LECCIÓN 1ª EL ANTIGUO RÉGIMEN Concepto

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LECCIÓN 1ª
EL ANTIGUO RÉGIMEN
Concepto
Se conoce por Antiguo Régimen el período de tiempo que se extendió desde el siglo XV hasta el siglo XVIII
(siglo XIX en España) y desaparece con la llegada del Estado liberal, que fue un fenómeno progresivo tanto
en España como en otros Estados, que discurrió por cauces distintos en función de las circunstancias sociales,
económicas y culturales de los países donde se desarrolló. Mientras que en Francia, el movimiento ilustrado y
la Revolución Francesa, precipitó un movimiento liberal de características radicales, en España no consiguió
penetrar en el tejido social y político.
La Ilustración es conocida como un movimiento filosófico, literario y político que se extendió durante el siglo
XVIII por Europa y América, caracterizado por la defensa de un sistema de ideas y valores (utilitarismo,
secularización del saber y de la política, reformismo social y económico , ) teniendo en la razón humana el
referente último para la organización de la sociedad.
En España se hizo sentir una cierta mentalidad reformista en la España de los Borbones. Esta ideología
reformista e incluso revolucionaria afectó a una minoría culta, en la que podían distinguirse dos grupos
diferenciados:
a).− Los conservadores (o jovellanistas) que se manifiestan antirrevolucionarios y seguidores del Estado
tradicional.
b).− Los renovadores, que propugnaban cambios profundos en las estructuras del país
Caracteres
En España, la sociedad del Antiguo Régimen puede ser definida por un conjunto de características de distinto
orden:
−En lo social, por el carácter estamental de la sociedad.
−En lo económico, por el régimen jurídico de la propiedad de la tierra
−En lo político−organizativo, por el Estado Absoluto.
La sociedad estamental
Se denomina sociedad estamental a aquélla en la que la población se agrupa en estamentos.
El carácter estamental de la sociedad se manifiesta en tres estamentos:
• La nobleza.− Función: le correspondía el gobierno directo y las acciones militares.
• El clero.− Función: La Iglesia debía velar por la salvación de las almas (justifica el orden e interviene en el
control de las conductas desviadas y el castigo de los delitos de opinión )
• Tercer estado (burguesía).− Función : le estaba asignado el trabajo, la producción agrícola y artesanal .
La sociedad estamental determinaba una estricta organización económica, en la que las mayores riquezas,
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representadas por la posesión de la tierra, se encontraban en manos de la nobleza y de la Iglesia; el resto de la
población trabajan mayoritariamente en tierras que no les pertenecían o en actividades artesanales u oficios
modestos unos y otros repudiados por los estamentos privilegiados.
Las rentas de la Iglesia eran muy elevadas y estaban desigualmente repartidas. Las fuentes de ingreso eran
cuatro : los bienes territoriales, los diezmos, los derechos que percibía sobre sus fieles y los donativos y
limosnas.
El régimen jurídico de la propiedad de la tierra
La sociedad del Antiguo Régimen era fundamentalmente agrícola. La mayor parte de las propiedades se
encontraban afectadas por la aplicación del régimen señorial, o en manos de la Iglesia, entidades
paraeclesiásticas (Hospitales, Hospicios, Universidades, Ordenes Militares, Inquisición), y Municipios en
régimen de propiedad amortizada, o por último en poder de la nobleza en régimen de mayorazgo.
Régimen señorial.− Se denominó señorío a las grandes extensiones de tierra cuyo dueño −señor− , por una
concesión regía y ejercía funciones propias del Estado. En los señoríos, el Rey cedía parte de sus
competencias soberanas, incluso las de carácter jurisdiccional, a un seglar o eclesiástico, o también a una
institución (ej.: Orden de Caballería). Se denomina régimen señorial al estatuto jurídico que rige estas
relaciones , en el cual podían diferenciarse varios tipos de derechos o prestaciones a favor del señor.
El mayorazgo fue una institución (Edad Moderna Castellana), la cual permitía separar determinados bienes
del patrimonio familiar y componer con ellos una unidad o una masa que no podía ser vendida libremente y
que se sometía a reglas sucesorias de carácter restrictivo, imponiendo su transmisión mortis causa, al
primogénito de manera que tales bienes se perpetuaran en la misma familia. La finalidad de la institución del
mayorazgo es garantizar al individuo, y pro encima de éste al linaje, contra linaje, contra la ruina como
consecuencia de una mala gestión del patrimonio.
Las tierras amortizadas se desarrolla en la Edad Media impulsada por el deseo de los propietarios a acogerse a
la inmunidad tributaria aún a cambio de perder la libertad de disposición de la tierra. Así, dichos propietarios
entregaban sus tierras, principalmente a la Iglesia, para recibirlas luego en enfiteusis perpetua mediante el
pago de un módico canon; así la propiedad de la tierra quedaba amortizada (muerta para el tráfico jurídico),
sin que su explotación quedara garantizada por los efiteutas.
El Estado Absoluto
El Estado Absoluto fue la forma política que sustentó el Antiguo Régimen, en el cual, el Rey era el titular de
la soberanía; el Derecho emanaba de su voluntad y ejercía de manera directa o por delegación los tres poderes:
legislativo, ejecutivo y judicial
El sistema político del Antiguo Régimen se diferencia del régimen liberal en :
−La participación política no existió como derecho, sino que se configuró como una delegación de funciones
de la Corona.
−Contra el principio de división de poderes propio del régimen liberal, las personas que ejercen una función
delegada de la Corona en el Antiguo Régimen, actúan indistintamente en aspectos legislativos, ejecutivos o
judiciales.
Durante el Antiguo Régimen dos dinastías reinaron en España: la Casa de Austria que se extinguió con Carlos
II y la Casa de Borbón, cuyo primer Rey, fue Felipe V (1700). Durante el s. XVIII, la organización política de
España desembocó en la plenitud del absolutismo monárquico.
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LOS ORIGENES DEL CONSTITUCIONALISMO ESPAÑOL. LA CRISIS DEL ANTIGUO
REGIMEN Y EL TRANSITO AL REGIMEN LIBERAL.
La liberalización de las tierras
Durante la plenitud del Antiguo Régimen , la tierra se encontraba vinculada , por uno u otro régimen, a
normas que impedían su libre transmisión y que perjudicaban su explotación agrícola y ganadera.
A finales del s. XVIII, el aumento de la población acrecentó la necesidad de productos agrícolas y coadyuvó a
favor de la desvinculación de las tierras, con la oposición de la nobleza y de la Iglesia.
Las modificaciones más destacadas: la abolición del régimen señorial y de los mayorazgos y la
desamortización.
El régimen señorial se abolió en tres momentos distintos.
1º.− Decreto de las Cortes de 6 de agosto de 1811
2º.− Ley de 3 de mayo de 1823, durante el Trienio Liberal,
3º.− Ley de 26 de agosto de 1837, (minoría de edad de Isabel II).
En cuanto a los mayorazgos, las tierras sometidas a este régimen fueron declaradas libres por la Ley de 11 de
octubre de 1820; Ley que fue derogada en el rebrote absolutista de 1823 y de nuevo declarada en vigor por el
Real Decreto de 30 de agosto de 1836.
El proceso desamortizador permitió que bienes inmuebles (fincas rústicas y urbanas), que se encontraban en
manos muertas se transformaran en bienes nacionales y fueran vendidos en subasta pública.
Medidas desamortizadoras: reinados de Carlos III y Carlos IV; durante el reinado de este último se
desamortizaron, mediante :
a).−Reales Ordenes de 25 de septiembre de 1798, bienes de la Compañía de Jesús y de los Colegios Mayores
Universitarios.
b).−Una segunda fase se produjo en el período 1836−1841 (Mendizábal), aprobándose dos disposiciones
dirigidas a conseguir la desamortización de bienes inmuebles de la Iglesia:
1.− Real Decreto de 19 de febrero de 1836, desamortización de bienes del clero regular.
2.− Ley de 28 de julio de 1837, desamortización de bienes del clero secular.
c).−Ley de 1 de mayo de 1855 (Madoz, Ministro de Hacienda), afectó a bienes municipales.
La ideología liberal
El régimen liberal es una lucha contra el Antiguo Régimen. Los liberales se alzan contra todos los que
defendieran las instituciones absolutistas
Distinción entre liberalismo político y liberalismo económico:
−Liberalismo político: Se contrapone al Antiguo Régimen contra el que lucha defendiendo la soberanía
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nacional, la separación de poderes, la igualdad ante la ley y ciertos derechos básicos.
−Liberalismo económico: defiende la preeminencia del mercado y la libertad de las fuerzas económicas
generadoras, según esta teoría, de un equilibrio económico.
En definitiva, se trataba de sustituir los estamentos privilegiados (nobleza y clero) en el control de la sociedad
por una naciente clase: la burguesía.
En España se desarrolló una variante del liberalismo originario o radical, el liberalismo doctrinario
(moderantismo)
La revolución burguesa
Se denomina revolución burguesa o revolución liberal al proceso de transformación social y política en que la
burguesía , como nueva clase social, resta protagonismo a los estamentos privilegiados (nobleza y clero)
defendiendo el régimen liberal frente a los principios del Antiguo Régimen.
Esta revolución se inicia en 1808 y concluye en 1837, sucediéndose sucesivamente el régimen liberal y
absolutista . Se aprecia la existencia de un proletariado débilmente concienciado , pero apoyado sindical y
políticamente.
En España, como en otros países, la revolución pertenece a una etapa agraria de producción y fue un tránsito
para la consecución de un régimen democrático
CARACTERES DEL CONSTITUCIONALISMO HISTORICO ESPAÑOL
El liberalismo español: el doctrinarismo (moderantismo)
El liberalismo ha evolucionado hacia formas democráticas incorporando a sus iniciales planteamientos los
elementos propios (sufragio universal, control del poder político, derechos y libertades) hacia la democracia. .
En España , tal evolución no llegó a lograrse por dos causas:
a).−la sustitución del liberalismo originario o radical por el liberalismo doctrinario.
b).−La quiebra del régimen constitucional−liberal en 1936.
Pero estos principios liberales de primera época, el liberalismo doctrinario o radical sufrieron una importante
modificación que dio paso al denominado liberalismo doctrinario o moderantismo. Esta modificación de la
teoría liberal fue alentada por los liberales , que apoyaban en 1930, a la Monarquía francesa de Luis Felipe de
Orleáns, para aglutinar en torno al Rey a dos grupos : los defensores de un liberalismo radical y a los
valedores de un absolutismo.
El liberalismo doctrinario implantó una serie de restricciones a los principios defendidos por el liberalismo
originario. Las principales modificaciones fueron:
1.− Principio de soberanía nacional que permitía su traslado a determinadas instituciones políticas.
2.− Se elaboró un concepto de Constitución, la Constitución histórica o interna que expresaba el conjunto de
instituciones históricamente consolidadas en el país. En España los defensores del liberalismo doctrinario
(Donoso y Canovas del Castillo) defendieron este concepto de Constitución.
3.− Como consecuencia de lo anterior, B. Constant elabora su teoría de la monarquía como poder moderador ,
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un cuarto poder junto con los tres clásicos (legislativo, ejecutivo y judicial). Este poder moderador tiene como
fin principal mantener el equilibrio entre ellos y su posición preeminente le hace un receptor idóneo de la
soberanía.
4.− Conforme a la teoría del liberalismo doctrinario, el Poder Legislativo, debía articularse en un Parlamento
bicameral, de modo que siempre existiera una Cámara alta de carácter hereditario que aglutinara a la nobleza
histórica y sirviera de reflejo ( y apoyo) a la Monarquía.
La Cámara baja podía ser electiva, cuidando que estuviera formada por propietarios y grandes comerciales ,
ya que sólo éstos pueden dar un voto libre e ilustrado. El liberalismo doctrinario defendió el sufragio
censitario (tanto activo como pasivo). Se defendió paralelamente un tipo de sufragio de carácter restringido ,
mediante el cual podía reconocerse este derecho de participación política a todos aquellos que sin ser grandes
propietarios o comerciantes tuvieran un alto nivel de conocimientos y de instrucción o incluso que gozasen de
cierto prestigio social (miembros del Ejército, de Universidades, iglesia , ) es el derecho de sufragio
capacitario, (capacidades).
En España, durante el siglo XIX, sólo se hicieron políticas más o menos conservadoras y las Constituciones
doctrinarias promulgadas por los conservadores dieron paso a las Constituciones promulgadas por los
progresistas.
Constitución y Constitucionalismo Histórica Español.
El concepto de Constitución
El Antiguo Régimen fue sustituido en nuestro país por un régimen nuevo, en torno al modelo de Estado: la
Constitución.
Es conocido que la Constitución escrita es el elemento inseparable del movimiento liberal.
Se distingue entre el concepto jurídico−formal y el concepto material de la constitución.
• El concepto jurídico−formal de Constitución , defiende una Constitución como ley superior en la que se
contienen los derechos y libertades de los ciudadanos y la estructura orgánica del poder político; se erige la
Constitución en la norma suprema, en el instrumento básico de organización.
• Por el contrario, el resto de las formulaciones del concepto de Constitución la hacen depender en mayor o
menor medida de la dinámica socio−política.
Lasalle, en 1862, definió la Constitución como la suma de los factores reales de poder que rigen en el país;
esto representaba la existencia de una Constitución real junto a la cual habitualmente existía una Constitución
escrita, una ley. Esta propuesta era para que coincidieran la Constitución real y la Constitución escrita y en
caso de discrepancia la fuerza imparable de la sociedad (Constitución real) arrasaría a la Constitución escrita.
Después la doctrina italiana ha recuperado esta concepción elaborando la teoría de la Constitución material.
El liberalismo doctrinario defiende un concepto histórico−tradicional de Constitución que es el resultado de la
Historia de una nación.
Caracteres de los textos constitucionales de nuestra Historia
• Ausencia de valor normativo supremo.
En las Constituciones españolas del siglo XIX se aprecia en ellas una notable falta de eficacia jurídica.
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Las Constituciones sirvieron frecuentemente para ofrecer una cobertura legal a las fuerzas políticas más que
para servir de instrumento eficaz en la construcción de la sociedad.
• Constituciones de partido
En el siglo XIX, coexistieron sectores jurídicos de nueva creación, obedientes a la ideología liberal y a las
realidades económicas del incipiente capitalismo, con otros en los que continuaban vigentes fuentes del siglo
XVII, como Las Partidas.
Las divergencias entre un sector u otro de la clase política eran más aparentes que reales, en gran medida por
la falta de aplicación de los preceptos constitucionales, así las variaciones se daban en torno a unos principios
que se referían a :
1.− De la parte dogmática, la titularidad de la soberanía y el reconocimiento más o menos extenso de los
derechos y libertades (especial: la regulación del derecho de sufragio y de la libertad religiosa)
2.− De la parte orgánica, los poderes de la Corona y sus relaciones con las Cortes como órganos
representativo; la estructura mono o bicameral del Parlamento y sus facultades .
• Constitución, Monarquía y sistema parlamentario.
En general en nuestro siglo XIX contempló constitucionales monárquicas, todas de la dinastía Borbón, salvo
la de Amadeo de Saboya. La II República , 1931, es la única Constitución republicana con vigencia efectiva
de nuestra historia constitucional.
El sistema español como sistema parlamentario, quiere significar la preeminencia de este órgano
representativo del pueblo dentro del conjunto de los poderes estatales.
El problema regional
España consigue la unidad política tras su transformación como Estado Moderno, uniendo territorios que
poseían diferentes señas de identidad cultural, lingüística y jurídica.
De 1833 hasta la 1ª República, en 1873, las sucesivas Constituciones ignoran el hecho español. Durante la I
República el problema desbordará hacia el cantonalismo , y el olvido lleno nuevamente con la Constitución de
la Restauración, aunque políticamente el problema regional no dejará de hacerse sentir durante este período,
sobre todo en el País Vasco y Cataluña .
La Constitución republicana de 1931 aborda el problema mediante la regulación del denominado Estado
Autonómico. El régimen de Franco desconoció deliberadamente el movimiento regional y éste vuelve a
constitucionalizarse en el Título VIII de la vigente Constitución de 1978, al regular el llamado Estado
Autonómico.
La Corona en las Constituciones históricas
J. de Esteban dice que las Constituciones españolas han tratado de entender la Monarquía en dos sentidos:
1.− Como Monarquía nacional o nacionalizada (1812, 1837, 1869), cuando la institución estaba al servicio de
la Nación, sus facultades quedaban limitados por el principio de separación de poderes y se reconocían ciertos
derechos y libertades.
2.− Como Monarquía tradicional (1834, 1845, 1876), cuando el Rey ejercía un poder absoluto con negación
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evidente del principio de división de poderes y los derechos y libertades, tenían un carácter restrictivo.
La Monarquía parlamentaria llegó con la Constitución de 1978.
Los partidos políticos
En el reinado de Isabel II hubo una lucha entre dos partidos:
−Los moderados, a los que Narváez dirigió con autoridad.
−Los progresistas, a los que Espartero proporcionó un figurón, tan incompetente para el gobernar el país como
para dirigir el partido.
Durante el Trienio Liberal, surgen las Sociedades Patrióticas, que favorecieron la aparición de la primera
división de liberales en doceañistas (moderados) y exaltados.
La debilidad del Estado.
Debilidad de las estructuras del Estado: el foralismo y el caciquismo fueron dos manifestaciones de un mismo
fenómeno: la invertebración de España como Estado, lo que ha contribuido a la desaparición tardía del
Antiguo Régimen.
PERÍODOS DE LA HISTORIA CONSTITUCIONAL ESPAÑOLA
Podemos distinguir varios períodos:
Los aledaños del Constitucionalismo. El Estatuto de Bayona de 1808.
El Estatuto de Bayona fue promulgado el 6 de julio de 1808, inspirado en los textos constitucionales
napoleónicos, aunque formalmente es el primer instrumento constitucional de nuestro país, no puede
considerarse así puesto que fue impuesto, designándose como 1ª Constitución la de 1812.
Nacimiento del Constitucionalismo (1812−1833)
En este período debe estudiarse la discontinúa vigencia de la Constitución de Cádiz. Esta aparece como una
reacción contra el invasor francés pero recogiendo el constitucionalismo racionalista dominante en los códigos
revolucionarios franceses. La Corona, ejercida por Fernando VII, nunca abandonó sus principios absolutistas.
La monarquía moderada: Reinado de Isabel II (1833−1868)
Se aprobaron tres textos constitucionales:
1.− El Estatuto Real de 1834, de carácter conservador.
2.− La Constitución de 1837, de talante progresista.
3.− La Constitución de 1845, de carácter conservador. Conoció nueva vigencia desde 1856 a la Revolución de
1868.
Corresponde a este período, el Proyecto de Constitución y las 8 Leyes Fundamentales promovidas por Bravo
Murillo en 1852 y la Constitución nonata de 1856, fruto del bienio progresista. Dichos textos amparan los
intereses de la burguesía (teorías del doctrinarismo).
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Sexenio revolucionario (1868−1874)
El texto constitucional de este período es el de 1869, de carácter progresista. La República no consiguió
aprobar su propia Constitución (proyecto republicano de 1873).
La Constitución de 1869 no puede estimarse como democrática pues la ausencia del reconocimiento del
sufragio universal (masculino y femenino) impiden cualquier conclusión.
En el aspecto social, se destaca la conflictividad entre el empresario y el proletariado; en esta época comienza
a manifestarse el movimiento obrero.
La Restauración (1874−1931)
La Constitución de 1876, de carácter conservador (doctrinaria), en la que se avanzó en materia de derecho y
libertades. Representa una fase de la historia constitucional española que se extendió hasta 1923, fecha en la
que se suspende la Constitución como consecuencia del golpe de Estado de Primo de Rivera (fin de la
Monarquía).
La II República (1931−1936/9)
Constitución de 1931. Se estableció una organización territorial descentralizada, abierta a las autonomías
regionales. Esta Constitución aunque fue aprobada por sufragio universal masculino, bajo su vigencia, éste se
extendió también a las mujeres, pudiéndose así hablar de sufragio universal.
Nació lastrada por la Ley para la Defensa de la República de 21 de octubre de 1931, que fue elevada a rango
constitucional por la disposición transitoria 2ª de la propia Constitución.
Régimen de Francisco Franco ( 1936/9 a 1975)
De 1936 a 1939 España sufrió la Guerra Civil. Se entiendo que el régimen republicano, en sentido jurídico, no
desapareció hasta que se implantó el régimen del general F. Franco.
Fue un régimen de poder personal , que jurídicamente se asentaba en 7 Leyes Fundamentales. Régimen
dictatorial.
ESQUEMA 1ª LECCIÓN
CONCEPTO
• Del s. XV al s. XVIII (XIX en España )
• El influjo de la Ilustración y de la Revolución francesa
1.− Los conservadores (jovellanistas) que se manifiestan antirrevolucionarios.
−En el movimiento
ilustrado, pueden
distinguirse:
2.− Los renovadores que se propugnan cambios más profundos
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CARACTERES
−La sociedad estamental : estamentos: nobleza, clero y tercer estado (burguesía).
−El régimen jurídico de la propiedad de la tierra: Régimen señorial, régimen de mayorazgo y tierras
amortizadas.
−El Estado absoluto es la forma que sustento al Antiguo Régimen.
LOS ORÍGENES DEL CONSTITUCIONALISMO ESPAÑOL. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN Y
EL TRÁNSITO AL RÉGIMEN LIBERAL.
− La abolición del régimen señoríal y de los mayorazgos
La liberalización de las
tierras −La desamortización.
La ideología liberal −La lucha contra el Antiguo Régimen
−Liberalismo económico y liberalismo político
−Liberalismo doctrinario
La revolución burguesa La burguesía como nueva clase social .
CARACTERES DEL CONSTITUCIONALISMO HISTÓRICO−ESPAÑOL
El liberalismo español: el doctrinarismo −Su origen francés
−Diferencias respecto del liberalismo radical
Constitución y Constitucionalismo Histórico Español
−Concepto jurídico−formal
−Concepto de Constitución −Constitución real y Constitución
material
−Concepto histórico−tradicional
−El problema regional: Unidad de territorios que poseían diferentes señas de identidad cultural, lingüística y
jurídica.
−La Corona en las Constituciones históricas: En general responden al modelo de la Monarquía moderada o
constitucional.
−Los moderados y progresistas
−Los partidos políticos −Las sociedades patrióticas
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−La debilidad del Estado : Debilidad de las estructuras del Estado
PERÍODOS DE LA HISTORIA CONSTITUCIONAL ESPAÑOLA
• Los aledaños del Constitucionalismo: El Estatuto de Bayona de 1808
• El nacimiento del Constitucionalismo (1812−1833)
• La monarquía moderada: El Reinado de Isabel II (1833−1868)
• El sexenio revolucionario (1868−1874)
• La Restauración (1874−1931)
• La II República (1931−1946/9)
• El Régimen de las Leyes Fundamentales (Franco, 136/9 −1975)
LECCIÓN 2ª.
El ESTATUTO DE BAYONA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
• El Estatuto de Bayona
• Contexto histórico
Carlos IV había ascendido al Trono en 1788, sucediendo a su padre Carlos III, éste recomendó a su hijo que
mantuviera a varios de sus propios ministros (Floridablanca, Pedro P. Abarca de Bolea, Manuel Godoy)
En España la influencia ejercida por el favorito Manuel Godoy provocó una fuerte oposición que junto a la
política realizada por el Príncipe de Asturias (Fernando VII), provocaron los motines de Aranjuez
(17−3−1808) que obligaron a Carlos IV a destituir a Godoy y , de nuevo la muchedumbre forzó la abdicación
de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII . Se inicia así el primer período de reinado de Fernando VII que
alcanza hasta mayo de 1808. En abril de 1808, Napoleón , cuyas tropas habían pisado suelo español y se
habían apoderado de algunas plazas, logra atraer a Bayona a Fernando VII y a Carlos IV y consigue allí que
Fernando VII devuelva el Trono a su padre , Carlos IV, quien había previamente acordado con Napoleón la
cesión de la corona española con dos condiciones: el mantenimiento de España de la monarquía y la religión
católica.
Fernando VII, antes de partir para Bayona, había constituido una Junta Suprema de Gobierno, para que
tomase decisiones de carácter gubernativo y urgentes. Cautivo Fernando VII en Francia, un movimiento
revolucionario consolidó gobiernos autónomos en distintos puntos del territorio. Estos gobiernos se
organizaron en las denominadas Juntas provinciales, que culminaron con la constitución, 25−9−1808, de la
Junta Suprema Central y Gubernativa de España e Indias. Todas las Juntas eran órganos de carácter
revolucionario y contribuyeron a la consolidación de las ideas conservadoras. Napoleón deseaba la Corona
para su hermano José y no tuvo reparos en presionar a la Junta Suprema para que apoyaran dicha candidatura.
• Caracteres y principios
1.2.1. Caracteres
• Elaboración
Napoleón en un intento de consolidar la irregular traslación de los derechos al trono español a favor de su
hermano José y el asentamiento de la nueva dinastía, alentó la convocatoria de una Asamblea , compuesta por
150 diputados, procedentes de los tres estamentos: nobleza, clero y el tercer estado, para que estudiaran un
proyecto de Constitución. Sin embargo solamente quedaron 91 diputados, que juraron en fecha 7 de Julio de
1808 junto con José Bonaparte, la Constitución de Bayona. Los comisionados que habían aprobado el Estatuto
y que juraron con el nuevo monarca dieron origen a un grupo político conocido como afrancesados (todos
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aquellos que colaboraron con los franceses y ocuparon en la Administración civil y militar, juraron fidelidad
al nuevo monarca).
• Extensión
El Estatuto de Bayona se trata de un texto moderadamente extenso y completo, ya que puede afirmarse que
carezca absolutamente de parte dogmática.
• Reforma
La Constitución de 1808 (art. 146) establece que todas las modificaciones que se hagan a la Constitución
deberían presentarse para examen y deliberación, de las primeras Cortes que se celebrarán después de 1820,
(declaración de prohibición de reforma durante los 12 primeros años) . El Estatuto era flexible, ya que no
establecía requisito alguno para la tramitación de dicha reforma.
• Naturaleza jurídica
En cuanto a su naturaleza jurídica se trataba de una carta otorgada . Poseía influencias de los textos
constitucionales napoleónicos, verdadero impulsor de su elaboración. El Estatuto de Bayona careció
prácticamente de vigencia en nuestro país, aunque teóricamente estaba vigente en los territorios dominados
por los franceses.
1.2.2. Principios
El Estatuto de Bayona recogía cierta ideología liberal, organizaba el país como una Monarquía limitada en la
que el Rey seguía siendo el eje central del poder político. Principios de este texto:
• Ideología liberal
Se manifiesta , por un lado, en la teórica separación de poderes y por otro lado, el liberalismo . Cabe destacar
los derechos siguientes:
1.−La seguridad personal que protege contra las detenciones, salvo en caso de flagrante delito.
2.−La inviolabilidad del domicilio que se extiende al territorio de España y también a las Indias.
3.−La publicidad del proceso criminal.
4.−La abolición del tormento y declaración de delito de todo rigor o apremio , que se emplee en el acto de la
prisión, detención o ejecución y no esté expresamente autorizado por la ley.
5.− La libertad de imprenta.
6.−La abolición de todo fideicomiso, mayorazgo o substitución que no produjeran una renta anual de 5.000
pesos.
7.−La igualdad de las contribuciones regulada en los artículos 117 y 118 del Estatuto.
8.−Se prohíbe la exigencia de calidad de nobleza para ocupar cargos civiles, militares y eclesiásticos.
• Cuestión religiosa
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El título I que sólo comprende el artículo 1º del Estatuto de Bayona proclama la confesionalidad del Estado al
establecer que la religión católica será la religión del Rey y de la Nación sin que se permita ninguna otra.
• Alianza perpetua con Francia
El Estatuto incorpora (art. 124) una declaración de perpetua alianza , ofensiva y defensiva, entre Francia y
España
1.3 Organos y poderes del Estatuto
1.3.1 La Corona
El carácter limitado de la Monarquía se manifiesta, en el juramento que el Rey debe prestar en el que se
compromete a observar y hacer observar la Constitución, conservar la integridad e independencia de España y
sus posesiones, respetar y hacer respetar la libertad individual y la propiedad y gobernar solamente con la mira
del interés de la felicidad y la gloria de la nación española.
El texto elaborado en Bayona otorga un protagonismo innegable a la Corona, configurando un sistema en el
que distintos órganos (Senado, Cortes, Consejo de Estado ) se limitan a coadyuvar las decisiones de la misma
Corona.
La sucesión en la Corona , que se instituye a favor de la descendencia legítima de José Napoleón, seguía los
dictados de la Ley Sálica, de origen francés, según la cual se exigía la transmisión legítima de varón con
exclusión perpetua de la mujer.
El Rey estaba asistido en sus funciones por nueve Ministerios, el Senado y el Consejo de Estado.
1.3.2. Los Ministerios
De conformidad con el artículo 27 del Estatuto, el Rey contaba con nueve Ministerios (Justicia, Negocios
eclesiásticos, Negocios extranjeros, Interior, Hacienda, Guerra, Marina, Indias y Policía en general), más un
Secretario de Estado, con calidad de Ministro, cuyo misión era refrendar los Decretos. Estos Ministros eran
responsables, cada uno en su respectiva área, tanto en la ejecución de las leyes como en el cumplimientos de
las órdenes del Rey.
1.3.3. El Senado
El Senado estaba compuesto por:
a).−Los infantes de España mayores de 18 años.
b).−24 personas, nombradas por el Rey entre ministros , capitanes generales, embajadores, consejeros de
Estado y del Consejo Real.
El nombramiento era vitalicio y ningún senador podía ser privado de su cargo salvo por resolución judicial.
Para ser nombrado senador se requería tener, al menos 40 años.
Anualmente el Rey designaba, entre los propios senadores, a un Presidente . A esta institución se encomienda
la defensa de la libertad personal y de imprenta a través de las denominadas Junta Senatoria de la Libertad
individual y Junta Senatoria de la Libertad de Imprenta.
1.3.4. El Consejo de Estado
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El Consejo de Estado es un órgano de carácter eminentemente consultivo y de apoyo a la Corona, presidido
por el Rey y compuesto por un número de miembros inferior a 30 ni superior a 60. Eran miembros natos del
Consejo de Estado los ministros y el presidente del Consejo Real.
Se estructura, por razón de la materia en 6 secciones:
−Sección de Justicia y Negociados Eclesiásticos.
−Sección de lo Interior y Policía General.
−Sección de Hacienda
−Sección de Guerra.
−Sección de Marina.
−Sección de Indias.
Entre las facultades del Consejo se encuentran las siguientes:
−Examinar y extender los proyectos de leyes civiles y criminales y los reglamentos generales de
administración pública.
−Intervenir en los conflictos de jurisdicción entre los cuerpos administrativos y judiciales y de la citación a
juicio de los agentes o empleados de la administración pública.
−Conocer de los decretos del Rey que deban someterse a las Cortes que tendrán fuerza de ley hasta las
primeras Cortes siempre que se hayan tramitado en el Consejo de Estado.
1.3.5 Las Cortes
Las Cortes se estructuran en una única Cámara de carácter estamental y estaban integradas por 172 miembros
pertenecientes a los tres estamentos (clero, nobleza y tercer estado )
Estas Cortes eran convocadas exclusivamente por el Rey que disponía, además de la facultad de diferirlas,
prorrogarlas o disolverlas (limitación: obligación de reunir dichas Cortes al menos una vez cada 3 años).
También una vez cada 3 años, se presentaban a las Cortes los gastos y rentas del Reino (estructuradas
anualmente) para su deliberación y aprobación; igual procedimiento se aplicaba a las modificaciones que se
introducían en el Código civil, en el Código penal, en el sistema impositivo o en el sistema monetario.
Se reconoce a las Cortes la facultad de presentar al Rey, por medio de una diputación, quejas sobre la
conducta de un ministro. Dispone el texto de 1808 (art. 85) que una comisión, por orden del Rey, examinará el
caso.
El Estatuto de Bayona prohíbe la publicación y difusión tanto de las deliberaciones como de los votos de las
Cortes. Cuando los decretos del Rey eran sometidos a las Cortes se publicaban con la fórmula Oídas las
Cortes.
1.3.6 El Orden Judicial
El Estatuto disponía la unidad de códigos al establecer que España y las posesiones en las Indias se
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gobernarían por un solo Código de leyes civiles y criminales, e igualmente se aplicaría un solo Código de
Comercio.
Se declara igualmente la independencia funcional del orden judicial.
La Administración de Justicia se organiza :
−Los Tribunales de pacificación.
−Los Juzgados de Primera Instancia, repartidos por todo el territorio.
−Las Audiencias o Tribunales de Apelación
−Un Tribunal de Reposición con jurisdicción en todo el Reino.
−Y una Alta Corte Real que debía conocer de los posibles delitos cometidos por los miembros de la Familia
Real.
1.3.7. La Hacienda
El Estatuto de Bayona establece un sistema de contribuciones igual para todo el Reino.
Se establece el principio de la separación entre el Tesoro público y los bienes de la Corona; nombrándose por
el Rey un Director General del Tesoro Público que estaba obligado a presentar anualmente las cuentas
públicas para su examen y aprobación a la Contaduría General.
• Conclusión
El texto de Bayona es una mezcla de liberalismo , corporativismo del Antiguo Régimen y protagonismo
napoleónico.
• LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
• Contexto histórico
La derrota francesa en Bailén y la salida de José Bonaparte de España consolidó el fenómeno de las Juntas.
Constituida la Junta Suprema Central y Gubernativa de España e Indias, era aspiración común de sus
miembros la convocatoria de las Cortes. Cuyo primer paso se formalizó en el Decreto de 22 de mayo de 1809
y en la creación de una Comisión de Cortes, a la que se le asignó la tarea de preparar dicha convocatoria.
La Comisión de Cortes, solicitó numerosas opiniones a instituciones de diversos carácter, civiles, eclesiásticas
y las respuestas fueron igualmente abundantes. A fin de ordenar el material que llegó se formó una Junta de
ordenación que asumió la tarea de clasificar los escritos que se recibían y de sintetizarlos. Se formaron
diversas comisiones para la elaboración de proyectos legislativos que recogieran las demandas más
importantes que se gestaban tanto en la Comisión de Cortes como en la Junta Central.
Las principales Comisiones eran:
−La Junta de Medios y Recursos Extraordinarios, cuya misión era recoger medios económicos para el
mantenimiento de las instituciones.
−La Junta Real de Hacienda y Legislación, abordó la tarea de estudiar las posibles reformas legislativas y la
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elaboración de un proyecto constitucional.
−La Junta de Materias Eclesiásticas, se encargó de las relaciones entre el Estado y la Iglesia.
−La Junta de Ceremonial de las Cortes, quedó encargada del importante tema de discutir lo relativo a la
composición de las Cortes.
−la Junta de Instrucción Pública, atendía cuestiones menos inmediatas.
Jovellanos elaboró unas Instrucciones para el funcionamiento de las Juntas antes referenciadas en las cuales
contenían principios claramente ilustrados.
Finalmente se anunció la convocatoria de Cortes en el Real Decreto de 28 de octubre de 1808. La Junta
Central decide disolverse pero nombrando un Consejo de Regencia al que traslada todos sus poderes. Fue el
Consejo de Regencia el que, en nombre de Fernando VII exiliado fuera de España, promulgó la Constitución
de 1812.
2.2 Caracteres y principios
2.2.1. Caracteres
• Elaboración del texto constitucional
Las Cortes, en su primera reunión, proclamaron su carácter de Cortes General y Extraordinarias
(constituyentes) y proclamaron los principios de soberanía nacional y división de poderes. Las Cortes
nombraron , el 23−12−1810, una Comisión encargándole la redacción de un proyecto de Constitución. Los
trabajos de realización del texto discurrieron a lo largo del año 1811 y , el 19−3−1812, se promulgó la
Constitución.
• Extensión
La Constitución de Cádiz es el texto constitucional más extenso de nuestra historia y completa; junto a la
organización de los distintos poderes, recoge principios políticos y un amplio catálogo de derechos y
libertades.
• Reforma
Era la Constitución de 1812 temporalmente pétrea (transcurridos 8 años desde la vigencia no podría ser
reformada) y rígida. Cualquier alteración, adición o reforma de la Constitución requería poderes especiales
para dicha reforma. El decreto de reforma se presentaba al Rey para que fuera publicado y remitido a todas las
autoridades y pueblos de la Monarquía.
2.2.2 Principios
• Soberanía nacional
La Constitución de Cádiz establece que la Nación Española es la reunión de todos los españoles de ambos
hemisferios.
La soberanía reside esencialmente en la Nación a la que corresponde exclusivamente el derecho de restablecer
sus leyes fundamentales.
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Para la Constitución de Cádiz , los ciudadanos son los que realmente intervienen o pueden intervenir en los
asuntos públicos .
• Mandato representativo
Una de las características de este texto constitucional es la adopción del mandato representativo. El principio
de soberanía nacional : representación que asumen los diputados que integran las Cortes. La representación se
fijó en base a la población entendiendo por población a los que tuvieran la condición de ciudadanos en
términos señalados en la misma Constitución.
El sistema electoral de la Constitución gaditana establecía para la elección de los diputados a Cortes un
sistema indirecto en cuarto grado. Tras la elección de los diputados titulares se elegía, como suplentes, a un
tercio de los que cada provincia tuviera asignados.
Para ser elegido se requería ser ciudadano en pleno uso de sus derechos, mayor de 25 años, vecino y residente
de partido, pudiendo ser seglar o eclesiástico secular.
• Principio de separación de poderes.
El texto gaditano consagra una Monarquía moderada en la que el Rey , sigue conservando amplísimos poderes
y, especialmente el derecho de veto sobre las leyes aprobadas por las Cortes. Las Cortes en su primera reunión
afirman el principio de separación de poderes.
La potestad ejecutiva le correspondía la Monarca que, además, compartía con las Cortes la potestad
legislativa; la administración de la justicia se encomendaba a los tribunales establecidos por la ley. La
Constitución prohíbe al Rey y a las Cortes ejercer funciones judiciales.
• Las fuerzas políticas
Absolutistas y liberales; estos últimos evolucionaron pudiéndose distinguir, hacia 1820, dos corrientes: la de
los liberales moderados (doceañistas) y la de los liberales radicales (exaltados)
• Derechos y libertades
• Reconocimiento de derechos y libertades
Algunos de los derechos más significativos recogidos en el texto constitucional fueron:
♦ la libertad y seguridad personales
♦ la inviolabilidad del domicilio
♦ la libertad de la expresión del pensamiento
♦ la abolición de las penas de tormento, apremio
♦ confiscación de bienes y el derecho de sufragio.
• Derecho de sufragio
El derecho de sufragio era censitario, tanto activo como pasivo.
• Principio de igualdad
A pesar de proclamar la unidad de códigos y de abolir la prueba de nobleza para el acceso a cargos públicos,
no puede afirmarse que la Constitución de 1812 proclamara la igualdad.
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• Confesionalidad del Estado
El art. 12 de la Constitución establece la confesionabilidad del Estado y la unidad religiosa. Se prohíbe toda
religión distinta de la católica, apostólica y romana y el Rey, tenía el tratamiento de Majestad Católica.
En 1813 se abolió la Inquisición , aunque se restauró más tarde hasta su definitiva supresión en 1834
• Organos y poderes
2.4.1. La Corona
La Constitución declara expresamente que Fernando VII de Borbón es el Rey de las Españas. La sucesión a la
Corona sigue el orden regular de primogenitura y representación con preferencia del varón sobre las mujeres.
La Constitución de Cádiz consagra una Monarquía moderada.
Al Rey le corresponde el Poder Ejecutivo y comparte el Legislativo con las Cortes. Posee la facultad de
sancionar las leyes o de interponer el veto suspensivo contra las ya aprobadas por las Cortes.
También le correspondía al monarca la facultad de expedir los decretos y reglamentos, nombrar y separar
libremente a los secretarios de Estado y de Despacho declarar la guerra , firmar la paz y mandar los ejércitos.
Los Secretarios de Despacho formaban un equipo al Servicio del Rey . La responsabilidad de estos secretarios
era de carácter penal
Establecen también las Cortes un Consejo de Estado, que es un órgano consultivo del Rey.
2.4.2. Las Cortes
Las Cortes de Cádiz fueron unicamerales. Su mandato era de dos años, renovándose toda la Cámara cada vez.
El 27 de noviembre de 1810, las Cortes de Cádiz aprobaron su Reglamento interno, con lo cual afirmaron el
principio de autonormatividad del Parlamento. Se recogió en este Reglamento la importante facultad de que
fueran las Cortes las que nombraran al Presidente y a la Mesa de la Cámara. Igualmente se consagró en esta
norma reglamentaria la inviolabilidad y la inmunidad de los diputados y la creación de un Tribunal de Cortes
al que se atribuyó la competencia sobre los procedimientos contra los diputados.
Otro rasgo destacable es la creación de una Diputación Permanente de Cortes, compuesta por 7 diputados de
las provincias de Europa y Ultramar. La Diputación Permanente velaba por la observancia de la Constitución
y de las leyes. Las Cortes ejercían la potestad legislativa pero la compartían con el Rey. También tenían las
Cortes facultad de creación y supresión de plazas en los tribunales e igual competencia en relación con los
oficios público y fijaba los gastos y los ingresos.
2.4.3. La Administración de Justicia
La Constitución establece la exclusiva competencia de los tribunales en la Administración de Justicia ; se crea
un Tribunal Supremo como centro del sistema judicial y se establece el principio de unidad de jurisdicción
con excepciones (militar, eclesiástica,) y se garantiza la competencia del juez predeterminado por la ley.
Al Estatuto de los jueces se establece su inamovilidad y su responsabilidad.
2.5. El Trienio Liberal
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2.5.1. La vuelta al absolutismo
Desde su promulgación en 1812 hasta la vuelta de Fernando VII en 1814, la Constitución tuvo una escasísima
vigencia efectiva debido, principalmente a la Guerra de la Independencia.
Fernando VII pisa de nuevo territorio español con la clara idea de restablecer el absolutismo. Su intención fue
secundada por un grupo de diputados de las Cortes de Cádiz que se oponían fundamentalmente al régimen
liberal que la Asamblea practicaba; estos diputados elevan al Rey su opinión mediante el denominado
Manifiesto de los Persas. El Manifiesto de los Persas puede considerarse la primera declaración programática
de una fuerza política estructura como grupo homogéneo.
Fernando VII apoyándose en este movimiento deroga la Constitución de 1812 por un Real Decreto de 4 de
mayo de 1814. Los liberales fueron eliminados de las instituciones y pasaron a la clandestinidad. Sucesivos
intentos de restablecer el régimen liberal gaditano hasta el pronunciamiento de Riego.
2.5.2. El Trienio Liberal
A principios de 1820, en Cabezas de San Juan , el teniente coronel Riego proclamó nuevamente la
Constitución de 1812. El movimiento triunfó y Fernando VII, apoyándose a las circunstancias, decidió jurar la
Constitución. El período comprendido entre 1820 y 1823 se conoce como el Trienio Liberal. Con la
Constitución se restaura la obra legislativa de las Cortes : medidas liberalizadoras de la economía, restitución
de la libertad de imprenta y se crean las Sociedades Patrióticas.
El trienio liberal finalizó con la ocupación del país por un ejército enviado por una coalición de fuerzas
conservadores europeas, denominado los Cien Mil Hijos de San Luis, con la aprobación de Fernando VII, que
declaró nula la Constitución y restauró el absolutismo.
Fernando VII procuró ganarse las simpatías del poder económico y financiero. No restableció la Inquisición y
la represión política fue cediendo y remitió hacia 1826. Esta actitud componedora de Fernando VII le generó
la enemistad de las fuerzas más conservadoras, apareciendo una nueva oposición que tomó como líder y
aspirante al Trono al infante Don Carlos, hermano de Fernando VII. A la muerte de éste se abrió el problema
sucesorio pues Don Carlos no reconoció los derechos de la hija de Fernando VII, Isabel II.
Los derechos de Isabel II eran indiscutibles según la Constitución de 1812 que, establecía la preferencia del
varón sobre la mujer pero no excluía a éstas del Trono, pues el texto gaditano había sido declarado nulo por el
propio Fernando VII, así tales derechos sucesorios se amparaban en una Pragmática Sanción que, anulando la
ley sálica (Felipe V), permitía reinar a las mujeres en defecto de varón, fue aprobada por Carlos IV en 1789,
aunque nunca fue promulgada, llevándose a efecto tal promulgación por Fernando VII en 1830 cuando la
Reina Maria Cristina se encontraba ya embarazada. Seis meses después nacía la futura Isabel II. Las
reivindicaciones sucesorias de Don Carlos contra los derechos de su sobrina Isabel, negando la validez a la
Pragmática sanción plantearon la cuestión sucesoria en la familia Borbón que costó a España 3 guerras civiles
(guerras carlistas).
A la muerte de Fernando VII, su hija Isabel era menor de edad por lo que Maria Cristina se convirtió en Reina
Regente. Este hecho, truncó las aspiraciones de Don Carlos, desencadenó la guerra civil y la Regente hubo de
apoyarse en los liberales que, defendían la validez de los derechos sucesorios de su hija , ya que los
absolutistas apoyaban al infante Don Carlos. Los acontecimientos y las circunstancias forzaron la necesidad
de articular un régimen de corte constitucional
LECCION 3ª
EL REINADO DE ISABEL II
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• El Estatuto Real de 1834
1.1.Contexto histórico
Muerte de Fernando VII y Regencia de Maria Cristina de Borbón
• El problema sucesorio
Los derechos de Isabel eran indiscutibles según la Constitución de 1812 que establecía la preferencia del
varón sobre la mujer pero no excluía a éstas del Trono, pero el texto gaditano había sido declarado nulo por el
propio Fernando VII.
Según la tradición española , las mujeres accedían al trono a falta de heredero varón en el mismo grado, pero,
Felipe V en una Pragmática de 1713, estableció que sólo podrían acceder al trono en el caso de que no hubiera
ningún heredero varón ni en la línea recta ni en la línea colateral, cualquier que fuere su grado, de esta forma
se estableció una suerte de ley sálica mitigada (exclusión a las mujeres del trono.
Las reglas contenidas en la Pragmática de 1713 fueron posteriormente adaptadas a las circunstancias de los
sucesivos monarcas; Carlos III, dictó la Pragmática de 1776, según la cual quedan excluidos de la sucesión los
príncipes que contrajeran matrimonio desigual.
Carlos IV sometió a las Cortes la abolición de la Pragmática de 1713 y la vuelta a las reglas tradicionales
españolas. Las Cortes aprobaron la Pragmática Sanción en 1789 aunque el monarca nunca llegó a
promulgarla, llevándose a efecto tal promulgación por Fernando VII en 1830.
En 1832, Fernando VII estando gravemente enfermo, partidarios del infante Don Carlos (su hermano),
lograron la firma del Rey en un documento que derogaba la Pragmática que permitiría reinar a Isabel II; se
atribuye a la infanta Luisa Carlota (hermana de la Reina María Cristina) la destrucción de dicho documento.
Una vez restablecido de su enfermedad, Fernando VII, confirmó la validez de la Pragmática y, por tanto, de
los derechos sucesorios de su hija primogénita.
Las reivindicaciones sucesorias de Don Carlos contra los derechos de su sobrina Isabel, negando validez a la
Pragmática sanción plantearon la cuestión sucesoria en la familia Borbón que costó a España tres guerras
civiles (las guerras carlistas).
El 29−9−1833 muere Fernando VII , por lo que María Cristina se convirtió en Reina Regente. Este hecho, que
truncó las aspiraciones de Don Carlos, desencadenó la guerra civil y la Regente hubo de apoyarse en los
liberales, que eran los que defendían la validez de los derechos sucesorios ya que los absolutistas apoyaban al
infante Don Carlos como representante de un régimen más conservador.
1.1.2. Primeras medidas liberalizadoras
Para consolidar el apoyo de los liberales a la Corona se adoptaron, durante las primeras semanas de la
Regencia, diversas medidas:
a)La concesión de una amnistía (afectó a personalidades liberales )
b)La supresión de arbitrios
c)Se declararon válidos los contratos realizados, durante el Trienio Liberal por los titulares de mayorazgos y
los compradores de tierras.
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d)La revisión de las leyes que afectaban al comercio de granos
e)La revisión de las atribuciones al comercio de granos
Todas estas medidas tendían a consolidar la nueva clase: la burguesía.
1.2. Caracteres y principios
1.2. Caracteres
• Elaboración
El Consejo de Gobierno estaba formado por aristócratas y militares de ideología moderada. Pronto surgieron
discrepancias entre este Consejo y el gobierno que dirigía Cea Bermídez. La Reina Gobernadora nombró para
sustituirle a un liberal moderado: Francisco Martínez de la Rosa.
Fue el gobierno de Martínez de la Rosa el artífice del Estatuto Real con el que se intentó retornar al régimen
constitucional.
• Extensión
Como texto constitucional, el Estatuto Real es bastante incompleto y es un texto breve.
• Reforma
El Estatuto Real es una constitución flexible que podía ser reformada sin procedimiento parlamentario
específico.
• Naturaleza jurídica
El Estatuto Real puede ser calificado de Carta otorgada.
Se ganó la oposición tanto de los absolutistas como de los liberales exaltado . Esta doble oposición se
mantuvo durante la vigencia del Estatuto y terminó por destruirlo.
1.2.2. Principios
• Soberanía
El texto defendía la tesis de la soberanía regia.
• Separación de poderes
No hay mención expresa al principio de separación de poderes. La Corona es la que asume realmente el poder
político.
• El derecho de petición
El Estatuto Real no contenía referencias concretas a derechos y libertades aunque sí se contempla el derecho
de petición que asistía a los miembros de las Cortes.
Este derecho de petición fue utilizado por los procuradores para instar al gobierno moderado de Martínez de la
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Rosa la adopción de medidas reformistas que demandaba la burguesía.
Una de estas peticiones consistió en la denominada Tabla de derechos, que contenía 12 principios entre los
cuales : reconocimiento de la libertad individual, de la imprenta, de la propiedad, de la irretroactividad de la
ley, de la inviolabilidad del domicilio y de la igualdad contributiva.
• Derecho de sufragio
El Estatuto incorpora el sufragio pasivo censitario.
1.3. Organos y poderes del Estatuto
1.3.1. El Rey y sus ministros
El Estatuto residenciaba el poder político en el Monarca y sus ministros que éste nombrase a los que podía
cesar con igual libertad. El Rey no está sujeto a responsabilidad por sus actos; se establece el refrendo
ministerial de los actos regios y se le otorgan un conjunto de facultades, entre otras:
a)Facultad de convocar, suspender y disolver las Cortes
b)El nombramiento de los próceres o miembros de la Cámara Alta que no fueran miembros natos
c)La intervención en la designación y permanencia del Presidente y Vicepresidente de cada una de las
Cámaras, mediante convocatoria, suspensión y disolución de las mismas.
d)La iniciativa legislativa (en exclusiva)
e)La sanción de las leyes
f)El derecho de veto absoluto
Los ministros del Rey, con su Presidente (Presidente del Consejo de Ministros), forman un órgano colegiado
con cierta homogeneidad.
1.3.2. Las Cortes
El Estatuto Real consagra unas Cortes bicamerales compuestas por dos Cámaras:
1.−Estamento de Próceres o Cámara Alta. Se pretendía restituir el protagonismo de la nobleza y del clero.
Compuesta por un número ilimitado de miembros algunos de los cuales era nato y otros designados por el Rey
vitaliciamente en las siguientes categorías: Arzobispos y Obispos; Grandes de España, Títulos de Castilla; un
número de españoles destacados por sus servicios a la Corona; un número de propietarios de tierras, dueños de
fábricas o establecimientos mercantiles con una renta anual de 60000 reales y que hubieran sido procuradores
del Reino y un número de personalidades de las ciencias y de las letras con igual renta que en el caso anterior.
2.−Estamento de Procuradores o Cámara Baja. Buscaba cierta representación popular.
Compuesta por miembros electivos. El mandato de los procuradores era de 3 años. El Estatuto parece
establecer una suerte de mandato imperativo para los procuradores.
El Rey debía convocar a las dos Cámaras al mismo tiempo; sin embargo cada Cámara celebraba sus sesiones
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en recintos separados. Las sesiones eran públicas salvo disposición reglamentaria.
El Estatuto consagra la inviolabilidad tanto de los próceres como de los procuradores.
1.3.3. El Consejo de Gobierno
El Consejo de Gobierno aparece en el testamento de Fernando VII. El Consejo está dotado de una doble
condición:
1).−Era una Regencia potencial para el caso de que la Reina Gobernadora muriera durante la minoría de edad
de Isabel II
2).−Era una Consejo del Reino que debía asesorar a la Reina en los asuntos graves.
Según el testamento de Fernando VII, la Reina sometía al Consejo aquellos asuntos que considerara de
trascendencia política, aunque en la práctica fueron los Ministros los que acudían al Consejo de Gobierno, lo
cual desvirtuó el modelo contenido en el testamento regio.
1.4. Conclusión
1.4.1. El Gobierno del Conde Toreno
Tras la dimisión de Martínez de la Rosa le sustituyó al frente del Gobierno José Mª Queipo de Llano, conde
de Toreno, que al frente del Consejo de Ministros, trató de acabar con la guerra y afianzar el régimen
representativo , no logrando acallar a la oposición liberal que se lanzó a movimientos revolucionarios lo que
provocó el renacimiento del fenómeno de las Juntas. Estas asumieron el gobierno en sus respectivas
localidades y justificaron su revolución. Elaboraron manifiestos que recogieron sus reivindicaciones y la
evolución hacia el moderantismo.
Las peticiones se centraban en la necesidad de convocar nuevamente las Cortes.
1.4.2. El Gobierno de Alvarez Mendizábal: el problema de la Ley Electoral.
La Reina Gobernadora encargó la presidencia del Consejo de Ministros a Juan Alvarez Mendizábal, un liberal
que había luchado contra el absolutismo de Fernando VII. A él se deben las reformas sobre la propiedad de la
tierra (desamortización) y la reforma del sistema electoral que se consideraba necesario para la transformación
del sistema político del Estatuto Real, solicitándose a la Regente nueva convocatoria de elecciones a Cortes.
Se presentó al Presidente del Estamento de Procuradores, el proyecto de Ley Electoral, que había sido
elaborado por una Comisión de 5 Procuradores, sin embargo fue un fracaso, por lo que Mendizábal decidió
solicitar la disolución de las Cortes y nueva convocatoria, que ganó y volvió a presentar al nuevo Estamento
de Procuradores el proyecto de Ley Electoral que contenía los mismos principios( elección directa; derecho de
sufragio para los mayores contribuyentes y algunas profesiones y la elección provincial) , proyecto que fue
aprobado por la Cámara.
1.4.3. El Gobierno de Istúriz: fin del régimen del Estatuto Real.
Tras la aprobación del proyecto electoral en la Cámara Baja, éste debía pasar a la aprobación del Estamento
de Próceres (Cámara Alta), antes de lo cual el Gobierno de Istúriz, que había sustituido a Mendizábal, instó la
disolución de las Cortes y la celebración de nuevas elecciones al Estamento de Procuradores. Estas elecciones
fueron favorables para Istúriz, pero el Gobierno estaba cercado por movimientos liberales de carácter
insurreccional provocando el denominado Motín de La Granja, que fue una sublevación de sargentos y obligó
a la Reina Gobernadora a la firma de un Decreto restableciendo la vigencia de la Constitución de Cádiz.
22
• La Constitución de 1837
2.1.Contexto histórico
Tras el motín de La Granja, se convocaron Cortes extraordinarias (constituyentes). Celebradas las elecciones,
los progresistas se alzaron con el triunfo y las Cortes constituidas designaron una Comisión , que se encargó
de elaborar unas Bases para la reforma constitucional, sobre las cuales las mismas Cortes redactaron una
nueva Constitución.
2.2. Caracteres y principios
2.2.1. Caracteres
a)La Constitución de 1837 puede ser considerada como un texto breve y completo (regulación de los órganos
y los principios y derechos).
b)El texto de 1837 nos permite afirmar que se trataba de una Constitución flexible.
c)La Constitución de 1837, en terminología actual, podría ser considerada una Constitución de consenso o
transaccional.
Se declaró subsistente el título V de la Constitución de 1812 relativo a la Administración de Justicia en todo lo
que no hubiera quedado derogado por la nueva Constitución.
2.2.2.Principios
a)Soberanía
Del texto constitucional podemos deducir:
−La Constitución proclama la soberanía nacional.
−La Reina Gobernadora no sanciona ni decreta el texto constitucional sino que lo hacen las propias Cortes
manifestando su supremacía sobre la Corona.
−Las Cortes son Cortes constituyentes.
b) Separación de poderes
La división de poderes que se recoge en este texto constitucional se manifiesta más bien como una
colaboración o interacción entre los órganos del poder.
2.3 Derechos y libertades
Se reconoce un elenco de derechos y libertades clásicas (libertad de expresión, propiedad, seguridad personal
) . (Art. 2 y 10 Constitución) .
Art. 2. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas y sin previa censura, con sujeción
a las leyes. La calificación de los delitos de imprenta corresponde exclusivamente a los jurado.
Art. 10. No se impondrá jamás la pena de confiscación de bienes, y ningún español será privado de su
propiedad sino por causa justificada, de utilidad común, previa la correspondiente indemnización.
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2.4. Organos y poderes.
2.4.1. El Rey y los ministros
La Constitución de 1837 declara que la personal del Rey es inviolable y que no está sujeta a responsabilidad.
De los actos del Rey responden los ministros, a través de la institución del referendo. . Facultades del Rey,
entre otras:
• Ejerce la potestad ejecutiva
• Expide los decretos, reglamentos e instrucciones derivados de la función ejecutiva.
• Cuida de la recta administración de justicia y concede indultos de conformidad con las leyes.
• Sanciona y promulga las leyes y tenía derecho de veto suspensivo.
• Convocar, suspender y cerrar las sesiones de las Cortes; disolver el Congreso de los Diputados, etc.
Esta Constitución también establece límites a las facultades del Rey como cuando requiere que el Rey esté
autorizado por una ley especial para realizar determinados actos (contraer matrimonio o abdicar la Corona.).
Se consagra el reinado de Isabel II y se constitucionaliza el orden de sucesión tradicional en España
(preferencia del varón sobre la mujer).
2.4.2. Las Cortes
Las Cortes de 1837 eran bicamerales.
a) − El Congreso de los Diputados
Era electivo, mediante el sufragio censitario directo. El mandato era de 3 años y podían ser reelegidos.
b) El Senado.
Estaba compuesto por un número de senadores igual a las tres quintas partes del número de diputados. El
mandato del Senado dependía de la Cámara Baja .
c) organización y funciones de las Cámaras.
La Reina Gobernadora sancionó la Ley de Relaciones entre los Cuerpos Colegisladores (funcionamiento de
las Cortes).
Cada Cámara dictaba su propio reglamento interno.
Los parlamentarios gozaban de inviolabilidad y de inmunidad.
En cuanto a las funciones de las Cortes de 1837 podemos sintetizarlas en tres:
1).− La potestad legislativa.
2).−La potestad de control sobre los ministros, los cuales eran , en su caso, acusados por el Congreso y
juzgados por el Senado. La responsabilidad política del Gobierno ante las Cortes se consolidó a través de la
tramitación de cuestiones de confianza y de mociones de censura.
3).−Le correspondían a las Cortes competencias relativas a la Corona y del Regente hasta el nombramiento de
tutor del Rey menor o decidir sobre cualquier duda de hecho o de derechos que aconteciera en la sucesión a la
24
Corona.
2.4.3. El Poder Judicial
En 1837 aparece por primera en nuestro constitucionalismo la expresión PODER JUDICIAL. La Constitución
reconoce la exclusividad jurisdiccional. Se consagran los principios de publicidad de los procesos criminales y
los de inamovilidad y responsabilidad de los jueces.
2.5. Las Diputaciones provinciales y ayuntamientos
La Constitución de 1837 instituye una Diputación provincial . Se constitucionaliza la existencia de los
Ayuntamientos. En 1838, el Gobierno del conde de Ofalia elaboró un proyecto en el que los ayuntamientos
prácticamente eran desposeídos de sus facultades y pasaban a ser instancias de colaboración con el poder
central. Este proyecto fue finalmente aprobado en las Cortes de 1840 y obtuvo la sanción de la Regina
Gobernadora, aunque se paralizó esta ley, cuya vigencia no se declarará hasta 1843, bajo el Gobierno de
González Bravo.
2.6. Conclusión
2.6.1. Vigencia y aplicación.
La de 1837 fue una Constitución consensuada que buscó ser aceptada por las distintas fuerzas políticas (
Corona, progresistas, conservadores).
