Descubrir el rostro verdadero

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La lucha por descubrir
el rostro verdadero.
Tomado del libro “Conciencia de Pasos”
Ed. San Pablo, Santiago de Chile, 1995.
Autor: W. Elphick D.
Paradógicamente, cada persona nace propietaria de un yo, que debería ir descubriendo, tallando en su propia
experiencia; sin embargo nos vemos enfrentados a la lucha de crecer adaptándonos a un yo - mosaico que otros han
diseñado, bosquejado para cada nacido: allí están los padres, proyectando sus ausencias, lo que cada uno no pudo
realizar, aquellos sueños que no tuvieron despertar; están los profesores "modelando" al alumno cual "arcilla" que
debe adaptarse a su sociedad, neutralizando la crítica, el cuestionamiento y la inestabilidad... no pocos se dejan
manejar por la idea de que mientras más repetitivo y estandarizado sea el proceso educativo, mayor será su
eficiencia... y menores las molestias.
Al igual que en la historia de la vieja iglesia, podemos enfrentarnos a la lucha de dos fuerzas: la que desea descubrir el
rostro original, aquella que busca liberarse de estucos, de exterioridades, y aquellas otras fuerzas que desean imponer
colores y formas sobre la verdadera realidad... loza que se cae nos la vuelven a pegar .
El esfuerzo por estucar y tapar el rostro original necesita de un "pegamento"... ¿qué pegamentos usamos en nuestra
realidad? Uno de los más firmes es la traición: esto se ha hecho siempre así", "nuestra familia siempre ha tenido en
sus filas a médicos". Otro "pegamento" son los temores sociales: "el qué dirán si..."; otro, la ley del menor esfuerzo: "no
te compliques... síguele el juego, no contradigas, no le pongas tanto"... hay variedad de pegamentos.
Al fin, ¿ qué conciencia podrá cultivar el hombre si somos macerados en la nulidad del yo, en la engañosa pista de "un
destino", en el temor de no hacer nada que se salga de lo tradicional, de lo convencional?
¡Ponerse de pie, en sus propios pies.
Hoy, aquí en mis alrededores, una persona pequeña, comienza a ponerse de pie... aprende sus primeros pasos,
tímidos. Cae cuantas veces quiere, se levanta y cae, pero vuelve, pues nació para vivir de pie.
Contra toda fuerza, nació para vivir de pie. Contra todo obstáculo, nació para crecer de pie. Contra toda violencia,
nació para relacionarse de pie. Contra toda opresión, nació para morir de pie...en sus propios pies.
Hoy juguetea alrededor mío mi hija Natalia. Aprende el arte de ponerse de pie, que va más allá de caminar en dos
pies.
Un día aprenderá que tiene dignidad ofrecida desde su gestación, pero esta dignidad exige que cada persona asuma
su dignidad a escala humana, creciendo en conciencia de pasos, amando con gratuidad y responsabilidad, sufriendo
con mirada alta, venciendo sin avasallar, buscando con claridad de metas.
Es la madurez de quien reconoce que sus pasos son suyos y no los de los adultos, proyectados en su ruta. Un día,
Natalia, tus pasos te llevarán de pie por la vida, interiormente de pie, con tu verdad libre de mordazas, con tus
opiniones sin muletas, con tus proyectos sin componendas.
U n día, Natalia, veremos cómo ha crecido tu ruta, cómo has conquistado terreno. Un día irás de pie, en tus propios
pies, alejándote de la huella paterna, encarnando tu propio proyecto de vida.
VIRTUD y VICIO ORIGINAL
Un día llegó a mi ciudad un predicador ambulante,
micrófono en mano,empezó a decir:
“Si quieres seguir a Cristo
tienes que renunciar a ti mismo”.
Y continuó:
“renuncia a tus gustos”,
“cuidado con tanta risa "
“sacrifica tus descansos,
no dejes que tu cuerpo te domine "
“abandona tus deseos,
elige los deseos de Dios...”.
Mal maestro ...
De tanta renuncia
empezábamos a dejar
de ser nosotros mismos.
No nos dijo que renunciar a Si mismo,
no es dejar el propio yo,
sino los yo aparentes,
aquellos que obstaculizan
la plenitud de la persona.
Virtud y vicio original
Todo mal tiene un inicio.
¿Cuál será el mal inicial, el vicio original?
¿Será la desconfianza, madre de toda división y frontera?
¿Será la envidia, hermana del stress y de la competencia desleal ?
¿Será la autosuficiencia, causal del desprecio y atropello de quienes nos rodean ?
¿Será la soberbia, aquel deseo de ser superhombres y aun de autonombramos dioses?
El vicio original es el continuo afán por superar la realidad de lo que somos, para adornar externamente, de lo qué no
existe en el interior del hombre.
El vicio original me lanza fuera de mí, me subordina a buscar lo ajeno y encontrar en él una falsa plenitud adormecida
por la inconsciencia.
La virtud original es la capacidad para trabajar la autoconciencia, aquella capacidad para abordarse, conocerse y
valorarse en el justo equilibrio.
La virtud original es la fuerza centrípeta que me lanza hacia mi interioridad.
Estas dos fuerzas pueden tener el patrocinio de mis acciones, cual bencineras están allí esperando que las cargue
como combustible.
Centro de Intermediación para el Desarrollo de las Personas en el
Trabajo
OTIC-ALIANZA
Organismo Técnico Intermedio de Capacitación-OTICReconocido por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo –SENCE- Registro Nº 105.
Personalidad Jurídica del 5 de Julio del año 1999.
Una alianza para servir a la formación de la Empresa y de la Educación Chilena.
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Fax: 688.8001 .
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Sitio Internet: www.otic.alianza.cl
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