Ãndice LA CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978. 1.− El Estado y sus formas.

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Ãndice
LA CONSTITUCION ESPAÑOLA DE 1978.
1.− El Estado y sus formas.
2.− Antecedentes a la C.E. de 1978.
3.− Forma del Estado en España.
4.− Derechos y deberes constitucionales en la C.E. de 1978.
1. El estado y sus formas
1. − Concepto de Estado
La cuestión de las formas de Estado es el modo en que se distribuyen, especial o teoricamente, la voluntad y
la actividad estatales";en otros términos, es la manera según la cual funciona la actividad del Estado, y al
funcionar se convierte en una organización y en una estructura; el modo y manera de esa distribución toma
el nombre de unitarismo o de federalismo, según la articulación de los elementos esenciales responda a un
centro de poder: tal es el caso de los estados unitarios; o el poder central coexiste con otros poderes
autónomos: en tal caso estamos frente al Estado Federal.
2.− Estado Unitario
El Estado Unitario, llamado también simple, a decir de diversos autores es la forma doctrinal más perfecta
de concebir el Estado, puesto que en él existe único centro de poder, con órganos únicos (legislativo,
ejecutivo y judicial) que, cumpliendo funciones especÃ-ficas son válidos para toda la población asentada
en el territorio estatal. Existe, en el Estado Unitario, "un solo orden gubernativo y una unidad de dirección en
las faces de decisión, acción y sanción, o como afirma Kelsen "su caracterÃ-stica distintiva es la
existencia de una voluntad polÃ-tica de los ciudadanos a una única legislación. En él están conjugados
como una unidad orgánica, el orden jurÃ-dico, el orden polÃ-tico y el orden administrativo".
El Estado Unitario jurÃ-dicamente considerado tiene en la unidad su caracterÃ-stica básica en cuanto a su
fundamento, su estructura y su ejercicio, puesto que la normatividad jurÃ-dica es una sola y válida para todo
el territorio nacional, no pudiendo coexistir en otro orden jurÃ-dico en todo el espacio fÃ-sico donde ejerce su
soberanÃ-a. Lo mismo ocurre con la estructura judicial, donde los tribunales son dependientes de una central
y el ejercicio está reglado por normatividad exclusiva.
Las circunscripciones o partes − que reciben diferentes nominaciones, (Departamentos, Comunas, Provincias,
Regiones, etc...) según la tradición del Estado, son meros segmentos sin autonomÃ-a puesto que
permanecen subordinadas al poder central, ya que éste no se fracciona en su fuerza coercitiva, en su
competencia, ni en su representación Francia es considerada como el prototipo del Estado Unitario. Nuestra
Constitución PolÃ-tica del Estado establece, en su artÃ-culo 1ro., la forma del Estado boliviano,
caracterizándolo como Estado Unitario: "Bolivia, libre, independiente y soberana constituida en República
unitaria, adopta para su gobierna, la forma democrática representativa.
Por lo dicho, se establece que en los Estados Unitarios, o simples, no existe (ni puede existir)
descentralización polÃ-tica; en cambio, sÃ- puede existir un cierto grado de descentralización
administrativa, esto es la permisión del gobierno central para que autoridades locales o regionales ejerzan
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potestad de administración de los servicios públicos, conservando el poder estatal, el ejercicio de control.
Louis Delbez comenta tal hecho afirmando: "el Estado es el que soberanamente determina el campo de
competencia material de los poderes locales en el mismo esquema de competencia las leyes dictadas por el
Estado sancionan de nulidad las medidas que se reconozcan ilegales y aún en el supuesto de la legalidad de
los medios tomados, el estado tiene el derecho de apreciar y valorar tanto la oportunidad del servicio prestado,
como el interés general. En suma, es el estado el que determina la estructura y el modo de funcionamiento
de los poderes locales.
3.− Estado Federal
Es una forma de "Unión de Estado, que puede darse en términos de igualdad e independencia; en ese caso
no enfrentamos a los Estados Federales, Federaciones y Confederaciones.
Las uniones de Estados, realizadas en términos de dependencia y de desigualdad, se denominan "colonias ",
" protectorados " o " vasallajes ". Sin embargo, de todo aquellos mencionados, sólo el Estado Federal o
Federación constituye una forma especÃ-fica de Estado, con soberanÃ-a y reconocimiento jurÃ-dico −
polÃ-tico internacional.
Por Estado Federal se entiende la unión de dos o más Estados, en los que los miembros asociados
renuncian a su soberanÃ-a particular para conformar una sola y única comunidad polÃ-tica. Los "estados
miembros " o " estados federados ", que hacen parte del Estado Federal, poseen autonomÃ-a organizativa
conferida por la Constitución estatal, asÃ- como potestades legislativas y jurisdiccionales.
Los estados miembros − mal llamados Estados − por el hecho de la Federación, pierden su condición de
soberanos, sÃ- a caso lo fueron, y pasan a formar parte de una unidad soberana diferente, la cual como
decÃ-amos, establecen autonomÃ-as internas que son la máxima expresión de la descentralización puesto
que el poder central subsiste con poderes locales; éstos participan y concurren a la formación de la
voluntad del poder del Estado en la formación de la voluntad soberana del Estado Central, como lo
denomina Le Fur.
Jellineck considera que las caracterÃ-sticas esenciales del Estado Federal son las siguientes
• Los estados miembros de la Federación no son soberanos, sino tan sólo reúnen el status de entes
autónomos.
• Los estados emergen y se hallan regidos por una Constitución PolÃ-tica (Constitución Federal) que es la
norma fundamental que rige a la comunidad polÃ-tica en su conjunto sin que las normas emanadas de la
autoridad autonómica de los estados miembros puedan contrariarlas.
• Los estados miembros pierden su condición de Estados, es decir, de "forma polÃ-tica " especÃ-fica.
• La autodeterminación de los estados miembros se subordina a la Constitución Federal
• Los estados conformantes de la Federación participan del gobierno central.
