En la ciudad de General San Martín, a los __3__ días del mes de abril de 2008 se reúnen en acuerdo ordinario los Apelación en asiento en Señores lo San Jueces Contencioso Martín, Señores de la Cámara Administrativo Jueces Ana de con María Bezzi, Jorge Augusto Saulquin y Hugo Jorge Echarri para dictar sentencia en la causa Nº 984/07, caratulada “Bogado, Anuncia c/Municipalidad de Gral. San Martín s/Daños y perjuicios”. Establecido el siguiente orden de votación, de acuerdo al sorteo efectuado: Saulquin, Echarri y Bezzi, el tribunal estableció la siguiente cuestión a resolver: ¿Se ajusta a derecho la resolución apelada? El Sr. Juez Jorge Augusto Saulquin dijo: I.- A fs. 17/21 y vta. con fecha 28-VI2004, se presentó la Sra. Anuncia Bogado, por sí, promoviendo formal acción judicial por daños y perjuicios contra la Municipalidad de General San Martín. En tal sentido expone: (i) que el 15/XI/02 concurrió a visitar a su cuñada que se encontraba internada en el Hospital Dr. Diego E. Thompson, de la localidad de San Martín; (ii) que al término del 1 horario de visita se retiró por la Guardia del nosocomio, único lugar por donde se puede salir en ese horario y al descender de la escalara, en los últimos cuatro escalones, resbaló y se cayó al piso, apoyando todo el peso de su cuerpo sobre su mano y muñeca derecha, produciéndole una fractura denominada “pouteau-colles”; (iii) que la superficie del lugar se encontraba mojada -había agua y jabón sobre el limpieza pisodel dado lugar; que (iv) estaban que realizando fue asistida en la la guardia de emergencia del lugar, donde le realizaron radiografías de la zona lesionada -que acompaña-; (v) que le prescribieron analgésicos, antiinflamatorios y kinesioterapia de rehabilitación posterior, durante cuatro meses; (vi) que dicho siniestro le ha causado serios problemas morales, psicológicos y económicos, dado que tiene 58 años de edad, no trabajaba es en jubilada casas y de al momento familia del accidente realizando tareas domésticas, sin poder continuar con las mismas luego de la fractura porque la zona lesionada le ha quedado debilitada y sufre de dolor constante; (vii) que en la actividad doméstica es habitual el trabajo 2 en negro y al no asistir a realizar la limpieza de los hogares inmediatamente se contrata a otra persona; (viii) que actualmente no posee ningún tipo de ingresos y se le dificulta afrontar los gastos de la vida cotidiana; (ix) que por su situación económica, no ha podido continuar con el tratamiento médico; (x) que su mano se encuentra con muy poco movimiento y que ello le produce serios trastornos psicológicos al no poder desarrollar normalmente tareas que realizaba con anterioridad al siniestro; (xi) que la responsabilidad que le cabe a la Municipalidad de General San Martín está dada en virtud del art. 512 del Código Civil; (xii) que el Hospital Dr. Diego Thompson debe arbitrar los medios necesarios para dar seguridad a las personas que acuden a él; (xiii) que existe una clara culpa de la demandada en la producción del hecho dañoso y que la obligación de resarcir el daño causado a quien lo sufrió dada la existencia cierta del hecho y una conexión causal jurídicamente relevante entre el hecho y el daño. De rubros y conformidad sumas que a con ello, continuación 3 reclama se los detallan: Gastos de asistencia $ 2.000; Tratamientos futuros $ 10.000; Daño psicológico $ 10.000; Daño moral $ 20.000; Incapacidad $ 48.000; TOTAL $ 90.000. II.- A fs. 22 y vta. obra agregada resolución de fecha 08/VII/04 por la cual se declara la admisibilidad de la pretensión deducida y se le corre traslado Intendente de de la la acción Municipalidad incoada de al Sr. General San Martín, por el plazo de 45 días a quien se cita y emplaza para que establecido denunciar precedentemente, si siniestro, conteste. Asimismo, en dicho plazo en la poseía aseguradora caso afirmativo, demandada al deberá momento deberá del indicar nombre, domicilio, Nº de la Póliza y acompañe, en su caso, copia de esta última. III.- A fs. 32/33 y vta., con fecha 9/09/2004 el letrado apoderado de la Municipalidad de General San Martín acreditó personería y opuso excepción de incompetencia en razón de la materia, esgrimiendo que a la actora, en su libelo de inicio, reclamó daños y perjuicios derivados de una supuesta caída en las escaleras del Hospital Diego Thompson. Adujo que dicha pretensión 4 es ajena al fuero contencioso administrativo, pues a su entender el caso no es originado por la actuación u omisión en el ejercicio de funciones administrativas de su mandante. Asimismo, interpretó que el fundamento de la actora para demandar no es de derecho público, sino regido por el derecho privado, y que el fuero que debe entender en razón de la materia es el “Civil y Comercial”. IV.traslado A fs. 36/37 la actora conferido y solicitó se contestó el rechace la excepción de incompetencia opuesta. En tal sentido, expresó que el caso es de competencia contencioso administrativa en razón de la materia. Indicó que se reclama puntualmente el resarcimiento por daños y perjuicios, responsabilidad patrimonial del municipio que nace de su obrar como persona de derecho público. Adujo que la excepcionante no ha aportado elementos, ni esgrimió fundamento válido que desvirtúe tal presunción, no existiendo razón para apartarse del precepto legal que por otro lado, responde adecuadamente a la corriente doctrinaria y 5 jurisprudencial más moderna en materia de responsabilidad estatal. Manifestó que corresponde desestimar, por resultar inconsistente, excepcionante en sublite debe regirse privado por la el mera la argumentación sentido por de las que normas invocación del el del art. de la caso de derecho 512 del Código Civil. V.- A fs. 40/43 y vta. por resolución de fecha 25 de octubre de 2004, el a quo resuelve desestimar la excepción de incompetencia interpuesta por la Municipalidad de General San Martín, imponiéndose las costas por su orden. VI.- A fs. 45/50 obra agregado recurso de apelación interpuesto por el letrado apoderado de la demandada. VII.- A fs. 52/53, con fecha 23/XI/04, la parte actora contestó los agravios esgrimidos por la demandada. VIII.- A fs. 54 y vta. fueron elevadas las actuaciones a la presente Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de San Martín, la que con 9/XII/2004 (a fs. 83/86), 6 expresó que es competencia del nuevo administrativo controversias fuero entender suscitadas y por en lo contencioso resolver la en actuación las o la omisión en el ejercicio de funciones administrativas por parte de los órganos mencionados en el art. 166 de la Constitución Provincial. Por ello, se confirmó la resolución apelada. IX.