SEGURIDAD EN EL MEDITERRANEO

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SEGURIDAD PARA EL SIGLO XXI
EN LA CUENCA MEDITERRANEA
INDICE
0.- INTRODUCCION.
1.- EL MAGREB.
1.1.-
INTRODUCCION.
1.2.-
ANALISIS POLITICO-MILITAR DE LOS PAISES DEL MAGREB.
MARRUECOS
ARGELIA
TUNEZ
LIBIA
MAURITANIA
1.3.-
CONCLUSIONES DEL MAGREB.
1.4.-
REPERCUSION EN LA RIBERA NORTE DEL MEDITERRANEO.
2.- CEUTA Y MELILLA.
3.- EL FUNDAMENTALISMO ISLAMICO.
3.1.-
EL MUNDO ISLAMICO.
3.2.-
EL FUNDAMENTALISMO.
3.2.1.- Historia.
3.2.2.- Concepto.
3.3.-
EL FUNDAMENTALISMO EN EL NORTE DE AFRICA.
EGIPTO
LIBIA
TUNEZ
ARGELIA
MARRUECOS
3.4.-
LOS RIESGOS PARA EUROPA.
3.5.-
PERSPECTIVAS.
4.- FACTORES DE ESTABILIZACION.
4.1.-
GENERALIDADES.
4.2.-
ONU.
4.3.-
UE.
4.3.1.- La "Política Mediterránea Renovada" de la UE.
4.4.-
LA UMA.
4.5.-
EL FORO MEDITERRANEO 5+5.
4.6.-
NECESIDAD DE INTEGRACION POLITICA Y ECONOMICA EN LA RIBERA SUR.
CONCLUSIONES FINALES.
BIBLIOGRAFÍA
LA SEGURIDAD EN EL MEDITERRANEO
0.- INTRODUCCION
Hoy en día, el concepto de seguridad aparece constantemente en los medios de comunicación y
es tema de debate y análisis en multitud de foros internacionales. Los países e instituciones
internacionales necesitan una estabilidad en el campo político, económico, financiero, etc., para lo cual
han de establecer planes que aseguren el poder sobreponerse a cualquier tipo de amenaza, incluyendo en
último extremo la posibilidad de un conflicto bélico.
Por tanto, el concepto de seguridad, asume no solo aspectos puramente militares, sino también
todo aquello que pueda perjudicar directa ó indirectamente los intereses propios, ya sea en un período de
tiempo inmediato o en un futuro más o menos próximo.
Pero siempre que se habla de seguridad hay que tener en cuenta su característica cambiante al
situarlo en el contexto internacional.
Otro aspecto importante que surge al tratar el tema de seguridad, es el concepto de defensa. Se
habla de seguridad y defensa indistintamente, siendo en la actualidad difícil de establecer sus fronteras,
debido precisamente a ese aspecto cambiante, antes aludido y poco definido de las asociaciones
internacionales y en definitiva del choque entre los intereses nacionales y los internacionales. Es aquí,
donde podríamos definir los conceptos de seguridad y de defensa, dejando el primero para el área
internacional y el segundo para el meramente nacional, pero no en exclusiva.
Se puede definir seguridad como "el conjunto de condiciones mínimas y suficientes para poder
llevar a buen término los planes necesarios para alcanzar los objetivos propuestos en el campo de las
relaciones internacionales". No siempre se darán estas condiciones mínimas y suficientes, sino que
muchas veces se hará necesario realizar intervenciones directas y dirigidas que modifiquen la realidad,
empleando en ocasiones "medidas de choque" para garantizar el desarrollo del plan establecido, es
cuando aparece el concepto de "defensa" y dentro de él, uno de sus procedimientos: el empleo de la
fuerza armada.
No obstante, lo dicho anteriormente, en la sociedad actual, al ser el término "defensa" poco
popular por sus connotaciones militares, ha quedado embebido dentro del término "seguridad".
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Pero ¿cuál es el escenario de la seguridad donde nos movemos como españoles y por ende
europeos?, ¿cuál es la situación actual?.
Sin duda alguna una nueva estructura de seguridad y defensa se ha comenzado a construir desde
la caída del muro de Berlín y la posterior desmembración de la URSS., a partir de entonces surge una
necesidad de adaptación a la nueva situación, y a un nuevo reparto de "papeles" entre las Organizaciones
de Defensa existentes.
Desaparecida la confrontación este-oeste, una nueva área geoestratégica, -que hasta ahora,
estaba subsumida en la confrontación E-W-, aparece en el marco de la seguridad, es el área
mediterránea, repleta de conflictos, unos ya acuciantes y otros potenciales, pero todos íntimamente
interrelacionados: demografía, diferencias sociales, culturales y religiosas, fundamentalismos,
dictaduras, etc..
Sin embargo, no es solamente el área mediterránea la nueva "amenaza", sino que también en
otras partes del planeta vienen configurándose nuevas áreas, que aunque no representan una amenaza
directa, sí pueden llegar a constituir serias dificultades a la integración europea.
La defensa común europea dependerá fundamentalmente de la evolución de su unión política y
del éxito o fracaso en resolver los primeros conflictos que se presenten, o incluso del tratamiento dado a
las diferentes amenazas. Hasta el momento el único conflicto ha sido el de la guerra en la antigua
Yugoslavia; ha habido más voluntad teórica de propósitos que una firme voluntad política, privando más
en las decisiones tomadas, los intereses particulares de cada una de las naciones. Este conflicto
constituye un obstáculo importante, para el desarrollo de toda iniciativa de diálogo. Por otra parte la
iniciativa creada de una Conferencia en el Mediterráneo podría ejercer una influencia positiva en el
conflicto, al menos en una fase futura de construcción de la paz, al enmarcarlo en un contexto más
amplio de diálogo y cooperación contribuyendo a tranquilizar a la aislada comunidad eslavo-musulmana
de la antigua Yugoslavia.
¿Estamos hablando de utopía al considerar que puede existir una política de seguridad y defensa
común europea?, quizás sí, pero sólo si lo consideramos en su totalidad y en un corto periodo de tiempo
histórico. Existen aspectos de soberanía de los estados, diferentes niveles y estructuras económicas,
antiguas reivindicaciones y rivalidades entre diferentes países europeos, aún muy cercanas en el tiempo y
un largo etcétera imposible de enumerar. Sin embargo y a pesar de los inconvenientes anteriormente
reseñados, existe un factor importantísimo de impulsión hacia adelante, como es la necesidad de
mantener en conjunto el "estado del bienestar" alcanzado en los países desarrollados occidentales, solo
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posible mediante el tratamiento internacionalizado de las amenazas que se presenten, para lo cual han de
existir, con carácter permanente, las Organizaciones capaces de llevarlo a cabo.
Es precisamente en el área mediterránea, donde se desarrollan conflictos de carácter
extremadamente sangrientos y que afectan de manera directa a los países europeos y otros conflictos en
estado latente que constituyen serias amenazas potenciales, sobre todo en los países ribereños
mediterráneos, como es el caso de España. El Mediterráneo, en términos de seguridad, se caracteriza por
ser una región donde los conflictos presentan una dimensión multidireccional, la línea de fractura quizás
mas evidente, es la "norte-sur", más representada por el aislamiento internacional de Libia, Irak y en
menor medida Irán. Pero existen tensiones también "sur-sur", como la que enfrenta a árabes e israelíes, a
Libia y sus vecinos, o la antigua disputa entre Argelia y Marruecos acerca del Sahara occidental; y se
puede hablar incluso de tensión "norte-norte", como el ya mencionado conflicto yugoslavo o las difíciles
relaciones entre Grecia y Turquía.
Ante este panorama, España no podía sustraerse a los problemas de seguridad que tanto le
afectan, y así la Directiva de Defensa Nacional, explícitamente señala:
-
En su preámbulo, "España posee vocación y condiciones específicas de paz y estabilidad en el
Mediterráneo con los demás países ribereños".
-
En el cuarto objetivo de la Defensa Nacional "Colaborar al fortalecimiento de las relaciones
pacíficas entre las naciones y de modo especial en nuestro entorno geográfico".
-
En la 10ª directriz para el desarrollo de la política de Defensa en el ámbito internacional,
"Continuar promoviendo iniciativas que permitan conseguir una mayor estabilidad y seguridad en el
Mediterráneo y consolidar las relaciones bilaterales con los países ribereños".
El Mediterráneo es un espacio físico y político compuesto de muchas y diversas realidades,
potencial o realmente inestable.
Por todo ello, vamos a subdividir este trabajo, estudiando los espacios geopolíticos o los
aspectos sociales y culturales que más directamente afectan al tema que nos ocupa, sin que por ello el
entramado de relaciones e implicaciones que los influencian, permitan realmente independizar unos de
otros.
La compartimentación, real o ficticia de las tensiones y conflictos no significa que queden
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limitado a los países directamente afectados, puesto que están en juego intereses que afectan a otras
naciones y en particular a las superpotencias y su área de influencia.
1.- EL MAGREB.
1.1.- INTRODUCCION.
Si nos situamos imaginariamente en el Golfo de Sirte, donde el desierto llega hasta la costa
mediterránea a lo largo de 500 km., estaremos ocupando una posición que separa las dos zonas geográficas que el mundo árabe conoce con los nombres de MACHREK y MAGREB, o sea, Oriente y
Occidente.
La expresión MAGREB, así considerada, no es otra cosa que el conjunto de los países del Norte
de Africa situados a occidente del puesto de observación que hemos señalado. Pero geográficamente,
está considerado como el espacio que se asoma a la cuenca mediterránea y al Océano Atlántico y queda
limitado al sur por los espacios vacíos del Sáhara. Es una auténtica isla cercada por mares y el desierto.
Quizás esta es la razón por la que, en el mundo árabe se conozca como "AL YAZIRA EL MAGREB" "La isla de Occidente".
En esta zona, comprendida en la actualidad por Marruecos, Argelia y Túnez, concurren una serie
de circunstancias comunes (religión, lengua y raza) que le confieren una personalidad individualizada
frente al resto del continente, aunque, paralelamente, existen marcados contrastes y, sobre todo, choque
de intereses que impiden o retrasan la posibilidad de unión.
Cuando Argelia consigue la independencia se intenta la creación del "Gran Magreb de los
Estados", pero las diferencias políticas entre los jóvenes países nacidos a la independencia con
regímenes políticos diferentes, hace imposible el intento.
Se pensó entonces en el Gran Magreb de los pueblos esperando que la identidad de cultura,
raza, lengua y religión hiciera posible el proyecto. Pero tampoco cuajó la idea.
No obstante, la necesidad imperiosa de constituirse en una unidad supranacional, para hacer
frente a las demandas del mundo moderno posibilitó que esta idea no muriese y tras el intento de
organizar el Gran Magreb Árabe, con Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, se llegó a la firma
por estos cinco países de la Unión del Magreb Árabe, cuyo futuro es incierto debido a varias circunstan-
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cias.
Hay que destacar en primer lugar los diferentes regímenes políticos y la rivalidad para liderar el
Gran Magreb: MARRUECOS, una Monarquía Constitucional, parlamentaria con representación de
partidos políticos en la que el Rey reina y gobierna. ARGELIA, una República Democrática y Popular
con un gran conflicto interior y dirigida provisionalmente por un Consejo Nacional de Transición
(CNT). TUNEZ, una República de corte presidencialista. LIBIA, una República Popular Socialista
Arabe y finalmente MAURITANIA, una República Islámica.
Si a lo anterior se le añade la presión demográfica con una juventud mayoritariamente en el
paro, los graves problemas económicos y sociales que tienen todos estos países, los conflictos internos,
la diferencia en riqueza y cultura con otros países del Mediterráneo, es fácil comprender la situación de
equilibrio inestable que atraviesa la región y el caldo de cultivo para implantarse la ideología
fundamentalista islámica.
Las relaciones bilaterales entre los dos países líderes del Magreb, Argelia y Marruecos, han sido
siempre difíciles desembocando en algunos momentos en conflictos armados. En la actualidad, ambos
países han cerrado sus fronteras en una escalada de la crisis que se inició como consecuencia del
atentado terrorista perpetrado el 24 de agosto de 1994 en el hotel Atlas Asni de Marraquech, en el que
perdieron la vida dos españoles.
1.2.- ANALISIS POLITICO - MILITAR DE LOS PAISES DEL MAGREB.
- MARRUECOS
a.- Política Interior
Desde que en 1.956 alcanzó la independencia, Marruecos ha pasado por varias fases
políticas que pueden calificarse como agitadas. A partir de 1.974 comienza un período de relativa
estabilidad, basado en la fórmula de la integridad territorial.
Después de varios años de relativa calma, los factores tradicionales de inestabilidad no han
desaparecido, e incluso, algunos de ellos se han acentuado. El paro, las desigualdades sociales, la
demografía, los problemas económicos y sociales, son algunos de los factores que mantienen la crisis de
una sociedad que, aparentemente, está a punto de resquebrajarse pero que, en la realidad, se mantiene
firme gracias a esa causa nacional.
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Hasta el presente MO se ha consolidado en el Magreb como el país más estable; sin embargo,
han persistido unos indicadores de inestabilidad que marcan sus objetivos, siendo el avance en el proceso
democrático emprendido, la limitación de la crisis económica y el control de la expansión islamista las
metas más relevantes en el orden interno.
Por otra parte, con independencia de la actividad mostrada en el ámbito universitario, el
fenómeno islamista ha seguido controlado a través del Ministerio de Asuntos Islámicos, vigilancia
policial en las mezquitas y a los imanes.
En suma, aunque la expansión islamista es limitada y han sido evidentes los avances tanto en la
consecución de un modelo político creíble, como en el respeto de los derechos humanos, los graves
desequilibrios sociales pueden representar un factor de riesgo si no son limitados con medidas políticas y
económicas, para lo cual es necesario que se intensifique el diálogo entre Palacio y oposición.
b.- Política Exterior
Existen tres ejes principales sobre los que se articula la política exterior del reino alauita: las
relaciones dentro del marco regional, las relaciones con EUROPA y las relaciones en el marco
internacional.
Estos ejes están subordinados al gran objetivo de conseguir la integración territorial con la
incorporación del Sáhara Occidental al territorio marroquí.
En el plano regional, la UMA. es una empresa en construcción y la vocación de sus Estados
miembros es la integración regional y global.
En cuanto a las relaciones MO/EUROPA, los desequilibrios en los intercambios entre los
estados del Magreb y la UE., su principal y tradicional socio, no han cesado de agravarse y la
cooperación depende de un nuevo acercamiento regional que tenga en cuenta múltiples apuestas
económicas y sociales e intereses políticos y estratégicos de las dos agrupaciones.
La UE. es el primer socio económico de los países magrebíes y una solidaridad regional (en
estos momentos bajo mínimos), permitirá atenuar los desequilibrios a nivel de los intercambios
comerciales, resolver los problemas de la emigración y del tráfico de drogas y hacer frente a las
disparidades del desarrollo.
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A nivel internacional y dadas las condiciones de país estable, Marruecos está teniendo el apoyo
de algunos países europeos y está ganando terreno en el respaldo de las organizaciones internacionales
cara al desarrollo y futuro del contencioso en el Sáhara Occidental.
El actual Primer Ministro, cuando se hizo cargo de su puesto, anunciaba las tres prioridades que
iban a constituir su programa gubernamental: Primera prioridad el Sáhara, en segundo lugar las relaciones con la UE. y en tercer lugar el tema de la mejora de las condiciones sociales de los ciudadanos.
La política exterior la lleva personalmente el Rey asesorado por sus seis consejeros políticos,
personas de edad, de probada lealtad y fidelidad y con gran experiencia en asuntos políticos tanto
nacionales como internacionales.
c.- Política Económica
A pesar de las dificultades surgidas en la situación internacional con focos de inestabilidad en
diversas partes del Mediterráneo y el deterioro de la situación económica general, Marruecos está
consiguiendo alcanzar gran parte de los objetivos definidos en su programa gubernamental en su aspecto
económico.
En el plano económico y dejando al margen los índices macroeconómicos de un país como
Marruecos en vías de desarrollo y con unas perspectivas moderadamente favorables, había que destacar
tres aspectos que pueden ser importantes por las repercusiones (con relación a España y con los países
mediterráneos en general), que pueden tener a medio plazo: El desarrollo de las provincias del Norte, el
gasoducto euromagrebí y el enlace fijo MO/SP.
Con el desarrollo de las provincias del Norte se pretende mejorar la infraestructura de la citada
zona, actualmente muy abandonada.
El gasoducto euromagrebí, es un ambicioso proyecto que va a permitir en una primera etapa
transportar 10 mil millones de metros cúbicos de gas natural desde Argelia a Marruecos, España y
Francia, y 20 mil millones de metros cúbicos en una segunda etapa que afectará, además, a otros países
como Portugal y Alemania.
Finalmente, el enlace fijo sobre el Estrecho de Gibraltar; los estudios realizados muestran que es
posible y realizable técnicamente tanto el puente como el túnel, el problema es la financiación de la obra
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que necesita recursos económicos muy importantes.
d.- Política de Defensa
Desglosando las líneas directrices en objetivos parciales se puede considerar que la Política de
Defensa marroquí pretende:
- Conseguir la integridad territorial del reino, dedicándose en primer término a conseguir la
integración del SAHARA. En el momento actual este objetivo condiciona de forma terminante la
Política de Defensa. Y un segundo frente dedicado a la integración de los territorios españoles del Norte
de Africa, manteniendo para ello viva la reivindicación sobre las ciudades de CEUTA, MELILLA y
Peñones.
- Mantener las fronteras actuales con Argelia, atendiendo a la amenaza potencial que este país
pueda representar para Marruecos.
- Defender el orden constitucional frente a la amenaza interior o exterior representada por el
integrismo islámico y por las actividades revolucionarias y subversivas alentadas desde el exterior.
- Apoyar la causa de los países árabes en su confrontación con el expansionismo sionista.
En el aspecto de la Defensa, Marruecos actualmente mantiene una política de acercamiento a los
países occidentales y en especial a los pertenecientes a la OTAN. Maniobras y ejercicios combinados
con fuerzas norteamericanas, francesas, españolas, belgas, británicas y portuguesas muestran los intentos
marroquíes de alinearse militarmente con Occidente.
e.- Perspectivas
Las perspectivas de evolución son inciertas en todos los ámbitos, si bien no se perciben indicios
de que la estabilidad del país pueda estar en peligro. Una hipotética resolución desfavorable del conflicto
del Sáhara, y un incremento a gran escala de la conflictividad sociolaboral son los acontecimientos que
amenazarían el régimen en el orden interno.
Al nuevo gobierno se le presenta una serie de problemas de índole político y económico que
dejan abierta la posibilidad de que el Rey reinicie el diálogo con la oposición y lleve a cabo una reforma
constitucional que modifique la ley electoral eliminando las elecciones indirectas.
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En relación al fenómeno islamista, el perfil que presenta es bajo. El control policial, la autoridad
religiosa del Rey y las maniobras preventivas dirigidas en el ámbito diplomático hacia Irán, a corto
plazo, se presentan como suficientes. Sin embargo existe el condicionante de la evolución de los
acontecimientos en Argelia y el grado de permeabilidad de la población marroquí ante las tesis
islamistas, aunque en la actualidad, el proselitismo radical no ha calado en la sociedad marroquí.
En política exterior es previsible que Marruecos continúe con su política de acercamiento a la
UE. así como de estabilización de relaciones con USA.
f.- FAS. Marroquies
El Ejército marroquí carece de Doctrina propia, habiendo asimilado la francesa tanto en el
aspecto táctico como logístico. Aunque los procedimientos empleados en el conflicto del SAHARA no
se atienen a los teóricos y se han ido modificando en razón de la experiencia, hay que tener en cuenta
que se trata de un caso especial del combate de defensiva en amplio frente y terreno desértico.
Su despliegue actual se centra fundamentalmente en la "Zona Sur" que absorbe,
aproximadamente, el 80% de sus unidades. El resto, cubren los sectores fronterizos con ARGELIA, en
OUJDA, ERRACHIDIA y OUARZAZATE y atienden a la seguridad del Rey.
Después de la profunda reestructuración llevada a cabo a partir de 1.972, desaparecieron las
GU,s. quedando organizadas solamente la Brigada Ligera de Seguridad y la Brigada Paracaidista que no
responden al concepto de Gran Unidad por carecer de apoyos de fuego (Artillería) y de medios logísticos
propios. Tiene constituida una 2ª Brigada Paracaidista. Al inicio del conflicto del SAHARA, crearon tres
nuevas Brigadas de Infantería con las mismas características y carencias de las anteriores. Su despliegue
en la Zona Sur responde a la organización en Sectores y Subsectores Defensivos que pueden equipararse
a los correspondientes a la GU División y Brigada, respectivamente. En ellos se lleva a cabo el
despliegue y combate Interarmas, con Unidades de Infantería, Caballería y Artillería, constituyendo
Agrupaciones Tácticas.
