Radicación: 25000232600020080014102

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CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN TERCERA
CONSEJERO PONENTE: CARLOS ALBERTO ZAMBRANO BARRERA
Bogotá D. C., cuatro (4) de abril de dos mil trece (2013)
Radicación:
Expediente:
Demandante:
Demandado:
Naturaleza:
25000232600020080014102
40790
INSTITUTO DE DESARROLLO URBANO –IDU–
SOCIEDAD COLOMBIANA DE INGENIEROS Y OTROS
ACCIÓN CONTRACTUAL
Se decide el recurso de apelación interpuesto por la parte actora contra el
auto de 23 de septiembre de 2010, por medio del cual el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca – Sección Tercera – Subsección “A”
rechazó la demanda por caducidad de la acción.
I. A N T E C E D E N T E S
1. El 1 de abril de 2008, el Instituto de Desarrollo Urbano, en lo sucesivo –IDU–,
por intermedio de apoderado judicial y en ejercicio de la acción de
controversias
contractuales,
formuló
demanda
contra
la
Sociedad
Colombiana de Ingenieros1, con el fin de obtener la nulidad “de la Amigable
Composición dictada por esta última el 29 de septiembre de 2004” y la respectiva
indemnización de perjuicios “por el costo financiero (rentabilidad dejada de
percibir) por destinar la suma de $9.264’132.261.49 a la reparación del deterioro
prematuro que sufrió la troncal de la avenida caracas, obra adelantada por el
Consorcio Castro Tcherassi & Cía. Ltda. – Equipo Universal y Cía. Ltda” (fls. 23 a 87
C.1).
Como hechos de la demanda se aducen, en síntesis, los siguientes:
Téngase en cuenta que, en la corrección de la demanda, fueron incluidas las sociedades Castro
Tcherrasi y Cia. Ltda. y Equipo Universal y Cia. Ltda
1
2
Ref. 40790
Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
- El IDU celebró el contrato de obra pública 089, de 23 de febrero de 2000,
con el Consorcio Castro Tcherassi & Cía. Ltda. – Equipo Universal y Cía. Ltda.,
el cual tenía por objeto obtener “la rehabilitación de las calzadas de tráfico
mixto de Transmilenio en concreto asfáltico y la adecuación para la operación del
Proyecto TransMilenio de las calzadas centrales en concreto rígido de la Troncal
Caracas, desde la Calle 6 hasta la Calle 80 (Sector Los Héroes)”.
- El 23 de diciembre de 2002, las partes liquidaron –parcialmente– el referido
contrato y el contratista se comprometió a realizar algunas reparaciones en
la obra, como quiera que ésta presentaba daños en los paraderos de las
calzadas mixtas, por la utilización de un material, denominado “relleno
fluido”, que no cumplía con las especificidades técnicas para dicha obra;
así mismo, decidieron acudir a la Sociedad Colombiana de Ingenieros,
como
amigable
componedor,
para
que
dirimiera
las
diferencias
presentadas entre ellos por tales daños.
- Adelantado el trámite y valoradas las pruebas, la Sociedad Colombiana
de Ingenieros se pronunció el 29 de septiembre de 2004, emitiendo una
decisión que, a juicio del actor, se produjo bajo razonamientos “de
naturaleza jurídica” y no técnicos, como habían encomendado las partes;
en ese orden, se afirma en la demanda, la Sociedad Colombiana de
Ingenieros se abrogó facultades que desbordaron el “mandato conferido”,
teniendo en cuenta que, en la decisión, involucró a unos terceros
(Asoconcreto y Cemex) que no hacían parte de la relación contractual2.
- De igual manera, se afirma que, transcurridos tres meses después de la
notificación de la decisión del amigable componedor, el IDU liquidó
unilateralmente el contrato y declaró la ocurrencia del siniestro cubierto por
la garantía única “GU TTT 94027”3, por valor de $9.264’132.261.69.oo,
teniendo en cuenta que el contratista no realizó las reparaciones
acordadas en el acta de liquidación parcial.
