Unidad 11: Motivación y emoción Motivación 1.1. Concepto y

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Unidad 11: Motivación y emoción
1. Motivación
1.1. Concepto y características
1.2. Teorías de la motivación
1.3. La frustración
1.4. Los conflictos según K. Lewin
1.5. Los mecanismos de defensa
2. Las emociones
2.1. Dimensiones de la emoción.
2.2. Funciones de la emoción
2.3. Clasificación de las emociones.
2.4. Teorías sobre la conducta emocional.
2.5. El estrés.
1. Motivación
1.1. Concepto y características
La motivación es algo que incita, mantiene y dirige la acción de un sujeto. Son los
móviles o alicientes que nos impulsan a actuar para alcanzar una meta. En el
lenguaje común suele expresarse de diversas formas como: amor propio, espíritu
de lucha, fuerza de voluntad.
Algunas de las características de la conducta motivada son:
a) Es propositiva: está orientada y dirigida a una meta u objetivo que el individuo
quiere alcanzar. La motivación integra aspectos cognitivos y afectivos,
incrementando la activación y organización de nuestras acciones.
b) Es fuerte y persistente: las personas invertimos mucha energía para alcanzar la
meta que nos proponemos y superar los obstáculos que se interponen en el
camino. La fuerza de los motivos cambia con el tiempo.
c) Los motivos están organizados jerárquicamente: puede haber motivos que
cumplen funciones de supervivencia, otros están orientados hacia el
crecimiento personal.
d) Los motivos pueden ser comprensibles o inexplicables, conscientes o
inconscientes: No siempre somos conscientes de la base motivacional de
nuestro comportamiento.
e) Los motivos pueden ser intrínsecos o extrínsecos: Un trabajador de una fábrica
de automóviles puede estar motivado por conseguir dinero o por mejorar sus
reputación ante el jefe.
1.2.
Teorías de la motivación
a) Teoría de la reducción del impulso de Hull
Clark Hull expone su teoría basándose en el concepto de homeóstasis (que
es la tendencia de los organismos a corregir las desviaciones del estado
normal y mantener el equilibrio interno) para explicar el estado biológico
de los organismos cuando se produce una necesidad: comida, agua, sexo,
sueño, etc. El desequilibrio interno crea un estado de necesidad que hace
aparecer el “impulso” que mueve al organismo para satisfacer esa
necesidad. La pulsión es una reserva de energía compuesta de las
alteraciones fisiológicas presentes en cada momento.
Para Hull, toda motivación depende de las siguientes variables:
E= H X D X K
E , es la fuerza de la respuesta que está en función de
H, que es el hábito (asociación aprendida, cambio más o menos permanente, y
elemento que dirige el impulso (D)
D, es “drive” o impulso o energía o elemento activador de la respuesta.
K, es el incentivo o elemento de persistencia hacia la meta, que depende de la
calidad y la cantidad de los refuerzos.
Supongamos que tenemos hambre. Se produce una necesidad a causa de un
desequilibrio homeostático-privación de comer- que induce a iniciar la conducta
de buscar comida, que reduce el impulso y termina el estado de necesidad. El
impulso depende del estado de privación y el incentivo hace que desarrollemos
una conducta concreta y determinada.
Hull considera también que la necesidad fisiológica no basta para explicar la
dinámica de la motivación, también es importante el atractivo de la meta buscada,
reducir la necesidad. Algunas características de un objeto-meta, como su calidad y
cantidad, también activan la conducta. Por ejemplo un buen bistec a la plancha
puede ser más apetecible que unas hojas de lechuga, excepto si eres vegetariano.
b) Teoría humanística de Maslow
Abraham Maslow, defiende que los seres humanos poseen una naturaleza
buena y hay que dejar que se desarrollen al ritmo de sus necesidades. Las
personas experimentan dos tipos de necesidades fundamentales: de
carencia y de crecimiento. Las necesidades fisiológicas son las que
determinan el comportamiento mientras que no son satisfechas, su
deficiencia impide el crecimiento y desarrollo personal.