Para el apoyo logístico a la Fuerza, cuentan con los Servicios Logísticos de Transporte,
Mantenimiento, Abastecimiento y Sanidad organizados en Unidades tipo Batallón y Compañía que
realizan el apoyo directo a las Unidades de las Armas.
En cuanto a sus posibilidades, el poder ofensivo del ET. marroquí es limitado, ya que el número
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y calidad de sus Carros de Combate no es excesivo. No obstante, posee un buen grado de movilidad por
el gran número de vehículos acorazados y de Artillería ATP de que dispone. Su capacidad defensiva es
alta, con abundantes misiles contracarro y cazacarros, además de su dilatada experiencia en combates de
este tipo. Su punto débil es su escasa cobertura antiaérea. Su logística puede parecer pobre y defectuosa
sobre todo si la comparamos con los países occidentales; pero permite vivir y combatir a más de 100.000
hombres, desplegados a 1.000 km. de RABAT, en condiciones climáticas muy duras y eso desde hace 18
años. Un factor negativo es el elevado número de tipos y modelos distintos de material, lo que dificulta
el mantenimiento. Otras vulnerabilidades son la excesiva centralización del mando, que genera una cierta
parálisis al necesitar decisiones al más alto nivel y unas posibilidades limitadas de acción conjunta, a
pesar de haber alcanzado la Fuerza Aérea un cierto nivel en acciones de ataque al suelo y de reconocimiento.
Conclusiones ( FAS. )
- Las unidades no van a sufrir cambios en su organización hasta que no termine el conflicto
sahariano, con un esfuerzo volcado hacia el sur en un 80% de sus unidades.
- Las unidades no acostumbran llevar a cabo los trabajos periódicos de mantenimiento de 1º y 2º
Escalón, sino que acuden tan sólo cuando la avería ha tenido lugar.
- Escasa disponibilidad de técnicos adiestrados en los campos eléctrico y mecánico capaces de
llevar a cabo mantenimiento de 4º y 5º Escalón. Falta de herramientas y equipos especiales para
llevar a cabo mantenimiento de este tipo sobre vehículos de ruedas y cadenas.
- Acusada dependencia exterior en abastecimientos de armamento y material. La reducción de
asistencia militar USA se ve compensada con la donación gratuita de 120 carros M60 A1, que
completarían la cifra de 300 unidades.
- Mentalidad defensiva durante muchos años.
- Falta de experiencia en operaciones conjuntas FAR/FRA.
- Están manteniendo una política de diversificación de armamento con Francia, Reino Unido,
Portugal, España y Estados Unidos principalmente.
- Aunque los tres Ejércitos se encuentran con unos medios cada vez más limitados, es el Ejército
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de Tierra el que está sufriendo un mayor deterioro y tiene ya unas carencias importantes en
cuanto a medios de transporte sobre todo en camiones, ambulancias, aljibes y cisternas.
- ARGELIA
a.- Política Interior
Los sangrientos sucesos de octubre del 88 marcaron, no solamente el fin del sueño
revolucionario, sino de los fundamentos mismos del sistema político argelino. Esos sucesos no hicieron
mas que materializar la profunda crisis institucional y obligar al régimen a iniciar el proceso de reformas,
único medio de sobrevivir, sobre todo cuando su legitimidad -basada en la lucha por la independenciaera ajena a la mayoría de la población argelina, nacida después de 1.962.
La nueva Constitución, refrendada en FEB 89, trazó los contornos de una organización política e
institucional radicalmente diferente al "consenso" populista administrado durante 25 años por el Frente
de Liberación Nacional (FLN), confundido con el Estado, tanto más cuanto que la dirección del Partido
y la presidencia de la República eran ejercidas por la misma persona.
En JUN 90 se convocan elecciones municipales y provinciales. Con una abstención del 34%, los
islamistas obtienen el 54% de los votos frente a un 28% del FLN, ante la incredulidad del Gobierno y la
sorpresa general. A partir de ese instante, todos los esfuerzos oficiales se centrarían en evitar la repetición de triunfo de los islamistas en las elecciones legislativas a celebrar un año después. Con ese fin, se
promulgó una nueva ley electoral modificando las circunscripciones electorales, tratando de restar
escaños al FIS.
En Diciembre de 1.991, se celebra la primera vuelta de las legislativas y nuevamente el fracaso:
Con una abstención del 41%, el FIS obtuvo el 47,54% de votos y aunque no representaba más que al
25% de los electores y sufría una pérdida de un millón de votos con respecto a 1.990, estaba el borde de
la mayoría absoluta. Interviene el Ejército, "dimite" el Presidente de la República, Chadli Bendjedid, se
disuelve la Asamblea, se suspende el proceso electoral y se crea el Alto Comité de Estado (ACE)
compuesto por cinco miembros a cuyo frente se sitúa un viejo luchador revolucionario largo tiempo
exiliado en Marruecos: Mohamed Boudiaf. Este inicia una áspera lucha contra el terrorismo integrista y
la corrupción, ilegaliza al FIS y seis meses después (29.06.92), muere asesinado por un miembro de la
Guardia Presidencial en un atentado cuya oscura trama no ha sido aún esclarecida. Ali Kafi es nombrado
nuevo Presidente del ACE.
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El catastrófico escenario en el que se ha ido sumiendo Argelia poco a poco obligó al ACE a
convocar una Conferencia de Diálogo Nacional. A pesar de los buenos deseos, la Conferencia de
Diálogo Nacional (CDN) auspiciada por el poder para dar carta de naturaleza al proyecto político del
período de transición, fue un rotundo fracaso. La negativa de los principales partidos políticos a
participar en la misma y la ausencia del FIS (a pesar de los intentos del régimen), impidió que tuviese la
legitimidad política y representación adecuadas. Incluso la elección del nuevo "Presidente del Estado",
que debía haber sido elegido por la propia conferencia, fue confiada al Alto Comité de Seguridad
precisamente por la carencia de legitimidad antes aludida.
La decisión de los dirigentes argelinos de seguir adelante con la CDN, a pesar de su fracaso
anunciado, puede explicarse en razón de la imposibilidad del poder argelino de reconocer un nuevo
fracaso en un proyecto en el que tenían depositadas muchas esperanzas. Sin embargo, el régimen ha
sabido reaccionar a tiempo ofreciendo una solución al fracaso de la Conferencia con la designación a
finales de enero de 1994 del General LIAMINE ZEROUAL como Presidente del Estado argelino.
El General ZEROUAL, que ha sido nombrado con el consenso de los mandos superiores del
Ejército, pasa por ser una persona prudente y honesta. En su designación parece haber pesado el que se
ha mantenido los últimos años al margen de la vida política y militar y el haber sido el primer general
que pidió el pase voluntario al retiro por sus discrepancias con el ahora culpable de todos los males
argelinos, el ex-presidente CHADLI BENDJEDID.
ZEROUAL en su primer discurso dirigido a la nación el 7 de FEB 94 y con una finalidad última
de sacar al país de la situación de crisis, destacó las grandes líneas de su política que se pueden definir en
los siguientes puntos:
- Diálogo con todas las fuerzas políticas, incluyendo el FIS, para lograr una progresiva
normalización de la situación.
- Intensificación de la lucha antiterrorista contra todos aquellos que por motivos religiosos,
culturales o políticos intenten justificar acciones terroristas en AG.
-Nombramiento de un Gobierno de tecnócratas capaces de afrontar la difícil situación.
Actualmente, la situación interna argelina se caracteriza por el agravamiento de la crisis política,
social y económica.
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A pesar de todos los intentos del gobierno Zeroual por controlar la situación, el éxito en la lucha
antiterrorista está siendo escaso. A los atentados contra las fuerzas de seguridad, se han sumado otros
contra los extranjeros residentes en Argelia asi como mujeres y periodistas Argelinos, en un intento de
ahogar la economía del país. El impacto en Francia fue enorme tras el brutal atentado a comienzos de
agosto del año 1994, donde tres gendarmes y dos agentes consulares franceses fueron asesinados por
grupos armados islamistas en una urbanización en la cual está situada una escuela francesa y en la que
residen diplomáticos y empleados de esa nacionalidad.
Fruto de la presión internacional y al objeto de tratar de sacar al país de la crisis en que se haya
sumido, el presidente Zeroual ha convocado a los partidos políticos a unas conferencias de diálogo. Para
tratar de salvar el escollo que supone el diálogo con los islamistas, el presidente dió libertad absoluta a
los partidos participantes en las conferencias para que establezcan relaciones bilaterales con los
históricos del FIS, Madani y Belhadj.
b.- Política Exterior
Bajo el mandato de Boumedian (1965-78), Argelia conoció su período de máximo esplendor en
sus relaciones exteriores. Presente y muy activa en todas las estancias regionales e internacionales, la
diplomacia argelina adquirió un gran prestigio entre los países árabes y del tercer mundo. Alineada en el
campo socialista, supo guardar, sin embargo, un curioso equilibrio entre los bloques: dependiente de la
ex-URSS en armamento, equipo e, incluso, formación militar, firmaba importantes contratos económicos
y comerciales con las multinacionales europeas y americanas.
Dos cuestiones clave marcaron el declive de su papel en la escena internacional: el conflicto del
Sáhara Occidental a partir de 1.976 y su importante crisis económica, en la década de los 80.
La política exterior argelina ha quedado relegada a un segundo plano. El Poder ha centrado
mayoritariamente sus esfuerzos en la resolución de la crisis interna que padece el país.
c.- Política Económica
La política económica argelina no ha afrontado la puesta en práctica de las reformas
estructurales que el desarrollo del país requiere. Las dificultades financieras a las que se enfrenta Argelia
son graves.
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El descenso del precio de los hidrocarburos ha repercutido seriamente en las finanzas de un país
cuya economía depende, en gran medida, de los ingresos por la exportación de crudo y derivados.
Las conversaciones iniciales con el FMI. con el fin de encontrar una solución negociada al
endeudamiento externo, han supuesto una mayor dureza en la aplicación de las medidas de ajuste; dureza
por otra parte inevitable si el país quiere llegar a disfrutar de una situación más saneada.
En cuanto a los hidrocarburos, es necesario señalar la importancia que para Argelia y España
reviste el gasoducto Magreb-Europa, proyecto actualmente en marcha, pero que ve incrementado el
riesgo económico ante el clima de inestabilidad interna que vive el país.
Por todo ello, es difícil asegurar que el gobierno argelino lleve a cabo las reformas económicas
necesarias, ya que el marasmo político obligará a adoptar soluciones de compromiso en función de la
evolución de la situación interna.
En la primavera del 94, se llegó a un acuerdo con el FMI. que en definitiva daba luz verde al
comienzo de negociaciones con los clubes de Londres y París que suponía, además de un préstamo de
1000 millones de $ de las arcas del citado fondo, un acuerdo STAND-BY de un año de duración, en el
que las autoridades monetarias controlarían el proceso de apertura económica impuesto como contrapartida a Argelia.
d.- Política de Defensa
La política de Defensa se ha desarrollado en tres grandes líneas maestras:
a) El ANP (Ejército Nacional Popular), heredero del EJERCITO DE LIBERACION POPULAR
de la guerra por la independencia, es un Ejército "popular" y "revolucionario", creado para defender la
"revolución argelina" y para ayudar en la edificación del socialismo. Esto llevó al ANP, por un lado, a
participar en las grandes obras públicas, a la formación profesional de la juventud durante su Servicio
Nacional y a la implicación política de todos los mandos; por otro, a un Ejército sin generales, ni
condecoraciones, pero también sin maniobras ni ejercicios y a que la mayor unidad operativa fuese el
Batallón. Para unas Fuerzas Armadas de tales características, el aliado natural era el bloque del Este.
b) El ANP apoyaba todas las "causas justas" y a todos los "movimientos de liberación" y, en
particular, al FRENTE POLISARIO y a la OLP, considerados oficialmente como movimientos simétricos, uno en el MAGREB y otro en ORIENTE MEDIO.
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c) La defensa a ultranza del principio, proclamado por la Organización para la Unidad Africana
(O.U.A.), de la intangibilidad de las fronteras heredadas de la época colonial.
El Jefe supremo del EJERCITO NACIONAL POPULAR (ANP) argelino es el Presidente de la
República. Esta Jefatura no es una función honorífica o simbólica como ocurre en la mayoría de los
países, sino que, por el contrario, el Presidente argelino manda realmente el ANP.
Los recientes acontecimientos han dejado por el momento en suspenso esta orgánica, siendo la
cabeza visible el JEM del ANP Gral. LAMARI.
No se sabe el grado de penetración de las ideas islamistas en los cuadros de mando y tropa, con
lo que no se conoce el grado de cohesión del ANP. Hasta el presente, las deserciones y datos de permeabilidad del ANP por los islamistas, no indican la posibilidad de que se produzca una ruptura a corto
plazo, por lo que el Ejército argelino seguirá siendo la principal fuerza a tener presente para el futuro del
país.
e.- Perspectivas
- Aunque suponga a veces la violación del estado de derecho (este concepto no responde
exactamente en estas sociedades al concepto occidental), el régimen siempre está dispuesto a responder a
la violencia con la violencia. Para ello, el General LAMARI se dotó de todos los medios humanos y
materiales necesarios, remodelando, además, la cúpula militar a su gusto con lo que se puede asegurar
que han acabado, por el momento, las disensiones que existían en cuanto a la política de ZEROUAL.
- El terrorismo no es sólo un fenómeno "integrista". De él participan todas las frustraciones
acumuladas por el fracaso del régimen del FLN y los millones de jóvenes desheredados y sin esperanza
de futuro y de cuya recluta se nutren fácilmente los grupos terroristas. De ahí que el FIS no tenga el
control absoluto de los mismos.
- El diálogo, no solo con el FIS. o los islamistas moderados, sino con las fuerzas políticas más
representativas del país, se presenta en la actualidad como una de las escasas posibilidades que tiene
Argelia para orientarse a una progresiva democratización de la vida política, para poder afrontar sus
problemas en unas condiciones mucho mas favorables.
- Ante la inexistencia de un partido cuyo nivel de implantación hiciera de contrapeso al FIS y
alrededor del cual se pudiera articular un proyecto político fiable, el actual régimen pretendía no
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convocar elecciones antes de la fecha marcada en el período de transición (tres años). El FIS, por su
parte, es consciente de su pérdida de votos (de las municipales a las generales ya perdieron dos millones)
y de que la actual situación puede ofrecerle que el poder les caiga en las manos como "fruta madura".
Tampoco es previsible que quiera elecciones pronto.
- Ante las presiones de las potencias occidentales como de organismos internacionales con
intereses en la zona y sobre todo después del fracasado dialogo que comenzó en septiembre el Presidente
tuvo que convocar elecciones para finales de 1995. Mientras tanto su limite de supervivencia estará
marcado por el desgaste de su elemento básico: el Ejército Nacional Popular (ANP), y cuyo nivel de
moral, cohesión y espíritu de sacrificio no conocemos lo suficiente como para evaluarlo.
f.- FAS. Argelinas.
Dada la importante cooperación militar con la ex-URSS y países del antiguo Pacto de Varsovia,
el Ejército argelino adoptó la organización, métodos y procedimientos de combate similares a los
soviéticos y los instructores o consejeros del Ejército Rojo alcanzaban el millar.
El despliegue de las unidades está volcado hacia el Oeste y más del 70% de las fuerzas se
encuentran en las regiones fronterizas con MARRUECOS, aumentando de Norte a Sur y alcanzando su
máximo nivel en la zona de TINDUF. A raíz de la creación del Mando unificado para la lucha
antiterrorista, fuerzas de una División Mecanizada, de otra Acorazada y de la Brigada Paracaidista
(Fuerzas Especiales) se encuentran desplegadas en las zonas del gran ARGEL y BLIDA. En la zona
Este, cerca de las fronteras de TUNEZ y LIBIA, tienen su base una División Acorazada y una Brigada
Mecanizada. En el Sur, un muy pequeño núcleo de fuerzas y la vigilancia de las fronteras con MALI y
NIGER corre a cargo de Grupos Meharistas.
Las primeras GU,s. tipo Brigada se constituyeron en 1.977 como culminación de un proceso
aglutinador de unidades tipo Batallón, fundamentales hasta entonces, en la estructura de las FT,s.
Siguiendo el mismo proceso, en el año 1.989 se dio a conocer la existencia de la primera GU tipo
División.
La Logística es reducida, lo que obliga a la centralización. El apoyo a las Unidades se realiza a
través de las instalaciones desplegadas en las diferentes regiones militares, ya que el despliegue logístico
responde a criterios territoriales.
Durante bastante tiempo, ARGELIA ha querido asegurarse la supremacía militar frente a sus
vecinos con una costosa política de adquisición de armamento y material, buscando además el compen-
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sar así su falta de experiencia en conflictos que sí tenían MARRUECOS y LIBIA.
Por otra parte, la limitada formación de los Estados Mayores, la poca preparación de los cuadros
de mando y la falta de ejercicios apropiados, le confieren una limitada capacidad para la realización de
operaciones conjuntas. En este sentido cabe destacar que sólo se han tenido noticias de la realización de
tres maniobras en los últimos años, con efectivos equivalentes a un Regimiento Acorazado con apoyo de
helicópteros y aviación en dos de ellas.
En resumen, podríamos concluir que la capacidad operativa de las Fuerzas Terrestres argelinas
puede considerarse media, adecuada para llevar a cabo operaciones defensivas limitadas en tiempo y
espacio y para el mantenimiento del orden interno.
Conclusiones ( FAS. )
- Grandes posibilidades para la movilización de recursos humanos.
- Bajo nivel cultural del combatiente y escasa formación técnica con incidencia en el manejo de
sistemas de armas/equipos/vehículos y en el aspecto logístico.
- Logística muy vulnerable por su poca autonomía, gran dependencia del exterior y escasísimo
mantenimiento.
- Riesgo de guerra civil.
- Escasa capacidad para la realización de operaciones conjuntas debido a la limitada formación
de sus Estados Mayores y falta de ejercicios apropiados.
- Fruto de la total implicación del ANP en el terreno político, la prioridad del Ejército estriba en
la lucha antiterrorista. Esta prioridad se traduce en una falta de operatividad en el campo militar
que está agravada por problemas de repuestos en el material URSS y problemas de financiación
de adquisiciones.
- A excepción de la 3ª Región Militar fronteriza con Marruecos, centro de gravedad del Ejército
Argelino, y de las U,s. fronterizas con Libia, el resto de las unidades en general, están llevando
a cabo misiones de gendarmería y policía.
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- A nivel Gu,s. ha comenzado la reorganización siguiendo el modelo soviético: Unidades tipo
División en base a Regimientos, disminuyendo el número de Brigadas. Esta reorganización es
más sobre el papel que efectiva debido a las dificultades con las que se encuentra el país.
- Las FAS. son la organización menos penetrada por el fenómeno islamista aunque con un
número creciente de ellos en las clases de tropa y mandos intermedios. Las estimaciones son
difíciles de predecir aunque en líneas generales es de apreciar cohesión en el seno del ANP.
- Política errante de adquisiciones con prioridad antiterrorista: chalecos antibala, vehículos
blindados, cartuchos 9mm, escopetas de caza etc.
- TUNEZ
a.- Política Interior
Túnez se encuentra en una etapa crucial de su historia, en la que su evolución hacia un
estado moderno, democrático y de corte occidental se produce con algún que otro sobresalto.
En política interior los principales retos que se han debido afrontar se reducen a los
siguientes: Islamismo, derechos humanos y aproximación a la oposición política legalizada.
La represión del fenómeno islamista ha venido constituyendo una constante en la política
interior tunecina, por representar para el régimen, una fuente constante de riesgo desestabilizador.
Con fuertes medidas antiterroristas y antiislamistas tomadas con toda firmeza en el interior
del país y contempladas con una cierta complacencia por parte de Occidente, se descabezó y
arrancó de raíz la estructura del movimiento "En-Nahda" en Túnez, si bien todavía podría considerarse que una cierta actividad subsiste por parte del sindicato Unión General de Estudiantes
Tunecinos (UGET), pero con un carácter mucho más simbólico y de contestación que de peligro
real e inmediato.
Con respecto a las elecciones legislativas y presidenciales del pasado 20 de marzo de 1.994
hay que destacar la concesión presidencial efectuada por primera vez para que la oposición pudiese
tener una presencia simbólica en la Asamblea. Establecidas las modificaciones necesarias de la ley
electoral, se acordó que el número de escaños se aumentase para que, en el caso más desfavorable,
20
la oposición contase con, al menos, 19 diputados.
El Presidente fue reelegido con un porcentaje por encima del 99% de los votos.
En cuanto a las elecciones legislativas no hubo sorpresa alguna y la Agrupación
Constitucional Democrática (RCD), el partido del poder, se llevó todos los escaños de adjudicación
directa al ser mayoritario en todas las circunscripciones. Los 19 escaños de la oposición se
repartieron entre cuatro formaciones políticas, una de ellas, considerada casi como una sucursal del
RCD, consiguió diez diputados.