Era una Constitución de corte progresista y técnicamente estimable y políticamente conciliadora.
2.6.2. La Regencia de Espartero
Espartero, defensor de los ideales progresistas, inicia hacia 1840, una política de presión sobre la Reina
Gobernadora a favor de la implantación de sus principios políticos hasta que consigue que ésta le nombre
Presidente de Gobierno, no sin la ayuda de las Juntas y de la Milicia Nacional.
Las peticiones del nuevo Gobierno y la exigencia de una Regencia colegiada, provocó la renuncia y el exilio
de la Regente, quedando el propio Espartero como Regente interino, hasta que en 1841, se institucionalizó un
Ministerio−Regencia. Espartero cayó en 1843.
Escisión de las fuerzas progresistas, tomando posturas distintas, pudiendo distinguirse tres tendencias:
1).− que mantenía al Gobierno.
2).− Olózaga
3).− Joaquin María Lopez
2.6.3. La mayoría de edad de Isabel II
Tras la caída de Espartero, las Cortes decidieron adelantar un año la mayoría de edad de Isabel II. El primer
gobierno de Isabel II estuvo presidido por el progresista Olózaga, se vio obligado a partir al destierro. Fue
nombrado para sustituirle González Brabo, con lo que se da comienzo a la década moderada.
• La Constitución de 1845
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3.1. Contexto histórico
En las elecciones de 1844, celebradas conforme a la Ley Electoral de 20−7−1837, comenzó la década
moderada de la que fue figura principal Narváez.
La nueva fuerza política elaborará en 1845, su Constitución.
Los primeros pasos para la nueva política moderada se dieron durante el Gobierno presidido por González
Brabo, hasta mayo de 1844: disolución de la milicia Nacional , entró en vigor la Ley sobre Ayuntamientos y
el Decreto de 10−4−1843, se restringió la libertad prensa.
El 3−5−1844, González Brabo fue sustituido por Narváez
3.2. Caracteres y principios
3.2.1. Caracteres
• Elaboración
La Constitución de 1845 se califica como un nuevo texto constitucional que se tramitó como una
modificación de la Constitución de 1837.
La Constitución de 1845 responde a la ideología moderada.
• Extensión.
La Constitución de 1845 puede ser considerada un texto breve y completo en el que es abordan tanto las
facultades de los órganos como los derechos y libertades.
• Reforma
Constitución flexible y que podía ser modificada mediante el procedimiento legislativo común.
3.2.2. Principios
• Soberanía
La Constitución de 1845 consagraba la soberanía compartida (Rey y Cortes)
• Separación de poderes
El texto constitucional redujo considerablemente la autonomía de las Cámaras y afianzó la influencia de la
Corona sobre ellas.
• Derechos y libertades
La Constitución de 1845 eliminó la atribución al jurado de la calificación de los delitos de imprenta que
figuraba en la Constitución de 1837. También fue redactada más restrictivamente la unidad de códigos y
eliminada la unidad de los fueros de todos los españoles en los juicios comunes civiles y criminales.
3.3. Organos y poderes
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3.3.1. El Rey y el Gobierno
Se recoge expresamente el carácter sagrado e inviolable del Rey que no está sujeto a responsabilidad por sus
actos de los que responden, mediante el refrendo, los ministros. Corresponde al Rey el Poder Ejecutivo y la
autoridad suprema con respecto al orden público y a la defensa exterior. Entre las facultades del Rey, se
encontraban entre otras:
−La sanción y promulgación de las leyes.
−El nombramiento, con carácter vitalicio y entre determinadas categorías de ciudadanos, todos los senadores.
−La expedición de los decretos, reglamentos e instrucciones, etc.
3.3.2. Las Cortes
Las Cortes en la Constitución de 1845 son bicamerales : Congreso de los Diputados para la Cámara Baja y
Senado para la Cámara Alta.
• El Congreso de los Diputados
El Congreso de los Diputados se componía de un número de miembros no determinado por la Constitución,
nombrados por las Juntas electorales, por voto directo.
Le Ley electoral de 18−3−1846 mantuvo el sufragio activo censitario. En cuanto al sufragio pasivo, determinó
que debía poseerse una renta procedente de bienes raíces.
La Ley electoral de 1846 ofrece una visión clara del grado de control que la Corona y su Gobierno ejercían
sobre el resto de los agentes sociales y políticos.
• El Senado.
Estaba compuesto por un número ilimitado de senadores nombrados todos ellos por el Rey con carácter
vitalicio. Eran senadores natos los hijos del Rey y del Príncipe Heredero cuando alcanzaban la edad de 25
años. Para ser nombrado senador se requería tener 30 años y reunir unas estrictas condiciones sociales y
económicas.
• Funciones de las Cortes
Cada una de las Cámaras podía dotarse de un reglamento interno y, el Congreso de los Diputados podía
nombrar a su Presidente, Vicepresidentes y Secretarios, facultad que no poseía el Senado puesto que era el
Rey elque nombraba al Presidente y al Vicepresidente.
Los senadores gozaban de inviolabilidad y de inmunidad, salvo en caso de delito flagrante o cuando las
Cámaras estuvieran reunidas , sin la previa autorización de la Cámara respectiva (el actual suplicatorio).
Las sesiones de las Cámaras eran públicas . Hacían efectiva la responsabilidad de los ministros, los cuales
eran acusados por el Congreso de los Diputados y juzgados por el Senado.
Ambas Cámaras tenían iniciativa legislativa. Las dos Cámaras tiene veto suspensivo − como también el Rey−
y si alguna de ellas rechazaba algún proyecto su objeto no podía discutirse nuevamente en esa legislatura.
3.3.3 La Administración de Justicia
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Este texto constitucional retornó a la denominación anterior de 1837, eliminando las referencias al Poder
Judicial. La justicia se administra en nombre del Rey. Desaparecieron también los mandatos constitucionales
recogidos en el texto de 1837 referentes a la unidad de fueros y a la instauración del juicio por jurados. Se
mantienen, la atribución exclusiva a Juzgados y Tribunales de la jurisdicción civil y criminal , la inamovilidad
y responsabilidad de los jueces.
3.4. Conclusión y aplicación.
3.4.1. Vigencia
Este texto se encuentra más cercano al Estatuto de 1834 que a la Constitución de 1837. La importante
represión de este texto constitucional generó nuevos movimientos carlistas y brotes de republicanismo.
Los moderados en el poder se propusieron lograr cierta modernización económica y administrativa, pero no
entraba en sus planes abordar una reforma política ni abordar el desarrollo de los derechos y libertades. Por
otro lado, la reforma tributaria de Mon, añadió las discrepancias que la oposición mantenía con el Gobierno.
3.4.2. Escisión de los partidos políticos.
Durante este período se produce la escisión tanto del Partido moderado como el del Partido progresista.
El Partido Moderado: escinde del Partido monárquico (absolutistas) y de los puritanos, denominados así por
defender la pureza de la Administración, el respeto de las leyes , manteniendo los principios conservadores.
El Partido Progresista: se escindió de un sector, de inclinación republicana, (demócratas) , y que se articuló
como partido político a partir de 1849; en general, durante esta época los progresistas, de uno u otro sector,
fueron marginados y reprimidos (pronunciamientos militares.
3.4.3. El Proyecto de Constitución de Bravo Murillo
A partir de 1852, Bravo Murillo, se afana en reconstruir las relaciones políticas bajo un modelo claramente
conservador. Un propósito, que se plasmó en un Proyecto de Constitución y en las siguientes 7 Leyes de
Estado que completaban en texto constitucional:
• Proyecto de Ley sobre organización del Senado.
• Proyecto de Ley para las Elecciones de los Diputados a Cortes
• el Régimen de los Cuerpos Colegisladores.
− sobre las Relaciones entre los dos Cuerpos Colegisladores.
• sobre la seguridad de las personas
• sobre la seguridad de la propiedad.
• Regulación del orden público y Grandezas y Títulos del Reino.
A fin de que las Cortes aprobaran este nuevo texto y las leyes que lo completaban se convocaron las Cortes
para el 1 de diciembre de 1853; pero tal proyecto levantó tal oposición que la Reina retiró su confianza a
Bravo Murillo.
• LA CONSTITUCIÓN NONATA DE 1856
4.1. Contexto histórico: el bienio progresista.
28
Progresistas: Espartero y O´Donnell.
Pusieron en marcha algunas reformas políticas y económicas y se convocaron Cortes Constituyentes, que
consagraba el sufragio censitario. Las elecciones dieron el triunfo a los progresistas; los moderados estuvieron
ausentes ; del centro hacia la izquierda se encontraba la Unión Liberal , liderada por O´Donnell; más la
izquierda se ubicaron los progresistas puros de Olózaga y todavía más radicalizados en estas tendencias , los
demócratas.
El debate constituyente llegó hasta 1855. La promulgación de esta Constitución se aplazó , hasta que
estuvieran aprobadas las 6 leyes orgánicas que la complementaban. Las Cortes se suspendieron , por mandato
regio.
O´Donnell con el apoyo de la Reina, separó del Gobierno a Espartero y él mismo fue nombrado Presidente.
Con este cambio puede decirse que finaliza el llamado bienio progresista (1854−1856) y el texto
constitucional elaborado durante el mismo, conocido como Constitución nonata, quedó en el olvido.
4.2. Caracteres y principios
4.2.1. Caracteres
• Extensión
Es un texto moderamente extenso y compleo .
• Reforma
Esta Constitución puede calificarse de rígida
Aprobada la reforma las Cortes perdían su carácter constituyente y podían, continuar sus sesiones en calidad
de Cortes ordinarias.
A efectos de la reforma se consideraban artículos constitucionales y sometidos a los mismos requisitos para su
variabilidad las leyes orgánicas que debían aprobarse junto con la Constitución : La Ley Electoral, la de
relaciones entre los Cuerpos Colegisladores, del Consejo de Estado, de gobierno y administración provincial y
municipal, de organización de los Tribunales y de la Milicia Nacional.
4.2.2. Principios
• Soberanía
El texto constitucional establecía que los poderes públicos emanan de la Nación, en la que residía
esencialmente la soberanía y se atribuía a la Nación el derecho de establecer sus leyes fundamentales.
• Separación de bienes
La Constitución de 1856 establece el principio de separación de poderes.
4.3. Derechos y libertades
Extensa declaración de derechos y libertades, cabe destacar : la libertad de imprenta y de expresión sin
censura previa (art. 2) y el art. 4: todo español tiene derecho de dirigir peticiones por escrito al Rey y a las
Cortes, como determinen las leyes.
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La Constitución nonata se separó de la confesionalidad católica del Estado.
4.4. Organos y poderes Constitucionales
4.4.1. El Rey y el Gobierno
La Constitución de 1856, texto de carácter progresista. La persona del Rey sigue siendo sagrada e inviolable y
no está sujeta a responsabilidad, pero se recortan sus competencias.
Se consagra un Consejo de Estado que deberá ser oído por el Rey en los casos que la ley determine.
4.4.2. Las Cortes
Se mantiene en este texto el bicameralismo. El Senado, era como el Congreso, electivo, siendo esta la
novedad respecto de los dos anteriores textos constitucionales (1837 y 1845). Se mantiene la denominación de
Congreso y Senada para las Cámaras legislativas.
• El Congreso de los Diputados
Era elegido mediante sufragio censitario directo en circunscripciones provinciales. Su mandato era de 3 años y
podían ser reelegidos indefinidamente.
• El Senado
Era electivo. Estaba formado por un número de senadores igual a las 3 quintas partes del número de
diputados, elegidos, como en el caso de la Cámra Baja, por sufragio censitario directo.
• Funciones
Corresponde al Rey convocar, suspender y cerrar las sesiones de las Cortes y disolver el Congreso de los
Diputados.
Se constitucionalizaba la convocatoria annual y se establece un plazo mínimo de sesiones (4 meses
consecutivos)
En esta Constitución se reconoce la autonomía normativa de las Cámaras , que podían dotarse de su propio
Reglamento.
Cada Cámara poseía iniciativa legislativa y derecho de veto suspensivo, facultades que también poseía el
Monarca. Se reconoció la inviolabilidad y la inmunidad de los parlamentarios.
Los constituyentes de 1856 establecieron una serie de facultades de las Cortes en relación con la Corona
(aceptar juramento al Rey, nombrar Regente, etc.)
Por último, se regula de manera muy detallada la Diputación Permanente y sus competencias. Es una
Diputación formada por 9 miembros , 5 de los cuales eran diputados y 4 senadores .
Diputación Permanente de las Cortes: órgano unitario aunque compuesto de 2 Cámaras.
4.4.3. El Poder Judicial
Se retorna esta denominación ya contemplada en 1837. Vuelve a incluirse en el texto constitucional el
30
mandato para imponer la unidad de fueros y la institución del Jurado.
4.5. Conclusión.
La sustitución de Espartero por O´Donnell puso fin al bienio progresista e inició una década de gobierno del
segundo, sostenido por un partido de nueva creación: la Unión Liberal.
La primera medida que se toma es el restablecimiento de la vigencia de la Constitución de 1845 contemplada
por un Acta Adicional, aprobada por Real Decreto de 15−9−1856.
El Acta adicional perduró hasta que Narváez, la derogó y la sustituyó por una Ley Constitucional de Reforma
de 17−7.1857, sancionada por Isabel II.
O´Donnell accedió al poder en 1858 y se mantuvo en él hasta 1863 gracias al fraude electoral. Después de su
caída se sucedieron varios Gobiernos más. En 1864 − con el Gobierno de Mon− , se derogó la Ley de
Reforma de 1857, lo que supuso el restablecimiento íntegro de la Constitución de 1845.
La Monarquía isabelina estaba seriamente dañada y moriría poco tiempo después. Desde 1856 el régimen
estaba condenado y el país vivía en continuo estado de excepción. Se oponían al régimen isabelino los
carlistas y el Partido demócrata.
LECCIÓN 4ª
El SEXENIO REVOLUCIONARIO Y LA PRIMERA REPUBLICA
• LA CONSTITUCIÓN DE 1869
• La Revolución de 1868
• La caída del Régimen isabelino
Desde 1863 hasta la revolución de 1868, se produce el retraimiento de los progresistas.
La Unión Liberal que había liderado O´Donnell se resintió cuando la Reina retiró la confianza a éste y cuando
el líder fallece en 1868, su partido , se unirá a la conspiración revolucionaria. Esta formación política
representará a lo largo de los años la evolución del moderantismo de los años cuarenta (Partido moderado).
Por su parte, el Partido Demócrata se mostraba proclive a la revolución que pusiera fin a la dinastía
acercándose a los grupos republicanos. Los demócratas fueron finalmente apartados por los generales que
lideraron la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868 que provocó la salida de Isabel II de España.
• La Revolución Gloriosa de 1868
El 17−9−1868, encabezado por Prim, se produjo el pronunciamiento de Cadiz. González Bravo, Presidente
del Gobierno, presentó su dimisión a Isabel II que nombró, el día 19, al marqués de La Habana, pero éste no
logró llevar término la formación de un nuevo Gobierno.
La Reina, abandonó el país y el 30 de septiembre marchó a Francia: comienza el denominado sexenio
revolucionario que alcanzará hasta 1874.
El levantamiento gaditano encontró rápido eco popular y se constituyeron Juntas revolucionarias que armaron
al pueblo y sustituyeron a los Ayuntamientos monárquicos.
Tras la salida de la Reina, se constituye en Madrid un Gobierno provisional presidido por Serrano, en el que
31
Prim asumió el Ministerio de Guerra, hizo público un Manifiesto, cuyo contenido resulta bastante más
moderado que las reivindicaciones de las Juntas revolucionarias. Antes de finalizar el año 1868 ya se habían
regulado mediante decreto, las libertades de enseñanza, de reunión y de asociación; se habían tomado algunas
medidas tendentes al restablecimiento de la libertad religiosa y se reconoció el sufragio universal masculino.
Todo ello se culminó , el 2−1−1869, con la convocatorio a Cortes Constituyentes que se celebraron los días 15
y 18 de ese mismo mes.
Celebradas elecciones, los progresistas obtuvieron la mayoría relativa, aunque coaligados con los diputados de
la Unión Liberal (unionistas) se constituyeron en mayoría absoluta de la Cámara. La oposición mayoritaria
estaba representada por los republicanos y con menor representación, los carlistas y los isabelinos.
Uno de los primeros problemas del Gobierno provisional surgió cuando éste apostó decididamente por el
mantenimiento de la Monarquía, provocando que un sector de los demócratas, el Partido Republicano
(federalista) liderado por Pi y Margall, retirara su apoyo al Gobierno surgido de la Revolución. Un segundo
problema se originó por la situación de Cuba.
• Caracteres y principios
• Caracteres
• Elaboración del texto
La Constitución de 1869 puede ser calificada como la Constitución del sexenio revolucionario.
Se elaboró y se promulgó en 2 meses. El 6−6−1869, se promulga la Constitución.
La Constitución adoptó la forma monárquica. Serrano es designado Regente y se inician las gestiones para
buscar un Príncipe que acepte la Corona española.
• Extensión
El texto constitucional era moderamente extenso. Constitución completa.
• Influencias
En este texto constitucional , dos tendencias :
1).− la tradición liberal pura , que estuvo representada por progresistas que defendían la soberanía nacional y
los valores de la revolución burguesa.
2).− las ideas que en España y en Europa, defendían el capitalismo liberal (humanistas).
También pueden apreciarse influencias de Constituciones extranjeras y española, la de 1812.
• Reforma
La Constitución de 1869 es rígida . Los que podían iniciar la reforma son las Cortes, por sí o a propuesta del
Rey.
• Principios
• Soberanía
Es un texto progresista aunque no puede ser calificado de democrático
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• Monarquía
La Constitución de 1869 optó finalmente por la Monarquía.
Cuando se promulga la Constitución, España no tenía ningún candidato oficial para ocupar el Trono. Los
esfuerzos, entre otros, de Prim y Serrano, logran que, finalmente sea Amadeo de Saboya, quien acepte la
Corona. Amadeo I fue proclamado Rey de España en la sesión de las Cortes el 16−11−1870.
Amadeo I mostró desde el primer momento su plena disposición a adaptarse al modelo de Monarquía
recogido en la Constitución.
A pesar de la actitud leal del Rey respecto de la Constitución, no contó con el apoyo de las fuerzas políticas y
la agitación continuó durante su breve reinado.
El 11−2−1873, se dio lectura en el Congreso el Mensaje del Rey en el que abdica de la Corona. En esa misma
sesión se proclamó la I República .
• Separación de poderes
Se recoge formalmente como en textos anteriores, aunque bajo esta Constitución se intenta una relación
distinta entre los poderes.
• Las fuerzas políticas
Los constitucionales, estaba formado por unionistas y miembros moderados de los partidos progresista y
demócrata, reconocían como líder a Sagasta y representaban la derecha de la nueva Monarquía.
Los radicales, estaba integrado por progresistas y demócratas extremos, partidarios de reformas profundas. Su
líder era Ruiz Zorrilla y representaban la izquierda del régimen. Otras fuerzas opuestas a la Monarquía de
Amadeo I: los republicanos (federalistas y unitarios); los alfonsinos (partidarios de la dinastía borbónica) y los
carlistas .
• Derechos y libertades
• Reconocimiento de derechos y libertades.
En la Constitución de 1869 se recoge que por 1ª vez se denomina De los españoles y sus derechos, uno de los
más extensos y completos elencos de derechos y libertades que contienen las Constituciones españolas del
siglo XIX , y una fórmula abierta que permitía la incorporación de otros derechos no enumerados
expresamente.
• La libertad religiosa
Art. 21 , establece:
−La obligación de la Nación de mantener el culto y a los ministros de la religión católica.
−La garantía a los extranjeros del ejercicio público y privado de cualquier otro culto.
−La extensión de esta última garantía a los españoles que no profesaran la religión católica.
La Iglesia luchó por la constitucionalización de la unidad religiosa , apoyándose en el Concordato ( 1851).
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• El derecho de sufragio
Se reconoce el sufragio universal masculino matizado (activo y pasivo)
El régimen electoral introdujo el sufragio universal directo (masculino) en la Península e islas adyacentes y,
en las provincias de Ultramar, se mantuvo el sufragio censitario y capacitario.
• Organos y poderes
• El Rey y el Gobierno
En la Constitución de 1869, el Rey es inviolable y sus actos no están sujetos a responsabilidad , siendo
responsable los ministros
Se establece que el Poder Ejecutivo reside en el Rey, que los ejerce por medio de sus ministros
Los actos del Rey, en esta Constitución, sean actos tasados constitucionalmente como corresponde a un poder
constituido.
El Gobierno estaba políticamente controlado por las Cortes mediante las interpelaciones y la moción de
censura.
• Las Cortes
La Constitución de 1869 adoptó el bicameralismo y ambos cuerpos colegisladores eran semejantes en
funciones y competencias.
Las Cámaras se denominaron de Congreso, Cámara Baja y Senado, Cámara Alta.
Las Cámaras adquirieron una considerable autonomía funcional. Ejercen la potestad legislativa ,
correspondiendo al Rey la sanción y promulgación de las leyes aunque ya sin derecho de veto, por lo que
aquéllas son realmente actos debidos.
Se afianza constitucionalmente el mandato representativo.
• El Congreso
El Congreso se renovaba cada 3 años. La Cámara se componía de 1 diputado por cada 40.000 almas de
población.
De conformidad con lo que estableciera la ley electoral, consagró para el territorio peninsular y las islas
adyacentes el sufragio universal (masculino ), mientras que en Cuba y Puerto Rico se impuso el sufragio
censitario capacitario.
• El Senado
El Senado de 1869 era electivo pro provincias, estableciéndose el sufragio activo universal (masculino)
aunque indirecto en segundo grado.
Para ser elegido senador, elección en la que se aplicaba el sufragio censitario; español, mayor de 40 años,
gozar de los derechos civiles y haber ejercido determinados cargos públicos.
El mandato del Senado estaba en función del de la Cámara Baja, pues cada vez que se renovaba el Congreso
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lo hacía ¼ del Senado.
• El Poder Judicial
La justicia se administra en nombre del Rey y la función jurisdiccional se encomienda exclusivamente a los
Tribunales; se refuerza la independencia de los jueces pero también su responsabilidad e inamovilidad .
Se reconoce la unidad de los fueros en juicios comunes, civiles y criminales, y de códigos. También el juicio
por jurados para los delitos políticos y para los comunes que la ley señalara.
SE confirma la preeminencia jerárquica de las normas emanadas de las Cortes.
• Aplicación de la Constitución.
Desde que Serrano deja la Presidencia del gobierno, se suceden varios Gobiernos, que fueron efímeros. A
finales de diciembre de 1871, el Rey llama de nuevo a Sagasta para que forme Gobierno que no consigue .
Sagasta logra del Rey, el 24−1−1872, el Decreto de disolución y se convocan elecciones para formar Cortes
ordinarias conforme a la Ley Electoral de 1870.
El Gobierno de Sagasta logra mantenerse en el poder hasta el 26−5−1872. A partir de esta fecha, Serrano
asume el gobierno temporalmente hasta que el Rey encarga la formación de un nuevo Gabinete a Ruiz
Zorrilla; vuelven a suspenderse y disolverse las Cortes. Se convocan elecciones. Estos comicios , consolidan
al Gobierno (Ruiz Zorrilla).
Las guerras carlistas y cubana, la oposición de los republicanos y de los alfonsinos, la desaparición de Prim, la
falta de conocimiento que Amadeo de Saboya tenía de la realidad del país impidieron la estabilización de la
situación política y social.
El 11.2.1873 en el que se leyó ante le Congreso el Mensaje del Rey abdicando de la Corona; ambas Cámaras
reunidas en una sesión dudosa , se declararon Asamblea Nacional soberana y proclamaron la República.
• LA PRIMERA REPUBLICA : EL PROYECTO DE CONSTITUCIÓN FEDERAL
• Contexto histórico.
Tas la abdicación de Amadeo I ; ese mismo día se tramitó la proposición de Ley proclamando la República.
Esta I República fue aprobada por unas Cortes monárquicas. En la misma sede parlamentaria se constituyó el
primer Gobierno de la República. Uno de los principales problemas con los que se encontrarán los
republicanos es la progresiva separación entre los dirigentes que defienden la implantación de la República
Federal desde las estructuras del poder y el movimiento cantonal. Que, radicalizado, lucha por imponer el
federalismo de base por medios revolucionarios.
La Asamblea logró aprobar, el 22−3−1873, la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, ese mismo día se
suspendieron las sesiones y se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes para los días 10 al 13 −5−1873.
Se celebraron las elecciones y la victoria correspondió a los republicanos federalistas .
El Gobierno presidido por Figueras continuó en el poder hasta el 11−6−, fecha en la que fue sustituido por Pi
y Margall. El 30−6−, Pi formó un nuevo Gobierno y comenzó un período de régimen dictatorial. El 18−7, Pi y
Margall se vio forzado a presentar la dimisión.
El tercer Presidente del Poder Ejecutivo fue Nicolás Salmerón que abandonó su cargo en septiembre de 1973,
negándose a firmar varias penas de muerte impuestas por los tribunales. Castelar sustituyó en la Presidencia
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del Poder Ejecutivo a Salmerón , comenzó su gobierno dictatorial.
Cuando el 2−1− se reúne de nuevo la Asamblea y Castelar da lectura al Mensaje del Gobierno, recibe duras
críticas por parte de Salmerón y Pi y Margall presentando su dimisión a continuación. En la misma Asamblea
se pasa a discutir la composición del nuevo gobierno, Salmerón comunica a los miembros de la Asamblea que
acaba de recibir un comunicado en el que le informan que Madrid está tomado militarmente por el General
Pavía que se dirigía hacia allí.
Pavía entró en la Cámara y manifestó su intención de apoyar un gobierno en el que estuvieran representados
todos los partidos (excepto los carlistas y los federales) al frente del cual estaría Serrano. En principio se
trataba de acabar con el carlismo y con el cantonalismo y restaurar el orden público.
• Caracteres y principios del Proyecto de Constitución.
• Caracteres
• Elaboración del texto constitucional
La mayoría republicana en las Cortes Constituyentes promovió la elaboración de un texto constitucional
republicano y federal .
• Extensión
Es una Constitución moderadamente extensa y completa
• Influencias
El texto de 1873, tenía ciertas semejanzas con la Constitución de 1869, aunque, en cuanto a la organización
territorial del Estado, estaba claramente influida del federalismo de Estados Unidos.
• Reforma
El Proyecto republicano es un texto rígido
• Principios
• La forma política republicana federal
La Constitución acogió un modelo de República federal que proponía como estados de la República los
antiguos reinos españoles.
Se reconocía la facultad de estos estados para dotarse de sus propios órganos de poder , asambleas y gobiernos
electivos, por sufragio universal. Cada uno de estos entes territoriales estaban representados en el Senado por
4 senadores.
• Soberanía
Soberanía popular.− La soberanía residía en todos los ciudadanos y que se ejercía en representación de éstos
por todos los órganos políticos de la República.
• Democracia
El principio democrático descansaba en el reconocimiento de la soberanía nacional y el sufragio universal
(masculino y femenino).
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Por otro lado, todos los poderes públicos eran electivos, amovibles y responsables.
• Derechos y libertades
Un elenco de derechos clásicos, naturales, anteriores y superiores a toda legislación positiva. (la tesis del
iusnaturalismo racionalista).
Además de estos derechos naturales absolutos, recoge también otros derechos (art. 8, 9 y 18).
• Organos y poderes Constitucionales
• El Presidente de la República Federal
El Presidente de la República ejercía el denominado Poder de relación , entre los demás poderes del Estado.
Era elegido por sufragio universal indirecto. Su mandato era de 4 años sin que pudiera ser inmediatamente
reelegido. Le correspondían entre otras, las siguientes facultades:
−Personificar el poder supremo y la suprema dignidad de la Nación.
−Tenía iniciativa legislativa.
−Promulgar, dentro de los 15 días siguientes a su aprobación en Cortes, las leyes. El Presidente de la
República Federal carecía de derecho veto sobre las leyes aprobadas en las Cortes.
La Constitución creó también la figura del Vicepresidente . (art. 82)
• El Poder Ejecutivo
El Poder Ejecutivo era ejercido por el Consejo de Ministros (o Gobierno) al frente del cual se encontraba su
Presidente.
El Gobierno tenía iniciativa legislativa y ejercía la potestad reglamentaria para la ejecución de las leyes.
El Gobierno enviaba a cada uno de lo estados miembros de la Federación un Delegado cuya misión era vigilar
el cumplimiento de la Constitución y del resto del Ordenamiento Jurídico en ese territorio.
• Las Cortes
En 1873 se adoptó un bicameralismo en el que el Congreso poseía mayores facultades que el Senado
,−bicameralismo imperfecto−.
Las Cortes se reunían cada año, celebrando 2 legislaturas .
Cada una de las Cámaras podía dotarse de su propio reglamento interno y nombrar sus respectivos
Presidentes, Vicepresidentes y Secretarios.
Rígida división de poderes: incompatibilidad entre el cargo de ministro y el del diputado o senador.
En cuanto al estatuto propio de los diputados y senadores , éstos tenían reconocidas las prerrogativas de
inviolabilidad e inmunidad. Se incluye en el texto de manera expresa la facultad de las Cortes para evitar el
absentismo de los parlamentarios. Se constitucionaliza el derecho de los diputados y senadores a percibir una
indemnización económica por su labor parlamentaria.
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• El Congreso
Se componía de un número de diputados , elegidos por sufragio universal directo.
El Congreso tenía iniciativa legislativa (junto con el Consejo de Ministros y el propio Presidente de la
República) y la tramitación de todas las leyes se iniciaba en esta Cámara.
• El Senado
Estaba compuesto por un número de senadores elegidos por las respectivas asambleas de los estados
miembros.
El Senado en 1873 se articula como una Cámara de representación de los estados miembros de la Federación.
Sus facultades se circunscriben al examen de las leyes aprobadas por el Congreso para determinar si vulneran
los derechos absolutos o los poderes de los organismos políticos o las facultades de la Federación o la propia
Constitución.
Si el Senado determinaba si existía violación de algunos aspectos que le competía examinar, se formaba una
Comisión mixta, que presentaba al Congreso una propuesta de consenso.
• El Poder Judicial. El Control de la Constitucionalidad.
El control de la Constitucionalidad estriba en la composición del Tribunal Supremo de la Federación.
Correspondía al Tribunal Supremo : la resolución de los conflictos entre los poderes centrales y los distintos
estados miembros, así como los que pudieran surgir entre éstos.
• Conclusión.
Los federales extremistas se opusieron al proyecto constitucional de 1873 y coadyuvaron a su retirada de las
Cortes y al levantamiento cantonal .
El pronunciamiento del general Pavía dio el poder a Serrano que, abandonando definitivamente el Proyecto de
Constitución republicano, declaró nuevamente vigente la Constitución de 1869, aunque, suspendió dicha
vigencia alegando que el país precisaba restablecer antes el orden público perdido.
LECCIÓN 5ª
LA RESTAURACIÓN Y LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
• LA CONSTITUCIÓN DE 1876
• Contexto histórico
• Antecedentes de la Restauración monárquica
El reinado de Amadeo de Saboya había fracasado tras apenas 2 años ; la República comenzó un proceso de
desintegración . Antonio Cánovas percibió pronto que la Revolución de 1868 había acabado definitivamente
con el reinado de Isabel II y que la dinastía podía ser restaurada por su hijo, Alfonso XII. La Reina al final
abdicó en su hijo , especialmente cuando las Cortes Constituyentes de 1869 adoptaron la Monarquía.
El proyecto canovista se basaba principalmente en la conciliación.
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La labor de Cánovas se centró en la formación del que sería Rey de España que debía incidir en 2 aspectos : la
instrucción civil y política. Deseaba presentar al país un Rey instruido en los principios constitucionales pero
también un Rey soldado que sirviera de referente al Ejército.
La instrucción del futuro Rey formaba parte de la concepción que Cánovas tenía de lo que debía ser la
Restauración . Resultaba imprescindible la articulación de la una fuerza política: los alfonsinos.
En el verano de 1873, Cánovas era reconocido como jefe absoluto de los alfonsinos. Estos seguidores
intentaron ya proclamar a Alfonso XII inmediatamente después de la abdicación de Amadeo de Saboya,
aunque no lo lograron.
• El pronunciamiento del General Martínez Campos
Cánovas del Castillo pretendía el logro de su objetivo sin el empleo de la fuerza. Sin embargo, otros sectores
alfonsinos consideraban que la evolución que se operaba en la opinión pública y en ciertos sectores políticos
debía consolidarse mediante un acto de fuerza. Secundado por estas opiniones, el general Martínez Campos,
proclamó, el 29−12−1874, en Sagunto, Rey de España al hijo de Isabel II, mediante un pronunciamiento
militar. El movimiento fue apoyado por otros generales, entre ellos, Fernando Primo de Rivera. La
Restauración monárquica y dinástica fue aceptada de modo general, salvo por los republicanos y por los
carlistas que constituían la oposición más radical.
• El Ministerio−Regencia
Tras el levantamiento del general Martínez Campos , Cánovas constituyó un Ministerio−Regencia que
presidió y al frente del cual estuvo durante el tiempo que duró el proceso constituyente.
Buscó la paz de los partidos bajo la Monarquía constitucional, que en el pensamiento de Cánovas era
preferible la Monarquía parlamentaria.
Constituyó un sistema parlamentario apoyado en un bipartidismo, es decir 2 partidos capaces de aglutinar en
torno a ellos todas las tendencias políticas .
Sacrificó sus principios políticos a favor de una convivencia pacífica de los partidos.
• Caracteres y principios
• Caracteres
• Elaboración del texto constitucional
No se utilizó el procedimiento de reforma establecido en la Constitución de 1869.
Cánovas no ocultó nunca su fe en la denominada Constitución interna , que se manifestaba en 2 instituciones:
la Corona y las Cortes que son la base para restablecer o crear las demás pero que a ninguna otra institución
deben su existencia.
Cánovas alentó personalmente una reunión, que salió una Comisión de 39 personas− Comisión de Notables−
y, de entre ellos, otra Subcomisión de tan sólo 9 miembros que elaboró las bases del futuro Proyecto de
Subcomisión que sería la Constitución de 1876.
El Gobierno de Cánovas hizo suyo el proyecto para presentarlo a las Cortes. Debían convocarse Cortes
Constituyentes , lo cual se formalizó mediante el citado Real Decreto de 31−12−1875, por sufragio universal
masculino conforme a la Ley Electoral de 1870. Dimitió Cánovas como Presidente cediendo la misión de
preparar las elecciones a un partidario del sufragio universal masculino como era Jovellar. Volvió Cánovas a
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formar Gobierno 2l 2−12−1875 y las elecciones se celebraron a prtir del 20−1−1876.
Las fuerzas políticas presentes en estos iniciales momentos de la Restauración fueron: los unionistas, los
constitucionales, los alfonsinos, los radicales y los republicanos unitarios. Las reivindicaciones de la clase
obrera se encauza a través de los partidos burgueses que manifiestan tendencias más avanzadas (progresistas ,
demócratas, radicales , republicanos). Posteriormente estas demandas se articularan a través de los partidos
obreros; el movimiento socialista quedó representado por el PSOE y el sindicato UGT, otras formaciones
representaron el movimiento anarco−sindical inspirado en las ideas de Bakunin y su sindicato fue la CNT.
Los canovistas ganaron las elecciones de forma mayoritaria. Las Cortes Constituyentes formadas tras los
comicios no tardaron en aprobar la nueva Constitución.
• Extensión
La Constitución de la Restauración es un texto breve y completa. En ella se regula tanto los principios y los
derechos y libertades como la estructura y funciones de los órganos.
c) Reforma
El texto de 1876 es flexible.
d) Consenso
La Comisión redactora del proyecto de Constitución plasmó un neto carácter pragmático en este texto
constitucional. La intención de los constituyentes era redactar un texto de consenso.
• Principios
• Soberanía
La Restauración monárquica restableció en España el denominado liberalismo doctrinario, fue la forma
española de un liberalismo restringido que suprimió o limitó los principios más avanzados del liberalismo
original o radical
Una parte fundamental del pensamiento político de Cánovas descansaba en la afirmación de que la Monarquía
tenía su legitimidad en la Historia y no en la Constitución. Esta tesis adquirió plena vigencia durante este
período y es conocida como la teoría de la Constitución interna ( o histórica).
Cánovas venía a decir que la Historia de nuestro país siempre nos deparaba, de un lado, la Monarquía
hereditaria y por otro lado, las Cortes. Estas dos instituciones históricas son el presupuesto mínimo de toda
Constitución; por eso, forman la denominada Constitución interna del país.
La realidad era distinta de la teoría de Cánovas. Las facultades del Rey resultaban muy superiores a las de las
Cortes .
El texto legal no atribuye a nadie de manera expresa la soberanía, aunque el texto de promulgación , reconoce
la soberanía compartida, Rey y Cortes.
• La alternancia de los partidos .
Para Canovas, deseoso de ampliar el apoyo a la monarquía de Alfonso XII, radicaba en la articulación de un
sistema bipartidista (Partido conservador y Partido Liberal) , en el que dos partidos accedieran al poder
mediante una alternancia pactada.
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El partido que representaría la alternancia pacífica estuvo liderado principalmente por Sagasta que logró
formar el Partido liberal−constitucional − Partido Liberal−
En los primeros años de la transición hasta la muerte de Alfonso XII en 1885, predominaron los gobiernos
conservadores entre 1885 y 1897, el sistema de alternancia en el poder funciona.
A partir de 1885 y bajo la Regencia de Mª Cristina , con predominio de los Gobiernos dirigidos por Sagasta;
de entre ellos el Gobierno comprendido entre 1885 y 1890 se ha denominado el Parlamento largo, por haber
agotado el tiempo de mandato de 5 del Congreso de los Diputados. Durante este mandato progresista se
aprobó el Código Civil, la Ley de Asociaciones , la ley de la Jurisdicción Contencioso−Administrativa, la Ley
Electoral de 1890 que consagró el sufragio universal, la ley del Jurado de 1886 y se abolió definitivamente la
esclavitud en la isla de Cuba que alcanzaría su autonomía política en 1897.
• Derechos y libertades
• Reconocimiento de los derechos y libertades.
Canovas era un defensor convencido del liberalismo doctrinario.
La Constitución de 1876, no resulta muy explícita respecto de algunos derechos y libertades si posibilitaba su
incorporación al ordenamiento mediante leyes de desarrollo.
• La cuestión religiosa
La cuestión religiosa fue polémica. La controversia se inició ya en el seno de la Subcomisión que elaboró las
bases para la redacción del Proyecto constitucional. Los liberales pretendían la constitucionalización de la
libertad religiosa, mientras que la Iglesia defendía la unidad religiosa.
El Art. 11 de la Constitución resultó ambiguo; por un lado se constitucionaliza el Estado confesional y por
otro lado, el artículo citado establecía que nadie debía ser molestado en territorio español por sus opiniones
religiosas, ni por el ejercicio de su respetivo culto, salvo que se vulnerara el respeto a la religión católica.
• Derecho de sufragio.
El liberalismo doctrinario que profesaba Cánovas defendía el sufragio como una función.
La Constitución de 1876 silencia el tema del sufragio remitiéndose a una futura ley electoral. La alternancia
en el poder de los dos partidos nos legaron sendas legislaciones electorales :
• la primera, de carácter conservador, compuesta por la Ley de 20−7−1877 y la Ley de 18−12−1878,
recogió el sufragio censitario.
• la segunda, de carácter progresista, representada en la Ley de 26−6−1890, que implantó el sufragio
universal masculino para los mayores de 25 años.
• Organos y poderes
• El Rey
El Rey aparece dotado de amplias prerrogativas, corresponde al modelo de Monarquía limitada. La
discrecionalidad del monarca era , de facto, más limitada que otros textos constitucionales y el Gobierno
asumía de manera efectiva la dirección política y respondía de ella.
La persona del Rey es sagrada e inviolable (art. 48) y de sus actos responden los ministros a través de la
institución del refrendo.
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El Rey ejerce la potestad ejecutiva que se extiende a la conservación del orden público interior y a la
seguridad exterior del país. Otras funciones:
−La sanción y promulgación de las leyes.
−El mando supremo del Ejército y la Armada.
−El nombramiento del Presidente y Vicepresidente del Senado, etc.
El Rey precisaba la autorización de una ley especial para realizar determinados actos como los que pudieran
afectar a la integridad territorial, la admisión de tropas extranjeras en el país, la ratificación de ciertos tratados
internacionales, la abdicación de la Corona.
En cuanto a la sucesión en la Corona, la Constitución establecía (art.60) , el orden tradicional en España.
• El Gobierno
Esta Constitución reconoce el carácter de órgano colegiado del Gobierno, la frente del cual está su Presidente.
Los ministros son responsables, de los actos regios, responsabilidad que asumen mediante el refrendo
correspondiente.
El denominado turno de partidos consolidó el protagonismo de los respectivos lideres políticos (Cánovas y
Sagasta).
Todos los miembros del Gobierno eran penalmente responsables. En el procedimiento para la exigencia de
esta responsabilidad acusaba el Congreso y juzgaba el Senado. En la Constitución de 1876, los conflictos se
asentaron en los principios de la doble confianza y el turno de partidos.
• Las Cortes
Las Cortes en la Restauración eran bicamerales: Congreso de los Diputados y Senado, tuvieron iguales
facultades, se recogió un bicameralismo perfecto.
Las Cortes poseían iniciativa legislativa y derecho veto suspensivo durante la legislatura / 1 año) sobre los
proyectos aprobados por la otra Cámara. Formalmente las Cámaras gozaban de similares competencias, en la
práctica, el Congreso de los Diputados alcanzó cierta preeminencia en la tramitación de los proyectos de ley
de carácter financiero.
Tanto los diputados como los senadores tenían reconocidas en esta Constitución: inviolabilidad e inmunidad ,
y se incorporó el reconocimiento de los fueros , atribuyéndose al Tribunal Supremo, la competencia en las
causas criminales que se sigan contra los parlamentarios.
• El Congreso de los Diputados
El Congreso era elegido por 5 años. El cargo de diputado era compatible con el de ministro.
• El Senado
La composición del Senado en 1876 es quizá uno de los aspectos novedosos , este texto introduce, una
Cámara Alta aibertamente clasista, que se componía de los siguientes tipos de senadores:
• Por derecho propio (natos).
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• Vitalicios de designación regia y pertenecientes a determinadas clases.
• Elegidos por las corporaciones del Estado y mayores contribuyentes en la forma que determine la ley
(electivos).
El cargo de senador no era compatible con el de ministro de la Corona.
El número de senadores natos y la de designación regia no podían exceder de 180.
• La Administración de Justicia
La justicia se administra en nombre del Rey.
La Administración de Justicia estaba regulado por la Ley de 1870 que fue modificada mediante decretos
durante el Ministerio−Regencia y nuevamente reformada por la Ley Adicional de 1882.
En la Constitución de 1876 se proclaman:
−la unidad de Códigos.
−la unidad de fuero en los juicios civiles y criminales.
−la exclusividad de la función jurisdiccional de los Tribunales y Juzgados.
−la inamovilidad y responsabilidad de los jueces.
Durante la Restauración se promulgaron la LEC de 1881 y la LECri de 1882 así como la Ley de Jurado de
1888.
• Conclusión
La época de la Restauración se corresponde con un tiempo de cierta estabilidad en Europa. La época del
modelo del sistema parlamentario.
En España, además de la dinastía borbónica, se restauraron los derechos de una burguesía conservadora y los
principios del constitucionalismo doctrinario. Cataluña y el País Vasco se transformaron hacia una sociedad
industrial.
Durante el reinado de Alfonso XII , predominio del Partido Conservador. En el denominado Pacto de El
Pardo, Cánovas estimó que la consolidación del régimen pasaba por ceder su gobierno a los liberales de
Sagasta que gobernó durante un quinquenio, bajo la Regencia de Mª Cristina. La legislación durante este
período participa de este carácter progresista y España logra un nivel semejante al de otros países de Europa.
Finalmente, el reinado de Alfonso XIII, desgasta el régimen hasta su agotamiento. A partir de 1917, el
régimen se encuentra en una crisis permanente hasta la Dictadura de Primo de Rivera.
• LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
• Contexto histórico
• Crisis de la Restauración
El sistema de la Restauración no se renovó de acuerdo con los cambios políticos y sociales operados a lo largo
de los años lo que provocó su desgaste.
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El pacto constitucional de 1876 no dotaba al Estado de mecanismos de reacción ni frente a la cuestión social
ni frente a las tensiones centrífugas de tipo separatista.
Según J. Tussel, la confluencia de una serie de circunstancias negativas como la cuestión de Marruecos o el
creciente deterioro del orden público que sufría Barcelona, provocó finalmente la Dictadura de Primo de
Rivera y la posterior caída de la Monarquía de Alfonso XIII.
• El golpe de Estado de Primo de Rivera
El 13−9−1923, Primo de Rivera dio un golpe de Estado comunicándole al Rey , su absoluta lealtad y su
intención de restablecer el orden público.
El Rey aceptó la situación fáctica creada por Primo de Rivera y, excediéndose en las facultades regias que le
atribuía la Constitución, permitió que Primo de Rivera , tras el cese del Gobierno, tomara el mando de la
Nación.
El general Primo de Rivera suspendió las Cortes y formó un Directorio Militar, presidido por Primo de Rivera
e integrado por 8 generales y un almirante, que supliría al Gobierno.
Por Decreto de 15−9−1923, Primo de Rivera, recibió la condición de ministro único y la misión de gobernar
el Estado, pudiendo proponer al Rey la expedición de decretos que tendrían fuerza de ley hasta que no fueran
modificados por leyes aprobadas por las Cortes.
En sustitución de un sistema pluralista de partidos políticos auspició la creación de la Unión Patriótica.
A partir de 1925, el Directorio Militar fue sustituido por un Directorio Civil , formado por 6 civiles y 4
militares.
Se creó, por Real Decreto de 12−9−1927, una Asamblea Nacional Consultiva como órgano colaborador del
Gobierno.
• Caracteres y principios del Anteproyecto Constitucional.
• Caracteres
• Elaboración del Anteproyecto Constitucional
La Asamblea Nacional Consultiva recibió el mandato de elaborar , un Anteproyecto de legislación
fundamental, plasmándose en 1928, en un anteproyecto de Constitución y 5 leyes orgánicas, que se convirtió
en Proyecto Constitucional en 1929.
Las leyes orgánicas que completaban el Proyecto constitucional versaban sobre:
−El Consejo del Reino.
−Las Cortes.
−El Poder Ejecutivo.
−El Poder Judicial.
−El orden público.
Cuando el Proyecto estaba ultimado, la Dictadura había perdido gran parte de sus apoyos iniciales. El general
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Primo de Rivera , retiró el Proyecto de Constitución, presentó su dimisión al Rey y se exilió a Francia.
• Extensión
El Proyecto de 1929 es moderadamente extenso (partes dogmática y orgánica).
• Reforma
El texto de 1929 es rígido.
Novedades:
−declara el valor normativo supremo de la Constitución, tiene jerarquía superior a las demás leyes y a las
decisiones de los diferentes Poderes.
−la incorporación de lo que hoy denominaríamos una cláusula de intangibilidad, al establecer que la unidad
del Estado español, la subsistencia de la Monarquía constitucional hereditaria como forma de gobierno y la
atribución del Poder Legislativo al Rey con la Cortes, no podrán en ningún caso ser objeto de revisión.
• Principios
• Soberanía
El Proyecto de 1929 atribuía la soberanía al Estado que la ejercía como órgano permanente representativo de
la Nación.
• Derechos y libertades
El Proyecto recogía un amplio elenco, se establece la legislación de desarrollo que era lo que fijaba el alcance
de los derechos y libertades.
El texto de Primo de Rivera incorporó el sufragio universal, masculino y femenino.
El Proyecto declaraba la confesionalidad católica del Estado, a la vez que permitía cierta tolerancia religiosa
manifestada en la declaración del Proyecto que garantizaba que nadie sería molestado en el territorio español
por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo si ello violaba la moral cristiana.
• Separación de poderes
El Proyecto de 1929 proclama que los poderes públicos se articularan en orden a dos principios : el de
diferenciación y el de coordinación de poderes.
• Organización territorial
Se propugna el Estado unitario, como forma de organización territorial, apartando toda posibilidad al
reconocimiento de autonomía territorial.
• Organos y poderes
• El Rey y el Gobierno
El Rey y las Cortes tenía formalmente atribuida la iniciativa legislativa, aunque importantes materias (política
exterior, reforma constitucional, ) eran de la exclusiva competencia del Rey y de su Gobierno que respondía
de los actos de éste.
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El poder ejecutivo le corresponde al Rey con la asistencia de su Gobierno.
• Las Cortes
En el Proyecto se preveían unas Cortes unicamerales y se integraban por miembros designados por el Rey y
elegidos.
Incorporaba el Proyecto de 1929, el sufragio universal masculino y femenino tanto activo como pasivo.
Los diputados gozaban de inviolabilidad e inmunidad; se reconoció igualmente el fuero especial de los
parlamentarios, atribuyéndose al Tribunal Supremo la competencia en las causas contra los diputados.
Las Cortes tenían facultades legislativas y también algunas competencias en orden a la ratificación de los
tratados y examen de las cuentas del Estado.
• El Consejo del Reino
Es un órgano de asesoramiento del Rey y del Gobierno en materia política y administración del Estado , pero
también tenía otras facultades como la de ejercer el veto legislativo o la de resolver determinados recursos
como los de carácter electoral.
• El Poder Judicial
En 1929 se atribuye a los Tribunales y Juzgados , la función jurisdiccional en exclusiva.
Se constitucionaliza la unidad de fuero en los juicios civiles, criminales y contencioso−administrativos. Se
contempla el principio de gratuidad de la justicia en los casos que la ley determine. Se reconocía la
inamovilidad, independencia y responsabilidad de los jueces.
Atribuía al Tribunal Supremo la facultad de interlocución entre el Poder Judicial y el Gobierno, comunicación
que permitía que los Tribunales se dirigieran también al Rey y al Poder Legislativo.
Incorporaba el procedimiento re reforma constitucional, un conjunto de garantías jurisdiccionales para el
control de constitucionalidad de las leyes y para los casos de vulneración de los derechos y libertades . Se
establecía ademas:
−el recurso de inconstitucionalidad o ilegalidad de reglamentos o disposiciones de carácter general públicos
por el Poder Ejecutivo
−el recurso de inconstitucionalidad de las leyes.
La resolución de éstos recursos correspondía a la Sección de Justicia del Consejo del Reino que actuaba como
Tribunal Constitucional.
• Conclusión
Tras la marcha de Primo de Rivera a su exilio francés, la normalidad constitucional pareció volver al país, al
frente del cual seguía Alfonso XIII, aunque era una impresión falsa. La Monarquía de la Restauración, se
había debilitado de manera extraordinaria sólo unos pocos meses después , unas elecciones municipales ,
acabarían con la Monarquía canovista y con el reinado de Alfonso XIII
LECCIÓN 6
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La II República y el Régimen de Francisco Franco
LA CONSTITUCIÓN DE 1931
• Contexto histórico: Instauración de la II República
• La dimisión de Primo de Rivera
Desde mediados de 1928 se manifestó más nítidamente una oposición antidictatorial que nunca antes había
puesto en peligro los objetivos de la Dictadura; en los comienzos de 1929 el régimen mostraba ya signos
evidentes de debilidad a la que no fue ajena la situación económica.
El Proyecto de Constitución de Primo de Rivera recibió fuertes críticas, su objetivo de convocar un
referéndum para aprobar esta legislación y asentar el régimen, se hizo imposible.
Trató de consolidar su posición, ampliando el número de asambleístas para obtener mayor participación de los
sectores sociales en el texto que se elaboraba pero no solo no recibió el apoyo deseado sino que también
acudieron personalidades manifiestamente contrarias al régimen, para manifestar públicamente su rechazo al
mismo.
La situación se hizo cada vez más difícil, y aunque el Dictador mostraba deseos de abandonar el poder, no
quería que ello ocurriera como consecuencia de unas elecciones.
Alfonso XIII mostraba su preocupación por la sustitución de la Constitución de 1876 sin que mediara una
previa consulta electoral, lo que abrió una grieta entre el Monarca y el Dictador imposible de superar.
A través de una consulta insertada en la prensa, el Dictador comprobó no tener el apoyo que creía por parte
del Ejército y consiguió contrariar al Rey por haber ejercido el poder moderador que correspondía al Monarca.
Esta sucesión de fracasos provocó que, el 287 de Enero de 1930, el general Primo de Rivera, presentara su
dimisión irrevocable al Rey, que no dudó en aceptarla, encargando la formación de un nuevo Gobierno al Jefe
militar de su casa, el general Dámaso Berenguer .
La Monarquía había quedado definitivamente marcada por la Dictadura, y la oposición responsabilizaba del
caos político al Rey y luchaba contra la propia Monarquía.
• La caída de la Monarquía
Los político más notables del momento se manifestaron abiertamente en contra de la Monarquía, otros como
Alcalá Zamora, se mostraron decididamente favorables a sustituir la Monarquía por un régimen republicano.
El 30 de agosto de 1930 se celebro el Pacto de san Sebastián, una reunión en la que se alcanzó el acuerdo de
acabar con la Monarquía, constituyendo un Comité revolucionario que aglutinaba diversas organizaciones
políticas antimonárquicas.
En diciembre de 1930, se produjo la sublevación de Jaca, que fue controlada por el Gobierno que encarceló a
los integrantes del Pacto de San Sebastián.
En febrero de 1931, Ortega y Gasset, Marañón y Pérez de Ayala crearon la Agrupación al Servicio de la
República; el 16 de ese mismo mes, cayó el Gobierno presidido por Berenguer, el Rey, alarmado y tras
sucesivos intentos fallidos, consigue que Juan Bautista Aznar forme un Gobierno de concentración
Monárquica, con el objetivo de abordar las reformas necesarias incluida la constitucional.
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• La proclamación de la II República
El Gobierno Aznar convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931 (con las que llegaría la República).
Se tendió a una aglutinación en dos bandos: el monárquico y el republicano. El computo de concejales electo
fue claramente favorable a las candidaturas monárquicas, aunque por el hecho de que muchos de estos
candidatos habían sido proclamados por el art. 29 de la ley electoral (proclamación sin votación en los casos
de candidato único), los republicanos proclamaron su victoria al haber triunfado en las grandes capitales, y de
modo absoluto en Madrid.
En la mañana del 14 de abril el pueblo se había lanzado a la calle y proclamado la República en diversas
ciudades. El Rey había salido hacia Cartagena donde embarcaría camino del exilio.
Se formó un Gobierno Provisional integrado por republicanos, socialistas y regionalistas y del que quedaban
excluidos los monárquicos y todas las fuerzas a la izquierda del PSOE, aprobaron en su primera reunión dos
importantes decretos:
• El Decreto de Instauración del Gobierno Provisional, en el que se nombra a Niceto Alcalá−Zamora
Presidente del Gobierno provisional de la República.
• El Decreto por el que se aprobaba el estatuto jurídico del Gobierno.
El siguiente paso fue convocar elecciones a Cortes Constituyentes, desde los primeros momentos, el Gobierno
Provisional intentó legitimar el régimen, una de las medidas adoptadas fue la aprobación de un Decreto que
fijara el estatuto jurídico que, en sus seis artículos fijaba los siguientes principios:
− 1º El G.P. se comprometía a someter su actuación a las Cortes Constituyentes.
− 2º Se someterían a juicio de responsabilidad todos los actos de gestión y autoridad, no fiscalizados por el
Parlamento antes de 1923 y los realizados durante la Dictadura
− 3º El G.P. se comprometía con la libertad de creencias y cultos.
− 4º El G.P. garantizaba la eficacia jurídica de los dchos. Y reconocía expresamente la libertad sindical y
corporativa como base del nuevo derecho social
− 5º Se reconocía el dcho. a la propiedad privada, matizada en el caso de la agraria en razón de la función
social de la tierra.
− 6º El G.P. se reservaba la posibilidad de someter el ejercicio de los dchos. a un régimen especial,
comprometiéndose a dar fiel cuenta de ello a las Cortes.
• Caracteres y Principios
• Caracteres
• Elaboración del texto.
El sistema de distritos uninominales que facilitó el caciquismo durante la etapa monárquica, fue sustituido por
circunscripciones provinciales en las que se eligió un diputado por cada 50.000 habitantes. Se estableció el
voto restringido en el que cada elector debía votar a menos candidatos de los escaños a cubrir en su
circunscripción. Se rebajó la edad del elector de 25 a23 años (masculino) y se reconoció el derecho a sufragio
pasivo a los sacerdotes y a las mujeres. La legislación preveía una segunda vuelta en aquellos casos en los que
los candidatos no hubieran alcanzado en la primera vuelta el 20 por 100 de los sufragios emitidos.
El anteproyecto de Constitución fue elaborado por una Subcomisión nacida en el seno de la Comisión Jurídica
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Asesora que fue creada muy tempranamente, por Decreto de 6 de mayo de 1931, por el Gobierno Provisional.
El Gobierno desistió de remitir un texto propio y fueron las propias Cortes Constituyentes las que designaron
una comisión parlamentaria, compuesta por representantes de todas las tendencias políticas presentes en la
Cámara en proporción a su respectiva fuerza numérica, lo que significó una mayoría del bloque
republicano−socialista. El 9 de diciembre de 1931 se promulgó la Constitución de la II República.
• Elección del primer Presidente de la República
Fue elegido Niceto Alcalá−Zamora, que poco antes había dimitido como Presidente del Gobierno Provisional,
cargo para el que había sido nombrado Manuel Azaña, que fue confirmado en su cargo por el Presidente de la
República.
• Extensión
El texto constitucional republicano es extenso y completo. Está formado por 125 artículos divididos en nueve
títulos y dos disposiciones transitorias
• Influencias
De la alemana de 1919, en lo referente al sistema parlamentario, de la austríaca en justicia constitucional y de
la mexicana en derechos y libertades.
• Reforma
La Constitución de 1931 es rígida, tenía iniciativa de reforma constitucional el Gobierno y una cuarta parte de
los miembros del Parlamento. Para la propuesta de reforma, sometida a votación de la Cámara, se requería una
mayoría de los dos tercios de los diputados si la reforma se abordaba en los cuatro primeros años y, la mayoría
absoluta, si se revisaba posteriormente.
• La Ley de Defensa de la República
Esta Ley limitó considerablemente las garantías de los derechos y libertades y, aunque fue considerada
necesaria por los Gobiernos republicanos para la restitución del orden público, supuso jurídicamente un lastre
evidente a las aspiraciones democráticas de la república. Esta Ley facultaba al Gobierno a la suspensión de
reuniones o manifestaciones públicas; la clausura de centros o asociaciones o intervenir e investigar el origen
de los fondos de determinadas asociaciones.
• Principios
• Soberanía
La Constitución de 1930 manifiesta que España, en uso de su soberanía y representada por las Cortes
Constituyentes, decreta y sanciona la Constitución. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo.
Establece el sufragio universal masculino y femenino.
• Separación de poderes
No consagra expresamente el principio de separación de poderes, aunque el mismo se deduce de la
organización de estos y de las relaciones que se regulaban entre ellos que corresponden a un sistema
parlamentario alejándose del sistema presidencialista.
• Los derechos y sus garantías
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La Constitución reconoce tanto los derechos clásicos como los más modernos derechos sociales y económicos
(protección a la familia, derecho a la educación y a la cultura,..) algunos de los cuales presentan una redacción
similar a la de nuestra actual Constitución
La regulación de la cuestión religiosa fue uno de los temas más conflictivos . La Constitución se abstiene de
hacer suya ninguna religión.
Reconocía la igualdad de todos los españoles ante la Ley. La garantía de los derechos culminaba en el
Tribunal de garantías Constitucionales al que se podía recurrir en amparo, no obstante, la Ley de Defensa de
la República, limitaba ciertas garantías de los derechos.
• Economía mixta
A pesar del carácter ideológico de la mayoría de las fuerzas políticas constituyentes, el sistema económico
establecido en la Constitución no era socialista sino Keynesiano. La Constitución consagraba un estado
intervencionista y socializador, pero no confiscador de bienes y propiedades.
El sistema se configuró como de economía mixta, por concurrir en él tanto la iniciativa pública como la
privada.
• El Estado regional
La organización territorial se articulo en torno a lo que se denominó Estado integral, que pretendía ser una
fórmula entre el Estado unitario y el federal. Se generalizó para todo el estado el modelo de autonomía
regional catalán. Se prohibió la federación de regiones autónomas.
