Redes de OSC en el Gran Caribe y América del Norte.1 Hernán Yanes2 En general, la pregunta acerca de si será posible o no hablar a corto o mediano plazos de una “emergente” sociedad civil “trasnacional” en el Gran Caribe y Norteamérica, está asociada al inédito proceso de formación y desarrollo de redes de organizaciones de la sociedad civil (OSC), particularmente de organizaciones no gubernamentales, de nuevos movimientos sociales, asociaciones regionales y subregionales de profesionales y académicos, entre otros, cuyos campos de acción son los espacios internacionales.3 Se trata aun de un proceso de reciente data, distante de una culminación y lleno de incertidumbres. Nos referimos aquí a agencias y organizaciones sociales, no estatales, cuya creación, existencia y roles están asociados a funciones y objetivos que deben cumplirse más allá de los espacios de los respectivos Estados-nación, básicamente en los niveles regional y hemisférico. En este trabajo, nuestra reflexión se ha concentrado fundamentalmente en ejemplos de redes que, basificadas en el Caribe, fundamentalmente el angloparlante y en Centroamérica, registran una importante participación de redes mexicanas y una interacción cada vez más amplia con partners sociales y fundaciones ubicadas en los Estados Unidos y Canadá. En su mayoría, las redes de redes del Gran Caribe, como el Caribbean (NGO) Policy Development Centre (CPDC) o la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), han sido el producto de “combinaciones” “desde abajo”, de preexistentes redes locales y nacionales. Pero es necesario reiterar que aún no se ha documentado lo suficiente respecto de la viabilidad de estos nuevos actores y sin negarle perspectivas al asunto, pudiera ser aun prematuro argumentar sobre la existencia de una emergente “sociedad civil transnacional” en estos espacios.4 Una parte decisiva de los factores influyentes en la formación de esas mismas redes como “sociedades emergentes” han sido de carácter extra- nacional.5. Por el lado de las influencias exógenas estarían, el impacto de las tendencias hacia una creciente ciudadanización de la política, registradas ante todo en países de Centro, así como el apoyo en recursos y en “expertise”, recibido de la cooperación internacional. En los ejemplos ya mencionados, así como en el caso del Foro de la Sociedad Civil del Gran Caribe, ha sido particularmente intensa la asistencia de agencias e instituciones sociales de Estados Unidos y Canadá, entre otras, La Fundación Ford, OXFAM America- Oficina Central, OXFAM America- Programa Centroamericano, the University of the Virgin Islands (americanas), Island Resources Foundation de Islas Vírgenes americanas, CIVICUS, ESQUEL Group Foundation, OXFAM Canadá- Centroamérica y México, Programa de Apoyo a Iniciativas 1 Retomado con ligeras modificaciones de la versión publicada en inglés en Voices of Mexico, Number 57, CISAM-UNAM, Mexico, DF., October-December 2001 2 Posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Miembro de la junta directiva de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES). 3 Francine Jácome (coord..), La “Otra” Integración: Procesos Intersocietales y Parlamentos Regionales en el Gran Caribe. Cuadernos del Invesp, No. 4, Caracas, 1999; ver además CRIES- INVESP. 1er. Foro de la Sociedad Civil del Gran Caribe. Documentos. Caracas, 1998. Francine Jácome (coord.) . La “otra” integración: procesos intersocietales y parlamentos regionales en el Gran Caribe. Ob. Cit. 5 Ver Andrés Serbín. La sociedad civil transnacional y los desafíos de la globalización. En Bruno Podestá, Manuel Gómez Galán, Francine Jácome, Jorge Grandi (Coord.). Ciudadanía y mundialización. La sociedad civil ante la integración regional. CEFIR, CIDEAL, INVESP, Madrid, 2000 1 Regionales- Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional, Inter. Pares, CUSO, the Canadian Foundation for the Americas (FOCAL), International Development Research Centre (IDRC) y the North- South Institute de Ottawa. En las ediciones del Foro Regional de la Sociedad Civil han estado presentes organizaciones de empresarios basificadas en