2. Mediante auto de 19 de junio de 2008, el Tribunal Administrativo de
Cundinamarca admitió la demanda, auto que fue recurrido –en reposición–
Asoconcreto y Cemex eran subcontratistas del consorcio Castro Tcherassi & Cía. Ltda. – Equipo Universal
y Cía. Ltda.
3 Resoluciones 3934, de 28 de junio de 2005 y 8354, de 4 de diciembre de 2005.
2
3
Ref. 40790
Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
tanto por el apoderado judicial de la Sociedad Colombiana de Ingenieros
como por el apoderado de las sociedades Castro Tcherassi & Cía Ltda. y
Equipo Universal y Cía. Ltda. (fls. 105 a 108 y 127 a 129 C. 1), lo cual llevó a
que, mediante auto de 18 de diciembre de 2008, el Tribunal revocara el
auto admisorio de la demanda, por hallar configurado el fenómeno jurídico
de la caducidad de la acción.
3. Al surtir el recurso de apelación interpuesto por IDU contra este último
auto, el Consejo de Estado lo revocó, bajo el argumento de que la
demanda adolecía de algunos defectos formales que impedían verificar el
término de caducidad aplicable. Al respecto, se dijo:
“El Tribunal rechazó la demanda por encontrar caducada la acción
procedente para atacar la validez del acto jurídico emitido por el
amigable componedor, sin embargo, observa la Sala que la demanda
tal como se encuentra concebida impide establecer cuál es el término
de caducidad de la acción interpuesta, pues adolece de algunos
defectos que hacen inviable efectuar el análisis a ese respecto, por
ende, la providencia recurrida se revocará y en su lugar se dispondrá la
inadmisión de la demanda para que el actor corrija el escrito en los
aspectos que a continuación se anotarán, los cuales guardan armonía
con las consideraciones generales en torno a la amigable composición
expuestos en precedencia.
“a).- En efecto, el demandante no ubica de manera concreta y
específica la clase de nulidad cuyo pronunciamiento depreca, e
igualmente no arguye causal de nulidad específica acorde al vicio, que,
en su entender, afecta la validez de la decisión del amigable
componedor. La demanda se limita a señalar a este respecto que la
decisión del amigable componedor es ‘abiertamente contraria a
derecho’.
“Como es sabido, todas las nulidades sustanciales, (sic) devienen,
precisamente, de la trasgresión a las normas del ordenamiento jurídico y
en cada evento, los efectos de la declaratoria de nulidad serán distintos
y, por supuesto, la oportunidad en el tiempo para acudir a la jurisdicción
en procura de la declaración en tal sentido, también variará.
“A lo anterior se suma que los hechos de la demanda no guardan
armonía con las pretensiones de la misma. En efecto, los supuestos
fácticos de la demanda se hacen consistir, en síntesis, en que el
pronunciamiento del amigable componedor ‘utilizó un análisis de
naturaleza eminentemente contractual’ (hecho 16) para emitir la
decisión y, además que ‘involucró en su decisión de carácter
contractual, a terceros ajenos por completo al alcance y límites del
mandato a ella conferido y a la solución del conflicto entre las partes,
abrogándose (sic) facultades y competencias que le eran
completamente ajenas’ (hecho 17) (Subraya fuera del texto), de
manera que si el demandante considera que tales supuestos vician de
nulidad la decisión del amigable componedor, deberá señalar la clase
de nulidad que invoca y la causal de nulidad cuya declaración
depreca para aniquilar el acto o menguarle eficacia.
4
Ref. 40790
Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
“b).- La demanda debe estar dirigida contra la persona que está
llamada a contradecir la pretensión procesal. En efecto, reitera la Sala a
este respecto, el contexto expuesto sobre los aspectos generales de la
amigable composición, particularmente, en lo atinente a que la
amigable composición surge por el encargo que las partes de un
contrato realizan a un tercero para que éste por cuenta y a nombre de
los comitentes dirima las diferencias que surgen del negocio jurídico con
fuerza vinculante de orden contractual, lo cual supone que la demanda
tendiente a obtener la nulidad del acto jurídico deberá estar dirigida
contra la persona vinculada por la relación de obligación y no contra
quien intervino en la formación del acto cuya nulidad se depreca, en
virtud de un mandato.
