otras Organizaciones
No Gubernamentales que trabajen hacia este fin.

En síntesis, los factores ideológicos, económicos, sociales, culturales y políticos
constituyen elementos interdependientes que han limitado el accionar del acogimiento
familiar como alternativa de protección en el contexto actual. La capacidad del
Patronato Nacional de la Infancia de priorizar el acogimiento familiar en un marco de
respeto por los derechos de las personas menores de edad, especialmente de aquellos y
aquellas que claman por crecer en una familia, debe constituirse en una política
institucional integral e inmediata.

En relación con los alcances del proceso de investigación se determinó que la
estrategia metodológica empleada permitió abordar y profundizar sobre el fenómeno
en estudio. De esta manera el uso de diversas técnicas cualitativas permitió hacer el
cruce de información y validar fehacientemente los datos obtenidos.
19

Se considera pertinente señalar que la información sobre las familias partícipes en la
investigación fue recolectada a través de la visita de la investigadora a cada grupo
familiar, esta situación permitió observar las condiciones cotidianas en las que se
desenvuelven las familias, entre éstas se mencionan: el estado de la vivienda, el acceso
a servicios (agua, electricidad, teléfono, transporte público, entre otros), características
del medio geográfico, ubicación del grupo familiar con respecto al centro educativo,
hospitales o centros de recreación.
De esta manera, el contacto con la familia en su propio medio resultó una estrategia
muy apropiada para recabar los datos, debido a que si éstas hubieran sido entrevistas
en una oficina local del PANI posiblemente no se hubiera tenido acceso a la
experiencia de observar de manera más cercana las condiciones en las que viven.

Sobre las limitaciones del proceso de investigación se menciona que el estudio de un
solo hogar de acogimiento familiar comunal dificultó reconocer algunas características
relacionadas con su funcionamiento.

El contacto realizado solamente con dos personas del grupo familiar biológico
obstaculizó verificar otras condiciones relacionadas con el trabajo o procesos de
seguimiento a la familia de origen efectuados por el PANI.