Washington, como the Association of American Chambers of Commerce in Latin America (AACCLA), Caribbean Latin American Action (CLAA) e incluso representantes de agencias hemisféricas con sede en Estados Unidos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de Estados Americanos (OEA)- Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (UDSMA). Para solamente enfatizar unos pocos ejemplos, la Fundación Ford financia la bilingüe revista académica de CRIES, Pensamiento Propio, con salida semestral, así como el programa de Gobernabilidad democrática y seguridad ciudadana en Centroamérica y la edición de sus informes en una serie de varios ensayos sobre los distintos casos, aparecidos ya bajo el sello CRIES en el año 2001. IDRC constituye otra de las fuentes de este proyecto aun en curso. Por su parte, la asistencia de CUSO ha permitido al CPDC y otras redes del Caribe angloparlante, recibir a cooperantes canadienses para el trabajo en diferentes programas y objetivos. La participación de redes e instituciones mexicanas tiene un peso significativo, especialmente en CRIES y en el Foro Regional. El Foro de Apoyo Mutuo (FAM) integra la junta directiva de CRIES y el Comité directivo del Foro, cuya más reciente edición fue realizada en Cancún, en diciembre de 1999. Pertenecen a CRIES además, el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (CELA), el Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara (DEILA), la Asociación Mexicana de Caribe (AMEC) y la Red Mexicana contra el Libre Comercio (REMALC). Así, una interesante característica ha sido la confluencia en las mismas redes, de organizaciones de incidencia (como las ONG), movimientos sociales y centros académicos. Puede verse el mencionado caso de CRIES, una red creada en 1982 y originariamente limitada a objetivos epistémicos, integrada básicamente por centros académicos. La membresía de CRIES se ha ampliado sin cesar desde finales de la década de los noventa, sobre la base de nuevos objetivos estratégicos. Estos definieron que como red de centros de investigación y de incidencia, CRIES ante todo debía trabajar de acuerdo con las perspectivas e intereses de las sociedades civiles de la región grancaribeña. En este sentido el mandato de la red fue en los últimos años, el de contribuir al desarrollo de un proyecto alternativo de integración en la región, más democrático y participativo. Sin embargo, de documentos recientes de CRIES pudiera inferirse la comprensión de su liderazgo actual, de que el alcance del mandato de la Asociación tendrá que redefinirse más allá de límites propiamente regionales. Lo anterior podría ser una respuesta a la cada vez mayor subordinación de las dinámicas integradoras del Gran Caribe, a procesos de alcance global y hemisférico, como el relacionado con la instalación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). La membresía de la red CRIES, alcanza ya a 54 centros académicos y redes nacionales, subregionales y hasta regionales de organizaciones no gubernamentales, basificados en 17 países de la región. En el año 2000, en el nivel regional, CRIES fue oficialmente aceptado como actor social, por la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y en el 2001 un status similar le fue reconocido por un organismo hemisférico, la Organización de Estados Americanos, (OEA). Entre las primeras redes “trasnacionales” del Caribe angloparlante, la Caribbean People´s Development Agency (CARIPEDA) con sede en San Vicente, fue fundada en 1983 como 2 red de nivel básicamente subregional, para responder a necesidades de intercambio y diseminación de información, desarrollo de habilidades y de experiencia entre agencias no gubernamentales comprometidas con promover el desarrollo social. El Caribbean Network Integrated Rural Development (CNIRD) con sede actual en Trinidad y Tobago fue establecido en diciembre de 1985, aunque oficialmente fue presentado en Jamaica en marzo de 1988. Sus objetivos consisten ante todo en promover, apoyar y transformar el proceso de desarrollo rural en el Caribe. La tendencia en la formación y desarrollo de redes “transnacionales“ de OSC en el Caribe