A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 29 de febrero de 2012, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Pettigiani, Soria, Kogan, Negri, de Lázzari, Hitters, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 95.469, "Galarza, Luis contra Míguez y Cía. S.R.L. Daños y perjuicios". A N T E C E D E N T E S El Tribunal del Trabajo n° 2 con asiento en la ciudad Judicial demanda de Avellaneda, Lomas de promovida, perteneciente Zamora, hizo imponiendo lugar las al Departamento parcialmente costas del modo a la que especifica (fs. 508 vta./516 vta.). La parte actora dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 535/548 vta.). Dictada la providencia de autos (fs. 560) y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N de A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: I. En lo que interesa para la resolución de la litis, el tribunal del trabajo desestimó la acción incoada por Luis Galarza contra "Miguez y Cía. S.R.L.", en cuanto le había reclamado -con sustento en las normas del Código Civil- una accidente indemnización de trabajo por que los alegó daños haber derivados padecido del mientras prestaba labores bajo su dependencia. Lo hizo por entender que el accionante -sobre quien recaía la carga de hacerlo- no logró acreditar la existencia del accidente denunciado, toda vez que no aportó ninguna prueba al respecto. Añadió que -teniendo en cuenta que ni siquiera resultaron demostradas las condiciones de trabajo en las cuales se desempeñaba el actor- quedaba sellada la suerte adversa de la pretensión, deviniendo en consecuencia inoficioso lo dictaminado en la pericia médica, en la cual se determinó que, de haber existido un traumatismo, el hematoma podría haber engendrado un terreno predispuesto para osteomielitis que favorecer incapacita la al producción actor (vered., de la fs. 506 vta., y sent., fs. 514). En otro orden de ideas, el sentenciante determinó el importe de la indemnización por despido tomando como base de cálculo el salario percibido por el accionante en el mes de resolvió octubre no de 1997 ($ 532,80; pronunciarse inconstitucionalidad de fs. acerca la ley del 24.714 501 vta.) planteo y el y de decreto 1245/1996 (formulado por el actor con el objeto de que se reconociera el derecho a percibir los "salarios familiares" durante el lapso de reserva de empleo establecido en el art. 211 de la L.C.T.), toda vez que aquél no denunció cuál sería la disposición constitucional avasallada, ni tampoco incluyó el rubro a la hora de formular la liquidación (sent., fs. 510). II. Contra dicho pronunciamiento se alza la parte actora mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, en el que denuncia absurdo y violación de los arts. 44 -incs. "d" y "e"- y 63 de la ley 11.653; 384 del Código Procesal Civil y Comercial y 499 del Código Civil (fs. 535/548 vta.). Plantea los siguientes agravios: 1. incurrió en En primer absurdo lugar, al sostiene considerar no que el tribunal demostrado el accidente de trabajo padecido por el accionante. En ese sentido, afirma que, del análisis de los numerosos informes y certificados médicos acompañados al expediente "se intuye que se está en presencia de un accidente de trabajo". En particular, refiere que ello se desprende de las constancias del examen practicado por el médico de la empresa en el mes de octubre de 1996 y del certificado emitido el día 4-II-1997 por el "Instituto Médico Modelo". Añade que el tribunal invirtió indebidamente la carga de la prueba, toda vez que, al no haber el empleador enviado al actor a la aseguradora de riesgos del trabajo en virtud de que éste no se encontraba cubierto, era aquél quien debía probar que el trabajador no había recibido el golpe en el desempeño de sus tareas. 2. En otro orden de ideas, señala que el juzgador incurrió en absurdo "en la apreciación de la inconstitucionalidad del salario familiar". Al respecto, expresa que debe aplicarse la ley 24.714, sin reglamentario la modificación 1245/1996, introducida por ser éste por el decreto inconstitucional "siendo de plena aplicación el principio elemental de que la ley aplicable es la anterior por ser la que más favorece al trabajador" (fs. 547 vta.). 3. Finalmente, manifiesta que, para determinar el importe de la indemnización por despido, el tribunal debió haber considerado la mejor remuneración del último año trabajado, cual es la correspondiente al mes de enero de 1997, que ascendió, según lo informó el perito contador, a la suma de $ 941,88. III. El recurso no puede prosperar. 