La campaña no fue limpia por la utilización masiva de medios del estado para el RCD, la
masiva propaganda para el Presidente, la utilización de símbolos identificando partido con estado,
estado con Presidente, Presidente con nación. La fecha de las elecciones se fijó el día del
aniversario de la independencia y se asimiló abstención con traición y durante la campaña se utilizaron las terminales del RCD para la distribución de ayudas a los necesitados con motivo del fin del
Ramadán, ayudas entregadas por todos los tunecinos sin distinción.
b.- Política Exterior
El escaso peso específico de Túnez no es óbice para que sus autoridades pretendan
mantener un cierto protagonismo en la política internacional, sobre todo, en aquello que puede ser
explotado propagandísticamente en beneficio de la imagen de marca del país y/o de su presidente.
Sin embargo, las cosas no ruedan todo lo bien que quisieran aunque tampoco tan mal como
a veces pretende darse a entender. Deseosos de alcanzar una posición de prestigio y de sede de
instituciones internacionales, Túnez ha visto como la Liga Arabe se trasladaba nuevamente a El
Cairo, en el reparto de la UMA perdió la secretaría permanente y, también la presencia, algo
incómoda, de la OLP.
A cambio, ha mantenido la presidencia de la UMA así como la de la Organización de la
Unidad Africana. En la primera, la situación en Argelia obligó a mantener esta presidencia unos
meses más de lo previsto aunque los resultados hayan sido los mismos: prácticamente nulos.
En la presidencia de la Organización de la Unidad Africana, Ben Alí no dispone ni de los
medios ni del prestigio suficiente para terminar con los conflictos existentes, que no son pocos.
Pocas zonas del continente escapan a una confrontación bilateral o interna y, cuando esto no es sufi-
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ciente, se añaden otros problemas.
En el ámbito regional, la amenaza del integrismo islámico argelino, el embargo que se
ejerce sobre Libia y las perspectivas de diferencias argelo-marroquíes sobre el tema del Sáhara
ofrecen ciertos puntos de preocupación. Las palabras se enfrentan a los hechos y por encima de las
promesas y discursos aparece una reciente medida de expulsión de Túnez de 600 magrebíes en
situación irregular, mayoritariamente marroquíes y libios.
c.- Política Económica
La existencia de buenos años de lluvias junto con un incremento de la afluencia de turistas
por las dificultades de otros países mediterráneos, han proporcionado a Túnez dos elementos
positivos para su economía y la estabilidad social a través de cosechas récords y aumento en los
ingresos por transferencias invisibles.
El crecimiento económico de Túnez ha sido de un 8,5% en el 92, un 3% en el 93 un 5% en
el 94, menos favorable desde el punto de vista agrícola pero de mejores expectativas turísticas.
Las mejoras de las condiciones económicas generales del país representan uno de los
objetivos prioritarios de la política gubernamental por las repercusiones directas sobre la imagen de
marca de Túnez por la favorable incidencia sobre el empleo y estabilidad social.
d.- Política de Defensa
El eje que condiciona la Política de Defensa tunecina es la vocación occidentalista que el
país ha demostrado desde los tiempos de su independencia.
La Política Militar tunecina se basa en mantener un ejército reducido (27.000 h), dotado de
los medios modernos occidentales que le permite su economía y con unos cuadros bien formados en
países amigos. En 1991 se reestructuró el Ejército de Tierra y ciertos aspectos de su Ministerio de
Defensa, haciéndolo mas acorde con los ejércitos occidentales.
La escasa población y extensión de Túnez en relación con los países circundantes han
condicionado decisivamente su Política de Defensa, basada en la conjunción de las potencialidades
internas y en apoyos exteriores, frente a las apetencias de cualquiera de sus vecinos. Consciente de
la inferioridad de sus fuerzas y desprovisto de fronteras terrestres naturales que dificulten una
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penetración, Túnez ha adoptado un modelo defensivo que permita a sus unidades un repliegue
progresivo, infligiendo perdidas al atacante, dispersando sus esfuerzos y retardando su progresión
hacia el interior del territorio, en tanto se reciba ayuda de otros países.
e.- Perspectivas
Tras la experiencia del fenómeno islamista en Argelia con el reconocimiento del Frente
Islámico de Salvación, en Túnez no hay actualmente ninguna posibilidad de que el partido "EnNahda" pueda ser reconocido como una fuerza política ni acceder al poder por vía legal. Ni a corto
ni a medio plazo hay posibilidad de que esta actitud de las autoridades pueda cambiar. La opción
revolucionaria tendría que venir precedida de un triunfo del islamismo en Argelia y aún así, tendría
que haber un período de cambios en Túnez que exigirían un tiempo.
En estos momentos se observa un flujo todavía no importante, pero si continuo, de
argelinos que vienen a establecerse en Túnez de manera más o menos definitiva, fenómeno que se
repite tanto en Marruecos como en Francia para un Grupo de afortunados que disponen de la doble
nacionalidad.
Por ahora, el fenómeno está controlado ya que se trata mayoritariamente de gente adinerada
o que tienen profesiones liberales que pueden encontrar empleo en Túnez. La pregunta que se
suscita es que es lo que ocurriría si como consecuencia del derrumbamiento del régimen argelino el
Frente Islámico tomase el poder en el país vecino y se dedicase desde allí a apoyar al movimiento
"En-Nahda".
La capacidad de acogida tunecina frente a una riada de fugitivos de un régimen islamista es
mínima y causaría muchos problemas de todo orden desde los de alimentación a los de seguridad
sin contar las posibles infiltraciones destinadas a socavar la estabilidad del régimen.
El régimen tunecino parece estable hacia el interior pero no podría resistir con sus solos
medios si desde el exterior se le desestabiliza. Presenta serias vulnerabilidades en algunos de sus
elementos económicos esenciales (petróleo, gas, etc) .
La primacía del desarrollo económico coarta una mejoría de sus Fuerzas Armadas que
tienen en el Ministerio del Interior un serio concurrente. El Presidente no se muestra excesivamente
confiado en unas Fuerzas Armadas, presuntamente depuradas de sus elementos integristas en un
pasado reciente. La represión interna puede determinar algún conflicto social por falta de armonía
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entre lo económico y las libertades.
f.- FAS. Tunecinas.
La doctrina vigente en las Fuerzas Armadas tunecinas se fundamenta en la de los países
occidentales, con preponderancia de la de origen francés en lo que respecta al empleo de las
Fuerzas Terrestres. Tanto la Armada como el Ejército del Aire mantienen, por su parte, conceptos
doctrinales más próximos a los estadounidenses.
Tras la reorganización de 1.991, se articula en GU,s. de maniobra y de reserva. Las primeras
están constituidas por tres Brigadas Mecanizadas, una Brigada de Fuerzas Especiales y una Brigada
Sahariana.
Las Unidades de Reserva poseen un carácter de apoyo a las cinco Grandes Unidades
constituidas. El hecho de que no pertenezcan orgánicamente a alguna de ellas parece responder a la
escasez de ciertos medios, que obliga a un alto grado de centralización para garantizar así un
mínimo nivel de operatividad, difícilmente alcanzable si se procediera a una disgregación excesiva
de los mismos. Tienen entidad de Regimiento.
El sistema logístico tunecino es proporcionado a la actual estructura de fuerza, si bien adolece de
una falta de adaptación a los hipotéticos requerimientos de unas operaciones de combate
continuadas y de una inadecuada aplicación de técnicas y procedimientos logísticos.
La preparación profesional y el nivel de adiestramiento de los cuadros de las FAS en relación
con el tipo de armamento con que cuentan, se puede considerar satisfactorio. La capacidad
operativa podemos calificarla de muy modesta.
Conclusiones ( FAS.)
- Las posibilidades del ejército se limitan a acciones retardadoras y de hostigamiento.
- Logística deficiente debido a heterogeneidad del material, servicios limitados y a la escasez de
especialistas, de piezas de repuesto y de instalaciones adecuadas.
- Capacidad operativa muy modesta debido a la escasez de material, antigüedad del mismo y
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deficiente mantenimiento.
- Parece haberse reforzado el despliegue en la frontera Norte con Argelia pero más como control
preventivo que como consecuencia de una amenaza directa.
- El armamento y material de las FAS tunecinas proviene de muy diversos países en función de
donaciones y ofertas favorables. Existe por tanto un parque de material heterogéneo. El más
moderno del que disponen es el proporcionado de la cooperación estadounidense cuyos
créditos y ayudas han disminuido sensiblemente.
- Hay un gran número de cuadros de las Fuerzas Armadas que completa su formación en el
extranjero principalmente en Francia.
- La política general del gobierno no contempla el equipamiento militar como una prioridad.
- LIBIA
a.- Política Interior
La situación en Libia continúa presidida por la crisis de LOCKERBIE, que desde finales de 1.991
enfrenta al país magrebí con EEUU, Francia y el Reino Unido, a través del Consejo de Seguridad de la
ONU.
Lo más destacable en cuanto a la situación interna lo constituye el progresivo incremento en el
malestar y descontento social motivado por la crisis y, de forma especial, el intento de rebelión ocurrido
en octubre de 1.993 por parte de algunas unidades militares, que actuaron en conexión con elementos de
la oposición en el exterior, y que fue rápidamente sofocada gracias al conocimiento que Gaddafi tenía de
lo que se planeaba contra él. Tras los sucesos, que se saldaron con la muerte o la detención de centenares
de personas y que ha constituido el intento más importante de derrocar al líder libio en los más de
veinticuatro años de existencia de su régimen, Gaddafi ha emprendido una purga en el seno de las
Fuerzas Armadas, e incluso en el seno de su propio aparato de seguridad, aprovechando así esa
circunstancia para apartar a todo elemento sospechoso o molesto para el régimen.
De este modo, y pese a la carestía de la vida, a la aparición de fenómenos desconocidos en el país
como delincuencia, prostitución, drogas, sida, etc., a las críticas cada vez más abiertas contra la
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corrupción reinante en la mayor parte de los estamentos libios y al resurgimiento de algunos
enfrentamientos tribales, el control que los organismos de seguridad del Estado ejercen sobre la población hace que la posición de Gaddafi continúe sólidamente implantada. Además, los Comités
Revolucionarios, a pesar de la disminución de poder e influencia que han venido sufriendo, contribuyen
claramente a esa circunstancia, junto a la escasa implantación y a la fuerte represión con que el
fenómeno islamista es tratado en Libia y junto con la debilidad que la oposición en el exilio ha vuelto a
demostrar a raíz del intento de rebelión citado.
Por otra parte, las tantas veces cuestionadas disputas entre el líder libio y el número dos del
régimen, Comandante Jallud, se han saldado definitivamente con el alejamiento voluntario de este último
de la escena política.
b.- Política Exterior
En lo referente a la política exterior, la situación de aislamiento producida por la crisis de
LOCKERBIE, se ha mantenido, si no incrementado, pese a los denodados esfuerzos de los responsables
libios por ganar el mayor número de apoyos en el exterior. En su intento de buscar una salida aceptable,
Trípoli ha continuado sus contactos con París y Londres, fracasando todas las iniciativas conducentes a
establecer relaciones con Washington.
En el ámbito regional cabe destacarse el empeoramiento de las relaciones con Argelia, como
consecuencia del apoyo que Gaddafi había proporcionado al FIS, y del que el Gobierno de Argel habría
facilitado a la oposición libia. Los persistentes intentos de unificación política, económica y militar del
mundo árabe han sido, una vez más, totalmente desoídos por los países vecinos, logrando de ellos tan
sólo un apoyo retórico más que real.
Como consecuencia de su incapacidad para normalizar las relaciones con el mundo occidental y de
la falta de apoyo efectivo encontrado en su entorno árabe, LY ha intensificado su discurso radical y ha
querido demostrar su capacidad de cerrar filas en torno a aquellos países de corte más anti-occidental,
como son Irán, Irak, Sudán o Corea del Norte.
c.- Política Económica
En el plano económico, lo más destacable lo constituye la extensión de las sanciones internacionales que por primera vez afectan directamente a los dos pilares básicos de la economía libia, como son la
industria petrolífera y la red de inversiones en el exterior.
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Hasta el momento las sanciones de la ONU han tenido escasas repercusiones de orden económico
para Libia, manteniéndose más o menos estables el nivel de producción de petróleo y, por tanto, el nivel
de ingresos por exportaciones. Tan sólo a nivel interno cabe destacar un alza generalizada en los precios,
sin llegar a ser alarmante, y una falta considerable de divisas, lo que ha hecho florecer el mercado negro
de estas últimas, sextuplicándose el valor del dólar con respecto al cambio oficial del dinar libio.
El tímido proceso liberalizador de la economía libia iniciado hace escasos años ha seguido su curso,
contemplándose por primera vez la privatización de bancos e industrias ligeras, así como de la sanidad,
la enseñanza y otros sectores tradicionalmente estatales.
d.- Política de Defensa
En lo referente a las Fuerzas Armadas, la reestructuración iniciada en 1.989 con la finalidad de
reducir considerablemente sus efectivos, por motivos económicos y para permitir incrementar la
participación de la población civil en la defensa del país, otorgándoles así un carácter más defensivo, ha
provocado la salida de las mismas de numeroso personal. Esta circunstancia, unida a las tradicionales
carencias militares escaso nivel técnico e instrucción, baja moral, inadecuado sistema de mando y
control, dependencia de asesores extranjeros, presencia en las unidades de comisarios políticos de los
Comités Revolucionarios, etc. y agravada con la desconfianza, casi paranoica, de Gaddafi hacia sus
ejércitos, en especial tras el intento de sublevación de algunas unidades militares, ha llevado a las
Fuerzas Armadas a unos niveles bajísimos de operatividad y a ocupar, a diferencia de lo que ocurre en
los países de su entorno, un papel poco relevante en cuanto a su influencia en el ejercicio del poder en
Libia.
e.- FAS. Libias
La doctrina empleada por las FAS libias es una adaptación de la doctrina soviética a la realidad
libia, hasta nivel Pequeñas Unidades. No tiene una doctrina propia o adaptada para empleo de Grandes
Unidades.
De las acciones desarrolladas durante el Conflicto del CHAD se deduce una falta de procedimientos
operativos para el apoyo aéreo y una escasa variedad en la ejecución de maniobras ofensivas o
defensivas.
27
Desde que en noviembre de 1.991 fueron lanzadas las primeras acusaciones contra LIBIA por el
asunto LOCKERBIE, las autoridades militares emprendieron una serie de cambios en el despliegue de
las unidades terrestres. En este sentido, se han registrado numerosos desplazamientos de vehículos
militares. Grandes cantidades de material de guerra, en particular carros de combate y misiles, han sido
transferidos a depósitos subterráneos o simplemente dispersados en otras bases militares.
La adopción de sanciones en el ámbito militar decretada por el Consejo de Seguridad de la ONU.
contra LIBIA y que prohíben tanto la venta de material, como la presencia de asesores o técnicos
extranjeros en el país, ha supuesto un nuevo revés para las ya maltrechas unidades libias.
Ya con anterioridad a la crisis, distintos problemas venían aquejando a las FFAA. El proceso de
reorganización iniciado en 1.989 avanza lenta e irregularmente, siendo la "Guardia de la
YAMAHIRIYA" (Ejército de Tierra) el más afectado por la misma. Del mismo modo, el recorte
presupuestario para la Defensa en los últimos años, ha incidido en mayor grado en las Unidades
Terrestres que en las de Defensa Aérea o la Armada.
Además de los problemas de ausencia de personal y material, la moral de la mayoría de los cuadros
de mando libios se encuentra muy mermada, pues a las dificultades expuestas, hay que añadir la humillación sufrida tras los fracasos en la guerra del CHAD, y el descontento que la presencia de elementos de
control políticos de los Comités Revolucionarios en todas las unidades y estamentos militares produce en
las mismas, así como la desconfianza que el Coronel GADDAFI manifiesta constantemente hacia sus
FAS., apoyando reiteradamente la creación de un Ejército Popular.
Por último, y tras el intento de sublevación en octubre del 93, se han intensificado la desconfianza y
el control sobre las Unidades militares y se ha acelerado el proceso de constitución de otras a partir de
elementos pertenecientes a los Comités Revolucionarios.
Conclusiones ( FAS.)
- La tradicional desconfianza del Presidente hacia sus Fuerzas Armadas y el intento de golpe de
Estado de 1993 han supuesto una reducción de efectivos en beneficio de las Fuerzas de Seguridad.
- Inexistencia de una doctrina adaptada al empleo de Grandes Unidades.
- Fuerzas militares desproporcionadas en relación con las necesarias para defender su integridad
territorial.
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- La operatividad es baja debido fundamentalmente a diferencias de mando, insuficiencia de
personal cualificado, dificultad de mantenimiento de un extenso parque de material, poca
capacidad logística y baja moral.
El ejército libio es capaz de realizar una defensa fija de sus fronteras y, eventualmente, algunas
operaciones puntuales de corta duración en los países limítrofes.
Las armas químicas libias, cuya existencia está probada, son capaces de alterar la relación de
fuerzas estratégicas dentro y fuera del Magreb ya que amenaza, primero, la estabilidad interior de los
Estados africanos y occidentales, y segundo podría aparecer un nuevo tipo de terrorismo capaz de
emplear agentes tóxicos proporcionados por Libia.
En el aspecto balístico la capacidad libia es por el momento limitada ya que, el alcance de los
misiles SCUD es de 300 km., insuficiente para alcanzar Europa meridional. Sin embargo, está
desarrollando, en colaboración con Rumania y Corea del Norte los misiles "FATAH" y N'DONG cuyos
alcances son de 900 Km., con lo que sobrepasaría las costas de la Europa sur.
- MAURITANIA
a.- Política Interior
La situación de la República Islámica de Mauritania (RIM) se ha caracterizado principalmente por
la debilidad de los partidos de la oposición, así como por la extensión e intensificación del fenómeno
"islamista". El Presidente de la República, continúa gozando del apoyo de la población y ejerciendo
personalmente el control y la dirección política del país, relegando, en la práctica, al Primer Ministro a
funciones meramente representativas.
El fenómeno "islamista" ha experimentado, un sensible auge en Mauritania, hasta el extremo de
producirse, por primera vez en la historia del país, un grave atentado contra dos sacerdotes católicos en
Nouakchott y un intento frustrado de asesinato contra el Ministro de Cultura y Orientación Islámica. La
presencia en la RIM. de un numeroso grupo de elementos "islamistas" argelinos, tunecinos, afganos y
paquistaníes, ha contribuido, junto a la intervención internacional en Somalia y los sucesos en Bosnia, a
extender el fenómeno entre los jóvenes parados y la cada día mas numerosa población desarraigada,
tanto en las grandes ciudades como en el interior del país, principalmente desde la guerra del Golfo.
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Las facilidades encontradas en Mauritania para las actividades de estos grupos integristas, se ven
correspondidas con débiles medidas gubernamentales en determinados momentos, careciendo de una
política global orientada a frenar el auge del fenómeno.
b.- Política Exterior
Mauritania prosigue la política de apertura al exterior, principalmente persiguiendo anular las
consecuencias negativas de su posicionamiento durante la crisis del Golfo y del conflicto mauritanosenegalés (1989-1992).
La RIM busca mejorar progresivamente sus relaciones con la Unión Europea y resto de países
occidentales. Últimamente ha mejorado de manera sensible sus relaciones con USA. También ha
normalizado completamente sus relaciones con los Emiratos Arabes Unidos y Qatar. Aún así, no hay
progresos en relación a Kuwait, y los avances logrados con Arabia Saudí se ven afectados negativamente
en aquellos momentos en que las autoridades mauritanas adoptan alguna medida antiislamista (
prohibición de construcción de mezquitas.).
Mención aparte merecen las excelentes relaciones hispanomauritanas, en gran parte conseguidas
gracias a la declarada voluntad de Maouya de mantener y potenciar los vínculos con España.
c.- Política Económica
Aunque la situación de la economía mauritana continúa siendo extremadamente delicada,
constituyéndose en uno de los principales problemas del país, comienza a verse una leve mejoría.
La reanudación de las ayudas procedentes de algunos países del Golfo y la subida del dolar han
favorecido a Mauritania. Aún así, el sector pesquero, que es su principal fuente de ingresos, está
atravesando una grave crisis.
Contribuye negativamente también el alto grado de corrupción de los funcionarios públicos y la
grave situación económica de sus vecinos Malí y Senegal.
d.- Política de Defensa
Las Fuerzas Armadas mauritanas continúan el proceso de reestructuración iniciado en 1992,
potenciando la figura del Ministro de Defensa, como jefe de las FAS, de modo que el Presidente vuelca
sus tareas sobre el Ejecutivo abandonando sus antiguas actividades militares. La existencia de un Estado
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Mayor Particular del Presidente, garantiza la no participación del ejército en política mediante golpes de
Estado.
La normalización del problema fronterizo con Senegal ha permitido desactivar el dispositivo militar
montado por el Ejército Nacional a lo largo del río Senegal.