Finalmente, a pesar de que la elección del número de participantes (en relación con los
estudios de caso e informantes clave) fue pertinente, se considera necesario señalar
que representó un amplio y exhaustivo trabajo para una sola investigadora.
20
DISCUSIÓN
El acogimiento familiar constituye un complejo programa en que el se distinguen claramente
dos vertientes que intervienen en el proceso de protección de las personas menores de edad: el
Estado y la familia, el proceso de investigación permitió observar la relación existente en las
condiciones en que se establecen los Hogares de Acogimiento Familiar como alternativa de
protección en nuestro país. Asimismo, estas condiciones trascienden a esferas relacionadas
con factores ideológicos, socio-culturales y económicos que han intervenido en el accionar
cotidiano de éste.
El Estado a través del Patronato Nacional de la Infancia tiene la obligación y el compromiso
de generar las estrategias y políticas más adecuadas para la defensa, garantía y promoción de
los derechos de los niños, niñas y adolescentes, especialmente de aquellas y aquellos que han
sido separados de su medio familiar y ubicados en otro diferente al suyo.
Aunque esta separación no necesariamente corresponda al interés superior de la persona
menor de edad, debido a que esta expresión jurídica se torna confusa al considerar la
alternativa de re-ubicar al niño, niña y adolescente del medio que le provoca desprotección a
través de disposiciones de personas adultas, sin considerarse ampliamente la posibilidad de
solventar las necesidades o situaciones que provocan esta salida en muchas ocasiones
inesperadas y dolorosas para éstos, es decir, la necesidad de preservar el interés superior de la
persona menor de edad no se garantiza en la reubicación del niño, la niña o el adolescente en
otra alternativa sin que ésta no ofrezca verdaderamente la protección y el desarrollo integral,
como es el caso del acogimiento familiar, alternativa que presenta distintas fisuras
principalmente a nivel institucional que le impiden brindar calidad de vida a las personas
menores de edad allí ubicadas.
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Aparentemente, los Hogares de Acogimiento Familiar conceptualmente tienen la prioridad
sobre otras alternativas de protección, según lo establecido en las disposiciones normativas
nacionales como internacionales, sin embargo, en la práctica se observan inconsistencias que
impiden que se hagan efectivos los recursos (humanos y financieros) apropiados para este
sistema de protección.
En este sentido, se concluye que el sistema de Hogares de Acogimiento Familiar no tiene los
recursos necesarios para estar acorde con lo que el programa debería ser, no se ha
desarrollado estrategias idóneas para solventar de manera eficaz los procesos de seguimiento
(a la familia de origen y la familia de acogimiento) y el acompañamiento a la persona menor
de edad, las depositarias y depositarios.
Además, la experiencia brindada por las y los funcionarios de las distintas oficinas locales
denota que conocen a fondo las diversas problemáticas o fortalezas que presenta el programa
de acogimiento familiar, sin embargo, aún sus opiniones no se proyectan de manera clara y
concreta a las instancias correspondientes, lo cual puede justificarse debido la carencia de
espacios propicios de interacción en la institución, lo que impide que el programa de
acogimiento cuente con ejes adecuados de retroalimentación y por ende, no se pueda
contribuir a la construcción y a la puesta en práctica de adecuadas propuestas de
fortalecimiento.
Asimismo, se observó que la instancia encargada de supervisar esta alternativa a nivel
nacional la Dirección de Atención y Protección desempeña un papel pasivo sobre el accionar
del acogimiento familiar, por lo tanto el desarrollo de estrategias actuales de intervención y
procesos de investigación dirigidos por esta entidad a traviesa un proceso lento.
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En relación con la vertiente familiar, se observó que la colocación de una persona menor de
edad en una familia de acogimiento intervienen distintos aspectos que permiten o por el
contrario obstaculizan el desarrollo integral del niño, la niña o el adolescente si la familia no
recibe apoyo y asesoría adecuada por parte del PANI, entre éstos se destacan; el interés de los
miembros del grupo familiar por aceptar el ingreso de la/s persona/s menore/s de edad, la
capacidad de la familia de solventar las necesidades económicas del hogar, el proceso de
ajuste y/o adaptación de la/s persona/s menor/es de edad a la familia y viceversa, la capacidad
de las depositarias y depositarios de brindar atención, cuidado y seguridad con el objetivo de
construir una red de contención propicia para el desarrollo de todas y todos los miembros del
grupo familiar.
De esta manera el proceso de protección de un niño, una niña o un adolescente atraviesa la
línea de la responsabilidad estatal con importantes fisuras por evaluar y solventar, así como la
familia como centro de apoyo e intervención con el objetivo de lograr su fortalecimiento.
El presente estudio permite legitimar que el sistema de protección de acogimiento familiar
representa para el niño, la niña y el adolescente la posibilidad de crecer y desarrollarse en una
familia aunque las condiciones estructurales en las que se desenvuelve no le permitan
alcanzar un nivel el desarrollo integral idóneo, sin embargo, se plantea como la alternativa
más favorable para su ubicación cuando su propia familia no le provee un medio de
protección y seguridad apropiados, porque responde a un sistema más humano y más
respetuoso de los derechos de la persona menor de edad.
No obstante, aunque los beneficios del acogimiento por la familia son claros, existe un
número de riesgos específicamente conectados a ellos, estos riesgos necesitan ser reconocidos
y valorados por un equipo de trabajo capacitado y comprometido con esta alternativa de
protección.
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El proceso de investigación permitió reconocer que se debe revisar la posición que ocupa el
acogimiento familiar como alternativa de protección en el PANI, debido a que el análisis
efectuado refleja la ausencia de estrategias institucionales para el desarrollo de este programa
a la luz de un marco político-social liderado por el Paradigma de Protección Integral de
Derechos. Asimismo, se determina la necesidad de hacer cumplir la normativa (nacional e
internacional) establecida para este sistema de protección.
Es preciso resaltar que en este estudio se parte de la convicción de que niños, niñas y
adolescentes, en sus distintos niveles de edad o contextos socio-económicos construyen una
concepción personal sobre el mundo que les rodea, de acuerdo a su etapa de desarrollo, de su
experiencia vital y de la relación que han podido establecer con su entorno, en este sentido, es
importante para el mundo adulto conocer la percepción de las personas menores de edad,
especialmente de aquellas y aquellos que pertenecen a un medio rodeado de múltiples
carencias (económicas, sociales, educativas y afectivas) y que deben constituir una población
de atención prioritaria para el Estado.
En este sentido, lo realmente importante es rescatar la voz de los niños, niñas y adolescentes y
elevarla ante las autoridades correspondientes para ir construyendo espacios de participación
y búsqueda de soluciones alternativas a las diversas problemáticas de las que son objeto, este
es el principal reto que debe enfrentar el Patronato Nacional de la Infancia y la presente
investigación esta enfocada hacia ese fin.
Finalmente, los alcances de esta alternativa de protección se encuentran supeditados al apoyo,
supervisión y asesoría por parte del Patronato Nacional de la Infancia, su avance posterior
también se encuentra determinado por la implementación de procesos de investigación que
faculten la ejecución de estrategias de adecuadas al margen de las nuevas tendencias de
estudio.
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Asimismo, el acogimiento familiar debe constituirse en una política social respaldada por el
Estado que permita la participación de la sociedad civil en el proceso de promoción, garantía
de respeto de los derechos de las personas menores de edad, especialmente de aquellos y
aquellas cuyas voces aún se encuentran silenciadas por la ausencia de espacios que les
faculten la posibilidad de expresar sus pensamientos, opiniones y sentimientos, este es
entonces el desafío actual.
Recomendaciones específicas al programa de Hogares de Acogimiento Familiar del
Patronato Nacional de la Infancia:

