1 Valores Personales e Institucionales Dr. Steve Clinton Octubre 26

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Valores Personales e Institucionales
Dr. Steve Clinton
Octubre 26, 1.987
Introducción
La energía (fuerza que nos motiva a tomar acciones) de alguna organización o de cualquier
persona es una combinación de necesidades y valores. Por eso, cuanto más conozcamos y
entendamos nuestras propias necesidades y valores, las de la gente con las que trabajamos, y las de
la organización (las necesidades son resultado de las necesidades de la gente que componen la
organización; los valores son la combinación de los de las personas y los valores sustentados
públicamente por el liderazgo de la organización), cuanto más cohesión y efectividad en la
organización estará más cerca de alcanzar sus metas y los miembros de la misma se sentirán más
satisfechos. Si los valores personales y organizacionales difieren, habrá menos satisfacción
personal y menos unidad en la organización.
I. Tipos de Valores
Hay cuatro tipos de valores. Estos tipos de valores no miden el contenido de los valores, sino
el nivel o tipo de valores mantenidos por un individuo.
Tradicionalista- Ellos prefieren trabajar en actividades grupales
formales y
estructuradas con formatos standart. Su compromiso fuerte
con su grupo les permite dejar
de lado la gratificación personal en
favor de la cohesión grupal. Tiene tendencia a resistir
el cambio a
menos que la totalidad del grupo haya coincidido en que dicho cambio
es necesario.
Desafiante- Ellos son informales, casuales, y responden en menor
grado al status
social. Su vida personal es a menudo muy diferente
que su vida en el "rol" de trabajo.
Tienden a demandar satisfacción
inmediata y poseen menor tolerancia para acciones futuras
prometidas.
Quieren incrementar su valía personal mediante contribuciones y por lo
tanto evitan ser analizados y criticados.
Intermedio- Tienden a responder a la moda o a lo que es "in" en lugar
de a la estabilidad.
Son accesibles, pero podrían no ser abiertos a
sugerencias a menos que perciban una gran
tendencia grupal. Se
preocupa acerca del crecimiento personal y de la felicidad.
Prefieren un contexto de apoyo y desarrollo que una evaluación
crítica.
Sintetizador- Estos tienden a estar socialmente en la orilla opuesta y
a menudo pelean.
Pueden ser involucrados fácilmente en las áreas que
ellos valoran. Respetan la competencia
tanto en los negocios como en
áreas personales. Prefieren consultar antes que cambiar,
sin
embargo, están dispuestos a aceptar el cambio a fin de alcanzar el
valor
escogido.
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Las personas no pueden "cerrarse" en ninguno de estos tipos de valores y estabilizarse por un largo
período. Las organizaciones democrática tienden a elegir para el liderazgo a personas que reflejen
con mayor intensidad los valores del grupo, al menos para prolongar aquellos que son vistos
públicamente. Pero los miembros de la organización podrían también ser engañados por la postura
verbal y pública que un líder asume, y entonces perder el tipo de valor que esa persona es.
No es sorprendente que los tradicionalistas sean escogidos a menudo
para mantener una
organización, cuyas personas estén confortables, pero los sintetizadores estén tratando de causar el
cambio. En momentos en que el cambio es necesario esto a menudo enfrenta al tradicionalista
amigable y al psintetizador.
II. Contenido de los Valores
General
El contenido de los valores marca una diferencia profunda en la vida de la persona individual y
en la historia de la organización. Ellos determinan como hacemos compromisos de todo corazón,
cuán fielmente trabajamos, y cuán gratificados nos sentimos acerca de nuestros logros. Algunos
estudios han mostrado que los valores compartidos entre los individuos y la organización son la
mayor fuente tanto de la efectividad personal como organizacional.
Cuando los valores de los líderes y los trabajadores son compatibles y/o congruentes con los valores
de la organización, las vidas del personal están en mejor condición y la aproximación a su trabajo
es más saludable.
En un estudio de 1.500 compañías, los valores más ampliamente sustentados eran la
honestidad, responsabilidad, competencia, imaginación en metas de reuniones, enfrentar a los
problemas y raciocinio en la toma de decisiones y programación organizacional. En las mejores
compañías, los líderes deben tener o adoptar las metas o de lo contrario ser eliminados del liderazgo.
Hubo hallazgos similares en un estudio de las iglesias. Los valores sustentados más
ampliamente por el liderazgo de las iglesias en desarrollo incluyen: integridad, responsabilidad,
madurez personal, compromiso con los miembros, compromiso para alcanzar a otros, y una
organización central fuerte.