Maslow estableció una jerarquía de las necesidades, que clasificó por
orden de prioridad. Las más bajas de la jerarquía, aparecen antes en el
desarrollo del individuo, y son satisfechas secuencialmente en sentido
ascendente de las inferiores a las superiores.
Las necesidades fisiológicas son las más básicas para mantener la homeostasis corporal, el equilibrio y la
supervivencia. Todas las demás son psicológicas.
Las necesidades de seguridad son las necesidades de protección ante el daño físico o la amenaza. Son
de gran importancia en la infancia.
Las necesidades sociales o de pertenencia o afecto corresponden a la necesidad de afiliación, de ser
querido y aprobado por los demás.
Las necesidades del ego o valoración suponen la búsqueda de la autoestima y un autoconcepto positivo
de uno mismo , que nos ayudará a desarrollar unas relaciones interpersonales satisfactorias.
Las necesidades de autorrealización están orientadas a desarrollar las propias potencialidades y
alcanzar el mayor rendimiento.
La necesidad de autorrealización es el deseo de ser aquello que uno quiere ser y se alcanza con el
ejercicio persistente de las capacidades personales. Entre las características principales de las personas
autorrealizadas destacamos:
-
Percepción clara y eficiente de la realidad
-
Aceptación de sí mismo sin sentimiento de vergüenza o culpa.
-
Es espontáneo y expresivo, abierto a nuevas experiencias.
-
Es autónomo e independiente.
-
Es creativo y original. Gran capacidad de resolver problemas
-
Ama la soledad y necesita “vida privada”. Sabe disfrutar de la vida.
-
Buenas relaciones interpersonales.
-
Actitudes democráticas.
-
Buen sentido del humor, capacidad amorosa, no es agresivo.
-
Distingue el bien del mal.
-
Acepta cambios en los valores sociales. No es rebelde contra la autoridad razonable, y no le
falta valor para enfrentarse a la injusticia.
c) Teorías cognitivas
1. Las expectativas de Bandura
Bandura define la expectativa como la evaluación subjetiva de la probabilidad de
alcanzar una meta concreta. Consiste en poder predecir la probabilidad de que se
produzca un acontecimiento o una consecuencia en un conocimiento que depende de
la experiencia previa.
Distinguió ente “expectativas de eficacia” y “expectativas de resultado”.
La expectativa de eficacia es la convicción que tiene una persona sobre si la conducta
concreta tendrá un resultado específico. Por ejemplo pensar que si corro cinco
kilómetros todas las semanas estaré en plena forma.
Otro ejemplo: el grado en que un escritor inicia y persiste hasta terminar una obra
depende de dos expectativas: de la expectativa de eficacia (considerarse competente
para realizar esa tarea) y de la expectativa de resultado (considerar que su novela
tendrá repercusiones positivas para sus lectores).
Para Bandura, obtener un rendimiento adecuado en una tarea, supone tener
conocimientos y habilidades precisas y requiere que el sujeto posea expectativas de
autoeficacia, que son determinantes en la motivación y conducta humana, pero…
¿cómo surgen esas expectativas de autoeficacia?
-
Experiencia previa: es la que tiene una influencia mayor. Cuando una persona realiza
con éxito una actividad aumenta su expectativa de eficacia, sin embargo, los fracasos
la disminuyen, aunque también hay que tener en cuenta que de los fracasos también
se puede aprender.
-
Experiencia vicaria: es el aprendizaje de conductas por observación de un modelo. Ver
a otras personas realizar conductas puede llevar a pensar “si ellos pueden, yo
también”. Personas con fobia a los animales pueden superar el miedo observando a
otras personas actuando con ellos.
-
Persuasión verbal: los entrenadores y terapeutas, padres y profesores, a menudo
intentan convencer a otras personas de que pueden realizar una conducta a pesar de
la evaluación de ineficacia que hace el propio sujeto.
