INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA DE LOS RESIDUOS Sobre la gestión y los instrumentos utilizados Introducción Entre los diversos calificativos que intentan atrapar en una expresión las características de las modernas sociedades urbanas, sin duda uno de los más apropiados es el de "grandes santuarios del desperdicio". A diferencia de lo que ocurre en la naturaleza o en los ámbitos rurales tradicionales, la civilización industrial y metropolitana genera un volumen tal de basuras, desechos y residuos de todo tipo que cualquier observador externo podría pensar que ese es el principal objetivo de su existencia. El insensato dispendio de bienes y energía que se permite una sociedad moldeada bajo la consigna de "usar y tirar", así como los cada vez mayores desequilibrios que semejante despilfarro introducen en el medio ambiente, hacen imprescindible buscar y poner en práctica urgentes alternativas de reciclaje para evitar, o al menos reducir, el impacto de ese frenesí dilapidatorio. Los problemas asociados a la generación, manejo y eliminación final de los residuos, tanto urbanos como industriales, son problemas ambientales que se inscriben en un contexto mayor. El enfoque y el tratamiento habitual del problema de los residuos en América Latina suele ser parcial y unilateral, y no asume todas las dimensiones que están presentes. Un diagnóstico inicial nos lleva primero a la necesidad de desarrollar un marco conceptual mucho más amplio, una política integral de residuos, la que incluyera las principales variables en juego y que asumiera el enfoque holístico, sistémico y multidisciplinario que se requiere. La existencia y gestión de los residuos a lo largo de todo su ciclo de vida, plantea problemas de muy diversa índole, y una política para tratarlos adecuadamente debe abordar al menos los principales. Lo primero es definir lo que llamamos "política integral de gestión ambientalmente adecuada de residuos", la cual realiza un enfoque interdisciplinario, con énfasis en la política, abordando diversos aspectos relevantes para resolver los problemas de residuos propios de las ciudades modernas, tales como los aspectos políticos, legales, institucionales, técnicos, económicos, instrumentales, de ordenamiento territorial y espacial, así como los relativos a la sensibilización y educación de la población. Sobre la gestión de los residuos sólidos en américa latina y los instrumentos utilizados De los instrumentos utilizados en la región se desprende que las estrategias seleccionadas priorizan los instrumentos tradicionales de gestión de residuos y no las actividades vinculadas a una gestión ambiental preventiva. En relación con los residuos industriales, de todos los tipos y con pocas excepciones, la situación es muy precaria. Por lo general se desconoce quiénes generan esos residuos, cuánto generan, qué tipos principales de residuos se generan y cuáles son las prácticas de manejo y destino final. Esta situación es especialmente grave en lo que se refiere a los residuos industriales peligrosos. Se requiere proponer e implementar soluciones para una gestión ambientalmente adecuada de estos residuos. La responsabilidad del tratamiento, el transporte y la disposición final recae fundamentalmente en forma directa o indirecta en los municipios, sin que los costos asociados a esta actividades (tratamientos, transporte y disposición final) estén vinculados a la naturaleza del residuo o a la cantidad generada. Cuando se formalizan los contratos de otorgamiento de concesiones de operación de rellenos sanitarios a empresas privadas (a las que también se les pagará el servicio de monitoreo una vez que se cierre el relleno) se producen dos situaciones típicas de subsidio encubierto de estas actividades. Las tasas que pagan los contribuyentes, muchas veces asociadas a las tasas de alumbrado, barrido y limpieza (Argentina), a los impuestos territoriales (Chile) o las tareas de consumo de energía eléctrica (Ecuador) no se calculan en función de las cantidades generadas; -los que generan poco residuo, subsidian a los que generan más-. Si al operador del relleno sanitario se le abonan sus servicios en función del peso del residuo recolectado y no se recupera vía aumento posterior de las tasas, esto además puede ir en detrimento de otros servicios municipales o de las mismas finanzas municipales. Por otro lado, los costos ambientales asociados tampoco se asignan equitativamente y se perpetúan las situaciones en las que los rellenos se localizan en áreas donde se concentra la población de bajos ingresos o zonas cada vez más alejadas del lugar de origen de los residuos. Entre otros problemas no resueltos se encuentran los vertederos