A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 29 de febrero de 2012,
habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el
Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de
votación: doctores Pettigiani, Soria, Kogan, Negri, de
Lázzari, Hitters, se reúnen los señores jueces de la
Suprema
Corte
de
Justicia
en
acuerdo
ordinario
para
pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 95.469,
"Galarza,
Luis
contra
Míguez
y
Cía.
S.R.L.
Daños
y
perjuicios".
A N T E C E D E N T E S
El Tribunal del Trabajo n° 2 con asiento en la
ciudad
Judicial
demanda
de
Avellaneda,
Lomas
de
promovida,
perteneciente
Zamora,
hizo
imponiendo
lugar
las
al
Departamento
parcialmente
costas
del
modo
a
la
que
especifica (fs. 508 vta./516 vta.).
La parte actora dedujo recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley (fs. 535/548 vta.).
Dictada
la
providencia
de
autos
(fs.
560)
y
hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la
Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente
C U E S T I Ó N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I Ó N
de
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Pettigiani dijo:
I. En lo que interesa para la resolución de la
litis, el tribunal del trabajo desestimó la acción incoada
por Luis Galarza contra "Miguez y Cía. S.R.L.", en cuanto
le había reclamado -con sustento en las normas del Código
Civil-
una
accidente
indemnización
de
trabajo
por
que
los
alegó
daños
haber
derivados
padecido
del
mientras
prestaba labores bajo su dependencia.
Lo hizo por entender que el accionante -sobre
quien recaía la carga de hacerlo- no logró acreditar la
existencia del accidente denunciado, toda vez que no aportó
ninguna prueba al respecto. Añadió que -teniendo en cuenta
que ni siquiera resultaron demostradas las condiciones de
trabajo
en
las
cuales
se
desempeñaba
el
actor-
quedaba
sellada la suerte adversa de la pretensión, deviniendo en
consecuencia
inoficioso
lo
dictaminado
en
la
pericia
médica, en la cual se determinó que, de haber existido un
traumatismo, el hematoma podría haber engendrado un terreno
predispuesto
para
osteomielitis
que
favorecer
incapacita
la
al
producción
actor
(vered.,
de
la
fs.
506
vta., y sent., fs. 514).
En otro orden de ideas, el sentenciante determinó
el importe de la indemnización por despido tomando como
base de cálculo el salario percibido por el accionante en
el
mes
de
resolvió
octubre
no
de
1997
($ 532,80;
pronunciarse
inconstitucionalidad
de
fs.
acerca
la
ley
del
24.714
501 vta.)
planteo
y
el
y
de
decreto
1245/1996 (formulado por el actor con el objeto de que se
reconociera el derecho a percibir los "salarios familiares"
durante el lapso de reserva de empleo establecido en el
art. 211 de la L.C.T.), toda vez que aquél no denunció cuál
sería la disposición constitucional avasallada, ni tampoco
incluyó
el
rubro
a
la
hora
de
formular
la
liquidación
(sent., fs. 510).
II. Contra dicho pronunciamiento se alza la parte
actora mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad
de ley, en el que denuncia absurdo y violación de los arts.
44 -incs. "d" y "e"- y 63 de la ley 11.653; 384 del Código
Procesal Civil y Comercial y 499 del Código Civil (fs.
535/548 vta.).
Plantea los siguientes agravios:
1.
incurrió
en
En
primer
absurdo
lugar,
al
sostiene
considerar
no
que
el
tribunal
demostrado
el
accidente de trabajo padecido por el accionante.
En ese sentido, afirma que, del análisis de los
numerosos informes y certificados médicos acompañados al
expediente
"se
intuye
que
se
está
en
presencia
de
un
accidente de trabajo". En particular, refiere que ello se
desprende de las constancias del examen practicado por el
médico de la empresa en el mes de octubre de 1996 y del
certificado
emitido
el
día
4-II-1997
por
el
"Instituto
Médico Modelo".
Añade que el tribunal invirtió indebidamente la
carga de la prueba, toda vez que, al no haber el empleador
enviado al actor a la aseguradora de riesgos del trabajo en
virtud de que éste no se encontraba cubierto, era aquél
quien debía probar que el trabajador no había recibido el
golpe en el desempeño de sus tareas.
2. En otro orden de ideas, señala que el juzgador
incurrió
en
absurdo
"en
la
apreciación
de
la
inconstitucionalidad del salario familiar".
Al respecto, expresa que debe aplicarse la ley
24.714,
sin
reglamentario
la
modificación
1245/1996,
introducida
por
ser
éste
por
el
decreto
inconstitucional
"siendo de plena aplicación el principio elemental de que
la ley aplicable es la anterior por ser la que más favorece
al trabajador" (fs. 547 vta.).
3. Finalmente, manifiesta que, para determinar el
importe de la indemnización por despido, el tribunal debió
haber
considerado
la
mejor
remuneración
del
último
año
trabajado, cual es la correspondiente al mes de enero de
1997, que ascendió, según lo informó el perito contador, a
la suma de $ 941,88.
III. El recurso no puede prosperar.
1. Siguiendo en sustancia el desarrollo plasmado
por mi distinguido colega doctor Soria al votar en la causa
L.