• Órganos y poderes
• El Presidente de la República
Conforme es propio de un sistema parlamentario, se estableció junto a un Presidente de la República un
Gobierno como órgano colegiado. El Presidente de la República era el Jefe del Estado y personificaba a la
Nación; era elegido para un mandato de seis años. Además de las funciones de representación del Estado,
correspondía al Presidente:
• Declarar la guerra y firmar la paz. Negociar firmar y ratificar tratados internacionales.
• Expedir los decretos, reglamentos e instrucciones del Gobierno con refrendo el ministro
correspondiente.
• Conferir empleos civiles y militares y expedir títulos de conformidad con las leyes.
• Suspensión y disolución de las Cortes. Convocación, con carácter extraordinario, al Congreso.
• Promulgación de las leyes en el plazo de quince días desde la comunicación de la sanción.
• Derecho al veto suspensivo.
• El Gobierno
El Gobierno se componía del Presidente y de los ministros. Su función principal era la dirección política y le
correspondía principalmente elaborar los proyectos de l que se sometían al Parlamento, dictar decretos; ejercer
la potestad reglamentaria y deliberar sobre todos los asuntos de interés público. Se estableció el sistema de la
doble confianza (el Gobierno precisaba tanto la confianza del Presidente de la República como de las Cortes).
• Las Cortes
Las Cortes de la segunda República eran unicamerales y consistía en el Congreso de los diputados, estaba
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formado por diputados elegidos por sufragio universal (masculino y femenino), igual, directo y secreto, para
un mandato de cuatro años.
Las Cortes se reunían dos veces al año (el Presidente podía convocarlas con carácter extraordinario). Ejercían
la potestad legislativa que, formalmente, residía en el pueblo. Tenían iniciativa legislativa las Cortes y el
Gobierno.
• La Justicia
Conforme establecía la propia Constitución, la Justicia se administraba en nombre del Estado. Se proclama la
independencia de los jueces que solo están sometidos a la ley. Quedan abolidos los tribunales de honor, tanto
civiles como militares y se consagra la unidad de fueros (salvo en caso de guerra), la gratuidad de la justicia
en casos necesarios y la participación de los ciudadanos en la Administración de Justicia a través de la
institución del Jurado.
• El Tribunal de Garantías Constitucionales
El título IX y último de la Constitución incluye en su texto la regulación relativa a este tribunal. Tenía
jurisdicción en todo el territorio de la república y la legitimidad para acudir a él era muy amplia (Jueces,
Gobierno, personas,...). Tenía competencia en:
• Recurso de inconstitucionalidad de las leyes
• Recurso de amparo por violación de derechos.
• Cuestiones de inconstitucionalidad de las leyes.
• Responsabilidad criminal del Presidente de la república, miembros del Gobierno y presidente, y los
magistrados del Tribunal Supremo.
• Conflictos de competencias entre poderes centrales y regiones autónomas y de los surgidos entre
estas.
• Conclusión
La República se encontró con una profunda crisis económica internacional que afectaba a la economía interna
y problemas de épocas anteriores como una estructura económica desfasada y el difícil mantenimiento del
orden público.
El pueblo exigía las reformas que eran precisas y el Gobierno Provisional apenas acometió, las clases
dominantes veían con recelo esta demanda. Los Gobiernos de la República fueron en general incapaces de
cumplir la función rectora de la vida política que el texto constitucional les atribuía como órgano del Estado.
A todo esto hay que añadir la escasa organización de los partidos políticos (salvo el PSOE y después la
CEDA). Tras el primer bienio de gobierno de las fuerzas de izquierda, el poder fue ejercido por la CEDA
liderada por Gil Robles que deshizo toda la legislación social y laica que se había elaborado durante el
Gobierno en los dos años anteriores, con una actitud política destructiva que, seguramente, no favoreció el
mantenimiento del régimen republicano.
EL RÉGIMEN DE FRANCISCO FRANCO
• Contexto histórico: ruptura del orden Constitucional
El alzamiento y la posterior victoria militar de los insurrectos en la guerra civil produjo un vacío institucional
que el vencedor se encargó de llenar conforme a sus personales principios e ideología. No se abordó la
elaboración de una nueva Constitución. El ejército era la estructura básica del nuevo régimen político y fueron
militares los hombres más próximos al Caudillo.
51
Franco, por Ley de 1 de octubre de 1936, creó la junta técnica, especie de Gobierno de guerra, que tenía como
misión auxiliarle en la dirección y gobernación de la zona que iba siendo ocupada. En virtud del decreto de
unificación, el 19 de abril de 1937, las fuerzas políticas que apoyaban la sublevación se integraron en una sola
organización que se denominó Falange Española Tradicionalista y de las JONS, que también se llamó
Movimiento Nacional y del que Franco fue nombrado Caudillo, solo responsable ante Dios y ante la Historia,
que venía a significar que era políticamente irresponsable.
• Principios del Régimen
• Ideología política
El régimen de Franco se apoyó principalmente en tres pilares:
• El Movimiento Nacional (como fuerza política unitaria)
• El Ejército (aportaba fuerza y disciplina)
• La Iglesia (ofreció al régimen su apoyo en lo social)
El Movimiento nacional se estructuraba en torno a dos órganos:
• La Jefatura Nacional del Movimiento: (correspondía vitaliciamente a Franco)
• El Consejo Nacional (Formado por diversos consejeros)
• Derechos y libertades
Se negaron las libertades de asociación política y sindical y el derecho de huelga, El Fuero del Trabajo,
promulgado en 1938 era la expresión de la ideología socioeconómica, una única organización sindical de
obreros y patronos de afiliación obligatoria, basada en los principios de unidad, totalidad y jerarquía.
Con la Ley de Prensa de 1938, todos los órganos de prensa eran políticamente controlados por el Estado.
En general, el régimen impuso un estricto control sobre el ejercicio de los escasos derechos y libertades que se
reconocían, con eliminación de todo pluralismo político, social, cultural, religioso...
• Estado confesional
El Estado franquista se configuró como un Estado confesional en torno a la Iglesia católica de la que recibió
colaboración y a la que también otorgó su tutela monopolizando, de facto, su existencia dentro del Estado.
• Las Leyes Fundamentales
A partir de 1941 Franco fue creando instituciones y aprobando nuevas leyes que tenían como fin servir de
cobertura al régimen, principalmente fueron las siguientes:
• El Fuero del Trabajo del 9 de marzo de 1938
• La Ley Constitutiva de las Cortes de 17 de julio de 1942
• El Fuero de los Españoles de 17 de julio de 1945
• La Ley de Referéndum Nacional del 22 de octubre de 1945
• La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1946
• La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento del 17 de Mayo de 1958
• La Ley Orgánica del Estado de 1 de enero de 1967
• Instituciones
El poder político era ejercido directamente por F. Franco, los demás órganos e instituciones estaban
claramente subordinados a las directrices marcadas desde la Jefatura del Estado.
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• La Jefatura del Estado
Había previstas en el régimen hasta cinco modalidades de Jefatura del Estado:
• La Jefatura extraordinaria de Franco
• interina del sucesor
• del Consejo de Regencia
• ordinaria (en caso de ser encarnada por un Rey)
•(
Regente)
El Caudillo fue nombrado el 29 de septiembre de 1936 Jefe del Gobierno, cargo asimilado al de Jefe del
Estado hasta 1938. A partir de la Ley de 30 de enero de 1938 se distinguieron ambos cargos aunque, en
principio, los dos se le atribuyeron a Franco.
El Jefe del Estado tenía plenos poderes incluida la potestad legislativa.
• El Consejo del Reino
Aparece por primera vez en el proyecto constitucional de Primo de Rivera y fue incorporado al régimen de
Franco por la Ley de Sucesión de 1947, como un órgano consultivo supremo de la jefatura del estado. Se
componía de un Presidente que lo era también de las Cortes, y de los consejeros que podían ser natos o
electivos. Una de sus funciones era participar en elección de altos cargos, proponiendo al Jefe del estado
candidaturas o ternas de las que este nombraba a uno libremente.
• Las Cortes
Son unicamerales y nacen en 1942 como órgano colaborador de la Jefatura del Estado. Carecían de iniciativa
legislativa y de la facultad de aprobar las leyes, que correspondía al Caudillo. Solo a partir de 1967, según las
modificaciones aparecidas en la LOE, se le reconoce a las Cortes esta facultad.
Se apoyaban en las denominadas tres unidades naturales: Familia, municipio y sindicato
Lo más significativo es que eliminaron el sufragio universal, que tanto había costado conseguir, y el
pluralismo político.
Se componían de cuatro grupos de representantes:
• El grupo político: Representado por los Consejeros Nacionales del Movimiento.
• El grupo sindical: Sindicato vertical en el que se reunían empresarios y trabajadores.
• El grupo local: Representantes de los Municipios y de las Diputaciones Provinciales
• El grupo familiar: Dos representantes por cada provincia (cabezas de familia y mujeres casadas)
Además eran Procuradores natos los ministros y los Presidentes de los altos Consejos y Tribunales, Rectores
de Universidad, Académicos,, miembros de los Colegios Profesionales, personalidades eclesiásticas, militares
o administrativas designados por Franco.
• El Gobierno
Durante bastante tiempo, la Presidencia del Gobierno y la Jefatura del Estado fueron ejercidas
simultáneamente por el general Franco. En 1973 el almirante Carrero Blanco fue nombrado primer Presidente
del Gobierno, aunque el ejercicio efectivo del poder político siguió siendo privativo del general Franco. Poco
tiempo después Carrero Blanco fue asesinado y Franco nombró a Carlos Arias Navarro Presidente del
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Gobierno. En 1975 murió Franco, Arias Navarro se mantuvo en la presidencia hasta julio de 1976 en que
presentó al Rey su dimisión.
• La Administración de Justicia
El régimen de Franco se caracterizó por la ausencia de la independencia de los jueces de la unidad
jurisdiccional.
La independencia de los jueces aunque, recogida en la Ley de Principios del Movimiento y en la LOE,
quedaba muy seriamente restringida en el Reglamento Orgánico de la Carrera Judicial de 1967.
La falta de unidad judicial se puede comprobar por la existencia de jurisdicciones especiales: la militar, la
canónica y la de orden público.
• Conclusión
El régimen de Franco cubrió un período muy amplio en la historia de nuestro país y surgió, además, de una
contienda militar, factores ambos que dificultan una conclusión global sobre el mismo.
Durante su vigencia, el régimen fue totalitario con claros signos fascistas, aunque tras la primera década el
poder suavizara sus formas, evolución que continuó en los siguientes años. Este cambio de apariencia estaba
determinado por:
• La Imposibilidad de mantener indefinidamente un régimen en situación de
excepcionalidad.
• La necesidad de contemporizar con otros países de nuestra área sociopolítica que
habían evolucionado hacia sistemas democráticos.
Por sus propias connotaciones ideológicas el régimen franquista no podía transformarse en la forma en la que
lo hacían otros países europeos. La evolución hacia el sistema democrático solo pudo acometerse, con notable
retraso, tras la muerte de Franco.
LECCIÓN 7
La Transición (1975 − 1978)
• La Transición (1975−1978): El cambio de régimen político
Un proceso de cambio político suele atravesar tres fases:
• La pretransición
• La transición
• La fase de consolidación del proceso político.
Este esquema se acomoda perfectamente al proceso de transformación política y social operado en España, a
través del cual se pasó de un régimen autocrático a un régimen democrático.
• La pretransición política Española
• Fin del régimen autocrático
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El régimen autocrático español fue agotándose de forma paralela al fin físico de su valedor. Aunque Franco
intentó asegurar la pervivencia del régimen − nombramiento de sucesor a título de Rey, designación de C.
Blanco como Presidente del Gobierno−, tal cosa no fue posible, las circunstancias sociopolíticas se
transformaron con suma rapidez y el modelo franquista se debilitó progresivamente.
El 22 de julio de 1969, Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, fue proclamado por las Cortes, a propuesta de la
Jefatura del Estado, sucesor a título de Rey.
• Las transformaciones sociales operadas antes de 1975
Dos tesis intentan dar explicación al peculiar fenómeno de la transición política española:
• El cambio fue posible cuando se dieron en el país determinadas circunstancias económicas y culturales.
• Se debió a la distinta relación de fuerzas sociales y políticas, a la falta de capacidad del régimen para dar
respuesta a los problemas y al aumento y mayor concienciación de la sociedad de masas.
Los factores que impulsaron el cambio político en España fueron:
• Cierta e inevitable relajación del régimen que se hizo más tolerante al aplicar menos
severamente la legislación de la Dictadura.
• Las influencias del exterior que llegaban a través de la emigración y del turismo.
• Cierta elevación del nivel cultural de la población
La sociedad ya era otra antes de 1975, las nuevas generaciones el la política, en la administración, en la
cultura, en la Iglesia y en otros sectores sociales, ajenos al trauma que generó la guerra civil impulsaron un
cambio social que finalmente tendría también repercusiones políticas.
• La Transición a la democracia: ámbito temporal
Llamamos transición política al periodo de tiempo comprendido entre la muerte de Franco, el 20 de
Noviembre de 1975, y la promulgación de la Constitución española el 29 de diciembre de 1978. Durante estos
tres años de vida política no constitucional, se fraguó el nuevo régimen constitucional. Un sector de la
doctrina ha señalado que elementos característicos de la transición siguen operando al menos hasta 1982.
• Monarquía y Transición política
• La sucesión de Franco
La sucesión se produjo de forma automática a la muerte del general Franco, el mismo día 20 de noviembre de
1975. Ese día, el B.O.E., insertó las siguientes normas:
• El Decreto 2938/75, de 20 de noviembre: convocando sesión conjunta del Pleno de las Cortes y del
Consejo del Reino para recibir juramento y proclamar Rey a S.A.R. Don Juan Carlos de Borbón.
• El Decreto−Ley 16/85, de 20 de noviembre: nombrando Capitán General de los Ejércitos de Tierra,
Mar y Aire al, hasta entonces, Príncipe de España.
• El Decreto−Ley 17/75, de 20 de noviembre, restituyendo el Registro del Estado Civil de la Familia
Real.
El 22 de noviembre de 1975, tal y como estaba previsto, el Rey fue proclamado ante las Cortes en un acto
solemne. Durante los primeros meses de la Transición, el Rey tomó dos decisiones y eligió un camino:
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• Apoyar la instauración de un régimen democrático en España.
• Hacerse eco de ese cambio pacífico, sin trauma, sin riesgos, desde las propias estructuras
institucionales y legales existentes.
El Consejo del Reino se reunió, los días 2 y 3 de julio, para elaborar una terna que sería presentada al rey de la
cual debía salir el nuevo Presidente del Gobierno. El Consejo del Reino aprobó una terna formada por
Gregorio López Bravo, Federico Silva Muñoz y Adolfo Suárez. Para sorpresa de casi todos, el monarca se
decidió por este último y, el 7 de julio de 1976, se conoció el nuevo Gobierno, segundo de la Monarquía.
• Etapas de la Monarquía
La Monarquía durante este período, atravesó por distintas fases:
• La Monarquía prevista en el Ordenamiento Jurídico: Era una jefatura del Estado personalista de amplísimos
poderes, sin reconocimiento de soberanía popular.
• La Monarquía durante la Transición: El Monarca no llegó a actuar nunca conforme a la legalidad
franquista, siendo receptivo a formas que posteriormente recogería la Constitución.
La aprobación de la Ley para la Reforma Política transformó la figura del Monarca, pues la declaración de la
soberanía popular, en su artículo primero, significó una ruptura con la personificación de la soberanía que le
atribuía el artículo 6 de la Ley Orgánica del Estado al Jefe del Estado. Al Rey le correspondían, entre otras:
• La facultad de nombrar a un número de senadores no superior a la quinta parte de los elegidos.
• La sanción y promulgación de las leyes.
• La convocatoria de referéndum., sobre una opción política de interés nacional.
• El nombramiento del Presidente de las Cortes y del Consejo del reino
• Monarquía y Constitución
A partir de la Constitución Española, la Monarquía pasa a ser parlamentaria.
• Monarquía y dinastía
En cuanto a los aspectos dinásticos y sucesorios, dos hechos destacan en esta época de transición:
• El primero es la renuncia, el 14 de mayo de 1977, que hace Don Juan de Borbón y Battemberg, padre
del Rey Don Juan Carlos, de sus derechos históricos a favor de su hijo, Rey de España desde
noviembre de 1975.
• El segundo de los actos de la Corona fue la designación como Príncipe de Asturias, de Don Felipe de
Borbón y Grecia. Este segundo acto de trascendencia política, previo a la aprobación de la
Constitución, consolidó, sin duda, los derechos sucesorios del Príncipe Felipe en detrimento de sus
dos hermanas mayores las Infantas Elena y Cristina.
• La Reforma Política
En las fuerzas políticas y sociales se aprecian posiciones difícilmente conciliables en cuanto a las reformas
que debían acometerse. Podemos distinguir las siguientes:
• Un sector propugnaba la continuidad del régimen; en este grupo deben distinguirse a su vez:
• El inmovilismo radical: Sectores del franquismo que defendían la aplicación de las normas sucesorias
y el cumplimiento de las previsiones de Franco sin modificación alguna.
• El continuismo liderado por otro sector franquista que comprendía la imposibilidad de continuar sin
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cambio alguno.
• En otro extremo se encontraban las fuerzas que representaban la ruptura con el régimen de Franco. La
oposición agrupaba desde la democracia cristiana a la extrema izquierda.
• En 1974, ya se habían formado las Juntas Democráticas de España, integradas por el partido
Comunista, otros grupos menores y personalidades políticas afines con los ideales del grupo.
• En 1975, se creó la Plataforma de Convergencia Democrática, en la que se integraron el PSOE e
Izquierda Democrática.
• Todavía en 1976, ambos grupos lograron unirse en Coordinación Democrática constituyéndose como
oposición organizada al Gobierno.
Junto a los anteriores, mantenían una postura claramente rupturista las fuerzas nacionalistas como oposición
irreductible al régimen centralista mantenido por Franco.
• Junto a las dos posturas anteriores había surgido una tercera vía representada e integrada por sectores del
franquismo abiertos a las transformaciones y por elementos antifranquistas no radicales. Estos sectores que
terminaron aglutinándose en torno a Adolfo Suárez y a la coalición Unión de Centro democrático (que nace
el 3 de mayo de 1976), consiguió el apoyo del Monarca y condujo el cambio político.
Este cambio se programó en dos fases:
• Una primera representada por la elaboración de un instrumento jurídico de apertura: la Ley para la
Reforma Política.
• Una segunda fase era la convocatoria de Cortes Constituyentes, mediante la celebración de elecciones
libres y disputadas, para la elaboración de una nueva Constitución.
• La Ley para la Reforma Política
• Caracteres
• Extensión
Es un texto breve, contiene cinco artículos, tres disposiciones transitorias y una disposición final, y, a pesar de
ello, fue capaz de transformar el régimen.
• Consenso
No es un texto de consenso, puesto que la oposición no participó en su elaboración. La oposición se sintió
marginada y propugnó la abstención en el referéndum convocado para su aprobación. La Ley para la Reforma
Política fue ampliamente ratificada por el pueblo español
• Efectos derogatorios
Tuvo efectos derogatorios, pues aunque expresamente no contenía cláusula alguna de derogación, esta se
produjo respecto a todas cuantas normas se opusieran a sus principios, por ser norma posterior y de rango
fundamental según reza en su disposición final.
• Modificación del Ordenamiento Jurídico
Transformó por sí misma el régimen, introdujo nuevos principios políticos a través de los cuales se modificó
el Ordenamiento jurídico. Estos nuevos principios eran:
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• Democracia, soberanía popular y soberanía de la Ley como expresión de la voluntad popular.
• Inviolabilidad de los derechos fundamentales de las personas y vinculación del Estado a ellos.
• Reconocimiento a las Cortes de la potestad de elaborar y aprobar las leyes y al Rey la facultad de
sancionarlas y promulgarlas.
• Reconocimiento de la facultad del rey para someter al pueblo mediante referéndum una opción política de
interés nacional.
• El bicameralismo, rompiendo con el unicameralismo del régimen anterior.
• El sufragio universal. Diputado y senadores debían ser elegidos por sufragio universal, se otorgaba al Rey
la facultad de designar, para cada legislatura, un número de senadores no superior a un quinto de los
electivos.
• Autonomía normativa de las Cámaras para aprobar sus propios reglamentos, así como la libre elección de
sus respectivos presidentes.
• Reforma de las Leyes Fundamentales
La Ley para la Reforma Política contenía básicamente el procedimiento para abordar la reforma del
Ordenamiento del régimen anterior. En dicho procedimiento cabe destacar:
• La iniciativa para la reforma, se reconoció indistintamente al Gobierno y al Congreso, iniciativa que, sin
embargo, no poseía el Senado.
• Cualquier reforma constitucional requería la mayoría absoluta del Congreso y del senado.
• El Senado debía deliberar sobre el texto de reforma previamente aprobado por el Congreso, si dicho texto
no era aceptado en su integridad por el Senado, las discrepancias debían someterse a una Comisión Mixta.
• El Rey, antes de sancionar una Ley de Reforma Constitucional, deberá someter el Proyecto a referéndum de
la Nación. En cumplimiento de esta disposición fue sometida a consulta popular el 15 de diciembre de
1976, siendo ratificada por el pueblo por amplia mayoría.
• Naturaleza
La Ley para la Reforma Política fue aprobada, por mayoría de dos tercios de las Cortes (unicamerales).
Durante la campaña previa al referéndum, la oposición defendió la abstención; los sectores más radicales del
franquismo propugnaron el voto desfavorable y sólo el Gobierno, con las fuerzas que lo apoyaban, hicieron
campaña a favor de su aprobación. La Ley para la Reforma Política no introduce por sí misma la reforma del
Ordenamiento; su fin principal era convocar las Cortes que llevarían a cabo la reforma. Fue calificada por
unos como ley−puente y otros la consideraron ley−instrumento y represento tanto lo uno como lo otro. Fue el
instrumento jurídico formal que permitió salvar uno de los momentos más delicados de todo el proceso de la
transición política española. Con ella comienza el desmantelamiento del Ordenamiento jurídico nacido de la
guerra civil cuya culminación se alcanza con la Constitución española de 1978.
• Las elecciones legislativas de 1977
• Legislación previa a las elecciones de 1977
Las primeras elecciones democráticas, tras el régimen de Franco, se celebraron exactamente seis meses
después del referéndum de aprobación de la Ley para la Reforma Política, es decir, el 15 de junio de 1977.
Desde la aprobación de la Ley de enero de 1977 hasta la celebración de las elecciones, el Gobierno de Adolfo
Suárez modificó sustancialmente la legislación en los siguientes puntos:
• Decreto−Ley de 8 de febrero de 1977: Se reformó la Ley de Asociaciones para permitir la legalización de
partidos. El 9 de abril de 1977 se permitió la legalización del Partido Comunista.
• La Ley de Asociación Sindical de 30 de marzo de 1977, legalizó la pluralidad sindical.
• El Decreto−Ley de 18 de marzo de 1977, completó las normas electorales de este período.
• Fuerzas políticas y resultados electorales
• Alianza Popular y Unión del Centro democrático
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Reconocido el pluralismo, las fuerzas políticas se agruparon y constituyeron partidos políticos, y loa ya
existentes con anterioridad renovaron su actividad.
Manuel Fraga lideró Alianza Popular, Jose Mª de Areilza y Pio Cabanillas hicieron lo propio con el Partido
Popular. Cuando Suárez, Presidente del Gobierno, decidió participar activamente en las elecciones de junio
de 1977, se incorporó a una de las fuerzas políticas: Unión del Centro Democrático, que el 4 de agosto de
1977 acordará constituirse en partido político, estaba formada en esta época por:
• Los socialdemócratas.
• Los liberales.
• Los democristianos.
• Los regionalistas
• Las fuerzas de izquierdas
Consolidaron posiciones en torno al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y al Partido Comunista de
España (PCE) y al Partido Socialista Popular (PSP), liderado por Enrique Tierno Galván.
• Los regionalistas
Por otro lado quedaban las fuerzas nacionalistas; Partido Nacionalista Vasco (PNV); Convergencia i unió
(CiU); Esquerra Republicana (ER); Euskadiko Ezquerra (EE), etc.
• Resultados de las elecciones generales de 1977
En la elección al congreso de los Diputados, ninguna de las fuerzas políticas obtuvo la mayoría absoluta (176
diputados de los 350 que integran dicha cámara). Los resultados fueron:
UCD 166 Escaños
PSOE 117
PCE 20
AP 16
CiU 11
PNV 8
Otros 12 Total Diputados: 350.
En el Senado, la UCD sí consiguió la mayoría absoluta de la cámara. En estas primeras elecciones el Rey
designó a 41 senadores y nombró a Antonio Hernández Gil Presidente de las Cortes. Los resultados fueron:
UCD 106 Escaños
PSOE 35
Senadores para Democracia 31
Entesa dels Catalans 12
59
Frente autonómico (País vasco) 10 Total senadores: 207
Otros 13 de nombramiento regio: 27
• Los Pactos de la Moncloa
Se denomina así a los acuerdos económicos y políticos celebrados por el Gobierno Suárez y las fuerzas
políticas que habían conseguido representación parlamentaria el las elecciones de junio de 1977. Tenían como
fin sanear la economía cuya situación era inquietante. Contenían, en lo económico, previsiones sobre gasto
público, empleo, política de precios, rentas y política monetaria; en lo político, cierta liberalización
descentralizadora que permitió extender la libertad de reunión, de expresión y acometer algunas reformas
como la del Código Penal.
• Proceso constituyente y aprobación de la Constitución de 1978
Las Cortes surgidas de las elecciones generales de 1977 se erigieron en Cortes Constituyentes.
• Congreso de los Diputados
El 26 de julio de 1977 se creó en el Congreso de los Diputados la Comisión de asuntos Constitucionales y
Libertades Públicas, en el seno de la cual se iniciarían los trabajos para la elaboración de la Constitución de
1978. Esta comisión inició sus reuniones el mismo día 1 de agosto bajo la presidencia de Emilio Attar Alonso,
designándose a los miembros de una Ponencia que recibió el encargo de redactar un anteproyecto de
Constitución, estaba compuesta por siete miembros que representaban a distintas fuerzas políticas con
representación parlamentaria, en la siguiente proporción:
• Tres representantes de la UCD
• Un representante de AP
• del Grupo Socialista
• del Grupo Comunista
• del Grupo Minoría Catalana
El 17 de abril de 1978 se publicó el Anteproyecto Constitucional, este pasó a la Comisión de Asuntos
Constitucionales y Libertades Públicas, que lo estudió del 5 de mayo al 20 de junio. De la Comisión pasó al
pleno, en el que, con escasas modificaciones, fue aprobado en las sesiones del 4 al 21 de julio de 1978.
• Senado
El texto aprobado en el Congreso fue remitido a la Comisión del Senado que lo tramitó y aprobó del 18 de
agosto al 14 de septiembre de 1978. El pleno, por su parte, celebró sesiones del 25 de septiembre al 5 de
octubre, acordándose algunas modificaciones sobre el texto aprobado por el Congreso.
• Comisión Mixta
Para resolver las discrepancias entre el texto aprobado en el Congreso y el aprobado en el Senado se formó
una Comisión Mixta (tal y como estaba prevista en la Ley para la Reforma Política), las sesiones se celebraron
el 16 y el 25 de octubre y el dictamen, con la redacción final, se publicó el 28 de octubre de 1978. El texto
aprobado por la Comisión Mixta, fue ratificado por una y otra Cámara el mismo día 31 de octubre de 1978.
• Referéndum
Se había aprobado la Constitución española de 1978, debía, pues, procederse a su ratificación, por el pueblo
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español, para lo cual se convocó un referéndum para el 6 de diciembre de 1978.
La Constitución fue refrendada por el pueblo español con un 87,87 por ciento de los votos afirmativos y un
32,88 por ciento de abstención.
El rey promulgó la Constitución en las Cortes el día 27 de diciembre; se publicó y entró en vigor el 29 de
diciembre de 1978.
LECCIÓN 8
Caracteres y estructura de la Constitución española de 1978
• Introducción
El proceso de Transición Política dio como resultado, en el plano normativo, la elaboración y aprobación de
la Constitución española de 1978, que fue mayoritariamente ratificada por el pueblo español en referéndum
celebrado el 6 de diciembre de 1978.
• Caracteres de la Constitución Española
Puede afirmarse que la Ley para la reforma política, significó, de facto, el comienzo de un proceso
constituyente, y todos los partidos que concurrieron a las elecciones habían aceptado explícitamente la
idea de que las Cortes que de ellas resultaran habían de ser Cortes Constituyentes. La Constitución
Española posee unos caracteres fácilmente identificables que colaboran a un análisis adecuado de ella.
A continuación los abordamos.
• El consenso Constitucional
La primera manifestación de consenso fue la adopción de la decisión, prácticamente unánime, de
elaborar un texto constitucional de nueva planta. Fue igualmente decisivo que el Gobierno renunciara a
la posibilidad que le reconocía la Ley para la Reforma Política para presentar un proyecto de
Constitución y permitiera que este emergiera de las propias Cortes Constituyentes. Puede, por tanto,
afirmarse que la Constitución española es consensuada en un triple sentido:
• Porque existió un acuerdo prácticamente unánime de las diversas fuerzas políticas sobre la
conveniencia de la elaboración de un texto único de similar estructura a los que estaban vigentes en
otros países europeos.
• Porque sus preceptos y, especialmente, los que regulaban los principios del nuevo régimen y los
derechos y libertades, la denominada parte dogmática de la Constitución, fueron pactados y
negociados por los constituyentes de uno y otro signo ideológico.
• Por la adopción, en ciertos casos, de fórmulas abiertas que han permitido el consenso posterior en
relación con la legislación de desarrollo.
El trabajo constitucional no partió de la nada: existían referencias sociales, económicas y políticas en
las que apoyarse. Este cúmulo de datos condicionaron algunos aspectos del texto constitucional. Así, por
ejemplo, en lo referente a la regulación de:
• La Monarquía parlamentaria
• La organización territorial descentralizada, dando entrada a las C. Autónomas.
• El sistema económico mixto, rechazando tanto el capitalismo puro como el sistema socialista.
• Un sistema rígido de reforma constitucional.
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Nunca antes en la historia del constitucionalismo español se había producido un consenso tan amplio en
torno a un texto fundamental.
• Una Constitución extensa y asistemática
• Extensión
La Constitución de 1978 puede considerarse como una constitución extensa. Sólo la Constitución de
1812 es aún más extensa en nuestra historia constitucional. Los constituyentes de 1977/78 intentaron
regular detenidamente todos los aspectos que permitieran consolidar el régimen democrático, elevando
al mayor nivel normativo, prácticamente todos los aspectos del mismo para:
• Impedir que sucesivas fuerzas políticas en el poder, de distinto signo ideológico, pudieran modificar o
regular de manera diferente aspectos capitales del nuevo régimen que no se encontraran recogidos en
el texto constitucional o que no estuvieran regulados suficientemente.
• Romper expresa y definitivamente con el régimen anterior plasmando en el texto constitucional todo
aquello de lo que había estado ayuno el país durante los años anteriores a 1975.
A pesar de su extensión la Constitución española puede ser calificada también de incompleta o
inacabada en el sentido de que, junto a materias que no son propiamente constitucionales, olvida otras
que, según un sector doctrinal, deben inexcusablemente ser incluidas en el texto constitucional (así, por
ejemplo, la composición completa y detallada de las Cortes y la forma, igualmente exhaustiva, de
elección de sus miembros).
• Estilo y sistemática de la Constitución
Uno de los valores innegables de cualquier texto constitucional es el de ser claro y ordenar debidamente
las materias que contenga, lo cual se consigue a través de una redacción técnicamente precisa y, a la
vez, comprensible. En este sentido, la Constitución española de 1978, como se ha señalado
acertadamente, dista mucho de ser perfecta. Así, podemos encontrar en ella un lenguaje que es, en
ocasiones, pobre y, en otras, innecesariamente enfático o retórico. Algunos ejemplos:
• Expresiones jurídicamente imprecisas (adecuada utilización del ocio, vivienda digna y adecuada)
• Reiteraciones.
• Regulación de un mismo supuesto en diferentes artículos.
• Expresiones vacías de contenido en sentido jurídico.
• Discutible sistemática.
• Una Constitución ambigua y polivalente
Una redacción ciertamente ambigua en algunos preceptos constitucionales debe imputarse a los propios
constituyentes que quisieron así generar una cierta polivalencia del texto constitucional. Las fórmulas
abiertas consensuadas en sede constituyente han permitido, de facto, una estabilidad constitucional no
conocida en ninguna época anterior. Los constituyentes se encontraban más cercanos a la idea de
rigidez constitucional que a la libre modificación del texto y buscaron, sin duda, favorecer la
permanencia del texto constitucional aunque fuera a costa de una generalidad que rayaba, en algunas
ocasiones, con la ambigüedad.
• Constitución y desarrollo normativo
A pesar de su extensión, la Constitución española se remite en bastantes ocasiones a la regulación de
desarrollo. Este hecho originó, durante los primeros años de la vigencia de la Constitución, que, en
ocasiones, se defendiera que la Constitución española no era un texto completo. No era seguramente la
interpretación más correcta. Ninguna Constitución debe convertirse en un Ordenamiento jurídico
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completo a base de contener en sí misma prácticamente toda la regulación normativa del Estado. En
este sentido, la Constitución española es un texto completo pues en él se contienen con detalle tales
principios, la organización de los poderes públicos, un amplio catálogo de derechos y libertades y las
garantías de funcionamiento y libre ejercicio de unos y otros.
• La Constitución española y las influencias del Derecho Constitucional comparado y del Derecho
Constitucional histórico
Según la distinción de Loewenstein entre constituciones originarias y derivadas, no podemos afirmar que
el texto español pertenezca a las primeras, pues es muy cierto que en él se aprecian claras influencias
del constitucionalismo europeo, sin olvidar la historia constitucional española, muy especialmente la
Constitución republicana de 1931. Ejemplos:
• La monarquía parlamentaria, que sigue el modelo sueco, aunque se aparta en cuanto a la sucesión a la
Corona.
• La influencia e la Constitución alemana se manifiesta en la definición del Estado como social y
democrático de derecho.
• La influencia de la Constitución italiana se aprecia en enunciados generales de principios y en
materia de derechos y libertades y en la regulación del Poder Judicial.
• La organización territorial descentralizada, dando entrada a las Comunidades Autónomas, en donde
puede verse igualmente influencia de la regulación del Estado regional italiano y especialmente de la
Constitución de la II República española que consagró una descentralización territorial a través del
denominado estado integral.
• Los derechos fundamentales, se asemejan al contenido de convenios o tratados internacionales que
velan por los derechos de las personas.
• La composición de las Cámaras, Congreso y senado, donde puede apreciarse la influencia de la Ley
para la Reforma Política de 1977 que recuperó el bicameralismo.
• El contenido de la Constitución
• Estructura interna del texto Constitucional
• Preámbulo: precede al texto constitucional y por ello carece de valor normativo aunque
contiene importantes principios ético−sociales y objetivos ideales a los que tender.
• Once títulos que contienen 169 artículos.
• Cuatro disposiciones adicionales.
• Nueve disposiciones transitorias.
• Una disposición derogatoria estableciendo que todas las disposiciones que sean contrarias a la
Constitución quedan derogadas, así como derogando expresamente determinadas normas, como, por
ejemplo, la Ley 1/1977 de 4 Enero para la Reforma Política.
• Una Disposición final estableciendo que la Constitución entrará en vigor el mismo día de su
publicación en el Boletín Oficial del Estado, lo que sucedió el 29−XII−1978.
• Distintas normas Constitucionales
• Parte dogmática y parte orgánica
La parte dogmática comprendería los grandes valores, principios u opciones del régimen, mientras que
la parte orgánica contendría la regulación de los órganos y poderes públicos.
La parte orgánica sirve para asegurar el sistema liberal y democrático de convivencia, la parte
dogmática encierra lo decisivo y orientador; la organización estatal es su instrumento.
• Pluralidad de normas constitucionales, en referencia al distinto carácter o contenido de los preceptos
constitucionales
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• Normas completas y normas dispositivas:
• Completas: Contienen un mandato que no precisa interpretación ni ser desarrollado mediante
norma de inferior rango para adquirir su pleno alcance.
• Dispositivas: Contienen un principio de regulación que permite una opción política de los
poderes públicos. Reflejan más fielmente el carácter básico del texto constitucional y son, en
general, más frecuentes que las anteriores.
• Normas de reconocimiento de un derecho o de una competencia: Consagran una esfera de libertad
(aunque su plenitud dependa de un ulterior desarrollo legislativo) o atribuyen una facultad o
competencia que permite u obliga a actuar a los particulares o a los poderes públicos
• Normas estructurales: Son aquellas que contienen la definición, organización básica de los órganos e
instituciones.
• Normas de vigencia estable y normas de derecho transitorio.
• ¿Hay una norma básica en la Constitución?
En los sistemas democráticos existen varios principios básicos sin los cuales no puede hablarse
propiamente de sistema democrático, uno de ellos es, sin duda, el reconocimiento de la soberanía
popular, como capacidad de una sociedad para dotarse de normas propias
En democracia el valor fundamental es la LIBERTAD. Al fin, el principio de soberanía popular es la
expresión de la libertad de un pueblo, y esta la fundamental que habilita a un colectivo para
autonormarse en el presente y para diseñar también su futuro.
• El primer cuatrienio de vigencia de la Constitución. La postrancisión política
Tras la aprobación de la Constitución española de 1978, el Gobierno disolvió las Cortes y convocó
nuevas elecciones generales para el 1 de marzo de 1979 y comicios municipales para el 3 de abril de
1979. Con la convocatoria de elecciones se pretendía:
• Renovar, mediante una elección democrática, todas las instituciones representativas de modo que
ninguna de ellas pudiera representar o responder a una legitimidad que no fuera la instaurada por la
constitución.
• Soslayar la política de consenso y negociación que se había venido aplicando durante los 16 meses
que duró la elaboración de la Constitución y que, en gran medida la hizo posible, dando paso a las
relaciones de cierta confrontación que suelen ser normales entre Gobierno y Oposición en el régimen
constitucional democrático.
En las elecciones legislativas repitió mayoría relativa la UCD, como ya sucediera en 1977, y mantuvo así
el liderazgo gubernamental hasta las elecciones de 1982 en las que triunfó abrumadoramente el PSOE
con su líder Felipe González; el PSOE permaneció al frente del Gobierno hasta las elecciones generales
del 3 de marzo de 1996 que llevaron al poder al Partido Popular liderado por José Mª. Aznar. Las
elecciones generales de 1979 pueden ser definidas como de continuidad y en ellas se producen pocas
modificaciones respecto del sistema de partidos que se había dibujado ya en 1977.
• Resultados de las elecciones generales de 1979
Ninguna de las formaciones obtuvo la mayoría absoluta (176 escaños) en el Congreso de los Diputados.
El Gobierno de UCD acudió a nuevos pactos y negociaciones de similar factura a los que se habían
producido durante el período constituyente, logró negociar los Estatutos de Autonomía del País Vasco y
de Cataluña, inaugurando el Estado Autonómico, y abordar algunos aspectos del desarrollo de la
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Constitución.
El fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, cuando se tramitaba en el Congreso de los
Diputados el relevo del Presidente Adolfo Suárez, que había presentado su dimisión días antes, por
Leopoldo Calvo Sotelo, supuso, quizá, el tropiezo definitivo para la vida de la UCD. La confrontación
política diaria se suavizó y el PSOE fue configurándose como una opción alternativa de Gobierno, lo
que se confirmó en las elecciones generales del 28 de octubre de 1982.
Seguramente algo de reacción al golpe de Estado y a los que lo defendían o justificaban existió en el
amplio apoyo que el pueblo español dio al PSOE en 1982, y que quedó ratificado en las elecciones
municipales de la primavera de 1983. Con ellas se había cumplido el primer cuatrienio de vigencia de la
Constitución española y en este tiempo se había deteriorado la unidad de UCD de forma irreparable; la
izquierda, representada por el PSOE, había conseguido el poder y se había neutralizado el golpe de
Estado y sus efectos.
• Resultado de las elecciones generales de 1982
En las elecciones generales del 28 de octubre de 1982 el PSOE alcanzó, en la Cámara Baja, la mayoría
absoluta y comenzó así una larga etapa de gobierno que alcanzó hasta los comicios de marzo de 1996 en
los que fue el Partido Popular, ahora liderado por José Mª. Aznar, con mayoría relativa formó
Gobierno.
• Resultados de las elecciones generales (1986 − 1989)
En las elecciones generales de 1986 y 1989, el PSOE obtuvo los mejores resultados aunque no volvió a
recuperar la mayoría absoluta que consiguiera en 1982 y gobernó en alianza con las formaciones
políticas nacionalistas (CiU, PNV, CC,...).
En las elecciones generales de 1993, el PSOE repitió su victoria electoral de convocatorias anteriores
aunque disminuyó el apoyo popular recibido por esta fuerza política.
En las elecciones generales de 1996 , el Partido Popular obtuvo una mayoría relativa en el Congreso de
los Diputados y una mayoría absoluta en el Senado.
Por último, en las elecciones de 2000, el Partido Popular repitió su victoria electoral, consiguiendo,
además, la mayoría absoluta en ambas Cámaras.
LECCIÓN 9
CONSTITUCIÓN Y ORDENAMIENTO JURÍDICO
• Las fuentes del Derecho: concepto
• Concepto
La expresión fuentes del Derecho alude a aquello de lo que el Derecho procede.
Tradicionalmente se han aceptado como fuentes: el Derecho escrito, la jurisprudencia , la costumbre, los
principios generales del Derecho y además , en el ámbito constitucional, las convenciones institucionales.
No todas las fuentes del Derecho son fuentes escritas aunque sí son estas las más frecuentes en nuestro
Ordenamiento, compartiendo dentro de esta categoría, la Jurisprudencia emanada por el Tribunal
Constitucional. Menos frecuente, los principios generales del Derecho, que son propiamente principios
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generales del Derecho constitucional o bien se encuentran explícitamente recogidos en los preceptos concretos
de la Constitución.
La costumbre es en nuestro ordenamiento constitucional, una fuente de menor relevancia.
Por último, las convenciones constitucionales son acuerdos, expresos o tácitos , entre órganos constitucionales
que versan sobre aspectos no expresamente regulados en el Derecho escrito.
Las convenciones no generan sanción si dejan de celebrarse aunque sea por decisión unilateral.
• El Derecho escrito: la Constitución
Entendemos por fuente del Derecho las diversas categorías o tipos normativos a través de los cuales se
incorporan normas jurídicas al Ordenamiento.
Entendemos por norma o precepto al contenido material inserto en una fuente.
Las fuentes producen normas jurídicas y la característica esencia de éstas es generar un efecto erga omnes ,
siguiendo a F. Balaguer, que sólo son fuentes de Derecho aquellas que incorporan al Ordenamiento normas
que son eficaces con carácter erga omnes, respecto de todos los sujetos afectados por el Ordenamiento; no
tienen, por tanto, condición de fuente del Derecho aquellos otros actos jurídicos que producen reglas con
eficacia inter partes
De entre las fuentes escritas, la Constitución es en nuestro Ordenamiento la primera y más fundamental pues
la norma sobre producción de normas. La Constitución es fuente del Derecho en el sentido pleno de la
expresión.
1.3 . La jurisprudencia del Tribunal constitucional.
Los Tribunales tienen como misión la aplicación del Derecho en la resolución de los conflictos. Las
resoluciones jurisdiccionales en el desenvolvimiento de sus competencias constituyen también una fuente del
Derecho: la jurisprudencia.
Según Mª L. Balaguer , la función unificadora del Ordenamiento encomendada a la Constitución exige la
existencia de un órgano que desempeñe la función de interpretación última de la Constitución. Tal órgano es
el Tribunal Constitucional.
La CE otorga el valor de cosa juzgada a las sentencias del TC desde el día siguiente a su publicación el BOE.
Las Sentencias del TC que declaren la inconstitucionalidad de una ley o de una norma con fuerza de ley y
todas las que no se limiten a la estimación subjetiva de un derecho, tiene plenos efectos frente a todos. (art.
164.1 CE).
La jurisprudencia del TC es fuente del Derecho, debemos destacar del conjunto de sentencias que la
componen las sentencias interpretativas : son aquéllas en las que, al resolver el caso concreto, el TC realiza
una interpretación de uno o más preceptos legales en relación con uno o más artículos constitucionales en los
que determina la única interpretación válida o, por el contrario, la única interpretación inválida con lo cual
acota extraordinariamente el sentido de esos preceptos constitucionales.
La CE no menciona expresamente las sentencias interpretativas pero la doctrina viene considerándolas una
parte fundamental de la jurisprudencia como fuente del Derecho en base a su relevancia en orden a la
interpretación de la Constitución.
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El contenido de dicha interpretación queda incorporada a la ley la cual, a partir de ese momento, debe ser
entendida y aplicada por todos en el sentido en el que haya sido interpretada por el TC; la interpretación de
una ley se incorpora al texto y tiene el rango de éste.
El art. 5.1. de la LOPJ que determina la obligación a los Jueces y Tribunales de interpretar y aplicar las leyes y
los reglamentos de conformidad con la Constitución y con la interpretación que de la misma resulte de las
resoluciones del TC en todo tipo de procesos.
• EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
• Concepto
Diversas teorías sobre el concepto de ordenamiento jurídico, una de ellas , lo define como un conjunto
sistemático de normas; normas que dimanan de diferentes órganos, que poseen contenidos distintos y también
diferente jerarquía
El Ordenamiento jurídico puede definirse a través de ciertos rasgos como pueden ser la unidad, la coherencia
y la plenitud.
De los 3 elementos , es la unidad el que da sentido a los demás y es la exigencia básica para que el
Ordenamiento posea la condición de orden jurídico.
El Ordenamiento jurídico español estaría formado por un conjunto de diversas normas ( de distinto tipo
normativo, distinto contenido, distinto ámbito de aplicación y aprobadas por diferentes órganos) que, sin
embargo, tendría carácter unitario.
En definitiva, el Ordenamiento constitucional es el centro de imputación de las relaciones ordinamentales que
se producen dentro de su ámbito de validez . Ya que no sólo determina la validez de los ordenamientos
internos, sino también la del ordenamiento europeo dentro de su propio territorio, el reconocimiento del
derecho europeo fue una condición previa para su validez dentro del Estado.
• Articulación y unidad del Ordenamiento jurídico
La unidad del Ordenamiento jurídico viene exigida por la propia Constitución que fundamenta la validez de
todas las normas que integran el Ordenamiento.
La pluralidad del Ordenamiento jurídico no debe impedir su unidad.
Así responden los siguientes principios de relaciones entre normas:
Principio de jerarquía
El principio de jerárquica se encuentra constitucionalizado en el art. 9.3(19) junto con otros relativos a la
seguridad jurídica.
La ley de superior rango prevalece sobre la de rango inferior.
La Constitución prevalece sobre las leyes y éstas prevalecen sobre los reglamentos.
Principios de relaciones entre normas del mismo rango
Una de las principales dificultades se encuentre en la existencia de una pluralidad de subordenamientos,
debido a la descentralización territorial del Estado. Cada una de las Comunidades Autónomas posee, en el
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seno del Ordenamiento jurídico estatal, un subordenamiento aplicable en su ámbito territorial y distinto al de
las demás Comunidades.
Cuando las normas que entran en conflicto poseen el mismo rango, no puede aplicarse el principio de
jerarquía, el Ordenamiento acude a otros principios.
Estos principios son:
• El principio de competencia. − Nos permite distinguir las normas del mismo rango en función del órgano
que tenga atribuida la facultad de su elaboración. Este principio rige fundamentalmente en las relaciones
entre las leyes elaboradas por las Cortes Generales (poder central) y los distintos Parlamentos de las
Comunidades Autónomas (poder autonómico).
• El principio de especialidad de procedimiento.− Rige este principio , las relaciones entre normas del mismo
rango , emanadas del mismo órgano, pero que tiene atribuidas constitucionalmente materias distintas. El
único caso es el de la ley orgánica y la ley ordinaria. Ambas son leyes aprobadas en Cortes Generales
aunque la Constitución ha asignado a la ley orgánica una materia tasada y un procedimiento específico para
su aprobación.
• El principio de ley posterior. − Si se produce contradicción entre dos leyes del mismo rango, la ley
posterior deroga a la ley anterior. Este criterio temporal otorga la prioridad de la ley aprobada más
recientemente.
• El principio de ley especial.− La ley especial prevalece sobre la ley general . Conforme a este principio,
prevalece la ley específica sobre aquella que regula la generalidad de los supuestos
• LA CONSTITUCIÓN COMO NORMA SUPREMA
3.1. Fundamento de la concepción normativa de la Constitución
La concepción normativa de la Constitución descansa sobre la idea de limitación jurídica del poder para la
salvaguarda de la libertad.
Solo hay Constitución como norma cuando el Ordenamiento establece que el cumplimiento de los preceptos
constitucionales es obligatorio y que su estructura es antijurídica. Sólo entonces cabe decir que hay
Constitución y que la Constitución escrita es norma, la norma suprema.
3.2. Valor normativo supremo de la Constitución.
Valor supremo de la Constitución. Se confirma primeramente en Estados Unidos.− Sentencia del juez
Marshall, en el caso Madison versus Marbury y que tanta trascendencia ha tenido en la elaboración de control
de la constitucionalidad de las leyes. Esta opción fue:
♦ O la Constitución es una norma suprema del Ordenamiento.
♦ O es una norma más dentro de este Ordenamiento jurídico.
Si se contesta afirmativamente a lo primero, la Constitución tiene un rango superior al resto de las normas del
país.
Si fuera a lo segundo, la Constitución podría ser modificada por otras normas superiores.
La tradición constitucional española se decantó por la segunda de estas concepciones.
La Constitución republicana de 1931, declaró la supremacía de la Constitución sobre el resto de las normas
del Ordenamiento jurídico, incorporando, además un Tribunal de Garantías Constitucionales, una de cuyas
competencias era el control de la constitucionalidad.
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La CE vigente ha seguido esta línea y reconoce su valor normativo supremo en el art. 91. con carácter general
, cuando afirma : Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y la resto de los
Ordenamiento jurídico y además en el art. 53.1(29) , esta vinculación de los poderes públicos , se refiere
específicamente a los derechos y libertades regulados en el Capitulo II del Titulo ¡ (art. 14 a 28) y en
consonancia con esta supremacía , el art. 161.1 a) incorpora el control de la constitucionalidad de las leyes.
Así ha declarado el Alto Tribunal:
♦ Que la sujeción a la Constitución es una consecuencia obligada de su carácter de norma
suprema.
♦ Que la Constitución es la norma fundamental directamente aplicable y alegable ante los
Tribunales ordinarios.
♦ Que la Constitución es norma jurídica y no una declaración programática.
• CONSTITUCIÓN Y LEYES PRECONSTITUCIONALES
• Concepto
Las Leyes preconstitucionales que no es opongan a la Constitución subsisten en el ordenamiento jurídico.
• El control de Constitucionalidad.
a) Control material
Las leyes preconstitucionales pueden ser controladas por inconstitucionalidad mediante la cuestión de
inconstitucionalidad y, en su caso, mediante el recurso de amparo.
La cuestión de inconstitucionalidad es un procedimiento que permite al juez ordinario consultar al TC sobre la
posible inconstitucionalidad de uno o más preceptos de una norma con rango de ley, de cuya validez dependa
el fallo en un caso concreto.
Los Jueces y Tribunales elevan la cuestión de inconstitucionalidad según establece el art. 5.3 de la LOPJ.,
manifestándose, el principio de interpretación conforme, principios que no solo vincula a Jueces y Tribunales
sino también al propio TC.
Dispone el art. 163 de la Constitución que, en estos casos, el órgano judicial planteará la cuestión ante el TC ,
de oficio o a instancia de parte. Los Jueces y Tribunales adquieren la facultad de interpretar la ley en función
de la Constitución. El Juez o Tribunal debe, como ha declarado el TC, inaplicar la ley preconstitucional si
entienden que han quedado derogadas por la Constitución y , solo en caso de duda, elevar la cuestión al TC.
El órgano judicial , según dispone el art. 35.2. de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional :
−Sólo podrá plantear la cuestión una vez concluso el procedimiento y dentro del plazo para dictar sentencia.
−Debiendo concretar la ley o norma con fuerza de ley cuya constitucionalidad se cuestiona.
−El precepto constitucional que se supone infringido.
−Y especificar y justificar en qué medida la decisión del proceso depende de la validez de la norma en
cuestión.
Parecido control puede establecerse con ocasión de un recurso de amparo, sobre los actos de los poderes
públicos que apliquen leyes contrarias a la Constitución originando la violación de uno de los derechos cuya
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tutela última es el recurso de amparo. Con este motivo el TC puede autoplantearse una cuestión de
inconstitucionalidad (art. 55.2 La Ley Orgánica del TC)
Cuando el TC estime un recurso de amparo porque uno o más preceptos de la Ley aplicada lesiona derechos
fundamentales, la Sala del TC que resolvió el recurso de amparo elevará la cuestión al Pleno del Tribunal, que
podrá declarara la inconstitucionalidad del o de los preceptos de dicha Ley vulnerados de la Constitución en
nueva sentencia dictaminando su expulsión del Ordenamiento jurídico.
b) Control formal
Cabe preguntarse si serían formalmente inconstitucionales las normas preconstitucionales que aunque no se
opusieran a la Constitución por razón de la materia sí se hubieran aprobado durante el régimen anterior por
procedimientos distintos a los estipulados en la Constitución española. A esta pregunta debe responderse
negativamente, pues el nuevo sistema de fuentes establecido por la Constitución de 1978 opera ex nunc y no
deroga en absoluto las normas producidas válidamente según el modo de producción anterior.
• LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL
• La interpretación de la Constitución por el TC
El Derecho es una construcción humana mediante el cual se aspira a organizar la sociedad y a dar respuesta a
las cuestiones que cada situación plantee. Esta afirmación presupone:
♦ Que el Ordenamiento tendrá siempre respuesta para cada caso que pueda plantearse.
♦ Que el Ordenamiento es completo y aspira a que no existan vacíos legales, apelando, en casos
extremos, a la analogía.
La interpretación realiza la esencial función de acomodar las normas generales al caso concreto.
La figura del Juez es la más importante en el proceso interpretativo porque es a quien el Ordenamiento otorga
la competencia decisoria en materia de interpretación.
En España, las normas de carácter general se encuentran, por razones puramente históricas, en el Título
Preliminar CC. Y en los articulos 3 y 4 , ya que la Constitución no ha incorporado previsiones generales sobre
el particular y sólo encontramos una mención específica relativa a la interpretación de los derechos
fundamentales en el art. 10 que establece que dicha materia se interpretará de conformidad con la Declaración
Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias
ratificados por España.
La labor interpretadora es consustancial a la aplicación de todo Ordenamiento Jurídico , esta función es
especialmente importante cuando se realiza en relación con la Constitución, se produce entonces la
denominada interpretación constitucional.
La jurisdicción constitucional es al TC a quien compete de manera directa la función de interpretar la
Constitución . En este sentido, el art. 1.1 de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del TC declara la
independencia del TC respecto de los demás órganos constitucionales, su carácter de intérprete supremo de la
Constitución, estando sometido en el desenvolvimiento de sus funciones exclusivamente al texto
constitucional y a su Ley Orgánica.
• La interpretación del resto del Ordenamiento jurídico
La Constitución normativa asegura la unidad del Ordenamiento jurídico.
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Las normas constitucionales con normas dominantes. El TC ha confirmado la necesidad de que el
Ordenamiento sea interpretado de conformidad con la Constitución.
Siempre debe prevalecer la interpretación de la norma que se ajuste a la Constitución rechazándose todas las
demás.
• El bloque y el parámetro de la Constitucionalidad
El TC, una de sus competencias , es la de realizar el control de constitucionalidad mediante el cual el Alto
Tribunal declara si uno o más preceptos de una ley o norma con este rango es inconstitucional por vulnerar la
Constitución.
El bloque constitucionalidad es un conjunto de normas concretas que se utilizan en la interpretación, y está
integrado por las siguientes normas:
• Los Estatutos de Autonomía
• Las leyes que contengan delegaciones legislativas
• Los Tratados internacionales
• Las leyes orgánicas
• Los Reglamentos parlamentarios.
El parámetro de la constitucionalidad lo constituye, caso por caso, el TC.
LECCIÓN 10
TIPOS NORMATIVOS EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL
1. TIPOS NORMATIVOS
En lo que se refiere al tema de la tipología de las fuentes del Derecho en nuestro ordenamiento, se
pueden distinguir cuatro niveles:
• La CE y la interpretación de la misma por el TC.
• Las leyes y normas con su rango y fuerza y la interpretación de la misma por el TC.
• El Derecho comunitario.
• Las normas con rango inferior a la ley.
Cada uno de estos niveles integran una amplia variedad de normas que se desglosan en el cuadro siguiente:
CE y su
interpretación
por el TC
Normas con
rango de ley
Tratados
Reglamentos.
Leyes internas
Normas con rango
inferior a la Ley
Dº Comunitario de aplicación
Leyes autonómicas
Estatutos de Raglamentos de los
Autonomía Parlamentos
Autónomos
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Leyes de Leyes
Armonización autonómicas
Leyes
Leyes Marco autonómicas
De desarrollo
Leyes orgánicas Leyes autonómicas
De Delegación y reguladoras de las
de Transferencia respectivas
materias
Normas
legislación básica autonómicas
de desarrollo
Leyes
leyes orgánicas autonómicas
(según los casos)
Leyes ordinarias
Leyes ordinarias Decretos
O de bases legislativos
Decretos−Leyes
Reglamentos del Congreso y del Senado
2. LOS TRATADOS INTERNACIONALES
2.1 Regulación constitucional de los tratados
la CE dedica el Capítulo III (art. 93 a 96) a los Tratados internacionales, y distingue tres tipos de Tratados en
orden a la participación de las Cortes en el procedimiento de celebración de los mismos:
• Tratados que requieren autorización de las Cortes mediante Ley orgánica:
Art 93 CE.− se podrá autorizar mediante Ley orgánica, la celebración de Tratados por los que se atribuya a
una organización o institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución.
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• Tratados o convenios que requieren la previa autorización de las Cortes:
Art. 94.1. se requiere la previa autorización de las Cortes Generales para la prestación del consentimiento del
Estado para obligarse por medio de tratados o convenios en los siguientes casos:
• Tratados de carácter político.
• Tratados o convenios de carácter militar.
• Tratados o convenios que afecten a la integridad territorial del Estado o a los derechos y deberes
establecidos en el Título I.
• Tratados o convenios que impliquen obligaciones financieras para la hacienda pública.
• Tratados o convenios que supongan obligación o derogación de alguna Ley o exijan medidas legislativas
para su ejecución.
• Tratados o convenios de cuya conclusión deben ser informadas las cámaras.
Art. 94.2. según este artículo, el Congreso y el Senado, serán inmediatamente informados de la conclusión de
los restantes tratados o convenios.
Al Rey le corresponde manifestar el consentimiento del Estado para obligarse mediante tratados o convenios,
facultad que ejerce de conformidad con la CE y las leyes, tal y como dispone el art. 63.2 CE.
2.2 Posición de los Tratados en el Ordenamiento interno
Según el art. 96.1 CE, los tratados internacionales validamente celebrados y una vez publicados oficialmente,
pasarán a integrarse en el Ordenamiento interno, , aunque su modificación, derogación o suspensión solo
puede realizarse de acuerdo con las normas previstas en los respectivos tratados, o en su defecto conforme a
las normas generales del Derecho internacional.
Para la denuncia de tratados celebrados por España, se debe seguir el mismo procedimiento (art 62.2 CE)
previsto para su aprobación (art. 94 CE).
En nuestro Ordenamiento no existen diferencias jerárquicas entre los diferentes tratados.
En lo que se refiere a la posición de los tratados en relación con la CE, aunque hay diversas tesis, se puede
afirmar la superioridad de la Constitución respecto de las previsiones del Tratado, ya que este no puede
vulnerar los principios constitucionales. La CE dispone un control previo de constitucionalidad de los
Tratados (art. 95.1), al disponer que la celebración de un tratado internacional que contenga estipulaciones
contrarias a la CE, exigirá la previa revisión constitucional.
La competencia para instar al TC antes de la celebración de un Tratado, se asigna al gobierno o a cualquiera
de las cámaras (art. 95.2 CE).
Los Tratados, por su naturaleza de norma con fuerza de Ley, están sujetos también, a un control de
inconstitucionalidad posterior mediante el recurso y la cuestión de inconstitucionalidad (art. 161.1 CE, y arts.
27, 28, y 29 LOTC).
