Ciencias Humanas: La apropiación de sí mismos y de nuestro entorno como búsqueda política de caminos libertarios tomando como herramientas el cuerpo y las emociones Invitación para pensar una micro política personal autónoma de alcances a lo comunitario Desde: Las Ciencias Humanas Para: Usted Este artículo se hizo pensando en usted, por lo tanto estará articulado a partir de nociones que evidenciadas en prácticas concretas de la cotidianidad, pueden ofrecerle criterios posibles para que usted por autonomía, se acerque a una micro política personal que reconozca el cuerpo y las emociones. Aprópiese después de leerse. Si de reescribir la historia con una perspectiva libertaria se trata, no deberíamos acercarnos al estudio y la comprensión del cuerpo y las emociones para tener diferentes ángulos y lentes con los cuales mirar los espacios cotidianos y académicos? Pues bien, se intentará algo de esto. El control que deviene de una preferencia por la racionalidad y una desconfianza en las emociones tal y como concebimos el mundo en la actualidad, es una muestra de que el pensamiento en torno al cuerpo se ha construido de forma perversa y egoísta sin pensar en la comunidad. Es perversa en el sentido de que existe un desinterés por una política personal autónoma desde el cuerpo con alcances comunitarios, el cual nos ha limitado para pensar otras formas divergentes, que no necesariamente corresponden a los afanes de construir cuerpos higienizados, tecnificados, educados acríticamente y mecanizados (…). Cuando se hace crítica de lo “moderno”, sobre sus tintes plásticos y lineales (progreso), se evidencia como la coerción del cuerpo y por supuesto de las emociones y la sensibilidad, no es algo ajeno a nadie, ni a nosotros, ni a usted. De lo anterior podemos deducir un problema: la dificultad de pensar en el otro, sin antes habernos reconocidos nosotros mismos como personas y no como sujetos-objetos del paradigma de la “modernidad”. Cuerpo y emociones emancipadas? Como acercarnos a las prácticas libertarias. Se nos puede acusar de sensibles, pero la idea de una sensibilidad que despierta lo importante de concebirnos no sólo como un cuerpo autónomo, sino además creador de acciones libertarias, y de influencia en lo comunitario y colectivo, nos escuda. Así mismo conociendo que las emociones son las que impulsan nuestras acciones en cualquier contexto y que así mismo las construye en gran medida, no concebimos la división entre mente y cuerpo históricamente legitimada, y más bien proponemos que la practica libertaria en este caso se fundamenta en una influencia entre mente-emociones y cuerpo. La utopía futurista construida históricamente sobre la constitución de personas aisladas y la constitución de un sujeto que construye de forma egoísta la apropiación del mundo, -premisa del mundo “moderno”-, nos conduce a pensar en la idea de resistencia partiendo desde la artesanía con el mismo cuerpo. Artesanía (…?) Hablemos de una noción de cuerpo, que 1 sustente esta idea de artesanía crítica. La artesanía que se propone aquí corresponde a un hilar” y “tejer” desde un cuerpo que hace critica de los paradigmas que sobre el actúan, evidenciando practicas de cotidianidad políticas y libertarias, que hacen más aprehensibles y cercanos a todos -compartimos un cuerpo y unas emociones- los esfuerzos de resistencia. ¿Que más que el lente que ofrece el cuerpo, para expresar y revestirse de la posición de uno mismo en el mundo, en tanto que sentimos y nos relacionamos mediante él? Es así que la artesanía critica en primera instancia imagina y lleva a la práctica posibilidades de acción que cada uno articula a una historia de vida particular, basadas en una subjetividad conocida e introspectivamente criticada -con fines de buscar una actitud libertaria- que no es objetivo señalar, ni delinear aquí, sino mas bien tumbar las nociones que sustentan un cuerpo dócil y adoctrinado, hacia el logro de acciones “otras” que si bien debe hacerlas usted mismo, -nadie más, ni intermediarios con poder, ya bastante se le ha dejado a otros en esto-, conseguirían rompimientos de los esquemas mas esquemáticamente interiorizados y naturalizados, aquellos que corresponden al sentido común, que de común no tiene nada, pues ha sido moldeado pavimentando y urbanizando nuestra naturalidad1. Contracultura, acción directa y zonas temporalmente autónomas: articulando el discurso libertario en la práctica. Las relaciones entre la familia, y personas mas cercanas a nosotros podrían ser concebidas de diferente manera gracias a capitales emocionales, de tipo libertarios. Cuando hablamos aquí de que los cuerpos y las emociones han sido coaccionados con medidas que precisamente se han trazado estratégicamente desde el advenimiento de las políticas públicas y de la construcción del estado-nación, nos daremos cuenta que estamos resistiendo a expresiones de lo establecido y legitimado, rastreando y creando formas de actuar contraculturales desde una micro política corporal hacia la comunidad. Las asociaciones de tipo voluntario basadas en el cuerpo, expresan la horizontalidad de los términos en los que todos podemos entendernos como seres humanos. Esta horizontalidad emana de un cuerpo común que deconstruye su realidad dada y natural, partiendo del conocimiento “equivoco” que puede salir de un cuerpo lleno de emociones estereotipadas como peligrosas: el sistema ha respondido con discursos que se sustentan en opciones anestesiantes o fantasmagorías que legitiman órdenes unilineales. Con la desnaturalización de lo que las prácticas coercitivas encierran, y de lo que han conllevado en gran medida a la formulación de lo que conocemos hoy por hoy como un cuerpo personal, no es valioso preguntarse por una resistencia que puede ir más allá de un cuerpo como fin (creer que la finalidad de las represiones se logran con la culminación coercitiva de un cuerpo material), sino mas bien tratar de ver en las relaciones de tipo simbólico entre personas que comparten un cuerpo, expresiones de las emociones que en asociación puede llegar a hacernos mas concientes del accionar libertario? Mónica Aguiar Velásquez 1 Citar historieta de quino. 2