Vivir el llamado entre los grupos étnicos no alcanzados

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Vivir el llamado entre los grupos
étnicos no alcanzados
La realidad escondida
Como misionera, he tenido muchas oportunidades, tanto en América
Latina como en los Estados Unidos, de mostrarle a un grupo de cristianos
un mapamundi con los grupos étnicos de la Última Frontera destacados en
rojo. Es una imagen impactante, como si alguien hubiera tomado una
brocha y pintado en sangre todo el norte de África, el Medio Oriente y
gran parte de Asia, e hizo pequeñas manchas en muchos otros lugares.
La gente siempre queda asombrada de que todavía, en el siglo XXI, hay
más de 1.500 millones de personas que nunca han escuchado el evangelio.
Preguntan: ¿Cómo es posible que con toda la tecnología y la facilidad de
viajar en el mundo moderno, haya tantas personas que viven en la
oscuridad, sin esperanza?
La respuesta es sencilla y compleja a la vez. Por un lado, Jesús le encargó
a su iglesia la responsabilidad de anunciar las buenas nuevas a toda
criatura y la iglesia ha sido lenta en asumir su responsabilidad. Por otro
lado, no es tan fácil llegar a los lugares más remotos del mundo. Hay
barreras de todo tipo. Además, una de las artimañas de Satanás es que nos
enfoquemos en nosotros mismos y, como consecuencia, sigamos ciegos a
la realidad del mundo.
Según Jerry Rankin, presidente de la Junta de Misiones Internacionales,
las agencias misioneras siempre se han preocupado por la salvación de los
inconversos. Sin embargo, en los últimos 25 años han comprendido que la
tercera parte del mundo está aislada del mensaje cristiano. Al investigar
esta realidad, surgió el concepto de grupos étnicos no alcanzados. Un
grupo étnico es un grupo de personas con el mismo idioma e identidad
cultural. En cualquier país puede haber muchos grupos étnicos (indígenas,
inmigrantes, grupos cuya cultura está centrada en alguna religión diferente
a la mayoría, etc.). Se dio cuenta de que el evangelio tiene que ser
presentado a cada grupo étnico, tomando en cuenta su idioma y cultura; si
no, se generan barreras de comprensión y aceptación.
Hay 6.500 grupos no alcanzados en el mundo de hoy. Se encuentran en
todas las regiones del mundo. Muchos de estos grupos han sido
“adoptados” por una iglesia o agencia misionera. No obstante, miles
quedan sin presencia o estrategia evangélica. Gracias a Dios, un tercio de
los representantes de la Junta de Misiones Internacionales están trabajando
con grupos de la Última Frontera, o sea, grupos no alcanzados que tienen
poco acceso al evangelio y donde no hay iglesia evangélica.
Lágrimas de esperanza
Omar*, un joven pakistaní, es el jefe de su familia desde la muerte de su
padre. Tiene 25 años, pero pareciera tener 35. Había escuchado historias
bíblicas cronológicas, pero no tenía cómo saber más hasta Álvaro* y
Julio*, creyentes hispanos, lo visitaron en su casa y compartieron con él y
otros 15 hombres. En una conversación aparte, Omar mostró tal
comprensión del evangelio que Álvaro lo identificó como el hombre de
paz** del lugar. El Señor había preparado el corazón de Omar a tal punto
que sólo esperaba el testimonio de Álvaro para responder.
Omar pertenece a uno de los 70 grupos no alcanzados de Pakistán.
Pakistán tiene una población de 168 millones de personas, de la cual el 96
por ciento es musulmán. Los grupos étnicos de la zona del norte viven en
la encrucijada de tres cordilleras. La geografía del área ha causado tal
aislamiento que a menudo los habitantes de un valle no entienden el
dialecto de sus vecinos en otro valle. Son gente reconocida por sus
habilidades en la agricultura y su amor por la literatura y poesía oral.
En octubre de 2005, muchas de estas personas fueron afectadas por el
fuerte terremoto que destruyó pueblos enteros, dejando 73.000 muertos y
3.000.000 damnificados. Los Bautistas del Sur dieron más de $1.4
millones para proveer socorro inmediato, y después, ayuda para la
reconstrucción. Cuando Álvaro visitó la zona de la devastación, tuvo la
oportunidad de llevar palabras de esperanza a 70 estudiantes y 5 maestros
en una escuela y a varias familias en sus casas. Comentó: “Captamos su
necesidad de recibir una respuesta, frente a no conseguir respuesta en el
islam que por años han buscado.”
Otro testimonio viene de Doris*, una representante que trabajó con los
desplazados en una “ciudad de carpas.” Para que las mujeres estuvieran
ocupadas mientras esperaban volver a sus tierras, les consiguieron
máquinas de coser. Aprendieron la costura para ayudarles a reestablecer
sus vidas después del desastre. El día de la despedida, Doris y sus
compañeras hablaron personalmente con cada mujer y escucharon algo de
su historia. Luego, les dieron un paquete con semillas de flores y les
contaron que Jesús dijo que Dios cuida de las flores del campo que no
trabajan ni hilan, y que Él quiere cuidar de ellas. Estas mujeres que no
derramaron lágrima alguna al contar la tragedia de su vida, ni al recibir el
regalo de la máquina de coser, lloraron con emoción profunda al escuchar
este mensaje sencillo del amor de Dios.