Las sentencias recaídas en los procedimientos de inconstitucionalidad tienen valor de cosa juzgada, y
producen la nulidad de los preceptos que el TC haya declarado inconstitucinales; aunque, tanto la declaración
de inconstitucionalidad, como el incumplimiento de un Tratado, puede dejar en una difícil situación al Estado
frente al resto de los sujetos internacionales, e incluso puede generar responsabilidad internacional.
3 DERECHO COMUNITARIO
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La UE es el ejemplo de supranacionalidad más completo que se conoce.
En el sistema de fuantes comunitario deben distinguirse los siguientes niveles:
• Derecho originario, compuesto por los tratados constitutivos y sus reformas.
• Derecho derivado, formado por las normas emanadas de las propias instituciones de la Unión habilitadas
para ello por los Tratados constitutivos y sus reformas.
• Derecho terciario o complementario, integrado por normas de desarrollo de las normas de Derecho
derivado.
Las relaciones entre el Derecho comunitario y el Derecho de producción interna no son relaciones de
jerarquía, sino que responden al principio de competencia, conforme al cual respecto de las competencias que
el Estado haya cedido a la UE debe aplicarse preferentemente el Derecho comunitario.
En las relaciones entre el Derecho comunitario y el Derecho interno, se pueden distinguir dos niveles:
• El nivel infraconstitucional en el que existen reglas de resolución de conflictos que permiten abordar las
relaciones entre ambos Ordenamientos.
• El nivel constitucional que es donde se han producido los problemas jurídicos de mayor calado.
Según el TC la aplicación de las normas de Derecho comunitario no puede realizarse con vulneración de los
preceptos constitucionales. De conformidad con lo establecido en el art. 9.1 CE, y según el criterio del TC, la
cesión del ejercicio de ciertas competencias a favor de organismos supranacionales no implica que las
autoridades nacionales dejen de estar sometidas al Ordenamiento interno cuando actúan cumpliendo
obligaciones adquiridas frente a tales organismos. Igual criterio debe seguirse en el caso de que recurra en
amparo un acto del poder público que, aplicando normas de Derecho comunitario, viole un derecho
fundamental.. el TC está facultado para conocer del recurso con independencia de si tal acto era o no
conforme a la norma del Derecho comunitario.
4. LA LEY
Se puede definir la Ley como un acto−regla, una norma general o imperativa, concretada en términos
precisos y hoy escritos, encaminada a crear o modificar Derecho objetivo para realizar aspiraciones de justicia
mediante el orden en la comunidad; y subordinada a la Constitución, en paridad con otras leyes y normas con
su rango y fuerza y supraordenada a una pluralidad de normas con rango inferior a ley.
La pluralidad de tipos normativos ha roto, con la concepción unitaria de la ley, y en la actualidad nos
encontramos ante un grupo de normas que comparten el mismo rango, cuya denominación inicial −Ley− ha
debido completarse en razón a criterios concretos (materias, procedimiento). En algunos casos, aunque no
exista una distinta jerarquía, alguna Ley debe ser aplicada preferentemente respecto a las demás en razón a
otros criterios (competencia, especialidad, etc).
4.1 La ley ordinaria
Las leyes ordinarias no tienen una materia asignada, sino que su ámbito de aplicación se extiende a todo
aquello que, por exclusión, no se encuentre encomendado a otro tipo normativo.
No se encuentra en la CE la expresiónley ordinaria, pr lo que se deduce que el concepto de ley es formal y que
basta la mayoría simple de las cámaras para su aprobación. De la CE se pueden deducir las siguientes leyes
ordinarias:
• Leyes de Pleno y leyes de Comisión.
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La CE establece que las Cámaras legislativas funcionan en pleno y por Comisiones. El art. 75 CE establece
que las Cámaras podrán delegar en las Comisiones Legislativas Permanentes la aprobación de proyectos o
proposiciones de ley. El Pleno podrá, no obstante, recabar en cualquier momento el debate y votación de
cualquier proyecto o proposición de ley que haya sido objeto de esta delegación. Este mismo artículo
establece como límite a la delegación legislativa en Comisión, la tramitación de la reforma constitucional, las
cuestiones internacionales, las leyes orgánicas y de bases y las leyes de Presupuestos Generales del Estado.
• Leyes de Presupuestos Generales del Estado
La Ley de Presupuestos representa la plasmación económica del programa del Gobierno durante un periodo
determinado (un año).
El art. 134 CE establece la competencia del Gobierno en orden a la elaboración de los Presupuestos Generales
del Estado, y la de las Cortes para su examen enmienda y aprobación. El procedimiento legislativo aplicable
al proyecto de Ley de Presupuestos está regulado en el RCD y en el RS.
El art. 134.2 CE, nos señala, refiriéndose a su contenido, que los Presupuestos incluirán, con carácter anual, la
totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal y en ellos se consignará el importe de los
beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado en una manifestación clara del denominado principio
presupuestario de universalidad.
La ley de Presupuestos Generales del Estado no puede crear tributos aunque sí puede modificarlos siempre
que una ley tributaria sustantiva así lo prevea (art. 134.7 CE)
El Gobierno queda obligado a presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del
Estado al menos tres meses antes de la espiración de los del año anterior (art. 134.2 y 3 CE).
Las enmiendas al proyecto de Ley de Presupuestos que representen una minoración de los ingresos previstos
requerirán la conformidad del Gobierno para su tramitación (arts. 133.3 y 4 RCD Y 149.2 RS)
4.2 La Ley orgánica
El art. 81.1 CE dispone que serán leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y
de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general y las
demás previstas en la Constitución.
El art. 81.2 CE, regula las peculiaridades procedimentales de la ley orgánica, al disponer que la aprobación,
derogación o modificación de estas leyes exigirá mayoría absoluta del Congreso de los Diputados, en una
votación final sobre el conjunto del proyecto.
Se puede hablar de un concepto material de ley orgánica, ya que estas leyes, según ha confirmado el TC, están
reservadas a las materias que la CE les asigna, y por tanto sería disconforme con la Constitución, aquella ley
orgánica que invadiera materias reservadas a la ley ordinaria.
Si en una ley orgánica se incluyeran materias conexas , afirma el TC, que tales materias quedarían sometidas
a la rigidez propia de la ley orgánica, a no ser que se señalase expresamente que preceptos carecen de la
consideración de ogánicos.
En las relaciones entre leyes orgánicas y leyes ordinarias ambas elaboradas de las Cortes Generales, no existe
una superioridad jerárquica favorable a la primera; en el caso de las leyes orgánicas, y las leyes ordinarias
provenientes de las CCAA debe tenerse en consideración el principio de competencia a la hora de resolver un
conflicto entre ambas, determinando que materias le corresponden a las Cortes Generales y cuales a las
75
Comunidades Autónomas.
4.3 La ley en las Comunidades Autónomas
El reconocimiento de la CE a la capacidad de autogobierno de las distintas CCAA ha provocado la aparición
de nuevas fuentes en el sistema español:
• Estatutos de autonomía. Es la norma básica de las CCAA (arts. 143, 146, 151 CE). Se aprueba por ley
orgánica (art 81 CE). Los EEAA son leyes estatales en las que concurren dos voluntades, la general y la
autonómica, como garantía de la realización efectiva del derecho a la autonomía (art 2 CE).
La CE determina un contenido mínimo para los EEAA (art.147.2):
• La denominación de la comunidad que mejor responda a su identidad histórica.
• La delimitación del territorio.
• La denominación, organización y sede de las instituciones autonómicas.
• Las competencias asumidas dentro del marco constitucional y las bases para el traspaso de los servicios
correspondientes a las mismas.
El art. 147.3 CE ordena que los EEAA indiquen el mecanismo específico para su reforma, que en todo caso
requerirá de la aprobación por las Cortes Generales mediante ley orgánica. Los EEAA aprobados por el
procedimiento establecido en el art. 151 CE, antes de su reforma deben ser sometidos a referendum, y si este
es positivo la reforma se culminará con la aprobación mediante ley orgánica.
• Leyes autonómicas. Son leyes ordinarias dictadas por las asambleas de las CCAA en uso de sus
respectivas competencias. Son leyes subordinadas a la CE, pero también sujetas a sus respectivos EEAA.
Las leyes autonómicas están limitadas al ámbito competencial asumido en el Estatuto y, en su caso, a través
de los mecanismos regulados en el art. 150.2 y 3 CE (leyes de transferencia, delegación y armonización).
pOr su naturaleza de ley, es susceptible de ser controlada por el TC.
• Leyes de armonización. Tienen carácter excepcional y permiten al Estado, cuando así lo exija el interés
general, dictar leyes que establezcan los principios necesarios para armonizar las disposiciones normativas
de las CCAA, incluso respecto de materias atribuidas a la competencia de éstas. El art. 150.3 CE, establece
que corresponde a las Cortes, por mayoría absoluta de cada cámara, la apreciación de esta necesidad. La ley
de armonización es (según F. Balaguer) un subtipo normativo propio, que se singulariza respecto de las
leyes ordinarias de las Cortes Generales, por las siguientes notas:
• Es una ley absolutamente excepcional.
• Afecta a objetivos muy concretos, y posee una peculiar estructura normativa.
• La CE le otorga una específica rigidez procedimental y en su aprobación se exige un mayor consenso
de las Cámaras.
• Leyes marco. Se denominan así a las leyes mediante las cuales las Cortes Generales, respecto de materias
de competencia estatal, atribuyen a todas o a alguna de las CCAA la facultad de dictar para sí mismas,
normas legislativas; aunque estas deben producirse en el marco de los principios, bases y directrices fijados
por dicha ley de Cortes (art. 150.1 CE). Cada ley marco, debe establecer la modalidad de control de las CG,
sobre las normas legislativas emanadas de las CCAA.
• Leyes orgánicas de transferencia o delegación. Permiten al Estado transferir o delegar en las CCAA
facultades legislativas y ejecutivas correspondientes a materia de titularidad estatal; con previsión de la
transferencia de los medios financieros y de las formas de control que se reserve el Estado (art 150.2 CE).
• Legislación básica. el art. 149.1 CE relaciona aquellas materias cuya competencia es exclusiva del Estado;
aunque a veces, esta competencia exclusiva no se refiere a la materia en sí, sino a las bases, legislación
básica o normas básicas de determinadas materias. En estos casos, la competencia del Estado se proyecta
76
sobre el núcleo central, dejando a las CCAA los aspectos complementarios o de desarrollo de la misma.
• Reglamentos de los Parlamentos Autónomos. Son normas básicas para la organización y funcionamiento
de las distintas Asambleas Autónomas. Son normas con rango de ley, y así lo confirma el art. 27. 1. f
LOTC, que incluye estas normas entre las que son susceptibles de declaración de inconstitucionalidad.
LA REFORMA CONSTIUCIONAL
5.1 Concepto
El carácter de fuente suprema que tiene la Constitución, hace que los Ordenamientos jurídicos establezcan
mecanismos para su defensa (reforma constitucional y control de constitucionalidad).
La reforma constitucional permite adaptar la Constitución a las cambiantes necesidades de la sociedad sin
menospreciar su carácter supremo.
Según la definición clásica, las constituciones pueden ser rígidas (incorporan en su articulado el
procedimiento para su reforma) o flexibles (las que silencian lo relativo a su propia reforma y pueden ser
reformadas mediante el procedimiento legislativo común).
La CE es rígida y el procedimiento para su reforma está incluido en el Título X.
Existen dos posiciones enfrentadas entre la doctrina, en lo que se refiere a si existen o no leyes de reforma
constitucional. Un sector afirma que durante el procedimiento de aprobación no pasan de ser proyectos, y más
tarde pasan a formar parte de la propia Constitución. Otro sector defiende que las leyes de reforma tienen una
doble naturaleza (F. Balaguer), son leyes hasta su publicación, y son Constitución a partir de su vigencia.
5.2 Procedimientos de reforma Constitucional
La CE regula en su Título X, dos procedimientos de reforma, la reforma ordinaria y la agravada. La iniciativa
en ambos casos, corresponde al Gobierno, al Congreso, al Senado, y a las Asambleas de las CCAA. Queda
vedada la iniciativa popular (art. 166 por remisión al art. 87. 1 y 2 CE).
• Reforma ordinaria: se aplica para la modificación de cualquier precepto constitucional, con excepción de
las materias reservadas para la reforma agravada. El proyecto de reforma, d3ebe ser aprobado por una
mayoría de 3/5 de cada una de las Cámaras. Si no hay acuerdo, se forma una comisión mixta con igual nº
de senadores y diputados, que presentarán un texto a votación del Congreso y del Senado (art. 167.1 CE); si
aun así no hubiese acuerdo, la reforma podría quedar aprobada si el Congreso la acepta por mayoría de 2/3,
después que el Senado le hubiese dado su apoyo por mayoría absoluta. En los 15 días posteriores a la
aprobación, si así lo decide una décima parte de cualquiera de las Cámaras, la reforma puede ser sometida a
referéndum (art. 167.3 CE).
• Reforma agravada: el art. 168.1 CE nos dice que materias deben ser objeto de esta reforma. Nos dice este
precepto que tal procedimiento debe aplicarse cuando se pretenda realizar una revisión total de la CE o una
parcial que afecte:
• Al Título Preliminar (art. 1 a 9 CE).
• AL Capítulo 2º, sección 1ª, del Título I (arts. 15 a 29 CE) que regula los derechos fundamentales.
• Al Título II, (arts. 56 a 65 CE) que regula la Corona.
Para iniciar el procedimiento se necesita la aprobación por mayoría de 2/3 de cada Cámara, y a continuación,
la disolución inmediata de ambas Cámaras (art. 168.1 CE). A continuación se celebrarán elecciones y se
formarán las nuevas Cámaras, que deben ratificar la decisión de reforma y proceder al estudio del texto de
reforma que debe ser aprobado por mayoría de 2/3 de ambas Cámaras (art. 168.2 CE). Finalizada la
tramitación Parlamentaria, el texto será sometido a referendum.
77
La CE no incluye cláusula de intangibilidad, aunque si prevé límites temporales (no se puede iniciar en tiempo
de guerra, o de vigencia de los estados de alarma, excepción o sitio).
6. LAS FUENTES CON VALOR DE LEY
6.1 El Decreto−Ley
El art. 86 CE permite al Gobierno que dicte disposiciones legislativas provisionales en forma de
Decretos−Leyes. Se podría sintetizar la configuración Constitucional del Decreto−Ley en las siguientes notas:
• Un supuesto de extraordinaria y urgente necesidad como presupuesto de hecho habilitante.
• Una materia excluida (la regulación de las instituciones básicas del Estado, los derechos, deberes y
libertades de los ciudadanos regulados en el Título I, el régimen de las CCAA y el Derecho electoral
general..
• Asignación de una facultad de aprobación al Gobierno aunque jurídicamente condicionada a la
convalidación del Congreso de los Diputados.
Los DL son normas con rango de ley que, tras su aprobación por el Gobierno y entrada en vigor, deben ser
sometidos a votación de totalidad, para su convalidación o derogación, al Pleno del Congreso de los
Diputados (también puede realizarse en la Diputación Permanente), en los siguientes treinta días siguientes a
su promulgación.
Para la convalidación de un DL basta la mayoría simple. La CE recoge la posibilidad de que el DL sea
tramitado como proyecto de ley, así, el art. 151 RCD establece, que una vez convalidado un DL, el Presidente
preguntará si algún Grupo Parlamentario quiere tramitarlo como proyecto de ley, y en caso afirmativo, la
solicitud se somete a la Cámara (o en su caso a la Diputación Permanente) y de ser aprobada, el texto se
tramita como un proyecto de ley por el procedimiento de urgencia sin que sean admisibles las enmiendas de
totalidad de devolución (art. 151.4 RCD).
Los DL son normas con rango y fuerza de ley que pueden ser sometidas a control de constitucionalidad ante el
TC (art. 27.1 LOTC).
En el ámbito autonómico, ningún EEAA ha incorporado el DL.
6.2 El Decreto−Legislativo
Son normas con rango de ley que el Gobierno dicta previa habilitación de las Cortes Generales; según el art.
82 CE, las Cortes Generales podrán delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley
sobre materias determinadas siempre que no se trate de materias reservadas a ley orgánica.
La delegación legislativa de las Cortes puede adoptar dos formas:
• La de una ley de bases cuando la delegación legislativa se hace a favor del Gobierno para que este elabore
un texto articulado.
• La de una ley ordinaria cuando dicha delegación tenga como fin refundir varios textos legales en uno solo.
La delegación legislativa se otorga al Gobierno de forma expresa y para materia concreta, con fijación de un
plazo para su ejercicio (art. 82.3 CE), y se agota una vez que el Gobierno hace uso de la misma mediante la
publicación de la correspondiente norma. La CE subdelegar en autoridades distintas del propio Gobierno.
Los Decretos Legislativos son normas con rango y fuerza de ley susceptibles de ser sometidas a control de
constitucionalidad ante el TC.
78
Los Decretos Legislativos, han sido reconocidos en el ámbito autonómico, en los respectivos EEAA.
6.3 Los Reglamentos Parlamentarios
Son la norma básica de organización y funcionamiento de las Cámaras legislativas.
El principio de autonomía normativa que la CE reconoce a las Cortes Generales, se manifiesta en la
aprobación por cada una de las Cámaras, Congreso y Senado, de sus respectivos Reglamentos; hecho que
también se les reconoce a los Parlamentos unicamerales de las diferentes CCAA. La CE prevé la aprobación,
por mayoría absoluta de cada Cámara, un Reglamento de las Cortes Generales, llamado a regular los actos
conjuntos (art. 72.2 CE y 27.2 LOTC), aunque aún no se ha cumplido.
Poseen rango de ley y pueden ser residenciadas ante el TC (art. 27.2 d LOTC)
7. LAS FUENTES CON RANGO INFERIOR A LA LEY
En el sistema español la ley es fuente jerárquicamente superior y goza, además de primacía que permite que
cualquier materia sea regulada por ley, quedando el reglamento, en la mayoría de los casos (hay que exceptuar
los reglamentos de las Cortes y de las asambleas legislativas de las CCAA) circunscrito a la regulación de
desarrollo o complementaria de dichas materias. En este sentido, el artículo 97 CE asigna la potestad
reglamentaria al Gobierno que la ejercerá de acuerdo con la Constitución y las leyes.
Existen varias clasificaciones para ordenar estas normas de rango inferior a la ley. Una de las que resulta más
útil es la que distingue los reglamentos por su relación con la ley, por las materias que regulan, y por la
autoridad de que emanan:
• Por su relación con la ley :
• Independientes. En España no hay reserva reglamentaria, y se entiende que los reglamentos
independientes o paralegales son los que se dictan en ausencia de ley que regule expresamente la
materia. No pueden contravenir el bloque de legalidad en su conjunto, ni los preceptos
constitucionales.
• Ejecutivos. Son los que desarrollan o complementan una ley; quedan sujetos a su contenido y
subordinados jerárquicamente a ella.
• De necesidad. Son reglamentos dictados en casos extraordinarios que, en ocasiones están cercanos al
concepto de actos administrativos. Se trata de una norma provisional que decae en el momento en que
desaparecen o cesan las circunstancias excepcionales que aconsejaron su aprobación.
• Por las materias que regulan:
• Administrativos. Regulan una relación concreta dentro de la Administración Pública o la organización
administrativa interna.
• Jurídicos. Son los que regulan situaciones generales entre la Administración Pública y el conjunto de
los ciudadanos. Solo pueden dictarse en ejecución de una ley previa y con sujeción a la misma.
• Por el órgano que los dicta:
• Estatales. Dictados por los órganos del poder central. Son disposiciones administrativas de carácter
general, y el art. 23.2 LRJAE los gradúa jerárquicamente de la siguiente forma:
• Los dictados por el Gobierno según la facultad reconocida en el art. 97 CE, el cual confiere al Gobierno la
potestad reglamentaria de conformidad con la Constitución y las leyes. Estos reglamentos se aprueban por
79
Real Decreto.
• Los dictados por las comisiones delegadas del Gobierno.
• Los emanados de los Ministerios (Órdenes Ministeriales circunscritas a las materias propias de sus
respectivos departamentos).
• Los dictados por autoridades inferiores que adoptan la forma de Resolución, Instrucción o Circular.
• De las CCAA.. La denominación es similar a la del ámbito estatal, aunque algunos EEAA han
reconocido la capacidad reglamentaria no solo del Ejecutivo de la CCAA, sino también del
Legislativo.
• De los entes locales. Siguiendo lo establecido en la Ley de Bases de Régimen Local se pueden
distinguir las siguientes normas:
• Reglamentos orgánicos que regulan la organización interna del ente local.
• Ordenanzas locales, dictadas por el Pleno del ente local.
• Bandos del Alcalde en materias de su competencia.
• De entes institucionales. son normas reglamentarias que regulan organismos autónomos estatales,
autonómicos o locales, o bien organismos de naturaleza corporativa, como los Colegios profesionales
o Universidades.
LECCIÓN 11
EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO.
• LA DEFINICIÓN DEL ESTADO ESPAÑOL COMO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO.
La Constitución de 1978 establece que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho.
Esta fórmula pretende plasmar un grado en la evolución del Estado de Derecho, a partir del cual debemos
acercarnos al análisis de la fórmula constitucional, en el cual debe incluirse el estudio sobre el alcance que el
término democrático posee en la fórmula adoptada por la Constitución española.
Puede afirmarse que el poder y el Derecho son dos elementos inseparables en toda organización social, y que
parecen difícilmente conciliables pero, precisamente por ser contrapuestos, su equilibrio y armonía aportan
uno de los más valiosos factores de organización a las sociedades humanas.
Es necesario armonizar poder y Derecho, para que la fuerza innovadora del poder camine en el mismo sentido
que los principios y valores queridos por la sociedad y quede delimitado y limitado por el Derecho.
La conveniencia de controlar el poder político había sido ya motivo de preocupación en diversos autores a lo
largo de la historia, pero cobró mayor auge durante el siglo XVII, en las teorías de Montesquieu, quien
defendió el principio de separación de poderes como medio de control del poder político. Por otro lado, la
repulsa contra el poder absoluto está en la base misma d la Revolución Gloriosa inglesa de 1688, en la
Declaración de Independencia americana de 1776 y en la Revolución Francesa de 1789.
El Estado es una forma determinada de organizar la colectividad basada en la institucionalización del poder
político, lo que supuso un avance notable respecto de formas anteriores de organización política.
Hoy día, no interesa tanto si el Estado es una forma de organización floreciente o caduca, sino cuál es el
modelo de Estado que mejor puede cumplir las aspiraciones de los pueblos y aportar soluciones viables a los
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múltiples retos que tienen planteados las sociedades actuales.
No es fácil, pues, alcanzar una definición universal del concepto de Estado dada por la multiplicidad de
formas adoptadas en los distintos países del mundo. Pero pueden extraerse conclusiones de carácter general en
regímenes que participan de principios organizativos semejantes.
Podemos así acercarnos a dicha definición tomando en consideración 4 aspectos esenciales:
• La subordinación del poder político al Derecho y su control por éste ( Estado de Derecho).
• Las relaciones entre el Estado y la Economía (Estado liberal, Estado social).
• La participación de los ciudadanos en la organización política (Estado democrático).
• La integración del Estado en organizaciones supranacionales (Estado internacionalmente integrado).
• EL ESTADO DE DERECHO.
El Estado de Derecho es una concepción del Estado que se ha extendido progresivamente desde que se
formuló en 1832.
El Estado de Derecho pretende consolidad un modelo de Estado presidido por la idea central de la limitación
jurídica del poder, pudiendo definir así el Estado de Derecho como una forma de Estado en el que el poder se
encuentra efectivamente limitado y controlado por el Derecho.
• La formulación teórica del Estado de Derecho.
La fórmula originaria del Estado de Derecho incorporaba 3 principios:
• El imperio de la Ley: Doctrinalmente se ha defendido unas veces que el concepto de imperio de la ley se
cumple con la existencia de leyes previas y conocidas, haciendo abstracción del origen de las mismas y
otras que precisa inexcusablemente que la ley sea expresión de la voluntad popular, en cuyo caso debe ser
elaborada y aprobada por la representación del pueblo libremente escogida.
Sólo en este segundo caso puede afirmarse que el Derecho actúa de límite del poder político. El Derecho no
legitima cualquier valor dándole forma de ley, sino que debe responder a la idea de justicia y a la defensa de la
libertad. No debe confundirse pues, un Estado legal con un Estado de Derecho.
• La división de poderes: El Estado de Derecho consolida la subordinación del ejercicio del poder político al
Derecho mediante la separación del mismo en distintos órganos que asumen funciones diversas y que
contribuyen al control recíproco de todos ellos.
• El reconocimiento de los derechos y libertades: Con el imperio de la ley se impulsa el reconocimiento
jurídico positivo de unos derechos básicos y su incorporación a textos escritos superando su formulación
meramente filosófica. Ejemplos son la Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia de 1776, y la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
En este punto, el Estado de derecho no alcanzó sino a propugnar el reconocimiento de un elenco de derechos
básicos eficaces sólo para una parte mínima de la población. Con todo, supuso un importante avance.
• Insuficiencias de la formulación teórica del Estado de Derecho.
Se presentan 2 problemas:
• La legitimación de la creación del Derecho: Cuando en un primer momento de la evolución del concepto
de Estado de Derecho se propugna el imperio de la ley como medio de limitar el poder político no se
contempla la necesidad de que la ley responda a la voluntad general en el más amplio sentido , lo que
81
habría llevado inexcusablemente a la proclamación de la soberanía popular y a la incorporación del sufragio
universal.
En sus orígenes se trata de un Estado de Derecho predemocrático que, sin embargo, a evolucionado hacia
formas democráticas. En este sentido, un auténtico Estado de Derecho no puede consistir sólo en que sea
observado el derecho en el ejercicio del poder.
El poder absoluto es el que más fácilmente puede modificar el Ordenamiento para adecuarlo a los modos de
cada gobernante. Para poder hablar propiamente de subordinación del poder político al Derecho éste deber ser
elaborado con la participación del titular de la soberanía: el pueblo.
No todo Estado que aparentemente se encuentre limitado por normas jurídicas es un Estado de Derecho.
• El contenido del Derecho: La propia formulación del Estado de Derecho en los comienzos del siglo XIX se
produce en el contexto de un liberalismo que propugnaba unos derechos predemocráticos propios de la
burguesía de la época. No son derechos económicos ni sociales, ni se extienden a toda la población.
Hoy el fin último de esta fórmula de organización de la sociedad es la garantía de la libertad a través del
reconocimiento y tutela de los derechos y libertades de las personas. Es necesaria la participación democrática
de los ciudadanos en la elaboración del Derecho, de forma que los sujetos de esos mismos derechos (los
ciudadanos) sean los que los incorporen al Ordenamiento jurídico.
En la actualidad es necesario matizar el originario concepto de Estado de Derecho y hacerlo descansar en los
siguientes elementos:
• La delimitación de la acción del poder mediante el Derecho.
• La elaboración democrática del Derecho.
• Un contenido mínimo del Ordenamiento jurídico:
• Reconocimiento y tutela eficaz de los derechos y libertades fundamentales.
• Distribución del poder político distinguiendo en varios órganos, como medio de evitar la
concentración del mismo y facilita su control.
• Responsabilidad de los poderes públicos.
Es éste un modelo de Estado en el que el poder quedar subordinado y controlado por el Derecho, el
cual determina los márgenes de su actividad y los medios que debe utilizar para alcanzar los fines
concretos que el mismo Derecho debe definir.
• EL ELEMENTO SOCIAL EN EL ESTADO DE DERECHO.
El estado de Derecho expuesto se ha manifestado históricamente a través del Estado liberal de
Derecho y, posteriormente, del denominado Estado social de Derecho que será el que, finalmente,
articule el elemento social y lo incorpore a la estructura estatal.
• El Estado liberal.
• Concepto: Numerosos países se dotaron de una Constitución escrita durante el régimen liberal en un
intento de formalizar jurídicamente y elevar a rango normativo supremo la idea en la que descansaba
la construcción del Estado de Derecho y el fin primario que se pretendía era el mismo: la limitación
jurídica del poder como garantía de la libertad individual.
Este Estado liberal de Derecho se apoyó, de una parte, en la separación entre la sociedad civil y el
Estado. La mayor parte de las relaciones que afectan a los individuos son ajenas al Estado, el cual
82
extiende su actividad casi exclusivamente realizar y mantener aquellos servicios públicos que no
pueden ser obra de la iniciativa privada; a garantizar el orden público en el interior y la defensa del
país frente a ataques externos.
De otra parte, el Estado liberal contempló al individuo aisladamente, rechazó la realidad grupal y, en
consecuencia, se generalizó la prohibición de las organizaciones intermedias entre el Estado y el
individuo (asociaciones, partidos políticos, etc...).
La idea central de los fisiócratas, según la cual el Estado no puede interferir el orden natural de la
sociedad ni de la economía, que se regulan autónomamente (abstencionismo económico), fue
plenamente asumida por el Estado liberal y generó la defensa a ultranza del mercado como la
expresión de la libertad de distintas fuerzas en cuyo desenvolvimiento el Estado no debe intervenir.
• La lucha por la democracia en el Estado liberal: El Estado liberal no era en su origen un Estado
democrático y ya durante su vigencia surgieron movimientos a favor de la incorporación de elementos
democráticos a su estructura.
En un primer momento, estos movimientos tienen carácter revolucionario y se basan en la idea de la
igualdad. Sin embargo, estas reivindicaciones perdieron progresivamente su carácter revolucionario y
se integraron poco a poco en las instituciones, desde donde propugnan el principio de la soberanía
popular y su expresión más cierta: el sufragio universal.
Con todo, hasta finales del siglo XIX y principios del XX no se logra el sufragio universal masculino
de forma generalizada, y el sufragio universal masculino y femenino no llega hasta más tarde,
avanzando el presente siglo, cuando ya el Estado liberal de Derecho prácticamente ha sido sustituido
por un nuevo modelo del Estado: el Estado social de Derecho.
Al Estado liberal de Derecho clásico le corresponde las llamadas monarquías limitadas, en las cuales
el rey ya no posee un poder absoluto, pero sigue conservando amplias facultades ejecutivas y
comparte, con el Parlamento, el poder legislativo a través del derecho de veto sobre las leyes
aprobadas por el propio Parlamento.
Las reivindicaciones democráticas de este Estado liberal producen una progresiva pérdida de
funciones en el monarca e, incluso, en algunos países la Monarquía es sustituida por la República. El
poder Ejecutivo es asumido cada vez más por Gobiernos que precisan la confianza del Parlamento y
que son responsables políticamente ante éste.
El Estado liberal acoge el principio de igualdad en su manifestación formal o de igualdad ante la ley,
que parte de la premisa de que todos los individuos son iguales con independencia de sus
circunstancias personales, por lo que la igualdad debe manifestarse en una ley general aplicada sin
distinciones.
Pero esta interpretación resultó claramente insuficiente. La realidad demostraba que la premisa en la
que se basaba el principio de igualdad formal o igualdad ante la ley era falso: los individuos no nacían
iguales y sus circunstancias personales eran plurales y cambiantes a lo largo de su vida.
Las reivindicaciones democráticas propugnaron en este sentido, un cambio en la interpretación del
principio de igualdad que cada vez más fue abriéndose a la consideración de las circunstancias
personales de los individuos y de determinados grupos de población. Con todo, el Estado liberal de
Derecho no llegó a ser democrático.
• La crisis del Estado liberal: El Estado liberal no supo responder válidamente a los problemas de la
83
sociedad y su crisis se produjo esencialmente en dos ámbitos:
• En el ámbito político: las estructuras liberales no resistieron las reivindicaciones democráticas y los
cambios que debían operarse para dar entrada a las nuevas concepciones. No supo articular las
garantías que aportaba la fórmula del Estado de Derecho con la necesidad de dar entrada a una
política social basada en cierta igualdad real, no meramente formal.
• En el plano económico: la práctica demostró que el mercado dejado a su libre arbitrio no produce
armonía sino desigualdad, discriminación y por ello marginalidad con la consiguiente tensión social.
Además, el Estado liberal se vio abocado a asumir servicios públicos de manera creciente que, por su
falta de rentabilidad, no eran acometidos por la iniciativa privada. Ello no podía lograrse sino a través
de la vía impositiva lo que llevaba aparejado un inevitable crecimiento de la estructura estatal y una
creciente presión económica sobre los ciudadanos.
Esta incipiente actividad interventora dio lugar a la primera corrección del modelo liberal clásico: el
régimen administrativo de servicios públicos (construcción del ferrocarril, correos y telégrafos,
intervención en el comercio, la industria y la enseñanza).
Con todo, tampoco este modelo intermedio pudo dar solución a los cada vez más complejos
problemas de la sociedad liberal. Parecía evidente que el modelo de Estado liberal no podía
mantenerse y la transformación llegó de la mano del intervensionismo económico a través de un
nuevo modelo de Estado: el Estado social.
• El estado social.
• Concepto: La expresión de Estado social de Derecho es formulada en 1929 por H. Séller y se refiere
al Estado que, partiendo de la originaria fórmula del Estado de Derecho, intenta superar las
contradicciones a las que había llevado el Estado liberal.
La 1ª Guerra Mundial puso fin a la economía libre de mercado y con ella a la teoría de que el
individuo debía atender a las necesidades de su existencia individual sin apoyo estatal alguno. A partir
de entonces, se defiende por el contrario que el Estado debía adoptar las medidas precisas para que los
ciudadanos pudieran subsistir incluso en circunstancias de necesidad.
El estado social se define por en intervensionismo estatal, que se manifiesta en el plano económico,
pero a través de él, alcanza a otros importantes aspectos de la vida de los ciudadanos.
El modelo liberal de Estado de Derecho ha sido corregido y sobrepasado por el modelo social, pero el
Estado social no es la negación del primero. Ambos son Estados de derecho, aunque de signo y
alcance diferentes.
Los nuevos postulados defendidos por el Estado social exigían, por un lado, cambiar el estatuto del
ciudadano, que no debe ser ya sólo una persona integrada en un país política y jurídicamente, sino
también económica, social y culturalmente. Y por otro lado, era necesario transformar el poder
político para que dejara de ser meramente abstencionista y se convirtiera en el factor de ordenación de
la sociedad.
• Caracteres del Estado social de Derecho:
• La lucha por el mínimo existencial (el intervensionismo): El Estado social asume la tarea de
garantizar, aunque sea indirectamente, la subsistencia. Es un estado de prestaciones y de
redistribución de riqueza, en el cual el hombre moderno no sólo vive en el Estado, sino del Estado.
El Estado social de Derecho interviene en la sociedad civil y asume la procura existencial, utilizando
para ello la intervención sistemática y organizada en la economía y la redistribución económica con
fines de igualdad y de justicia.
84
Pero la procura existencial rectamente entendida significa crear las condiciones para el adecuado
despliegue de las potencialidades humanas y no la mera asistencia puntual a casos concretos. El
Estado social no es solamente un Estado benefactor sino que su alcance debe ser el de transformar
progresivamente las condiciones sociales de forma que se elimine la desigualdad, la necesidad y la
opresión.
El estado social opera directa o indirectamente en el mercado, en las relaciones económicas interiores
u en el plano internacional, aunque no necesariamente debe asumir la titularidad de los medios de
producción, pues este modelo de Estado social se centra en la distribución de lo producido.
En el Estado social el sector público y el sector privado interactúan, al igual que el sistema político y
el sistema social.
• El derecho: También los Estados totalitarios pueden ser benefactores, de forma eso sí, arbitraria y
normalmente sesgada. Tratamos ahora de ese modelo de Estado que es social pero cuya actividad
queda sometida al Derecho.
El estado social, como Estado macrointerventor, maneja gran parte del Producto Interior Bruto (PIB)
y, en consecuencia, incide en prácticamente todas las decisiones importantes de los individuos. Ahora,
el control jurídico del poder resulta todavía más necesario.
La subordinación del poder al Derecho no es una exigencia particular de la intervención económica ni
de la redistribución, sino que es el resultado de la incorporación del elemento jurídico al Estado
social. Por lo tanto, si el Estado social lo es también de derecho este último elemento debe configurar
la actuación social del poder.
• La democracia: Las demandas a favor de la intervención económica y de la incorporación de la
democracia socavaron el régimen liberal pero confluyeron en el Estado social.
Tras la 2ª Guerra Mundial la mayoría de los países que responden al modelo de Estado social han
incorporado el sufragio universal activo y pasivo tanto femenino como masculino.
Por otro lado, la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos no se reduce a ejercer el
derecho de sufragio sino que igualmente se manifiesta en la participación de éstos en las instituciones
de democracia directa y en otros modos de participación institucional y su incorporación a una
pluralidad de asociaciones y grupos sociales y políticos.
Esta mayor participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, ha sido posible gracias al cambio
de actitud que el Estado social manifiesta hacia el fenómeno asociativo y respecto a la existencia de
grupos sociales y políticos, lo que ha permitido afirmar a un sector de la doctrina que nos
encontramos en un Estado de asociaciones.
El Estado social se apoya en estas instituciones colectivas para llegar a los problemas individuales.
Hace compatible los elementos democráticos con la programación económica y las medidas de
redistribución de la riqueza.
• El principio de igualdad y la incorporación de los derechos económicos: Bajo el Estado liberal, la
libertad era una mera palabra para todos aquellos que no disponían de los necesario para subsistir.
Las diferencias sociales y la crisis económica y social acabaron con esta concepción. Estado social
supone la superación de la interpretación meramente formal de los derechos y libertades para alcanzar
su ejercicio efectivo y su plena garantía.
85
Desde el primer tercio de este siglo y con desigual fortuna, los distintos ordenamientos
constitucionales han ido incorporando a sus textos los derechos económicos−sociales, empezando por
la Constitución mexicana de 1917.
En España, la Constitución republicana de 1931 inició la incorporación de los derechos
económico−sociales y la Constitución de 1978 ha mantenido y afianzado esta constitucionalización.
La cobertura jurídica actúa como reconocimiento expreso de la insuficiencia de los derechos
defendidos por la burguesía liberal y como pauta y exigencia de actuación de los poderes públicos.
El estado social debía completar la interpretación formal del principio de igualdad de manera que le
permitiera nivelar la desigualdad en la que se desenvolvía la vida de gran parte de los ciudadanos.
Surge así el concepto de igualdad real y efectiva, que permite al legislador distinguir entre las
distintas condiciones en que se encuentran los ciudadanos individual o grupalmente considerados.
El Estado social sin embargo no podía prescindir del concepto jurídico formal de igualdad, por lo que
ambas interpretaciones debían ser integradas en la práctica de este modelo de estado.
Debía atenderse a los elementos que diferenciaban a categorías y grupos de ciudadanos, aunque sin
destruir la seguridad jurídica y el mínimo nivel de trato igual.
• La crisis del Estado social: hacia la mitad del siglo el Estado social se conoce también como Estado
de bienestar social, con tendencia a controlar el poder económico para mantener su propia estructura y
asegurar el bienestar de la sociedad.
Entre la 2ª Guerra Mundial y la crisis energética de 1973 el Estado interventor ha aplicado el gasto
público y la programación económica a la consecución de ciertos efectos redistributivos. Ha
consolidado, por otro lado, su posición como árbitro y garante de las condiciones de vida de los
ciudadanos.
Ahora bien, estos efectos sólo han podido llevarse a cabo en una época de cierta expansión
económica. En los últimos años, por el contrario, las críticas al estado social se han hecho más
patentes debido a la crisis económica generalizada de muchos países, donde sus gobiernos se han
visto ante la disyuntiva de aumentar en exceso el gasto público y consiguientemente el déficit o
disminuir las prestaciones sociales.
De otra parte, los ciudadanos no sólo no renuncian a la ayuda del estado, sino que incluso la
demandan con más ahínco en épocas de recesión económica. Por último, el aumento imparable del
déficit público puede llevar a la quiebra del Estado tanto en el interior como en sus relaciones
internacionales.
Por otro lado, en el plano social, se alega que el intervensionismo estatal elimina cada vez más
amplios campos de libertad individual, y sólo puede neutralizarse el problema mediante la
participación de los ciudadanos en la organización de la sociedad, a través de la democracia.
La participación del pueblo permite que las actuaciones del Estado no se configuren como dictados
unilaterales de éste, sino que se apoyen en un consenso social y respondan a demandas de la sociedad.
La desaparición del Estado social parece en la actualidad muy poco probable, aunque las cambiantes
situaciones económicas y los distintos programas de los partidos políticos gubernamentales sí pueden
incidir en la mayor o menor intervención estatal en la economía y el consiguiente aumento o
disminución de las prestaciones sociales.
86
• EL ELEMENTO DEMOCRÁTICO EN EL ESTADO DE DERECHO.
El Estado de Derecho se ha convertido en muchos países en una estructura democrática mediante la
participación efectiva de los ciudadanos en la organización política, el reconocimiento de la soberanía
del pueblo, el sufragio universal y el pluralismo político y social.
Podemos diferenciar en el elemento democrático dos aspectos:
• Político: muestra la democracia como una fórmula o instrumento técnico de participación de los
ciudadanos en los asuntos públicos, en la elaboración de las leyes y en el control de los gobernantes.
• Social: la muestra como una forma u organización de la vida social, económica, cultural, religiosa,
mediante unos principios básicos de convivencia que se fundamentan en el respeto de la persona y de
los derechos y libertades propios.
En los orígenes del Estado constitucional de democracia estaba unida a la idea de igualdad y al
autogobierno directo del pueblo. Pero el autogobierno es difícilmente aplicable en la práctica, por lo
que hoy hemos acabado hablando de democracia representativa.
En los modernos Estados el elemento democrático, políticamente, aporta al Estado de Derecho, al
menos:
• Los mecanismos que permiten la participación libre y eficaz de los ciudadanos.
• Los mecanismos eficaces de exigencia de responsabilidad a los poderes públicos.
• La posibilidad de modificar las opciones políticas adoptadas, de forma que en ningún caso la sociedad
se encuentre presa de sus propias decisiones y se permita siempre el cambio.
Y este mismo elemento democrático aporta al Estado social de derecho la igualdad como principio
jurídico y político sin merma de la libertad individual y de la garantía de los demás derechos y
libertades individuales.
• INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 1.1 DE LA CONSTITUCIÓN.
Los constituyentes de 1978 se encontraron con una realidad estatal muy extendida en los países
europeos:
• La de un Estado, jurídicamente limitado (Estado de Derecho).
• Con fines de nivelación de la desigualdad y del logro de la justicia social (Estado social).
• Y, de manera inexcusable, un Estado en el que se reconocieran el pluralismo político y la
participación de los ciudadanos (democracia).
Los constituyentes de 1978 adoptaron finalmente en el artículo 1.1 de la Constitución una fórmula que
intenta sintetizar la evolución del Estado hasta ese último tercio del siglo XX en el que se redacta el
texto: España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho..., siendo lo más peculiar la
inclusión del término democrático.
La fórmula recogida tiene su precedente más directo en la Ley Fundamental de Bonn de 1949.
El modelo de Estado social y democrático de Derecho constituye al Estado, normativa e
institucionalmente, en el nivel fundamental que cimienta a todo el Ordenamiento jurídico. Cada uno
de estos conceptos se influyen, condicionan y limitan mutuamente de manera que es su síntesis lo que
define la fórmula.
87
La idea de limite y control del poder preside el texto constitucional, mientras que los principios
básicos del Estado social han sido acogidos igualmente por la Constitución, en el reconocimiento de
la igualdad formal, y de la real y efectiva, en la regulación de un sistema económico corregido por la
intervención pública y en el reconocimiento y garantía de determinadas libertades de contenido social.
El término democrático implica una determinada forma de concebir el sistema político y el
reconocimiento de la soberanía popular, del pluralismo político y sindical entre otros, de la
participación de los ciudadanos.
Podemos concluir que el Estado social y democrático de Derecho supone la integración en el
Ordenamiento jurídico de al menos, los siguientes elementos:
• Soberanía popular, de la que emanan todos los poderes del Estado.
• Legitimación de los gobernantes por medio de elecciones periódicas por sufragio universal y con
pluralidad de opciones políticas.
• Separación de poderes y sometimiento de los gobernantes a la ley; control y responsabilidad por sus
actos.
• Defensa de la Constitución por el Tribunal Constitucional.
• Reconocimiento y garantía de los derechos y libertades, incluidos los derechos económicos, sociales y
culturales.
• Consecución de la igualdad real y efectiva a través de la actividad promocional de los poderes
públicos.
• Intervención de los poderes públicos en la economía y subordinación de ésta al interés general.
• Promoción de la integración de los ciudadanos en organizaciones políticas y sociales para favorecer la
participación de todos y el control.
• LOS VALORES CONSTITUCIONALES.
• CONFIGURACIÓN DE LOS VALORES DE LA CONSTITUCIÓN.
La Constitución denomina valores superiores del Ordenamiento jurídico a la libertad, igualdad,
justicia y pluralismo político. La inclusión de estos valores debe entenderse como manifestación de
los máximos objetivos que se impone a sí mismo el régimen constitucional, y representan los pilares
sobre los que una comunidad basa y asienta su organización socio−política.
Poseen una triple dimensión:
• Fundamentadora de los principios, derechos e instituciones que contiene la Constitución,
constituyéndose en criterio interpretador básico de la misma.
• Orientadora del Ordenamiento hacia la consecución de los fines establecidos en el mismo texto,
considerándose ilegítima toda actuación que vulnere el sistema axiológico de la Constitución.
• Crítica en cuanto que su función es servir de parámetro de valoración de hechos o conductas.
Con la inclusión de estos valores se desea romper con el régimen anterior, proclamando valores
ausentes del Ordenamiento jurídico precedente.
• La justicia.
Es el valor que encierra una mayor carga simbólica, aunque también carece en gran medida de un
contenido material propio y permanente.
Salvo que se identifique la justicia con el Derecho Natural, con el orden establecido por Dios, este
valor constitucional puede ser definido como el objetivo del Derecho para la realización de la
condición humana y eso no es nada distinto de la libertad y de la igualdad en el ámbito de la cultura
88
en la que nos movemos.
• La igualdad.
Requiere un elemento de comparación y en la Constitución española este valor se ha manifestado en
la igualdad ante la ley, que prohíbe toda discriminación, y la igualdad real y efectiva que exige a los
poderes públicos la remoción de todos cuantos obstáculos impidan la realización de la igualdad de las
personas y de los grupos en que se integran.
• La libertad.
Elemento básico. Es el que da sentido a los demás y sin el cual los demás valores se desfiguran y
pierden entidad.
Sin libertad no existe pluralismo político ni de ningún tipo.
• El pluralismo político.
Significa que el régimen defiende como válido y legítimo el ejercicio del poder político basado en la
libertad y pluralidad de opciones. La competición libre entre todas ellas y la posibilidad de que los
ciudadanos las conozcan y se integren en ellas con plena libertad.
Puede afirmarse que la distinta articulación de los valores superiores incorporados al artículo 1.1 no
representa que exista una jerarquía entre ellos, ni la enumeración que hace este artículo sea
exhaustiva, sino que el Constituyente ha citado unos valores significativos para cimentar el estado
social y democrático de Derecho.
• EFICACIA NORMATIVA DE LOS VALORES.
Parece, por lo que hemos visto, que los valores, como valores o metas del Estado en su actuación,
tienen un indudable sentido orientador, pero ¿son normas directamente aplicables?
Algún sector de la doctrina ha afirmado que los valores precisan de otros preceptos constitucionales y
normas de distinto rango para poder ser efectivos como se mantuvo en un momento inicial, incluso en
la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Otro sector de tratadistas y fundamentalmente la jurisprudencia del Tribunal Constitucional han
afirmado que los valores pueden ser aplicados directamente, pues su inclusión en el texto
constitucional les otorga valor normativo supremo. Esta es la postura más convincente, pues el valor
normativo de la Constitución se extiende a todo su articulado, a excepción de su Preámbulo.
Debemos distinguir entre valores, principios y normas, a los que debemos añadir también los
fundamentos contenidos en el Artículo 10.
En cuanto a los principios, la Constitución trata de ellos en relación con diversos temas:
• Principios constitucionales en relación con la creación de centros docentes, y respecto a los principios
democráticos en la educación.
• Principios de la Constitución para referirse a la regulación de las Fuerzas Armadas.
• Principios contenidos en el Artículo 9.3: legalidad, jerarquía normativa, publicidad de las normas,
irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos
individuales, seguridad jurídica, responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes
89
públicos.
• Principios rectores de la política social y económica.
• Principio de igualdad ante la ley, y sus manifestaciones en relación a algunos temas, como igualdad
de los hijos.
• Principio de solidaridad entre todos los españoles y de coordinación entre las Haciendas económicas y
estatal en materia de Estado autonómico.
Los valores son conceptos muy amplios a los que los principios dan concreción; valores y principios
se complementan, creando un entramado más sólido del Ordenamiento jurídico.
Los valores no pueden ser considerados aisladamente sino como parte esencial de un sistema cuyos
parámetros éticos definen, constituyéndose como referentes necesarios para la producción,
interpretación y aplicación del Derecho.
También las normas serían más concretas que los principios y éstos más concretos que los valores.
Los valores poseen su funcionalidad más directa en ser criterios de interpretación del resto del
Ordenamiento jurídico.
• LOS FUNDAMENTOS DEL ORDEN CONSTITUCIONAL.
Según el artículo 10.1 de la Constitución, los fundamentos son:
• La dignidad de la persona.
• Los derechos inviolables que le son inherentes.
• El libre desarrollo de la personalidad.
• El respeto a la ley y a los derechos de los demás.
En tanto que sirven de apoyo, alientan e informan el orden político y la paz social, los fundamentos
son elementos de definición del régimen constitucional, puntos de apoyo de éste más que principios
técnicos−jurídicos de desarrollo, aunque poseen un importante valor como criterios de interpretación,
sobretodo en materia de derechos y libertades.
La dignidad puede ser considerada como elemento central, apareciendo los demás como
manifestaciones o consecuencias del reconocimiento constitucional de la dignidad humana.
La no inclusión de la dignidad de las personas entre los valores superiores del ordenamiento (libertad,
justicia, igualdad y pluralismo político) quizás pueda justificarse por ser precisamente la dignidad el
concepto troncal que ha de informar el resto de los derechos constitucionales regulados en el Título I.
También es posible que todo el artículo 10.1 esté impregnado del deseo de introducir, de enmarcar el
Título que contiene el elenco de derechos y libertades, intención que ya fue puesta de manifiesto
durante los debates constituyentes.
Con todo es igualmente cierto que las fórmulas finalmente adoptadas por estos preceptos son
intercambiables en el sentido de que ambos pretenden fundamentar el régimen constitucional
incidiendo en los aspectos que deben respetarse y en los que deben basarse la actuación de los poderes
públicos.
El logro de la libertad, de la justicia y de la igualdad llevará aparejado el respeto de la libertad de la
persona y de sus derechos de conformidad con el Ordenamiento, con lo que mantendrá el orden
político y la paz social.
90
LECCIÓN 12
LA MONARQUIA PARLAMENTARIA
• RELACIÓN ENTRE VALORES, PRINCIPIOS, FUNDAMENTOS Y OPCIONES
CONSTITUCIONALES.
El art. 1.1. enuncia cuatro valores superiores que representan los pilares de nuestro régimen
constitucional. Por otra parte, la Constitución habla de principios y de fundamentos del orden político
y de la paz social.
La relación entre los valores y los principios del texto constitucional es de técnica jurídica y de
concreción y juntos a ambos, la Constitución ha incorporado los fundamentos del orden político y de
la paz social.
La Constitución, junto a unos valores, unos fundamentos y unos principios, ha adoptado unas
opciones político−jurídicas básicas.
Las opciones constitucionales representan la elección que en 1978 hizo en la regulación de algunos
temas básicos en la configuración del nuevo orden político. Hablamos de opción o de elección porque
cabía más de un modelo sin perjudicar el sistema democrático elegido, las circunstancias
histórico−sociales determinaron en alguna medida la opción de los contribuyentes.
Son opciones básicas de la Constitución:
• La Monarquía parlamentaria como forma de Jefatura del Estado.
• La democracia representativa, con escasos elementos de democracia directa, articulada en torno al
pluralismo político.
• El Estado Autonómico como forma de organización territorial.
• Un amplio catálogo de derechos y libertades dentro del texto constitucional.
• Una concepción rígida en cuanto a la reforma constitucional.
• LA OPCIÓN CONSTITUCIONAL POR LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA.
2.1. La Monarquía: Concepto.
Tipos de Monarquía en función del mayor o menor poder efectivo de los monarcas.
2.1.1. La Monarquía absoluta.
El Rey es el titular, ejecutor material y directo del poder político, ostentando el poder legislativo,
ejecutivo y judicial. Representa la plenitud del principio monárquico y el rey es el origen y el centro
del Ordenamiento incluido el poder constituyente.
2.1.2. La Monarquía limitada.
También llamada moderada o constitucional, representa el intento de adaptar el principio monárquico
a nuevas situaciones, el monarca conservaba el poder ejecutivo y compartía el legislativo y el
constituyente con el Parlamento oligárquico, no representado por todos los ciudadanos, sino por las
clases privilegiadas. El Rey aparece como poder neutral, moderador y arbitral que, lo situaba por
encima de los demás poderes. Este modelo tuvo una aplicación práctica a lo largo de la historia
española, puesto que los monarcas imprimieron su talante en las relaciones políticas.
91
Dentro de este modelo, podemos diferenciar, un tipo de Monarquía en la que por el pacto entre el Rey
y la nación es más equilibrado la disminución de la preponderancia regia de la Monarquía limitada. Se
le denomina Monarquía orleanista por haberse desenvuelto en Francia bajo el reinado de la dinastía
de Orleans y se caracteriza por la consolidación del gobierno como órgano colegiado dibujándose la
figura del Primer Ministro; por la traslación progresiva de la decisión de los actos regios al ministro
refrendante y por la aparición, junto a la responsabilidad penal, de la responsabilidad política de los
ministros.
2.1.3. La Monarquía parlamentaria.
El rey no es titular de ningún poder; sus actos tienen su fundamento en la Constitución y las leyes de
desarrollo. Carece de autonomía política, aunque ejerce importantes funciones como representante del
Estado y encarnando la más alta magistratura de la Nación. También al Monarca parlamentario le
puede reconocer la Constitución ciertas parcelas de autonomía.
Este tipo de Monarquía es producto de una larga evolución de la cual interesa fundamentalmente el
tránsito de la Monarquía limitada y constitucional a la parlamentaria que se ha producido como
consecuencia de una mutación constitucional.
La Monarquía parlamentaria es compatible con el sistema democrático, aunque conserva aspectos que
sólo se producen en esta institución como es el orden sucesorio o el peculiar estatuto jurídico del Rey
y de los miembros de la Familia Real.
El modelo podría, definirse en torno a las siguientes notas:
• El Rey no es el titular de la soberanía sino el pueblo.
• El Monarca no es titular de ninguno de los tres poderes.
• Irresponsabilidad regia, precisando los actos del rey, el refrendo de quien resulte responsable de ellos.
• Atribución al rey de facultades de representación y símbolo del Estado.
En España, la transición entre el modelo de Monarquía diseñada por el régimen anterior y la
Monarquía parlamentaria regulada en la Constitución, se ha producido en un espacio muy breve de
tiempo, apenas tres años, inicio de la transición política hasta la aprobación de la Constitución.
2.1.4. La Monarquía democrático−parlamentaria.
Considerar que la Monarquía parlamentaria es el último eslabón en la evolución, debe considerarse,
que existe una Monarquía, la sueca tras la reforma constitucional de 1974, cuyo grado de
participación en los actos estatales es mucho menor que el que es propio en una Monarquía
parlamentaria. Sigue siendo Monarquía, sigue atribuyendo la titularidad de la jefatura del estado a una
dinastía conforme a un orden de sucesión; sigue siendo parlamentaria, éste es el sistema de gobierno
adoptado y es democrática porque la función política está basada en esta naturaleza, en la voluntad
popular mediante la participación ciudadana. El Rey, en Suecia, tras la reforma representa la unidad
del Estado, no participa en los actos estatales atribuidos a poderes responsables; no manifiesta las
decisiones políticas que adopten los órganos estatales como sucede en las Monarquías parlamentaria.
En la Monarquía sueca el rey no nombra al Primer Ministro, ni al Gobierno, ni disuelve el
Parlamento, ni sanciona ni promulga las leyes ni otro acto que, en las monarquías parlamentarias,
deben contar con la participación del monarca aunque, sus actos sean tasado constitucional y
legalmente.
Estaríamos, ante una evolución de poder absoluto del monarca (monarquía absoluta); de poderes
92
efectivos del rey (monarquía limitada y monarquía constitucional); de excepciones (monarquía
parlamentaria) y de exclusión de la participación en los actos estatales excepción de carácter
simbólico (monarquía democrático−parlamentaria). Es obligado constar que la monarquía
parlamentaria cumple las exigencias de los principios democráticos, su compatibilidad con este
sistema es igual que la que pueda ofrecer el modelo que la doctrina denomina monarquía
democrático−parlamentaria.
• LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA EN LA CONTITUCION ESPAÑOLA.
3.1. La Monarquía parlamentaria en el artículo 1.3. de la Constitución.
El Art. 1.3. afirma: La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria., el texto
constitucional dedica el Título II a la Corona. Esta redacción resulta una verdadera novedad, pues no
existe en el Derecho Comparado ni en nuestra tradición una formulación semejante.
Tras la experiencia republicana de 1931, las Leyes Fundamentales del régimen anterior configuraron
un Estado en torno a Francisco Franco. A partir de la Ley de Sucesión de 1947 España quedó
constituida en Reino, aunque no se designó sucesor hasta 1969.
Este precedente, carece de relevancia jurídica (no histórica) en lo que se refiere al tipo de Monarquía
en la Constitución vigente, pues ésta ha optado por una Monarquía parlamentaria alejada de la
continuista que pretendía la Ley de Sucesión y la Ley Orgánica de 1967.
En consecuencia, la Constitución que consagra el viejo régimen parlamentario, contiene un tipo de
Jefatura nueva en la historia constitucional española y lo es porque es magistratura permite el
funcionamiento del sistema parlamentario. Dos notas avalan esta afirmación: la soberanía corresponde
al pueblo español del que emanan los poderes del Estado, no siendo el rey, ni titular ni cotitular de la
soberanía; y el principio de división de poderes que, no está recogido en la Constitución, informa, la
organización de los poderes públicos a partir de 1978, determina la naturaleza de la Corona como
poder constituido y sometido como los demás órganos y poderes del Estado a la Constitución y al
resto del Ordenamiento jurídico.
3.2. Trabajos parlamentarios.
Las Cortes constituyentes consagraron, una Monarquía basada en los principios parlamentarios, lo que
se llevó a efecto, ex novo, desde los mismos preceptos constitucionales. Esta es, una característica de
la Monarquía parlamentaria española, ser definida por la propia Constitución.
En sede constituyente las fuerzas políticas se dividieron en torno a la configuración de la Monarquía:
• El Partido Socialista Obrero Español, mantuvo un voto particular defendiendo la forma republicana de
Jefatura del Estado, tal defensa era más testimonial que de fondo.
• El Partido Comunista fue consciente de su incapacidad para librar batalla en este campo, sus trabajos
se centraron en otras partes de la Constitución de más trascendencia práctica para la defensa de su
tesis.
• El Centro y la derecha eran favorables a la forma monárquica de Jefatura del Estado, aunque no había
acuerdo a la configuración de la misma y, en lo referente a los poderes y facultades del Rey:
− Alianza Popular pretendía una magistratura regia con cierto grado de poder efectivo.
− Un sector de Unión de Centro Democrático defendía la parlamentarización de la Monarquía
separando al rey de todo poder político activo; otro sector se alineaba con la tesis de Alianza Popular.
93
Finalmente triunfaron la forma monárquica para la Jefatura del Estado y, la parlamentarización de la
misma, su configuración, como magistratura simbólica representativa sin poderes efectivos.
3.3. La legitimidad de la Monarquía de 1978.
Cuando mencionamos el término legitimidad para referirlo a la Monarquía nos estamos preguntando
por la existencia de la Monarquía. En este sentido, suele distinguirse entre:
• La legitimidad franquista, la monarquía actual tiene su origen y su justificación en la legalidad
franquista.
• La legitimidad dinástica es la existencia de una dinastía tradicional la que justificaría a la Monarquía
actual.
• La legitimidad democrática, avalaría la existencia de la monarquía aceptada por el pueblo mediante su
incorporación a la Constitución y la posterior aprobación mediante el referéndum del 6 de diciembre
de 1978.
El problema de la legitimidad de la monarquía se complica porque se considera excluyentes entre sí
los tres tipos de legitimidad expuestos.