1. Siguiendo en sustancia el desarrollo plasmado por mi distinguido colega doctor Soria al votar en la causa L. 86.645, "Barroso", oportunamente adherí, sent. retomando del 21-V-2008 tales (al consideraciones que al emitir mi voto en el precedente L. 90.653, "Valdebenito", sent. del 26-VIII-2009), debo decir que cuestiones de orden metodológico imponen prioritariamente efectuar una primera aclaración sobre la concurrencia de los requisitos de admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, particularmente en lo referido al valor del litigio. En el caso y limitado a los agravios que contiene el recurso interpuesto, frente al rechazo de varias pretensiones deducidas en una misma demanda (acumulación objetiva), es posible constatar que algunas de ellas no alcanzan el monto mínimo previsto por el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial. Por las consideraciones que a continuación desarrollaré, dicho extremo resulta decisivo a la instancia de analizar la viabilidad de los agravios introducidos en el escrito de impugnación (art. 55 de la ley 11.653). a. El primer párrafo del art. 168 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires fija que los tribunales de justicia deberán resolver todas las cuestiones que les fueran sometidas por las partes, en la forma y plazos establecidos al efecto por las leyes. A su turno, el inc. 3º del art. 161 de la misma, establece que esta Corte entenderá de la aplicabilidad de la ley en que los tribunales de justicia en última instancia funden su sentencia, sobre la cuestión que por ella decidan, con las restricciones que las leyes de procedimiento establezcan a esta clase de recursos. La reglamentación en el proceso laboral surge de lo dispuesto en los arts. 15 y 55 de la ley 11.653, que establecen, de objetiva subjetiva y un lado, de la posibilidad pretensiones de y, acumulación por el otro, limitan la vía recursiva extraordinaria al requisito de que la suma gravaminis supere la barrera dispuesta en el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial. En cuanto al supuesto del litisconsorcio, la ley ritual es clara, pues solamente admite la excepción al límite por el monto del juicio cuando, siendo formalmente procedente el integrantes, al recurso menos, interpuesto por el demás de los uno de verse sus sobre similares puntos litigiosos. La duda puede suscitarse respecto del supuesto de la acumulación objetiva de pretensiones (no en el caso de la pretensión única con distintos rubros resarcitorios), ya que al referirse el art. 55 de la ley 11.653 al monto de lo cuestionado podría interpretarse, a los fines del recurso de inaplicabilidad de ley, que en lugar de tratarse de pretensiones independientes que tramitan en un mismo proceso, por razones de economía y celeridad procesal, se debería sumar el monto de lo cuestionado como si se tratara de una sola. La realidad es que, a diferencia del supuesto del litisconsorcio inicial la establece -que además conexidad la por necesidad de requerir el objeto de que el o como presupuesto por recurso el título, verse sobre similares puntos litigiosos- en el caso de la acumulación objetiva no existe ningún fundamento que tienda a preservar la posibilidad pronunciada de respecto sentencias de una contrapuestas pretensión o pudiera que la producir efectos de cosa juzgada respecto de la restante. En ese andarivel queda claro que la autorización para el trámite conjunto de más de una pretensión, basado en que resulten de la competencia del mismo tribunal, no se excluyan entre sí y puedan tramitarse por el mismo tipo de proceso, no puede tener como resultado poner al demandante en una mejor situación procesal que la que tendría de haberla tramitado por separado, permitiéndole franquear el requisito del valor del litigio. b. El actor, haciendo uso de la facultad conferida por el art. 15 -primera parte- de la ley 11.653, promueve demanda contra "Míguez y Cía. S.R.L.", reclamando -entre otros rubros- asignaciones familiares y las indemnizaciones derivadas del despido; asimismo, peticiona una indemnización por los daños derivados del accidente de trabajo denunciado. Ello implica la "autoatribución" de ciertos y determinados derechos por parte de la accionante, con la finalidad de obtener -a través de un único trámiteel reconocimiento de una tutela jurídica concreta. Como se anticipara, estamos frente a un supuesto de acumulación objetiva de pretensiones, aspecto que no puede soslayarse para la realización de un adecuado control de admisibilidad del recurso en examen. Sabido es que esta posibilidad de reunir en un mismo proceso dos o más pretensiones contra un sujeto demandado, no se halla supeditada a la existencia de un vínculo de conexidad por la causa o por el objeto entre aquéllas, antes bien -y siempre que se cumplan los recaudos de la ley de rito- el instituto en análisis responde, exclusivamente, a motivaciones de índole económica, sea por razón del tiempo, actividad o gastos. Se sigue de ello que el accionante bien pudo incoar demandas independientes y originar el tratamiento autónomo de cada una de las pretensiones deducidas, sin riesgo alguno de que se divida la continencia de la causa, esto es, que se arribe -por ese recorrido- a pronunciamientos contradictorios. Bajo esa premisa y ratificando