86.645,
"Barroso",
oportunamente
adherí,
sent.
retomando
del
21-V-2008
tales
(al
consideraciones
que
al
emitir mi voto en el precedente L. 90.653, "Valdebenito",
sent. del 26-VIII-2009), debo decir que cuestiones de orden
metodológico imponen prioritariamente efectuar una primera
aclaración
sobre
la
concurrencia
de
los
requisitos
de
admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad
de
ley,
particularmente
en
lo
referido
al
valor
del
litigio. En el caso y limitado a los agravios que contiene
el
recurso
interpuesto,
frente
al
rechazo
de
varias
pretensiones deducidas en una misma demanda (acumulación
objetiva), es posible constatar que algunas de ellas no
alcanzan
el
monto
mínimo
previsto
por
el
art.
278
del
Código Procesal Civil y Comercial. Por las consideraciones
que
a
continuación
desarrollaré,
dicho
extremo
resulta
decisivo a la instancia de analizar la viabilidad de los
agravios introducidos en el escrito de impugnación (art. 55
de la ley 11.653).
a.
El
primer
párrafo
del
art.
168
de
la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires fija que los
tribunales
de
justicia
deberán
resolver
todas
las
cuestiones que les fueran sometidas por las partes, en la
forma y plazos establecidos al efecto por las leyes.
A su turno, el inc. 3º del art. 161 de la misma,
establece que esta Corte entenderá de la aplicabilidad de
la
ley
en
que
los
tribunales
de
justicia
en
última
instancia funden su sentencia, sobre la cuestión que por
ella
decidan,
con
las
restricciones
que
las
leyes
de
procedimiento establezcan a esta clase de recursos.
La reglamentación en el proceso laboral surge de
lo dispuesto en los arts. 15 y 55 de la ley 11.653, que
establecen,
de
objetiva
subjetiva
y
un
lado,
de
la
posibilidad
pretensiones
de
y,
acumulación
por
el
otro,
limitan la vía recursiva extraordinaria al requisito de que
la suma gravaminis supere la barrera dispuesta en el art.
278 del Código Procesal Civil y Comercial.
En cuanto al supuesto del litisconsorcio, la ley
ritual
es
clara,
pues
solamente
admite
la
excepción
al
límite por el monto del juicio cuando, siendo formalmente
procedente
el
integrantes,
al
recurso
menos,
interpuesto
por
el
demás
de
los
uno
de
verse
sus
sobre
similares puntos litigiosos.
La duda puede suscitarse respecto del supuesto de
la acumulación objetiva de pretensiones (no en el caso de
la pretensión única con distintos rubros resarcitorios), ya
que al referirse el art. 55 de la ley 11.653 al monto de lo
cuestionado podría interpretarse, a los fines del recurso
de inaplicabilidad de ley, que en lugar de tratarse de
pretensiones
independientes
que
tramitan
en
un
mismo
proceso, por razones de economía y celeridad procesal, se
debería sumar el monto de lo cuestionado como si se tratara
de una sola.
La realidad es que, a diferencia del supuesto del
litisconsorcio
inicial
la
establece
-que
además
conexidad
la
por
necesidad
de
requerir
el
objeto
de
que
el
o
como
presupuesto
por
recurso
el
título,
verse
sobre
similares puntos litigiosos- en el caso de la acumulación
objetiva no existe ningún fundamento que tienda a preservar
la
posibilidad
pronunciada
de
respecto
sentencias
de
una
contrapuestas
pretensión
o
pudiera
que
la
producir
efectos de cosa juzgada respecto de la restante.
En ese andarivel queda claro que la autorización
para el trámite conjunto de más de una pretensión, basado
en que resulten de la competencia del mismo tribunal, no se
excluyan entre sí y puedan tramitarse por el mismo tipo de
proceso, no puede tener como resultado poner al demandante
en
una
mejor
situación
procesal
que
la
que
tendría
de
haberla tramitado por separado, permitiéndole franquear el
requisito del valor del litigio.
b.
El
actor,
haciendo
uso
de
la
facultad
conferida por el art. 15 -primera parte- de la ley 11.653,
promueve demanda contra "Míguez y Cía. S.R.L.", reclamando
-entre
otros
rubros-
asignaciones
familiares
y
las
indemnizaciones derivadas del despido; asimismo, peticiona
una indemnización por los daños derivados del accidente de
trabajo
denunciado.
Ello
implica
la
"autoatribución"
de
ciertos y determinados derechos por parte de la accionante,
con la finalidad de obtener -a través de un único trámiteel reconocimiento de una tutela jurídica concreta. Como se
anticipara, estamos frente a un supuesto de acumulación
objetiva de pretensiones, aspecto que no puede soslayarse
para la realización de un adecuado control de admisibilidad
del recurso en examen.
Sabido es que esta posibilidad de reunir en un
mismo
proceso
dos
o
más
pretensiones
contra
un
sujeto
demandado, no se halla supeditada a la existencia de un
vínculo de conexidad por la causa o por el objeto entre
aquéllas, antes bien -y siempre que se cumplan los recaudos
de
la
ley
de
rito-
el
instituto
en
análisis
responde,
exclusivamente, a motivaciones de índole económica, sea por
razón del tiempo, actividad o gastos. Se sigue de ello que
el accionante bien pudo incoar demandas independientes y
originar
el
tratamiento
autónomo
de
cada
una
de
las
pretensiones deducidas, sin riesgo alguno de que se divida
la continencia de la causa, esto es, que se arribe -por ese
recorrido- a pronunciamientos contradictorios.
Bajo esa premisa y ratificando lo antedicho, el
valor del litigio a los fines recursivos debe ser ponderado
en función de la naturaleza jurídica de cada una de las
pretensiones
reclamos
deducidas
en
la
merecido
un
análisis
han
misma
demanda,
pues
diferenciado
ambos
por
el
sentenciante, conforme los hechos invocados y acreditados
durante la sustanciación del proceso.
