IMPACTO DEL ABUSO SEXUAL

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DESARROLLO
IMPACTO DEL ABUSO SEXUAL
Que‚ es lo que provoca el abuso sexual en las victimas? Es
siempre dañino el impacto, o hay situaciones particulares
que neutralizan sus efectos?, es el abuso sexual de
naturaleza traumática en todos los individuos, o en algunos
es sácalo considerado una experiencia negativa? En el
pasado, la visión de la relación sexual entre un adulto y un
niño no siempre fue considerada de alto impacto negativo en
la victima. Sloane y Karpinsky (1942) describieron: El
aspecto trauma ático del incesto pierde en parte el impacto
cuando se descubre que el niño en sá¡á mismo desea a
menudo inconscientemente la actividad sexual con el padre,
de esta manera, se convierte en un participante más o
menos activo en el acto. Bender y Blau (1937) afirmaban: en
contraste con los tabá£áes sociales que rodean las
relaciones pedofá¡álicas, no hay pruebas cientá¡áficas de
que el resultado de las mismas tenga consecuencias
adversas en el individuo... la experiencia sexual con un
adulto parece no
tener siempre el mismo impacto traumá ático. El trauma
psá¡áquico, de acuerdo con la teorá¡áa freudiana, es una
experiencia que requiere de un impulso indeseado que
proviene del mundo interno y que es considerado repulsivo,
por lo tanto requiere de la represion... en nuestros casos de
incesto, la experiencia pareciera satisfacer urgencias
instintivas, y cualquier fuerza en sentido contrario
(consideraciones morales, á‚áticas) está án suprimidas, por
la mutua alianza entre el niá¤áo y el adulto... la experiencia
le brinda al niá¤áo la oportunidad de probar en la realidad
una fantasá¡áa infantil, probablemente encuentre que las
consecuencias no son tan severas-1 de hecho, resultan ser
placenteras.. Esta concepciones y muchas ulteriores
parecen basarse en la universal aceptación del desarrollo
sexual infantil, en el cual las pulsiones sexuales tienen un
camino identificado, y los deseos y fantasías sexuales de los
niños hacia sus figuras primordiales son ampliamente
aceptados como normales. Auque aparece un punto que
considero primordial discriminar. Cuando aceptamos que el
niño posee fantasías y deseos sexuales hasta sus figuras de
cuidado, de que sexualidad estamos hablando?, son estos
deseos de inician física iguales a los que los adultos
identifican como deseo, impulso, urgencia sexual?, que
busca un niño cuando busca la intimidad cá álida del
contacto corporal con su padre/madre, ese que le provoca un
cosquilleo de placer y bienestar y que acrecienta us
fantasias?
Curiosamente, antes de que Bender y Blau (1937)
sostuvieran sus afirmaciones, Sandor Ferenczi, habá¡áa
explicado ya, por quá‚ á la sexualidad adulta se convierte en
una experiencia trauma ática cuando se impone sobre la
sexualidad infantil (Ferenczi, 1932). Es la diferencia de
Ienguajes entre ambas sexualidades lo que impacta
negativamente en la psiquis infantil. Cuando el niño se
acerca sensualmente a un adulto, es afecto, comprencios
,ternura lo que busca. Cuando un adulto se acerca
sensualmente a un niño, lo que busca es gratificaciá¢án
pasional. El niño llama al adulto con el Ienguaje corporal de
la ternura y aquá‚ ál le contesta con el Ienguaje de la
pasiá¢án, impregnado de la agresion que presupone la lucha
entre los sexos y que es absolutamente desconocido en la
sexualidad infantil. La naturaleza pasional caracterá¡ástica
de la sexualidad dulta, será á siempre traumá ática si es
ejercida sobre la sexualidad infantil. Como se ve, cinco
aá¤áos antes de la exposicion de Bender y Blau, ya habá¡áa
quedado planteada la imposibilidad de consentimiento
consciente o inconscientemente por parte del niá¤áo
vá¡áctima. Para situarnos má ás recientemente, Finkelhor
(1984,
1986, 1988) señala que la gravedad del abuso sexual y de
impacto en la victima depende de:
1)la cercanía del vinculo entre el nipño y el perpetrador;
2)el tipo de abuso (manoseos, sexo oral, penetración);
3) la duración del mismo-,
4)-el grado de coerción física empleada,
5) la ausencia de cualquier figura alternativa protectora.
Desde la clínica se puede afirmar que los efectos se
observan tanto en la esfera emocional como en la cognitiva.
Los trastornos cognitivos incluyen el sistema de creencias
acerca de sá¡á mismo y de los otros, la autoculpabilizacion,
el desconocimiento y la confusiá¢án acerca de la sexualidad
y
la intimidad. Finkelhor coincide con la conceptualizaciá¢án
de la experiencia sexual como bá ásicamente traumá ática, y
propone un modelo psicosocial de entendimiento sobre los
factores que la constituyen como tal, esto es, la
interacciá¢án de cuatro dinámicas:
1) Sexualización traumática.
2) Traición.
3) Estigmatización.
4) Sentimiento de ineficacia.
La combinación de esos cuatro factores altera la orientación
cognitiva y emocional que el niño tiene en el mundo, y
distorsiona su concepto de sá¡á mismo, sus capacidades
afectivas y la vision del mundo que lo rodea. Asá¡á, por
ejemplo, debido a la estigmatizacion, el niño tiene un sentido
distorsionado de su valor como persona. El sentimiento
crá¢ánico de ineficacia distorsiona el sentido que el niño
posee de sus posibilidades de controlar su propia existencia.
En este contexto, los problemas psicolá¢ágicos y
conductuales que presenta una persona vá¡áctima de abuso
no son má ás que los intentos de manejar la complejidad de
la vida cotidiana a travá‚ás de estas distorsiones. La utilidad
de este modelo en la clínica merece la descripción detallada
de lo que su autor conceptualizá¢á.
Sexualización traumática
Este aspecto se refiere al proceso por el cual la sexualidad
infantil es forzada por caminos evolutivamente inapropiados,
e interpersonalmente disfuncionales.
1. Los niños abusados son usualmente recompensados por
sus conductas sexuales que son evolutivamente
inapropiadas.
2. Por las recompensas y favores recibidos por su
comportamiento sexual, los niños aprenden a usar la
conducta sexual como una estrategia para manipular
a los otros para conseguir la satisfacciá¢án de sus
necesidades.
3. Por medio de la experiencia sexual, ciertas partes del
cuerpo se vuelven sobreerotizadas.
4. Se desarrollan conceptos errá¢áneos acerca de la
sexualidad, y ello interfiere en el desarrollo de una moral
sexual apropiada, como consecuencia de lo que los
perpetradores les dicen o les hacen.
5. La sexualidad en su conjunto puede considerarse trauma
ática, si persisten
recuerdos displacen teros o temerosos asociados a la
actividad sexual.
Sigue adelante te toparas con muchas sorpresas
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