lo antedicho, el valor del litigio a los fines recursivos debe ser ponderado en función de la naturaleza jurídica de cada una de las pretensiones reclamos deducidas en la merecido un análisis han misma demanda, pues diferenciado ambos por el sentenciante, conforme los hechos invocados y acreditados durante la sustanciación del proceso. Para más, con prescindencia del resultado que se obtenga en la sentencia de mérito e independientemente de cual sea la recursiva, el ulterior parte test análisis extraordinario no que intente transitar de admisibilidad de la puede esta que habilita procedencia conducir a senda del resultados el remedio disímiles según se ejercite -o no- la opción de acumular todas las acciones (pretensiones) contra el mismo demandado (arts. 15 de la ley 11.653 y 87 del C.P.C.C.). c. Como se dijera -invirtiendo entonces el orden expositivo de las impugnaciones trazado en el recurso- se agravia tribunal despido el recurrente para por calcular dispuesto por la la el salario computado indemnización accionada por derivada que el el del tribunal consideró procedente al juzgarlo injustificado. En la especie, el valor del litigio -representado por la diferencia entre el importe percibido por el actor en concepto de indemnización por despido y el que le habría correspondido en caso de que dicho rubro se hubiese calculado de acuerdo al salario que denuncia- no supera el monto mínimo establecido por el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial. Sentado ello, resulta menester verificar si se configura en la especie el supuesto de excepción previsto por el art. 55 de la ley 11.653, esto es: si lo resuelto en autos contradice la doctrina legal vigente a la fecha del pronunciamiento impugnado, debiéndose computarse como tal aquélla producida interpretación relación por de las sustancial la Suprema normas Corte legales debatida que en mediante han una regido la la determinada controversia (conf. causas L. 77.004, "Acosta", sent. del 14-V-2003; L. 85.179, "Mulleady", sent. del 6-VII-2005). Tal supuesto no es el que aquí se presenta, toda vez que se avizora desde esta parte del medio impugnatorio en examen, la ausencia de denuncia de violación de doctrina legal alguna, abundamiento- resultando oportuno destacar que crítica respectiva -exclusivamenteprincipio, la a ajenas cuestiones al ámbito de de hecho la y -a mayor remite prueba, casación, salvo en la existencia de absurdo, vicio cuya hipotética comprobación -como se dijo, dada la insuficiencia del valor de lo cuestionado- deviene aquí irrealizable. Por todo lo dicho, el recurso es inadmisible en esta parcela. 2. En lo que respecta a las asignaciones familiares, el agravio es improcedente. a. Si bien el accionante no cuantificó el importe que pretendía en concepto de asignaciones familiares, lo cierto es que el lapso por el cual las reclama (el año durante el cual se encontró con reserva de empleo en los términos del art. 211 de la L.C.T.), autoriza a presumir que, en relación cuestionado a tampoco dicha pretensión, supera el umbral el del valor art. de 278 lo del Código Procesal Civil y Comercial. Empero, estando en presencia de una cuestión federal -pues, para fundar la viabilidad de la pretensión el accionante planteó en la demanda (fs. 92) y retomó en el recurso (fs. 547 vta.) la inconstitucionalidad del decreto 1245/96- dicha circunstancia no podría impedir el análisis de la cuestión por esta Suprema Corte, toda vez que, por razones de celeridad y de economía procesal, la decisión de este Tribunal debe adecuarse a lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia partir de los "Christou" de la precedentes (Fallos 310:324) Nación, que "Strada" y "Di ha dispuesto, (Fallos Mascio" a 308:490), (Fallos 311: 2478), que todo pleito radicado ante la justicia provincial en el que se susciten cuestiones federales, debe arribar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación sólo después de "fenecer" ante el órgano máximo de la judicatura local, dado que los tribunales de provincia se encuentran habilitados para entender en causas que comprendan puntos regidos por la Constitución, las leyes federales y los tratados internacionales (conf. causa L. 85.710, "Aguirre", sent. del 26-IX-2007, con voto del suscripto, en primer término). b. Sin embargo, el agravio no puede ser atendido, pues es manifiestamente insuficiente. En primer lugar, es dable resaltar que, si bien en su presentación esgrimió el planteo inicial en (fs. cuestión 79/99 (de vta.), manera el actor ciertamente imprecisa, toda vez que no sólo no cuantificó el importe del rubro ni lo incluyó en la liquidación, sino que tampoco identificó las circunstancias demostrar su derecho a fácticas percibir susceptibles las de asignaciones familiares; ver fs. 92), posteriormente, al "reformular" la demanda ante las intimaciones formuladas por el tribunal de grado a fs. 101 y 106, no incluyó tal