-
Estado fisiológico: es otro factor importante. Si estamos nerviosos o fatigados, con
ansiedad o miedo, aumentará nuestra vulnerabilidad ante una situación, en cambio, si
permanecemos relajados, se incrementará nuestra expectativa de eficacia.
Otras teorías de la motivación postulan que las personas tienden a satisfacer tres tipos
de necesidades:
Sociales: poder (necesidad de controlar el comportamiento de los demás)
Afiliación (sentirnos miembros de algún grupo) y
Logro (conseguir bienes materiales o de otro tipo)
La intensidad de cada una de ellas varía según una persona y sus experiencias sociales
y culturales.
2. La teoría de la atribución de Heider y Weiner
Una cuestión importante en el conocimiento del estilo motivacional de las personas es
el análisis de sus atribuciones causales, es decir, en la representación que hacen
acerca de la relación causal que existe entre su esfuerzo y el resultado que logran en
una tarea. Las atribuciones causales son importantes porque determinan nuestras
expectativas, que son el origen y la fuerza de la motivación.
Hacer atribuciones de forma automática es arriesgado porque nos lleva a cometer
errores. Si queremos tener un espíritu más científico debemos observar a los
individuos en diversas circunstancias.
Heider (1958) considera que las acciones humanas están causadas por dos clases de
fuerzas productoras de una acción: personales (internas) y ambientales (externas) que
pueden ser estables o inestables.
Las fuerzas personales son:
-
La capacidad, hace referencia a las habilidades físicas y psíquicas exigidas para realizar
la acción. Puede estar afectada por diversos factores: aprendizajes previos, actitudes y
creencias sobre su habilidad para realizar la tarea, factores personales variables (fatiga,
ánimo), sugerencias y opiniones de otras personas o por la autoestima personal.
-
La motivación, que está compuesta de dos elementos: la intención, que es el
componente direccional de la motivación, y el esfuerzo, el componente cuantitativo de
la motivación, es decir, el grado en que una persona intenta, por ejemplo, realizar la
conducta de estudiar.
Las fuerzas ambientales pueden ser:
-
Estables: son duraderas en el tiempo y se mantienen constantes, por ejemplo, la
dificultad de la tarea, que es constante hasta que se termina la acción.
-
Inestables: son transitorias, como la suerte (fluctuaciones incontrolables del ambiente),
que afecta a los resultados de la acción. La suerte puede cambiar el equilibrio entre la
capacidad y la dificultad de la tarea
Podemos esquematizar o clasificar las fuerzas productoras de una acción según Heider
en la tabla siguiente:
CAUSAS
INTERNAS
EXTERNAS
Estables
Capacidad
Dificultad de la tarea
Inestables
Esfuerzo
Suerte
Weiner (1985), reformuló la teoría de Heider de la atribución aplicada al ámbito
académico, añadiendo dos dimensiones más: que las causas sean controlables o
incontrolables. Elaboró la clasificación siguiente desde la que podemos extraer una
serie de conclusiones.
La controlabilidad, es la dimensión más importante. A mayor control sobre los
procesos de aprendizaje, mayores son las expectativas y la motivación para esforzarse.
Las causas internas y controlables del fracaso provocan humillación y vergüenza, y las
causas externas producen enfado y rebeldía.
Si percibimos la causa del fracaso como estable e incontrolable, existirá menos
esperanza de solucionar el problema y menos motivación para realizar cualquier tarea.
Las causas más frecuentes del fracaso escolar son la falta de esfuerzo (causa interna,
estable y controlable) y de estrategias de aprendizaje. Sin embargo, muchos
estudiantes atribuyen el fracaso a factores que están fuera de su control (falta de
capacidad, dificultad de la tarea, etc. ), es decir, no se ven como agentes causales, sino
como marionetas o peones movidos por fuerzas externas.
Interna
Interna
Externa
Externa
Estable
Inestable
Estable
Inestable
Controlable
Esfuerzo
normal
Esfuerzo extra
Tendencia del Ayuda
profesor
inesperada
Incontrolable
Capacidad
Humor
Dificultad de la Suerte
tarea
1.3.