• El Estado Federal constituye una unidad en la que se funda la pluralidad de los estados Federados, en él
predomina la competencia del poder central, el territorio y la población conforman con el poder central y
el ordenamiento jurÃ-dico general una unidad. Tanto el Estado Unitario como el Estado Federal son
formaciones históricas emergentes de realidades concretas
El Estado Federal, históricamente, se ha constituido por integración de Estados, o por disociación de los
mismos. La forman más común es la integración; es decir, cuando Estados soberanos se reúnen,
cediendo derechos y soberanÃ-as a favor de la conformación de la nueva comunidad, con voluntad
polÃ-tica, jurÃ-dica, económica y administrativa. Podemos citar como ejemplo, los Estados Unidos de Norte
América: en principio eran una confederación de 13 Estados autónomos (1776), que se convirtió en
Estado Federal, en 1787. Otros ejemplos, son Suiza (1848), antes Confederación Helvética; y el Imperio
Alemán (1871). Las causas que dieron origen a la formación de los Estados Federales fueron múltiples,
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teniendo primacÃ-a las motivaciones económicas, polÃ-ticas, bélicas, y etc. .
Otras veces la disolución o disociación de un Estado originariamente unitario da lugar al nacimiento de un
Estado Federal; tal hecho es emergente de la multiplicidad de naciones de un mismo Estado, que propenden a
una federación con el fin de mantener sus peculiaridades. Como ejemplo de disociación de un Estado
unitario, se puede nombrar a Rucia, antes de 1924, ano en que la constitución estableció la existencia de la
Unión de la República Socialistas Soviéticas (URSS).
4. − Confederación de Estados
Jellineck define la Confederación de Estados como: " la unión permanente de Estados independientes,
unión que se basa en el pacto, con el fin de protección externa y de paz interna, sin perjuicios que puedan
agregarse a otros fines. No se trata, como se ve, de una forma de Estado, puesto que, en este tipo de unión,
los Estados confederados, conservan su soberanÃ-a y se mantienen independiente mientras que en el Estado
Federal la soberanÃ-a de los Estados miembros se funden para dar lugar a un nuevo Estado.
2. Antecedentes a la Constitución Española de 1978
• Concepto de Constitucionalismo y Constitución.
El Constitucionalismo es un movimiento jurÃ-dico polÃ-tico que surge como respuesta al Antiguo
Régimen. Materialmente el Constitucionalismo se caracteriza porque va a imponer frente al absolutismo
anterior un nuevo sistema polÃ-tico que se basa en la distribución del poder entre distintos órganos, todos
relacionados y con sistemas de control. Formalmente el Constitucionalismo tiende a regular esos mecanismos
de control del poder en una norma jurÃ-dica, que suele ser una Constitución, que tendrá rango superior
dentro de todo el ordenamiento jurÃ-dico.
La Constitución es una norma o un conjunto de normas. Se puede decir que también tiene un sentido
formal y otro material. Formalmente es una norma legislativa que ocupa una posición especial dentro del
ordenamiento jurÃ-dico porque es la norma suprema. Se van a regular las funciones y órganos del Estado. El
sentido material viene dado por unos elementos:
◠Deben diferenciarse las distintas tares estatales en toda Constitución, que se asignarán a diferentes
órganos para evitar la concentración del poder ya que el Constitucionalismo está en contra del Antiguo
Régimen.
◠En toda Constitución deben incluirse unos mecanismos que sirvan para la cooperación entre los
diferentes órganos titulares del poder.
◠Mecanismo que eviten bloqueos entre los diferentes titulares autónomos del poder.
◠Buscar métodos que sirvan para posibles reformas constitucionales.
â— En todo texto constitucional se debe incluir el reconocimientos de Derechos Fundamentales y Libertades
Públicas. También se incluirá su protección frente a la posible intervención que pudieran tener
cualquiera de los titulares del poder en los mismos.
La moderna fase del Constitucionalismo se inicia en Inglaterra a partir de la Revolución Puritana del siglo
XVII, que tuvo repercusiones en las colonias inglesas en el Nuevo Mundo. Se establece un Parlamento;
limitaciones a la MonarquÃ-a Absoluta. No redactaron una Constitución pero se fueron dando leyes, normas
que comenzaron a calar en la sociedad como si fueran normas supremas. Eran leyes individuales que
regulaban aspectos puntales.
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• Constitucionalismo Histórico Español.
◠Clasificación sistemática, sirve para ordenar las diferentes Constituciones, atendiendo a los
principios fundamentales que las inspiran o a las fuerzas sociales que en su momento las sostuvieron
(MartÃ-nez Cuadrado):
• Constituciones programáticas: son las que se redactaron para actualizar, modernizar o dinamizar la
sociedad y los sistemas polÃ-ticos del Estado:
• Constitución de Cádiz de 1812.
• 1869, después de la Revolución de 1968 se produce una transformación social.
• 1931, la República.
• Constituciones impuestas: son textos, leyes fundamentales que se les intentó dar el aspecto de
Constituciones. Son consecuencia de sistemas autoritarios:
• Estatuto de Bayona.
• Leyes fundamentales del franquismo.
• Constituciones pactadas: las más representativas del siglo XIX. Todas son fruto de pactos, acuerdo o
transacciones polÃ-ticas que se incorporan en los textos constitucionales. Fueron muchas veces concebidas
en épocas de crisis para salir de ellas:
• Constitución de 1837.
• Constitución de 1876
La Constitución de 1978 surge en similar situación que la de 1876, pero la primera fue fruto del consenso
que es algo nuevo. En la de 1876 hay acuerdos entre sectores conservadores y liberales.
â— Orden Cronológico: tema de MonarquÃ-a al servicio de la nación o a al contrario. Regionalismo,
reconocimiento de las diversas regiones hasta el siglo XVIII. Problema de arrastrados, también se le conoce
como el problema de las autonomÃ-as.
• Fases.
• Preliminar
Estatuto de Bayona de 1808
En 1808 se produce el MotÃ-n de Aranjuez de Godoy contra Carlos IV. Lo que iba a ser la abdicación de
Carlos IV en su hijo Fernando VII se convierte en la abdicación en José I, hermano de Napoleón.