- A fs. 97/103 y vta. la parte demandada contestó demanda en los términos del art. 37 del CPCA, solicitando el rechazo de la misma con imposición de costas y ofreciendo prueba. En tal sentido, negó categóricamente los dichos de la actora, desconoció la documental presentada y, en lo sustancial destacó “la culpa de la víctima que no respetó los horarios fijados por su mandante, pues se retiró de la visita pasadas las 15 hs. y por ello, se encontró con la limpieza e higienización del lugar”. Agregó, asimismo, que la actora “advirtió que el piso se encontraba mojado y descendió por las escaleras sin tomarse del pasamanos que tiene la misma. Si la actora tiene daños como dice, los mismos fueron originados por su propia y exclusiva culpa, 7 y es ella quien debe soportar los daños que supuestamente ha sufrido”. Por último, impugnó los rubros. X.- Asimismo, se convocó a las partes a las audiencias que se realizaron con fecha 1-VI-2005 -a fs. 108 y vta.- y 2-VIII-2005 -a fs. 135 y vta.respectivamente. XI.- A fs. 141/146 se encuentran agregadas cédulas de citación de testigos, interrogatorios a testigos (a fs. 150/152) y audiencias 153/156 y vta. 157/160. XII.- A fs. 168/171 se encuentra agregada impugnación de idoneidad de testigos presentada por la parte demandada. XIII.- A fs. 198/200 y vta. obra agregado informe pericial presentado por el perito médico traumatólogo, quien concluye en que “1.- La actora, Anuncia Bogado, sufrió una fractura de muñeca derecha. Su lesión se ha consolidado con secuelas anatómicas y funcionales. 2.- Dichas secuelas pueden guardar relación causal con el accidente invocado. 3.- Sus secuelas determinan un deterioro en su integridad física de carácter parcial y permanente del 14% (CATORCE POR CIENTO), este deterioro podría 8 condicionar en capacidad la para actora, una afrontar pérdida sus en su requerimientos personales, sociales y laborativos en un porcentaje similar”. XIV.traslado A la observaciones fs. 211/213 parte a la y vta. demandada, pericia médica contesta formulando presentada en autos y pidiendo explicaciones al perito actuante. En tal sentido, incapacidad de solicita la que actora se determine conforme al la Decreto 659/1996 o similar, por el cual se pueda cuantificar con certeza, cuál es su incapacidad total. XV.- A fs. 223/224 y vta. el perito médico traumatólogo formulado respondió por la el pedido demandada. En de explicaciones lo sustancial, concluye en que “se ha demostrado que los términos del informe pericial presentado no son erróneos ni que los conocimientos incorrectamente criterios de del aplicados. evaluación suscriptor Se han hayan explicitado utilizados en sido los la cuantificación del deterioro, por lo cual reitero y ratifico los mismos por justos y correctos”. 9 Considera circunstancia de la que incidencia la que incapacidad tiene se la proyecta sobre un “miembro dominante”. Aclara al magistrado que el daño anatómico es el criterio de evaluación de mayor trascendencia a considerar, por cuanto la alteración anatómica constatada en el examen clínico y en los estudios radiográficos, ha determinado que los fragmentos (formando alterando callo las fracturarios óseo) normales en han consolidado “posición relaciones viciosa”, recíprocas que deben mantener las superficies articulares; en este caso la inclinación articular se ha invertido: ha quedado una articulación orientada hacia dorsal. Explica con respecto a los factores de ponderación que la dificultad para la realización de las tareas habituales no es leve sino alta, por cuanto el porcentaje correspondiente es un 20% y no un 10% como pretende amerita el demandado recalificación, por y que cuanto la ha actora tenido Si que abandonar las tareas habituales que realizaba como empleada domestica a domicilio por tareas de limpieza, por ello corresponde un 10%, la edad de la damnificada amerita un 2% por cuanto es mayor de 31 10 años. Destaca aplicación que del el Baremo accionado del Decreto solicita la 659/1996, no obstante que en su presentación original (fs. 102 vta.), en el punto a) solicitaba “indique grado de incapacidad que tenga la actora, según el Baremo utilizado por la Junta de Reconocimientos Médicos de la Provincia de Buenos Aires”. Puntualiza que en la citada obra, en la página 62, en el acápite 14.7 fracturas, se determina claramente: traumáticas con secuelas leves traumáticas con secuelas “…fracturas 5 a 10%; fracturas moderadas 10 a 15%, fracturas traumáticas con secuelas graves 45 a 50%”, siendo que el suscripto con toda prudencia ha optado por el valor intermedio. Sostiene por el que accionado reglamentación de la el procedimiento es antojadizo ley 24557 es y bien utilizado que la clara al respecto y no incluye en sus términos el cálculo que efectúa la demandada. XVI.- A fs. 254 la parte actora solicitó que, previa certificación a efectuarse por el Actuario sobre el vencimiento del período probatorio 11 y las pruebas producidas, se agreguen los cuadernos al principal y se pongan los autos para alegar. XVII.- A fs. 255 y vta. obra certificación de fecha 11-X-2006 de las pruebas producidas. XVIII.- La parte actora presenta alegato (a fs. 265/268) y, en lo sustancial, manifiesta: (i) que la mediante lesión denunciada historia en clínica, autos pericia fue probada traumatológica que arroja un resultado de una incapacidad física de carácter existe parcial una producción y clara del permanente culpa hecho de dañoso del la 14%; (ii) demandada acreditado en en que la autos. Como se ha demostrado, se baldeaba en el lugar sin carteles y/o medios de seguridad que adviertan precaución, riesgo, (iii) que ha cambiado el sistema de limpieza del lugar, de baldeo a aserrín, (iv) que la demandada ha manifestado que el horario de limpieza del sector guardia comenzaba a las 15,00 hs., (v) que las escaleras conforme los dichos de sus testigos son de mármol gastado. XIX.- A fs. 270/277 corre agregada la sentencia de fecha 5 de septiembre de 2007, por la que el magistrado de grado resolvió “I. Hacer lugar 12 parcialmente a la demanda que por resarcimiento de daños y perjuicios incoara la Sra. Anuncia Bogado contra la Municipalidad de General San Martín por los motivos expuestos en los considerandos, condenando a abonarle a la misma las sumas de Pesos Diez Mil ($10.000) en concepto de incapacidad, Pesos Seiscientos ($600) asistencia, y Pesos en concepto Ocho Mil de gastos ($8.000) por de daño moral; sumas a las que deberá adicionarse la tasa de interés que pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires por depósitos a treinta días, desde la fecha que el hecho tuvo lugar (15/11/2002) hasta su efectivo pago (art. 622 CC y art. 7 y 10 Ley 23928, modif. Por Ley 25561 y 5 de la ley 25561). II. No hacer lugar Futuros”, al por rubro las “Gastos razones de Tratamientos expuestas en los considerandos. III. Disponer que la presente deberá ser cumplida en el plazo de sesenta (60) días contados a partir de la fecha en que quede firme el auto de aprobación de la liquidación (art. 63 CCA y 163 Const. Prov.). IV. Imponer las costas