Reflujo Vesicouretra..

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¿Qué es el Reflujo Vesicoureteral en Niños
El reflujo vesicoureteral (RVU) es una condición en la que la orina retorna en sentido
contrario desde la vejiga hacia los riñones, y puede afectar a uno o a los dos uréteres.
En muchos casos, los niños nacen con RVU, causado por una unión anormal entre el
uréter y la vejiga, cuando esta “válvula de paso” es muy corta o ineficiente. En algunos niños,
la presencia de un patrón de micción no frecuente o constipación relacionada a lo anterior,
puede también causar el reflujo.
Cuando la "válvula de paso" funciona mal y permite que la orina regrese, las bacterias
de la vejiga pueden penetrar fácilmente en el riñón. Un niño con reflujo tiene más
probabilidades de desarrollar una infección renal (pielonefritis) que puede a su vez ocasionar
daño renal. Cuanto más severo es el reflujo, mayor será el daño que produce en el riñón.
Cuando el flujo inverso de la orina es más importante, los uréteres y los riñones pueden
agrandarse y distorsionarse.
¿Cómo se mide el reflujo vesicoureteral?
El reflujo puede ser medido o calificado en grados. El médico de su niño observará la
radiografía del tracto urinario para determinar el grado del reflujo que tiene su hijo y así
recomendarle el tratamiento más adecuado.
El sistema más común de graduación del reflujo incluye cinco grados:
Grado I (leve): el reflujo de orina alcanza sólo al uréter.
Grado II: el reflujo de orina compromete al uréter y a la pelvis renal, pero no hay
dilatación (hidronefrosis).
Grado III: el reflujo de orina compromete al uréter y a la pelvis renal, y ocasiona
hidronefrosis leve.
Grado IV: el reflujo causa hidronefrosis moderada.
Grado V (severo): el reflujo causa una hidronefrosis severa y una gran tortuosidad del
uréter.
Los grados I, II y III son reflujo de bajo grado, de buen pronóstico y alrededor del 80 %
curan espontáneamente. En los reflujos de alto grado, IV y V, la posibilidad de curar
espontánea es menor, pudiendo requerir correcciones quirúrgicas.
¿Quiénes pueden tener reflujo vesicoureteral?
El reflujo ocurre en aproximadamente un 1% de los niños sanos. Normalmente se
diagnostica luego de una infección del tracto urinario y a veces a partir de hallazgos
prenatales. La edad promedio para el diagnóstico es entre dos y tres años, pero se puede
diagnosticar a cualquier edad, incluso en bebés recién nacidos o en niños mayores.
Aproximadamente las tres cuartas partes de quienes se tratan por reflujo son niñas.
En muchos niños el reflujo puede ser hereditario. Aproximadamente un tercio de los
hermanos/as de niños con reflujo también tienen esta misma condición. Además, si la madre
ha recibido tratamiento por reflujo, hasta la mitad de sus hijos también pueden tenerlo.
¿Cuáles son los síntomas de Reflujo Vesicoureteral?
Los siguientes suelen ser los síntomas más comunes de Reflujo vesicoureteral. Sin
embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de una forma diferente. Los síntomas
pueden incluir los siguientes:
 Infección del tracto urinario
 Los problemas al orinar pueden incluir:
- Urgencia.
- Goteo.
- Mojar los pantalones.
 Podría detectarse una masa abdominal debido a la inflamación de los riñones.
 Poco aumento de peso.
 Presión alta de sangre.
Los síntomas de RVU pueden parecerse a los de otras condiciones médicas. Siempre
consulte al médico del niño para realizar un diagnóstico preciso.
¿Qué relación tienen las infecciones del tracto urinario con el
Reflujo Vesicoureteral?
Una infección del tracto urinario (ITU) es una infección bacteriana que puede afectar a
los riñones, a la vejiga o a ambos. Una ITU que afecta a los riñones se denomina infección
renal o pielonefritis. Los síntomas típicos incluyen fiebre, dolor en el abdomen o en la parte
inferior de la espalda, malestar general y/o náuseas y vómitos. Si la ITU afecta principalmente
a la vejiga, se denomina infección vesical o cistitis. Los síntomas típicos incluyen dolor al
orinar, micción frecuente y necesidad urgente de orinar, y muchos niños se mojan (falta de
control urinario). Los recién nacidos que tienen una ITU no presentan estos síntomas
específicos. En cambio, los signos pueden incluir fiebre, irritabilidad, vómitos, diarrea y poco
aumento de peso. Otros niños pueden tener una ITU y no presentar ningún síntoma evidente.
Las bacterias que causan la ITU son en general bacterias de las propias heces del niño.
