Divina Misericordia Test. Ugo Festa – esclerosis multiple J. Misericordioso JPII Test. Adam 8 años Children of Medjugorje Presidente: Denis Nolan Vice Presidente: Sister Emmanuel Consejo Asesor: Cardinal Jaime Sin Cardinal Bernardino Echeverria, O.F.M. Archbishop Frane Franic Archbishop D. Peter Chung Bishop Nicholas D'Antonio, O.F.M. Bishop Michael D. Pfeifer, O.M.I. Bishop Donald Montrose Bishop William Ellis Fr. Daniel Ange Ralph Martin Abril 1o. de 2001. ¡Queridos hijos de Medjugorje! ¡Alabados sean Jesús y María! 1. El 18 de Marzo de 2001, Mirjana recibió la aparición anual que tiene lugar el día de su cumpleaños en Medjugorje. Su rostro estaba cubierto de lágrimas. Ella dice que es el profundo anhelo que siente de estar con la Virgen lo que provoca esas lágrimas. Sólo podemos imaginar el amor tan grande que transpira su relación con la Virgen. La Virgen le dio un hermoso mensaje de Misericordia: "¡Queridos hijos! Hoy los llamo al amor y a la misericordia. Dense amor unos a otros así como el Padre de ustedes se los da. Sean misericordiosos - con el corazón. Hagan buenas obras, no dejen pasar mucho tiempo para hacerlas. Cada obra de misericordia que brota del corazón los acerca más a mi Hijo." ¡Este mensaje nos ayuda a vivir esta Cuaresma con Jesús! ¡Asimismo enuncia el gran evento del primer Domingo de la Divina Misericordia que ha sido "oficializado" en la Iglesia! 2. Hace casi un año, el 30 de abril de 2000, aguardábamos con expectación la canonización de Sor Faustina (¡ahora Santa Faustina!). ¡Fue muy emocionante! Miles se congregaron en la Plaza de San Pedro para atestiguar la celebración. Este glorioso evento del jubileo fue transmitido por televisión al mundo entero. ¡El Santo Padre dio un hermoso testimonio de la santidad de Sor Faustina y declaró: "De ahora en adelante, en la Iglesia entera, este día será llamado ¡Domingo de la Divina Misericordia!". Era asombroso, ¿acaso era verdad? ¿Estaba él instituyendo la Fiesta de la Divina Misericordia? ¡¡¡Sí!!! (Por cierto, fue nuestra querida Sor Emmanuel, usando su teléfono celular desde la Plaza de San Pedro quien dio las primeras noticias a América. Las noticias transmitidas por los medios -los cuales se atuvieron estrictamente al discurso escrito del Papa- ni se enteraron.) Ahora nos acercamos a la primera celebración "oficial" de la Fiesta de la Divina Misericordia en la Iglesia de todo el mundo (el 22 de abril de 2001), el primer Domingo de la Divina Misericordia del Tercer Milenio. ¿Qué podemos esperar? ¡Grandes gracias! ¡Será un momento excepcional de gracia! Jesús le dijo a Santa Faustina: "Hija mía, habla al mundo entero de la inconcebible (138) misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese (dentro de los 8 días previos o posteriores al "Domingo de la Misericordia") y reciba la Santa Comunión, obtendrá el perdón total de las culpas y las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias... La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas (139), deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia." (Diario 699). Jesús no podía ser más claro. El quiere derramar sobre nosotros Sus gracias en ese día. ¡Animemos a todos nuestros seres queridos para que aprovechen la Fiesta de la Divina Misericordia. En preparación a la Fiesta, se nos invita hacer la Novena de la Divina Misericordia que comienza el Viernes Santo. Durante esta novena, llevaremos a todas las almas, aún las más endurecidas, a la fuente de la Misericordia que brota del Corazón de Jesús. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte... Y no rehusaré nada a ningún alma que traerás a la Fuente de Mi Misericordia" (Diario 1209). Piensen en el bien que podemos hacer con nuestras oraciones en este tiempo. En efecto, al rezar esta novena con todo el corazón, estaremos respondiendo al llamado de la Virgen el 25 de Marzo: "Hijitos, viven un tiempo en el que Dios les da grandes gracias, pero ustedes no saben cómo aprovecharlas bien" ¡Saquemos provecho de estas gracias para nuestra propia conversión y para la conversión de tantos! (Más información sobre las oraciones y la Fiesta en el anexo). 3. En relación con lo anterior, permítanme compartir con ustedes una historia. Ugo Festa es un italiano que padecía esclerosis múltiple, distrofia muscular y epilepsia desde temprana edad. A principios de 1990 su espina estaba torcida y además sufría diariamente ataques epilépticos. Los médicos eran incapaces de ayudarle. El 28 de abril de 1990, él partió en peregrinación a Roma, confinado en una silla de ruedas. Lo invitaron a un retiro en el Santuario de la Divina Misericordia en Trento, pero no fue. Una monja le regaló unas estampas de la imagen de la Divina Misericordia y una medalla. ³Al día siguiente, el 29 de abril de 1990, Ugo traía puesta la medalla y llevaba en sus brazos las imágenes para que fueran bendecidas durante la audiencia papal en el Vaticano. Al pie de los escalones de San Pedro, el Santo Padre pasó junto a él. Ugo le pidió que le bendijera sus imágenes de la Divina Misericordia. Después de bendecirlas, e Papa le preguntó