Diagnostico Diferencial

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ABORDAJE DEL
ALUMNADO CON
TRASTORNOS GRAVES
DE CONDUCTA
GRUPO DE TRABAJO DE ORIENTADORES
Antonio Gámez García, Dolores Hueso Espinosa, Antonia
Lucena Prieto, Pilar Luque Mérida, Judit Molina Marco,
Amparo Ortega Becerra.
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………… 3
2. SOPORTE LEGAL………………………………………………………….. 4
3. TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA
3.1. Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad…………… 5
3.2. Trastorno Negativista Desafiante………………………………….. 13
3.3. Trastorno Disocial………………………………………………….. 17
3.4. Trastorno de comportamiento perturbador no especificado……. 22
4. INTERVENCIÓN EN LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA
4.1. Evaluación Psicopedagógica………………………………………..
4.2. Necesidades Educativas Especiales………………………………...
4.3. Respuestas a nivel de Centro……………………………………….
4.4. Respuestas a nivel de Aula………………………………………….
4.5. Repuestas a nivel de Alumno……………………………………….
4.6. Respuestas a nivel de Familia………………………………………
4.7. Otros recursos……………………………………………………….
22
43
45
54
56
66
76
5. ANEXO: Correspondencia de los trastornos graves de conducta en los
diferentes sistemas de clasificación ………………………………………. 80
2
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
1.- INTRODUCCIÓN
Tras la recopilación de variada y diversa información sobre los trastornos graves de
conducta, este grupo de trabajo se propuso, en primer lugar, la presentación de un
documento útil de información de forma que resultara sencilla su consulta cuando,
como orientadores educativos, se nos presentase el caso de un alumno con alguna
posible alteración de este tipo.
La finalidad de este documento está relacionada con el análisis de la respuesta educativa
al alumnado con trastornos graves de conducta y con el estudio de los recursos
personales, materiales y organizativos que son necesarios para ofrecerles una oferta
educativa eficaz.
Este trabajo se ha enriquecido y por tanto en él se incluyen aportaciones de las
distintas Jornadas y Cursos que hasta la fecha, se vienen realizando y en la que
participan distintos profesionales del campo de la Educación, de la Salud y de la Justicia
para dar respuesta educativa a los alumnos/as con este perfil y con necesidades
educativas especiales asociadas, según se trate el caso.
El objetivo principal de nuestro grupo de trabajo es establecer los criterios que han de
guiar las actuaciones para la atención al alumnado con necesidades educativas
especiales derivadas de trastornos graves de conducta.
Además, los objetivos específicos que pretende alcanzar este trabajo son:
a. Concretar las necesidades educativas especiales que presenta este alumnado.
b. Proponer medidas de respuesta educativa que mejoren la calidad de vida del
alumnado con TGC.
c. Difundir las propuestas con el fin de facilitar a los centros la organización más eficaz
de la respuesta educativa a este alumnado.
En nuestros centros educativos están escolarizados alumnos y alumnas que, en
ocasiones no tienen un diagnóstico de trastorno de conducta por diversos motivos, sin
embargo las alteraciones del comportamiento de algunos de ellos no remiten con la
aplicación del Reglamento de Organización y Funcionamiento del centro, siendo su
comportamiento inaceptable, aún después de una intervención directa utilizando los
recursos “ordinarios” que tiene el centro. Proporcionar a este alumnado, y a los
compañeros con los que están escolarizados, una respuesta educativa de calidad hace
imprescindible utilizar “apoyos y atenciones educativas específicas”.
La LOE, en el Preámbulo y en el Título II, “a fin de garantizar la equidad, aborda
los grupos de alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria por
presentar alguna necesidad específica de apoyo educativo y establece los recursos
precisos para acometer esta tarea con el objetivo de lograr su plena inclusión e
integración. Se incluye concretamente en este título el tratamiento educativo de las
alumnas y alumnos que requieren determinados apoyos y atenciones específicas
derivadas de discapacidad física, psíquica o sensorial o que manifiesten trastornos
graves de conducta…o con altas capacidades intelectuales…”.
“La adecuada respuesta educativa a todos los alumnos se concibe a partir de los
principios de normalización e inclusión, entendiendo que únicamente de ese modo se
3
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
garantiza el desarrollo de todos, se favorece la equidad y se contribuye a una mayor
cohesión social.” (Preámbulo)
Además, en el Preámbulo, contempla que también estos alumnos deben ser atendidos
con las medidas ordinarias de atención a la diversidad: “La atención a la diversidad es
una necesidad que abarca a todas las etapas educativas y a todos los alumnos. Es decir,
se trata de contemplar la diversidad de las alumnas y alumnos como principio y no
como una medida que corresponde a las necesidades de unos pocos”.
En nuestra opinión es imprescindible, en primer lugar, precisar qué entendemos por
alteraciones graves de la conducta así como su diagnóstico diferencial y, en segundo
lugar, establecer de forma operativa unas propuestas que nos permitan ofrecer una
respuesta educativa al alumnado que las presenta.
Al analizar las características del alumnado con Trastornos Graves de Conducta nos
encontramos fundamentalmente con cuatro grupos que podemos concretar en los
siguientes perfiles: a) Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), b)
Trastorno Negativista Desafiante, c) Trastorno Disocial y d) Trastorno Perturbador No
Especificado.
Las propuestas para organizar la respuesta educativa están presentadas agrupando en
primer lugar aquellas que afectan a la organización general del centro, en segundo lugar
las que afectan especialmente a la organización de aula y por último las propuestas
individuales a nivel del alumno así como una serie de orientaciones a la familia.
2.- SOPORTE LEGAL
Fundamentación legislativa
- La Ley 2/2006 de Educación define en su artículo 73 a los alumnos/as con necesidad
específica de apoyo educativo como “aquel que requiera, por un período de su
escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas
específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta”.
- La atención educativa de los alumnos/as con trastornos graves de conducta se realizará
de acuerdo con la ley citada anteriormente, la Ley 7/2007de Educación de Andalucía y
la Ley 9/1999 de Solidaridad en la Educación.
- Decreto 147/2002 de ordenación de la Atención Educativa a los alumnos y alumnas
con Necesidades Educativas Especiales asociadas a capacidades personales.
- Orden de 19 de septiembre de 2002, por la que se regula la realización de la
Evaluación Psicopedagógica y el Dictamen de Escolarización.
- Orden de 25 de julio de 2008, por la que se regula la Atención a la Diversidad del
Alumnado que cursa la Educación Básica en los Centros Docentes Públicos de
Andalucía.
Normativa reguladora de la Educación Infantil:
4
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
-Decreto 428/2008 por el que se establece la ordenación y las enseñanzas
correspondientes a la Educación Infantil en Andalucía.
Normativa reguladora de la Educación Primaria:
- Decreto 230/2007 por el que se establece la ordenación y las enseñanzas
correspondientes a la Educación Primaria en Andalucía.
- Orden de 16 de noviembre de 2007 por la que se regula la organización de la
orientación y la acción tutorial en los centros públicos que imparten las enseñanzas de
Educación Infantil y Primaria.
Normativa reguladora de la Educación Secundaria:
- Decreto 231/2007 por el que se establece la ordenación y las enseñanzas
correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria en Andalucía.
- Orden de 27 de julio 2006 POAT
- Orden de 25 de julio de 2008 por la que se regula la atención a la diversidad del
alumnado que cursa la Educación Básica en los centros docentes públicos de Andalucía.
Normativa reguladora de la Educación en el Bachillerato:
- Decreto 416/2008 por el que se establece el currículo en Bachillerato en Andalucía.
Normativa reguladora de la Educación en la Formación Profesional:
- Decreto 436/2008 por el que se establece la ordenación y las enseñanzas de la
Formación Profesional Inicial que forma parte del sistema educativo.
Ley 8/2006, de 4 de Diciembre por la que se modifica la L.O 5/2000, del 12 de Enero,
reguladora de la responsabilidad penal de los menores.
3.- TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA
3. 1. TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD
A) Concepto
Trastorno de origen neurobiológico que se inicia en la infancia y se caracteriza
fundamentalmente por las dificultades para prestar y mantener atención, por
hiperactividad o exceso de movimiento y por impulsividad o dificultades en el control
de los impulsos. Estas dificultades se manifiestan en conductas desajustadas que no se
corresponden con la edad y condición del niño. Los síntomas deben manifestarse en los
dos ámbitos: familiar y escolar
5
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
B) Características y Etiología
Características
Aunque generalmente el TDAH se diagnostica durante la infancia, no es un trastorno
que afecte sólo a los niños muchas veces se prolonga hasta la adolescencia y a etapas
posteriores. El TDAH es un desorden en el cual los problemas son accidentales. El niño
no desea voluntariamente crear estos problemas y la capacidad que usted tenga para
aceptar y reconocer este hecho le ayudará a tener expectativas realistas con respecto a la
conducta del niño. Esto no quiere decir que la mala conducta involuntaria deba ser
ignorada. Requiere de técnicas y estrategias educativas adecuadas, tanto por parte de los
educadores como de los padres.
El TDA-H afecta al funcionamiento personal, social y escolar de la persona que lo
padece. Los comportamientos más habituales asociados al trastorno son:
- Desatención y falta de concentración ( no termina tareas, no se centra en juegos,
comete muchos errores, evitan tareas que requieren esfuerzo, se distrae, parece no
escuchar cuando se le habla directamente...).
- Falta de autocontrol (impulsividad, excesos verbales, exceso de actividad motriz).
- Conductas motrices desorganizadas y falta de autonomía: desorganización
personal interna y externa que influye en su autonomía ( material de clase y cuarto
desordenado, pierde cosas, se salta preguntas aunque sepa respuestas, dificultad de
colocar números de forma ordenada, falta de planificación).
- Problemas graves de comportamiento: coinciden en un 30-50% de los casos de
niños con TDAH. Veamos en el siguiente cuadro la diferencia entre niños hiperactivos y
niños hiperactivos-agresivos:
CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS HIPERACTIVOS Y AGRESIVOS
Niños hiperactivos/agresivos
Niños hiperactivos
Los síntomas empiezan antes de entrar en el colegio Los síntomas se detectan después
Síntomas más graves
Más leves
Más problemas en la relación con la madre
Menos problemas
Madres más controladoras, más negativas y que
utilizan menos premios
Madres menos controladoras y más positivas
Niños más desobedientes, desafiantes y protestones
Desobedientes
Rendimiento muy pobre
Rendimiento pobre
Poco populares y rechazados, más criticados Poco populares, pero menos rechazados
negativamente por los compañeros
Son más frecuentemente catalogados como niños
con problemas de aprendizaje
El trastorno de aprendizaje es un diagnóstico
asociado menos frecuente
Peor pronóstico
Mejor pronóstico
La agresividad en la adolescencia se relaciona con
un mayor índice de delitos y en la vida adulta, de Sólo algunos incurren en actos criminales
actos criminales
Cuadro nº 1: Características niños hiperactivos/hiperactivos-agresivos. Fuente: Orjales Villar, I . 2004
6
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Etiología
Hoy por hoy hemos de considerar que la etiología del trastorno por déficit de atención
con hiperactividad (TDAH) o trastorno hipercinético es desconocida ó responde a
múltiples etiologías posibles: ambientales, neuroquímicas/neuroanatómicas, lesión
cerebral, genética
Factores ambientales
Aunque muchos han sido los factores ambientales (tanto biológicos como psicosociales)
relacionados con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), hasta
la fecha ninguno (ni ninguna combinación de ellos) se ha demostrado como causa
necesaria y/o suficiente para la manifestación del trastorno.
Dentro de los factores biológicos destacan los eventos durante la gestación y pre
perinatales, tales como el consumo materno de tabaco, alcohol o drogas durante el
embarazo, toxemia, eclampsia, mala salud materna, menor edad de la madre, edad fetal
postmadura, parto prolongado, distrés fetal, bajo peso al nacer, hemorragias preparto,
etc. Los estudios a este respecto, no obstante, distan mucho de ser concluyentes, salvo a
la hora de presentar una serie de factores predisponentes a una mayor vulnerabilidad
general, no específica para el TDAH.
Los factores psicosociales, de igual modo, determinan más un riesgo psicopatológico
general que un riesgo concreto para patologías mentales concretas. Dentro de estos
factores de riesgo genérico, algunos investigadores encuentran una asociación positiva
entre el TDAH y el índice de factores de adversidad de Rutter (discordias maritales
severas, clase social baja, familia amplia, criminalidad paterna, trastorno mental
materno y acogimiento no familiar del niño). Estos factores tienden a aparecer como
predictores universales de adaptabilidad y salud psíquica, y en ciertos aspectos
(delincuencia paterna, conflictos familiares, clase social baja) podrían ser más una
expresión de la presencia en los padres del trastorno que su causa en el niño.
Así, los hallazgos sobre la contribución ambiental al TDAH deben interpretarse con
cautela, ya que muchos datos de función familiar y de adversidad tienen en su origen
una notable contribución de la herencia en términos biológicos, pudiendo deberse más a
la presencia en los padres de síntomas y trastornos similares a los hallados en sus hijos.
Estudios de neuroquímica
En la actualidad el TDAH una de las hipótesis más barajadas para explicar su etiología,
es una alteración neuroquímica de las vías de la dopamina y serotonina en los lóbulos
prefrontales y ganglios basales del cerebro, produciendo alteraciones en el sistema de
procesamiento de la información, ausencia de filtro a los estímulos con incapacidad para
distinguir entre las cuestiones importantes y las irrelevantes.
Estudios genéticos
Los estudios familiares realizados con muestras clínicas señalan hacia una agregación
familiar del trastorno, encontrando entre los padres de niños afectos un riesgo relativo
entre 2 y 8 veces superior al de la población normal de padecer ellos mismos el
trastorno. Recíprocamente, el riesgo calculado para un niño de sufrir el trastorno si uno
de los padres lo padece es del 57%.
En los estudios de adopción, los hermanos no biológicos de niños con TDAH tienen
menos riesgo de presentar el trastorno o trastornos asociados (tales como el trastorno
oposicionista o el trastorno de conducta) que los hermanos biológicos. Los estudios de
gemelos señalan una concordancia del trastorno del 50% al 80% en gemelos
monocigotos frente a un 29-33% en dicigotos, porcentaje este segundo similar al
7
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
encontrado en otros estudios para hermanos biológicos no gemelares. Además, el
examen de aquellos gemelos con una expresión clínicamente significativa de TDAH
revela una heredabilidad de más del 60% para las dimensiones de hiperactividad e
inatención, sugiriendo que cuanto más serio es el grado sintomatológico, más
fuertemente intervienen los factores genéticos en el trastorno. Gran parte de la varianza
(70-90%) del rasgo hiperactividad-impulsividad se debe a factores genéticos, pudiendo
incrementarse dicha contribución cuanto más extrema sea la manifestación clínica de
dicho rasgo.
Estudios de neuroimagen y neurotransmisores
El modelo de déficits cognitivos y alteraciones conductuales encontrado en los niños
con TDAH implica a las funciones ejecutivas y a la memoria de trabajo de forma
similar a como se aprecia en adultos con daños en el lóbulo frontal, lo que sugiere una
disfunción de la corteza frontal y/o de las regiones relacionadas funcionalmente con ésta
en las alteraciones neuropsicológicas subyacentes al TDAH. La evaluación de dicho
modelo se ha tratado de llevar a cabo mediante estudios de neuroimagen, tanto
estructural como funcional. Debe no obstante recalcarse que, debido a su precio y al
hecho de que son pruebas invasivas, las muestras utilizadas han sido habitualmente
pequeñas, y en ocasiones sesgadas (p. ej., en pacientes ingresados), por lo que su
representatividad y poder estadístico son cuestionables.
La mayor parte de los estudios estructurales (bien con tomografía axial computerizada,
bien con resonancia magnética nuclear), encuentran alguna evidencia de anomalías
estructurales cerebrales en los pacientes estudiados, en la corteza frontal derecha y en
los ganglios basales, lo que apoya la idea de un síndrome fronto-subcortical. La mayoría
de los estudios funcionales (PET, SPECT y RM funcional) realizados encuentran
igualmente disfunciones en el metabolismo o en el flujo cerebral de dichas áreas en
estos pacientes.
C) Diagnóstico Diferencial y Comorbilidad
Prevalencia e impacto socioeconómico
Es la psicopatología más frecuente en la infancia, ya que afecta aproximadamente al 35% de la población infantil. Además se calcula que afecta de un 5% a un 7% de los
niños en edad escolar, lo que supone que, que un aula ordinaria podemos encontrar con
facilidad de uno a tres niños con TDAH.
La prevalencia varía en los distintos trabajos publicados según la clasificación de los
criterios clínicos aceptada, la fuente de la información (padres, profesores), las
características socioculturales, etc., oscilando entre un 1.7 y un 17.8%..
Es más frecuente en el hombre que en la mujer: 4 a 1 para el subtipo predominio de
hiperactividad, 2 a 1 para el subtipo predominio de déficit de atención.
La persistencia de TDAH en edad adulta varía entre 11 a 68% de casos . En los
adultos disminuye la hiperactividad, persistiendo la impulsividad, la baja tolerancia a la
frustración, el menor nivel académico, la menor estabilidad social, emocional y familiar.
Los factores que se consideran predictores de persistencia son: los antecedentes
familiares de TDAH, la temprana comorbilidad con trastornos de conducta, la depresión
materna, la interacción negativa entre niño y padres, los desacuerdos entre los padres
sobre el abordaje de este problema. El pronóstico dependerá de su inteligencia, nivel
sociocultural, comorbilidad, apoyos escolares y sociales recibidos .
8
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Comorbilidad
Una de las dificultades del TDAH es que, con una elevada frecuencia, se presenta
acompañado de uno o más trastornos. Por lo tanto, es frecuente que el alumno/a con
TDAH presente además el siguiente perfil:
• TDAH y dificultades de aprendizaje (dificultad en el aprendizaje de las matemáticas
(DAM), de la escritura, de la lectura (DL), dislexia).
• TDAH y problemas perceptivo motores (deficiente coordinación motora y motricidad
fina).
• TDAH y trastornos del estado de ánimo (depresión y/o ansiedad).
• TDAH y trastorno negativista/desafiante (conducta oposicionista).
• TDAH y conductas agresivas (conductas agresivas-defensivas, de carácter más bien
impulsivo que se producen como una respuesta desmedida a lo que el niño interpreta
como una provocación o un ataque).
El grado de dificultad que este alumnado presenta depende de:
• La gravedad de la disfunción neurológica de fondo.
• La convivencia (o comorbilidad) con otros trastornos.
• El ajuste emocional y la autoestima.
• El grado en el que la educación recibida pueda influir en la moderación de los
síntomas.
La comorbilidad está presente en cerca de dos terceras partes de los niños remitidos a
consulta clínica por TDAH, incluyendo más del 50% de trastorno oposicionista
desafiante (TOD), 30 a 50% de trastorno de conducta (TC), 15 a 20% de trastornos
afectivos, y 20 a 25% de trastornos de ansiedad. El síndrome de Tourette y el trastorno
de tics crónico frecuentemente se presentan como comórbidos. En adolescentes,
también pueden aparecer abusos de sustancias. Recientes estimaciones de trastornos del
aprendizaje en TDAH los sitúan en un 10-25%, dependiendo de la población y de los
criterios usados. Los retrasos del habla y del lenguaje son también comunes.
En los siguientes cuadros podemos apreciar el grado de comorbilidad de los Trastornos
de Conducta.
Cuadro 2 y 3: Diagnóstico Diferencial y Comorbilidad. Fuente: EOE Especializado
TGC de Cádiz.
De este modo los trastornos más frecuentemente presentes junto al TDAH son:
: consiste en un patrón de conductas
negativistas, hostiles y desafiantes presente de forma persistente durante al menos 6
meses. Dichas conductas incluyen discusiones con adultos, rabietas y enfados, negativa
Trastorno de Conducta (TC): consiste en un patrón de conductas en el que se violan
sistemáticamente las normas sociales o legales y los derechos básicos de los demás, de
9
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
forma persistente y durante al menos un año. Pueden presentarse conductas agresivas
hacia personas y animales (intimidación y amenazas, peleas, uso de armas
potencialmente dañinas, crueldad física), destrucción de la propiedad, robos y mentiras
para eludir responsabilidades, y violaciones graves de las normas establecidas.
Trastornos de ansiedad: los trastornos de ansiedad y el TDAH son los dos
trastornos psiquiátricos más frecuentes en la infancia, y se dan a la vez en una misma
persona en aproximadamente un 25% de los casos. Por otra parte, la presencia de
TDAH aumenta por 3 el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad.
Trastornos afectivos: la mayor parte de los estudios sitúan el rango de presencia de
un trastorno afectivo en el TDAH (ya sea una depresión mayor o una distimia) en el 2030%, con un riesgo de padecerlos para estos niños 5 veces superior al de la población
normal. Algunos estudios han sugerido, además, que la coexistencia de ambos
trastornos señala hacia un peor pronóstico en el niño que los padece.
Trastornos del sueño: los niños con TDAH suelen presentar problemas tanto en la
conciliación del sueño (se retrasa) como en el mantenimiento de éste (se despiertan de
noche) y en su duración (se despiertan antes). Pueden presentar también somniloquio
(hablan dormidos), terrores nocturnos, pesadillas, movimientos involuntarios y
sonambulismo. Sin embargo, parece que la calidad de su sueño es sustancialmente
similar a la de los niños sin TDAH.
Trastorno de Tics y Síndrome de Gilles de la Tourette (SGT): hasta un 18% de los
niños pueden presentar un tic motor en la infancia, tasa que baja al 2% en la
adolescencia y al 1% en la vida adulta. La tasa de este síndrome es de un 0,4% en la
población normal. La presencia de un TDAH no parece incrementar particularmente
el riesgo de presentar un trastorno por tics, aunque el SGT sí presenta un riesgo
aumentado de presentar también un TDAH respecto a la población normal (un 35-70%
de niños SGT presentan también un TDAH).
Problemas de rendimiento académico: debido tanto a los propios síntomas del
TDAH como a la asociación de trastornos específicos del aprendizaje. Más de un 20%
presentan problemas específicos del aprendizaje (en lectura, escritura, matemáticas),
quizás relacionados con una posible ligazón genética entre ambos trastornos.
Lesiones y accidentes: el niño hiperactivo tiene 4 veces más posibilidades de sufrir
accidentes y lesiones graves (fracturas óseas, traumatismos cráneo-encefálicos, rotura
de dientes, etc.) que el niño sin este trastorno, debido a su impulsividad y a la presencia
de trastornos de la coordinación motora.