“c).- Las pretensiones que informan la demanda -declarativas y de
condena- deberán estar formuladas de manera consecuente o en
relación de dependencia entre sí, pues se observa que la primera
pretensión está dirigida a obtener la nulidad ‘de la amigable
composición efectuada por la SOCIEDAD COLOMBIANA DE INGENIEROS’
y la pretensión consecuencial está dirigida a obtener la indemnización
de los perjuicios (costo financiero) estimados en la suma de
$1.774’902.484.oo ‘por destinar la suma de NUEVE MIL DOSCIENTOS
SESENTA Y CUATRO MILLONES CIENTO TREINTA Y DOS MIL DOSCIENTOS
SESENTA Y UN PESOS CON CUARENTA Y NUEVE CENTAVOS
($9.264’132.261.49) Moneda Corriente, a la reparación del deterioro
prematuro que sufrió la Troncal de la Avenida Caracas (…) monto que
no pudo ser ejecutado entre el 14 de diciembre de 2005 y el 10 de mayo
de 2007, como consecuencia de la decisión ilegal que aquí se
demanda…’.
“Como se puede observar, la pretensión indemnizatoria no guarda
relación con la pretensión de nulidad de la decisión del amigable
componedor, pues la primera está orientada a provocar el
pronunciamiento del juez sobre la validez de un acto jurídico y la
segunda surge como consecuencia de la responsabilidad por la
producción de un acto jurídico presuntamente ‘ilegal’, de manera que
no sólo las pretensiones no guardan relación entre sí, sino que ‘stricto
sensu’ no pueden ser dirigidas contra la misma persona.
“Los defectos anotados impiden verificar el término de caducidad en el
asunto sub lite y el Tribunal, en tales condiciones, no podía decidir que la
acción se hallaba caducada, de manera que una vez el actor haya
corregido la demanda, el Tribunal deberá decidir si la acción se
encuentra caducada o si, por el contrario, se encuentra interpuesta
dentro del término legal”4 (subraya la Sala, fls. 204 a 206 C. ppal.).
4. Corregidos los defectos formales señalados por esta Corporación, el
Tribunal Administrativo de Cundinamarca admitió la demanda (auto de 8
de abril de 2010); no obstante, mediante auto de 23 de septiembre de 2010,
revocó el auto admisorio de la demanda5 (al resolver un recurso de
reposición interpuesto por las sociedades Castro Tcherrasi y Cia. Ltda. y
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia de 21 de octubre
de 2009, radicado: 250002326000200800141 01, exp. 36.951.
5 El doctor Juan Carlos Garzón Martínez salvó el voto, por cuanto, a su juicio, en esta etapa procesal –
admisión de la demanda– no se “debió definir un tema tan importante como lo es la caducidad de la
acción, en detrimento del principio constitucional de acceso a la Administración de justicia” (fl 272 c.
ppal.).
4
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Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
Equipo Universal y Cia. Ltda.) por hallar configurado el fenómeno de la
caducidad de la acción. Para fundamentar dicha decisión adujo que,
desde que se liquidó el contrato de obra 089 e, inclusive, desde que se
profirió el pacto de amigable composición, habían transcurrido más de los
dos (2) años que prevé el numeral 10, literal f, del artículo 136 del C.C.A.
En los siguientes términos, se pronunció dicho Tribunal:
“… debe la Sala subsumir normalmente la situación fáctica planteada
en la demanda y su corrección, entendido conforme la norma aplicable
citada, que el perfeccionamiento de la amigable composición acaeció
cuando fue notificada a las partes en audiencia celebrada el 29 de
septiembre de 2004 y quedó ejecutoriada el 4 de octubre de 2004.