reclamo, ni tampoco el planteo constitucional (ver fs. 102/105 vta. y 113/133 vta.). Sin perjuicio de lo expuesto -que pareciera indicar que el actor hubo de desistir de tal reclamo- lo cierto es que -ante la manifiesta orfandad argumental del planteo- esta Corte no debe pronunciarse al respecto, toda vez que aun cuando -situándonos en la mejor hipótesis para el actor- se admitiese la invalidez constitucional de la norma impugnada, indispensables actor habría no para se han brindado determinar tenido derecho si, a elementos en tal percibir fácticos supuesto, los rubros el que reclama. Es dable advertir, en ese sentido, que ni siquiera identificó el actor las contingencias sociales (en el caso, cargas de familia) que eventualmente podrían generar su derecho a recibir las prestaciones de la seguridad social que peticiona. Entonces, no habiendo sido demostrado el perjuicio concreto que la norma impugnada podría generarle al reclamante, el planteo ha de ser desestimado debido a un grado de abstracción que no debe ser materia de una decisión judicial. 3. Por último, el agravio relativo al rechazo de la indemnización civil por accidente de trabajo no ha de tener favorable acogida pues ha sido insuficientemente fundado (art. 279 del C.P.C.C.). a. Tiene dicho esta Corte que establecer si el trabajador demostró o no, con la prueba aportada, el acaecimiento del accidente de trabajo invocado, constituye una típica cuestión de hecho, en principio irrevisable en la instancia extraordinaria, salvo la denuncia y acabada demostración de la existencia de absurdo en el razonamiento expresado por los jueces de grado (conf. causas L. 73.399, "Garberi", sent. del 13-VI-2001; L. 74.944, "Leal", sent. del 23-X-2002; L. 93.840, "Leguiza", sent. del 18-IV-2007). b. En autos, el tribunal de grado arribó a la conclusión de que el accionante no logró probar el siniestro invocado y, si bien es cierto que el impugnante ha denunciado que la decisión está viciada por absurdo, no lo es menos que no logra demostrar tal afirmación. c. En primer lugar, no le asiste razón al recurrente en cuanto señala que el tribunal invirtió la carga de la prueba, en virtud de que correspondía a la accionada acreditar traumatismo que que el denunció trabajador durante el no sufrió desempeño de el sus labores (recurso, fs. 545 vta.). Ello así, pues aquélla desconoció rotundamente la existencia del infortunio invocado en la demanda (ver réplica, fs. 237) y sabido es que, negado expresamente no sólo el accidente de trabajo denunciado por la actora, sino su mecánica y sus efectos, la carga de su prueba recae indefectiblemente en aquella parte que lo invocó (conf. art. 375, C.P.C.C.; causas L. 72.410, "Maciel", sent. del 13-XII-2000; L. 89.026, "Zatti", sent. del 27-VII-2005). d. Sentado ello, cabe añadir que tampoco se advierte que el a quo hubiera valorado absurdamente las pruebas documental y pericial médica. Utilizando una técnica recursiva notoriamente deficiente, el impugnante se limita a señalar que de los numerosos certificados médicos e informes acompañados a la causa "se intuye" la existencia del accidente denunciado (v. fs. algunos 541 de vta.). esos Aunque individualiza certificados, ni siquiera nominalmente se detiene a señalar en qué fojas del expediente han sido agregados, falencia que de por sí sella la ineficacia del agravio, toda vez que corresponde a la parte que lo alega demostrar la existencia de "absurdo" y no a la Suprema Corte explicar por qué no se configura (conf. L. 32.901, "Arias", sent. del 15-V-1984; L. 34.426, "Gómez", sent. de 9-IV-1985; L. 36.127, "Ogrolich", sent. del 3-VI-1986; L. 57.164, "Borja", sent. del 3-X-1995; L. 84.493, "Carro", sent. del 21-VI-2006; L. 85.178, "Arce", sent. del 11-IV-2007; L. 89.615, "Ortigoza", sent. del 28-V-2008). En lo que respecta a la prueba pericial médica, si bien la recurrente no desarrolla el agravio que se limita a enunciar (lo que demuestra su insuficiencia), cabe señalar, a todo evento, que en modo alguno puede juzgarse absurda la decisión del tribunal de apartarse de la incapacidad fijada sobre la base de un accidente que no resultó acreditado, condición a la cual, por otra parte, los propios expertos supeditaron la relevancia de su dictamen (ver fs. 351 vta./352). IV. Por lo expuesto, el recurso rechazado; con costas (art. 289, C.P.C.C.). Voto por la negativa. debe ser A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: Adhiero al voto de mi distinguido colega doctor Pettigiani. Ello, a excepción de lo expuesto en el apartado III. punto 2 en orden a la admisibilidad del agravio referido a las asignaciones familiares. Al expediente a respecto, qué debo señalar asignaciones que no surge familiares se refiere del el quejoso; tampoco, a cuánto ascendería el importe que en tal concepto pretende percibir el reclamante, puesto que su pertinente liquidación estuvo ausente en el litigio. Aún ante tal