Bíblico
La Biblia también comenta acerca de los valores que deberían tener los cristianos. La Biblia
indica que deberíamos mantener nuestros valores en tres niveles. Hay algunos valores en los que
creemos que son de fundamental importancia: ej. la deidad de Cristo, la salvación por gracia a través
de la fe, y la autoridad de la Biblia.
Estos valores valen la ruptura de una amistad. Si alguien en nuestra iglesia difiere en estos
tópicos, estudiamos la situación y proclamamos a tal personal como un hereje. A estos valores los
denominamos "convicciones".
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Existen otros valores que son muy importante para nosotros y sobre los que buscamos unidad
en nuestra congregación, tal vez aún al punto de la disciplina en la Iglesia, pero estamos dispuestos
a interrumpir la comunión. Estos podrían incluir la práctica del bautismo, rol de los dones
espirituales, mayordomía del dinero, etc.
Denominamos a esos valores "persuasiones". Acerca de muchos de estos la Biblia dice que
nosotros vamos a ser totalmente persuadidos (Romanos 14:5).
Hay un tercer nivel de valores que se refieren a aquellos asuntos sobre los que permitimos gran
diversidad. Son bastante importantes y por ello mantenemos una opinión personal, pero no tan
significantes como para que sintamos que sea necesario mantener la unidad amplia de la iglesia.
Este nivel podría incluir como nos gustaría que fueran predicados los sermones, como debería ser
administrada la comunión, que hacer en situaciones personales o familiares éticas, etc. A este nivel
se lo denomina "opiniones".
Estos tres niveles se observan en las Escrituras. Tomando a Pablo como ejemplo, vemos
convicciones en Gálatas 2:11-21; prsuasiones en Romanos 4:21; 14:15-14; Col. 2:2; y opiniones en I
Cor. 7:5-8; 7:39-40;y 14:5.
Valores Primarios
Los valores primarios para la vida cristiana los encontramos en dos pasajes principales. Jesús
enfocó dos aspectos de la vida cristiana y los proyectó a sus discípulos como puntos centrales.
El Gran Mandamiento
En Marcos 12:29 - 31 Jesús dice, "El primero (mandamiento) de todos es:'Oye Israel! El Señor
nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y
con toda tu mente y todas tus fuerzas.Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí
mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos dos." Esto debe ser considerado
cuidadosamente por todo cristiano. A continuación tenemos una mirada más profunda a este Gran
Mandamiento.
Si graficamos las tres referencias sinópticas y la fuente de versículos del Antiguo Testamento,
podría ser ordenado como sigue:
El Gran Mandamiento
Marcos
12:3O
Mateo
22:37
Kardia
"
psyche
dianoia
"
"
ischuos
4
Lucas
lO:27
Deut.
6:5
"
1ebab
"
"
nephesh
"
me'od
El primer elemento se refiere al corazón, al lugar donde se asientan las
direcciones y afecciones. En términos educativos y técnicos es el centro afectivo del ser humano
(hoy podríamos llamarlo lado derecho del cerebro).
El segundo elemento (segundo en Hebreo, lo mismo que alma y mente en griego) incluye lo que
Kaiser (Harris, 1.980) denomina el "ser total," esto es la personalidad o la totalidad de los
componentes espirituales, sociales y psicológicos del idividuo.
A menudo, esto se resume como mente, voluntad y emociones o como la mente y el espíritu.
Pero ambas frases son demasiado abreviadas para ser muy buenas en una discusión teológica.
Las emociones son demasiado complejas para ser adecuadamente capturadas en un simple término.
La mente es tan compleja que educadores y psicólogos la han subdividido en 120 elementos y han
desarrollado pruebas para sólo 26 de estos elementos (J.P. Guilford, 1.979; Mary Meeker, 1.969).
Por eso, "mente y alma" son referencias limitadas de la totalidad de los elementos no físicos del ser
humano.
El tercer elemento, fuerza, se refiere a la intensidad con que traemos el amor de Dios.
"Ischuos" es mayormente co-extenso con "dunamis" pero hay un énfasis en "el poder actual
implicado en habilidad o capacidad" (Kittle, 1.965,III,p. 397). "Ischuos" es la palabra más común para
poder en el LXX. Entonces, en nuestro contexto actual "ischuos" connota la intensidad actual con la
que amamos a Dios.