Diagnostico Diferencial
Se debe excluir que los síntomas puedan explicarse por otras patologías: hipoacusia,
trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia, depresión, ansiedad, trastornos
psicóticos, abuso de drogas, Sindrome Gilles de la Tourette, etc. Debe distinguirse el
TDAH primario con comorbilidad, de otro diagnóstico primario con características que
imitan al TDAH.
Existen factores familiares y psicosociales que pueden originar un cuadro similar al
TDAH: muerte de un familiar o amigo muy querido, padre o madre con trastorno
mental, adicción a alcohol o drogas, delincuente, ambiente poco afectivo, cambio
brusco de mejor a peor nivel socioeconómico.
10
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Diagnóstico
Criterios diagnósticos de la DSM-IV
A) (1) o (2)
1. Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por
lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en
relación con el nivel de desarrollo.
Falta de atención :
a) A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por
descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
b) A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades
lúdicas.
c) A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
d) A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u
obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a
incapacidad para comprender instrucciones).
e) A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
f) A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren
un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos).
g) A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes,
ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas).
h) A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
i) A menudo es descuidado en las actividades diarias.
2. Seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido
por lo menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa y poco lógica en
relación con el nivel de desarrollo.
a) A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento.
b) A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que
permanezca sentado.
c) A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo
(en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud).
d) A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
ocio.
e) A menudo “está ocupado” o suele actuar como si “ estuviera impulsado por un motor.
f) A menudo habla en exceso
(g) A menudo emite bruscamente las respuestas antes de haber sido terminadas las
preguntas.
(h) A menudo tiene dificultades para esperar su turno.
(i) A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ejemplo, se
entromete en conversaciones o juegos).
B. Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causan
alteraciones están presentes antes de los 7 años de edad.
C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más
ambientes (p. ejemplo, en la escuela y en casa).
11
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo del
funcionamiento social, académico o laboral.
E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno
generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican
mejor por la presencia de otro trastorno mental.
F. Se deben manifestar por encima de lo que se esperaría del niño/a dada su edad
cronológica, su edad mental y la educación recibida.
Existen tres subtipos según predomine la hiperactividad o la falta de atención:
1.- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado:
si se satisfacen los Criterios A1 y A2 durante los últimos 6 meses.
2.- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del
déficit de atención: si se satisface el Criterio A1, pero no el Criterio A2 durante los
últimos 6 meses.
3.- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio
hiperactivo-impulsivo: si se satisface el Criterio A2, pero no el Criterio A1 durante los
últimos 6 meses.
También se utilizan los criterios del manual CIE-10: Trastornos mentales y del
comportamiento. Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico, elaborado por la
Organización Mundial de la Salud, que sigue unos parámetros semejantes a los
anteriormente expuestos del DSM IV.
Criterios de investigación CIE–10 para el trastorno hipercinético
Déficit de atención
1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido
en las labores escolares y en otras actividades.
2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego.
3. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.
4. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras
misiones.
5. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades.
6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas tales como los
deberes escolares que requieren un esfuerzo mental mantenido.
7. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, tales como
material escolar, libros, etc.
8. Fácilmente se distrae ante estímulos externos.
9. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias
Hiperactividad
1. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies o removiéndose
en su asiento.
2. Abandona el asiento en la clase o en otras situaciones en las que se espera que
permanezca sentado.
3. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
4. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse
tranquilamente en actividades lúdicas.
5. Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable
sustancialmente por los requerimientos del entorno social.
12
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Impulsividad
1. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas
completas.
2. A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo.
3. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
4. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social, académico
o laboral.
maniaco, episodiodepresivo o trastorno de ansiedad.
3.2. TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE
A) Concepto
El Trastorno de negativismo desafiante se define por un patrón persistente de conducta
negativista, hostil y desafiante, excesivo para el contexto sociocultural y el nivel de
desarrollo del niño/a y que le causa un deterioro significativo en su funcionamiento
social. El DSM-IV sitúa al Trastorno de Negativismo Desafiante dentro de los
Trastornos de Comportamiento Perturbador y Déficit de Atención.
El trastorno negativista desafiante es un trastorno del comportamiento, normalmente
diagnosticado en la niñez, que se caracteriza por comportamientos no cooperativos,
desafiantes, negativos, irritables y enojados hacia los padres, compañeros, maestros y
otras personas en posición de autoridad. La angustia y la preocupación que los niños y
adolescentes que tienen este trastorno provocan en los demás son mayores que las que
ellos mismos experimentan.
El trastorno negativista desafiante es una categoría nosológica incluida en el Manual
Diagnóstico y Estadístico (DSM-IV) de la American Psychiatric Association, donde es
descrito como un patrón continuo de comportamiento desobediente, hostil y desafiante
hacia las figuras de autoridad, el cual va más allá de la conducta infantil normal.
El TND abarca un patrón de conductas que implica discusiones continuas, desafiar las
reglas y las peticiones, oponerse a las figuras de autoridad y berrinches. Puede incluir
otras características como molestar a otras personas deliberadamente, enojarse con
facilidad, tener dificultades para dejar pasar las cosas, inflexibilidad, el uso de
palabrotas y culpar a otros por las faltas propias.
13
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
B) Características y Etiología
Incidencia: Las estadísticas indican que el trastorno negativista desafiante afecta a entre
un 10 por ciento y un 15 por ciento de los niños y adolescentes de la población general
y es más común en los niños que en las niñas.
El DSM-IV cita una prevalencia de entre 2 y 16% para el TND.
La prevalencia de los Trastornos de conducta parece estar incrementándose en el curso
de los últimos años. El DSM-IV lo sitúa entre un 6% en niños, y entre el 2% y 9% para
las niñas. Por otro lado parecen encontrarse más casos en el ámbito urbano que en el
rural.
El trastorno negativista desafiante está asociado con el trastorno disocial. Sin
tratamiento, alrededor de 52% de los niños con TND continúa cumpliendo con los
criterios y alrededor de la mitad de ese 52% llegarán hacia un trastorno disocial.
Etiología: La aparición de los problemas de conducta depende de varios factores que
incluyen el temperamento del niño, la capacidad del niño de acuerdo con su desarrollo,
las oportunidades que tiene el individuo de variar el comportamiento, factores familiares
y cuestiones sociales más amplias (como la pobreza o el acceso al tratamiento). Si bien
puede haber indicios de un temperamento difícil antes de los 3 años, es entre los 3 y 7
años cuando los síntomas del TND se tornan lo suficientemente problemáticos como
para determinar un mal
funcionamiento diario y el padecimiento del niño y su familia.
Causas: El TND no es “causado” por un solo factor. Por lo general, pueden colaborar
varios grupos de factores diferentes.
Las características del niño (tendencia a la irritabilidad, alto grado de actividad, etc.), de
los padres (imposición de una disciplina ineficiente o inconstante, depresión,
impulsividad, etc.), de la familia (como desavenencias matrimoniales) y del entorno
social (como la pobreza) influyen por separado o en forma combinada en el desarrollo
de los problemas de conducta. Estos factores también pueden verse afectados entre sí.
Por ejemplo: la falta de una disciplina uniforme puede contribuir con el comportamiento
desafiante, al igual que la conducta desafiante crónica puede llevar a lo padres a sentirse
impotentes y cambiar su enfoque sobre la crianza.
Aunque la mayoría de las investigaciones nos ofrecen escasa información sobre las
claves causales de los Trastornos de Conducta, al menos nos permiten suponer que en la
etiología del trastorno juegan un papel fundamental los factores genéticos y
ambientales.
a) Factores Genéticos. Hoy en día parece demostrar que en los niños/as con estos
trastornos existen factores herederos de tipo neurofisiológicos, psicofisiológicos y
bioquímico, que predispondrían al sujeto a manifestar conductas infantiles aversivas y
dificultades en el aprendizaje.
b) Factores Ambientales. Juegan también un papel determinante en la génesis y
desarrollo de los Trastornos de Conducta. Responsable de que el individuo desarrolle
14
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
adecuados intercambios con el ambiente, va a ser en gran parte la familia, que se
constituye no sólo como el entorno en el que más frecuentemente está el individuo sino
también como lugar en el que acontecen los principales aprendizajes del sujeto.
Los frecuentes conflictos matrimoniales pueden generar en el niño conductas agresivas
incluso ya desde muy temprano. Y las pautas educativas e interacciones familiares
parecen jugar también un importante papel. Elementos como el rechazo paterno, la
permisividad frente a la agresión, una agresiva tendencia a castigar, una deficiente
comunicación padres e hijos y las relaciones agresivas con los hermanos, contribuyen a
la aparición del Trastorno de Conducta tanto de forma indirecta como directa.
Prevención: Algunos expertos creen que en el desarrollo del trastorno negativista
desafiante se produce una secuencia de experiencias específicas. Esta secuencia puede
iniciarse con la ineficacia por parte de los padres, seguida de dificultades con otras
personas en posición de autoridad y malas relaciones con los compañeros. A medida
que estas experiencias se exacerban y persisten, el comportamiento de oposición y
desafiante se transforma en un patrón de comportamiento. La detección precoz y la
intervención en las experiencias negativas familiares y sociales pueden servir para
alterar la secuencia de experiencias que llevan a conductas más negativas y desafiantes.
La detección temprana y la intervención con habilidades más efectivas de
comunicación, de crianza, de resolución de conflictos y de control de la ira pueden
alterar el patrón de comportamientos negativos y disminuir la interferencia del
comportamiento negativista y desafiante en las relaciones interpersonales con los
adultos y los compañeros, y en el ámbito escolar y social. El objetivo principal de la
intervención temprana es favorecer el crecimiento y el proceso de desarrollo del niño o
adolescente que tiene el trastorno negativista desafiante para mejorar su calidad de vida
C) Diagnóstico Diferencial
Los padres, maestros y otras personas en posición de autoridad del entorno del niño o
del adolescente suelen identificar al niño o adolescente que tiene TND. No obstante, un
psiquiatra infantil o un profesional de la salud mental capacitado normalmente
diagnostica el TND en los niños y adolescentes. Una historia detallada del
comportamiento del niño por parte de los padres y maestros, observaciones clínicas del
comportamiento del niño y, algunas veces, un examen psicológico contribuyen a
realizar el diagnóstico. Los padres que advierten síntomas de TND en sus niños o hijos
adolescentes pueden ayudar procurando una evaluación y tratamiento tempranos. El
tratamiento temprano puede prevenir a menudo problemas futuros.
Además, el trastorno negativista desafiante a menudo se manifiesta junto con otros
trastornos de la salud mental, como los trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, de
conducta y el trastorno hiperactivo de déficit de atención, aumentando la necesidad de
un diagnóstico y un tratamiento tempranos.
Criterios del DSM-IV
Para cumplir los criterios del DSM-IV-TR, deben tomarse en cuenta ciertos factores.
Primero, la conducta desafiante debe ser lo suficientemente severa como para interferir
con su habilidad para funcionar en la escuela, en la familia o en el entorno social.
15
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Segundo, la conducta desafiante no proviene de algún otro trastorno, tal como la
depresión, ansiedad o un trastorno de conducta de mayor severidad (de tal manera que
entonces no sería un trastorno en sí sino parte del otro trastorno). Tercero, las conductas
problema del niño o niña han estado sucediendo por lo menos durante seis meses.
Criterios diagnósticos:
1. Un patrón de conducta negativista, hostil y desafiante que ha durado al menos
seis meses, durante los cuales cuatro o más de los siguientes están presentes:
Nota: Considérese cumplido un criterio sólo si el comportamiento ocurre más
frecuentemente de lo que es típico para individuos de una edad y nivel de desarrollo
comparables.
1.
1. Pierde los estribos frecuentemente
2. Discute con adultos frecuentemente
3. Activamente desafía o rehúsa a acatar las peticiones o reglas de los
adultos, frecuentemente
4. Deliberadamente irrita a la gente, frecuentemente
5. Frecuentemente culpa a otros por sus errores o mala conducta
6. Con frecuencia es fácilmente irritado por los demás
7. Con frecuencia está enojado y resentido
8. Con frecuencia es rencoroso o vengativo
2. La alteración en la conducta causa un impedimento clínicamente significativo en
su funcionamiento social, académico u ocupacional.
3. Las conductas no ocurren exclusivamente durante el curso de un trastorno
psicótico o del estado de ánimo.
4. No se cumplen los criterios para trastorno disocial y, si el individuo tiene 18
años o más, los criterios no se cumplen para el trastorno de personalidad
antisocial.
Si el niño o niña cumple al menos cuatro de los anteriores criterios, y si están
interfiriendo con su habilidad para funcionar, entonces técnicamente cumple con la
definición.
La mayoría de los síntomas observados en niños y adolescentes que tienen el trastorno
negativista desafiante también se observa a veces en niños que no lo padecen,
especialmente alrededor de los 2 ó 3 años de edad o durante la adolescencia. Muchos
niños, especialmente cuando están cansados, con hambre o disgustados, tienden a
desobedecer, discutir con sus padres y desafiar la autoridad. Sin embargo, en los niños y
adolescentes que tienen el trastorno negativista desafiante, estos síntomas ocurren de
forma más frecuente e interfieren con el aprendizaje, el ajuste a la escuela y, algunas
veces, con las relaciones del niño (o adolescente) con los demás.
16
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
3.3. TRASTORNO DISOCIAL
Características diagnósticas
La característica esencial del trastorno disocial es un patrón de comportamiento
persistente y repetitivo en el que se violan los derechos básicos de los otros o
importantes normas sociales adecuadas a la edad del sujeto (Criterio A). Estos
comportamientos se dividen en cuatro grupos: comportamiento agresivo que causa daño
físico o amenaza con él a otras personas o animales (Criterios A1-A7), comportamiento
no agresivo que causa pérdidas o daños a la propiedad (Criterios A8-A9), fraudes o
robos (Criterios A10-A12) y violaciones graves de las normas (Criterios A13-A15).
Tres (o más) comportamientos característicos deben haber aparecido durante los
últimos 12 meses y por lo menos un comportamiento se habrá dado durante los últimos
6 meses. El trastorno del comportamiento provoca deterioro clínicamente significativo
de la actividad social, académica o laboral (Criterio B). El trastorno disocial puede
diagnosticarse en individuos mayores de 18 años, pero sólo si se cumplen los criterios
de trastorno antisocial de la personalidad (Criterio C). El patrón de comportamiento
suele presentarse en distintos contextos como el hogar, la escuela o la comunidad.
Puesto que los sujetos con trastorno disocial tienden a minimizar sus problemas
comportamentales,
el clínico con frecuencia debe fiarse de otros informadores. Sin embargo, el
conocimiento que el informador tiene de los problemas comportamentales del niño
puede estar limitado por una supervisión inadecuada o porque el niño no los haya
revelado.
Los niños o adolescentes con este trastorno suelen iniciar comportamientos
agresivos y reaccionar agresivamente ante otros. Pueden desplegar una comportamiento
fanfarrón, amenazador o intimidatorio (Criterio A1); iniciar peleas físicas frecuentes
(Criterio A2); utilizar un arma que puede provocar daño físico grave (p. ej., bate,
ladrillo, botella rota, navaja, o pistola) (Criterio A3); ser cruel físicamente con personas
(Criterio A4) o animales (Criterio A5); robar enfrentándose a una víctima (p. ej., ataque
con violencia, arrebatar bolsos, extorsión o robo a mano armada) (Criterio A6); o forzar
a otro a una actividad sexual (Criterio A7). La violencia física puede adoptar la forma
de violación, asalto o, en raros casos, homicidio.
La destrucción deliberada de la propiedad de otras personas es un hecho
característico de este trastorno y puede incluir el prender fuego deliberadamente con la
intención de provocar daños graves (Criterio A8) o destruir deliberadamente la
propiedad de otras personas de distintos modos (p. ej., romper vidrios de automóviles,
vandalismo en la escuela) (Criterio A9).
Los fraudes o robos son frecuentes y pueden incluir el violentar el piso, la casa,
o el automóvil de otra persona (Criterio A10); a menudo los sujetos mienten o rompen
promesas con el fin de obtener bienes o favores, o evitar deudas u obligaciones (p. ej.,
«timar» a otros) (Criterio A11); o roban objetos de cierto valor sin enfrentamiento con
la víctima (p. ej., robos en tiendas, falsificaciones) (Criterio A12).
17
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Característicamente, los sujetos que presentan este trastorno incurren también en
violaciones graves de las normas (p. ej., escolares, familiares). Los niños con este
trastorno y antes de los 13 años de edad, permanecen fuera de casa en horas nocturnas a
pesar de las prohibiciones de sus padres (Criterio A13). Pueden existir fugas de casa
durante la noche (Criterio A14). Para que sea considerado como síntoma de trastorno
disocial la fuga debe haber ocurrido por lo menos dos veces (o sólo una vez si el sujeto
no regresó durante un período de tiempo prolongado). Los episodios de fuga que
ocurren como consecuencia directa de abuso físico o sexual no se califican típicamente
en este criterio. Los niños con este trastorno pueden hacer novillos en la escuela con
frecuencia, iniciándolos antes de los 13 años de edad (Criterio A15). En sujetos mayores
este comportamiento se manifiesta con frecuencia con ausencias del trabajo sin razones
que lo justifiquen.
Subtipos
En función de la edad del inicio del trastorno se han establecido dos subtipos de
trastorno disocial (tipo de inicio infantil y tipo de inicio adolescente). Los subtipos
difieren en cuanto a la naturaleza característica de los problemas de comportamiento
que presentan, curso evolutivo y pronóstico, y proporción por sexos. Ambos subtipos
pueden presentarse de manera leve, moderada o grave. Al evaluar la edad de inicio, la
información debe obtenerse preferentemente del interesado y de sus cuidadores. Puesto
que muchos de los comportamientos permanecen a veces ocultos, los cuidadores pueden
exponer menos síntomas de los reales y sobreestimar la edad de inicio.
Tipo de inicio infantil. Este subtipo se define por el inicio de por lo menos una
característica de trastorno disocial antes de los 10 años de edad. Los sujetos con el tipo
de inicio infantil suelen ser varones, frecuentemente despliegan violencia física sobre
los otros, tienen unas relaciones problemáticas con sus compañeros, pueden haber
manifestado un trastorno negativista desafiante durante su primera infancia y
usualmente presentan síntomas que satisfacen todos los criterios de trastorno disocial
antes de la pubertad. Estos sujetos tienden a experimentar un trastorno disocial
persistente y a desarrollar un trastorno antisocial de la personalidad en la época adulta
más a menudo que los sujetos con un tipo de inicio adolescente.
Tipo de inicio adolescente. Este subtipo se define por la ausencia de
características de trastorno disocial antes de los 10 años de edad. Comparados con los
sujetos con el tipo de inicio infantil, tienden menos a desplegar comportamientos
agresivos y a tener más relaciones normativas con compañeros (aunque frecuentemente
plantean problemas de comportamiento en compañía de otros). Estos sujetos son menos
propensos a sufrir un trastorno disocial persistente o a desarrollar en la vida adulta un
trastorno antisocial de la personalidad. La proporción de varones a mujeres con
trastorno disocial es inferior en el tipo de inicio adolescente que en el tipo de inicio
infantil.
Síntomas y trastornos asociados
Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Los sujetos con
trastorno disocial pueden tener escasa empatía y poca preocupación por los
sentimientos, los deseos y el bienestar de los otros. Especialmente en situaciones
ambiguas, los sujetos agresivos afectos de este trastorno frecuentemente perciben mal
18
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
las intenciones de los otros, interpretándolas como más hostiles y amenazadoras de lo
que lo son en realidad, respondiendo con agresiones que en tal caso consideran
razonables y justificadas. Pueden ser insensibles, careciendo de sentimientos apropia
dos de culpa o remordimiento. A veces es difícil evaluar si el remordimiento
experimentado es genuino, puesto que estos sujetos aprenden que la manifestación de
culpa puede reducir o evitar el castigo. Los sujetos con trastorno disocial pueden estar
dispuestos a dar informaciones acerca de sus compañeros e intentan acusar a otros de
sus propias fechorías. La autoestima es usualmente baja, aunque el sujeto puede
proyectar una imagen de «dureza». Escasa tolerancia a la frustración, irritabilidad,
arrebatos emocionales e imprudencia son características frecuentemente asociadas.
Las tasas de accidentes parecen ser superiores en los sujetos con trastorno
disocial en comparación con otros que no padecen este trastorno. El trastorno disocial
suele asociarse a un inicio temprano de la actividad sexual, beber, fumar, consumir
sustancias ilegales e incurrir en actos temerarios y peligrosos. El consumo de sustancias
ilegales puede incrementar el riesgo de persistencia del trastorno disocial. Los
comportamientos propios del trastorno disocial pueden dar lugar a suspensiones o
expulsiones escolares, problemas en la adaptación laboral, conflictos legales,
enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y lesiones físicas
producidas en accidentes o peleas. Estos problemas pueden impedir la asistencia a
escuelas ordinarias o vivir con los padres o en un hogar adoptivo. La ideación suicida,
las tentativas de suicidio y los suicidios consumados se dan con una frecuencia superior
a la esperable. El trastorno disocial puede asociarse a un nivel intelectual inferior al
promedio.
El rendimiento académico, especialmente en lectura y otras habilidades verbales,
suele situarse por debajo del nivel esperado en función de la edad e inteligencia del
sujeto, pudiendo justificar el diagnóstico adicional de trastorno del aprendizaje o de la
comunicación. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es frecuente en
niños con trastorno disocial. El trastorno disocial también puede asociarse a uno o más
de los siguientes trastornos mentales: trastornos del aprendizaje, trastornos de ansiedad,
trastornos del estado de ánimo y trastornos relacionados con sustancias. Los siguientes
factores predisponen al desarrollo de un trastorno disocial: rechazo y abandono por
parte de los padres, temperamento infantil difícil, prácticas educativas incoherentes con
disciplina dura, abusos físicos o sexuales, carencia de supervisión, primeros años de
vida en instituciones, cambios frecuentes de cuidadores, familia numerosa, asociación a
un grupo de compañeros delincuentes y ciertos tipos de psicopatología familiar.