a cielo abierto y la falta de segregación de residuos hospitalarios e industriales de las corrientes de residuos domiciliarios. En dos municipios argentinos - Córdoba y Laprida - uno de los instrumentos de gestión utilizados fue integrar a la economía formal los circuitos marginales de recuperación de residuos de los "cirujas", mejorando las condiciones sanitarias y económicas de los operadores de esta actividad, recuperando los costos de implementación y funcionamiento del sistema a través del recupero económico derivado del reciclado de algunos residuos segregados (papel, aluminio, plástico, vidrio, etc.). En la región se encuentra extendida la legislación sobre residuos peligrosos que incluye la categorización y caracterización de residuos, las responsabilidades civiles y penales de generadores y operadores y un Sistema de Manifiestos al estilo norteamericano. Los límites permisibles incorporados en las reglamentaciones en general no fueron consensuados con la comunidad regulada y si bien el sistema ya está en funcionamiento, no existe la infraestructura de rellenos de seguridad necesaria. Este problema se presenta en la Argentina y Brasil provocando la acumulación de residuos en plantas fabriles o su desvío hacia lugares inadecuados de disposición. Las entidades industriales intermedias adoptaron actitudes disímiles según haya sido su grado de participación en la etapa de diseño de estas normas. En Chile, la Sociedad de Fomento Fabril recomendó a sus asociados tomar una actitud proactiva en relación a la nueva normativa para proporcionar a las autoridades información acerca de los volúmenes y circuitos de gestión de sus residuos. La unión Industrial Argentina en cambio no respaldó la Apertura del Registro Nacional de Generadores y Operadores de Residuos Peligrosos y cuestionó formalmente los contenidos de la ley y su reglamentación con posterioridad a su entrada en vigor. Sobre las cuestiones institucionales La normativa ambiental exige instituciones competentes con recursos humanos y de cooperación, con financiamiento y con equipos adecuados, capaces de fiscalizar, monitorear y sancionar a quienes no cumplen. De otra manera la ley es letra muerta. La institucionalidad ambiental en la región es aún precaria y tiene una gran plasticidad porque se están creando instituciones nuevas, ministerios, comisiones, departamentos en los distintos sectores. Las atribuciones ambientales se están concentrando en instituciones específicas y a la vez se están descentralizando. Existe en la región una gran necesidad de desarrollar instituciones ambientales modernas y eficaces, con respaldo político, con capacidad fiscalizadora, con poder sancionador, con presupuesto. Sobre los instrumentos económicos y de gestión La política para el manejo de los residuos requiere de instrumentos apropiados para conseguir sus objetivos. Existe una discusión acerca del tipo de instrumentos a utilizar, si son de regulación o de mercado. Es una discusión muchas veces cargada de ideología y que toma como modelo el fracaso de la regulación en los países de Europa del Este, en tanto por el otro lado, favorece los instrumentos de mercado no siempre porque ellos sean más eficaces o hayan dado mejores resultados sino porque están en la línea de la liberación de mercados, lo cuál ha dado algunos buenos resultados en la región. Sin embargo el tema del medio ambiente es uno de aquellos donde aparece muy clara la legitimidad de la intervención del Estado. El mercado por sí solo no ofrece un nivel adecuado de protección de los recursos. Por el contrario, la tendencia del capital y su necesidad de hacer ganancias en el corto plazo y minimizar sus costos, está llevando a situaciones críticas no sólo a los recursos naturales renovables de la región, sino a niveles de contaminación intolerable en suelos, agua y aire. Los gobiernos deben disponer de una amplia gama de instrumentos económicos para incentivar el cumplimiento de las normas ambientales, para fomentar el uso de tecnologías más apropiadas , para hacer inversiones en plantas de tratamientos , para evitar y minimizar los residuos o para evitar aquellos más riesgosos y peligrosos , para orientar la actitud empresaria hacia prácticas más benignas con el medio ambiente. Por lo general la gama de instrumentos utilizados en este campo es muy estrecha y pobre . A lo más se utilizan las tarifas del servicio de aseo para residuos domiciliarios las cuales suelen estar ligadas al impuesto territorial o de bienes raíces. Normalmente existen amplios subsidios, que incluyen a los propietarios con predios de bajo valor, lo cuál por otra parte crea déficit importantes en muchos servicios municipales. Por otra parte, de los