en el orden causado (art. 51 inc. 1º CCA), difiriendo la 13 regulación de honorarios para la oportunidad prevista en el art. 51 ley 8904)”. Para así decidir, el a quo, en lo sustancial, destacó que los testimonios reseñados y la consideración del experto han creado la íntima convicción en verosimilitud debatidos actora, en en el de la autos las suscripto acerca ocurrencia en la forma circunstancias de de los relatada tiempo, de la hechos por la modo y lugar señalado. El magistrado de grado dio por probada la caída de la actora en la escalera del hospital de la demandada y que ésta fue ocasionada por el sistema de limpieza. Siendo que ello originó la pérdida de equilibrio y caída de la Sra. Bogado, dicha contingencia debió ser prevista o evitada por su dueño o guardián –Municipalidad de General San Martín- obrando con la debida atención (art. 902 CC); y es dicho riesgo -previsible genéricamente-, el que resulta adecuado para determinar la relación de causalidad entre la cosa y el daño derivado de la caída y por tal motivo debe responder. 14 El magistrado expresó que habiendo quedado comprobada y enmarcada la responsabilidad en que el hecho de autos le cabe a la Municipalidad de General San Martín, se viabiliza la pretensión de la actora, debiendo a continuación solicitada para lo valorar cual la indemnización analiza los rubros reclamados dentro de las dos grandes categorías que hacen al Derecho (incapacidad, de daño Daños: el daño psicológico, material gastos de asistencia, gastos de tratamiento futuro) y el daño moral y señala que se dará tratamiento conjunto a los rubros “incapacidad y daño psicológico”, bajo la denominación genérica de “incapacidad”. El considerado: a quo para Daño material: “I. su resolución a) ha Incapacidad: Puntualizado lo anterior, viene al caso señalar que la actora reclama por el rubro “incapacidad” la suma de $ 48.000 y por “daño psicológico” la suma de $ 10.000. Que a los fines de evaluar lo peticionado, debo atender fundamentalmente a la pericia médica traumatológica que obra explicaciones brindadas a fs. por 15 248/250, el a experto las a requerimiento de la demandada y a la pericia psicológica de fs. 254/258. De la pericia médica y de la copia de la constancia de atención por guardia que surge del Libro de Traumatología del Hospital Dr. Diego E. Thompson (fs. 291), se desprende que la actora sufrió una fractura desplazada de muñeca derecha, Los profesionales que la asistieron efectuaron una reducción de su fractura bajo anestesia local y se le confeccionó una inmovilización con un aparato enyesado. Seis semanas después de esto, se le retiró el yeso e inició un programa de rehabilitación fisiokinésica. El informe técnico da cuenta también que la lesión referida ha consolidado, formando un callo con alteración en sus ejes y forma anatómica. Estas secuelas anatómicas y funcionales determinan un deterioro en la integridad física de la accionante de carácter parcial y permanente del 14% para afrontar sus requerimientos personales, sociales y laborativos en un porcentaje similar”. XX.- A fs. 279/281 la parte actora interpuso recurso de apelación contra la sentencia 16 de fecha 05-IX-07 en tanto, aduce causarle gravamen irreparable. En tal sentido, solicitó se eleve el monto indemnizatorio correspondiente al rubro: “Incapacidad Sobreviniente, Daño Moral” Y se revoque lo resuelto en relación a las costas, condenando al vencido al pago total de las mismas, con costas en la alzada. La parte sentenciante ha actora fijado sostuvo como que: (i) el indemnización por incapacidad sobreviniente y daño psicológico en la suma de pesos diez mil ($10.000); (ii) al fijar el monto indemnizatorio el a quo no ha tenido en cuenta las particulares circunstancias de la causa; (iii) esa parte se agravia por la suma establecida, solicitando se fije la suma solicitada en la demanda por el rubro de incapacidad de pesos cuarenta y ocho mil ($48.000), y de daño psicológico la suma de pesos diez mil ($10.000), dado que el porcentaje de incapacidad establecido por el médico traumatólogo ha sido del 14% y el establecido por el psicólogo en la pericia psicológica de fs. 254/258 ha sido del 9% según el baremo de Castex 17 y Silva, con lo cual amerita revisar la indemnización establecida, ya que el a quo ha ($10.000), fijado en forma monto conjunta (incapacidad y probado requisitos los daño el de pesos para psicológico); para la diez ambos (iv) mil rubros se han procedencia del resarcimiento por daño moral: la realidad y certeza del impacto moral que ha provocado el hecho sobre la víctima, el tiempo de convalecencia y las condiciones personales de la misma; (v) solicitó se eleve el monto estipulado por el juez a quo en concepto de daño moral, a la suma de pesos veinte mil ($20.000); (vi) ante la naturaleza del reclamo resarcitorio, se debe aplicar la regla objetiva de la derrota, para la aplicación de las costas tal como lo establece el Código de Procedimiento de la Provincia de Buenos Aires. XXI.- A fs. 284/293 la parte demandada interpuso recurso de apelación contra la sentencia de fecha 05-IX-07. En tal sentido, en lo sustancial, planteó los siguientes agravios: (i) que el sentenciante viola al punto del absurdo el principio de congruencia por el cual el actor ha instado su acción y por derivación del principio de 18 defensa en juicio de su mandante; (ii) que la acción intentada por el actor debe resolverse desde la órbita de la responsabilidad subjetiva, conforme él lo peticiona de inicio, y por el cual se sustanció el proceso y consecuentemente la prueba; (iii) que el sentenciante no ha tomado como prueba fundamental la absolución de posiciones realizada por la actora. De donde se encontraba puede en inferir perfecto que la escalera estado de uso se y mantenimiento, y la actora se cayó por su “propia torpeza”; (iv) que la actora no ha probado el horario en que ocurrió el accidente, lo cual releva de prueba a su mandante, ya que a las tres visitas deben de haber abandonado el lugar las de visitas, y por lo tanto, el hospital; (v) que hay error en el juzgamiento y en el discurrir del fallo se advierte arbitrariedad en la apreciación de la prueba; (vi) que la idoneidad de la testigo Hoyos se ve afectada por la relación de parentesco y la amistad íntima entre la actora y la testigo, quien resulta ser su sobrina, dando la pauta de un interés directo de la testigo en el resultado del pleito; (vii) que la testigo Eulalia Jiménez es pariente de 19 la actora quien resulta ser su tía; (viii) que el a quo cuantifica pretendidos por los la rubros actora en indemnizatorios forma elevada y desproporcionada en relación a la incapacidad de la misma, costa produciéndole de la un comuna, enriquecimiento por lo cual ilícito solicita a la supresión y/o disminución de los rubros reclamados por la actora, con costas, para el caso de mediar contradictorio. XXII.