Hacer efectiva la legislación sobre acogimiento familiar, esto con el objetivo de elevar
su posición a nivel jurídico-social y pueda contemplarse como alternativa prioritaria
para lograr la captación de suficientes recursos humanos y financieros para su
desarrollo e implementación de programas anexos.

Construir espacios inmediatos para el desarrollo de la investigación en relación con el
programa de acogimiento familiar a nivel regional con el objetivo de retroalimentar el
proceso, la toma de decisiones y compartir los nuevos hallazgos con resultados
obtenidos en otros países.

Establecer equipos multidisciplinarios conformados por profesionales en distintas
áreas tales como psicología, trabajo social y derecho como mínimo, sin obviar la
participación de profesionales en salud, educación y recreación, con el objetivo de se
identifiquen y se especialicen en el programa de Hogares de Acogimiento Familiar,
este equipo de trabajo permitiría atender de manera más integral las múltiples
necesidades que demanda esta alternativa de protección.

Se recomienda a la institución según las regiones fortalecer la organización de los
depositarios y depositarias, debido a que esta estrategia permitiría a las personas
involucradas contribuir al desarrollo de actividades culturales, recreativas, educativas
destinadas a mejorar la calidad de vida de ellos mismos y por ende, de las personas
menores de edad que reciben en sus hogares.
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Además, permitiría desarrollar en ellos un sentimiento de identificación con el
programa y el sentirse útiles al colaborar con el PANI, al compartir una labor colectiva
de protección a los niños, niñas y adolescentes que han recibido en sus casas.

La organización de talleres y capacitaciones dirigidos a los depositarios, depositarias y
personas menores de edad constituye un punto elemental que debe constituirse
prioridad para el trabajo que realizan las diferentes Oficinas Locales, ya que éstos
ofrecen a los actores del programa la posibilidad de informarse y reconocer acciones
para romper con ciclos o patrones de violencia e indiferencia del reconocimiento de
los derechos de los niños, niñas y adolescentes favoreciendo el desarrollo de una
sociedad más equitativa e igualitaria.

Se recomienda a las diferentes oficinas locales construir redes locales (conformadas
por el centro de salud, la escuela, el colegio, la Iglesia, grupos artísticos o recreativos,
entre otros) con el objetivo de apoyar el trabajo que realizan los Hogares de
Acogimiento Familiar y principalmente contribuir al desarrollo integral de los niños,
niñas y adolescentes.

Se recomienda a los diferentes funcionarios y funcionarias que se encuentran a cargo
del programa de acogimiento familiar en cada oficina local construir espacios
colectivos de discusión y análisis sobre las ventajas que posee esta alternativa en
relación con otras posibilidades de colocación de los niños, niñas y adolescentes con el
objetivo de fortalecerlos a nivel conceptual y práctico.
Asimismo, puedan encontrar espacios de retroalimentación sobre su trabajo diario y
elevar sus experiencias a los jerarcas de la institución para que se generen estrategias
teóricas y metodológicas de acuerdo a la realidad social en la que se desarrolla esta
alternativa de protección, sin dejar por fuera la búsqueda de soluciones a las diversas
dificultades que presenta este programa.
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
Se recomienda a la Dirección de Atención y Protección establecer mecanismos de
supervisión a los Hogares de Acogimiento Familiar (subvencionados y no
subvencionados) más eficaces, que puedan contribuir al proceso de retroalimentación
real que necesita este programa. Asimismo, se considera pertinente que esta Dirección
asuma un papel protagónico dirigido a liderar el desarrollo, promoción y
fortalecimiento de esta alternativa dentro del Sistema Nacional de Alternativas de
Protección.

