FIDH Proceso de Aprendizaje Infancia y Respeto por el `Self`

Anuncio
FUNDACION INFANCIA Y DESARROLLO HUMANO
Mansilla 3766 (1425) Buenos Aires - Tel: 824-9450, Fax: 827-1992
PROCESO DE APRENDIZAJE, INFANCIA Y RESPETO
POR EL “SELF” ESPONTANEO1
Dr. J. Miguel Hoffmann.2
¿Que contribución podría hacer un investigador del desarrollo psíquico temprano a un
Congreso de Psicología Educacional?
El hecho de que en la situación educativa se de un vínculo determinado por el
educando y su educador o terapeuta, presenta un interés común a diferentes disciplinas
concurrentes. Lo mismo ocurre en el campo del psicoanálisis y la investigación de las etapas
tempranas del desarrollo individual y del vínculo.
Durante los últimos doce años he trabajado como psicoanalista clínico y como
investigador de la infancia y me interesé en los primeros desarrollos del “self”.
El self es definido de varias maneras, pero en síntesis se refiere a una estructura
psíquica más amplia que el clásico “aparato” psíquico formado por Yo-Ello y Súper Yo.
Incluye aquellas funciones que son parte del psiquismo y que no encuentran una explicación
clara dentro del modelo mas restringido. Por ejemplo los fenómenos de creatividad, las
1
Conferencia plenaria dirigida al V Congreso Mundial de Psicología Educacional. Chicago, Illinois, Estados
Unidos de América, agosto, 1989.
2
Mansilla 3766- Buenos Aires. (1425). Argentina. Director Centro de Investigación, Fundación Infancia y
Desarrollo Humano.
1
experiencias lúdicas o el pensamiento simbólico. Otro caso es el de la experimentación, que se
describe y comprende mejor desde una teoría ampliada.
El concepto de Self, acerca los desarrollos psicoanalíticos al campo de otras ciencias
del hombre y que puede superponerse al concepto de Ser o Persona. Esta conferencia
constituye un intento de aplicar al campo educacional las conclusiones de algunos trabajos de
investigación empírica y teórica acerca de la constitución del sujeto humano o Self.
Habiendo filmado (en video) más de 100 díadas, madre-hijo, durante la alimentación
de bebés entre 5 y 12 meses de edad en dos culturas diferentes; pude formular unas pocas
conclusiones que sintetizo brevemente:
- Las actividades de los bebés durante la alimentación, en particular aquellas realizadas
con las manos y dedos, muestran una intencionalidad, un propósito claro e interés suficiente
como para considerar que están dirigidas a un objetivo. Los objetivos pueden clasificarse en:
exploratorios, interaccionales, de experimentación o de juego. Un objetivo general, común a
la mayor parte de esas actividades sería el simple hecho de hacer una experiencia. Estas
actividades orientadas a un objetivo podrían considerarse INICIATIVAS desarrolladas por un
“Self” emergente y que claramente superan en los niños el interés por la alimentación. Las
iniciativas requieren de la presencia materna pero no necesariamente de su participación.
Inicialmente exigen que la madre esté allí, después que no interfieran, eventualmente, que
faciliten.
Esto nos conduce a la segunda conclusión: - De las reacciones de las madres aprendí
que algo pleno de sentido estaba ocurriendo en esas actividades de los niños. Atestigüé
reacciones que iban desde la supresión más brutal e insensible, hasta la más creativa
facilitación y la más enfática comprensión. Entre estos extremos, la madre común
suficientemente buena de Winnicott, hacía toda clase de intervenciones para dar una respuesta
razonable a los esfuerzos que hacía el niño para ser él mismo. Hacer un lugar a las actividades
del niño significa hacer un lugar para una nueva persona, con sus iniciativas, pero también con
su propia voluntad. Uno aprende a ver la VOLUNTAD emergente en esta temprana edad, no
solo en la perseverancia de sus iniciativas sino también en la lucha por el poder respecto a la
posesión de una cuchara, o en el intento de desarrollar experiencias que a veces resultan
inquietantes para su madre.
2
Esto puede conducirnos a la tercera conclusión: - Imponer la propia voluntad supone
haber hecho una ELECCIÓN, elegir entre cumplir el deseo de la madre o el propio. Esta es
una gran decisión, ¿No creen? Pero los niños de esta edad hacen muchas elecciones menos
importantes, como la de preferir un tipo de comida en lugar de otro, de jugar en vez de comer,
de completar su exploración antes de abrir su boca, mostrándonos que sabe lo que quiere. Y
esto también ayuda a que un “Self” sea más fuerte.