Napoleón convoca una Asamblea de Notables en Bayona para dar una nueva estructura a la nación. Se les
presenta un texto y se instaura una MonarquÃ-a Autoritaria. Se incluyen en ese texto Derechos
Fundamentales para las personas, además se incluyen reformas sociales y polÃ-ticas. No es una
Constitución, es una carta otorgada, no hubo consulta democrática, simplemente la ratificación de esa
Asamblea de Notables.
Sirvió como revulsivo para que posteriormente se iniciara un cambio marcado por la redacción de la
Constitución de Cádiz. Ésta no tomó como modelo este estatuto sino que siguieron la primera carta
constitucional francesa de 1791.
En este artÃ-culo hay un artÃ-culo donde se reconoce el ejercicio de la libertad de imprenta aunque no llegó
a ser efectivo porque se marcaron dos años, primero, para que el Estatuto entrara en vigor y una vez que
éste se hiciera efectivo se empezarÃ-a a redactar esa ley que registrara esta libertad. Nunca llegó a
desarrollarse esta ley.
• Iniciación Constitucional:
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Constitución de Cádiz de 1812
En ella se tenÃ-an que unificar distintas lÃ-neas, por una lado habÃ-a que dar gusto al sector absolutista, es
decir, a la nobleza y al clero, y por otro lado también habÃ-a que contentar a los sectores liberales e
ilustrados que querÃ-an romper con el conservadurismo.
En 1810 se reúne la Junta Central en Cádiz con la pretensión de elaborar un texto constitucional. Se
redactarÃ-a en 1812 y tuvo poco tiempo de vigencia, aunque sirvió de hilo conductor a las posteriores
constituciones liberales. Hubo que incluir en ella concesiones, en cuanto a la confesionalidad del Estado y en
cuanto a la división de poderes y la soberanÃ-a nacional, que recae en la nación. Tiene esta constitución
una parte dogmática. Los derechos que se recogen aparecen dispersos por el texto. La redacción de estos
textos constitucionales hace que los derechos se agrupen y se pongan al principio. Esto no se da en la
Constitución de Cádiz. En ella también se incorpora la inviolabilidad del domicilio, libertad de
propiedad, derecho a la educación, al sufragio, libertad de imprenta...
En su parte orgánica hay una división de poderes, también se recoge la autoridad del Rey, sin embargo
hay una diferencia en esta Constitución, el Rey comparte sus atribuciones con los Ministros. Los actos del
Rey para que sean válidos tenÃ-an que ser refrendados por los ministros. Solamente podÃ-an administrar
justicia los tribunales. Ni las Cortes ni los ministros podÃ-an intervenir. Con respecto a la libertad de
expresión (art. 341) a partir de Cádiz se suprimen las licencias de impresión. Se podrá escribir, imprimir
y publicar las ideas polÃ-ticas sin necesidad de licencia, revisión o aprobación previa a la publicación. Un
control que existÃ-a hasta Cádiz era la Inquisición.
Estatuto Real de 1834
A partir de 1814 con Fernando VII se suspende la Constitución de Cádiz y todas las normas que surgen de
ella.
Es una época de convulsiones polÃ-ticas. Se produce el pronunciamiento militar de 1820 del Coronel
Riego. Se inicia aquÃ- el Trienio Liberal hasta 1823. Es una reacción liberar contra el absolutismo. Desde
1823 y hasta 1833 es una década absolutista, en este año muere Fernando VII sin descendencia
masculina, delegando en su hija Isabel II. Como ésta aún era menor de edad, regentará su madre la Reina
MarÃ-a Cristina, que se apoya en los liberales y nombra Jefe de Gobierno a MartÃ-nez de la Rosa, que
promoverá la redacción de un texto constitucional, que acabará siendo este Estatuto Real, que no es
puramente un texto constitucional.
Se recogen pretensiones para un futuro, una de ellas era crear dos cámaras, un Congreso y un Senado, ambas
serÃ-an elegidas por sufragio censitario.
• Reafirmación Constitucional.
Constitución de 1837
El Estatuto Real estará en vigor hasta 1836, año en el que se produce el MotÃ-n de la Granja. Los
militares se imponen a MarÃ-a Cristina, a quien le imponen el restablecimiento de la Constitución de
Cádiz, aunque su verdadera intención era reconstituir unas Cortes Constituyentes. Su idea fundamental era
redactar un texto entre la Constitución de 1812 y el Estatuto Real de 1834. El resultado fue la Constitución
de 1837.
Se mantienen la soberanÃ-a nacional y la división de poderes. HabÃ-a una corrección con respecto a la
Constitución de 1812. Se le dan más atribuciones al Rey, se incluye el reconocimiento al Rey de disolver
las Cortes y nombrar o destituir, según su criterio, a los ministros.
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En cuanto a la libertad de expresión, se dice que todos los ciudadanos tienen libertad para imprimir y
publicar sus ideas sin previa censura, únicamente con sujeción a las leyes. Se determina que la calificación
de los delitos de imprenta iba corresponder únicamente a los jurados.
Constitución de 1845
Texto de carácter conservador. Desde 1836 hasta que se aprueba España vive convulsiones sociales. En
1836 se produce la Desamortización de Mendizabal. A la crisis económica se le une la pérdida de las
colonias y las guerras carlistas. Hay tensiones entre el sector liberal y el progresista hasta 1840 cuando se
impone la renuncia de la Reina MarÃ-a Cristina a favor de Espartero. Éste, militar, será derribado en
1843, estableciéndose un Gobierno Provisional que iba a determinar la mayorÃ-a de edad de Isabel II, que
ocuparÃ-a el trono. La reina convocará Cortes Constituyentes para reformar la Constitución de 1837, sin
embargo, acabará siendo una nueva constitución, la de 1845. Hay diferencias con las de 1837, por ejemplo
en la de 1845 la Reina aparece como la gran impulsora de la constitución, las Cortes solo aceptan este
impulso.
Hay remisión a leyes que posteriormente iban a desarrollar lo que después recoge el texto constitucional.
Se sigue con las Cortes Bicamerales, se recuperan los derechos y libertades recogidas en la Constitución de
1837. En el caso de la libertad de imprenta o expresión se recoge lo mismo que en la Constitución de 1837
aunque desaparecen los jurados.