- Conforme surge de resolución de fecha 27/XII/07 de la presente Cámara -obrante a fs. 302/304- (y que fuera notificada a las partes a fs. 305/306 –actora- y 307/308 –demandada-) resultaron formalmente admisibles tanto el recurso de apelación que fuera interpuesto por la parte actora, como el que fuera Declarada interpuesto la por admisibilidad la parte de demandada. los recursos interpuestos, se llamó autos para sentencia. XXIII.- Reseñados los antecedentes fácticos y jurídicos relevantes, por cuestiones metodologicas tratare en primer termino el agravio del demandado relativo a la atribución de responsabilidad y a la alegada violación al principio de congruencia. Para 20 luego abordar, en caso de corresponder lo relativo a los montos y rubros indemnizatorios, que han sido cuestionados por ambas partes. Bajo tales parámetros, adelanto que el agravio aludido no puede prosperar. Ello, pues no logra conmover lo decido por el magistrado de grado, tanto por su deficiencia técnica en la postulación, como por su inatendibilidad sustancial. En efecto, la jurisprudencia y la doctrina son contestes en que la expresión de agravios supone como carga procesal, una exposición jurídica en la que mediante el análisis razonado y crítico del fallo impugnado se evidencia su injusticia. Requiere así, una articulación seria, fundada, concreta y objetiva de los errores de la sentencia, punto por punto, y una demostración de los motivos para considerar que ella es errónea, injusta o contraria a derecho (Conf. C.C y Com. San Martín, “Moreno”, causa 52216, Reg. N.D. 520, 6-XI-2003). No obstante los requisitos que debe satisfacer la carga técnica de expresar agravios (arts. 260, 261 CPCC), en la materia prevalece un criterio amplio o 21 flexible, en salvaguarda de principios de mayor jerarquía (art. 18 CN, 11, 15 C. Pcial.). Y es así que sin perjuicio de destacar la debilidad de los fundamentos articulados en la expresión de agravios expuesta por el apelante, es necesario su tratamiento por advertir en aquélla un mínimo agravio (cfr. CCCom. San Martín, C. nº 50080, 27-XII-2001). XXIV. En esas condiciones, entiendo que no asiste razón al quejoso en cuanto a que el a quo ha violado el principio de congruencia, en orden al encuadre normativo que efectuó de la atribución de responsabilidad a la Comuna demandada, por aplicación del principio de “iura novit curia”. Es que, dicho principio faculta al magistrado para calificar autónomamente los hechos de la causa en las normas jurídicas que lo rigen, con independencia de las alegaciones de las partes y del derecho invocado. conflictos sobre Los la jueces base de deben las resolver normas los legales vigentes, sin obligada sujeción a las que hubieran invocado las partes en sus escritos postulatorios ya que la determinación del régimen normativo pertinente 22 para su solución es atribución inherente al órgano judicial (cfr. SCBA, C. 91741, S. 5-12-2007, “Banco de la Provincia de Buenos Aires”). En definitiva, el magistrado de grado no ha hecho más que ejercer la facultad y deber que tiene de elegir la norma o normas en que se ha de subsumir la concreta situación de hecho que da su causa al pedir del actor. Repárese surge, que la que de las cuestión constancias de encuadre legal del autos fue oportunamente abordada, al decidirse la excepción de incompetencia planteada por la propia accionada. En dicha ocasión esta alzada definió que la causa era propia de la competencia del fuero contencioso administrativo, pues se trataba de una atribución de responsabilidad “aquiliana” en el marco del derecho público local. Siendo uno de los puntos a considerar a fin de presumir el ejercicio de función administrativa, que el accidente se habría suscitado en un bien del dominio público local. Además, la accionada en la contestación de demanda, a fin de deslindar su responsabilidad, adujo la ruptura del nexo causal por “culpa de la víctima”. 23 En este aspecto, la jurisprudencia ha sostenido que: “Es a la judicatura de las instancias ordinarias a quien le compete calificar jurídicamente los hechos constitutivos de la litis aunque las partes no lo invoquen o lo hagan de forma errónea. Yerra el quejoso al señalar que la actora no invocó la norma finalmente aplicada y que, por lo tanto, la cuestión convocante no pudo ser resuelta con aplicación de dicha directiva legal, pues la Juez "aquo" se encontraba habilitada para sustentar la decisión como lo hizo si, como aquí sucede, no han sido alterados los hechos que configuran el "thema decidendum" (pretensión-oposición), esto es, no ha habido violación del principio de congruencia (art. 34 inc. 4° del Código Procesal y su doct.)” (conf. CC0201 LP 93558 RSD-211-7 S 31-10-2007, Juez MARROCO (SD), “Soria”). Considero que el juez en la decisión atacada, no altero la relación procesal. En este sentido, la SCBA ha sostenido que: “La litis determina los límites de los poderes del juez, que debe pronunciarse sólo sobre lo que se peticiona. El principio iuria novit curia tiene como límite el 24 de no alterar la relación procesal, quebrantándose el principio de congruencia cuando no media conformidad entre la sentencia y el pedimento respecto de la persona, el objeto o la causa de la pretensión” (conf. SCBA, L. 90665 S. 16-5-2007, “Rodríguez”). Además, que: “Según el principio iuria novit curia la aplicación e interpretación de las normas legales pertinentes queda reservada a los jueces con abstracción decir, de pueden suplir el las alegaciones enmendar omitido, el y de las partes, derecho mal invocado hace que sea es y necesario pronunciarse acerca de cuál es la ley aplicable al caso. Ello es así, sin infracción al principio de congruencia y de defensa en juicio, puesto que es a los jueces a jurídicamente quienes las corresponde circunstancias calificar fácticas con independencia del derecho que hubieren invocado las partes, en tanto y en cuanto, no se alteren los hechos o se tergiverse la naturaleza de la acción deducida” (conf. SCBA, B. 59623 S. 25-4-2001, “Constantino”) Y que: “…las normas jurídicas no constituyen pretensión ni cuestión ni 25 "capítulo" en (nuestro) sistema legal. Si lo fueran, nuestro régimen procesal tendría prohibida la regla iura novit curia, y el debate judicial y la sentencia no podrían apartarse de las normas invocadas a voluntad por las partes (con frontal derogación del art. 163 inc. 6° C.P.C.C.), que impone calificar "según correspondiere por ley" aunque "de conformidad con las pretensiones deducidas en el juicio" (cfr. SCBA, Ac. 34829 S. 1-71986, “Municipalidad de Bahía Blanca c/Crivaro Ángel Dionisio y otro s/expropiación”). Concluyo, en este punto, en que el juez de primera instancia no hizo más que resolver lo pedido por la actora, esto es, que se la indemnice por los daños y perjuicios ocasionados por la Municipalidad accionada, en virtud