La política de abastecimiento de material y equipo permanece en un nivel mínimo de adquisiciones,
debido a que el equipamiento depende, mas de los apoyos prestados por terceros países que de los
propios y escasos recursos mauritanos.
1.3. CONCLUSIONES MAGREB
La exposición del análisis y perspectivas de los países que integran el MAGREB, invita a las
siguientes reflexiones:
- El MAGREB ha de considerarse una región de alto riesgo, en tanto no se consoliden unos
regímenes democráticos que garanticen la estabilidad política, económica y social. Bien
entendido que, al ser inseparables los conceptos de religión y política en los Estados
musulmanes, la democracia que se alude podría tener un carácter confesional.
- El proyecto de la Unión del Magreb Arabe no puede prosperar mientras no se resuelvan
definitivamente y de forma satisfactoria todos los problemas que actualmente presentan Argelia,
Libia y Marruecos. La comunidad de lengua, raza y religión no garantiza por sí sola la Unión. El
hilo conductor pasa por una voluntad de acercamiento entre los diferentes regímenes políticos.
- Marruecos y Túnez se configuran como los pilares del Magreb, siendo, de cara a Occidente, los
interlocutores regionales que ofrecen mayor grado de credibilidad.
- Se considera necesario para la región un riguroso y eficaz programa de planificación familiar
que limite el incremento demográfico a unas cifras asimilables por las estructuras económicas y
sociales de los Estados que la integran.
- Los países del Magreb requieren el apoyo y la asistencia del mundo occidental para salir del
subdesarrollo que padecen.
31
- Su material es procedente de diferentes pases con graves problemas de Mantenimiento y
Logísticos.
1.4.-REPERCUSION EN LA RIBERA NORTE DEL MEDITERRANEO
La tan repetida frase de que "el Mediterráneo más que un mar es un lago y más que separar une
ambas orillas", hay que considerarla hoy en día como una utopía.
Una detenida mirada al mapa y a la situación política actual nos confirma que aquello se centra más
en los buenos deseos que en la realidad. Así, rivalidad entre países vecinos, guerras civiles reales o
encubiertas, conflictos internos, contenciosos fronterizos, terrorismo, intereses económicos encontrados,
regímenes políticos divergentes, lucha por mantener el liderazgo y hegemonía en la región, etc. A esto
hay que añadir las diferencias tan acusadas NORTE-SUR: desarrollado al Norte y subdesarrollado al
Sur, riqueza y pobreza, cultura y analfabetismo, control demográfico y explosión demográfica, unidad
europea y desunión árabo-musulmán, OTAN y falta de integración en planes de seguridad, cierta
independencia económica y total dependencia del norte, etc.
Se podría ennegrecer aún más la situación expuesta, mostrando la caída de cooperación tecnológica
y en investigación y desarrollo, el retroceso de la cooperación financiera, la degradación económica y
social de la mayoría de los países del Sur del Mediterráneo. En realidad, las estrategias fundamentalmente mercantiles del Norte son incompatibles con las necesidades de desarrollo de los países del Sur,
refuerzan la marginación económica, aumentan el empobrecimiento y hacen inevitable aparte de la
dependencia industrial, tecnológica y financiera un éxodo migratorio tan incontrolable como indeseado.
- RIESGOS
Ante esta perspectiva, ¿con qué tipo de "riesgos" nos podemos encontrar?.
En primer lugar citaría la emigración hacia Europa. Este fenómeno no debería observarse
únicamente desde el punto de vista económico; es decir mano de obra barata que ocuparían los puestos
de trabajo de los naturales del país con el consiguiente aumento del número de parados. Esto, con ser
importante, puede generar, como problema añadido, una discriminación y falta de integración, al ver en
ellos, con sueldos reducidos, una competencia laboral que puede incitar conflictos coyunturales con las
FFSS.
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Pero, no debe olvidarse, que esta población emigrante lleva consigo su realidad sociológica, cultural
y religiosa, y normalmente vivirán en grupos que se irán ampliando a medida que se vayan asentando y
por lo tanto irán ocupando un espacio geográfico, dentro del cual y con el paso del tiempo impondrán
dentro del entorno político y social que le rodea, sus leyes, cultura, religión y costumbres. Se podría
prever a largo plazo la ocupación de un espacio geográfico con sus propias leyes. Sin ánimo de ser mal
interpretado, se podría decir, un miniestado dentro del estado y en momentos de crisis hasta una quinta
columna.
En segundo lugar, destacaría la extensión e imposición del Integrismo Islámico. Es importante
comprender que el Islam no es una religión en el sentido de aquellas con las cuales el estado laico puede
hacer un pacto de no agresión y de respeto mutuo fundado sobre el reconocimiento de la existencia de
dos registros distintos y sin colisión: lo espiritual y lo político. En el Islam lo religioso y lo político se
identifican. La Ley Coránica es la ley de la sociedad. No hay "ciudad de Dios" disjunta de la ciudad de
los hombres. El orden social mismo implica la unanimidad religiosa.
Pero con el integrismo, además, el que piensa y actúa según su conciencia individual amenaza a
todo el orden cósmico y social y debe ser eliminado. Desde el momento en que no está, por completo y
sin matices, con el grupo está contra el grupo. Jomeini decía: "La instauración de un orden político laico
viene a obstaculizar la progresión del orden islámico; es nuestro deber atajarlo y combatir sus efectos.
Para hacer esto no tenemos otra solución que derrocar todos los gobiernos que no descansen sobre los
puros principios islámicos ...".
En Jartum, el líder Abdallah Hassan El-Tourabi, en la cumbre islámica celebrada en abril de 1.992,
con representantes de 55 países pertenecientes a tres continentes, Asia, Africa y Europa, expuso el
programa de acción y de lucha contra Occidente, según lo que se ha denominado el Manifiesto de
Jartum.
Este manifiesto se articula alrededor de seis puntos, de los que hay que destacar:
- Los musulmanes son la conciencia del mundo y su liberación representa la libertad del mundo.
Somos los únicos que rechazamos a Occidente y los únicos que ofrecemos la base de la libertad.
- Es entre nosotros donde subsiste la ley divina para regir la acción del gobernante y la del
estado y regular las relaciones entre los individuos.
- Se acepta un pluralismo político internacional y no circunscrito a las peculiaridades de cada
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país.
- Los regímenes que apoyan el programa islámico tendrán el apoyo popular y los que no serán
combatidos.
En definitiva, lo que persigue el programa integrista islámico es alcanzar el poder en los países
islámicos, para ello el fin justifica los medios.
Extender el Islam en aquellos espacios geográficos donde la presencia musulmana sea significativa.
¿Qué riesgo puede ocasionar a Occidente?. Si en Argelia se impone el FIS. se producirán dos
fenómenos que habría que tener en cuenta.
El primero es la emigración. Al principio será hacia el Este u Oeste hasta que cierren las fronteras.
Hacia el Sur será difícil pues les espera el Sahel, por lo tanto será hacia Europa; y los primeros en sufrir
esta emigración no deseada, serán los países de la ribera norte del Mediterráneo. Habrá que tener en
cuenta además que con los emigrantes irán infiltrados integristas.
El segundo es de carácter económico. El nuevo gobierno dirá que los acuerdos adoptados por un
gobierno ilegal son ilegales. Es decir, habrá que volver a renegociar los contratos bilaterales y
lógicamente serán al alza y no a la baja. Caso de España con el gas argelino.
La pregunta que también hay que hacerse es ¿qué pasará con Marruecos y Túnez?. ¿Podrán
impermeabilizar sus fronteras a la influencia integrista?.
Finalmente, y en tercer lugar habrá que considerar la lucha armada.
En el plano convencional, no es la amenaza de una agresión procedente del Sur un factor de riesgo a
tener en cuenta, hoy por hoy y en un futuro previsible, dada la incapacidad estructural de los países de la
ribera sur para proyectar sus modestísimas fuerzas navales y la notabilísima diferencia tecnológica que
nos separa de los citados países. Por el contrario, sí debe considerarse la posibilidad de enfrentamiento
Sur-Sur en el que se podría involucrar, cada vez más, intereses de seguridad de los países desarrollados
del Norte.
Otro factor a considerar son las acciones terroristas llevadas a cabo por grupos armados, con un
gran componente integrista contra objetivos políticos y sensibles occidentales.
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Por último habrá que tener en cuenta la posesión, en estos países, de armas de destrucción masiva NBQ- y muy especialmente el material nuclear, en la actualidad, de relativamente fácil adquisición.
CONCLUSIONES
Ante esta situación, es evidente que los países del Norte del Mediterráneo deben adoptar las
medidas necesarias para tratar de impedir o contrarrestar los fenómenos anteriormente citados.
- Si persisten situaciones explosivas de injusticia social, pueden producirse situaciones
revolucionarias que lleven al poder líderes radicales en zonas energéticas estratégicas sin que medien
violaciones de fronteras que legitimen una intervención internacional.
- No se debe intentar modernizar una sociedad si con ello se elimina la realidad sociológica y
cultural del pueblo árabe.
- Aunque los fenómenos del fundamentalismo islámico despiertan una lógica inquietud y
preocupación, no debe caerse en el error de demonizar el Islam.
- Se debe tender más hacia la estabilidad de un país que a una errónea política de alianzas. No
habrá estabilidad mientras no emerja una sociedad civil fuerte, basada en la tolerancia y observancia de
los derechos humanos.
- Para conseguir la estabilidad, se necesita del apoyo de Europa. Un apoyo global, que lleve
consigo soluciones económicas y socio-políticas, con los controles necesarios para evitar injusticias
sociales. Hay que replantearse una verdadera ayuda pública, euromediterránea, con inversiones de gran
envergadura complementarias a los sectores clave de la economía europea. Simultáneamente, habrá que
satisfacer las necesidades primarias del conjunto de las poblaciones. Todo ello dentro de un programa de
ayuda que no tenga fundamentalmente objetivos mercantilistas, debiéndose forzar las leyes del mercado
y la rentabilidad. Sin esta condición, lo que se conseguiría es un mayor empobrecimiento de los países
del sur y por lo tanto menor posibilidad de democratizarse y desarrollarse.
- Finalmente, y por lo que respecta a la seguridad, habrá que "luchar" contra la proliferación de
armas de destrucción masiva y limitar las exportaciones de armas con una mayor transparencia de su
comercio en esta región.
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2.- CEUTA Y MELILLA
La reivindicación marroquí sobre los territorios españoles norteafricanos es un tema que
ineludiblemente hay que analizar, siquiera someramente, dentro de la seguridad en el Mediterráneo, por
las repercusiones para nuestro país.
El problema se plantea entre dos países de características bien diferentes. MARRUECOS con un
sistema autoritario de poder, basado en el fuerte liderazgo político y espiritual de su Monarca. ESPAÑA,
por el contrario, constituye un Estado democrático de Derecho, con pluralismo político e ideológico, y
con un sentido popular de unidad bastante atemperado por su larga historia como nación, y por otros
varios motivos coyunturales.
El régimen marroquí dispone de plena libertad a nivel interno para mover los hilos de la
reivindicación, ya que nadie se atreve a cuestionar la política oficial al respecto; en España, por el
contrario, se producen discrepancias internas en cuanto a la interpretación del problema y, por supuesto,
a la manera de afrontarlo.
No es ningún secreto que en nuestro país existen sectores proclives al entreguismo; otros,
partidarios de la defensa a ultranza de nuestra presencia en el Norte de Africa y, entre ambos extremos,
una gran masa que permanece en expectante silencio. Por consiguiente, la cuestión no se reduce sólo a
que otro país reclama para sí una parte del territorio español. Hay que considerar también el agravante de
que las pretensiones marroquíes encuentran cierto apoyo en ese otro "frente reivindicativo interno" que
actúa socavando la cohesión nacional que al respecto sería deseable.
Nos encontramos pues, con una reivindicación marroquí, tanto en su faceta de amenaza externa,
como en calidad de elemento de discordia entre los propios españoles. Si peligroso es lo primero, no
menos inquietante para los territorios reivindicados resulta pensar que existe en la opinión pública
española una cierta tendencia a renegar de ellos.
Las intenciones de Marruecos, de constituir el "Gran Marruecos" y la "incompleta integridad
territorial" del país, le ha arrastrado a una larga guerra en el SAHARA, que podría decidirse a medio
plazo con la celebración del referéndum de autodeterminación todavía pendiente, pero al margen de ello,
la presencia española en la costa africana representa la última baza nacionalista a que puede aferrarse el
régimen marroquí para movilizar a las masas en torno suyo. Ello no quiere decir, sin embargo, que vaya
a ser utilizada pronto, ya que desde la perspectiva marroquí se perciben razones que desaconsejarían, por
ahora, dicha opción.
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Mientras se prolongue en el tiempo el conflicto del SAHARA, que absorbe una gran cantidad de
energía por parte de la administración Marroquí, tanto dentro como fuera de sus fronteras, es improbable
que opte por abrir un segundo frente reivindicativo en el Norte.
Por otra parte, no parece que el país se encuentre preparado actualmente para una hipotética
absorción de CEUTA y MELILLA, dado que la integración de ambas ciudades en su entorno extremadamente deprimido- podría desencadenar un cataclismo social de imprevisibles consecuencias
para el régimen. En cambio CEUTA y MELILLA con su actual "status" representan sendos "balones de
oxígeno" para la maltrecha economía del Norte marroquí y, por tanto, una contribución esencial a la
precaria estabilidad social de esa zona.
Otro aspecto a destacar es el temor de MARRUECOS al previsible quebranto que, en caso de atizar
la reivindicación territorial, habrían de sufrir sus relaciones bilaterales con ESPAÑA y con el conjunto
de la UE., en cuya cooperación económica tiene hoy en día depositadas sus esperanzas de progreso
nuestro vecino del Sur.
Además parece existir una cierta propensión en el régimen marroquí a utilizar la reivindicación
como argumento permanente de presión ante ESPAÑA con objetivos muy distintos a la propia
reclamación territorial, como pueden ser el obtener contraprestaciones económicas en condiciones
ventajosas, o conseguir acuerdos más favorables en sus relaciones con la UE. En este contexto, a
MARRUECOS no parece interesarle de momento sobrepasar un cierto umbral reivindicativo,
prolongando, mientras le sea favorable, esa especie de "temor latente" que provoca en nuestro país el que
la cuestión pueda ser suscitada en cualquier instante.
Sin embargo, no puede descartarse totalmente que la cuestión pudiera emerger en el instante más
inesperado si surge algún elemento, como por ejemplo tensiones internas de desestabilización, que le
obliguen a ello. MARRUECOS todavía ha de sufrir grandes cambios sociales y políticos en su proceso
de maduración como estado soberano y, en este camino habrán de producirse inevitablemente puntos
críticos que podrían servir de detonante para una escalada en la reivindicación.
En cuanto a que la irreversibilidad de la reivindicación deje de serlo, parece muy improbable por
ahora, pero no absolutamente imposible. Podría depender de la disposición que, llegado el momento
propicio llegara a mostrar ESPAÑA para, jugando decididamente sus bazas, inclinar a Marruecos hacia
posiciones más transigentes. Es preferible esta hipótesis, a ese sentimiento de "lo inevitable" que poco a
poco va calando en nuestro país.
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A nivel internacional, desde 1975, en que el vecino país solicitó -sin éxito- al comité de la ONU. la
inclusión de dichos territorios en la lista de "no autónomos", no ha vuelto a plantear otra petición similar
en la ONU. En esta línea ha hecho valer ocasionalmente sus tesis en otros foros internacionales de menor
rango, como la OUA. y el Movimiento de Países no Alineados, en los que no se halla nuestro país. Sin
embargo esto es puramente testimonial. Desde hace varios años, MARRUECOS no ha introducido
cambios sustanciales en el tratamiento oficial de la reivindicación a nivel internacional, limitándose a
recordar periódicamente su existencia para reservarse el derecho a reactivar el tema cuando lo considere
oportuno.
Además aún en el hipotético caso de que la ONU. accediera a reconocer CEUTA y MELILLA
como "territorios no autónomos", ello no implicaría más que la apertura a un proceso de descolonización
en base al derecho a la autodeterminación de sus pobladores. Es improbable que, en tal caso, ceutíes y
melillenses optaran por vincularse a MARRUECOS, a tenor de los pocos alicientes que este país ofrece;
a no ser que la población fuese mayoritariamente musulmana, como tiende a serlo debido a la gran masa
de población marroquí que últimamente se está asentando en nuestras ciudades, convirtiéndose por ello,
en un factor a considerar muy seriamente.
En resumen, MARRUECOS ha preferido enfocar el problema como una cuestión política pendiente
de solución, enfoque que goza de las simpatías de ciertos países que consideran el hecho diferencial
como colonial, resultando la reivindicación un frente activo que Marruecos materializa en diferentes
acciones.
En conclusión, se puede decir que la reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla es un asunto
muy delicado para España puesto que afecta de forma permanente y directa a su integridad territorial, si
bien no parece presentar por ahora y a corto plazo visos de gravedad, pero no puede descartarse que en
un período de debilidad coyuntural español el problema salte con toda su intensidad.
En tales circunstancias, previsiblemente se produciría además una profunda controversia en la
opinión pública española, lo que agravaría la situación, tanto se contemple el hecho desde el punto de
vista de los ciudadanos de Ceuta y Melilla como desde el jurídico derivado de aplicación de la
Constitución, que no permite la cesión de soberanía de una parte del territorio nacional y cuya reforma
en otro sentido, mediante los mecanismos previstos en la propia Ley, sería muy delicada y un precedente
muy peligroso si pensamos en otras zonas de España.
Este es un motivo más para manifestar la trascendencia de la reivindicación marroquí, que no debe
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ser infravalorada aunque no represente hoy todavía un peligro inminente.
La neutralización pues de esta amenaza, requiere no estar a la defensiva, o lo que es lo mismo, no
debe dejarse la iniciativa a Marruecos. La protección activa y el fortalecimiento constante de las raíces
hispanas de Ceuta y Melilla, junto a una mentalización continua de la población española en pro de ello,
constituyen la mejor garantía para su futuro.
Habida cuenta de las múltiples facetas que encarna la amenaza marroquí, social, política,
económica, militar, etc., la solución ideal para acabar definitivamente con este problema parece utópica,
no existen fórmulas mágicas, pero si cabe estar alerta e intentar anticiparse a las acciones del contrario,
mostrando una firme voluntad de conservación para disuadir a nuestros vecinos.
3.- EL FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO
3.1.- EL MUNDO ISLÁMICO
El Islam es la fe en Dios y en el Corán como su palabra literal. Un musulmán es aquel que acepta la
fe islámica. El mundo del Islam engloba a todos los musulmanes, dondequiera que estén, pues el término
se refiere más a la comunidad (Umma) de personas que a un territorio concreto. Tiene connotaciones
espirituales y morales no ligadas al territorio.
Musulmán es pues un término más amplio que árabe, palabra ésta utilizada en sustitución, de forma
errónea, por la primera. El mundo musulmán se extiende desde Mauritania a las Islas Filipinas y desde
Sudán al corazón de la ex URSS. Hay más de 1000 millones de musulmanes, la quinta parte de la
población mundial, y es la religión que con más rapidez se extiende por el Planeta.
El Islam, al contrario que el cristianismo, posee un programa completo para regir la sociedad.
Mientras que el cristianismo proporciona norma y guía moral, dejando los detalles prácticos a la
discreción de la comunidad (dar al Cesar lo que es del Cesar...), el Islam especifica objetivos concretos y
las reglas para alcanzarlos, con un programa tan detallado que hace falta toda una vida para llegar a
dominarlo.
Junto con la fe en Alá, existe una Ley sagrada para guiar a todos los musulmanes de todas las
épocas y lugares. Esa Ley, llamada la Sharia, establece el Islam como fuerza política. Jomeini dijo:"Si el
Islam no es política, no es nada".
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La vida pública musulmana se desarrolla dentro del marco de los ideales de la Sharia. El
acoplamiento de la realidad a la Sharia constituye la clave de la función del Islam en las relaciones
humanas. De ahí que este análisis haga hincapié en el papel de la Ley sagrada como fuerza motriz en la
política.
3.2.- EL FUNDAMENTALISMO
3.2.1.- Historia
El discurso del fundamentalismo contemporáneo saca su inspiración de los escritos de tres
pensadores y activistas de este siglo: Abu Ib al-Aela al Mawdudi (muerto en 1979), Sayyid Qutb (muerto
en 1966) y el Ayatollah Khumayni (muerto en 1989).
Dejando al margen las peculiares ideas religiosas de estos pensadores, conozcamos sus ideas acerca
de la política, el nacionalismo, el liderazgo y la guerra santa.
Sistema político
Para estos pensadores, la característica principal de la democracia es la voluntad de la mayoría y la
soberanía del pueblo, mientras la del comunismo es la dictadura del proletariado, o lo que es lo mismo,
la de un solo partido. En un sistema islámico, la Shura o consulta mutua es la forma de elegir al líder de
una comunidad (el Imán), a los miembros de la asamblea consultiva y al poder ejecutivo del estado.