• Fase Revolucionaria.
Constitución de 1869
Durante el perÃ-odo que va de 1843 a 1869 predominan los gobiernos conservadores, aunque de 1854 a 1856
se da el conocido Bienio Progresista, volviendo al gobierno el General Espartero, redactándose la
Constitución de 1856, más conocida como la non − nata. Siempre se alude a ella porque sirvió de modelo
para las posteriores. Nunca entró en vigor.
En España hay un desarrollo máximo del capitalismo, mejora de la economÃ-a que sin embargo no
repercute en las condiciones de vida de las clases populares. Comienza a consolidarse el movimiento sindical
obrero. En 1868 tiene lugar el pronunciamiento de Topete. Se atrae el favor del ejército liberal y de la clase
intelectual. Tras la Revolución de 1868 los Borbones salen de España y el Gobierno queda representado
por militares, más en concreto por el General Serrano, que convocará las Cortes Constituyentes con el
objetivo de elaborar un nuevo texto constitucional que se promulgará en 1869.
En su tÃ-tulo primero se encuadran los derechos del ciudadano, también garantÃ-as de protección de esos
derechos y una regulación precisa de los mismos. De nuevo se recogen los derechos de la Constitución de
1837. Se reconoce la inviolabilidad del domicilio; libertad de residencia; reconocimiento de la propiedad
privada; libertad de reunión y asociación; garantÃ-as de la persona frente a detenciones arbitrarias;
creación de centros de instrucción y educación; derecho a acceder a cargos y empleo público atendiendo
a la capacidad y el mérito y la libertad de imprenta.
En materia de sufragio se adelantó a otros estados europeos. Se establece el derecho al sufragio universal
masculino. Se sigue con la bicameralidad de las Cortes. Se limitan los tres poderes públicos: el legislativo
estarÃ-a concentrado en las Cortes; el ejecutivo en el Rey y el judicial en los tribunales. Esta Constitución
refuerza los poderes de las Cortes, son inmunes a las intromisiones del Rey. Éste tiene libertad para
designar a los ministros. Incluye este texto un tÃ-tulo denominado del poder judicial, en la de 1978 habrá un
tÃ-tulo igual.
Esta constitución mantiene un sistema liberal progresista. En la fase revolucionaria hay otro documento, que
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es una Constitución Federal que nunca se aprobó. Después de la Constitución de 1869 se desarrollan
leyes importantes: ley orgánica del poder judicial, ley de enjuiciamiento criminal; ley electoral y un código
penal.
La Constitución de 1869 era monárquica, aunque en esa época no habÃ-a Rey. Se instaura Amadeo de
Saboya, que no fue bien acogido, abdicando en 1873, cuando se proclama la Primera República hasta 1874.
Proyecto de Constitución Federal
Se aborda una nueva forma de estado. Nunca se promulga por un golpe militar que acaba con la república e
instaura la MonarquÃ-a.
La fase de la Restauración supone la redacción de un nuevo texto constitucional, la Constitución de 1876.
En 1874 se disuelven y convocan las Cortes que se reformarán y se redactará un nuevo texto
constitucional.
Constitución de 1876
Después de disolverse las cortes se instaura el Gobierno Provisional de Serrano. TenÃ-a carácter
transitorio porque su objeto era restaurar la monarquÃ-a en la figura de Alfonso XII. SerÃ-a de carácter
liberal y se escucharÃ-an todas las corrientes. En la Constitución de 1876 se van a mantener los derechos de
la Constitución de 1869. Una matización fundamental es que habÃ-a remisiones al desarrollo de esos
derechos por leyes ordinarias.
En materia de derechos y libertades y su suspensión, quedaban al mandato de los gobernantes. PodÃ-an
suspenderlos por ley o por una decisión del gobierno. La libertad de expresión está también recogida,
los españoles podrán dar opiniones valiéndose o no de la imprenta, sin censura previa. Las Cortes son
bicamerales, sin embargo la elección de sus miembros es por sufragio censitario. El Rey tiene poder
ejecutivo, por eso nombra o cesa libremente a los ministros. También tenÃ-a iniciativa legislativa y
derecho de veto sobre la iniciativa legislativa de las Cortes. Se configura un estado confesional. En cuanto a la
organización de tribunales y juzgados la constitución se remite a lo que establezcan las leyes. Esta
constitución se mantiene hasta el primer tercio del siglo XX. Es una época donde hay cambios importantes
de gobierno, alternancia en el poder de Cánovas y Sagasta.
En 1888 se aprueba por primera vez una ley del jurado, también en 1883 se elabora la ley de policÃ-a de
imprenta y se recupera el sufragio masculino a partir de los veinticinco años. Durante el reinado de Alfonso
XIII se produce el golpe militar del General Primo de Rivera en 1923. No fue sangriento, fue un intento de
salir de la crisis en la que estaba sumido el paÃ-s. Fue un golpe consentido por el Rey. Con la dictadura se
anulan las competencias de la constitución, pero no se deroga. Primo constituye una Asamblea Nacional y se
redacta un proyecto de nueva constitución, que nunca se promulgarÃ-a. Primo de Rivera no consigue la
estabilidad pretendida. Convocó elecciones, pero antes de ellas ocupa la presidencia de la Asamblea
Berenguer, quien sÃ- convocó elecciones, primero municipales. Se creÃ-a que iban a ganar los
monárquicos. Las elecciones de 1931 las ganan los monárquicos en las ciudades pequeñas, pero la
República se impone en las principales capitales de provincia. Será el pueblo el que inicie la instauración
de la República, fue un cambio pacÃ-fico. El Rey se marchará a Francia y se proclamará la Segunda
República.
• Constitucionalización Democrática.
Constitución de 1931
Constitución de carácter republicano. Durante la Segunda República se mantiene el sufragio universal, las
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mujeres pueden ser elegidas pero no votar. Se declara un estado aconfesional. Las cortes son unicamerales. Es
una constitución importante para los derechos y libertades, incorpora derechos individuales y sociales.
El poder legislativo corresponde a las Cortes. El ejecutivo lo comparte el Presidente de la República y el
Presidente del Gobierno. Los ministros responderÃ-an de manera solidaria ante el Congreso por sus acciones
y de manera individual si fuera por un acto punible.