del accidente que sufriera en el ámbito de un Hospital comunal (ver fs. 17/21 vta. y 97/103 vta.). XXV. También debe ser desestimado el agravio, con respecto a la absurda y arbitraria valoración de la prueba que habría realizado el a quo, para tener por acreditada la mecánica de los hechos. El dispone artículo que los 384 del jueces 26 ordenamiento formaran su procesal convicción respecto de la prueba de conformidad con las reglas de la sana crítica. No tendrán el deber de expresar en la sentencia la valoración de todas las pruebas producidas, sino únicamente de las que fueren esenciales y decisivas para el fallo de la causa (cfr. CC0001,QL 4735, RSD-11-2-S 14-9-2002, “Calvente”). Bajo tales parámetros, resulta inatendible el planteo de la accionada, en el sentido de que el magistrado no tuvo en cuenta que la escalera se encontraba en perfecto estado (uso y mantenimiento) y que la actora cayo por su propia torpeza, en tanto la lógica indicaba que debía sostenerse con mayor fuerza del pasamano. Ello, pues el decisorio de origen se encuentra debidamente fundado y conforme a derecho. En efecto, en cuanto a la mecánica del hecho y la relación pericia de causalidad, médica (fs. el 199/200 juez se vta.), apoyó la que en la cabe puntualizar, no fue en dicha parcela cuestionada por la demandada y en las declaraciones rendidas en autos. 27 testimoniales Es que, el informe médico dictaminó que: “El mecanismo lesional apoyando su referido mano en el por la suelo actora, para caída tratar de amortiguar el golpe de su cuerpo contra el suelo, es el mecanismo habitual de producción de las fracturas de muñecas, por lo que dicha lesión podría guardar relación causal con el accidente invocado”. (ver fs. 199 vta., el destacado no se encuentra en el original). Y concluyó en que: “La actora, Anuncia Bogado, sufrió una fractura de muñeca derecha. Su lesión ha consolidado funcionales. 2. con Dichas secuelas secuelas anatómicas pueden y guardar relación causal con el accidente invocado” (ver fs. 200 y vta., el destacado no se encuentra en el original). Quedó acreditado en la causa que el piso se encontraba declaraciones mojado. de los Ello, en testigos virtud de propuestos las por la actora (ver fs. 153, 155 vta., 157, 158 vta.) que resultan coincidentes en cuanto a las circunstancias de tiempo, modo y lugar del hecho. Como así también, por las declaraciones de las testigos (Mendoza y Cedron) propuestas por la propia accionada (ver fs. 28 154 vta. y 159 vta.) que coinciden en que en el Hospital se baldeaba de día hasta el año 2004, que el horario de limpieza comenzaba al momento del baldeo, cuando salían las visitas. Y que se baldeaba con desodorante o lavandina. Recuerdo que no se encuentra controvertido que la actora haya ingresado a la guardia del Hospital Diego Thompson con una lesión en su muñeca el 15 de noviembre de 2002 y que la misma haya sido asistida por médicos de la guardia del nosocomio (ver oficio que luce a fs. 283). Es más, la demandada en la apelación se agravia del reconocimiento de los gastos de asistencia y dice: “por ser los mismos improcedentes, a la luz que la misma fue asistida por mi mandante, quien le dio los primeros auxilios…”. Resulta irrelevante, a la luz de la totalidad de las pruebas rendidas, el argumento del recurrente, en cuanto a que no se encuentra probado el horario del hecho. En este aspecto, todas las testimoniales son coincidentes en que se baldeaba luego del horario de visita. La actora sostiene que el hecho fue aprox. a las 15 hs., y los testigos de la parte accionada 29 refieren que el horario de baldeo era aprox. a las 16 hs. Sobre parámetros dicha temporales base, teniendo –generales-, en estimo cuenta que los horarios relatados por ambas partes son aproximados, lo que me indica que, a fin de tener por sucedido el accidente, debe prevalecer, más que la exactitud del horario, la circunstancia de que se baldeaba efectivamente luego del horario de visita (cfr. art. 384 del CPCC). Indudablemente, tal como lo sostuvo el a quo de la valoración integral de la prueba rendida, se deriva que el accidente ocurrió de acuerdo a lo relatado por la actora, esto es, como consecuencia de encontrarse mojadas las únicas escaleras de acceso a la salida (zona de guardia), en virtud de la limpieza que se visita. estaba Sin que efectuando, hubiera luego del señalización horario alguna de que indicara la peligrosidad del descenso. De conformidad con lo dicho por la testigo Cedron como medida de seguridad sólo se tenía en cuenta a la gente y se la hacía correr (ver fs. 159 vta.). 30 XXVI. Así, surge acreditado que la actora, como consecuencia de esa caída sufrió los daños que detalla la relación pericia causal con médica, el los que infortunio. se Y hallan todo en ello, considero que otorga al accidente sufrido por la actora una adecuada relación de causalidad con el daño que padece. Es que, “Es responsable el dueño, si el suelo, por el material utilizado, y por el sistema de limpieza y encerado, crea la posibilidad de dar lugar a resbalones, causando la perdida de equilibrio y caída de quien camina con un calzado usual y corriente” (cfr. CC0001, LZ 53944 RSD-141-2 S 28-5-2002, “García”). XXVII. acogida la Tampoco queja, con puede relación tener favorable a falta la de idoneidad de los testigos de la parte actora, en cuanto se encontrarían alcanzados por las generales de la ley. Reitero, tal como lo hiciera el juez de grado, que esta a cargo del juzgador la apreciación de la credibilidad que le merecen los dichos de los testigos analizados y de 31 los cuales considere, razonablemente, sus encontrar deducciones material conforme las apropiado reglas de para la sana crítica, es del caso atribuir inoperancia al intento del apelante de efectuar “disección” de las declaraciones de los testigos, bajo la pretensión de que el sentenciante, que decide de acuerdo a los datos que considere cada caso, el dirimentes, porqué deba prescinde o explicar valora en las manifestaciones de unos u otros, cosa que importaría sin lugar a dudas una declinación del principio del art. 384 del CPCC y en el caso de tales testigos del art. 456 del CPCC (cfr. CCyCom. Lomas de Zamora, Sala 1, 28/05/2002, “García Adelaida”). En este sentido, la SCBA ha sostenido que: “No testigo es la suficiente mera para descalificar circunstancia que a este un haya manifestado, al preguntársele por las generales de la ley, ser amigo de una de las partes, si del contexto resulta la objetividad de su declaración” (conf. SCBA, L 36023, S 24-06-1986, “Cano”). Es principio receptado en la teoría procesal que la vinculación de un testigo con uno de los litigantes no constituye motivo suficiente para 32 descartarlo, máxime si se trata de testigos necesarios, quienes, por su vinculación personal con una o ambas partes, o bien por su incuestionada presencia en un determinado