La frustración
La conducta motivada está dirigida a conseguir metas. Sin embargo, no siempre
alcanzamos los objetivos que perseguimos. En las situaciones que no podemos
satisfacer alguna necesidad o motivo experimentamos un desengaño o frustración.
La frustración es una experiencia emocional desagradable, inducida por la retirada
de recompensas, y produce tristeza, decepción y rabia. También supone una
desorganización de la conducta: uno no sabe a qué atenerse o reacciona de forma
incontrolada.
La frustración es originada por varias causas:
-
Insuficiencias físicas o psicológicas: una persona quiere jugar al baloncesto y sólo mide
1.65 cm. Juan quiere salir con Beatriz y nunca le dice nada.
-
Obstáculos físicos: “Ya han cerrado el supermercado y necesitaba comprar comida” o
sociales: “prohibida la entrada a este pub”.
-
Demora en el reforzamiento: vas a entregar la solicitud de beca y te dicen: “vuelva
usted mañana”.
-
“Extinción del reforzamiento”: Ana está bailando en la discoteca con Gabriel, y le
abandona en cuanto aparece Alberto.
-
Conflictos: existen varios motivos incompatibles que interfieren en la conducta del
sujeto, que expresa no saber qué hacer.
1.4.
Los conflictos según K.Lewin
El conflicto es una de las fuentes más frecuentes de tensión y ansiedad cotidianas.
Surge siempre que algo interfiere en el intento de alcanzar una meta. Puede haber
algún obstáculo que nos impida realizar la actividad deseada; la dificultad puede estar
en tener que elegir entre distintos resultados, o la misma actividad puede tener
efectos positivos y negativos a la vez. Cualquiera que sea el origen, el conflicto es
desagradable y genera tensión.
Todas las personas tienen un mundo en el que viven y sienten. A esta parte del mundo,
K. Lewin la denomina ambiente psicológico. Además, cada uno tiene su propio espacio
interior. El espacio interior (persona), unido al ambiente psicológico, es lo que
configura el espacio vital.
La conducta de las personas surge para satisfacer una necesidad. Ciertas regiones del
ambiente psicológico adquieren un valor positivo (+) o negativo (-) que Lewin
denomina valencia. La valencia designa el grado de valor positivo o negativo de los
objetos del entorno de la persona. Además, en el ambiente, existen fuerzas que le
impulsan hacia regiones de valencia positiva o le apartan de las regiones de valencia
negativa.
Aquellos objetos, actividades o personas que satisfacen alguna necesidad tienen una
valencia positiva, pero si una persona teme o evita algo, diremos que posee una
valencia negativa.
Lewin distinguió varios tipos de conflictos:
- Conflicto de aproximación- aproximación: en muchas ocasiones nos sentimos
atraídos por objetivos y actividades deseables que se excluyen mutuamente, como
decidir entro dos buenas películas para ver un día a la semana.
- Conflicto de evitación-evitación: a veces nos encontramos en una situación en que
tenemos que elegir entre dos alternativas indeseables y nos encontramos entre la
espada y la pared. Por ejemplo, cuando los padres amenazan a sus hijo con la siguiente
orden: “ o arreglas tu habitación o te vas a fregar los platos”.
- Conflicto de aproximación-evitación: se presenta cuando un mismo objetivo tiene
simultáneamente elementos positivos y negativos. Por ejemplo, una visita al dentista
quieres que resuelva tu problema, pero tienes miedo de que te haga daño.
- Doble conflicto de aproximación-evitación: en este conflicto, el sujeto se encuentra
ante dos objetivos, cada uno de los cuales tiene valencia positiva y negativa. Por
ejemplo, voy de vacaciones a Colombia pero me gasto mucho dinero, o ahorro dinero
para comprarme un piso, pero paso calor durante el verano.
1.5.
