Los Problemas de Conducta

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Los Problemas de Conducta
Por: Lic. Oswaldo Neira Begazo
Psicólogo
Especialista en Modificación de Conducta
Red 21+1 – Boletín informativo de la Sociedad Peruana de Síndrome de Down
Edición N° 58 – 2006
Cuando Susana bota al piso sus juguetes o cualquier objeto que tiene en la mano,
su mamá no sabe qué hacer. Álvaro llora cuando quiere que su papá le compre
galletas. Lucía empuja a sus compañeros en el colegio cuando juega. Estas son
situaciones comunes que pueden verse diariamente en la casa y en el colegio en
los niños con habilidades diferentes, pero ¿cuándo se convierten en un problema
de conducta?
Estas situaciones describen lo que son las conductas problemáticas, que
interfieren con los procesos de aprendizaje y de socialización, además de
presentarse con mucha frecuencia e intensidad. Estas conductas alteran la rutina
familiar y hacen que los padres se preocupen excesivamente. Muchos tratan de
encontrar explicaciones de los que sucede en ellos mismos, como echándose la
culpa por los que sus hijos hacen. Lo cierto es que nadie está preparado para
afrontar este tipo de situaciones, que se suma a la responsabilidad de criar a un
niño con habilidades diferentes.
Los padres llevan a la crianza las experiencias que tuvieron cuando eran
pequeños y de esa manera corrigen. Otros refuerzan las conductas problemáticas
sin querer y también hay padres que son permisivos. En el caso de los niños con
Síndrome de Down, es común que presenten estas conductas y muchas más,
como resultado de su aprendizaje inadecuado en el medio familiar en que viven,
promovidos de manera accidental.
¿Qué pueden hacer los padres frente a estas conductas que alteran
significativamente la rutina diaria familiar?
Lo primero que deben hacer es aprender a relajarse para afrontar los hechos con
mucha calma y eficacia. La ira que sentirán en el momento que ocurre una
conducta inadecuada nos los ayudará a enseñarle a su hijo qué es lo que
realmente deben hacer en forma adecuada.
Cada conducta de su hijo tiene un mensaje que deben aprender a interpretar si es
que quieren ayudarlo. Es importante que antes de tomar decisión de aplicar
cualquier técnica para cambiar un comportamiento indeseado deben estudiarla
detenidamente y hacerse la pregunta: ¿seremos capaces de afrontar de manera
consistente y firme cada conducta que deseamos cambiar?. Cuando Susana
escucha a su mamá decirle: “no se bota la cuchara”, ella puede pensar; “entonces,
‘qué se bota? Álvaro no sabe cómo pedir las cosas si escucha de su mamá
solamente: “las cosas no se piden llorando”. Lucía empuja a sus compañeros por
que a ella le parece divertido y sólo le dijeron: “no se empuja”.
Todos estos análisis nos llevan a tener que enseñarles lo que realmente tienen
que hacer, siendo naturales en nuestras correcciones para que ellos puedan
aprenderlas de manera eficaz. Ahora la mamá de Susana le dice: “la cuchara es
para comer” y le muestra como hacerlo. A Lucía le enseñaron a jugar a la ronda y
coge de la mano a sus compañeros. Álvaro ahora pide lo que desea diciendo “por
favor”.
Los padres tienen que ser consistentes cuando enseñen conductas adecuadas en
reemplazo de las inadecuadas, involucrando a todos los miembros de las familias.
Además de enseñar deben saber elogiar para que la conducta se establezca y se
manifieste frecuentemente. Muchas veces es más fácil observar los
comportamientos inadecuados que los adecuados y es algo que es necesario
cambiar. También los padres pueden hacer un análisis funcional de la conducta
inadecuada para poder identificar qué sucede antes que la conducta ocurra, con
qué personas pasa esto y que es lo que sucede con el niño después de efectuada.
L hacer una lista de las conductas que son problemáticas es importante,
estableciendo cuáles son las más urgentes por cambiar. Las técnicas que puedan
utilizar deben ser siempre supervisadas por el profesional, lo que hará más
efectiva la intervención.
Recuerden que no siempre una buena técnica garantiza el cambio que
esperamos, lo que garantiza la efectividad es la constancia y la firmeza que se
tenga para aplicarla.
“No se trata de cambiar una conducta sino de reemplazarla por un
comportamiento adecuado”
Las conductas adecuadas que el niño realice por obtener atención pueden
disminuirse cuando sean ignoradas por los padres. Susana bota la cuchara y mira
s su madre para ver su reacción; ella ahora no le dice nada y no la mira,
esperando unos segundos para luego decirle para qué sirve. En su casa, cuando
Álvaro llora y se tira al piso pidiendo galletas, su papá sale de la habitación y lo
deja allí hasta que se calme, para luego enseñarle después cómo debe pedirlas.
Puede parecer que los padres no hacen nada por cambiar las cosas pero luego
verán que al ignorar sistemáticamente las conductas inadecuadas, conseguirán
resultados asombrosos. Recuerden que no se deben ignorar sin elogiar, además,
es importante saber que las conductas agresivas o peligrosas no deben ignorarse.
Ignorar comportamientos inadecuados requiere que los padres tengan una
preparación en cuanto deban incrementar su tolerancia a la tensión que pueden
afrontar al realizarla.
El tener información acerca de los gustos y preferencias de su niño ayudará a
establecer pequeñas recompensas para poder motivarlos a realizar
comportamientos adecuados. Selecciónelas de acuerdo a la edad y déselas según
el comportamiento adecuado. Recuerde entregarlas siempre y variarlas para que
sean más eficaces.
El castigo no es lo más eficaz para disminuir una conducta inadecuada. Deteriora
la relación positiva que debe existir entre los padres y su hijo, además que tiene
efectos secundarios que se deben tener en cuenta. Los niños con habilidades
diferentes imitan con mucha facilidad y al castigarlos ellos castigarán igual.
Además, los llenará de angustia y de temor, siendo posible que en el futuro se
hagan resistentes al castigo.
Debe existir siempre un balance entre las correcciones y el afecto que se brinda al
niño con habilidades diferentes. Los padres siempre esperarán que su hijo se
porte bien y cuando esto no ocurra, deberán tener la paciencia necesaria para
saber cambiar ellos sus conductas si desean que su hijo ls cambie. Además de
aprender a controlarlo o corregirlo de manera amigable sin castigarlo de manera
severa.
Ante las dudas de cómo actuar o corregir busque siempre la ayuda profesional, en
los centros especializados.
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