sitio o momento, son los únicos o los principales conocedores de los hechos que se investigan (art. 456, CPCC) (conf. CC0101 LP 210976 RSD-55-92 S 7-4-1992 ; “Gudi”, entre muchos otros) . El Código Procesal suprimió el sistema de tachas, dando mayor amplitud al juez para valorar la declaración, siendo permitido a las partes en cualquier momento del período probatorio alegar y probar sobre su idoneidad (art. 456, CPCC) (cfr. CC0102 LP 211394 RSD-72-93 S 2-6-1992, “Cornejo”, entre muchas otras). La distinta valoración de la idoneidad de algún testigo o de la fuerza de convicción que corresponda asignarle, que formula la quejosa, no resulta incurrido suficiente en error para al demostrar apreciar esa que se prueba haya en la instancia de origen. La preferencia del juez por unas pruebas respecto de otras no viola las leyes que rigen su valoración. En consecuencia, el fallo 33 puede apoyarse en determinados testimonios, pruebas corroborantes de presunciones con declaraciones las que éstos resulten prescindencia testificales (cfr. de CC0101 LP y otras 220371 RSD-74-95 S 25-4-1995, “Piccioni”, entre otros). “Las vinculaciones subjetivas y objetivas que los testigos tienen, con las partes y con la causa (relación de compañerismo con el coaccionado a quien acompañaban en el momento del suceso tripulando el camión- y de dependencia laboral con el municipio codemandado) pueden predisponerlos psicológicamente para favorecer a su compañero y a su principal. De allí que sus dichos deban ser tomados con pinzas y analizados con cautela, por el ligero tinte de sospecha que se desprende de aquellas vinculaciones. Pero, esta categorización de testimonios sospechosos no basta para restarles sin mas eficacia a sus declaraciones, la atendibilidad de estas últimas ha de depender del examen total de las mismas, de su mérito intrínseco, de la personalidad, capacidad memorativa y perceptiva del testigo, de su correspondencia o contraste con otros medios de prueba y de los distintos requisitos que 34 permiten afianzar la credibilidad de un testimonio (conf. CC0103 LP 226053 RSD-159-97 S 8-5-1997, “Goclawiski”, entre otros). La relación íntima del testigo no es causal suficiente para desecharlo, sino que por el contrario ese contacto puede ser apreciado especialmente, por cuanto quienes más cercanos están a los actores, son los que mejor pueden describir la situación en que se encuentran, sin perjuicio de que el Tribunal examine sus respuestas con mayor rigor (cfr. CC0002 MO 35409 RSD-65-96 S 26-3-1996, “García”, entre otros).Por último, corresponde recordar que “La apreciación de la veracidad de los testimonios es materia de apreciación judicial y la impugnación a su idoneidad prueba y debe resulta ser hecha durante extemporánea si el plazo recién de es introducida en la expresión de agravios (art. 456 CPCC)”. (conf. CC0001 MO 29398 RSD-320-92 S 29-121992, “Gómez”, entre otras).En orden a lo señalado, entiendo que la apreciación de la prueba que efectuó el magistrado de grado, no se presenta como arbitraria ni absurda, 35 siendo ajustada a derecho (conf. Art. 384 y 456 del CPCC). En conclusión, de acuerdo al análisis y en mérito a los descriptos, a elementos los principios acreditados expuestos arriba y a la orfandad probatoria de la posición de la demandada, considero que se ha formado un núcleo convictivo elemental a favor de tener por ocurrido el hecho y la relación de causalidad con el estado de los pisos de la escalera, tal como decidió el magistrado de origen (conf. Arts. 1113 Cod. Civ., 375, 384 del CPCC, ver C.Civ. y com. Lomas de Zamora, sala 1, 28/05/2002, “García Adelaida v. Municipalidad de Avellaneda”). En consecuencia, soy de opinión que debe confirmarse el responsabilidad fallo apelado a Municipalidad la en cuanto de atribuye Gral. San Martín, en la producción del accidente sufrido por la parte actora. XXVIII. Ahora bien, tal como lo adelantara los montos asignados a los diferentes rubros indemnizatorios han sido motivo de agravio por ambas partes, según el caso. 36 1º) El demandado cuantifica los rubros sostiene que indemnizatorios el a quo pretendidos por la actora en forma elevada y desproporcionada en relación a la incapacidad de aquélla, produciéndose un enriquecimiento ilícito a costa de la comuna. a) daño material: la cuantificación en la suma de pesos diez mil ($10.000) resulta excesivamente alto y desproporcionado. Se agravia de que el magistrado de grado consideración la explicaciones, realizado no haya impugnación por y tenido en pedido dicha parte de (fs. 261/263) referente al grado de incapacidad, lo que disminuye el quantum de la indemnización que se fija en resarcimiento de las dolencias padecidas por la actora. Solicita, en caso de que esta alzada estime que dicho rubro ameritándose la debe proceder, impugnación de que la se disminuya pericia médica efectuada por dicha parte. b) Gastos de asistencia: no comparte con el “a quo” ni la cuantificación del rubro, ni su procedencia, en tanto fue dicha parte la que le dio los primeros auxilios, el tratamiento kinesiológico, hasta su recuperación. 37 médico y c) daño moral: el juez ha fijado dicho rubro de modo desproporcionado en la suma de pesos ocho mil ($8.000), sin tener en consideración ningún parámetro. No se advierte en el caso de autos que el supuesto hecho, haya modificado en forma disvaliosa el espíritu de la actora, de las pruebas arrimadas a la causa no se advierte que haya profunda preocupación de la actora, o haya estados de aguda irritación, tampoco que se encuentre afectado el equilibrio anímico de la persona. 2º) La actora, en lo sustancial, considera que por el rubro incapacidad corresponde se fije la suma pedida en la demanda, es decir, cuarenta y ocho mil pesos ($48.000). Sostiene, que el porcentaje de incapacidad establecido por el médico traumatólogo ha sido del 14% y el establecido por el psicólogo en la pericia psicológica de fs. 254/258 ha sido del 9%, según el baremo de Castex y Silva, con lo cual amerita revisar la indemnización establecida, ya que el a quo ha fijado el monto de diez mil pesos ($10.000), en forma conjunta para ambos rubros (incapacidad y daño psicológico). 