ASPECTOS HEMATOLÓGICOS DE LA INFECCIÓN POR VIH El origen de las alteraciones hematológicas en VIH (en general citopenias), es multifactorial. Sin embargo, la causa más frecuente es insuficiencia medular por efecto directo del virus sobre los precursores hematopoyéticos, junto con el efecto sobre linfocitos y macrófagos encargados de la producción de citoquinas reguladoras. Además, es frecuente la formación de inmunocomplejos y anticuerpos, que alteran la vida media de las células. También puede existir infiltración de la médula ósea por neoplasias y/o infecciones oportunistas; y no se puede olvidar el efecto mielosupresor de muchos fármacos requeridos por estos pacientes. La presencia de alteraciones hematológicas puede contribuir no solo a empeorar la situación clínica de los pacientes, sino a limitar el uso de agentes antivirales y antimicrobianos. JUEVES 15 DE MAYO DE 2008 ORIGEN DEL COMPROMISO a incidencia de anemia en pacientes con VIH es del 70%, al igual que la linfopenia. Se ha encontrado neutropenia en el 50% de los pacientes y trombocitopenia en el 40%. La literatura reporta además, que el compromiso de las líneas celulares en pacientes con VIH es más profundo con niveles elevados de viremia. Corrobora este hallazgo, el hecho de la mejoría en los trastornos hematológicos después del inicio de los antirretrovirales, a pesar del efecto mielosupresor directo de algunos de ellos (zidovudina). Modifica la respuesta inmune con activación policlonal de los linfocitos B y producción de anticuerpos e inmunocomplejos, que acortan la supervivencia de las células hematopoyéticas maduras. El VIH, puede directamente, causar alteraciones hematológicas a diferentes niveles (tabla 1): Tabla 1 Causas de citopenias en pacientes con VIH Células precursoras: La presencia de receptores y coreceptores de citocinas requeridos para la entrada del virus a las células se encuentran en las células madre hematopoyéticas. Se ha descrito que las células progenitoras que expresan CD34, también coexpresan CD4 y CCR5, lo cual las convierte en blancos del virus. Sin embargo, la presencia de estos receptores no parece ser suficiente para la infección viral y existe franca evidencia, derivada de estudios en el modelo de ratón SCID-hu, que señala que el VIH no infecta a las células madre; pero si puede alterar su función a través de mecanismos indirectos, como la alteración de la cantidad de células estromales y citocinas de la médula ósea. Células intermedias o maduras: Megacariocitos. Células accesorias: Linfocitos y macrófagos que intervienen en las interacciones celulares a través de la producción de factores hematopoyéticos (FH) y citoquinas Hematopoyesis inefectiva Efectos del VIH sobre células precursoras Efectos del VIH sobre células estromales de la médula ósea Déficit nutricional Alteración en factores de crecimiento Alteración en citocinas Medicación mielosupresora Alteración en factores de crecimiento Destrucción periferica autoinmune Infecciones oportunistas que atacan médula ósea Tumores que invaden la médula ósea L Después de iniciar HAART, la mayoría de líneas celulares aumenta. Tradicionalmente esta observación se ha atribuido al efecto inhibitorio de la replicación por VIH, pero algunos autores sugieren que los inhibidores de proteasa pueden inhibir a la caspasa 1 y otros agentes que favorecen la apoptosis en la médula ósea. Con respecto al efecto mielosupresor inducido por medicamentos, la tabla 2 señala los agentes más frecuentemente comprometidos, MIELOGRAMA Y MIELOCULTIVOS La médula de los pacientes con VIH suele ser normo o hipercelular, y no se ha demostrado relación entre la celularidad medular y la intensidad de las citopenias. Los hallazgos más frecuentes son: agregados linfoides, plasmocitosis, hiperplasia megacariocítica, aumento de la relación mieloide/eritroide, degeneración gelatinosa, fibrosis, histiocitosis con hemofagocitosis, aumento de reticulina y necrosis medular, esta última en pacientes con severa depleción nutricional. Es frecuente encontrar signos de insuficiente maduración celular, como los encontrados en los síndromes mielodisplásicos (mielodisplasia-like