Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research Volumen 12 (número 1) 2005 EXPERIENCIAS DE INVESTIGACIÓN PARTICIPATIVA EN COMUNIDADES INDÍGENAS (MAYAS) DE MÉXICO. ¿EXTENSIONISMO O ENCUENTRO DE SABERES? Leonor G. Sanginés1, T.J. Nahed2. y M.J.A. Peraza3 1 Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, Vasco de Quiroga No. 15 CP 14000, México, D.F., México email: [email protected] 2 El Colegio de la Frontera Sur, División de Sistemas de Producción Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n, CP 29290 San Cristóbal de las Casas Chiapas, México 3 Oficina Consultora, Colonia de Alturas del Pedregal México, Distrito Federal, México RESUMEN Se revisa un trabajo de extensión en las comunidades indígenas del Sureste Mexicano, principalmente en los estados de Chiapas y Quintana Roo, que se ha basado en una metodología de investigación participativa. El principal factor a valorar ha sido el encuentro de conocimientos, partiendo del hecho de que los productores tiene un saber importante, informal, el cual se va a enriquecer con el conocimiento formal que aportan los técnicos y científicos. En forma dialéctica es posible lograr con ésto un incremento en la productividad de los sistemas de producción animal en las comunidades y mejorar las condiciones de vida de los productores. En este documento se han considerado dos experiencias: la primera incluye la producción en sistemas agrosilvopastoriles de la región maya-tzotzil, mientras que la segunda considera la producción porcina de traspatio con mujeres mayas, en el estado de Quintana Roo. El trabajo de investigación participativa en las dos experiencias, resultó ser un método de trabajo adecuado, ya que por un lado se beneficiaron los grupos con los que se trabajó y por otro se enriquecieron la visión y los conocimientos de los técnicos. Los beneficios de los proyectos se enmarcan principalmente en aspectos económicos, rescate de elementos culturales, conceptuales y educativos por parte de los participantes y ésto a su vez, en una mejor calidad de vida, si se considera la integración de los sistemas de producción animal con la alimentación y nutrición humana. Palabras claves: investigación participativa, comunidades indígenas, pequeňos rumiantes, cerdos Título corto: Experiencias de investigación participativa EXPERIENCES OF PARTICIPATORY RESEARCH IN INDIGENOUS (MAYA) POPULATIONS IN MEXICO. EXTENSIONISM OR MEETING OF KNOWLEDGE? SUMMARY An extensionism activity conducted in indigenous areas from the Mexican South East, mainly in the States of Chiapas and Quintana Roo, has been based on the methodology of participatory approach research. The main factor of evaluation has been the meeting of knowledge, starting from the fact that producers do account for an important, informal knowledge, which is going to be enriched with formal knowledge from technicians and scientists. In a dialectic manner, it is possible to obtain by this procedure an increase in productivity in systems of animal production of these villages and an improvement in the way of life of these producers. Two experiences have been considered in this document: the first includes agro-silvopastoril production in the Maya-Tzolzil region, whereas in the second experience backyard pig production by Maya women from Quintana Roo State has been exposed. Participatory research work in both experiences resulted to be a suitable method, since from one hand human groups involved were enhanced from the point of view of an increase in the standard way of life, and from the other hand, there was an enrichment of mind and knowledge of technicians working with farmers. . Benefits from projects are mainly concerned to economic aspects, rescue of cultural, conceptual and educative elements by participants, and in therefore an improvement in quality of life, if animal production systems integrated to human feeding and nutrition is considered. Key words: Participatory research, indigenous communities, small ruminants, pigs Short title: Experiences on participatory research 13 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research Volumen 12 (número 1) 2005 Tabla de contenido Introducción, 14 El huerto maya tradicional y su impacto, 14 Producción en la región maya-tzotzil de sistemas agrosilvopastoriles, 15 Experiencias con pequeños rumiantes, 18 Producción porcina de traspatio con mujeres mayas, 19 Conclusiones, 20 Referencias, 21 INTRODUCCION El trabajo de extensión que se ha realizado en las comunidades indígenas