Incluso con una higiene excelente, puede ocurrir que las bacterias se acumulen en el área de
los genitales (sin que haya signos externos de infección) y que logren entrar a la uretra y a la
vejiga. Si el niño tiene reflujo, las bacterias pueden ser transportadas hasta uno o ambos
riñones y generar una infección renal.
Aunque normalmente el reflujo se diagnostica después de que el niño fue tratado por la
ITU, es importante recordar que el reflujo no causa la ITU ni la ITU causa el reflujo.
¿Cuáles son los riesgos del Reflujo Vesicoureteral?
En los niños con reflujo e ITU puede ocurrir algún daño renal. Cuanto mayor sea el
grado del reflujo, mayor será el riesgo de daño renal, lo que puede derivar en un mal
funcionamiento de los riñones y presión alta de sangre en su vida adulta.
¿Cómo se descubre y diagnostica esta condición?
Distintas situaciones despiertan la sospecha de la existencia de un reflujo:
 La aparición de infecciones urinarias.
 El antecedente de malformación de vía urinaria detectada por ecografía prenatal.
 La presencia de otras malformaciones que se asocian con frecuencia con reflujo.
En otros casos, el diagnóstico suele hacerse casualmente cuando un niño de menos de
5-6 años ha padecido una pielonefritis y se estudia por ello a posteriori.
¿Cómo se trata el Reflujo Vesicoureteral?
La importancia del tratamiento del Reflujo vesicoureteral radica en evitar infecciones en
el tracto urinario y daños en los riñones.
El tratamiento específico para el RVU será determinado por el médico del niño basándose en
lo siguiente:

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La edad del niño, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzada está la condición.
La tolerancia del niño a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la evolución de la condición.
Su opinión o preferencia como padre.
El médico podría asignarle al RVU de su hijo un grado en la escala (del 1 al 5) para
indicar cuál de ellos es el reflujo que tiene. El grado más alto indica el reflujo más severo.
La mayoría de los niños que tienen RVU de grado 1 al 3, pueden no necesitar ningún
tipo de terapia intensa. El reflujo se resolverá por sí mismo con el tiempo, generalmente dentro
de los cinco años.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento del RVU?
Profilaxis antibiótica
La base del tratamiento médico es que el reflujo a menudo desaparecerá
gradualmente. El objetivo del tratamiento médico es prevenir las ITU y el daño renal
mientras el crecimiento y el desarrollo permiten que vaya desapareciendo el reflujo. En
muchos niños el reflujo disminuye o desaparece porque la unión entre la vejiga y el
uréter se desarrolla y aumenta a medida que el niño crece. Cuanto menor es el grado
del reflujo, más probable es que desaparezca.
El tratamiento médico incluye el uso de dosis bajas de antibióticos para prevenir el
desarrollo de infecciones, el entrenamiento de la vejiga y, ocasionalmente, otros
medicamentos. El niño debe asistir al consultorio del médico periódicamente para que
se le realicen exámenes físicos y se analiza la orina en busca de infecciones. De tanto
en tanto el niño se somete a estudios radiográficos de la vejiga y/o los riñones para
controlar el estado del reflujo y el crecimiento de los riñones. Muchos de los
procedimientos involucrados en la profilaxis antibiótica resultan molestos para los niños.
Cirugía
El objetivo del tratamiento quirúrgico es curar el reflujo con una operación y así
evitar los riesgos potenciales del reflujo continuo. Suele recomendarse como opción en
los grados de reflujo más altos, donde otras alternativas de tratamiento no funcionaron.
El tipo de cirugía que normalmente se practica se realiza bajo anestesia general a
través de una incisión en la parte baja del abdomen. La operación consiste en corregir
la válvula de paso que une el uréter con la vejiga para evitar que ocurra el reflujo. No se
utiliza material artificial en este procedimiento, y hay numerosas técnicas de
comprobada eficacia. Normalmente se usa una sonda para drenar la vejiga durante
unos días luego de la operación y el paciente en general permanece en el hospital
durante varios días. Luego de la operación, se realiza una radiografía de seguimiento
varios meses después para cerciorarse de que la operación tuvo éxito. Una vez que el
reflujo fue corregido exitosamente, es poco probable que reaparezca.
Tratamiento endoscópico
Hay otro tipo de corrección del RVU que se denomina tratamiento endoscópico,
menos invasivo que una cirugía.
El cirujano inserta un instrumento llamado cistoscopio en la apertura uretral
para ver el interior de la vejiga. Luego se inyecta una sustancia en el área donde el
uréter entra a la vejiga y se trata de reparar el reflujo. Esta técnica puede aplicarse con
anestesia regional o general y normalmente puede realizarse sin necesidad de que el
paciente deba ser internado.
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