pocos que pagan existe un subsidio perverso, ya que los de menor ingreso subsidian a los de mayor ingreso. En algunos países se ha innovado ligándolas al pago de otros servicios como en electricidad o el agua, con vistas a buscar un criterio de diferenciación y la proporcionalidad entre los niveles de ingreso y gasto familiar con las tarifas del servicio de aseo. Pero existen muchos otros instrumentos, que podrían ser utilizados. Los cargos diferenciados por contaminación suelen ser utilizados, por ejemplo en Alemania, para incentivar la no generación, la generación de residuos menos peligrosos, el mejor tipo de tratamiento (biológico, químico o físico) y la minimización del volumen de residuos destinado a depósito final. Al ser diferenciados los cargos por tipos de residuos, por clase de tratamiento y por lugar de destino final-poniendo valores mas altos a aquellas alternativas que la autoridad quiere desestimular-,se está orientando a los generadores hacia patrones de conducta más armoniosas con el medio ambiente. Entre los instrumentos de gestión cabe destacar las Evaluaciones de Impacto Ambiental, las auditorias ambientales y los sistemas de gestión y de calidad ambiental. Estos últimos han sido abordados por las normas ISO 9000 y 14000, las cuales han sido poco incorporadas por las empresas latinoamericanas, pero podrían ser de mucha utilidad no sólo para efectos ambientales y un adecuado control de los residuos, sino también por efectos comerciales y de competitividad. No es posible seguir pensando que la gestión de residuos es meramente un problema técnico de diseño y gestión de un relleno sanitario, complementado por una sesuda norma técnica. El primer problema que habrá que vencer es la negativa de la población a superar el síndrome del "no en mi patio trasero" y ese es un tema esencialmente político con variantes económicas y confianza en los técnicos y en la autoridad fiscalizadora, por señalar solo algunos aspectos. Por otra parte, el tema para poder hacerlo operativo pasa por una concepción sistémica de la acción. Es decir, por la capacidad que tengamos de entender y resolver las intrincadas preguntas y alternativas que nos presentará el enfoque holístico antes mencionado. Gracias a este enfoque, la experiencia de estos años ha permitido desbloquear situaciones en que no se avanzaba hacia una gestión ambientalmente adecuada de residuos, pasando, en varios de los casos señalados, a una gestión más que aceptable de residuos. Si entendemos por residuo un producto *no intencional* de los procesos productivos y de un estilo de consumo inadecuado de los bienes y servicios incluyendo los ambientales - lo que se pretende con una estrategia de gestión de este tipo es lograr orientar a los agentes económicos hacia actitudes ambientales más responsables y desarrollar progresivamente comportamientos más eficientes en la utilización de los recursos. Los instrumentos son el conjunto de medidas organizadas estratégicamente que permiten direccionar los recursos disponibles para alcanzar los objetivos propuestos en las políticas. Estas, a su vez, responden a principios formulados de acuerdo a la visión de sociedad que se pretende alcanzar. Sobre la gestión ambiental y planificación En este enfoque complementario de una política ambiental holística donde se buscan soluciones caso -por- caso de acuerdo a las realidades geográficas, administrativas y socioeconómicas de la región aparecen algunas oportunidades de incorporación de una estrategia preventiva-asociativa en el marco de las políticas sectoriales vigentes. Como ejemplo podemos tomar el de las oportunidades de aplicar programas de minimización de residuos hospitalarios en el marco de los programas de autogestión y descentralización de los hospitales públicos o en como una forma de disminuir las primas de los seguros contra riesgos operativos en la industria. La justificación e interés que despierten estos programas será directamente proporcional a los beneficios económicos directos e indirectos que genere. El resultado desde el punto de vista ambiental: nuevamente, la reducción de residuos en la fuente. Idéntico planteo puede hacerse para las políticas de promoción de exportaciones donde se incorpore el etiquetado ambiental y la promoción de los sistemas de promoción ambiental como demostración de la sustentabilidad de los procesos productivos. Cuando se opta por una estrategia de prevención, el Estado no abandona su rol fiscalizador sino que lo agiliza, permitiéndole mantener sus otros roles de articulador de demandas sociales en relación a la calidad ambiental, y de responsable de los intereses de las generaciones futuras en el establecimiento de las líneas ambientales