quién era él. Ugo le contó que se sentía muy desanimado y que atravesaba por una crisis en su vida. El Santo Padre le dijo: "¿Cómo puedes estar en crisis si llevas a Jesús de la Divina Misericordia en tus brazos? Confíate a El y pídele a mi Sor Faustina que interceda por ti.' Con este consejo, Ugo cambió de parecer y decidió ir al Santuario de la Divina Misericordia en Trento. A un lado del altar, en la Valla O'Santissima Villazzano, Trento, hay un santuario a la Divina Misericordia con un icono de tamaño natural de la Divina Imagen. Al cuarto día de estar rezando frente a este icono, Ugo de repente se percató que los brazos de la imagen se extendían hacia él y que un calor tremendo recorría su cuerpo. De pronto se vio a sí miso de pie y con los brazos extendidos hacia el Señor, alabando en voz alta a Jesús de la Misericordia. Vio cómo Jesús bajaba hacia él, con su túnica blanca que parecía moverse al ritmo de una brisa y pensó: “Dios mío, este es el hombre de Galilea viniendo hacia mí.' Entonces oyó que Jesús le decía con voz clara: 'Levántate y anda'. El comenzó a caminar. Todos sus males fueron curados en ese instante y estaba físicamente tan perfecto como nunca antes lo había estado en su vida." Ugo regresó al Vaticano un año después para compartir su alegría con el Santo Padre y desde entonces ha estado sirviendo a los enfermos en los hospitales, llevándoles el mensaje de la Divina Misericordia. (Handbook of Devotion, Divine Mercy Publications, Irlanda) ¿Puedes escuchar al Santo Padre diciéndonos a cada uno de nosotros: "¿Cómo puedes estar en crisis con Jesús de la Misericordia en tus brazos?" (Y Jesús, a su vez, podría decirnos especialmente a nosotros: ¿Cómo puedes estar en crisis con mi Madre viniendo a ti cada día?) ¡Durante este tiempo de gracia, entreguemos al Señor y a Su misericordia todas nuestras circunstancias! 4. Finalmente, la Virgen nos dice: "Sean misericordiosos - con el corazón. Hagan buenas obras, no dejen pasar mucho tiempo para hacerlas." De igual modo, Santa Faustina nos anima no sólo a orar pidiendo Misericordia, sino a vivir la Misericordia. Jesús le dijo: "Exijo... actos de misericordia... Te doy tres formas de ejercer misericordia con el prójimo: la primera - la acción, la segunda - la palabra, la tercera - la oración. en estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia" (Diario 742). Permítanme compartirles otra historia de misericordia. El pequeño Adam está en tercer grado. Es uno de los niños más brillantes de la clase. Todo parece resultarle muy fácil. Un día, su maestra anunció que tan pronto como cada estudiante terminara su página de matemáticas, ¡podría salir afuera para un recreo extra! Hubo júbilo cuando los estudiantes terminaron rápidamente la tarea. Pero la maestra notó que el pequeño Freddie nuevamente se quedaba atrás. Freddie tenía que tomar grandes dosis de medicamentos a causa de unos ataques que sufría junto con otras discapacidades y el trabajo no le salía muy rápido. No habría recreo extra para él. Entonces vio que Adam, quien acababa de entregarle su tarea, se dirigió a la banca de Freddie y comenzó a ayudarle con el trabajo. Adam esperó pacientemente a que Freddie terminara su tarea, alentándolo todo el tiempo. Se le hizo un nudo en la garganta al presenciar este acto compasivo y misericordioso de un niño de 8 años. Estaba siendo testigo de la Misericordia en acción. Esta es una historia verdadera, ocurrió apenas la semana pasada. ¡Vean todo lo que los niños pueden enseñarnos! Esto me hace recordar de nuevo el mensaje de la Virgen a Mirjana. Adam no hizo esperar mucho tiempo a Freddie, apresurémonos nosotros a hacer las buenas obras que Jesús ponga en nuestros corazones. ¡Qué alegría traerá esto a nuestras vidas y a las vidas de tantos que nos rodean! Madre querida, al abrirnos a la gracia de este tiempo, haz que seamos canales de esa gracia a través de nuestros actos de misericordia. Cathy Nolan PS. Muchos de ustedes han experimentado los milagros de la Divina Misericordia en sus vidas. Los invitamos a compartirlos con nosotros, ¡a fin de que muchos más puedan ser conmovidos y demos gracias al Señor! Especialmente si sus testimonios están relacionados con Medjugorje!!! (Favor de dirigirlos a [email protected] o Children Of Medjugorje, P.O. Box 1110, Notre Dame, Indiana 46556, USA. ¡Anticipadamente les damos las gracias!) PPS. Sor Emmanuel cumplirá con dos compromisos contraidos antes de iniciar su año sabático de oración: una Conferencia Mariana Eucarística de un día patrocinada por el Ave Maria Centre of Peace en Toronto, Canada, Mayo 19.... comunicarse con Henry Kovacic, Tel. (416) 251 - 4245; (800) 663 - 6279; Fax: (416) 253 - 0480; y la Conferencia Nacional sobre Medjugorje en la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana, Mayo 25, 26 y 27; comunicarse con Queen of Peace Ministries, Tel: 219-288-8777; Fax: (219) 288 - 8795 PPPS. La Novena de la Divina Misericordia comienza el Viernes Santo. Lean en esos días la meditación correspondiente y luego recen la corona. Se reza con las cuentas del