En esta constitución se declara la independencia e inamovilidad de jueces y magistrados y se establecen los
principios de responsabilidad civil de los mismos. También se incorpora el derecho de los ciudadanos a
recibir indemnización por errores judiciales. En la Constitución de 1931 se incorpora una institución, el
Tribunal de GarantÃ-as Constitucionales, órgano encargado de vigilar la constitucionalidad de las leyes,
también sirve para resolver conflictos entre el poder central y las regiones autónomas y del amparo de los
Derechos Fundamentales de los ciudadanos. Es un claro antecedente del Tribunal Constitucional.
Se reconoce el derecho de libertad de expresión usando cualquier medio de difusión y sin censura previa.
No se podrÃ-an secuestrar libros o publicaciones a no ser que existiera un mandamiento judicial. No podrÃ-a
decretarse la suspensión de ningún periódico si no era por sentencia firme.
• Fase del Estado Nacionalista.
El régimen republicano acaba con la Guerra Civil y la victoria nacionalista. El régimen de Franco
intentó institucionalizar una serie de leyes llamadas fundamentales. Con esto se pretendÃ-a reproducir un
modelo constitucional, que serÃ-a una Constitución abierta. Se atrevió a incorporara Derechos
Fundamentales. En el periodo que va de 1938 a 1975 se promulgaron siete leyes:
• Fuero del trabajo (1938).
• Ley constitutiva de las Cortes (1942).
• Fuero de los españoles (1945).
• Ley de referéndum (1945).
• Ley de sucesión a la Jefatura de Estado (1947).
• Ley de principios del movimiento nacional (1948).
• Ley orgánica del Estado (1967).
ESTRUCTURA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
• Transición polÃ-tica y proceso constituyente.
La Transición a la democracia fue un momento que supuso un profundo cambio. Entre 1976 y 1978 se
llegaron a redactar cuatro promulgaciones. Fue el momento más importante de la historia de
España porque se pasa de una dictadura a una democracia de forma pacÃ-fica, rápida y fácil.
Durante estos años de transición hubo una amenaza de Golpe de Estado sobre el propio Estado, eso
se verÃ-a con el golpe de 1981.
Fue pacÃ-fica porque estabamos en una sociedad moderna con unas instituciones franquistas, arcaicas,
erosionadas, hubo una gran voluntad de la Corona y también del Gobierno representado en la figura
de Adolfo Suárez. Hubo un sentido consensuado de todos los sectores polÃ-ticos.
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La lÃ-nea básica de este cambio fue el procedimiento, ya que se siguió el cauce de la legalidad. No se
dejó nada a la improvisación, todo fue consensuado. Torcuato Fernández Miranda y Adolfo
Suárez redactaron la Ley de Reforma PolÃ-tica.
La MonarquÃ-a no tenÃ-a nada que ver con lo que Franco habÃ-a previsto. Él querÃ-a una
MonarquÃ-a peculiar porque el Rey gobernarÃ-a sobre un territorio centralizado al modo tradicional.
No estaba recogido el sufragio universal para unas futuras cortes, tampoco se reconocÃ-a la libertad de
los partidos polÃ-ticos ni sindicatos, ni la libertad de ideas polÃ-ticas para los ciudadanos. PretendÃ-a
una continuidad propia de la figura de Franco, una MonarquÃ-a absolutista, nada que ver con la
MonarquÃ-a Parlamentaria que se instauró.
En el proceso de transición se buscó una adaptación sin éxito. El Monarca intentarÃ-a desde el
principio asuntos bajos los principios de libertad y democracia que no se pudieron aplicar con el primer
gobierno después de la muerte de Franco. Carlos Arias Navarro será quien intente esa adaptación
a la nueva situación. Intentó algunas reformas: reforma de las leyes fundamentales, modificación y
adopción de la legislación ordinaria con muchas dificultades. No tuvo resultado. En los seis primeros
meses de 1976 el monarca pide la dimisión de Arias Navarro. El nuevo Gobierno será encabezado
por Adolfo Suárez a petición del Rey, quien asume:
1. SoberanÃ-a Nacional, aceptada por Adolfo Suárez. Se rompe con las MonarquÃ-as Absolutas.
2. El primer instrumento para el cambio jurÃ-dico era una le: Ley para la reforma polÃ-tica (1976).
Fue importante para el futuro de España. Consta de cinco artÃ-culos, tres disposiciones transitorias y
una disposición final. No se derogan las leyes de Franco. En esos cinco artÃ-culos se incorporaba:
• Principio de la SoberanÃ-a Nacional: popular.
• SupremacÃ-a de la ley.
• Derechos fundamentales.
• Sufragio Universal.
• Pluralismo polÃ-tico (implÃ-citamente porque todavÃ-a no hay una ley que signifique la
libertad polÃ-tica).
Se redacta en 1976, se iba a someter a referéndum y sirvió para llevar a cabo una operación
jurÃ-dica y aparentemente no presentaba dificultades. Una vez que se promulga esta ley de la reforma
polÃ-tica, se abre una nueva etapa polÃ-tica con una sobreabundancia normativa, porque se tenÃ-an
que hacer realidad dos asuntos:
• Establecer derechos y libertades.
• Convocatoria de elecciones legislativas.
Se aprueban reales decretos, leyes de carácter urgente como una relativa a la libertad de expresión,
modificación de la antigua ley de asociaciones polÃ-ticas a través de otro decreto y regulación del
régimen electoral.
En 1977 el Estado Español ratifica dos convenios internacionales: El pacto internacional de los
derechos civiles y polÃ-ticos y el pacto internacional de los derechos económicos sociales y culturales.
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Después de los decretos anteriores se convocarán elecciones generales, consolidándose la
MonarquÃ-a. Se transmiten los poderes al Rey. Se celebran las primeras elecciones legislativas y se
constituyen las Cortes democráticas, aunque todavÃ-a estaba incompleta la constitución del Estado.
Se iba a abordar la reforma de la organización territorial del Estado. En 1977 se restableció
provisionalmente la Generalidad de Cataluña, nombrando presidente a Tarradellas.
