QUE TIENE QUE HACER EL JEFE PARA MOTIVAR A UN COLABORADOR Siempre se ha hablado de lo que tiene que hacer un empleado para rendir más, pero, ¿qué cosas debe de hacer un jefe para que el colaborador sienta que está progresando? Lo primero de todo es entender al colaborador. Para eso, es necesario entender el funcionamiento del colaborador en relación con las tareas que desempeña. Una persona sabe que realiza bien su tarea cuando: Siente que controla la tarea. Su tiempo y esfuerzo dedicado a la tarea ha merecido la pena. Tiene la sensación de asombro cuando además la tarea especialmente complicada y la consigue hacer. es Por el contrario, cuando el colaborador no siente que progresa: Se desanima. Tiene la sensación de que se le escapan las cosas de las manos. Si esa sensación continúa en el tiempo acabará “quemándose”. De aquí se deduce que es fundamental que el jefe sepa animar o motivar al colaborador a través del progreso de la tarea que realiza. El segundo planteamiento es saber si la recompensa final o estado de ánimo superlativo, se deriva del logro real de la tarea. Es cierto que los sentimientos positivos más intensos se corresponden con el momento de conseguir realizar la tarea, aunque también es cierto que ese momento es muy pequeño en relación al esfuerzo que se ha invertido hasta conseguir llegar “a la cima de la montaña”. Por este motivo, el jefe no debe celebrar un único momento de triunfo, debe celebrar esas “pequeñas victorias” en el día a día, provocando en el colaborador la necesidad general de progresar en una tarea, y considerar la culminación de la misma solamente como una parte de ese progreso. Por último, como jefe puede ayudar a que su colaborador sienta que está progresando a través de: 1.- Clima de colaboración. El nivel de progreso del colaborador depende fundamentalmente de cómo se resuelven los conflictos. El jefe debe intentar encontrar una solución “integradora” que satisfaga totalmente los intereses de ambas partes -jefe frente al colaborador-, para que el colaborador progrese en sus respectivas tareas. 2.- Guías. Necesitamos puntos de referencia que midan tanto el movimiento como el progreso, para confirmar que realmente se está consiguiendo la tarea. Las guías son muy importantes en las tareas de larga duración, ya que en las tareas de mayor duración, el progreso es más gradual. Las guías desglosan la tarea en avances psicológicamente importantes. Del mismo modo que las etapas en el ciclismo. Por eso, es importante que el jefe se asegure de que el colaborador sepa cuáles son las guías que marquen el progreso de las tareas de mayor duración. 3.- Celebración. El colaborador tiene que hacer un seguimiento de su progreso, lo que les permitirá elegir las opciones más inteligentes, con el fin de mantener su nivel de energía. La celebración es un tiempo para detenerse, reconocer el logro y saborearlo. Obviamente, esas celebraciones pueden ser privadas; no obstante, compartirlas parece acrecentar las emociones. 4.- Contacto directo con los clientes. La satisfacción de las necesidades de los clientes, ya sean internos o externos, es la justificación principal de las tares del trabajo. Ayudar a los clientes es lo que hace que un propósito tenga sentido. Por este motivo, la satisfacción y el reconocimiento de los clientes es la evidencia más directa del logro continuado de la tarea. 5.- Medidas de mejora. El jefe debe medir las mejoras de los resultados para comprobar el nivel de eficacia de las propias opciones, y hacer un seguimiento del impacto del nivel de competencia en el trabajo. Medir la tasa de mejora es también importante para que el colaborador alcance esta sensación de progreso. Obviamente, el reto está en medir las cosas correctas.