de base para el crecimiento económico. La función de la planificación pública debe centrarse en el establecimiento de criterios para determinar los objetivos y metas a cumplir. A este nivel aparecen los principios de equidad ambiental y sustentabilidad, que no son considerados a primera vista por las empresas aunque estas comienzan a incorporar criterios de horizontalidad a largo plazo en sus costos y se preocupan por el desempeño ambiental como un factor directamente relacionado con su supervivencia. Los residuos toxicos y peligrosos En la República Argentina los residuos tóxicos y peligrosos están comprendidos en la Ley Nacional Nº 24.051 de Residuos Peligrosos sancionada el 17 de diciembre de 1991 y promulgada el 8 de enero de 1992. Los residuos tóxicos y peligrosos podemos definirlos como," los materiales sólidos, pastosos y líquidos, así como a los gaseosos contenidos en recipientes, que siendo resultado de un proceso de producción, transformación, utilización o consumo, su productor destine al abandono y contenga en su composición alguna de las sustancias y materias que figuran en la mencionada Ley en cantidades y concentraciones tales que presenten un riesgo para la salud humana, recursos naturales y medio ambiente". Los daños que están produciendo al medio ambiente y a al salud del hombre por la incorrecta gestión de los residuos tóxicos y peligrosos, (R.T.P.) son de una gran importancia. Las actividades económicas potencialmente productoras de R.T.P., son muy numerosas, refiriéndose en su mayoría a aquellas que originan residuos industriales, o incluso a residuos de carácter doméstico así como las actividades comerciales o asistenciales que dan lugar a residuos de carácter sanitario (residuos Patógenos). Las actividades industriales deben considerarse como las principales productoras de R.T.P. Estos se pueden clasificar en tres grandes grupos: A- Residuos asimilables a urbanos: Sus características les permiten ser gestionados junto a los residuos sólidos urbanos. Fundamentalmente constituidos por restos orgánicos procedente de la alimentación, y de las oficinas, papel, cartón, plásticos, textiles, gomas, etc. B- Residuos inertes: Se caracterizan por su inocuidad, estando constituidos por ciertos tipos de chatarra, vidrios, escorias, cenizas, escombros, abrasivos, arenas de moldeo, lodos inertes, etc. Al no poseer condiciones adversas al medio ambiente pueden ser utilizados como materiales de relleno. C- Residuos tóxicos y peligrosos: Deben definirse por medio de legislación especifica. A continuación se detallan diferentes aspectos que permiten identificar R.T.P., en función de las circunstancias que determinan la necesidad de su gestión, los tipos genéricos de residuos, los constituyentes que le confieren el carácter de peligrosos y las características de los residuos. Circunstancias que determinan la necesidad de gestión Existen diferentes razones consideradas como determinantes que los materiales correspondientes sean clasificados como residuos para eliminar o abandono, sin perjuicio de que puedan ser objeto de operaciones que conduzcan a su recuperación, reutilización, reciclaje o usos alternativos por los cuales puedan clasificarse como subproductos. -Productos rechazados por los sistemas de control. -Productos caducados (desechados por fecha de vencimiento). -Productos y materiales deteriorados accidentalmente. -Materiales contaminados por procesos industriales previstos. -Elementos inutilizables por fin de vida útil (pilas). -Residuos de proceso de control de la contaminación (filtros). -Residuos de mecanizado (virutas, recortes, despuntes, etc). -Materiales adulterados o contaminados. -Productos sin uso. Tipos, constituyentes y características Tipos de residuos peligrosos Con carácter general los residuos pueden clasificarse dentro de los tipos siguientes: -Residuos -Productos -Biocidas -Residuos de Hospitales o de otras actividades médicas. farmacéuticos, medicamentos, productos veterinarios. y productos fitosanitarios. de productos empleados como disolventes. -Sustancias orgánicas halogenadas no empleadas como disolvente. -Sales de temple cianuradas. -Aceites y sustancias oleosas minerales. -Mezcla aceite/agua o hidrocarburo/agua, emulsiones. -Productos que contengan PCB y/o PCT. -Materias alquitranadas producidas por refinado o destilación. -Tintes, colorantes, pinturas, lacas, barnices, pigmentos. -Resinas, látex, plastificantes, colas. -Sustancias químicas nuevas, aun no identificados sus efectos. -Productos pirotécnicos y otras materias explosivas. -Producto de laboratorios fotográficos. -Todo material contaminado por alguno de la familia de los dibenzofuranos policlorados. -Jabones, materia