del Sureste Mexicano, principalmente en el Estado de Chiapas y Quintana Roo, se ha basado en una metodología de investigación participativa, como la que se ha descrito ya (ver por ejemplo, Ashby 1990; Reijntjes et al 1997), donde el principal factor a valorar es el encuentro de conocimientos, partiendo del hecho que los productores tiene un saber importante, conocimiento informal, el cual se va a enriquecer en forma dialéctica con el conocimiento formal que aportan los técnicos y científicos. De esta forma se lograría un incremento en la productividad de los sistemas de producción animal en las comunidades, así como mejorar las condiciones de vida de los productores. La mayoría de los esfuerzos en la actualidad en lo que respecta a la producción pecuaria están enfocados a sistemas productivos altamente tecnificados. Sin embargo, se ha observado que ésto sólo puede beneficiar a un grupo muy reducido de la sociedad. Es por eso que nuestro trabajo se enfoca principalmente a pequeños productores o productores de traspatio. Se puede mencionar que en México, la cosmovisión indígena de la producción animal, es muy diferente a la que se tiene en una cultura occidental, ya que en la primera no es tan importante la productividad a toda costa, sino la producción suficiente para la supervivencia y conservación de los recursos. Es por eso, que en la actualidad existe, no sólo en Chiapas, sino en diferentes estados de la República Mexicana, una negativa muy fuerte y válida a la introducción de semillas mejoradas y sobre todo de alimentos transgénicos. Dentro de la concepción de los indígenas, se está conciente de que en una cosecha de maíz se tendrán mermas, pues necesitan alimentar también al tlacuache y otros animales e insectos que por otra parte, mantendrán un equilibrio ecológico en la milpa. Es así como en las comunidades indígenas de México la producción se da en una sistema integrado y sustentable, en donde no hay una división entre la producción agrícola y pecuaria y en ésta última, se tienen distintas especies de animales productivos como son cerdos, aves, ovejas y équidos, integrados a huertos familiares. A este respecto, existe abundante información general sobre la temática de agricultura sostenible (Nanda 1990; Heitschmidt et al 1996), así como sobre producción agrícola sostenible (Edwards 1987). Considerando el contexto anterior, se pueden lograr ciertas modificaciones a los sistemas tradicionales para mejorar los parámetros de producción animal, como es la integración de alimentos no convencionales propios de la región, prácticas de manejo que no impliquen mayor costo, como son adecuar instalaciones con materiales de la región, y mejorar las prácticas sanitarias (Heitschmidt et al 1996). En este documento se considerarán dos experiencias: La primera incluye la producción de sistemas agrosilvopastoriles en la región maya-tzotzil, mientras que la segunda considera la producción porcina de traspatio con mujeres mayas, en el estado de Quintana Roo. El HUERTO MAYA TRADICIONAL Y SU IMPACTO La estructura mental maya tiene una macrovisión que abarca el universo, el planeta y una microvisión, que se hallan localizadas en el microcosmos familiar, indisolublemente ligado al cosmos. La organización comienza desde la vivienda sobre dos planos: uno que perfila una estrategia de manejo extensivo de los recursos tal como se encuentran en el ecosistema, siguiendo metódicamente sus ciclos; y otro que se da bajo un plano de manejo intensivo, que conlleva una mayor inferencia de trabajo. La unidad de experimentación indagación y producción es el “solar maya” o “huerto maya”, el cual reúne varios componentes que mantienen su condición silvestre y otros inducidos o domesticados, por lo que se convierte en el reservorio de germoplasma, mediante el incremento de la diversidad de especies, estratificación de la vegetación y su potencial de difusión a otras regiones con fines productivos, alimentarios y de contribución a una estabilidad ecosistémica (Peraza 2001). La estructura del solar maya, tiene un cimiento en la vivienda, la casa habitación, que se adjudica un entorno natural, cuyo orden es semejante al de la selva tropical: es un área de terreno seleccionado para vivir a largo plazo y mantener especies vegetales, junto con la crianza de animales domésticos, constituyendo al mismo tiempo un espacio de trabajo, culto y recreo. La estructura y composición del solar son tales que de una manera deliberada anticipa las necesidades que puedan tenerse