o mielodisplasia secundaria). Sin embargo, en el caso del VIH, estos cambios no evolucionan a leucemia, como si ocurre en el síndrome mielodisplásico primario. Tabla 2 Medicamentos utilizados en VIH con potencial mielosupresor Zidovudina Ganciclovir Interferón alfa Didanosina Trimetoprim-sulfametoxazol Anfotericina B Flucitosina Pirimetamina Primaquina Dapsona Pentamidina Fluconazol Rifabutina Claritromicina Fármacos antineoplásicos Los signos de displasia celular ocurren en cerca del 70% de los pacientes. Es común, el compromiso de 2 líneas hematológicas (granulocítica y megacariocítica o eritroide y megacariocítica). Según la línea celular, se pueden encontrar algunos de los siguientes hallazgos: Línea mieloide: gigantismo e hiposegmentación nuclear. Disgranulocitosis con formas maduras agranuladas junto con células con granulaciones gruesas. Es frecuente la eosinofilía y basofilía. Línea eritroide: eritroblastos bizarros con mitosis anormales en forma de flor, puentes internucleares e intercitoplasmáticos, punteado basófilo y escasa hemoglobinización en el citoplasma. Línea megacariocítica: formas hipoploides, con núcleos hiposegmentados o desnudos y megacariocitos con numerosos núcleos pequeños y citoplasma hipogranulado. Debe resaltarse, que ninguno de los hallazgos descritos en la médula es patognomónico. Aunque la asociación de displasia con los signos reactivos descritos, se considera característica de la infección por VIH. La biopsia de médula ósea permite además encontrar casos de infiltración por linfomas no Hodgkin o enfermedad de Hodgkin, y en rasos casos, Sarcoma de Kaposi. También, se pueden encontrar microorganismos oportunistas como Mycobacterium avium complex (MAC), Mycobacterium tuberculosis, Histoplasma capsulatum y Cryptococcus neoformans. Algunos estudios mencionan que el aspirado medular puede mostrar compromiso por invasión microbiana en el 25 a 42% de los casos. Pero debe tenerse en cuenta que el diagnóstico microbiológico muchas veces se logra por otros metodos menos invasivos. El estudio de médula ósea sirve como única fuente de diagnóstico en el 10% de los pacientes, con mayor rendimiento en los casos con recuento bajo de CD4 y hematocrito < 25%. y brinda el diagnóstico En caso de MAC, es común encontrar histiocitos alargados (Cuerpos de “Pseudo Gaucher”). La presencia de pronormoblastos gigantes, es indicativa de Infección por Parvovirus y la presencia de agregados paratrabeculares se asocia con linfoma. ANEMIA Usualmente es normocítica y normocrómica, aunque también se observa anisocitosis y poiquilocitosis. Es arregenerativa, cursa con cifras bajas de reticulocitos, presenta respuesta adecuada a eritropoyetina (EPO), y existe disminución de los valores de hierro y del TIBC, característico de la “anemia de las enfermedades crónicas”. Suele haber macrocitosis en los casos en donde existe consumo de zidovudina, siendo un marcador de la administración de esta. La ferritina está elevada, siendo un marcador de severidad y duración de la infección. En el mielograma, se encuentra aumento del hierro en los macrófagos y disminución del porcentaje de sideroblastos. De acuerdo al sitio y momento de estudio, el 63% a 95% de los pacientes con VIH presentan anemia en algún punto de su enfermedad. Algunos autores han propuesto que la incidencia de anemia aumenta de acuerdo al estado clínico de la infección. El estudio clásico de Sullivan, mostró que el 3% de los pacientes con infección por VIH desarrolla anemia después de 1 año de seguimiento, comparado con 12% cuando se cuenta con CD4 < 200/μL y 37% de los pacientes con SIDA. La presencia de anemia se asocia con riesgo de muerte, independientemente de la carga viral, edad, infecciones oportunistas, profilaxis para las mismas, uso de HAART o estado inmunológico. La causa más frecuente es la eritropoyesis inefectiva (tabla 3). Llama la atención el hecho que 1 de cada 5 pacientes con VIH presentan disminución en los niveles de vitamina B12. Al parecer, existe alteración en el trasporte sérico de esta vitamina, aunque no se descarta la presencia de alteraciones en la absorción, especialmente