En 1977 se producen las primeras reuniones para la elaboración del texto constitucional, que se
aprobó en referéndum el 6 de Diciembre de 1978. Una caracterÃ-stica principal una vez aprobada
fue el carácter gradual que se aplicó a la transición polÃ-tica. Hay tres grandes decisiones que iban
a configurar el nuevo régimen polÃ-tico:
• La nueva forma de Estado y Gobierno.
• Una democracia pluralista.
• Las AutonomÃ-as territoriales y MonarquÃ-a Parlamentaria.
Se nombró una ponencia en el Congreso de los Diputados encargada de redactar la Constitución,
estaba compuesta por siete miembros: tres de Unión del Centro Democrático, uno del Partido
Socialista, uno del Partido Comunista, uno de Alianza Popular y otro de la MinorÃ-a Catalana.
• Influencias del Constitucionalismo Histórico Español.
Con respecto a la Jefatura del Estado, la MonarquÃ-a en 1978 es de corte tradicional, hereditaria,
responde al mismo modelo que las monarquÃ-as de siglos anteriores. La diferencia es que esta es una
MonarquÃ-a Parlamentaria. El Rey prácticamente no tiene facultades, poder o autoridad. Está en
una posición simbólica, representativa.
Una novedad importante de la Constitución de 1978 es la organización territorial del Estado,
recogida en el capÃ-tulo octavo. Supone la descentralización territorial. Antes el territorio estaba
centralizado. Hay alguna similitud con las anteriores, por ejemplo con los republicanos se habla de
República Federal, con la Segunda República ya se habla de una estado integral. En la Constitución
de 1978 se habla del estado de las autonomÃ-as. Esto iba a dar lugar a los Estado Autonómicos y a sus
correspondientes estatutos.
SupremacÃ-a jurÃ-dica del texto constitucional, en la cúspide del ordenamiento jurÃ-dico la
constitución sirve de modelo normativo para el resto del desarrollo del ordenamiento jurÃ-dico. Para
que sirva para esto tiene que existir una garantÃ-a jurisdiccional, y esto obliga a la creación de un
Tribunal Constitucional (TÃ-tulo Noveno de la Constitución). Esto tiene una semejanza con la
Constitución de 1931 cuando se crea el Tribunal de GarantÃ-as Constitucionales, es el antecedente del
Tribunal Constitucional.
Podemos nombrar algunos términos de las constituciones históricas que aparecen en la
Constitución de 1978:
• Cortes Generales: Estatuto Real de 1834.
• Diputación Permanente: antecedente en la Constitución de Cádiz de 1812.
• Alusión a la lengua.
• Alusión a la bandera.
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• Alusión al recurso de amparo.
• Alusión a la iniciativa legislativa popular.
• El control de constitucionalidad.
• Jurado Popular.
Las leyes de Franco dejaron también varios términos: Decreto Ley y Consejo de Estado.
3. Forma del Estado en España.
EL CONCEPTO DE ESTADO EN LA CONSTITUCIÓN DE 1978
Se utiliza en innumerables ocasiones en la Constitución, aunque no se utiliza de la misma forma en todos los
supuestos:
1º Art. 1 de la Constitución: España se constituye en un Estado social y democrático de derecho (...)
Estado identifica a una comunidad polÃ-tica que es España.
2º Art. 137 de la Constitución: el Estado se organiza territorialmente... y el Art. 139 de la Constitución:
Estado aquÃ- es un conjunto de instituciones, organización que se opone a una sociedad, para regularla.
También en otros Arts. como en el 39 y siguientes en los que se regula en los principios rectores de la
polÃ-tica social y económica. Con ellas los poderes públicos promoverán..." conjunto de mandatos
dirigidos a jueces...
3º Art. 149: " El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias..." Estado en el sentido de
instituciones ajenas con competencias en todo el territorio nacional.
Esta distinción, en determinados conflictos, ha tenido mucha importancia, sobre todo en lo referente al
dominio público. Según la Constitución, es dominio público estatal lo que viene en el Art. 132 de la
Constitución.
El Tribunal Constitucional los ha interpretado diciendo por ejemplo que en las costas las comunidades
autónomas no tienen competencia.
Forma de Estado en la Constitución de 1978.
Ausencia de datos. No hay definición precisa de la forma del Estado. Hay que interpretarlo. La tesis
tradicional es la de distinguir la forma de Estado en función de la atribución de la soberanÃ-a y de acuerdo
con el 1.2 de la Constitución hay que hablar de un Estado unitario.
No se puede negar que si enlazamos este 1.2 con el tÃ-tulo octavo de la Constitución se ve que fundamenta
un proceso de intensa descentralización que tiene un carácter administrativo y polÃ-tico.
Al analizar esta intensa descentralización, algunos autores han sostenido que en la práctica podÃ-amos
llegar a un auténtico Estado federal. Argumento falaz, porque existen unos topes insaltables.
Si se analizan las normas de los Estados federales cercanos, hay una regla muy caracterÃ-stica, la federación
dicta las leyes más importantes, pero la ejecución administrativa de las leyes, incluidas las de las leyes
federales, corresponde a los Estados federales: no existe prácticamente una administración federal. ¿Cabe
trasplantarse este modelo? No, en absoluto. En el Art. 149 de la Constitución se habla continuamente de
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competencias ejecutivas del Estado. (En obras públicas, puertos, tendidos eléctricos) hay una sentencia
sobre la ley de marcas que establece en uno de sus Arts que el Estado debe crear un registro dónde se
inscriban las marcas y normas comerciales. Esta ley fue recurrida por el gobierno vasco y catalán porque la
competencia del Estado en marcas está en el 149.1 9º porque pone "legislación mercantil" y crear un
registro es ejecución. Pero echan mano del 149.1.1 "fijar las competencias básicas para el ejercicio de los
derechos" el Tribunal Constitucional dice que el 149.1 es soporte suficiente para que se pueda crear un
registro porque eso es algo básico. En todos los aspectos en que se afecta a más de una comunidad
autónoma el Estado puede y debe tener la ejecución.
