Caballo enfermo: ¿Qué puede comer? Recibimos numerosas llamadas de propietarios que están intentando recuperar un caballo de alguna enfermedad o lesión o que tienen que mantenerlo quieto y encerrado en su box, por un hueso roto. La pregunta lógica es, si el caballo es un animal de pasto que tiene que salir todos los días y moverse, para asegurar el correcto funcionamiento de su sistema intestinal ¿Cómo podemos ayudarle? Y ¿Qué tenemos que darle de comer si, por razones médicas, tiene que quedarse en el box? También hace falta pensar en las necesidades nutricionales de un caballo enfermo. No es lo mismo un caballo con una lesión de tendón, que un caballo recién operado de cólico o en cuarentena. Numerosos estudios nos reiteran la importancia de prevenir lesiones y enfermedades en el caballo. Dos meses de descanso en el box aumenta la posibilidad de un fractura de húmero 71 veces según estudios realizados por la Universidad de California con caballos de carreras. Eso quiere decir que, cuando al caballo se le obliga a descansar en el box, hay que pensar que necesitará de 3 o 4 meses de recuperación (trabajo de base y lento) antes de volver a la competición sin el riesgo de sufrir lesiones secundarias. Esta pérdida de densidad de hueso es parecida a lo que pasa a los astronautas en condiciones de gravedad cero y es aplicable a cualquier disciplina en el mundo hípico. Un caballo con una lesión de tendón o similar, corre un riesgo importante de volver a lesionarse durante la recuperación. Aunque tiene dolor, a veces se muestra inquieto e irritable por el aburrimiento que suponen las cuatro paredes del box ¡Acabamos de encerrar a un atleta! Los primeros paseos o salidas pueden ser peligrosos tanto para la persona que maneja el caballo como para si mismo. Una coz o un resbalón en el cemento, debido al nerviosismo, pueden resultar desastroso. Sin embargo, la recuperación de tendón más recomendado por los veterinarios es pasear el caballo, durante períodos cortos y varias veces al día, en terreno duro. Así que ¿Cómo evitar los sustos o accidentes? Hay que proporcionar al caballo heno para entretenerlo y un pienso bajo en energía (para prevenir cólicos y laminitis) pero alto en vitaminas que aseguren una correcta regeneración del tejido. Después, hasta que el caballo pueda trabajar suficiente para cansarse, se puede añadir uno de los muchos productos en el mercado que sirven para tranquilizar el animal. Al principio, el veterinario podrá proporcionar productos fuertes para asegurar que el caballo no se arranque en una galopada interminable a destiempo (esto también sirve para caballo en descanso o recuperación en el prado) Luego existen un sin fin de productos suaves que ayudan a mantener el caballo tranquilo mientras no pueda trabajar. La diferencia entre un producto y otro es, la mezcla de ingredientes activos. Así que, si no funciona una, lo más probable es que pueda funcionar otro. Como Juntar el Hambre con Las Ganas de Comer El caballo enfermo suele ser un caballo que come mal y parece deprimido. La clave para darle de comer bien, es coordinar el apoyo nutricional con el veterinario, y alimentarlo en función del diagnóstico. El pobre animal puede bajar peso en sólo unos días y quedar sin moverse en una esquina del boxs. Aunque pueda resolverse el problema inicial, la pérdida de peso y días en ayunas, pueden perjudicar a la recuperación del caballo. Más complicado todavía es dar de comer al caballo que ha padecido un cólico o un infosamiento. Una equivocación, en este caso, puede complicar el primer diagnóstico. Aunque quitarle toda la comida, también conlleva otras dificultades para la recuperación. Dar de comer a un caballo enfermo es un reto y requiere una atención especial. La primera parte del reto es mantener el apetito del caballo. Hay que encontrar algo que quiera comer. El segundo punto del reto es mantener la proporción correcta de energía, calorías y nivel vitamínico para que pueda recuperarse sin provocar otras alteraciones. La dieta para el caballo enfermo depende de qué le pasa. Hay caballos que comen mejor que otros incluso estando sanos, pero cuando dejan de comer, pueden perjudicar seriamente su recuperación. De hecho, el sistema inmunitario puede verse perjudicado en sólo cinco días, si el caballo deja de comer. La base de la dieta del caballo en reposo, tiene que ser un heno bueno de hoja larga y bajo en lignina, o un buen ensilado equino. La tradición nos ha dictado que hay que dar salvado, pero el nivel y la calidad de la fibra es pobre y la falta de calcio puede afectar a la larga la densidad del hueso. También, si se empieza a dar grandes cantidades de salvado de una manera repentina, puede provocar casos de diarrea. Pero el salvado tiene un punto positivo: la mayoría de los caballos lo comen bien. Así que se puede mezclar con un pienso especializado para que le entren ganas de comer con algo de salvado. Si tienes un paciente que se niegue a comer, el salvado templado con melaza y un poco de sal, puede alegrarle la vida e incitarle a comer otra vez. También es un buen sitio para esconder medicamentos. Si añades algo de levadura u otra fuente de vitaminas del grupo B, puede ayudar a aumentar su apetito. El estrés provocado por la enfermedad, aumenta el nivel de vitamina B que necesita el caballo. Como siempre, las compañías de piensos para caballos intentan facilitar la recuperación del caballo con piensos especializados. Existen piensos específicos para caballos en descanso y en