“Entonces, el término de caducidad de la acción de nulidad relativa a
intentar contra la amigable composición demandada, habría
caducado el 5 de octubre de 2006, por tratarse de una acción
contractual de nulidad y restablecimiento del derecho contemplada en
el artículo 87 del C.C.A. toda vez que en la práctica la expresión de la
norma ‘a partir de su perfeccionamiento’, aplicable a la amigable
composición emitida por la Sociedad de Ingenieros debe entenderse
perfeccionada con su firma y notificación a las partes que la
convocaron hasta su ejecutoria, de la misma manera que se entiende
perfeccionado el contrato estatal conforme al artículo 41 de la Ley 80
de 1993, es decir, como se finiquitó el acuerdo negocial que le dio vida.
“Por lo anterior, concluye la Sala que, (sic) el término de caducidad
aplicable en el sub examine es aquél consagrado en el literal f) numeral
10 del artículo 136 del C.C.A., es decir, de dos años contados a partir del
perfeccionamiento de la cláusula contractual, por la cual se dirimió, a
través de amigable composición la diferencia suscitada en la ejecución
del contrato de obra No. 089, esto es, a partir del 4 de octubre de 2004 y
hasta el 5 de octubre de 2006, fecha en la cual se agotaba la
oportunidad procesal para acceder a la jurisdicción. De lo anterior
infiera (sic) la sala que la demanda radicada el 1 de abril de 2008 (fl.87
vto) excedió el término de caducidad previsto” (fl. 18 cdno. ppal.).
5. Inconforme con dicha decisión, la parte demandante interpuso recurso
de apelación, con el fin de que se revocara el auto y se admitiera la
demanda, bajo el argumento de que, como “las normas que regulan la
institución de la amigable composición no reglamentan el tema de la anulación de
dichos actos ni el término para ello, como tampoco lo hacen las normas de
contratación estatal, se impone dar aplicación al principio de plenitud del
ordenamiento jurídico previsto en el artículo 8 de la Ley 153 de 1887 y, en
consecuencia, aplicar las normas del Código Civil, que establecen el término para
demandar la nulidad relativa de los actos jurídicos”; adicionalmente, adujo que
“el plazo para pedir la rescisión de la amigable composición dura cuatro (4) años,
término que se amplía al doble, cuando se trata de personas jurídicas, todo lo cual
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Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
conlleva a inferir que la demanda instaurada por el IDU, lo fue dentro del término
legal previsto en la ley, pues la decisión del amigable componedor fue proferida el
veintinueve (29) de septiembre de 2004, mientras que el líbelo (sic) fue radicado el
primero (1) de abril de 2008” (fl. 298 y 299 C. ppal.).
II. C O N S I D E R A C I O N E S
1. Competencia
Esta Corporación es competente para resolver el recurso de apelación
interpuesto por la parte actora contra la providencia dictada por el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca – Sección Tercera – Subsección “A”, el 23
de septiembre de 2010, por cuanto el proceso es de doble instancia y el
auto es apelable, según lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 181 del
C.C.A.
2. Asunto previo
Como quiera que, mediante los autos de 29 de julio y 7 de octubre de 2011,
se aceptaron los impedimentos manifestados por los Consejeros Hernán
Andrade Rincón y Mauricio Fajardo Gómez, respectivamente, se deja
constancia de que no participan ni intervienen en la decisión que se adopta
en la presente providencia (fls. 323 a 325, 336 a 338 cdno. ppal.).
2. Análisis de la Sala
Corresponde al Despacho determinar si en el presente asunto ha operado el
fenómeno de la caducidad de la acción, como lo afirma el Tribunal, o si, por
el contrario, no se cuenta con los elementos necesarios en esta oportunidad
procesal –admisión de la demanda– para establecer la procedencia o no
de la misma. Para el efecto, es necesario realizar algunas reflexiones sobre la
amigable composición, con el fin de tratar de establecer cuál es el término
de caducidad aplicable en el presente asunto6.
Es importante anotar que algunas de las consideraciones que se señalarán a continuación, ya se habían
expuesto en auto de 21 de octubre de 2009 (expediente 36.951) y en sentencia del 6 de febrero de 1998
(expediente 11477).