Afirman que, en una democracia, un pequeño núcleo de personas controla el poder y la riqueza y
esconde su objetivo real tras una serie de fachadas políticas y culturales. Todas las clases sociales están
controladas por un pequeño número de usureros que poseen las sociedades financieras y los bancos.
Bajo el comunismo, los jefes del partido, actuando en nombre del proletariado, utilizan el poder del
estado para desatar el reinado del terror y colocar a la sociedad bajo una estricta vigilancia. La propiedad
común significa supremacía del estado, que, a cambio, cae bajo el control del partido. Así, a diferencia
de la democracia, aunque no busque exclusivamente la satisfacción de las necesidades materiales,
conduce a la depravación y la vacuidad emocional.
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Similarmente, el único fin del capitalismo seria prestar dinero a intereses desorbitantes, por lo que
el capital, el trabajo, la tierra y el mercado están en manos de usureros judíos.
Para ellos, Dios ha creado todas las cosas y, en consecuencia, es el propietario de su propia
creación, incluyendo la riqueza. De ahí, la distinción que hace el Islam entre lo lícito y lo ilícito:
reconoce la propiedad privada, restringe su alcance y considera que todos la humanidad comparte la
propiedad; el hombre, en nombre de Dios realiza ciertas actividades económicas, ejerciendo su labor
productiva de acuerdo con el mandato divino; mientras que el capitalismo está construido sobre la usura
y el socialismo en la abolición de la propiedad privada.
El Islam tiene un sistema de solidaridad social, mutuas obligaciones y seguridad, basado en un
sistema de impuestos sobre la propiedad, el zakat, que varia entre el 3 y el 20%, cuyo fin es la
eliminación de la pobreza.
Excepto por su insistencia en la prohibición de la obtención de intereses directos, un sistema
económico islámico sería una forma ilustrada de capitalismo, en el que existe un sistema corrector de las
diferencias.
Como consecuencia de sus ideas acerca del monoteismo y de la soberanía del pueblo resulta la
instauración del Islam como sistema político.
Nacionalismo
Condenan el nacionalismo en el sentido occidental. Sostienen que la grandeza del Islam consiste en
su universalidad, por lo que lo disocian de la raza, color o idioma. Solo distinguen entre el Partido de
Dios, Hizd Allah, y el de Satán, Hizb al-Shaytan, por lo que los hombres se clasifican únicamente en
creyentes o no creyentes, monoteístas y politeístas. El sentido nacionalista no lo justifica el Corán, sino
que además, el Profeta lo combatió para facilitar el camino de la universalidad del Islam, llegando, uno
de los autores antes citados, a llamar seres humanos "inferiores y brutos" a los que adoptan la ideología
nacionalista. Rechazan incluso el nacionalismo árabe.
Liderazgo y guerra santa
No es extraño que el tema del liderazgo atrajera su máxima atención, pues comprendieron que son
los lideres de la sociedad los que deciden su sistema de valores. Esto significa que, el seguimiento de la
Ley sagrada por los fieles y su moral dependerá, en gran medida, de la conducta de sus gobernantes. De
ahí que, la tarea de un partido islámico revolucionario y de la comunidad en general será la de arrancar el
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poder a los gobiernos idólatras y a sus representantes. Por tanto debe formarse un grupo, armado con la
fe y con poder material para vencer a sus enemigos. Por esto consideran que la Jihad o guerra santa es
una de las más valiosas contribuciones teóricas del Islam, cuyo fin es la imposición de la Sharia.
Finalmente preconizaron la creación de un "Partido Revolucionario Internacional" que extienda la
Jihad contra todos los gobiernos no islámicos.
En resumen, estos pensadores articularon una teoría islámica nueva y establecieron el moderno
discurso de una variedad de organizaciones islámicas de carácter político. Para ellos, el cambio había de
ser total y revolucionario. No veían posibilidad de coexistencia entre el Islam y otros sistemas políticos,
por lo que la Jihad debía hacerse a todo el mundo (a los sistemas, no a las personas), por el carácter
universal del Islam, comenzando de cero. No serían válidos los cambios graduales o enmiendas
parciales. La sociedad completa debía ser remodelada a imagen y espíritu del Islam.
Se opusieron y combatieron los conceptos occidentales de democracia, socialismo y nacionalismo.
Su línea de argumentación excluía incluso el menor parecido entre el Islam y cualquier otro sistema. Para
ellos, las similitudes aparentes eran accidentales y no merecían un estudio comparativo del que se
pudieran extraer frutos.
Pero, la historia reciente del fundamentalismo no sería la misma sin el triunfo de la revolución en
Irán. A la muerte del ayatolá Jomeini, el mundo esperaba que este país evolucionase hacia posiciones
más moderadas. Esta presunción se basaba en que, su sucesor, Alí Akbar Rafsanjani se había opuesto a
la línea dura, por lo que pondría fin a la revolución y volvería a situar a Irán entre los países
prooccidentales. (Es curioso que, el hecho de no usar barba Rafsanjani, llevara a muchos a creer que
estaba en contra del pensamiento imperante en Irán, cuando al parecer, la causa de su aspecto está
motivada por una alopecia).
Pero la realidad fue otra, Rafsanjani no quiso o no pudo hacer frente a los fanáticos que detentaban
el estado, ejercían el poder en la calle y disponían de milicias armadas. Aún más, su salida fue hacia
adelante: envió a los Hezbolás al Líbano para combatir con Israel; financió el movimiento Hamas en la
Franja de Gaza; y dirigió sus esfuerzos contra Egipto, bastión del mundo árabe, apoyando al movimiento
Jihad, pensando que su caída arrastraría la de los otros estados del Magreb.
La agitación en Argelia y Egipto está totalmente sustentada por Irán. Para ello, utiliza a Sudán,
donde en 1989, el General Omar Hassan Bachir dio un golpe de estado, con el apoyo económico de Irán,
que le permitió hacerse con el poder. La fuerza política en Sudán la detenta el Frente Islámico Nacional,
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dirigido por Hassan Turabi, ideólogo y predicador con enorme influencia en todo el mundo islámico, que
dispone de cien mil militantes pagados por Teherán.
Irán proporciona a Sudán unos 300 millones de dólares anuales en hidrocarburos de forma gratuita
y le ha suministrado unos 35 millones en material de guerra soviético, capturado a Irak durante la guerra,
a la vez que le ha abierto un crédito de 300.000 millones para la adquisición de armas chinas.
En Sudán existen unos quince campos de entrenamiento para terroristas, donde existen consejeros
cubanos, vietnamitas y palestinos que entrenan a jóvenes voluntarios reclutados en todo el mundo
musulmán, proporcionándoles además pasaportes, armas y los fondos necesarios. Estos jóvenes actúan
fundamentalmente en Argelia y Egipto.
También actúan con base en Sudán muyahidines, antiguos combatientes afganos, que apoyan al FIS
argelino y a la Jihad de Egipto.
Una dificultad añadida es que, estos movimientos reciben fondos de 108 emiratos árabes y Arabia
Saudí, que buscan tener así tranquila a la opinión de sus propios países. Con estos fondos se construyen
mezquitas, se mantienen escuelas coránicas y obras caritativas y, de forma clandestina, se organiza el
aparato militar.
Y si la influencia de Irán no es mayor, es por el hecho de ser persas, por lo que sus movimientos en
pro de la religión se confunden con el deseo de hegemonía sobre los árabes.
Pese a que el fundamentalismo islámico se extiende por todo el mundo musulmán, y por
consiguiente árabe de manera más o menos uniforme, las causas que lo provocan y las circunstancias en
que se desarrolla son diferentes en cada caso. Por ello, no resulta fácil dar una visión general de ellas y,
desde luego, imposible sin hacer excepciones a la regla.
Sin embargo, pueden destacarse trece razones comunes que han propiciado su desarrollo
espectacular y que están ligadas a la crisis que sufre el mundo islámico y en especial el árabe:
Problema de identidad creado por la dominación colonial
El mundo árabe tiene un pasado imperial, que comenzó a la vez que la expansión de su religión y
que, en todo momento, fue unido a ella. Su decadencia y su humillación por Occidente, es consecuencia,
según ellos, del abandono de la práctica del Islam.
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La decadencia llegó a su punto álgido con la colonización europea que, a diferencia de la otomana,
también islámica pero tolerante, enfrentó a su sociedad con un orden de valores diferentes que nunca
llegó a entender, y del que la proclamación de la separación entre el orden temporal y el espiritual fue
paradigma.
Los colonizadores introdujeron formas modernas en lo administrativo, pero no en lo político,
privando a los propios habitantes de los beneficios de la democracia y autogobierno, lo cual justifica en
la conciencia colectiva de estos pueblos, la desconfianza y rechazo de la democracia occidental.
Con la independencia, comenzó un período en el que, los nuevos estados buscaron reconstruir lo
destruido, dislocado o suprimido por el enemigo común, rechazando lo que consideraron ser
características del colonizador, que dio paso a otro de maduración, en el que tampoco tuvieron una idea
clara de lo que buscaban, mas bien conocían lo que detestaban.
El resultado es que, desde los años ochenta, los estados del Norte de Africa viven en lo que
podríamos llamar "crisis de identidad".
Factor añadido fue que, ya en esos años, más del 75% de la población no había conocido la lucha
por la independencia ni por ideales, por lo que la búsqueda de la identidad era y es una necesidad
acuciante entre la juventud, que no puede identificarse con los sueños de sus mayores.
Ruptura independentista
En el Magreb no existían iglesias ni sacerdotes, pero sí interpretadores de la Ley, los ulemas,
quienes indicaban al pueblo si el poder actuaba de acuerdo con la Ley, y lo podía deslegitimar en caso
negativo.
El equilibrio tradicional en los países islámicos se basaba pues, en que el soberano tenía el poder
político, pero su conducta era controlada por los religiosos, que económicamente eran independientes.
Desde la independencia política y tras la colonización, la religión se utiliza para reforzar la
personalidad de los pueblos y asentar el poder político, por lo que es necesario controlarla.
Se crearon ministerios para el culto, que pagan y controlan las mezquitas, y los ulemas perdieron la
independencia económica, llegado a ser, de alguna manera, funcionarios del estado, con lo que se ha roto
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el equilibrio, quedando el poder en manos de dictaduras sin ningún control, que utilizan a la religión para
sus designios.
Como consecuencia, en estos países ha surgido la "cultura del motín", una deslegitimación de los
políticos desde instancias religiosas, ante la dificultad del pueblo de hacer sentir su pensamiento y
necesidades por cauces legales organizados.
Impacto modernizador
La industrialización acelerada y la urbanización descontrolada supusieron también una grave crisis
cultural. La copia mimética de modelos occidentales no ha funcionado. Sus secuelas han sido el
desarraigo y el desconcierto.
El modelo de desarrollo económico, adoptado tras la independencia por Argelia, tuvo un carácter
populista y político, más parecido a una revolución que una respuesta económica. El resultado no fue la
creación de una clase media, que heredara a la francesa, ya que las ideas del momento no lo permitían y
su deseo de rompimiento con el pasado era más fuerte que en ninguna otra parte.
En Marruecos, en cambio, los valores liberales económicos concurrieron con los intereses de la
clase comerciante y financiera en mantener la monarquía y en el desarrollo de una agricultura moderna,
lo que les evitó algunos de los inconvenientes que sufrió Argelia.
En Túnez, la posición socialista y dirigista adoptada por Burghuiba se agotó, en términos políticos y
económicos y fue sustituida en el año 1969.
Un inconveniente de carácter general fue que ninguno consiguió romper con la orientación de sus
economías hacia la exportación a las potencias colonizadoras.
El resultado de todo ello fue la aparición de modelos económicos desequilibrados que se agotaron
con rapidez y que no han sido capaces de hacer frente a la demanda de sus poblaciones cada vez más
numerosas. No dispusieron de población laboral capacitada: faltaron totalmente los técnicos de nivel
medio, a la vez que había unos índices de analfabetismo altísimos (Marruecos 89%, Argelia 88% y
Túnez 76%). Los técnicos europeos abandonaron estos países, especialmente Argelia, a la vez que lo
hacía la inversión extranjera.
En estas circunstancias, la solución pasaba por la planificación y la financiación del estado.
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La limitación de recursos obligó a la concentración del esfuerzo en algunos sectores: en Marruecos,
con la explotación de fosfatos aún en su inicio, la inversión se centró en la agricultura de exportación, lo
que con el tiempo ha demostrado ser una ventaja en su lucha contra el fundamentalismo, al no favorecer
la concentración de masas desheredadas en la ciudades; Túnez tuvo problemas similares, y solamente, en
los años sesenta, cuando comenzó sus exportaciones de crudo y fosfatos, pudo desarrollar su industria,
especialmente textiles; Argelia, por el contrario, contó desde el principio con sus enormes reservas de
hidrocarburos, en explotación por Francia desde los años cuarenta, lo que le permitió financiar el
proceso de industrialización.
En Argelia se primó la industria pesada con olvido de la de consumo, pensando en que los
beneficios del petróleo compensarían su falta, al poder importarlos desde Europa.
Los errores estructurales de estas economías se pusieron de manifiesto al fluctuar los precios del
crudo y decaer las exportaciones a Europa. Entonces, estos países trataron de diversificar sus economías,
pero los factores políticos siguieron primando sobre los económicos, dificultando de forma decisiva la
iniciativa privada. Así, declinaba la actividad económica, a la vez que la población urbana inactiva
aumentaba y la tasa de crecimiento demográfico era una de las mayores del mundo.
El resultado es una población insatisfecha en clara oposición a sus gobiernos y a Occidente, que
busca la solución a sus problemas allí donde se la ofrecen, en las Mezquitas.
Desafección ante regímenes corruptos y carentes de apoyo popular
En algunos casos, la falta de legitimidad de los gobiernos, que no responden a las aspiraciones de
los pueblos respectivos y con quien no consiguen conectar después de treinta años de independencia, ha
ocasionado la aversión de los musulmanes hacia la política. Buscan la legitimidad en la religión, con la
que identifican su pasado.
Polarización de la protesta contra las minorías dirigentes
Así ocurre en Irak, en Siria, Egipto o en Argelia. En este último país, los fundamentalistas se
hubieran llegado a imponer por las urnas, si no se hubiera interrumpido el proceso electoral.
Utilidad del fundamentalismo para el poder
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En ocasiones, en la medida en la que le ha ofrecido legitimidad e incluso contenido ideológico, las
autoridades políticas han utilizado a la religión: lo hizo Sadat cuando accedió a la Presidencia para
oponerse al nasserismo prosoviético; lo hizo Argelia, al comienzo de los ochenta, para oponerse al
izquierdismo de los universitarios.
Existencia de graves desigualdades económicas y sociales
Allí donde la corrupción es norma, coexisten la más extrema pobreza con la opulencia descarada.
La falta de trabajo, de educación, de servicios esenciales y de vivienda lleva a la desesperación a las
masas que temen que la política actual no solucionará sus dificultades en un futuro previsible.
Por otro lado, el musulmán se considera más miembro de la comunidad religiosa que de una nación
concreta, por lo que le escandaliza la falta de solidaridad entre países, como Kuwait (18.000 & de renta,
contra 200 & en Mauritania).
Ausencia de democracia
Al faltar la democracia, no existen canales de participación de la población en la cosa pública, y la
represión de la oposición favorece a los fundamentalistas, quienes disponen de las mezquitas como lugar
de reunión y del púlpito como tribuna.
La falta de solución al problema palestino
El mundo árabe siempre ha sentido la expulsión del pueblo palestino de su territorio, como una de
las afrentas más sangrantes, de la que responsabliliza a los occidentales. El apoyo de occidente a Israel se
ve como una prueba más de los sentimientos antiárabes de americanos y europeos. Las sucesivas
derrotas infligidas por Israel a sus vecinos provocaron graves frustraciones y propiciaron la aparición de
grupos de fanáticos fundamentalistas que practican el terrorismo como arma política, al ser privados de
otras.
A esto, hay que sumar lo ocurrido recientemente en Bosnia Hercegovina, donde consideran que
tanto agresores como mediadores son cristianos y los agredidos musulmanes.
Apoyo a los grupos fundamentalistas desde terceros países
No es conveniente olvidar que, la política de países occidentales y musulmanes ha utilizado en
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ocasiones a los fundamentalistas, cuando así ha convenido a sus intereses.
Estados Unidos y otros países europeos apoyaron a los mujahidines afganos contra el invasor
soviético.También es conocido el apoyo de Arabia Saudí a algunos grupos del Magreb.
El triunfo de la revolución iraní
El triunfo de la revolución islámica en Irán afirmó el carácter del Islam como libertador y su imagen
combativa anticolonial y antioccidental. Esta sensación resultó reforzada por la derrota del gigante
norteamericano, en el caso de los rehenes de Teherán.
El apoyo que Estados Unidos había dado a la "revolución blanca" del Sha, de carácter laico y
modernizador, derrotada por Jomeini, fomentó la reacción antioccidental y la confianza en que por la
religión se podía alcanzar el resurgir de sus ambiciones.
La Guerra del Golfo y la destrucción de Irak
Si bien Irak atacó a un país musulmán, éste era rico e insolidario, orientado a Occidente, en tanto en
cuanto lograba inmensas rentas de sus exportaciones de crudo, que no compartía con sus hermanos
musulmanes. La derrota de Irak alentó los sentimientos antioccidentales entre las masas árabes, pese al
desconcierto creado por el apoyo de Arabia Saudí a Occidente y el fracaso de Sadam Husseim después
de la bravuconería mostrada, pues a medio plazo, el mundo árabe lo ha percibido como una nueva
humillación colectiva por parte de Occidente, que ha contribuido al aumento del fundamentalismo.
Influencia de la actitud de Occidente
Occidente, de forma indirecta, ha apoyado a la expansión del fundamentalismo, al mantener unas
relaciones Norte-Sur injustas, que dan lugar a un dominio económico, político, cultural e informativo,
contra el que reacciona el mundo intelectual y político árabe.
A Occidente se le culpa de una agresión continua y premeditada a sus valores religiosos y culturales
al detentar la información e imponer sus reglas de mercado, sus costumbres, etc.
La combinación de todos estos factores ha propiciado el nacimiento de numerosos grupos
fundamentalistas, que pueden ser varios centenares, aproximadamente el 80% sunnitas y el resto, de
chiitas, repartidos por Líbano, Irak, Arabia Saudí y Países del Golfo.
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No podemos olvidar, como antes se apuntó, el apoyo indirecto a la causa, que los EEUU han hecho
a través del apoyo a Afganistán en su lucha contra la URSS. Se calcula que los grupos guerrilleros
afganos recibieron en la década de los ochenta unos tres mil millones de dólares, canalizados por el
International Banc of Credit and Comerce, posteriormente clausurado por sus actividades poco
ortodoxas. Acabada esta guerra, gran número de estos guerrilleros entrenados y armados se desplazaron
a Sudán, constituyendo el grupo de los llamados "afganos" que actúan contra Egipto y Argelia y se
refugian en aquel país. Según Jack Blum, ex investigador del Senado de los EEUU, adiestró a los
muyahidines en terrorismo, en 1990 los abandonó y dejó atrás una banda armada de musulmanes
extremistas antioccidentales, ardiendo en deseos de vengarse de su antiguo patrón.
3.2.2- Concepto del fundamentalismo
Si tuviéramos que resumir en pocas palabras la esencia del fundamentalismo, diríamos que es la
conversión de la Ley Sagrada en una ideología política.
Los fundamentalistas musulmanes están convencidos de la validez de la Sharia y la intentan vivir al
pie de la letra, sin preocuparlas que haya sido escrita hace mil años.
Para la mentalidad fundamentalista, la Ley, elaborada en los primeros siglos del Islam, requiere una
actualización solamente para acoplarla a las circunstancias nuevas: la imprenta, los seguros, el tabaco, el
café, los tampones higiénicos, etc, pero lo que la ley dice y establece permanece inmutable. Afirman que
los preceptos fundamentales ya existen en la ley, mientras que los que hay que elaborar son de tipo
menor, como el código de la circulación y los comerciales.
Dan por sentado que la fortaleza de la Umma en la época premoderna provenía del cumplimiento de
la Sharia; por el contrario, ven la debilidad actual como consecuencia del abandono de la ley. Ello
implica que, los fundamentalistas son partidarios de la aplicación de todo tipo de preceptos. Y la lista de
éstos es larga: prohibición del alcohol, del pago de intereses, del juego, de la música, de las
representaciones humanas y de la mezcla de sexos; les provoca gran consternación cualquier muestra de
erotismo público; abogan por la aplicación estricta de las leyes de la familia, incluyendo el matrimonio,
divorcio y las herencias, los bienes de manos muertas, el ayuno del Ramadán, los impuestos para obras
de caridad y el derecho penal. Quieren leyes que garanticen a los trabajadores el tiempo libre para la
oración, la ejecución de los apóstatas, la limitación de los cargos políticos y militares a los musulmanes,
juntas de revisión que aseguren la armonía de las nuevas leyes con la Sharia. Son partidarios del uso de
las lenguas islámicas y del alfabeto árabe, así como del apoyo económico a las mezquitas y escuelas
islámicas y de la solidaridad panislámica.