Para más, con prescindencia del resultado que se
obtenga en la sentencia de mérito e independientemente de
cual
sea
la
recursiva,
el
ulterior
parte
test
análisis
extraordinario
no
que
intente
transitar
de
admisibilidad
de
la
puede
esta
que
habilita
procedencia
conducir
a
senda
del
resultados
el
remedio
disímiles
según se ejercite -o no- la opción de acumular todas las
acciones (pretensiones) contra el mismo demandado (arts. 15
de la ley 11.653 y 87 del C.P.C.C.).
c. Como se dijera -invirtiendo entonces el orden
expositivo de las impugnaciones trazado en el recurso- se
agravia
tribunal
despido
el
recurrente
para
por
calcular
dispuesto
por
la
la
el
salario
computado
indemnización
accionada
por
derivada
que
el
el
del
tribunal
consideró procedente al juzgarlo injustificado.
En la especie, el valor del litigio -representado
por la diferencia entre el importe percibido por el actor
en concepto de indemnización por despido y el que le habría
correspondido
en
caso
de
que
dicho
rubro
se
hubiese
calculado de acuerdo al salario que denuncia- no supera el
monto
mínimo
establecido
por
el
art.
278
del
Código
Procesal Civil y Comercial.
Sentado ello, resulta menester verificar si se
configura en la especie el supuesto de excepción previsto
por el art. 55 de la ley 11.653, esto es: si lo resuelto en
autos contradice la doctrina legal vigente a la fecha del
pronunciamiento impugnado, debiéndose computarse como tal
aquélla
producida
interpretación
relación
por
de
las
sustancial
la
Suprema
normas
Corte
legales
debatida
que
en
mediante
han
una
regido
la
la
determinada
controversia (conf. causas L. 77.004, "Acosta", sent. del
14-V-2003; L. 85.179, "Mulleady", sent. del 6-VII-2005).
Tal supuesto no es el que aquí se presenta, toda
vez que se avizora desde esta parte del medio impugnatorio
en examen, la ausencia de denuncia de violación de doctrina
legal
alguna,
abundamiento-
resultando
oportuno
destacar
que
crítica
respectiva
-exclusivamenteprincipio,
la
a
ajenas
cuestiones
al
ámbito
de
de
hecho
la
y
-a
mayor
remite
prueba,
casación,
salvo
en
la
existencia de absurdo, vicio cuya hipotética comprobación
-como
se
dijo,
dada
la
insuficiencia
del
valor
de
lo
cuestionado- deviene aquí irrealizable.
Por todo lo dicho, el recurso es inadmisible en
esta parcela.
2.
En
lo
que
respecta
a
las
asignaciones
familiares, el agravio es improcedente.
a. Si bien el accionante no cuantificó el importe
que pretendía en concepto de asignaciones familiares, lo
cierto es que el lapso por el cual las reclama (el año
durante el cual se encontró con reserva de empleo en los
términos del art. 211 de la L.C.T.), autoriza a presumir
que,
en
relación
cuestionado
a
tampoco
dicha
pretensión,
supera
el
umbral
el
del
valor
art.
de
278
lo
del
Código Procesal Civil y Comercial.
Empero,
estando
en
presencia
de
una
cuestión
federal -pues, para fundar la viabilidad de la pretensión
el accionante planteó en la demanda (fs. 92) y retomó en el
recurso (fs. 547 vta.) la inconstitucionalidad del decreto
1245/96- dicha circunstancia no podría impedir el análisis
de la cuestión por esta Suprema Corte, toda vez que, por
razones de celeridad y de economía procesal, la decisión de
este Tribunal debe adecuarse a lo resuelto por la Corte
Suprema
de
Justicia
partir
de
los
"Christou"
de
la
precedentes
(Fallos
310:324)
Nación,
que
"Strada"
y
"Di
ha
dispuesto,
(Fallos
Mascio"
a
308:490),
(Fallos
311:
2478), que todo pleito radicado ante la justicia provincial
en el que se susciten cuestiones federales, debe arribar a
la Corte Suprema de Justicia de la Nación sólo después de
"fenecer" ante el órgano máximo de la judicatura local,
dado
que
los
tribunales
de
provincia
se
encuentran
habilitados para entender en causas que comprendan puntos
regidos
por
la
Constitución,
las
leyes
federales
y
los
tratados internacionales (conf. causa L. 85.710, "Aguirre",
sent. del 26-IX-2007, con voto del suscripto, en primer
término).
b. Sin embargo, el agravio no puede ser atendido,
pues es manifiestamente insuficiente.
En primer lugar, es dable resaltar que, si bien
en
su
presentación
esgrimió
el
planteo
inicial
en
(fs.
cuestión
79/99
(de
vta.),
manera
el
actor
ciertamente
imprecisa, toda vez que no sólo no cuantificó el importe
del rubro ni lo incluyó en la liquidación, sino que tampoco
identificó
las
circunstancias
demostrar
su
derecho
a
fácticas
percibir
susceptibles
las
de
asignaciones
familiares; ver fs. 92), posteriormente, al "reformular" la
demanda ante las intimaciones formuladas por el tribunal de
grado a fs. 101 y 106, no incluyó tal reclamo, ni tampoco
el planteo constitucional (ver fs. 102/105 vta. y 113/133
vta.).
