Publicado en el DIARIO DE LEON Martes, 9 de Mayo de 2006 León desborda el programa Fénix de la Junta para rehabilitar a maltratadotes El Juzgado de Violencia pide que se establezca un protocolo entre administraciones para derivar los casos de penados Dos terceras partes de los tratamientos a hombres se dan en la provincia de León Informe: Condenados a hacer terapia Sólo el 20% de los agresores que reciben el tratamiento acuden voluntariamente El tratamiento: Un programa basado en el cambio de conducta y la revisión de ideas sexistas El «cobra» y el «pitbull», los prototipos extremos de hombres maltratadores «El dinero no debería salir del área de Mujer» A. GAITERO LEÓN «El programa Fénix apoya a la mujer en la medida que se evitará que otras mujeres sean agredidas o se propiciará el fin del maltrato» ROSA URBÓN, directora general de la Mujer de la Junta El programa Fénix de tratamiento psicológico para hombres maltratadores «ha roto las expectativas, especialmente en León», según reconoce la directora general de la Mujer de la Junta, Rosa Urbón. En la provincia leonesa hay, oficialmente, 30 hombres en terapia, de los 48 de Castilla y León, según datos de este departamento de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. La Dirección General de la Mujer advierte de que «haremos un replanteamiento» del programa Fénix, que aún no ha cumplido un año de vigencia, para que la administración central «asuma» los tratamientos de los hombres derivados por Instituciones Penitenciarias. «Nos lo vamos a replantear porque es una competencia suya, que está recogida en la Ley Integral de Violencia de Género, con independencia de que estamos dispuestos a colaborar», subrayó Urbón. La directora de la Mujer defiende el programa Fénix como una medida que no se realiza únicamente en beneficio de los agresores, puesto que busca la «prevención de conductas violentas y por tanto es un programa de apoyo a la mujer en la medida que se evitará que otras mujeres sean agredidas o se propiciará el fin del maltrato». La Junta se decidió a poner en marcha este programa después de varios años de experiencia del tratamiento con mujeres víctimas de maltrato. Más de 400 mujeres de la comunidad y una treintena de menores han sido atendidos por el programa de apoyo emocional para víctimas de violencia familiar, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. «El apoyo emocional a mujeres es un programa esencial que busca la recuperación de la autoestima de la víctima, la confianza y la pérdida del miedo, además de acabar con la dependencia emocional», precisó la directora de la Mujer. La Junta dedicó el año pasado un presupuesto de 100.000 euros a los tratamientos psicológicos de mujeres víctimas y hombres agresores (el programa Fénix empezó en agosto) y este año, según la Dirección General de la Mujer, la cuantía asciende a 155.100 euros. La terapia, según los expertos, «tiene un doble interés: evitar la reincidencia y favorecer la integración», subrayan Josefa Vélez y Miguel Ángel Cueto, profesionales que entienden la rehabilitación de los maltratadores como una medida beneficiosa no sólo para ellos, «sino especialmente para las personas maltratadas, la familia y la sociedad en general». Actuación aislada Se trata de un programa pionero en la comunidad de Castilla y León. Hasta ahora las administraciones públicas y asociaciones de mujeres han ofrecido terapias psicológicas para víctimas de violencia, pero es la primera vez que una administración afronta el tratamiento de 1 agresores en Castilla y León, pese a las críticas de grupos que rechazan que se esta actividad se realicen con los fondos de la Dirección de la Mujer. Por el momento, Instituciones Penitenciarias carece de programas de este tipo para ejecutar las sentencias en las que los jueces y tribunales obligan a los hombres condenados por maltrato a participar en cursos de igualdad de género durante un período de dos años. En este sentido, los juzgados que se ocupan de la violencia de género en la provincia apuntan la necesidad de protocolos de coordinación entre la administración y el poder judicial puesto que hay que aplicar el Real Decreto 515/2005 que obliga a los servicios sociales penitenciarios a derivar a los condenados a los planes de reeducación. Ahora depende de actuaciones aisladas en las comunidades autónomas. Condenados a hacer terapia Más de cincuenta hombres, derivados desde los servicios sociales penitenciarios de León, siguen el tratamiento psicológico del programa Fénix como «sustituto» de la condena por malos tratos Más de cincuenta hombres condenados por los juzgados de lo Penal de León y