Capítulo 7 LUDOTERAPIAS ACUÁTICAS “Evolutivamente salimos

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Capítulo 7
LUDOTERAPIAS ACUÁTICAS
“Evolutivamente salimos del mar hace más de 400 millones de años como seres
unicelulares, de igual forma la concentración de sal en la sangre y en otros fluidos
corporales de los mamíferos son iguales a los del mar. Lo anterior evidencia nuestro origen
marino y la razón por la cual aún conservamos en nuestro cuerpo sal en la sangre, en el
sudor y en nuestras lágrimas”
Carlos Alberto Jiménez
Pedagogía del Cuerpo
Hoy en día, debido a los avances del conocimiento, existe mucha claridad por parte de los
nuevos paradigmas que la mente y el cuerpo constituyen en realidad una misma unidad,
sin embargo, en la mayoría de las instituciones educativas, a nivel de los procesos
pedagógicos, existe todavía, a nivel curricular, la división entre la educación para la mente
y la educación física. Ahora bien si la mente y el cuerpo son una totalidad holística, la
auténtica Educación física debe ser entendida en forma integral. Lo anterior, demuestra
claramente que a pesar de aceptar los conceptos de la integralidad humana, a nivel
teórico, no se aplican en nuestra cotidianidad. Adicionalmente a este panorama de
incomprensión sobre lo que debe ser la Educación física (que debe ser “cultura física”), en
Colombia fueron disminuidas las horas que se dedicaban a esta área del conocimiento, en
detrimento de los niños diagnosticados con síndrome de déficit de atención con o sin
hiperactividad ADD/ADHD. Recordemos que la mayor necesidad de estos niños es poder
liberar toda su motricidad y energía, especialmente en procesos relacionados con la
actividad muscular.
La nueva “pedagogía del cuerpo”, requiere de la comprensión del concepto de cuerpo, en
la que es determinante tener en cuenta los gritos de Kierkegaard sobre “dadme un
cuerpo”, los gritos de Artaud “dadme un pensamiento” o el grito maravilloso de Alexander
Lowen cuando nos dice: “la vida de un individuo es la vida de su cuerpo”. El nuevo
cuerpo de la post – modernidad no se puede definir ni como un proceso, ni mucho menos
por su forma, estructura o funciones. Es necesario redefinirlo en función de su latitud y
de su longitud como nos lo plantea Edgar Garavito: “a nivel de la longitud, habría que
colocar los diferenciales de ritmo, velocidad, lentitud o reposo de elementos moleculares
que confluyen en una relación, a nivel de la latitud habría que colocar el conjunto de
fuerzas y efectos diferenciales a partir de los cuales es posible llegar a decir: he aquí dos
cuerpos diferentes”(1990:54). Según este autor este tipo de individuación molecular es
fundamental para escapar de los cuerpos articulados hoy, desde el poder o desde el
lenguaje, un cuerpo latitud – longitud es una gestación de partículas en velocidad y
afectividad que dependen de los flujos de deseo o de disposiciones de poder y que no
dependen ya de un sujeto.
El grito de Espinosa “¿Qué puede un cuerpo?, vuelve a tener mucho sentido, ya que el
“nuevo cuerpo” ya no se encuentra sometido a las instancias del cogito ni de la identidad
en las que se apoyó la modernidad. Para Espinosa según Deleuze “el cuerpo no es una
sustancia o un sujeto, él define un cuerpo cualquiera simultáneamente de dos maneras
1. Un cuerpo, por muy pequeño que sea se comporta siempre como una infinidad de
partículas: son las relaciones de reposo y movimiento, de velocidad y de lentitud entre