Sin
perjuicio
de
lo
expuesto
-que
pareciera
indicar que el actor hubo de desistir de tal reclamo- lo
cierto es que -ante la manifiesta orfandad argumental del
planteo- esta Corte no debe pronunciarse al respecto, toda
vez que aun cuando -situándonos en la mejor hipótesis para
el actor- se admitiese la invalidez constitucional de la
norma
impugnada,
indispensables
actor
habría
no
para
se
han
brindado
determinar
tenido
derecho
si,
a
elementos
en
tal
percibir
fácticos
supuesto,
los
rubros
el
que
reclama. Es dable advertir, en ese sentido, que ni siquiera
identificó el actor las contingencias sociales (en el caso,
cargas de familia) que eventualmente podrían generar su
derecho a recibir las prestaciones de la seguridad social
que peticiona. Entonces, no habiendo sido demostrado el
perjuicio concreto que la norma impugnada podría generarle
al reclamante, el planteo ha de ser desestimado debido a un
grado
de
abstracción
que
no
debe
ser
materia
de
una
decisión judicial.
3. Por último, el agravio relativo al rechazo de
la indemnización civil por accidente de trabajo no ha de
tener
favorable
acogida
pues
ha
sido
insuficientemente
fundado (art. 279 del C.P.C.C.).
a. Tiene dicho esta Corte que establecer si el
trabajador
demostró
o
no,
con
la
prueba
aportada,
el
acaecimiento del accidente de trabajo invocado, constituye
una típica cuestión de hecho, en principio irrevisable en
la instancia extraordinaria, salvo la denuncia y acabada
demostración de la existencia de absurdo en el razonamiento
expresado por los jueces de grado (conf. causas L. 73.399,
"Garberi", sent. del 13-VI-2001; L. 74.944, "Leal", sent.
del 23-X-2002; L. 93.840, "Leguiza", sent. del 18-IV-2007).
b. En autos, el tribunal de grado arribó a la
conclusión
de
que
el
accionante
no
logró
probar
el
siniestro invocado y, si bien es cierto que el impugnante
ha denunciado que la decisión está viciada por absurdo, no
lo es menos que no logra demostrar tal afirmación.
c.
En
primer
lugar,
no
le
asiste
razón
al
recurrente en cuanto señala que el tribunal invirtió la
carga de la prueba, en virtud de que correspondía a la
accionada
acreditar
traumatismo
que
que
el
denunció
trabajador
durante
el
no
sufrió
desempeño
de
el
sus
labores (recurso, fs. 545 vta.). Ello así, pues aquélla
desconoció
rotundamente
la
existencia
del
infortunio
invocado en la demanda (ver réplica, fs. 237) y sabido es
que, negado expresamente no sólo el accidente de trabajo
denunciado por la actora, sino su mecánica y sus efectos,
la carga de su prueba recae indefectiblemente en aquella
parte que lo invocó (conf. art. 375, C.P.C.C.; causas L.
72.410,
"Maciel",
sent.
del
13-XII-2000;
L.
89.026,
"Zatti", sent. del 27-VII-2005).
d.
Sentado
ello,
cabe
añadir
que
tampoco
se
advierte que el a quo hubiera valorado absurdamente las
pruebas documental y pericial médica.
Utilizando
una
técnica
recursiva
notoriamente
deficiente, el impugnante se limita a señalar que de los
numerosos certificados médicos e informes acompañados a la
causa "se intuye" la existencia del accidente denunciado
(v.
fs.
algunos
541
de
vta.).
esos
Aunque
individualiza
certificados,
ni
siquiera
nominalmente
se
detiene
a
señalar en qué fojas del expediente han sido agregados,
falencia que de por sí sella la ineficacia del agravio,
toda vez que corresponde a la parte que lo alega demostrar
la existencia de "absurdo" y no a la Suprema Corte explicar
por qué no se configura (conf. L. 32.901, "Arias", sent.
del 15-V-1984; L. 34.426, "Gómez", sent. de 9-IV-1985; L.
36.127,
"Ogrolich",
sent.
del
3-VI-1986;
L.
57.164,
"Borja", sent. del 3-X-1995; L. 84.493, "Carro", sent. del
21-VI-2006; L. 85.178, "Arce", sent. del 11-IV-2007; L.
89.615, "Ortigoza", sent. del 28-V-2008).
En lo que respecta a la prueba pericial médica,
si
bien
la
recurrente
no
desarrolla
el
agravio
que
se
limita a enunciar (lo que demuestra su insuficiencia), cabe
señalar, a todo evento, que en modo alguno puede juzgarse
absurda
la
decisión
del
tribunal
de
apartarse
de
la
incapacidad fijada sobre la base de un accidente que no
resultó acreditado, condición a la cual, por otra parte,
los
propios
expertos
supeditaron
la
relevancia
de
su
dictamen (ver fs. 351 vta./352).
IV.
Por
lo
expuesto,
el
recurso
rechazado; con costas (art. 289, C.P.C.C.).
Voto por la negativa.
debe
ser
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Soria dijo:
Adhiero al voto de mi distinguido colega doctor
Pettigiani. Ello, a excepción de lo expuesto en el apartado
III.
punto
2
en
orden
a
la
admisibilidad
del
agravio
referido a las asignaciones familiares.
Al
expediente
a
respecto,
qué
debo
señalar
asignaciones
que
no
surge
familiares
se
refiere
del
el
quejoso; tampoco, a cuánto ascendería el importe que en tal
concepto pretende percibir el reclamante, puesto que su
pertinente liquidación estuvo ausente en el litigio.
