Cómo tratar a mi hijo adolescente

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IES ANDRÉS LAGUNA
Orientadora
CÓMO TRATAR A MI HIJO ADOLESCENTE.
He aquí una serie de pautas que os ayudarán a relacionaros con vuestro hijo adolescente
 Fomentar su autonomía, iniciativa, responsabilidad y esfuerzo.
Evitar adjudicarse el papel de esclavos de los hijos. Para ello se les ha de enseñar desde
pequeños a ir asumiendo responsabilidades. Tampoco pretender que las asuman ahora,
cuando nunca lo han hecho. Empezar porque se impliquen en las tareas de la casa.
Desde que es pequeño hemos de plantearle problemas y que él busque las soluciones, sin
correr a prestarle ayuda a la mínima dificultad que aparezca. Evitar en todo momento la
sobreprotección y permitir que haga cosas tolerando sus errores, pues si todo se le da
hecho se le priva de la curiosidad e interés por las cosas.
No premiarle porque sí, si no cuando se lo merezca. Acostumbrarle a que si pide o quiere
algo, que sea porque se lo merece y como premio.
Fomentar su autonomía personal, asumiendo las consecuencias de su propia conducta.
No se favorece su responsabilidad y esfuerzo, si cada adolescente tiene un ordenador y una
televisión en su propio cuarto. ¿Cómo es posible que muchos chicos cuenten con ello? Lo
tienen porque sí, sin haberse esforzado y muchos de ellos, sin ni siquiera merecérselo.
Además contribuirá a que el adolescente se aísle más y a que se comunique menos.
Procuraremos tener la televisión y el ordenador en el salón, para todos.
Aprovechar cualquier momento para destacar explícitamente el esfuerzo que hay detrás de
los logros. Por ejemplo, ante el triunfo de un deportista famoso, resaltar las horas de
entrenamiento y dedicación necesarias.
 Estimular su responsabilidad a tomar decisiones y fijarse objetivos a corto, medio y
largo plazo.
Es prioritario que el adolescente tenga ilusiones. El adolescente indolente es
fundamentalmente un muchacho sin motivaciones, hecho que cada vez es más frecuente.
Para seguir vivo es preciso tener ilusiones; establecer prioridades en la vida. Da pena
observar a muchos adolescentes, cada vez más, cuyo único objetivo en la vida es “pasárselo
bien”; aunque no saben ni qué es pasárselo bien ni cómo, y lo suelen unir a conductas poco
favorables.
Es absolutamente necesario que los adultos estimulemos los ideales (palabra en desuso) o
motivaciones del adolescente, o favorezcamos que las tenga.
Ayudarle a ponerse objetivos realistas.

Ayudarles a controlar sus impulsos
gratificaciones y tolerar la frustración:
para
que
sean
capaces
de
demorar
las
- No ceder en seguida a sus caprichos. Demorar la satisfacción de sus deseos.
- Dosificar los regalos, y asociarlos a algún mérito propio.
- Favorecer cualquier afición o la realización de colecciones que suponga esfuerzo y
perseverancia.
- No permitir que deje las cosas sin acabar. Si comienzan una tarea o actividad, debe
finalizarla, antes de pasar a otra.
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
Es muy importante la comunicación con nuestro hijo adolescente.
No pretender comunicarnos, dialogar y que nos cuente todo, si nunca lo hemos hecho.
Escucharle de forma activa: no juzgar, no interpretar, no interrumpirle.
Compartir sentimientos con él, que note que nos afectan sus cosas. Y también revelando
algo sobre nosotros; sin dar sermones, ni lecciones, sino manifestar que a veces nosotros
también nos sentimos mal.
Los padres tienen que saber que no es conveniente que el único lazo de comunicación con los
hijos sea solo el aspecto escolar, cosa que sucede a menudo con los hijos que fracasan.
Los chicos solo acudirán a los padres si confían en que no los avasallarán, criticarán o
sermonearán.
Evita restar importancia a una situación que a tu hijo le preocupe, ya que pensará que no le
entendemos.
Permitirle que exprese sus sentimientos. No debemos enseñarles a disfrazarlas.
 Emplear mensajes “yo”. Ej.: “Mantener la casa ordenada es importante para mí. Me molesta
cuando dejas tu ropa y tus libros ahí tirados”. En vez de “A veces actúas como un cerdo.
¿Cuándo vas a aprender a dejar las cosas en su sitio?”
 Padres: ser modelos. Los padres enseñan más con sus acciones y conducta, que con la
palabra.
 Ser coherentes.
Ser coherente significa que se va a llevar adelante lo prometido, sea bueno o malo, que las
reglas no cambian de un día para otro. Cumplir lo prometido, no prometáis aquello que no
podéis o no queréis cumplir.