Los mecanismos de defensa
No siempre reaccionamos enfrentándonos a la causa de las frustraciones; a veces,
utilizamos estrategias inconscientes destinadas a no resolver el problema, sino a
evitar el displacer o protegernos contra la ansiedad y frustración. Los mecanismos
psicológicos de defensa fueron estudiados por el psicoanálisis.
-
Represión: consiste en impedir que los pensamientos y sentimientos dolorosos o
peligrosos que producen ansiedad entren en la conciencia. Por ejemplo, tener el deseo
de herir a otra persona.
-
Negación: se trata de ignorar las realidades desagradables para no tener que
enfrentarse a ellas. Por ejemplo, preocuparse excesivamente del trabajo y así no
pensar en los problemas personales.
-
Racionalización: con este mecanismo se pretende justificar las idas o conductas
propias ante el temor de que no sean aceptadas por los demás. Es el caso de un
estudiante que recibe un suspenso y dice a su familia que “el profesor le tiene manía”.
Éste es un buen ejemplo si la causa real fue cultivar la vagancia.
-
Fantasía: consiste en realizar con la imaginación aquello que uno no puede conseguir
en la realidad. Por ejemplo, una persona tímida que se imagina a sí misma plantando
cara a sus amigos.
-
Identificación: implica incorporar, como propias, ciertas características ajenas. Es una
necesidad evolutiva de los niños que se apropian de cualidades de las personas que
admiran. La identificación es positiva si proporciona ideales o finalidades y negativa si
es exagerada, por ejemplo, si alguien cree que es Napoleón.
-
Proyección: con ella atribuimos nuestros defectos o faltas, pensamientos o deseos
inaceptables a otros. Por ejemplo, pensamos que nuestra pareja nos puede ser infiel,
porque nosotros lo hemos sido o deseamos serlo. El refrán: “piensa el ladrón que
todos son de su condición” expresa este mecanismo.
-
Regresión: se pretende volver a una fase anterior del desarrollo ante situaciones de
estrés o ansiedad. Por ejemplo, ocurre cuando un niño al nacer su hermano se
comporta como si fuese más pequeño para recibir más afecto de sus padres.
-
Formación reactiva: consiste en adoptar o expresar sentimientos contrarios a los
verdaderos. Freud denominó a estas conductas “actos disfrazados”.
Cuando alguien dice “No me volveré a enamorar nunca más”, desarrolla una
formación reactiva, se presenta ante los demás con una “coraza” para proteger su
vulnerabilidad y evitar nuevos daños psicológicos.
-
Desplazamiento: con este mecanismo se descargan sentimientos hostiles sobre
personas u objetos que no suscitaron las emociones. Por ejemplo, un padre que pega
a su hijo porque ha reñido con su mujer.
-
Compensación: se oculta el fracaso en una actividad tratando de triunfar en otra, como
el caso de una persona poco atractiva que desarrolla habilidades musicales
extraordinarias.
-
Sublimación: según Freud, muchos impulsos considerados por el sujeto como
inaceptables (impulsos agresivos y sexuales) son desviados hacia actividades artísticas,
intelectuales o de ayuda social. Por ejemplo, el deseo sexual puede sublimarse
escribiendo cartas de amor.
2. Las emociones
2.1. Dimensiones de la emoción.
Al término emoción pueden, desde el punto de vista de la psicología, aplicársele una
serie de dimensiones.
a) Por una parte, son respuestas fisiológicas que preparan al organismo para
adaptarse al ambiente. Cuando estamos emocionados, nuestro cuerpo está más
activado de lo normal: el corazón late con más fuerza, la respiración es más rápida
y los músculos permanecen en tensión.
b) Son estados afectivo-subjetivos que hacen que nos sintamos de una determinada
manera: furiosos, tristes o alegres.
c) Tienen un componente expresivo. A través de nuestros gestos corporales y
faciales podemos comunicar a los demás nuestros sentimientos.
d) Por último, son funcionales, la alegría nos sirve para acercarnos a los demás y el
miedo para prepararnos a huir de algún peligro.