Aún
ante
tal
déficit,
como
bien
lo
señala
el
ministro ponente (v. ap. III. 2. a, primer párr.), a tenor
del período de tiempo por el cual se reclaman aquéllas
-indefinidas- prestaciones, bien puede entenderse que la
pretensión en cuestión no supera el monto establecido en el
art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial.
Luego, el cuestionamiento en examen (rec., fs.
547 vta.), carente de toda denuncia orientada a demostrar
la
eventual
trasgresión
de
doctrina
legal,
deviene
inadmisible (art. 55, primer párr. in fine, ley 11.653).
En
circunstancia
mentadas
mi
de
opinión,
que
asignaciones
la
no
parte
-postura
obsta
a
lo
actora,
al
que
se
anterior
reclamar
reitera
en
la
las
el
recurso- haya planteado la inconstitucionalidad del art. 6
del
decreto
Asignaciones
1245/1996
(que
Familiares),
reglamenta
puesto
que
el
Régimen
ningún
de
argumento
despliega aquí el quejoso con el objeto de demostrar que
tal tacha podría evidenciar la presencia de un supuesto
excepcional que autorice a desplazar el requisito relativo
a
la
cuantía
económica
al
que
se
aludió
en
párrafos
anteriores. Lejos de ello, a su criterio -y sin distinguir
entre
las
distintas
pretensiones
reclamadas
en
autos-
considero que el recurso deducido resulta admisible pues,
en la especie, se supera "holgadamente" la suma exigida
para
recurrir
(v.
rec.,
ap.
II
"Requisitos
de
admisibilidad", fs. 535 vta.).
Voto por la negativa.
A la cuestión planteada, la señora Jueza doctora
Kogan dijo:
I. Comparto lo expresado por el colega que abre
la votación, doctor Pettigiani, con excepción del punto
III.1.
He de disentir en cuanto sostiene la falta de
concurrencia de los requisitos de admisibilidad del recurso
de inaplicabilidad de ley -valor del litigio-, conclusión a
la
que
arriba
desdoblando
las
pretensiones
que
fueran
objeto de litis.
El art. 161 inc. 3º apartado "a" de la Carta
Magna provincial, crea el mencionado recurso, permitiendo
"las
restricciones
que
las
leyes
de
procedimiento
establezcan...". Por su parte, el art. 55 de la ley 11.653,
aplicable
a
la
materia,
establece
que:
"Contra
las
sentencias definitivas dictadas por los tribunales, sólo
podrán interponerse los recursos extraordinarios previstos
en la Constitución de la Provincia. El de inaplicabilidad
de
ley
sólo
será
concedido
cuestionado
ante
la
respecto
cada
actor,
de
cuando
instancia
la
suma
el
valor
extraordinaria
fijada
por
de
lo
exceda,
el
Código
Procesal Civil y Comercial..." (lo destacado me pertenece).
Así el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial, al
que remite la norma específica, expresa que podrá accederse
a la instancia extraordinaria cuando el valor del litigio
exceda de pesos veinticinco mil ($ 25.000).
Esta Corte, al efectuar un análisis del art. 278,
2do. párrafo del Código Procesal Civil y Comercial, en una
causa civil, expresó que resulta menester interpretar las
normas involucradas en forma coordinada con el espíritu que
guía
a
garantías
la
de
Constitución
acceso
a
provincial,
la
justicia,
que
consagra
defensa
y
las
tutela
judicial continua y efectiva (conf. art. 15, Constitución
de la Provincia), debiendo estarse, así, a favor de la
admisibilidad
del
recurso
cuando,
como
en
el caso,
los
litisconsortes son dos y el monto excede el mínimo legal
respecto de sólo uno de ellos, ya que nunca se daría la
mayoría que el artículo requiere (conf. causa Ac. 91.330,
"Silvestrini", sent. del 3-XI-2004).
He compartido la decisión a que se arribara en
dicha causa y diera forma a la doctrina antes transcripta.
Un análisis en igual sentido -entiendo- corresponde hacer
en el caso de autos, donde la naturaleza de la acción
entablada
juego,
y
hace
la
lectura
que
las
sistematizada
garantías
de
las
mencionadas
normas
-acceso
a
en
la
justicia, defensa y tutela judicial continua y efectivadeba
ser
interpretada
específicamente
el
a
la
legislador
luz
de
la
protección
constitucional
ha
que
querido
establecer para la materia y que encuentra amparo a través
del art. 39 de la Carta Magna provincial, manda que no
podemos ignorar en tanto, entre otras, establece que "...
en caso de duda, interpretación a favor del trabajador...".
A partir de lo expresado, una lectura coordinada
de las normas aplicables hace que encuentre reunidos los
requisitos exigidos por la ley orgánica en la materia -art.
55
de
la
ley
11.653-
donde
no
exige
una
valoración
individual de las pretensiones que fueran objeto de litis,
sino
solo
impone
extraordinaria
-en
como
condición
este
aspecto-
para
que
el
abrir
la
valor
de
vía
lo
cuestionado -ante la misma- exceda respecto de cada actor
el
monto
Comercial.
que
establece
el
Código
Procesal
Civil
y
Por tanto y siendo que lo cuestionado por la
actora -en esta instancia- excede el valor requerido por
el art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial, el
recurso
interpuesto
resulta
admisible
(art.
15,
ley
11.653).
II. Sin perjuicio de lo expuesto, el recurso en
este tramo de la queja tampoco ha de prosperar.