déficit, como bien lo señala el ministro ponente (v. ap. III. 2. a, primer párr.), a tenor del período de tiempo por el cual se reclaman aquéllas -indefinidas- prestaciones, bien puede entenderse que la pretensión en cuestión no supera el monto establecido en el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial. Luego, el cuestionamiento en examen (rec., fs. 547 vta.), carente de toda denuncia orientada a demostrar la eventual trasgresión de doctrina legal, deviene inadmisible (art. 55, primer párr. in fine, ley 11.653). En circunstancia mentadas mi de opinión, que asignaciones la no parte -postura obsta a lo actora, al que se anterior reclamar reitera en la las el recurso- haya planteado la inconstitucionalidad del art. 6 del decreto Asignaciones 1245/1996 (que Familiares), reglamenta puesto que el Régimen ningún de argumento despliega aquí el quejoso con el objeto de demostrar que tal tacha podría evidenciar la presencia de un supuesto excepcional que autorice a desplazar el requisito relativo a la cuantía económica al que se aludió en párrafos anteriores. Lejos de ello, a su criterio -y sin distinguir entre las distintas pretensiones reclamadas en autos- considero que el recurso deducido resulta admisible pues, en la especie, se supera "holgadamente" la suma exigida para recurrir (v. rec., ap. II "Requisitos de admisibilidad", fs. 535 vta.). Voto por la negativa. A la cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo: I. Comparto lo expresado por el colega que abre la votación, doctor Pettigiani, con excepción del punto III.1. He de disentir en cuanto sostiene la falta de concurrencia de los requisitos de admisibilidad del recurso de inaplicabilidad de ley -valor del litigio-, conclusión a la que arriba desdoblando las pretensiones que fueran objeto de litis. El art. 161 inc. 3º apartado "a" de la Carta Magna provincial, crea el mencionado recurso, permitiendo "las restricciones que las leyes de procedimiento establezcan...". Por su parte, el art. 55 de la ley 11.653, aplicable a la materia, establece que: "Contra las sentencias definitivas dictadas por los tribunales, sólo podrán interponerse los recursos extraordinarios previstos en la Constitución de la Provincia. El de inaplicabilidad de ley sólo será concedido cuestionado ante la respecto cada actor, de cuando instancia la suma el valor extraordinaria fijada por de lo exceda, el Código Procesal Civil y Comercial..." (lo destacado me pertenece). Así el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial, al que remite la norma específica, expresa que podrá accederse a la instancia extraordinaria cuando el valor del litigio exceda de pesos veinticinco mil ($ 25.000). Esta Corte, al efectuar un análisis del art. 278, 2do. párrafo del Código Procesal Civil y Comercial, en una causa civil, expresó que resulta menester interpretar las normas involucradas en forma coordinada con el espíritu que guía a garantías la de Constitución acceso a provincial, la justicia, que consagra defensa y las tutela judicial continua y efectiva (conf. art. 15, Constitución de la Provincia), debiendo estarse, así, a favor de la admisibilidad del recurso cuando, como en el caso, los litisconsortes son dos y el monto excede el mínimo legal respecto de sólo uno de ellos, ya que nunca se daría la mayoría que el artículo requiere (conf. causa Ac. 91.330, "Silvestrini", sent. del 3-XI-2004). He compartido la decisión a que se arribara en dicha causa y diera forma a la doctrina antes transcripta. Un análisis en igual sentido -entiendo- corresponde hacer en el caso de autos, donde la naturaleza de la acción entablada juego, y hace la lectura que las sistematizada garantías de las mencionadas normas -acceso a en la justicia, defensa y tutela judicial continua y efectivadeba ser interpretada específicamente el a la legislador luz de la protección constitucional ha que querido establecer para la materia y que encuentra amparo a través del art. 39 de la Carta Magna provincial, manda que no podemos ignorar en tanto, entre otras, establece que "... en caso de duda, interpretación a favor del trabajador...". A partir de lo expresado, una lectura coordinada de las normas aplicables hace que encuentre reunidos los requisitos exigidos por la ley orgánica en la materia -art. 55 de la ley 11.653- donde no exige una valoración individual de las pretensiones que fueran objeto de litis, sino solo impone extraordinaria -en como condición este aspecto- para que el abrir la valor de vía lo cuestionado -ante la misma- exceda respecto de cada actor el monto Comercial. que establece el Código Procesal Civil y Por tanto y siendo que lo cuestionado por la actora -en esta instancia- excede el valor requerido por el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial, el recurso interpuesto resulta admisible (art. 15, ley 11.653). II. Sin perjuicio de lo expuesto, el recurso en este tramo de la queja tampoco ha de prosperar. 