en casos de SIDA avanzado. Sin embargo, no es claro hasta donde este déficit puede contribuir a la anemia. Estos individuos no muestran el complejo sintomático del déficit de cianocobalamina y llamativamente muy pocos mejoran al realizar el reemplazo parenteral. Tabla 3 Causas de Anemia en VIH/SIDA Causas que producen insuficiencia medular Parvovirus B19 Efecto de fármacos Infiltración Déficit de vitamina B12 Déficit carencial Anemia de enfermedad crónica Inhibición de la eritropoyesis por VIH La infección por parvovirus B19 induce eritroblastopenia y la anemia se acompaña de reticulocitopenia muy importante, megaloblastosis y aumento de anticuerpos IgG e IgM antiparvovirus. ZDV inhibe la formación de precursores eritroides BFU-E in vitro. Lleva a megaloblastosis y anemia dosis dependiente. Primaquina y dapsona pueden inducir déficit de GI-6-P dehidrogenasa y hemólisis cuando se asocian al tratamiento de estos pacientes Por linfoma, mieloma, Enfermedad de Cadtleman o microorganismos oportunistas Mycobacterium avium complex (MAC), Mycobacterium tuberculosis, Histoplasma capsulatum, Penicillium marneffei, Leishmania Donovani. En pacientes con alteraciones gastrointestinales y diarrea se observa defecto de vitamina B12, por malabsorción. Hierro, EPO, Folato, Causas que acortan la vida media de las células eritroides Anticuerpos antieritrocitos Hemolisis Idiopática Medicamentos Infección Sangrado TGI Hiperesplenismo La anemia hemolítica autoinmune es rara, aunque se demuestran anticuerpos antieritrocitos y Coombs directo positivo en el 20%-40% de los pacientes infectados por VIH PTI, Déficit de Gl-6-P Dehidrogenasa, TMP-SMZ, Dapsona, primaquina Ceftriaxona, Extasis, indinavir CMV Kaposi, Linfoma, CMV, Candida sp. Debido a la alta incidencia de hepatitis C, con evolución a hepatopatía crónica, puede haber anemia secundaria a hiperesplenismo. Otras causas incluyen linfoma, y hemofagocitosis Debe destacarse el papel del parvovirus B19, el cual invade las celulas progenitoras eritroides a través del antigeno del grupo P sanguineo, replicandose extensivamente y causando la lisis de la celula afectada. En muchos casos de VIH avanzado, dada la alteración humoral asociada, no se desarrollan anticuerpos contra el virus y se requiere de uso de PCR para detectarlo. Un estudio de la Universidad de Washington señala que hasta el 17% de los pacientes con VIH y anemia severa tienen estudios de hibridización positivos para este virus. Muchos pacientes con VIH (2 – 44%) pueden tener Coombs directo positivo. En casos de SIDA confirmado, hasta el 85%. Sin embargo, la presencia de anticuerpos circulantes, no implica hemólisis activa como causa de anemia, siendo esta causa de anemia muy rara en VIH. Esto se debe, a que en muchos casos, los anticuerpos están dirigidos contra determinantes menores en la superficie del eritrocito (antígeno U y antígeno i), o contra fosfolipidos de la membrana, o complejos inmunes débiles en el glóbulo rojo. Algunos medicamentos y raramente, CMV pueden predisponer a anemia. El tratamiento en estos casos, incluye el uso de esteroides, Inmunoglobulina IV, suspensión de los medicamentos problemas y ocasionalmente esplenctomia. Se prescribe la trasfusión, dada la alta tasa de embolia pulmonar fatal que se ha reportado como consecuencia de aumento en hemolisis y CID. Recientemente se ha descrito la asociación de anemia hemolítica hereditaria y VIH en relación con hipertensión pulmonar. Tratamiento de la anemia en VIH Varios estudios señalan que la terapia trasfusional, aún en estados tempranos de la infección por VIH, se asocia con aumento de mortalidad. Las explicaciones a este fenómeno incluyen la posibilidad de infección trasfusional con CMV, virus de la hepatitis B y C, HTLV I/II o parvovirus B19; activación transitoria de la expresión del VIH; e inmunosupresión asociada a trasfusiones mediada por citocinas inflamatorias que disminuyen la función de linfocitos, NK y monocitos. Un experimento clínico que comparó el uso de glóbulos rojos leucoreducidos vs normales en pacientes con SIDA, no encontró evidencia de activación de citocinas, VIH o CMV después de la