1. El tribunal de grado, en mérito al análisis
que efectuó del material probatorio aportado a la causa
-pericial
contable
y
su
posterior
corrección
de
fs.
455/457- arribó a la conclusión de que en el último lapso
anual abonado en el que Galarza permaneció con licencia
médica
-1-II-1997
al
1-II-1998-
su
mejor
remuneración
mensual, normal y habitual ascendió a $ 532,80 (sumas de
ambas
quincenas
correspondientes
al
mes
de
octubre
de
1997). Sobre la base de la situación fáctica antes señalada
en
sentencia,
el
a
quo
tomó
dicho
importe
con
más
la
incidencia del sueldo anual complementario como base para
el cálculo de la indemnización por despido (v. fs. 501 vta.
y 513).
2. En su crítica, el recurrente se agravia de
dicha
decisión.
Aduce,
para
ello,
que
el
experto,
al
realizar la pericial contable, debió determinar el valor de
las remuneraciones desde el ingreso en 1991 hasta diciembre
de 1996. No obstante, agrega que, para la verificación de
la mejor remuneración, debió haber tomado la del mes de
enero de 1997, que es la mejor del último año trabajado,
remitiendo para ello al dictamen pericial que -afirma- deja
constancia que la suma de las dos quincenas dan un total de
$ 941,88.
3. Como puede apreciarse, el interesado censura
la decisión de grado en lo que hace a las conclusiones del
entramado fáctico del pleito derivadas del desarrollo de la
labor
axiológica
valoración
de
las
de
los
pruebas
magistrados
aportadas
y
atinente
a
la
producidas
en
la
causa; empero, fracasa en su intento de descalificar el
fallo,
toda
vez
que
no
logra
evidenciar
el
vicio
invalidante de absurdo que -en esencia- le atribuye.
Más aún, el recurrente oportunamente no impugnó
el informe pericial contable solicitando las explicaciones
pertinentes, como intenta a través de esta vía. Por ende,
resulta
extemporáneo
objetar
un
aspecto
parcial
de
la
experticia (que podría eventualmente serle favorable) sin
atender a un enfoque global de la misma y a lo expresado
por el tribunal en lo referente a que fue tomada su mejor
remuneración,
teniendo
en
cuenta
el
último
lapso
anual
abonado.
4. Tiene dicho esta Suprema Corte que interpretar
la prueba agregada al proceso (conf. causas Ac. 73.489,
"López", sent. del 17-X-2001; Ac. 88.640, "Guzmán", sent.
del 6-IX-2006; entre muchas) es una función privativa de
los jueces de grado y que, por lo tanto, las conclusiones
que
al
respecto
cuestiones
de
formulen
hecho-
no
-por
son
en
referirse
principio
a
típicas
revisables
en
casación, salvo el supuesto de absurdo.
En
cuando
el
tal
sentido,
análisis
corresponde
efectuado
por
destacar
el
que
tribunal
aun
sobre
cuestiones de hecho y de prueba pueda resultar opinable o
discutible, esa circunstancia no es suficiente para tener
por demostrada aquella anomalía, habida cuenta que, lo que
habilita la revisión casatoria no es cualquier equívoco o
disentimiento, sino que, antes bien, es necesario que se
configure un desarreglo en la base del pensamiento, una
falla palmaria del raciocinio, es decir, un error extremo
(conf. L. 95.461, "Fernández", sent. del 17-VI-2009; L.
89.878,
"Monzón",
sent.
del
26-XI-2008),
desvío
que
no
aprecio en el caso.
En consecuencia, la inexistencia de una crítica
frontal y eficaz a la motivación esencial que estructura el
decisorio
en
este
aspecto,
sella
definitivamente
-con
virtualidad adversa- la suerte de la impugnación.
III. Por todo lo expuesto, adhiero en lo restante
a lo expresado por el colega doctor Pettigiani, incluso en
materia de costas y, en consecuencia, corresponde rechazar
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad
de
ley
deducido.
Voto por la negativa.
Los señores jueces doctores Negri y de Lázzari,
por
los
mismos
fundamentos
del
señor
Juez
doctor
Pettigiani, votaron también por la negativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Hitters dijo:
I. He de adherir al voto del doctor Pettigiani.
Sin perjuicio de ello, me permito hacer algunas reflexiones
y precisiones sobre algunos de los tópicos considerados.
II. En primer lugar y en lo relacionado a la
temática atinente a la potestad conferida por el art. 15,
primera parte de la ley 11.653 (conf. art. 87 del C.P.C.C.)
-acumulación objetiva de pretensiones- en su sistemática
con los requisitos de admisibilidad del recurso, en orden
al condicionamiento del monto (art. 278 del C.P.C.C.), si
bien comparto la propuesta de tratar uno de los agravios
-referido
al
indemnización
salario
por
computado
despido
para
otorgada
en
calcular
origen-
por
la
el
conducto de excepción previsto en el art. 55 de la ley
11.653,
estimo
adaptaciones
del
pertinente
caso,
reeditar
algunas
de
aquí,
las
con
reflexiones
las
que
efectuara en oportunidad de considerar tal situación en
precedentes
recientes
(conf.
causas
L.