1. El tribunal de grado, en mérito al análisis que efectuó del material probatorio aportado a la causa -pericial contable y su posterior corrección de fs. 455/457- arribó a la conclusión de que en el último lapso anual abonado en el que Galarza permaneció con licencia médica -1-II-1997 al 1-II-1998- su mejor remuneración mensual, normal y habitual ascendió a $ 532,80 (sumas de ambas quincenas correspondientes al mes de octubre de 1997). Sobre la base de la situación fáctica antes señalada en sentencia, el a quo tomó dicho importe con más la incidencia del sueldo anual complementario como base para el cálculo de la indemnización por despido (v. fs. 501 vta. y 513). 2. En su crítica, el recurrente se agravia de dicha decisión. Aduce, para ello, que el experto, al realizar la pericial contable, debió determinar el valor de las remuneraciones desde el ingreso en 1991 hasta diciembre de 1996. No obstante, agrega que, para la verificación de la mejor remuneración, debió haber tomado la del mes de enero de 1997, que es la mejor del último año trabajado, remitiendo para ello al dictamen pericial que -afirma- deja constancia que la suma de las dos quincenas dan un total de $ 941,88. 3. Como puede apreciarse, el interesado censura la decisión de grado en lo que hace a las conclusiones del entramado fáctico del pleito derivadas del desarrollo de la labor axiológica valoración de las de los pruebas magistrados aportadas y atinente a la producidas en la causa; empero, fracasa en su intento de descalificar el fallo, toda vez que no logra evidenciar el vicio invalidante de absurdo que -en esencia- le atribuye. Más aún, el recurrente oportunamente no impugnó el informe pericial contable solicitando las explicaciones pertinentes, como intenta a través de esta vía. Por ende, resulta extemporáneo objetar un aspecto parcial de la experticia (que podría eventualmente serle favorable) sin atender a un enfoque global de la misma y a lo expresado por el tribunal en lo referente a que fue tomada su mejor remuneración, teniendo en cuenta el último lapso anual abonado. 4. Tiene dicho esta Suprema Corte que interpretar la prueba agregada al proceso (conf. causas Ac. 73.489, "López", sent. del 17-X-2001; Ac. 88.640, "Guzmán", sent. del 6-IX-2006; entre muchas) es una función privativa de los jueces de grado y que, por lo tanto, las conclusiones que al respecto cuestiones de formulen hecho- no -por son en referirse principio a típicas revisables en casación, salvo el supuesto de absurdo. En cuando el tal sentido, análisis corresponde efectuado por destacar el que tribunal aun sobre cuestiones de hecho y de prueba pueda resultar opinable o discutible, esa circunstancia no es suficiente para tener por demostrada aquella anomalía, habida cuenta que, lo que habilita la revisión casatoria no es cualquier equívoco o disentimiento, sino que, antes bien, es necesario que se configure un desarreglo en la base del pensamiento, una falla palmaria del raciocinio, es decir, un error extremo (conf. L. 95.461, "Fernández", sent. del 17-VI-2009; L. 89.878, "Monzón", sent. del 26-XI-2008), desvío que no aprecio en el caso. En consecuencia, la inexistencia de una crítica frontal y eficaz a la motivación esencial que estructura el decisorio en este aspecto, sella definitivamente -con virtualidad adversa- la suerte de la impugnación. III. Por todo lo expuesto, adhiero en lo restante a lo expresado por el colega doctor Pettigiani, incluso en materia de costas y, en consecuencia, corresponde rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley deducido. Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Negri y de Lázzari, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Pettigiani, votaron también por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: I. He de adherir al voto del doctor Pettigiani. Sin perjuicio de ello, me permito hacer algunas reflexiones y precisiones sobre algunos de los tópicos considerados. II. En primer lugar y en lo relacionado a la temática atinente a la potestad conferida por el art. 15, primera parte de la ley 11.653 (conf. art. 87 del C.P.C.C.) -acumulación objetiva de pretensiones- en su sistemática con los requisitos de admisibilidad del recurso, en orden al condicionamiento del monto (art. 278 del C.P.C.C.), si bien comparto la propuesta de tratar uno de los agravios -referido al indemnización salario por computado despido para otorgada en calcular origen- por la el conducto de excepción previsto en el art. 55 de la ley 11.653, estimo adaptaciones del pertinente caso, reeditar algunas de aquí, las con reflexiones las que efectuara en oportunidad de considerar tal situación en precedentes recientes (conf. causas L. 97.208, "Baldocchi", sent. del 19-X-2011; L. 100.692, "Gallego", sent. del 21-XII-2011; L. 98.133, "Vallejos", sent. del 28X-2011). i) Según los antecedentes de este expediente, el trabajador promovió