grasa, ceras de origen animal o vegetal. -Sustancias inorgánicas sin metales. -Sustancias orgánicas no halogenadas no empleadas como disolvente -Escorias y/o cenizas. -Tierras, arcillas o arenas, comprendidos en lodos de dragado. -Sales de temple no cianuradas. -Partículas o polvos metálicos. -Catalizadores usados. -Lodos de lavado de gases. -Residuos de descarbonatación. -Residuos de columnas intercambiadoras de iones. -Lodos de alcantarillas. -Residuos de limpieza de cisternas o herramientas. -Baterías y pilas eléctricas. -Aceites vegetales. Constituyentes que dan a los residuos caracter de peligrosos Como antes mencionado, la legislación es la que determina que un residuo sea peligroso o no, el listado siguiente de residuos corresponde a la caracterización de Peligroso por la C.E.E. 1-Metales Pesados -Arsénico y compuestos de arsénico. -Mercurio y compuestos del mercurio. -Cadmio y sus compuestos. -Talio y compuestos. -Berilio y sus compuestos. -Compuestos de cromo hexavalentes. -Plomo y sus compuestos. -Antimonio y sus compuestos. -Selenio y sus compuestos. -Compuestos de estaños (únicamente los derivados orgánicos). 2-Cianuros Orgánicos e Inorgánicos 3-Dibenzo-p-dioxinas 4-Biocidas y Productos Fitosanitarios (Pesticidas) 5-Eteres 6-Amianto 7-Hidrocarburos Aromáticos policíclicos 8-Fósforos y Sus Compuestos (excluyendo los fosfatos minerales) 9-Compuestos Inorgánicos del Flúor (excepto el fluoruro calcio) Caracteristicas de los residuos toxicos y peligrosos Se analiza en este apartado, la características de los residuos que puedan significar una peligrosidad y/o toxicidad de estos para la salud humana o para el medio ambiente. Estas características miden la peligrosidad de una manera directa, por sometimiento de una muestra del residuo a un ensayo determinado y comparación de los resultados con unos parámetros de clasificación, o de una manera indirecta, por comparación de la composición del residuo o su lixiviado con unos máximos admisibles de concentraciones de determinados componentes, que en base a estudios contrastados y aceptados, se pueda garantizar que no alcanzan las peligrosidades correspondientes a los parámetros de clasificación antes mencionado en el proceso directo. Los riesgos para la salud y el medio no están claramente especificados en nuestra legislación. Sin embargo, las características siguientes pueden dar la consideración de tóxicos y peligrosos a los residuos: 1-Explosivo: Sustancias o preparados que puedan explosionar bajo el efecto de una llama. 2-Comburente: Materias que sin ser siempre combustibles, pueden, en general cediendo oxígeno, provocar o favorecer la combustión de otras materias. 3-Inflamable: Son aquellos que contienen sólidos en solución o suspensión que emiten vapores inflamables a una temperatura que no sobrepasa los 60.5°C en crisol cerrado o 65.6°C en crisol abierto. 4-Irritantes: Sustancias y preparados no corrosivos, que por contacto inmediato, prolongado o repetido con la piel y las mucosas pueden provocar una reacción inflamatoria. 5-Nocivo: Sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutanea, pueden producir riesgos de gravedad limitada. 6-Tóxico: Sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea, puedan producir riesgos de gravedad , agudos o crónicos, incluso la muerte. 7-Cancerígeno: Sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea, puedan producir el cancer o aumentar la frecuencia. 8-Corrosivo: Sustancias o preparados que en contacto con los tejidos vivos pueden ejercer sobre ellos una acción destructivas. 9-Infeccioso: Materias conteniendo microorganismos viables o sus toxinas, de los que se sabe, o existen buenas razones para creerlo, que causan enfermedades en los animales o en el hombre. 10-Liberadores de gas inflamable en contacto con el agua, Materias que, por reacción con el agua, son susceptibles de inflamarse espontáneamente o de emitir gas inflamable en cantidades peligrosas. 11-Liberadores de humos ácidos en contacto con el aire o el agua 12-Liberadores de gases tóxicos en contacto con el aire o el agua 13-Materias susceptibles después de su eliminación de dar lugar a otra sustancia, por un medio cualquiera, por ejemplo un producto de lixiviación, que posee alguna de las características enumeradas anteriormente. 