Ponferrada han sido derivados desde los servicios sociales penitenciarios de León al programa Fénix desde el pasado mes de septiembre. La mayoría realizan el programa que exige dos años de compromiso de los penados con la terapia y no reincidir en el delito de violencia de género. El programa aborda, en general, tres aspectos cruciales. En el área conductual los psicólogos trabajan el control de impulsos, de la ira y la conducta pública frente a la privada. Desde el punto de vista cognitivo, la terapia aborda el razonamiento moral, la resolución de problemas, el proceso de toma de decisiones, las distorsiones cognitivas en las que se basa la violencia y el manejo del estrés. Asimismo, en el ámbito afectivo y relacional se pretende trabajar la empatía, la expresión emocional, las celotipias o pasión de los celos, la autoestima, las habilidades de comunicación, y la negociación como alternativa a la agresión. Los profesionales que trabajan con los hombres que van obligados al programa Fénix reconocen que «van un poco medio obligados», a regañadientes, aunque la frase definitiva es que «tenemos encima de la mesa una sentencia». «Inicialmente hay algunos que vienen un poco agresivos», reconoce Vicente Martín, uno de los psicólogos que participa en el programa Fénix. Desmontar el pensamiento arraigado en una persona es una tarea compleja -agregapero poco a poco los ex agresores aprenden nuevas habilidades y conductas y, de momento, «ninguno de los que está en el programa ha vuelto a agredir», asegura, lo que considera de por sí una ventaja. El programa Fénix tiene por objetivo «disminuir la violencia de género en Castilla y León» y, en este sentido, los psicólogos consideran que está cumpliendo su papel, aunque se ha desviado de la filosofía inicial de que los hombres llegaran a las terapias de forma voluntaria. «Resulta mucho más difícil trabajar este tipo de conductas con personas que no acuden al psicólogo voluntariamente y que los deriva el poder judicial», abundan Josefa Vélez y Miguel Ángel Cueto en un artículo aún inédito sobre el programa Fénix en la provincia de León. No obstante, defienden que trabajar la terapia psicológica «contribuye en buena medida a erradicar esta lacra porque se trabaja con el origen del problema, independientemente de donde vengan derivados los hombres violentos». Sólo el 20% de los agresores que reciben el tratamiento acuden voluntariamente Un hombre y su esposa llegan juntos a la oficina de la mujer donde se puede solicitar voluntariamente la participación en el programa Fénix (edificio de servicios múltiples de la Junta en León). Cuando la funcionaria pregunta si el motivo de la consulta es un problema de violencia el hombre agacha la cabeza y la mujer, al fin, contesta afirmativamente. Luego relata 2 el trato que recibe de su compañero y aunque no habla de agresiones físicas se muestra especialmente dolida por los insultos y signos de menosprecio que realiza el hombre delante de los hijos. Entonces, el hombre inteviene y quiere matizar, pero enseguida es atajado por la experta que le recuerda que el maltrato psicológico y verbal también está sancionado por la ley y hace daño a quien lo padece. Se trata de uno de los pocos casos en los que el hombre agresor se presenta de forma voluntaria para solicitar el tratamiento. Aunque se trata de un caso singular. La pareja ha decidido pedir ayuda externa y tanto él como ella son derivados al programa de tratamiento psicológico que la Junta ofrece a través de convenio con el Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla y León para hombres agresores y para mujeres víctimas de violencia. La violencia en la familia no siempre acaba en denuncia. De hecho, se estima que sólo el 10% de los casos son confesados por las mujeres que son víctimas de agresiones físicas o psicológicas. El programa Fénix de atención a hombres que ejercen la violencia contra las mujeres precisamente tiene entre sus objetivos mejorar la situación de estas mujeres. Por ello una de las premisas del programa era que los hombres acudieran voluntariamente. Las solicitudes para el programa Fénix son casi 80, de las que el 80% han sido derivadas por los Servicios Sociales Penitenciarios como medida alternativa a la prisión. No todas las peticiones son aceptadas. El 10% han sido rechazadas por los psicólogos como personas «no aptas» para el tratamiento, que se ofrece tanto en la capital de la provincia como en Ponferrada. Las primeras terapias puestas en marcha en España con hombres que ejercen la violencia se pusieron en marcha en 1995 en el País Vasco. Según las psicólogas Silvia Verdullas y Dulce Poveda con