demanda solicitando una indemnización por despido, un monto correspondiente al rubro asignaciones familiares -a partir del planteo de inconstitucionalidad de la ley 24.714 y el decreto 1245/1996- y una indemnización por accidente laboral. El tribunal de origen hizo lugar a la petición del despido considerando que se trató en el caso de uno sin causa, ordenando indemnizar en los términos del art. 245 de la Ley de Contrato de Trabajo. A su vez, en relación al reclamo por el accidente, ante la falta de demostración de éste, se rechazó la demanda en tal aspecto, resolviendo no expedirse sobre el reclamo vinculado con las asignaciones familiares, atento a la falta de denuncia de disposición constitucional violada (v. sentencia de fs. 510). ii) Los hechos reseñados -y las peticiones de marras- fueron introducidos por el reclamante en su demanda a través de la facultad conferida por el art. 15, primera parte, de la -acumulación ley 11.653 objetiva de (conf. art. 87 pretensiones-. del De C.P.C.C.) esta manera, fueron acollaradas -como quedó explicitado- tres acciones: 1) despido consecuencia directo; de la 2) asignaciones inconstitucionalidad familiares solicitada; como 3) indemnización por accidente laboral. iii) Esta posibilidad de reunir en un mismo proceso dos o más peticiones contra un sujeto demandado, puede ejercitarse de distintas formas de acuerdo a la naturaleza de las vías que se acumulan; lo que determinará, según los casos, admisibilidad una proyección los recursos de diversa en orden extraordinarios a la por el acciones de condicionamiento del monto. A saber: a. Mediante la proposición de naturaleza disímil, que no guardan, entre si, relaciones de subsidiariedad, alternatividad, continencia o accesoriedad. Al no existir un vínculo de conexidad que las ligue, ya sea por la causa o por el objeto, el reclamante puede elegir entre incoar demandas independientes y originar el tratamiento autónomo de cada uno de los rubros -sin riesgo alguno de arribar al dictado de decisiones contradictorias- o bien puede -cumplidos ciertos recaudosacumular las pretensiones en una sola demanda y transitar así un único proceso (arts. 15 de la ley 11.653 y 87 del C.P.C.C.). En esta última situación y para el caso de instar la vía extraordinaria mediante alguno de los recursos previstos, esta Corte tiene dicho que "(...) frente a un supuesto vinculadas de acumulación entre sí objetiva por de relación pretensiones, de no continencia, subsidiariedad o accesoriedad, el valor del pleito a los fines recursivos naturaleza debe jurídica ser de ponderado cada una de en función las de la pretensiones deducidas en la misma demanda, toda vez que los reclamos han merecido un análisis diferenciado por el sentenciante, conforme los hechos invocados y acreditados durante la sustanciación del proceso(...)" -el subrayado me pertenece(conf. causas L. 84.437, "V.L.", sent. del 11-VI-2008; L. 88.518, "Macaris", sent. del 28-V-2010). En tal sentido, es claro que no corresponde, en principio, adicionar los valores cuestionados a los fines de la admisibilidad del embate. Se trata de reclamos separados, independientes y autónomos. Por ello y como una consecuencia de tal regla, este Tribunal ha expresado en reiteradas oportunidades que "(...) La autorización para el trámite conjunto de más de una pretensión ... no puede tener como resultado poner al demandante en una mejor situación procesal que la que tendría de haberlas tramitado por separado, permitiéndole franquear el requisito del valor del litigio(...)" (conf. causas L. 96.968, "Centurión", sent. del 17-III-2010; L. 86.645, "Barroso", sent. del 21-V-2008, etc.). b. A través de la introducción de pretensiones de objeto o causa conexa. En este caso, la formulación puede estar sustentada en un orden de subordinación -ya sea por subsidiariedad, alternatividad o accesoriedad- dando lugar a las denominadas pretensiones "alternativas", "subsidiarias" o "accesorias". También pueden estar basadas en un orden consecuencial, de modo que unas sean la causa necesaria de las otras, configurando lo que Devis Echandía clasifica como pretensiones iniciales y consecuenciales (conf. Devis Echandía, "Teoría General del Proceso", Editorial Universidad, Bs. As., 1997, p. 392). En este escenario, la conexidad existente entre ellas hace aconsejable la proposición conjunta, ya sea de manera originaria -en la demanda- o sucesiva -con posterioridad- en razón de evitar -en su caso- los efectos de la cosa juzgada y/o la litispendencia, además de salvar el dictado de pronunciamientos contrapuestos. Ahora bien, para discernir sus efectos sobre la admisibilidad recursiva por las vías extraordinarias locales -en punto a la limitación por el monto- deberá estarse, en primer lugar, instancia de origen análisis de las y, a al resultado partir reclamaciones de en obtenido allí, juego, en la mediante el se deberá establecer si subsisten o no