recuperación de cólico y laminitis. Existen piensos también que se pueden mezclar con agua o melaza si el caballo no puede masticar bien, sea por falta de dientes, vejez, dolor o inflamación. Hay piensos que están aprobados por la fundación de Laminitis del Reino Unido. Para mejor garantizar sus piensos, llevan a cabo análisis en conjunto con veterinarios. También, para asegurar que no pueden causar ni cólicos ni laminitis, encierran ponis salvajes durante varios días y les dejan comer todo el pienso que quieren. Los primeros días, los ponis comen una media de 21 kg por pony y no hubo ningún problema. Cuando se dieron cuenta que no se les quitaba el pienso poco a poco empezaron a comer menos hasta llegar a una cantidad normal. Intenta evitar cambios radicales en la dieta. Hay que mantener un buen forraje y añadir suficiente pienso suave (bajo en almidón) para que el caballo tenga lo que necesita para recuperarse. En cuanto empieza a comer otra vez, hay que pasar el caballo a su dieta de recuperación. Se puede añadir zanahorias o manzanas cortadas o miel si le gusta. También puedes cortar césped fresco y traerlo a su box, si no puede salir. En situaciones peligrosas, su veterinario puede dar de comer al caballo por un tubo y añadir un suero, puede también tratar la falta de apetito con esteroides anabolizantes, pero normalmente actúan lentamente y a la larga pueden ralentizar el sistema inmunológico. ¿Qué debe comer? Los dos temas que hay que considerar cuando organizamos una dieta para un caballo enfermo es ¿Qué le ha pasado? Y ¿Qué pesaba antes de la enfermedad? Se da de comer pensando en si el caballo tiene que mantenerse, perder peso o aumentar peso, durante su enfermedad. Algunos problemas, por ejemplo, quemaduras o infección, tienen requisitos nutricionales especiales. En todo momento hay que mantener una comunicación estrecha con el veterinario. Para recuperarse de una quemadura o infección grave, el caballo tendrá unos requisitos de fluidos, proteínas y vitaminas solubles en agua, mucho más altos que los normales. Se recomienda entre 14-16% de proteínas, 7-10% de aceite con vitaminas del complejo B (20gr diarios) y vitamina E (más de 1000 UI diarias). Como siempre, hay que empezar despacio e ir aumentando las cantidades poco a poco. Caballos con problemas de hígado (a veces caballos mayores) pueden tener dificultades en absorber proteínas, aceites y glucosa. En estos casos se recomienda una dieta más alta en almidón, con suplementos vitamínicos de ancho espectro. Estos caballos no deben comer mucha sal ni tampoco deben tomar dietas altas en aceite. También ayuda a una mejor digestión, repartir la comida en 3-6 tomas diarias. En casos de cólico, hay que averiguar el tipo de cólico y la parte del sistema digestivo que ha sido afectado. Caballos que han padecido un cólico y que han sido operados necesitan una dieta especial. Si no comen en 72 horas pueden tener una atrofia de la mucosa intestinal que perjudicará la regeneración del tejido operado. Se recomienda proporcionar al caballo, algunas horas después de la anestesia, un buen heno o un pienso especializado. Hay que saber si se ha tenido que quitar una parte del intestino para observar su capacidad de digestión. Después de una semana se puede empezar a proporcionar una dieta apta para un caballo en descanso. Ahora bien, el veterinario avisará como ha evolucionado la operación. Si se ha quitado parte del colon, el caballo va a necesitar mas proteína y fósforo y menos fibra para compensar los cambios en la capacidad del sistema intestinal. En este caso, pequeñas cantidades de grano y alfalfa va a ser la mejor dieta. Si ha tenido que quitar parte del intestino delgado, no hay que dar cereales después de la operación. Se puede dar heno y remolacha y piensos altos en fibra. El caballo que ha perdido parte de ileon no podrá absorber aceite o vitaminas que son solubles en grasa. Necesitará un suplemento que tiene las vitaminas A, D, y E. Normalmente no se necesita vitamina K si el caballo no tiene un problema con la coagulación de sangre. Se absorbe la mayor parte del calcio también en el primer intestino, así que si no recibe algo de alfalfa, puede necesitar un suplemento. Si el veterinario cree que existe riesgo de que se puedan romper las suturas intestinales, es necesario proporcionar al caballo un pienso fácil de digerir. Un pienso en forma de pellet al que se le puede añadir agua tibia para formar una papilla espesa, es la mejor opción para los primeros días. Si el caballo no puede tomar ni eso, se pueden usar productos nutricionales para humanos para ganar peso. Sin embargo esta opción sale cara. En casos de cirugías extensas o complicadas en que el caballo se encuentra demasiado débil para comer incluso después de 24 horas, puede ser necesario dar de comer de forma intravenosa. La solución intravenosa más común de 5% de glucosa, no proporcionará suficiente vitaminas. Sería necesario una solución que contenga aminoácidos y lípidos, parecidos a los utilizados para humanos. Esa opción también es cara, pero es importante saber que cuando se aumenta el nivel nutricional en sólo un 50%, se consigue aumentar notablemente las defensas del caballo. Cuando el caballo tenga algún problema de salud, hace falta el tratamiento del veterinario, pero es tremendamente importante el apoyo nutricional apropiado. Sólo así se puede asegurar una rápida recuperación . Coby Bolger – Spillers España/Horse 1 Artículo publicado en Ecuestre Abril 2001 www.horse1.es