38 Refiere, que se han probado los requisitos para la procedencia del resarcimiento por daño moral: la realidad y certeza del impacto moral que ha provocado el hecho sobre la víctima, el tiempo de convalecencia y las condiciones personales de la misma; por ende corresponde que se eleve el monto estipulado por el juez a quo en concepto de daño moral, a la suma de pesos veinte mil ($20.000). Por último, se agravia en cuanto al modo de imposición de las costas, pues, afirma que se debe aplicar la regla objetiva de la derrota, tal como lo establece el Código de Procedimiento de la Provincia de Buenos Aires. XXIX. entidad de trascendental la A los efectos secuela fuerza de determinar discapacitante probatoria la la es Pericia de Médica (art. 384 del CPCC) en conjunción con los restantes elementos vinculados a la lesión física. Pericia que, tal como se relatara, fue llevada a cabo por el Perito Médico traumatólogo de oficio, obrante a fs. 198/200 y vta. y explicaciones de fs. 223/224 y vta., no obstante haber sido observada por la demandada a fs. 211/213 y vta., no 39 encuentro motivos para invalidar las conclusiones producto de un detallado estudio previo rebaten estas (art. 474 del conclusiones el CPCC). Como genérico y tampoco escueto agravio de la demandada (fs. 288). En efecto, en relación a los montos de incapacidad peritados y los montos a fijar se ha sostenido que mediante los “la cuantificación baremos o tablas de las lesiones de discapacidad, elaborados muchas de ellas para el fuero laboral, responden a un sistema tarifado que se desentiende de la restitución integral. Aquí, más que la lesión en sí, son sus secuelas discapacitantes las que se toman en cuenta en tanto son ellas las que generan limitaciones en la capacidad de la víctima, siendo estas limitaciones perjuicio las susceptible que de se traducen apreciación en un pecuniaria” (arts. 1068 Cod. Civ.) (cfr. Cam. Apel. Civ. y Com. Dptal. Sala “materia II, civil c. la 49571, 19-06-2001), incapacidad no se y que en determina en función de baremos de aplicación matemática, sino en razón de la índole de las lesiones y sus secuelas, y de la incidencia discapacitante que ellas tienen en 40 la situación personal y concreta de la víctima, atendiendo al principio de reparación integral que gobierna la materia de daños (arts. 1067, 1068, 1075, 1083 y cctes. Del Cod. Civ.). Así el grado de incapacidad sólo juega aquí como pauta de referencia pero no determinante de la indemnización” (cfr. Cámara y Sala citada, causa nº 40020, 18-08-96). Asimismo, se ha dicho que: “La mera negativa formulada por el quejoso de las afirmaciones contenidas en el dictamen pericial, es insuficiente para entender que la conclusión del experto es errada o que lo dicho es incorrecto, si aquéllas no resultan contradichas simples otras discrepancias desmerecer pericial. por la probanzas. sin eficacia Cuando los En efecto, fundamentos, probatoria datos no del las pueden dictamen suministrados por el experto no son compartidos por el litigante, queda a cargo de éste la prueba de la inexactitud de lo informado. Son insuficientes las meras objeciones, es necesario algo más que disentir, es menester probar que los datos afirmaciones proporcionados son equivocados 41 como o sostén mendaces” de sus (conf. CC0201 LP, B 87144 RSI-426-97 I 9-12-1997, “Latorre”). También que: “No es suficiente con que una de las partes necesaria la impugne la producción pericia de para otra, ya que que de sea lo contrario la eficacia de las mismas quedaría sujeta a la voluntad de las partes. Las razones para dejar de lado un informe pericial deben ser de tal entidad que demuestre que las conclusiones del perito se apartan de las reglas lógicas de su ciencia o lo que es lo mismo, que carecen de sustento científico” (conf. CC0101 MP 113848 RSI-964-00 I 8-8-2000, “Ritorto”, entRe muchos otros). Y que: “Las pericias no representan una prueba legal y deben ser valoradas en atención al contexto general probatorio en los términos del artículo 474 del CPCC. Sin embargo, la circunstancia de que la pericia no sea una prueba legal, salvo la excepción incapacidad de por los juicios demencia, no de declaración significa que de los magistrados puedan apartarse arbitrariamente de las peritaciones y determinar porcentajes de incapacidad 42 "per se" y/o de acuerdo a su sentido común. El juez no puede hacer mérito de su ciencia privada ni de sus conocimientos prácticos y si se debe apartar de una pericial lo tiene que hacer con sólidos argumentos” (conf. CC0002 LM 316 RSD-4-3 S 11-32003, “Martínez”). Sobre dicha base, la pericia médica se encuentra debidamente fundada (art. 474 del CPCC) y razonable el porcentaje de incapacidad física al tipo de secuela descriptas (14% de la TO). Se ponderan las circunstancias personales de la actora, mujer de más de 50 años de edad a la fecha del accidente, empleada doméstica, requiere la sus se individuo, recreativo, secuelas, según explicaciones recalificación abandonar Además, que tareas tiene en incluyendo etc. debe Por en tanto habituales cuenta el el la plano tipo desestimarse del ha tenido (ver fs. el que 224). integridad social, de experto familiar, lesiones agravio del y sus de la accionada en tanto entiende inadecuada la suma de pesos diez mil ($10.000), fijada en la instancia de origen para el rubro incapacidad sobreviviente. 43 Ello, sin perjuicio de adelantar que de acuerdo a la apelación efectuada por la actora, dicho rubro debe ser modificado. En magistrado efecto, haya la actora cuantificado se en agravia forma que el conjunta el daño físico y el daño psicológico. Razón por la cual, insiste en que debe reconocerse el monto estipulado en la demanda, siendo insufiente la suma de pesos diez mil ($10.000). A fines de establecer la existencia de daño psicológico en psicológica (fs. observado por la actora, 204/208). ninguna de se practicó Dictamen las que partes. pericia no El fuera perito concluye en que, a raíz del accidente la Sra. Bogado, padece de un estado depresivo leve, producido por la vivencia de su limitación física originada por el accidente (según lectura de la pericia médica). Concluye en que la actora tiene una personalidad con características normales, que debido a las secuelas físicas sufre una leve estado depresivo, dicho estado disminuye su capacidad de luchar para adaptarse y lograr otro trabajo. Plantea como “Orientación”, que requiere psicoterapia individual, 44 con frecuencia semanal, durante 6 meses. Con un costo por sesión de $30. Destaca que es conveniente que se trate en consultorio privado. A fs. 249 la experta aclara que la actora sufre una incapacidad psíquica del 9% por su depresión leve, según Baremo de Castex y Silva. La experta no expone que la incapacidad psicológica causada por el accidente, se definitiva, más aún indicando tratamiento específico (por seis meses), válido para presumir su mejoría (Conf. C.C y Com. San Martín, “Moreno”, causa 52216, Reg. N.D. 520, 6-XI-2003). Por ello, cabe indemnizar sólo el costo del mismo, y en este aspecto le asiste razón a la actora en que debe diferenciarse del daño físico. El daño físico, de conformidad con todo lo dicho en el punto anterior, debe mantenerse en la suma de pesos diez mil ($10.000). Pero cabe indemnizar tal como lo sostiene la Sra. Bogado, –de modo diferenciado- al daño psicológico, aunque solo en concepto de gastos de tratamiento, los que estipulo en la suma de pesos tres mil ($3.000) (ver C.C 45 y Com. San Martín, “Moreno”, causa 52216, Reg. N.D. 520, 6-XI-2003, art. 165 del CPCC). En este