Criterios para el diagnóstico de Trastorno disocial según el DSM-IV-TR:
A. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los
derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad,
manifestándose por la presencia de tres (o más) de los siguientes criterios durante los
últimos 12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses:
Agresión a personas y animales
(1) a menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros
(2) a menudo inicia peleas físicas
19
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
(3) ha utilizado un arma que puede causar daño físico grave a otras personas (p. ej.,
bate, ladrillo, botella rota, navaja, pistola)
(4) ha manifestado crueldad física con personas
(5) ha manifestado crueldad física con animales
(6) ha robado enfrentándose a la víctima (p. ej., ataque con violencia, arrebatar bolsos,
extorsión, robo a mano armada)
(7) ha forzado a alguien a una actividad sexual
Destrucción de la propiedad
(8) ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves
(9) ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de provocar
incendios)
Fraudulencia o robo
(10) ha violentado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona
(11) a menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones (esto es,
«tima» a otros)
(12) ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (p. ej. robos en
tiendas, pero sin allanamientos o destrozos; falsificaciones)
Violaciones graves de normas
(13) a menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas,
iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad
(14) se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la
casa de sus padres o en un hogar sustitutivo (o sólo una vez sin regresar durante un
largo período de tiempo)
(15) suele hacer novillos en la escuela, iniciando esta práctica antes de los 13 años de
edad
B. El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad
social, académica o laboral.
C. Si el individuo tiene 18 años o más, no cumple criterios de trastorno antisocial de la
personalidad.
Especificar el tipo en función de la edad de inicio:
Tipo de inicio infantil: se inicia por lo menos una de las características criterio de
trastorno disocial antes de los 10 años de edad.
Tipo de inicio adolescente: ausencia de cualquier característica criterio de trastorno
disocial antes de los 10 años de edad.
20
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
Responsables
La responsabilidad y gestión del proceso diagnóstico recae en los servicios de
salud mental. Los informantes con más validez son la familia, los profesionales de
educación, bienestar social y agentes judiciales y policiales (si hubiesen intervenido).
Procedimientos
El diagnóstico del Trastorno Disocial se alcanza a través de la aplicación de
técnicas basadas en la observación y el registro de comportamientos, la entrevista y en
la recopilación de datos de expedientes, informes e historiales. Debido a la alta
comorbilidad del TD con otros trastornos como el TDA-H o el Trastorno negativista
desafiante (la génesis del TD suele presentarlos en sus fases iniciales) es preciso
establecer procedimientos que permitan diferenciar la sintomatología propia de cada
uno de ellos.
Diagnóstico diferencial
Trastorno Negativista Desafiante:
Si bien es cierto que el TD comparte varias características con este trastorno, en éste no
se incluye el patrón persistente de agresión, ni violación de los derechos básicos de los
demás. En el caso de que se cumplan las características para el diagnóstico de ambos
trastornos se debe diagnosticar Trastorno Disocial.
Trastorno por Déficit de atención con hiperactividad (TDA-H):
El TDA-H implica la presencia de un comportamiento hiperactivo que puede ser
perturbador, pero que sin embargo no suele violar las normas sociales básicas. En caso
de que se cumplan los criterios para ambos trastornos se deben diagnosticar ambos.
Trastornos del estado de Ánimo:
Es muy probable que, o bien los trastornos del estado de ánimo constituyan un correlato
de la presencia de un TD o viceversa, que el trastorno de conducta se derive de un
trastorno del estado de ánimo de base. Ante la presencia del cumplimiento de ambos, se
deben diagnosticar los dos.
Trastorno Antisocial de la Personalidad:
Este trastorno puede presentar conductas muy similares y suele formar parte del curso
normal de los trastornos disociales, sólo se diagnóstica después de cumplidos los 18
años, en cambio el TD rara vez comienza después de los 16 años.
3.4.
TRASTORNO
ESPECIFICADO:
DE
COMPORTAMIENTO
PERTURBADOR
NO
Esta categoría incluye trastornos caracterizados por un comportamiento negativista
desafiante que no cumple los criterios de trastorno disocial ni de trastorno negativista
21
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
desafiante. Por ejemplo, incluye cuadros clínicos que no cumplen todos los criterios ni
de trastorno negativista desafiante ni de trastorno disocial, pero en los que se observa
deterioro clínicamente significativo.
4.- INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN LOS TGC
4.1.- EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA
4.1.1. Detección: Protocolo de derivación
Los centros escolares deberían disponer de un protocolo de detección e
identificación del alumnado con comportamientos problemáticos. Cuando el profesor/a
sospecha que un alumno/a puede estar afectado por TGC deberá actuar de la siguiente
manera:
• Rellenar una hoja de derivación al Departamento de Orientación.
• El orientador/a analiza conjuntamente con el equipo docente del alumno/a toda
la información recogida para poder elaborar la evaluación psicopedagógica. También
realizará observación directa dentro del aula y apuntará el tipo de conductas que realiza
el alumno/a, su frecuencia e intensidad, momentos, respuesta de los compañeros y del
profesorado ante dichas conductas.
• La evaluación psicopedagógica se basará en:
 Entrevista familiar: consentimiento por escrito de la familia para la
evaluación psicopedagógica. Detección de indicadores en la casa.
 Observación del alumno/a en diferentes entornos del centro, evaluación
individual con pruebas estandarizadas y recogida y análisis del conjunto
de datos más relevantes del proceso de enseñanza-aprendizaje, escalas de
observación, etc.
• Derivación a otros servicios externos que puedan ayudar en la confirmación del
diagnóstico de TDAH: pediatría para derivar a especialistas (neurólogo, psiquiatría
infantil, si se estima necesario), servicios sociales comunitarios y/o especializados,
USMI, Equipo Técnico Provincial Especializado en Trastornos Graves de Conducta,
Justicia.
A continuación presentamos un ejemplo de protocolo: “Protocolo de
coordinación de actuaciones educativas y sanitarias en la detección y diagnóstico del
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad TDA-H”. Consejería de Educación y
Cultura y de Sanidad y Consumo de la Región de Murcia.
22
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
FASE INICIAL DE DETECCIÓN
SOSPECHA TDATDA-H
FAMILIA
PEDIATRA
PROFESOR
EQUIPO ORIENTACIÓ
ORIENTACIÓN EDUCATIVA PSICOPEDAGÓ
PSICOPEDAGÓGICA:
VALORACIÓ
VALORACIÓN DEL NIÑ
NIÑO
ESCALA CONNERS
PROFESORES
ESCALA CONNERS
PADRES
OBSERVACIÓN
AULA
ENTREVISTA
PADRES
¿CUMPLE CRITERIOS POSIBLE TDA-H?
SI
NO
EVALUACIÓN
EOEP
NIVEL COMPETENCIA
CURRICULAR
ESTILO DE
APRENDIZAJE
VALORACIÓN OTRA
PROBLEMÁTICA
CAPACIDAD
INTELECTUAL
NO
¿CUMPLE CRITERIOS POSIBLE TDA-H?
SI
INFORME DE DERIVACIÓN
FAMILIA
¿Autorización y/o consentimiento
informado?
SI
NO
INFORME DE VALORACION
PEDIATRA
AS. SOCIALES
23
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
DESCRIPCIÓN DEL PROTOCOLO DE COORDINACIÓN
FASE INICIAL DE DETECCIÓN
El objetivo de esta fase inicial de detección es divisar a aquellos niños que
pueden presentar la condición o característica de DA-H pues manifiestan
comportamientos que podrían explicarse por el TxDA-H.
Esta detección no permite diagnosticar a quienes presentan TxDA-H, pero todos
los niños con TxDA-H estarían incluidos en el grupo de detectados.
La detección parte de la sospecha de TxDA-H de la familia/padres/tutores, del
pediatra o desde el mismo centro escolar del profesor o tutor. En cualquier caso se
pondrán en contacto con el Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica
(EOEP) bien acudiendo directamente al mismo en el centro o telefónicamente1.
El EOEP realiza la valoración del niño mediante la observación del niño, la
entrevista con la familia/padres/tutores y la utilización de instrumentos y escalas de
conducta para padres y profesores2.
Cuando el resultado del análisis de estos procedimientos muestra indicadores de
posible TxDA-H, el EOEP evalúa el Nivel de Competencia Curricular del niño, la
Capacidad Intelectual y el Estilo de aprendizaje.
Si de estas últimas evaluaciones se sigue confirmando la presencia de
indicadores de posible TxDA-H, el EOEP realiza un informe de derivación con los
resultados de todas las pruebas y las conclusiones al respecto, informa a la
familia/padres/tutores y solicita autorización o consentimiento informado3 de estos para
trasladar el caso a su pediatra4 para valoración complementaria destinada a confirmar o
descartar diagnóstico así como para tratamiento.
En el caso de que padres o tutores del niño no autoricen y el EOEP considere la
necesidad de seguir el caso, se realizará un informe de derivación a Asuntos Sociales
para la valoración.
24
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
FASE INTERMEDIA DE DETECCIÓN-IDENTIFICACIÓN
PEDIATRA
VALORACIÓ
VALORACIÓN
INFORME
DE EOEP
ANAMNESIS
ENTREVISTA
DINÁMICA
FAMILIAR
VALORAR
EXAMENES
COMPLEMENTARIOS
EXPLORACIÓN
NIÑO
¿CUMPLE CRITERIOS POSIBLE TDA-H?
NO
SI
INFORMACIÓN
FAMILIA
¿Consentimiento informado?
NO
INFORME A EOEP:
INFORME DE PEDIATRA
SI
INFORME DE VALORACION
INFORME DE PEDIATRA,
HOJA DE INTERCONSULTA
INFORME DE EOEP
AS. SOCIALES
SALUD MENTAL
25
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
FASE INTERMEDIA DE DETECCIÓN-IDENTIFICACIÓN
El objetivo de la fase intermedia de detección-identificación es descartar, de
entre los niños detectados previamente como posible TxDA-H, a aquellos que no
presentan características específicas de este trastorno, identificar la ausencia de
indicadores específicos o la presencia de indicadores que corresponden a otro trastorno,
realizar un diagnostico diferencial y valorar en el niño otros trastornos que se
interpretan como DA-H.
Esta fase comienza en la consulta del pediatra, con el informe de derivación del
EOEP, el niño y los padres o tutores. La evaluación pediátrica incluye la valoración de
dicho informe, anamnesis pertinente, valoración de la dinámica familiar y la
exploración del niño, así mismo, el pediatra valorará la necesidad de realizar exámenes
clínicos complementarios.
Cuando el resultado de esta evaluación muestra indicadores de posible TxDA-H
se informa a la familia y se pide el consentimiento informado5 para valoración por parte
de Salud Mental. El pediatra realiza hoja de interconsulta a Salud Mental6.
En el caso de que padres o tutores del niño no consientan la derivación, el
pediatra lo pondrá en conocimiento del EOEP para la valoración por parte de Asuntos
Sociales.
Cuando el resultado descarta TxDA-H, el pediatra informa a la familia y remite
informe a EOEP para intervención escolar.
26
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
FASE FINAL DE IDENTIFICACION Y VALORACION
SALUD MENTAL
VALORACIÓ
VALORACIÓN
INFORME
DE EOEP
INFORME DE
PEDIATRA
ENTREVISTA
NIÑO
ENTREVISTA
PADRES
VALORACIÓN
CLÍNICA SM
¿CUMPLE CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO TDA-H?
NO
SI
DIAGNÓSTICO
PROPUESTA INTERVENCION TERAPEÚTICA
INFORME A EOEP
Y A PEDIATRA
Consentimiento informado
de la familia
NO
SI
INFORME DE VALORACION
PEDIATRA
AS. SOCIALES
EOEP
PEDIATRA
PLAN DE ACTUACIÓ
ACTUACIÓN Y SEGUIMIENTO
27
Abordaje del alumnado con Trastornos Graves de Conducta
FASE FINAL DE IDENTIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO
Esta fase pone de manifiesto el diagnostico de TxDA-H en aquellos niños que
presentan de forma clara e inequívoca las características especificas de este trastorno, el
diagnóstico de cualquier otro problema si no presenta TxDA-H, así como permite
obtener información sobre las características relevantes y pertinentes para el Diseño de
un Plan Interdisciplinar de Actuación y Seguimiento.
Comienza en la consulta de Salud Mental e incluye la valoración de los informes
del EOEP y del pediatra, una entrevista con el niño, entrevista con los padres y las
exploraciones y pruebas complementarias pertinentes.
Cuando el resultado de estas evaluaciones concluye con el diagnóstico de
TxDA-H, el profesional de Salud Mental inicia tratamiento y elabora un informe con
dicho diagnóstico. De este informe, envía copia7 a EOEP y a pediatra, así como
proporciona a la familia/padres/tutores toda la información oral y escrita necesaria para
el seguimiento. En caso de negativa por parte de éstos, firmarían responsabilidad de la
decisión.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Cuando la sospecha parte desde el pediatra, derivará al EOEP del centro escolar para una valoración
psicopedagógica. Cada pediatra dispondrá en el centro de salud de un directorio de los EOEP de los
centros escolares que les corresponda por zona de salud.
Escala de Conners.
Solo en el caso de negativa a seguimiento, familia/padres/tutores firmarán un documento de
responsabilidad ante la no autorización.
El EOEP remite el informe por correo postal al pediatra. Cada EOEP dispondrá de un directorio con
los teléfonos y direcciones de los Centros de Salud y pediatras correspondientes.
Modelo de Consentimiento Informado.
Envío del informe por correo interno: Directorio de Centros de Salud Mental. Si se dan las
condiciones y así lo considera el pediatra, éste podrá comenzar el tratamiento oportuno que será
seguido por Salud Mental.
El informe se envía por correo postal al EOEP y a pediatra. El Centro de Salud Mental dispondrá de
un
directorio
de
los
EOEP.
28
4.1.2.- Instrumentos
Los procedimientos más utilizados son:
• Las entrevistas y cuestionarios (al alumno/a, a sus familiares directos, al
profesorado…).
• La observación y registro de conductas, ejecuciones y rendimientos.
• Las pruebas estandarizadas (de atención, memoria, aptitudes generales y
específicas…).
• Las pruebas biomédicas (TACs, electroencefalogramas, cariotipos…) para
establecer el diagnóstico diferencial en el caso de comorbilidades.
Algunos de los instrumentos más habitualmente utilizados durante la evaluación
psicopedagógica son:
a) Entrevista con la familia
Observaciones: si no se ha detectado en Educación Secundaria del mismo modo habrá
que profundizar en su historia evolutiva y escolar. La entrevista recogerá:
- En un primer momento se explica a la familia el objetivo de la misma, la
detección de las dificultades en el centro educativo y se recabará por escrito su
consentimiento para la evaluación psicopedagógica. A continuación se procede a
recoger información sobre aspectos:
- Prenatales-perinatales: si hubo abusos de ansiolíticos, antidepresivos o
sustancias psicotrópicas, si hay en la familia algún miembro con TDAH, si fue un
embarazo de riesgo, peso del niño al nacimiento, escala de Apgar, etc.
- Hitos evolutivos: control céfalo-caudal, lenguaje, desarrollo motor, control de
esfínteres, etc
- Educación Infantil: adaptación al curso, relaciones interpersonales, si hubo
excesivo movimiento, desapego de los padres, etc.
- Educación Primaria: cómo adquirió la lectoescritura, cómo es su nivel de
atención dentro del aula, si hay que estar constantemente supervisando su trabajo, si hay
que llamarle muchas veces la atención para que esté sentado, si se han aplicado
correctivos (cuáles y con qué frecuencia), cómo es la relación con sus compañeros de
clase, etc.
- En casa: detectar estilo parental de los padres (si son permisivos, autoritarios,
democráticos), relaciones con todos los miembros de la familia, rutinas y orden en los
hábitos diarios (sitio de estudio-planificación-si estudia solo-agenda, si ordena la
habitación, horas de sueño, si se despierta por la noche, alimentación a lo largo del día,
etc).
- Finalmente se reparten los cuestionarios pertinentes (cuya información ó
modelos se adjunta). Se le da un tiempo a la familia para rellenarlos, explicando
previamente el contenido de los mismos.
- Si se aprecia, se podrá orientar en esta primera entrevista a la familia sobre
patrones de conducta en casa, así como establecer compromisos de trabajo y estudio con
el centro educativo.
- Será necesario más entrevistas para el seguimiento de las mismas e informar a
los padres del resultado de la evaluación psicopedagógica y la conveniencia o no de
derivar a otros especialistas. Será muy importante seguir orientando a los mismos en
todo momento y aunar actuaciones en casa/centro educativo/especialista.
29
b) Cuestionario de Conners
Observaciones: ámbito familiar
CUESTIONARIO DE CONNERS
(A CUMPLIMENTAR POR EL PADRE Y LA MADRE)
ÍNDICE DE HIPERACTIVIDAD
Responda con una cruz valorando en qué grado su hijo/a presenta
1. Es impulsivo, irritable.
2. Es llorón.
3. Se mueve más de lo normal.
4. No puede estarse quieto.
5. Es destructor (ropas, juguetes, otros objetos).
6. No acaba las cosas que empieza.
7. Se distrae fácilmente, tiene escasa atención.
30
NADA
POCO
BASTANTE
MUCHO
8. Cambia bruscamente sus estados de ánimo.
9. Sus esfuerzos se frustran fácilmente.
10. Suele molestar frecuentemente a otros niños.
TOTAL
A continuación:
Asigne puntos a cada respuesta del siguiente modo:
NADA: 0 PUNTOS.
POCO: 1 PUNTO.
BASTANTE: 2 PUNTOS.
MUCHO: 3 PUNTOS.
Para obtener el índice de TDAH sume puntuaciones obtenidas
PUNTUACIÓN:


Para los NIÑOS entre los 6-11 años: una puntuación >
16 es sospecha de TDAH.
Para las NIÑAS entre los 6-11 años: una puntuación >
12 en Hiperactividad significa sospecha de TDAH.
c) Criterios DSM-IV
Observaciones: ámbito familiar y escolar. Se tiene que dar en los dos ambientes como
mínimo.
31
DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (DSM-IV)
Instrucciones:
Escriba una cruz en la casilla SI si el niño/a presenta ese tipo de conducta y NO si no la
presenta.
1. DESATENCIÓN
SI
a) A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en
errores por descuido en las tareas escolares.
b) A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en los
juegos.
c) A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
d) A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares,
encargos u obligaciones (no por rebeldía ni por incapacidad para
comprender instrucciones).
e) A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
f) A menudo evita, le disgusta o es reacio a dedicarse a tareas que
requieren un esfuerzo mental sostenido.
g) A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (ejem.:
juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros...)
h) A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
i) A menudo es descuidado en las actividades diarias.
2. HIPERACTIVIDAD
a) A menudo mueve en exceso manos y pies, o se remueve en su asiento.
b) A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que
se espera que permanezca sentado.
c) A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es
inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a
sentimientos subjetivos de inquietud).
32
NO
d) A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a
actividades de ocio.
e) A menudo "está en marcha" o suele actuar como si tuviera un motor.
f) A menudo habla en exceso.
3. IMPULSIVIDAD
g) A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las
preguntas.
h) A menudo tiene dificultades para guardar turno.
i) A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (por
ejemplo, se entromete en conversaciones o juegos).
A continuación conteste a las siguientes preguntas:
- ¿ Seis o más de los síntomas de desatención han persistido por lo menos durante 6
meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en relación con el nivel de
desarrollo?.
- ¿ Seis o más de los síntomas de hiperactividad/impulsividad han persistido por lo
menos durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente en
relación con el nivel de desarrollo?.
- ¿ Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que causan
alteraciones están presentes antes de los 7 años de edad?
Existen tres subtipos según predomine la hiperactividad o la falta de atención:
1.- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo combinado:
si se satisfacen los Criterios 1, 2 y 3 durante los últimos 6 meses.
2.- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio del
déficit de atención: si se satisface el Criterio 1, pero no los Criterios 2 y 3 durante los
últimos 6 meses.
3.- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tipo con predominio
hiperactivo-impulsivo: si se satisfacen los Criterios 2 y 3, pero no el Criterio1 durante
los últimos 6 meses.
d) Fichas de observación de conductas
Observaciones: puede servir como hoja de derivación al Departamento de Orientación.
Ítems evaluables por el profesorado como escala de observación y por el orientador/a a
través de pruebas específicas tales como:
- Batería Pedagógica de Fernández Pózar “Evalúa”. Ed. TEA.
- Pruebas Psicopedagógicas de Aprendizajes Instrumentales de
Canals. Ed. Onda.
- El ADL-MAE de García Nieto y Yuste Hernanz. Ed. ICCE.
33
RECOGIDA DE INFORMACIÓN. HOJAS PARA EL PROFESORADO
ITEMS
NIVEL
DE
LECTURA Nº
de Exactitud Lectora
RÁPIDA: (Observaciones):
palabras
por
minuto
Sustitución Omisión Se salta Lee
renglones con
el
dedo
NIVEL
DE DECODIFICACIÓN FONOLÓGICA
AUTOMATIZACIÓN DE LA - ¿Comete errores en palabras largas? Indicar
LECTURA (Observaciones):
- ¿Comete errores en palabras poco frecuentes?
Indicar
NIVEL DE COMPRENSIÓN ASPECTOS
LECTORA (Observaciones):
- ¿Lee impulsivamente o detenidamente?
- ¿Se cansa con facilidad?
- ¿Pierde la idea global del texto?
- ¿Se centra en detalles irrelevantes?
CALIDAD
DE
LA Adjuntar texto
CALIGRAFÍA
(Observaciones):
realizarla
cuando no estén concentrados en
una única cosa: pensar en una
redacción, seguir dictado en
clase, etc
NIVEL DE ORTOGRAFÍA - ¿Comete muchas faltas de ortografía?
(Observaciones):
- ¿Cuáles son sus errores más frecuentes?
CÁLCULO MATEMÁTICO - ¿Suma, resta, multiplica y resuelve operaciones
sencillas mentalmente y con cálculo automático?
AUTOMÁTICO
(Observaciones):
- ¿Necesita utilizar los dedos?
- ¿Organiza mentalmente la operación o se olvida de
datos?
34
CALIDAD
DE
LAS
ESTRATEGIAS
DE
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
MATEMÁTICOS
(Observaciones):
- ¿Lee mal los enunciados?
- ¿Analiza por partes la información?
- ¿Es capaz de representar el
gráficamente?
problema
- ¿Se olvida de las que se llevan?
- ¿Es capaz de reconocer qué operación matemática
aplicar?
HÁBITOS
DE
(Observaciones):
ESTUDIO - Tiempo que consigue mantenerse sentado en la
mesa:
- ¿Olvida el material de clase/estudio?
- ¿Utiliza agenda?
-¿Termina los deberes en clase?
CAPACIDAD DE RESUMIR
LA IDEA PRINCIPAL DE UN
TEXTO
(Observaciones):
utilizar el mismo texto para
calcular el nº de p.p.m y
comprensión lectora
CAPACIDAD PARA DEFINIR
CONCEPTOS
(Observaciones):
utilizar
vocabulario adecuado a su edad
RIQUEZA
VOCABULARIO
(Observaciones):
DE
REGISTRO DE CONDUCTA, PARTICIPACIÓN
Y ACTITUD EN CLASE
CONDUCTA EN CLASE
Hace ruidos desagradables.