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El fundamentalismo se ha dado siempre, especialmente cuando la sociedad islámica se ha sentido
en crisis. De hecho, es estas situaciones de dificultad cuando, en cualquier religión, florece la máxima
espiritualidad, cuando las transformaciones de la sociedad y los cambios culturales amenazan la base
cultural y tradicional en la que viven.
El fundamentalismo es un fenómeno que se da en todos los países islámicos, desde Oriente a
Occidente, no está limitado al mundo árabe. Por otra parte, no tiene un origen único, del que
posteriormente se haya diseminado por toda la Umma, sino que ha surgido de forma policéntrica,
respondiendo a las frustraciones particulares de cada pueblo, en respuesta a su particular situación,
aunque luego se hayan producido contactos entre grupos de unos y otros países, favorecidos por la
expansión de los medios de comunicación.
Los movimientos más importantes de nuestros días son: Los Hermanos Musulmanes nacidos en
Egipto en 1928, que posteriormente se han extendido a todo el mundo árabe, especialmente a Sudán, la
Jihad egipcia y el Frente Islámico de Salvación de Argelia.
El credo de los Hermanos Musulmanes solo admite como constitución política al Corán, su objetivo
es Alá, la lucha su camino y la muerte al servicio de Dios el mayor de sus deseos.
La filosofía de estos grupos se caracteriza por la confusión entre estado y religión, lo que les da el
derecho de deponer al que no gobierna de acuerdo con el Corán. Esto hace pensar que no es la religión la
que busca el poder, sino que hay grupos que buscan el poder utilizando a la religión.
El fundamentalismo puede que naciera siendo un elemento de autoafirmación espiritual, que pudo
derivar posteriormente a una ideología de protesta contra las injusticias y que, finalmente, ha conducido
a la movilización revolucionaria para la toma del poder.
En los países que triunfe, podrá proporcionar la base ideológica jurídica para el estado, pero la
aportación del fundamentalismo al campo económico es escasa, dadas las contradicciones entre la
teología y las realidades del mundo actual, por lo que tendrá que superar graves dificultades en ese
aspecto.
3.3.- EL FUNDAMENTALISMO EN LOS PAÍSES DEL NORTE DE AFRICA
El escenario político del Norte de Africa está sufriendo un cambio espectacular en los últimos años,
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motivado por la capacidad de arrastre de masas de los movimientos de carácter religioso más radicales,
que buscan ser la alternativa real al poder establecido, utilizando para ello a la religión. Este hecho es
más visible en Egipto, Argelia y Túnez, mientras que en Marruecos y Libia aún no ha presentado niveles
preocupantes.
El discurso pacifico islamista está siendo desplazado por el radical de los fundamentalistas que
buscan el poder a costa de la religión o imponer la religión al poder.
En estos países, el rechazo de los jóvenes al modelo de sociedad y a las perspectivas que a medio
plazo se le presentan, se hace notar en su adhesión a estos movimientos, cuyo discurso igualitario,
revolucionario y de identidad musulmana ha conseguido calar en ellos. Las masas rurales, aunque más
lentamente, también se adhieren a esta ideología, en la creencia de que nada tienen que perder.
Estos movimientos adquieren una dimensión internacional pues, aunque nacidos de forma
espontánea en todo el mundo islámico, han adquirido conexiones entre ellos, facilitadas por lo que
pudiéramos llamar "países terroristas".
La preocupación de los gobiernos magrebíes respecto a estos movimientos es creciente. Las
reacciones son diferentes, según las características, pujanza y situación interna, pero para fuentes
responsables, no es descartable que dinamicen las conversaciones relativas a la cooperación para el
seguimiento del fenómeno en el seno de la Umma.
A continuación pasamos a analizar la situación en cada uno de los países del Norte de Africa, desde
Egipto a Marruecos.
EGIPTO
La acción de los fundamentalistas más llamativa para nosotros, los occidentales, es el ataque a
turistas, pese a que hasta finales de 1993 solo murieron siete. Egipto ha perdido en los últimos meses
unos 360.000 millones de pesetas (casi el doble de lo que ingresa por el Canal de Suez): "las pirámides
son símbolos de la época pagana y los turistas representantes de un gobierno opresor, Mubarak es un
impío que debe ser derrocado".
Cuando Nasser y sus oficiales libres tomaron el poder, en 1952, convivieron brevemente con los
Hermanos Musulmanes, hasta la represión de 1954. Después, en 1965, en otra acción tan feroz como la
primera, se ejecutó, entre otros al principal ideólogo de la secta, Sayid Qutb. Para el nasserismo la
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religión y el estado eran cosas totalmente diferentes.
Posteriormente su sucesor, el Presidente Sadat fue asesinado por este Grupo, que no es el único que
actúa en Egipto y hoy Mubarak los combate despiadadamente. Una lucha tan difícil que, para hacernos
una idea de ella, basta decir que Egipto está en estado de excepción desde 1981.
Los focos del fundamentalismo egipcio se localizan en las ciudades de El Cairo, Asuán y Assiut,
donde se han desplegado importantes contingentes de fuerzas que, lejos de amedrentar a los
fundamentalistas, han exacervado su violencia.
El arraigo de esta doctrina es tan importante que, zonas completas, especialmente en el Alto Egipto,
y ciudades como Quena y Assiut están en manos de la guerrilla.
Solo la lectura minuciosa de la prensa, muy controlada por otra parte, permite conocer que, en estas
zonas los combates con la policía y el Ejército son constantes, que se aprenden cargamentos de armas y
que mueren continuamente personas: 272 desde 1992.
Aunque Egipto es la cuna de los movimientos integristas, fundamentalmente propiciado por los
Hermanos Musulmanes, es la Yimaa Islamiya la que se ha responsabilizado de casi todos los atentados.
El primer grupo, como ya se apuntado, ahonda sus raíces en el primer cuarto de siglo, pero
recientemente ha aumentado considerablemente su influencia sobre la opinión pública, domina regiones
enteras, ocupa puestos estratégicos en el Ejército, en la Administración, en las organizaciones
profesionales y aparece por todas partes.
El segundo, que reclutó jóvenes hijos del fracaso político de Nasser y de las ideas de Qutb, se fundó
en El Cairo a finales de los setenta y es más violento y directo que el primero.
Ambos son apoyados ahora desde Sudán, país que tiene como objetivo extender el
fundamentalismo en Egipto y el Magreb en general.
La situación en Egipto es tan delicada que el Gobierno se ve obligado a proclamar su adhesión al
Islam, no como un acto religioso, sino como búsqueda de un acuerdo con los que se sirven de ella para la
conquista del estado e instaurar un régimen teocrático o clerical.
Ocupados y obsesionados por esta amenaza, los dirigentes corren el riesgo de equivocarse de
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combate: no será mediante concesiones ni represiones como recuperen a la opinión pública perdida, sino
con respuestas a las cuestiones que ésta plantea.
Occidente contempla preocupado el desarrollo de la situación en Egipto, por la importancia que este
país tiene para la estabilidad de todo el Oriente Medio.
LIBIA
Libia dispone, por el momento, de una vacuna contra el fundamentalismo islámico y la
desestabilización política: oro negro en abundancia y el Libro Verde de su líder Gadafi.
Este Libro es una guía suprema de la nación, basada en el principio ni-ni (ni liberalismo ni
marxismo). Pero, el régimen establecido por el dirigente beduino es un campo abonado para las criticas
de los representantes del Islam ortodoxo. Las condenas apuntan a la formación de una guardia
constituida exclusivamente por el "sexo débil" y la creación de una academia militar para mujeres.
Al mismo tiempo, los fundamentalistas consideran al Libro Verde como una herejía, al inmiscuirse
en asuntos confesionales, tales como admitir como fuente exclusiva de la religión al Corán, rechazando,
por consiguiente, los hadiz, tradición que relata los actos del Profeta, y adoptar un nuevo calendario
islámico que no preconizó Mahoma.
Gadafi controla la emisión y difusión del mensaje islámico en un país confesionalmente
homogéneo, donde el 99.5% de la población es musulmana sunnita, por contra a los chiitas entre los que
el fundamentalismo logra mayor aceptación, y se muestra implacable contra los fundamentalistas, a los
que ha llegado a aplicar la pena de muerte.
Sin embargo, la perdurabilidad del Libro Verde puede ser la misma que la de su autor y, tras su
desaparición biológica o violenta, a la que, con toda probabilidad seguirá un período de inestabilidad, el
mensaje fundamentalista puede cobrar en Libia la misma fuerza que en otros países de la zona.
TÚNEZ
Es, tradicionalmente, el país más occidentalizado de la zona y, en estos momentos el más vulnerable
a la onda expansiva del FIS argelino.
El grupo En Nahda (Partido del Renacimiento Islámico)surgió en la década de los años setenta, al
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amparo de una asociación religiosa conocida con el nombre de Asociación por la Salvaguardia del
Corán, pero no seria hasta 1979, cuando se configuraría como un partido político, a cuya cabeza se
colocaron el abogado Abdelfatah Muru y el profesor de filosofía Rached Ganuchi.
La Nahda constituye la oposición al gobierno de hecho, aunque esta oficialmente prohibido.
En julio de 1993, cerca de trescientos fundamentalistas de ese grupo fueron juzgados en Túnez, en
un proceso ejemplarizante, que finalizó con duras penas de prisión y ninguna de muerte.
El Presidente Hen Ali ha pasado de ser el libertador, que abrió las cárceles a miles de presos
fundamentalistas cuando llegó al poder, a convertirse en el carcelero de los mismos.
El Nahda tiene sus lideres en el extranjero y nadie se atreve a decir que haya desaparecido.
Los acontecimientos en los países vecinos habrán de tener influencia capital en Túnez.
ARGELIA
Argelia es el país que, junto con Egipto, está sufriendo con mayor intensidad los ataques del
fundamentalismo. Su situación era propicia para ello: con un régimen de partido único, el Frente de
Liberación Nacional (FLN), en el poder durante treinta años, tenía una clase gobernante incapaz de
regenerarse y salir de la corrupción en la que la falta de oposición le sumió; con la mayor tasa de
crecimiento demográfica y de paro del Magreb; y con una economía marcada por el déficit y la recesión,
era incapaz de ofrecer esperanzas a su población.
En el año 1990, el Frente Islámico de Salvación (FIS), ganó las elecciones municipales y
provinciales con mayoría en 853 de 1300 ayuntamientos y 32 de 48 provincias. En consecuencia
pidieron la derogación de las leyes no conformes con la Sharia.
Posteriormente, en las elecciones al Parlamento de 1991, el FIS ganó claramente la primera vuelta y
amenazaba con lograr amplia mayoría en la segunda cuando el proceso electoral fue interrumpido,
provocando la situación actual.
Por el momento, y pese a los esfuerzos por lograr un acuerdo nacional, la situación aparece caótica,
especialmente por la existencia grupos terroristas incontrolados, formados por miles de fanáticos, entre
los que destacan el GIA (Grupo Islamista Armado) y el MIA. (Movimiento Islámico Armado), rivales
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entre si, que asesinan a los extranjeros y nacionales con grave daño para la credibilidad de la nación y
para su economía.
Estos grupos son xenófobos y violentos y desean prescindir de los extranjeros, aunque saben que
los necesitan para su economía. Es posible, que lo que deseen sea que se vayan ahora y que vuelvan
cuando y como a ellos les intereses.
Por eso, los partidos en la oposición trasmiten a las naciones: que necesitan su ayuda para
solucionar las dificultades económicas de Argelia; que lo hagan a través del Gobierno; pero a la vez, que
transmitan a este mismo Gobierno que se debe abra a la oposición y que comparta el poder. Este mensaje
fue transmitido por España al Ministro de Asuntos Exteriores argelino durante su visita a nuestro país.
Es posible que la victoria del FIS no se debiera al deseo del pueblo argelino de vivir bajo la Sharia,
pues la influencia de la cultura francesa en este pueblo les aleja de esas concepciones: los votantes
quisieron simplemente castigar al partido en el poder; odian al poder y aunque no apoyen al FIS ni estén
de acuerdo con sus ideas y actuaciones, es más grande el aborrecimiento que sienten por todo lo que
signifique autoridad.
Tal vez, si hubiera existido un Parlamento real y partidos políticos, cuya victoria hubiera
significado la derrota del FLN, el FIS no habría ganado. Fue la desesperación la que empujó a los
argelinos a votar a los elementos más radicales, pues el FIS ofreció un sistema de referencia y una
posibilidad de ruptura a una población que no confiaba en sus políticos.
En octubre de 1993, el Alto Consejo de Estado (ACE) constituyó una Comisión Nacional para el
Diálogo (CND), con la difícil misión de poner de acuerdo a todas las fuerzas políticas argelinas sobre la
forma de organizar el período transitorio que, según lo estipulado, comenzaría el 1 de enero 1994, luego
pospuesto al 31 del mismo mes. Durante ese período transitorio, que hubiera debido durar entre dos y
tres años, se esperaba conseguir las condiciones para el regreso al proceso electoral presidencial y
legislativo; se mantendría la Constitución de 1989 (excepto en lo relativo a la Presidencia); funcionaría
un Consejo Consultivo Nacional, una Institución Presidencial y un Gobierno de transición.
Pero, aunque la CND mantuvo encuentros con los principales partidos y existieron diversas
iniciativas por parte ellos, no cristalizaron en resultados positivos.
El resultado fue el fracaso de la misión de la CND y la designación del General Zerual, como
Presidente de la República, quien anunció una política de diálogo y ruptura.
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La situación parece ser: el FIS es capaz de mantener el proceso de desestabilización, pero no tiene
fuerza para hacerse con el poder por sus propios medios; las Fuerzas Armadas, que se han mantenido
unidas hasta ahora, aunque sometidas a múltiples tensiones y presiones del resto de las fuerzas
nacionales, sufren deserciones, con sectores empeñados en asuman mayor protagonismo, a lo que éstas
se resisten, intentando mantenerse en la sombra; y para terminar de comprender el panorama, según el
último informe que encargó por el ACE, solamente en el sector industrial, Argelia importa materias
primas, componentes y equipos por valor de 2.000 millones de dólares al año, cuando sus exportaciones
se elevan a 350 millones y el pago del servicio anual de la deuda se eleva este año a más de 9.000
millones, o sea el 80% de las divisas obtenidas por la exportación de recursos energéticos.
Solamente tiene unos recursos disponibles de unos 12.000 millones, insuficientes para hacer frente
a las necesidades del país. A esto añadiremos que existen zonas "liberadas", donde se ubican gran
número de compañías extranjeras, que pueden verse obligadas a abandonar la zona con los consiguientes
perjuicios económicos para ellas y para el Gobierno argelino.
Ante la situación actual caben las siguientes hipótesis:
a) Que el Presidente tenga éxito en su propósito de rupturismo y negociación, con lo que Argelia, en
breve plazo contaría con un nuevo orden político, aunque la violencia no decreciera inmediatamente.
Con esto, se tendría una opción política en contra del vacío de ideas actual, pero que podría no contar
con el apoyo de sectores importantes de las Fuerzas Armadas y del mundo francófono pues, esto
implicaría cesiones de poder.
b) Un golpe de estado, si el General Zerual fracasa en su plan. No seria una alternativa política
nueva ni daría más facilidades de actuación al Ejército. Esto sólo sería concebible si la clase política
actual hiciera total dejación de sus responsabilidades y abandonase.
c) Otra opción de tipo militar podría ser la que defienden los partidarios de una modernidad
ilustrada, que buscan el apoyo del Ejército para acabar a la vez con fundamentalistas y viejas guardias.
También constituiría un error, por el peligro que encerraría de división del país y del propio Ejército, al
crearse de nuevo una elite gobernante, que no parece sintonizar con el conjunto de la nación.
d) Finalmente cabria la posibilidad de la vía llamada iraní: que los militares aceptaran la victoria
electoral del FIS. Seria quizás la más catastrófica, pues tendría un carácter extremadamente conservador,
un alto coste en vidas humanas y llevaría al desastre económico.
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En resumen: Argelia se debate para determinar el tipo de régimen político que tendrá en el futuro
inmediato. La situación política podría devenir en proyectos de sociedad antagónicos: república
democrática, república islámica o dictadura militar. Para la solución, el papel del Ejército será
determinante.
Existen zonas liberadas, donde ni la policía ni el Ejército se atreve a entrar. La situación está lejos
de aparecer clara.
MARRUECOS
El fundamentalismo no ha cuajado en un movimiento político importante en Marruecos por varias
razones: sus estructuras religiosas tradicionales están mejor conservadas que en otros países; la posición
central y dominante del Rey, quien, más que ningún otro gobernante musulmán, marcó el tono del Islam
en su país; y la presencia de una oposición tolerada, política y sindical, que quitó protagonismo a las
mezquitas.
La menor percepción desde el exterior del movimiento fundamentalista, se debe a la acción
gubernamental, que ha conseguido recuperar para el sistema a parte de la oposición religiosa, a la vez
que persigue policialmente a los fanáticos no recuperados, reduciéndolos a grupos dispersos y
desorganizados.
Marruecos es una sociedad profundamente marcada por la tradición musulmana, donde la
colonización europea, no destruyó las estructuras religiosas (cofradías, santones, gobierno teocrático) y
cuyo estado no alcanzó nunca los niveles de secularización de Argelia. Ello hace que el desarraigo
cultural y las reclamaciones de identidad cultural sean menores.
El Monarca marroquí desempeña dos papeles religiosos principales: como Príncipe de los
Creyentes dirige a los musulmanes y como sharif (descendiente de Mahoma) hereda el prestigio de la
familia del Profeta. Su reputación es tal que, hasta los críticos fundamentalistas se abstienen de atacarlo
directamente: "es descendiente de nuestro Señor Mahoma", "si se le critica, se está calumniando a la
familia del Profeta", dicen y echan la culpa, sobre todo, a esos ministros "que le dan malos consejos".
El Gobierno maniobró cuidadosamente durante los años setenta para quitar fuerza al creciente
movimiento fundamentalista: creando, por ejemplo, un consejo de ulemas bajo la presidencia del Rey,
con autoridad para analizar la política gubernamental a la luz de los preceptos islámicos; durante la
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"Marcha Verde" al Sáhara Occidental, en noviembre de 1975, 350.000 voluntarios marcharon varios días
al territorio en disputa, empuñando coranes y desfilando bajo los colores del Profeta; en febrero de 1980,
el Rey envió al Sáhara Occidental las divisiones Badr y Uhud (llamadas así por las dos primeras
victorias militares de Mahoma), reforzando así la naturaleza islámica de la actuación de Marruecos en
ese territorio y de la actuación del Monarca.
Independientemente de los resultados prácticos de estas acciones, el Rey consiguió popularidad y se
convirtieron en una de las mayores pruebas de sus credenciales islámicas.
La oposición fundamentalista es débil y dividida en este país. El encarcelamiento del director de la
revista Al-Jama, de inclinación fundamentalista, que escribió una carta abierta al Rey, urgiéndole a
respetar con más cuidado los preceptos islámicos, muestra la decisión del Monarca contra este
movimiento. Y aunque otros fanáticos han sido detenidos y puestos en libertad rápidamente, desde hace
unos cuatro años, el "Número Uno" de la organización clandestina más importante: Justicia y Caridad,
vive bajo arresto domiciliario.
Sin embargo, las cosas podrían cambiar. Tanto el partido en la oposición: Istiqlal, como la
Organización Marroquí para los Derechos del Hombre han solicitado su libertad, que puede ser
inminente. A la vez, su organización recupera cierto protagonismo, como lo muestra lo sucedido en la
Universidad Hassan II de Casablanca, donde las autoridades académicas se han visto obligados a
dialogar y pactar con los dirigentes fundamentalistas del centro, para poner fin a una huelga que duraba
desde el comienzo del curso.
Al enfrentarse a los fundamentalistas, el Gobierno marroquí hace lo posible por relegarlos a una
posición marginal, haciéndoles pasar por desfasados y reaccionarios, por implicar a sus dirigentes en
asuntos criminales, por suspender sus publicaciones y compara la ortodoxia Maliki El Mandhhab, o rito
legal de Marruecos, con el fanatismo, intolerancia y charlatanería de lo que denomina un puñado de
extremistas.
En resumen, por el momento, si bien el fundamentalismo en Marruecos ha tenido alguna difusión,
aún no ha llegado a ser una amenaza para las estructuras políticas del país.