14-Ecotóxico, esto es, peligroso para el medio ambiente, residuos que presentan riesgos inmediato o diferidos para el medio ambiente. Técnicas de tratamiento de los residuos tóxicos y peligrosos Dejando aparte tratamientos o procesos específicos para determinados residuos, los sistemas básicos de gestión considerados son: 1 2 El 3 - El depósito de seguridad La tratamiento incineración físico-químico La incineración La incineración es un procedimiento susceptible de ser utilizado para la eliminación de residuos cuando estos son combustibles. Puede aplicarse a desechos sólidos, líquidos o gaseosos, si bien estos últimos no suelen formar parte de los que típicamente son tratados en una planta de este tipo. La destrucción térmica de los residuos tóxicos y peligrosos implica le exposición controlada de los mismos a elevadas temperaturas (normalmente a 900 grados centígrados o incluso mas) y, generalmente, en un medio oxidante. Los procesos de incineración incluyen: sistemas de oxidación térmica, de aire enrarecido o de incineración pirolítica; procesos industriales a altas temperaturas en los que se utilizan los residuos como cumbustible (que son los universalmente empleados), y tecnologías de vanguardia que utilizan altas temperaturas, tales como sales licuadas, plasma u hornos eléctricos. Los sistemas de incineración convenientemente diseñados y gestionados permiten la destrucción de los componentes orgánicos de los residuos, a la vez que reducen el volumen de estos, y en algunos casos, recuperan, incluso con fines industriales, energía en forma de vapor o electricidad, también materiales tales como el ácido clorhídrico o sulfúrico. Por todas estas consideraciones es que la incineración ha surgido en la pasada década, como la alternativa a los métodos mas tradicionales de eliminación de residuos. En la actualidad es, sin duda, un sistema clásico de gestión de residuos complementario del tratamiento físico-químico y del depósito de seguridad. No obstante, el diseño o gestión inapropiados de estos sistemas pueden también suponer una amenaza para la salud pública, mediante la emisión de componentes potencialmente peligrosos del residuo o de los subproductos de la combustión. Idealmente, los principales productos generados en la combustión de residuos orgánicos son el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua (que se puede reutilizar), y cenizas inertes. Sin embargo en la mayor parte de los casos, se pueden encontrar multitud de productos distintos de estos, en función de la composición química del residuo incinerado y de las condiciones de la combustión. Así, por ejemplo, de la incineración de los hidrocarburos clorados se obtiene ácido clorhídrico (CLH) y pequeñas cantidades de cloro (CL). Con residuos conteniendo azufre, se pueden formar dióxidos de azufre (SO2), incluyendo también hasta un 5% de trióxido de azufre (SO3). El pentóxido de fósforo (P2O5), altamente corrosivo, se forma con la incineración de compuestos organosfosfóricos. También se producen emisiones de partículas suspendidas de óxidos y sales minerales contenidas en el residuo, así como fragmentos de materia combustible no totalmente quemadas. Como consecuencia de esta producción de subproductos de la combustión, los sistemas de incineración de residuos tóxicos y peligrosos de diseñan incluyendo diversos dispositivos de control de las emisiones a la atmósfera. En la mayoría de los casos, estos se concretan en la utilización de las cámaras de postcombustión y en el lavado de gases. Las cámaras de postcombustión se utilizan para controlar la emisión de subproductos orgánicos no quemados, proporcionando un volumen adicional de combustión y, en consecuencia un mayor tiempo de combustión a temperatura elevada. Los lavadores, llamados "scrubers", funcionan retirando físicamente de la corriente gaseosa de combustión la materia en particulas, gases ácidos y compuestos orgánicos residuales. Instalaciones de incineración Existen, en la actualidad, diversos tipos de sistemas de incineración. Las instalaciones mas frecuentes utilizan sistemas de inyección de líquidos, parrillas fijas, hornos rotatorios, lechos fluidizados u hogares móviles. En Europa, los incineradores mas utilizados para la eliminación de residuos tóxicos y peligrosos son los de hornos rotatorios. Estos son mas versátiles, en el sentido de que son utilizados para la destrucción de residuos sólidos, fangos y residuos envasados y líquidos. Por este motivo, estas unidades se encuentran mas frecuentemente incorporadas en los diseños de instalaciones comerciales o de gestión colectiva, es decir, no ligadas al productor de residuos. Problemas en la gestión de residuos incinerables La gran variedad de residuos tóxicos y peligrosos recibidos para su incineración exige un almacenamiento sumamente individualizado, junto con la disponibilidad de los elementos necesarios para su transporte, manipulación y acomodamiento. En este sentido, es muy importante el conocimiento previo de las propiedades físicas y químicas de los residuos, ya que muchas veces no es admisible su mezcla, bien porque pudieran producirse reacciones