6
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Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
La amigable composición fue introducida por el Código de Procedimiento
Civil de 1970 (Decreto 1400 de 1970), cuyo artículo 677 preveía que, “En los
casos previstos en el inciso primero del artículo 633 [controversias susceptibles de
transacción], podrán los interesados someter sus diferencias a amigables
componedores…” y, seguidamente, indicaba los efectos jurídicos de la
decisión, precisando que “la declaración de éstos tiene valor contractual entre
aquellos [los interesados], pero no producirá efectos de laudo arbitral”.
Posteriormente, dicha norma fue reproducida por el artículo 2025 del
Decreto 410 de 19717 (antiguo Código de Comercio) y, más adelante,
fueron derogadas ambas disposiciones por el artículo 55 del Decreto 2279
de 19898. Así, pues, fue esta última normativa la que retomó la figura de la
amigable composición (Capítulo II Sección I y II) para precisar que “las
controversias susceptibles de transacción, que surjan entre personas capaces de
transigir,
podrán
ser
sometidas a
conciliación
o amigable
composición ”9;
igualmente, estableció la finalidad de la amigable composición, en los
siguientes términos: “por la amigable composición se otorga a los componedores
la facultad de precisar, con fuerza vinculante para las partes, el estado y la forma
de cumplimiento de una relación jurídica sustancial susceptible de transacción ”10 y,
adicionalmente, previó la forma en la que debía manifestarse la voluntad de
someterse a la amigable composición, señalando que debía consignarse
“por escrito”, con el siguiente contenido: “1) El nombre, domicilio y dirección de
las partes; 2) Las cuestiones objeto de la amigable composición; 3) El nombre o
nombres de los amigables componedores cuando las partes no hayan deferido su
designación a un tercero; 4) El término para cumplir el encargo, que no podrá
exceder de treinta (30) días”11.
Dicha norma contemplaba: “En los casos previstos en el inciso primero del artículo 2011, podrán los
interesados someter sus diferencias a amigables componedores; la declaración de éstos tiene valor
contractual entre aquellos, pero no producirá efectos de laudo arbitral”.
7
Por su parte, el inciso primero del artículo 2011, consagraba:
“Pueden someterse a la decisión de árbitros las controversias susceptibles de transacción
que surjan entre personas capaces de transigir. El compromiso puede celebrarse antes de
iniciado el proceso judicial, o después, mientras no se haya dictado sentencia de primera
instancia.
“(…)” subraya la Sala.
El artículo 55 del Decreto 2279 de 1989 derogó el Título XXXIII del Libro Tercero del Código de
Procedimiento Civil y el Título III del Libro Sexto del Código de Comercio. Promulgado en el Diario Oficial
39.012, del 7 de octubre de 1989.
9 Artículo 49 Decreto 2279 de 1989.
10 Artículo 51 Decreto 2279 de 1989.
11 Artículo 52 Decreto 2279 de 1989.
8
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Luego, el artículo 116 de la Ley 23 de 1991 adicionó un inciso al artículo 51
del Decreto 2279 de 1989, atinente a la designación de los amigables
componedores, de la siguiente forma: “si las partes estuvieren de acuerdo
designarán a los amigables componedores o deferirán su nombramiento a un
tercero”.
En esta línea de tiempo, la Ley 446 de 1998 subrogó la legislación existente
sobre la materia y definió a la amigable composición como el “…mecanismo
de solución de conflictos, por medio del cual dos o más particulares delegan en un
tercero, denominado amigable componedor, la facultad de precisar, con fuerza
vinculante para ellas, el estado, las partes (sic) y la forma de cumplimiento de un
negocio jurídico particular…”12 y, en cuanto a los efectos de la decisión del
amigable componedor, señaló que “tendrá los mismos que los de la
transacción”13; asimismo, otorgó a las partes la facultad de nombrar
directamente a los amigables componedores o delegar en un tercero la
facultad de hacerlo14. Las anteriores normas fueron compiladas por los
artículos 223 a 225 del Decreto 1818 de 1998.
Es de anotar que, en materia de contratación estatal, el artículo 68 de la ley
80 de 1993 previó la posibilidad de utilizar la amigable composición, para
efectos de zanjar las diferencias que, en desarrollo de la actividad
contractual del Estado, surjan entre las partes; tal disposición fue compilada,
igualmente, por el artículo 226 del Decreto 1818 de 1998 y, por ende, se
debe entender que la normatividad contenida en la Ley 446 de 1998
comprende no sólo a los particulares sino a las entidades del Estado15.