este programa se comprobó que «trabajar para que los hombres abandonen sus conductas violentas es un paso importante a la hora de ayudar a todas aquellas mujeres que sufren malos tratos», pese a que hay un alto índice de abandonos, que alcanzó entre el 40% y el 50% en el caso del programa vasco. De los que continúan el programa, el éxito es del 65%. El programa implantado en Castilla y León aún no se ha evaluado, debido al corto tiempo que lleva en marcha y a que ninguno de los hombres tratados ha concluído el período de la terapia, que contempla un año de sesiones y revisiones cada seis meses durante otro año. Similares al programa Fénix de Castilla y León son otros que se llevan a cabo en las comunidades de Castilla-La Mancha (Proyecto Vitrubio), en Galicia (Abramos el círculo), en Guipúzcoa y en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, en colaboración con los colegios de psicólogos que aseguran que «la rehabilitación de los hombres que han ejercido la violencia es realmente difícil, pero no imposible». Un programa basado en el cambio de conducta y la revisión de ideas sexistas Los objetivos del programa Fénix de atención psicológica a maltratadores son: 1 Terminar con la violencia física, psicológica y sexual fomentando las actitudes de responsabilidad y autocontrol. 2 Desarrollar y mejorar las habilidades de comunicación y conducta asertiva. Disminuir el aislamiento social. 3 Comprender el impacto que tiene la agresión en la víctima. y aumentar en el usuario el sentido de responsabilidad de su conducta agresiva. 4 Ayudar a desarrollar las relaciones interpersonales basadas en la estima y el respeto. 5 Tomar conciencia de la relación entre violencia hacia las mujeres y la educación recibida. Promover la flexibilización de los roles de género. 6 Revisar creencias culturales que contribuyen a legitimar la violencia. El «cobra» y el «pitbull», los prototipos extremos de hombres maltratadores La serpiente cobra y el perro pitbull son las figuras utilizadas que sintetizan a dos maltratadores prototípicos: 1 Cobra: Es muy probable que sea agresivo con todo el mundo. Pitbull: Solamente es violento con las personas que ama. 2 Cobra: No depende emocionalmente de 3 otra persona, pero insiste en que su compañera debe hacer lo que él quiere siempre. Pitbull: Priva a su esposa o novia de su independencia. 3 Cobra: Es más propenso a amenazar con armas. Pitbull: Pronto a la ira, a vigilar y a atacar públicamente a su compañera. 4 Cobra: Se calma internamente, según se vuelve agresivo. Pitbull: Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión. 5 Cobra: Es difícil tratarlo con terapia psicológica. Pitbull: Los expertos creen que tiene algún potencial para la rehabilitación. «El dinero no debería salir del área de Mujer» Los sábados, domingos y lunes son, por este orden, los días de la semana en los que se producen más episodios de violencia hacia las mujeres en el ámbito de la pareja. La violencia de género supone una de cada tres consultas atendidas en la oficina municipal de información a la mujer de León que durante el primer trimestre de este año harealizado 270 intervenciones, de ellas un centenar relacionadas con la violencia. Desde los colectivos que trabajan con mujeres víctimas de violencia se reprocha la «elevada inversión de recursos en los programas de apoyo psicológico a los hombres agresores cuando aún queda tanto por hacer con las víctimas», señala la trabajadora social María Jesús Blanco. La asociación leonesa Simone de Beauvoir, que gestiona uno de los pisos de acogida para víctimas y un centro de día en León, considera que «no es demasiado lógico que los fondos para tratar emocionalmente a los hombres maltratadores salgan de la Dirección General de la Mujer» cuando en los centros que atienden a víctimas «existen muchas necesidades, están saturados y atendemos a mujeres cada vez más excluidas o abandonadas socialmente». «Es un programa en el que se invierte mucho dinero para favorecer a los agresores en detrimento de las víctimas», concluye la asociación. Desde otros colectivos que trabajan con víctimas en León, como Adavas, aducen que debería ser Instituciones Penitenciarias la administración que financie los programas de rehabilitación de maltratadores y también hay opiniones contrarias a la suspensión de condenas por terapias psicológicas. «Las terapias deberían ser obligatorias», ha defendido Alberto del Pozo, miembro desde el colectivo Prometo de Hombres por la Igualdad de León. No obstante, este movimiento confía más en un cambio en los modelos educativos y en la forja de una nueva masculinidad para erradicar la violencia. 4