aspecto, se ha señalado que: “Si el porcentaje de incapacidad fijada por el perito se asienta en la existencia de secuelas en parte definitivas y en parte superables a través de una terapia adecuada, corresponde indemnizar las secuelas permanentes e irreversibles como incapacidad y las recuperables (conf. como CC0001 gastos QL 1588 de tratamiento RSD-20-98 S futuro” 19-5-1998, “De Savio Alfredo”).XXX. El otro rubro cuestionado por las partes, es la suma fijada en concepto de reparación por daño moral. El daño moral se configura por el conjunto de sufrimientos, angustias padeceres causadas por el de orden ilícito, espiritual encontrando y su cauce legal en el art. 1078 del C.Civil (esta C Civ.y Com. San Martín, causas nº 48469, 48402, 49269, 53459, entre otras), su carácter es resarcitorio y no sancionatorio. Propicio, entonces, conforme antecedentes del fuero civil y comercial, el tipo de lesiones padecidas, el tratamiento 46 recibido, y la pericia psicológica, mantener la suma asignada por el Juez de primera instancia, en la suma de pesos ocho mil ($8.000). Estimo que la traducción económica del aludido quebranto que en el fallo se efectuó, refleja los sufrimientos espirituales que a la victima debió haberle provocado el evento dañoso. Siendo así, considero apropiado mantener el monto indemnizatorio en este concepto (art. 1078 Cod. Civ., art. 165 del CPCC, doct. CCiv. Y Com. De Lomas de Zamora, causa nº 57609, S. 30-III-2004, “Desch”). Por último, con relación a los gastos de asistencia, recuerdo que la doctrina legal indica que acreditada la existencia de lesiones, debe entenderse que la victima debió recurrir en gastos médicos, de farmacia y de traslados, criterio que se mantiene aún habiendo sido tratada en instituciones públicas gratuitas, así como la no exigencia de presentación de acreditaciones por tales erogaciones (conf. CCiv. Y Com. De Lomas de Zamora, causa nº 57609, S. 30-III2004, “Desch”), por lo tanto, no corresponde atender la apelación (art. 1109 Cod. CPCC). 47 Civ., art. 165 del En cuanto a los alcances de la reparación, la entiendo justa determinación, un y razonable, prudente constituyendo ejercicio tal de las facultades que le confiere el artículo 165 del CPCC, en base a las lesiones comprobadas en este juicio (art. 1109 Cod. Civ., 165, CPCC, CCiv. Y Com. De Lomas de Zamora, causa nº 57609, S. 30-III-2004, “Desch”). Cabe confirmar el fallo en este aspecto. XXXI. Finalmente, estimo que debe rechazarse el agravio de la parte actora con respecto al modo de imposición de las costas. Es que, la causa tramitó en el marco de un proceso contencioso administrativo, de acuerdo a las reglas del CCA, ley 12008 –texto según ley 13101-. El artículo 51 de dicho cuerpo ritual resulta claro en cuanto a que las costas serán soportadas por las partes en el orden causado. Sólo se aplicarán al vencido si hubiere actuado con temeridad o malicia. Resulta inveterada la jurisprudencia de la CSJN, en el sentido de que cuando un texto es claro, no corresponde apartarse de sus términos (cfr. Fallos 285:393, entre otros), razón 48 por la cual resulta ajustada a derecho la decisión de grado en cuanto distribuyó las costas en el orden causado. Por agravios Bogado, lo demás, tampoco, constitucionales en tanto no cabe esgrimidos han sido tratar por la propuestos los Sra. en la instancia de grado, resultando por ende tardío y un capítulo vedado para el conocimiento de esta alzada (cfr. art. 266 y 272 del CPCC). El planteo de inconstitucionalidad que introduce la actora en su expresión de agravios, que no fue planteada obviamente sobre en la la cual instancia no pudo de origen pronunciarse y el "iudex a-quo" (arts. 34 inc. 4°, 163 inc. 6°, Código Procesal), no puede ser atendido por la Alzada, pues se opone a ello el valladar que sienta el art. 272 del ordenamiento procesal, toda vez que en el sistema de la doble instancia, informada por el principio dispositivo, propuestos no a la es dable decisión introducir del juez capítulos de no primera instancia (cfr. CC0201, LP 104556 RSD-123-5 S 14-062005, “Diez”). XXXII. Por todo lo expuesto, propongo confirmar la sentencia de grado en cuanto ha sido 49 materia de agravio, con la siguiente modificación: Se discrimina la indemnización por daño físico y psicológico. Manteniéndose la indemnización por daño físico en la suma de pesos diez mil ($10.000) y se acuerda una concepto de ($3.000). fijados, indemnización por gastos suma de los restantes en la Manteniéndose resultando así las daño psicológico pesos sumas de la tres en mil valores condena: pesos diez mil ($10.000) (incapacidad física); pesos tres mil ($3.000) (tratamiento psicológico); pesos ocho mil ($8.000) (daño moral); y pesos seiscientos ($600) (asistencia médica). Monto total de la condena: pesos veintiún mil seiscientos ($21.600). En cuanto a las costas en esta segunda instancia, se imponen en el orden causado (art. 51 del CCA, difiere ley la 12008 –texto regulación de según ley 13101-). honorarios para Se su oportunidad (art. 51 del decreto ley 8904). ASI VOTO. Los Sres. Jueces Hugo Jorge Echarri y Ana María Bezzi, adhieren al voto precedente. Con lo que terminó el Acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A 50 En antecede virtud el sentencia de del resultado Tribunal Resuelve: grado cuanto en del 1) ha Acuerdo confirmar sido materia que la de agravio, con la siguiente modificación: Se discrimina la indemnización por daño físico y psicológico. Manteniéndose la indemnización por daño físico en la suma de pesos diez mil ($10.000) y se acuerda una indemnización gastos en por la Manteniéndose daño psicológico suma de pesos los restantes tres en concepto de mil ($3.000). valores fijados, resultando así las sumas de la condena: pesos diez mil ($10.000) (incapacidad física); pesos tres mil ($3.000) (tratamiento psicológico); pesos ocho mil ($8.000) (daño moral) y pesos seiscientos ($600) (asistencia médica). Monto total de la condena: pesos veintiún mil seiscientos ($21.600); suma a la que deberá adicionarse la tasa de interés que pague el Banco de la Provincia de Buenos Aires por depósitos a treinta días, desde la fecha en que el hecho tuvo lugar (15/11/2002) hasta fu efectivo pago (arts. 622 CC y arts. 7 y 10 ley 23928, modif. por ley 25561 y 5 de la ley 25561, ver fs. 277); 2) Las costas en esta segunda instancia, se imponen en el orden causado 51 (art. 51 del CCA, ley 12008 –texto según ley 13101-). Se difiere la regulación de honorarios para su oportunidad (art. 51 del decreto ley 8904). Regístrese. Notifíquese y oportunamente devuélvase. ANA MARÍA BEZZI JORGE AUGUSTO SAULQUIN SI///////////// ////////////GUEN LAS FIRMAS. HUGO JORGE ECHARRI ANTE MI 52 Ana Clara González Moras Secretaria Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo - San Martín Registro de Sentencias Definitivas Nº....18.... Fs..185/210....... 53