angloparlante, cobró un nuevo impulso desde los inicios de los años noventa, con un claro exponente en la creación en 1991 del Caribbean (NGO) Policy Development Centre (CPDC) con sede en Barbados. El CPDC es probablemente hoy la red de redes de ONG, nuevos movimientos sociales y centros académicos originada en el Caribe angloparlante, de mayor alcance en la actualidad. La membresía del CPDC, con calidad de redes regionales, subregionales y nacionales, o instituciones de proyección regional abarca las cuatro principales áreas lingüísticas del Gran Caribe, inglés, español, francés y holandés. Entre otros objetivos y dicho grosso modo, el CPDC está orientado al análisis de las políticas que afectan la vida cotidiana de los pueblos y sociedades del Caribe; a compartir y diseminar esa información, contribuyendo a desarrollar las capacidades de los pueblos caribeños y de su gente para influir sobre las políticas públicas, para apoyar aquellas que resulten más convenientes a estos pueblos y trabajar por cambiar aquellas que no funcionen en su beneficio. El CPDC ha sobresalido por la diversidad y envergadura de sus acciones en el terreno de la incidencia sobre las políticas. Entre éstas podría mencionarse su rol como facilitador en la formación del Foro ACP-Lomé de ONG, de la participación de este Foro en el proceso negociador de un nuevo acuerdo post Lomé y en las Asambleas Ministeriales ACP/UE. Bajo la orientación del Secretariado del CPDC se avanzó en la reconstitución del Caribbean Reference Group on External Affairs (CGR), con participación de agencias de la red antes mencionada y de otras organizaciones de la sociedad civil de la subregión que abarcan la CARICOM y el CARIFORO. Como programa, el CGR se concentró en monitorear las relaciones entre los países ACP y la Unión Europea a lo largo y después de las negociaciones post Lomé IV y el Acuerdo de Cotonou. Desde 1999, el CGR contrató especialistas para la conducción de estudios referidos al curso de esas negociaciones y la posible incidencia al respecto de la sociedad civil; así como para evaluar las posturas asumidas por la CARICOM y específicamente la Regional Negotiating Machinery (RNM). Como complemento de dicho esfuerzo, se efectuaron consultas con distintos sectores de las sociedades civiles en el nivel nacional, en países como Trinidad y Tobago, la República Dominicana, Barbados y San Vicente.6 El CPDC representa a las ONG del Caribe en los grupos de trabajo de la CARICOM y en sus mecanismos de consulta (a través de la Regional Negotiating Machinery), sobre todo con vistas a contribuir a definir las posiciones del esquema en temas como los acuerdos multilaterales de comercio y el ALCA. CPDC ha estado coordinando al Grupo de Trabajo de ONG del Banco Mundial en el Caribe y ha facilitado sus reuniones en el área. El Centro ha priorizado el trabajo con el sector de mujeres y el enfoque de género en cooperación con redes multilaterales de ONG como Development Alternatives for Women in a New Era (DAWN). 6 Ver: Caribbean Policy Development Centre (CPDC), Annual Report- Overview, Bridgetown, december, 1999 3 En el período más cercano, la labor informativa del CPDC ha enfatizado en áreas como integración, comercio, desarrollo social, identidad cultural, derechos humanos y desarrollo institucional en el Caribe. El CPDC en asociación con The Winward Islands Farmer Association (WINFA), han estado llevando a cabo un plan de desarrollo de alternativas para los productores de banana en el Caribe Oriental ante las nuevas tendencias de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y de la Unión Europea al respecto. Otros estudios coordinados por el CPDC se han ocupado de los problemas de gobernabilidad en el nivel local y el papel de las ONG’s en Dominica, St. Lucia, Trinidad y Tobago y Jamaica. Anualmente el CPDC es invitado por la CARICOM a sus Cumbres de jefes de gobierno para realizar una declaración en nombre de la sociedad civil regional. Así ocurrió nuevamente en las respectivas Cumbres de la CARICOM desde 1998 al presente. Como vemos, el networking y la cooperación al interior del sector, han ido ensanchando