Del anterior contexto normativo se puede inferir que, en vigencia de la Ley
446 de 1998, la amigable composición se redujo al ámbito de solución de
diferencias surgidas entre las partes vinculadas entre sí por un negocio
jurídico, institución que resulta procedente para efectos de precisar el
“estado, las partes y la forma de cumplimiento” de una relación jurídica de
carácter sustancial, con los efectos de una transacción, por manera que, así
las cosas, dicha figura se encuentra concebida en nuestro ordenamiento
Subraya la Sala, artículo 130 de la Ley 446 de 1998.
Artículo 131 de la Ley 446 de 1998.
14 Artículo 132 de la Ley 446 de 1998
15 Sin embargo, se advierte que, en concepto de 13 de agosto de 2009 –que esta Sala no comparte–, la
Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado opinó que las entidades estatales no pueden
acudir al mecanismo de la amigable composición.
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jurídico como un mecanismo de carácter negocial que culmina, por
contera, con una decisión de la misma naturaleza.
Repárese que el tránsito de “conflicto transable” a la noción de “negocio
jurídico” no es simple estilo gramatical, sino que “produce unas importantes
consecuencias jurídicas debido a que el horizonte transaccional resultaba mucho
más amplio que la operatividad otorgada por la noción de negocio jurídico ”16. A
este respecto, téngase en cuenta también que la noción de acto o negocio
jurídico comprende “toda manifestación de voluntad encaminada a
producir efectos jurídicos (creación, modificación o extinción de un
derecho) de manera directa y reflexiva, como ocurre con los denominados
actos
unipersonales,
los
contratos
bilaterales
o
plurilaterales
y
las
convenciones”17.
En este orden de ideas, los pocos pronunciamientos de la doctrina
coinciden en afirmar que la amigable composición “es una institución
sustantiva o de carácter contractual” y, en tal virtud, se la trata como “un
contrato complejo, mixto o unión de contratos”18. Así, entonces, se afirma
que la amigable composición constituye un complejo jurídico que contiene
tres contratos diferentes, a saber:
a). El contrato de composición propiamente dicho, en virtud del cual
las partes se obligan a someter sus diferencias a la decisión que
adopten sus respectivos mandatarios, designados por ellas para tal
efecto.
b). El contrato de mandato con representación, el cual es celebrado,
ya no entre los contendores, sino entre cada uno de éstos y su
amigable componedor o entre ellos y el componedor único; se trata,
como es lógico, de un mandato con representación, en virtud del cual
el apoderado se obliga a celebrar, por cuenta y a nombre de su
mandante, un acto jurídico que consistirá en el acuerdo que ponga fin
a la controversia.
GIL ECHEVERRY, Jorge Hernán. La conciliación extrajudicial y la amigable composición: Temis, Bogotá,
2003, pág. 358.
17 OSPINA FERNÁNDEZ. Guillermo. Régimen general de las obligaciones: Temis, Bogotá, pág. 45.
18 GIL ECHEVERRY, ob. cit., pág. 347.
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Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
c). El contrato de transacción o uno innominado, que es el acordado
entre los componedores, en ejercicio del mandato con representación
que han recibido, cuyo contenido consistirá en el conjunto de
estipulaciones que ellos convengan para dar solución final a la
controversia19.
No obstante, también es importante anotar que existe otro sector de la
doctrina que concibe a dicha institución –más que como una simple
relación contractual– como “un negocio jurídico complejo, formado por
varias relaciones jurídicas contractuales o no contractuales que se
yuxtaponen en forma sucesiva o por etapas, originando un clásico método
o mecanismo orientado a la solución de conflictos”20.
De esta manera, se advierte que la amigable composición tiene un carácter
eminentemente contractual (tesis que encontraba respaldo en el referido
artículo 677 del Código de Procedimiento Civil –ya derogado–, el cual
disponía que la declaración de los amigables componedores “tenía valor
contractual”) o, por lo menos, de negocio jurídico, en los términos del
artículo 130 de la Ley 446 de 1998, actualmente vigente.