peligrosas y no controlables o bien, sencillamente por no ser miscibles. La planta de tratamiento físico químico El tratamiento físico, químico y biológico comprende un conjunto de técnicas que pueden ser utilizadas para prevenir las descargas de materiales peligrosos en el medio ambiente o alterar su propia composición. Así, pueden utilizarse métodos químicos para recuperar metales de los residuos. El tratamiento químico no solo elimina metales tóxicos de los afluentes descargados al medio ambiente, sino que, al mismo tiempo, permite conservar y reciclar recursos naturales con frecuencia escasos. Por otra parte, las bacterias y otros organismos generan proteínas fijadoras de metales y otras sustancias que son capaces de eliminar metales con un alto grado de especificidad. Mientras que los métodos químicos son los mas utilizados para destruir la mayor parte de los metales de los residuos, los procesos biológicos son mejores para eliminar bajas concentraciones de metales que aún son tóxicos. De esta manera los métodos químicos y biológicos se complementan frecuentemente, constituyendo un sistema de tratamiento primario y secundario, respectivamente. Los métodos físicos de tratamiento pueden ser utilizados como técnicas separadas o como complementarias a los procesos químico o biológico. La luz ultravioleta, por ejemplo, destruye las dioxinas.El calentamiento por micro-ondas, a su vez, parece ser una forma práctica para aumentar la temperatura de suelos contaminados y favorecer, de este modo, la destrucción química o biológica de dioxinas.Por otra parte, las técnicas de separación física pueden utilizarse para concentrar grandes volúmenes de residuos diluidos y aplicar eficazmente las técnicas de detoxificación. La osmosis inversa, la filtración por presión, sedimentación etc., son métodos aprobados de separación de contaminantes para su posterior tratamiento, almacenamiento o eliminación. Técnicas en desarrollo como el uso del gel reversible para eliminar agua de corrientes acuosas contaminadas, podrán constituir tecnologías de tratamiento en el futuro. Los productos químicos tienen la capacidad de alterar la naturaleza de los materiales, y este hecho se tiene en cuenta para la extensa aplicación que el tratamiento químico tiene en el área de destrucción de residuos tóxicos y peligrosos. Los organismos biológicos producen productos químicos especializados, como pueden ser las enzimas, que también tienen la capacidad de alterar la naturaleza de los contaminantes. Con los avances modernos en la ingeniería genética, la biotecnología, asumirá un mayor protagonismo en este campo. Las tecnologías actuales como, el tratamiento por lodos activados o bacterias pueden utilizarse en aplicaciones muy limitadas, para tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos. Los depósitos de seguridad o reservorios Se entiende por depósitos de seguridad todo aquel vertedero emplazado sobre terrenos geológicos del suelo y/o subsuelo destinado al almacenamiento de determinados residuos industriales tóxicos y peligrosos, con el fin de que sus propiedades nocivas no puedan afectar, en ningún caso, ni en el tiempo, al medio natural y a la salud humana. El depósito de seguridad o vertedero sanitariamente controlado, de suerte que se garantice que los residuos en el depositados no puedan ser origen de daños a la salud humana o al medio, es necesario para la gestión de los R.T.P., dado que el estado actual de la técnica no permite una eliminación o transformación de estos de una manera completa, que no requiera un vertido de los residuos cuando estos cierta peligrosidad y con unos costes asumibles. El depósito tiene la función teórica de preservar la salud humana y el medio ambiente mediante el aislamiento de los residuos durante extensos periodos de tiempo, dada la toxicidad y persistencia de los mismos, ya que de otra forma, el depósito seria una solución transitoria, que exigiría elevados costes cuando se pretendiera reacondicionar o trasladar los residuos una vez concluida la vida útil de los sistemas de aislamiento. Existen emplazamientos donde los materiales geológicos del subsuelo y las condiciones topográficas e hidrográficas permiten un buen aislamiento de los residuos durante periodos de varios cientos de años en condiciones razonables de seguridad. Asimismo, se dispone de materiales y técnicas de construcción de materiales y técnicas de construcción que permiten mejorar las condiciones del emplazamiento y realizar la cubierta de los depósitos. Mediante la combinación de ambos elementos, emplazamiento y técnicas disponibles, el depósito de seguridad se convierte en un adecuado sistema de gestión de los residuos tóxicos y peligrosos.