2.2. Funciones de la emoción
Las emociones provocan expresiones faciales y corporales características que
sirven para comunicar nuestras experiencias emocionales internas a los demás. Las
funciones elementales que desempeñan las emociones son:
a) Función adaptativa: Charles Darwin, defendió que la evolución influía tanto en
las características expresivas como en las físicas. Ambas servían en la
adaptación del individuo a su entorno.
b) Funciones sociales: A través de las emociones :
 Comunicamos cómo nos sentimos a los demás mediante un lenguaje que no es
verbal, muy apreciable, por ejemplo en las relaciones de una madre con su bebé.
 Influimos en la forma como los demás reaccionan ante nosotros. Si estamos tristes,
por ejemplo, con frecuencia los demás nos evitarán o rechazarán.
2.3. Clasificación de las emociones.
C. Izard estableció la siguiente taxonomía teniendo en cuenta que todas ellas
cumplían los criterios de: una expresión facial clara, una descarga neuronal única y
sus consecuencias en el comportamiento eran también propias de cada una.
Positivas
Negativas
Neutras
Interés
Miedo
Sorpresa
Alegría
Rabia
Asco
Angustia
Desprecio
Vergüenza
Culpa
Tabla: clasificación de Izard
Para algunos autores el interés, la vergüenza y la culpabilidad no son
fundamentales ya que la expresión facial no es universal o no se manifiesta por
igual en todas las culturas.
Vamos a ver y describir las seis expresiones faciales de seis emociones:
Sorpresa: es de duración breve, prepara al sujeto para afrontar acontecimientos
inesperados, como olvidarnos de una cita importante o recibir la llamada
telefónica de un antiguo amigo.
Miedo: es activado por amenazas a nuestro bienestar físico o psicológico, por
ejemplo, si ocurre una fuerte tormenta mientras disfrutamos de un día de
montaña. Es normal sentir miedo ante ciertas circunstancias, pero los miedos
irracionales son considerados fobias.
Rabia: es activada por la frustración que impide algunas de nuestras conductas
dirigidas a una meta, como no poder pasar de curso. Otras causas posibles son ser
manipulado o herido, engañado o traicionado.
Alegría: es una sensación positiva de satisfacción y triunfo. Favorece las relaciones
sociales. Es activada por varias causas:
-
Alivio del dolor físico, resolución de algún problema.
-
Acontecimientos positivos: conseguir una cita.
-
Hechos que confirman la autoestima personal.
Angustia: es una emoción negativa, activada cuando una persona tiene un fracaso
(rechazo amoroso) o pierde a un ser querido.
2.4. Teorías sobre la conducta emocional.
2.4.1.
Teoría fisiológica de James-Lange
Para estos autores las emociones ocurren como consecuencia de la interpretación
de los cambios fisiológicos: ritmo cardíaco, tensión arterial, sudor, palpitaciones,
respiración agitada, etc. que se producen en el organismo ante determinadas
situaciones estímulo. Si los estados corporales no siguieran a la percepción, ésta
poseería una conformación cognitiva pálida, incolora, carente de calor emocional.
Para ellos el proceso emocional sigue la siguiente secuencia:
estímulo------percepción------cambios corporales--------percepción de los cambios
corporales (emoción)
Su idea básica podría expresarse del modo siguiente: “No lloramos porque
estamos tristes, sino que estamos tristes porque lloramos”.
2.4.2.
Teoría de Canon-Bard
Para estos autores las emociones consisten en una activación fisiológica que
prepara al organismo para la acción, y sus mecanismos son exclusivamente
fisiológicos.
Mediante investigaciones realizadas en el laboratorio comprobaron que las
reacciones corporales que acompañan a distintas emociones son idénticas en una
emoción u otra. Si una persona está nerviosa o tiene miedo se produce un
aumento del ritmo cardíaco, los músculos se tensan , aumenta la velocidad de la
respiración.
En contra de la teoría de James-Lange, defienden que tanto la alteración
fisiológica como la emoción se producen al mismo tiempo debido a los impulsos
nerviosos procedentes del tálamo.