En cuanto a la legitimidad franquista es innegable que, tras el exilio del rey Alfonso XII en 1931, la
monarquía se incorpora nuevamente al Ordenamiento español a través de la Ley de Sucesión y de la
Ley Orgánica del Estado, a través de la designación como sucesor de Franco, a título de rey, del
Príncipe de España, Don Juan Carlos. Con estos basamentos jurídicos, el 20 de noviembre de 1975, a
la muerte de Franco, se produce el hecho sucesorio previsto en dichas disposiciones, pero esta
legitimidad tuvo un claro carácter temporal.
Esta legitimidad franquista quiebra con la aprobación de la Ley Para la Reforma Política que,
posibilitará el cambio político y que asigna al rey determinadas competencias. Los restos que de este
tipo de legitimidad desaparecen con la Constitución. Diríamos, que la Monarquía actual tuvo su
origen en el régimen de Franco y, tuvo la legitimidad franquista que, se desfiguró en 1977 y
desapareció en 1978.
En cuanto a la legitimidad dinástica, representada por las normas de sucesión, es obvio, que no se
cumplieron en la designación por Franco de sucesor en 1969, puesto que, aunque la Ley de Sucesión
le facultaba para proponer al candidato que estimara más adecuado, la designación de Don Juan
Carlos, nieto de Alfonso XIII, y no de su padre, Don Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII quebró la
legitimidad dinástica. Tal legitimidad se restituyó, con la renuncia de Don Juan de Borbón a sus
derechos históricos en favor de su hijo Don Juan Carlos, lo que permitió que éste asumiera una
legitimidad dinástico−histórica.
En cuanto a la legitimación democrática de la monarquía instaurada por la Constitución, cabe afirmar
que, tal legitimidad deriva del texto constitucional.
Las Cortes Constituyentes que elaboraron la Constitución no estaban jurídicamente compelidas a
aceptar ninguna fórmula preexistente. Existían unos datos históricos y sociales que hicieron sentir su
influencia en los constituyentes, pero esta no era una obligación jurídica y bien hubiera podido
suceder que la Constitución hubiera optado por otra forma de Jefatura del Estado como una
regulación carente de esta institución.
Lo importante es, que la Monarquía se reguló por extenso en la Constitución y que se consagró el
reinado del actual Rey.
94
Cabe concluir que si el reinado de Don Juan Carlos se inició conforme a la legitimidad franquista ésta
desapareció tras la aprobación de la Constitución.
Hay que añadir que, tras la cesión de los derechos históricos a favor del actual rey, la monarquía goza
de la denominada legitimidad dinástica. La finalidad de la dinastía es hacer la determinación de la
persona a quien corresponde asumir el Trono.
A la pregunta, de si la monarquía de 1978 es nueva o es preconstitucional podría contestarse que es
nueva, puesto que, no tiene precedentes anteriores, pero la dinastía es la que históricamente ha reinado
durante más tiempo en nuestro país y, por tanto, es histórica. La Corona de España es hereditaria en
los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. (art. 57
CE).
La monarquía parlamentaria está revestida de la legitimidad democrática y posee además, la
legitimidad dinástica.
3.4. La Monarquía parlamentaria como forma de la Jefatura del Estado.
La definición constitucional de la Monarquía como forma política del Estado Español parece
coherente con los principios que defendieron durante la elaboración de la Constitución.
Se trataba de configurar una Monarquía compatible con los principios democráticos, no podía ser
calificada ni forma de gobierno, pues era parlamentaria, ni como forma de Estado, pues lo era la
democracia.
El Estado constitucional acoge la división de poderes y coloca por encima de ellos, con carácter de
representación y símbolo del Estado, una magistratura regia que personifica la unidad de ese Estado
en el interior y en las relaciones internacionales.
Junto con el artículo 1.3. definiendo la Monarquía parlamentaria como forma política del Estado, el
art. 56.1 afirma: El Rey es el Jefe del Estado.... Así pues, la expresión forma política del Estado
español debe ser entendida como forma de la Jefatura del Estado.
Las relaciones del Rey con las instancias de poder se desenvuelven dentro del marco que la
Constitución ha establecido. Es innegable la capacidad de influencia que el monarca puede ejercer en
las relaciones con los demás poderes del Estado, esta influencia es una característica plausible de las
Jefaturas monárquicas, pero no un poder jurídico−constitucional autónomo y efectivo. Es coherente,
que si el Rey es jurídica y políticamente irresponsable no se le atribuya la carga de la dirección
política efectiva.
• LA SUCESIÓN EN LA CORONA.
Podemos distinguir dos tipos de Monarquía: electiva y hereditaria. En las monarquías hereditarias la
transmisión de la Corona se efectúa ope legis y en el seno de una familia (dinastía).
Desaparecidas, las monarquías electivas, el principio hereditario ha llegado a ser consustancial a la
forma monárquica de Jefatura del Estado. El orden sucesorio esta recogido en la Constitución; una
Ley de Sucesión o bien en las normas (incluso usos y costumbres) dinásticas. Este orden sucesorio, es
de máxima importancia que figure expresa y claramente recogido en el Ordenamiento jurídico.
La aceptación del principio hereditario lleva consigo otros principios complementarios de aquél.
Sucede con el principio de la sangre que, unido al criterio de legitimidad, articula la sucesión en
95
torno a la descendencia consanguínea y en el seno de matrimonios legítimos.
En la actualidad, el concepto de legitimidad referido a los descendientes posee distinta significación
en las sociedades civiles que en las familias reales, en aquéllas la filiación no depende de la existencia
de matrimonio entre los padres, las monarquías siguen vinculando matrimonio y legitimidad de la
descendencia.
4.1. Orden de sucesión.
4.1.1. El orden de sucesión establecido en el artículo 57.1 de la Constitución: la preferencia del
varón sobre la mujer.
El art. 57.1, consagra el orden sucesorio al Trono al establecer que: La Corona es hereditaria en los
sucesores de Don Juan Carlos. La sucesión seguirá el orden regular de primogenitura y
representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el
grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la
persona de más edad a la de menos.
El art. 57.1 recoge los elementos básicos que hacen posible el principio hereditario en la sucesión,
salvo en lo que se refiere a la preferencia del varón sobre la mujer, que ya figuraba en Las Partidas y
que, dada la fecha de promulgación de nuestra Carta Magna, resulta superada estableciendo una
excepción, sólo justificada por la tradición histórica, del principio constitucional de igualdad.
El orden de sucesión, apartado primero art. 57 CE, no es novedoso en nuestro constitucionalismo y ya
figuraba en la Constitución de 1812, en la de 1845, en la de 1869, y en la de 1876. La Ley de
Sucesión de 1946 establece la exclusión absoluta de las mujeres para reinar aunque permite que éstas
transmitan los derechos a su descendencia masculina.
De 1975 a 1978, la sucesión se rigió por el artículo 11 de la Ley de Sucesión de 1946, por tanto, se
legalizó la exclusión de la mujeres en la sucesión. En este contexto, en el que el Real Decreto de 21 de
enero de 1977, reconoce como Príncipe de Asturias a Don Felipe de Borbón y Grecia que, el 1 de
noviembre de 1977, en Covadonga, fue designado heredero con el tradicional título de Príncipe de
Asturias. Las Infantas, resultaban excluidas por sí, no por su descendencia masculina, del orden de
sucesión.
Las Cortes se encontraron con que si debatían y decidían, establecer la igualdad entre hombre y mujer
en la sucesión, se encontrarían con el nombramiento anterior del Príncipe Felipe, así fue, los
constituyentes se encontraron la declaración como Príncipe de Asturias de Don Felipe. Por tanto, de
las dos posibilidades que creyeron tener, se decidieron por el menos vejatorio para la mujer: la
preferencia del varón sobre la mujer, rechazando la exclusión de ésta tal y como estaba prevista en la
Ley de Sucesión franquista.
Con todo, si los constituyentes deseaban respetar la decisión preconstitucional de designación de
heredero tenían una airosa salida jurídica que, no mereció la atención de sus señorías. Podían haberse
constitucionalizado los derechos del actual Príncipe, con una mención expresa en la constitución, y
establecer, para los sucesivos herederos, un orden de sucesión en el que desapareciera la desigualdad
por razón de sexo. Durante los últimos años, varias e importantes monarquías europeas han reformado
sus textos fundamentales o leyes de sucesión para abolir, la preferencia del varón sobre la mujer.
Finalmente, el art. 57.1 consagra la preferencia del varón sobre la mujer.
No se ha elaborado, o hecho público en España, la relación de las personas y puestos que ocupan en el
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orden de sucesión como hubiera sido conveniente. El apartado 1, del art. 57, establece que la Corona
de España es hereditaria en los sucesores de S.M. Don Juan Carlos I de Borbón.... Parece
indiscutible, tanto a la legitimidad franquista, en 1977, como a la Constitución de 1978, el Príncipe
Felipe ocupa el primer puesto en el orden de sucesión.
La Infanta Elena y Cristina, según la Ley de Sucesión de 1946 no tenían derecho a reinar; de
conformidad con la Constitución poseen tal derecho y ocupan −por el principio de preferencia del
varón− el segundo y tercer lugar.
4.1.2. Otros principios del orden de sucesión.
El art. 57.1 articula la sucesión, además de la preferencia del varón sobre la mujer, sobre otros
principios como son:
• La primogenitura otorga los derechos a la persona de más edad El principios de primogenitura queda,
matizado por el principio de preferencia del varón sobre la mujer, por lo tanto, los derechos
corresponderían a la persona de más edad entre los varones y, después a la mujer de más edad entre
las llamadas a suceder.
• La representación tiene prioridad para suceder el hijo de aquel que estaba llamado a suceder en
primer lugar (por ejemplo, el nieto varón, hijo del Príncipe heredero en el caso de que éste muera o
renuncie, con preferencia a los demás hijos del Rey).
• La línea es un concepto aplicado en el Derecho civil. Toda vez que la Constitución establece
preferente la línea anterior sucederán antes los parientes más cercanos.
• El grado determina la mayor cercanía o lejanía generacional, de ahí que la Constitución establezca la
preferencia del grado más próximo a quien transmite los derechos (por ejemplo, antes el hijo que el
nieto).
4.2. Límites a la sucesión.
De la Constitución sólo puede deducir un límite a la sucesión es decir, una posibilidad de ser excluido
del orden de sucesión: contraer matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes
Generales. Dice el art. 57.4 que: Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión contrajeren
matrimonio contra la prohibición del Rey y de las Cortes generales, quedarán excluidas en la
sucesión y sus descendientes.
El matrimonio de los Reyes ha tenido y tiene una importancia singular; pero la ha tenido muy superior
en el régimen absoluto que en el constitucional... cuando se establece el régimen constitucional, los
supuestos cambian completamente: el Reino deja de ser patrimonio del Rey.
No cabe negar a los matrimonios regios cierta trascendencia política, la extensión de las funciones
tasadas del Rey con la consiguiente disminución de su discrecionalidad política, restan importancia a
los pactos matrimoniales dinástico.
En nuestra Historia constitucional se acogen dos sistema descritos: la autorización de las Cortes para
el matrimonio del Rey (1812,1837,1869) y la comunicación del Rey a las Cortes (1845,1876).
El Derecho comparado, recoge la autonomía del Monarca, como la necesidad de que éste obtenga
autorización para contraer matrimonio o prohibiéndole que lo contraiga con determinadas personas.
4.2.1. El matrimonio del rey.
La Constitución, no menciona el matrimonio del Rey, debe concluirse que no hay especialidad que se
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refiere al matrimonio del Jefe del Estado. No implica limitación a la elección de cónyuge, ni al
régimen económico, ni a la forma de matrimonio. Esta ausencia de regulación implica, una
discrecionalidad absoluta del Monarca respecto al momento y a la forma de contraer matrimonio y,
también a la persona elegida.
A tenor de la redacción en nuestro texto fundamental, si existiera oposición a un posible matrimonio
del Rey, ésta, no se formalizaría conforme a lo establecido en el art. 57.4. Las manifestaciones de
disconformidad contra un matrimonio del Monarca serían opiniones de sectores, organismos o
instituciones de mayor o menor relevancia, aunque, tales opiniones y manifestaciones podrían influir
en una posible decisión del Monarca.
La Constitución no exige, ni requisitos ni condiciones concretas a la persona con la que el rey o Reina
decida contraer matrimonio, no establece procedimiento específico mediante el cual pudieran otros
órganos constitucionales manifestar su hipotética oposición.
4.2.2. El matrimonio de los llamados a la sucesión.
4.2.2.1. La exclusión del orden de sucesión y la Pragmática de 1776.
Al contrario que con el matrimonio del Rey, la Constitución sí establece normas respecto del
matrimonio de las personas con derecho a la sucesión, incluido el Príncipe de Asturias.
En el Derecho Comparado es frecuente que las personas de sucesión tengan la obligación de obtener
el consentimiento del Rey y/o del Parlamento.
El art. 32 CE., reconoce el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio. Ninguna otra
norma preconstitucional puede imponer requisitos adicionales o consecuencias jurídicas que las
contenidas en el art. 57.4 CE.
Recurrentemente se alega la vigencia de la Pragmática de Carlos III, de 1776, sobre consentimiento
paterno y, en su caso, regio, para matrimonio y se opina que debe ser ésta la norma a los enlaces de
las personas llamadas a la sucesión, tesis que creo debe rechazarse plenamente. La Pragmática no
contiene, una normativa complementaria de las disposiciones constitucionales vigentes, sino unas
reglas restrictivas de la libertad y de la igualdad de los particulares, estableciendo la autorización
previa para el matrimonio y un criterio de diferenciación personal incompatible con el principio de
igualdad.
El régimen de libertad consagrado por la Constitución impide la aplicación de normas
preconstitucionales restrictivas de los derechos y libertades. Para restringir el derecho constitucional
al matrimonio de las personas llamadas a la sucesión, mediante autorización previa que no figura en la
Constitución, nuestro texto debería haber incluido tal previsión. No habiéndolo consagrado la
Constitución no puede hacerlo la Pragmática de 1776. Debemos recordar que la Pragmática establecía
la necesidad de obtener el consentimiento regio y también el paterno o familiar cuando correspondiera
así como penalizaciones de carácter civil para los infractores.
El art. 14 CE., establece la igualdad de todos ante la ley y prohíbe la discriminación, precepto
incompatible con el apartado 12 de la Pragmática que sanciona con la pérdida de todos los derechos
sucesorios a quien contrajere matrimonio con persona desigual así como a su descendencia. La
existencia de personas de desigual condición es incompatible con la Constitución. Hoy los ciudadanos
−el Rey y su Familia incluidos− son iguales en dignidad y derechos; y todas cuantas excepciones
deban aplicarse a este principio, deberán encontrarse previstas en la Constitución o derivar
directamente de ella. La Corona es un órgano constitucional sujeto, a la Constitución y al resto del
98
Ordenamiento jurídico.
Por todo ello, resulta jurídicamente evidente que la Pragmática sobre matrimonio está derogada a
tenor de la Disposición Derogatoria 3ª de la Constitución por contravenir al texto constitucional.
4.2.2.2. ¿Limitación del derecho al matrimonio o del derecho de acceso a cargo público?.
El artículo 57.4 de la Constitución no establece una restricción del derecho al matrimonio para
personas que tengan derecho a la sucesión, puesto que no establece un régimen de autorización previa
ni impide contraer el vínculo aunque sí habilita una consecuencia jurídica (la pérdida de derechos
sucesorios) para el caso de contraer el matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las
Cortes.
Seguramente término prohibición no es el más adecuado en este caso, siendo preferible que se hubiera
adoptado, por ejemplo, el de oposición formal del Rey y de las Cortes a efectos de la separación del
orden de sucesión. Puede afirmarse que es este último el sentido que debe darse al apartado 4 del art.
57.
Por otro lado, de aceptarse el término prohibición en su pleno sentido jurídico ello implicaría que,
manifestada la oposición del Rey y de las Cortes al matrimonio de persona llamada a la sucesión, tal
matrimonio no podría celebrarse validamente, no surtiría efectos jurídicos en nuestro Ordenamiento,
ni, podría se inscrito en el registro Civil que correspondiera. No son estos los efectos del artículo 57.4,
que permite la celebración del matrimonio de donde se deduce que, a pesar de la literalidad del
precepto constitucional, no hay, en sentido jurídico, prohibición del matrimonio.
Realmente, nos encontramos ante una limitación del derecho de acceso a cargo público (la Jefatura
del Estado), recogido en el art. 23.2 y no ante un límite del derecho al matrimonio.
La diferencia puede ser relevante en tanto la exclusión arbitraria del orden sucesorio puede dar lugar a
la vulneración del derecho fundamental art. 23.2, lo que permitiría al interesado solicitar la tutela
judicial y, interponer un recurso de amparo, por improbable que resulte esta vía tratándose de
miembros de la Familia Real o familiares del Rey.
4.2.2.3. La prohibición del Rey y de las Cortes.
1) Prohibición expresa.
La Constitución establece, en el art. 57.4, la necesidad de una prohibición expresa, del Rey y de las
Cortes. Puede entenderse que, se ha optado, contraviniendo en gran parte el Derecho histórico, por
una fórmula en la cual el valor del silencio favorece los derechos básicos esenciales de las personas
que teniendo derecho a la sucesión quieran contraer matrimonio. Ello es así, siempre que la
celebración sea pública y el silencio del Rey y de las Cortes representen una no oposición al mismo y
no falta de conocimiento sobre tal evento.
2) Comunicación al Rey y a las Cortes.
El texto fundamental no establece el procedimiento a través del cual las Cortes reciben la
comunicación al Rey, es más factible que se realice personalmente por el interesado. Pensemos, que
frecuentemente la persona que pretende contraer matrimonio tiene vínculo cercano, familiar y directo
con el Rey.
Si, quien pudiendo ser llamado a la sucesión, no comunica motu proprio su intención de contraer
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matrimonio, asume el riesgo de que, cuando dicho matrimonio pueda ser conocido, el Rey y las
Cortes ejerciten la facultad del citado apartado 4 del artículo57.
3) Plazo.
Nada dice la Constitución acerca del plazo que disponen el Rey y las Cortes para pronunciarse, que
puede originar un problema jurídico, pues desconociéndose el plazo, los interesados pueden verse
sorprendidos por una prohibición extemporánea. La prudencia política, aconseja que la oposición del
Rey y del Parlamento se manifieste lo antes posible.
4) Juicio de discrecionalidad.
La Constitución omite cualquier criterio como base de la oposición del Rey y de las Cortes al
matrimonio de persona llamada a la sucesión. Sólo una prohibición fundamentada en criterios
objetivos y razonables podría resultar constitucionalmente válida.
En este sentido, no podría erguirse, como causa de oposición legítima los motivos expresamente
excluidos por el art. 14, en relación a el art. 23.2 CE. Sería obligado que dicha oposición tratara de
evitar un perjuicio claro y directo para los intereses nacionales. La previsión del apartado 4 del Art 57,
puede llegar a contemplarse como una regulación anacrónica y desfasada respecto de los principios y
valores de la Constitución.
Diremos, que la Constitución no ha recogido como causas de exclusión del orden sucesorio la
indignidad o incapacidad que sí fueron contempladas en nuestro Derecho constitucional histórico.
• TRONO VACANTE, REGENCIA Y TUTELA.
Gran parte de la defensa que se ha hecho de la Monarquía, se basa en el elemento de continuidad que
comporta al sistema político. De esta continuidad, se desprende la necesidad de ordenar mecanismos
que neutralicen situaciones de vacío en la titularidad de la Corona. Las situaciones de anormalidad
monárquica pueden tener su origen en la voluntad del Rey o heredero, como motivadas por
circunstancias ajenas a dichas voluntades, caso de la minoría de edad del Rey, la enfermedad o
incapacidad transitoria de éste.
5.1. Renuncia, abdicación y deposición.
La vacancia del Trono puede producirse por renuncia, por abdicación o por deposición del titular,
tres supuesto que, distintos, tienen en común la vacancia del Trono y originar un cambio de titular.
La renuncia supone un desistimiento de los derechos sucesorios previamente a su actualización o
ejercicio, la renuncia es una figura que, utilizan las personas llamadas a la sucesión para retirarse del
orden sucesorio.
Puede renunciar cualquier persona que se encuentre en el orden de sucesión. Así puede renunciar el
Príncipe heredero como aquel que se encuentre en un puesto alejado en el orden de sucesión.
La abdicación, es el desistimiento de la Corona cuando ya se es titular de ella; sólo abdica el Rey o
Reina. Supone un cambio de titular en el Trono y, en la Jefatura del Estado. El Rey deja de serlo y
pasa a ocupar el Trono el Príncipe Heredero, pasando la persona que estuviera llamada a la sucesión
en segundo lugar a ser Príncipe o Princesa.
Puede producirse la vacancia del Trono como consecuencia de la deposición de su titular, cada vez
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más improbable porque, los monarcas actuales ejercen competencias tasadas y el supuesto de que el
ejercicio de sus funciones merezca reprobación es casi meramente teórico. Llegado ese supuesto, es
más probable que el Rey abdique a que sea depuesto.
La Constitución no recoge el supuesto de la deposición y sí el de la abdicación y la renuncia art. 57.5
CE., por su redacción, comprende también el primer supuesto: las abdicaciones y las renuncias y
cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán
por una Ley Orgánica.
Tanto las renuncias, como las abdicaciones u otra situación que afecte, de hecho o de derecho, al
orden de sucesión (casos de deposición) deben formalizarse mediante una ley orgánica que, requiere
la tramitación por ambas Cámaras y la aprobación , en votación final sobre el texto, por mayoría
absoluta del Congreso. Esta reserva de ley orgánica determina que aunque dichos actos puedan
originarse por un acto de voluntad del Rey (abdicación) o de las personas llamada a la sucesión
(renuncia) o de los legitimados en otros casos (deposición), tal voluntad no es jurídicamente relevante
hasta no se formalice mediante la aprobación de la ley orgánica.
Conforme a esta interpretación, el Rey sigue siéndolo mientras no se apruebe su abdicación; los
llamados a la sucesión no pueden salir del orden por su sola voluntad sino cuando así lo determine la
ley. Este mandato deja sin relevancia jurídica los actos que privadamente puedan realizarse y que
afecten al orden de sucesión pues éste no es cuestión privada sino asunto jurídico de gran relevancia.
5.2. Regencia.
La Regencia es una institución monárquica que cubre situaciones en las que, aun existiendo titular de
la Corona, éste no puede ejercer sus funciones ya sea por minoría de edad, incapacidad, ausencia, etc.
Un sector de nuestra doctrina afirma que la Regencia es una segunda forma de Jefatura del Estado,
cuya característica es la interinidad. La discusión principal sobre las reglas a las cuales debe
establecerse se refiere al número de personas que deben integrarla, ya que puede ser unipersonal o
colegiada. La Constitución de 1812, establecía una Regencia colegiada (tres o cinco personas)
mientras que la actual ha optado por la Regencia unipersonal, aunque es posible la regencia colegiada.
La Constitución regula la Regencia en el art. 59, estableciendo dos supuesto básico: la minoría de
edad y la inhabilitación del Rey.
5.2.1. La minoría de edad del Rey.
La vigente Constitución establece que será Regente, en caso de minoría de edad del Rey, el padre o la
madre del Rey, y, en su defecto, el pariente mayor de edad más próximo a suceder.
La Regencia se extenderá al tiempo que dure dicha minoría de edad y finalizará con la mayoría de
edad del Rey.
5.2.2. La inhabilitación del Rey.
La Constitución contempla el supuesto de inhabilitación del Rey, que impediría al Jefe del Estado
cumplir, temporalmente, con sus obligaciones. No dice, el art 58.2 los motivos por los que el Rey
puede ser inhabilitado, sí que dicho supuesto debe ser reconocido por las Cortes. La intervención del
Parlamento garantiza que tal inhabilitación no sea por quienes puedan tener un interés personal en
ello.
Para un sector de la doctrina, las causas de inhabilitación pueden referirse a los motivos que para esta
101
figura establece el Código Civil que, en su art. 200, señala que son causas de incapacitación las
enfermedades o deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a la persona
gobernarse por sí misma.
Según otras opiniones la inhabilitación podría estar también motivada por causas políticas, es decir,
por el comportamiento inadecuado del Rey respecto a sus funciones y obligaciones constitucionales.
Esta segunda interpretación no es deducible de la literalidad del art. 59.2, ni, dada la ausencia de
poder político del Monarca, armonizable con los principios constitucionales que regulan la Monarquía
Parlamentaria. La evolución de la Monarquía ha permitido que esta institución se articule en el seno
de los sistemas democráticos y se parte del principio de que el Rey va a cumplir con sus obligaciones
constitucionales.
Si la inhabilitación del Rey es declarada por las Cortes, se establece una Regencia que será ejercida
por el Príncipe heredero si fuera mayor de edad, y, si no, se seguirá el orden establecido para la
Regencia en caso de minoría de edad del Rey.
Tanto en los casos de minoría de edad como inhabilitación, si no hubiere persona que pueda ser
llamada a la Regencia, ésta será nombrada por las Cortes que pueden establecer una Regencia
unipersonal pero pueden optar por una Regencia colegiada.
Establecen los apartados 4 y 5 del art. 59 que, para ejercer la Regencia, es preciso ser español y mayor
de edad y que se ejercerá por mandato constitucional y en nombre del Rey, su característica más
notable es la de sustituir en el cumplimiento de sus funciones al Monarca. El Regente es un
representante legal del Rey que se beneficia de la irrevocabilidad del poder otorgado, asume las
competencia previstas para el Monarca, que goza de la irresponsabilidad otorgada al Jefe del Estado y
cuyos actos quedan sometidos a refrendo.
5.3. La Tutela del Rey.
Junto con la Regencia suele regularse también la Tutela del Rey, y, ésta se produce cuando, existiendo
un titular de la corona, sedan en él circunstancias de su cuidado y la protección de su persona.
La diferencia entre Regencia y Tutela estriba en que aquélla cumple por el Rey las funciones públicas,
mientras que la Tutela tiene, connotaciones de carácter privado y se refiere no tanto al oficio del Rey
como a su persona, su bienestar, su educación, etc.
Cada ordenamiento proveerá la persona que ejercerá la Tutela, pudiendo ésta y la Regencia ser
ejercidas por la misma persona, máxime si el tutor es el padre, madre o un pariente cercano del Rey.
La minoría de edad del Monarca es el supuesto normal de Tutela aunque, no quedan excluidos otros
supuestos, por ejemplo impedimento físico o psíquico del Rey.
• LAS FUNCIONES DEL REY. REFRENDO E IRRESPONSABILIDAD.
6.1. Las funciones constitucionales del Rey.
La Monarquía parlamentaria, se caracteriza por la atribución al Rey de funciones constitucionales y
legalmente establecidas que, no implican decisión política autónoma. El art. 56.1 CE, contiene dos
elementos distintos: una definición de la magistratura regia y la atribución a la misma de moderar,
arbitrar y representar.
Se trata de que el Rey como Jefe del Estado, no se identifique con posiciones políticas concretas ni se
102
vinculo a ninguna de ellas. Las fuerzas políticas compiten por conseguir el poder mediante los
proceso electorales, el Rey por el contrario permanece cualquiera que sea la fuerza política que, ejerza
el gobierno. Ello permite al Jefe del Estado ser reconocido como un órgano de representación de la
Nación.
Esta ausencia de adscripción política del Rey es igualmente coherente con el principio de la
irresponsabilidad por sus actos, irresponsabilidad que se articula a través del refrendo.
La Constitución ha recogido un amplio catálogo de funciones regias, aunque dichas funciones son
actos tasados del Rey, es decir, actos cuyo contenido político viene determinados por otros órganos y
a los que el Rey da, la calidad de acto estatal. Es frecuente que la Constitución reconozca actos del
Rey no precisados de refrendo.
El art. 56.1 establece que: El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y
modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado
español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica,
y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
La doctrina ha señalado que las funciones del Monarca (Título II), arts. 62 y 63, y en otros Títulos,
deben interpretarse y clasificarse en relación con los tres tipos de funciones señaladas: la función
simbólica, la moderadora y la arbitral.
La institución del refrendo hace posible la irresponsabilidad del Monarca.
6.2. El Refrendo.
La Constitución reconoce el refrendo y le dota de trasladar la responsabilidad de los actos realizados
por el monarca a la persona que los refrende. El art. 64 establece que los actos del Rey serán
refrendados, señalando, quienes deben asumir esta responsabilidad en la generalidad de los casos y,
quién debe refrendar en supuestos especiales, así:
♦ Corresponde en la generalidad de los casos el refrendo al Presidente del Gobierno y, a los
Ministros competentes.
♦ En la propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno que realiza el Rey así como la
disolución de las Cámaras cuando, tras dos meses, no hayan logrado investir a un Presidente,
el refrendo corresponde al Presidente del Congreso.
Es necesario diferenciar diverso tipos de refrendo:
a) Por simetría o asimetría de la voluntad del Rey y del refrendante.
Atendiendo a este criterio pueden distinguirse tres supuesto:
• Cuando la asimetría es evidente y la voluntad del refrendante es decisiva para la realización del acto.
El Rey participa en el acto con una actuación tasada. Sucede, en el nombramiento de los Ministros a
propuesta del Presidente del Gobierno.
• Cuando se produce cierta asimetría pero es el Rey el que, impone la configuración de la Monarquía
como parlamentaria, determina el contenido del acto. Por ejemplo, en la propuesta de candidato a la
Presidencia del gobierno, que refrenda el Presidente del Congreso.
• Cuando se produce cierta simetría entre la posición del Rey y del órgano refrendante, por ejemplo,
con la sanción de las leyes, si bien es cierto que el Rey no determina su contenido, tampoco lo hace el
Presidente del Gobierno que refrenda el texto aprobado en el Parlamento.
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b) Por la formalización del refrendo.
Si atendemos a la forma que adopta el acto de refrendo, podemos distinguir, los siguientes tipos:
• El refrendo expreso, se manifiesta, en la contrafirma del Presidente o del Ministro junto a la del Rey
en un escrito. Por ejemplo, el refrendo de las leyes, expedición de los decretos, etc. Hay, otras
posibilidades de refrendo expreso como el presta la persona refrendante con su experiencia en un acto
no escrito del Rey (actos públicos o en viajes al extranjero).
• El refrendo tácito o presunto. Hay casos en los que ni hay firma expresa del refrendante ni presencia
física del mismo y puede entenderse que existe refrendo, en el sentido de aval, del acto regio. Sucede,
cuando producido un acto del Rey, el Presidente del Gobierno y el Ministro correspondiente no lo
desautorizan ni dimiten como consecuencia del mismo.
Cualquiera que sea el tipo de refrendo y la posición del Rey del refrendante en el acto, un dato es
invariable: el Rey no es responsable de los actos que lleve a cabo y dichos actos carecen de validez
sin el refrendo, salvo en el supuesto del que se trata a continuación.
La Constitución (art. 65) exime de refrendo actos del Rey:
• El rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y
Casa, y distribuye libremente la misma.
2. El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.
La Constitución habilita a que estos actos se realicen con plena validez sin ser refrendados. No impide
la Constitución, que dichos actos puedan ser refrendados. Alcanzan plena validez sin el refrendo pero,
no se perjudica ni anula validez en el caso de que sean refrendados. Esto es importante porque en
varias ocasiones, el nombramiento del jefe de la Casa del Rey ha sido publicado en el BOE con el
refrendo del Presidente del Gobierno. Este hecho originó que algún sector de opinión estimara que
con ello se había violado la Constitución por determinar ésta que dichos actos no fueran refrendados.
Consideramos incorrecta dicha opinión puesto que la Constitución permite que dichos actos no sean
refrendados pero no establece una obligación jurídica a que no lo sean. La explicación de tal postura
es, quizá, que se exige refrendo de los actos regios que afectan a las instituciones democráticas y
contribuyen a formar la voluntad del Estado, mientras que se exceptúa aquellos actos del Rey que no
contribuyan a la formación de la voluntad del Estado y que pertenecen a su esfera doméstica.
6.3. Desenvolvimiento de las funciones del Rey.
El art. 56.1 establece que el Rey, asume funciones de tres tipos: simbólicas, moderadoras, y arbitrales.
Un importante elenco de las funciones regias se encuentran en los artículos 62 y63 CE, dentro del
título II dedicado a la Corona.
6.3.1. La función simbólica.
Símbolo significa capacidad de una persona o cosa para representar otra realidad o situación distinta.
Las funciones del Rey serán aquellas en las que actúe como representación del Estado, así definido,
podría afirmarse que todas las funciones del Rey son simbólicas puesto que, la Monarquía
parlamentaria, el Monarca representa y simboliza a la Nación. Tal afirmación no es incorrecta y, todas
las funciones del Rey, todos sus actos, tienen una carga simbólica y representativa.
Por razón del contenido y naturaleza del acto, pueden tener carácter moderador o arbitral.
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Si, es el carácter simbólico y representativo lo más sustancial de la Monarquía parlamentaria, se
comprende la relevancia de todos los actos del Rey. La presencia del rey en actos de Estado es el
punto de referencia para la formalización y certeza de la expresión de la voluntad estatal.
Una segunda característica de la función simbólica, es la dificultad de determinar el contenido
concreto de los actos del Rey de esta naturaleza. Mientras que puede ser fácilmente conocido el
contenido de actos que, además de simbólicos, sean propios de la función moderadora o arbitral, no
sucede lo mismo con actos exclusivamente simbólicos, en los que ni el Rey ni el refrendante,
determina el contenido de dicho acto, sucede con las visitas del Rey a instituciones, universidades,
etc.
Existen determinados actos regios concretos considerados propios de la función simbólica, porque no
pueden ser de moderación ni arbitrales. Estos actos serían:
♦ La representación del Estado en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones
de su comunidad histórica.
♦ Acreditar embajadores y a otros representantes diplomáticos; y los representantes extranjeros
se acreditan ante él.
♦ El mando supremo de las Fuerzas Armadas.
♦ El derecho de gracia con arreglo a la ley, no podrá autorizar indultos generales y que la
Justicia ejerza en su nombre.
♦ El Alto Patronazgo de empleos, honores y distinciones con arreglo a las leyes.
6.3.2. La función moderadora.
Por moderar entendemos la participación en un acto equilibrado para evitar los excesos. La teoría de
B. Constant del poder moderador atribuye al Monarca la capacidad de armonizar y equilibrar las
relaciones entre los poderes del Estado. Según esta teoría el Rey encarnaba una suerte de poder
neutro, ajeno e independiente de los demás poderes, capaz de evitar excesos de estos. Actualmente,
las funciones moderadoras como las arbitrales no habilitan al Rey a intervenir en los actos estatales
sino que su intervención es reglada.
En cuanto a las funciones regias, podemos definir la moderación como facultad del Rey de participar
en la formación o en la actividad de otro órgano de poder para atemperar sus decisiones. En otro
tiempo, la intervención del Rey era determinante, actualmente es un acto debido que el Rey realiza no
porque esté de acuerdo con el contenido de dichos acto sino por que dicha participación viene exigida
por la Constitución.
Son funciones moderadoras del Rey las siguientes:
♦ La sanción y promulgación de las leyes.
♦ La convocatoria y disolución de las Cortes.
♦ Convocar elecciones en los términos previstos en la Constitución.
♦ La expedición de los decretos acordados en el Consejo de Ministros.
♦ Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos.
♦ Culminar el acto político en los supuesto de nombramiento y cese del Presidente del Gobierno
y de los ministros.
6.3.3. La función arbitral.
La función arbitral del Rey resulta, la más difícil de definir y, de diferenciar respecto a la moderadora.
Arbitrar es, decidir con mayor o menor autonomía, sobre una cuestión que admite varias soluciones.
El Rey parlamentario no arbitra en el sentido pleno del término aunque, los actos de esta naturaleza
admiten, más en el plano teórico que en la práctica, cierto grado de decisión regia.
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Se considera la función arbitral del Rey:
− El proceso de consultas que, tras la renovación del Congreso y en casos que establece la
Constitución, realiza el rey con los representantes designados por los grupos políticos con
representación parlamentaria y la posterior propuesta a candidato a la Presidencia del gobierno.
El Rey no tiene tampoco en este caso una facultad autónoma, no podrá proponer candidato distinto de
aquel a quien el Congreso esté dispuesto a dar su apoyo. Sin embargo, la doctrina ve en este supuesto
el mayor grado de autonomía del monarca, sobre todo cuando el resultado de las elecciones no ha sido
claramente favorable para una de las opciones políticas en liza.
LECCIÓN 13
− ESPAÑA EN LA UNIÓN EUROPEA.
1. LA INTEGRACIÓN DE ESPAÑA EN EUROPA:
ANTECEDENTES.
1.1. Introducción.
La evolución del Estado nacional nos ha deparado cambios y controversias aún no superadas, en la
actualidad, el análisis de la realidad nacional nos ofrece un conocimiento solo parcial. Los Estados se
han hecho más complejos y ya no es posible abordar la solución de sus problemas desde el
aislamiento estatal ya que la realidad política, militar y económica es supranacional. Asistimos a, una
mundialización de los problemas que requieren soluciones.
Desde el siglo XIII se especula con la necesidad de unir a los pueblos en organizaciones de carácter
supranacional; sobre el federalismo internacional y sobre la necesidad de constituir una civitas
gentium.
La actividad de unas sociedades nacionales con otras, afectando o no a los Estados, ha tenido una
presencia efectiva, surge así la sociedad transnacional , constituida por agentes políticos, sociales y
económicos que operan internacionalmente fuera del ámbito estatal.
La sociedad transnacional tiene como supuesto la distinción de Estado y sociedad, puede definirse
como el conjunto social resultante de las interacciones directas entre actores pertenecientes a
sociedades de distintos Estados. Entre tales interacciones pueden contarse los tráficos o flujos
monetarios y financieros, de mercancías, de personas, de ideas y de patrones culturales, de modelos
tecnológicos, de acciones políticas... sus actores son los individuos o entidades cuyas acciones
eventual o permanentemente transcienden las fronteras de sus Estados.
1.2. Principio de cooperación y principio de integración.
La interrelación entre los diversos Estados se ha articulado en torno al principio de cooperación,
mediante el cual dichos Estados no veían perturbada su identidad ni su soberanía. A partir de la
Segunda Guerra Mundial, este principio se manifestó insuficiente y surgió una nueva fórmula de
relación entre Estados la Comunidades Europeas. Surge así un nuevo concepto: la integración
supranacional. No pueden equipararse, los conceptos de cooperación y de integración, el concepto de
integración supone, un estado superior al de la mera cooperación.
Bajo el principio de cooperación no se ponía en cuestión la soberanía de los Estados, al contrario, se
106
partía de una sociedad compuesta por Estados nacionales soberanos; la integración, representa niveles
más profundos de implicación y sujeción de los Estados a las decisiones de la organización
internacional, vinculación que se manifiesta, en los aspectos siguientes:
1) La organización internacional ejerce poderes propios del mismo tipo que los que resultan de las
funciones superiores del Estado.
2) Los acuerdos tomados en la organización internacional pueden adoptarse por mayoría no siendo
preciso la unanimidad que caracterizaba las relaciones de cooperación.
3) Los órganos están formados por personas que no representan a sus Estados nacionales y que,
participan en el poder de decisión.
4) Los poderes de la organización se ejercen inmediatamente, sin pasar por el filtro que suponen los
gobiernos nacionales, lo que significa que pueden modificar directamente los ordenamientos jurídicos
nacionales.
5) Estas organizaciones se encuentran sometidas a un orden jurídico muy desarrollado, cuya
salvaguardia es preciso confiarla a un Tribunal de Justicia.
Este nivel de relación entre los Estados repercute en los ordenamientos internos afectando incluso, a
la soberanía de dicho Estado. Las constituciones han adoptado previsiones en orden a permitir su
integración en organizaciones supranacionales reformándose, cuando ha sido preciso, dichos textos
fundamentales y constitucionalizando un verdadero poder de integración.
La integración de los Estados genera un doble efecto, de una parte, les permite extender su influencia
y participar en la toma de decisiones en un ámbito territorial mucho mayor, de otro lado, su
incorporación en esta ámbito superior limita en parte sus facultades. Por ello, las reivindicaciones
acerca de la integración debe convivir, a veces con tensión, con las demandas nacionalistas en el
interior de esos Estados. Coexisten en los modernos Estados, dos tendencias enfrentadas: la
nacionalista y la supranacionalista.
La integración de los Estados en organizaciones internacionales ha constituido, un largo y difícil
camino jalonado por logros y retrocesos que ha merecido opiniones diversas, siendo calificado de un
movimiento ingenuo que nunca superaría la única realidad posible: la nacional. Otro sector, estima
que la construcción de una sociedad internacional precisa reemplazar el Estado−Nación por
instituciones supranacionales. Es innegable, que de la armonización de las tendencias nacionalistas y
supranacionalistas depende, el equilibrio estatal y el progreso de las sociedades.
1.3. La construcción de Europa.
1.3.1. Primeras manifestaciones supraeuropeas.
No es posible abordar la integración europea sin dedicar algunas líneas a los intentos de unión y, de
defensa de la seguridad y el orden y de los derecho humanos a nivel supraeuropeo. Debe citarse, el
precedente de la Sociedad de Naciones y, posteriormente, a la Organización de Naciones Unidas.
También como precedente, podamos citar la Commonwealth.
La Commonwealth surgió por la unión, al menos desde 1907, de Gran Bretaña con los denominados
Dominios, se trata de una organización sui generis, características inglesas de realidad y eficacia,
pero, de borrosidad, asimetría, imprecisión y aparente incoherencia.
107
Por su parte la Sociedad de Naciones (Liga de ginebra), apoyada por el Presidente americano Wilson,
nació en 1919, constituyendo el Pacto de la Sociedad de Naciones. La primera parte del Tratado de
Versalles y sus objetivos eran mantener la paz en el mundo, asegurar la justicia y tutelar a las
poblaciones no capacitadas para regirse por sí mismas. La Sociedad de Naciones contaba con una
Asamblea, que se reunía una vez al año, en sesión extraordinaria; un Consejo, formado por las
grandes potencias y otros estados; y una Secretaría. Los acuerdos se adoptaban por unanimidad.
Fueron muchos los que denunciaron la pérdida de objetivos de la Sociedad de Naciones y la
manipulación de sus fines. La hegemonía de las grandes potencias, se arrogaron, so capa de intereses
generales, la defensa de la paz, ha hecho perder la confianza en la institución, de la que se van
apartando Estados importantes. La Sociedad de Naciones es obra de algunos políticos europeos y de
un idealista americano que crearon una organización permanente que asegurase a las Potencias
europeas victoriosas sus conquistas políticas y territoriales. Naturalmente tuvo la Liga, las
características de un consorcio de vencedores. Podría ser calificada, como una institución general de
cooperación internacional, aunque pueda dudarse de los propósitos pacifistas.
1.3.2. Manifestaciones posteriores.
La idea de unificar Europa es antigua, los intentos anteriores de matiz imperialista, no llegaron a
plasmarse, hasta que la Segunda Guerra Mundial motivó la búsqueda de una reconstrucción pacífica y
unida de los países afectados.
Aristides Briand, en 1929, había expuesto, ante la Sociedad de Naciones un proyecto de unión
europea que fracasó. Los intentos prosiguieron hasta que, en la Conferencia de Yalta, se avanzó en el
propósito de crear una organización internacional para mantener la paz y la seguridad. A este fin se
convocó, para el 25 de abril de 1945, una Conferencia de las Naciones Unidas en San Francisco para
redactar la Carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), asistieron
representantes de cincuenta y una naciones, el 5 de julio de 1947, G. Marshall, Secretario de Estado
norteamericano, anunciaba el histórico Plan Marshall, mediante el cual, Estados Unidos, colaboraría
a la reconstrucción europea. Para este objetivo se creó la Organización Europea de Cooperación
Económica (OECE), en 1949.
Como complemento en defensa de los derechos y libertades, de la OECE se creó, en 1949, por el
Tratado de Londres de 5 de mayo de 1949, el Consejo de Europa en el que se integraron diez Estados
(los tres Estados del Benelux, Francia, Italia, Dinamarca, Noruega, Suecia, y Gran bretaña) y
posteriormente otros miembros. El Consejo de Europa se articuló en torno a un Consejo de Ministros,
una Asamblea consultiva (primer organismo internacional dotado de un Parlamento multinacional) y,
posteriormente, los órganos de protección de los derechos: La Comisión y el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos. El contenido de este Consejo se plasmó en la aprobación, en 1950, de la
Convención para la Salvaguardia de los Derechos Fundamentales y de las Libertades Públicas,
conocido como Convenio de roma.
Por otro lado, buscándose la unidad militar se había creado, en 1948, la Unión Europea Occidental
(UEO) integrada por Francia, Inglaterra y el Benelux. Estados Unidos propició una unión
supraeuropea, además de los países antes citados, se integraron Noruega, Dinamarca, Italia, Portugal,
Islandia, Canada y Estados Unidos: nació así la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN).
En 1975, el Acta de Helsinki creó la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE) que
tenía fines similares a los de la ONU aunque com ámbito europeo, integrada por todos los países del
Continente.
108
2. LA UNIÓN EUROPEA.
2.1. Origen y evolución.
2.1.1. Origen.
El nacimiento de la Comunidad Europea, debe situarse en el contexto de la creación de
organizaciones internacionales de carácter regional en el ámbito de la Europa occidental. Dentro de
este proceso, la Comunidad tiene como objetivo inmediato la integración económica de sus Estados,
si bien no es ajena, ni en sus orígenes, ni en su ulterior desarrollo, a la aspiración de alcanzar, la
unidad política de Europa.
De 1948 a 1950, tres acontecimientos marcaron la vía europea:
a) el congreso de la haya, organizado por el Comité de Coordinación de los Movimientos para la
Unidad Europea, se defendieron las fórmulas de unión o federación de los Estados.
b) El nacimiento del Consejo de Europa, organización internacional de cooperación política entre los
Estados, ideología común, plasmada en el Preámbulo de su Estatuto, defensora de los principios de
libertad individual y libertad política, de preeminencia del Derecho y del sistema democrático y un
objetivo básico: la salvaguarda de los derechos y libertades de las personas.
c) La declaración de Robert Schuman, Ministro de Asuntos Exteriores francés, el 9 de mayo de 1950,
haciendo pública la propuesta del Gobierno francés de colocar la producción franco−alemana de
carbón y acero bajo una Alta Autoridad común a la participación de los demás países de Europa.
Alemania aceptó la propuesta y también, Italia, Luxemburgo, Bélgica y Holanda que, junto con
Francia concluyeron el Tratado de París, el 18 de abril de 1951, creó la Comunidad Europea del
Carbón y del Acero (CECA), ésta adoptó como instituciones básicas: la Alta Autoridad
(personalidades independientes), el consejo (representados los Estados miembros); y el Tribunal de
Justicia (jueces independientes). La entrada en vigor de este Tratado se produjo en septiembre de
1952, supuso el primer eslabón en el proceso de la comunidad Europea.
Los seis Estados de la CECA se reunieron en Mesina, en 1955, para estudiar la posibilidad de
extender la CECA a otras actividades económicas y al sector de la energía nuclear. En 1957, las
negociaciones de la reunión de Mesina dieron, el 25 de marzo de 1957, tres Tratados (todos en vigor,
el 1 de enero de 1958):
a) El Tratado que crea la Comunidad Económica Europea (CEE).
b) El Tratado que dio origen a la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEE o EURATOM).
c) El Tratado relativo a instituciones comunes a las Comunidades Europeas.
La estructura de cada una de las nuevas Comunidades era semejante a la adoptada por la CECA. La
Comisión (similar a la Alta Autoridad); el Consejo, la Asamblea y el Tribunal de Justicia, estaba
previsto un Comité Económico y Social. Las tres formaban parte de una idea común, se recoge en el
Tratado sobre ciertas instituciones comunes a las Comunidades Europeas, la Asamblea y el Tribunal
de Justicia eran comunes para las tres comunidades y el Comité Económico y Social era común para
la CEE y CEEA.
Esta estructura se mantiene hasta la firma del Tratado de Bruselas de 8 de abril de 1965, en el cual se
109
establece que habrá una Comisión y un consejo únicos para las tres Comunidades. Nace, así, la
Comunidad Económica Europea o Comunidad Europea.
A pesar de la unidad, los Tratados establecían deferencias respecto a las competencias y al
funcionamiento de cada una de las comunidades. Para el cumplimiento de sus objetivos, la
Comunidad Europea posee capacidad legislativa que ha generado un Ordenamiento jurídico
comunitario.
2.1.2. Evolución.
En 1972, se integraron el Reino Unido, Dinamarca e Irlanda cuando se apreciaba la necesidad de que,
se lograra la integración política, no meramente la económica; debía extenderse el ámbito de la
Comunidad a otros países de regímenes democráticos. El procedimiento de incorporación debía
realizarse mediante una Decisión del Consejo en los casos de adhesión a la CECA, un Tratado de
Adhesión para la integración en la CEE y para la CEEA, a los cuales se añadió un Acta relativa a las
condiciones de adhesión y adaptación de los Tratados.
Igual procedimiento se siguió para la incorporación de Gracia. La Decisión del Consejo de 24 de
mayo de 1979 permitió su integración en la CECA y, el 28 de mayo de 1979, se firmó el Tratado de
incorporación a la CEE y a la CEEA y el Acta de Adhesión, entraron en vigor el 1 de enero de 1981.
España y Portugal se incorporaron por decisión del Consejo de 11 de junio de 1985 a la CECA, el 12
de junio de 1985 se firmó el Tratado de incorporación a la CEE y a la CEEA y el Acta de Adhesión.
Entraron en vigor el 1 de enero de 1986.
La Comunidad Económica ha ido cobrando forma con el paso de los años y, es la organización
internacional que vincula a sus miembros con mayor intensidad. Como últimas manifestaciones
jurídicas de dicha unión deben destacarse:
− La reforma, firmada en la Haya, los días 17 y 18 de febrero de 1986, del Tratado de Roma, se
conoce como Acta Única Europea y entró en vigor el 1 de julio de 1987. Prevé el mercado único en
1993, con libre circulación de personas, mercancías y capitales, cooperación política.
− La firma en Maastricht, el 7 de febrero de 1992, del Tratado de Unión Europea (en vigor el 1 de
noviembre de 1993), modificó los Tratados constitutivos de la Comunidad.
Estos dos documentos ha permitido la evolución de la Comunidad tanto en los objetivos económicos
como a las aspiraciones de unión política.
a) Aspectos económicos.
Los objetivos económicos se encomendó, al mercado común y al consenso sobre políticas económicas
de los Estados miembros. Para el logro del mercado común se establecieron las denominadas
libertades comunitarias:
− Libre circulación de mercancías.
− Libre circulación de personas y servicios.
− Libre circulación de capitales.
− Una política común en el sector agrícola y en el servicio de transportes.
110
Medidas complementarias acercaron las políticas económicas de los diferentes Estados miembros.
El Acta Única Europea pretende consolidar los logros obtenidos y profundizar en los objetivos de la
Comunidad. Se configura un mercado común que elimina las fronteras interiores entre los Estados
miembros, se extienden las competencias comunitarias a la investigación y el desarrollo tecnológico,
el medio ambiente y aspectos económico−sociales.
El Tratado de la Unión Europea, presta especial atención a la unión económica y monetaria. El TUE
amplía el ámbito de la actividad de la Comunidad a sectores como la industria, la energía, la
protección de la salud, la protección de los consumidores y la política de desarrollo, logrando el
reconocimiento y tutela de ciertos derechos.
b) Unión Política.
hay que esperar hasta 1968 para que la Comisión proponga, junto al objetivo de la unión económica,
el de la unión política. Sin embargo las instituciones no desarrollan esta idea y es el Consejo Europeo
(actualmente Consejo de la Unión Europea) integrado por los Jefes de Estado o de Gobierno, el que
recogerá esta tendencia, reuniéndose en 1969. La práctica iniciada en 1969 se ha formalizado en el
Acta Única Europea, en su Título III dedicado a la Cooperación Política Europea.
El Tratado de Unión Europea, siguiendo el Acta Única Europea, contribuye a la consolidación de la
unión política creando una ciudadanía europea; reformando las instituciones en favor de su
democraticidad e intensificando la cooperación política en los aspectos de política exterior y
seguridad común y de los ámbitos de justicia y de asuntos de interior.
c) La Defensa.
Existen problema, pues la OTAN, integrada por un número importante de miembros, ve con recelo la
creación de un órgano de defensa de la Comunidad, la UEO funciona como una especie de sección
europea de la OTAN.
Se ha creado la Europol oficina europea de policía especializada en la lucha contra el crimen
organizado y el narcotráfico.
d) Las Fronteras.
En 1985, se firmó, salvo Italia y España y Portugal que ingresaron en 1991, el denominado Acuerdo
Schlegen. En 1993 los países integrantes suprimían sus fronteras y reforzarán las exteriores mediante
una política común de inmigración. Los ocho países constituirán uno sólo a efectos de movimiento de
personas y mercancías.
2.3. La moneda unica:
El dia 2 de mayo de 1998, los jefes de estado y Gobierno de la U.E decidieron por unanimidad que
once los quince socios tuvieran, a partir del 1 de enero de 1999, una moneda unica: el Euro. Para
llegar a esta decision ha debido lograrse por los paises europeos los estrictos criterios de
convergencia; solo Grecia no lo logró. Por otro lado Dinamarca, Suecia y Reino Unido decidieron
voluntariamente no entrar. El 1 de mayo de 1998, el Consejo de Ministros de Economia y Hacienda,
adoptó una decision sobre la existencia o no de deficit publico excesivo en cada uno de los estados
miembros y aprobo una recomendación por la cual se identificaban los Estados miembros que habian
cumplido los acuerdos.
111
Es esta Historica decision tambien participo el Parlamento Europeo a pesar de que algunos gobiernos
no estimaban necesaria su participacion. En una sesion extraordinaria del P.E del dia 2 este respaldo
la recomendación del ECOFIN sobre la integracion de 11 paises en la moneda unica.
Todavia en la noche del dia 2 y el dia 3 de mayo, el ECOFIN anuncio los tipos de cambios bilaterales
entre las monedas nacionales; aprobo su recomendación para los cargos de presidente y miembros del
Comité Ejefcutivo del Banco Central.
3−ESTRUTURA INSTITUCIONAL DE LA UNION EUROPEA:
Los órganos básicos son:
− El Consejo de Ministros.
−La Comisión Europea.
− El Parlamento Europeo.
− El Tribunal de Justicia.
− El Tribunal de cuentas, calificado, por el Tratado de Unión Europea como una verdadera institución
comunitaria.
La Comunidad ha optado por diferenciarse del sistema de separación de poderes montesquiniano, que
es de los Estados nacionales, así, el poder legislativo y normativo ha venido residiendo en el Consejo,
bajo el impulso de la Comisión, de modo creciente en una mayor colaboración con el Parlamento
Europeo. El Consejo es, el centro de decisión política y ejecutiva y la Comisión, representa el poder
de ejecución.
3.1. El Consejo de la Unión Europea.
a) Composición y órganos auxiliares.
El consejo, está formado por un representante de cada Estado de rango ministerial, facultado para
comprometer al gobierno de dicho Estado. En general acuden los Primeros Ministros o Jefes de
Estado, que suelen delegar sus funciones en alguno de sus ministros por razón de la materia a tratar,
acuden personalmente cuando es importante. el Consejo representa a los Estados y es legítimo. Tras la
entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea, el propio Consejo adoptó la Decisión 93/591, de
8/11/93, por la cual se denominaría Consejo de la Unión Europea.
la Presidencia se ejerce por rotación por cada Estado durante seis meses según el orden que establezca
el propio Consejo, que ha ejercido dicha facultad aprobando la decisión 95/2 CE, Euratom, CECA, de
1 de enero de 1995, por la cual se fija el orden de la Presidencia del Consejo desde el primer semestre
de 1995, que correspondió a Francia, el segundo semestre a España y así sucesivos. El Consejo se
reserva, la posibilidad de alterar este orden por acuerdo unánime.
Las funciones de la Presidencia son de carácter representativo y el Presidente no posee funciones
superiores a las de otros representantes del Consejo, su peso político es notable, especialmente en
materia de política exterior.
El Consejo está asistido por una Secretaría General, dirigida por un Secretario General nombrado,
por unanimidad del Consejo, y por un Comité de Representantes Permanentes (COREPER).
112
La composición del Consejo planteó un problema en torno a la representación de los Estados que
tenían una estructura territorial descentralizada, alegaban que sus territorios autónomos no tenían
acceso a este órgano. A este problema responde la creación de un Comité de las Regiones, compuesto
de representantes de los entes regionales y locales de los distintos Estados. El Comité de las Regiones
se ha dotado de un Reglamento Interno.
b) Competencias.
Posee el verdadero Poder legislativo de la Comunidad, por el Tratado de fusión de 1965, el Consejo
ha sustituido a los Consejos de las Tres Comunidades y ejerce, sus competencias en los Tratados
constitutivos, quedando su actuación al control del Tribunal de Justicia. El artículo 145 TCE establece
que el Consejo tiene competencias para:
− Asegurar la coordinación de las políticas económicas generales de los Estados miembros.
− Disponer de un poder de decisión.
− Atribuir a la Comisión las competencias de ejecución de las normas, pudiendo reservarse, las
competencias de ejecución de los mismos.
El Consejo adopta algunos acuerdos por mayoría y, en otros casos por mayoría cualificada en cuyo
caso el TCE, establece el valor del voto de cada uno de los Estados, el artículo 8 de la Decisión 95/1
CE, Euratom, CECA, del Consejo de 1 de enero de 1995 determinó la redacción anterior del citado
artículo 148.1 TCE.
El Consejo actúa sometido al principio de legalidad, los Tratados constitutivos, permiten la actuación
del Consejo para lograr los objetivos de la Comunidad. Debemos destacar, que el Tribunal de Justicia,
ha reconocido competencias en materia de relaciones exteriores y, que el propio artículo 145 del TCE
encomienda al Consejo el logro de los objetivos perseguidos por el Tratado.
3.2. La Comisión Europea.
a) Composición.
La Comisión Europea representa al Gobierno de la comunidad y los intereses de ésta funciona como
la Administración de la misma, ya que el Gobierno reside en el Consejo de Ministros.
Está compuesta por 20 comisarios uno de los cuales es el Presidente de la comisión, debe haber al
menos uno y como máximo dos de cada nacionalidad. Los Comisarios deben ejercer sus funciones
con absoluta independencia de sus Gobiernos y en interés de la comunidad. Son elegidos por los
gobiernos de los Estados miembros para garantizar dicha independencia, en la práctica el sistema se
ha desvirtuado en parte ya que el conjunto de los representantes aceptan, de facto, la propuesta
respectiva de cada Gobierno. Son nombrados por un período de cinco años y su mandato es
renovable. Son inamovibles y sólo pueden ser cesados por el Tribunal de Justicia de la Comunidad.
Gozan de inmunidad y de privilegios fiscales; no reciben instrucciones de sus gobiernos y están
sujetos a incompatibilidades.
La Comisión puede nombrar uno o dos Vicepresidentes de entre sus miembros.
A partir del Tratado de Unión Europea, los gobiernos, en consulta con el Parlamento, designarán al
Presidente de la Comisión y luego a los Comisarios. Una vez formada la Comisión, se someterá una
sesión de investidura ante el Parlamente Europeo. La Comisión cesa por expiración de su mandato y
113
si prospera una moción de censura de iniciativa parlamentaria.
b) Competencias.
La Comisión para el desarrollo de sus funciones:
− Velaran por la aplicación de las disposiciones del Tratado y las que emanen de las demás
instituciones en virtud del mismo.
− Formulará recomendaciones y emitirá dictámenes en cumplimiento de las disposiciones del Tratado
o por propia iniciativa.
− Dispondrá de un poder de decisión propio y participará en la formación de los actos del Consejo y
del Parlamento Europeo.
− Ejercerá las competencias que el Consejo le atribuya para la ejecución de las normas por él
establecidas.
3.4. El Parlamento Europeo.
a) Composición.
El Parlamento Europeo representa a los pueblos de los Estados reunidos en la comunidad. Lo
componen 518 diputados, elegidos por sufragio universal directo en cada Estado, con un mandato de
cinco años. Es realmente un órgano colaborador del Poder legislativo del Consejo de Ministros. Puede
rechazar y enmendar los proyectos pero es este último el que decide finalmente. su sede está en
Estrasburgo.
Las competencias del Parlamento Europeo, se encuentran en el art. 137 del TCE y han sido
completadas por los Tratados presupuestarios de 22 de abril de 1970 y de 10 de julio de 1975 y,
también por la práctica de las instituciones. no puede afirmarse que el Parlamento Europeo tengan las
funciones parlamentarias de los Estados miembros.
