Parashat Behar y Bejukotai 2015

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Derej HaShalom Camino de Paz
Parashats: Behar (En El Monte) y Bejukotai (Por mis Decretos) Levítico 25:1-­‐27:34; Jeremías 16:19-­‐17:14; Mateo 21:33-­‐46 Lev 25;1-­‐2. Entonces el SEÑOR habló a Moisés en el monte Sinaí, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: ``Cuando entréis a la tierra que yo os daré, la tierra guardará reposo para el SEÑOR. BLA En las Parashás de la semana pasada (Emor) se trato sobre los Cohen (sacerdotes) que están llamados a un mayor grado de santidad. También se describió las siete fiestas esenciales que son fundamentales para que su pueblo Israel camine con el Señor. Esta semana, nos toca una Parashat doble Behar y Bejukotai, donde se ordena un descanso sabático para la tierra en el séptimo año. Este año sabático, que Dios da a Moisés para Israel, se le llama Shemitá , y también sobre el año del jubileo. El Año Shemita Cada siete años, la Tierra no devera ser trabajada en ninguna forma. No se plantaria, podaría, "Seis años sembrarás la tierra, seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos, pero el séptimo año la tierra tendrá completo descanso, un reposo para el SEÑOR; no sembrarás tu campo ni podarás tu viña."(Levítico 25: 3-­‐4). Israel observa este mandamiento hoy día, y este es un año Shemitá. En las carreteras de Israel, pueden ver señales colocadas en varios campos descuidados y llenos de maleza a lo largo del lado de la carretera diciendo (en hebreo), "Nosotros observamos el año Shemitá aquí." Dios advierte a su pueblo de no engañar, estafar o aprovecharse de otros y les prohíbe cobrar intereses sobre dinero prestado a un hermano israelita. Dios quiere que traten de manera justa a los demás y practicar la integridad en los negocio. "No tomaras ventaja de uno al otro, sino teme a tu Dios. Yo soy el Señor tu Dios. "(Levítico 25:17) Dios también deja claro que Él tiene el título de propiedad de la tierra y no nos da la autoridad para venderla de forma permanente. Ustedes pueden preguntarse cómo la gente comía. A pesar de que no podían cosechar o sembrar, cualquier cosa que frotara de la tierra se podía comer (Levítico 25:7). Mientras que la tierra estaba descansando todo lo que retoñará, por su propia voluntad puede ser comido por cualquier persona. Y aunque esto puede parecer de una manera como un ayuno, la realidad es que se parecía más a una fiesta, ya que Dios prometió que en el sexto año del ciclo de siete años, la tierra daría suficiente comida para una duración de tres años. Les enviaré una bendición en el sexto año donde la tierra dará suficiente para tres años.’Levítico 25:21 1 Esta abundancia de cosecha en el sexto año se parece mucho a la doble porción de maná (el alimento milagroso encontrado en el suelo cada mañana en el desierto) que Dios proveyó el viernes para que las personas tuvieran suficiente para Shabat. Siete veces siete años sabáticos "Contarás también siete semanas de años para ti, siete veces siete años, para que tengas el tiempo de siete semanas de años, es decir, cuarenta y nueve años."(Levítico 25:8) El siete es un número significativo en la Biblia. Simboliza la integridad, lo completo y el descansó. Este patrón de siete años ha sido evidente desde que Dios creó el mundo. Después de que termino la creación, apartó el séptimo día y descansó. Lo que se le ordenó al Pueblo hebreo para conmemorar, esta apoyando en este séptimo día. Igualmente, Dios ordenó a los israelitas que permitieran que la tierra descanse cada siete años. El Año del Jubileo "Así consagraréis el año 50 y proclamaréis libertad en la tierra para todos sus habitantes. Será de jubileo (Yoven-­‐ sonar del shofar) para ustedes, y cada uno de ustedes volverá a su posesión, y cada uno de ustedes volverá a su familia. "(Levítico 25:10) En el año 50, en el décimo día del séptimo mes, que es el Yom Kippur (Día del Perdón), el shofar se sonaría, anunciando el Año del Jubileo. Este año fue santificado, separado para (kadosh) el Señor, tanto como el Shabat y el Año Shemitá. Las leyes del año Shemitá también se aplicaban durante el Año del Jubileo. Ósea no se sembraría, podaría o cosecharía con fines de negocio ext… Además, los esclavos quedaban libres, la gente quedaban libres de cualquier tipo de deudas, y las tierras que estaban fuera de las ciudades volverían al propietario original, aunque el dueño había vendido la propiedad a causa de la desgracia o la pobreza. 