Abandona el asiento sin permiso.
Habla cuando no le corresponde.
Molesta y provoca a los demás.
Se pelea, es agresivo y hostil.
Se encuentra triste y abatido.
Se encuentra nervioso y tenso.
Se encuentra inquieto y excesivamente activo.
Se muestra excesivamente sensible.
Miente, engaña o roba.
Protesta por todo.
Tiene brotes temperamentales.
35
____
____
____
____
____
____
____
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____
____
____
____
Abiertamente desafiante a la autoridad.
No es colaborador, es pasivo.
Busca la atención del profesor.
Excesivamente ansioso por agradar.
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____
____
PARTICIPACIÓN GRUPAL
Intercambia material y conocimientos.
Respeta normas de convivencia.
No se aísla de los demás niños.
Es aceptado por el grupo.
Forma ni se integra en grupos fácilmente.
Tiene amigos.
No le rechazan los demás.
Es desconsiderado y egoísta con los demás.
Tiene dificultades con el otro sexo.
Influye e induce a mal comportamiento a los demás
Ayuda a los demás.
____
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____
ACTITUD EN CLASE
No se concentra.
Es apático y desmotivado.
Atención lábil y escasa.
No se esfuerza.
No pregunta dudas.
No acaba el trabajo personal.
No hace los deberes.
Bajo nivel de autosuperación.
No participa ni hace aportaciones personales.
Es desorganizado y desordenado.
Asistencia irregular.
Es lento en el trabajo.
Asiste con desagrado.
Se frustra con facilidad.
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e) Prueba de control de los ojos cerrados
Observaciones: es recomendable que sea realizada por una persona de no sea del ámbito
familiar, por tanto se aconseja que la realice el orientador/a.
PRUEBA DE AUTOCONTROL
Esta prueba solo puede utilizarse a modo de orientación en el diagnóstico de
niños hiperactivos. No todos los niños hiperactivos tienen dificultades en ella ni todos
36
los niños que tienen dificultades en esta prueba son hiperactivos. Sin embargo, a los
niños hiperactivos, por lo general, les cuesta mucho mantener los ojos cerrados durante
un tiempo prolongado.
Instrucciones: <<Vamos a jugar a la fábrica de robots. Tú eres un robot y yo soy el
dueño de la fábrica. Como acabas de ser fabricado, estás en el almacén desconectado, sin
energía. No puedes moverte. Tienes que estar quieto hasta que yo te conecte. Mira de esta
forma>> (el adulto se coloca sentado en una mesa, las palmas de las manos quietas y
apoyadas sobre la mesa, los ojos cerrados sin contraer la cara y la cabeza alta como si
mirase al frente).
<<Cuando yo te avise podrás abrir los ojos. Si consigues controlarte y estar muy quieto y
sin abrir los ojos, te ganarás este...(globo, caramelo...). ¿Lo has entendido? Muy bien,
empezamos en cuanto estés preparado. Ojos cerrados y yo le doy al cronómetro>>
Tiempo: 4 minutos.
Observaciones: Anotar si aprieta los párpados, movimientos oculares tras los párpados,
movimientos de boca, abre los ojos y los cierra, etc.
Tiempo de autocontrol:
f) ESMIDAs. Escalas Magallanes de Identificación de Déficit de
Atención con o sin Hiperactividad y de Valoración de Trastorno por
DAH o por DEA en Niños, Adolescentes y Adultos. Cuestionarios
dirigidos a familia y profesorado.
g) Escalas Magallanes de Atención Visual: EMAV ( EMAV-I de 5 a 9
años y EMAV-II desde 10 años). Finalidad: valorar de manera
cuantitativa y cualitativa la capacidad de focalizar, mantener, codificar y
estabilizar la atención a estímulos visuales, durante un período de tiempo
determinado, mientras se ejecuta una tarea motriz simple.
h) Test de Atención D-2: Esta prueba ofrece una medida concisa de la
velocidad de procesamiento, la atención selectiva y la concentración
mental, mediante una tarea consistente en realizar una búsqueda selectiva
de estímulos relevantes. Edad de aplicación: A partir de 8 años.
i) Cuestionario EDAH: evaluación del déficit de atención con
hiperactividad. Completar en casa
j) Pruebas cognitivas:
- Locus de control: los niños hiperactivos suelen atribuir el fracaso a
factores que están fuera de su propio control. Saber si el niño responde a este
esquema de pensamiento ayudará en el planteamiento de la intervención. Las
Escalas de Lugar de Control en Situaciones Académicas y en Situaciones
Interpersonales para niños y adolescentes (ELC, de Godoy y colaboradores)
han sido diseñadas con este fin y pueden ser utilizadas en niños y
adolescentes entre los 8-18 años).
37
- Estilos cognitivos: nos interesa valorar tres estilos de funcionamiento
cognitivo
(dependiente/independiente,
impulsivo-reflexivo,
reflexividad/rigidez). Test de figuras enmascaradas de Witkin (DIC), Test de
Emparejamiento de Figuras Familiares de Cairns y Cammock
(reflexividad/impulsividad), Test de Colores y Palabras de C.J Golden
(STROOP: flexibilidad o rigidez cognitiva).
- Integración perceptiva: Test Guestáltico Visomotor de Bender, Figura
Compleja de Rey.
- Déficit de atención: Test de percepción de caras de Thurstone y Yela,
claves y laberintos del WISC-R. Añadir las anteriores (f, g y h)
- Escala de inteligencia de Weschler (WPPSI, WISC-R, WAIS).- Las
subpruebas en las escalas de Weschler que resultan más difíciles resolver
para las personas con déficit de atención son las de Símbolos y dígitos,
Aritmética y Retención de dígitos, estas subpruebas en su combinación se
conocen como la triada de la atención (Kirby y Grimley, 1992). Respecto a
la subprueba de retención de dígitos, esta es frecuentemente utilizada en la
evaluación de la atención auditiva. La prueba de retención de dígitos en
progresión es usada para evaluar el volumen atencional, mientras que los
dígitos en regresión evalúan la capacidad de concentración y secuenciación
(Ardila, 1997). La subprueba de dígitos y símbolos evalúa la capacidad de
concentración de la atención en esa tarea que requiere de una mayor
habilidad visomotora. Por otro lado las personas con déficit de atención
generalmente presentan puntajes bajos en las subpruebas de aritmética.
-
EHS
Escala de Habilidades Sociales.
Autora: Elena Gismero González. Universidad Pontificia
Comillas (Madrid). Facultad de Filosofía y Letras. Sección
Psicología.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Adolescentes y Adultos.
Duración: Variable. Aproximadamente de 10 a 15 minutos.
Finalidad: Evaluación de la Aserción y las Habilidades Sociales.
Baremación: Baremos de población general (varones y mujeres,
adultos y jóvenes).
-
A–D
Cuestionario A – D Conductas Antisociales – Delictivas.
Autor: Nicolás Seisdedos Cubero.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Niños y Adolescentes.
Duración: Variable. Aproximadamente de 10 a 15 minutos.
Finalidad: Evaluación de dos aspectos, antisocial y delictivo, de la
conducta desviada.
Baremación: Baremación para cada sexo en centiles y
puntuaciones típicas.
-
d2.
Test de Atención.
Autor: R. Brickenkamp y E. Zilmer.
38
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Niños (a partir de 8 años), Adolescentes y
Adultos.
Duración: Variable. Aproximadamente de 8 a10 minutos.
Finalidad: Evaluación de la atención selectiva y la concentración.
-
SIV
Cuestionario de Valores Interpersonales.
Autor: L. V. Gordon.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Adolescentes y Adultos.
Duración: Variable. Aproximadamente 15 minutos.
Finalidad: Medida de algunos de los valores que facilitan las
relaciones
con
los
demás:
Estímulo,
Conformidad,
Reconocimiento, Independencia, Benevolencia y Liderazgo.
-
SPV
Cuestionario de Valores Personales.
Autor: L. V. Gordon.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Adolescentes y Adultos.
Duración: Variable. Aproximadamente 15 minutos.
Finalidad: Apreciación de seis valores personales críticos:
Practicidad, Resultados (Realización), Variedad, Decisión, Orden
y Método y Claridad en la meta a conseguir.
-
CARAS
Percepción de Diferencias.
Autor: L.L. Thurstone, M Yela.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: A partir de 6 años.
Duración: Tres minutos.
Finalidad: Evaluación de las aptitudes Perceptivas y de Atención.
-
CACIA
Cuestionario de Autocontrol Infantil y Adolescente.
Autor: A. Capafons, F. Silva.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Niños y Adolescentes.
Duración: Variable, entre 30 y 40 minutos.
Finalidad: Evaluación de los procesos básicos y habilidades de
autocontrol.
-
IAC
Inventario de Adaptación de Conducta.
Autor: Mª V. de la Cruz, A. Cordero.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: A partir de 12 años.
Duración: Variable, en torno a 30 minutos.
39
Finalidad: Evaluación del grado de adaptación en los siguientes
aspectos: personal, familiar, escolar y social.
-
EPQ
Cuestionario de Personalidad (Formas A y J).
Autor: H. J. Eysenck y S. B. G. Eysenck.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: Forma J, de 8 a 15 años; Forma A, a partir
de 16 años.
Duración: Variable, 30 minutos aproximadamente.
Finalidad: Evaluación de tres dimensiones de la personalidad:
inestabilidad, Extraversión y Dureza, con una escala de
Sinceridad y otra de Conducta Antisocial.
-
EPQ-R
Cuestionario de Personalidad de Eysenck Revisado.
Autor: H. J. Eysenck y S. B. G. Eysenck.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: A partir de 16 años.
Duración: Variable, 15 / 30 minutos.
Finalidad: Apreciación de tres dimensiones básicas de la
personalidad: Extraversión, Emotividad, dureza y otra
complementaria: Disimulo/Conformidad.
-
ESPQ
Cuestionario Factorial de Personalidad.
Autor: R. W. Coan, R. B. Cattel.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: De 6 a 8 años.
Duración: Variable, en torno a 40 minutos.
Finalidad: Evaluación de 13 factores primarios de la personalidad.
Se pueden obtener también dos factores básicos secundarios.
-
HSPQ
Cuestionario de Personalidad para Adolescentes.
Autor: R. B. Cattel, H. Belfo y R. W. Coan.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: De 12 a 18 años.
Duración: Variable, entre 40 y 50 minutos.
Finalidad: Evaluación de 14 factores de la personalidad. Pueden
obtenerse cuatro factores básicos secundarios.
-
16 PF-5
Cuestionario Factorial de Personalidad 5º Edición.
Autor: R. B. Cattel, A. K. S Cattel y H. E. P. Cattel.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: A partir de 16 años.
Duración: Variable, unos 45 minutos.
40
Finalidad: Evaluación de 16 escalas primarias y 5 dimensiones
(factores) globales del a personalidad.
-
-
EDAH
MACI
Evaluación del Trastorno por Déficit de Atención con
Hiperactividad.
Autor: A. Farré y J. Narbona.
Aplicación: Individual.
Ámbito de aplicación: De 6 a 12 años (1º a 6º EP)
Duración: Variable, entre 5 y 10 minutos.
Finalidad: Evaluación de los déficits de atención cuando son
causados por Hiperactividad.
Inventario Clínico de Millon para Adolescentes.
Autor: Th. Millon.
Aplicación: Individual o colectiva.
Ámbito de aplicación: A partir de 16 años.
Duración: 30 minutos aproximadamente.
Finalidad: Breve inventario de personalidad
específicamente a su uso clínico en adolescentes.
enfocado
• Ámbito Escolar:
ORIENTADOR/A (pruebas específicas):
a) ESMIDAS
b) PRUEBA DE CONTROL DE LOS OJOS CERRADOS
c) BATERÍA PSICOPEDAGÓGICA DE FERNANDO PÓZAR.
PROFESORADO: escalas de observación, cuestionarios.
a) Criterios DSM-IV.
b) Escala Magallanes.
c) Cuestionario de estilo de aprendizaje.
d) Escala Conners.
e) Fichas de observación de conductas: diario de clase.
4.1.3.- Contenido de la evaluación psicopedagógica.
La finalidad de la evaluación psicopedagógica es valorar las características del
alumno/a y su funcionamiento en el contexto en el que se desenvuelve, con el propósito
de concretar objetivos que el propio alumno/a considere importantes y facilitarle los
apoyos necesarios para alcanzarlos, mejorando de esta forma su calidad de vida.
La evaluación es un proceso a través del cual, con la cooperación activa del
propio alumno/a y de su familia, se obtiene información de cómo interacciona éste
con su contexto escolar, familiar y social. En este proceso se deben concretar:
- Los puntos fuertes del alumno/a (intereses, capacidades…).
- Sus dificultades (las conductas problema, concretar o descartar mediante la
derivación al servicio correspondiente, el diagnóstico de un posible trastorno
de conducta, el posible desfase curricular, etc.).
41
-
El tipo y grado de apoyos con los que el alumno/a puede contar en su
entorno de desarrollo (familia, centro, comunidad).
Las necesidades que tiene y las metas que son importantes para él.
En relación con la valoración del alumno/a y de su contexto Reyzábal M.V.
(2006), propone evaluar los siguientes aspectos, adaptados a los puntos de la evaluación
psicopedagógica que recoge la Orden 19/09/2002:
-
Respecto a la evaluación del alumno/a:
 Su nivel de desarrollo general
○ La capacidad cognitiva. Las habilidades de procesamiento de la
información (atención, percepción, memoria), la habilidad para organizar la conducta
en función de un plan y de la representación que se hace el alumno/a del mundo
(función ejecutiva), en qué grado considera que lo que le ocurre se debe a causa internas
o externas (locus de control), las atribuciones que hace sobre su conducta (autoestima)
y la opinión que tiene de él mismo formada a partir de sus experiencias y atribuciones
(autoconcepto), su estilo de comportamiento y su persistencia ante las tareas
(motivación) y su grado de control del impulso (impulsividad).
o La capacidad comunicativo–lingüística. Tanto la función
comunicativa como la función reguladora y autorreguladora del lenguaje.
o La capacidad social. El grado en el que ejecuta un rol social y
cooperativo (conductas prosociales), en qué medida tiene adquiridas determinadas
habilidades sociales y las aplica en respuesta a las señales que detecta de las distintas
situaciones sociales.
o Los aspectos emocionales. Nivel en el que reconoce sus propias
emociones así como las de las personas con las que se relaciona, sintiendo
una emoción similar al percibido (empatía)
 En relación con el nivel de competencia curricular.
Con frecuencia existe una relación entre el nivel de competencia
curricular y los problemas de conducta. En unos casos los problemas de conducta tienen
como consecuencia un desfase curricular considerable y en otros las dificultades de
aprendizaje y la falta de experiencias de éxito generan conductas disruptivas.
 En relación con la evaluación del entorno del alumno/a.
o El contexto escolar. Las interacciones que establece con sus
compañeros/as y profesorado; el estilo docente que utiliza el equipo de profesores para
manejar los problemas de conducta; el clima del centro y de la clase; así como los
aspectos organizativos más relevantes (distribución de espacios y tiempos, planificación
y estructuración de las tareas escolares y de los momentos de cambio y normas de
funcionamiento).
o El contexto familiar. Nivel de estructuración familiar, situación
económica, vivencias estresantes, modelo de disciplina y coherencia de las pautas
educativas entre los padres, así como actitudes emocionales de éstos.
o El contexto comunitario. Es importante conocer qué posibilidades de
apoyo ofrecen los recursos y servicios de la comunidad (Salud Mental, Servicios
Sociales, Asociaciones, recursos de tiempo libre, etc.).
42
4.2.- NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
4.2.1.- Consideraciones Generales.
Una de las ideas fundamentales del concepto de necesidades educativas
especiales (n.e.e) es su carácter interactivo. Las n.e.e de un alumno/a con TDAH no
dependen exclusivamente de sus características individuales, sino también de las del
contexto en el que se encuentra (familiar, escolar, social) y del grado de ajuste de la
respuesta educativa que se le ofrece. Por tanto, la organización de la respuesta educativa
a este alumnado en cada centro es diferente. Este mayor compromiso se concreta en la
oferta de una propuesta curricular más ajustada a las necesidades del alumno/a y un
abanico más amplio y estructurado de apoyos para mejorar su calidad de vida y ayudarle
a alcanzar objetivos que el propio alumno/a considera importantes.
Por estos motivos consideramos importante hacer explícito primero las n.e.e que
suele tener el alumnado con Alteraciones Graves de la Conducta y en segundo lugar las
n.e.e del alumnado con TDAH, con carácter más específico. Dichas n.e.e deben ser
analizadas y contrastadas con la información que obtengamos en la evaluación
psicopedagógica de un alumno/a concreto.
4.2.2.- Necesidades Educativas Especiales del alumnado con TGC.
Las necesidades educativas especiales más frecuentes del alumnado con alteraciones
graves de la conducta son:
1.- Respecto al ámbito familiar
• Facilitar la cooperación con la familia promoviendo criterios y apoyos.
comunes que desarrollen en su hijo actitudes positivas y destrezas de autorregulación.
2.- Respecto a su desarrollo emocional
• Mejorar el autoconcepto y la autoestima del alumno/a.
• Ser capaz de reconocer las emociones y los sentimientos en él mismo y en los
demás y potenciar su autocontrol, enfrentarse con el enfado de otro, expresar afecto,
superar el miedo.
• Desarrollar habilidades para hacer frente al estrés: formular y responder a una
queja, demostrar deportividad después del juego, resolver situaciones en las que siente
vergüenza, afrontar situaciones de exclusión, defender a un amigo, responder a la
persuasión, enfrentarse a mensajes contradictorios, responder a una acusación, hacer
frente a presiones del grupo y prepararse para una conversación/situación difícil.
• Incrementar su tolerancia a la frustración afrontando situaciones de fracaso.
• Autorrecompensarse.
3.- Respecto al control del comportamiento
• Ser capaz de autorregular su comportamiento: identificar situaciones en las que
puede perder el control de su conducta, distinguir entre conductas socialmente aceptadas
de conductas que no lo son, ser capaz de anticipar las consecuencias de su
comportamiento, conocer y utilizar procedimientos adecuados para expresar sus
necesidades y alcanzar objetivos legítimos.
43
• Promover un análisis ajustado de cuáles son las atribuciones que hace respecto de
su
conducta
(causa
interna/externa,
modificable/inmodificable,
controlable/incontrolable) y de su autoeficacia (grado de confianza en alcanzar los
objetivos que se propone).
• Aumentar la frecuencia de las conductas adecuadas del alumno/a que inhiban
las conductas problemas.
• Disminuir la frecuencia e intensidad de las conductas problema de forma que se
relacione correctamente con los compañeros y adultos.
• Desarrollar comportamientos socialmente aceptados que no pertenecen a su
repertorio conductual.
d. Respecto al desarrollo de habilidades de relación interpersonal con los iguales y
con los adultos.
• Desarrollar habilidades sociales básicas: escucha activa, iniciar y mantener
conversaciones, presentarse y presentar a otros, dar las gracias y hacer un cumplido.
• Desarrollar habilidades sociales avanzadas: pedir ayuda, participar, dar y seguir
instrucciones, disculparse y convencer a los demás.
• Promover habilidades alternativas a la agresión: pedir permiso, compartir algo,
ayudar a los demás, negociar, emplear el autocontrol, defender los propios derechos,
responder a bromas, no entrar en peleas, evitar los problemas con los demás.
4.- Respecto a su participación e inserción social
• Promover que asuma un rol ajustado dentro de su grupo que facilite que
establezca relaciones de amistad.
• Conocer e integrarse en contextos en los que desarrolle un ocio activo
(deporte, música, amigos…), socialmente aceptado y que refuercen lo trabajado en el
ámbito familiar y escolar.
• Utilizar habilidades de planificación: tomar iniciativas, establecer un objetivo,
recoger información, resolver problemas, concentrarse en las tareas y tomar una
decisión.
5.- Respecto a los aprendizajes académicos
• Mejorar su nivel de competencia curricular.
• Experimentar el éxito en sus realizaciones escolares de forma que le permita
descubrir intereses a corto y medio plazo en el ámbito académico.
• Mantener el esfuerzo durante un periodo prolongado y ser capaz de trabajar de forma
cada vez más autónoma.
• Ser capaz de demorar las gratificaciones con el fin de alcanzar metas académicas
personales.
• Recibir alabanzas y gratificaciones de forma habitual por los pequeños logros por
parte del profesorado.
• Facilitar la realización de las tareas escolares dando prioridad a una rutina
sistemática y sencilla que pueda interiorizar y asimilar con facilidad.
• Promover la utilización de otros servicios de apoyo que necesite el alumno/a e
impulsar la coordinación de la familia y el centro con ellos.
6.- Respecto al control del comportamiento
• Ser capaz de autorregular sus impulsos.
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• Mantener la atención controlada por él mismo de una forma sostenida.
• Mejorar su control motriz.
7.- Respecto a aspectos ámbito escolar
• Mejorar su nivel de atención sostenida y selectiva.
• Ser capaz de organizar sus materiales y planificar sus actividades.
• Organizar su pensamiento mediante autoinstrucciones.
• Tener persistencia en la realización de tareas.
• Estar motivados para aprender.
• Mantener un seguimiento personal constante por parte de un adulto (tutor personal,
padre).
• Entender el orden de las prioridades.
8.- Respecto al ámbito extraescolar
• Integrarse en un contexto en el que desarrolle un ocio activo, socialmente aceptado.
• Facilitar la realización de las tareas escolares.
• Ayudarle a que adquiera rutinas sencillas que pueda interiorizar y asimilar con
facilidad.
9.- Respecto al ámbito cognitivo/emocional
• Aprender a regular su propia conducta
• Seguir órdenes e instrucciones que les dan o para realizar lo que se le pide.
• Resolver problemas incluso interpersonales.
• Analizar alternativas de respuesta a los problemas.
• Reforzar la memoria.
• Tener presente las dificultades de aprendizaje que presenta el alumno/a.
• Inconsistencia temporal: hoy lo hace muy bien, mañana es incapaz de llevarlo a cabo.
• Autoconcepto negativo debido a los castigos.
• Potenciar las habilidades sociales-emocionales: turno de palabra, expresar
sentimientos, controlar los impulsos, el miedo, la ira, el sentido del ridídulo, la
frustración, el respeto a los demás.