La composición del Parlamento Europeo cambió a partir de 1979. Hasta esa fecha estaba formado por
198 representantes designados por los Parlamentos nacionales, sin criterio proporcional respecto a la
extensión de los distintos países ni a su densidad geográfica. El 9 de junio de 1979 se celebraron en
los Estados miembros, las primeras elecciones, por sufragio universal directo y colegio único, para la
elección de los miembros del Parlamento Europeo para un mandato de cinco años. Tras la cuarta
ampliación de la Unión de 1995, el número de escaños del Parlamento ha pasado de ser de 626,
correspondiendo a España 64.
Los miembros del Parlamento no están ligados por mandato imperativo y se establecen un conjunto
de prerrogativas pero también de incompatibilidades para garantizar su función, no se encuentra la
prohibición de pertenecer simultáneamente al parlamento Europeo y al Parlamento nacional, salvo
Francia e Italia, los Estados prohíben compatibilizar estos dos mandatos.
b) Los grupos políticos.
En el seno del Parlamento Europeo se forman grupos políticos en función de las distintas ideologías.
Los diputados se integran en estos grupos en razón de su adscripción política. en el Parlamento
Europeo se permite la figura del diputado no inscrito, situación que, no se contempla en el caso
español donde los diputados que no se inscriben en un determinado grupo parlamentario pasan a
114
integrarse al Grupo Mixto.
La formación de los grupos políticos del Parlamento Europeo sigue una tramitación muy semejante a
la constitución de los grupos parlamentarios en España. Los distintos grupos deben remitir al
Presidente del Parlamento Europeo una declaración que exprese la denominación, los miembros que
lo integren y la composición de su mesa; esta declaración se publica en el Diario Oficial las
Comunidades Europeas.
El Reglamento de Régimen interno del Parlamento establece un número de miembros mínimo para
constituir grupo político más elevado cuando la nacionalidad de todos los miembros es la misma y
que va disminuyendo a la par que aumentan las nacionalidades de los diputados. Pueden constituir
grupo político:
− Veintinueve diputados si pertenecen a un solo Estado miembro.
− veintitrés si pertenecen a dos Estados distintos.
− Dieciocho si pertenecen a tres Estados distintos.
− Catorce si pertenecen a cuatro o más Estados distintos.
c) Competencias.
el Parlamento, que actúa en Pleno y en Comisiones, tiene reconocidas las siguientes competencias:
1. Competencias en relación con otras instituciones como son:
− Tramitar la Investidura del candidato a Presidente de la Comisión y de los miembros de dicha
comisión a través de su presencia en las Comisiones del Parlamento Europeo.
− Tramitar la moción de censura contra la Comisión.
− Pronunciarse sobre el nombramiento de los miembros del Tribunal de Cuentas.
− Aprobar o rechazar la candidatura del candidato a Presidente del Banco Central Europeo.
− Presentación de recursos ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.
2. Competencias de investigación, informe y consulta.
− Preguntas.
− Comisiones de Investigación.
− Debates, resoluciones y recomendaciones.
− Recepción de Informes de otras instituciones.
3. Competencias presupuestarias.
Comparte con el Consejo las competencias presupuestarias. El sistema presupuestario se articula en
gastos obligatorios y no obligatorios, respecto de estos últimos el Parlamento tiene la decisión y
115
representan el 25 % del total.
4. Competencias legislativas.
Se han visto ampliadas a partir del Acta Única Europea y con ocasión del Tratado de Unión Europea
estableciéndose un procedimiento de codecisión con el Consejo. Deben señalarse los siguientes
procedimientos:
5. Nombramientos de otros órganos.
El Parlamento posee la competencia de nombrar u Defensor del Pueblo facultado para recibir
reclamaciones de cualquier ciudadano de la Unión o de persona física o jurídica que resida o tenga su
domicilio social en un Estado miembro.
El Defensor del Pueblo puede recibir quejas relativas a la mala administración de las instituciones
comunitarias a excepción del Tribunal de Justicia y del Tribunal de Primera Instancia en el ejercicio
de sus funciones jurisdiccionales acerca de los cuales no se admiten reclamaciones de este tipo.
El Defensor es nombrado por el Parlamento después de cada renovación de éste para toda la
legislatura y su mandato es renovable. Queda obligado a presentar anualmente un informe sobre el
resultado de sus investigaciones.
3.5. El Tribunal de Justicia y el Tribunal de Primera Instancia.
Al Tribunal de Justicia con sede en Luxemburgo, se le asigna la misión de garantizar el respeto al
Derecho en la interpretación y aplicación del Ordenamiento. Su jurisdicción es obligatoria y
exclusiva. Sus decisiones se imponen a los Estados miembros, a las instituciones comunitarias y a los
particulares.
Tiene competencia para la resolución de los conflictos entre los Estados y la Comunidad y entre las
instituciones de la comunidad. Protege los intereses y los derechos de los particulares.
Está compuesto por 15 jueces número que puede aumentar. Son elegidos por los Estados miembros
entre juristas de reconocida competencia para un mandato de 6 años, renovable. La renovación se
hace cada tres años y es el propio Tribunal el que elige a su Presidente. actúa en Pleno y puede
constituir Salas de tres, cinco o siete jueces.
El Tribunal está asistido por nueve abogados generales, tienen por misión presentar al Tribunal, con
absoluta neutralidad, unas conclusiones motivadas sobre el asunto en litigio y propone una solución.
Los abogados no participan en las deliberaciones del Tribunal pero sí en las reuniones de tipo
administrativo.
Los jueces como los abogados son elegidos entre personalidades independientes y que, en sus países,
tengan reconocidas las condiciones necesarias.
El Tribunal de Justicia tiene un Secretario general, nombrado por el Tribunal por seis años, renovable.
Tiene competencias procesales y administrativas. Los jueces y los abogados cuentan con un gabinete
personal compuesto por letrados de su confianza.
El Tribunal actúa sólo en el marco de sus competencias, los Tribunales de los Estados miembros
tienen competencias en este campo. Hay un sistema de colaboración, no de jerarquización, entre las
jurisdicciones nacionales y el Tribunal de Luxemburgo.
116
La creación, en 1988, del Tribunal de Primera Instancia ha diversificado las competencias dentro del
ámbito comunitario. Tiene competencia para resolver los litigios entre la Comunidad y sus agentes.
Conoce de los recursos de anulación, de carencia y de responsabilidad, así como de los litigios sobre
propiedad intelectual.
3.6.El Tribunal de Cuentas:
El 22 de julio de 1975 se produjo una nueva reforma de los tratados constitutivos con la firma, en
Bruselas, del Tratado que modifica algunas disposiciones financieras de los Tratados comunitarios,
atribuye mayores poderes presupuestarios al Parlamento e instituye el Tribunal de Cuentas, que
obedece a una necesidad politica y tecnica. Ante todo era preciso para dar respuesta a las
sensibilidades de la opinion publica europea.
Desde 1973, el Presidente de la Comision de Control Presupuestario del Parlamento , H. Aigner,
venia defediendo la conveniencia de crear un organo de control externo. La Transformacion del TC en
una mas de las instituciones del al UE no hace sino confirmar la importancia creciente de la funcion
de control de los fondos que maneja la Union., y la necesidad de dar cuenta de la utilizacion de los
mismos, no solo de su adecuacion normativa aplicable sino tambien si se han cumplido los objetivos
de gestion y a que precio se han alcanzado en su caso. El TC es un organo colegiado , compuesto por
15 miembros, designado por unanimidad por el Consejo, previa consulta al parlamento, para un
periodo de 6 añosy se permite la renovacion de designados, ademas de que elabora al cierre de cada
ejercicio, un informe anual del que se da traslado a las instituciones y se publica en el Diariio Oficial
de la Comunidades Europeas.
3.7. OTROS ORGANOS DE LA UNION EUROPEA:
1−Comité de Regiones: para promover la representacion de los entes regionales y locales se creo, con
carácter consultivo, un CR. Sus miembros son nombrados por el Consejo por unanimidad a propuesta
de los respectivos Estados miembros en el numero variable según los Estados que figuran en el propio
tratado.
2−Comité Economico y Social: se constituye como un organo consultivo de carácter general del
Consejo y de la Comision en el estan representados las fuerzas economicas y sociales de los Estados
miembros, en particular de los productores, agricultores, transportistas, trabajadores, comerciantes y
artesanos, asi como profesionales liberales. Sus miembros son nombrados previa consulta a la
comision por acuerdo unanime del Consejo. Esta facultados para emitir dictamenes sobre cualquier
cuestion relacionada con la actividad comunitaria.
3−El Banco Central Europeo, Banco Europeo de Inversionesy el Sistema Europeo de Bancos
Centrales: el BCE tiene como mision velar por el normal desenvolvimietno de la economia de al
Union y la aplicación correcta d la moneda unica. A partir del 1 de julio de 1998 , el SEBC esta
formado por el BCE y los BC , asumiendo como objetivo primordial el mantenimiento de la
estabilidad de precios , y apoyando las politicas economicas.
El BCE tiene plena independencia de los Gobiernos nacionales y le compete fijar la politica monetaria
unica. Posee competencias sobre las reservas nacionales de divisas pero no llevara a cabo labores de
supervision bancaria.
El BEI tiene como mision contribuir al desarrollo equilibrado del mercado comun de intereses de la
Comunidad, recurriendo a los mercados de capitales y a sus propios recursos.
4.El Consejo Europeo y la accion de impulsion politica: Fue en las conclusiones de la Presidencia de
117
la Cumbre de Paris de 1974, en la que se institucionaliza esta reunion de altos representantes de los
paises miembros a traves de lo que puede considerarse el Acta de conclusiones del Consejo de Europa
establecindo que, los jefes de Gobierno han decidido, reunirse acompañados de los Ministros de
Asuntos Exteriores, tres veces al año asi como cada vez que sea necesario, como consejo de las
comunidades y a titulo de cooperacion politca.
El Consejo de Europa como Consejo de la Comunidad no figura en ninguno de los tratados
constitutivos, produciendose su institucionalizacion en el Acta Unica que dispone que el Consejo
Europeo estará compuesto por los Jefes de Estado y/o Gobiernos de los Estados miembros, asi como
del Presidente de la Comision de las omunidades europeas. . Por otro lado se establecio que el
Presidente del Consejo Europeo invitará a los ministros de Economia y Hacienda a participar en sus
reuniones cuando deban tratarse temas que afecten a la unión economica y monetaria.
Por lo que respecta a sus Funciones, la doctrina se muestra deacuerdo en considerar que la teoria
configuracion dual del Consejo Europeo como organo de cooperacion politica y como Consejo de la
Comundiad se extiende tambien a su funcionamiento, de tal forma que si opta por constituirse como
Consejo de la Comunidad su actuacion debe ser reglada y ajustarse estrictamente a lo dispuesto en los
Tratado Constitutivos y en las demas normas aplicables en cuanto al procedimiento , forma de los
acuerdos y competencias si se desea que sus resoluciones resulten vinculantes para los Estados
Miembros.
La Declaracion solemne sobre la Union Europea, establece que en la perspectiva de la Union
Europea, el Consejo de Europa realizará las siguientes funciones:
−Imprime a la construccion europea un impulso politico de caracer general.
−Define las orientaciones mas favorables para la construccion europea y prevé las lineas directrices de
carácter politico general para las comunidades Europeas y la Cooperacion politica europea.
−Delibera sobre los problemas de la Union Europea en sus diversos aspectos asegurandoles
coherencia.
−Expresa solamente la posicion comun en las cuestiones relativas a las relaciones externas.
El Consejo Europeo queda obligado a la presentar al Parlamento un informe después de cada una de
las reuniones y otra vez por cada Presidencia por el Presidente del Consejo Europeo; igualmente
presentará, anualmente, un informe al mismo Parlamento en el que constarán los logros realizados en
la consecucion de la Union Europea.
4−AMBITO COMPETENCIAL DE LA UNION EUROPEA : EL PRINCIPIO DE
SUBSIDIARIEDAD:
El ambito competencial de la UE deriva de la cesión que los Estados miembros han realizado a su
favor. Las competencias se han asignado en virtud del criterio funcional, para la consecución de los
objetivos comunitarios plasmados en los Tratados constitutivos y aceptados en todos los Estados
miembros.
El Principio de Subsidiariedad, fue incluido en el art. 5.2 TCE pro la modificación que del mismo
hizo el Tratado de Maastricht.
El Seguno parrado dice en los ambitos que no sean de su competencia exclusiva, la Comunidad
intervendrá comforme a este principio, es decir, solo en la medida en que los objetivos de la accion
118
contemplada, puedan ser logrados mas satisfactoriamente por la accion de la Comunidad. . Este
principio se complementa con el pº de proporcinalidad, según el cual ninguna accion de la Comunidad
excederá de lo necesario para alcanzar los objetivos del Tratado.
5− LAS FUENTES DEL DERECHO COMUNITARIO
5.1. Concepto del Derecho Comunitario.
El Derecho comunitario es un Ordenamiento jurídico constituido por un conjunto de reglas que
determinan la organización, las competencias y el funcionamiento de la Unión Europea; se distingue
del tradicional Derecho internacional y del Derecho interno de los Estados, se distingue del clásico
Derecho internacional, en dos notas:
− La primera, el Derecho internacional clásico se basaba en el principio de cooperación, el
comunitarios se asienta en el más reciente principio de integración.
− La segunda que el Derecho internacional se asienta básicamente en el Derecho convencional, el
comunitario, está siendo ampliamente desarrollado por las instituciones comunitarias.
Se diferencia del Derecho interno de los Estados por los órganos competentes para crearlo, en éstos
últimos el Derecho se crea por los órganos nacionales, el comunitario mana de las instituciones
comunitarias dotadas de esta competencia. Las relaciones entre el Derecho comunitario y los internos
discurren a través del principio de competencia conforme al cual los Estado nacionales reconocen
que, en aquellas materias acordadas, las instituciones comunitarias poseen la competencia para su
regulación, competencia a la que los Estados han renunciado en favor de las comunitarias.
5.2. Clasificación de las fuentes comunitarias.
De las diferentes clasificaciones que se han formulado del Derecho comunitario adoptamos, la
siguiente:
1. Fuentes obligatorias.
Que a su vez, deben diferenciarse en:
a) Derecho originario: compuesto por,
− Los tratados fundacionales.
− Los Tratados modificativos y complementarios.
b) Derecho derivado: integrado por,
− Las Decisiones generales de la CECA y los reglamentos de la CE y CEEA (EURATOM)
− Las Recomendaciones y las Directivasw.
− La Decisión individual de la CECA y la decisión de la CE y CEEA (EURATOM).
c) Actos convencionales, de los que forman parte los,
− Convenios concluidos por los Estados en aplicación de los Tratados.
119
− Convenios concluidos por los Estados en relación con la ejecución de los Tratados.
− Decisiones de los representantes de los Gobiernos de cada Estado producidos en el seno del
Consejo Europeo.
− Acuerdos concluidos por la Unión con terceros Estados que no son miembros de ella.
− Principios generales del Derecho comunitarios y jurisprudencia del Tribunal de Justicia.
2. Fuentes no obligatorias.
a) Derecho derivado, debemos distinguir:
a) Obligatorios:
− Reglamentos de régimen interno de los distintos órganos.
− Decisiones sin destinatario predeterminado.
b) No obligatorios:
− Resoluciones.
− Informes.
− Declaraciones.
− Programas de acción común.
4. Fuentes complementarias.
a) Derecho supletorio.
b) Principios generales del Derecho.
c) Costumbre.
d) Doctrina científica.
5.3 Derecho originario y Derecho derivado.
Derecho originario, está integrado por los tratados constitutivos y por los que elaborados
posteriormente, han modificado y completado a los originarios. El Derecho derivado es el conjunto de
las disposiciones normativas emanadas de los distintos órganos de la Comunidad que tienen
competencia para dictarlos en base a los Tratados y que, tras su publicación en el Diario Oficial de las
Comunidades, vinculan a los Estados, destacan:
− Los Reglamentos, norma plena y eficaz. Tiene carácter general y no cabe reservas por parte de los
Estados miembros, su aplicación es obligatoria.
− Las Directivas, son actos del Consejo o de la Comisión que obligan a los Estados en el objetivo que
dichas Directivas persigan pero permiten que los Estados arbitren la forma y los medios para lograr
120
dicho objetivo.
La Directiva no contiene una regulación completa de la materia de que trata, sino que fija objetivos y
resultados, debe ser, completada por las norma internas de las Estados. en tanto que dicha Directiva
no sea completada no es aplicable por los operadores jurídicos internos y sólo tiene el denominado
efecto vertical, en garantía de los particulares, ya que un Estado puede omitir o retrasar el desarrollo
de una Directiva perjudicando a sus ciudadanos y creando una discriminación.
Los particulares pueden invocar ante el juez nacional una directiva comunitaria, si ésta es clara y
precisa. El juez en este caso puede aplicar la Directiva e inaplicar la ley interna contraria.
Pero como las Directivas carecen de efecto horizontal ello crea discriminación ya que un funcionario
puede alegar una Directiva ante el estado y un trabajador no puede frente al empresario.
♦ La Decisiones, son actos jurídicos de carácter normativo, emanados de los órganos
comunitarios, de aplicación directa e inmediata, tras su publicación, en todos los Estados, sin
que sea precisa la intervención de éstos, se diferencia así de las directivas que precisan de la
actuación pertinente de las instancias legislativas o administrativas de los Estados.
6−. LA EFICACIA DEL DERECHO COMUNITARIOS.
La eficacia del Derecho comunitarios es diferente según la fuente de que se trate. Debemos distinguir
las normas de aplicación directa (Tratados constitutivos y reglamentos) y las normas de aplicación
indirecta (directivas).
Debemos diferenciar la eficacia vertical y la eficacia horizontal. La primera se proyecta sobre las
relaciones entre los Estados y los ciudadanos.
La eficacia horizontal significa que rigen en las relaciones entre particulares, siendo, por tanto
invocables en toda relación jurídica, tanto ante el tribunal de Justicia de la comunidad cuanto ante los
órganos judiciales nacionales. El reglamento es directamente aplicable y tiene eficacia directa vertical
y horizontal.
La importante diferencia entre reglamento y directiva tiende a difuminarse si el reglamento está
redactado en términos amplios y precisa una norma interna para concretarla. Según el Tribuna de
Justicia para que pueda aplicarse directamente judicialmente una norma comunitaria ésta debe reunir
los siguientes requisitos:
a) Ser clara y precisa.
b) No estar sometida a reserva alguna por parte del Estado en cuestión.
c) Que no requiera, para su ejecución, de ningún otro acto jurídico comunitarios.
d) Que no deje al Estado un margen de apreciación en cuanto a dicha aplicación.
Cumplidos estos requisitos los Estados se obligan y quedan sujetos a las normas comunitarias; no
pueden legislar en su contra y tienen que adaptar su legislación anterior. Los jueces han de aplicar e
inaplicar la norma interna contraria.
LECCIÓN 14
DERECHOS Y LIBERTADES I : ORIGEN Y EVOLUCIÓN.
121
1. DERECHOS Y LIBERTADES: ORIGEN Y EVOLUCIÓN.
1.1. Introducción.
Definir la libertad, es difícil ya que se trata de una vivencia humana, la libertad es la base sobre la que
descansa el reconocimiento y tutela de los demás derechos humanos. El poder debe frenar sus
impulsos ante determinados ámbitos humanos.
El problema jurídico de la libertad y de los demás derechos no es su reconocimiento formal como
elemento de la naturaleza humana cuanto su manifestación en el ámbito social. las dimensiones de la
libertad que más pueden interesar son:
a) La que permite el desarrollo libre del sujeto individualmente o a través de los grupos en los que se
integra.
b) La que permite su contribución como ciudadanos al desarrollo de la organización social, la libertad
política y la de participar en los asuntos públicos.
Tiende así la libertad a completar los dos grandes ámbitos del hombre: lo público y lo privado; lo
personal y lo social. Esta libertad no se muestra en los ordenamientos, sino en una pluralidad creciente
de derechos y libertades concretos.
En este tema y en los siguientes abordaremos los derechos del sujeto en la cual éste es soberano y
actúa libremente, protegido de intromisiones de los poderes públicos y de otros sujetos.
En el estudio de los derechos y libertades ha hecho fortuna la expresión Derechos Humanos para
expresar el objeto de esta lucha por la libertad, el concepto Derechos Humanos no alcanzó su
formulación más depurada hasta tiempos recientes, producto de las aportaciones de la teoría filosófica
y de la practica política. Son requisitos del concepto de Derechos Humanos, los siguientes:
a) Incorporar una pretensión moral o consagrar un derecho básico.
b) Cierto grado de universalidad o generalidad.
c)Incorporar garantías efectivas (jueces independientes, separación de poderes)
La evolución de la categoría jurídica Derechos Humanos se desarrolla al calor del pensamiento
moderno, también histórico de la crisis política, económica y social del Antiguo Régimen; se trata, de
un concepto moderno.
1.2. Los derechos hasta la llegada del Estado constitucional.
1.2.1. La Baja Edad Media.
Hasta avanzado el Medievo no existe realmente un reconocimiento de los derechos. Ni la Grecia ni la
Roma clásicas se plantearon el problema puesto que la condición de los hombres libres y de los
esclavos era una distinción natural. Tampoco el cristianismo, llega a difinir esferas de inmunidad
frente al poder.
En la Baja Edad Media los primeros derechos, no alcanzan sino a una pequeña parte de la población,
la sociedad, dividida en estamentos u órdenes sociales, margina a sectores de la misma. Los
privilegios medievales no tienen alcance general, carecen de sitemática y tienen carácter temporal. En
122
esta época no es posible afirmar la existencia de los Derechos Humanos.
En España, los fueros o cartas pueblas medievales recogían privilegios locales cuyo contenido fiscal
o económico, se apartaba de las modernas declaraciones de derechos. La consideración medieval del
derecho como privilegio personal o local convertía a las aldeas o concejos amparadas por un fuero en
zona inmunes frente al poder de la nobleza y del monarca, la Carta Magna inglesa (1215) es ejemplo
paradigmático de lo que hemos expuesto. En ella el rey Juan Sin Tierra se obligaba a respetar ciertos
derechos de los barones.
1.2.2. La Escuela española del Derecho Natural.
La llegada de los españoles a América y los excesos cometidos por los conquistadores y colonos,
suscitó en España una polémica acerca de los justos títulos de los españoles en América y del trato
que debían recibir los indios, debate en el que destacaron Bartolomé de las Casas y Francisco de
Vitoria, este último creador de la Escuela de Salamanca, los cuales enunciaron una serie de
principios: el reconocimiento de que todos los hombres nacen igualmente libres y que, poseen
capacidad para elegir a sus gobernantes. Esta doctrina permitió la aprobación de las Leyes de Burgos
de 27 de diciembre de 1512 y de las Leyes Nuevas de 20 de noviembre de 1542 protectoras de los
derechos de los indios y abrieron en nuestro país el reconocimiento posterior de otras libertades.
1.2.3. el Humanismo renacentista y la Reforma.
Ambos contribuyeron a la conceptualización de los Derechos Humanos que continuará, dos siglos
después, con la Ilustración. El humanismo, fue un movimiento intelectual que se desarrolló en Italia
en el siglo XV (el Quattrocento), se difundió por Europa en el siglo XVI, adoptó los ideales, la cultura
de la Antigüedad clásica, se caracterizó por la defensa de la dignidad del hombre, de su libertad, de su
capacidad para la creación (artística, literaria, científica...). Con el Renacimiento llegarían la libertad
de comercio y de contratación y la posibilidad de algunos derechos. La invención de la imprenta
permitirá la difusión de la cultura y se extenderán la libertad de pensamiento.
El movimiento humanista, del norte de Europa bajo el liderazgo de Erasmo, se hizo eco de la
necesidad de reformar la vida religiosa con los principios humanistas. Estas reivindicaciones
consolidaron, en el siglo XVI en Alemania, en torno a la figura Lutero que formalizó la ruptura con la
Iglesia católica con la Reforma.
Lutero mantuvo que el individuo es responsable única y directamente ante Dios, representaba que el
hombre adquiría cierta autonomía y se reconocía su responsabilidad individual. La Reforma rompió
con el monolitismo religioso y provocó el reconocimiento de la opción religiosa personal lo que se
manifestó en el principio del libre examen de conciencia. Llevó una creciente demanda de tolerancia
religiosa, y de libertad religiosa, cuya trascendencia ha sido inmensa y ha permitido el reconocimiento
de otros derechos apoyados en el principio de la libertad religiosa e ideológica.
1.3. Los derechos en los orígenes del Estado constitucional.
1.3.1. Documentos ingleses del siglo XVII.
Inglaterra fue precursora en materia de derechos y libertades y en su incorporación al régimen
constitucional. En derechos y libertades, el derecho escrito es una de las fuentes del Derecho inglés,
junto con el Common Law y la legislación del Parlamento. Los textos ingleses se separan de las
modernas declaraciones de derechos, mientras aquéllos encuentran su fundamento en la historia y en
la tradición, éstas tienen una fundamentación racional; sólo el Bill of Rights está más cerca de esta
segunda concepción que de la primera. Pueden citarse como documentos esenciales los siguientes:
123
a) La Petición de Derechos (Petition of Rights) aceptada por Carlos I, incorpora las libertades que
deben ser respetadas por el rey.
b) La Ley de Habeas Corpus (1679), establece la puesta a disposición del juez de cualquier detenido
en un plazo determinado.
c) La Declaración de Derechos (Bill of Rights, 1689). Primera declaración inglesa nacional. Se limita
el poder de la Corona y se afirma el del Parlamento.
Estos documentos presentan unas características comunes:
a) La primera, apoyarse en documentos anteriores, no son declaraciones nuevas, ni rupturas entre los
documentos medievales y los posteriores.
b) En segundo lugar, no son declaraciones de carácter universal ni enumeraciones exhaustivas,
intentan aportar soluciones a problemas concretos o confirman y defienden libertades.
c) En tercer lugar no son constitutivos ni creadores de derechos, sino que tienen carácter declarativo
de los mismos.
El prestigio casi mítico de estos pactos o declaraciones es quizá excesivo y difícilmente pueden se
imbricados en la filosofía estricta de los Derechos Humanos pues carecen del requisito de la
generalidad; la existencia en la época en la que fueron dictados de estamentos, órdenes o clases con
diferentes trato jurídico conlleva que en tales textos jurídicos se consagrasen notables desigualdades
ante la ley.
1.3.2. Las declaraciones americanas del siglo XVIII.
Las primeras declaraciones de derechos en Norteamérica fueron precedidas de una serie de textos
legales que recogieron reivindicaciones de las colonias frente a la metrópoli. Entre estos textos
podemos citar los siguientes:
− Cuerpo de libertades de la Bahía de Massachussetts (1641): Contiene disposiciones limitativas del
poder del gobernador y magistrados de los intereses metropolitanos frente a la colonia y defiende la
positivación de los derechos naturales.
− Acta de tolerancia de Maryland (1669−1670): Reconoció el principio de tolerancia religiosa sólo a
los cristianos.
− Normas fundamentales de Carolina (1669−1670): Normas para la organización de la comunidad
política.
Estos documentos tienen en común acoger la tradición jurídica inglesa del common law, inspirarse en
el iusnaturalismo racionalista, según los derechos naturales corresponden al hombre por su condición
humana, concepción pacifista de la sociedad y tratar aspectos esenciales para la comunidad (los
limites del poder, la tolerancia y la humanización del derecho penal y procesal).
A raíz de la aprobación en Inglaterra del Bill of Rigths (1688) por el rey Guillermo de Orange, los
textos americanos recibirán la doctrina iusnaturalista. Podemos citar:
− Carta de privilegios de Pennsylvania (1701).
124
− Declaración de derechos y agravios (7 de octubre de 1765) firmada en Nueva York por
representantes de nueve colonias en respuesta a la ley del Timbre metropolitana.
− La Declaración de deberes norteamericanos (1774) acordada en Congreso de Filadelfia para
oponerse a la presión fiscal británica.
− La Declaración de Levantamiento de armas (6 de julio de 1775), tras los primeros enfrentamientos
bélicos y seguirán escritos ideológicos y revolucionarios.
Poco después de esta última Declaración, se aprobaron dos de los más significativos documentos
americanos:
− La Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia (12 de junio de 1776) consagra una tabla
de derechos y libertades, se proclaman la libertad, la vida, la propiedad, la seguridad y la libertad
religiosa como derechos básicos y encomiendan al Estado su tutela.
El articulado de esta Declaración de Derechos influyó en la redacción del proyecto de Declaración de
Independencia al que a continuación se alude.
− La Declaración de Independencia (4 de julio de 1776) de las colonias americanas y las
declaraciones de derechos representaron un hito en la historia, poseen un fundamento racionalista y
contemplan al individuo como tal; se incorpora el principio de igualdad y sus efectos a todo el
territorio del Estado.
La Declaración de Derechos de Virginia como la de Independencia de los Estados Unidos llevaron la
positivación de los principios del iusnaturalismo racionalista como son:
− La soberanía popular.
− La igualdad de todos los hombres en su dignidad.
− El reconocimiento de derechos inalienables (la vida, la libertad, la propiedad, la seguridad, la
búsqueda de la felicidad) obligación de los gobernantes de tutelar esos derechos.
− El derecho a la rebelión si los gobernantes no cumplían el pacto de proteger a la comunidad.
La Constitución americana (1787), no incorporó una declaración expresa de derechos, pero configuró
límites al poder político. Por otro lado, las Enmiendas a la Constitución, constituyen una verdadera
declaración de Derechos (Bill of Rigths), como límites al poder político. Las sucesivas Enmiendas
fueron aprobadas desde 1791 (las diez primeras) a 1964 y se refieren, a:
− Libertad de cultos, expresión, prensa, asociación, reunión y petición al gobierno (1ª Enmienda).
− Derecho a poseer y llevar armas (2ª Enmienda).
− Inviolabilidad del domicilio (3ª y 4ª enmiendas)
− Garantías procesales, derecho a la defensa y a ser juzgado mediante Jurado; prohibición de castigos
crueles (5ª, 6ª y 7ª enmiendas)
− Interpretación extensiva de los derechos (9ª Enmienda).
125
− Abolición de la esclavitud, derecho de ciudadanía, derecho de sufragio (13ª, 14ª, 15ª, 19ª y 24ª
Enmiendas).
1.3.3. La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Los movimientos revolucionarios no son un fenómeno exclusivamente norteamericano o francés;
existieron también en Irlanda, Holanda, Países bajos austriacos, Suiza, Suecia, Polonia, Alemania
renana, Estados italianos y aparecieron unidos al imparable ascenso de la burguesía.
Aunque se discuten las verdaderas causas de la Revolución Francesa, hay unanimidad en el negativo
papel desempeñado por la monarquía apoyada en una nobleza intransigente en la defensa de sus
privilegios, o en la crisis económica en 1789 por la escasez de cereal. Los beneficiarios de la
revolución fueron las clases burguesas, pero el fenómeno hay que situarlo dentro de la crisis
ideológica del Antiguo régimen y decadencia de sus estructuras políticas, económicas y
administrativas.
La Revolución francesa no es obra de filósofos sino de burgueses preocupados por combatir la
corrupción gubernamental, los privilegios estamentales y decididos a participar en los asuntos
públicos. El papel desempeñado por las ideas fue decisivo en Francia. Los revolucionarios recogieron
en se Declaración corrientes del iusnaturalismo racionalista y del pensamiento de autores franceses:
− De Montesquieu se extrae la separación de poderes.
− De los fisiócratas el culto al derecho de propiedad y al liberalismo económico.
− La tolerancia religiosa y la concepción genérica de la divinidad del pensamiento de Voltaire.
− La ley como expresión de la voluntad popular en el pensamiento de Rousseau y la concepción del
contrato social de Locke, según la cual los hombres acuerdan reservarse unos derechos y ceden otros
a la comunidad, diferenciándose así del pacto social roussoniano, el cual los hombres ceden todos los
derechos a la comunidad. La igualdad individual anterior con la subordinación hacia la autoridad se
efectúa mediante el sistema de mayorías, es decir, a través de la voluntad general. Esta visión es,
incompatible con la idea de una Declaración de Derechos Humanos naturales, dado que no existen
otros derechos que los reconocidos por la ley. El iusnaturalismo de la Declaración está, más cerca de
Locke o de Wolff que de Rousseau. Ello se refleja en su enunciado que distingue entre derechos del
hombre (en el estado de naturaleza) y derechos del ciudadano (derechos reconocidos tras el contrato
social).
La Declaración de Derechos y Deberes del Hombre y del Ciudadano (1789), proclamaba entre otros
derecho o principios, los siguientes:
− El fin de toda asociación política es la conservación de la comunidad.(art. 2)
− Que tales derechos naturales son la liberté, la proprieté, la sûreté, et la résistance á l´oppresion
(art. 2)
− La libertad e igualdad en derechos de todos los hombres (art. 1)
− El derecho a participar en la elaboración de las leyes o a acceder a cargos públicos (art. 6).
− Separación de poderes (art. 16).
126
− Libertad de opinión, prensa, de conciencia y cultos (art. 10).
− Presunción de inocencia (art. 8) y garantías procesales para los detenidos (art. 7).
− Irretroactividad de las leyes penales (art. 8).
− Derecho de propiedad (art. 17).
La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa (1789), aparece poco después de la
americanas. Unas y otra presentan influencias mutuas y mantienen la tesis de los fisiócratas de la
existencia de un orden natural, la sociedad discurría autónomamente y el Estado debía traducir en
normas jurídicas sin perturbarlo ni alterarlo.
Es conocida la polémica entre Jellinek y Boutmy sobre el origen anglosajón o francés de las
declaraciones de derechos, quizá, sí debamos señalar las diferencias entre las declaraciones
norteamericana y las francesas: En las primeras destaca el hombre defendiéndose frente a las
injusticias del poder. En las segundas destaca la figura ideal del ciudadano que recurre a un discurso
más filosófico para justificar la toma y ejercicio del poder. Los textos norteamericanos son más
políticos que filosóficos; carecen de la vocación universalista de los franceses conscientes de que su
revolución podía ser exportada a las demás monarquías europeas. Los textos norteamericanos tienen
más presente la idea de Dios, mientras que al otro lado del Atlántico la mención al Ser Supremo
resulta casi una cláusula de estilo.
Esta Declaración francesa presenta, caracteres más definidos y algunos rasgos distintivos respectos de
sus predecesoras americanas:
a) El Individualismo. El sujeto de los derechos es el individuo. No se reconoce a los grupos. No se
reconocen entidades colectivas como la familia, la sociedad o celectividades locales o profesionales.
No aparece el derecho de asociación (el de reunión aparece tímidamente en la Constitución de 1791).
b) la universalidad. Eliminación privilegios y exenciones para todos los derechos declarados. Esto, no
llega a cumplirse. Los derechos se hacen universales para los hombres, las mujeres quedan excluidas
de ellos.
c) La libertad y la igualdad. La libertad no se manifiesta de forma abstracta sino en aspectos
determinados (libertad de pensamiento, de expresión religiosa, etc.) Los hombres son, además de
libres, iguales. La igualdad se manifiesta como igualdad formal o ante la ley y se cumple mediante el
principio de generalidad de la ley (la misma ley para todos). La propia declaración de Derechos de
1789, no consignaba la igualdad como derechos imprescriptibles (se añadirá en el texto de 1793).
Sólo la admite en referencia al acceso a los cargos públicos y a elegir a los políticos; no se reconoce la
igualdad civil de mulatos y esclavos.
d) La organización política. Se reconocen derechos básicos como la libertad, la propiedad o la
seguridad y se encomienda al Estado su protección, siendo dos los principios básicos incorporados: la
soberanía nacional y la división de poderes.
e) Transcendencia. El texto está redactado con una evidente aspiración de solemnidad y se presenta
como declaración solemne, redactada bajo los auspicios del Ser Supremo.
f) Abstracción en el uso de un vocabulario conceptual no predefinido: Hombre, asociación,
ciudadano, voluntad general.
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La Declaración, inició la consideración de la libertad y de los derechos como facultades inherentes al
hombre pero protegidos por la ley; estimuló la codificación de leyes políticas e incluso (códigos
penales, procesales, mercantiles, civiles, etc.); consagró la libertad de pensamiento y la tolerancia
religiosa y la secularización del Estado y favoreció el capitalismo y la industrialización.
2. LAS GENERACIONES DE DERECHOS. LOS DERECHOS EN EL ESTADO LIBERAL Y
EN EL ESTADO SOCIAL.
La evolución histórica del Estado de Derecho nos deparó un modelo liberal y un modelo social, y en
España, un modelo social y democrático de Derecho. La doctrina ha dividido y clasificado los
derechos en generaciones. Estas se corresponden con los modelos de Estado de Derecho. Cada
modelo de Estado se identifica con una generación de derechos. De alguna manera la crisis del Estado
liberal fue la crisis del sistema de derechos por él reconocido, mientras que las voces que se alzan
contra el actual Estado social no están alejadas de la protesta acerca del contenido y la eficacia de los
derechos económico−sociales que a éste último modelo de Estado corresponden. En la actualidad se
acepta la existencia de tres generaciones de derechos y se discute sobre la existencia de una cuarta
generación:
2.1. La primera generación.
La primera generación está representada por los derechos más básicos: vida, libertad, propiedad,
seguridad y reducido derecho de participación política; son libertades−resistencia del liberalismo,
frente al Estado en la primera mitad del siglo XIX. Se identifica con el Estado liberal de primera
época encargado de las condiciones mínimas para la sociedad civil. El sujeto es el hombre
individualmente considerado y se estima suficiente el reconocimiento formal del derecho aunque no
quede garantizado su ejercicio. Se parte de una concepción negativa de la libertad que requiere la
inhibición del Estado, se defiende que la sociedad es autónoma y autoequilibrada y basta con no
perturbar su desenvolvimiento.
2.2. La segunda generación.
Se corresponde con la segunda mitad del siglo XIX y alcanza un modelo de Estado liberal cercado y
amenazado por los problemas y en evolución hacia un nuevo modelo de Estado. A los derechos ya
reconocidos se incorpora el sufragio −sólo masculino− y ciertas libertades públicas y el
reconocimiento de los grupos. Se reconoce el derecho de asociación.
2.3. La tercera generación.
Se corresponde con el Estado social. el Estado interviene en la economía y aspira a lograr la justicia
mediante la redistribución de los recursos. En lo relativo a los derechos y libertades supone la
aparición e integración, junto con los anteriores de los derechos económicos y sociales y de los
derechos de prestación. Los primeros se refieren a la vida de los ciudadanos, tienen contenido
económico y sin ellos no puede alcanzar el ciudadano su desarrollo personal (salario mínimo,
protección económica de los menores, los ancianos, los minusválidos, etc.). los derechos de prestación
conllevan la obligación del Estado de crear y mantener las condiciones materiales para el ejercicio de
determinados derechos (derecho a la educación o la tutela judicial, etc). Actualmente casi todos los
derechos, son de prestación y requieren actuación positiva del Estado, no todos tienen carácter
económico.
2.4. La cuarta generación.
128
En cuanto a una naciente cuarta generación las opiniones son divergentes. Un sector parece hablar
más que de nuevos derechos de una reconsideración y reinterpretación de los ya conocidos, dándoles
un alcance diferente que en otras épocas, otro sector une a esta consideración nuevos derechos. otra
opinión, estos nuevos derechos no compondrían una cuarta generación sino que se ubicarían en la
tercera.
En mi opinión, considero que una naciente cuarta generación de derechos está representada por un
grupo de derecho, los derechos del ecosistema, referidos a la defensa del medio ambiente y de las
reservas naturales del Planeta;, derechos relativos a un nuevo estatuto jurídico sobre la vida humana,
y finalmente, por los derechos derivados de las nuevas tecnologías informáticas.
Esta cuarta generación no parece acomodarse un modelo distinto del Estado social en el cual apareció
la tercera generación; los Estados actuales son intervencionistas y democráticos, las condiciones de
vida han cambiado radicalmente como consecuencia de los tres aspectos referidos y el reconocimiento
y tutela de estos nuevos derechos se presenta como una necesidad ineludible de las organizaciones
estatales en el tercer milenio.
Podría afirmarse que, también el Estado, ha cambiado respecto del inicial Estado social, ahora
estamos ante Estados nacionales integrados en organizaciones supranacionales lo cual resultará
determinante en cuanto al reconocimiento y extensión de los derechos que tenderán a unificarse y
expandirse.
3. DERECHOS Y LIBERTADES: EL TÍTULO I DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE
1978.
3.1. Proceso constituyente.
Durante la elaboración de la Constitución, los derechos y libertades fue uno de los aspectos más
debatidos.
Los derechos y libertades constituían, junto a la separación y control del poder político, la base
fundamental del nuevo régimen, con ellos se rompía los principios de Francisco Franco.
En el anteproyecto de Constitución figuraba ya en el título II denominado De los derechos y deberes
fundamentales, que se ha mantenido en el actual Título I, constaba de cinco capítulos y treinta y siete
artículos. Después, el Título I de aquel Anteproyecto fue denominado Título Preliminar y el Título II
dedicado a derechos y libertades, pasó a ser Título I; se mantuvo, el mismo rótulo y su división en
cinco capítulos, aunque los artículos son cuarenta y seis.
Ya en el Anteproyecto figuraba un amplio catálogo de derechos y libertades. Las fuerzas políticas en
1977 se dividieron ante esta cuestión. UCD se inclinó en favor de plasmar en la constitución los
convenios y tratados internacionales en materia de derechos y libertades.
En este sentido, UCD defendió una enmienda al artículo 13 del Anteproyecto (art. 10 del texto final),
que declaraba que la Constitución aceptaba los derechos reconocidos en:
a) La Declaración de Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948.
b) La Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales, de 4 de noviembre de 1950.
c) El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de los Derechos
129
Económicos Sociales y Culturales de 16 de diciembre de 1966.
d) La Carta Social Europea de 18 de octubre de 1961.
Por otro lado, el PSOE y AP, defendían un catálogo de derechos, libertades y deberes que fuera
incluida en el texto fundamental. Esta tesis fue la que se ha plasmado en la Constitución española.
Los constituyentes, no rechazaron totalmente incorporar al texto cierta mención de los convenios y
tratados internacionales sobre derechos y libertades, se dotó al artículo 10 de un párrafo segundo que
establece que los normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades reconocidos en la
Constitución deben ser interpretados de conformidad con la Declaración Universal de Derechos
Humanos y los tratados y acuerdos internacionales ratificados por España.
3.2. estructura del Título I.
Finalmente, el Título I, De los derechos y deberes fundamentales (Arts. 10 a 55), fue aprobado con la
siguiente estructura:
Artículo 10: Dignidad de la persona y reconocimiento de los derechos como fundamento del orden
político y de la paz social. Se reconoce los Tratados Internacionales como interpretación de los
derechos y libertades constitucionales.
Capítulo I: De los españoles y los extranjeros (art. 11 a 13), relativo a la nacionalidad, mayoría de
edad y derechos de los extranjeros.
Capítulo II: Derechos y libertades (arts. 14 a 38).
Artículo 14: Principio de igualdad ante la ley.
Sección primera: de los derechos fundamentales y de las libertades públicas (arts. 15 a 29), se recogen
derechos máximamente tutelados por el Ordenamiento jurídico y figuran los derechos básicos para la
organización de la sociedad.(leer en el texto original los derechos).
Sección segunda: de los derechos y deberes de los ciudadanos (arts. 30 a 38), se reconocen otro grupo
de derechos, los cuales no gozan del mismo nivel de garantías que los anteriores aunque siguen
gozando de un alto nivel de protección. (Leer en el texto original).
Capitulo III: De los principios rectores de la política social y económica (arts. 39 a 52). Se ha
discutido sobre la naturaleza jurídica en este Capítulo III, parece innegable que se reconocen ciertos
derechos aunque también otros preceptos regulan situaciones que difícilmente podrían ser calificadas
como derechos en sentido estricto, sino más bien obligaciones de los poderes públicos en orden a la
mejor organización de la colectividad.(leer en el texto original los derechos).
Capítulo IV: De la garantías de las libertades y derechos fundamentales (Arts. 53 y 54). Recoge las
garantías de los derechos, normativas y jurisdiccionales (art. 53) y la institución del Defensor del
Pueblo como garante de los derechos del Título I (art. 54).
Capítulo V: De la suspensión de los derechos y libertades (art. 55). El único artículo está dedicado a
regular la posibilidad de que puedan ser suspendidos ciertos derechos, como es el caso de la
declaración de los estados de alarma, excepción y sitio /art. 116 CE) o los supuestos de suspensión
individual.
130
3.3. Caracteres generales del Título I.
Los constituyentes adoptaron un amplio catálogo de derechos que incluyeron el Título I de la
Constitución, del cual se pueden extraer, los siguientes caracteres generales:
1. La Constitución a diferencia de otros textos constitucionales, sistematiza los derechos contenidos
en el Título I en función de las distintas garantías. La Constitución determina con precisión el nivel de
garantías que corresponde a los derechos contemplados, lo cual resulta una novedad en el Derecho
Comparado.
2. Esta opción intentó paliar los problemas que en otros Estados europeos dotado de Constituciones
consensuadas se produjeron a la hora de desarrollar los derechos y dotarles de garantías.
3. Aunque la mayoría de los derechos se encuentra en el Título I existen otros fuera de este Título.
4. El Título I, además de derechos y libertades, regula deberes y obligaciones de los individuos y de
los poderes públicos así como de instituciones. Puede afirmarse que el sistema español de derechos es
un sistema complejo de derechos, deberes y obligaciones.
4. DERECHOS CONSTITUCIONALES Y DERECHOS FUNDAMENTALES.
4.1. Conceptos previos.
La terminología sobre los derechos es muy variada y se ha transformado con el paso de los años. Esta
pluralidad encierra significados distintos, apoyados, en fundamentos ideológicos y filosóficos
diferentes. En sentido constitucional la denominación derechos humanos o derechos naturales parecen
menos adecuadas para la explicación que pretendemos, puesto que todos los derechos son derechos
humanos y, la expresión derechos naturales se asocia a la teoría iusnaturalista que no estimamos
válida para la interpretación del contenido del Título I de la Constitución.
Para acercarnos a la terminología adoptada por la Constitución, hay que recordar algunos conceptos
previos:
a) Derecho objetivo, conjunto de preceptos o normas que integran un Ordenamiento jurídico.
b) derecho subjetivos, poder, facultad o autonomía reconocidos a un sujeto a cuya voluntad se entrega
su ejercicio y defensa. El derecho subjetivo es, el conjunto de facultades que se reconocen al sujeto
para que actúe en uso de su libertad.
El derecho subjetivo significa un tener derechos a y, poder exigir a alguien; cuando ese alguien son
los poderes públicos, el Estado, hablamos de derecho público subjetivo.
El derecho público subjetivo es una construcción de la dogmática alemana del siglo XIX correlativo
al reconocimiento de la personalidad jurídica del Estado. Para que una relación jurídica en la que un
derecho pueda vivir, es precisa al menos dos sujetos de derecho, esta teoría exigía el reconocimiento
de la cualidad de sujetos a los individuos y al Estado. De este modo se hacen posibles las relaciones
entre el Estado y los particulares.
El fin de esta teoría sobre la relación no es otro que delimitar sus respectivos ámbitos de actuación.
En el Estado social, muchos derechos públicos subjetivos han alcanzado la consideración de derechos
de prestación, que llevan aparejada la exigencia de una actividad positiva de los poderes públicos para
131
hacer a aquéllos reales y efectivos
c) Libertad Pública. Concepto específico muy cercano al derecho, es el la libertad pública. Podemos
verlo en la sección primera del capítulo segundo del título I.
no es fácil distinguir entre derechos reconocidos aquéllos que tengan naturaleza de libertades
públicas, puede decirse que son aquellas que, con independencia de la libertad individual, representan
grandes libertades del sujeto que no se agotan en su privacidad sino que, tienden a manifestar el ser
social que hay en todo hombre. Suelen ser libertades públicas aquellas que se ejercitan por el sujeto
colectivamente (libertad de expresión, de enseñanza, religiosa, de asociación, etc).
La Constitución no otorga tratamiento diferenciado a las libertades públicas. Derechos y libertades se
clasifican en razón de las garantías recibidas.
4.2. Derechos constitucionales y derechos fundamentales.
La Constitución no emplea una terminología suficientemente clara en lo que respecta a los derechos,
quizá, pueda hacerse una distinción, entre derechos constitucionales y derechos fundamentales:
4.2.1. Derechos constitucionales.
Llamamos constitucionales a los derechos reconocidos en la Constitución. sólo decimos de ellos que
se encuentran en el texto constitucional.
4.2.2. Derechos fundamentales.
Utilizan la expresión derechos fundamentales como sinónimo de derechos humanos o para designar a
todos los derechos del Título I. La utilizaremos como una categoría específica que comprende, un
grupo de derechos contenidos en la Sección primera, del capítulo II, del Título I (art. 15 a 29), gozan
de las máximas garantías previstas en el Ordenamiento jurídico.
Podríamos decir que derechos constitucional es todo reconocimiento de una parcela de autonomía a
los sujetos −dentro de los límites y conforme a los requisitos que el Ordenamiento señale− mientras
que denominamos derecho fundamental a un concreto derecho constitucional diferenciado dentro del
Ordenamiento, ya sea por su materia, mayores garantías o por ambas.
El tribunal Constitucional español en sus SSTC 160 y 161/87 de 27 de octubre ha señalado esta
distinción y con ella ha acotado las garantías de los derechos fundamentales, artículos 15 a 29,
excluyendo de la reserva de ley orgánica a los demás, incluso al art. 14 que consagra la igualdad y con
el que se inicia el Capítulo II del Título I.
5. FUNDAMENTO Y NATURALEZA DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES.
5.1. Fundamento.
Al tratar del fundamento de los derechos y libertades nos estamos preguntando por su razón, por el
motivo por el cual deben ser reconocidos y, incorporados al Ordenamiento.
La principal discusión acerca del fundamento de los derechos y libertades se centra en si debe ser
iusnaturalista o positivista, es decir, sobre si existen derechos metajurídicos que el Ordenamiento debe
reconocer por ser inherentes a la naturaleza del hombre (iusnaturalismo), o si los derechos existen
como tales sólo cuando son incorporados al Ordenamiento jurídico (positivismo) o, su fundamento se
132
encuentra en la decisión que se adopta respecto de los mismos.
El iusnaturalismo racionalista defendió el carácter innato y universal de los derechos en razón de la
naturaleza humana, en la práctica tales derechos carecían de eficacia y era sencillamente ignorados.
La constitucionalización de los derechos aumentó su eficacia pero dentro de los límites en que eran
reconocidos. Se tiende a conseguir ambos elementos: su universalidad y su eficacia jurídica, lo cual
sólo puede realizarse mediante el Derecho positivo.
Un Ordenamiento jurídico es democrático cuando establece y protege la libertad de los individuos, a
su voluntad y limita la acción del poder político. Solo la soberanía popular, garantiza que el Estado de
Derecho lo es tanto en su sentido objetivo (imperio de la ley) como en su sentido subjetivo (es ley
incorpora como derechos y libertades las demandas sociales).
Todo ordenamiento democrático tiene el obligado reconocimiento de la vida, la dignidad y la libertad
del individuo, pero no por su consideración como derechos naturales sino por constituir elementos
justificativos de dicho Ordenamiento: la primera por ser el presupuesto material para la existencia de
todos los demás derechos; la segunda como presupuesto lógico del sistema democrático, el cual se
define en razón de la libertad de sus miembros. Un tercer elemento, la igualdad, sin el cual no es
posible la democracia, no es posible la libertad, que se manifiesta cuando esa libertad es igual para
todos; la igualdad es un derecho conexo o relacional, no tiene existencia independiente, acompaña e
integra a todos los demás derechos.
Sólo un Estado democrático de Derecho, a través de la Ley, puede hacer que la dignidad y los demás
derechos adquieran su consolidación y su eficacia jurídica.
5.2. Naturaleza.
La naturaleza de los derechos y libertades es doble: por un lado, determinados derechos configuran su
estructura como derechos públicos subjetivos, quedando los poderes obligados a respetarlos y, por
otro lado, se constituyen como elementos objetivos del propio Ordenamiento, en la medida en la que
están sujetos y configuran el sistema de valores constitucionalizado.
Esta construcción jurídica, no tiene precedentes en el constitucionalismo comparado y vincula a una
interpretación de los derechos conforme a los valores superiores del Ordenamiento Jurídico. El orden
objetivo de valores contenido por los derechos es doble:
a) Están los valores superiores del Ordenamiento jurídico constitucionalizados en el artículo 1.1.
(Libertad, justicia, igualdad y pluralismo políticos), todos los derechos deben ser interpretados
conforme con estos cuatro valores superiores.
b) Por otro lado, cada uno de los derechos puede ser portador en sí mismo de un orden propio de
valores que el intérprete deberá precisar mediante las reglas de interpretación aplicadas en el
Ordenamiento.
No todos los derechos constitucionales son derechos públicos subjetivos, sí todos los derechos
responden o incorporan un orden de valores cuyo conjunto constituyen el entramado fundamental del
sistema constitucional.
LECCIÓN 15
DERECHOS Y LIBERTADES (II)
133
REQUISITOS Y CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS
1. REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS
1.1 ¿Existen derechos absolutos?
La doctrina ha manifestado de manera casi unánime, que los derechos subjetivos tienen límites, y no
son por tanto absolutos sino que deben articularse en un sistema en el que sea posible el ejercicio de
todos en ellos, lo cual sólo es factible aceptando que deben ser limitados. Sin embargo algunos
derechos han sido recogidos en la CE (el derecho a la integridad física y psíquica reconocido por el
art. 15, el derecho a no declarar sobre la propia ideología religión o creencias reconocido en el art.
16.2) de manera tan rotunda que algunos autores (Torres del Moral) los califican de absolutos.
La jurisprudencia del TC ya ha introducido elementos interpretativos al respecto, que señalan el
carácter limitado de los derechos subjetivos.
1.2 Requisitos para el ejercicio de los derechos
se pueden distinguir dos tipos distintos de requisitos para el ejercicio de los derechos:
• Requisitos subjetivos
Son todos aquellos que se refieren al sujeto de los derechos, dentro de los cuales debemos, a su vez,
distinguir:
♦ Las personas físicas y las personas jurídicas.
♦ La edad.
♦ La nacionalidad.
• Requisitos procedimentales
Se denomina así a todas aquellas exigencias de procedimiento encaminadas a la consecución del libre
ejercicio de los derechos.
El procedimiento no se establece para restringir los derechos, sino con carácter finalista. La finalidad
de los derechos puede ser:
♦ Genérica. Engloba a todos los derechos constitucionales, y consiste en favorecer el desarrollo
integral de la persona humana en el contexto de la sociedad en la que viva.
♦ Concreta. Se refiere a un derecho y determina el objetivo que el sujeto pretende obtener con
el ejercicio del mismo.
Los derechos constitucionales son permanentes e imprescriptibles, esto, sin embargo, no impide que
el Ordenamiento establezca quién (el sujeto), como y cuándo (analizando la regulación que el
Ordenamiento ha dado a cada uno de los derechos y libertades) pueden ejercerse los derechos.
El TC ha confirmado que los derechos deben ejercerse de conformidad con lo establecido en el
Ordenamiento, y que su imprescriptibilidad no impide que sí prescriba la acción para ejercerlos.0
2 EL SUJETO DE LOS DERECHOS
2.1 Personas físicas y personas jurídicas
El sujeto es instrumento imprescindible para el ejercicio de los derechos. Los ordenamientos jurídicos
134
reconocen junto a la persona humana a otro sujeto titular válido de algunos derechos como son las
personas jurídicas.
Algunos derechos vienen atribuidos a la persona física por su propia naturaleza (ej. derecho al
matrimonio) y resulta inimaginable otra titularidad.
El reconocimiento de determinados derechos a las personas jurídicas deriva de la necesidad del tráfico
jurídico o de la conveniencia de tutelar aspectos concretos de su desenvolvimiento en la sociedad.
A veces, las personas jurídicas tienen fines públicos, en cuyo caso el reconocimiento de sus derechos
implica también favorecer el acceso de los ciudadanos a otros derechos individuales o a otros bienes
constitucionales, como sucede:
♦ Con los partidos políticos que son asociaciones privadas investidas de funciones públicas (art.
6 CE), expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la
voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política de los
ciudadanos.
♦ Con el derecho que se les reconoce a las personas jurídicas para crear centros docentes (art.
27.6 CE), lo cual permite el desenvolvimiento del derecho a la educación y a la libertad de
enseñanza constitucionalizada en el apartado 1 de este precepto.
♦ Con las Universidades públicas y privadas, cuyo derecho a la autonomía universitaria ha sido
constitucionalizado en el art. 27.10 CE.
El TC reconoce la validez de las personas jurídicas como sujetos de derechos. Actualmente se
reconoce a las personas jurídicas, además de la titularidad de aquéllos derechos que la CE les atribuye
directamente, también el derecho a la libertad de expresión (art. 20 CE), derecho al honor (derecho al
nombre), a la propia imagen, a la inviolabilidad de domicilio, al secreto de las comunicaciones
privadas (art. 18 CE) y el derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24 CE).
2.2 Capacidad jurídica y capacidad de obrar
El derecho subjetivo representa la habilitación del sujeto para invocar una norma y hacer valer la
pretensión de que otros adopten un determinado comportamiento o permitan que el sujeto realice una
determinada actividad sin intromisiones; para ello, el sujeto debe poseer una determinada capacidad
que le permita ser titular del derecho en cuestión. Aquí se debe distinguir entre capacidad jurídica y
capacidad de obrar:
• Capacidad jurídica. Es la capacidad de ser destinatario de los efectos jurídicos previstos por la
norma y, por tanto, sujeto o titular de los derechos subjetivos que de ellos derivan. Esta capacidad es
reconocida a las personas físicas y jurídicas.
• Capacidad de obrar. Añade la posibilidad de intervenir personalmente y sin intermediarios en el
mundo jurídico en general.
El pleno goce de los derechos implica estar en posesión tanto de la capacidad jurídica como de la
capacidad de obrar.
Las personas jurídicas poseen capacidad jurídica de conformidad con lo que el Ordenamiento
establezca en cada caso, y su capacidad de obrar se articula a través de personas físicas que actúan en
nombre y por cuenta de la entidad jurídica.
2.3 Edad
La CE establece que los españoles son mayores de edad a los 18 años (art. 12 CE). La mayoría de
135
edad es un elemento de incidencia directa en el reconocimiento tanto de la capacidad jurídica como de
la capacidad de obrar de las personas físicas.
La Ce, en materia de derechos y libertades, incorpora, en relación con la capacidad jurídica y de
obrar, varias posibilidades:
• No reconocer capacidad jurídica a las personas físicas en ningún caso. Hay derechos constitucionales
cuyo sujeto es exclusivamente la persona jurídica (ej. derecho a la autonomía universitaria).
• Reconocer la capacidad jurídica y de obrar en el mismo momento en que se adquiera la mayoría de
edad, impidiendo el ejercicio del derecho por medio de un representante (ej. derecho de sufragio).
• Reconocer la capacidad jurídica a las personas físicas pero no la capacidad de obrar hasta la mayoría
de edad (derecho a la propiedad privada, a la herencia, a la intimidad, a la propia imagen, a la
educación a la libertad religiosa).
• Permitir en casos excepcionales, que el sujeto, aún siendo menor de edad, pueda manifestar su
voluntad y ésta sea relevante jurídicamente (ej. autorización de matrimonio a menores de edad)
2.4 Nacionalidad
• Progresiva incorporación de los derechos de los extranjeros
El reconocimiento efectivo de los derechos, se ha producido y consolidado especialmente en los
estados nacionales, y los derechos eran realmente, derechos del nacional de ese estado. Esto ha ido
cambiando con la firma de convenios y tratados internacionales en materia de derechos, lo que ha
influido en que se haya ampliado el catálogo de derechos a los extranjeros.
La integración de España en la UE, ha sido sumamente relevante en esta cuestión, ya que ha
determinado la máxima extensión de los derechos constitucionales a los nacionales de los demás
países integrados en la Unión.
• Los derechos de los extranjeros en la CE
El art. 13 CE, recoge los criterios básicos en torno al reconocimiento y ejercicio de los derechos de los
extranjeros en España. El apartado 1 de este precepto establece: Los extranjeros gozarán en España de
las libertades públicas que garantiza el presente Título en los términos que establezcan los tratados y
la ley.
La cláusula general que contiene el art. 13.1 CE, y que comprende todos los derechos del Título I,
queda limitada respecto al derecho de participación política por los establecido en el art 13.2 CE:
Solamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el art. 23, salvo lo que,
atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derecho de sufragio
activo o pasivo en las elecciones municipales. El término y pasivo, fue incluido mediante reforma
constitucional en 1992 para acomodar el artículo 8 del Tratado de la UE (Tratado de Maastricht) que
reconocía el derecho de sufragio activo y pasivo, en términos de reciprocidad, a los nacionales de
todos los países integrados en la Unión.
