CUARTO HITO: EN LA VICTORIA DIVINA (22 de octubre de 1965)

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CUARTO HITO: EN LA VICTORIA DIVINA (22 de octubre de 1965)
Fin del destierro
A pesar que muchos contrarios a Schoenstatt decían que el Padre no volvería jamás a Alemania, a no ser que
fuese en el ataúd, el Padre dice: "estoy seguro que voy a volver de mi destierro porque nada de lo que yo he
hecho ha sido por mí mismo sino exclusivamente por honor a la Santísima Virgen. Si no hubiera estado
convencido de que a través de estas luchas se decide la misión de María para el futuro, para la Iglesia y el
mundo del futuro, para el hombre nuevo, para la sociedad nueva, no me habría arriesgado a ellas. Por eso ha
sido siempre el honor de la Santísima Virgen el que ha estado en juego, no el mío... Por eso, estoy seguro de
que Ella me va a liberar".
La situación comenzó a tornarse favorable cuando en 1963 llega a Milwaukee la noticia que el Obispo de la
Plata (Argentina) estaba dispuesto a ordenar sacerdote al Padre Boll dirigente de los teólogos expulsados
de los pallottinos por su fidelidad a nuestro Padre.
Por otra parte, el 3 de diciembre de 1963 se nombra al Obispo Höffner de Münster como Moderador de la
Obra de Schoenstatt y al Praelat Wissing como su asistente, ambos amigos de Schoenstatt. Como nuevo
Visitador para Schoenstatt se nombra al Padre Albers, Provincial de los Dominicos. Pero el caso de
Schoenstatt es trasladado a la Congregación de religiosos.
El 12 de octubre de 1964 el Papa Paulo VI concede autonomía a la Obra de Schoenstatt.
El 7 de julio de 1965, el Papa permite la fundación del Instituto de los Padres de Schoenstatt.
El lunes 13 de septiembre de 1965, el Padre recibe un telegrama (le es transmitido por teléfono), en el
cual se le dice que debe presentarse inmediatamente en Roma.
El Padre Kentenich llegó a Roma el 17 de septiembre. Los obispos y cardenales del Concilio estaban molestos
con la presencia del Padre Kentenich en Roma, por cuanto lo sentían como una presión a la Santa Sede. En
una reunión de todos los cardenales, celebrada el 24 de septiembre, se decide que, cualquiera fuese el
origen del telegrama, el Padre debe regresar a Milwaukee, y esta resolución fue firmada por el Santo
Padre. La Familia estaba muy desanimada, pero siguió moviéndose para lograr una mejor solución.
Al igual que en un 20 de enero, el P. Kentenich estaba absolutamente tranquilo, consciente que su liberación
no debía ser por medios humanos, sino sobrenaturales. El mismo decía: “Si nosotros hemos llegado a lo más
profundo de nuestra impotencia humana, entonces, la Mater intervendrá de una manera increíble”.
Rehabilitación del Padre Kentenich: 22 de octubre de 1965
El día 22 de octubre el Santo Padre firmó una resolución que decía: “Todos los Decretos contra el Padre
Kentenich están anulados. Está libre". Esta comunicación significaba que el Padre quedaba bajo la
Congregación de Religiosos y que podía tomar nuevamente la dirección del Movimiento.
Aún cuando está libre, no se le permite regresar inmediatamente a Alemania. Durante su permanencia en
Roma celebra sus 80 años (el 18 de noviembre).A través de gestiones del Praelat Wissing el P. Kentenich
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consiguió una entrevista con el Santo Padre, la que se realizó el 22 de diciembre; en esa ocasión el P.
Kentenich le regaló al Papa un cáliz, éste lo felicitó por su Obra: fue como una rehabilitación pública.
Terminada la audiencia, el Papa autorizó el regreso del Padre a Schoenstatt.
Estos 14 años de destierro están marcados por un gran amor y fidelidad a la Iglesia a pesar de que ésta lo
había separado de su obra. Durante todo el exilio, el Padre permaneció siempre obediente, con una actitud
de paz y de victoriosidad extraodinarias, seguro que la Santísima Virgen se glorificaría en él, tal como lo
hizo.
Retorno a Schoenstatt: 24 de diciembre 1965
El P. Kentenich llega a Schoenstatt para Nochebuena de 1965, y así el milagro de Nochebuena se volvió a
realizar una vez más. Ese día, el P. Kentenich volvió a pisar el Santuario Original, donde había
representantes de todas las Ramas e Institutos.
En Schoenstatt permanece los últimos tres años más de vida, en los que el Padre trabaja incansablemente al
servicio de la Familia. Su actividad constante, a los 80 anos de edad, sólo se explica por la fuerza de Dios
que lo poseía.
Su muerte
El 15 de septiembre de 1968 llega para el Padre el momento de la plenitud de su Alianza de amor: el
encuentro definitivo con Dios, con la Madre que lo había aceptado como hijo, lo había ido educando en la
escuela de la Alianza y había hecho de él un Padre para la Familia.
Ocurrió a las 7:07 AM, mientras se sacaba los ornamentos, inmediatamente después de haber celebrado la
Sta. Misa por primera vez en la Iglesia de la Adoración, la Iglesia consagrada a la Stma. Trinidad, que se
levanta sobre el monte Schoenstatt, y cuya construcción había sido ofrecida a la Mater por la protección
de Schoenstatt durante la guerra.
Era la fiesta de Los Siete Dolores de María; el Padre Fundador había compartido esos dolores, sufriendo
por Ella, por su misión para la Iglesia y el mundo del futuro.
El Padre murió a causa de un ataque al corazón en forma instantánea con una paz extraordinaria.
Desde el 15 hasta el 20 de septiembre, el ataúd del P. Kentenich permaneció abierto en la Iglesia de la
Adoración. Allí llegaron incontables personas de todas partes de Alemania y del mundo para rezar junto al
Fundador y agradecer por su vida.
En el mismo lugar de su muerte se encuentra ahora su tumba. El lugar se llama "capilla del Fundador". En el
sencillo sarcófago de basalto gris, aparecen su nombre, las fechas de su nacimiento y de su muerte, y las
palabras que el mismo Padre había querido para epitafio: “Dilexit Ecclesiam” (Amó a la Iglesia).
Efectivamente, todo su amor lo entregó a la Iglesia, toda su vida fue para la Iglesia, para la Iglesia del
presente y sobre todo para la iglesia del futuro.
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