y los medios para satisfacerlas; es así como se tiene un área para hacer un horno enterrado en el suelo, cultivar árboles frutales, hortalizas, plantas ornamentales y medicinales, entre otros (Peraza 2001). Herrera (1994) ha mencionado que en los solares más antiguos, podían 14 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research cohabitar especies no domésticas tales como pecaríes, venados, pavos de monte, et cetera. En la historia de los mayas hay registros que demuestran que diversas condiciones de orden político, económico y causas naturales, significaron en momentos históricos colapsos del ecosistema, que afectaron la gran extensión de la península de Yucatán y que grupos de las clases subalternas (macehuales o la clase trabajadora precolombina) permanecieron y desarrollaron sistemas para reconstituir y rehabilitar el ecosistema. La validez de los conocimientos mayas no está en duda y sin embargo, no representan ahora “un todo” coherente y organizado, en función de una base social orgánica y conscientemente activa, que mantenga un sistema de pensamiento científico (Peraza 2001). La cosmogonía maya entraña una concepción del mundo en que no pueden ser separadas las partes, no hay actividad social o acción humana que no tenga que ver con la base natural, con la ecología, concediendo un espíritu, dando valor de uso a cada microorganismo u organismo, para las especies orgánicas y los materiales inorgánicos. Cada ser vivo u objeto desempeña una función dentro de los ciclos naturales sin excepción por lo que toda acción humana debe guardar el equilibrio, entendido el acto de usar los recursos, sin causar la interrupción de su ciclo biológico, sin irrumpir el eterno movimiento, asegurando su continuidad, para decirlo en términos modernos su conservación y preservación, es decir, aprovecharlo sin destruirlo, ni en el corto ni en el largo plazo. En esta concepción del mundo y de la vida, no existe desperdicio, no hay una economía del desperdicio, sino una organización que optimiza y que permite una vida austera pero funcional y eficiente en términos de satisfacer lo necesario en cantidad suficiente, que sin duda, es un contrasentido al galopante mercado consumista compulsivo, denigrante y degradante (Peraza 2001). Lenkersdorf (1996) al hacer un análisis de la estructura gramatical de los tojolabales (en Chiapas), menciona la concepción que tienen de la naturaleza, ubicándola como una relación de igual a igual, ya que en su lengua no existe la relación sujeto-objeto, sino que mantiene una relación sujeto-sujeto, considerando a la tierra como "nuestra madre tierra". PRODUCCIÓN EN LA REGION MAYA-TZOTZIL DE SISTEMAS AGROSILVOPASTORILES En esta experiencia se consideró que los sistemas agrícolas campesinos se organizan en una estructura jerárquica, cuyos procesos de producción se relacionan tanto horizontal como verticalmente: relaciones entre sistemas a un mismo nivel, y relaciones de un sistema a diferentes niveles. Volumen 12 (número 1) 2005 Con este enfoque se incorporaron en el estudio todos los elementos que influyen sobre una decisión o respuesta de los productores a los problemas agrícolas, o sobre la comprensión de un fenómeno dentro de límites definidos (Morley 1979). Las fases de análisis y síntesis (Aracil 1979; Park y Sealton 1996) de los sistemas agrosilvopastoriles (SAS) permiten caracterizarlos cualitativa y cuantitativamente a través del análisis dinámico de ciclos productivos completos, comprender los problemas que obstaculizan su desarrollo, asignar prioridades a la investigación y aportar información que contribuya a su planificación y desarrollo. Como ilustración, se han abordado varias unidades de análisis en las regiones Altos y Norte Tzolzil de Chiapas, estado del sur mexicano. Estas unidades de análisis han sido el nivel comunitario y regional, el de los grupos de productores, y el de los sistemas de producción. Los índices que se han tenido en el nivel comunitario y regional se muestran en la tabla 1. Tabla 1. Indices evaluativos en los niveles comunitario y regional de las regiones Altos y Norte Tzolzil de Chiapas, México Indice Descripción 1 Zonas geográficas con importancia en el sistema de producción animal 2 Estratificación socioeconómica de productores 3 Tendencias de la población animal 4 Tendencias de uso del suelo 5 Tendencias de la carga animal 6 Precipitación pluvial 7 Clima 8 Suelos 9 Vegetación 10 Definición de la estación de crecimiento 11 Comercialización 12 Crecimiento de la población 13 Nivel de educación 14 Tenencia de la tierra 15 Acción institucional 16 Investigación participativa En lo que se refiere a los grupos de productores, los índices evaluativos que se tuvieron en cuenta, aparecen en la tabla 2. Estos índices iban desde la definición de los sistemas de producción animal existentes, que incluían la caracterización y clasificación de estos sistemas, los conocimientos tradicionales de los productores, hasta la investigación participativa, que en sí era la décima etapa.. 