• La legislación de desarrollo en materia de derechos de los extranjeros
El art. 13 CE ha sido desarrollado por:
♦ Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, de derechos y libertades de los extranjeros en España y
su integración social.
La LODLE, ha pretendido reconocer la máxima cota de derechos y libertades posibles a los
136
extranjeros, y en general reconoce en los mismos términos que a los españoles, los derechos
inherentes a la persona humana (la vida, la integridad física y psíquica); en cuanto a otros derechos, la
ley distingue entre los extranjeros que se encuentran legalmente en España de aquellos que no,
gozando los primeros del derecho de libre circulación, del derecho de reunión o asociación en los
términos previstos en esta ley.
♦ La Ley 5/1984, de 26 de marzo, reguladora del Derecho de Asilo y de la condición de
refugiado (LRDA).
Tiene por objeto cumplir el mandato constitucional contenido en el art 13.4 CE, en relación a que una
ley establecerá los términos en que los ciudadanos de otros países y los apátridas podrán gozar del
derecho de asilo en España.
El derecho de asilo protege a los extranjeros que sean perseguidos por actos políticos y a los que
hayan cometido delitos políticos o conexos que no se hayan realizado en España (no protege los actos
de terrorismo de conformidad con el art. 13.3 CE). La concesión del derecho de asilo otorga al
extranjero inviolabilidad mientras se encuentra en territorio español
♦ Y POR Ley 4/1985, de 21 de marzo, de Extradición Pasiva (LEP).
Regula con todas las garantías, este acto de soberanía que, conforme a la ley española, requiere el
principio de reciprocidad.
3. CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS
3.1 Por su contenido
• Del ámbito personal
Si se refieren a la naturaleza misma del individuo (derecho a la vida, a la integridad física y moral,
etc.).
• De la esfera privada
Se refieren al ámbito más cercano de la vida humana (derecho al honor, a la intimidad, a la educación,
inviolabilidad del domicilio, etc.)
• Del ámbito político
Se refieren a la actividad del sujeto en relación con la organización política y social (derecho de
reunión y de asociación, derecho de participación política, libertad de expresión, etc.).
• Del ámbito económico
Se denominan de esta manera a los derechos incorporados por el Estado social que se proyectan en los
aspectos laborales, de prestación, Seguridad Social, bienestar, etc.
3.2 Por su naturaleza
• Derecho de libertad
Cuando imponen básicamente una aptitud de abstención por parte de los poderes públicos y de los
particulares.
137
• Derecho de prestación
Cuando se pide una actitud positiva por parte del Estado
3.3 Por el sujeto
• Derechos individuales
Son los que el Ordenamiento reconoce a las personas y pueden ejercerse por éstas sin la concurrencia
de otros sujetos (derecho a la vida, libertad religiosa, derecho de sufragio, etc.).
• Derechos colectivos
Son los derechos que se reconocen a grupos, ya se trate de personas jurídicas o de otros colectivos; y
también aquellos derechos que se reconocen a las personas individualmente y solo pueden ejercerlos
en unión contras personas (derecho de huelga, derecho a negociación colectiva, al matrimonio, etc.).
3.4 Por sus garantías
• Derechos máximamente tutelados
Según el art. 53.2 CE, los derechos de mayor nivel de garantías son los comprendidos en la sección 1ª,
del Capítulo II, del Título I (arts. 15 a 29). Estos preceptos vinculan a todos los poderes públicos;
requieren ley orgánica para su desarrollo que está sometida a control de constitucionalidad; respeto
del contenido esencial; reciben tutela preferente y sumaria y, en su caso, pueden ser recurridos en
amparo ante el TC. Reciben estas mismas garantías a excepción del desarrollo mediante ley orgánica
el art. 14 (derecho a la igualdad) y la objeción de conciencia (art. 30.2):
• Derechos con garantías de nivel medio
Pertenecen a este grupo los derechos regulados en la Sección 2ª, del Capítulo II, del Título I (arts. 30 a
38), los cuales vinculan a todos los poderes públicos, aunque su desarrollo legislativo se realiza
mediante ley ordinaria que está sometida a control de constitucionalidad; requieren respeto de su
contenido esencial pero no gozan de tutela preferente y sumaria ni de recurso de amparo.
• Derechos y principios de nivel mínimo
Los principios de la política social y económica recogidos en el Capítulo III del Título I (arts. 39 a
52), reciben garantías inferiores a los anteriores. Así, el reconocimiento, respeto y protección de estos
principios, informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes
públicos. Cuando cualquiera de ellos sea desarrollado mediante ley o norma con su rango y fuerza
ésta quedará sujeta a control de constitucionalidad (art. 161.1 ).
LECCIÓN 16
LAS GARANTÍAS DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES.
• GARANTÍAS DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES: INTRODUCCIÓN.
Los principios por los cuales la sociedad en la cual la garantía de los derechos no está asegurada ni la
separación de poderes establecida carece de Constitución siguen siendo en la actualidad requisito
inexcusable de cualquier Estado democrático, siendo además el segundo instrumento del primero: la
138
garantía y plena vigencia de los derechos.
La validez del reconocimiento de los derechos y libertades se encuentra hoy en la eficacia de sus
garantías. Éstos sostienen el sistema democrático y forman también un elemento objetivo del sistema.
Por ello, junto a la conveniencia de asegurar su libre ejercicio debemos tutelar el propio orden
constitucional del que aquellos forman parte, para lo cual puede ser preciso, incluso, interrumpir
temporalmente la vigencia de algunos derechos y libertades reconocidos, ya sea respecto de personas
concretas y en situaciones determinadas (suspensión individual de los derechos) ya en situaciones de
crisis constitucionales (estados excepcionales).
Algunas de las garantías constitucionales precisan desarrollo legislativo (como sucede frecuentemente
con las de carácter institucional), mientras que otras se encuentran plenamente expresadas en el texto
constitucional, y todavía, un tercer grupo está integrado por aquellas garantías que poseen rango legal
y no constitucional.
Actualmente las garantías de los derechos se extienden a los mismos ámbitos que los derechos a los
que aseguran. Por ejemplo, en materia de garantías distinguidos el ámbito interno y el internacional.
La Constitución española, por otro lado, ha otorgado importancia prioritaria al sistema de protección
de los derechos y libertades hasta el punto de que son las garantías el criterio de clasificación
adoptado por el texto constitucional para el catálogo de derechos.
• GARANTÍAS EN EL ORDEN INTERNO.
• GARANTÍAS NORMATIVAS.
Este tipo de garantías, de carácter preventivo, son disposiciones constitucionales y, en su caso,
legales, que tienden a impedir la posible vulneración de los derechos y libertades, a proteger el
catálogo que de ellos recoja el texto fundamental y a salvaguardar su contenido.
Se caracterizan por integrarse en el decurso del propio derecho de forma que con su regulación y con
su ejercicio queda implícita su tutela.
Estas garantías son:
• Vinculación de los poderes públicos a los derechos.
• Rigidez constitucional.
• Garantías de su desarrollo legislativo: la reserva de ley.
• Garantías sobre el contenido de los derechos y libertades.
• Garantías que adoptan la forma de derechos.
• Exenciones de obligaciones.
• Exigencias y prohibiciones a la actuación de los poderes públicos.
2.1.1. Vinculación de los poderes públicos a los derechos.
La consecuencia directa e inmediata del reconocimiento del valor normativo supremo de la
Constitución es la supeditación del resto de la legislación a sus principios y la vinculación de todos
los ciudadanos y de los poderes públicos a la misma y al resto del Ordenamiento jurídico, como se ha
dispuesto en el artículo 9.1 y en el 53.1 del texto constitucional.
Una interpretación sistemática de estos artículos supone una extensión del carácter vinculatorio de los
derechos no sólo a los poderes públicos sino también a los particulares, es decir, que los derechos y
139
libertades deben no sólo ser respetados por los poderes públicos sino que también son eficaces en las
relaciones entre particulares.
2.1.2. La rigidez constitucional.
La garantía del contenido de este catálogo de derechos y libertades se articula en torno al principio de
rigidez constitucional, de modo que se agravan, por lo general, los mecanismos de reforma que
afectan a estos preceptos.
La Constitución española ha incorporado en su Título X las previsiones acerca de su propia reforma,
estableciendo:
• Un procedimiento ordinario de reforma: que permite abordar las modificaciones de cualquiera de los
preceptos constitucionales salvo los reservados al procedimiento agravado.
• Un procedimiento agravado de reforma: que son:
• el Título preliminar.
• La Sección Primera del Capítulo II del título I (los derechos fundamentales): de donde se deduce la
intención de los constituyentes de buscar si no una inalterabilidad absoluta de este elenco de derechos
sí su protección reforzada.
• El Título II.
• De la Corona.
• O la revisión total de la Constitución.
2.1.3. Garantías de su desarrollo legislativo: la reserva de ley.
El principio de reserva de ley sustenta la garantía del desarrollo legislativo de los derechos y
libertades.
En ocasiones se establece reserva de ley orgánica, como en nuestro Ordenamiento jurídico, con la
consiguiente exigencia de mayorías cualificadas para la aprobación de estas leyes.
Con la reserva a la ley de la regulación de determinados preceptos quiere significarse que se somete a
la voluntad popular manifestada a través de sus representantes en el Parlamento la determinación del
contenido y límites de estos derechos dentro del respeto a la Constitución.
El principio de reserva de ley sustrae al Ejecutivo la facultad de regular directamente estas materias,
aunque no la iniciativa de dicha regulación a través de proyectos de ley. La competencia de enmienda
y aprobación la ostenta el Parlamento, que posee, además, su iniciativa propia a través de las
proposiciones de ley.
En materia de derechos y libertades, la Constitución española establece el principio de reserva de ley
genérica para determinados derechos (Capítulo II Título I), pero ese principio se convierte en reserva
de ley orgánica para el desarrollo de los derechos fundamentales.
La ley orgánica requiere para su aprobación, modificación o derogación el voto favorable de la
mayoría absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto, evitando así que
mayorías gubernamentales no muy amplias regular o modificar el contenido de dichos preceptos.
Por último, el artículo 86.1 establece que no podrá regularse mediante Decreto−ley, entre otros
aspectos, los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I. Respecto a esto
se suscitó la duda acerca del alcance del mencionado artículo, distinguiéndose 2 tesis:
140
• Restrictiva: el artículo 86.1 se refiere exclusivamente a los derechos fundamentales y, por tanto, viene
a coincidir con la reserva de ley orgánica, es decir, los derechos fundamentales no pueden ser objeto
de regulación mediante decretos−leyes.
• Extensiva: viene a identificarse con todos los derechos contenidos en el Título I, sin que la falta de
correspondencia literal entre lo que dice el artículo 86.1 (derechos, deberes y libertades de los
ciudadanos) y el rótulo que encabeza el Título I (De los derechos y deberes fundamentales) deba
resultar determinante.
El Tribunal Constitucional, en su sentencia de 111/1983, de 2 de diciembre realiza una interpretación
restrictiva para no reducir el ámbito del decreto−ley hasta el pinto de que resultara una fuente
prácticamente imposible de utilizar, aunque no ha llegado nunca a determinar qué derechos y con qué
alcance podrán ser regulados mediante decreto−ley.
2.1.4. Garantías sobre el contenido de los derechos y libertades.
El artículo 53.1 de la Constitución determina que el desarrollo legislativo deberá respetar el contenido
esencial del derecho, y ha tenido amplia repercusión en la jurisprudencia constitucional, tanto
nacional como foránea.
La idea de que los derechos poseen un contenido esencial representa la prohibición de que se regule
un derecho de tal manera que, como afirma nuestro Tribunal Constitucional, desfigure y difumine los
límites del derecho hasta hacerlo irreconocible.
El problema más importante es saber, en cada caso, cuál es el contenido esencial de un derecho
concreto. El Tribunal constitucional ha ido progresivamente delimitando lo que debe entenderse por
contenido esencial de un derecho.
En un primer momento éste representaba para el Tribunal constitucional una restricción a la potestad
legislativa del Estado, puesto que éste no podía invadir esa esfera esencial.
Con todo, en su sentencia de 11/1981, de 8 de abril, el Tribunal expuso los medios a través de los
cuales podía conocerse el contenido esencial de los derechos, señalando 2 caminos, que no son
excluyentes, sino complementarios:
• Tratar de acudir a la naturaleza jurídica del derecho comparando la literalidad de la norma con la
idea general que sobre el derecho en cuestión tengan los juristas, jueces y especialistas en Derecho:
mediante este sistema constituye el contenido esencial de un derecho subjetivo aquellas facultades o
posibilidades del mismo que le es recognocible como perteneciente a un tipo concreto y sin las cuales
se desnaturalizaría y dejaría de pertenecer a éste.
• Tratar de buscar los intereses jurídicamente protegidos por ese derecho: así el contenido esencial de
un derecho sería aquella parte del mismo absolutamente necesaria para que la protección de los
intereses jurídicamente protegibles que dan vida al derecho resulten efectivamente protegidos. Se
vulneraría el contenido esencial de un derecho cuando queda sometido a limitaciones excesivas que lo
hacen impracticable o le despojan de la necesaria protección.
2.1.5. Garantías que adoptan la forma de derechos.
En nuestro ordenamiento jurídico algunos instrumentos de tutela se presentan bajo la forma de
derechos concretos que garantizan aspectos de otro del cual dimanan.
El más significativo ejemplo es el derecho a la tutela judicial efectiva reconocida en el artículo 24 CE,
configurada como un derecho−garantía de todos los demás derechos en la medida en la que el derecho
141
a obtener la tutela judicial efectiva de los jueces y tribunales es uno de los instrumentos jurídicos más
relevante para la protección del libre ejercicio de los derechos e intereses legítimos de las personas.
2.1.6. Exenciones de obligaciones.
Se prohíbe que el sujeto sea obligado a realizar determinados actos que pondrían en peligro el libre
ejercicio de alguno de sus derechos constitucionales, como por ejemplo en el artículo 16.2 CE, que
establece que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias, tutelándose
así la libertad ideológica y religiosa.
El Tribunal Constitucional sin embargo ha matizado esta prohibición, en relación a los objetores de
conciencia, estableciéndose que no se conculca la garantía de este artículo cuando se requiera del
sujeto determinada información sobre su religión o creencias siempre que ello sea consecuencia de
una petición del propio interesado.
2.1.7. Exigencias y prohibiciones a la actuación de los poderes públicos.
Encontramos en la CE que ciertas garantías de los derechos y libertades provienen del establecimiento
de ciertos controles y exigencias a la actuación de los poderes públicos:
• Cuando se exige dar entrada a la opinión o actividad de los particulares en materia de enseñanza.
• Cuando se requiere resolución judicial previa a determinados actos de los poderes públicos, como la
suspensión o disolución de asociaciones, o la entrada en domicilios particulares.
• Cuando se prohíbe realizar determinados actos que podrían alterar el libre ejercicio de los derechos y
libertades, como realizar censura previa.
• GARANTÍAS JURISDICCIONALES.
Son aquellas que pueden ser instadas para prevenir o reparar la vulneración de un derecho, y pueden
manifestarse en forma de procesos, ya sean propiamente judiciales (ordinarios o especiales), ya se
substancien ante órganos jurisdiccionales sin carácter judicial. También pueden consistir en
mecanismos de garantía que operan dentro de dichos procesos.
En la CE podemos distinguir:
• Protección jurisdiccional genérica: se refiere a la tutela de los derechos y libertades a través de las
garantías jurisdiccionales que son comunes a todos los bienes e intereses del Ordenamiento jurídico.
• Protección jurisdiccional específica: es la que puede obtenerse a través de procedimientos o
instancias creados exclusivamente para el aseguramiento de los derechos y libertades.
2.2.1. Protección jurisdiccional genérica.
• Tutela judicial efectiva: Según el artículo 24.1 CE todas las personas tienen derecho a obtener la
tutela judicial efectiva de los jueces y Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos,
sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.
Estamos, como afirma el Tribunal Constitucional, ante un medio que el Ordenamiento jurídico arbitra
para la defensa de los bienes y derechos que él mismo reconoce.
Es un derecho de prestación en la medida en que exige a los poderes públicos que doten de los
recursos suficientes a la
Administración de Justicia para que el derecho a la tutela judicial efectiva pueda ser posible.
142
La tutela judicial efectiva es un derecho con un contenido plural y propio. El propio artículo 24.2
completa el reconocimiento del derecho a la tutela judicial efectiva contenida en el 24.1 CE, al
consagrar los siguientes derechos:
• Al juez ordinario predeterminado por la ley.
• A la defensa y asistencia de letrado.
• A ser informados de la acusación formulada.
• A un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías.
• A utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa.
• A no declarar contra sí mismos.
• A no confesarse culpables.
• A la presunción de inocencia.
Recordemos también que la Ley 62/1978, de 26 de diciembre, de Protección jurisdiccional de los
derechos Fundamentales de la Persona, da cumplimiento a la exigencia de l53.2 CE respecto a la
tutela, mediante un procedimiento preferente y sumario, de los derechos fundamentales y la igualdad,
tutela específica que se ha extendido también a la objeción de conciencia al servicio militar. El
proceso establecido en esta ley se sustancia ante los Tribunales ordinarios y es previa a la
interposición, en su caso, del recurso de amparo.
2) Recurso de inconstitucionalidad:
• Concepto: Es una garantía genérica del contenido de la Constitución. Se constituye como un medio de
defensa de la integridad del contenido del texto fundamental. Se encuentra regulado en el artículo
161.1 CE y procede interponerlo ante el Tribunal constitucional contra leyes y disposiciones
normativas con fuerza de ley que pudieran haber vulnerado cualquier precepto de la Constitución.
• Legitimación: es la capacidad que reconoce el Ordenamiento jurídico a determinados sujetos para
interponer el recurso de inconstitucionalidad, que son:
◊ El Presidente del Gobierno.
◊ El Defensor del Pueblo.
◊ 50 Diputados.
◊ 50 Senadores.
◊ Los órganos colegiados ejecutivos de las Comunidades Autónomas y, en su caso, las
asambleas de las mismas.
El reconocimiento de la legitimación a favor de instancias públicas, substrayendo esta
posibilidad a los particulares, permite afirmar que este recurso de
inconstitucionalidad es un medio de control de los propios poderes públicos respecto
de la actividad legislativa de las Cortes, incluso cuando dicha legitimación es ejercida
por Diputados o Senadores, en cuyo caso lo que se intenta controlar es la actividad
legislativa de la mayoría parlamentaria
2.2.2. Protección jurisdiccional específica.
Es aquella que el Ordenamiento jurídico ha creado exclusivamente para la defensa de
uno o más derechos constitucionales, ya tengan o no carácter fundamental.
En nuestro Ordenamiento debe diferenciarse por razón del momento en que se
produce:
◊ Garantías jurisdiccionales específicas a priori: constituyen actos jurisdiccionales que
tutelan un derecho específico, como la exigencia de resolución judicial para la
143
disolución o suspensión de las actividades de las asociaciones, que pretende
garantizar el derecho fundamental de asociación.
◊ Garantías jurisdiccionales específicas a posteriori: se articulan a través del Habeas
Hábeas, del procedimiento preferente y sumario ante los Tribunales ordinarios y del
recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
◊ Habeas Corpus: procedimiento de garantía de la libertad personal exclusivamente, y
está recogido en el artículo 17.4 CE y desarrollado en la Ley Orgánica 6/1984, de 24
de mayo, regulada del Habeas Hábeas.
Este procedimiento permite solicitar al juez o tribunal competente que lleve a su
presencia a una persona detenida, para lo cual el órgano judicial puede instar a la
autoridad policial la puesta a disposición del detenido.
Tiene pretensión de universalidad, puesto que alcanza no sólo a los supuestos de
detención ilegal, sino también a las detenciones que, ajustándose originariamente a la
legalidad, se mantengan o prolonguen ilegalmente o tengan lugar en condiciones
ilegales.
Se consideran personas ilegalmente detenidas:
◊ Las que hubieran sido detenidas por una autoridad,
agente, funcionario público o particular, sin que
concurran los supuestos legales, o sin haberse
cumplido las formalidades prevenidas y requisitos
exigidos por las leyes.
◊ Las que estén ilícitamente internadas en cualquier
establecimiento o lugar.
◊ Las que lo estuvieren por un plazo superior al
señalado por las leyes si, transcurrido el mismo, no
fuesen puestas en libertad o a disposición del juez
más próximo al lugar de la detención.
◊ Las privadas de libertad a quienes no les sean
respetados los derechos que la Constitución y las
leyes procesales garantizan a toda persona detenida.
◊ Procedimiento preferente y sumario para la tutela del
artículo 14, de los derechos contenidos en la sección
1ª del Capítulo II del Título I y de la objeción de
conciencia: Este procedimiento es previo a la
interposición del recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional y ha sido desarrollado por la Ley
62/1978, de 26 de diciembre de Protección
jurisdiccional de los Derechos Fundamentales.
Esta ley establece que la tramitación de las causas
ante los Tribunales ordinarios tendrán carácter
urgente y preferente y su duración, desde la
iniciación del procedimiento hasta la sentencia, no
podrá exceder de 60 días en los casos de delitos o
faltas contra los derechos fundamentales de la
persona, ni de 45 días en el enjuiciamiento de los
delitos cometidos a través de la imprenta y de otros
medios técnicos semejantes.
144
◊ Recurso de amparo: es una garantía específica de
algunos derechos y libertades previstos en el 53.2
CE, cuya resolución corresponde al Tribunal
Constitucional de conformidad a lo establecido en el
161.1 Ce.
Los derechos que pueden ser tutelados mediante el
recurso de amparo son exclusivamente los
siguientes:
◊ La igualdad
consagrada en el 14
CE, pero no el valor
igualdad recogido
en el 1.1CE ni el
principio de
igualdad real y
efectiva del 9.2 CE.
◊ Los derechos
fundamentales
comprendidos en la
reiterada Sección 1ª
del Capítulo II del
Título I.
◊ La objeción de
conciencia al
servicio militar
reconocida en el
artículo 30.2 CE,
pero no el resto del
artículo 30, ni
siquiera el resto del
apartado 2º en el
que se reconoce la
objeción de
conciencia.
El recurso de amparo tiene carácter subsidiario en
tanto en cuanto es preciso haber agotado la vía ante
los tribunales ordinarios y su incidencia es tanto
subjetiva, pues tutela el derecho a instancia del
particular, como objetiva, porque con tal defensa, se
tutela también el Ordenamiento constitucional del
que los derechos y libertades son parte fundamental.
Están legitimados para interponer este recurso toda
persona, natural o jurídica, que invoque un interés
legítimo, así como el Defensor del Pueblo y el
Ministerio Fiscal.
◊ INSTITUCIONES DE GARANTÍA.
◊ Garantía parlamentaria.
145
En el Ordenamiento constitucional español el
Parlamento asume, entre otras, la función de
controlar la actividad del Gobierno, a través de la
cual puede incidir en el aseguramiento de los
derechos y libertades mediante preguntas,
interpelaciones o comisiones de investigación.
Todo ello sin olvidar la competencia de enmienda y
aprobación que corresponde al Parlamento sobre los
proyectos de ley que presente el Gobierno.
◊ El Ministerio Fiscal.
En España el Ministerio Fiscal está integrado por el
Poder Judicial, aunque la ley 50/1981 de 30 de
diciembre, reguladora del Estatuto Orgánico del
Ministerio Fiscal le reconoce autonomía funcional.
Ejerce sus funciones a través de órganos propios,
conforme a los principios de unidad de actuación y
dependencia jerárquica y con sujeción a los
principios de legalidad e imparcialidad.
Está integrado por los siguientes órganos:
◊ El Fiscal General del Estado: nombrado y cesado
por el Rey, a propuesta del Gobierno, oído
previamente el Consejo General del poder judicial.
Debe ser elegido entre juristas españoles de
reconocido prestigio con más de 15 años de ejercicio
efectivo de su profesión.
◊ El consejo Fiscal: presidido por el Fiscal General del
Estado e integrado por 11 miembros más
provenientes de distintas instancias del Ministerio
Fiscal.
◊ La Junta de Fiscales de Sala: presidida por el Fiscal
General del Estado e integrada además por el
Teniente Fiscal del tribunal Supremo, los Fiscales de
Sala, el Inspector Fiscal, el Fiscal de la Audiencia
nacional y el Fiscal de la Secretaría Técnica.
◊ La Fiscalía ante el Tribunal Supremo: integrada por
todos los Fiscales que prestan sus servicios en este
Alto Tribunal.
◊ La Fiscalía de la Audiencia Nacional: integrada
igualmente por los Fiscales adscritos en este órgano
jurisdiccional.
◊ La Fiscalía Especial para la Prevención y Represión
del Tráfico ilegal de Drogas: integrada por un
número de fiscales dedicados exclusivamente a la
tramitación de asuntos de esta naturaleza.
◊ Las Fiscalías de los Tribunales Superiores de
Justicia: integradas por los Fiscales destinados a este
146
tipo de Tribunales en las Comunidades Autónomas.
◊ Las Fiscalías de las Audiencias Provinciales: se
asignan los Fiscales necesarios para el
funcionamiento de estos Tribunales.
◊ La Fiscalía del Tribunal de Cuentas: en la que
figuran los fiscales que trabajan en este Tribunal que,
como establece el artículo 136 CE, es el supremo
órgano de fiscalización de los fondos públicos.
El artículo 124.1 CE atribuye al Ordenamiento
jurídico la función de promover la acción de la
justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de
los ciudadanos y del interés público tutelado por la
ley, de oficio o a petición de los interesados, así
como velar por la independencia de los Tribunales y
procurar ante éstos la satisfacción del interés social.
El artículo 3.3 CE atribuye al Ministerio Fiscal la
función de velar por el respeto de las instituciones
constitucionales y de los derechos fundamentales y
libertades públicas con cuantas actuaciones exija su
defensa.
Competencias del Ministerio Fiscal son:
◊ Interponer recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional, en los casos y forma previstos en la
Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre del Tribunal
Constitucional.
◊ Intervenir en los procesos de que conoce el Tribunal
Constitucional en defensa de la legalidad en la forma
en que las leyes establezcan.
◊ Intervenir en los procesos judiciales de amparo, con
lo que se da la coincidencia de que el Ministerio
Fiscal puede presentar un recurso de amparo y
participar posteriormente en el mismo en su calidad
de Fiscal del Tribunal Constitucional.
◊ Defender igualmente la legalidad en los procesos
contencioso−administrativos en que interviene.
◊ El Defensor del Pueblo.
◊ Designación, mandato y cese: Es un Alto
Comisionado de las Cortes Generales, al que se
atribuye la defensa de los derechos comprendidos en
el Título I.
Es designado parlamentariamente por mayoría de 3/5
de cada Cámara (Congreso y Senado), en sesiones
plenarias independientes.
Si no se logran estas mayorías, las sucesivas
propuestas precisarían el voto favorable de los 3/5
del Congreso de los Diputados y la mayoría absoluta
147
del Senado, y la propuesta de un solo nombre cada
vez, se formaliza a través de la Comisión Mixta
Congreso−Senado que se encarga, además, de
articular las relaciones entre la institución del
Defensor del Pueblo y el Parlamento.
El Defensor es elegido para un período de 5 años y
se permite la reelección.
Puede ser designado Defensor del Pueblo cualquier
español mayor de edad que se encuentre en el pleno
disfrute de sus derechos civiles y políticos.
Los Presidentes del Congreso de los Diputados y del
Senado acreditan conjuntamente con sus firmas el
nombramiento del Defensor del Pueblo que debe
publicarse en el BOE y tomará posesión de su cargo
ante los miembros de las Mesas de ambas Cámaras,
reunidas conjuntamente.
Una vez designado, el Defensor del Pueblo propone
el nombramiento de 2 Adjuntos que deben recibir la
conformidad de la Comisión Mixta
Congreso−Senado.
La Ley Orgánica del Defensor del Pueblo establece
una serie de incompatibilidades para fortalecer la
posición de independencia que esta Institución
precisa para el desenvolvimiento de sus funciones
constitucionales.
El Defensor no está sujeto a mandato imperativo
alguno, no recibe instrucciones de ninguna autoridad
y desempeña sus funciones con autonomía plena.
Igualmente se incorporan a la Ley un conjunto de
prerrogativas, que también se extienden a los
Adjuntos, como son:
◊ Inviolabilidad por sus manifestaciones o actos que
formule en el desempeño de su función.
◊ Inmunidad, no pudiendo ser detenido o retenido sino
en caso de flagrante delito y fuero especial,
correspondiendo su inculpación, prisión,
procesamiento y juicio exclusivamente a la Sala de
lo Penal del Tribunal Supremo.
Los motivos de cese son:
◊ Por renuncia.
◊ Por expiración del mandato para el que fue
designado.
148
◊ Por muerte o incapacidad sobrevenida.
◊ Por actuar con notoria negligencia en el
cumplimiento de sus obligaciones.
◊ Por haber sido condenado, mediante sentencia firme,
por delito doloso.
◊ Funciones: Este alto comisionado de las Cortes
Generales podrá, para el cumplimiento de sus fines,
supervisar la actividad de la Administración dando
cuenta a las Cortes Generales a través de un informe
anual y de otros informes que puede elaborar sobre
aspectos concretos.
Sus funciones, generalmente, se extienden a:
◊ La inspección y comprobación del funcionamiento
de los servicios públicos.
◊ La orientación y propuesta sobre las medidas
necesarias para la subsanación de anomalías en el
funcionamiento de dichos servicios públicos, para lo
cual puede emitir informes y dirigirse a los distintos
órganos públicos.
◊ La defensa jurisdiccional de los derechos y libertades
a través de su legitimación para interponer recursos
de inconstitucionalidad y de amparo.
En España, distintas Comunidades Autónomas se
han dotado de una institución similar para el ámbito
de sus respectivos territorios autónomos, con las que
el Defensor del Pueblo mantiene relaciones de
coordinación.
LECCIÓN 17
LA GARANTIA DE LOS DERECHOS Y
LIBERTADES (II)
1. GARANTIAS INTERNACIONALES DE LOS
DERECHOS
La protección de los derechos y libertades ha sido
preocupación constante en el ámbito internacional.
Para el aseguramiento de los derechos han surgido,
junto a la vía diplomática, otros medios de control.
fueron elaborados y suscritos por diversos países
tratados, convenios o pactos que recogen los
derechos y libertades y se han creado medios de
garantía Institucionales y jurisdiccionales con apoyo
en dichos Tratados.
La eficacia dependen en gran parte del grado de
compromiso de los Estados asuman respecto a los
Convenios de protección.
149
◊ La Organización de las Naciones Unidas (ONU).
2.1. CREACION DE LA ONU.
La segunda guerra mundial marcó a la sociedad de
su época, surgieron las primeras iniciativas para una
más estrecha colaboración entre los pueblos mayores
cotas de desarrollo y bienestar. Estos fines
confluyeron en la aparición de la Organización de
las Naciones Unidas, organización que, como
establece el Preámbulo de la Carta de las Naciones
Unidas, tiene como fin preservar la paz, la justicia,
promover el progreso social y, reafirmar la fe en los
derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y
el valor de la persona humana, en la igualdad de
derechos de hombre y mujeres y de las naciones
grandes y pequeñas. La Carta establece el contenido
básico de la cooperación de las Estados miembros en
materia económica y social, la Organización
promoverá el trabajo, el acceso a un mayor nivel de
vida, la cooperación sanitaria, cultural y educativa y
el respeto universal a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales, sin distinción de raza,
sexo, idioma o religión, y la efectividad de derechos
y libertades.
2.2. LA ELABORACION DE LA CARTA DE LAS
NACIONES UNIDAS
En 1946, la ONU aprobó la creación de la comisión
de Derechos Humanos. Uno de los objetivos fue la
elaboración de un catálogo de derechos. ello se llevó
a cabo, mediante la Carta Internacional de Derechos
Humanos, que comprende:
a) La Declaración Universal de Derechos Humanos.
b) El Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y sus Protocolos
Facultativos.
Junto con los anteriores documentos, la
Organización de las Naciones Unidas ha adoptado
otros textos de reconocimiento de derechos
específicos o de tutela, como son :
a) La Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio.
b) La Convención sobre los Derechos Políticos de la
Mujer.
150
c) La Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial.
d) La Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer.
e) La Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
f) La Convención sobre los Derechos del Niño.
2.3. Nivel de garantías.
La necesidad de tutelar eficazmente los derechos se
ha hecho patente cada vez más y la tendencia actual
es claramente favorable a dotar a los derechos de sus
garantías.
Aunque la Carta no otorga competencias expresas de
tutela de los derechos y libertades ni al Consejo de
Seguridad, ni al Secretario General, ni al Tribunal
Internacional de Justicia, todos ellos han asumido,
de facto, funciones relativas a los derechos humanos
junto a la Comisión de Derechos Humanos. Con
todo, fue la creación, del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el
hito más importante en esta materia. Pertenece
orgánicamente a la Secretaría General, depende del
Secretario General que lo nombra y tiene funciones
en la promoción como en la protección de los
derechos humanos.
Los diferentes tratados de la ONU ha generado
órganos de promoción y tutela de los derechos y
libertades, pueden citarse los siguientes:
⋅ El Comité de Derechos Humanos vinculado
al Pacto de Derechos Civiles y Políticos.
⋅ El Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales.
⋅ El comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial unido a la
convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las formas de
Discriminación Racial.
⋅ El comité para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer.
⋅ El comité contra la Tortura.
⋅ El Comité de los derechos del Niño.
Los Comités citados, salvo el Comité de los
Derechos del Niño, establecen la posibilidad de
151
recibir denuncias individuales previa aceptación del
Estado, con la excepción del Comité contra la
Tortura, que posee facultad de investigación aunque
el Estado no le haya reconocido dicha competencia.
Debemos destacar la creación en tiempos recientes
de los Tribunales Penales Internacionales en
relación con crímenes de guerra para que los actos de
violación flagrante de los derechos humanos no
queden impunes, poniendo en relacion esta materia
con el Derecho internacional Humanitario
◊ El consejo de Europa.
3.1. Creación del Consejo de Europa.
La destrucción causada por la Segunda Guerra
mundial, motivó una reconstrucción pacífica y unida
de los países afectados. Se imponía, que tal unión se
verificara en torno a un catálogo de derechos y
libertades.
Estos movimientos confluyen en el Congreso de la
Haya, el 7 de mayo y el 10 de mayo de 1948, cuyas
conclusiones animan al gobierno francés, apoyado
por el belga, a auspiciar una conferencia. Con gran
Bretaña se creó un Comité para el estudio de la
unidad europea, compuesto de dieciocho miembros
de los cinco países integrantes del Tratado de
Bruselas, que en enero de 1949, decidieron crear el
Consejo de Europa, con la firma del Tratado de
Londres, el 5 de mayo de 1949. El Consejo de
Europa fijó su sede en Estrasburgo y contó, con un
Comité de Ministros y una Asamblea, de carácter
consultivo. Posteriormente fueron creados los
órganos de protección de los derechos: la Comisión y
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En la actualidad el Consejo de Europa cuenta con 41
miembros y mantiene: la defensa de la paz, la
justicia y la unión de sus miembros para el progreso
económico y social.
3.2. El Convenio Europeo para la Protección de los
Derechos Humanos y de las libertades
Fundamentales
El Consejo de Europa tiene, en el respeto a los
Derechos Humanos su fundamento, exigencia para el
ingreso de nuevos miembros, ningún Estado ha sido
admitido al Consejo de Europa sin la aceptación del
Estado de Derecho así como del principio en virtud
152
del cual cualquier persona que se halle bajo su
jurisdicción ha de gozar de los Derechos Humanos y
libertades fundamentales.
Para sus fines, el Consejo elaboró un Convenio, que
se conoce como Convenio o convención Europea
para la Protección de los Derechos Humanos y de
las Libertades Fundamentales (Convenio de Roma),
que le han seguido, entre 1952 y 1994, once
Protocolos Adicionales (no todos ratificados ni
vigentes):
⋅ El Protocolo Adicional y los Protocolos 1, 4,
6 y 7 amplían el catálogo de derechos
reconocidos en el Convenio.
El Protocolo Adicional vigente en la actualidad
incorpora al convenio el derecho de propiedad, el
derecho a la instrucción y el derecho a elecciones
libres, el nº 4 incluye la prohibicion de prision por
deudas, la libre circulacion, la prohibicion de
expulsion de nacionales, la prhibicion de expulsion
colectiva de los extranjeros, el nº 6 la abolicion de la
pena de muerte y el protocolo nº 7 diversas garantias
procesales, el derecho a recibir una indemnizacion
en caso de error judicial, derecho a no ser juzgado
dos veces por igual causa y la igualdad de los
conyugues
⋅ El Protocolo 2, hoy derogado, otorgaba una
competencia consultiva al Tribunal Europeo
de derechos Humanos.
⋅ Los Protocolos 3, 5 y 8 (sustituidos por el
Protocolo 11) modificaban el procedimiento
de garantía de los derechos respecto a la
Comision y al Tribunal Europeo.
⋅ El Protocolo 9 (hoy suprimido por el
protocolo 11) reconocia legitimación a las
personas físicas y jurídicas ante el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos.
⋅ El Protocolo 10 modifica el procedimiento,
al eliminar el quorum de dos tercios
necesario hasta ese momento para la
adopción por mayoría de la decisión del
Comité de Ministros sobre la existencia o no
de violación del Convenio.
⋅ El Protocolo 11, prevé la creación de un
Tribunal único, que ha asumido las
competencias en derechos y libertados que
hasta ahora poseian la Comisión y el propio
Tribunal Europeo.
El Convenio de Roma representa un salto en la
protección de los derechos en el ámbito europeo, que
153
los garantiza con eficacia mayor. Los derechos
reconocidos en el Convenio son, los que la doctrina,
podría estimar como esenciales para la persona
humana (vida, libertad personal, ideológica, de
expresión, tutela judicial), derechos que se
consideran inherentes a las sociedades democráticas,
con lo que democracia y derechos humanos quedan
indeleblemente unidos.
Se pueden agrupar en tres niveles:
◊ Los derechos intangibles e inderogables (no pueden
ser suspendidos por los estados ni en caso de
desordenes publicos o conflicto belico
⋅ el derecho a la vida
⋅ la prohibicion de tortura, tratos inhumanos o
degradantes
⋅ la prohibicion de la esclavitud y de la
servidumbre
⋅ el respeto del principio de legalidad penal e
irretroactividad de las penas mas severas
⋅ el derecho a la tutela judicial de los
anteriores derechos
◊ los derechos de carácter general o derechos minimos:
⋅ la prohibicion de trabajos forzados u
obligatorios
⋅ el derecho a la libertad y seguridad, derechos
a la tutela judicial, a ser juzgado en un plazo
razonable, la limitacion de la duracion de la
prision preventiva, los derechos de la
defensa y el habeas corpus y el derecho a
raparacion en caso de detencion ilegal
⋅ el derecho a contraer matrimonio y a fundar
una familia
⋅ el derecho a un recurso efectivo ante una
instancia nacional previa para la tutela de los
derechos reconocidos en el convenio
⋅ el principio de no discriminacion en relacion
concualquiera de los demas derechos
contenidos en el Convenio. La igualdad
reconocida en el convenio tiene carácter de
derecho conexo por la necesidad de ser
interpretada siempre en relacion con otro de
los derechos protegidos en el convenio.
◊ los derechos restringidos o sometidos a margen de
apreciacion por los estados
⋅ se caracterizan porque junto a su
reconocimiento, se incluye la prevision de
estar sometidos a ciertas restricciones por los
estados, siempre que tales restricciones esten
reguladas legalmente y sean necesarias en
una sociedad democratica para la seguridad
154
nacional, la seguridad publica, el bienestar
economico del pais, la defensa del orden y la
prevencion de las infracciones penales, la
proteccion de la salud o de la moral, o la
proteccion de los derechos y las libertades de
los demas. Son los siguientes:
⋅ el derecho al respeto de la vida familiar y
privada, del domicilio y de la
correspondencia
⋅ el derecho a la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religion
⋅ el derecho a la libertad de expresion, de
opinion y la libertad de recibir o de
comunicar informaciones o ideas aunque los
estados tienen la posibilidad de someter a
ciertas empresas de telecomunicaciones a un
regimen de autorizacion previa
⋅ el derecho a la libertad de reunion pacifica y
a la libertad de asociacion, incluido el
derecho a fundar sindicatos y de afiliarse a
los mismos.
3.3. La Carta Social Europea.
En 1961, los Estados del Consejo de Europa
convinieron en que el elenco de derechos
reconocidos en el Convenio, podía peligrar sino se
creaban unas condiciones sociales y económicas que
permitieran el libre ejercicio de esos derechos, se
firmó, en Turín, el 18 de octubre de 1961, la Carta
Social Europea, completada y enmendada por dos
Protocolos Adicionales.
Las Partes de la Carta, reconocen la necesidad de
una política de promoción y protección de los
derechos sociales, como el derecho al trabajo,
seguridad e higiene en el trabajo, los derechos
sindicales, a una remuneración justa, a la
negociación colectiva, formación profesional, etc.
3.4. Otros Convenios.
Además del Convenio de Roma y de la Carta Social
Europea, la lucha del Consejo de Europa, se ha visto
reforzada con acuerdos concretos, pueden citarse los
siguientes:
− El Convenio para la Prevención de la Tortura y de
las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes, y sus
protocolos Adicionales.
− El Convenio Europeo sobre el Estatuto Jurídico
del Trabajados Emigrante.
155
− El convenio sobre Protección de las Personas por
el tratamiento Informatizado de Datos de Carácter
Personal.
− El convenio Marco para la Protección de las
Minorías Nacionales.
3.5. EL SISTEMA DE PROTECCION: EL
TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS
HUMANOS.
Lo más significativo del sistema de protección
incorporado a el Convenio de Roma, no es su
catálogo de derechos sino los medios de protección y
aseguramiento que se articularon hasta la entrada en
vigor del protocolo nº 11 a través de las siguientes
instancias:
⋅ La Asamblea Parlamentaria, integrada por
representantes elegidos en cada Estado.
⋅ El Comité de Ministros, formado por los
Primeros Ministros de los Estados
miembros.
⋅ La Comisión Europea de Derechos
Humanos, compuesta por juristas en número
igual al de los Estados miembros
⋅ El Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El protocolo 11 reestrutra el mecanismo de control
con el fin de reforzar la eficacia de la proteccion de
los derechos humanos y de las libertades
fundamentales. Sus modificaciones afectan al
procedimiento de garantia de los derechos perno no
al catalogo de los mismos contenido en el convenio.
3.5.1. Composición y estructura interna.
Este Tribunal de Derechos Humanos es permanente.
Lo integran un numero de jueces igual al de las Altas
Partes Contratantes. Los jueces, juristas de
reconocida competencia, son elegidos por la
Asamblea parlamentaria, en razon de cada Alta Parte
Contratante, por mayoria absoluta de votos, de una
lista de tres candidatos presentada por esa Alta Parte
Contratante. El mismo procedimiento se sigue en
caso de adhesion de nuevos miembros o para cubrir
las vacantes. Una vez elegidos, son independientes y
no representan a sus respectivos países. Su mandato
es de seis años, con la salvedad de que las funciones
de la mitad de los jueces designados en la primera
eleccion terminaran al cabo de tres años. Son
reelegibles y pueden estar en activo hasta los 60
años.Gozan de los priviligios e inmunidad previstos
156
en el Estatuto del Consejo de Europa y no pueden ser
detenidos ni perseguidos, en los territorios de todos
los estados miembros, por opiniones o votos
emitidos en el desenvolvimiento de sus funciones
El Tribunal se organiza internamente y actua en:
⋅ Pleno (reunion de todos sus miembros):
elige al Presidente del tribunal a uno o dos
Vicepresidentes, a los Presidentes de Sala, a
uno o varios Secretarios y aprueba su
reglamento
⋅ Comites ( formado por tres jueces), teniendo
competencia para examinar los asuntos que
se les sometan
⋅ Salas (formadas por 7 jueces), igualmente
competente para examinar los asuntos que se
les sometan
⋅ Gran Sala (formada por 17 jueces, entre los
cuales el Presidente, el/los
Vicepresidente/s,los presidentes de las salas
y el juez elegido en representacion del
estado parte del litigio que se examine)
El tribunal posee un Secretario que estara asistido de
refrendarios
3.5.2. Funciones.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos
interpreta y aplica el Convenioy sus Protocolos,
según :
⋅ el art 33, asuntos entre Estados
⋅ el art 34, demandas individuales
⋅ el art 47, opiniones consultivas
Pueden acceder al tribunal los Estados y sus
nacionales (personas fisicas, juridicas,
organizaciones, etc). Se mantiene la doble
competencia, contenciosa a instancia de parte
legitima (Estado y particulares) y consultiva a
peticion del Comité de Ministros.
3.5.3 Presentacion de la demanda
Se puede acudir a este tribunal solo despues de
agotar las vias de recurso internas de cada Estado. El
plazo es de 6 meses contados a partir de la fecha de
resolucion interna definitiva. No se admitiran
demandas que:
◊ sea anónima.
◊ Sea esencialmente la misma que otra examinada
157
anteriormente por el Tribunal o ya sometida a otra
instancia internacional de investigacion o de arreglo
y siempre que no contenga hechos nuevos que
aconsejen su examen
◊ Que lo planteado en mismas se considere
incompatible con el contenido del Convenio o de sus
Protocolos
◊ Sea manifiestamente infundada.o abusiva
Cuando se considere una demanda inadmisible podra
decidirlo en cualquier fase del procedimiento.
Igualmente podra cancelar, en cualquier momento
del procedimiento, una demanda del registro de
entrada si se comprueba:
◊ que el demandante ya no esta dispuesto a mantenerla
◊ que el litigio ha sido ya resuelto
◊ que, por cualquier otro motivo comprobado por el
Tribunal, ya no resulta justificado la prosecucion del
examen de dicha demanda
Sin embargo, el Convenio establece la obligacion de
continuar con la demanda en la que concurran una o
varias de las causas anteriormente expuestas siempre
que asi lo exija el respeto a los derechos humanos
garantizados en el Convenio y en sus Protocolos. El
tribunal puede solicitar que una demanda cancelada
vuelva a registrarse ante circunstancias que lo
justifiquen.
3.5.4. Tramitacion de la demanda
Si se declara admisible, se procedera a su examen
contradictorio con los representantes de las partes
implicadas y realizara las indagaciones. Se pondra a
disposicion de los interesados para intentar un
arreglo amistoso (inspirado en el respeto a los
derechos humanos). Si se consigue este acuerdo se
cancelara el asunto mediante una resolucion que
contendra una breve exposicion de los hechos y la
resolucion adoptada. El procedimiento sera
confidencial.
Si se declara que ha habido violacion del Convenio o
de sus Protocolos y si el Derecho interno del Estado
solo permite reparar la violacion de manera
impefecta, el Tribunal concedera a la parte
demandante una satisfaccion equitativa.
3.5.5 La sentencia
La resolucion adoptara la forma de sentencia
158
fundamentada. Las sentencias de las Salas pueden
ser remitidas a la Gran Sala en el plazo de tres
meses. Un colegio de 5 jueces de la G. Sala aceptara
la demanda de remision siempre que en ella se
plantee una cuestion grave relativa a la interpretacion
o a la aplicaciion del Convenio o de sus Protocolos,
o una cuestion grave de ccaráctergeneral. La
resolucion de la G. Sala adoptara la forma de
sentencia definitiva. Las sentencias de las Salas son
definitivas, solo en los casos:
⋅ Cuando las partes declaren que no recurriran
ante la G. Sala
⋅ Cuando la remision a la Gran Sala no se
haya producido en el plazo de los tres meses
siguientes a la fecha de la sentencia de la
Sala, o
⋅ Cuando el colegio de la G. Sala rechace la
demanda de remision
Las sentencias seran motivadas y se haran publicas,
pueden adoptarse por unanimidad o por mayoria (los
jueces discrepantes pueden unir a la sentencia su
voto particular expresando su opinion
fundamentada). Los estados miembros se
comprometen a acatar las sentencias definitivas del
Tribunal, las cuales son remitidas al Comité de
Ministros, Órgano del Consejo de Europa, encargado
de velar por su ejecución.
◊ LOS DERECHOS EN LA UNION EUROPEA
El nacimiento de la comunidad Europea debe
situarse en el contexto de la union de los Estados
nacionales para la recontruccion de Europa y para
garantizar la estabilidad eonomica y la paz. Hoy la
elaboracion de un catalogo propio de derechos y
libertades es tema de capital importancia en el seno
de la Union Europea.
4.1. Los derechos y libertades en los Tratados
Constitutivos.
Los Tratados Constitutivos no tienen referencias a
los derechos y libertades, incorporan el imperio del
Derechos, a través del Tribunal de Justicia, y el de la
democracia, mediante la creación de la Asamblea.
Tal ausencia no puede imputarse, a un olvido
involuntario, es más bien producto del contexto
histórico y de enfrentamientos anteriores, esta unión
fue posible por el ámbito económico, aunque, la
unión económica implica, la existencia de una unión
política y la creación de una Europa de los
159
ciudadanos.
El voluntario olvido de los Tratados de París y roma
en derechos y libertades se vio paliada cuando dos de
los derechos reconocidos tanto en la Declaración
Universal de Derechos Humanos como en el
Convenio de Roma, pasaron a integrarse, de facto en
las instituciones comunitarias: la libertad de
circulación (arts. 48 a 58 del Tratado de Roma) y la
prohibición de discriminación en relación con la
nacionalidad y el sexo (arts. 119 y 120 del Tratado
de Roma), la jurisprudencia del Tribunal de Justicia,
ha consolidado los derechos y libertades en la
Comunidad.
En 1.977, el Parlamento, el Consejo y la Comision
adoptaron una declaracion comun sobre el respeto a
los derechos fundamentales. En 1.979 la Comision
adopta el Memorandum sobre la adhesion de las
Comunidades Europeas a la Convencion sobre
Proteccion de los Derchos Humanos y las Libertades
Fundamentales. La sucesiva introduccion de
principios y derechos no figuraban en los Tratados
constitutivos, que se hizo patente en el Acta Unica
Europea y en el Tratado de la Union Europea o
Tratado de Maastricht y se consolidaria, despues en
el Tratado de Amsterdam.
4.2. LOS DERECHOS Y LIBERTADES EN EL
ACTA UNICA
Fue firmada en Luxemburgo y La haya el 17 y 28 de
febrero de 1986 (en vigor el 1 de enero de 1987) se
incorporó a los Tratados de la Comunidad. Es la
primera revisión fundamental de los Tratados, se
compromete a la defensa de los derechos y libertades
a través del reconocimiento de las constituciones de
los Estados miembros, en el Convenio de Roma y en
la Carta Social Europea. El Acta fijaba como
objetivo un espacio único, con libre circulación de
personas, mercancías y capitales, lo cual afectaba a
los derechos y libertades. La consolidación de este
espacio único llevó a la adopción de dos Convenios
intergubernamentales:
− El relativo al tratamiento por un solo Estado
miembro de las solicitudes de asilo (Dublín, 1990).
− El que crea un espacio sin fronteras entre,
inicialmente ocho Estados (Schengen, 1990).
4.3. LOS DERECHOS Y LIBERTADES EN EL
160
TRATADO DE LA UNION EUROPEA
El Tratado de la Unión Europea (Maastricht) se
firmó en esta ciudad el 7 de febrero de 1992 (en
vigor el 1 de noviembre de 1993). Representa, un
salto en derechos y libertades, recoge principios de
cooperación y desarrollo, así como normas concretas
relativas a derechos y libertades, aunque es
especialmente significativo, el contenido del artículo
F, apartados 1 y 2, que contienen los principios
ordenadores de la Unión como son:
a) El principio de identidad nacional.
b) El principio de democracia.
c) El principio de respeto y garantía de los derechos
y libertades.
Para determinar la eficacia real del artículo F,
debemos tomar en consideración, el artículo L, que
excluye la competencia del Tribunal de Justicia de
las Comunidades para determinadas disposiciones
del Tratado, entre las que se encuentra el artículo F.
El Tratado de la Unión se enfrentaba a un arduo
problema pues la integración económica no había
tenido su paralelo en la integración política y estaba
pendiente la adopción de una solución definitiva
respecto a los derecho y libertades. Las instituciones
comunitarias y la doctrina se decantaron por dos
distintas soluciones: La adhesión formal de la
Comunidad al Convenio de Roma o la adopción de
una declaración propia de derechos.
La solución adoptada por el Tratado de Maastricht
no es un catálogo expreso de derechos y libertades,
tampoco consagra una adhesión formal y solemne al
Convenio de Roma, pero al expresar, en el artículo
F. 2, que la Unión respetará los derechos
fundamentales como garantiza el Convenio de
Roma, se produce la recepción o incorporación de la
parte normativa del Convenio al Derecho originario
europeo, constitucionalizando su contenido en el
plano comunitario. Siendo esta la parte más
importante no es, el contenido único en derechos y
libertades. Efectivamente diríamos que tal contenido
estaría representado por:
◊ La incorporación, por remisión, del Convenio de
Roma.
◊ Los derechos fundamentales que derivan a de los
161
Estados miembros.
◊ Los resultantes de la jurisprudencia del Tribunal de
Justicia en base a los dos apartados anteriores.
◊ LOS DERECHOS Y LIBERTADES EN EL
TRATADO DE AMSTERDAM
El nuevo Tratado de Amsterdam consolida el status
de ciudadano y especialmente eel dereconocimiento
de los derechos y libertades y sus garantias. El
aptdo 1 del art. F hace una declaracion a favor de la
democracia y la libertad, quedando redactado de tal
forma que permite una interpretacion mucho mas
exigente del aptdo 2 , el cual queda declara el
respeto de la Union hacia los derechos
fundamentales tal y como se garantizan tanto en el
Convenio Europeo para la Proteccion de los
Derechos Humanos y de las Libertades
Funda,mentales de 1.950 y como resultan de las
tradiciones constitucionales comune a los Estados
miembros como principios generales del Derecho
Comunitario
La nueva redaccion del art. L incluye en el
ambito competencial del tribunal de justicia el
apartdo 2 de dicho precepto F. Profundiza
tambien el Tratado de Amsterdam en el
reconocimiento de los derechos sociales (nueva
redaccion art. 117)
La Comunidad asume como objetivo propio la
promocion de los derechos sociales. El compromiso
es tenue. Se declara la necesidad de la concurrencia
de la politica comunitaria con la de los Estados
nacionales. Para obtener los fines descritos la
Comunidad se compromete a apoyar y completar la
accion de los Estados miembros en los siguientes
ambitos (art 118)
⋅ la mejora, en concreto, del entorno de
trabajo, para proteger la salud y la seguridad
de los trabajadores
⋅ las condiciones de trabajo
⋅ la informacion y la consulta a los
trabajadores
⋅ la integracion de las personas excluidas del
mercado laboral, sin perjuicio dela
disposiciones del art. 127
⋅ la igualdad entre hombres y mujeres por lo
que respecta a las oportunidades del
mercado laboral y al trato en el trabajo.
La referencia a la igualdad de oportunidades en el
trabajo entre hombres y mujeres se completa en el
162
Tratado de Amsterdam por la redaccion dada al art.
119, quedando patente la preocupacion por la
aplicación del principio de igualdad, pues se
explicitan en dicho art. Los conceptos de retribucion
y de igualdad de retribucion,.
El Consejo queda facultado, previa consulta al
Comité Economico y Social, para adoptar las
medidas que garanticen la aplicación del principio de
igualdad de oportunidades e igualdad de trato para
hombres y mujeres en lo relativo al empleo. El aptdo
4 del art. 119 es el que posee mayor potencial para
implantar una igualdad real entre los hombres y las
mujeres, ya que en el se incorpora la clausula
habilitadora para la aplicación o mantenimiento por
los Estados nacionales de medidas de accion
positiva. La nueva redaccion dada al principio de
igualdad salarial supone la elevacion a nivel de
tratado de lo que hasta ahora se habia regulado
mediante normas de derecho derivado.
◊ LA NUEVA CARTA DE DERECHOS
FUNDAMENTALES DE LA UNION
En el Consejo Europeo de Colonia (1.999), se adopto
una Decision del Consejo, relativa a la elaboracion
de una Carta de Derechos fundamentales de la UE.
Dicha carta de derechos deberia incluir los derechos
de libertad e igualdad y los principios procesales
fundamentales, tal y como se reconocen en el
Convenio de Roma y tal y como resultan de las
tradiciones constitucionales comunes de los Estados
miembros. Debiendo contener los derechos basicos
que corresponden unicamente a los ciudadanos de la
Union y teniendo en cuenta los derechos economicos
y sociales de manera semejante a como son
reconocidos en la Carta Social Europea y en la Carta
comunitaria de los derechos sociales fundamentales
de los trabajadores. En la redaccion deben participar
los delegados de los jefes de Estado o Gobierno y del
presidente de la Comision Europea y miembros del
Parlamento Europeo y de los Parlamentos
nacionales. Se dara cabida a representantes del
tribunal de Justicia Europeo como observadores y
oiran la opinion del Comité Economico y Social, del
Comité de las Regioness, de grupos sociales y de
expertos . Debera presentar ante el Consejo Europeo
en diciembre del año 2000 un proyecto de Carta de
Derechos. El Consejo Europeo propondra junto con
el Consejo, al Parlamento y a la Comision, la
proclamacion solemne de la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Union Europea. El Consejo
163
Europeo pospone el tema de si la Carta debe o no ser
incorporada a los Tratados y, en caso afirmativo,
mediante que procedimiento debe hacerse tal
incorporacion.
LECCIÓN 18
− DEMOCRACIA REPRESENTATIVA.
1. SOBERANÍA POPULAR, DEMOCRACIA
DIRECTA Y SISTEMA REPRESENTATIVO.
La Soberanía se vincula siempre a la idea de libertad
y, en el orden jurídico al de supremacía. El pueblo
soberano tiene la facultad de autonormarse, dotarse
de unas estructuras socio−políticas de forma
independiente y libre.
Hablamos de Estado soberano para referirnos al que
lo es tanto en el orden interno con estructura de
poder propia, como en el orden externo, sin perjuicio
de relaciones de cooperación o integración que el
Estado suscriba con otros Estados en el orden
supranacional.
La soberanía hace referencia al poder. El titular de la
soberanía será titular de aquél. La Constitución
afirma: La soberanía nacional reside en el pueblo
español, del que emanan los poderes del Estado.
La fórmula citada, supone, la identificación entre
pueblo y nación, es la soberanía nacional la que
reside en el pueblo.
La soberanía popular, facultad de un pueblo para
dotarse de instituciones y leyes propias y regular la
convivencia a través de la participación política,
puede tener diversas manifestaciones, todas aluden a
la idea de democracia. La democracia es el sistema
de los países europeos de nuestro entorno aunque
difiera de unos Estados a otros. La democracia ha
llegado a ser en nuestra cultura jurídica y política
sinónimo de legitimidad.
La imprescindible participación de los ciudadanos
puede realizarse por diversos medios, por ejemplo,
es manifestación del poder soberano la aprobación
de un texto constitucional. Pero, la convivencia debe
ser regulada para que el titular de la soberanía, del
poder soberano, puede optar por:
− ejercer directamente las funciones y facultades
164
inherentes al funcionamiento ordinario de la
comunidad (democracia directa).
− o delegar en unos representantes para que lleven a
cabo este cometido.
La democracia directa, como sistema único de tomo
de decisiones políticas, es difícilmente aplicable en
las macrosociedades actuales, lo que, junto con otros
factores históricos, ha producido la implantación del
sistema representativo. La mayor parte de los
Estados actuales reconocen en sus ordenamientos
algunos mecanismos de participación directa.
El reconocimiento de la participación política es el
elemento esencial de la construcción democrática,
sin participación ciudadana no puede hablarse de
democracia. La Constitución reconoce el derecho de
participación, en varios preceptos:
− El art. 23 consagra el derecho de los ciudadanos a
participar en los asuntos públicos, ya sea
directamente ya sea por medio de representantes
libremente elegidos.
− El art. 9.2 establece, la obligación de los poderes
públicos de facilitar la participación en la vida
política, económica, cultural y social de los
ciudadanos y los grupos en los que se integran.
Por otra parte, este derecho de participación se
diversifica, mostrando uno de los aspectos más
significativos de una Constitución democrática,
como son las llamadas a la participación de los
individuos. Son ejemplos de participación directa:
− La participación de la juventud art. 48 CE.
− Las peticiones individuales o colectivas que
pueden hacerse a las Cámaras parlamentarias art. 77
CE.
− La iniciativa legislativa popular art. 87.3 CE.
− El referéndum como forma de participación
política directa regulado en nuestro texto
constitucional y desarrollada por la Ley Orgánica
2/80, de 18 de enero.