La situación en Ceuta y Melilla es consecuencia de la de Marruecos. Aunque la población
musulmana, debido que disfruta de un nivel de vida más alto que el del entorno marroquí no es proclive
a movilizaciones de tipo radical, puede sufrir, y no es el caso por el momento, el embate del
fundamentalismo, a cargo de grupos dirigidos desde el exterior.
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La estabilidad de Marruecos es de vital importancia para España. Marruecos siempre ha sido una de
las mayores preocupaciones de nuestra política exterior: no solamente por el contencioso territorial, su
capacidad desestabilizadora incluye la emigración, la pesca, el tráfico de drogas, relaciones comerciales,
etc.
Por ello, la política española apoya al Monarca alauita, como medio de fortalecer la opción que,
nuestra diplomacia considera más favorable para nuestros intereses.
Hay quien piensa que, el apoyo al monarca, podría volverse contra España, si triunfara una
revolución fundamentalista. La misma opinión se oyó cuando se pensaba en el riesgo del socialismo en
ese país y, en ese sentido ha demostrado que la actitud española fue correcta; en cuanto a la situación
actual, apoyar al Rey es la única opción posible, que podría demostrarse equivocada, pero seguiría
siendo la única posibilidad de España.
En ese sentido hay que enmarcar la política de la Unión Europea, impulsada por España, gracias a
la que, los países del Magreb han establecido relaciones favorecidas con la Unión.
No menos importante ha sido el Tratado de Amistad y Cooperación entre España y Marruecos de
1991, fuente de estabilidad en nuestro flanco sur.
3.4.- LOS RIESGOS PARA EUROPA.
Si entendemos como seguridad la ausencia de amenazas a los valores sociales fundamentales de una
nación y no exclusivamente la protección contra un ataque armado, podría significar: la defensa del
sistema de valores, del carácter étnico, de la lengua, de la cultura, de la economía, del comercio, de las
fuentes de materias primas, etc de una nación.
Bajo este punto de vista, el fundamentalismo islámico puede llegar a amenazar a Europa de varias
maneras:
Emigración
Supone, normalmente, una secuela de inadaptación de los emigrantes en los países que los reciben,
que amenaza a su homogeneidad étnica y cultura.
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Europa ha pasado, desde la II Guerra Mundial, de ser exportadora de emigrantes a receptora neta de
ellos, pero al contrario que EEUU, no tiene capacidad para absorberlos e integrarlos.
En estos momentos, Europa se debate entre la necesidad de mano de obra, que compense la baja
demografía, y el riesgo de perder su identidad. Y es en este aspecto, donde el Norte de Africa presenta
una de sus mayores amenazas pues, se teme más al emigrante del Sur que al del Este. Algo que no carece
de lógica, dada la resistencia del musulmán a la influencia cultural del país receptor: la guerra del chador
en las escuelas francesas, donde peligró el concepto de enseñanza laica, fue un ejemplo de la dificultad
de asimilación de una población que, en Francia alcanza los tres millones de personas.
Valores democráticos
A su vez, la emigración produce un efecto negativo en nuestras sociedades, que afecta a nuestro
sistema de valores occidental y cristiano: nace la xenofobia, el odio al emigrante, especialmente si es
árabe. Esto degrada a quien lo siente y a la sociedad donde se engendra, transformando sus raíces y
haciéndola menos abierta y tolerante.
Inestabilidad en el país exportador de emigrantes
La emigración no solo puede desestabilizar a la sociedad que la recibe, sino también a la que la
produce, pues la fuerza de trabajo que pierde es la más joven y capacitada.
Por ello, aún sin considerar la amenaza militar, en el horizonte se presenta una relación difícil entre
las dos riberas del Mediterráneo. De un lado, la fortaleza europea, cerrada a la emigración musulmana,
pero abierta a la del Este (desde 1987, Europa ha recibido entre 0.7 y 1 millón de europeos, que se han
asentado principalmente en Alemania), pero cerrada al Sur, donde la situación económica y el
crecimiento demográfico origina una desesperación que moverá, en los próximos años, a millones de
africanos a moverse hacia el Norte.
Como hemos dicho antes, Europa no dispone de los mecanismos para integrar a estos emigrantes
quienes, por otro lado, se sienten miembros de una comunidad no ligada al territorio, lo que motiva hacia
ellos una desconfianza no demasiado injustificada.
Economía
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Bajo el punto de vista económico, la llegada al poder de gobiernos antioccidentales puede tener a
corto plazo un efecto negativo para la economía de la Unión Europea. A mayor plazo, la situación de
dependencia, que estos países tienen de Europa, neutralizaría los excesos iniciales.
En 1992, España y Argelia firmaron un protocolo en Madrid para construir un gasoducto de 1200
km. entre los dos países. Supondrá la inversión de 150.000 millones de pesetas. Construido por
ENAGAS y SONATRACH (empresa estatal argelina), entró en servicio a comienzos de 1996. Este
gasoducto proporciona el 65% del consumo español de gas natural en el año 2000. Además, las empresas
Dragados, Alcatel y Cepsa tienen importantes contratos de construcción, fabricación y exploración
respectivamente, afectados por los acontecimientos de estos días.
El gaseoducto, en estos momentos, es una inversión de alto riesgo: España podría verse en el dilema
de perder una cuantiosa inversión o aceptar un eventual chantaje sobre los precios. Sin embargo, como
ya se ha dicho, el riesgo es más a corto que a largo plazo. Por otra parte, la forma de evitar riesgos con
todo el Norte de Africa no es llevar una política de confrontación sino de interdependencia económica.
En ese sentido, es indudable que la política española está consiguiendo éxitos notables.
Ciudadanos extranjeros en el Norte de Africa.
La colonia extranjera en estos países es considerable. No podemos olvidar que gran parte de su
tejido productivo está en manos o es dirigido por europeos, sin despreciar la importante presencia
americana.
Solamente en Argelia, la colonia francesa era, antes de comenzar los asesinatos, de unas 70.000
personas, a las que hay que añadir sus dependientes. En esta nación la presencia española es también
muy importante, antes de los sucesos citados de unas 600 personas más dependientes.
Si continúan los asesinatos en Argelia y si la situación en todos estos países se volviera inadmisible
para los extranjeros, habría que pensar en planes de evacuación de una entidad que no podrían ser
responsabilidad de una sola nación, por lo que exigiría la cooperación internacional.
Militar
Finalizada la Guerra Fría, y aún sin conocer claramente la evolución que la Federación Rusa pueda
tener en el futuro próximo, la Alianza Atlántica, ya en su cumbre de noviembre de 1991, al aprobar el
"Nuevo Concepto Estratégico", afirmó que "La estabilidad y la paz en los países de la periferia sur de
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Europa son importantes para la seguridad de la Alianza y más aún si se tiene en cuenta el crecimiento de
la potencia militar y la proliferación de tecnología armamentista.
El riesgo está materializado por la expansión del fundamentalismo en la orilla opuesta del
Mediterráneo, que podría incluso afectar a Turquía, uno de los países de la Alianza Atlántica.
Militarmente, ningún país del Mediterráneo Sur, por sí solo, constituiría, una amenaza creíble. Pero si el
Norte de Africa cayera en manos del fundamentalismo, no cabe duda que consolidarían un potencial
enorme.
Hasta ahora, la xenofobia y la guerra santa contra los intereses occidentales se ha manifestado por
atentados terroristas aislados, captura de rehenes, bombas en aviones y asesinato de turistas y el ataque
generalizado que, a finales de 1993, comenzaron a sufrir los extranjeros en Argelia.
Pero para el futuro, "se insinúa" una nueva amenaza: la posibilidad de dotarse de una fuerza de
destrucción poderosa, apoyada en el arma nuclear, algo que preocupa a España y que, en su última
Cumbre, nuestro Gobierno ha transmitido a la Alianza Atlántica.
De hecho, Irán, promotor de inestabilidad en la zona, fortalece sus fuerzas armadas y, aunque no
existe confirmación de su capacidad no convencional, se considera que, al menos tiene la de armas
químicas y no es seguro, pero se sospecha, que pueda estar llevando a cabo un programa para dotarse de
armas nucleares: según una encuesta del Instituto Simón Wiesenthal dispone de diez instalaciones de
investigación nuclear. También, se cree que dispone de misiles chinos y coreanos y que participa del
programa No-dong de este último país, lo que le proporciona gran capacidad de destrucción. A la vez
aumenta considerablemente su poder aéreo y dispone de una fuerza naval importante. Esto unido al
control que las NNUU ejercen sobre Irak, le permite afianzarse como potencia regional, con claras
intenciones expansionistas.
En principio está claro que los intereses de Irán pasan por exportar su revolución a todo el mundo
musulmán, no solo a los países árabes, sino hacia el Norte, al vacío de poder dejado por la URSS y hacia
el Oeste, Turquía. Su peón de brega para el Magreb es Sudán y si alguna vez en Argelia hubiera un
gobierno fundamentalista, no cabe duda del riego que existiría para Marruecos y Túnez, con la que la
teoría del dominó podría llevar a todo el Norte de Africa a ser francamente hostil a Occidente.
Aún debemos considerar otro punto de vista en los efectos de la caída de estos países en manos del
fundamentalismo: el que tendría para el proceso de paz en Oriente Medio. Hasta ahora, Egipto ha sido
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ejemplo y garantía de que la paz es posible. En no pocas ocasiones ha sido impulsor y mediador. La
caída de Egipto podría tener consecuencias nefastas, de las que no cabe excluir la interrupción del
proceso de paz y la iniciación de una nueva serie de guerras, que aunque no alcanzaran el grado de
totalidad de las anteriores, tampoco tendrían final a medio plazo.
La partida se presenta a nivel mundial. Es difícil creer que estas naciones puedan llegar a desear la
guerra, pero lo menos que podemos decir de los extremistas es que no conocemos sus intenciones.
3.5.- PERSPECTIVAS
Lo que ocurra en Egipto y Argelia será decisivo para el futuro del Norte de Africa, pues su caída en
manos fundamentalistas tendría un efecto decisivo sobre sus vecinos. Sin embargo, es casi imposible
hacer algo más que conjeturas sobre el devenir de los acontecimientos.
De conseguir los fundamentalistas el poder en Argelia se convertiría, posiblemente, en otro foco de
irradiación de sus ideas, cuyo objetivo sería la conquista de Túnez y Marruecos. Además, se
intensificaría la presión sobre Egipto, país que sufre sus ataques con la máxima intensidad.
Pese a todo, es más que probable que, si llegaran al poder en Argelia, los fundamentalistas tendrían
que ser pragmáticos, en tanto en cuanto dependen de sus relaciones comerciales, especialmente de las
exportaciones de crudo y de gas natural a Europa para su desarrollo. Algunas aseveraciones de dirigentes
del FIS., en el sentido de que Europa no debe temer el corte de los suministros, así lo confirman. Pero, si
el FIS. se hiciera con el gobierno, especialmente si lo consiguiera de forma violenta, se crearía una
situación semejante a la de Irán a la muerte de Jomeini: que las fuerzas desatadas no podrían ser
reconducidas durante un largo período y que pondrían antes que sus intereses, la xenofobia característica
de estos movimientos.
Con todo esto, se destaca la importancia que para el mundo occidental, especialmente para Europa y
en concreto para España, tendrá el resultado final de la pugna argelina. La caída de Argelia concentraría
el esfuerzo de los extremistas en los países vecinos, que no podrían hacer frente a esa amenaza por sí
solos, pero a los que Europa difícilmente podría ayudar y menos en el plano militar, si no se desea
obtener resultados contraproducentes.
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4.- FACTORES DE ESTABILIZACION
4.1.- GENERALIDADES
Como decía en la introducción, hablar hoy de seguridad es algo más amplio que la mera referencia
al aspecto militar. El concepto de seguridad imperante en la actualidad, incluye, amén de los aspectos
militares y geoestratégicos tradicionales, los riesgos para los intereses vitales originados por
inestabilidades, políticas, económicas y sociales, por disputas fronterizas, por tensiones étnicas o
religiosas, por demografía o por el acceso a recursos naturales.
Desde el pensamiento occidental, la seguridad está vinculada a estabilidad democrática y a
equilibrio de poderes. Estados fuertes y sólidamente afianzados en instituciones arraigadas, son más
seguros para sus propios ciudadanos y garantizan mejor unas relaciones pacíficas entre estados.
La "dimensión económica" de la seguridad puede entenderse como una buena vía para no verse
amenazado por la debilidad explosiva de terceros, en base a contribuir, mediante la cooperación, a un
desarrollo equilibrado de éstos.
La "dimensión militar", se refiere al aspecto tradicional, ampliado a un concepto en que los simples
estados colectivicen su seguridad, imbricándose en instituciones defensivas comunes con sus estados
vecinos, consiguiendo de esta manera unas mayores cotas de seguridad a menor costo, a la par que otras
series de ventajas en diversos campos no intrínsecamente militares.
La "dimensión medioambiental" de la seguridad, se puede ver en el sentido de que el conflicto
derive precisamente de problemas de entorno ambiental, tal como la escasez de agua entre Estados que
comparten una misma cuenca fluvial, como ocurre en Oriente Medio y que es causa de fricción y
tensión.
Basándonos en estas premisas, el Mediterráneo es una zona donde confluyen multitud de riesgos,
algunos de los cuales ya se han analizado anteriormente, de índole muy diversa. Dicha situación, no está
previsto que mejore a corto o medio plazo, ya que las perspectivas son casi todas de carácter negativo y
hacen suponer una agudización del enfrentamiento Norte-Sur, junto con una verdadera ebullición de
crisis locales. En este sentido, es de especial interés la relación de amor-odio que se han venido
profesando las riberas Norte y Sur, a la vez que es indispensable seguir la evolución de los acercamientos
entre ambas, así como las diferentes iniciativas de diálogo y propuestas de cooperación.
64
Se hace necesario pues, la búsqueda de aquellos factores que en una u otra "dimensión" favorezcan
la estabilidad global de la zona, o al menos lo hagan en alguna de sus regiones, ya que la estabilidad en
una parte del Mediterráneo, influirá necesariamente en el conjunto.
Empezaremos mencionando, que fue Francia la primera nación que adoptó la postura más
dialogante con el motivo de mejorar las deterioradas relaciones, dado sus intereses estratégicos en la
zona norteafricana, posición que no obstante no cristalizó en medidas prácticas. Con posterioridad se han
venido produciendo otras iniciativas de corte diplomático que con carácter multilateral han querido
acercar las posibilidades de cooperación y diálogo en el área mediterránea.
Podemos mencionar la iniciativa de diálogo emprendida por la Comunidad Europea con los países
de la Liga Arabe en 1978, que aunque no supuso más que la adopción de posturas oficiales por ambas
partes, sí constituyó la génesis de un intercambio que en esos momentos se encontraba bajo mínimos o
limitado a relaciones bilaterales entre algunos estados europeos y árabes.
Otra opción, fue la reunión de los estados mediterráneos del Movimiento de los No Alineados,
celebrada en 1984, en la que se emitió una declaración formal en donde se solicitaba explícitamente el
abandono del Mediterráneo por las flotas de naciones no ribereñas, en clara referencia a los EEUU. y a la
URSS., para que la zona se convirtiera en un "mar de paz".
Las iniciativas en estos sentidos han sido muchas, por lo que vamos a analizar a continuación,
algunas de ellas en el seno de organizaciones o propuestas que podrían contribuir a la meta deseada de
estabilidad.
4.2.- ORGANIZACIONES INTERNACIONALES. ONU.
Ante la cantidad de factores de inestabilidad que se ciernen sobre el Mediterráneo, cabría pensar si
ésta organización internacional, podría objetivamente cubrir tantos y tan variados escenarios, intentando
a su vez no "quemarse" en ellos y continuar atendiendo al resto de conflictos que existen en otras zonas
del globo.
Hoy por hoy, la ONU. está completamente desbordada. El fin de la Guerra fría ha traído, en su
lugar, un conjunto de conflictos de baja intensidad que han multiplicado por cuatro el trabajo de la ONU.
Preocupada por obtener dinero, falta de personal, criticada por su falta de eficacia y ciertos atisbos
de corrupción en su administración, la ONU. ha alcanzado el límite de su capacidad para desarrollar su
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labor en el mundo. En 1988 cuando la ONU. recibió el Premio Nobel de la Paz, sólo 10.000 cascos
azules trabajaban a su servicio. Hoy, 80.000 están desplegados alrededor del mundo, patrullando las
rutas peligrosas, comprobando elecciones, protegiendo los derechos humanos, ayuda humanitaria y
restableciendo la paz ante ejércitos en presencia. Y todo este incremento de trabajo no ha sido
acompañado por un incremento parejo de los medios puestos a su disposición.
Ejemplos de estas carencias han sido denunciadas por el secretario general Butros Galli, sin
embargo se responsabiliza a la ONU. de no disponer de suficientes abastecimientos, sistemas de
comunicaciones, o de conocer con exactitud el número de tropas destacadas. Y lo que es más grave, de
reclutar personal inexperto, procedentes de una región geográfica determinada, porque así lo impone
alguna de las partes en conflicto.
Lo que lleva a que algunos casos denunciados de corrupción, o de abusos sexuales entre las tropas
de la ONU., tengan su razón en una inadecuada selección. Junto a esto, los presupuestos para las tropas
languidecen en un laberinto de despachos y oficinas y, una vez aprobados, la ONU. rara vez recibe de los
países miembros más de un 30% de ellos, antes de los seis meses de haber desplegado una operación.
Aún más, en el caso de la ampliación de misión en Yugoslavia para iniciar la ayuda humanitaria en
Bosnia, la ONU. estuvo tan falta de fondos que no pudo pagar el despliegue de las tropas del Oeste de
Europa. Los contingentes tuvieron que hacer frente a sus propios gastos y aún hoy lo siguen haciendo en
un 55% de los mismos.
En declaraciones a la prensa, los previstos 3.200 mill.$ para abonar los gastos de las OP,s. sólo se
habían abonado 2.200. El Congreso de los Estados Unidos ha reducido unilateralmente su participación
en OP,s. de un tercio a un cuarto, con lo que la diferencia tendrá que ser asumida por otros países.
El actual rechazo de los países a financiar más OP,s. bajo el paraguas de la ONU. ha llevado a su
Secretario General a proponer la creación de una Fuerza Permanente a disposición de la ONU., pero esta
propuesta, hasta el momento, no cuenta con ningún apoyo.
Ante este panorama de escasez y oposición a toda operación que no sea financiada por los propios
países participantes, las posibilidades de la ONU. de mayor involucración en los conflictos del
Mediterráneo, parece una quimera.
En definitiva, el problema de la ONU. en la actualidad, es un problema estructural, inadecuada para
lo que se requiere de ella y dependiente de la voluntad individual de los miembros poderosos. Su validez
real en la actualidad como organización con alguna operatividad, deja mucho que desear.
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4.3.- LA UNION EUROPEA
La UE. debería ser uno de los pilares fundamentales a la hora de analizar los factores de estabilidad
en el Mediterráneo. Sin embargo, junto a aspectos positivos de la actuación de la UE. en los temas
mediterráneos, aún quedan otros en los que la UE. debería hacer más.
La política exterior y de seguridad común (PESC.) desarrollada en Maastricht, ha tenido algunas
lagunas. Tales han sido, el caso del reconocimiento internacional de Croacia y Eslovenia, provocado por
Alemania, sin un consenso previo del resto de la UE, o el reconocimiento de la República Ex-Yugoslava
de Macedonia, reconocida hasta el momento por seis de los doce.
En lo que respecta a la emigración, la UE. ha adoptado una norma que restringe el tránsito de
refugiados, el denominado "principio de primer país seguro". Ello significa que cualquier refugiado
"amenazado" en su país de origen, debe buscar asilo en el primer país seguro que alcance; si no hace eso
e intenta entrar después en la UE., puede ser devuelto a este país intermedio considerado seguro. Si a
esto añadimos que la UE. en el Parlamento Europeo acordó rechazar la "Carta Europea de la
Inmigración" que pretendía aplicar la igualdad de derechos entre los europeos y los ciudadanos
emigrados legalmente de otros países, vemos que subyace la aplicación de una política restrictiva, que al
no ir acompañada de ayudas "en profundidad" al desarrollo de los países origen de la emigración, no sólo
no acaban con este problema, sino que lo convierte en motivo de enfrentamiento Norte-Sur.
Las negociaciones comerciales con los países del Magreb central (Túnez, Argelia y Marruecos) y
con Israel recientemente, son medidas, si bien insuficientes, en el buen camino de la cooperación.
Pueden animar a otros países a cambiar sus políticas y hacerlas aceptables para la UE. con el ánimo de
ser incluidos en dichos tratados comerciales, lo que daría estabilidad a la zona.
En conjunto, los estados del Magreb han realizado con la UE más del 65% de sus intercambios
comerciales, pero tan sólo representan el 4% del comercio de ésta. El aspecto financiero en forma de
Ayuda Pública al Desarrollo, que la Comunidad abona, alcanza el 1,3 del PIB de estos países, casi todo
en forma de préstamos blandos. A pesar de ello el balance no es satisfactorio; los estados ven, como pesa
cada vez más, la devolución de los préstamos adquiridos anteriormente, mientras que la presión
demográfica sigue aumentando.