Entonces ¿Qué clase de self podemos encontrar en esta temprana edad?, será un Self
con iniciativa, con voluntad propia, y con capacidad de adoptar decisiones. Parece ser bastante
completo y no tan “rudimentario” como uno creería. Por otro lado no tenemos forma de
cuantificar a qué nivel de self ha llegado una persona, pero la observación suministra algunos
indicios. Con ese fin hacemos microanálisis de las filmaciones para descubrir lo que les he
estado describiendo. Reconocer lo antedicho no es fácil para el observador inexperto, pero yo
apostaría que 9 de cada 10 de Uds. comenzaría a ver lo que les estoy describiendo, luego de
mirar una de esas películas. Es una cuestión de entrenamiento pero también de teoría. Si no
sabemos de qué estamos hablando normalmente no vemos, salvo que seamos investigadores
entrenados en la búsqueda de nuevas relaciones entre temas observables. Esta búsqueda de las
manifestaciones del self emergente me hizo conciente de las reacciones de las madres,
particularmente de su falta de consideración o respeto hacia aquellos brotes de voluntad.
¿Qué clase de inscripciones producen esas actitudes maternas? ¿Qué es lo que
finalmente llega a la mente en desarrollo del niño? ¿Qué será internalizado?
Como ejercicio imaginemos que un niño tiene una iniciativa que es percibida y
adecuadamente interpretada por su madre, por lo que ésta intenta no interferir con ella ni
alentarla. Todo el programa queda a cargo del bebé. Luego de un cierto tiempo el niño repite
la experiencia, nuevamente con éxito. Supongamos ahora que la experiencia en cuestión fuera
la de sostener una cuchara y llenarla con comida, pero no llevársela a la boca en un episodio
de autoalimentación, simplemente la de sostenerla y llenarla. El producto final de esa sucesión
de momentos de aprendizaje sería, al menos, doble: por un lado el proceso “sensoriomotor”,
con todas las implicancias que le reconocemos hoy en día; por el otro, la experiencia
psicológica de sentirse hábil, y en el caso de combinarlo con otra habilidad (o varias), el
producto final podría ser aun mas complejo como por ejemplo el sentimiento de maestría.
3
Si queremos un cuadro mas complejo de la experiencia interior en relación a uno
mismo, podríamos hacer un desarrollo ulterior del ejemplo anterior. Supongamos ahora que
este mismo niño con una madre cooperativa continúa logrando resultados positivos con sus
iniciativas. Debe percibir que tiene una porción del mundo exterior bajo su control, que él
tiene un lugar, que ocupa un lugar que ha conquistado, que puede operar en la realidad por
ejemplo, modificándola.
Pienso que todos estos sentimientos tienen mucho que ver con la experiencia interior
de sentirse realmente uno mismo. Por supuesto, ese elemento tan importante de la realidad
interior tiene fuentes diferentes. Una muy importante sería la conciencia que tiene la madre de
la existencia del niño. Pienso que la descripción que acabo de dar incluye la conciencia de la
madre de la existencia del niño como ser independiente. Por ejemplo a través de la función
materna de “reflejar” (mirroring). Pero esto exige de parte de la madre ser más que una simple
superficie reflejante: ser “activamente pasiva” o “activamente activa” hacia las iniciativas y
proyectos de desarrollo del niño, haciéndole un lugar en el mundo. En cualquier caso
tendríamos que aceptar que el “mirroring” es un sistema de comunicación de varios canales,
que realimenta operativa, interactiva y moralmente al bebé. Ese mensaje complejo incluiría
sub-mensajes como: “yo veo que tu existes, la forma en que lo haces está bien, te dejo algún
espacio para que interactúes junto a mí”. Yo no compartiría la objeción de que esta clase de
descripción es adulto mórfica. En lugar de ello pensaría que en general se subestiman las
complejidades de los niños y de las interacciones con ellos.
He venido hablando del proceso evolutivo de convertirse en uno mismo y de cómo
responde el medio a ese self germinante, qué es lo que ello significa en el frente interno de
sentimientos respecto a sí mismo, como pueden evolucionar esos sentimientos para brindar
ciertas funciones psicológicas como sentirse real, habilidoso, apto o con maestría. Creo que
esto es terreno conocido para Uds. y para mi, también, sabemos que el proceso de aprendizaje
y su descarrilamiento se encuentran estrechamente vinculados con estos temas.
