Colosenses 3

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EL CRISTIANO Y SU CONDUCTA
COLOSENSES 3
Introducción:
1. Colosenses 1 y 2 tratan la teología académicamente de la fe cristiana.
2. En cap. 3 Pablo nos lleva a su aplicación práctica.
3. El cristiano:
a. Ya tiene formado un patrón nuevo de valores en Cristo.
b. Ya mira la vida con la eternidad de fondo. Así:
1) Se interesará más en dar que recibir,
2) Servir que dominar,
3) Perdonar que vengarse,
4) Y actuar que hablar.
4. El cristiano ahora determina su conducta según los patrones de Dios.
5. El carácter y la conducta son los gemelos cristianos.
El capítulo 3 trata de tres áreas de la conducta cristiana:
Primera Área: ¿Cómo debe ser la conducta del cristiano en su vida
personal? (v. 1-17)
Datos vitales:
1. El hijo de Dios necesita vivir según prioridades celestiales (v. 1-4). La
victoria de Jesús garantiza nuestra victoria (v. 1). La meta del creyente
es el cielo, y así el patrón de su vida tiene que ser las cosas celestiales. “Buscad las cosas de arriba” significa que tenemos que concentrar
en las cosas eternas, y no en las temporales. Por lo práctica significa
mirar la vida desde la perspectiva de Dios, y buscar hacer lo que le
agrada a Dios. Esto resolverá el problema del pecado... desorden...
violencia... materialismo... aborto... drogas... alcohol... inmoralidad...
familias fragmentadas, etc.
2. La conducta cristiana significa el fin de ciertos vicios (v. 5-9). “Haced
morir” (v. 5) significa las cosas negativas que no debemos permitir seguir viviendo en nuestras vidas (Ro. 8:13). Conscientemente debemos
quitar estas cosas impías de nuestras vidas. Nos manda actuar de dos
maneras (v. 5-7):
a. Tenemos que hacer morir (convertir en un cadáver):
1
3.
(1) Fornicación – inmoralidad sexual. Este es un término amplio
que incluye la mirada, el pensamiento, y el hecho. La sociedad
moderna ha ignorado el mandamiento de Dios.
(2) Impureza – en pensamiento y palabra. Es una mente de basura.
(3) Pasiones desordenadas – lujuria descontrolada. Hay aquellos
que son esclavos a sus pasiones, que son motivados por el
deseo para hacer el maldad.
(4) Malos deseos – deseos viles y vergonzosos. Esta clase de
anhelo y deseo es el veneno que engendra toda clase de maldad.
(5) Avaricia – llamada idolatría porque envuelve poniendo algo en
el lugar de Dios. es el deseo insaciable para tener más, y de
conseguirlo sin interesarse del prójimo. Es el pecado más viejo
y vil. Los griegos dijeron que satisfacer la avaricia era como
llenar con agua un tazón con un agujero.
b. Tenemos que desvestirnos de la vida vieja (v. 8-9), que incluye:
(1) Ira – una disposición explosiva... carácter irascible... un sentimiento rígido de odio habitual.
(2) Enojo – la sangre hirviendo... fuertes erupciones de enojo...
rabia violenta.
(3) Malicia – una disposición viciosa... un deseo voluntario para
dañar... una actitud cruel que se regocija en hacer mal a otros.
(4) Blasfemia – palabras calumniadoras contra Dios... hablando
mal y tirando insultos a Dios.
(5) Palabras deshonestas de la boca – lenguaje obsceno... abuso por mal hablado... palabras sucias y vulgares.
(6) Mentiras – compartiendo lo que uno saber que es falso como
verdadero.
La conducta cristiana significa que se viste de ciertas virtudes (v. 1017). Tenemos que vestirnos del vestuario nuevo de la gracia (el vestuario celestial de la mano del Sastre Divino) que incluye:
(1) Entrañable misericordia – compasión... misericordia en acción...
simpatía por los menos afortunados.
2
4.