Aunque el evangelizar abiertamente no está permitido, es obvio que
muchos pakistaníes están esperando un mensaje de parte de Dios. Álvaro
cuenta la historia de Mansoor*, un creyente cristiano. “Este hombre, con
un alto sentido de ética y valentía, arriesga su vida día a día en las calles
para llevar la verdad que conoció. Come una vez al día para tener el dinero
suficiente y trasladarse en la ciudad para hacerle seguimiento a aquellos
que toman la mejor decisión. Nos invitó a su casa, la que comparte con
seis amigos que ha ganado. No es más que un cuarto de tres metros por
dos. Les cuento que nunca vi a jóvenes tan felices y seguros de que el que
los llamó los está enviando, y no se pueden dar el lujo de rehusar.”
Póngase de rodillas
Interceda delante del Señor para que se derrumben las siguientes barreras
para alcanzar a los no alcanzados de Pakistán.
• El aislamiento. Un representante dijo: “Necesitamos creyentes tenaces
para perseverar en medio de la dificultad, dadores comprometidos para
cubrir los costos elevados de viajar e intercesores persistentes que no
dejen de orar por la salvación de los perdidos y por visas para los
representantes.”
• El analfabetismo. Pakistán tiene una tasa alta de analfabetismo. Las
mujeres tienen menos oportunidad de aprender a leer y escribir. Muchos
de los idiomas ni siquiera tienen forma escrita. El desarrollo de la
enseñanza bíblica cronológica en el idioma del grupo étnico es
imprescindible.
• El islam. La hospitalidad es una parte integral de la cultura, y los
visitantes son recibidos con respeto. Ore para que los creyentes tengan
oportunidades para hacer visitas en casas y para hablar acerca de puentes
entre el evangelio y el islam.
Doris también pide que roguemos al Señor por dos motivos importantes:
• Que las mujeres respondan al llamado de servir. La separación estricta
entre los sexos significa que, fuera del hogar, solamente las mujeres
pueden llegar a las mujeres. Se requieren equipos de dos mujeres (una de
ellas de “edad madura”) para hacer un trabajo paralelo al de los hombres.
Además, hay que superar limitaciones culturales. No es aceptable para
ninguna mujer usar muchos de los medios de transporte público sin el
acompañamiento de un familiar varón. Y las mujeres nacionales tienen
que recibir permiso de sus familias para viajar.
• Más del 16 por ciento de los niños menores de cinco años carecen de una
nutrición adecuada. Interceda para que las representantes tengan
oportunidades de repartir una harina nutritiva especial y enseñar a las
madres a usarla. Ore para que estas oportunidades resulten en puertas
abiertas para contar historias bíblicas cronológicas y evangelizar a las
mujeres de estos grupos no alcanzados. (Sus ofrendas al Fondo para el
Hambre Mundial patrocinan este proyecto.)
Como dijimos en la introducción, nuestra respuesta es sencilla y compleja
a la vez. Álvaro observó: “Más de 73.000 muertos en un terremoto sólo es
una noticia más de la ola de calamidades sufridas por la humanidad, pero
el sumergirnos dentro de la realidad es otra cosa. El corazón se sobresalta
y la impotencia se suma a tal punto que captemos la inmensa
responsabilidad que tenemos por delante.”
Tenemos que involucrarnos con los no alcanzados—punto. Es el mandato
del Señor. Hacerlo requerirá sacrificio, riesgo y valentía. Norm Lewis, un
misiólogo reconocido, dijo: “A menos que realmente hagamos un enfoque
sobre los no alcanzados, otras necesidades ocuparán nuestra atención.” Si
el Señor le ha conmovido al leer acerca de este grupo étnico no alcanzado,
imagine el dolor del corazón de Dios por los 6.500 grupos del mundo,
cada uno con desafíos diferentes. Haga un compromiso firme hoy con su
iglesia para involucrarse con la gente más necesitada del mundo.
Recursos disponibles de la Junta de Misiones Internacionales
(http://hispanos.imb.org; 1-866-407-9597
1-866-407-9597
):
- Mapa: Global Status of World Evangelization
- Té de oración por las mujeres (folletos para las participantes y para la
líder)
*Nombres cambiados.
**hombre de paz: una persona que Dios ha preparado para que reciba el
evangelio cuando se lo presenta. Esa persona entonces llega a ser catalítica
para alcanzar a su propia gente. (Ejemplo: Cornelio en Hechos 10.)
—Connie Rodgers sirve en el departamento de Movilización Hispana de la
Junta de Misiones Internacionales.
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