Pero al mismo tiempo nos encontramos con nuevas dificultades, al menos desde mi
punto de vista. Me pregunto: ¿Cuánto respeto por las individualidades puede aceptar el
proceso de aprendizaje formal e institucionalizado? Ser respetuoso de un self en formación
puede ser importante para la madre, los padres, y aun para la persona que enseña. Pero
4
¿Cuánto lugar puede concederse a la individualidad en la escena educativa? Permítanme
formular la misma pregunta de manera diferente: ¿Contamos con vías para tratar
respetuosamente a las individualidades cuando trabajamos en forma colectiva con grupos?
Una pregunta aún más amplia que podemos formularnos es la siguiente: cuando llega el punto
de transmitir reglas sociales o normas de grupo, ¿Cuánto respeto por las individualidades se
puede tener, cuán cerca está ello de una imposición?
Eso suena muy parecido a la afirmación de Freud de que existe una diferencia
insalvable entre los individuos y su cultura. Pero desde el punto de vista de la Psicología del
Self, contestaríamos con otra explicación menos conflictiva. En primer lugar, lo que nos
disgusta, lo que se nos impone no va necesariamente al corazón de nuestro Self. Existe una
zona “gris” del Self o Self adaptativo a veces llamado “falso Self” que amortigua la entrada, a
la que retiene sin asimilar, que repite sin identificación, que tolera sin aceptar. Y entonces,
tenemos un segundo escalón, el proceso de “taking in”3, es decir, de convertirse en lo que uno
decide ser, lo cual puede producirse mucho después de haber tomado sin aceptar. Buena parte
del proceso enseñanza-aprendizaje podría constituirse en una suerte de atmósfera que rodea al
Self, donde permanece satelitalmente hasta que son asimiladas por el self “nuclear”. De
alguna manera estoy describiendo los pasos que sigue lo enseñado en su progresiva
asimilación por el sujeto. En este proceso tenemos dos instancias luego de la internalización;
primero, la retención sin asimilación; segundo, el acto de incluir en el ser nuclear lo
aprendido. Claramente este segundo paso implica la mayor transformación del sujeto. Creo
que algo de este proceso tiene que ver con la diferencia que se hace en el campo pedagógico
entre información y formación.
Creo que todos compartimos la idea de que el aspecto importante de la educación no
necesariamente es la acumulación de información, sino, el modelado de un sistema de
aprendizaje que tendrá que desarrollarse en todo individuo, junto con la función socializante
de la educación.
Permítanme recordarles que estoy tratando de mostrar otro aspecto del proceso de
aprendizaje, que no se encuentra directamente vinculado con el aprendizaje mismo, sino, con
3
Llamamos “internalizar” al proceso global, y “taking in” al momento de integrar, por decisión propia, al núcleo
del ser.
5
las repercusiones de ese proceso en el aspecto subjetivo de la persona que aprende. ¿Qué
significa el aprendizaje para esa persona, qué le aporta, qué es lo que va a sentir respecto al
mundo exterior, a la comunidad, a la organización social que le está sugiriendo/imponiendo
un sistema cultural? y luego ¿Cuál es el resultado final en términos de aptitudes, tendencias,
comportamientos, acciones de aquellas repercusiones internas del proceso de aprendizaje?
Algo como descubrir qué clase de individuo resulta del proceso de aprendizaje ¿Cuál es el
resultado de este proceso sobre el desarrollo del self y de sus funciones?
Volvamos por un instante a aquel bebé explorador, participante, interactivo y
expresivo. Se supone que debe comer para engordar antes del control que le realizarán en el
consultorio del pediatra en su próxima visita. Tiene una dieta balanceada, con todas las
vitaminas y proteínas. Entonces hay un objetivo claro, al menos para su madre. Pero el bebe se
niega a comer, tiene otras intenciones además de comer, quiere descubrir muchas cosas: las
temperaturas de las diferentes comidas y bebidas, sus consistencias y texturas, su viscosidad o
posibilidad de expansión, los ruidos que pueden producir los diferentes utensilios o
simplemente arrojando la bandeja; qué siente cuando mete los dedos en el plato de comida o
cuando arroja sobre la mesa la comida que tiene en las manos. Luego se queda quieto y
pensativo, mientras palpa sus propios dedos o explora el brazo, el anillo o la mano de su
madre. Otras veces se mete el dedo o la mano dentro de la boca, mordiendo o chupando,
explora la boca con los dedos, mientras mira a lo lejos, muy desconectado del proceso de
alimentación y más cerca del estado de somnolencia. ¡Hay tantas cosas que suceden mientras
la madre está preocupada por meter comida dentro del bebé que resulta imposible describirlas!