97.208,
"Baldocchi", sent. del 19-X-2011; L. 100.692, "Gallego",
sent. del 21-XII-2011; L. 98.133, "Vallejos", sent. del 28X-2011).
i) Según los antecedentes de este expediente, el
trabajador promovió demanda solicitando una indemnización
por despido, un monto correspondiente al rubro asignaciones
familiares -a partir del planteo de inconstitucionalidad de
la ley 24.714 y el decreto 1245/1996- y una indemnización
por accidente laboral. El tribunal de origen hizo lugar a
la petición del despido considerando que se trató en el
caso de uno sin causa, ordenando indemnizar en los términos
del art. 245 de la Ley de Contrato de Trabajo. A su vez, en
relación al reclamo por el accidente, ante la falta de
demostración de éste, se rechazó la demanda en tal aspecto,
resolviendo no expedirse sobre el reclamo vinculado con las
asignaciones familiares, atento a la falta de denuncia de
disposición
constitucional
violada
(v.
sentencia
de
fs.
510).
ii) Los hechos reseñados -y las peticiones de
marras- fueron introducidos por el reclamante en su demanda
a través de la facultad conferida por el art. 15, primera
parte,
de
la
-acumulación
ley
11.653
objetiva
de
(conf.
art.
87
pretensiones-.
del
De
C.P.C.C.)
esta
manera,
fueron acollaradas -como quedó explicitado- tres acciones:
1)
despido
consecuencia
directo;
de
la
2)
asignaciones
inconstitucionalidad
familiares
solicitada;
como
3)
indemnización por accidente laboral.
iii)
Esta
posibilidad
de
reunir
en
un
mismo
proceso dos o más peticiones contra un sujeto demandado,
puede
ejercitarse
de
distintas
formas
de
acuerdo
a
la
naturaleza de las vías que se acumulan; lo que determinará,
según
los
casos,
admisibilidad
una
proyección
los
recursos
de
diversa
en
orden
extraordinarios
a
la
por
el
acciones
de
condicionamiento del monto. A saber:
a.
Mediante
la
proposición
de
naturaleza disímil, que no guardan, entre si, relaciones de
subsidiariedad, alternatividad, continencia o accesoriedad.
Al no existir un vínculo de conexidad que las
ligue, ya sea por la causa o por el objeto, el reclamante
puede
elegir
entre
incoar
demandas
independientes
y
originar el tratamiento autónomo de cada uno de los rubros
-sin
riesgo
alguno
de
arribar
al
dictado
de
decisiones
contradictorias- o bien puede -cumplidos ciertos recaudosacumular las pretensiones en una sola demanda y transitar
así un único proceso (arts. 15 de la ley 11.653 y 87 del
C.P.C.C.).
En esta última situación y para el caso de instar
la
vía
extraordinaria
mediante
alguno
de
los
recursos
previstos, esta Corte tiene dicho que "(...) frente a un
supuesto
vinculadas
de
acumulación
entre
sí
objetiva
por
de
relación
pretensiones,
de
no
continencia,
subsidiariedad o accesoriedad, el valor del pleito a los
fines
recursivos
naturaleza
debe
jurídica
ser
de
ponderado
cada
una
de
en
función
las
de
la
pretensiones
deducidas en la misma demanda, toda vez que los reclamos
han merecido un análisis diferenciado por el sentenciante,
conforme
los
hechos
invocados
y
acreditados
durante
la
sustanciación del proceso(...)" -el subrayado me pertenece(conf. causas L. 84.437, "V.L.", sent. del 11-VI-2008; L.
88.518, "Macaris", sent. del 28-V-2010).
En tal sentido, es claro que no corresponde, en
principio, adicionar los valores cuestionados a los fines
de
la
admisibilidad
del
embate.
Se
trata
de
reclamos
separados, independientes y autónomos.
Por ello y como una consecuencia de tal regla,
este Tribunal ha expresado en reiteradas oportunidades que
"(...) La autorización para el trámite conjunto de más de
una pretensión ... no puede tener como resultado poner al
demandante
en
una
mejor
situación
procesal
que
la
que
tendría de haberlas tramitado por separado, permitiéndole
franquear el requisito del valor del litigio(...)" (conf.
causas L. 96.968, "Centurión", sent. del 17-III-2010; L.
86.645, "Barroso", sent. del 21-V-2008, etc.).
b. A través de la introducción de pretensiones de
objeto o causa conexa. En este caso, la formulación puede
estar sustentada en un orden de subordinación -ya sea por
subsidiariedad, alternatividad o accesoriedad- dando lugar
a las denominadas pretensiones "alternativas", "subsidiarias"
o "accesorias". También pueden estar basadas en
un
orden
consecuencial, de modo que unas sean la causa necesaria de
las otras, configurando lo que Devis Echandía clasifica
como pretensiones iniciales y consecuenciales (conf. Devis
Echandía,
"Teoría
General
del
Proceso",
Editorial
Universidad, Bs. As., 1997, p. 392).
En este escenario, la conexidad existente entre
ellas hace aconsejable la proposición conjunta, ya sea de
manera
originaria
-en
la
demanda-
o
sucesiva
-con
posterioridad- en razón de evitar -en su caso- los efectos
de la cosa juzgada y/o la litispendencia, además de salvar
el dictado de pronunciamientos contrapuestos.
Ahora bien, para discernir sus efectos sobre la
admisibilidad
recursiva
por
las
vías
extraordinarias
locales -en punto a la limitación por el monto- deberá
estarse,
en
primer
lugar,
instancia
de
origen
análisis
de
las
y,
a
al
resultado
partir
reclamaciones
de
en
obtenido
allí,
juego,
en
la
mediante
el
se
deberá
establecer si subsisten o no las notas que las ligaban
inicialmente
definitiva,
-su
en
conexidad-
establecer
el
lo
que
alcance
se
del
traducirá,
interés
en
para
recurrir -gravamen- en el que se asienta el agravio; todo
ello -claro está- en función de los motivos del recurso.