Por otra parte, consideran que los individuos no siempre son capaces de percibir
los cambios internos (del hígado o de los riñones) y , sin embargo, tienen
experiencias emocionales.
2.4.3.
Teoría cognitiva de Schachter y Singer
Para estos investigadores las emociones constituyen el resultado de dos factores:
la activación fisiológica y atribución cognitiva que hacemos de la situación, es decir
cómo evaluamos los acontecimientos y cómo identificamos lo que ocurre en
nuestro cuerpo. Ambos factores son necesarios para que aparezca la emoción.
Para demostrar esta hipótesis realizaron un interesante experimento. A los sujetos
se les dijo que se trataba de estudiar un nuevo complejo vitamínico. Pero, en
realidad, se les inyectaba epinefrina, una hormona producida por las glándulas
suprarrenales y que produce aumento de la tensión arterial y del ritmo cardíaco.
A continuación dividieron a los sujetos e dos grupos, a uno se le informaba de los
síntomas físicos y al otro no.
Al grupo no informado se le advirtió de que la inyección no tendría efectos
secundarios, mientras que la grupo informado se le explicaron los efectos de la
inyección: aumento de la tasa cardíaca, temblor de manos, enrojecimiento del
rostro y una duración entre 15 y 20 minutos.
Después introdujeron a los sujetos en una sala de espera con el propósito de que
la inyección les hiciera efecto. Los investigadores manipularon las situaciones
ambientales así: cuando un sujeto entraba en la sala de espera se encontraba allí
con una persona que manifestaba euforia o cólera. Definieron cuatro grupos
experimentales con las condiciones siguientes: informado-euforia; informadocólera; no informado euforia; no informado-cólera).
Los resultados del experimento confirmaron algunas hipótesis del mismo. Los
sujetos del grupo informado atribuían su activación fisiológica a los efectos de la
epinefrina, y no se alteraron por el comportamiento de su compañero de sala. En
cambio, los individuos que no habían sido informados de los efectos secundarios
de la epinefrina, interpretaron sus alteraciones fisiológicas en función del
ambiente. Como estos sujetos no tienen una explicación de sus sensaciones,
interpretan sus alteraciones como excitación emocional (euforia o cólera, según el
caso) y se unen al comportamiento de su compañero de sala de espera.
2.5. El estrés.
Una persona manifiesta estrés cuando tiene que enfrentarse a situaciones que le
resultan difíciles de llevar a cabo o realizar.
Algunas situaciones estresantes pueden ser por ejemplo: cuando me acaban de
presentar a una persona que me atrae mucho y no sé qué decirle; tengo un
examen la semana que viene y no sé si tendré tiempo para prepararlo ; tengo que
hablar en público y no me atrevo…
En estas situaciones tenemos que arriesgarnos para poder afrontarlas, si no es así
no avanzaremos más allá de nuestro logros actuales porque los obstáculos
también están hechos para ser superados. Las ilusiones y situaciones de estrés son
esenciales en cualquier aprendizaje, y son positivas cuando nos ayudan a crecer y
madurar.
El estrés es un proceso originado por una serie de motivos que producen
alteraciones fisiológicas, cognitivas y emocionales.
Causas del estrés
El estrés puede ser generado por situaciones que se caracterizan por:
-
La incertidumbre: no sé qué pasará en el futuro, lo que produce una sospecha de
eminente peligro.
-
Cambio: es necesario adaptarse a una nueva situación; por ejemplo, cambiar de
domicilio, trabajo, estudios, etc.
-
Falta de información: estoy indefenso, no sé qué hacer, si ponerme a trabajar o ir a la
universidad.
-
Sobrecarga de los canales de procesamiento: no podemos manejar toda la información
que nos llega debido a las diversas actividades que realizamos.
-
Falta de conductas o habilidades: para enfrentarnos y manejar una situación
imprevista; por ejemplo, una enfermedad crónica.