Rosario. LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA Se inicia rezando un Padrenuestro, un Avemaría y el Credo de los Apóstoles. En las cuentas grandes antes de cada decena: Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. En las 10 cuentas pequeñas de cada decena: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Doxología final después de las cinco decenas: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. (Tres veces) Para finalizar se dice: Oh Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío. NOVENA A LA LA DIVINA MISERICORDIA Esta novena comienza a rezarse el Viernes Santo, como preparación para la fiesta de la Misericordia (el primer domingo después de Pascua). También puede rezarse en otro momento, según la necesidad que sientan los fieles, de acercarse cada vez más, a la Misericordia de Nuestro Señor Jesús. Aconsejo a rezarla cada vez que te sientas triste, con depresión, dolor en el alma... Verás que por medio de esta novena, te acercarás más y más a Jesús con su gran Misericordia, te sanará el cuerpo y el alma... Dijo el Señor Jesús a Sor Faustina: Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi Padre (...) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga pasión. Primer Día Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma, me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas. Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo. Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. AMEN. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Segundo Día Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad. Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo. Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. AMEN. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Tercer Día Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura. Jesús misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedes a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial. Padre eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. AMEN. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Cuarto Día Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia. Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón. Padre eterno, mira con misericordia a las almas de aquellos que no creen en ti y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. AMEN. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Quinto Día Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión. Jesús misericordiosísimo que eres la bondad misma, tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia. Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos separados especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. AMEN. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Sexto Día Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes. Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad. Padre eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Séptimo Día Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte. Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte. Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Octavo Día Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia. Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí yo que llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a tu justicia. Que los torrente de sangre y agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia. Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús , Tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. AMEN. Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Noveno Día Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mi este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia. Jesús misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque tú lo puedes todo. Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia. Amén (12091229). Rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. Domingo de la Divina Misericordia El Señor quiere que este día se conmemore como "Domingo de la Misericordia". A fin de completar la Novena, hay que acudir a la Confesión, participar en la Santa Misa y recibir la Sagrada Comunión este primer Domingo después de Pascua. Pídele a un sacerdote que escuche tu Confesión antes de la Misa y de comulgar. Jesús dijo: "Deseo conceder el perdón total a las almas que se acerquen a la Confesión y reciban la Santa Comunión el día de la Fiesta de Mi Misericordia" [Aunque la Comunión puede recibirse ese mismo día, siempre y cuando no esté uno en pecado mortal, la Confesión podrá hacerse dentro de los 8 días siguientes a la Fiesta). Que ningún alma tema acercarse a la Fuente de Mi Misericordia (la Confesión) aunque sus pecados sean como escarlata. La Santísima Virgen dijo... Sólo en la Eternidad conocerán el Gran Misterio realizado en ustedes a través de la Sagrada Comunión. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias... La fiesta de la misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer Domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá la paz hasta que no se dirija a la fuente de Mi misericordia." (Diario 699)