los alcances de la integración intersocietal y de las redes regionales y subregionales de OSC como actores internacionales. El más reciente logro en este sentido ha sido la creación del Foro Regional de la Sociedad Civil del Gran Caribe, inaugurado en Cartagena de Indias, Colombia, en diciembre de 1997, con encuentros posteriores en Barbados, diciembre de 1998 y el ya señalado de Cancún, a finales de 1999.7 La secretaría técnica del Foro corre a cargo del Centro de Investigaciones Económicas del Caribe (CIECA), de Santo Domingo y se ha manejado la posible realización de un cuarto encuentro en una fecha por precisar. 8 Finalmente, debe destacarse el avance de los últimos años en las relaciones de las antes mencionadas redes de OSC regionales y subregionales -en tanto organizaciones “paraguas”- con instituciones intergubernamentales, particularmente del sistema de las Naciones Unidas. Por ejemplo, en el Caribe anglófono podría señalarse la creciente cooperación entre las redes de ONG y las Community Based Organizations- CBO de la subregión en distintos programas de estrategias sobre erradicación de la pobreza, desarrollo sustentable, medio ambiente y otros temas, con agencias del sistema de la ONU como el PNUD, la OPS, la FAO y otros IGO’s.9 Redes de OSC en el Gran Caribe: breve balance final Un elemento clave de legitimidad y reconocimiento social común a las principales redes “transnacionales” de OSC basificadas en el Gran Caribe parece ser el haberse formado de alianzas construidas “desde abajo”, a partir de iniciativas, proyectos y movimientos sociales comunitarios, sobre todo desde la década de los 80 y con un auge significativo en los 90. Ello permitiría explicar en gran medida, los avances registrados en el ámbito de la integración intersocietal; una tendencia igualmente registrada en otras regiones y subregiones de América Latina.10 La captación de donaciones, apoyo en recursos y expertise ha desempeñado un papel decisivo en la formación, desarrollo y permanencia de las principales redes de OSC. Una parte importante de la actividad de las redes grancaribeñas citadas, se ha sustentado 7 Ver: Francine Jácome, "El Foro Permanente de la Sociedad Civil del Gran Caribe: evaluación preliminar", en Francine Jácome, Andrés Serbín, Antonio Romero (coords.), Anuario de la Integración Regional en el Gran Caribe, Caracas, CRIES-INVESP-CIEI-Nueva Sociedad, núm.1, año 2000, págs. 179-198 8 Ver: CRIES-INVESP, 1er. Foro de la Sociedad Civil del Gran Caribe. Documentos, Caracas, 1998; INVESP, 2do. Foro de la Sociedad Civil del Gran Caribe. Documentos, Caracas, 1999. 9 Ver: CPDC, Annual Reports, 1995, 1996, 1996-1997, 1999, 2000. Ver además: A Study on CARICOM Integration: “The Role of the Non- Governmental Organizations (NGO's)”, commisioned by the CARICOM Secretariat, funded by the UNDP, and prepared by Rasleigh Jackson, (Consultant), mayo, 1998 10 Carrie A. Meyer. The Economics and Politics of NGO´s in Latin America. PRAEGER, USA, 1999 4 financieramente en aportaciones de la cooperación internacional proveniente de partners sociales y fundaciones ubicadas en Norteamérica, Europa y de agencias de las Naciones Unidas, de organizaciones multilaterales y hemisféricas como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros. En sentido general, con excepciones, esas redes, parecen haber sido capaces de desenvolver sus actividades y programas, con un amplio grado de autonomía, de acuerdo con objetivos propios y atendiendo a los intereses de sus membresías. Otro elemento compartido, consiste en haber podido conservar importantes márgenes de independencia tanto frente a los gobiernos como a los donantes. Por último, al parecer métodos transparentes de “accountability” han permitido a las principales redes de redes de OSC y otros actores sociales del Gran Caribe, proseguir exitosamente sus labores de fundraising, clave para su misma existencia y desarrollo, a pesar de una reportada disminución de donantes, debida según se afirma, entre otros factores, a la reciente concentración de la cooperación internacional en otras áreas, como las transiciones del este europeo. 5