Consecuencias del estrés
El estrés puede alterar la homeostasis corporal, el estado emocional de la persona o su
actividad cognitiva. Las alteraciones que pueden desencadenar un estresor pueden ser
fisiológicas, cognitivas o emocionales.
Las alteraciones fisiológicas se refieren a la hiperactividad del sistema nervioso
producido por el estrés.
La alteración emocional es la sensación de irritabilidad, culpabilidad, ansiedad
(emoción anticipatoria), depresión.
La alteración cognitiva implica que se disminuye la atención a la tarea que se lleva a
cabo, la memoria se vuelve olvidadiza, los pensamientos se tiñen con evaluaciones
negativas y también afecta a la calidad de las decisiones que se toman.
Teorías acerca del estrés
Algunos autores (T.Holmes y R. Rahe) conciben el estrés como un estímulo, que es
cualquier acontecimiento vital que exige al individuo cambiar su modo de vida habitual
y realizar conductas de ajuste para afrontar la situación. Estos autores construyeron
una escala de acontecimientos vitales o estresores, que describimos a continuación y
al que se iban asignando un determinado valor de más a menos estresante.
VALOR
ACONTECIMIENTO VITAL
100
Muerte del cónyuge
73
Divorcio
65
Separación matrimonial
63
Condena penitenciaria
63
Muerte de un familiar
53
Lesión o enfermedad
47
Despido laboral
45
Jubilación
44
Embarazo
39
Dificultades sexuales
29
Hijo o hija se marcha de casa
28
Gran éxito personal
20
Cambio de colegio o residencia
19
Cambio de actividades sociales
13
Vacaciones
12
Navidad
Por otra parte, Seyle considera el estrés como una respuesta fisiológica, cuyas
características son: respiración rápida, aceleración del ritmo cardíaco, mayor tensión
muscular, sudoración, etc. Si la activación fisiológica sobrepasa el punto de resistencia
del organismo, bien por su intensidad o duración, puede producir su agotamiento.
Según este autor se dan varias etapas de la respuesta fisiológica ante un
acontecimiento estresante:
-
Fase de alarma: en ella el cuerpo moviliza el sistema nervioso autónomo para
responder al estresor
-
Fase de resistencia: el cuerpo se enfrenta o se adapta a las exigencias del estresor.
-
Fase de agotamiento: el cuerpo pierde su capacidad de enfrentamiento y se puede
producir la muerte.
Más recientemente, Lazarus y Folkman no consideran el estrés como un estímulo,
porque las personas reaccionan de forma distinta ante los acontecimientos
estresantes. Tampoco son partidarios de considerarlo como una respuesta fisiológica,
ya que hay acontecimientos, como la competición deportiva profesional o el
enamoramiento que producen mayor actividad del sistema nervioso autónomo y, sin
embargo, no se viven como estresantes. Y si la respuesta fisiológica es positiva en un
contexto y negativa en otro, el estrés es algo más que una respuesta fisiológica.
Estos últimos autores, atribuyen más valor a los procesos cognitivos que intervienen
entre los sucesos ambientales y las respuestas fisiológicas que producen.
Para ellos, los acontecimientos estresantes pasan por tres fases:
-
Fase de anticipación: donde la persona se prepara para el suceso, piensa en cómo será
y en las consecuencias.
-
Fase de espera: cuando el estresor llega, la persona hace esfuerzos por afrontarlo.
-
Fase de resultado: la persona evalúa si ha sido un éxito o un fracaso y tiene los
sentimientos correspondientes de alegría o tristeza.
En el desarrollo de este proceso, resaltan dos conceptos:
-
La evaluación cognitiva: son los pensamientos con los que la persona evalúa si el
estresor es relevante o no para su bienestar. Un atleta tiene que evaluar las opciones y
los recursos de que dispone para competir en una prueba.
-
Las respuestas de afrontamiento: son los esfuerzos cognitivos, emocionales y
conductuales que realiza la persona para manejar el estresor. Tiene dos funciones:
librarse de las consecuencias negativas del suceso estresante y cambiar la situación
estresante.
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