En principio y en la medida que se mantenga la
conexidad
entre
extraordinaria
las
-en
pretensiones
los
lindes
en
del
la
instancia
interés
recursivo-
resultará razonable adicionar sus montos. A partir de allí,
evaluados los valores cuestionados, se podrá establecer si
se cumple con la restricción impugnativa. Ahora bien, en
caso
de
no
mediar
dicha
conexidad,
no
corresponderá
efectivizar la sumatoria.
Por último, cabe aclarar que ello no queda al
arbitrio del quejoso en cuanto a los fundamentos de su
recurso y agravios que manifieste, sino a la relación que
ello
tenga
con
los
datos
objetivos
de
la
causa,
concerniente -como quedara expuesto- a la naturaleza de las
pretensiones
y
a
la
sentencia
de
mérito
dictada
a
su
respecto.
iv) En síntesis, de lo expuesto hasta aquí, queda
claro que la acumulación objetiva de pretensiones prevista
en el art. 15 de la ley 11.653 es comprensiva tanto de
supuestos
donde
se
anexen
pretensiones
de
naturaleza
diversa, como de aquellos donde los reclamos guardan una
relación de conexidad.
En su proyección respecto de la admisibilidad del
embate
-en
la
instancia
extraordinaria
local-
por
el
condicionamiento del monto y en su sistematización con el
art. 55 de la ley 11.653, quedó evidenciado que, cuando las
peticiones son de "diversa naturaleza", sus montos no se
adicionan. Además, como también se dijera, ello no puede
quedar a merced del modo en que se plantee la demanda,
poniendo en mejor situación al quejoso según se acumulen o
no los planteos en origen. Esta es la doctrina legal que se
desprende de los fallos antes mencionados.
En cambio, cuando median vínculos de conexidad y
esa situación se mantiene en la instancia extraordinaria,
los valores, en principio, sí deberán sumarse. Como quedara
explicitado, para determinar ello se tendrá que tener en
consideración el resultado de la sentencia de mérito y a
partir
de
allí,
conforme
a
los
motivos
del
recurso
intentado -y el interés o gravamen que refleja el agraviovislumbrar si la conexidad se mantiene, es decir, si se
conserva
el
orden
de
subordinación
o
consecuencialidad
entre los reclamos.
Ahora
bien,
si
de
esa
evaluación
surge
-contrariamente- que la ligazón no continúa en esta altura
del proceso; la o las peticiones deberán ser tratadas en
forma autónoma, caso en el cual los importes no se unifican
en el quantum, debiendo ser juzgados -a los fines de la
admisibilidad del embate- por separado.
v)
efectuado
al
En
nuestro
principio
caso,
y
de
conforme
acuerdo
a
al
las
desarrollo
pautas
de
interpretación esbozadas, se advierte que las peticiones
traídas
en
la
demanda
son
independientes
entre
si,
no
guardando ninguna relación de conexidad que amerite una
sumatoria de sus montos a los fines de la admisibilidad del
recurso
extraordinario
tratamiento
(arts.
15
de
y
inaplicabilidad
55
de
la
ley
de
ley
en
11.653;
278
del
C.P.C.C.).
Siendo ello así, el "precio" del litigio de autos
queda determinado por el monto correspondiente a cada uno
de esos rubros -sin sumarse, claro está- en la medida del
agravio.
vi)
tratamiento
Bajo
que
se
tal
ha
entendimiento,
hecho
en
el
comparto
voto
que
abre
el
este
acuerdo respecto del agravio traído en relación al salario
computado en origen a fin de calcular el monto otorgado
como consecuencia del despido dispuesto por la accionada,
el que, al no superar la cifra establecida por el art. 278
del
Código
Procesal
admisibilidad
Civil
y
exclusivamente
Comercial,
en
el
circunscribe
marco
de
su
excepción
contemplado en el art. 55 de la ley 11.653.
III. En segundo lugar, respecto de las razones
dadas para rechazar el planteo de inconstitucionalidad de
la ley 24.714 y del art. 6 decreto 1245/1996, peticionado
por
el
durante
actor
el
para
lapso
de
percibir
reserva
las
del
asignaciones
empleo,
familiares
considero
que,
además de los fundamentos dados para su rechazo en cuanto a
la insuficiencia del pedido, en el caso, no se advierten
motivos
para
declarar
la
inconstitucionalidad
de
oficio
(C.S.J.N. in re "Banco de Finanzas", sent. del 19-VIII2004; ídem este Tribunal, causas L. 83.781, "Zaniratto",
sent. del 22-VII-2004; B. 60.687, "Suárez Acosta", sent.
del 29-XII-2009; B. 56.464, "Martínez", sent. del 30-III2011; B. 66.500, "Baldini", sent. del 30-III-2011).
IV.
Con
el
alcance
expuesto,
reiterando
mi
adhesión al sufragio del Ministro que abre el acuerdo, doy
también mi voto por la negativa.
Con
lo
que
termino
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se
rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley
traído; con costas (art. 289, C.P.C.C.).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
EDUARDO JULIO PETTIGIANI
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI
DANIEL FERNANDO SORIA
HECTOR NEGRI
JUAN CARLOS HITTERS
HILDA KOGAN
GUILLERMO LUIS COMADIRA
Secretario
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