15 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research Tabla 2. Indices evaluativos de los grupos de productores en las regione Altos y Norte Tzolzil de Chiapas, México Indice Descripción 1 Sistemas de producción que se desarrollan 2 Clasificación y caracterización de los sistemas de producción animal 3 Conocimiento tradicional 4 Percepción de los problemas 5 Espectativas de cambio 6 Tomas de decisiones 7 Experimentación y adecuación de alternativas tecnológicas 8 Comercialización 9 Validación de las alternativas tecnológicas 10 Investigación participativa los cuales se ajustaban de manera adecuada a las condiciones naturales, económicas, sociales y culturales de las unidades familiares campesinas. El tercer tipo de unidad de análisis era el referente a los sistemas de producción en sí, que a su vez se subdividían en tres subsistemas, el del rebaño y hato, el aspecto del componente animal, y el del componente vegetal. Los detalles correspondientes a producción aparecen en la tabla 3. los sistemas Volumen 12 (número 1) 2005 de En el subsistema del rebaňo y del hato, se tuvieron en cuenta nueve índices, que iban desde la definición de su estructura y la dinámica de la misma, hasta los procesos de investigación participativa. En el subsistema del componente animal, se consideraron todos los aspectos relevantes de la zootecnia, y los diez índices evaluados iban desde la valorización del consumo de alimento y sus nutrimentos, hasta los aspectos correspondientes a la experimentación en condiciones controladas y en pastoreo. Por último, en el subsistema relacionado con el componente vegetal, se examinaron 14 índices, que tuvieron en cuenta un amplio abanico de la agronomía de cultivos destinados a la alimentación animal, y así se valoraron desde el forraje disponible en los pastizales, hasta los aspectos relativos a la investigación participativa. El enfoque particular de las investigaciones hechas se orientó al desarrollo de la agricultura de pequeña escala cuyo acrónimo en inglés es SFD (Small Farm Development). En realidad el SFD es una extensión de la metodología de investigación en sistemas agrícolas (ISA, acrónimo en español) de Baker y Norman (1996). Esta metodología se fundamenta en que la mejor forma de generar tecnologías adecuadas a las condiciones de los campesinos, y al mismo tiempo reducir las limitaciones para su adopción, es la de partir de las tecnologías ya existentes en las unidades de producción. En este sentido, se partió de reconocer que en la región de estudio existían ya los sistemas de producción animal, Tabla 3. Indices evaluativos de los sistemas de producción animal en las regiones Altos y Norte Tzolzil de Chiapas, México Indice Descripción Subsistema del rebaño y hato 1 Estructura y dinámica 2 Manejo del sistema de producción 3 Alimentación 4 Reproducción 5 Sanidad 6 Epidemiología 7 Genética 8 Experimentación convencional y campesina 9 Investigación participativa Subsistema del componente animal 1 Evaluación del consumo de nutrimentos 2 Evaluación del crecimiento 3 Variación del peso vivo 4 Producción 5 Identificación de animales sobresalientes 6 Medicina clínica 7 Causas y síntomas de enfermedades 8 Comportamiento reproductivo 9 Análisis de laboratorio 10 Experimentación en condiciones controladas y en pastoreo Subsistema del componente vegetal 1 Forraje disponible en los pastizales 2 Area neta en producción primaria 3 Calidad del pastizal 4 Composición florística de los pastos 5 Cobertura del pastizal 6 Calidad del suelo en el pastizal 7 Fertilización de los pastos 8 Introducción de especies forrajeras de corte 9 Uso eficiente de residuos de cosecha 10 Cercos vivos de árboles y arbustos forrajeros 11 Arboles y arbustos forrajeros como banco de proteína 12 Arboles y arbustos forrajeros en el traspatio 13 Experimentación en viveros y parcelas de productores 14 Investigación participativa En consecuencia, se presentaba la necesidad ineludible de fomentar una mayor participación de los productores en todas las fases del proceso de investigacióngeneración de tecnología. Asímismo, se revaloró el conocimiento local sobre el uso de los recursos regionales y el manejo que le daban a los sistemas agrosilvopastoriles, lo cual complementaba y fortalecía el conocimiento generado o ya disponible de fuentes científicas occidentales. Las etapas de investigación fueron cuatro: diagnóstico, diseño, gestión, así como una cuarta de y monitoreo. Ninguna de las etapas se considera cubierta en su totalidad, ya que continuamente son reexaminadas y ajustadas a las experiencias que se van presentando. Una síntesis de las etapa de diagnóstico se presenta en la tabla 4. 