trasfusión y si encontró aumento en la mortalidad en el grupo que recibió terapia leucoreducida. La transfusión excesiva puede causar sobrecarga de hierro, lo cual promueve la progresión del VIH y aumento en la susceptibilidad a infección por Candida sp., Pneumocystis jirovecii y Mycobacterias, al alterar la función de macrófagos. Se ha propuesto el uso de EPO recombinante humana para el tratamiento de la anemia en pacientes con VIH, lo cual resulta en niveles mayores de hemoglobina, menor necesidad de transfusión y mejor calidad de vida, además de menor riesgo de muerte. Los beneficios están restringidos a los individuos con EPO sérica pretratamiento < 500 mU/ml. LEUCOPENIA Mientras 10 a 30% de los pacientes con VIH son neutropénicos, esta se presente en más del 75% en casos de SIDA. La leucopenia se acompaña de linfopenia, con aumento de linfocitos CD8, monocitopenia y neutropenia, y destaca la presencia de vacuolización en los monocitos, defectos de granulación en neutrófilos y eosinofilia. Como principal causa de la leucopenia asociada a VIH se encuentra la mielopoyesis alterada (tabla 4). Al respecto, se ha descrito la existencia de una glucoproteína soluble que inhibe los precursores hematopoyéticos normales, pero no se debe olvidar que los medicamentos mielotóxicos causan granulocitopenia en cerca del 80% de los casos. Los niveles circulantes de G-CSF estan repletados en esta población cuando se compara con voluntarios sin VIH. También se han demostrado anticuerpos antineutrófilos en 1/3 de los pacientes, aunque su presencia no se correlaciona con la incidencia o severidad de la neutropenia. Tabla 4 Causas de Leucopenia en VIH/SIDA Disminución en la producción Medicamentos VIH (linfopenia) e infecciones oportunistas Efecto VIH sobre precursores mieloides (CFU-GM) Alteraciones de las citoquinas y regulación granulopoyesis Linfoma no Hodgkin - Mieloma Déficit de folatos y B12 Perdidas aumentadas Neutropenia autoinmune Hiperesplenismo Histiocitosis reactivas de la Además de las alteraciones cuantitativas, los granulocitos presentan disminución progresiva de la quimiotaxis y capacidad de oxidación, además de una tasa acelerada de apoptosis y menor capacidad de diapédesis. Se han descrito varias alteraciones en relación con la arquitectura del timo, lo altera el microambiente y altera la maduración del linfocito T. Se ha descrito que estos cambios podrían ser reversibles con HAART. trombocitopenia puede presentarse en cualquier fase de la enfermedad, independiente de su estado virológico o inmunológico. Algunos estudios señalan que 75% de los enfermos presentan cifras de plaquetas por debajo de los límites normales, durante la primoinfección, que suele ser moderada y transitoria. La incidencia en todos los pacientes con VIH se ubica entre 30 a 60%. De estos pacientes, 16 a 40% presentan trombocitopenia menor a 50.000, la cual predispone a sangrado. Aún así, un recuento disminuido de plaquetas no indica mal pronóstico. Puede aparecer por destrucción periférica, predominante en las fases iniciales de la infección, o por alteración en la formación plaquetaria (mecanismo central) (tabla 5). Trombocitopenia de origen inmunológico Ocurre hasta en el 30% de los pacientes con SIDA. Aparece por la presencia de IgG e IgM en la superficie de las plaquetas, dirigidas contra las glucoproteínas IIb y IIIa de la membrana plaquetaria, formando parte de inmunocomplejos. Estos anticuerpos inicialmente están dirigidos hacia el gp120 viral, pero presentan reacción cruzada con las glicoproteínas IIb/IIIa de las plaquetas. En estos pacientes, los anticuerpos antiplaquetarios son muy frecuentes, pero sus títulos no se correlacionan con el grado de trombocitopenia ni se modifica con la mayoría de los tratamientos eficaces contra la misma, por lo que no se considera el mecanismo fundamental de disminución de plaquetas en estos pacientes. Los pacientes con VIH tienen aumento en el número de linfocitos B CD5+, los cuales producen Factor Reumatoideo IgM dirigido contra la porción Fc de IgG, e Ig contra los fragmentos F(ab´)2 de los anticuerpos antiGPIIIa-(49-66). La presencia de esta red