4.3. RESPUESTAS A NIVEL DE CENTRO
En el modelo de escuela inclusiva hacia el que debemos trabajar todos, la
atención educativa que se va a prestar a cualquier alumno/a va a ser una responsabilidad
compartida de todo el centro, y por ende, de todos los subsistemas que lo conforman
(profesorado, padres, alumnos,..), ya que implica tomar decisiones que van a afectar a la
organización de todo el centro. Esta responsabilidad es aún mayor para todos cuando se
trata de ajustar la respuesta educativa que necesita un alumno/a con Necesidades
Específicas de Apoyo Educativo en general, y en concreto cuando se trata de atender
a un alumno que presenta necesidades educativas especiales derivadas de un Trastorno
grave de conducta; ya que la efectividad que tengamos a la hora de atender a este tipo
de alumnado de forma individual y/o en su grupo de alumnos va a depender de cómo
hayamos organizado nuestro centro y del grado de implicación que hayamos conseguido
de todos los sectores que integren nuestra comunidad escolar.
45
Así, el primer paso que debe tomar un centro que pretenda atender de forma
inclusiva a sus alumnos y que busque dar una respuesta educativa adecuada a todos
ellos, incluyendo a los alumnos que presenten Trastornos Graves del Comportamiento,
es realizar un ejercicio de autoevaluación y mejora de toda su organización escolar, para
lo cual nosotros presentamos a continuación una serie de medidas que cada centro
puede adoptar como suyas partiendo de la premisa que defiende Gerardo Echeíta y que
dice lo siguiente: <<….. cuanto más preparemos la organización del centro para atender
a la diversidad de nuestro alumnado, más fácil será luego personalizar el proceso
educativo y menor cantidad de medidas extraordinarias será necesario tomar con
posterioridad…>>.
4.3.1.- Actuaciones a desarrollar bajo el marco del Proyecto Educativo de Centro
(Art. 127 de la LEA):
4.3.1.1.- PROGRAMA DE ORIENTACIÓN ACADÉMICA Y PROFESIONAL:
A) PLAN DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD:
Considerado una de las piedras angulares de todo centro que funcione de forma eficaz,
debería contener una organización que permita la atención del alumnado del centro y la
participación de todo el profesorado en torno a las siguientes fases:
1ª Fase) Evaluación inicial del alumnado, pues consideramos que una correcta
valoración del alumnado nos llevará a una correcta planificación de la intervención
adaptada a sus necesidades y posibilidades de aprendizaje. En esta evaluación habrá que
analizar toda la información que obtengamos a través de las siguientes medidas:
+Medidas externas: Información que se obtenga del estudio de los documentos e
informes que existan sobre cada alumno e información obtenida de las reuniones
con los Equipos educativos de otros años (Ej.: Reuniones para preparar el
tránsito de Primaria a Secundaria).
+Medidas internas: Evaluación curricular por áreas y departamentos, evaluación
psicopedagógica y entrevistas con el alumnado y las familias que se considere
como necesario.
2ª Fase) Realización de una delimitación realista de las competencias básicas y los
objetivos que se pretende que desarrolle nuestro alumnado y de los contenidos que se
van a trabajar para logarlo; organizando éstos últimos en núcleos de contenidos
seleccionados y priorizados.
3ª Fase) Estudio de las necesidades que presente nuestro alumnado en torno a las
diferentes modalidades de escolarización que atendamos y preparación de las
correspondientes adaptaciones curriculares:
Será fundamental definir el perfil del alumnado que atendemos bajo cada una de las tres
modalidades de escolarización (A, B o C), la modalidad de atención educativa más
recomendable para cada caso (aula ordinaria a tiempo completo, aula ordinaria con
apoyo dentro del aula, ..) y las medidas educativas que podremos articular con cada uno
de estos alumnos (Refuerzo educativo, ACI no significativa, ACI Significativa, PDC,..).
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4ª Fase) Realización de los agrupamientos del alumnado tendiendo en cuenta las
modalidades de escolarización, lo que redundará en la organización y puesta en
práctica de diferentes modalidades de intervención; estas podrán ser las siguientes:
a) En las áreas instrumentales:
-Grupos flexibles y apoyo a grupos flexibles.
-Refuerzo y apoyo al refuerzo.
b) En las áreas socializadoras (Música, Educación Plásticas y visual, Educación
física,.):
-Aula ordinaria.
-Apoyo en aula ordinaria.
La puesta en práctica de estas modalidades de intervención va a requerir la
flexibilización de la organización de los tiempos y los espacios y la selección de
unos materiales curriculares adaptados a los diferentes niveles de competencia
curricular que vayamos a trabajar y que sean sistemáticos, secuenciados,
progresivos y estructurados.
Fuente: Modelo inclusivo-compensador experimentado en numerosos centros
andaluces.
5ª Fase) Evaluación de todo el alumnado que ha sido atendido bajo el Plan de Atención
a la diversidad y que deberá realizarse a través de Pre-evaluaciones, de Juntas de
evaluación de todos los profesores que intervienen en un mismo área con un mismo
alumno con necesidades específicas de apoyo educativo (Estas juntas serán previas a las
sesiones de evaluación y en ellas se usarán instrumentos de recogida de datos
concensuados para cada área y se aplicarán los criterios de evaluación estipulados en
las ACI) y de sesiones de evaluación ordinarias.
6ª Fase) Seguimiento del programa y retroalimentación durante todo el curso escolar,
dando un papel primordial a dos aspectos fundamentales:
+La coordinación con el profesorado que trabaje dentro de una misma área, entre
Departamentos y con los/as tutores/as.
+La colaboración e información a las familias.
B) PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL:
+En el diseño del PAT se deberá priorizar el trabajo de los siguientes bloques de
contenidos:
-Gestión democrática de las normas.
-Resolución de conflictos a través de técnicas no violentas.
-Competencia social: Habilidades sociales, habilidades cognitivas y desarrollo
moral, según el modelo desarrollado por Manuel Segura.
-Competencia emocional: autoestima, autoconcepto, autocontrol y autoeficacia.
+Bajo el marco del PAT se podrán poner en marcha sistemas tales como los siguientes:
-Círculo de amigos
-Tutorización entre iguales
-Equipos de convivencia de aula o sistema de alumnos ayudantes
-Sistemas de mediación.
+Se debe dar un papel primordial al trabajo que se realice desde la acción tutorial a
nivel individual con el alumnado y sus familias.
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C) PROGRAMA DE ORIENTACIÓN ACADÉMICA Y PROFESIONAL:
Entendiendo la Orientación Profesional como un “proceso sistemático de ayuda,
dirigido a toda las personas que encuentran en un periodo formativo y/o de desempaño
profesional; con la finalidad de desarrollar en aquellas las conductas vocacionales que
les preparen para la vida adulta y el acceso al mundo laboral; realizado mediante una
intervención continuada, sistemática y técnica, basada en los principios de prevención,
desarrollo e intervención social y con la implicación de los distintos agentes educativos
y socio-profesionales” (Manuel Álvarez González e Isús Barado), será necesario
articular un POAV que implique la participación de todos los sectores que constituyen
la comunidad educativa (alumnado, profesorado, padres, agentes de empleo,
empresas,..) y que busque el desarrollo de los siguientes objetivos entre el alumnado:
-Adquirir un conocimiento ajustado de sí mismo(autoevaluarse a sí mismo), y
de la realidad académica y laboral que les rodea.
-Adquirir destrezas para la toma de decisiones.
4.3.1.2.- PROGRAMACIONES DIDÁCTICAS DE CADA DEPARTAMENTO:
Desde el Proyecto educativo de centro se debe abogar por el diseño de unas
programaciones didácticas que busquen dar respuesta a la diversidad del alumnado, para
lo cual se podrían seguir los siguientes criterios generales en torno a cada uno de los
elementos curriculares:
1.- Objetivos:
+Garantizar el equilibrio entre los diferentes tipos de capacidades que debe desarrollar
el alumnado a través de su aprendizaje.
+Priorizar aquellos objetivos generales que contemplen el desarrollo de las
competencias básicas que son comunes a todas las áreas y que tienen una continuidad en
el currículum de las diferentes etapas de la enseñanza obligatoria.
+Atendiendo al proceso de desarrollo de algunos alumnos, puede resultar necesario
priorizar o reforzar algunas capacidades o algunos aspectos de éstas, para cuya
adquisición no han dispuesto de suficientes oportunidades. EJ: Reforzar las capacidades
que permitan establecer unas relaciones sociales adecuadas.
+Formular los objetivos generales de forma que sea posible su graduación y, al mismo
tiempo evitando concreciones excluyentes o que se refieran a comportamientos
excesivamente delimitados.
+Buscar situaciones y contextos (motivantes para el alumnado) que permitan a los
alumnos desarrollar mejor las capacidades que, con carácter general, se han
establecido para todos los alumnos; como una forma de graduar éstas.
+Priorizar en última instancia las capacidades expresadas en los objetivos generales de
la etapa.
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2.- Contenidos:
Con el fin de establecer unas condiciones favorables para la atención a la diversidad
desde las programaciones de aula, se deberán tener en cuenta una serie de aspectos
fundamentales a la hora de decidir los contenidos a trabajar por los alumnos:
a) Necesidad de priorizar el desarrollo de los contenidos que mejor sirvan para
la adquisición de las capacidades expresadas en los objetivos de área.
b) Necesidad de establecer un equilibrio entre los contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales.
c)Necesidad de tomar decisiones sobre la organización y secuenciación de los
contenidos: Más que presentar los contenidos a aprender como una secuencia
en la que se han establecido particiones de bloques de contenidos
proporcionales al número de ciclos; consideramos que es más adecuado
presentar los contenidos de una forma interrelacionada (entre ellos mismos y
entre éstos y los de otras materias) y en espiral, de forma que sean presentados
en distintos ciclos cada vez con una mayor complejidad y detalle, o con
menores ayudas.
d)Necesidad de prior izar, los contenidos en los que se ponga el énfasis en
aquellos procedimientos que resultan comunes a todas las áreas ( comprensión
y expresión de la información, técnicas y hábitos de estudio,..) y con los que
conseguimos el desarrollo de las denominadas “capacidades transversales”. Este
tipo de contenidos podrían ser considerados como los elementos vertebradores
del currículum.
e) Determinación de la competencia curricular del grupo clase, mediante
pruebas para definir el nivel actual de competencias curriculares a aplicar en las
3 primeras semanas de clase. Esta información deberá ser utilizada para adaptar
la secuencia y organización de los contenidos de la programación al nivel de
conocimientos previos del alumnado, con la finalidad de seguir los postulados
del aprendizaje significativo.
3,- Metodología:
3.1.- Orientaciones metodológicas generales:
*Sería recomendable seguir los principios metodológicos derivados de las teorías
constructivistas del aprendizaje (César Coll):
a) Partir del nivel de desarrollo operatorio del alumno y de sus conocimientos previos,
pues ésto determinará su proceso de E/A.
b) Determinar lo que un alumno es capaz de realizar sólo (zona de desarrollo real) y lo
que hará con ayuda (zona de desarrollo potencial) par hacerlo progresar a través de su
zona de desarrollo próximo.
c) Realizar aprendizajes significativos y funcionales.
d) Favorecer la memorización comprensiva
e) Partir de los conocimientos previos del alumno.
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f) Énfasis en la actividad del alumno.
g) Propiciar le desarrollo del aprender a aprender:
-Enseñanza explícita de estrategias cognitivas de exploración, descubrimiento,
planificación y regulación de la propia actividad.
-Aprender a evaluar y modificar los propios esquemas de conocimiento
(componente fundamental del aprender a aprender – Gagné y Dick) – modelo de
equilibración de las estructuras cognoscitivas de Piaget.
h) Propiciar el desarrollo de interacciones cognitivo/sociales, ya que éstas son uno de
los motores que hacen que se produzca el aprendizaje, a través del trabajo en grupos
cooperativos.
3.2.- Actividades:
Se podrían seguir los siguientes principios generales para el diseño de unas actividades
que permitan la atención a la diversidad:
1.- Diseño de un banco de actividades variadas y diversificadas para cada unidad
didáctica que nos permitan responder a la diversidad del alumnado, no dirigiéndonos al
alumno medio como se ha venido haciendo y prestando una especial atención al
desarrollo de actividades que fomenten la capacidad del alumno para dirigir su
enseñanza.
La auto-dirección se desarrolla cuando el ambiente de aprendizaje de la clase da a los
alumnos oportunidades para utilizar sus conocimientos y capacidades para resolver
problemas y ayudar a otros, y propone actividades de aprendizaje cooperativo y
opciones de aplicación – en todas las materias- a nuevas situaciones.
2.- Principios para el diseño de actividades (Raths):
A condiciones iguales una actividad es preferible a otra si ...
+Permite al alumno tomar decisiones razonables sobre cómo desarrollarla y ver
las consecuencias de su elección.
+Permite al alumno tener un papel activo en su realización.
+Le exige investigar ideas, procesos intelectuales, sucesos o fenómenos y le
estimula a comprometerse con la misma.
+Si le permite interactuar con la realidad.
+Puede ser realizada por alumnos con distintas capacidades e intereses.
+Examinar algo conocido en un contexto nuevo.
+Permite examinar ideas o sucesos que suelen ser aceptados sin más por la
sociedad.
+Coloca al alumno en condiciones de éxito, fracaso o crítica.
+Ayuda a reconsiderar y revisar sus esfuerzos iniciales.
+Permiten aplicar y dominar reglas significativas, normas o disciplinas.
+Permite planificar la con otros, participar en su desarrollo y comparar los
resultados obtenidos.
+Es relevante para los propósitos e intereses de los alumnos.
3.- Organizar estrategias de trabajo para generar motivación y proporcionar
consecuencias positivas:
+Tutorización entre compañeros
+El compromiso pedagógico
+Trabajo por proyectos o talleres.
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+Uso de las TIC
+Trabajo en grupos cooperativos.
3.3.- Agrupamiento del alumnado:
Posibilitar la organización flexible del alumnado para dar cabida a las diferentes
modalidades de intervención con el alumnado que hayan sido plasmadas en el Plan de
Atención a la diversidad del centro.
3.4.- Recursos:
3.4.1.- Recursos personales:
*Rentabilizar los esfuerzos de todo el personal de centro.
*Necesidad de destacar la importancia de la TUTORÍA Y LA ORIENTACIÓN: Todo
lo que se viene explicitando difícilmente se puede llevar a cabo si no es con una acción
tutorial estructurada que dé unidad a la acción educativa en su conjunto, y coherencia y
coordinación a las diferentes actuaciones llevadas a cabo por el profesorado. Es más, el
carácter transversal de muchos objetivos y contenidos cuya adquisición debe
garantizarse posibilita un terreno común a todas las áreas, y facilita el reconocimiento
en de cada especialidad en las diferentes capacidades que se promocionan. Este hecho
invita a encontrar puntos de contacto y a atribuir sentido a la coordinación entre el
profesorado de un mismo grupo de alumnos, asesorados siempre y en todo momento
por el Departamento de Orientación.
3.4.2.- Recursos materiales:
Uso de recursos materiales diversificados y adaptados a los niveles de competencia
curricular que presente el alumnado de nuestro centro.
4.- Evaluación:
Las mejores estrategias de evaluación para atender a la diversidad son aquellas que
hacen de la evaluación un instrumento para generar información que permita
fundamentar las decisiones del profesorado y orientar la actividad de los alumnos.
Para ello será necesario tener en cuenta las siguientes premisas:
a) Debe existir una clara relación entre los objetivos y los criterios de evaluación y, por
extensión, entre las actividades de enseñanza y las actividades de evaluación.
b) Necesidad de plantear la evaluación de manera que pueda detectar el grado de
aprendizaje alcanzado por un alumno con relación a un contenido determinado. Por ello,
los criterios de evaluación deberán estar secuenciados, para poder medir así los
distintos niveles de complejidad o significatividad de los aprendizajes.
c) Uso de estrategias y procedimientos de evaluación variados, por lo comentado
anteriormente.
d) Las mejores situaciones de evaluación son aquellas en las que los alumnos trabajan
de manera autónoma, es decir, con intervenciones del profesor o de otros alumnos,
limitadas a proporcionar la información que cada alumno requiere para continuar
trabajando.
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4.3.1.3.- PLAN DE CONVIVENCIA:
Bajo el marco del Plan de Convivencia del centro, podrán llevarse a cabo actuaciones
como las siguientes:
A) Plan de acogida para el alumnado en general y para el alumnado con necesidades
educativas especiales por presentar Trastornos Graves de Conducta, adaptado a sus
características para cuando ingresan por primera vez en el centro y para cuando vuelvan
tras un periodo de ausencia prolongado (expulsiones).
B) Aula de atención personal (en horas de libre disposición / optativas), para el
alumnado con necesidades educativas especiales por presentar Trastornos Graves de
Conducta en donde se pueda trabajar con este alumnado aspectos prioritarios en su
currículo: reestructuración cognitiva, habilidades sociales, relajación, intervención en
momentos de crisis,..
C) Aula de convivencia, como alternativa a la expulsión del centro de estos alumnos y
también para aquellos momentos en que tras reiterados avisos el alumno continúe con
su conducta e impida el normal desarrollo de la clase.
D) Programa de Tutoría Compartida: Figura del profesor mentor / facilitador para este
tipo de alumnos (persona mejor aceptada por el alumno que se dedique a promover la
implicación de éste en el cambio de su conducta, que consensúe con él objetivos a
lograr y le ayude a interpretar situaciones)..
E) Creación de un Equipo de atención personalizada de este tipo de alumnos: Mentor,
tutor, Orientador y padre y madre del alumno.
F) Gestión democrática de las normas de convivencia del centro:
+Derechos y deberes del alumnado
+Elaboración participativa de las normas de aula
+Sanciones (creación de partes de recreo, castigos de “tiempo fuera”,..) y forma
de imponerlas.
+Actuaciones específicas a realizar con este alumnado:
- Graduación de las sanciones y procedimiento a seguir para su
imposición.
-Incluir en EOF un apartado específico en el que se haga explícito la
necesidad de aplicar de forma flexible las sanciones con este tipo de
alumnado (Ej.: delimitar los criterios para ponerles partes y las
consecuencias que tendrán éstos).
-Creación de un protocolo de actuación en situaciones de crisis.
G) Desarrollar un Programa de mediación escolar para resolver conflictos, promoviendo
que este alumnado participe en dicho programa.
H) Suscribir compromisos de convivencia con el alumnado y su familia en donde se
vayan delimitando los objetivos a conseguir y en donde se explicite el procedimiento a
seguir para promover la cooperación de la familia con el centro.
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4.3.1.4.- PLAN DE FORMACIÓN DEL PROFESORADO:
Se deberá favorecer la sensibilización y la formación del profesorado en la atención
educativa a este tipo de alumnado, intentando que toda la comunidad educativa asuma
que se trata de alumnos con necesidades educativas especiales y que deben ser tratados
por el sistema como se atiende a cualquier otro alumno con necesidades; siendo además
esto un acto de responsabilidad social, puesto que así contribuimos a evitar que estos
alumnos puedan llegar a convertirse el día de mañana en adultos inadaptados.
4.3.2.- Actuaciones a desarrollar bajo el marco del Reglamento de Organización y
Funcionamiento (Art. 128 de la LEA):
4.3.2.1.- PARTICIPACIÓN DE LOS DISTINTOS SECTORES D ELA COMUNIDAD
EDUCATIVA:
En la atención de este alumno se debe garantizar la participación de toda la comunidad
educativa: Alumnos/as, padres y madres, profesorado y agentes externos; ya que sólo
así garantizaremos el éxito de nuestro proyecto educativo.
4.3.2.2.- RÉGIMEN ACADÉMICO:
1.- ESTRUCTURA DEL CENTRO:
Se deben tener en cuenta las necesidades de este alumnado a la hora de distribuir las
aulas y de crear los grupos: deben ser asignados a grupos reducidos y no problemáticos
y en donde sólo exista un alumno de estas características y ocupar el aula del centro más
controlable y en donde sea más fácil realizar un control de los estímulos que rodean al
alumnado.
2.- ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO ESCOLAR:
Se deben seguir criterios pedagógicos a la hora de elaborar el horario de todos los
alumnos y en especial el de los grupos donde este alumnado esté inmerso; permitiendo
también la organización flexible del horario para estos alumnos en concreto (posibilidad
de organizar talleres en colaboración con entidades externas al centro en algunas franjas
horarias).
Es necesario también seguir criterios pedagógicos para la elaboración del horario del
profesorado y para realizar la adscripción del profesorado que impartirá clase a cada
curso y grupo.
4.3.2.3.- FUNCIONAMIENTO DEL CENTRO:
Para favorecer un funcionamiento adecuado del centro se podrían tomar entre otras las
siguientes medidas:
+Se deberá tener en cuenta la problemática especial de este alumnado en la
organización del comienzo, desarrollo y finalización de las clases (recreos,
cambios de clase, profesorado de guardia,..—se deben evitar periodos de tiempo
sin control en las clases o lugares por donde suelan estar estos alumnos).
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+Informar al claustro de profesores de las necesidades educativas especiales de
este tipo de alumnos, de las medidas adoptadas y de cómo intervenir en los
momentos de crisis.
+Realizar un seguimiento del control del absentismo escolar.
+Sería conveniente reducir en la medida de lo posible el Equipo Educativo que
trabaje con los grupos a los que estén adscritos estos alumnos.
+Se proponer para que asuma la tutoría del grupo de estos alumnos a aquel
profesor o profesora que pueda establecer una relación de empatía con estos
alumnos.
+Será muy importante promover la coordinación de todos los profesionales que
intervengan con este alumnado, habilitando horas específicas para este fin.
+Impulsar la participación del centro en programas que ayuden a los alumnos a
sentir que forman parte del mismo; a que se integran en grupos de compañeros
con una actitud colaborativa; a que progresen en el ámbito educativo, así como a
que desarrollen un ocio activo.
4.4. RESPUESTAS A NIVEL DE AULA
1. Plan de acogida. Informar a los compañeros de la clase de las nee del alumno y
cómo intervenir en los momentos de crisis, dentro del contexto de las normas de
clase, así como la importancia de evitar conductas de alarma que refuercen
nuevas apariciones de episodios de descontrol.