16 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research Volumen 12 (número 1) 2005 Tabla 4. Etapa de diagnóstico en la estrategia metodológica del proyecto Meta 01 Delimitación de los lugares de trabajo Objetivos Identificar recursos y potencialidades Metodología convencional//participativa: xxx/xx Vínculos Organizaciones no gubernamentales y grupos de productores Meta 02 Caracterización socioeconómica del área de trabajo de las unidades de producción campesinas Objetivos Identificar estrategias de supervivencia Dar prioridad a la investigación Metodología convencional//participativa: xxx/xx Vínculos Organizaciones no gubernamentales, productores y grupos de productores Meta 03 Caracterizar la estructura y el funcionamiento de los diferentes sistemas de supervivencia en los sistemas de producción existentes Objetivos Identificar manejo de sistemas productivos en las unidades de producción Identificar puntos de ruptura del manejo tradicional Metodología convencional//participativa: xx/xxx Vínculos Instituciones académicas, grupos de productores, organizaciones de productores La etapa del diagnóstico condujo a la identificación, análisis y jerarquización de los procesos en los que existía un desfase entre la situación actual y la deseable o imagen objetivo; de esta actividad. En la región Altos, se hizo patente que el conocimiento tradicional, el uso integral y diversificado de los recursos, las herramientas manuales, la división organizada del trabajo por edad y sexo entre los miembros de la familia, y un calendario de manejo flexible, adaptado a la variabilidad de las condiciones ambientales son las características principales de los SAS. Las características de la etapa de diseňo se muestran en la tabla 5. En esta etapa del diseño, la estrategia para abordar los problemas consistió en partir de la forma en que las pastoras y productores los perciben. Se comenzó por sistematizar las necesidades sentidas, constatando que las principales dificultades para seleccionar y adoptar alternativas viales a sus circunstancias, son de carácter económico y social. Tabla 5. Etapa de diseňo en la estrategia metodológica del proyecto Meta 01 Definir modificaciones a estrategias de supervivencia de las unidades de producción regionales, considerando recursos y limitantes y definir los rangos de validez de propuestas (validación tecnológica) Objetivos Proponer a los productores las alternativas Manejo alternativo Modificación de instalaciones Innovaciones tecnológicas Metodología convencional//participativa: xx/xxx Vínculos Instituciones académicas, grupos de productores y organizaciones de productores La etapa de gestión se materializó a través de la organización de una cooperativa de pastoras y productores en la comunidad de Bautista Chico, Chamula, Chiapas. La formación del grupo obedeció principalmente al interés de implementar la alternativa suplementaria mediante bloques multinutricionales, lo cual requería invertir recursos económicos fuera del alcance de las unidades familiares individuales. Los detalles de esta etapa aparecen en la tabla 6. 17 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research Volumen 12 (número 1) 2005 Tabla 6. Etapa de gestión en la estrategia metodolôgica del proyecto Meta 01 Implementar las alternativas tecnológicas propuesta Objetivos Impulsar el cambio tecnológico de las unidades de producción de la región Propiciar beneficios sociales derivados de mejores condiciones productivas Metodología convencional//participativa: x/xxx Vínculos Instituciones académicas, grupos de productores y organizaciones de productores Posteriormente se realizó una evaluación y monitoreo de las propuestas del proyecto, como fase final del trabajo. Los detalles relativos a la etapa de evaluación y monitoreo se presentan en la tabla 7. Tabla 7. Etapa de evaluación y