Nuestro ser total (afecto, conocimiento, espíritu) debe estar intensamente consagrado al amor
de Dios.
El segundo mandamiento es similar en que nosotros debemos amar a nuestro prójimo como a
nosotros mismos. La Biblia asume que una persona se ama a sí misma. En efecto, esta es casi
universalmente una experiencia humana, y ciertamente sería denominada "normal". Estos dos
mandamientos resumen lo que Dios demanda de nosotros.
Jesús dice que de estos dos mandamientos dependen la Ley y los Profetas (Mateo 22:40). En
el pasaje de Marcos Jesús añade: " No hay otro mandamiento mayor que estos dos". Así como el
Antiguo Testamento se refiere a la enseñanza de Jesús, éstos son los más importantes y el resumen
de todo.
Otro pasaje paralelo ocurre en la última noche de Jesús con sus discípulos. El les dió un nuevo
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mandamiento--amarse los unos a los otros (Juan 13:34). Este no era un nuevo mandamiento,
excepto por el calificador que Jesús aumenta: como yo os he amado. La manera especial en la que
Jesús ha manifestado Su amor por estos hombres es para ser el modelo, según el cual ellos
expresen, en una manera nueva, amor el uno por el otro.
Pero esta es todavía una aplicación del mandamiento general de amar a su prójimo. Por eso, cae
dentro del objetivo del comentario anterior sobre el Gran Mandamiento.
La Gran Comisión
El otro mandamiento mayor es posterior a la resurrección. Mientras Jesús se prepara para
dejar a los discípulos El les dice,
Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del hijo y del Espíritu
Santo, enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado y he aquí yo estoy
con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo.(Mateo 28:18-20)
Los cuatro elementos de este pasaje tienen fundamental importancia para nosotros. Primero, Jesús
basa este mandamiento en el hecho de que le ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Esto significa que El está colocando este mandamiento en el contexto de Su señorío. Será lo
central que El espera que los hombres hagan.
Segundo, el elemento central del pasaje es el modo imperativo. Hay que hacer discípulos. No
interesa que más hacemos como iglesia o como miembros individuales del cuerpo de Cristo,
nosotros debemos estar en el proceso de hacer discípulos o estaremos en desobediencia al Señor.
Tercero, los dos participios que siguen al mandamiento de hacer discípulos deberían ser
tomados como verbos instrumentales. Al traer personas para ser bautizadas, para identificarse con
Jesucristo, y al enseñarles lo que El ha mandado a sus seguidores, nosotros estamos discipulando.
El elemento final de este pasaje es Su promesa de estar siempre con nosotros. Como otros ya
han señalado, esta es una reminiscencia de la promesa del Antiguo Testamento, "yo moraré en
medio de ustedes"(catorce pasajes entre Exodo y Zacarías, y una señal de referencia como parte de
una fórmula tripartita; cf. Kaiser, 1972,pp. 13-14 y 1978, pp.34-35).
La implicación de esta promesa es que en el proceso de hacer discípulos, en cualquier parte del
mundo en la que nos encontremos y en cualquier momento de la historia, Jesús estará allá en su
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total presencia para darnos lo que necesitemos para llevar a cabo esa tarea.
Resumen
El Gran Mandamiento y la Gran Comisión no son excluyentes una de otra. Como una
prolongación de nuestro amor por el Señor, nosotros amamos a nuestros hermanos y alcanzamos en
amor a todo no creyente. Estos dos mandamientos se encuentran en la cima de la vida de la iglesia.
Esto es debido al contexto escritural e histórico y a la importancia teológica que Jesús les dió.
Por eso, nosotros debemos dar un énfasis apropiado a estos mandamientos
enseñanzas y prédicas y moldear nuestras vidas,
en nuestras
así como también las vidas de nuestros discípulos (estudiantes) a la luz de estos aspectos centrales
de la enseñanza de Jesús. Estos serán también centrales para nuestros valores eclesiales.
Estos valores deberían reflejarse en nuestra vida diaria y en nustras actividades, tanto
personales como corporativas. Si nosotros sustentamos cinco valores como convicciones, todos
los otros valores y todas las actividades pueden ser alineadas con éstos y se puede lograr una
posición coherente. Estos valores son:
1. La deidad de Jesucristo
2. Salvación por gracia a través de la fe
3. La autoridad de la Biblia
4. El Gran Mandamiento
5. La Gran Comisión
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