(2) Benignidad – consideración genuina para otros igualmente verbal
y profesionalmente. Hay que demostrar lo que creemos por lo que
somos.
(3) Humildad – considerarse a sí mismo como último y el menor de
todos. Es el opuesto de la arrogancia debido a la autosuficiencia.
(4) Mansedumbre – apacible... ternura. Indica a una persona con autocontrol porque está controlado por Dios.
(5) Paciencia – soportar los daños, insultos, o heridas. La aceptación
de un mal sin quejarse. No exige venganza ni represalia por el
mal hecho.
(6) Soportándoos unos a otros – retenerse. Es la capacidad para
aceptar lo que no le gusta y llevarse bien con aquellos cuyas opiniones son contrarias.
(7) Perdonándoos unos a otros – sin tener algo en contra de otro.
Igual como Dios no tiene nada en nuestra contra, así también debemos ser hacia los demás (Ef. 4:32).
(8) Amor – El amor es la faja que sostiene todos los vestuarios de la
gracia en su lugar.
El vestuario de la gracia prepara al cristiano para recibir algo(v. 15-16):
paz... agradecimiento... sabiduría... conocimiento y discernimiento espirituales, y alabanza. También prepara al cristiano para hacer algo (v.
17).
Segunda Area: ¿Cómo debe ser la conducta del cristiano en su familia? (v. 18-21)
Datos vitales:
1. La relación de los esposos está examinada (ver4. 18-19). La palabra
“sujeta” es un término militar antiguo que significa “alinearse bajo.”
Significa sujetarse a sí mismo de una manera especializada. No tiene
nada que ver con inferioridad. No está basada en la fuerza, sino que
es voluntario. La esposa es una “ayuda idónea” (una ayuda apta para
su esposo), y no una esclava. El amor de su esposo incita su sumisión. El resultado es una sociedad.
2. La relación entre padres e hijos está examinada (v. 20-21). Mientras la
sumisión de la esposa a su esposo es voluntaria, la sumisión del niño
a sus padres es absoluta. La palabra “obedecer” realmente consiste
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de dos palabras (“escuchar” y “bajo”) que significa “realmente escucha
a sus padres, y obedezca.” No obstante, el padre no debe exasperar
(criticar, encocorar, hostigar, provocar resentimiento, regañar demasiado, exasperar con reglas que son demasiado duros y sobremanera
estrictas, inconsistencia, etc.) a sus hijos al enojo o desánimo.
Una deducción: Estos pocos versículos nos dan un patrón para la
familia cristiana – el esposo amoroso, la esposa sumisa y el hijo obediente. Se logra el éxito cuando se sigue el orden de Dios.
Tercera Area: ¿Cómo debe ser la conducta del cristiano en su empleo? (v. 22-25)
Datos vitales:
1. Siervos y amos se puede modernizar a patrones y empleados (v. 22).
El mismo principio se aplica a ambos grupos. La frase “sirviendo al
ojo” significa trabajando cuando el patrón está mirando. El obrero cristiano debe ser el mejor de todos los empleados. El debe trabajar “de
corazón, como para el Señor” (v. 23). El trabajo mezquino es un mal
testimonio que deshonora a Cristo. Somos responsables a Dios por la
calidad de nuestro trabajo (v. 24). El amo (patrón) o siervo (empleado)
que hace mal será juzgado por el Señor (v. 25).
2. Igual como el empleado tiene ciertas responsabilidades, también el
patrón tiene las suyas (4:1). El tiene que ser y hacer lo correcto y justo. El tiene que recordar que tiene a un Amo en el cielo que lo está observando bien de cerca. Como un día honesto de trabajo demanda un
día honesto de sueldo, así un día honesto de sueldo demanda un día
honesto de trabajo.
Una deducción: La fórmula de Dios para el patrón y empleado resolvería los problemas entre la gerencia y los obreros. Dios tiene su ojo
en el carácter y conducta de ambos patrón y empleado, y requiere que
“cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Ro. 14:12).
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