Se recomienda al Patronato Nacional de la Infancia fomentar espacios de participación
activa de las personas menores de edad (realizar congresos, Focus Group, talleres,
construir redes interinstitucionales, entre otros) a través de los cuales la voz de los
niños, niñas y adolescentes sea escuchada activamente, esto con el objetivo de
producir conocimiento a través de la perspectiva de esta población, quienes son los
protagonistas cotidianos de su propia realidad y ofrecer un lugar para el ejercicio real
de sus derechos.

Con el apoyo de diversas organizaciones especializadas en Derechos Humanos, se
debe erigir un proceso de sensibilización, formación y capacitación en lo que
representa el derecho a la familia como derecho humano.

Construir una Red Interinstitucional que involucre entidades públicas (IMAS,
BANVHI, Hospital Nacional de Niños, entre otras) y entidades privadas con la
finalidad de propiciar mecanismos eficientes de atención integral a las familias que
pertenezcan al programa de acogimiento familiar.

Investigar la función que cumplen los Hogares de Acogimiento Familiar No
Subvencionados en el proceso de protección de las personas menores de edad, así
como el papel que desempeñan en la institución.
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
Establecer un sistema de información cuantitativo que permita el registro de las
personas que acogen a los niños, niñas y adolescentes (segregadas por sexo, edad,
nivel educativo, ocupación) con el objetivo de conocer las características de la
población atendida e identificar pautas de intervención a nivel institucional que
coadyuven al desarrollo integral de esta población.

Reflexionar sobre la posibilidad de generar herramientas para colaborar con las
familias en la construcción de pequeñas empresas o fuentes de trabajo a corto plazo, lo
anterior con el fin de permitir a las familias de acogimiento surgir a través de del
beneficio de un salario digno que contribuya a la subsistencia familiar y de esta
manera minimizar la dependencia estatal.

La construcción de un marco normativo sobre acogimiento familiar adecuado al
Paradigma de Protección Integral es fundamental. A partir del reconocimiento del
acogimiento familiar como la elección más favorable para la colocación de los niños,
niñas y adolescentes y al cambiar las directrices legales y jurídicas permitiría captar
más recursos financieros y económicos que fortalecerían y desarrollarían esta como
alternativa de protección.

Se recomienda al Patronato Nacional de la Infancia desarrollar campañas de
promoción y captación de familias de acogimiento familiar con el fin de involucrar a
la sociedad civil en la búsqueda de soluciones alternativas a las distintas problemáticas
sociales y sensibilizarlos en la necesidad de construir una cultura que promueva el
cumplimiento y derechos de las personas menores de edad, especialmente de aquellos
y aquellas en condiciones de riesgo social.

Incluir dentro del Sistema de Auditorias que realiza el PANI la revisión anual de los
Hogares de Acogimiento Familiar (en zonas rurales y urbanas) por muestreo con el
objetivo de identificar los avances o limitaciones de éstos a fin de garantizar que la
intervención estatal esta cumpliendo e incluir sistemas de evaluación claros y acordes
con la realidad.
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
Finalmente se recomienda al Patronato Nacional de la Infancia plantear el acogimiento
familiar como una política inclinada hacia la desintitucionalización de las personas
menores de edad debido a que se constituye en una alternativa de protección favorable
para la ubicación de la población de niños, niñas y adolescentes separados de su
familia biológica, además de constituirse en un sistema mucho más económico para el
Estado.
Recomendaciones a la Escuela de Psicología
En relación con aspectos de formación profesional y desarrollo de temas sociales se presentan
las siguientes recomendaciones para la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa
Rica:

Se recomienda a la Escuela de Psicología ofrecer cursos específicos relacionados con
el tema de los Derechos Humanos, especialmente los de la persona menor de edad
con el objetivo de construir a partir de las y los profesionales en el área una cultura
promotora de procesos sociales respetuosos de los derechos de esta población.

Promover un Trabajo Comunal Universitario especializado en el área de la niñez y
adolescencia relacionado con el análisis, búsqueda y construcción de alternativas de
apoyo al programa de acogimiento familiar, con el fin de intensificar el
fortalecimiento de este sistema de protección y erradicar con acciones concretas la
institucionalización de las personas menores de edad ya que ésta se constituye en un
espacio de privación de libertad.
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