monitoreo en la estrategia metodolôgica del proyecto Meta 01 Identificar, establecer y desarrollar criterios pertinentes para la evaluación de la sustentabilidad del proceso de cambio tecnológico e impacto social Objetivos Determinar pertinencias alternativas (validación socioeconómica) en contextos campesinos Metodología convencional//participativa: x/xxx Vínculos Instituciones académicas, grupos de productores y organizaciones de productores, agencias de desarrollo EXPERIENCIAS CON PEQUEÑOS RUMIANTES El sistema de producción ovina en los Altos de Chiapas ha sido descrita en otras oportunidades (Nahed y Parra 1984; Parra y Mera 1989; Parra et al 1993). Una experiencia concreta fue el realizar una investigación participativa con un grupo de pastoras tzotziles y conocer el comportamiento del ganado ovino en el manejo tradicional, es decir, pastoreo y suplementados con follaje Buddleia skutchii colectado en un bosque secundario y/o rastrojo de maíz. Este trabajo se realizó en la comunidad de las Ollas, municipio de Chamula, Chiapas, con pastoras cooperantes pertenecientes al Frente Independiente de Pueblos Indios. El trabajo consistió en una prueba de consumo, ganancia de peso y producción de lana en borregos criollos de un año de edad y un peso vivo promedio de 20.2 ± 4.8 kg. Se probaron siete tratamientos distintos (tabla 8). A los animales se les ofreció el follaje fresco de Buddleia y el rastrojo picado antes de salir a pastorear (7:30 am). Posteriormente, los animales eran llevados por las pastoras a praderas con mezclas heterogéneas de vegetación nativa, con predominio de pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum). El pastoreo se extendía como promedio, a ocho horas diarias, y durante la noche eran alojados en corrales rústicos, donde disponían de agua a libertad. Tabla 8. Tratamientos alternativos de prueba en la alimentación del ganado ovino Cantidad suministrada, kg/día P:R:F1 Rastrojo de maíz, Follaje de Buddleia 45:55:0 1.80 55:15:30 0.60 1.20 55:45:0 1.44 55:0:45 1.44 0:55:45 2.20 1.80 55:30:15 0.72 0.36 100:0:0 (control) 1 P:R:S expresa pastoreo:rastrojo:follaje Vale la pena mencionar que el género de Buddleia sp (tzelopat en lengua vernácula tzolzil) comprende árboles cuyo follaje se usa como alimento animal mientras que sus ramas leňosas se utilizan como combustible en los Altos de Chiapas (Soto et al 1988; Nahed et al 1997, 1998; Soto 1997; Camacho et al 1999). 18 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research A juicio de las pastoras las propuestas sobre sanidad y alimentación han tenido un impacto positivo en el estado físico general de sus animales. En la evaluación que se realizó junto con ellas, éstas comentaron como aspectos favorables que los animales mejoraron físicamente, crecieron, se les veía más fuertes y gordos, y cuando eso sucede también mejora la lana, que es más bonita. Las pastoras adujeron que al dar a su ganado el follaje de Buddleia y los animales se pusieron más vivos, más alegres, tenían su mirada fuerte, jugaban/ Por el contrario, las ovejas que no recibieron este follaje arbustivo se veían más tristes. Además, se notó que los borregos flacos se recuperaron con el alimento que consumieron, y los que tenían algún tipo de afección nasal, se les quitó. Como aspectos desfavorables pudiera mencionarse que las pastoras tzolziles mencionaron que el tzelopat es escaso y no crece en cualquier parte, por lo que la gente lo busca mucho para cortarlo. También es difícil recolectarlo porque no lo tienen en sus parcelas y no pueden meterse en cualquier parte por que toda la tierra tiene dueño. Además si usan mucho tzelopat, pronto se acabaría. Las pastoras dijeron que les gustaría sembrarlo para saber cómo crece, pero que el problema es que en sus tierras no hay muchos de esos arbustos, y que sería importante poder hacerlo en sus parcelas, para que no lo cortaran otras personas. En cuanto a los animales que estuvieron estabulados, les parecía que los borregos al estar encerrados, aunque tuvieran alimento suficiente, el encierro les afectaba, porque cuando salían a pastorear todo el día estaban más gordos (ésto parece un poco contradictorio con lo expuesto anteriormente y con los datos obtenidos), por lo que se llegó a la conclusión de que es muy importante culturalmente llevar a los animales a pastorear. La pastoras también mencionaron que ellas generalmente dan rastrojo de maíz a los borregos, pero sí estaban de acuerdo en que para que haya un mejor aprovechamiento de este