 Coherencia entre ambos padres.
Las contradicciones desorientan y nuestro hijo no sabrá lo que se espera de él.
Que los dos asuman el mismo papel; no uno el bueno, ni otro el malo. No vale eso de “lo que
diga tu madre” (madre, papel de mala). O que uno ponga un castigo y el otro se lo levante. La
autoridad la tienen que asumir los dos.
 Utilizar más el elogio que la crítica.
No significa adular.
Animarle en sus logros y no criticar lo que hace mal. No es lo mismo, decirle: “No sabes
nada, eres un inútil”, que “No te preocupes, la próxima saldrá bien”.
Reprochar la conducta de mi hijo, no a mi hijo: “Has hecho esto mal”, en vez de “Es que eres
malo”.
Resaltar sus cualidades, en vez de sus debilidades. “Creer” en nuestro hijo.
 Evitar comparaciones, sobre todo con los hermanos.
 Respetar los cambios y la evolución del adolescente.
La psicología del adolescente se caracteriza por su inestabilidad emocional, vulnerabilidad,
irritabilidad, crisis de identidad e identificación con su “grupo de amigos” que le sirven de
modelo y referencia. Pero la familia sigue siendo muy importante para él.
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 Respetar su intimidad, de su habitación, bolsillos, etc. Que noten nuestra presencia, no
invasiva. Debemos aceptar que llega un momento en que ellos también tienen temas
personales que pueda que no quieran compartir con nosotros.
 Realizar actividades familiares juntos (visita museos, ciudades, etc.) aunque también salga
con sus amigos.
 Presentar a nuestro hijo personas de gran estima para nosotros.
 Enseñarles a calibrar adecuadamente el coste de las demandas que conlleva la sociedad de
consumo y ser críticos con las necesidades que genera.
LA IMPORTANCIA DE PONER LÍMITES
La necesidad de autoridad es defendida como una condición necesaria para que los chicos
desarrollen una personalidad con un fuerte sentimiento de seguridad.
En casa ha de haber normas, como en cualquier grupo humano. Explicitarlas.
Cuando los hijos participan en poner las normas son mucho más efectivas.
Preguntarle su opinión; no exigirle que cumpla las cosas porque sí. Ya no es un niño; hay que
negociar y ser flexibles.
Mientras que algunas cosas no son negociables, debería existir margen para la discusión en
otras.
Transmitirle las responsabilidades de cada cual y los límites.
Es importante fijar las normas y saber sus consecuencias.
Las sanciones deben ser establecidas con anterioridad a la infracción.
Las normas deben ir asociadas a un castigo en caso de incumplimiento, consiguiendo que
cada cual sea responsable de las consecuencias de sus conductas.
El castigo más eficaz es retirarle algo que le resulte reforzante; salir, ordenador, TV, etc.
El castigo debe ser proporcional a la falta. Tampoco es eficaz decir “Ya no sales hasta que
acabe el curso”.
Ser muy consistentes y firmes. (Si la norma es hacer la tarea antes de jugar a la play, por
ejemplo, ser inflexible.) Lo mismo con los horarios, pactarlos, y cumplirlos, no valen
excusas.
Evitar decir frases como “porque lo digo yo”, “me trae sin cuidado lo que dicen tus
amigos”,”pregúntaselo a tu padre/madre”.
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Ser coherentes, no amenazar y después no cumplir, o no poner un castigo sin avisar, sin
pensar. Que no se convierta en un juego entre padres e hijos; un juego con reglas
cambiantes que dependen del día, del humor que tengamos, del cansancio, etc.
Conviene tener presente que todos tenemos ciertas responsabilidades y obligaciones en
casa. Hemos de inculcarles el sentido de la responsabilidad, que entiendan que en casa todo
el mundo debe colaborar, sea cual sea su sexo.
Escuchar con atención cuando te habla. Nunca decir “no tengo tiempo”.
Darle algún margen de decisión. A medida que crece, más. Pero siempre con un cierto
control, que avisen si no van a comer en casa, hora de llegada, etc. Son reglas mínimas de
convivencia.
Ser fiel a nuestros principios. Si nos dicen “soy la primera en marcharme a casa”, “los
padres de fulanito…”. Es importante que nuestros hijos aprendan a respetar nuestros
valores y explicarles las razones.
Establecer la costumbre que cuente con quien sale y donde podemos encontrarlo en caso de
necesidad. Conocer a los amigos es importante.
Los chicos que suelen tener más problemas, proceden de familias en las que apenas existen
límites.
Los límites se ponen desde que el hijo es pequeño. Muchos padres afirman: “Es que no me
hago con mi hijo”. Si no has puesto límites cuando era pequeño, difícilmente los pondrás
ahora que ya es adolescente.
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