2. Crear un clima de baja tensión: hablarle sin brusquedad, darle un aviso,
anticiparle las consecuencias naturales de su comportamiento (por supuesto
evitando las amenazas), ignorar las conductas menos disruptivas, presentar la
conducta alternativa correcta, utilizar refuerzos variados tanto sociales como de
actividad…
3. El equipo docente está de acuerdo en seguir un Plan Personal de
Intervención en cuya elaboración ha participado el alumno. Para reemplazar
las conductas problema es necesario que el alumno aprenda muchas conductas
alternativas socialmente aceptadas (formas de comunicación) con las que pueda
conseguir las metas que está consiguiendo con la conducta disruptivas. Con este
fin es necesario que cada uno de los miembros del equipo docente, o un nº
significativo de ellos se hayan comprometido a crear situaciones en las que
el alumno practique las con ductas alternativas (formas de comunicación)
que debe adquirir. Por otra parte el alumno estará motivado para hacerlo si en el
tiempo que comparte con cada uno de estos profesores puede alcanzar objetivos
que para él son relevantes (detectados al realizar la evaluación de CV y
priorizados posteriormente con el Facilitador) y consigue con la conducta
alternativa la misma meta que con la conducta problema.
4. El equipo docente, incluido el profesor de apoyo, colabora de una forma estrecha
para unificar criterios de intervención, tratar de extinguir las conductas
problema y reforzar las conductas alternativas. Mantener reuniones periódicas
para acordar la forma de intervenir y realizar el seguimiento de las medidas que
se adoptan.
5. Elaborar conjuntamente con el alumnado las normas del aula, donde se
especifique con claridad formas concretas de respetar a los demás, así como los
procedimientos para ayudar a hacerlo (aviso, cambio de sitio…)
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6. La metodología que se utiliza dentro del aula facilita la incorporación de
otros profesionales dentro de la clase en una o varias asignaturas de forma
que trabajen dos adultos en el aula (profesionales en prácticas, profesores de
apoyo…). Esto implica no organizar la clase de forma magistral, proponer
trabajos de una duración media o larga, formar grupos interactivos o
cooperativos, etc.
7. Proponer la realización de Proyectos de trabajo personales o en grupo (de una
duración media o larga dependiendo de las características del alumno) que le
permita realizar elecciones relacionadas con el tema, la organización, los
miembros del grupo, la asignación de tareas…
8. Realizar trabajos en grupos “interactivos” y/o cooperativos
9. La distribución y ubicación de los alumnos en clase se ha realizado de forma
reflexiva y periódicamente se les hace rotar para facilitar que se relacionen entre
sí.
10. Seleccionar para este alumno el lugar más adecuado de la clase: el que
facilite el control de su atención, el que le permita trabajar en periodos cortos
con algún otro compañero, aquel en el que se le pueda proporcionar apoyo, etc.
11. “Mesa de sosiego”. Tener preparado un lugar algo aislado con el fin de que el
alumno pueda trabajar de forma más concentrado sin molestar a los demás
(intentando controlar los movimientos, dándose autoinstrucciones en voz
baja…)
12. Al inicio de cada clase dar cinco minutos a todo el grupo de alumnos para
que prepare el material de trabajo.
13. Crear la rutina de asignar responsabilidades entre los alumnos del grupo y
asignarle las que son más adecuadas para que alcance sus objetivos prioritarios.
14. Realizar Actividades que promuevan la educación en valores y una actitud
positiva hacia las diferencias individuales: vídeo-forum, charlas, lecturas…
15. Promover la participación activa en la comunidad (tanto dentro del IES como
en el ámbito local) a través de la asociación de alumnos del centro y la
participación en programas de voluntariado. Con el fin de que el alumno elija
un programa de voluntariado cercano a sus intereses será necesario presentarle
un abanico amplio entre los que pueda elegir el que más sintonice con sus
intereses.
16. En un marco en el que se hable de las diferencias individuales, explicar, cuando
no esté presente el alumno, las características del alumno con alteraciones
graves de conducta (ampliando la información en el sentido correspondiente si
el alumno tiene TDAH, Discapacidad intelectual…) y las formas de
proporcionar una ayuda eficaz (ignorar si es posible las conductas problema,
no alarmarse, no reforzar con atención, “Círculo de amigos”, etc.).
17. Entrenar las habilidades sociales que son prioritarias para él.
18. Trabajar la resolución de conflictos en un contexto lo más normalizado
posible.
19. Trabajar el desarrollo de competencias emocionales (la autoestima,
autoeficacia, la asertividad, etc.).
20. Crear la figura de “Alumno ayudante” para promover que un grupo de
alumnos, que pueden ir rotando, se interesen por la situación personal de sus
compañeros, dificultades que puedan tener, compartir con ellos situaciones de
ocio dentro y fuera del centro…
21. Desarrollar estrategias de tutorización entre iguales si previamente ha
aceptado esta ayuda el alumno: supervisar que apunta los deberes en la agenda,
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corregir por parejas las actividades, dirigirle la atención cuando observe
periodos prolongados de inatención, intercambios de clases, salidas y entradas,
etc.
22. Comprobar que comprende los contenidos y realiza las tareas.
23. Proporcionar apoyo pedagógico para el alumnado con alteraciones graves de
conducta que tenga dificultades de aprendizaje y/o desfase curricular.
4.5.
RESPUESTAS A NIVEL DEL ALUMNO/A.
PLANES PERSONALES DE INTERVENCIÓN.
A. LA INTERVENCIÓN COMUNICATIVA SOBRE LOS PROBLEMAS DE
COMPORTAMIENTO.
La intervención implica cambiar la forma de interactuar del alumno con las personas
que le rodean. Para promover este cambio es necesario:
1. Establecer una relación positiva (de empatía) con el alumno. Si no se tiene una
relación de este tipo, puede conseguirse con el siguiente procedimiento:
a) Elabore una lista de refuerzos sociales, actividades (en el caso de discapacidad
intelectual también pueden ser adecuados objetos) que le gusten a la persona con
la que se está trabajando.
b) Proporcione estos reforzadores gratuitamente durante varios días hasta que
parezca que al alumno le agrada su compañía.
2. Convertirnos en una señal para el acercamiento y la comunicación. Una vez que
se ha establecido una relación positiva con el alumno, éste debe aprender que puede
conseguir las metas que ha estado alcanzando con la conducta problema utilizando otras
conductas socialmente adecuadas.
Para ello:
a) Espere que la persona se acerque, antes de proporcionarle los reforzadores
gratuitamente y continúe así varios días.
b) Cuando sea estable la conducta de aproximación espere a que realice una
petición.
3. Promover que comparta actividades con otros compañeros que les resulte
satisfactorias a ambos. El siguiente procedimiento puede ayudar a alcanzar este
objetivo:
a) Detectar por diversos medios (cuestionario, debate, guía de observación,
redacción etc.) los temas y las actividades tanto dentro como fuera del aula que
les interesan a los alumnos de su grupo o a aquellos con los que consideramos
más fácil y/o adecuado que se relacione.
56
b) Trate de emparejar a las dos personas para que se dediquen, con frecuencia, a
las actividades que a ambas les divierten.
c) Se habrá alcanzado el éxito si el alumno pide con frecuencia realizar las tareas
con la otra persona.
4. Una vez confirmado el objetivo de la conducta problema en un contexto determinado
se han elegido otras conductas alternativas adecuadas a ese contexto que son
funcionalmente equivalentes. Para ello se debe:
a) Considerar quien proporciona las consecuencias y en qué situación las
proporciona.
b) Enseñar a responder con la nueva conducta. Empiece eligiendo conductas
alternativas (si es posible que pertenezca ya a su repertorio de conductas) que se
puedan utilizar en una amplia variedad de situaciones.
c) Si la conducta problema tiene más de un propósito, deben enseñarse varias
conductas alternativas de forma que pueda alcanzar todos sus propósitos
utilizando conductas adecuadas socialmente (conductas comunicativas). La
conducta o conductas alternativas deben hacer que el alumno alcance su
propósito de forma fiable y con poca demora.
d) El éxito está en que el alumno solicita atención, ayuda (en lugar de evitar la
tarea) o determinadas cosas concretas utilizando las conductas alternativas de
forma rápida y consistente, en situaciones en las que actuaba de forma
problemática y la conducta problemática debe disminuir o desaparecer.
e) Si los problemas persisten:
- Compruebe que la demora en conseguir su propósito con la conducta
alternativa no es mayor que si utiliza la conducta problema.
- Si la demora es un factor, debe comprobarse que la conducta alternativa
no le requiere demasiado esfuerzo (necesita mucho tiempo para realizarla
o requiere mucha ayuda), Compruebe también que las demás personas
comprende la finalidad de la conducta alternativa.
- Si el esfuerzo o la inteligibilidad plantean problemas elija otra conducta
alternativa.
- Reaccionar con tranquilidad, pero manteniendo la firmeza, reduciendo
al mínimo las reacciones ante la conducta problemática.
5. Mejorar la tolerancia a la demora del refuerzo. Después de enseñar una conducta
alternativa eficaz (que en realidad lo que se ha enseñado es otra forma de comunicación
más adecuada) la persona puede empezar a importunar a los demás con un uso excesivo
de esta conducta alternativa.
A corto plazo, los adultos (padres, profesores…) deben permitir que se les moleste hasta
cierto punto. Cuando la conducta esté bien establecida, será el momento de enseñar al
alumno a tolerar cierta “demora del refuerzo”
57
a) Cuando el alumno pide el descanso, la atención o cosas concretas realizando
la conducta alternativa adecuada el profesor debe decirle que podrá obtenerlo
tras realizar un trabajo.
b) Se le debe ayuda a pedir lo que quiere después de haber realizado el trabajo y
corregido los errores.
c) Se deben plantear diversas situaciones (con distintas tareas, diferentes
profesores o diversos lugares) que ayuden al alumno a darse cuenta cuando
puede realizar su petición y cuando no porque los demás están ocupados.
d) Incremente progresivamente la dificultad del trabajo. Si vuelven las conductas
problema, disminuya temporalmente la exigencia.
e) Desvanezca poco a poco las ayudas que ha utilizado para que pida lo que
desea utilizando la conducta alternativa después de realizar un trabajo.
f) Asegúrese de que el refuerzo que consigue después de realiza el trabajo
correctamente y utilizar la conducta alternativa es algo importante para el
alumno.
g) Repita los cuatro primeros pasos utilizando con otro muchos adultos.
h) Cuando no es posible proporcionarle al alumno lo que quiere ofrézcale un
refuerzo sustituto de igual valor o superior.
i) El éxito está en que el alumno no plantee la conducta problema cuando no se
satisfaga inmediatamente su petición.
6. El procedimiento de inserción. Este procedimiento consiste en situar las órdenes en
un contexto de buen humor. Para ello:
a) Haga una lista de las órdenes que son señales facilitadoras de la conducta
problema.
b) Si ya ha establecido una relación positiva, (punto 1º de este procedimiento de
intervención) haga también una lista de las cosas concretas, actividades,
conversaciones, e intereses compartidos que fueron parte del proceso de
establecer la relación positiva y que son señales de conductas no problemáticas
que indican buen humor (sonrisa, risa y otras conductas que indican placer e
interés).
c) Si no ha establecido una relación positiva, hágalo.
d) Si el alumno responde a una orden con la conducta problema en dos ocasiones
consecutivas, empiece el tercer episodio presentando señales facilitadotas de la
conducta no problemática, al menos tres o cuatro veces. A continuación presente
la orden de nuevo (ahora ya estaría insertada en un contexto positivo). Puede
continuar presentando la señal no problemática mientras el alumno responde
siempre que no distraiga o interfiera su trabajo.
58
e) El éxito está en que se tenga seguridad en que el alumno muestra conductas
que indican buen humor después de presentar señales facilitadotas de conducta
no problemática. El éxito también está en que al presentar de nuevo las órdenes
que provocan conductas problemas el alumno las cumple sin presentar conductas
disruptivas.
7. Otra forma de enseñar al alumno que puede conseguir cosas importantes para él sin
recurrir a las conductas problema es darle la posibilidad de elegir. No se trata de
renunciar al control (dejarle que haga lo que quiera), sino de compartirlo. Significa que
le dejamos elegir como parte de una intervención que incide en la educación funcional y
en la participación en la vida de la comunidad. El procedimiento que se puede seguir es
el siguiente:
a) Siempre que se pueda proporcione al alumno alternativas relacionadas con la
tarea que debe realizar, las personas con las que puede interactuar, cosas
concretas y actividades sociales.
b) Intente crear alternativas que estén relacionadas con los factores que controlan
la conducta problemática.
c) Permítale elegir una de las alternativas y satisfaga su elección.
d) Si elige una alternativa que no se le ha ofrecido, si es posible, satisfaga esta
elección.
e) Proporcione consecuencias naturales para la no realización de elecciones:
- Elija por él o ella. Puede que deba ayudarle a realizar la tarea que ha
elegido usted o que tenga que utilizar procedimientos de inserción.
- En el caso de que el propósito de la conducta es la interacción social
(atención), deberá elegir la otra persona con quien interactuará el alumno.
- En el caso de que el propósito de la conducta sea conseguir cosas
concretas, no le proporcione ningún refuerzo, pero pasado un pequeño
tiempo ofrézcale las opciones otra vez.
f) Cuando sea necesario, incorpore la opción de elegir a un procedimiento de
inserción.
g) El éxito está en que la mayoría de las veces, cuando se le ofrezcan alternativas
elija una.
8. Generalización. Carr (1996) la define como la transferencia de los resultados de una
intervención desde una situación a muchas otras. La generalización debe producirse a
través de las personas, de los contextos físicos y de las tareas. En ocasiones ocurre de
forma no programada, cuando se observan los beneficios de una intervención en otras
situaciones nuevas en las que no se enseñó la conducta alternativa, pero este tipo de
generalización no suele ser frecuente. Un procedimiento adecuado para llevarla a cabo
es el siguiente:
59
a) Prográmela en situaciones controladas y después cambie poco a poco a
situaciones menos controladas. Carr (1996) considera que una situación está
controlada si 1) contiene pocas señales para la conducta problemática y pocos
estímulos distractores 2) es posible controlar una crisis si ésta ocurriera sin tener
que abandonar por presión social, peligro potencial o sentirse violento.
b) Programa la generalización siempre en situaciones es probable que se
encuentre en su vida diaria (situaciones naturales).
c) Utilice gran variedad de situaciones naturales (de tareas, personas y
contextos).
d) Recuerde que para la mayoría de las personas la conducta problema tiene más
de un propósito, por lo tanto se deben enseñar distintas habilidades (conductas
alternativas).
e) El éxito está en que el alumno presenta una gran variedad de conductas
alternativas a la problemática en muchas tareas, con muchas personas y en
muchos contextos. El éxito también está cuando tiene lugar una generalización
no programada.
9. Fallos en la generalización. Cuando la generalización no se produce suele ser por
una de las siguientes razones: 1) la relación que mantiene el alumno con el adulto es
inadecuada 2) no existe una evaluación funcional adecuada y 3) La situación contiene
señales claras que favorecen la conducta problemática y que dominan sobre los efectos
de la intervención.
Un procedimiento adecuado en estos casos es el siguiente:
a) Valore si, aunque la generalización haya sido cuidadosamente programada y
haya tenido éxito en otras ocasiones, en estos momentos no se están
incrementando las conductas alternativas ni se están reduciendo las conductas
problema al introducir personas, tareas o situaciones nuevas.
b) Valore si las personas que llevan a cabo la intervención tienen una relación
más neutra que positiva con el alumno. Si es así, estas personas deben seguir los
pasos mencionados para establecer una relación positiva.
c) Si las personas que desarrollan la intervención ya tienen una relación positiva
con el alumno, haga una evaluación funcional en la situación nueva para
comprobar que el objetivo de la conducta problema es el mismo que el propósito
que persigue con ella en las situaciones en las que ha tenido éxito. Si fuera así se
deberá cambiar la intervención para recoger el nuevo propósito.
d) Compruebe que la situación nueva no contiene señales que favorecen la
aparición de la conducta problema. Si es así, cambie la intervención eliminando
dichas señales o si esto no es posible haga que las señales dejen de provocar la
conducta problema (si es una persona inicie el procedimiento para establecer una
relación positiva, si la conducta alternativa requiere demasiado esfuerzo, elija
otra).
60
e) El éxito está en que progresivamente se incrementa la conducta alternativa y
se reduce la conducta problema en las situaciones en las que había fallado la
generalización.
10. El mantenimiento. Si las conductas alternativas que le enseñamos al alumno le
permiten conseguir sus propósitos de forma fiable y eficaz en su vida diaria serán
funcionales y probablemente se mantendrán en el tiempo. Sin embargo no es razonable
que se eliminen por completo y para siempre todas las conductas problema. A veces
éstas se producen por frustración o enfado y será necesario llegar a un acuerdo de qué
nivel de problemas de conducta puede considerarse aceptable para que las tareas diarias
se desarrollen con normalidad.
Cuando los problemas de conducta aumentan tras un periodo en el que habían
desaparecido o eran poco frecuente (problemas de mantenimiento) un procedimiento
adecuado de intervención es:
a) Evalúe si se ha seguido enseñando habilidades funcionales (conductas
alternativas con las que alcanza el mismo propósito que con la conducta
problema) y consolidándolas con refuerzo intermitente.
b) Si no es un problema de funcionalidad, ni de refuerzo intermitente, valore si
la causa puede ser un problema de generalización, como una relación
inadecuada.
c) Si no es un problema de generalización valore si no ha sido demasiado
estricto al considerar que la conducta desaparecerá por completo y para siempre,
es decir si no se ha producido de forma ocasional por una frustración o enfado.
d) Si el criterio que se ha aplicado no es demasiado estricto evalúe si no se debe
al aburrimiento de recibir siempre el mismo refuerzo.
e) Si el problema no está en la saciación del refuerzo valore si el alumno alcanza
sus propósitos utilizando las conductas funcionales con otras personas. Si el
sistema de apoyo social no es adecuado, será necesario hacer más eficaces las
conductas funcionales en otros contextos o con otras personas y/o hacer más
eficaces los sistemas de apoyo social (la forma de actuar de otros miembros del
equipo docente, compañeros o familiares).
f) En alguna ocasión puede que el problema de mantenimiento se deba a varias
de las causas que se han apuntado (funcionalidad de la conducta alternativa,
refuerzo intermitente, generalización, haberse utilizado un criterio de duración o
intensidad demasiado estricto y saciación del refuerzo), en cuyo caso se deberán
abordar todas las causas.
g) El éxito está en que el alumno supere la recaída y utilice las conductas
funcionales de forma adecuada y consistente sin presentar conductas problema.
61
B. OTROS APOYOS PARA ELABORAR LOS PLANES PERSONALES DE
INTERVENCIÓN
1. Analizar con el alumno los criterios que debe tener en cuenta para elegir un
“Facilitador” y ayudarle a elegirlo. En cualquier caso es imprescindible que el alumno
tenga un adulto de referencia, un “mentor” con el que desarrolle una relación de
empatía que le motive para el cambio y con el que pueda retomar las situaciones en
momentos de crisis o posteriores a ella.
2. Programar reuniones periódicas con los padres, valorando qué profesionales
deben estar en ellas de forma sistemática (el Facilitador o persona de referencia elegida
por el alumno, el tutor…) y quienes deben incorporarse a ellas en función del tema que
se vaya a tratar. En estas reuniones:
• Se ayudará a los miembros de la familia para que continúen siendo el
principal apoyo para el alumno: analizando conjuntamente con ellos sobre las
formas más eficaces de intervenir en distintas situaciones, facilitándoles
información sobre como llegar a acuerdos, elaborar horarios…
• Se les implicará en el cambio de comportamiento de su hijo promoviendo que
el alumno pueda acceder a actividades extraescolares de su agrado:
deportivas, plástica, de ocio… tras consensuar con él unos objetivos y unos
apoyos para alcanzarlos (horario, ayudas personales…).
• Se les informará sobre los recursos comunitarios que pueden serles útiles como
unidad familiar, o en programas dirigidos a los hermanos (tratamientos de
autoayuda, apoyo desde SM…) o para apoyarles en su papel de padres (grupos
de autoayuda, terapia de SM…).
• Se mantendrá un buen control de asistencias y retrasos
3. Ponerle límites claros y coherentes. No tiene sentido con este alumnado aplicar el
ROF de forma estricta. Conviene evitar los castigos en el pasillo y en la medida de lo
posible sustituirla, por estrategias como la “mesa de sosiego” o el “aula de atención
personalizada” antes mencionadas.
4. Priorizar en el programa de intervención pocas conductas y realizar un
seguimiento periódico de ellas
5. Reforzar socialmente las conductas adecuadas y promover el éxito en
actividades de aprendizaje y de relación con los demás para mejorar su
autoconcepto e impulsar actitudes positivas hacia el aprendizaje y la interacción con los
otros.
6. Ignorar, en la medida de lo posible, las conductas inadecuadas, haciendo en los
casos necesarios las amonestaciones en privado.
7. Asegurarnos en todo momento que entiende la relación entre su comportamiento y
las consecuencias, tanto positivas como negativas y utilizar técnicas cognitivo
62
conductuales como contratos de conducta con o sin sistema de fichas en el que se le
ofrezca la posibilidad de participar en otras clases o tareas que le atraigan: EPV, EF,
utilización del ordenador…
8. Utilizar la reestructuración cognitiva para ayudarle a interpretar correctamente
las situaciones conflictivas, detectar ideas erróneas y promover y apoyar en su
cambio, guiándole (modelado, role play, dinámicas de grupo, etc.) para que
identifique explicaciones alternativas y formas más adaptadas de responder.
9. Aumentar y mantener la motivación:
• Comenzar proponiendo actividades en las que se sienta competente,
proporcionándole, de esta forma, experiencias de éxito.
• Secuenciar las actividades graduando su nivel de dificultad.
• Comenzar con recompensa inmediata e irla demorando.
• Retroalimentar con frecuencia su conducta.
• Comenzar por los premios y no por los castigos.
• Recordarle con frecuencia qué puede conseguir con su esfuerzo, así como
actuaciones pasadas en las que tuvo éxito.
• Llevar un autorregistro de cumplimiento de objetivos y un sistema de
economía de fichas.
• Proporcionarle ocasiones en las que pueda elegir entre distintas actividades, en
el orden en el que las realiza, el modo de hacerlas…
• Las correcciones que se le hagan deben ser claras y asegurarnos que
comprende el motivo por el que se le hacen. En ningún caso se le contestará con
tonos inadecuados (agresivos) y/o humillantes.
• Evitar hacer juicios de valor y compararle con los compañeros.
10. En relación con las consecuencias de las conductas problema • Las
consecuencias deben ser “naturales”, es decir relacionadas directamente con la
conducta problema, cuidando en todo momento la proporcionalidad.
• Valorar la posibilidad de que incluyan la reparación del daño o estén
relacionado directamente con él.
11. Generalmente es necesario que se le adapten de forma más o menos
significativa diversas áreas: objetivos, contenidos, actividades, metodología y
evaluación. Esto es responsabilidad del profesor/a de cada área. Debe coordinarlo el
tutor o tutora y es imprescindible que sea supervisado eficazmente por Jefatura de
Estudio.