• Derechos y deberes constitucionales en la C.E. de 1978
TITULO I
De los derechos y deberes fundamentales
ArtÃ-culo 10
• La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden polÃ-tico y de la
paz social.
• Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se
interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y
acuerdos internacionales sobre las materias ratificados por España.
CAPITULO PRIMERO: De los españoles y los extranjeros
ArtÃ-culo 11
• La nacionalidad española se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo establecido por la ley.
• Ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad.
• El Estado podrá concertar tratados de doble nacionalidad con los paÃ-ses iberoamericanos o con aquellos
que hayan tenido o tengan una particular vinculación con España. En estos mismos paÃ-ses, aún
cuando no reconozcan a sus ciudadanos un derecho recÃ-proco, podrán naturalizarse los españoles sin
perder su nacionalidad de origen.
ArtÃ-culo 12
Los españoles son mayores de edad a los dieciocho años.
ArtÃ-culo 13
• Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente TÃ-tulo en los
términos que establezcan los tratados y la ley.
• Solamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artÃ-culo 23, salvo lo que,
atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derecho de sufragio
activo y pasivo en las elecciones municipales.
• La extradición sólo se concederá en cumplimiento de un tratado o de una ley, atendiendo al principio de
reciprocidad. Quedan excluidos de la extradición los delitos polÃ-ticos, no considerándose como tales
los actos de terrorismo.
• La ley establecerá los términos en que los ciudadanos de otros paÃ-ses y los apátridas podrán gozar
del derecho de asilo en España.
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CAPITULO SEGUNDO: Derechos y libertades
ArtÃ-culo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Sección primera: De los derechos fundamentales y de las libertades públicas
ArtÃ-culo 15
Todos tienen derecho a la vida y a la integridad fÃ-sica y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser
sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo
que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.
ArtÃ-culo 16
• Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más
limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido
por la ley.
• Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideologÃ-a, religión o creencias.
• Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias
religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la
Iglesia Católica y las demás confesiones.
ArtÃ-culo 17
• Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, sino con la
observancia de lo establecido en este artÃ-culo y en los casos y en la forma previstos en la ley.
• La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de
las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en el plazo máximo de
setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad judicial.
• Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea comprensible, de sus
derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia
de abogado al detenido en las diligencias policiales, en los términos que la ley establezca.
• La ley regulará un procedimiento de "habeas corpus" para producir la inmediata puesta a disposición
judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo de
duración de la prisión provisional.
ArtÃ-culo 18
• Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
• El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular
o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
• Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas,
salvo resolución judicial.
• La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los
ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.
ArtÃ-culo 19
Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional.
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Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca. Este
derecho no podrá ser limitado por motivos polÃ-ticos o ideológicos.
ArtÃ-culo 20
• Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y
opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción y
creación literaria, artÃ-stica, cientÃ-fica y técnica. c) A la libertad de cátedra. d) A comunicar o
recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la
cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
• El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
• La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social
dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los
grupos sociales y polÃ-ticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas
lenguas de España.
• Estas libertades tienen su lÃ-mite en el respeto a los derechos reconocidos en este TÃ-tulo, en los preceptos
de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y
a la protección de la juventud y de la infancia.
• Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en
virtud de resolución judicial.
ArtÃ-culo 21
• Se reconoce el derecho de reunión pacÃ-fica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará de
autorización previa.
• En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación
previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del
orden público, con peligro para personas o bienes.
ArtÃ-culo 22
• Se reconoce el derecho de asociación.
• Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.
• Las asociaciones constituidas al amparo de este artÃ-culo deberán inscribirse en un registro a los solos
efectos de publicidad.
• Las asociaciones sólo podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de resolución
judicial motivada.
• Se prohÃ-ben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.
ArtÃ-culo 23
• Los ciudadanos tiene el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.
• Asimismo, tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los
requisitos que señalen las leyes.
ArtÃ-culo 24
• Todas las personas tienen derecho a obtener tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus
derechos e intereses legÃ-timos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.
• Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia al
letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones
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indebidas y con todas las garantÃ-as, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no
declarar contra sÃ- mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia. La ley regulará los
casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará obligado a declarar sobre
hechos presuntamente delictivos.
ArtÃ-culo 25
• Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no
constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel momento.
• Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y
reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que
estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este CapÃ-tulo, a excepción de
los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la
ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios
correspondientes de la Seguridad Social, asÃ- como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su
personalidad.
• La Administración civil no podrá imponer sanciones que, directa o subsidiariamente, impliquen
privación de libertad.
ArtÃ-culo 26
Se prohÃ-ben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración civil y de las organizaciones
profesionales.
ArtÃ-culo 27
• Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.
• La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los
principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
• Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la
formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
• La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.
• Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación
general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de
centros docentes.
• Se reconoce a las personas fÃ-sicas y jurÃ-dicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del
respeto a los principios constitucionales.
• Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los
centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca.
• Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el
cumplimiento de las leyes.
• Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca.
• Se reconoce la autonomÃ-a de las Universidades, en los términos que la ley establezca.
ArtÃ-culo 28
• Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho
a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y regulará las
peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos. La libertad sindical comprende el derecho a
fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, asÃ- como el derecho de los sindicatos a formar
confederaciones y a formar organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas. Nadie
podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato.
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• Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el
ejercicio de este derecho establecerá las garantÃ-as precisas para asegurar el mantenimiento de los
servicios esenciales de la comunidad.
ArtÃ-culo 29
• Todos los españoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por escrito, en la forma y
con los efectos que determine la ley.
• Los miembros de las Fuerzas o Institutos armados o de los Cuerpos sometidos a disciplina militar podrán
ejercer este derecho sólo individualmente y con arreglo a lo dispuesto en su legislación especÃ-fica.
Sección segunda: De los derechos y deberes de los ciudadanos
ArtÃ-culo 30
• Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.
• La ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantÃ-as, la
objeción de conciencia, asÃ- como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio,
pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria.
• Podrá establecerse un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general.
• Mediante ley podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los casos de grave riesgo, catástrofe o
calamidad pública.
ArtÃ-culo 31
• Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica
mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún
caso, tendrá alcance confiscatorio.
• El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y
ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economÃ-a.
• Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la
ley.
ArtÃ-culo 32
• El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurÃ-dica.
• La ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de
los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos.
ArtÃ-culo 33
• Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia.
• La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes.
• Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o
interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las
leyes.
ArtÃ-culo 34
• Se reconoce el derecho de fundación para fines de interés general, con arreglo a la ley.
• Regirá también para las fundaciones lo dispuesto en los apartados 2 y 4 del artÃ-culo 22.
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ArtÃ-culo 35
• Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u
oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus
necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
• La ley regulará un estatuto de los trabajadores.
ArtÃ-culo 36
La ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurÃ-dico de los Colegios Profesionales y el
ejercicio de las profesiones tituladas. La estructura interna y el funcionamiento de los Colegios deberán ser
democráticos.
ArtÃ-culo 37
• La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los
trabajadores y empresarios, asÃ- como la fuerza vinculante de los convenios.
• Se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medidas de conflicto colectivo. La ley
que regule el ejercicio de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones que puedan establecer, incluirá las
garantÃ-as precisas para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales de la comunidad.
ArtÃ-culo 38
Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economÃ-a de mercado. Los poderes públicos
garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la
economÃ-a general y, en su caso, de la planificación.
CAPITULO TERCERO: De los principios rectores de la polÃ-tica social y económica
ArtÃ-culo 39
• Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurÃ-dica de la familia.
• Los poderes públicos aseguran asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley
con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil. La ley posibilitará
la investigación de la paternidad.
• Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante
su minorÃ-a de edad y en los demás casos en los que legalmente proceda.
• Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus
derechos.
ArtÃ-culo 40
• Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y
para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una polÃ-tica de
estabilidad económica. De manera especial realizarán una polÃ-tica orientada al pleno empleo.
• Asimismo, los poderes públicos fomentarán una polÃ-tica que garantice la formación y readaptación
profesionales, velaran por la seguridad e higiene en el trabajo y garantizarán el descanso necesario,
mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas y la promoción de
centros adecuados.
ArtÃ-culo 41
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Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos,
que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en
caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres.
ArtÃ-culo 42
El Estado velará especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los
trabajadores españoles en el extranjero y orientará su polÃ-tica hacia su retorno.
ArtÃ-culo 43
• Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
• Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y
de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.
• Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación fÃ-sica y el deporte. Asimismo
facilitarán la adecuada utilización del ocio.
ArtÃ-culo 44
• Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho.
• Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación cientÃ-fica y técnica en beneficio del
interés general.
ArtÃ-culo 45
• Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, asÃcomo el deber de conservarlo.
• Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de
proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la
indispensable solidaridad colectiva.
• Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán
sanciones penales o, en su caso, administrativas, asÃ- como la obligación de reparar el daño causado.
ArtÃ-culo 46
Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio
histórico, cultural y artÃ-stico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea
su régimen y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.
ArtÃ-culo 47
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos
promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este
derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la
especulación.
La comunidad participará en las plusvalÃ-as que genere la acción urbanÃ-stica de los entes públicos.
ArtÃ-culo 48
Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el
desarrollo polÃ-tico, social, económico y cultural.
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ArtÃ-culo 49
Los poderes públicos realizaran una polÃ-tica de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de
los disminuidos fÃ-sicos, sensoriales y psÃ-quicos, a los que prestarán la atención especializada que
requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este TÃ-tulo otorga a todos los
ciudadanos.
ArtÃ-culo 50
Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la
suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las
obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán
sus problemas especÃ-ficos de salud, vivienda, cultura y ocio.
ArtÃ-culo 51
• Los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante
procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legÃ-timos intereses económicos de los mismos.
• Los poderes públicos promoverán la información y la educación de los consumidores y usuarios,
fomentarán sus organizaciones y oirán a éstas en las cuestiones que puedan afectar a aquéllos, en
los términos que la ley establezca
• En el marco de lo dispuesto por los apartados anteriores, la ley regulará el comercio interior y el
régimen de autorización de productos comerciales.
ArtÃ-culo 52
La ley regulará las organizaciones profesionales que contribuyan a la defensa de los intereses económicos
que les sean propios. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
CAPITULO CUARTO: De las garantÃ-as de las libertades y derechos fundamentales
ArtÃ-culo 53
• Los derechos y libertades reconocidos en el CapÃ-tulo segundo del presente TÃ-tulo vinculan a todos los
poderes públicos. Sólo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá
regularse el ejercicio de tales derechos y libertades, que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en el
artÃ-culo 161, 1, a)
• Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artÃ-culo 14 y
la Sección primera del CapÃ-tulo segundo ante los Tribunales ordinarios de preferencia y sumariedad y,
en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Este último recurso será
aplicable a la objeción de conciencia reconocida en el artÃ-culo 30.
• El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el CapÃ-tulo tercero
informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo
podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que los
desarrollen.
ArtÃ-culo 54
Una ley orgánica regulará la institución del Defensor del Pueblo, como alto comisionado de las Cortes
Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en este TÃ-tulo, a cuyo efecto
podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales.
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CAPITULO QUINTO: De la suspensión de los derechos y libertades
ArtÃ-culo 55
• Los derechos reconocidos en los artÃ-culos 17, 18, apartados 2 y 3, artÃ-culos 19, 20, apartados 1, a) y d),
y 5, artÃ-culos 21, 28, apartado 2, y artÃ-culo 37, apartado 2, podrán ser suspendidos cuando se acuerde
la declaración del estado de excepción o de sitio en los términos previstos en la Constitución. Se
exceptúa de lo establecido anteriormente el apartado 3 del artÃ-culo 17 para el supuesto de declaración
de estado de excepción.
• Una ley orgánica podrá determinar la forma y los casos en los que, de forma individual y con la
necesaria intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos en los
artÃ-culos 17, apartado 2, y 18, apartados 2 y 3, pueden ser suspendidos para personas determinadas, en
relación con las investigaciones correspondientes a la actuación de bandas armadas o elementos
terroristas. La utilización injustificada o abusiva de las facultades reconocidas en dicha ley orgánica
producirá responsabilidad penal, como violación de los derechos y libertades reconocidos por las leyes.
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