Pero podemos fácilmente trasladar eso al área de nuestro interés: ¿Qué es lo que sucede en la
persona del niño que aprende, mientras nosotros, los adultos, corremos para cumplir con el
“programa”? (¡o, aun con un plan de tratamiento!). ¿Cuánto de sus iniciativas o intereses
tomamos en consideración? ¿Cuánto de ese interés lo sometemos a las exigencias de un
programa construido para un niño “tipo” y con poca flexibilidad, a veces, para adaptarse a las
variaciones individuales? Puede ser que la planificación resulte necesaria, cualquier caso
existe y tenemos que recordar que, al igual que la madre que se pone demasiado ansiosa con el
aumento de peso de su bebé y el valor nutritivo de la comida, podemos olvidar que estamos
asistiendo y provocando cambios importante en las áreas emocional y subjetiva del
6
aprendizaje, mientras llevamos adelante nuestro programa. Podemos estar mas preocupados
por nuestros supervisores y directores internos/externos que con el self en desarrollo que
tenemos en nuestras manos y no ver su potencial para actividades espontáneas con un
profundo significado personal. Todos compartimos verbalmente la necesidad de respetar al
otro. Pero no necesariamente sabemos como sucede ese proceso, como ocurre el respeto,
como manejar nuestras propias reacciones frente a esas iniciativas que van en dirección
opuesta a nuestro plan. Por supuesto que podemos aprender a través de nuestro interés por
estas cuestiones y tal vez por nuestro análisis personal que aumenta la comprensión de
nuestras reacciones. Pero si yo tuviera que dar una sola regla para orientarlos en esto sin
escribir un libro, sugeriría lo siguiente: busquen disfrutar tanto ustedes mismos como su
contraparte. Si Uds. se descubren pasando un buen momento, ven sonrisas, concentración,
capacidad de juego; si están deseando reasumir sus actividades; si encuentran formas
inesperadas de lograr los mismos objetivos; si logran olvidarse de su programa mientras están
desarrollando una parte del mismo; si obtienen resultados distintos a lo esperado pero
igualmente buenos (o mejores); si pueden mantenerse en contacto con su curiosidad
permitiéndose alguna exploración o alternativa, o sorprenderse por la respuesta de su socio
interactivo; si encuentran formas de captar las señales del estudiante y entrelazarlas con el
manejo que tienen del chico; si son capaces de interpretar la angustia y la incomodidad en una
forma que les permita realizar cambios; si aprenden a interpretar otras señales además de las
expresadas por el lenguaje verbal; si al lado de vuestros programa logran descubrir el
programa del niño; si aprenden a negociar más y más lo que se proponen hacer y lo que los
supervisores externos e internos nos exigen; si encuentran la manera de hacer lo que está bien
para Uds. y es aceptable para los demás y para el sistema...bueno, entonces, al menos habrán
sido creativos, haciendo lugar a vuestra propia espontaneidad y a la de la persona encargada
de Uds. Si ustedes consiguen, simplemente, uno o dos de estos logros, habrán producido un
ENCUENTRO. Defino encuentro como el momento en el que una persona que cuida a otra es
capaz de encontrar la respuesta adecuada a las necesidades de un self que está emergiendo,
creando una situación que permitirá el desarrollo de una nueva estructura o función
psicológica. El encuentro implica la producción de un cambio en el self en desarrollo, pero
7
también un cambio en el self del que responde, dado que nadie permanece sin inmodificado
luego de ser creativo en algún sentido.
Si bien en un primer momento describí aquel concepto en relación a la temprana
interacción madre-hijo, pronto descubrí que ésta también se daba con mis pacientes de
cualquier edad, en mí mismo y en cualquiera de aquellas personas a quienes yo pude observar
de cerca. Por lo tanto me di cuenta que era algo inherente a la condición humana, el estar en
permanente desarrollo a lo largo de la vida y dependiendo de personas que cumplirán respecto
a nosotros funciones maternales como el Encuentro, que traen a la vida nuevos aspectos de
nuestra persona. Es algo que hacen tanto hombres como mujeres, de cualquier edad, respecto
a personas de cualquier edad.
Espero haber sido capaz de transmitirles mi profundo interés en la comprensión,
conservación y desarrollo de la parte espontánea de ambos “seres” en desarrollo, involucrados
en el proceso del aprendizaje, de modo tal, que Uds. puedan considerar la posibilidad de
compartirlo, Muchas gracias por su interés!
8
Descargar