En suma, la amigable composición constituye un mecanismo alternativo de
solución de conflictos dispuesto para dirimir las controversias que se susciten
en virtud de un negocio jurídico, en cuanto “al estado, las partes y el
cumplimiento del mismo”, para lo cual las partes interesadas delegan en
una o en varias personas la facultad de dirimir la controversia, de orden
contractual, con los mismos efectos que se predican de la transacción, en
los términos del artículo 2483 del Código Civil21.
Bajo este panorama, la institución en comento, a juicio de la Sala, surte
efectos únicamente entre las partes del conflicto, en los aspectos que
hayan sido objeto del encargo; en este sentido, el encargo surge en virtud
de un negocio jurídico de mandato, el cual conlleva representación, en la
medida en que el componedor o los componedores actúan en nombre y
por cuenta de los comitentes y la decisión sólo obliga a éstos, lo cual
GAVIRIA GUTIÉRREZ, Enrique. Lecciones de derecho comercial: Diké Medellín, págs. 458 y ss.
GIL ECHEVERRY, ob. cit., pág. 348.
21 Dicha norma prevé: “La transacción produce el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero
podrá impetrarse la declaración de nulidad o la rescisión, en conformidad a los artículos precedentes”
(subraya la Sala).
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supone, desde luego, que los mandatarios o componedores deben actuar
dentro del marco encomendado por los comitentes, so pena de las
consecuencias jurídicas que se desprenden de actuar por fuera de los
límites del mandato, como lo disponen los artículos 84122 y 126623 del Código
de Comercio.
Respecto a la vinculación del amigable componedor con las partes del
conflicto, la doctrina nacional24 suele catalogar dicha relación jurídica
como de “mandato” e, inclusive, la jurisprudencia del Consejo de Estado ha
sostenido que “los amigables componedores obligan contractualmente a
las partes porque actúan por mandato de estas, y no con la fuerza procesal
de sentencia”25 (se subraya); sin embargo, la Sala no desconoce que tal
postura es controvertida por un sector de la doctrina, que afirma que tal
vinculación no es fruto de un contrato de mandato, como tal, sino de un
negocio jurídico representativo que la misma ley denomina amigable
composición, “relación jurídica que puede ser complementada por otros
contratos como el de prestación de servicios o el mismo mandato no
representativo (art. 1262 C. de Co)”26.
En este orden de ideas, la decisión de los amigables componedores reviste
una naturaleza de orden contractual o negocial y, por tanto, sus efectos
conllevan la misma índole. Por lo mismo, tal acto o negocio jurídico es
susceptible de ser cuestionado por nulidad absoluta, anulabilidad o rescisión
en los casos contemplados por la ley, con la precisión de que (teniendo en
cuenta que las normas atinentes a la regulación del mecanismo alternativo
de solución de conflictos nada dicen respecto de la nulidad de los actos
jurídicos de los amigables componedores) el principio de la plenitud del
ordenamiento jurídico, consagrado en el artículo 8 de la Ley 153 de 1887,
permite afirmar que, dada la naturaleza del acto y la remisión legal acerca
de los efectos jurídicos del mismo –art. 2483 ejusdem–, pueden ser acusados
“El que contrate a nombre de otro sin poder o excediendo el límite de éste, será responsable al tercero
de buena fe exenta de culpa de la prestación prometida o de su valor cuando no sea posible su
cumplimiento, y de los demás perjuicios que a dicho tercero o al representado se deriven por tal causa”.
23 “El mandatario no podrá exceder los límites de su encargo.
“Los actos cumplidos más allá de dichos límites sólo obligarán al mandatario, salvo que el mandante los
ratifique.
“El mandatario podrá separarse de las instrucciones, cuando circunstancias desconocidas que no
puedan serle comunicadas al mandante, permitan suponer razonablemente que éste habría dado la
aprobación”.