El cierre de los consulados de la UE. en Argel, a causa del asesinato de una súbdita francesa a
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manos del terrorismo islámico, es un ejemplo de coordinación de las medidas que la UE. puede acometer
para presionar al gobierno argelino, mostrándole la protesta por el hecho. En el futuro, este tipo de
medidas coordinadas pueden ayudar a reconducir los aspectos negativos que hasta el momento ha
mostrado la PESC.
4.3.1.- La "Politica Mediterránea Renovada" de la UE
La guerra del Golfo y la movilización popular del Magreb en favor de Irak, han marcado a los
estados de la Europa del Norte, que hasta ese momento estaban poco sensibilizados con los argumentos
de fragilidad de la frontera sur, dados por sus compañeros meridionales de la Comunidad.
Los doce han reaccionado adoptando el proyecto, por iniciativa española, de una política
mediterránea, que se ha venido en llamar "renovada", para el período 1992-96 y cuyos objetivos se
enmarcan en la continuidad de la estrategia del desarrollo.
El planteamiento consistía en que la apertura de la UE. hacia los países de Europa central y oriental,
debía ser equilibrada por un impulso de las relaciones con otros países vecinos, entre ellos los
mediterráneos.
El armazón de esta "política de proximidad", lo constituye la promoción del desarrollo económico
de la región sur mediante un incremento sustancial de la ayuda financiera de la Comunidad.
Dicha ayuda, para el periodo 92-96 se ha multiplicado por 2,3. Los créditos asignados por este
protocolo, están destinados a favorecer el desarrollo de la agricultura, de la industria y de los servicios.
En el campo comercial, se decidió reducir la protección aduanera para los productos agrícolas,
favoreciendo así su acceso a los mercados de la Comunidad. Se hace hincapié en la diversificación de
esta ayuda hacia el apoyo a políticas y acciones que permitan aumentar la productividad y
competitividad de estos países, fomentando la cooperación e integración regionales.
Es de destacar, la creación de un fondo especial para paliar los posibles efectos sociales negativos
de las medidas de ajuste estructural y la política de prestamos del Banco Europeo de Inversiones para
apoyar políticas de integración regional y medidas de protección del medio ambiente.
Quizás la novedad más significativa de esta política de acercamiento, sea la importancia que se le
concede a las relaciones entre los operadores privados comunitarios y los de los países beneficiarios.
Apoyándose en el papel estimulador de la iniciativa privada, la nueva Política Mediterránea ha reforzado
68
los incentivos para las transferencias de tecnología, el establecimiento de empresas conjuntas y la
cooperación industrial.
Esta PMR. incluye seis capítulos fundamentales:
- Ayuda al proceso de ajuste económico.
- Fomento de la inversión privada.
- Incremento de las financiaciones bilaterales y comunitarias.
- Mantenimiento o mejora del acceso al mercado comunitario.
- Conclusión de los cuartos protocolos financieros.
- Refuerzo del diálogo político, si es posible a nivel regional.
Aún así, los reproches del Magreb, están siempre relacionados con el campo comercial, ya que
acusan un déficit estructural que estos países achacan a las medidas proteccionistas de la Comunidad.
Otros temas, como la emigración y sus aspectos, no sólo sociales sino también religiosos y culturales,
casi no se han tratado y, algunas disposiciones de la UE., como hemos visto, han reforzado las fronteras,
por lo que ven una barrera dirigida a parar la emigración magrebí, quitándoles así un elemento para
poder reducir la presión demográfica y por tanto el paro. Además, contribuye a la limitación de una
importante fuente de divisas, producto de las transferencias bancarias de los emigrados.
La mayor parte de los países del sur del Mediterráneo aplican o están empezando a aplicar,
programas de reforma económicas que les imponen una disciplina económica y financiera
extremadamente pesada, así como sacrificios muy difíciles de aceptar en los planos sociales y político.
No obstante, la reanimación del crecimiento dependerá en buena parte del éxito de las reformas
emprendidas y del rigor en la gestión de la economía. Y todo ello junto al desafío de la creación masiva
de empleos productivos, que sea capaz de absorber el enorme crecimiento demográfico. Para ello es
necesaria la creación de una atmósfera favorable, la movilización eficaz del ahorro nacional e incentivo a
su aplicación productiva, el fomento de la inversión extranjera y en especial europea, así como el
desarrollo de la pequeña y mediana empresa; a todo lo cual no contribuye, precisamente, la ola de
fundamentalismo que lo asola.
Respecto a Marruecos, éste ha jugado muy bien su baza para conseguir, como así ha sido, un
acuerdo de libre-intercambio. En efecto, Marruecos adoptó una postura de fuerza en la negociación de
los acuerdos de pesca en sus aguas territoriales, que en 1992 se llevaron a cabo para el período 92-96;
con ello consiguió, no sólo un acuerdo preferente para sus productos, sino un incremento notable en la
compensación económica y en las ayudas al desarrollo, pagadas por la UE. Esta política unilateral de
Marruecos, no ha sido bien vista por sus vecinos del Magreb.
69
Lo cierto es que la UE., estaba llamada a desarrollar algún tipo de política económica que ayudase
al desarrollo de la ribera Sur; al menos de la parte Occidental de dicha ribera. La mayor apertura de sus
mercados a los productos de los países del Magreb, parece una medida a adoptar, algo que directamente
afecta a nuestros productos, en clara competencia con los suyos y necesariamente más caros. Si tenemos
en cuenta que los países de la UE. que no compiten con los productos del Magreb, son los más
interesados en adoptar esta medida, unido a la dificultad española para enfrentarse con países del
Magreb, con los que le une intereses de diverso índole, es evidente la negativa influencia que tendrá para
nuestra economía.
4.4.- LA UMA
El Magreb se debate entre el ideal musulmán de la unidad de todo el mundo islámico y la realidad
de la convivencia de estados que rivalizan entre sí por razones territoriales, de hegemonía, de modelo de
sistema político-económico, etc
Sin embargo, la tendencia a la unidad ha estado presente en época reciente. Su implantación es
débil y su instrumentación está en función de los intereses de los distintos Estados.
La voluntad de unidad es el motivo de la Conferencia de Tánger (1958) a la que asisten
representantes del Istiqlal (Marruecos), Neo-Destur (Túnez) y futuro FLN (Argelia). No pasarían
muchos años, para que se desencadenara la Guerra de las Arenas, entre Marruecos y Argelia, por la
disputa de territorios fronterizos. Habría que esperar a los tratados de IFRAN (69) y TLEMECEN (70),
para poner fin a la disputa. Aparte de las actuaciones de Libia, el problema que va a alterar las relaciones
Magrebíes va a ser la descolonización del Sahara Español, que tras la Marcha Verde (NOV. 75) pasa a
ser administrado por Marruecos, iniciándose una guerra de liberación con el ejército de la RASD.
apoyada por Argelia.
Sucesivos cambios de posición (Tratado de Fraternidad y Concordia, Tratado de Ouxda,...)
finalizan en una actitud convergente que fructifica en el Tratado de Marrakesh y la proclamación de la
UMA.
Tras estos antecedentes, fué creada en 1989, con la participación de Argelia, Marruecos, Libia,
Túnez y Mauritania. Era un intento de emular el proceso de integración regional, tomando como ejemplo
a la UE., y precisamente para hacer frente a los retos que le planteaba el Mercado Unico Europeo y el
temor a un aislamiento político y económico, pero ha sido ralentizado o mejor dicho, paralizado en los
70
últimos años, debido en buena medida al aislamiento internacional que sufre Libia, al inconcluso
problema del Sahara y a la actual crisis interna argelina.
4.5.- EL FORO MEDITERRANEO 5+5
La idea de una reunión de los países occidentales del Mediterráneo, lanzada en 1983 por François
Miterrand, aunque fracasa inicialmente, desemboca en forma de seminarios privados en 1988 en
Marsella y en 1989 en Tánger, tratando temas de las relaciones entre los países europeos del
Mediterráneo Occidental y los países del Magreb asociados a la UE. El éxito de estas reuniones conduce
a los organizadores a desear un auténtico marco político para seguir con los debates de manera oficial y
así, desembocar en reuniones.
Durante la presidencia española y francesa de la UE, se propugnó una intensa labor de estudio y
concertación entre los países mediterráneos, pero continuando como preponderante el enfoque de la
cooperación, sin incluir para nada las cuestiones de seguridad.
Es Italia la que propone reunir a los ministros de Asuntos Exteriores de los cuatro países del Sur de
Europa (Portugal, Francia, Italia y España) y los de la Unión del Magreb Arabe, con lo que se reconoce a
ésta como interlocutor válido, uno de los aspectos más interesantes de la iniciativa 5+5.
En este clima se convoca la primera reunión de expertos de los 9 países del Mediterráneo
Occidental (España, Francia, Italia, Portugal, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania), conocida
inicialmente como la Reunión 4+5 y, posteriormente 5+5 con la incorporación de Malta. Sin embargo,
cuando se celebra esta Reunión en Roma, los acontecimientos que están ocurriendo en nuestro
continente, originaron un incremento del interés europeo por el Mediterráneo. Ello junto con la nueva
política mediterránea renovada de la Comunidad, la tendencia a la confrontación entre sus orillas, la
situación de conflictos endémicos y la voluntad de revitalizar la dimensión mediterránea de la CSCE.,
crearon las condiciones necesarias para que en el tratamiento del "foro mediterráneo" se introdujera el
término de seguridad dentro de un diseño global integrador y ordenador de las relaciones
euromediterráneas, con objeto de que todas las inciativas estuvieran recogidas en el mismo sistema.
La reunión de los 5+5, terminó con una "declaración sobre el diálogo y la cooperación sobre el
Mediterráneo Occidental". A requerimiento de algunos países participantes, el texto precisa que la
reflexión no puede limitarse a tan sólo la cuenca del Mediterráneo Occidental.
Una segunda reunión, en 1991, tiene lugar en Argel e indica que el desarrollo de las libertades
71
políticas y económicas en los países participantes favorece el diálogo y contribuye a la estabilidad y a la
seguridad de la zona. En esta "declaración de ARGEL", se reafirma el compromiso con los objetivos y
principios de la Carta de las NU. y especialmente en la no utilización de fuerza, la búsqueda de
soluciones pacíficas para solventar las diferencias, el respeto a la soberanía y a la integridad territorial de
los estados y a la no intervención en sus asuntos de carácter interno.
La continuidad de este diálogo, tendría que haberse efectuado en Túnez en 1992, con una cumbre
de jefes de Estado y de Gobierno. Sin embargo, la caída bajo sospecha de Libia, ha llevado a la
congelación de estas reuniones 5+5 y su continuación hoy día, está condicionada por la crisis argelina,
por las muchas pretensiones de los países árabes relativas a la libertad de emigración hacia Europa y, en
general, por una insuficiencia interna del Grupo para afrontar de manera eficaz todas las problemáticas
de la zona.
Los objetivos perseguidos en estas reuniones, se han definido de la siguiente manera:
- Salvaguardar la seguridad de los países intermedios y contribuir hacia una mayor estabilidad
regional.
- Promover un desarrollo económico y social que permita reducir, con espíritu de solidaridad los
desequilibrios que existen en la región.
- Establecer relaciones de buena vecindad, que permitan entablar un diálogo entre diferentes
culturas con un espíritu de tolerancia y comprensión en el respeto de los derechos humanos.
Al menos los encuentros 5+5, han marcado unas etapas de diálogo que ha permitido poder
comprender perfectamente las quejas y las esperanzas del Magreb, pero lo cierto es que no aportan
soluciones concretas a los problemas.
4.6.- NECESIDAD DE UNA INTEGRACION POLITICO-ECONOMICA DE LA RIBERA SUR
DEL MEDITERRANEO.
La unidad económica Magrebí es deseada por todos: la UE. preferiría negociar con un grupo de
países asociados sobre la base de patrones y estrategias similares, que hacerlo a través de acuerdos
bilaterales con cada estado. Por su parte el Magreb obtendría mejores resultados, si los países que lo
integran fueran capaces de basar sus propuestas de una forma común.
Es conveniente analizar cada una de éstas dos posturas por separado, para ver cuales son los
72
argumentos de cada una de las partes a la hora de justificar la conveniencia de una integración
económica en el Magreb.
Por lo que se refiere a la UE., Europa es consciente de que la división del trabajo en la economía
mundial, ha alcanzado un nivel que nunca se había conseguido y que es el comercio internacional el
factor dinamizador predominante en el desarrollo político, económico, social y cultural en la actualidad.
En este contexto, el proceso de integración de las grandes unidades económicas, juega un papel
muy destacado y es por ello que la UE. tiene una gran importancia para el comercio mundial. Se ha
producido una concentración en las oportunidades del mercado único y un parcial abandono de mercados
en otras regiones. Los índices de crecimiento para importaciones, exportaciones e inversiones directas
exteriores se dan, fundamentalmente, dentro de la UE., mientras el comercio y las inversiones con países
no comunitarios han perdido importancia en el curso de los últimos años.
El resultado es una nueva reestructuración de la política económica internacional, al tiempo que se
implanta un patrón en las actividades empresariales. El renacer político y económico de terceros estados,
así como la idea de una economía mundial integrada, nos conduce hacia una nueva valoración de los
países no comunitarios y, en consecuencia, Europa preferiría realizar alianzas estratégicas con bloques
homogéneos sobre los que proyectar su política económica.
Por lo que se refiere a la parte magrebí, al margen de ciertas consideraciones políticas que pueden
impulsar la creación del "Gran Magreb", existen una serie de motivos de índole estrictamente económica
que inducen a una estrecha cooperación entre los países de la zona. En primer lugar, todos éstos países
cuentan con unas economías bastante deterioradas, incapaces de afrontar el creciente desafío que supone
el rápido crecimiento de la población.
Además, de un lado se ven forzados a diversificar su economía de manera más eficaz para evitar la
concentración de riesgos (esto afecta, sobre todo a Libia y Argelia, que han de potenciar nuevos sectores
para reducir la excesiva dependencia que tienen de los ingresos que proporciona la venta de petróleo y
gas). Por otra parte, se ven obligados a afrontar los crecientes costes que trae consigo la demanda
energética, por lo que intentarán impulsar acuerdos en condiciones ventajosas, (caso de Marruecos y
Túnez, que se resienten más de las fluctuaciones del mercado por ser importadores netos de energía).
Finalmente, algunos de estos países han llevado a cabo proyectos de mejora de la infraestructura
industrial (especialmente en el sector de la maquinaria) y tratarán de dar salida a la producción interna,
que no tendrá cabida en los mercados internacionales dada su inferior calidad y falta de competitividad.
73
Por tanto, también en este aspecto se observa la necesidad de reorientar determinadas actividades
comerciales hacia los clientes potenciales de la región.
CONCLUSIONES FINALES.
Aunque hemos intentado buscar motivos que nos den pie a presentar un panorama esperanzador de
cara al futuro para esta zona que tanto nos afecta, lo cierto es que sin querer ser negativos, no hemos
encontrado soluciones concretas o en perspectiva, a las muchas causas de tensiones y conflictos que se
dan cita en el Mediterráneo.
El Mediterráneo se subdivide claramente en un Norte desarrollado y un Sur tremendamente
conflictivo, por un lado. Pero a nuestro juicio, también hay dos zonas en el Sur, que si bien tienen lazos
comunes, sus diferentes problemas las hacen merecedoras de tratamientos distintos; son los llamados
Magreb y Mashrek.
Es en la zona del Magreb, en conexión con el enfrentamiento Norte-Sur, donde España se encuentra
totalmente imbuida, probablemente como país del Norte más afectado.
Nuestro "alejamiento" de los países motores de la UE., que llevan la iniciativa en la consolidación
de las estructuras europeas, hace que en definitiva nuestros intereses en particular, no sean del todo
convergentes a aquellos en el seno de la Comunidad (por ejemplo en el tratamiento del problema
pesquero español).
Por ello, España siempre ha sentido una mayor necesidad en crear estructuras que proporcionen la
estabilidad necesaria en nuestro entorno geoestratégico, como fueron las iniciativas del Ministro de
Asuntos Exteriores, Fernández Ordoñez y que han constituido la base para desarrollos posteriores.
Pero hoy por hoy, sólo existen propósitos y buenas intenciones, con la idea de alcanzar una
estabilidad en la zona y no compromisos serios de hallar soluciones. Las soluciones deben empezar por
el arreglo de la guerra de Bosnia y el enfrentamiento palestino-israelí, para poder dedicar más "energías"
a lograr el acercamiento entre el Norte y el Sur con el objetivo de promover la liberalización de los
regímenes, el comportamiento democrático y la estabilidad económica, pues en caso contrario la cuenca
mediterránea corre el riesgo de seguir combinando las migraciones masivas incontroladas, la amenaza de
cantidades de armamentos en manos de regímenes radicales y la proliferación de grupos terroristas de
todo tipo.
74
En la situación actual, las inversiones de Occidente van dirigidas con prioridad hacia el Este
europeo, habida cuenta la fuerte compatibilidad cultural de los países occidentales con ellos, amén de
intereses comerciales.
Esto penaliza a los países de Oriente Medio y con alguna excepción, del Norte de Africa, en lo
referente a ayudas económicas; los cuales se ven forzados a reclamar la ayuda económica de países
petrolíferos como Arabia Saudita e Irán, que son los de más fuerte vocación integrista y que inducen,
directamente o no, condicionamientos religiosos en la vida publica de los regímenes laicos. Por tanto
sería necesario revisar esta tendencia, de manera que Europa se empeñe más en la cooperación
económica y la asistencia técnica hacia los países de la orilla Sur del Mediterráneo y atenuar, no solo el
desequilibrio económico entre los dos mundos a través del logro de la autosuficiencia alimentaria, de la
creación de puestos de trabajo y la tutela ambiental, sino también para conseguir un mayor control de los
flujos migratorios, tema que afecta de modo creciente a España.
Un elemento significativo en la evolución de la situación en Oriente Medio es el posicionamiento
de Turquía en este asunto.
El acuerdo de paz entre Israel y los Palestinos puede influir sobre los equilibrios en la zona, sobre
todo si va seguido de un acuerdo análogo entre Israel y Siria. La posición de ésta última está a su vez
muy ligada a Turquía en función de los ya citados contenciosos por el problema kurdo y por el proyecto
de regulación hídrica de Anatolia, que influye también en las relaciones con Irak y en menor medida con
Irán. Israel y Turquía, creemos que pueden llegar a ser los "motores" de Oriente Medio, y llegada a una
estabilización en esa zona, sin duda influiría positivamente sobre el resto del Mediterráneo.
Por ello Europa debe contribuir política y económicamente al proceso de paz entre palestinos e
israelíes. Además, ligado a ésta evolución se encuentra el problema del control de armamentos en la
región.
La tendencia al aumento y modernización de los armamentos, sobretodo misiles, aunque no
constituye una gran amenaza para el territorio Europeo, podría no obstante perjudicar los intereses del
mundo occidental, ante la posibilidad de conflictos entre los países del área y sus reflejos sobre el libre
uso de sus mares. Es un factor de crisis potencial que hace indispensable que en la zona, aparte de
mantenerse y alentarse la presencia estadounidense, se constituya una Fuerza Aeronaval de intervención
rápida formada por las naciones europeas más directamente interesadas. Tal Fuerza tendría mucha
influencia como elemento de equilibrio en la región y sería un factor de control para el libre uso de los
mares, y de disuasión y resolución de los conflictos en la región.
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Por de pronto lo que parece claro, es la necesidad de que los países europeos occidentales
dispongan de medios, sobretodo militares, que puedan apoyar las políticas diplomáticas y de
cooperación. Se debe por tanto aumentar, entre los países europeos, la cooperación en el sector de los
medios y en el intercambio de inteligencia tendentes a vigilar el desarrollo de la proliferación de
armamentos y de fuerzas, y que en el ámbito de la OTAN. o de la UEO., se constituya una fuerza
aeronaval de intervención rápida, que del Adriático al Mediterráneo Oriental pueda operar en la frontera
entre los dos mundos, tutelando los intereses comunes.
Y esto afecta de modo directo a España, que debe apoyar de forma clara con su aportación, dicha
postura preventiva y disuasoria para evitar males mayores; y por otra parte, creemos que con los muchos
intereses cruzados que se dan cita en el Mediterráneo, no deberíamos confiar nuestra defensa,
únicamente a la colectiva, ya que existe la posibilidad de que nos falle cuando el riesgo nos afecte
aisladamente. Hechos similares no faltan.
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BIBLIOGRAFIA
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Nº 41. Gabriel Munuera.
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Escuela de Altos Estudios Militares. CESEDEN. EMAD
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-Entrevista con el Embajador de España en Argel y el Director General de Africa.
- El islamismo radical en el Magreb. José A. Sainz de la Peña.
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