partículas y
2. Como poder de afectar o ser afectado por otros cuerpos” (1981:160).
Con respecto a lo anterior, Enrique Velásquez nos aclara que la primera definición se
caracteriza por ser cinética (relativa al movimiento, sin preocuparse por causas que lo
producen) por separarse de concebir el cuerpo como una forma, una sustancia o un
órgano para asumirlo como una relación compleja entre velocidades diferenciales, entre
freno y aceleración de partículas. La segunda definición es dinámica (estudio del
movimiento en relación con las fuerzas que la producen) por referirse al conjunto de
afectos que satisfacen a un cuerpo en cada momento, esto es, a la fuerza de existir, al
poder de afección, a la capacidad de los afectos. En este sentido, es necesario abordar el
estudio de la corporalidad humana, desde una “cultura física” o “pedagogía del cuerpo”
que logre dimensionar la importancia del proceso de formación y educación que debe
tener la corporalidad humana. De esta manera se podrá comprender en toda su
dimensionalidad psíquica, biológica, espiritual, cognitiva. Es así como se podrán
experimentar en forma pertinente nuevas terapias corporales que ayuden a los niños con
este tipo de trastornos.
Autoterapias acuáticas
Desde las perspectivas teóricas anteriores, es necesario consolidar una serie de terapias
que logren dimensionar y regular la necesidad de integrar la mente, el cuerpo y el espíritu.
Al respecto las ludoterapias que se trabajan en el agua pueden ser de gran importancia
para diagnosticar los traumas vividos en la vida intrauterina (ver: Universo intrauterino),
que como ya habíamos precisado la secreción neurohormonal excesiva de la madre
cuando se encuentra en embarazo, debido a la depresión, a la ansiedad, a los malos
hábitos, como el consumo de alcohol o tabaco, pueden desencadenar en trastornos
relacionadas con las problemáticas del desarrollo y del comportamiento. Por estas
razones se origina un “niño intrauterino” con un sistema nervioso autónomo totalmente
desbalanceado, originando un organismo demasiado propenso a las trastornos de la
hiperactividad y otras patologías de carácter mental – espiritual - conductal o
neurofisiológica. Estos problemas pueden ser producidos por acontecimientos externos,
especialmente en las primeras fases de la gestación humana, ya que existen alteraciones
de la producción de sustancias endógenas (ver: Cerebro Químico).
Las autoterapias acuáticas son técnicas dentro de las ludoterapias, que van a permitir no
sólo la recuperación del equilibrio químico de las sustancias endógenas, sino el proceso
de armonización y autorregulación del cuerpo, (relacionado con la eliminación de las
tensiones corporales). El procedimiento para el desarrollo de estas terapias, básicamente
consisten en una serie de ejercicios espontáneos para recuperar la posición fetal dentro
del agua, haciendo procesos de relajación respiratoria acompañados con visualización
mental inconsciente, de los procesos vividos en la fase peri-postnatal. Es así, como estas
posiciones fetales (similares a las que se utiliza al dormir), fácilmente se observan todas
las tensiones musculares, en el cuello, en la zona pélvica, en los pies y en las manos,
vividas por el embrión y el feto en su contexto intrauterino. Lo anterior es determinante
para diagnosticar problemáticas relacionadas con la motricidad muscular (hiperactividad –
hipoactividad).
En estos ejercicios básicamente se busca recuperar, como mínimo, las tres posturas
básicas* de imitación fetal (ver gráficos), que asume el durmiente como son: boca arriba,
boca abajo y de costado, en las cuales el cuerpo actúa como una radiografía de las
tensiones corporales y mentales que pudo haber tenido en su fase intrauterina y que
pueden haber causado problemas a nivel físico o psíquico. A manera de ejemplo, una
persona que duerma de espaldas con los brazos y las piernas extendidas puede denotar
confianza, seguridad y el desarrollo de una fuerte personalidad. Por el contrario una
posición fetal de lado con las piernas contraídas por completo y los brazos flexionados
sobre el pecho, pueden reflejar inseguridad y temor. Al respecto es recomendable
reencontrar estas posiciones fetales utilizando las terapias holotrópicas* de Stanislav Grof,
que combinan la respiración controlada, hiperventilación, la regresión, la música
evocadora y el trabajo corporal concentrado.
