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El modelo cooperativo: ¿La génesis de la Responsabilidad Social?
Por Katharina Kastowsky, Jefa de Comunicaciones Corporativas
Las organizaciones cooperativas juegan un rol social fuerte y con alta presencia en
América Latina. En Chile, tenemos algunos ejemplos de empresas cooperativas que
han logrado una gestión y resultados financieros exitosos, centrados en ser
responsables con la administración de los recursos de sus asociados, respondiendo
a las expectativas de éstos y dando una posibilidad de mejora económica y social a
un sector que está normalmente excluido de nuestra sociedad.
Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido en
forma voluntaria para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas,
sociales y culturales comunes, mediante una empresa de propiedad conjunta y
democráticamente controlada. Los primeros registros del cooperativismo datan de
mitad de siglo XIX cuando en Inglaterra nacen las primeras cooperativas de
consumo.
Efectivamente, las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua,
responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad, y propician la
honestidad, la transparencia y la preocupación y compromiso con la comunidad.
Todo esto nos lleva a confirmar que una cooperativa, por definición, es una
empresa socialmente responsable y posiblemente uno de los primeros modelos de
organización que tiene sus pilares en el desarrollo social y económico de sus
principales stakeholders.
La Responsabilidad Social está en la esencia del quehacer de las cooperativas, pues
éstas no pueden ser instituciones centradas en sí mismas y permanecer
indiferentes ante los problemas de la comunidad. Normalmente las cooperativas se
forman por la necesidad de obtener recursos económicos adicionales que les
permitan a los integrantes que la conforman obtener mayor bienestar para sus
familias, siendo de un impacto directo en la economía familiar.
En Chile la presencia del modelo cooperativo está presente con más de 2.200
cooperativas, las cuales operan en diferentes sectores de la economía, agrupando a
más de un millón de socios, integrando a un 33% de las unidades familiares del
país como usuarias o socias de las mismas. (1)
Beneficios directos: Distribución del remanente
La más grande cooperativa de ahorro y crédito en nuestro país, entrega a sus
socios uno de los beneficios más valorados por éstos, que es la distribución del
remanente. Esto es el reparto de las utilidades, que se otorga anualmente a todos
los asociados, proporcionalmente de acuerdo a la cantidad de cuotas de
participación que posean. Esto obliga a la cooperativa tener una gestión y control
administrativo eficiente, hacer transparente cada uno de sus movimientos,
convirtiéndose en una empresa capaz de integrar la función económica y la función
social, es decir, capacidad de crear riqueza con eficiencia económica y distribuirla
equitativamente, no sólo bienes y servicios, sino también acumular capital social,
entendiéndose éste como la forma de medir la sociabilidad de un conjunto humano
y aquellos aspectos que permiten que prospere la colaboración y el uso, por parte
de los actores individuales, de las oportunidades que surgen en estas relaciones
sociales.
Los casos de cooperativas exitosas en nuestro país han asumido un compromiso no
sólo con sus asociados sino también con sus colaboradores, que en algunas de
estas organizaciones superan a los mil empleados.
Estas instituciones han visto la oportunidad que representa como ventaja
competitiva, el fomentar la creatividad y sustentabilidad dentro del negocio, por lo
que han desarrollado fuertes programas de recursos humanos que potencian las
capacidades de los colaboradores, dan un mejor clima laboral, llegando incluso a
estar ranqueadas dentro de las mejores empresas para trabajar en Chile.
Esta es la mejor demostración para confirmar que son empresas socialmente
responsables en el más amplio sentido de este concepto, el cual ya se instaló en
nuestro país y ofrece la oportunidad de desarrollar una sociedad con más
oportunidades, en la medida que todos los actores relevantes tomen conciencia y
hagan un compromiso real de cambio, alineando su accionar, basándose en los
pilares de la Responsabilidad Social integrado a su estrategia de negocio.
(1) Fuente: Departamento de Cooperativas del Ministerio de Economía de Chile.
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