recurso alimentario, hay que molerlo. Sobre este particular, el problema estaba en que ellas no tenían molinos, ni dinero para comprarlos. También dijeron estas personas, que los borregos estaban acostumbrados a comer pasto, por lo que si se les daba otro tipo de alimento, no lo comerían todo, si no que escogerían lo que les gustaba. Igualmente, existía la concepción de que el pasto verde tiene más fuerza que el alimento seco, por lo que los animales se enflacan si solo comen alimento seco (ésto, en relación con los animales que estuvieron estabulados, sin pastoreo) y que al encerrar a los borregos, comían solo una cosa y pronto se cansaban de comer lo mismo, y ya no querían consumirlo después. Como observaciones y limitantes se vió que si no se les daba medicamento que curare las enfermedades de los animales, de nada serviría que se les suministrara alimento, pues aunque tuvieran mucho, no lo comerían por estar enfermos. Al principio, las ovejas no querían comer el alimento, porque no lo conocían, pero después se acostumbraron y comieron Volumen 12 (número 1) 2005 mejor el tzelopat que el rastrojo de maía molido. Dijeron las pastoras que no podían saber si el alimento ayudó a que los borregos tuvieran mejor lana, por que en algunos animales se veía corta, como de segunda clase y en otros endurecida y sin valor para hacer hilo, porque no se enredaba. Sin embargo, estos problemas de lana, podrían deberse a la naturaleza y raza de los ovinos. PRODUCCIÓN PORCINA DE TRASPATIO CON MUJERES MAYAS En el estado mexicano de Quintana Roo, el 61% de la producción porcina a finales de los años 90, se ubicaba en sistemas de traspatio, concentrándose en comunidades rurales marginadas. Dentro de este contexto se desarrolló una experiencia en los ejidos de Blanca Flor, Nueva Jerusalén y Miguel Hidalgo, Municipio de Othon P. Blanco. Estos ejidos se encuentran ubicados a 80 km aproximadamente, de la ciudad de Chetumal, capital de Quintana Roo, de los cuales 60 km eran de carretera pavimentada y 20 de terracería, que se deterioraba en tiempos de lluvia, llegando a ser intransitable en algunas ocasiones, sobre todo cuando la lluvia era muy intensa. En esta región prevalece una vegetación de selva baja subperenifolia, con un clima tropical subhúmedo y una temperatura anual media de 26ºC y una precipitación de 1000 a 1100 mm/año. Los ejidos en cuestión forman parte de una pequeña microregión que considera 21 ejidos de población 100% maya, migrantes del estado de Yucatán. La agricultura era de subsistencia y las comunidades se encontraban en pobreza extrema. Un estudio particular sobre la producción animal en general y porcina en particular en el ejido de Blanca Flor fue informado anteriormente (Sanginés et al 2000). Un porcentaje elevado de las mujeres era monolingüe, pues sólo hablaban maya, y eran las responsables de la cría doméstica de los animales, principalmente cerdos, gallinas y algunos guajolotes o pavos, lo cual constituía un ahorro familiar que se utilizaba principalmente para gastos médicos y/o ceremoniales. La productividad de la producción porcina era muy baja, obteniendo de 70-100 kg en 10-12 meses en animales criollos, es decir, 270 g de ganancia diaria de peso aproximadamente, mientras que en animales en sistemas intensivos se lograba un peso de 90-100 kg entre los 5.5 y 6 meses de edad, es decir en la mitad del tiempo. En el caso de la producción de cerdo Pelón Mexicano, éstos alcanzaban 50 kg de peso vivo a los 2 años de edad. Lo anterior se encuentra relacionado con el tipo de manejo y alimentación presente en las explotaciones; los animales consumían fundamentalmente maíz, que era obtenido de la propia cosecha (47%) o mediante la compra en el ejido (21.5%) o por ambas (6%). El maíz lo combinaban con alimentos regionales como calabaza, yuca, frijoles, hoja de papaya, plátano, algunas hierbas y bejucos silvestres, hojas de guarumbo, camote, ramón, zacate Johnson, chichibé, 19 Revista Computadorizada de Producción Porcina Experiencias de investigación participativa/Experiences on participatory research macal, aguacate, nance y coco así como residuos de consumo humano y alimento balanceado. Como se puede observar, ésto coincide con el tipo de alimentación en los diferentes sistemas de producción de traspatio, que se basaba primordialmente en maíz y los diferentes recursos de la agricultura local, desperdicios caseros y eventualmente una pequeña proporción de alimento balanceado como lo mencionaron ya por otros (Conejo y Ortega 1995; Suárez 