*
Para el psicoanalista Samuel Dunkell, pueden existir treinta posiciones fetales, cada una con su propia
significación; para él, estas posturas en la oscuridad cuentan la verdadera historia de nuestra vida sujeta a
continuos cambios. También descubren nuestra manera de encararnos ante el mundo y los hombres. En
conclusión.”dime cómo duermes y te diré quién eres”
*
En estas terapias se utiliza la hiperventilación, la relajación, el uso de música. También es recomendable la
utilización de ambientes que simulen el ambiente intrauterino
Por otra parte, si estas terapias acuáticas se hicieran en el mar, serían mucho más
recomendables para el tratamiento de niños diagnosticados con el síndrome de déficit de
atención con o sin hiperactividad ADD/ADHD. En estas terapias, básicamente se busca
que mediante ejercicios espontáneos, que pueden ser similares a los que se presentan en
las ludoterapias que utilizan el yoga (Ver: yoga Lúdico). De esta forma los niños dentro del
agua en estas terapias, también pueden adoptar posiciones imitando algunos animales
con su respectivo movimiento (Ver: gráficos).
En estas terapias también se recomienda recuperar la posición fetal (dentro del agua),
realizando procesos de respiración diafragmática, (acompañados con la visualización de
imágenes de la fase fetal). Para esta terapia la respiración correcta es uno de los
aspectos mas importantes de los procesos de relajación que allí se hacen, ya que cuando
el sujeto se encuentra plenamente relajado dentro del agua tiene la posibilidad de entrar
en contacto directo con su propio inconsciente. De esta forma el niño con problemas de
déficit de atención con o sin hiperactividad ADD/ADHD, podrá obtener información sobre
su propio problema y comunicárselo al terapeuta.
Este proceso de comunicación simbólica y visual, se logra debido a la alta producción de
dopamina que ocurre en este proceso, muy similar a lo que ocurre con los sueños,
cuando uno se encuentra relajado y puede ponerse en contacto fácilmente con el
inconsciente. Por otra parte el ambiente salino del mar donde se recomiendan hacer estas
terapias, es determinante en el plano evolutivo y emocional del ser humano Recordemos
que para la medicina alternativa la sal marina absorbe energéticamente muchos de los
problemas emocionales que tienen los sujetos y ésta es quizás una de las ventajas más
grandes que tiene esta terapia, debido a que la sal que contiene el agua del mar es igual
a la sal que contiene el ambiente intrauterino.
Con respecto al uso de estas terapias en otros ambientes artificiales se recomienda tratar
de imitar el ambiente intrauterino, o hacerlas en aguas termales que también son salinas y
calientes como el ambiente materno. También una piscina de olas puede servir como
proceso de simulación de la salida del niño del útero materno y puede ser de gran utilidad
terapéutica, debido al ambiente lúdico y de goce que genera este proceso que resulta
muy atractivo tanto a los niños como a los adultos. Todos estos procesos simbólicos, se
resumen según Donald Winnicott de la siguiente forma: “Cuando me convertí en un
freudiano supe qué significaba. El mar y la playa representaban una interminable relación
sexual entre el hombre y la mujer, y el niño surgía de esa unión para tener un breve
momento antes de convertirse en adulto o padre. Luego, como estudiante del simbolismo
inconsciente, supe (uno siempre sabe), que el mar es la madre, y que el niño nace en la
playa. Los bebés salen del mar y son arrojados a la playa, como Jonás expulsado del
interior de la ballena. Por lo tanto la playa era el cuerpo de la madre, cuando el niño ha
nacido y ella y el bebé ahora viable empiezan a conocerse” (1993:129)
Estos procesos de simbolismo, renacimiento y muerte que dejan huellas en la fase del
inconsciente humano, son aspectos que nos acompañan en forma natural, durante toda la
vida, la muerte necesita de la vida y la vida necesita de la muerte, las células mueren para
que se produzcan otras, las galaxias explotan para que puedan surgir las estrellas, es en
últimas, las grandes relaciones entre organización y desorganización, caos y orden,
relación e interdependencia, las que puede determinar el ciclo vital de nuestra existencia.
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