Es de gran importancia que el alumno tenga claro la tarea que debe realizar y que ésta
esté previamente programada de acuerdo a sus necesidades, así como que disponga de
materiales adecuados, especialmente en los periodos que comparte con el grupo clase.
12. Priorizar los contenidos que son más funcionales en todas las áreas,
especialmente procedimentales y actitudinales.
13. Estudiar la estructura del grupo (estudio sociométrico), para incluirlo en un
subgrupo que facilite su integración en la clase.
63
14. Adaptar la metodología,
• Promoviendo el trabajo en grupos cooperativos.
• Participando en grupos interactivos en los que se apoya su relación con los
compañeros cuando trabaja en grupos pequeños dentro y fuera del aula con
modelado, guía verbal, comentar posteriormente cómo se ha trabajado en grupo,
retomando las atribuciones que ha hecho…
• Utilizando estímulos visuales que atraigan y mantengan la atención:
esquemas, mapas conceptuales.
• Estructuración de las actividades en el tiempo: ordenando las actividades,
dando un tiempo individual para cada una de ellas, preparando previamente los
materiales…
• Concretar en cada área cuales son los refuerzos de actividad más eficaces,
con el fin de programarlas a continuación de otras tareas que le supongan mayor
esfuerzo.
15. Promover que el alumno participe en actividades extraescolares y programas
extracurriculares que se realicen en el propio centro que faciliten un ocio activo y
que se integre en grupos de compañeros con una actitud colaborativa: PROA,
Campeonatos escolares…
16. Buscar a nivel local programas comunitarios que faciliten la inserción social
(deportes, ocio activo…), el apoyo escolar y la capacitación prelaboral.
17. En los casos en los que se constate rechazo de la institución escolar y un riesgo
evidente de abandono escolar es importante promover la participación en
programas de inserción profesional y/o talleres preelabórales
18. Ponerles en contacto con asociaciones e instituciones de la localidad que
organicen campamentos y actividades de ocio en fines de semana y vacaciones
APOYOS ESPECÍFICOS PARA EL ALUMNADO CON TDAH
19. Concretar el tiempo que puede mantener la atención sostenida en la tarea y
controlada por él solo y ajustar las propuestas de tareas individuales a periodos en
los que pueda controlar su atención.
20. En relación con el control de estímulos para facilitar la atención:
• Sentarle cerca del profesor o en un lugar con el menor nº de estímulos
distractores (lejos de la ventan y de la puerta, en las primeras filas, apartado de
otros compañeros inquietos…).
• Acordar con él una clave/señal que favorezca que focalice la atención.
• Acotar un tiempo para las tareas.
• Programar la realización de tareas que requieran esfuerzo mental después de
periodos de movimiento motor intenso (recreos, clases de EF, deportes…).
• Alternar tareas de alto interés con otras que le cuestan más esfuerzo.
64
21. Respecto a mejorar el autocontrol.
• Dividir las tareas en pequeños pasos incluyendo momentos de desahogo en los
que descanse tras un periodo de trabajo intenso..
• Formular las órdenes de forma breve, clara y sencilla.
• Entrenarle en la utilización de autoinstrucciones primero en voz susurrada y
posteriormente con lenguaje interior. En estas autoinstrucciones se le pedirá que
concrete el objetivo de la tarea, que dirija su conducta diciendo lo que tiene que
hacer, que valore si lo ha hecho correctamente y por último que se corrija o
refuerce.
• Proporcionarle instrucciones por escrito para ayudarle a realizar la tarea.
• Legitimar que se levante cuando y con la frecuencia que el profesor considere
(“Respiro motor”)
22. Si molesta de forma deliberada sentarle aparte (mesa de sosiego).
23. Entrenamiento en habilidades sociales, estableciendo con él una relación cálida pero
asertiva, evitando tanto el comportamiento permisivo como el agresivo.
24. Utilizar técnicas de relajación muscular.
25. Animar a que siga el tratamiento farmacológico y si es necesario el psicoterapéutico.
26. Dada la gran dependencia emocional de este alumnado, es importante demostrarle
afecto y reforzar sus logros y el esfuerzo.
27. En relación con la evaluación.
• Fraccionar la tarea, dándole instrucciones de que empiece por las preguntas que
mejor se sepa y las más cortas.
• Utilización del reloj para ajustar el tiempo de cada fracción de tarea.
• Utilizar modalidades diferentes de evaluación (orales, escritas, trabajos…).
• Reducir el número de preguntas, poner una por hoja y asignar a cada una de
ellas un tiempo.
• Emplear un número reducido de hojas o proporcionárselas progresivamente.
• Realizar evaluaciones cortas y frecuentes, se trata de valorar lo que saben y no
la dificultad para hacer el examen.
APOYOS ESPECÍFICOS
INTELECTUAL
PARA
EL
ALUMNADO
DISCAPACIDAD
28. Planificar las tareas secuenciándolas en pequeños pasos incluyendo momentos de
desahogo en los que descanse tras un periodo de trabajo intenso.
29. En un contexto de distribución de tareas entre los alumnos del grupo, encargarle de
alguna de ellas que facilite el que alcance objetivos relevantes para él.
30. Darle recompensas cercanas a la tarea (sociales, de actividad) e irlas demorando
progresivamente.
65
APOYOS ESPECÍFICOS PARA EL ALUMNADO CON TRASTORNO
DISOCIAL
31. Derivarlo a terapia cognitiva- conductual, corregir pensamientos disfuncionales,
ilógicos y negativos, cuestionando las evidencias, viendo las ventajas y los
inconvenientes de los pensamientos y considerando las alternativas más apropiadas.
Ayudar a cuestionar actitudes hacia sí mismo y hacia los demás, cambiar los
componentes emocionales.
32. Derivarlo a terapia grupal: con el fin de trabajar habilidades sociales, la interacción
con los otros, dinámica de grupos, resolución de conflictos, etc.
33. Proponer al centro de SM de la localidad la derivación a un Centro Educativo
Terapéutico (CET).
34. Entrenamiento para padres de hijos desafiantes (Barkley).
1. Identificar las causas de la conducta de su hijo.
2. Mejorar la relación entre padres e hijo: dedicarle un tiempo a la
comunicación, comentarios positivos y frecuentes, ignorar los comentarios
inapropiados…
3. Aumentar la aceptación de las órdenes dadas por los padres. Aprender a dar
órdenes afirmativas, sencillas, con contacto ocular y tiempo límite. Se
recompensa con atención positiva.
4. Se le enseña a disminuir la conducta perturbadora dando una actividad
gratificante y reforzando con atención cuando la realiza de forma ininterrumpida
en periodos progresivamente más largos.
5. Economía de fichas en casa. Primero sin retirar fichas por las conductas
inadecuadas y después introduciendo el coste de respuesta y el tiempo fuera
primero por una conducta problema e ir incrementando el número de éstas.
6. Lo mismo que el punto 5, pero en lugares públicos.
7. Establecer incentivos por el cumplimiento de objetivos y sanciones por el
incumplimiento.
8. Mejorar la actuación en el centro a través de la comunicación diaria de éste
con la familia y la aplicación de las contingencias acordadas en casa.
9. Mejorar sucesivos problemas, abordándolos con el procedimiento
mencionado.
10. Revisar los procedimientos y solucionar las dudas sobre el programa.
4. 6. RESPUESTAS A NIVEL DE FAMILIA.
Orientaciones para padres
"Los padres representan la fuente de seguridad, los modelos a seguir, el reflejo mismo
de lo que los niños sienten y son, la base fundamental sobre la que construyen su
propia escala de valores y el concepto de disciplina y autoridad. De los padres
depende en gran medida, la mejor o peor solución de la sintomatología que presenta el
niño" ( Orjales, 1. 1998)
66
PRINCIPIOS EDUCATIVOS Y TÉCNICAS
De acuerdo con la edad del niño y la gravedad de los síntomas, se puede proceder de
diferentes maneras. La enseñanza a los padres de habilidades que han resultado
efectivas para el abordaje de los problemas de conducta es una parte esencial de
cualquier tratamiento, si bien las habilidades aplicables a niños pequeños y a
adolescentes pueden diferir. Entre los elementos fundamentales, se incluye el uso
frecuente y uniforme de elogios, recompensas y castigos razonables. En el marco de la
terapia de conducta, los padres aprenden, ejercitan y adaptan a su medida este tipo de
habilidades y también otras, como aprender a pedir de modo efectivo, recurrir al
aislamiento temporal e ignorar las conductas irritantes prestando en cambio atención
positiva a las conductas deseadas. Los niños también pueden aprender y ejercitar nuevas
habilidades para sobreponerse a los problemas, como la exploración de formas
alternativas para manejar la ira. Para los adolescentes, suele ser útil la terapia familiar
que se centra en muchas de las habilidades de crianza mencionadas arriba, como la
imposición de límites sobre la conducta y la implementación de consecuencias efectivas
y uniformes de acuerdo con la edad. Asimismo, padres y adolescentes pueden necesitar
ayuda para resolver problemas juntos, mejorar las aptitudes de comunicación, negociar
ante los conflictos e identificar y modificar los patrones de conducta que se dan dentro
de la familia y pueden contribuir con las conductas perturbadoras. En casos más graves
que pueden implicar la superposición de problemas (como el consumo de sustancias o la
negación a asistir a la escuela), puede necesitarse un tratamiento alternativo en otros
entornos (escolar, etc.) A veces, se utiliza un tratamiento farmacológico para el manejo
de algunos de los síntomas de los trastornos graves de conducta. Si existen otros
factores, como las desavenencias matrimoniales, que contribuyen con el desarrollo de
problemas de conducta, éstos pueden abordarse en el marco de una terapia de pareja o
familiar.
Presentamos a continuación pautas y consejos que los padres pueden utilizar en casa, se
trata de orientaciones en torno tres ámbitos: Disciplina y Educación, Entrenamiento
Autoinstruccional y Relajación.
I.I. DISCIPLINA Y EDUCACIÓN.
Contrariamente a la opinión popular que identifica disciplina como amenazas,
humillaciones, daños y castigos físicos y psicológicos, disciplina significa enseñanza, es
decir, conjunto de estrategias adecuadas para despertar, alentar y motivar
conductas positivas, entre ellas conductas de autonomía que permitan a los niños
crecer en libertad y responsabilidad.
Es fundamental seguir los siguientes criterios:
- COHERENCIA. Actuar siempre de la misma forma y entre los padres: ambos deben
premiar/castigar las mismas cosas y de la misma forma, sin discrepancias ante los hijos.
- PERSISTENCIA. Insistir una y otra vez, intentando no desanimarse ante los
pequeños y a veces múltiples fracasos.
- NO AMENAZAR, ACTUAR.
PARA INCULCAR LA DISCIPLINA PODEMOS RECURRIR A DISTINTAS
FÓRMULAS Y TÉCNICAS:
67
a) Para modificar comportamientos inadecuados hay que tener claro qué es
exactamente lo que se quiere cambiar.
Puede resultar confuso intentar modificar todos estos comportamientos sin una
planificación previa. Conviene realizar los siguientes pasos:
1. Observar el comportamiento de su hijo.
2. Hacer una lista de conductas problema.
3. Ordenar la lista por orden de prioridades.
4. Señalar las conductas que primero deseamos modificar, aquellas en las que
se puede obtener un resultado más rápido (las menos complicadas o las
menos frecuentes).
5. Elegir una o dos conductas para modificar y olvidar las restantes.
6. Hacer un plan sobre las medidas que se tomarán en caso de que el niño
funcione bien (positivas) y en caso de que lo haga mal (negativas).
7. Explicar al niño la nueva situación. Se trata de explicar al niño las nuevas
normas, no decirle, por ejemplo, que la cosa va a cambiar porque «ya no me
vas a tomar el pelo». Si decimos algo así y no somos capaces de mantenerlo,
la derrota tendrá consecuencias muy negativas.
8. Ser constantes en su puesta en práctica.
b) Utilizar un sistema de puntos.
Para lograr la implantación de esa conducta deseada sabemos que debemos
reforzar o premiar toda aproximación e intento. Si el premio que desea el niño no puede
ser inmediato, podemos utilizar PUNTOS. Los puntos tienen el efecto de la inmediatez
(se entregan en el momento y el niño se siente reconocido por su buen hacer), pero se
pueden canjear pasado un tiempo (no podemos ir al cine entre semana) y son
acumulables. El sistema de puntos permite que el niño se entrene en demorar el disfrute
los premios –autocontrol:
*el niño puede elegir un regalo caro y para ello necesita coleccionar muchos
puntos
*se puede dar la misma cantidad de puntos para conseguir un premio y aumentar
la exigencia cada vez.
 Al principio, los premios se deben conseguir con poco esfuerzo para que el niño
gane confianza en sus propias posibilidades. Después, para conseguir EL MISMO
PREMIO el niño deberá hacer algo más difícil o de igual dificultad, pero durante
más tiempo. Comenzamos exigiendo pocos puntos para conseguir un premio y vamos
aumentando la cuantía progresivamente. Podemos dar un punto por lavarse los dientes
cada día y dar un premio una vez acumulados 5 puntos. Después, manteniendo el
mismo criterio (un punto por lavarse los dientes cada día) exigir 7 puntos por un premio
semejante. El tercer premio requerirá 10 puntos y el cuarto 14 puntos, así
sucesivamente. La recompensa se obtiene cada vez más tarde y es del mismo valor
porque al niño cada vez le cuesta menos esfuerzo mantener la conducta inicial.
Si aumentáramos la cuantía del premio no estaríamos premiando el esfuerzo del niño
(cada vez menor porque se entrena) y acabaríamos en un chantaje sin sentido. Llegaría
un momento en que el niño exigiría unos premios imposibles y abandonaríamos el
sistema. Los niños, entonces, plantearían el juego a la inversa «pues si no me sigues
68
dando lo que yo quiero, dejo de hacerla». Lejos de arreglar las cosas estaríamos
empeorándolas.
 Cada conducta que deseamos cambiar debe tener un premio independiente. De
esta forma, si un niño falla en una, no recibirá el premio asignado para esa conducta
pero sí para otra. De otro modo sentirá que fracasa en todo y tirara la toalla.
 En la medida de lo posible debemos utilizar refuerzos internos (la autosatisfacción)
más que externos (premios materiales o sociales)
 Es preferible utilizar, cuando es posible, un refuerzo social, más que un refuerzo
material
c) Utilizar adecuadamente los refuerzos.
-Realimentación inmediata de toda conducta positiva. Felicitarle inmediatamente
después de que haya hecho algo bueno.
-Realimentación inmediata de toda conducta negativa. Ante la primera
manifestación de la conducta negativa le explicaremos clara y detalladamente y sin
gritar qué es lo que ha hecho mal y qué otras cosas buenas podía haber hecho. Además
pactaremos que si vuelve a repetirse la misma conducta negativa se le retirará
inmediatamente un privilegio o parte de él (cuento, videojuego, tiempo de TV...).
- Realimentar más frecuentemente, sobre todo si se está intentando modificar una
conducta. Ej: Si quiere que acabe los deberes en un tiempo más razonable, no tan largo,
premiar cada vez que acabe el trabajo de una asignatura. Usar pegatinas con caras
sonrientes, estrellas o algo similar que le guste y pegarlas en un lugar bien visible. Si es
un niño más mayor, bastará con elogiar su esfuerzo más a menudo, según vaya
avanzando con los deberes, en vez de criticar lo mucho que tarda cuando ese sea el caso.
- Usar siempre incentivos antes que castigos. Cuando quiera cambiar una conducta
negativa, primero piense qué conducta positiva la puede reemplazar.
-Emplear castigos no físicos.
a. Los castigos establecidos deben de ser lo mas equitativos posible con
respecto a la gravedad del acto. Ej. si el niño retrasa una hora su llegada
a casa, el próximo día que salga se le restarán dos horas.
b. Siempre que el niño comience a violar cualquiera de las pautas
establecidas se le comenzará a recordar con una idea general, las
consecuencias que su acto puede tener si continúa ejecutándolo.
c. Una vez que no queda más remedio que emprender un acto disciplinario,
la respuesta de los padres debe ser breve, comunicándole las
consecuencias negativas derivadas del mantenimiento de esa conducta.
Debe totalmente de evitarse: gritos, repeticiones, amenazas, sermones,
comportamiento nervioso, etc. Ello solo incrementa la tensión en el
hogar y resta eficacia a la autoridad de los padres.
d. Nunca los cónyuges deberán descargarse mutuamente la responsabilidad.
Su comportamiento deberá ser firme e igual ante las reacciones del niño.
Ello evita diferencias de percepción del hijo con respecto a alguno de sus
padres, así como asentar con mayor firmeza el concepto de justicia entre
69
lo correcto-incorrecto.
d) ignorar
Decide lo que se puede y lo que no se puede ignorar: Hay ciertas conductas que no se
pueden ignorar puesto que sus efectos sobre el niño o sobre los demás pueden ser
peligrosos, conductas de este tipo pueden ser peleas, arrojar objetos contundentes, jugar
en lugares peligrosos, etc.
La ignorancia funciona bien normalmente para detener un comportamiento que siempre
ha provocado la atención y ha permitido al niño salirse con la suya con anterioridad. No
prestes atención al comportamiento: No se debe reaccionar al comportamiento
indeseado de ninguna manera, ni verbal ni no verbal, no hay que decir nada al respecto,
no hay que mostrar ninguna expresión facial o hacer gestos como reacción a ello. Se
debe mirar a otro sitio, hacer como si se estuviera ocupado en otra cosa, etc. Es como si
no lo vieras ni escucharas. Justo cuando el niño presente la conducta adecuada entonces
le prestas la atención que previamente le has retirado.
Espera que el comportamiento empeore antes de mejorar. Cuando se empieza ignorando
una mala conducta, el niño hará todo lo que pueda para atraer la atención a la que está
acostumbrado. Incrementará la intensidad, la frecuencia y la duración de sus actos hasta
saber que obtendrá lo que quiere. Este es el momento de ser fuerte y de no abandonar.
Si se tiene paciencia conseguirás que al final el niño desista. Pero no puedes olvidar que
si desistes de esta ignorancia en mitad de la intervención, entonces estarás empeorando
la conducta ya que la estarás sometiendo a un reforzamiento intermitente en el cual el
niño aprende a tolerar tasas de respuesta si reforzar pero con la seguridad de que más
tarde o más temprano conseguirá lo que quiere, y esto hará mucho más difícil la
extinción de la conducta. Por tal motivo, si no estás seguro de poder aguantar el pulso
de no hacerle caso al niño a pesar de su mal comportamiento y crees que no vas a tener
la paciencia y el autocontrol necesarios para realizarlo mejor será elegir otra estrategia.
e) Planificar de situaciones conflictivas.
Se le advierte de las consecuencias si la conducta no es la deseada y qué gratificación
recibirá si se comporta bien. Si la conducta es únicamente algo mejor que lo habitual,
sin ser lo que uno ha pedido, es importante alabar su esfuerzo y decirle que la siguiente
vez confías en que le saldrá mejor.
f) Mutua comunicación de sentimientos
Anime a sus hijos a comunicar sus sentimientos positivos o negativos. Que no guarden
para sí la cólera, la ira, la tristeza, el entusiasmo o la alegría. Enséñeles a reducir sus
emociones negativas en una charla distendida, hablando con toda libertad. Que
aprendan a canalizar la tensión física y psíquica pintando, cantando, bailando, dando un
paseo en bicicleta, haciendo ejercicios de relajación o contando chistes y anécdotas
divertidas. La terapia del buen humor es estupenda.
Infinidad de signos de tensión física y psíquica como dolores de cabeza y de
estómago, temblores, tics, asma, enfermedades de la piel...tienen su origen en guardar
dentro de sí durante demasiado tiempo sentimientos de cólera, de odio y de ira.
70
Hay dos técnicas de disciplina muy eficaces para el tratamiento de los
sentimientos negativos: la retroinformación y los mensajes en yo.
La retroinformación consiste en que usted debe esforzarse en escuchar los
sentimientos de su hijo más que sus palabras y comprobar si lo que ha dicho y lo que ha
querido decir son una misma cosa. Es necesario que su hijo le sienta a usted en su
propia onda, que se vea comprendido. Sentir desde los sentimientos del otro es un
instrumento disciplinar valiosísimo para reducir la tensión de nuestros hijos, ya que les
proporciona una salida emocional airosa y, al sentirse comprendidos en sus más
íntimos sentimientos, estarán mucho más predispuestos a escuchar cuando tengamos
algo que decirles.
En los mensajes en “yo” (o expresión de desagrado, molestia o disgusto)
describimos a los hijos el efecto que nos produce su conducta. Cuando los padres están
enfadados suelen comunicarse mediante mensajes en tú:”Otra vez (tú) te has dejado la
puerta abierta”... Este tipo de mensajes son juicio de valor y ponen al niño en una
actitud defensiva. Los “mensajes en yo” por el contrario, preservan la integridad del
niño pues son lo padres los que expresan sus propios sentimientos al descubrir los
efectos que producen en ellos la conducta del hijo:”Cuando llegas a casa bastante más
tarde de la hora convenida, me preocupo mucho porque pienso que puede haberte
ocurrido algo malo”. Los mensajes en ” yo” ayudan a comunicar enfados y sentimientos
negativos sin meternos con los demás, sin atacarles. Esta forma en que podemos
expresar de forma habilidosa nuestros sentimientos de disgusto ha de seguir estos pasos:
 Describir la conducta ofensiva o molesta de la otra persona en términos objetivos.
Describir la actuación, no el "motivo".
"Cuando tú ... ", "Cuando yo ... ", "Cuando ... "
 Expresar tus pensamientos o sentimientos sobre la conducta o problema de
una forma positiva, como si se dirigiesen hacia un objetivo a lograr.
Exprésalos con
calma, centrándote en la conducta molesta y no en la persona.
"Me siento ... ", "Pienso ... "
 Especificar de forma concreta el cambio de conducta que quieres que lleve
a cabo la otra persona.
"Preferiría ... ", "Quisiera ... ", "Me gustaría ... "
 Señalar las consecuencias positivas que proporcionarás si la otra persona
mantiene el acuerdo para cambiar. En el caso de que sea necesario, y sólo si
es necesario, señala a la otra persona las consecuencias negativas que le
proporcionarás.
"Si haces ... ", "Si no haces ... "
Hay que tener en cuenta que no siempre es necesario emplear los cuatro pasos que
se acaban de describir, pudiendo en ocasiones tener la misma utilidad el empleo de uno,
dos o tres de los componentes.