las notas que las ligaban inicialmente definitiva, -su en conexidad- establecer el lo que alcance se del traducirá, interés en para recurrir -gravamen- en el que se asienta el agravio; todo ello -claro está- en función de los motivos del recurso. En principio y en la medida que se mantenga la conexidad entre extraordinaria las -en pretensiones los lindes en del la instancia interés recursivo- resultará razonable adicionar sus montos. A partir de allí, evaluados los valores cuestionados, se podrá establecer si se cumple con la restricción impugnativa. Ahora bien, en caso de no mediar dicha conexidad, no corresponderá efectivizar la sumatoria. Por último, cabe aclarar que ello no queda al arbitrio del quejoso en cuanto a los fundamentos de su recurso y agravios que manifieste, sino a la relación que ello tenga con los datos objetivos de la causa, concerniente -como quedara expuesto- a la naturaleza de las pretensiones y a la sentencia de mérito dictada a su respecto. iv) En síntesis, de lo expuesto hasta aquí, queda claro que la acumulación objetiva de pretensiones prevista en el art. 15 de la ley 11.653 es comprensiva tanto de supuestos donde se anexen pretensiones de naturaleza diversa, como de aquellos donde los reclamos guardan una relación de conexidad. En su proyección respecto de la admisibilidad del embate -en la instancia extraordinaria local- por el condicionamiento del monto y en su sistematización con el art. 55 de la ley 11.653, quedó evidenciado que, cuando las peticiones son de "diversa naturaleza", sus montos no se adicionan. Además, como también se dijera, ello no puede quedar a merced del modo en que se plantee la demanda, poniendo en mejor situación al quejoso según se acumulen o no los planteos en origen. Esta es la doctrina legal que se desprende de los fallos antes mencionados. En cambio, cuando median vínculos de conexidad y esa situación se mantiene en la instancia extraordinaria, los valores, en principio, sí deberán sumarse. Como quedara explicitado, para determinar ello se tendrá que tener en consideración el resultado de la sentencia de mérito y a partir de allí, conforme a los motivos del recurso intentado -y el interés o gravamen que refleja el agraviovislumbrar si la conexidad se mantiene, es decir, si se conserva el orden de subordinación o consecuencialidad entre los reclamos. Ahora bien, si de esa evaluación surge -contrariamente- que la ligazón no continúa en esta altura del proceso; la o las peticiones deberán ser tratadas en forma autónoma, caso en el cual los importes no se unifican en el quantum, debiendo ser juzgados -a los fines de la admisibilidad del embate- por separado. v) efectuado al En nuestro principio caso, y de conforme acuerdo a al las desarrollo pautas de interpretación esbozadas, se advierte que las peticiones traídas en la demanda son independientes entre si, no guardando ninguna relación de conexidad que amerite una sumatoria de sus montos a los fines de la admisibilidad del recurso extraordinario tratamiento (arts. 15 de y inaplicabilidad 55 de la ley de ley en 11.653; 278 del C.P.C.C.). Siendo ello así, el "precio" del litigio de autos queda determinado por el monto correspondiente a cada uno de esos rubros -sin sumarse, claro está- en la medida del agravio. vi) tratamiento Bajo que se tal ha entendimiento, hecho en el comparto voto que abre el este acuerdo respecto del agravio traído en relación al salario computado en origen a fin de calcular el monto otorgado como consecuencia del despido dispuesto por la accionada, el que, al no superar la cifra establecida por el art. 278 del Código Procesal admisibilidad Civil y exclusivamente Comercial, en el circunscribe marco de su excepción contemplado en el art. 55 de la ley 11.653. III. En segundo lugar, respecto de las razones dadas para rechazar el planteo de inconstitucionalidad de la ley 24.714 y del art. 6 decreto 1245/1996, peticionado por el durante actor el para lapso de percibir reserva las del asignaciones empleo, familiares considero que, además de los fundamentos dados para su rechazo en cuanto a la insuficiencia del pedido, en el caso, no se advierten motivos para declarar la inconstitucionalidad de oficio (C.S.J.N. in re "Banco de Finanzas", sent. del 19-VIII2004; ídem este Tribunal, causas L. 83.781, "Zaniratto", sent. del 22-VII-2004; B. 60.687, "Suárez Acosta", sent. del 29-XII-2009; B. 56.464, "Martínez", sent. del 30-III2011; B. 66.500, "Baldini", sent. del 30-III-2011). IV. Con el alcance expuesto, reiterando mi adhesión al sufragio del Ministro que abre el acuerdo, doy también mi voto por la negativa. Con lo que termino el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído; con costas (art. 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. EDUARDO JULIO PETTIGIANI EDUARDO NESTOR DE LAZZARI DANIEL FERNANDO SORIA HECTOR NEGRI JUAN CARLOS HITTERS HILDA KOGAN GUILLERMO LUIS COMADIRA Secretario