de anticuerpos anti-idiotipo se ha correlacionado con altos niveles de conteo plaquetario, sugiriendo que la PTI aparece cuando el sistema inmune es disfuncional y no puede generar sufiencientes anticuerpos anti-idiotipo que neutralizen a los anti-GPIIIa-(49-66). Entre los mecanismos involucrados en la aparición de anticuerpos antiplaquetarios e inmunocomplejos en los pacientes con VIH se encuentran TROMBOCITOPENIA La trombocitopenia se presenta precozmente y se acompaña de anticuerpos antiplaquetarios o inmunocomplejos en muchos casos. Mientras la leucopenia y la anemia se relacionan en forma paralela con la severidad de la infección por VIH/SIDA, la Activación policlonal de los linfocitos B, con aumento de la síntesis de anticuerpos. Reacción cruzada por antígenos comunes del virus y la membrana plaquetaria Absorción de antígenos víricos en la superficie de la plaqueta Formación de autoanticuerpos frente a los antígenos liberados tras la citolisis que induce el virus. Tabla 5 Causas de Trombocitopenia en VIH/SIDA Mecanismo periférico Destrucción inmune por Igs secundarios (PTI, PTT, saquinavir, IFN) VIH Hiperesplenismo (Infección, hemofagocitosis y cirrosis) Mecanismo central Efecto VIH sobre precursores (Déficit de folato y B12) Efecto VIH en megacariocitos Fármacos: TMP-SMZ, Ganciclovir, Fluconazol, Anfotericina B, Indinavir, Ritonavir y Nelfinavir Infiltración medular (Parvovirus B19, Mycobacterium avium complex (MAC), Mycobacterium tuberculosis, Histoplasma capsulatum, Bartonella henselae (Angiomatosis bacilar), Linfoma. La presencia de estos anticuerpos induce un aumento de captación por las células del sistema monocitomacrófago en hígado y bazo y disminución de la vida media de las plaquetas. Esta trombocitopenia se diferencia de la clásica púrpura trombocitopénica inmune (PTI) por: Mayor frecuencia en hombres Presentar complejos inmunes además de los anticuerpos Tener alteraciones asociadas a la hiperplasia megacariocítica en médula, como fibrosis y mielodisplasia Domínguez y cols han encontrado que la supervivencia de las plaquetas es más baja en pacientes con CD4 > 200 c/mL al compararse con conteos menores a este nivel. Esto ha sugerido que la destrucción plaquetaria es más importante como causa de trombocitopenia en pacientes con CD4 elevados, y la disminución en la producción de plaquetas en casos de CD4 bajos. La microangiopatia trombotica se encuentra en el 1.4% de los pacientes sin HAART, describiendose casos de síndrome hemolítico uremico (SHU) y purpura trombocitopénica trombótica (PTT) asociados a VIH. En estos pacientes, el SHU tienen a presentarse en fases más avanzadas de enfermedad, siendo refractario a terapia y con alta posibilidad de muerte. Trombocitopenia central Se ha encontrado RNA viral y depósitos del antígeno p24 en los megacariocitos, describiendo internalización de partículas de virus en cultivos de megacariocitos y disminución de CFU-MK. Se ha sugerido que el VIH promueve la apoptosis entre los megacariocitos Tratamiento Los pacientes con cuadros leves o moderados no requieren en general tratamiento, ya que las manifestaciones hemorrágicas con cifras de plaquetas superiores a 30.000 son poco frecuentes. Solo 8% de los pacientes con VIH y trombocitopenia desarrollan trastornos hemorragicos. La trombocitopenia de origen periférico es en general bien tolerada y se resuelve de forma espontánea en un 11 a 18 % de los pacientes. Algunos estudios señalan que la terapia HAART puede ser igual de efectiva. En casos severos, se usan, las mismas medidas que para la PTI: Glucocorticoides: Elevan el recuento de plaquetas en más del 70% de los casos con trombocitopenia por VIH. Esplenectomía: Produce remisión en más del 60% de los enfermos, las respuestas son duraderas en > 2/3 de los pacientes y no parece inducir aumento de complicaciones, ni de la progresión de la enfermedad. Está indicada en las etapas iniciales de la enfermedad, en casos que cursen con trombocitopenias severas de forma prolongada. Gammaglobulina IV: Induce en el 70 a 100% de los casos, rápida elevación de la cifra de plaquetas, pero el efecto se mantiene sólo durante breves