Es un tópico entre el personal sanitario, sobre todo en Atención

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En Investigación y Artículos en Revistas Profesionales
Es un tópico entre el personal sanitario, sobre todo en Atención
Primaria y en Urgencias, que las personas solicitan asistencia sanitaria por
problemas que responden a circunstancias de la vida, que, hasta hace no
muchos años, eran resueltas dentro del ámbito familiar o del círculo de
amigos íntimos.
Está claro que nuestra sociedad ha cambiado, y que la percepción de
las relaciones familiares, y de la amistad ha variado, al igual que la
percepción de la alud o del malestar.
Una circunstancia vital a la que todos nos podemos ver abocados en
algún momento es el duelo. El duelo es la reacción que sufrimos ante una
pérdida, y el paradigma de la pérdida es la muerte de un ser querido.
Nadie duda hoy día en que la atención a los pacientes terminales y a
sus cuidadores se extiende más allá del fallecimiento del paciente e incluye
el proceso de duelo. Y esto es así porque el duelo es un factor de riesgo
importante para la salud de quien lo vive.
El estudio de Margaret Stroebe, Henk Schut y Wolfgang Stroebe
publicado en el número 370 de la revista Lancet el pasado año, revisa la
relación entre el duelo y la salud física y psíquica. Los autores tratan de
responder a tres cuestiones:
1. ¿Qué efectos físicos y psicológicos tiene la pérdida de un ser querido
para los que le sobreviven?
2. El riesgo de problemas de salud, ¿es mayor en las personas en duelo
que en las personas que no lo están?
3. ¿Es posible que la terapia reduzca las problemas de salud de las
personas en duelo?
Para ello, revisan los estudios longitudinales de mortalidad, y
concluyen que el duelo se asocia a una mayor mortalidad, y ésta es debida a
varias causas, entre ellas el suicidio. Pero los autores creen que el motivo
principal es lo que denominan el “corazón roto”, o con más musicalidad
“corazón partido”, o “morir de pena”, entendido como el malestar psicológico
debido a la pérdida y a sus consecuencias, como soledad, pérdida de
relaciones sociales, cambios en hábitos como la dieta o el autocuidado o en
los recursos económicos.
Dejando claro las dificultades que se presentan en la investigación de
un fenómeno complejo como el duelo otras conclusiones son:
 las personas en duelo tienen mayor probabilidad de padecer
enfermedades físicas, sobre todo en el duelo reciente, y mayor
probabilidad de tomar medicación, ingresar en un hospital o padecer
incapacidad.
 El duelo constituye un síndrome emocional complejo, con un variado
abanico de posibles reacciones emocionales, y una gran variabilidad en
su duración.
 Los factores situacionales, factores propios de la persona, factores
interpersonales, y el estilo de afrontamiento, influyen en la manera de
resolver el duelo. Habría varias circunstancias indicativas de
vulnerabilidad.
Con independencia del tratamiento que sea necesario para el duelo
complicado y sus manifestaciones, los autores apuestan r la prevención
primaria como la medida posiblemente más eficaz para evitar las
consecuencias que el duelo puede tener sobre la salud.
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