'Además, la tierra no se venderá en forma permanente, pues la tierra es Mía; porque ustedes son sólo extranjeros y peregrinos para conmigo."(Levítico 25: 23). Al final de cuentas, tanto la tierra y la gente le pertenecen a Dios, y Él instituyó un sistema justo, que si se mantenía de acuerdo a sus mandamientos, no permitiría que la tierra y la riqueza se acumulara en las manos de unos pocos ricos, mientras que la mayoría mendigara en la pobreza. Les suena familiar? Es exactamente lo que la sociedad hoy día hace. En el sistema de Dios, todos pueden y deben vivir una vida bendecida. Amen Las recompensas por obediencia a los mandamientos de Dios "Si andan en Mis estatutos y guardan Mis mandamientos para ponerlos por obra, Yo les dare lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará sus productos, y los árboles del campo darán su fruto. "(Levítico 26: 3-­‐4). 2 En la parte de la parashá de Bejukotai de la lectura de hoy, que completa el Libro de Levítico, Dios promete recompensar a Israel por la obediencia. Esas promesas son las siguientes (Levítico 26: 3 -­‐ 3): • La lluvia en su tiempo; • Un ciclo de abundancia y fructífero de la siembra, cosecha y la trilla; • Seguridad y paz; • Seguridad de la amenaza de las fieras y la agresión militar; • La victoria sobre los enemigos; • La prosperidad; • La presencia de Dios, y • La libertad de la esclavitud. Consecuencias de la desobediencia "Entonces la tierra gozará de sus días de reposo durante todos los días de su desolación, mientras que ustedes habiten en la tierra de sus enemigos; entonces descansará la tierra y gozará de sus días de reposo. 'Durante todos los días de su desolación la tierra guardará el descanso que no guardó en sus días de reposo mientras vivian en ella. "(Levítico 26:34 -­‐35) La Escritura deja claro que si Israel se negaba a darle a la tierra su descanso durante el séptimo año, la tierra quedaría desolada y desierta, y los israelitas serian dispersados por las naciones para compensar los años en que se le negó el descanso a la tierra. La desobediencia también trajo consigo otras consecuencias. Aquellas consecuencias incluyen la derrota militar, la falta de lluvia, malas cosechas, enfermedades, fiebre, peste y el terror. Hoy en día, el terrorismo es una preocupación en todo el mundo, pero especialmente en Israel. Y, sin embargo, la realidad es que Dios se compromete a mantenernos a salvo de el terror, si le obedecemos. "Pero si ustedes no Me obedecen y no ponen por obra todos estos mandamientos, si desprecian Mis estatutos y si su alma aborrece Mis ordenanzas para no poner por obra todos Mis mandamientos, quebrantando así Mi pacto, Yo, les haré esto: Pondré sobre ustedes terror repentino, tisis y fiebre que consuman los ojos y hagan desfallecer el alma. En vano sembrarán su semilla, pues sus enemigos la comerán. "(Levítico 26: 14 -­‐16). "Pero si" es una palabra pequeña, con enormes consecuencias. “Pero” si escuchamos al Señor y guárdanos sus mandamientos, entonces no es necesario temer al terrorismo, plagas o cualquier cosa mala. Dios nos guardará de forma segura en el refugio de sus alas (Salmos 17:8). "El temor al hombre es una trampa, pero el que confía en el Señor estará a salvo" Proverbio 29:25 "El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso. "(Salmo 91:1) ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? "¿Has considerado a mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, que 3 es perfecto y recto, un hombre que teme a Dios y apartado del mal. "(Job 1:8) El sufrimiento no siempre es provocado por el juicio de Dios, por lo que debemos ser cuidadosos de no caer en un pensamiento erróneo y decir que todo lo malo que nos pasa, es castigo de Dios. Tomemos, por ejemplo, el ejemplo de Job. A pesar de que era un hombre justo, sufrido la pérdida de su familia, la riqueza y la salud. Sus amigos estaban convencidos de que era culpable de un pecado secreto y por lo tanto, responsable por el sufrimiento que se le vino encima. Job negó esto, y Dios finalmente lo reunifico. El sufrimiento de Job en realidad fue porque él era justo. Dios lo bendijo, debido a que el era justo, y Satanás ataco sus bendiciones pensando que eran la causa por lo cual el le servía a Dios. Pero aún con todo el sufrimiento de él, todavía servio a Dios. Job fue tentado por el miedo al sufrimiento, lo que quizás indica la puerta de acceso de Satanás . "Lo que temía ha llegado a mí, lo que más me asustaba, me sucedió a mí." (Job 3:25) A veces, las razones detrás de sufrimiento de una persona son sorprendentes. En Juan 9, Yeshua-­‐Jesús se encontró con un hombre que había sido ciego desde su nacimiento, y sus discípulos le preguntaron: "Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? "(Juan 9:1) Yeshua dijo que el pecado no era la causa. La ceguera del hombre no se debió al pecado de nadie. El propósito de la ceguera era revelar la gloria de Dios! "Esto sucedió para que la obra de Dios se manifiesten en su vida." (Juan 9:3) Si saltamos a conclusiones acerca de la fuente del sufrimiento de alguien, corremos el riesgo de perder una oportunidad tanto para orar por esa persona, o para que la gloria de Dios se manifieste ante nuestros propios ojos. Hay que tener mucho cuidado cuando hablemos de los demás! La fidelidad de Dios es incondicional "'Sin embargo, a pesar de esto, cuando estén en la tierra de sus enemigos no los desecharé ni los aborreceré tanto como para destruirlos, quebrantando Mi pacto con ellos, porque Yo soy el SEÑOR YHVH su Dios. "(Levítico 26:44) Aunque la recompensa por la obediencia a Dios puede ser condicional, su pacto con Israel es definitivamente incondicional. Aun cuando el pueblo de Israel sufrió a causa de su pecado en las naciones donde fueron perseguidos, torturados y asesinados, Dios no los a rechazado. Tampoco destruyeron por completo a su pueblo, ni se olvidará de su pacto con Israel. Podemos ver el ejemplo de Israel y obtener sabiduría para nuestra propia vida personal y para las generaciones futuras. Hay muchas áreas en las que en realidad podríamos estar en desobediencia y por lo tanto, no experimentar todo lo que Dios tiene para nosotros, por ejemplo, albergando la ira, falta de perdón, el odio o el antisemitismo, o haciendo caso omiso de la difícil situación de los pobres, no descansando en los días de reposo pueden ser algunas de las causas de que la bendición no 4 llegue. En esta parasháh, el Libro del Levítico termina con una importante fuente de bendición divina para dar el maaser (diezmo), que es santo, para el Señor. "El diezmo de todo, desde la tierra, si el grano de la tierra o la fruta de los árboles, le pertenece al Señor, es santo para el Señor "(Levítico 27: 30,. véase también Números 18: 21-­‐26) No debemos olvidar nunca que todo lo que poseemos pertenece al Señor, y que nosotros lo honramos dando una parte a él. Esto incluye una variedad de ofrendas, incluyendo la caridad. Cuando acabes de separar todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo, entonces se lo darás al Levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en tus ciudades y sean saciados. (Deut; 26: 12). Baruj Hashem
Bendito es su Nombre
Shabat Shalom
Por Mijael Hernandez
Se autoriza la repartición gratuita de este estudio
Sabado, Mayo 16, 2015 5 
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