1995 ). Se puede decir que la porcicultura en la zona maya del estado de Quintana Roo dependía básicamente del ciclo del maíz, ya que se observaba que cuando se obtiene una buena cosecha, existía engorda de cerdos a nivel familiar, pero cuando era mala, la población porcina disminuía e incluso llegaba a desaparecer en algunas comunidades indígenas. Como alternativa para aumentar la producción y disminuir los costos de producción, fue necesario contemplar la utilización en forma racional y balanceada de los recursos locales alternativos, en donde era muy importante considerar la sustitución de los cereales por raíces ya que éstas son una fuente alterna de energía, así como la utilización de los subproductos de la caña de azúcar como la melaza y/o el jugo de caña, mismos que se encuentran disponibles en la región, y cuya práctica ha sido implementada en Cuba con resultados son muy alentadores (Figueroa 1988; Ly 1988). Ante la crisis económica de la población, un grupo de 25 mujeres se organizó para la producción porcina, buscando una alternativa de tipo económico, insertando a la porcicultura, o parte de ella, dentro de una lógica de complementariedad con otras actividades humanas. Los objetivos que se planteó el grupo fue acceder a la capacitación, organización, planeación y comercialización de su producción; así como buscar la construcción de relaciones y oportunidades igualitarias entre hombres y mujeres. Para este proyecto, se partió de un proceso de autodiagnóstico sobre la situación de las mujeres consistente en tener en cuenta la pobreza y la subordinación de género, y la constatación de que el creciente deterioro de sus condiciones de vida las obligaban a multiplicar y diversificar sus estrategias de supervivencia a un alto costo de autoexplotación, con escasos resultados económicos. Las mujeres mayas de estas comunidades sufren las consecuencias de la triple desventaja en las que las coloca su género, clase y etnia, constituyéndose en un sujeto particularmente vulnerable y por otra parte, necesitadas de proyectos que tomen en consideración su integralidad como personas, madres, esposas, amas de casa, productoras y sujetos de cambio. La mayoría de las mujeres en estas comunidades inician su vida reproductiva entre los 14 y 15 años de edad, prologándola siendo ya abuelas. Son en su mayoría silenciosas y resignadas, viven sujetas y dependientes de la autoridad del marido y enfrentan la agudización de su extrema pobreza intensificando su trabajo en el traspatio, principal alternativa local para la generación de ingresos femeninos o enviando a sus hijas como trabajadoras domésticas a la ciudad. Por otra parte, dadas las Volumen 12 (número 1) 2005 condiciones económicas, también aumentaba el número de varones que emigraban temporalmente en busca de empleo como ayudantes en la construcción. El traspatio, consistente en la cría de animales y el cultivo de hortalizas y frutales, era y sigue siendo de suma importancia para la supervivencia de las familias, sin que sea plenamente reconocido, ni por ellas mismas, ni por sus familiares. En el proyecto se planteó un programa de investigación participativa y desarrollo de alimentación no convencional para el uso de fuentes regionales y locales en la alimentación de cerdos. Se seleccionó a la melaza de caña de azúcar como sustituto del 50% de los cereales. El proyecto se realizó en tres comunidades con siete módulos de capacitación integrados por tres o cuatro mujeres en cada uno. Los resultados fueron muy alentadores, ya que se demostró la factibilidad técnica y económica de la producción de cerdos a partir de melaza en el traspatio semitecnificado, con parámetros de productividad competitivos, llegando a manejar un total de 90 cerdos (Sanginés et al 2000). CONCLUSIONES El trabajo de investigación participativa en las dos experiencias, resultó ser un método de trabajo adecuado, ya que por un lado se beneficiaron los grupos con los que se trabajó y por otro se enriqueció la visión y los conocimientos de los técnicos universitarios que participaron en las diferentes experiencias. Los beneficios de los proyectos se enmarcan principalmente en aspectos económicos, rescate de elementos culturales, conceptuales y educativos por parte de los participantes y esto a su vez, en una mejor calidad de vida, si se considera la integración de los sistemas de producción animal con la alimentación y nutrición humana. REFERENCIAS Aracil, J. 1979. 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