24 José Alejandro Bonivento, Gabriel Correa Arango, Roberto Valdés Sánchez, Enrique Gaviria Gutiérrez,
Juan Carlos Varón P. y Jaime Arteaga C., entre otros. Citados por: GIL ECHEVERRY, ob. cit., pág. 378.
25 Sentencia de 6 de febrero de 1998 (expediente 11477).
26 GIL ECHEVERRY, ob. cit., pág. 379
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Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
de nulidad absoluta o relativa o pueden ser rescindidos por las causales
previstas en la ley (artículos 150227, 174028 y 174129 del C.C).
Así las cosas, dado que el legislador no definió –de manera clara– la
naturaleza jurídica de la amigable composición, sino que se refirió a ella
como un simple “mecanismo de solución de conflictos” o “mecanismo
alternativo de solución de conflictos (MASC)”, no es posible determinar en
esta oportunidad procesal –admisión de la demanda– el término de
caducidad aplicable en el presente asunto.
En otras palabras, no se cuenta con los suficientes elementos de juicio para
determinar si el término de caducidad aplicable es de dos 2 años (num. 10,
lit. f, art.136 del C.C.A.), por ser un acto accesorio al contrato estatal 089 de
2000, como lo sostiene el Tribunal a quo, o si, por el contrario, se debe acudir
a las normas previstas en el Código Civil, para los eventos en que se pida la
rescisión de todo acto o negocio jurídico, como lo sostiene el recurrente (4
años, art. 1750 C.C.); en consecuencia, en aras de garantizar el derecho de
acceso a la administración de justicia (artículo 229 de la C.P.) y en
aplicación de los principios pro actione y pro damatio30, la Sala revocará el
auto apelado y, en su lugar, admitirá la demanda, para que el asunto se
analice, de manera más rigurosa, al momento de dictar sentencia.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera,
27
“Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad, es necesario:
1o.) que sea legalmente capaz.
2o.) que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no adolezca de vicio.
3o.) que recaiga sobre un objeto lícito.
4o.) que tenga una causa lícita.
La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma, sin el
ministerio o la autorización de otra”.
“Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del
mismo acto o contrato según su especie y la calidad o estado de las partes.
“La nulidad puede ser absoluta o relativa”.
28
“La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad producida por la omisión de
algún requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en
consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan
o acuerdan, son nulidades absolutas.
“Hay así mismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente incapaces.
“Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto o
contrato”.
29
Sobre la aplicación de estos principios, se recomienda consultar: Consejo de Estado, Sala de lo
Contencioso Administrativo, Sección Tercera, auto del 10 de diciembre de 2010, expediente 38867.
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Actor: Instituto de Desarrollo Urbano –I DU
R E S U E L V E:
PRIMERO: REVÓCASE el auto del 23 de septiembre de 2010, dictado por el
Tribunal Administrativo de Cundinamarca – Sección Tercera – Sub Sección
“A” y, en su lugar, se dispone:
1). ADMÍTESE la demanda formulada por el Instituto de Desarrollo
Urbano –IDU–, en ejercicio de la acción contractual y por
intermedio de apoderado judicial, contra la Sociedad
Colombiana de Ingenieros, Castro Tcherrasi y Cia. Ltda., y Equipo
Universal y Cia. Ltda.
2). NOTIFÍQUESE personalmente esta providencia a la parte
demandada.
3). NOTIFÍQUESE personalmente esta providencia al señor agente
del Ministerio Público (art. 127 C.C.A).
4). NOTIFÍQUESE a la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del
Estado (art. 610 conc. art. 612 de la Ley 1564 de 2012).
5). FÍJENSE, por parte del Tribunal a quo, los gastos ordinarios del
proceso, en caso de que no se haya hecho.
6). FÍJESE el proceso en lista por el término legal.
SEGUNDO: Ejecutoriada esta providencia, ENVÍESE el expediente al Tribunal
de origen.
CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
CARLOS ALBERTO ZAMBRANO BARRERA
ALIER EDUARDO HERNÁNDEZ ENRÍQUEZ
(Conjuez)
FERNANDO ALBERTO RODRÍGUEZ CASTRO
(Conjuez)
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