Otra forma de expresar molestia, desagrado o disgusto o cuando existe un
problema que hay que solucionar se puede realizar de la siguiente manera:
 Comenzar siempre diciendo algo positivo. Este modo de introducir un
71
problema facilita la cooperación y receptividad del niño. "Estoy muy
satisfecho de tu trabajo ..."
 Ser específico a la hora de describir el problema que se ha de resolver
o la actuación que se solicita "Ahora tenemos que resolver esta nueva
situación que ha surgido ... "
 Establecer una única orden a la vez para resolver un único problema.
"Así que vamos a intentar hacer ... ", quiero que hagas... "
 Centrarse en las soluciones o en el producto final de la actuación que
se va a realizar. "De esta manera conseguiremos ... "
 La orden deberá incluir reciprocidad y compromiso. "Yo me comprometo
a ... ", "puedes contar conmigo para ... "
 Comprobar que la persona ha entendido lo que le hemos transmitido
y, si se cree conveniente solicitar opinión al colaborador. "¿Has
comprendido en qué consiste lo que te estoy pidiendo?", ¿Qué te
parece esto que te comento?"
 Ponerse manos a la obra. "Pues entonces, vamos a ello"
II. ENTRENAMIENTO AUTOINSTRUCCIONAL
Las autoinstrucciones, es decir formularse preguntas y responderlas para guiar la
atención, pueden resultar muy útiles para centrar a los niños/as en lo que están haciendo
Las instrucciones, son primeramente modeladas por un adulto que puede ser los
padres o la maestra, en este caso, el adulto se habla en voz alta así mismo; luego, el
pequeño efectúa la tarea repitiéndose a sí misma las verbalizaciones en voz alta pero
bajo la dirección del adulto; posteriormente el niño realiza la tarea mientras dice en voz
baja las instrucciones y, finalmente guiará su propia ejecución a través de
autoinstrucciones mediante habla interna o en silencio. Estas son las verbalizaciones que
se pueden utilizar (las preguntas mágicas):





Tengo que parar y pensar antes de empezar:
¿Qué tengo que hacer?
¿Qué planes puedo intentar? -¿Qué pasaría si hago esto? Voy a hacerlo con
cuidado, así¿Qué puedo hacer a continuación? Centrar la atención y guiar la respuesta.
¿Lo he hecho bien?-Evaluación. Aquí me he equivocado, borro y ya está,
aunque tenga errores puedo repetirlo y ya está. Vamos a ver...la verdad es que
lo he hecho bastante bien-Autorrefuerzo.
• Los pasos para hacer los deberes (ejemplo):
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A) Tengo que parar y pensar antes de empezar. Antes de hacer nada digo todo lo que
veo.
El niño describe la ficha antes de leer lo que hay que hacer.
Ej: Aquí hay un texto, un cuento, este es el título. El cuento tiene tres párrafos. Aquí
termina porque pone fin. Éste debe ser el nombre del autor. Aquí hay un dibujo de una
cigarra y una hormiga. La cigarra toca una flauta y la hormiga lleva algo a sus espaldas.
Éste es el número de la página, 52. Aquí pone lo que debo hacer.
B) ¿Qué es lo que tengo que hacer?
Para eso leo o me leen el enunciado del ejercicio.
Repito en voz alta qué es lo que tengo que hacer.
Ahora ya se qué es lo que debo hacer.
C) ¿Cómo lo voy a hacer?
1. Respirar profundamente una vez antes de empezar.
2. Cuando estoy seguro de cual es la respuesta correcta pongo una cruz.
3. Continúo con el siguiente ejercicio.
Tengo que estar muy atento (si veo que no me he enterado, vuelvo para atrás).
Ahora ya puedo hacerla.
D) ¿Me ha salido bien? Si me ha salido bien me felicito y si no me ha salido bien repaso
para ver en qué paso me he equivocado.
III. RELAJACIÓN
El uso de las técnicas de relajación puede resultar beneficioso para todos, pero lo
recomendamos especialmente para los chicos/as con trastornos graves de conducta
porque contribuyen al desarrollo de la capacidad de ser consciente de los pensamientos
y sensaciones corporales y sentimientos que éstos provocan, aspecto fundamental para
conseguir el autocontrol. Presentamos a continuación algunas técnicas, de las muchas
existentes.
TÉCNICA DE LA TORTUGA. M.Scheneider propuso la técnica de la tortuga para el
autocontrol de la conducta impulsiva. El empleo de esta técnica comienza con la historia
de la tortuga "Tortuguita". A través de ella se intenta que el niño se identifique con
Tortuguita que tiene numerosos problemas en el colegio por su impulsividad. Hasta que
un día Tortuguita se encuentra con una vieja y sabia tortuga que le cuenta un secreto,
que no es otro que Tortuguita lleva sobre sí la solución para sus problemas en su
caparazón, y que debe meterse dentro de esa coraza cada vez que algo le dé rabia,
estudiar el problema allí dentro y buscar la mejor solución.
Con esta técnica se pretende que el niño utilice ese truco en los momentos en que sienta
agresividad, cólera, para lo que se dramatiza la sensación de frustración y rabia
contenida de la tortuga apretando la barbilla contra el pecho y pegando los brazos al
cuerpo para esconderse en el "caparazón" hasta contar hasta 10. La distensión posterior
provoca una relajación inmediata.
Historia de una tortuga
«En una época muy remota vivía una tortuga joven y elegante. Tenía.... años de
edad y justo entonces acababa de empezar..... curso. Se llamaba Tortuguita.
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A Tortuguita no le gustaba ir al colegio. Prefería estar en casa con su madre y su
hermanito. No quería estudiar ni aprender nada de nada; sólo le gustaba correr y jugar
con sus amigos o pasar las horas muertas viendo la televisión. Le parecía horrible tener
que hacer cuentas y más cuentas; y aquellos horribles problemas de matemáticas que
nunca entendía. Odiaba con toda el alma leer y lo hacía bastante mal y era incapaz de
acordarse de apuntar los deberes que le mandaban. Tampoco se acordaba nunca de
llevar los libros al colegio.
En clase, jamás escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruidos que
volvían locos a todos. Cuando se aburría, y sucedía muy a menudo, interrumpía la clase
chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos. En ocasiones, intentaba trabajar,
pero lo hacía rápido para terminar cuanto antes y se volvía loca de rabia cuando, al final,
le decían que lo había hecho mal. Cuando esto sucedía arrugaba las hojas o las rompía
en mil pedazos. Así transcurrían los días.
Cada mañana, camino al colegio, se decía a sí misma que iba a esforzarse en todo
lo posible para que no la castigasen en todo el día. Pero, al final, siempre acababa
metida en algún lío. Casi siempre se enfurecía con alguien, y se peleaba constantemente,
aunque sólo fuera porque creía que el que le había empujado en la cola lo había hecho a
propósito. Se encontraba siempre metida en dificultades y empezó a estar harta del
colegio. Además, una idea empezó a rondarle por la cabeza: "soy una tortuga muy
mala", se decía. Estuvo pensando esto mucho tiempo sintiéndose mal, muy mal.
Un día, cuando se sentía más triste y desanimada que nunca, se encontró con la
tortuga más grande y más vieja de la ciudad. Era una tortuga sabia, tenía por lo menos
100 años y su tamaño era enorme. La tortuga sabia se acercó a Tortuguita y le preguntó
qué le ocurría. Tortuguita tardó en responder, impresionada por semejante tamaño. Pero
la vieja tortuga era tan bondadosa como grande y estaba deseosa de ayudarla. "¡Hola!",
dijo con voz profunda y atronadora, "voy a contarte un secreto. ¿No comprendes que
llevas sobre ti la solución para los problemas que te agobian?".
Tortuguita no sabía de qué le estaba hablando. "¡Tu caparazón, tu caparazón!",
exclamó la tortuga sabia,"¡para eso tienes una coraza! Puedes esconderte en su interior
siempre que te des cuenta de que lo que estás haciendo o diciendo te da rabia. Entonces,
cuando te encuentres dentro de tu concha dispondrás de un momento de tranquilidad
para estudiar tu problema y buscar la mejor solución.
Así que, ya lo sabes, la próxima vez que te irrites, métete inmediatamente en tu
caparazón".
A Tortuguita le gustó la idea y estaba impaciente por probar su nuevo secreto en el
colegio. Llegó el día siguiente y, de nuevo, Tortuguita cometió un error que estropeó su
hoja de papel blanca y reluciente. Empezó a experimentar otra vez sentimientos de furia
y rabia y, cuando estaba a punto de perder la paciencia y arrugar la hoja, se acordó de lo
que le había dicho la vieja tortuga. Rápida como el rayo encogió sus brazos, piernas y
cabeza, apretándolos contra su cuerpo, deslizándose hacia el interior de su caparazón.
Permaneció así hasta que tuvo tiempo de pensar qué era lo mejor que podía hacer para
resolver su problema con la hoja. Fue estupendo para ella encontrarse allí tan tranquila y
confortable dentro de su concha donde nadie podía molestarla.
Cuando por fin salió de su concha se quedó sorprendida al ver que su maestra la
miraba sonriente. Tortuguita explicó que se había puesto furiosa porque había cometido
un error. La maestra le dijo que estaba orgullosa de ella porque había sabido controlarse.
Luego, entre las dos, resolvieron el fallo de la hoja. Parecía increíble que con una goma
y borrando con cuidado, la hoja pudiera volver a quedar limpia.
Tortuguita continuó aplicando su secreto mágico cada vez que tenía problemas,
incluso en el recreo. Pronto, todos los niños que habían dejado de jugar con ella por su
74
mal carácter descubrieron que ya no se enfurruñaba cuando perdía en un juego ni
pegaba a todo el mundo por cualquier motivo. Al final de curso, Tortuguita aprobó todo
y jamás le faltaron amigos.»
FIN
Se concluye con la invitación a realizar la tortuga en aquellos momentos en que
sientan ganas de resolver una situación agresivamente o que sientan que la cólera les
desborda.
Práctica de una sesión de relajación
Sentado en una silla, realizamos una relajación general contrayendo y dispensando
por partes todo el cuerpo. Ponemos música y hacemos que el niño tome conciencia de
cada una de las zonas de su cuerpo que tocan con el suelo. Posteriormente recorreremos
todo el cuerpo.
Es importante terminar antes de que se agobie e ir prolongando sesión a sesión
los tiempos de relajación.
Pasos para una relajación progresiva
1. Estás sentado tranquilamente. Estás con los ojos
vendados, no ves nada y no te preocupa no ver nada.
Estás tranquilo y a gusto.
2. Te voy a ir diciendo algunas cosas que tienes que
hacer. Cada vez que contraigas alguna parte del cuerpo
que yo te diga, concéntrate en sentir la diferencia entre
esta situación y la anterior. Es muy importante.
3. Aprieta tu puño izquierdo, nota la tensión en la mano y
el antebrazo, relájate.
4. Aprieta tu puño derecho, nota la tensión en la mano y
el antebrazo, relájate.
5. Dobla el brazo izquierdo hacia arriba, levantando la
muñeca y estirando los dedos levantados hacia el
techo.
6. Lo mismo con el brazo derecho.
7. Tócate los hombros con los dedos, levanta los brazos,
nota la tensión de los brazos. Relájate.
8. Arruga la frente todo lo fuerte que puedas. Relájate.
9. Aprieta los ojos con fuerza. Nota la tensión en toda la
cara.
10.Aprieta los labios con fuerza. Nota la tensión en el cuello y la barbilla.
Relájate.
11.Coloca la cabeza hacia atrás. Presiona con fuerza y relájate.
12.Arquea la espalda. Relájate.
13.Toma mucho aire. Retenlo dentro y nota la presión en el pecho y en la espalda.
Déjalo ir suavemente.
14.Tensa el estómago, con fuerza. Relájate.
15.Tensa los glúteos, haciendo presión sobre la silla. Nota la tensión. Relájate.
16.Estira las piernas y contráelas con fuerza. Relájate.
17.Levanta hacia arriba los dedos de los pies. Nota cómo la tensión sube por la
pierna. Relájate ahora.
Una vez terminada la relajación, le pedimos al niño que se estire muy lentamente y
75
se siente a nuestro lado. Hablamos con él en un susurro para mantener todavía el estado
sedante y probamos distintos tipos de música tranquila. Le pedimos, entonces, que
seleccione las canciones que más le gusten y las utiliza durante la realización de los
ejercicios de relajación.
Generalización de la relajación
1. Ayudamos al niño a planificar en qué momento puede utilizar la música
de relajación:
 Mientras jugamos en la habitación.
 Mientras hacemos los deberes.
 Durante la cena.
 Mientras me baño.
 En clase mientras trabajamos concentrados.
2. Tumbados en el suelo y con la música apropiada, relajamos todo el cuerpo.
3. Dramatizamos situaciones en las que podemos necesitar relajamos.
4. Practicamos la relajación sentados, respirando cómo hemos aprendido a hacerlo
y con los ojos abiertos (no necesitamos una cama para poder relajamos).
5. Paseamos lentamente y controlando la respiración. Nos mantenemos así sin
excitamos aunque escuchemos música un poco movida. Si se observa que el
niño se altera, se baja la música progresivamente y se pone música de relajación.
Cuando el niño haya vuelto a retomar el ritmo de la respiración, volvemos a
poner un poco de música rápida
6. Proponemos al niño que nos diga en qué situaciones ha intentado relajarse.
4.7. OTROS RECURSOS.
Libros recomendados:










Isabel Orjales Villar. Déficit de Atención con Hiperactividad. Manual para
padres y educadores. CEPE S.L. (Ciencias de la Educación Preescolar y
Especial), 2000.
Ross W. Greene. El niño insoportable. Ediciones Medici, 2001.
Russell A. Barkley y Christine M. Benton. Hijos desafiantes y rebeldes.
Ediciones Paidós, 2000.
Russell A. Barkley. Niños hiperactivos. Cómo comprender y atender sus
necesidades especiales. Ediciones Paidós, 1999.
Eric Taylor. El niño hiperactivo. Editorial EDAF, 1998.
Polaino-Lorente A (editor). Manual de hiperactividad infantil. Madrid: Unión
Editorial, 1997.
Polaino-Lorente A, Avila C. Cómo vivir con un niño (a) hiperactivo (a). Madrid:
Narcea, 2000.
García Pérez EM. ¡Soy hiperactivo-a! ¿Qué puedo hacer? Cruces-Baracaldo:
COHS, 1997.
Bauermeister JJ. Hiperactivo, impulsivo, distraído ¿me conoces? CrucesBaracaldo: COHS, 2002.
Francisco Montañés Rada y Maria Teresa de Lucas Taracena. Hiperactividad,
deficit de atención y conducta desafiante. Guía psicoeducativa y de tratamiento.
Editorial Ars Médica.
76





García Pérez EM, Magaz A. Hiperactividad. Guía para padres. CrucesBaracaldo: COHS, 2003.
García Pérez EM, Magaz A. Hiperactividad. Guía para profesores. CrucesBaracaldo: COHS, 2003
Isabel Orjales Villar y Aquilino Polaino Lorente. Programas de intervención
cognitivo-conductual para niños con Déficit de Atención con Hiperactividad.
CEPE S.L. (Ciencias de la Educación Preescolar y Especial), 2002.
Patricia Kennedy, Leif Terdal y Lydia Fusetti. The hyperactive child book. St.
Martin Press, 1993.
Trinidad Bonet, Yolanda Soriano y Cristina Solano. Tratamiento de la
hiperactividad en el aula. Editorial Thompson-Paraninfo.
Enlaces de interés:














http://www.anhida.org : web de la Asociación de afectados de Vigo.
http://www.atimana-dah.com/ : web de la Asociación Tinerfeña de madres y
padres de niños y adolescentes con Déficit de Atención e Hiperactividad
http://www.chadd.org/ : portal de la Asociación estadounidense de padres. Muy
interesante para profesionales y público general. Con sección en español.
http://www.chaddpr.org/index4.php: web en castellano de la Organización
Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder.
http://salud.discapnet.es/enciclopedia/h/hiperactividad.htm : web en castellano
dedicada a temas de salud que cuenta con un apartado con información sobre la
Hiperactividad.
http://www.f-adana.org/cast/apartado2/apart2_01.htm : web de la Fundación
Privada de Cataluña, sin ánimo de lucro, dedicada a la divulgación, información,
formación y a fomentar la investigación del Trastorno por Déficit de Atención
con / sin Hiperactividad.
http://www.noahhealth.org/spanish/illness/mentalhealth/cornell/conditions/spattndef.html: web
en castellano con información sobre Trastorno de hiperactividad y déficit de
atención.
http://www.paidopsiquiatria.com : página web del Dr. Joaquín Atienza
(psiquiatra infantil de Almería). Interesante sobre todo por los foros, tanto para
padres como para profesionales. Contenidos adicionales de psiquiatría infantil
muy adecuados.
http://www.psicopedagogia.com/hiperactividad : web en castellano enfocada a
padres y profesores. Artículos interesantes sobre la hiperactividad.
http://www.psyncron.com : web en castellano del centro de diagnóstico y
tratamiento de los trastornos del desarrollo.
http://www.tda-h.com . portal en castellano dedicado a los Déficits de Atención
con y sin Hiperactividad, gestionado por la División de Investigación y Estudios
del Grupo ALBOR-COHS.
http://www.tda-h.com/ADAHIGI.html : web de la Asociación ADAHIgi
(Asociación de Déficit de Atención con Hiperactividad-Gipuzkoa).
http://www.tda-h.com/afhip.html : asociación de Familiares de Niños
Hiperactivos de Cádiz.
http://www.tda-h.com/Aateda.html : asociación Aragonesa del Trastorno por
Déficit de Atención con/sin Hiperactividad.
77

http://www.tdah.org.ar : web de la Fundación Trastorno por Déficit de Atención
e Hiperactividad de Argentina.
Asociaciones Andalucía:

ASOCIACIÓN ASPATHI
Contactos: Pablo Atoche y Miguel Cabrera
Apartado de correos, 12004 - ap.
41080 Sevilla
Tels: 954355813 - 954284386
E-mail: [email protected]
Web: http://www.aspathi.org

APHADA
Contacto: Pedro Murillo
Emperatriz Eugenia, 5 - 1º D
18002 Granada
Tel: 958200007
E-mail: [email protected]

AFHIP
Presidenta: María Jiménez Ruiz
C/ Del Pino, 28
11408 Jerez de la Frontera (Cádiz)
Tels: 956324979
E-mail: [email protected]
Web: http://groups.msn.com/TDAHCADIZ

Contacto: Ana Mª Mesa
Alameda de Colón, 26 - 7º 3ª, izqda.
29001 Málaga
Tel: 679784693
Torredonjimeno

Juegos on line:
http://janssencilag.entornodigital.com/
Preguntas y respuestas más frecuentes:
http://www.trastornohiperactividad.com/bgdisplay.jhtml?itemname=faq_guest#faq05
http://www.tda-h.com/pyr_dah.htm
Mitos y realidades:
http://www.trastornohiperactividad.com/bgdisplay.jhtml?itemname=advice_myth
Guía para profesorado:
78
http://www.f-adana.org/uploads/revistas/LIBRO_ALUMNO_TDAH_(11)_indd.pdf
http://www.educa.madrid.org/cms_tools/files/807f42ac-8adf-40c6-9b854d7947fc4878/GUIA%20DEL%20TDAH%20PARA%20PROFERORES.pdf
http://www.tda-h.com/guia_aportodas.pdf
http://www.tdah-andalucia.es/TDAH/recomendaciones.pdf
Manual para padres:
http://www.trastornohiperactividad.com/bgdisplay.jhtml?itemname=advice_parents
http://www.tda-h.com/guia_aportodas.pdf
Blog con recursos variados:
http://novedades-servicios-recursoeducativo.blogspot.com/2009/03/fichas-para-mejorarla-atencion-2-cds.html
79
CORRESPONDENCIA DE LA CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS GENERALES DEL COMPORTAMIENTO
EN LOS DIFERENTES SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN:
DSM-IV:
TRASTORNOS POR DÉFICIT DE ATENCIÓN Y
COMPORTAMIENTO PERTURBADOR (T. de
inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia)
CIE 10:
TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO Y DE
LAS EMOCIONES DE COMIENZO HABITUAL
EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA
* Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad
*Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad no especificado
*Trastornos hipercinéticos:
1.-T. de la actividad y la atención
2.-T. hipercinético disocial
3.- Otros trastornos hipercinéticos
4.- T. hipercinético sin especificación
Los criterios para el diagnóstico de este trastorno son casi idénticos en estos dos sistemas de clasificación, pero no así
los códigos diagnósticos, ya que la CIE-10 define unas categorías más estrictas. Mientras que el diagnóstico del
DSM-IV requiere seis síntomas de inatención o bien seis de hiperactividad/impulsividad, los Criterios Diagnósticos
de Investigación de la CIE-10 requieren al menos seis síntomas de inatención, al menos tres de hiperactividad y por lo
menos uno de impulsividad. En vez de subtipificar el trastorno sobre la base del tipo predominante,
la CIE-10 subespecifica esta entidad en función del posible cumplimiento de los criterios diagnósticos de un trastorno
disocial.
*Trastorno disocial:
a) De inicio infantil
b) De inicio adolescente
*Trastornos disociales:
1.-T. disocial limitado al contexto familiar.
2.- T. disocial en niños no socializados.
3.- T. disocial en niños socializados
4.-T. disocial desafiante y oposicionista
5.- Otros trastornos disociales.
6.- T. disocial sin especificación
Aunque de formato diferente, los criterios diagnósticos del DSM-IV y de la CIE-10 para el trastorno disocial son casi
idénticos.
*Trastorno negativista desafiante
*T. disocial desafiante y oposicionista (un tipo de T.
Disocial)
El DSM-IV y la CIE-10 comparten idénticos criterios diagnósticos en torno a esta patología, pero difieren en sus
condiciones diagnósticas. La definición de trastorno negativista desafiante que recoge la CIE-10 puede incluir casos
mucho más graves, ya que hasta 2 de sus síntomas pueden extraerse de los criterios diagnósticos del trastorno
disocial.
En la CIE-10, el trastorno negativista desafiante se considera un subtipo más de trastorno disocial.
*Trastorno de comportamiento perturbador no
especificado
* T. hipercinético sin especificación
* T. disocial sin especificación
Esta categoría incluye trastornos caracterizados por un comportamiento negativista desafiante que no cumple los
criterios de trastorno disocial ni de trastorno negativista desafiante; tanto en uno como en otro sistema clasificatorio,
aunque con diferente denominación.
DIFERENCIAS
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