− Participación de los ciudadanos en la
Administración Pública, reconociendo el derecho a
ser oídos en determinados procedimientos, ya sea
165
participando en el procedimiento de producción de
actos administrativos, mediante el acceso a registro y
archivos o a través de su participación en organismos
públicos como la Seguridad Social.
− Participación en la Administración de Justicia
mediante la acción popular y la institución del
Jurado.
− Participación en la empresa.
Si bien es cierto que, la Constitución es pródiga en el
reconocimiento de la participación de los
ciudadanos, los igualmente que la participación
política alcanza unas connotaciones especiales en los
sistemas democráticos los cuales perviven y se
legitiman por la participación de los ciudadanos.
La participación política, puede ser definida como la
acción de intervenir en los procesos de toma de
decisiones públicas y, presenta las siguientes
características:
a) Es una participación reglada que se produce con
ocasión de un procedimiento específico.
b) La participación tiene carácter puntual y no
integra ni vincula al ciudadano en el órgano o
institución que esté llamado a tramitar o resolver la
cuestión.
c) Debe implicar también el derecho a no participar.
A pesar de la necesidad de la participación, resulta
difícilmente compatible con el principio de libertad
la imposición.
2. OPCIÓN POR LA DEMOCRACIA
REPRESENTATIVA EN LA CONSTITUCIÓN
ESPAÑOLA.
La Constitución ha optado por el sistema
representativo, regulando escasamente otras formas
de participación directa del pueblo a los ciudadanos
participan por medio de unos representantes
libremente elegidos.
El art. 6 CE, proclama que los partidos políticos son
instrumentos fundamentales para la participación
política, el art. 66 CE afirma que las Cortes
Generales representan al pueblo español..., y es en ,
el Congreso donde se insiste al Presidente del
Gobierno, que debe gozar de la confianza de la
166
mayoría absoluta en primera votación o de la
mayoría simple en segunda.
El Parlamento es, la institución representativa por
excelencia del pueblo, y el Gobierno, es también una
institución representativa no elegida directamente.
Para definir el tipo de mandato de los representantes,
la Constitución, art. 67.2 establece los miembros de
las Cortes Generales no estarán ligados por
mandato imperativo. La prohibición de mandato
imperativo determina que los representantes no
pueden recibir instrucciones en su función, sin
embargo, la evolución de la democracia ha
originado, una suerte de mandato imperativo que
funciona entre los representantes elegidos por el
pueblo y los partidos políticos bajo cuyo auspicios
consiguieron los escaños.
El sistema representativo debe reunir caracteres para
que pueda imbricarse en un sistema democrático.
Son dos:
a) Un sistema democrático para la elección de los
representantes, participación del pueblo como
manifestación libre de la voluntad del titular de la
soberanía.
b) Un sistema de control eficaz de la actuación de
los representantes en los aspectos jurídicos como en
el plano de la exigencia de responsabilidad política,
lo que sólo puede garantizarse a través de las
elecciones periódicas.
La Constitución establece que, el Congreso como el
Senado, se renovarán cada cuatro años, salvo que
sean disueltas, facultad que atribuye la Constitución
al Presidente del Gobierno o se produce cuando el
Congreso no logra investir a un candidato a
Presidente del Gobierno
.
3. DEMOCRACIA REPRESENTATIVA Y
ESTADO DE PARTIDOS.
En la Constitución ha quedado resuelto la atribución
de la soberanía designándose titular al pueblo;
también de quien debe participar en los asuntos
públicos, que es el mismo pueblo el que tiene este
derecho, ya lo ejerza de forma directa ya a través de
representantes. Cabe preguntarse cuáles son las vías
167
de comunicación entre el pueblo−elector y el
representante−elegido. En las democracias son
fundamentalmente los partidos políticos.
El origen del Parlamento se encuentra unido a la
mediación entre el pueblo y el titular del poder
absoluto: el Rey. el Parlamento surge como
mediación entre el pueblo llano y el poder político
ostentado por el monarca. Es precisamente el
Parlamento la que substraerá parte del poder al Rey
en favor de los representantes del pueblo. Hoy sigue
siendo la representación pero al mismo tiempo, es
también la representación máxima del poder
soberano. Ya no es una instancia mediadora porque
el Parlamento es la representación del titular único
poder superior: el pueblo.
Con esta evolución, se produjo una vacante en la
función de mediación que realizó el Parlamento, esta
función han venido a cubrirla los partidos políticos.
Son éstos los que tienen el encargo de recoger las
aspiraciones de la sociedad, representar los intereses
y servir de cauce para la voluntad política de los
ciudadanos.
La Constitución, establece que los partidos políticos
expresan el pluralismo político, concurren a la
formación y manifestación de la voluntad popular y
son instrumentos fundamentales para la
participación política. El pluralismo político es un
valor superior del ordenamiento y la participación
política un derecho fundamental.
El alcance de esta facultad de concurrir a la
formación de la voluntad ciudadana ha contribuido al
creciente protagonismo de los partidos políticos en
las democracias hasta que hay quien ve en su
actuación aspectos preocupantes para el
funcionamiento del sistema democrático y quien ha
terminado por denominar al tipo de Estado actual
como Estado de partidos. El mandato representativo
se impuso históricamente al modelo de mandato
imperativo en un intento de independizar a los
representantes de las instrucciones y presiones de los
electores locales más poderosos y que, en el sistema
de partidos, los representantes se encuentran en
ocasiones sujetos a la disciplina que les impone su
partido político.
Parece que la independencia del representante es un
valor difícil de mantener.
168
La Constitución exige a los partidos políticos respeto
a ésta y a la ley.
4. INSTITUCIONES DE DEMOCRACIA
DIRECTA.
Algunos institutos de democracia directa coexisten
en el sistema representativo que acoge la
Constitución. Fue durante la segunda mitad del siglo
XVIII cuando se elaboró el concepto de
participación directa que tuvo, en el siglo XIX, la
época de su formalización en unas Instituciones que
se incorporaron a diferentes tipos de Estado liberal.
No es unánime en la doctrina compatibilizar, formas
de participación directa e indirecta. La participación
directa ha sufrido el desgate de haber sido utilizada,
en ocasiones, al servicio de la autocracia.
A partir del primer tercio de este siglo, vuelven a
surgir los mecanismos de democracia directa como
instrumentos de apoyo al sistema representativo,
defendiéndose la compatibilidad entre formas de
participación directa e indirecta. Algunas
democracias excluyen el referéndum de sus
ordenamientos (Alemania).
La Constitución, los Estatutos de Autonomía y leyes
de desarrollo han reconocido la participación directa
en tres ámbitos: ámbito nacional, regional y
municipal.
4.1. Ámbito nacional.
La Constitución ha reconocido dos instituciones de
democracia directa en el ámbito nacional: el
referendo y la iniciativa legislativa popular.
4.1.1. El referéndum.
Es un instrumento de participación directa que
permite someter al pueblo una consulta concreta o un
texto normativo legislativo, recibe el nombre de
referéndum legislativo o constituyente cuando versa
acerca de la Constitución o sus reformas. En España
todos son normativos a excepción del referéndum
consultivo, el de iniciativa autonómica y algunos
municipales.
Durante la elaboración de la Constitución, se
contempló incluir el referéndum en su modalidad
legislativa, permitiendo que pudiera someterse a
169
consulta un texto articulado que, de ser aprobado por
el pueblo, se convertiría en ley, tal posibilidad fue
rechazada.
El mandato constitucional en este tipo de democracia
directa ha sido desarrollado mediante la Ley
Orgánica 2/80, sobre regulación de las distintas
modalidades de referéndum.
El referéndum se celebra por sufragio universal,
igual, directo, libre y secreto. La circunscripción
será, la provincia y, constituirán circunscripción
electoral Ceuta y Melilla.
4.1.2. el referéndum de ámbito nacional en la
Constitución española.
La Constitución recoge dos tipos: el referéndum
consultivo y el de reforma constitucional.
a) El referéndum consultivo.
Recogido en el art. 92 CE, conforme al cual, las
decisiones políticas de especial trascendencia
podrán ser sometidas a referéndum consultivo de
todos los ciudadanos.
Este tipo es convocado por el Rey a propuesta del
Presidente del Gobierno previa autorización del
Congreso, por mayoría absoluta. Debe contener los
términos exactos de la consulta.
El referéndum se somete al régimen electoral general
que no se oponga a la Ley Orgánica de 1980 y,
dispone que las facultades que la ley atribuye a los
partidos políticos deben entenderse en estos casos
referidas a los grupos políticos con representación
parlamentaria o a los que hubieran obtenido, al
menos, un 3% de los sufragios emitidos en el ámbito
a que se refiera la consulta, en las últimas elecciones
celebradas para el Congreso.
El proceso de democracia directa en que consiste el
referéndum se articula a través de los grupos
políticos, ello implica que tales grupos tienen la
posibilidad de ser protagonistas también de este tipo
de actos.
En cuanto al contenido de la pregunta, la
Constitución, señala que versará sobre decisiones
políticas de especial trascendencia. En principio,
queda excluida la posibilidad de someter al pueblo
170
un texto legislativo. Nada dice la Constitución sobre
los criterios para determinar qué decisiones políticas
revisten especial trascendencia.
El referéndum consultivo es un instrumento político
del Gobierno, asistido por la mayoría absoluta del
Congreso, que sólo se utilizará cuando existan
fundadas garantías de lograr un resultado afirmativo.
b) El referéndum de reforma constitucional.
La Constitución ha establecido dos procedimientos
de reforma: el procedimiento ordinario y el
agravado. Este último se aplica a las revisiones
totales del texto y a las modificaciones del Título
Preliminar, a la Sección 1ª, del Capítulo II, del Título
I y al título II.
Aprobada una reforma constitucional por el
procedimiento agravado, será sometida a referéndum
para su ratificación. Esta consulta tiene, carácter
necesario y vinculante. La aprobación del proyecto
de reforma por el sistema agravado y el referéndum
debe ser comunicado por las Cortes al Presidente del
Gobierno a tramitar dicha convocatoria dentro de
treinta días y a su celebración dentro de los sesenta
días siguientes.
El resto de la Constitución no comprendido en la
reforma agravada, queda sujeto al de reforma
ordinario. Respecto de este procedimiento de
reforma ordinario, aprobada la reforma por las
Cortes, será sometida a referéndum cuando lo
soliciten, dentro de los quince días siguientes a dicha
aprobación, al menos una décima parte de los
miembros de cualquiera de la Cámaras. Nos
encontramos, ante un referéndum facultativo para los
parlamentarios que pueden o no optar por solicitar la
celebración de la consulta popular.
Si los parlamentarios no solicitan el referéndum en el
plazo, la reforma se considera concluida. Si se
solicita, las Cortes deben dar traslado al Presidente
del Gobierno, acompañando la solicitud de la décima
parte de los parlamentarios.
Los plazos para convocar este referéndum son los
mismos que para la reforma agravada.
4.1.3. La iniciativa popular legislativa en el ámbito
nacional.
171
La iniciativa popular legislativa es como el
referéndum un instrumento de participación directa
de los ciudadanos. La Constitución reconoce esta
iniciativa en el art. 87.3 que se remite a una ley
orgánica. Dicho mandato se ha cumplido con la Ley
Orgánica 3/84, reguladora de la iniciativa
legislativa popular.
Pueden ejercer la iniciativa legislativa popular todos
los ciudadanos españoles mayores de edad incluidos
en el Censo Electoral.
La Ley Orgánica relaciona materias excluidas de la
iniciativa legislativa popular. Están excluidas las
siguientes materias.
− Las materias propias de las leyes orgánicas.
− Las materias de naturaleza tributaria.
− Las relativas a la prerrogativa de gracia.
− Las relativas a la planificación de la actividad
económica y a los Presupuestos Generales del
Estado.
La Ley Orgánica exige que la iniciativa legislativa
popular se ejerza mediante la presentación de una
proposición de ley, texto articulado de carácter
normativo con exposición de motivos, avalada por,
al menos, 500.000 electores.
Junto a la proposición, deben acompañar un
documento que expliquen y justifiquen las razones,
no puede emplearse para propuesta que no versen
sobre un texto normativo, no puede utilizarse para
proponer referéndum.
La proposición debe depositarse ante la Mesa del
Congreso que examinará la documentación y
admitirá o inadmitirá en un plazo no superior a
quince días. Son causas de inadmisión:
− Que verse sobre una de las materias excluidas.
− Que no se han cumplido los requisitos exigidos. Si
es un defecto subsanable so otorgará un mes de
plazo.
− Que verse sobre materias inconexas entre sí.
− La previa existencia de un proyecto o proposición
172
de ley sobre el mismo asunto en trámite de
enmiendas o en otro posterior.
− que sea reproducción de otra iniciativa legislativa
popular presentada durante la misma legislatura.
− La previa existencia de una proposición no de Ley
aprobada por una Cámara que verse sobre la materia
objeto de la iniciativa popular.
Una vez que la Mesa comunica que su proposición
ha sido admitida, comienza el proceso de recogida de
las firmas, para lo cual la Ley orgánica habilita un
plazo de seis meses, plazo que puede ser prorrogado
en circunstancias de causa mayor que hayan
impedido completar el proceso. Si durante el plazo
los promotores no logran las 500.000 firmas, la
iniciativa caduca. Si, durante el trámite
parlamentario, las Cámaras se disolvieran dicha
iniciativa no decae aunque la Mesa puede decidir
retrotraerla a un trámite anterior, en cualquier caso,
no es necesario volver a acreditar las firmas exigidas.
Conseguido el apoyo ciudadano la proposición es
incluida en el orden del día del Pleno para
consideración y posterior tramitación.
4.2. Ámbito regional.
En el ámbito territorial de las Comunidades
Autónomas se han reconocido el referéndum y la
iniciativa legislativa popular como democracia
directa. En cuando al referéndum debemos
distinguir, el referéndum de iniciativa autonómica,
de aprobación de los Estatutos de Autonomía, de
reforma estatutaria y sobre la incorporación de
Navarra al País Vasco.
4.2.1. Referéndum de iniciativa autonómica.
Está previsto en el art. 151.1 CE, y ha tenido una
sola aplicación en España para la constitución de la
Comunidad Andaluza.
El citado art. 143.2, establece el procedimiento de
acceso a la autonomía de carácter general; la
iniciativa autonómica corresponde a todas las
Diputaciones interesadas y a las 2/3 partes de los
municipios cuya población represente, la mayoría del
censo electoral de cada provincia o isla, exigiendo
que estos requisitos sean cumplidos en el plazo de
seis meses desde el primer acuerdo. Si la iniciativa
173
no lograra prosperar, no podría reiterarse hasta
transcurridos cinco años. Las autonomías
constituidas pueden, transcurridos cinco años y
mediante la reforma de su Estatuto, ampliar sus
competencias dentro del marco constitucional.
La Constitución ha establecido otro procedimiento
en el que determinadas Comunidades pueden
alcanzar desde su constitución el nivel superior de
competencias y para el que establece un plazo de
cinco años. Este procedimiento es contemplado en el
art. 151.1 Ce, que señala que no será preciso el plazo
de cinco años cuando la iniciativa del proceso
autonómico sea acordada, respetando el plazo de seis
meses, además de por las Diputaciones o los órganos
interinsulares, por las tres cuartas partes de los
Municipios de cada una de las provincias afectadas
que representen, la mayoría del censo electoral de
cada una de ellas y sea ratificada por mayoría
absoluta de los electores de cada provincia mediante
referéndum.
Este referéndum, al haberse completado el mapa
autonómico español con Ceuta y Melilla, ha agotado
sus posibilidades de aplicación.
La Disposición Transitoria Segunda CE, eximió de
este referéndum a aquellos territorios que, en otro
tiempo, hubieren plebiscitado afirmativamente
proyectos de Estatuto de autonomía y tuvieran, en el
momento de promulgarse la Constitución, regímenes
provisionales de autonomía, permitiéndoles acceder
directamente al nivel superior de competencias.
Accedieron de esta manera, Cataluña, País Vasco y
Galicia (territorios de autonomía histórica).
4.2.2. Referéndum de aprobación de los Estatutos de
Autonomía elaborados por el procedimiento del
artículo 151 de la Constitución.
El art. 151 se refiere a un segundo tipo de
referéndum que procede convocar para la aprobación
del Estatuto de Autonomía. Para los casos en los que
se accedió por la vía del art. 151, la Constitución
estableció que serían los Diputados y Senadores
pertenecientes al territorio afectado, los que
elaborarían un proyecto de Estatuto; se sometía a la
Comisión Constitucional del Congreso para que con
una delegación de los diputados y senadores que
habían redactado el proyecto alcanzaran, en dos
meses, una redacción definitiva. Si se alcanzaba
174
dicho acuerdo, el proyecto de Estatuto debía
someterse a referéndum del cuerpo electoral de las
provincias comprendidas en el ámbito territorial del
Estatuto. Tras el voto favorable, las Cámaras
ratificaban el texto y el Rey lo sancionaba y
promulgaba como ley.
Si no se alcanzaba acuerdo entre la Comisión del
Congreso y la delegación de parlamentarios, el texto
debía de ser tramitado en las Cortes como proyecto
de ley; finalizada en las Cámaras, el proyecto debía
ser sometido a referéndum de las provincias
comprendidas en el ámbito territorial afectado. En
caso de ser aprobado por la mayoría de los votos
emitidos, se procedía a su promulgación.
4.2.3. Referéndum de reforma estatutaria.
Exige la Constitución para los Estatutos nacidos al
amparo de el art. 151 que, cualquier reforma en
dichos estatutos deberá ser sometida a referéndum.
El art. 151.2 dispone que: Una vez sancionados y
promulgados los Estatutos, solamente podrán ser
modificados mediante los procedimientos en ellos
establecidos y con referéndum entre los electores
correspondientes.
4.2.4. Referéndum sobre la incorporación de Navarra
al País Vasco.
La Disposición Transitoria Cuarta establece un
procedimiento especial para la incorporación de
Navarra a la Comunidad del País Vasco, la iniciativa
corresponde al Órgano Foral y su decisión debería
ser sometida a referéndum, convocado al efecto, y
aprobado por mayoría de los votos válidos. Este
procedimiento es sólo la previsión de una
eventualidad y no se ha celebrado.
4.2.5. Iniciativa popular legislativa en las
Comunidades Autónomas.
Gran parte de los 19 Estatutos (a excepción de
Castilla−León, Ceuta y Melilla) reconocen la
iniciativa popular legislativa en el ámbito de sus
Comunidades, lo cual permite a los ciudadanos
presentar al Parlamento autonómico proposiciones
de ley, conforme a una ley del propio Parlamento
que deberá respetar la Ley Orgánica 3/1984,
reguladora de la Iniciativa Popular.
175
4.3. Ámbito municipal.
4.3.1. Referéndum.
La Ley de régimen Local y la Ley Orgánica del
Referéndum permiten la articulación de este instituto
de democracia directa en el ámbito municipal. Las
Comunidades han adoptado distintas posiciones a la
incorporación o on del referéndum municipal a sus
territorios. Cataluña, Valencia, Canarias y Andalucía
han asumido esta competencia inicialmente.
Extremadura, Asturias y Murcia han recogido en sus
Estatutos la posibilidad de incorporar esta
competencia en una futura reforma.
La Rioja, Aragón y Madrid no lo han recogido pero
cabe en las cláusulas competenciales generales que
contienen sus Estatutos.
Galicia, Cantabria, Castilla−La mancha,
Castilla−León y Baleares tampoco recogen el tema
y, además silencian lo relativo a la ampliación.
Debemos entender que tienen cerrada la vía para esta
institución de democracia directa.
4.3.2. Régimen del Consejo Abierto.
La Constitución en su art. 140, ha reconocido, como
la Constitución de 1931, una peculiar institución de
democracia directa en el ámbito municipal que
consiste en la adopción de decisiones en régimen de
Consejo Abierto, permite la participación directa de
los vecinos de un municipio.
La Ley 7/1985, Reguladora de las Bases del
Régimen Local, dispones que funcionan en Consejo
Abierto:
− Los Municipios con menos de 100 habitantes y
aquellos que tradicionalmente cuenten con este
singular régimen de gobierno.
− Aquellos en los que su localización geográfica, la
mejor gestión lo hagan aconsejable. En este caso, la
constitución en Consejo Abierto requiere:
1. Petición de la mayoría de los vecinos.
2. Decisión favorable por mayoría de dos tercios del
Ayuntamiento.
176
3. Aprobación por la Comunidad Autónoma.
En el Consejo Abierto, el gobierno y la
administración del Municipio corresponde a un
Alcalde y a una Asamblea vecinal. El
funcionamiento se acomoda a los usos, costumbre y
tradiciones locales y, en su defecto, a lo establecido
en la Ley reguladora de las Bases del Régimen Local
y Leyes de las Comunidades Autónomas sobre
régimen local.
5. SISTEMA ELECTORAL.
5.1. Concepto.
Es el conjunto de reglas conforme a las cuales se
produce el fenómeno electoral, se asignan los
escaños según la fórmula adoptada y, se resuelven
los recursos que se suscitaran con ocasión de dicho
proceso. Es al que denominamos sistema electoral un
elemento absolutamente definitorio del
funcionamiento del sistema democrático. Todo
sistema electoral, debía diseñarse con reglas básicas
que, serían:
a) La imparcialidad, no puede ser manipulado a
favor de una formación política, se considera un
tema de consenso entre todas las fuerzas políticas.
b) La adecuación histórica. Deberá adaptarse a las
instituciones y a las tradiciones del país, sin que
impida adaptarlos a nuevas circunstancias.
c) El control del excesivo fraccionamiento de las
fuerzas políticas. Se considera, como un problema
electoral importante. Mantener este fraccionamiento
en niveles adecuados permite Gobiernos más
estables y con un mandato electoral más claro.
d) La pluralidad de opciones políticas. Este requisito
es, la esencia de la democracia pues deben existir
diversas opciones. El respeto a la pluralidad de
opciones debe extenderse, a los partidos pequeños
que, ven restringidas sus posibilidades electorales.
5.2. Elementos.
Conceptos más necesarios para comprender el
régimen electoral español. Señalaremos como
elementos del sistema electoral los siguientes:
− El derecho de sufragio.
177
− La circunscripción electoral.
− La fórmula de escrutinio.
− El censo electoral.
− La campaña electoral.
⋅ La administración electoral.
5.2.1. El derecho de sufragio.
Representa la capacidad a los ciudadanos para
participar, mediante su voto, en los asuntos públicos.
Tiene, dos vertientes:
− La del derecho de sufragio activo para ser elector
y por tanto emitir el voto.
− La del derecho de sufragio pasivo para ser
candidato y, poder presentar la propia candidatura.
En otro tiempo y otros regímenes, el derecho de
sufragio activo como pasivo era restringidos a cierto
sector de población. En el actual, el sufragio
unilversal se otorga a todos los ciudadanos sin
exclusión. Tras la desaparición de causas de
exclusión, pervivió la marginación de la mujer de
este derecho, la impidió participar hasta épocas muy
recientes. En España, el sufragio universal masculino
y femenino se alcanzó, en 1932, durante la Segunda
República.
La Constitución ha reconocido el sufragio universal,
activo y pasivo, en el art. 23: los ciudadanos tienen
derecho a participar en los asuntos públicos, el art.
14, constitucionaliza la igualdad de todos los
españoles. Todos los procesos electorales españoles
se celebran por sufragio universal de los mayores de
edad que estén censados y en pleno uso de sus
derechos. Carecen de derecho de sufragio, según el
art. 3.1 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral:
− Los condenados por sentencia firme a la pena
principal o accesoria de privación de este derecho
durante el tiempo establecido.
− Los declarados incapaces por sentencia firme,
siempre que se especifique que su incapacidad
impide el ejercicio de este derecho.
− Los internados en un hospital psiquiátrico con
autorización judicial que declare su incapacidad para
178
ejercer el derecho, mientras dure el internamiento.
Al derecho de sufragio acompañan elementos que, se
consideran consustanciales al sistema democrático,
como la igualdad de voto (un hombre un voto); el
voto secreto (impide presionar sobre el elector); el
voto libre (prohíbe las instrucciones al elector). En
algunos países se ha reconocido el voto como una
obligación ciudadana −voto obligatorio−, no es el
caso español. Está muy extendido el voto directo, es
decir, sin compromisarios u otros representantes, no
puede considerarse que el indirecto sea contrario al
sistema democrático (el Presidente de Estados
Unidos se elige mediante voto indirecto).
5.2.2. La circunscripción electoral.
Denominamos así al territorio en el cual los votos
emitidos por los electores constituyen el fundamento
para el reparto de escaños a los candidatos. Las
circunscripciones pueden dividirse en dos grupos
básicos:
− Circunscripciones uninominales, un sólo escaño.
También reciben el nombre de distrito.
− Circunscripciones plurinominales, dos o más
escaños. Cuando la circunscripción abarca a todo el
territorio nacional, hablamos de colegio nacional
único.
5.2.3. La forma de candidatura.
Podemos distinguir dos formas de candidatura:
a) La personal, un solo nombre.
b) La candidatura en lista, ademas pueden
subdividirse en:
− Listas abiertas, el elector establece el orden de sus
preferencias e, incluso, puede introducir algún
nombre nuevo.
− Listas cerradas, a su vez pueden ser:
− Listas cerradas y bloqueadas, el orden de los
candidatos es invariable y el elector solo puede optar
por dar su apoyo o no a la lista completa.
− Listas cerradas y no bloqueadas, el orden de los
candidatos es variable y el elector puede otorgar su
179
voto a la lista o reordenar a los candidatos a sus
preferencias.
El Congreso de los Diputados se elige mediante
listas cerradas y bloqueadas no así el Senado.
5.2.4. La fórmula de escrutinio.
Es el instrumento que permite asignar los escaños a
los distintos candidatos en razón a los votos
obtenidos por cada uno de ellos. Distinguir entre dos
tipos de fórmulas de escrutinio: las fórmulas de
mayoría y las proporcionales, admitiendo ambas
diferentes variantes.
5.2.4.1. Las fórmulas de mayoría.
Pueden ser, a su vez, de mayoría absoluta y de
mayoría relativa.
Según la de mayoría relativa, obtiene el escaño el
candidato más votado sin que sea relevante ni el
número de votos recibidos ni la diferencia obtenida
respecto de los demás candidatos. Esta fórmula es
conocida por ser aplicada en el sistema uninominal
británico.
La fórmula de mayoría absoluta, puede aplicarse en
circunscripciones uninominales y plurinominales. Es
frecuente que se arbitre una segunda vuelta en el
caso de que, en la primera, los candidatos n o
hubieran obtenido la mayoría requerida, segunda
vuelta en la que compiten, sólo los candidatos más
votados.
En España, la mayoría relativa se utiliza en la
elección del Senado, listas abiertas y con voto
reducido en una unidad. En la mayor parte de las
circunscripciones del Senado se eligen a 4 senadores
y los electores sólo pueden señalar tres.
5.2.4.2. Las fórmulas proporcionales.
Son las que la distribución de escaños entre los
candidatos se realiza en proporción a los votos
obtenidos por cada uno de ellos. Existen varias
fórmulas, la proporcionalidad pura se daría en aquel
caso en el que se diera una relación exacta entre los
votos obtenidos y el o los escaños asignado, en la
práctica es difícil conseguir esta proporcionalidad
exacta; unas y otras fórmulas provocan desviaciones
sobre la proporcionalidad pura.
180
La proporcionalidad exacta se produce cuando todos
los escaños se consiguen con el mismo número de
votos, sólo acontece cuando la circunscripción es el
territorio nacional (colegio nacional único); en los
casos, de que el territorio nacional se divida en
circunscripciones plurinominales (caso español,
salvo el Senado), la proporcionalidad es tanto más
exacta cuanto mayor es la circunscripción.
Aunque existen diversas fórmulas, quizá puedan
citarse las siguientes:
a) Fórmula proporcional de resto mayor.
b) Fórmula proporcional de madia mayor, que
admite dos variantes:
− El sistema de D`Hondt.
− El sistema de Santa Lagüe.
La Constitución exige el sistema proporcional para la
elección del Congreso aunque no determina la
fórmula que deba aplicarse; ha sido la Ley Orgánica
del Régimen Electoral, la que ha establecido que el
reparto de escaños se realizará mediante la fórmula
de media mayor, conforme al sistema de D`Hondt,
que se aplica a todas las elecciones españolas,
incluida la de los diputados al parlamento Europeo,
excepto las del Senado que, se efectúan mediante el
sistema de mayoría relativa.
Algunos Ordenamientos han establecido la
denominada barrera electoral que aparta del
escrutinio a candidaturas que hubieran obtenido un
determinado porcentaje de los votos válidos. Así lo
hace la Ley Orgánica del Régimen Electoral para la
elección del Congreso de los Diputados.
Para comprender el reparto de escaños conforme al
sistema de D`Hondt, podemos seguir la atribución de
los escaños en el Congreso:
1. No se tienen en cuenta las candidaturas que no
hubieran obtenido el 3% de los votos. Se establece,
una barrera electoral del 3%.
2. Se ordenan de mayor a menor, en una columna,
las cifras de votos obtenidos por las candidaturas que
hayan superado la barrera.
3. Se divide el número de votos obtenidos por cada
181
candidatura por los números naturales (1, 2, 3,...)
Hasta el número de escaños de la circunscripción.
4. Se procede a atribuir los escaños a los mayores
cocientes hasta que se agoten los escaños.
5. Cuando en la relación de cocientes coincidan dos
correspondientes a distintas candidaturas, el escaño
se atribuirá a la que mayor número total de votos
hubiese obtenido. Si hubiera dos candidaturas con
igual número de votos, el primer empate se resolverá
por sorteo y los sucesivos de forma alternativa.
Si, las candidaturas se presentan en listas cerradas y
bloqueadas, los escaños obtenidos por cada
candidatura se adjudicarán a los candidatos incluidos
en la lista por el orden en ella establecidos, Ceuta y
Melilla eligen un sólo diputado, por lo que se
adjudican estos escaños al candidato que hubiere
obtenido mayor número de votos.
5.2.5. El Censo electoral.
Esta formado por los ciudadanos que tienen derecho
de sufragio. Se publica con antelación a la fecha de
los procesos electorales, abriéndose un plazo para
que subsanen los posibles errores o modifiquen sus
datos.
5.2.6. La campaña electoral.
Es el período de tiempo que habilita para que los
partidos y los candidatos expongan sus respectivos
programas electorales. Las campañas se apoyan en
los medios de difusión de todo orden.
Uno de los problemas de las campañas en la
actualidad es su financiación. Los Ordenamientos
han establecido normas sobre la financiación de los
partidos a fin de que todos los partidos y
candidaturas individuales realicen la campaña de
igual, lo cual es difícil.
5.2.7. La administración electoral
Cuida de la legalidad del proceso electoral, desde su
inicio a la asignación final de los escaños.
6. RÉGIMEN ELECTORAL GENERAL.
La Constitución ha establecido algunos principios
básicos para la celebración de elecciones y ha
182
previsto la reserva de la ley orgánica para la
regulación del régimen electoral general.
El mandato constitucional, fue cumplido en la ley
Orgánica 5/1985, del Régimen Electoral General y,
en el ámbito autonómico, han aparecido las
correspondientes leyes cuando el propio Estatuto de
Autonomía no había regulado este aspecto.
En nuestro país se producen los siguientes procesos:
− Elecciones municipales.
− Elecciones autonómicas.
− Elecciones nacionales que, a su vez, son:
− Elección del Congreso y el Senado.
− Elección de los diputados del Parlamento Europeo.
La fórmula electoral española, salvo las del Senado,
es la proporcional de media mayor, variante de
D`Hondt; mientras que para la Cámara Alta se aplica
la de mayoría una y otra en los términos que a
continuación se detallan.
6.1. Elecciones municipales.
Los Ayuntamientos se integran por los concejales y
los Alcaldes. Los Concejales son elegido por los
vecinos directamente, mediante sufragio universal.
Una vez elegidos los concejales se procede a la
elección del Alcalde.
La Constitución permite que los Alcaldes sean
elegidos por los Concejales o por los vecinos, pero la
Ley del Régimen Electoral ha optado por lo primero,
pueden ser candidatos a Alcalde todos los Concejales
que hubieran encabezado sus listas.
Los Concejales proceden a votar entre los candidatos
y, si alguno obtuviera la mayoría absoluta, sería
proclamado Alcalde.
Si ninguno obtiene la mayoría absoluta, es
proclamado Alcalde el Concejal que encabece la lista
más votada.
En los Municipios que tengan entre 100 y 250
habitantes pueden ser candidatos a Alcalde todos los
concejales y no sólo los que encabecen las listas. Se
183
produce votación sobre los candidatos y si alguno
obtuviera la mayoría absoluta sería Alcalde; si
ninguno obtuviera mayoría será Alcalde el concejal
que hubiera obtenido más votos en ese Municipio.
La Constitución, exige que la elección de los
concejales sea mediante voto directo aunque faculta
para elegir entre el voto directo y el indirecto. La
Ley Orgánica Electoral ha optado por este último
sistema.
6.2. elecciones de las Diputaciones Provinciales.
El órgano de gobierno de la provincia es la
Diputación, sus miembros son designados mediante
el mismo sistema proporcional (salvo los del
Senado), pero de forma indirecta, pues se lleva cabo
en función del número de Concejales obtenidos por
cada partido en las elecciones municipales de la
provincia.
El número de Diputados correspondiente a cada
Diputación, se determina, según el número de
residentes de cada provincia, conforme la siguiente
baremo:
Hasta 500.000 residentes.........................25
Diputados
De 500.001 a 1.000.000 residentes..........27
Diputados
De 1.000.001 a 3.500.000 residentes.......31
Diputados
De 3.500.001 en adelante.........................51
Diputados
Celebradas las elecciones locales, la Junta de Zona
forma una lista con el número de Diputados de cada
formación política que haya obtenido algún
Concejal; los partidos o formaciones políticas se
ordenan, de mayor a menor, según el número de
votos obtenidos.
Hecho el reparto, la Junta de Zona, convoca a los
Concejales de cada fuerza política a los que se hayan
asignado Diputados. Los Concejales de cada partido,
reunidos de forma independiente, eligen, entre ellos
mismos, a quienes haya de ocupar los puestos de
diputados Provinciales de su partido.
184
6.3. Elección de los Cabildos insulares.
La Ley electoral establece normas especiales para los
miembros de los Cabildos Insulares Canarios, en
cada una de estas islas se elegirán, en urna distinta de
la destinada a la elección de los Concejales, un
número determinado de Consejeros Insulares en
proporción al número de residentes en cada isla:
Hasta 10.000 residentes.....................11 Consejeros
De 10.001 a 20.000 residentes...........13 Consejeros
De 20.001 a 50.000 residentes...........17 Consejeros
De 50.001 a 100.000 residentes..........21 Consejero
De 100.001 en adelante un Consejero más cada
100.000 residentes o fracción, añadiéndose uno más
cuando el resultado sea un número par.
El sistema electoral es el mismo que se aplica en la
elección de los Concejales, pero cada isla es una
circunscripción electoral a estos efectos. Los
Cabildos se constituyen dentro de los treinta días
siguientes a la celebración de las elecciones.
Será Presidente del Cabildo el candidato primero de
la lista más votada.
6.4. Las elecciones autonómicas.
Los miembros de las Asambleas de las
Comunidades, son elegidos mediante el mismo
sistema electoral de los Ayuntamientos y del
Congreso de los Diputados y por sufragio universal,
directo, libre, secreto e igual de la población de cada
Comunidad Autónoma.
Las Asambleas de las Comunidades designan un
número determinado de Senadores.
6.5. Elección de las Cortes Generales: Congreso
de los Diputados y Senado.
La Constitución ha establecido fórmulas electorales
distintas para cada Cámara. La elección del
Congreso, la regla del sistema proporcional, de
media mayor, variante de D`Hondt, la elección del
Senado se aplica el sistema de mayoría.
6.5.1. Congreso de los Diputados.
185
Se fija como circunscripción la provincia. Ceuta y
Melilla estarán representadas por un Diputado cada
una . Se establece, una representación mínima inicial
para cada circunscripción, que la ley ha fijado en dos
diputados.
Las candidaturas se presentarán en listas cerradas y
bloqueadas, contendrán el mismo número de
candidatos que escaños se elijan en cada
circunscripción más algunos como suplentes.
Nuestro régimen ha establecido, una barrera electoral
del 3% de los votos emitidos, por debajo de la cual
las listas no participan en la distribución de escaños.
Conforme el art 68 CE, el Congreso se compondrá
de un mínimo de 300 diputados y máximo de 400; la
Ley Orgánica Electoral ha fijado el número de
diputados en 350, que se distribuyen de la siguiente
forma:
− A cada provincia le corresponde un mínimo inicial
de dos Diputados y, Ceuta y Melilla representadas
por un diputado cada una, lo que resulta un total de
52 Diputados.
− Los 248 restantes se distribuyen entre las
provincias en proporción a su población conforme al
siguiente procedimiento:
− Se divide la cifra total de la población de derecho
de las provincias peninsulares e insulares por 248, el
cociente de esta división es la cuota de reparto.
− Se adjudican a cada provincia tantos Diputados
como resulten, en números enteros, de dividir la
población de derecho provincial por la cuota de
reparto.
− Los Diputados restantes se distribuyen asignando
uno a cada provincia cuyo cociente tenga una
fracción decimal mayor.
En Ceuta y Melilla, al tener que cubrir un solo
escaño, resulta elegido el candidato que obtenga
mayor número de votos.
6.5.2. Senado.
El art. 69.2 CE, establece que se elegirán cuatro
Senadores en cada provincia, salvo en las islas y en
Ceuta y Melilla.
186
◊ En las provincias insulares, cada isla eligen: tres en
cada una de las islas mayores, uno en
Ibiza−Formentera, Menorca, Fuerteventura,
Gomera−Hierro, Lanzarote y La palma.
◊ Ceuta y Melilla, dos cada una.
◊ Cada CCAA designa uno y otro por cada 1 millon de
habitantes de su territorio.
6.6. Elecciones al Parlamento Europeo:
Tienen derecho al sufragio activo del PE,
−Españoles y residentes en España que sin haber
adquirido la nacionalida española:
1−Tengan la condicion de ciudadanos de la UE
2−Reuna los mismos requisitos que la ley pide para
los nacionales.
−Para que un ciudadano, no español de la UE pueda
ejercer el derecho al voto en España en este tipo de
elecciones, debera haber optado previamente en tal
sentido.
Se eligen 64 diputados, mediante el sistema de
D´Hondt.
LECCIÓN 19
ESTADO AUTONÓMICO.
1. LA AUTONOMÍA Y LA UNIDAD COMO
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES DE
ORGANIZACIÓN TERRITORIAL.
1.1. La descentralización del Estado.
La doctrina ha venido distinguiendo el Estado
unitario de las uniones de Estados y del Estado
Federal, no debiendo identificarse el primero
únicamente con el Estado centralizado pues aunque
admite tal posibilidad, un Estado unitario puede ser
también, descentralizado. Puede afirmarse que,
mandar es establecer y hacer cumplir las normas.
Podemos entender por Estado unitario aquél en el
que existe un único centro de impulsión política y no
se reconoce la autonomía política, es decir, la
capacidad de los distintos territorios para
autonormarse.
En cuanto a las uniones de Estados, se presupone la
187
existencia previa de distintos Estados nacionales que
se unen entre sí; se señalan como ejemplos de
uniones de Estados la unión personal, la unión real
(son formas históricas de unión en Reinos bajo un
único Rey) y la confederación. El Estado federal,
nace para dar respuesta a una necesidad práctica y
surge porque, sólo se conocían la Confederación y el
Estado unitario. El Estado federal puede surgir:
a) Como resultado de un proceso de vinculación
jurídico−política de Estados nacionales que venían
siendo independientes (Estados Unidos, Suiza...).
b) Como resultado de la adopción de una nueva
estructura territorial transformándose en un Estado
unitario Federal (Méjico).
Una de las finalidades de este modelo de Estado es
dar respuesta e integrar a una pluralidad de
comunidades territoriales que, reivindican cierto
trato diferencial, reconocimiento de sus
particularidades y, la posibilidad de autonormarse no
con carácter absoluto. Este principio subyace en
otros modelos que sin configurarse como Estados
federales se apoyan en algunos de sus principios: El
Estado regional.
El Estado regional ha sido, en ocasiones,
considerado como forma específica de Estado
unitario descentralizado aunque no incorpora la
autonomía normativa. Estimamos más adecuado
relacionar el Estado regional con el Estado Federal
del que le separan varios aspectos, uno es que éste
reconoce o constituye Estados, el Regional reconoce
autonomía política a partes del territorio de un sólo
Estado.
En la Historia española nunca ha existido un Estado
federal: el Estado regional, tuvo su primera
manifestación en la Constitución republicana de
1931 bajo la denominación de Estado integral, se
reconocía a las regiones acceder a un régimen de
autonomía. Por el carácter efímero de la II República
sólo lograron aprobar sus Estatutos Cataluña, 1ª en
1932, y Galicia y País Vasco.
El Estado regional, se recogió también en la
Constitución italiana de 1947 por influjo de la
española de 1931. El texto italiano concibe a las
regiones, autonomía política y distingue dos
categorías de regiones que se diferencian formal y
materialmente; en el aspecto formal por el distinto
188
modo de aprobación de su Estatuto y en el material
por el nivel de competencias. Estas regiones son:
− Las regiones de autonomía especial: cuyos
Estatutos son aprobados por leyes constitucionales y
nivel de autonomía mayor que el resto.
− Las restantes son de autonomía común, su estatuto
se aprueba por ley ordinaria y el nivel de autonomía
es menor.
1.2. El modelo español.
La influencia del texto español de 1931 sobre la
italiana de 1947 ha revertido en nuestro proceso de
1977 en el que se recogió, un modelo de Estado
regional: el Estado autonómico.
Los precedentes de reconocimiento de autonomía
durante la II República, con una fuerte reacción
contra el centralismo radical de Franco fueron
factores que contribuyeron a la configuración
autonómica regulada en la Constitución.
Cuando empieza el proceso constituyente no todos
los territorios y regiones de España tenían las
mismas aspiraciones en cuanto al grado de
autonomía.
Todas las fuerzas políticas que participaron en la
elaboración de la Constitución tenían algo en común:
que el nuevo Estado debía romper con el principio
centralista del régimen anterior.
La Constitución reconoce art. 2, la autonomía de las
nacionalidades y regiones y la solidaridad entre todas
ellas dentro de la indisoluble unidad de la Nación
española.
Debemos entender por autonomía la facultad que se
reconoce a territorios dentro del Estado para elaborar
sus propias normas y crear sus órganos de gobierno.
Las normas generadas al amparo del principio de
autonomía se integran en el Ordenamiento jurídico
estatal y los órganos de gobierno que se creen son
también órganos del Estado, de un Estado
descentralizado, autonómico, cuya unidad es
reconocida en la constitución.
No se trata, del reconocimiento de la autonomía
como soberanía, sino como capacidad normativa y
organizativa de regiones y territorios; tampoco una
189
mera descentralización administrativa sino que el
Estado Autonómico reconoce y garantiza la
autonomía política de los distintos territorios del
Estado español.
Ese ámbito territorial se denomina Comunidad
autónoma y su norma superior es el Estatuto de
Autonomía. Provincias y municipios gozan de
autonomía y de personalidad jurídica propia.
La consolidación del proceso de integración de
España en la Unión Europea ha planteado, en nuestro
país, el problema de las relaciones de los territorios
autónomos con esta organización internacional,
dichas relaciones venían teniendo como único
interlocutor a los Estados nacionales. Se ha querido
paliar este problema con la creación del Comité de
las Regiones.
1.3. Las Comunidades Autónomas españolas.
Desde el restablecimiento de la Generalitat de
Catalunya,en septiembre de 1977, hasta octubre de
1978, se constituyeron trece entes preautonómicos,
fenómeno del que quedaron apartadas Navarra y
Madrid, la primera en razón de su fuero histórico y la
segunda por su capitalidad. La Constitución
reconoció a los entes preautonómicos instancias
apropiadas para articular el acceso a la autonomía.
Aunque la Constitución no incorpora una definición
de Comunidad Autónoma, podríamos deducir que
son notas características de las mismas:
− Haber sido reconocido como ente público de
carácter territorial.
− El carácter facultativo que la Constitución
reconoce para su creación.
− En general, la Comunidad Autónoma agrupa un
determinado número de provincias, pero también ha
uniprovinciales y agrupaciones territoriales (islas).
2. LAS DOS VÍAS DE ACCESO A LA
AUTONOMÍA.
2.1. Los territorios históricos y el acceso a la
autonomía.
El derecho a la autonomía fue reconocido, en el art.
2 CE, y en base al mismo, el apartado 1 del art. 143,
190
reconoce, las provincias limítrofes con
características históricas, culturales y económicas
comunes, los territorios insulares y las provincias
con entidad regional histórica podían acceder, a su
autogobierno y constituirse en Comunidades
Autónomas.
La Constitución recogió, un modelo de
descentralización política semejante al la
Constitución Republicana de 1931 y conforme a la
cual aprobaron sus Estatutos Cataluña, Galicia y el
País Vasco. El texto de 1978, en su Disposición
Transitoria segunda, se hace eco del régimen de
autonomía obtenido por estos territorios en la etapa
republicana para facilitar el acceso de los mismos a
una autonomía de nivel competencial superior.
Establece la Disposición citada que los territorios
que en el pasado hubieren plebiscitado proyectos de
Estatuto de autonomía y al tiempo de promulgarse la
Constitución de 1978, con regímenes provisionales
de autonomía, podrán proceder inmediatamente en la
forma que prevé el apartado 2 del art. 148, cuando
así lo acordaron, por mayoría absoluta, sus órganos
preautonómicos colegiados superiores,
comunicándolo al Gobierno de la Nación.
La vía del art. 151, permitió el acceso a la autonomía
con un nivel competencial superior, mientras que la
vía de acceso del art. 143 permitió el acceso durante
los primeros cinco años al menos, con un menor
nivel competencial.
No se trata de que la Constitución establezca dos
tipos de Comunidades y, dos tipos o grados de
autonomía, sino que las distintas vías de acceso
generan o producen dos niveles de asunción de
competencias; uno menor (art. 243), en principio,
que el otro (art. 151), pero como las primeras pueden
acceder a la autonomía plena, transcurridos cinco
años desde la aprobación de su Estatuto, y mediante
la reforma de éste, todas las Comunidades podrían
tener el mismo grado de autonomía y nivel de
competencias, lo cual resulta conflictivo ya que los
territorios históricos reivindican un trato diferencial.
El art. 143, refleja la vía de acceso a la autonomía
común y es utilizado para la mayoría de los
Estatutos. La vía del art. 151 permite el acceso
directo a un mayor nivel competencial desde el
mismo momento de aprobación del Estatuto, sin
cumplirse el plazo de cinco años, para ampliar el
nivel mediante la reforma estatutaria, veamos ambos
191
procedimientos.
La Constitución prohíbe la federación de
Comunidades, aunque pueden suscribir convenios de
cooperación entre ellas.
2.2. El procedimiento de acceso a la autonomía
por la vía del artículo 143 de la Constitución.
Es aplicado a la constitución de trece Comunidades,
menos País Vasco, Cataluña y Galicia que lo
hicieron por la vía del art. 151.1, y Ceuta y Melilla
que iniciaron con lo establecido en el art. 144 c.
2.2.1. Iniciativa.
La iniciativa del proceso autonómico fue
encomendada por la Constitución a todas las
Diputaciones interesadas o al órgano interinsular y a
las 2/3 partes de los municipios cuya población
represente, la mayoría del censo electoral de cada
provincia o isla.
2.2.2. Plazo.
Los promotores, dispusieron de seis meses, desde el
primer acuerdo, para cumplir los requisitos y
formalizar los acuerdos. En el caso de que no
prosperara, podría reiterarse transcurrido cinco años.
2.2.3. Aprobación del Estatuto.
El proyecto debía ser elaborado por una Asamblea
compuesta por los miembros de la Diputación u
órgano interinsular de las provincias y por los
Diputados y Senadores elegidos en ellas. Elaborado
el proyecto era elevado a las Cortes Generales para
su tramitación como ley orgánica.
2.2.4. Contenido del Estatuto.
El Estatuto, es la norma institucional básica y el
Estado lo reconoce y ampara como parte del
Ordenamiento jurídico español. Los Estatutos debían
contener:
− La denominación de la Comunidad.
− La delimitación de su territorio.
− La denominación, organización y sede de las
instituciones autónomas propias.
192
− Las competencias asumidas dentro del marco
establecido en la Constitución y las bases para el
traspaso de los servicios correspondientes a las
mismas.
Las Comunidades que accedían por esta vía a la
autonomía podían asumir, en principio,
competencias incluidas en el art. 148 CE.
Transcurridos cinco años desde la aprobación éste
podía ser reformado, de conformidad con el art.
148.2 CE, para ampliar el catálogo de competencias,
dentro del marco establecido en el art. 149 CE.
La reforma estatutaria debe seguir el procedimiento
establecido en cada Estatuto y, en todo caso, requiere
la aprobación de las Cortes mediante ley orgánica.
2.3. El procedimiento de acceso a la autonomía
por la vía del artículo 151 de la Constitución.
El art. 151 permite el acceso directo a un mayor
nivel competencial.
2.3.1. Iniciativa.
No es preciso transcurrir el plazo de cinco años para
acceder a un amplio espectro competencial , cuando
la iniciativa se apruebe en el plazo de seis meses
establecido en el art. 143.2 además de por las
Diputaciones o por los órganos interinsulares
correspondientes,
− por las 3/4 partes de los Municipios de cada
provincia que representen, al menos, la mayoría del
censo electoral,
− y, además, sea ratificada mediante referéndum por
mayoría absoluta de los electores.
Han accedido mediante esta vía Andalucía, Cataluña,
Galicia y el País Vasco.
2.3.2. Aprobación del Estatuto.
La elaboración del Estatuto seguían los trámites
siguientes:
− El gobierno convocó a todos los Diputados y
Senadores elegidos en las circunscripciones del
ámbito territorial afectado para que, elaboraran un
proyecto de Estatuto por mayoría absoluta.
193
− Aprobado el proyecto pasaba a la Comisión
Constitucional del Congreso donde, en un plazo no
superior a dos meses, era examinado por la Comisión
junto con una delegación de la Asamblea que había
elaborado el proyecto.
− Si se lograba dicho acuerdo, era sometido a
referéndum de las provincias del proyectado estatuto.
− Si era aprobado en cada provincia por la mayoría
de los votos emitidos, se remitía a las Cortes
Generales para que el Pleno de cada Cámara,
emitieran un voto de ratificación, obtenido el cual el
Rey sancionaba el Estatuto como ley orgánica.
− Si no alcanzaban un acuerdo definitivo sobre el
texto, éste era elevado a las Cortes para ser tramitado
como proyecto de ley. El texto aprobado por las
Cámaras, debía ser sometido a referéndum. Si se
obtenía la mayoría de los votos emitidos, se procedía
a su promulgación en iguales términos que en el caso
anterior.
Podía suceder que iniciado un proceso autonómico
conforme al art. 151, no se obtuvieran las mayorías
en una o varias provincias afectadas, en cuyo caso, la
Constitución permite que las restantes provincias en
las cuales sí se hubiera aprobado mayoritariamente
los respectivos cuerpos electorales el proyecto de
Estatuto se constituyeran en Comunidad Autónoma.
2.3.3. Contenido del Estatuto.
Los Estatutos aprobados por el art. 151 regulan la
organización institucional de la Comunidad que, de
conformidad con lo establecido en el art. 152.1 CE,
se basará en:
− Una Asamblea legislativa, elegido por sufragio
universal, mediante un sistema proporcional. Las 17
Comunidades (a excepción de Ceuta y Melilla) se
han dotado de Parlamento Autónomo y a pesar de
que, para las Comunidades nacidas al amparo del art.
143 CE, ello no era obligatorio. Todos los
Parlamentos de las Comunidades son unicamerales.
− Un Consejo de Gobierno, con funciones ejecutivas
y administrativas.
− Un Presidente de la Comunidad, elegido por la
Asamblea y nombrado por el Rey, corresponde la
dirección del Consejo del Gobierno, representación
194
de la Comunidad y la representación del Estado en la
Comunidad. El Presidente y los miembros del
Consejo de Gobierno son políticamente responsables
ante la Asamblea.
− En las Comunidades, sin perjuicio de la
jurisdicción del Tribunal Supremo, puede
constituirse un Tribunal Superior de Justicia que
culminará la organización territorial.
Este tipo de Estatutos sólo podrán ser modificados
mediante los procedimientos que en ellos mismos se
establezcan y, en todo caso, con referéndum en esa
Comunidad.
2.4. El control de la actividad de los órganos de
las Comunidades Autónomas.
Mecanismo jurídico el cual produce el control de la
actividad de los órganos de las Comunidades . Estos
controles se articulan de la siguiente manera:
a) El control de constitucionalidad de las
disposiciones normativas con fuerza de ley lo ejerce
el Tribunal Constitucional.
b) El Gobierno central, previo dictamen del Consejo
de Estado, ejerce el control de las funciones
delegadas a las que se refiere el art. 150.2 CE.
c) La jurisdicción contencioso−administrativa realiza
el control de la administración autónoma y la de sus
normas reglamentarias.
d) El Tribunal de Cuentas lleva a cabo el control
económico−financiero de las respectivas
Comunidades. De conformidad con sus Estatutos,
algunas Comunidades se han dotado de una
institución de control económico similar al Tribunal
de Cuentas con las que éste mantiene relaciones de
cooperación.
3. OTROS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES
EN RELACIÓN CON EL ESTADO
AUTONÓMICO.
Podemos distinguir tres principios constitucionales
en relación con el Estado autonómico.
a) El principio de solidaridad.
b) El principio de igualdad.
195
c) El principio de supremacía del poder central.
3.1. El principio de solidaridad.
Recogido en el art. 138 CE, referido al Estado
autonómico, en relación con el art. 2, que también
declara el principio de solidaridad entre las
nacionalidades y regiones de España.
Exige que el Estado vele por el establecimiento de
un equilibrio económico, adecuado y justo entre las
diversas partes del territorio español,(art. 138.1). Y
el apartado 2 del mismo, añade: las diferencias entre
los Estatutos de las distintas Comunidades no
podrán implicar, en ningún caso, privilegios
económicos o sociales.
Las Comunidades se constituyen así en partes activas
del Estado y sus intereses particulares se integran en
los interese generales, sus normas se integran en el
Ordenamiento estatal.
3.2. El principio de igualdad.
El Estado Autonómico no modifica el estatuto de los
ciudadanos sea la parte del territorio en el que se
encuentren, pero no impide que cada Comunidad
regule determinados supuestos dentro de su
territorio, lo que, es inherente al principio de
autonomía.
La Constitución afirma que todos los españoles
tienen los mismos derechos y obligaciones en
cualquier parte del territorio del Estado.
Para tutelar el primero de los aspectos citado, la
Constitución ha reservado al Estado un amplio
catálogo de facultades sobre aspectos básicos en la
organización del Estado (relaciones internacionales,
Defensa y Fuerzas Armadas, Administración de
Justicia; sistema monetario, divisas; hacienda en
general, etc.) La regulación estatal de estas materias,
con independencia de la posible ejecución de algunas
de ellas por las Comunidades, garantiza la aplicación
del principio de igualdad entre todos los ciudadanos.
3.3. El principio de supremacía del derecho
estatal.
el Estado autonómico es una forma de organización
territorial adoptada por nuestro país en el que las
Comunidades forman parte del Estado, se reconoce
196
el principio de autonomía dentro de la unidad de la
Nación, pero las normas del Estado prevalecerán en
todo lo que no esté atribuido a la exclusiva
competencia de las Comunidades, y el derecho
estatal será, supletorio del derecho de éstas.
4. MUNICIPIO, PROVINCIA Y COMUNIDAD
AUTÓNOMA. ÓRGANO DE GOBIERNO.
4.1. El Municipio.
División territorial, la más elemental, según el mapa
autonómico, que goza de personalidad jurídica y
autonomía para su autogobierno y administración.
Su órgano de gobierno es el Ayuntamiento, formado
por los Concejales, uno es el Alcalde.
El Alcalde puede ser removido de su cargo, por
mayoría absoluta de Concejales, por una moción de
censura.
Es en el ámbito municipal donde cabe la forma de
democracia directa denominada Concejo Abierto.
4.2. La Provincia.
La Provincia es una agrupación de municipios, que
goza de autonomía y de personalidad jurídica.
Cualquier alteración de los límites de las provincias,
deberá ser aprobada por las Cortes Generales
mediante ley orgánica.
El órgano de gobierno de la Provincia es la
Diputación Provincial, sus miembros son
designados, mediante un sistema proporcional e
indirecto.
La Diputación Provincial, elegirá a su Presidente,
por mayoría absoluta en primera votación o simple,
en la siguiente.
Podrán crear agrupaciones de municipios distintos de
la Provincia, no pueden alterar los límites de éstas ni
hacerlas desaparecer.
En los archipiélagos, las islas tienen además otro
órgano de gobierno, el Cabildo insular o Consejo.
4.3. La Comunidad Autónoma.
4.3.1. Uniformidad institucional.
197
Las Comunidades pueden formarse:
a) Por provincias limítrofes, con caracteres
culturales, históricos y económicos comunes.
b) Por territorios insulares.
c) Por una sola provincia cuando posea entidad
regional histórica, requisito que puede ser suplido
por la autorización de las Cortes mediante ley
orgánica.
La Constitución prohíbe la posibilidad de federación
de Comunidades.
Aunque no era un exigencia constitucional para las
Comunidades constituidas al amparo del art. 143,
éstas como las creadas por el art. 151, se han dotado
de una estructura semejante de los Poderes
Legislativo y Ejecutivo en sus territorios.
El Legislativo está representado por un Parlamento
autónomo, órgano representativo de la población de
la Comunidad ( se denomina de diversa formas:
Asamblea Regional; Junta General; Parlamento;
Diputación general, etc.)
Posee iniciativa para la elaboración de las normas de
la Comunidad, control del Gobierno de la
Comunidad y elabora los Presupuesto de la misma.
El Ejecutivo está representado por un Gobierno o
Junta al frente se encuentra el Presidente, éste tiene
la facultad de nombrar a los miembros de su
gobierno.
El Poder Judicial es único en España. Existen
Tribunales Superiores de Justicia en las
Comunidades, no de las Comunidades, y el Tribunal
Supremo sigue teniendo jurisdicción en todo el
territorio nacional.
En cada Comunidad, el Estado central mantiene un
Delegado del Gobierno que asume las obligaciones
del Estado.
4.3.2. La incorporación de Segovia a la Comunidad
autónoma de Castilla−León.
Cabe mencionar tres supuestos peculiares. El
primero se refiere a la incorporación de Segovia a la
Comunidad de Castilla−León. En marzo de 1983, era
198
ya evidente que no quedarían en España zonas de
Derecho común sino que el territorio se articularía en
Comunidades, siendo Segovia (salvo Ceuta y
Melilla) la única ciudad no integrada en el proceso
autonómico.
La ley orgánica 5/83, incorpora Segovia a la
Comunidad de Castilla−León. Decisión adoptada
conforme a lo que dispone el art. 144 c) que
establece que las Cortes Generales, mediante ley
orgánica y por motivos de interés nacional, pueda
sustituir la iniciativa de las Corporaciones locales
necesaria para iniciar el proceso autonómico. Se
consideró, de interés general que Segovia no se
quedara aislada de un proceso autonómico y así se
manifiesta en la exposición previa al artículo único
de la Ley orgánica 5/83, al afirmar que Segovia
quedaría como única provincia de régimen común
dentro de un Estado conformado territorialmente en
su totalidad... por la existencia de Entes Territoriales
que implican constitucionalmente una
descentralización a nivel político y administrativo.
4.3.3. Los Estatutos de Ceuta y Melilla.
En cuanto a Ceuta y Melilla, la posibilidad de que
accedieran al autogobierno está prevista en la
Disposición Transitoria Quinta de la Constitución,
que otorga la competencia a los respectivos
Ayuntamientos mediante acuerdo por mayoría
absoluta de sus miembros y autorización de las
Cortes Generales mediante ley orgánica de
conformidad con lo establecido en el apartado b) del
art. 144, que establece que las Cortes Generales,
podrán, por motivos de interés social, autorizar o
acordar, un Estatuto de autonomía para territorios
que no estén integrados en la organización
provincial. Con esta habilitación, Ceuta y Melilla se
han dotado de sendos Estatutos peculiares en razón
de su ámbito municipal.
Cabe citar que, la Disposición Transitoria Cuarta de
la Constitución contempla la posibilidad de que se
celebra un referéndum para la incorporación de
Navarra a la autonomía vasca. Como sabemos
Navarra, accedió, en 1982, al régimen autonómico.
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