semanas. Recientemente, se ha descrito el uso de factor pegilado recombinante de crecimiento y desarrollo humano de megacariocitos (PEG-rHuMGDF) y de la tromboyetina humana recombinante (rHu-TPO) como tratamientos potenciales. Los estudios son preliminares. TROMBOSIS Se presentan en el 2% de los pacientes con VIH. Los factores asociados incluyen edad > 45 años, estado avanzado de infección, CMV, hospitalización, y terapia con indinavir. La asociación entre infecciones oportunistas y trombosis puede simplemente reflejar la inmobilidad relativa a la que está sometido el paciente; Sin embargo, se ha descrito que CMV puede promover la adhesión de los neutrófilos y plaquetas al endotelio, adempas de inducir la producción de anticuerpos antifosfolipido y aumentar la síntesis de factor VII y Factor de von Willebrand. Se ha descrito también que los pacientes con VIH, tienen disminución en niveles de antitrombina, proteina C y S, y cofactor II de la heparina. El déficit adquirido de la proteina S puede encontrarse hasta en el 75% de niños y adultos infectados con VIH, especialemente en pacientes con CD4 por debajo de 200 200/μL o SIDA, resultando en complicaciones trombóticas hasta en el 12% de casos. Al parecer el mecanismo es inmune al formarse anticuerpos especificos contra la proteína S. Más de la mitad de los pacientes con infección por VIH pueden presentar anticoagulante lúpico y anticuerpos anticardiolipina (desde 20 hasta 70% señalan diferentes autores). Estos prolongan los tiempos de coagulación realizados con fosfolípidos (PT y tiempo de veneno de víbora de Rusell), pero no implican riesgo hemorrágico, ni se asocian con mayor incidencia de fenómenos trombóticos en VIH. PARAPROTEINEMIAS Se presentan en la mitad de los pacientes con VIH, en donde el frotis de sangre periférica exhibe fenómeno de Rouleaux y la electroforesis de proteínas patrón policlonal, aunque en algunos casos se han reportado proliferación monoclonal de proteínas en relación con VIH. No tienen incidencia sobre las citopenias en VIH. SÍNDROME HEMOFAGOCÍTICO Es una complicación rara, caracterizada por la proliferación de histiocitos y fagocitosis de los precursores de la mpedula ósea. Tipicamente se presenta con fiebre, pancitopenia, linfadenopatia y esplenomegalia. Puede ser el resultado de la infección directa por VIH por si solo, o en asociación con EpsteinBarr virus (EBV), CMV, Herpes simplex virus, tuberculosis, herpesvirus 8 (HHV-8), o parvovirus B19; así como casos de Linfoma No Hodgkin o Sarcoma de Kaposi. ENFERMEDAD DE CASTLEMAN Es un desorden linfoproliferativo reactivo que afecta tanto a múltiples grupos ganglionares como a otros órganos con sintomatología autoinmune. Desde el punto de vista clínico hay dos formas de presentación: una localizada, más frecuente en pacientes inmunocompetentes, con morfología tipo hialinovascular, y otra multicéntrica, característica en casos de inmunosupresión. Esta última es común en el VIH, con morfología plasmocelular y mixta. Afecta varios grupos ganglionares y con frecuencia puede tener extensión extranodal (bazo, MO y pulmón) y asociación con fenómenos autoinmunes y síntomas constitucionales. Su incidencia es menor que la forma localizada. Al incluirse dentro del grupo de las adenopatías asociadas a sida, su incidencia es baja (2 %), con mayor proporción de hombres jóvenes. Desde el punto de vista clínico se parece a otros desórdenes linfoproliferativos como Linfoma no Hodgkin (LNH) de alto grado. Desde el punto de vista morfológico, existe disminución global de los linfocitos CD4 y aumento de los CD8 con imágenes de «invasión» de los folículos por lesión de las células dendríticas foliculares, elementos reservorio del VIH. En su etiología se incluye el VHH-8, el cual promueve la secreción de interleucinas virales, homólogas a IL humanas. Mediante estudios de PCR se ha detectado DNA viral del VHH-8 en el 100% de pacientes con ECM en VIH positivos y en el 50% de los VIH negativos BIBLIOGRAFÍA Sullivan PS, Hanson DL, Chu SY, Jones JL, Ward JW, and the Adult/Adolescent Spectrum of Disease Group. 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